El poeta y el lector -- Lázaro Carreter.

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El poeta y el lector . Lázaro Carreter. 1976 R. Levin todos los poemas dependen de una oración implícita, cuyo protagonista es el Yo. El lector debe salirse del mundo real sin más garantía que el testimonio del poeta. Si asentimos es porque es un acto lingüístico de personas dotadas de poderes sobrenaturales, y que ven fuera del mundo real Dice Carreter que esta explicación formaliza la concepción de lo literario como reino de la ficción. Spet Ficción no = mentira. Puede contener verdad, aunque sea emancipación de la realidad. Sobre el origen de la lírica Gans, lo establece en las plegarias. Lo que comparten la primera y segunda idea es la noción de invitación salir de la realidad. Autor-Poeta/ Recetor-lector: El autor no firma, es el poeta, el otro yo. Hay relaciones íntimas entre ellos pero no de identifican. Se ve en los orígenes y será con Dante con quien se dará un paso a la subjetividad. Sin embargo, lo que sucede es que se modifica lo real, lo biográfico y se vuelve poético. “ Lo anecdótico no es poético por sí mismo” Lo que encontramos es el yo lírico fundido con el poema. “Los poemas no son documentos psicológicos” – Ingarden- El único acto pleno del lenguaje poético es el poema entero. El efecto perlocutivo es una conmoción, un movimiento anímico de respuesta a aquel intento de atracción que empuja al lector al ponerse en lugar del poeta, a ser uno con él. Por ello, de igual modo que no teníamos un autor, no tenemos un receptor, éste debe transformarse para ser lector. Si mantenemos lo subjetivo como esencia de la lírica, debemos decir que no es tanto expresión de la subjetividad, como el encuentro de dos subjetividades. “El poema es el nexo entre dos misterios: el poeta y el lector” –Dámaso Alonso –. El objetivo es producir conmoción, que, de la misma forma, es el punto de partida de la creación. “El síntoma de un gran poeta es

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El poeta y el lector. Lázaro Carreter.

1976 R. Levin todos los poemas dependen de una oración implícita, cuyo protagonista es el Yo. El lector debe salirse del mundo real sin más garantía que el testimonio del poeta. Si asentimos es porque es un acto lingüístico de personas dotadas de poderes sobrenaturales, y que ven fuera del mundo real Dice Carreter que esta explicación formaliza la concepción de lo literario como reino de la ficción.

Spet Ficción no = mentira. Puede contener verdad, aunque sea emancipación de la realidad.

Sobre el origen de la lírica Gans, lo establece en las plegarias.

Lo que comparten la primera y segunda idea es la noción de invitación salir de la realidad.

Autor-Poeta/ Recetor-lector:

El autor no firma, es el poeta, el otro yo. Hay relaciones íntimas entre ellos pero no de identifican. Se ve en los orígenes y será con Dante con quien se dará un paso a la subjetividad. Sin embargo, lo que sucede es que se modifica lo real, lo biográfico y se vuelve poético. “ Lo anecdótico no es poético por sí mismo” Lo que encontramos es el yo lírico fundido con el poema. “Los poemas no son documentos psicológicos” –Ingarden-

El único acto pleno del lenguaje poético es el poema entero.

El efecto perlocutivo es una conmoción, un movimiento anímico de respuesta a aquel intento de atracción que empuja al lector al ponerse en lugar del poeta, a ser uno con él. Por ello, de igual modo que no teníamos un autor, no tenemos un receptor, éste debe transformarse para ser lector.

Si mantenemos lo subjetivo como esencia de la lírica, debemos decir que no es tanto expresión de la subjetividad, como el encuentro de dos subjetividades. “El poema es el nexo entre dos misterios: el poeta y el lector” –Dámaso Alonso –. El objetivo es producir conmoción, que, de la misma forma, es el punto de partida de la creación. “El síntoma de un gran poeta es contarnos algo que nadie nos había contado, pero que no es nuevo para nosotros” – Ortega y Gasset – . Ingarden dirá que el lector no sólo debe identificarse con el yo lírico, sino que debe sentirse por un momento fuera del yo, experimentando y expresando lo mismo que el lírico. Debe hacer un yo lírico ficticio.

El tú, funciona como figura del antagonista mudo (que reemplazaría al dios de la plegaria de Gans), e incluso el yo puede funcionar como un tú si el poeta se dirige de manera reflexiva a sí mismo.

El poeta tiene que escribir para receptores propicios. El problema de cómo el autor construye un receptor comenzó a dilucidarse en la teoría de la novela. Muchos poetas se han forjado y se forjan un lector ideal, sin cooperar por su parte al entendimiento con él.

Lo que encontramos en la poesía es “Personas con otras que se buscan para recorrer fundidas un mundo de ficción, donde sólo unas emociones o unos placeres espirituales andan en juego; ello, si la poesía no se pone al servicio de algo ajeno a ella misma, o si la crítica no la fuerza a servirlo.”