Hace mucho tiempo en un pueblito muy lejano había un pequeño príncipe llamado Marcos. Este príncipe siempre comía muchos dulces pero no solía lavarse sus dientes. Un día, al pequeño Marcos un diente se le cayó de su boquita. Sin embargo, este diente estaba sucio y muy feo.

Aun así el príncipe Marcos decidió

ponerlo debajo de su almohada pensando que

quizás el ratoncito vendría y le daría una

moneda.

Sin embargo su sorpresa fue mucha al ver que no apareció moneda alguna y fue un mago que le dijo:

“Deberías haberte lavado los dientecitos mas seguidito para que el ratoncito pase y te deje dinerito”

Muy triste Marcos salió fuera del

castillo y en agua de una pileta puso su

lengua. Marcos hizo muchos enjuagues y

pensó si era suficiente. Pero observó su

reflejo en el agua y un sapo vio.

El sapito Marcos por un bosque

caminó y con un castor se encontró.

Grande fué su sorpresa al ver los grandes dientes blancos del castor. Muy curioso le preguntó: ¿Castor como es que tienes tus dientes tan blancos? Y el castor contestó:

“Muy fácil pues con mi cepillo canto así:

chiki- chiki-chi para arriba, chiki- chiki-chi

para abajo y chiki- chiki-chi para un lado,

chiki- chiki-chi y así me los lavo”

Muy contento Marcos agradeció al castor

y a casa volvió. Tomó su cepillo y con la

canción sus dientes lavó “chiki- chiki-chi

para arriba, chiki- chiki-chi para abajo y

chiki- chiki-chi para un lado, chiki- chiki-

chi y así me los lavó”

DE PRONTO EL MAGO APARECIÓ,

FELICITÓ A MARCOS Y EN PRÍNCIPE

LO CONVIRTIÓ Y ASÍ MARCOS SUS

DIENTES CUIDÓ.

Este libro de cuentos fue realizado por las

alumnas de 4° año de la carrera del Profesorado

y Licenciatura en Educación Especial. El mismo

fue solicitado por la cátedra de informática para

la realización de un proyecto educativo,

favoreciendo de esta manera la importancia del

cuidado de la higiene en nuestros alumnos con

Parálisis Cerebral.