El príncipe de Maquiavelo. Mecanismos de dominación en un sujeto perverso. Sebastián Muñoz Meza.

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    El prncipe de Ma-

    quiavelo. Mecanismos

    de dominacin en

    un sujeto perverso.Sebastin Muoz Meza.1

    Introduccin.

    Es comn leer en peridicos, cartas al direc-

    tor, reportajes periodstico e incluso en con-

    versaciones cotidianas, la existencia de cier-

    tas caractersticas que son propias de todoslos sujetos y a las cuales nada se puede ha-

    cer; escuchar, por ejemplo, todas las perso-

    nas son individualistas, sera manifestacin

    de ello. Si aquello fuera verdad, las institucio-

    nes apelaran a un cierto tipo de fundamento

    natural que todos poseemos, generando sus

    normas y polticas de acuerdo a eso. Las au-

    toridades, por su parte, se comportaran asu-

    miendo propiedades innatas de la ciudadana,mientras que al mismo tiempo, portara en su

    conducta ese elemento vector. Por ende, le-

    yes, instituciones y normas, seran el resulta-

    do de esa esencia supra-individual que todos

    poseemos, pero Qu sucedera si no existe

    nada parecido a un elemento esencial de la

    conducta?, si la creencia de una caracters-

    tica comn de todas las personas no fuese

    ms que una convencin social establecida yextendida?, claramente, el sistema imperante

    se derrumbara.

    Desde tiempos pretritos se ha credo que los

    sujetos tendran en s ciertas cualidades inhe-

    1 Estudiante de licenciatura en sociologa, UAH. sebas-

    [email protected]

    rentes en su conducta, que permitiran explicar

    cmo estos se comportan a nivel individual y

    colectivo. Manifestacin de ello es El Contra-

    to Social de Rousseau (1989), donde expresa

    que el hombre es esencialmente bueno y la so-

    ciedad lo corrompera; en esas circunstancias,

    la sociedad sera la que le da al individuo cier-tos elementos reconocidos como negativos.

    Ahora, en una esquina opuesta se encuen-

    tra Nicols Maquiavelo (1999), quien asume al

    hombre como perverso por naturaleza, por

    lo que el gobernante (prncipe) debera actuar

    de un modo particular, para no ver amenazas

    sus ansias de conquista, sentimiento que tam-

    bin sera propio de todos los sujetos. En la

    lgica de anlisis de Maquiavelo se devela laorganizacin poltica y el poder como resulta-

    do directo de las caractersticas esenciales del

    individuo, sin las cuales, la conguracin polti-

    co-social no tendra sentido. Es por lo anterior,

    que creo pertinente analizar el entramado te-

    rico de aquel lsofo poltico, para descubrir

    desde sus propio diagnstico de la situacin

    que aconteca a Europa en el siglo XVI, cmo

    se comprende el sujeto y, especialmente, quesucedera si aquel individuo perverso no fue-

    se ms que una comprensin particular de la

    realidad que este posea.

    Para tratar lo anterior, parto de la hiptesis

    de que tanto la conguracin poltica como

    el poder asociado son el resultado directo de

    una comprensin particular de los actores en

    la sociedad; el desarrollo del poder, la manera

    en que se comporta el gobernante y las ins-

    tituciones asociados, son el producto de una

    visin de mundo. Maquiavelo desarrolla una

    lgica particular de enfrentar al pueblo y la for-

    ma en que se congura el poder en el prnci-

    pe, por lo que me referir al modo en que se

    desarrollan ciertos mecanismos para mante-

    ner controlada la poblacin. Esta labor la eje-

    cutar con la ayuda de los principios tericos

    de Michel Foucault, quien me permitir hacer

    referencia a los mecanismos de control para

    retener a la poblacin como cuerpos dciles,

    inertes ante el actuar del prncipe. Una vez rea-

    lizado aquello, har mencin al modo en que

    Maquiavelo comprende la naturaleza perversa

    de las personas y las implicancias que aquello

    conlleva, tanto para los mecanismos de domi-

    De la generalidad de los

    hombres se puede de-

    cir esto: que son ingra-

    tos, volubles, simulado-

    res, cobardes ante elpeligro y vidos de lucro.

    (Maquiavelo 1999:84)

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    nacin, como de la legitimidad puesta en jue-

    go. Espero demostrar que la visin particular

    que presenta el terico referido, lleva inexora-

    blemente al derrumbe de su modelo propues-

    to si el sujeto no tuviese la esencia que asume

    como dada. Considero que este ha errado en

    su diagnstico y existen elementos externosque permiten comprender el modo en que se

    desarrolla el poder en el siglo XVI, su anlisis

    no sera ms que contingente a una situacin

    particular, dejando fuera todas aquellas lgi-

    cas de accin que no implican la bsqueda de

    poder como leitmotiv de la vida.

    Desarrollo.

    El Prncipe, de Nicols Maquia-velo, es reconocida como una

    de las principales obras los-

    co-polticas del siglo XVI. En ella

    se dirige directamente a Loren-

    zo de Mdeci, gobernador de

    la provincia de Florencia, entre-

    gndole un diagnstico lo que

    para l representa la naturaleza

    de los pueblos y la manera enque debe actuar la autoridad

    (prncipe) en esas circunstan-

    cias. De acuerdo al prlogo de

    la obra, esperara que fuere de

    utilidad para que Mdeci lle-

    gue a la grandeza que el desti-

    no y sus virtudes le aseguran

    (Maquiavelo 1999:5). Si bien el

    libro fue publicado una vez queel prncipe ya haba muerto y,

    por ende, no sirvi para los nes que haba

    sido generado, an es de provecho a la hora

    de entender el modo en que ciertas autorida-

    des comprenden el poder y la naturaleza del

    mismo, adems de servir de radiografa de la

    forma en que se desarrollaba el principado en

    los siglos XV y XVI.

    Maquiavelo, al realizar un diagnstico del modo

    en que el prncipe debe actuar para mantener

    el poder soberano y controladas a las masas,

    deja al descubierto una manera particular de

    aprehender la realidad y el proceder que la au-

    toridad debe adherir a consecuencia de ello.

    Me concentrar especcamente en ste pun-

    to, esperando demostrar que una lgica parti-

    cular de accin pierde todo sustento si la esen-

    cia a la que se apela no es tal o, al menos, no

    es la nica opcin posible. Para realizar esto,

    emprender un camino analtico que transitar

    por los mecanismos de dominacin asociados

    a esa forma peculiar forma de comprender los

    sujetos y la relacin que ello presta en lo queMaquiavelo reere como la perversidad natu-

    ral de las personas.

    Pueblo como cuerpo dcil y ejercicio

    de poder.

    En la obra de Maquiavelo se encuentran re-

    ferencias constantes al modo en que el prn-

    cipe debe actuar para mantener el poder y

    control de las masas; del pue-blo y la burguesa. El autor no

    duda en utilizar la fuerza e in-

    cluso la muerte como mto-

    do de coercin, por ejemplo,

    el menciona que a los hom-

    bres hay que conquistarlos o

    eliminarlos, porque si se ven-

    gan de las ofensas leves, de

    las graves no pueden; as quela ofensa que se haga al hom-

    bre debe ser tal, que le resulte

    imposible vengarse (Maquia-

    velo 1999:13). Se comprende,

    entonces, que todas las accio-

    nes que desarrolle el prncipe

    son vlidas mientras aseguren

    su mantencin en el cargo, con

    independencia si aquel que re-presenta un obstculo debe morir o no.

    La utilizacin de la violencia se presentara

    como el eje vector en la obra de Maquiavelo,

    respecto al modo en que debe actuar el prn-

    cipe, sin importar que ello pueda considerar-

    se o no como un hecho cruel. Incluso men-

    ciona la existencia de una forma correcta de

    utilizar la crueldad, para la concrecin de losnes propuestos; aduciendo que la crueldad

    es bien empleada cuando se aplican de una

    sola vez por absoluta necesidad de asegurar-

    se y cuando no se insiste en ellas sino, por

    el contrario, se trata de que las primeras se

    vuelvan todo lo beneciosas posible para los

    sbditos. Mal empleadas son las que, aunque

    poco graves al principio, con el tiempo antes

    Maquiavelo, al rea-

    lizar un diagnstico

    del modo en que el

    prncipe debe actuar

    para mantener el po-

    der soberano y con-

    troladas a las masas,deja al descubierto

    una manera particu-

    lar de aprehender la

    realidad y el proce-

    der que la autoridad

    debe adherir a con-

    secuencia de ello.

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    crecen que se extinguen(Maquiavelo, 1999:

    47). La violencia (en trminos de crueldad)

    se desarrollara de modo correcto cuando se

    ejerce en el momento inicial y de una sola vez,

    no como un acontecer constante que con el

    paso del tiempo puede perder signicancia y

    generar en la poblacin un sentimiento de in-surreccin que amenace al poder del prnci-

    pe. Esta, al manifestarse de forma inicial, ser-

    vira de ejemplo para la poblacin a dominar

    de cmo actuara la autoridad si ellos no se

    comportan de acuerdo a los parmetros es-

    tablecidos, generando en aquellos un profun-

    do temor a las consecuencias que se pueden

    estribar de su comportamiento, as, su actuar

    se encontrara mediado por la evitacin de lasdeprivaciones. El acto violento se congura-

    ra de manera til no solo en el minuto en que

    este se present, sino que tambin, por los

    resultados a lo largo del tiempo que ello pue-

    de implicar en la poblacin.

    La poblacin que teme al actuar de su gober-

    nante es comprensible, a nivel terico, por los

    preceptos desarrollados por Michel Foucault,

    especialmente los que hacen mencin a los

    cuerpos dciles y poder relacional. Para Fou-

    cault (2002) el poder no se constituye como

    una sustancia, sino que se realiza en las re-

    laciones sociales, congurndose como una

    accin sobre acciones. No se encontrara en

    ningn caso como propiedad de un sujeto par-

    ticular, ni una potestad que se traspasa entre

    sujeto y sujeto, sino que se manifestara en las

    relaciones sociales como posibilidad de com-

    portamiento controlado. Si bien para Foucault

    el poder as desarrollado se extiende en la po-

    blacin recin en la poca moderna, sosten-

    go ac que su utilizacin es completamente

    plausible para los preceptos que deja al des-

    cubierto Maquiavelo en su consideracin de la

    labor del prncipe. Aunque en el caso referido

    el poder si se manifestara como personalizado

    en un sujeto particular, la manera en que ste

    se articula a nivel social es coincidente con la

    propuesta de Foucault, especialmente en lo

    referente a la aplicacin de la accin coerciti-

    va. Foucault reconoce que cuando se impo-

    na a un acto, aun cuando fuera y en especial

    si era al parecer de poca importancia y escasa

    trascendencia, un castigo calicado de ejem-

    plar, era precisamente porque pretenda obte-

    ner correctivo, sino sobre el culpable -pues si

    se lo colgaba no tena mucha posibilidad de

    corregirse- [si al menos sobre l] resto de la po-

    blacin(Foucault 2008:22). Por consiguiente,

    aquel acto inicial violento sera manifestacin

    de un correctivo, tanto para el sujeto o grupode la poblacin que se ve afectada de modo

    directo (reciben la sancin) o aquello que por

    temor, evitarn algn tipo de comportamiento.

    El temor que se funda en la poblacin genera

    en ello expresin de lo que comprendo como

    cuerpos dciles, dado que ha habido en el

    curso de la edad clsica, todo un descubri-

    miento del cuerpo como objeto y blanco de

    poder. Podran encontrarse fcilmente signos

    de esta gran atencin dedicada entonces al

    cuerpo, al cuerpo que se manipula, al que se

    da forma, que se educa, que obedece, que

    responde, que se vuelve hbil o cuyas fuerzas

    se multiplican(Foucault 2002:82). Con aquello

    nuevamente recuerdo a Foucault, pero en este

    caso para hacer hincapi en la consecuencia

    de la conguracin del poder en la poblacin.

    Como ya me refer, el actuar que desarrolla el

    prncipe genera en la poblacin un compor-

    tamiento moldeado, congurado para evitar

    ciertos actos que consideran como nocivos.

    Dato esto, la poblacin no actuara (consciente

    o inconscientemente) de acuerdo a su propia

    voluntad, sino que en base a lo esperado por

    otros. Por ejemplo, formaran parte del cuer-

    po militar para invadir otros poblados y cum-

    plir as con el deseo expansionista del prncipe,

    tambin pagaran todos los impuestos que se

    aseguran y, lo ms importante, no se revelaran

    contra la autoridad, pese a que lo superasen

    ampliamente en nmero y capacidad fsica.

    La crueldad que presenta el prncipe y se con-

    gura como violencia real o simblica me lle-

    van a preguntar el por qu de la apelacin

    a la violencia cmo nica forma de mante-ner controlado al pueblo y cules son las ra-

    zones que permitiran explicar la mantencin

    de su soberana, pese a que no entrega a los

    sujetos que de l dependen, elementos que

    aquellos reconozcan como favorables. Se de-

    vela en la comprensin del poder como pre-

    sente en las relaciones sociales y la congu-

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    racin de la poblacin como cuerpo dcil, un

    cierto actuar del prncipe reaccionario frente

    al modo en que la poblacin puede proceder

    en su contra. Maquiavelo deja al descubier-

    to que si el gobernante debe

    intervenir de forma cruel, es

    porque la poblacin puedehacerlo de la misma mane-

    ra, y que si uno de ellos va

    a realizarlo, claramente es de

    conveniencia (para la autori-

    dad) que lo haga el primero y

    no el segundo. Acorde a este

    punto, Maquiavelo reconoce

    que los hombres tienen me-

    nos cuidado en ofender a unoque se haga amar que a uno

    que se haga temer; porque

    el amor es un vnculo de gra-

    titud que los hombres, per-

    versos por naturaleza, rom-

    pen cada vez que pueden beneciarse; pero

    el temor es miedo al castigo que no se pierde

    nunca.(Maquiavelo 1999:85). Por tanto, la

    explicacin del actuar del prncipe radicara enuna especie de esencia supra-individual que

    condiciona a los sujetos como perversos,

    donde la nica forma de sobrevivir a aquel me-

    dio no es solo actuar de esa manera, sino que

    acrecentarlo, mostrndose como el ms per-

    verso en un mundo ya perverso.

    Perversidad inexistente.

    Como ya he expuesto, Maquiavelo en innu-merables ocasiones menciona en El Prnci-

    pe, la condicin perversa que ostentaran to-

    dos los sujetos; la existencia de una esencia

    condicionante frente a la cual nada se puede

    hacer. Reconoce, por ejemplo, que el ansia

    de conquista es, sin duda, un sentimiento muy

    natural y comn, y siempre que lo hagan los

    que pueden, antes sern alabados que cen-

    surados(Maquiavelo 1999:18). As, todas laspersonas presentaran la necesidad intrnseca

    de conquistar un territorio, por lo que el gober-

    nante no hara ms que seguir una misma l-

    gica de accin presente en toda la poblacin.

    Comprender la perversidad en trminos de

    Maquiavelo implica considerar la existencia de

    una esencia innata en la sociedad, que gua el

    actuar de los sujetos y frente a la cual nada se

    puede hacer. Se buscara la satisfaccin de -

    nes personales, individualistas, sin importar las

    consecuencias que aquello puede signicar a

    otros. Por ende, la sociedad

    se congurara como una es-

    pecie de selva, donde ganael que impone su fuerza real/

    simblica sobre los dems.

    La condicin perversa lleva a

    Maquiavelo a asumir que el

    actuar del prncipe no es ms

    que el acorde a una situacin

    de conicto constante, por

    lo que su actuar sera vlido

    aunque implique romper con

    pactos ya establecidos e in-

    cluso la muerte de aquellos

    que se oponen. Especca-

    mente respecto a la primera

    situacin, aduce que un prn-

    cipe prudente no debe observar la fe jurada

    cuando semejante observancia vaya en contra

    de sus intereses y cuando haya desapareci-

    do las razones que le hicieron prometer. Si los

    hombres fuesen todos buenos, este precepto

    no sera bueno, pero como son perversos, y

    no la observaran contigo, tampoco t debes

    observarla con ellos(Maquiavelo 1999:89).

    Como se puede observar, el comportamiento

    nocivo se ve justicado en base a una esencia

    perversa de sujeto, elemento que hace vlido

    un actuar deshonesto. Sin embargo, Qu pa-

    sara si no todos los sujetos fuesen perversos?

    Acaso el actuar del prncipe se congurara

    como ilegtimo?

    En condiciones en que el sujeto no es perver-

    so por naturaleza, todo el anlisis desarrolla-

    do por Maquiavelo es incorrecto, es ms, sus

    consideraciones reejan una concepcin de

    mundo que solo justica el comportamiento

    de dictadores e instituciones fcticas, que pre-tende la imposicin de su visin de mundo por

    sobre las de todos los sujetos. Armo que la

    concepcin de mundo que presenta Maquia-

    velo es contingente a una situacin socio-his-

    trico particular y en ningn caso representa

    el diagnstico cierto de una esencia individual;

    su apreciacin del sujeto perverso permite jus-

    La explicacin del ac-

    tuar del prncipe radica-ra en una especie de

    esencia supra-indivi-

    dual que condiciona a

    los sujetos como per-

    versos, donde la ni-

    ca forma de sobrevivir a

    aquel medio () (se-

    ra) mostrndose como

    el ms perverso en un

    mundo ya perverso.

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    ticar las acciones en que toda la poblacin

    tambin lo es, pero ello es imposible de ser

    comprobado en la prctica; aducir que el ac-

    tor es perverso por naturaleza es igualmente

    vlido que armar que es naturalmente bue-

    no o que est condicionado por estructuras

    macro-sociales. Comprender que Maquiave-lo ha errado en su anlisis implica que toda la

    lgica de accin que el determina como co-

    rrecta, tambin lo es: la manera en que este

    se legtima, la manifestacin del poder como

    relacional y la conguracin del pueblo como

    cuerpo dcil, no pueden ser justicadas desde

    la existencia de un sujeto perverso.

    El error en el modelo analtico desarrollado

    por Maquiavelo derrumba la manera en que

    se comprende el poder y la legitimidad que

    porta el prncipe; si estos real-

    mente se expresaron as en la

    emprea, se debe netamen-

    te a causas externas y no a

    una esencia individual condi-

    cionante. Toda la reexin del

    lsofo poltico no hace ms

    que posicionar en el centro

    una relacin que realmente es

    espuria. Me permito otorgar cierta veracidad a

    la hora de entender la manera en que efectiva-

    mente el prncipe actuaba, es posible llegar a

    creer que l realmente se comportaba tal como

    Maquiavelo lo menciona, pero ello no implica

    que su proceder sea vlido. Si efectivamente

    su actuar se desarrollada segn lo descrito,

    deben existir necesariamente causas externas

    que posibiliten comprender la legitimidad que

    usufructuaba el gobernante. Diagnosticar cu-

    les son las posibles reales causas del puesto

    que este ostentaba escapan de las labores

    que aqu he pretendido exponer, sin embargo,

    establecer la existencia de un punto ciego en

    su argumento abre camino hacia nuevas in-

    vestigaciones y reexiones, que se dediquen

    ahora a buscar la real explicacin del por qu

    el prncipe actuaba de cierta forma, y cmo se

    relaciona ello con la legitimidad que de todos

    modos posee.

    Conclusin.

    El Prncipe, de Nicols Maquiavelo, es el re-

    ejo de la forma en que se comprende el mun-

    do en una poca determinada, una en la que

    el actuar del gobernante es el resultado de la

    perversidad inherente de los sujetos. El com-

    portamiento del prncipe es tematizado por

    Maquiavelo como si existiera una esencia su-

    pra-individual que condiciona el actuar y frente

    a la cual nada se puede hacer, pero en ningnminuto se cuestiona por la veracidad de esa

    armacin. Asumir la existencia de una forma

    determinada de comportamiento como dada

    es el principal error en el que cae el terico;

    equivocacin que lo lleva a avalar y propulsar

    un actuar especco por la autoridad como

    nica manera de anteponerse a la adversidad

    y poder lograr los nes que se propone.

    El discurso de Maquiavelo me permite extra-

    polar su error a diversas reas del saber y,

    por sobre todo, a la realidad

    que hoy estamos viviendo en

    la academia. En las distintas

    disciplinas se adjudican un

    cierto conocimiento como

    dado, correcto, asumiendo

    que es la manera indicada

    en que se debe comprender

    la labor que desarrolla el es-

    pecialista del rea y no reexiona respecto a

    las implicancias que ello puede signicar, tan-

    to para la propia disciplina, como para la rea-

    lidad que generan. Situndome en el caso de

    un estadstico, aquel presentara un abanico

    de modelos analticos y conceptuales que re-

    ducen la realidad a nmeros, cifras e instru-

    mentos predictivos. Se cree ciegamente en la

    veracidad de los modelos y, sobre todo, en la

    posibilidad de que de ellos se comprenda una

    parte de la emprea. Qu sucedera si nada de

    lo que ah se comprende como plausible real-

    mente lo fuera? No generara entonces una

    visin desconectada de la realidad? El mun-

    do es ms complejo que el establecimiento

    de una serie de variables e indicadores que

    pretenden ser aprehendidos; mientras aquel

    sea el nico modo en que se espera com-

    prender la realidad, pasar una y otra vez lo

    mismo que le ocurri a Maquiavelo; asumir un

    tipo de comprensin del mundo como el nico

    posible. Los modelos de anlisis en los que se

    basa el estadstico son generados por sujetos,

    inmersos en situaciones socio-histrico parti-

    Asumir la existencia

    de una forma deter-

    minada de comporta-

    miento como dada es

    el principal error en el

    que cae el terico.

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    culares y, por lo mismo tambin representan

    una comprensin parcial.

    Espero que el anlisis precedente sirva de uti-

    lidad no solo para comprender la manera err-

    nea en que Maquiavelo le otorga caractersti-

    cas intrnsecas al sujeto, cuando en realidad

    aquel no las porta, sino que tambin se utilice

    de ejemplo prctico a la hora de analizar la ma-

    nera en que cada uno de nosotros comprende

    la emprea y la forma en que se acta en base

    a ello. No pretendo en ningn caso apelar a

    la existencia de un comportamiento y apre-

    hensin del mundo como correcto, solamente

    confo en que sea de provecho para discernir

    desde qu arista entendemos el mundo y la

    manera en que esto inuencia en la forma en

    la que actuamos en l.

    Foucault, P. 2002. Vigilar y castigar. Buenos Aires:

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