El Prisionero de Sevilla Este ( - Gijon, Julio Munoz

5/20/2018 El Prisionero de Sevilla Este ( - Gijon, Julio Munoz


@RancioSevillano

EL PRISIONERO

DE SEVILLA ESTE

ILUSTRACIONESCristina Domnguez Ruiz


JULIOMUOZGIJN, 2014

de las ilustraciones:CRISTINADOMNGUEZRUIZ, 2014

EDITORIALALMUZARA,S.L., 2014

El autor y la editorial quieren manifestar que todos los personajes, lugares y marcas comerciales que aparecen en esta novela, y sus precuelas, son fictmencionados en el marco de una ficcin sin ningn parecido con la realidad. Cualquier mencin a nombres reales de personajes, lugares, marcas comercialevoluntad expresa del autor, en el marco de una ficcin humorstica, con efectos de exageracin, y con el deseo de promocionar, dar a conocer y manifestar ccosas de Sevilla, con la mejor fe posible y, en ningn caso, mediante contraprestacin de ningn tipo.

Reservados todos los derechos.No est p ermitida la reproduccin total o parcial de este libro, ni su t ratamiento informtico, ni la transmisin de ningunacualquier medio, ya sea mecnico, electrnico, por fotocop ia, por registro u otros mtodos, sin el permiso previo y p or escrito de los titulares delcopyrigh

Narrativa

Editorial Almuzara

Director editorial:ANTONI OE.CUESTALPEZ

Editor:DAVIDGONZLEZROMERO

ww.editorialalmuzara.com

[email protected]@editorialalmuzara.com

Correccin:DECULTURAS,S.COOP.AND.

Conversin: scar Crdoba

I.S.B.N:9788416100415

BIC:FA


UNO

Llueve a cntaros en Sevilla. Madrugada. Catacumbas de FIBES. Hay cables, herramientas ypersonas alrededor de una mesa de metal parecida a las de los tanatorios. En ella hay untumbado que no se mueve.

A pesar de que la mesa de metal es bastante grande, a lo que quiera que sea que est tumbcabeza y ms de la mitad de las piernas le caen fuera y quedan colgando. Los brazos son inmEst encadenado por muecas y tobillos. Uno de los hombres que hay alrededor tiene una batay lo contempla.

--Es una obra de arte.

Una voz sale desde un rincn oscuro.

--S, solo hace falta que se despierte. Villa de mi vida, a ver si ahora va a resultar quepegado toda la vida de cirujano en la Maestranza y no tienes ni idea.

--No tengo la ms mnima duda de que funcionar, Hermano Mayor, respira y sus constannormales. A Montosqui no lo saqu del hoyo pero aqu hemos creado a un verdadero monstru

--Eso espero. No puede haber ms fallos.

Uno de los hombres que est mirando la mesa toma la palabra.

--Y a ver si se despierta pronto, porque entre la lluvia y el fro que hace aqu nos va a salir en las ingles.

Todos estn dos plantas debajo de la parte pblica de FIBES. Hay bolsas con camisetas antiExpo Juventud y psteres amontonados de la tortuga con el patinete que era el logo, excedentes de trajes de flamenca cogiendo polvo. En ese momento interviene otro miembro de

que est mirando al gigante de la mesa.

--No, largo es, y fjate qu mano, este te tira una hostia, y o te da o te resfra.

La persona que est oculta en el rincn emite un gruido de contrariedad.

--Ya empezamos con las bromitas, NO PODEMOS ESTAR CALLADITOS NI UN MOMELa culminacin est cerca, seores. Ha habido fallos, s, pero ahora podemos rematar el esfu

muchos que trabajaron para que nosotros estemos donde estamos ahora.


Vuelven a interrumpirle.

--S, han trabajado mucho, pero la sociedad tambin ha tenido resbalones, porque anda que pdinero para Denilson...

--Se haba puesto antes para Maradona, ya sabis cmo funciona la ciudad y las dualidades que respetar y sobre todo fomentar. Eran otros tiempos, otra fase del proyecto, haba que pociudad todava ms en el mapa para que viniera dinero.

--S, como la morterada que se le dio a los msicos majaretas esos para que le pusieran a sLa muralla de la Macarena, y despus se quedaron con el taco y le pusieron The Wall.

--Es verdad, los Pink Floyd, pues a m me gustaban hasta que hicieron aquello.

--T s que eres un Pink Floyd. En fin, peajes necesarios para llegar aqu: la mquina trabajando para nosotros.

--Cunto trabajo lleva hecho, Hermano Mayor?

--Algo menos de la mitad, pero va a buen ritmo. En menos de dos semanas podra completarproceso, y entonces os aseguro que seremos imparables. Hay que distraer, que nadie se fije por eso necesitamos al bicho este --Y seala al monstruo.

El hombre de la bata responde.

--Falta poco. Paradjicamente ser la lluvia la que ayude a despertarlo.


El inmenso cuerpo sigue sin parpadear en la mesa. Fuera, la tormenta es cada vez mayor, cae con fuerza en la aguja de tres circunferencias que hay sobre la cpula dorada de FIBdescarga es tal que la estructura se ilumina entera como si ardiera. Le sigue un terrible trucuerpo de la mesa abre los ojos de par en par, mueve su inmenso cuerpo y tira de las cadenaatan haciendo un estruendo. Al verse inmovilizado grita, de una manera que pone de gallina l

del alma, una palabra en concreto mientras mira hacia arriba: SERRANITOOOOOOO!.


DOS

El sol ha asomado. Jimnez pasea por la Plaza del Triunfo. Son las seis de la tarde y an hay por el suelo.

Uno de los dueos de los coches de caballo le para.

--Qu pasa, Jimnez? Cmo va el control del crimen? Estaremos protegidos, no?

--Hombre! Don Enrique Marina, bien, y t?

--Bueno, un poquito mejor que muerto, amigo. Esto ya no es lo que era, Jimnez, de verdad,hasta estamos obligados a ponerle un dodotis al caballo...

--Ya, la verdad es que est ms limpio todo pero da un poco de pena, tena su encanto, no? guiris, dejaste de pegarles palos? Mira que te tengo vigilado.

--A los guiris? Ja! Pues no son largos los guiris ya. Eso tambin se acab, Jimnez, con Internet vienen ya con el cuento aprendido. Mira, te voy a contar lo que me pas el martes Cojo a tres gachones para darles una vuelta por Sevilla en el hotel ese de Viapol. Total, que una convencin o yo qu carajo s de qu, lo que s es que eran uno chino, otro francamericano.

--Vaya tres patas para un paso...

--S, pues vers. Llego al centro, empiezo el paseo por la ronda, y cuando llegamos a la Mles digo: Seores, esto es la muralla de la Macarena, fue construida en.... Y no me deja coel chino, que me dice: Esto una mulalla? En China en menos de un ao hicimo mulalla msque esta y que se ve desde el espacio.

Jimnez abre los ojos sorprendido.

--Sus muertos del chino.

--Eso mismo dije yo. Pero sigo. Me meto por Torneo, que la Expo, que para ac, que parallego a la torre del Oro, y les digo: Esta es la torre del Oro, conocida as porque en la poque Sevilla era..., y me interrumpe ahora el francs, t.

--Qu dices?

--S, y me suelta con su acento: Eso es un mojn de torre, los franceses hicimos la torre E


menos de un mes, en tres semanas.

--Hostia, Enrique, me pasa eso y le toco la cara al francs.

--Esprate, que todava viene lo peor. Me muerdo la lengua y cuando llegamos al parqueLuisa les digo: Este es el parque de Mara Luisa, pulmn de la.... Quillo, no me dio tiemponi Gurug, me vuelven a interrumpir, ahora el americano y dice: Esto no es nada, en Nuevtenemos Central Park y lo plantamos entero en tres das.

Jimnez no da crdito.

--S, hombre, un mojn para el americano, en tres das cmo va a ser, qu mantillo tiencoo?

--Eso pens yo, cada vez hacan ellos las cosas en menos tiempo, pero ya sabes, cmo nos oAyuntamiento a cuidar a los turistas... as que pens: S, pues ya no os explico nada ms,

miren en el mvil con los huevos. Y ah que iba yo tranquilo silbando sin decir ni mu, sPrado, me meto por San Fernando, cojo la Constitucin que est ahora muy bonita y, eJimnez, cuando ven la catedral y la Giralda se quedan los tres con la boca abierta mirando,haban visto una cosa igual, y coge y me pregunta el mamn del chino: Amigo, esto que sel?otros: S, s, esto qu es?, y entonces voy y les digo yo: Pues no tengo ni idea, he pasamaana... Y HABA UN NOTA HACIENDO MEZCLA!.

Jimnez se re a carcajadas. El cochero tambin, y mira atrs buscando la complicidad

compaero que est aparcado y que, entre risas, le dice: Qu viejo, Enrique.

--Bueno, qu ms da, si los chistes no se ponen malos, coo.

Jimnez se despide y contina andando por la plaza con una sonrisa en la cara.

Parece relajado, incluso aburrido. Camina con las manos en los bolsillos y, casi al llegar a Gago, ve un grupo de gente arremolinada cerca de algo. Hay una unidad mvil de Andaluca emitiendo.


TRES

--Efectivamente, Honesto, es prcticamente un milagro y as hay gente que lo est calificando.milagro como que un sevillano ganara el carnaval de Cdiz, s... bueno, ahora estamos a otra cvayas por ah, Honesto. El caso es que nadie se explica cmo ha pasado esto. Para que lo en

bien, queremos que veis una foto de cmo estaba el arco que tengo a mis espaldas hasta ayeveis, estaba visiblemente inclinado hacia la Giralda y tena un aspecto preocupante. Membargo ahora... quitamos la fotografa compaeros de realizacin... cmo est el arco. Esaspecto actual: perfectamente alineado y recto, como si nunca se hubiera desplazado. Tenemnosotros a Alberto Martn, un responsable de conservacin del conjunto histrico de la cateque queremos preguntar cmo ha sido esto posible.

--Hola, pues los primeros sorprendidos somos nosotros. El arco efectivamente estaba in

hacia el lado de la Giralda. Haba mucha gente que nos avisaba porque ciertamente impresin de que se estaba hundiendo la torre. Esto en parte es verdad, tiene menos altcuando se construy, pero por los continuos pavimentados que ha tenido la plaza. El arco inno supona ningn peligro arquitectnico.

Jimnez est observando el directo de la reportera entre la gente y le pregunta a un hombre qal lado.

--Perdone, caballero. Esto qu es?

--Pues ya ve, esta es una de las nias de Andaluca Directo, que yo cre que ya no lo echabasi llevan tiempo, mi mujer dice que cuando hicieron el primer programa, en la torre del Oruna mercera.

--Ya, ya, pero qu ha pasado?

--El arco, no lo ve? Eso llevaba toda la vida que pareca que se iba a caer y se ha arreglado

Jimnez mira sorprendido hacia el arco y efectivamente lo ve alineado. La reporterentrevistando.

--Pero, Alberto, cmo ha podido pasar?

--Es un misterio tambin para nosotros. No lo podemos entender, es como si alguien hubierauno de los pilares maestros de la estructura de la catedral y lo hubiera subido a peso.

El hombre de al lado de Jimnez comenta socarrn.


--Eso no lo levanta ni un patero de Los Caballos.

El tcnico prosigue respondiendo a la periodista.

--Obviamente eso es imposible, estaramos hablando de mover muchsimo peso, ni siquimquinas que puedan mover eso en este entorno, debera de ser una muy grande que no cabra

La reportera pregunta.

--Podra tener que ver con los temblores que se estn notando en la ciudad?

--No lo s. Podra ser, pero antes tendramos que descubrir de dnde vienen esos emicroterremotos.


CUATRO

Kiosco de La Canutera. Hace un sol apacible. Varios hombres hablan con cervezas en la apartados.

--Has creado un bicharraco, cirujano. Cmo te han venido de bien las horas en la enfermerMaestranza.

--All le he dado yo ms a la aguja que Juan Fonda, pero todo es mrito de la naturaleza, aphecho nada, modificarlo un poco. Sabes que ya haba trabajado con nosotros?

--Cmo?

--Hace mucho tiempo, mi mrito solo ha sido, digamos, adaptarlo.

--Cuando anoche lo vi levantando el pilar de la catedral me qued alucinado.

--Ya, ya, yo tambin. Y eso no es nada, tiene muchsimo potencial, pero hay que atarle en cor

--Y tanto. No me quiero ni acordar cuando volvamos de la catedral, pasamos por La Gavidla estilogrfica esa que hay clavada en el suelo.

--Qu pas, coo? --pregunta otro hombre del grupo.

--Que qu pas? Que el bicho se crea que haba una estilogrfica de verdad all enterrasac porque quera escribir en El Duque Montaditos o Muerte. Y cuando se dio cuenta de un queo y que solo estaba el capuchn ese no veas, cualquiera lo tranquilizaba, no paraba dPLUMIER!, PLUMIER!.

--Oj, qu lo tiene en la cabeza y qu to ms bruto, por Dios, dnde est ahora, cirujano?

--Guardado. El Hermano Mayor me ha dado indicaciones, hay que activar ya. Los temblocada vez ms frecuentes y es necesaria una cortina de humo para que la gente no se pregunte nproceso pueda completarse. Estn decididos ya todos los objetivos?

--Ya conoces al Hermano Mayor, lo lleva l todo con mucha discrecin y poco a poco. De mno te apures y s paciente, aqu tienes el primer sobre para tu gigante. Dentro est la fot

primera vctima.


CINCO

Es tarde. Sobre la una de la madrugada. Villanueva sin embargo est en la comisara de Leganitos, en Madrid. Tiene varios expedientes sobre la mesa que parecen urgentes, no obstaviendo en su ordenador un vdeo de una revir del Cristo de los Gitanos en Laraa con Orfila

que est a punto de emocionarse. En ese momento suena el telfono. Es una meloda que rperfectamente. Sin necesidad de mirar el nombre de la pantalla responde.

--Jimnez?

--Siento llamarle tan tarde, buen amigo, pero...

--Qu?

--Han vuelto.

--Cmo?

Al otro lado Jimnez parece compungido. Le tiembla la voz.

--Hay un nuevo muerto, Villanueva.

--MIERDA! MIERDA! ESTABAN DESMANTELADOS! CON QU HA SIDO ESTA

UNA INS ROSALES AFILADA? UN SERRANITO BOMBA? UN FRANCOTIRADACEITUNAS GORDALES?

--Esta vez no hay ningn arma de sevillanas maneras, pero me temo que s tiene que ver concombatimos.

--Cmo est tan seguro, Jimnez?

--Porque han firmado el crimen.

Villanueva se toma unos segundos de silencio antes de preguntar.

--Cmo?

--Jefe, han dejado un mensaje de 60 metros de largo por 40 de ancho en la fachada de la Fes un mensaje bastante claro.


SEIS

Avenida de la Constitucin. Es por la maana. Da abierto. Un cordn policial no impideagolpen los curiosos. Los ms jvenes hacen fotos con los mviles y se ren, los mayores o

petrificados. El edificio en el que se encuentra la tienda FNAC tiene 18 huecos en los que

carteles, cada uno con una inmensa letra. Juntos componen un mensaje rotundo: AMN SERVBARI 1/7.

Villanueva llega al cordn y ensea la placa por costumbre. No le hace falta, el policontrola parece reconocerlo. Se saludan. Jimnez llega y lo abraza.

--Me alegra que est aqu.

--Le parecer raro, pero echaba de menos Sevilla. Esto no va a acabar nunca?

--No lo s, Villanueva, no lo s. La ciudad llevaba un tiempo tranquila, le juro qudemasiado. Me mosqueaba, pero pens que eran pjaros mos, y ahora, fjese...

--Cmo han podido colgar esas inmensas letras ah? Hay que entrevistar a los testigos.

--Nadie lo sabe, normalmente hay unas fotos muy bonitas de toreros ah puestas, sin embarnoche, nadie sabe cmo, se han desplegado encima esas enormes planchas de papel estraza co

pintadas con lo que parece sangre.

--Pero alguien habr visto algo?

--Nadie, y lo que es ms extrao, todas las cmaras de establecimientos de alrededorestropeado misteriosamente.

--A veces pienso que esta ciudad no quiere que la salven, que protege a sus verdugos. Es inen cualquier caso, dnde est la vctima?

--Eso es lo curioso, no est aqu. El cadver lo han dejado tirado en la plaza Sony de la Exp

--Dnde?

--La Expo92, la exposicin universal ms grande y ms bonita del mundo, all haba una pla que se daban los conciertos. Usted conoce el Woodstock, no?

--El festival de San Francisco en el que toc Jimi Hendrix en el 69?


--Correcto, pues eso no es nada con la que liaron en la plaza Sony los No Me pises quAlpargatas o un viejo conocido nuestro: Jos Manuel Poto.

--Siempre Poto. Poto siempre est vinculado de una manera o de otra. Maldita sea! Y porhan tomado la molestia de dejar el cadver all? Est lejos, no?

--Yo me preguntaba lo mismo, pero acaban de identificar a la vctima y todo tiene sentido.

--Me lo explica?

--Lo han dejado all porque la vctima trabaj en la Expo92. Villanueva, han matado aLuego veremos a la vctima, antes hay un interrogatorio que no puede esperar.


SIETE

Despus de quince minutos de coche, Villanueva y Jimnez estn en una casa baja del bRochelambert. Estn sentados en una mesa de camilla con una pareja enfrente. Hay restos de tgomaespuma por el pequeo saln, pelucas y lentejuelas por todas partes. Jimnez no para de

--Ustedes tendrn cuenta en Richardo, no?

Villanueva, aunque tambin tiene gesto desconcertado, hace como que no ha escuchado comienza a preguntar.

--As que ustedes conocan a la vctima.

--A Agustn? Claro, por supuesto. En este mundo nos conocemos todos.

--En qu mundo?

--Bueno, bsicamente porque ramos tres y ya solo quedamos dos, mi mujer aqu presente yrefiero al mundo de las mascotas, yo soy Palmern y ella hace tiempo que no trabaja porquecrisis est la cosa fatal, pero fue Giraldilla, seguro que la recuerda de los Mundiales de Atleti

Jimnez interrumpe.

--Yo todava tengo los botines esos que daban a los voluntarios.

Palmern asiente.

--Salieron buenos, s. Agustn era amigo nuestro y nos dola verle tan tocado anmicamentestaba ltimamente. Nuestro trabajo requiere de mucha fuerza mental aunque no lo parezca,de un momento a otro pasas de ser una estrella a la nada. Es un caso similar al de los futcuando se retiran, pero nosotros adems sin que nos conozca ni Perry, con contratos hasta fin

y con menos dinero que en la ducha.

--Entiendo.

--Agustn no llev nunca bien esto. Deca que l haba hecho feliz a muchos nios, y no tan que ahora lo haban dejado tirado. De hecho, se enfadaba si le decamos Agustn, querallamsemos siempre Curro. No superaba la nostalgia, entr en una depresin muy fuerte y leel alcohol. Yo se lo deca: Curro, coo, reljate, que todos hemos sido jvenes y hemos

como si fuera a cerrar la Rives, pero que te has apretado ya tres botellas de Beefeater y Juanito el Caminante.


--De qu?

--Juanito el Caminante, aqu le decimos as al Johnnie Walker, Villanueva --apunta Jimnez.

--De acuerdo.

--l era un to muy divertido, me acuerdo que deca con un botelln en la mano: Yo tennombres porque todos los das me levanto Agustn y me acuesto agustito, esa era una de su

preferidas. El caso es que Agustn, o Curro, se pona como Las Grecas y ya era insoportabletajarina de autntico campeonato y cada dos por tres se pona a gritar por la calle: Hola, soyla mascota de la Expo92, quieres dar un paseo conmigo?.

Jimnez tiene cara de afectado y aade.

--Una lstima, un juguete roto. Yo creo que l nunca se recuper de cuando casi se ahoga.

Villanueva le mira sorprendido. Y Palmern asiente.--S, eso fue duro para l, imagnate que te presentan fuera de tu casa porque aquello fue

Cristina adems, con una recreacin de la nave Victoria. Iban a hacer una botadura del barco yme cont, no haba apenas agua, pero los polticos se queran hacer la foto para no tener quda, as que tiraron para adelante. Con todo el mundo mirando va y vuelca el barco por complotro con el traje que casi se ahoga porque se le encharcaba y se hunda.

Jimnez asiente con la cabeza.

--Qu angustia nada ms de recordarlo.

Palmern contina.

--l siempre recordaba eso diciendo: El poder me vendi, me traicion, a m, que se ldado todo. Est en Youtube lo del barco, lo puede ver. Fue una experiencia traumtica y esremontar eso.

La mujer de Palmern, en silencio hasta ese momento, parece no estar de acuerdo.

--Eso no es as, Palmern, porque ms duro fue lo mo en el discurso del alcalde y ah agucomo una jabata.

Villanueva se interesa.

--Qu le pas a usted?


--Nada, que en la presentacin de los Campeonatos esos de los botines buenos estabaentonces alcalde de Sevilla dando un discurso, y yo tena que andar por detrs all animandrepente sale otra igualita que yo. De traje, porque arte no tena ni la mitad de la mitad, con uclavado en el pecho para que volvieran los presos etarras a su pueblo. Eso s que fue una rurob mi momento de gloria, y mira, aqu estoy tan normal, no me ha dado por meterle al vidrio

--Hombre, gordi, pero es que Curro casi muere ahogado...

--Que no, que t lo que pasa es que era amigote tuyo y os ibais por ah cada vez que podaera un pena, todo el da llorando, tena ms problemas que el maletn de un abogado.

Villanueva mira a Jimnez, parece no entender e intenta reconducir el interrogatorio.

--En cualquier caso, tienen alguna sospecha de por qu lo han matado?

La pareja se mira, y Palmern comienza a hablar como con miedo.

--A ver, en los ltimos tiempos estaba ya muy tocado y deca que no se mora sin llevadelante al checo.

--Quin es el Checo?

--El Checo era Heinz Edelman, su diseador, bueno, el de Curro, gan el concurso para dla mascota de la Expo, tambin dise una pelcula de los Beatles. Agustn deca que su crehaba hecho desgraciado y que se la tena que devolver. El problema es que ese hombre m2009 y este no se lo crea.

--Vaya

--S, y... esto es entre nosotros, no?

--Por supuesto.

--La ltima vez que lo vi estaba muy bebido, como de costumbre. Le dije: Curro, halcohol, y l me respondi: A qu voy a oler, coo, a agua oxigenada?. Eso me hizo gracluego me cont que haba pedido ayuda a Serva La Bari para acabar con el Checo. No scontact con ellos, lo juro, pero me contaba que eran gente oscura y que no queran ayudarleexcusaban en que el to estaba ya muerto, que ellos lo saban de buena tinta. Lo ltimo que Agustn, o de Curro, es que se cogi una de sus borracheras y se peg toda la calle Sierpes gServa La Bari, mariconas, que no tenis huevos de nada.

El interrogatorio acaba. Se despiden y Villanueva y Jimnez salen y se meten en el coche.


--Imagino que querr ir a dejar la maleta e instalarse, el forense no nos puede ver hasta escuando acabe la autopsia. Le dejo en el hotel y le recojo cuando tenga noticias del tanatortemo que nos esperan das duros.

--Perfecto, gracias, Jimnez.


OCHO

Villanueva se instala en el hotel, se come un sndwich del minibar y decide salir a dar una vula ciudad.

El sol llena de luz el centro de la ciudad. Son las seis de la tarde y Villanueva pasea poNueva. Llega a Sierpes y sigue caminando. Parece ir disfrutando. Entra en una librera preciparece un teatro. La observa sorprendido. Esta ciudad es increble, dice para s mismolibros. Saluda a uno de los libreros y este le responde con una sonrisa sincera.

Sale otra vez a Sierpes, gira y ve un pequeo bar con puertas a dos calles: El Gollete. Entra

--Qu va a ser?

--Tiene whisky?

--Claro, hombre, esto es como un bar.

Los clientes ren y Villanueva tambin.

--Un whisky solo entonces, un Lagavulin 16, por favor.

El camarero le mira con sorna.

--Perdone, yo ese whisky no lo tengo.

--Bueno, pues pngame cualquier whisky de malta, da lo mismo.

El camarero contraataca.

--De Malta? Le voy a decir una cosa, es que esa gente desde el 12-1 nos han cogido mucha no nos exportan nada, tienen muy mal perder por lo visto, le da igual un Juanito el Caminante

--chelo --responde Villanueva entre risas.

Villanueva le da vueltas al vaso mientras mira a su alrededor. Hay varios clientes hablanqueda escuchando, parece que est en un teatro.

--Compadre, te acuerdas del chino que han puesto debajo de mi casa y que te cont que todo?

--S, s, que te tiene reventado porque vas a pedirle cosas raras a ver si lo pillas y no hay


no?

--Ese, me tiene loco, voy y le pido... yo qu s... un distribuidor de esos de plstico para mcubiertos en el cajn de la cocina y me dice el chino: Telcel pasillo, amigo. Otro da voy yla tapa de un tubo sifnico para el cuarto de bao, y el chino otra vez: S, amigo, detl de las

--Coo, tubos sifnicos vende el nota tambin?

--Y esptulas, y piatas, y gas para cargar el aire acondicionado, coo, si el otro da entrouna caja de corcho blanco en el mostrador y le digo: Esto qu es, Li?. Y me dice Chichalones de Cadi. Ser hijo puta, pues no que vende ya chicharrones y todo?

--Oj, vaya plan, y estarn hasta buenos.

--Yo qu s. El caso es que ya daba por perdido trincar al nota con algo que no tuviera en latotal, que bajo a comprar cuatro cosas que me mand mi mujer, y estoy all, que si una b

peros, que si un cartn de leche, un bote de Nesquick, una litrona... lo llevo todo al mostradopongo y le digo: Y dame tambin una bolsa de picos, Li.

--Oj, vers.

--Quillo, si ya era amarillo el chino... ms amarillo se puso. Se le cambi la cara. MPicos?, y le digo: S, Li, picos, para empujar, picos de pan, o con qu te comeensaladilla?. Empieza a mirar para todos lados, le empiezan a sudar las manos, se le pone

mala cara, el nota ms agobiado que un gato en un termo de caf y me dice: Pan de gambasdigo: no, gambas de Sanlcar, picos, pi-cos, y me dice: Eh... pico no.

--No me digas!

--Y claro, yo me vengo arriba en banderillas y le digo: Cmo? Qu dices que no enterado?. Y Li, tragando saliva, todo tenso, me dice: Que pico... Que pico no tenel.

--Qu maravilla.

--No, pero esprate. Que yo me voy de digno y le digo: Ah.. conque no tienes picos, Li, vDios... entonces djalo, te dejo esto, que haba bajado a por picos, y si no tienes pues ya no mnada.

--Hijo puti.

--Escucha, que me doy la vuelta todo contento celebrando para m y escucho la voz del chin

atrs que me dice despus de cinco segundos: Eh... Colines?.


Todo el bar estalla en una carcajada. Villanueva incluido.

--Hostia, me vuelvo y le digo: S, rey, s, colines. Y me mira el to con una cara de risueo que no poda con ella y me dice: Nolmales o Integlales?.

Villanueva se re. En ese momento le suena el mvil. Es Jimnez.

--Jefe, nos estn esperando en el tanatorio. Le recojo.


NUEVE

Interior del tanatorio. El forense don Antonio Povedano les ha sacado un cadver. Tiene un cpiel ms blanco de lo normal, incluso para un muerto, y, sin embargo, presenta la cara compleoscura. Villanueva lo observa desconcertado.

--Tiene... la cara pintada?

--S, no lo hemos querido limpiar hasta que ustedes lo vieran, hemos tomado muestras y se Povidona yodada.

Jimnez mira extraado a Villanueva.

ste le responde.

--Betadine, Jimnez.

--Ah.

El forense contina.

--S, supongo que es un nombre ms cercano. Que tiene la cara llena de Betadine es una de particularidades que observamos en este cadver. Otra es, como ya sabrn, que est absolu

desangrado, de ah el tono de piel.

--La verdad es que tiene ms mala cara que el mayordomo de Drcula.

--S, y la ltima peculiaridad es que, de los 206 huesos de los que se compone el cuerpadulto, este individuo tiene rotos un total de 206.

--Disculpe?

Jimnez apunta.

--Que lo han majado, vamos.

--S, es otra manera de decirlo. Efectivamente. Nunca, en veinte aos de profesin, haba visigual. Ni yo ni ninguno de mis compaeros. Pero lo particular no es solo que tiene todo fractuextrao es que no tiene demasiados hematomas y traumatismos para eso.

--Qu quiere decir?


--Creo que no le partieron los 206 huesos del cuerpo como propsito, sino que los golpesdieron fueron tan absolutamente violentos y con tanta fuerza que hicieron polvo la estructucompleta del individuo. Si tuviramos 300 huesos tambin se habran roto todos.

--Qu significa eso?

--Seores, eso significa que no querra cruzarme nunca con lo que quiera que mataraindividuo.

Jimnez y Villanueva salen del tanatorio en direccin al coche. Se ha hecho de noche.

--Jimnez, no entiendo lo de la Povidona yodada, debe de ser un acertijo.

--No jefe, eso se lo explico yo, es una declaracin de intenciones, yo tengo un amigo podiscoteca que lo dice mucho cuando tiene un encontronazo con alguien: Te voy a dar una qua poner el Betadine con un rulo. Se dice mucho aqu.

--Entonces...?

--Est claro, lo que nos estn diciendo es que, lo que quiera que sea, tiene ms fuerza depodamos imaginar.

Villanueva se queda con aire preocupado.

--Cmo le va con la comisaria, por cierto?

Villanueva traga saliva y su gesto se ensombrece.

--No sali bien, Jimnez, prefiero no hablar de eso. Vamos, tenemos cosas que hacer.


DIEZ

10 de la maana. El Crculo Mercantil es un inmenso local en la calle Sierpes. Desde fuerahombres leyendo el ABC en confortables sillones. Hablan poco entre ellos. Alguien llega apra la puerta. Entra, se acerca a un vigilante y le habla al odo con disimulo: Si los sombr

cowboy fueran Maquedano a ninguno habran matado.

El vigilante asiente con discrecin y lo lleva a travs de varios pasillos hasta un pasadizotnel antiguo. No tiene luz elctrica, pero el camino, de unos 300 metros, est iluminado poencendidos. Tras atravesarlo, el hombre llega a una extraa puerta. Llama. Silencio desdehasta que este pronuncia: Contrasea: Qu fue antes nunca se sabr, si el pulgar o la pring.

La puerta se abre.

--Llegas tarde.

Varios hombres estn sentados alrededor de una lujosa mesa de madera pulida.

--Lo siento, Hermano Mayor, me perd por los tneles.

--Sintate... Qu habra sido de nosotros sin los tneles de esta ciudad? Nuestra organsoport grandes persecuciones a lo largo de la historia y muchas veces sobrevivi gracia

tneles, pocos saben que la ciudad est perforada como un queso gruyer en su subsuelo. Unque ms influencia ha tenido es el que une el Ayuntamiento con la fbrica de Cruzcamfacilitado muchas decisiones.

Uno de ellos interrumpe.

--Mi preferido es el que une el colegio de Cristiana Doctrina con el Claret, me imagino acuras y las monjitas...

El que parece el lder, desde su rincn oscuro, lanza con autoridad.

--Como vuelvas a faltarle al respeto a un cura o una monja te voy a estar dando tortas hastguste.

Silencio.

--Perdn, perdn, como esa gente no tiene hermandades...

--No, vers, si al final se la lleva. Bueno, a lo que vamos. El primer miarmicidio ha te


repercusin que necesitbamos. Ayer hubo dos temblores y nadie dijo nada.

--Adems, el Curro este era un pesado.

--S, tela. Me ha contado el cirujano que el monstruo acab con l en un santiamn, y que elhaca ms que llamarle Cobi. Le deca que siempre le haba envidiado. Llevaba una papa cmulo, claro. Cataln, cobarde! Rooso!, le gritaba, y el otro que casi no entiende espaocomo no saba lo que le estaba diciendo, ms le daba.

Uno de los hombres salta en ese momento.

--Pues yo tengo todava el pasaporte de la Expo y me falta el sello del pabelln de Fujitsu.

Otro le entra al trapo.

--Hostia, no viste al camalen ese de 3D?

El Hermano Mayor parece negar con la cabeza.

--Qu va! Pero lo que estaba tela de guapo era el iceberg del pabelln de Chile, qu frecoo.

--S que refrescaba, s.

--Refrescaba? Era gloria entrar all! Y la bola esa que echaba agua pulverizada ya no te di

--S, estaba bien, s.

Y otro que entra.

--Y las gachs del Kangaroo Pub?

Todos asienten con un sonido parecido a Ohh.

--Eso era demasiado, tanta guiri junta, no he ligado ms en mi vida.

Otro del fondo aade.

--Y el dragn del espectculo del lago? Vaya cosa bonita...

En ese momento el Hermano Mayor no aguanta ms y estalla.

--SEORES! COO YA! Pertenecen a una sociedad que boicote la Exposicin Un

quemando el pabelln de los Descubrimientos, ustedes creen que esta conversacin es de


Ya hemos hablado de que lo nico que mereci la pena de aquello fue el concierto de Potplaza Sony, todo lo dems, para olvidar.

--Hombre, lo de la Andaluca de los Nios estaba bonito.

--QUE OS CALLIS!!

Silencio y todos asienten avergonzados.

--En fin, para lo que os he reunido, todo va viento en popa, pero no quiero arriesgarme.

--A Sevilla Este que se va, no? Lleva el pasaporte en regla, Hermano Mayor?

--S, temo un poco el jet lag, pero s, ya he activado el roaming en el telfono por si contactar conmigo. Estar seguro, no?

--Ya sabe que s, Hermano Mayor. Los Chavales del Flor cuidarn de que nadie enabsolutamente imposible. Son un ejrcito preparado y armado.

--Desde ahora hasta que la mquina finalice su trabajo no volver a pisar Sevilla. Cuando elisto se acabarn los problemas de lluvia, Feria y Semana Santa tendrn el clima que se merec

--Incluso el Cachorro, Hermano Mayor?

--Incluso.


ONCE

Luminosa maana. Villanueva est en la habitacin de su hotel HABA con vistas al GuadaTiene la mesa llena de informes, fotos y ejemplares del ABC. Parece que est redactando ucon nombres cuando suena el telfono: la comisaria.

Se pone nervioso, ordena los papeles, recoge la ropa desordenada de la habitacin con el mla mano, mirando que la llamada contine, se sienta en el butacn de la habitacin, redescuelga.

--S?

--Villanueva?

--S, dgame, quin es?

Silencio al otro lado.

--Villanueva, djese de jueguecitos, que s que tiene mi nmero guardado, por favor, no sea

El inspector se pone rojo.

--Hola, comisaria, perdone, no, no, nada ms lejos de la realidad, es que he cambiado de tel

no tengo los nmeros.

--Ya... Lo de siempre. Bueno, no tengo tiempo para historietas, espero que el hecho denuestro no funcionara no afecte a esta investigacin, ped expresamente a Jimnez que le cuando vi el numerito de la fachada de la FNAC, me gustara que no lo malinterpretara ni qullevara al plano emocional. Ped su venida simplemente porque creo que es el nico capaz dlo que quiera que estos locos desfasados estn planeando.

--Entiendo.

--En cualquier caso me gustara que se pasara por la comisara para ensearle unos intenemos sospechas sobre una mquina que quiero compartir con usted.

--De acuerdo, maana?

--Perfecto, le esperar en mi despacho.

--Muy bien...


El mvil de Villanueva vibra con otra llamada entrante. Mira la pantalla.

--Eh, comisaria, lo siento, la tengo que dejar, Jimnez me est llamando.

--Perfecto, maana nos vemos.

--Muy bien.

Descuelga.

--Jimnez? Usted tan oportuno como siempre... Qu quiere?

--Lo siento jefe, no soy yo el oportuno. Me temo que podamos tener otra vctima porque haalgo realmente extrao.

--Qu ha ocurrido?

--El Estadio Olmpico. No se lo va a creer: han llenado de agua el Estadio Olmpico, exactcomo si fuera una presa.


DOCE

Doce de la maana. Hay muchsimo ruido y una tremenda actividad. El Estadio Olmpirodeado de camiones y de mucha polica. Una especie de canal provisional de unos veinte mancho se ha aadido a su forma habitual y sale de l hacia el ro atravesando la carretera, q

cortada. Villanueva y Jimnez aparcan en una inmensa explanada en la que hay coches estaciLlegan dentro, el agua ya ha sido evacuada. Est todo empapado y un cuerpo yace junto a unporteras. Los dos policas se acercan a un oficial que parece estar al mando en la escena.

--Buenos das. Inspector Villanueva, sabemos algo de la vctima?

El agente lo mira extraado.

--Usted no es de aqu, no?

--Cmo dice?

--La vctima es Alejandro Rosas Barcos, fue alcalde de la ciudad durante la Expo92.

Jimnez aade.

--MADRE MA! Que no me haba fijado! Este era un fenmeno. Le digo yo que este acabla crisis de ahora en diez das. Alejandro se marcaba tres o cuatro puentes, otro estadio olmuna Expo de invierno y todo arreglado.

--Fue alcalde?

Jimnez contina.

--Fue alcalde, claro, de hecho creo que es el nico que ha renunciado a tener una calle a su y, entre otras cosas, fue el mximo impulsor de la construccin de este Estadio Olmpico, qu

para que los chavales se rocen en el parking ms que un gato en un brasero no ha servido de ncreo que, de los sevillanos que tienen ahora hasta quince aos, por lo menos el 70%concebidos en los parkings estos.

--Es una cifra inventada, claro.

--Absolutamente. La Universidad de Minnesota no ha hecho ningn estudio al respecto, no. Tfue famoso por el puente de los leperos.

--Uno que va hacia Huelva?


--No por eso, fue el puente del Cristo de la Expiracin, all en Triana, el ro hubo que movehizo antes el puente. La gente lo bautiz as porque pusieron antes el puente que el agua.

El agente asiente e interviene.

--As es. La principal causa del fallecimiento parece ser ahogamiento, pero el forense dicehan dado una paliza tremenda antes.

--No me lo diga, 206 huesos rotos...

--No lo s. Pero mala pinta tiene. Recibimos un aviso de unos testigos de Jehov que queraun bautismo colectivo de esos que ellos hacen y avisaron. Llamaron al Ayuntamiento hechosdecan que ah haba agua para bautizar a King Kong. Cuando llegamos, nos encontramos alguien haba sellado todas las puertas del recinto y haban llenado el estadio de agua, supque durante la noche.

--Me lo est diciendo en serio?

--Ms en serio que el Viti en Pamplona, inspector. El volumen de agua era tal que con los cade Emasesa hubiramos estado aqu hasta el lunes de feria achicando, as que hemos tenconstruir una especie de salida para el agua que la canalizara hacia el ro directamente. Cuagua se fue apareci la vctima.

Villanueva explota.

--ALGUIEN EN ESTA SANTA CIUDAD ME PUEDE EXPLICAR QU COO PASANDO?

--CMO ES POSIBLE QUE SE HAYA PODIDO LLENAR UN ESTADIO COMPLETAGUA SIN QUE NADIE SE ENTERE!?

Jimnez y el agente se miran. El agente explica.

--Pues los peritos estn investigando, pero segn cuentan parece obvio. De alguna maneraha roto todas las tuberas que pasan por debajo del estadio. De hecho, de Kansas City a la Ade la Paz estn todava sin suministro. No sabemos cmo han podido llegar hasta esas canalizque estaban a unos diez metros de profundidad porque han partido todos los cimientos y, ademdoblado las tuberas para dejar los caos hacia arriba y que el agua lo llenara todo. habrselos llevado el agua, pero no hay rastro de explosivos, que sera lo lgico. Todo llmeme loco, hecho a mano.

Jimnez y Villanueva se miran.


--Madre ma. Hay algo ms?

--S, el agua dej otra sorpresa. Acompenme.

El agente los gua hacia el primer nivel del Estadio. Todo est empapado. Llegan a una ipared en la que, con una letra muy parecida a la del mensaje de la FNAC, est escrito otro mLO SELLAMOS Y LO HACEMOS PANTANO. POR LO MENOS QUE SIRVA PARA A2/7.


TRECE

Villanueva acude a la Jefatura de Polica. All le espera la comisaria.

Entra en su despacho y se saludan con frialdad.

--Hola, inspector.

--Qu tal, comisaria?

--Bueno, no es mi mejor da, despus de lo del Estadio Olmpico, se puede imaginar.

--Puede tutearme, comisaria.

--Prefiero no hacerlo.--No la entiendo, igual no es el momento, pero acaso no significaron nada para usted n

vacaciones en El Portil? Ni las excursiones a Portugal? Ni las toallas que compramomaravilloso y de repente, al llegar aqu, todo cambi.

--Villanueva, mi profesin es lo primero, y no quiero compartir mi tiempo con nadie, muchocon un compaero. Puede perjudicarme en mi carrera profesional, y a ti tambin... Perdn, a u

--Al diablo con la carrera profesional.

--Me parece muy bien su decisin, pero no la comparto. Es mejor dejarlo as. Y ahora, simporta, me gustara dar este tema por zanjado y compartir cierta informacin por el bieinvestigacin.

--Sorprndame.

Segn su expresin, la comisaria hace un esfuerzo por pasar por alto lo que considera un deprosigue.

--Afortunadamente comenzamos a penetrar en Serva La Bari. Nos est costando mucho perodecirlo, aunque no omos an conversaciones enteras, s comenzamos a escuchar palab

pronuncian. Todava no es nada, pero teniendo en cuenta el absoluto secreto en el que hansumidos desde hace tiempo, es todo un progreso.

--Qu sabemos?


--Tienen una mquina.

--Una mquina que hace qu.

--No lo sabemos con seguridad, de los mensajes que interceptamos muchos contienen la mquina, pero son contradictorios, o lo eran hasta hace poco. Villanueva, le va a parecer una

pero nuestra hiptesis es que han conseguido una mquina capaz de controlar el tiempo.

--Una mquina para controlar el tiempo? Para viajar al pasado? Qu pretenden? VoJursico y hacer paletillas ibricas de Brontosaurio?

--No, no, el tiempo meteorolgico. Segn nos llega, hay un proceso que se est completandocuando se concluya, permitir que no vuelva a llover ni en Semana Santa ni en Feria. Nos

puesto en contacto con el Gobierno norteamericano, que desarrolla programas experimencontrol climtico para usar en conflictos. Estn investigando si ha habido alguna filtracin ode algn equipo. No podemos descartar tampoco que lo hayan comprado a un interm

internacional. No contemplamos la opcin de traficantes rabes porque esta gente, con lo cque son, con moros no quieren nada.

--Un momento, a ver si lo estoy entendiendo, me est diciendo que hay una sociedadmilenaria de locos asesinos que mata gente para que no llueva dos semanas al ao?

La comisaria coge un mando de la mesa y enciende una televisin plana que hay en el despacimgenes ensean das nublados en los que no paran de aparecer personas llorando. Hay na

sin antifaz, gente que se abraza. Parecen imgenes de una zona de guerra.

--Esto se grab un Jueves Santo en el que llovi. Imagnese la situacin para los hermaCachorro, por ejemplo, que llevan varios aos sin salir. Adems, tiene por supuesto un gran ieconmico. Quiz una persona desde fuera no lo pueda entender, pero para alguien como yo, he criado en la Cuesta del Bacalao, una mquina de control meteorolgico sera una de las codecisivas que podra tener la ciudad y algo que dara un poder casi infinito en la ciudad.


CATORCE

Es de noche. Villanueva est en la habitacin de su hotel. La televisin permanece encendvolumen. Trabaja sobre todos los materiales que tiene, pero parece frustrarse una y otra vez.

En una pizarra tiene pinchadas las fotos de los dos cadveres, mapas, envoltorios de tortas Rosales y una bolsa de rega de El Hijo.

No para de levantarse, de sentarse, de consultar cosas en el ordenador, de medir distanciamapas... Entonces suena el telfono de la habitacin.

--Seor Villanueva, tiene una visita.

Una voz se oye por detrs del recepcionista.

--Qu pesado eres, dile que soy Jimnez, que te lo he dicho ya, que eres muy pesado,

Villanueva sonre.

--S, s, que suba, por favor.

A los pocos minutos Jimnez est sentado en la mesa con todo el caos de papeles.

--Desde luego tiene esto que parece un hospital robado. Disculpe que venga tan tarde, estado recogiendo informacin.

--S? Ha descubierto algo?

--He hablado con mis confidentes, don Papa del Salvador, Howard el negrito de Plaza de Arpelirrojo del Cota, el Legionario de la Campana, Manrique el del bigote que vende incienso, Bombero, el Atari, Luiqui el Feo... me han contado cosas y estoy preocupado.

--Pepe el Bombero? El Atari? Luiqui el Feo?

--S, bueno, los dos primeros son antiguos porteros de discoteca de toda la vida, ya mayoreque se enteran de todo. El Luiqui es el nico punki que queda en la ciudad. Lo habr visto veces en el Salvador, con un auricular en la oreja y la cazadora llena de chapas.

--Bueno, cunteme, qu ha descubierto?

--A ver, partamos de la base de que Sevilla es una ciudad que vive en la exageracin. Le po


ejemplo, como usted puede ver yo soy ms bien de crneo importante, eso me ha supuesto toda mi vida comentarios guasones. Desde Jimnez, que tienes cabeza para llevar las cuentaCorte Ingls a Si fueras limn habra que rallarte con un somier, pasando por los clsifueras cerilla habra que encenderte en la recta de Los Palacios o Jimnez, que tienes msque un len peinado para atrs.

--Adnde quiere llegar?

--A que lo que me han contado no tiene por qu ser verdad, que da miedo, s, pero que puexageracin.

--Vaya al grano.

--Ver, en la ciudad se cree que Serva La Bari ha conseguido, no se sabe muy bien cmo, crespecie de monstruo aterrador, no se asuste, pero parece que nos enfrentamos a un Frankensevillanas maneras.


QUINCE

--Jimnez, no tengo tiempo de tonteras.

--Ya le he dicho que no haba que creerlo pero, coo, mejor saberlo, no? An no tenemosde cmo se torcieron las tuberas del Estadio Olmpico. Antes de que usted llegara, alguien ela Giralda, y esas palizas tan bestias a las vctimas tambin mosquean...

--Y cmo es un Frankenstein sevillano? Si puede saberse.

--A ver, me han dicho que mide ms de dos metros, y que est formado por partes de Sevcul le da una fuerza increble.

--Cmo?

--S, se rumorea que ese Frankenstein tiene la mano izquierda de la estatua de Francisquirri en el cementerio y que, no s si la ha visto, pero es un mapa. Que su piel es impenetrable, dur

porque le han trasplantado la del lagarto de la catedral y que de pecho tiene partes de El HColn, que la escultura esa es fea que no la quieren ni los chatarreros, pero hay que reconodura es como la rodilla de una cabra. Tambin hay quien dice que tiene la garganta del Pali,gritos que pega, pero yo creo que no puede ser porque por lo visto no habla espaol y el Pali espaol e incluso lo cantaba, y de qu manera, por cierto.

En ese momento la tierra tiembla por unos segundos. Jimnez agarra la mesa.

--Coo! Y luego lo de los temblorcitos estos, que aqu nunca ha habido nada y ahora cada tres tiembla...

Pasa el temblor tras unos cinco segundos. Villanueva parece estar encajando todo y Jimnezla voz.

--Anda, mire la tele. El Estadio Olmpico!

--Cmo dice, Jimnez?

--En la tele. Dele voz que estn haciendo en Canal Sur un debate sobre lo del pantanoespecial, lo presenta Juan y Tres Cuartos, bueno, como todo en Canal Sur, vamos. Ahora metenio tocando la pandereta o el tambor, ya ver.

Villanueva busca el mando de la tele entre todo el desorden y sube el volumen. Efectivamendos grupos de personas discutiendo sobre la idea de mantener y reforzar el sellado de las pu


aprovechar el estadio como pantano. Hay otros que no estn de acuerdo. Villanueva no se lo c

--Esto que estoy escuchando es en serio Jimnez?

--S, s, eso es que no lo usan nada ms que los chavales para darse el lote, ya le dije, ydinero que cost, por lo menos aprovecharlo, es que no es tan mala idea lo del pantano...

--Pero, Jimnez, cmo van a hacer un pantano, eso en qu cabeza...?

Jimnez le interrumpe con la mano, palidece mirando la pantalla y seala hacia la tele.

--Villanueva, un momento, lea eso.

Mientras un testigo de Jehov intenta convencer a Juan Y Tres Cuartos de que el Estadiquedarse tal cual porque, si no, a ver dnde van a tener que ir ellos a bautizarse y otro con

pregunta: Pero, vamos a ver, un testigo de Jehov, qu carajo es?, aparecen, en la parte de

de la pantalla, mensajes de mvil que envan los telespectadores con su opinin. En estos moel que se puede leer en el rtulo es este: Villanueva, Barbudo va a por ti. S.L.B..

A Villanueva le cambia la cara y mira a Jimnez.

--Quin es Barbudo?

Jimnez traga saliva antes de responder.

--Puede ser cualquiera, pero los tiros creo que van porque Barbudo se llamaba el toro quePepe Hillo, el inventor del toreo moderno.

Villanueva hace un gesto de incomprensin. Jimnez aade con seriedad:

--Jefe, cuentan que aquel toro era inmenso y cruel.


DIECISIS

Siete de la tarde. Ayuntamiento de Sevilla. Saln del alcalde. Jos Ignacio Podio recibe a Villy Jimnez. Hablan.

--Lamento haber tardado tanto en recibirles pero, entre una queja de los culturetas de la inSevilla Abierta para cambiar el nombre de una calle por cuarta vez, y rastrear todos los mens

programa del embalse de ayer ha sido una locura, no se pueden imaginar la de gente que escri

Jimnez asiente con la cabeza.

--Alcalde, es que es una buena idea, no? Hombre, mejor sera llenarlo de Cruzcampo y ptirador en cada puerta, pero bueno.

--A ver, Jimnez, a m me parece til porque eso ah no vale para nada, la verdad, y mirasirve para no quedarnos sin agua, pues bienvenido sea. Pero es que el Ayuntamiento no tiene uni para sellar las puertas.

--Tiesos, no?

--Me gast el dinero en cambiar las farolas de la Alfalfa, que no veas el palo que me dieronun montn de proyectos en la ciudad paralizados. La Casa de la Moneda, por ejemplo, fijaos,

remos de los catalanes y la Sagrada Familia pero la Moneda va por el mismo camino. Ahhemos hecho es filtrar al ABC y a Diario de Sevilla que en realidad no es una obra, sino una etaller de albailera para que aprendan los chavales, y as tenemos ms tiempo.

Villanueva interrumpe.

--Bueno, a lo que venamos, me han amenazado en una televisin pblica en horario de maudiencia, sabemos quin ha sido?

--A ver, mxima audiencia, mxima audiencia tampoco ha sido. Coincidi con lo del tesJehov montando un nmero, pero es que despus salieron a cantar los gemelos del tambrumano de la Copla y revent los audmetros.

--Bueno, mi ego lo soportar, pero sabemos de quin es el mvil desde el que se mmensaje?

--Malas noticias. Sorprendentemente ese nmero no existe. No hay ningn tipo de registro

alguien haya tenido ese nmero en los ltimos siete aos. Los tcnicos del Ayuntamiento


explican cmo pudo salir ese mensaje de ese nmero. Es una va muerta. Lo siento.

Villanueva resopla, parece incrdulo ante lo que oye.

--Alcalde, no s si recuerda que le salv la vida en la Feria...

--Claro que me acuerdo, de verdad que he hecho todo lo que ha estado en mi mano, pero el est en desuso. No puedo ayudarles ms, y les rogara que se fueran, son casi las 10 y mient

aqu tienen que estar mi secretaria y los escoltas, que si ya de por s me pasan ms horas extun frigorfico, como siga as la cosa se tienen que coger libre hasta que le den los Juegos OlmMadrid.

Villanueva y Jimnez salen del Ayuntamiento a la Plaza Nueva. En ese momento, a Jimnez un mensaje al mvil. La cara le cambia al leerlo. Villanueva le pregunta.

--Qu pasa?

--Me ha escrito uno de mis confidentes, el que vende incienso, Si no te crees lo de Paquitoa donde los locos ahora mismo.

--Dnde los locos?

--Eso puede ser mucho sitios jefe, pero conociendo a este, creo que nuestra bestia est ahoraen el manicomio abandonado de Miraflores.

--VAMOS!


DIECISIETE

El coche de Jimnez avanza a toda velocidad por la ciudad. Villanueva solo sabe decirdeprisa, Vamos, Vamos, mientras revisa su arma. Finalmente llegan al antiguo h

psiquitrico de Miraflores. Noche cerrada. El viento suena en los rboles de fuera. Aparcan y

hacia la entrada del edificio abandonado.

--Villanueva, le parece si nos separamos para intentar encontrarlo, esto es inmenso.

--De acuerdo. Buena idea, Jimnez.

Villanueva va solo atravesando con sigilo salas vacas revestidas de azulejos blancos. Mestn rotos. Hay algunos muebles, camas, mesillas abandonadas...

Tambin hay mantas radas en algunos rincones, restos de comida y cartones de vinoabandonados. Huele mal.

Algunas ventanas estn rotas y el viento hace al pasar por ellas un ruido extrao. Se ha lemal tiempo. La nica luz es la que entra por las ventanas.

El inspector avanza por pabellones desiertos con la pistola en la mano. De repente, parece ealgo quebrarse en una direccin hacia la que sale corriendo. Se dirige a toda velocidad con la

en la mano hacia una puerta de doble hoja que empuja para entrar en otro pabelln inmensovaco: en el centro hay un cuerpo tumbado, lleva una gorra y no se mueve. No hay nadie viento ulula en las ventanas.

--MALDITA SEA! --grita Villanueva mientras se acerca al cuerpo en el centro del pabelln

Parece joven, treinta y pocos, muchos tatuajes, alto. Villanueva se agacha y trata de movermuerto.

--Jimnez! Jimnez! Otra vez hemos llegado tarde!

Nadie responde. Saca el telfono mvil, va a llamar a Jimnez pero en ese momento aencima de l y lo golpea como un salvaje. En el centro del pabelln desierto comienza undesigual. Villanueva parece un mueco ante las embestidas de una sombra que le dobla el tagrue, y respira rpidamente. Hay golpes, sonidos que parecen bramidos. Villanueva llama unvez a Jimnez. Nadie viene. El monstruo lo lanza a tres metros y se dirige hacia l. Villanuevla mano al bolsillo, saca su pistola, y casi en un reflejo consigue disparar un solo tiro que retu

la inmensa sala vaca.


DIECIOCHO

--VILLANUEVA! EST BIEN?

Jimnez entra en el abandonado pabelln y va corriendo hacia el cuerpo del magullado inspe

--Dnde ha estado, Jimnez?

--En otra ala, dijimos que nos separaramos.

--Le he llamado, ha tenido que escuchar mis gritos solo con descolgar, por qu no ha venido

--Cmo que me ha llamado?

Jimnez saca el mvil y niega.--Hostia, estoy atontado, lo puse en silencio cuando estbamos con el alcalde y se me ha o

quitarlo. Lo siento. Pero eso no importa ahora, est usted bien? Qu ha pasado?

Villanueva apenas tiene un hilo de voz, desde el suelo responde:

--Cmo que no importa? Mreme. No me explico dnde ha estado.

--Ya se lo he dicho, est dudando de m a estas alturas de la pelcula? Debe de estar neDgame qu ha pasado.

--He luchado contra su monstruo.

--Paquitostein?

--Le puedo asegurar que no tiene ni manos de estatua, ni piel de cocodrilo. Pero nunca henadie ms grande y ms fuerte que l. Le dispar, creo que no le di pero se asust y sali h

por aquella ventana... afortunadamente. Antes de irse grit algo que, llmeme loco, me sonPOLLOOOOOO!.

Jimnez tuerce el gesto y gira la cabeza y mira hacia el cuerpo del joven.

--Y el de la gorra que corra?

--No hemos llegado a tiempo, creo que lo ha matado rompindole el cuello, o algo que m

aqu. No hay pintada, pero han dejado una nota: DEVOTO, NO?, PUES YA LO TIENES CVAYA, ESTA SEMANA SANTA YA NO HAY PLAYA. 3/7.


A Jimnez le llama algo la atencin.

--Investigaremos quin es la vctima, tiene los brazos con ms dibujos que el tapn de una era alto el bicho, llamar al Caja San Fernando a ver si es un fichaje suyo del baloncesto, han matado por malo. Adems, tengo que preguntar por una cubertera que me tienen que tener la nmina all. Pero... un momento, quiz sepamos algo de nuestro Frankenstein...

Jimnez se levanta, anda unos pasos y se agacha. Coge una pelotita de servilletas arrugadas unto a la ventana, la abre y la huele.

--A Pakitostein le gusta tela el alioli. Mandaremos a anlisis estas servilletas. Ahora vaPoliclnico a que le curen.


DIECINUEVE

Tanatorio. Villanueva y Jimnez hablan con un joven de unos treinta y tantos aos. Llecamiseta en la que se ve a Silvio fumando y una chupa de cuero. Gafas de sol.

--Javier, soy el inspector Villanueva, le agradecemos mucho que haya colaborado con nosotr

Jimnez se mete en la conversacin.

--Buena camiseta amigo.

El joven asiente y Villanueva prosigue.

--Entendemos que debe de ser un momento complicado y no es habitual hacer este

entrevistas en el tanatorio, pero comprenda que tenemos mucha urgencia.

El joven mira a Villanueva, que tiene varias marcas en la cara.

--Vaya, le han tocado la carita bien, no?

--S, bueno, digamos que no es mi mejor da. Seamos directos. Qu relacin le unavctima?

--Bueno, Tote Ring y yo ramos msicos. Aparentemente no tenamos mucho que ver, l eray yo ms de rock, pero rpidamente conectamos. Tenamos referentes musicales comunes y de ah nos hicimos muy amigos, tanto que ramos vecinos y l fue el padrino de mi hijo.

Jimnez interrumpe.

--Pero t eres msico tambin o qu?

--Toco el bajo. Tengo un grupo que se llama Horacio Oliveira y adems colaboro con mentre otros con Tote. Cuando decides vivir de la msica tienes que asumir que vas a colabomsicos muy diferentes, pero a m eso me gusta.

En ese momento entra un joven con barba perfilada y gorra negra. Se acerca al grupo.

--Perdonad, sois amigos de Tote?

Javier le responde con desgana, como si lo conociera y no le cayera del todo bien.

--S, bueno, yo s, ellos son policas que estn investigando el caso.


El recin llegado sobreacta un gesto de dolor y le da un abrazo a Javier.

--Se ha marchado el talento, to.

Villanueva mira a Jimnez sorprendido y decide preguntar.

--Perdone, quin es usted? Conoca a la vctima?

--Bueno, los poetas urbanos nos conocemos todos, claro. Yo tambin me dedico al rap, segurhabrn escuchado alguna cancin ma, bueno, ms bien algn poema mo, porque son ms pMi nombre es Pan, he dado un recital aqu, me he enterado de la noticia y he querido venir mi homenaje. Le escribir una cancin, an no s el ttulo, ser algo con Crespsculo y Tel Crepsculo del Tiempo, El tiempo crepuscular, por ah ir, algo profundo e ingeTiempuscular eso est bien, perdone que lo apunte, no puedo rechazar a las musas.

El recin llegado saca un cuaderno y anota algo.

--Ya est. Apuntado. Ser una cancin con muchas esdrjulas y algn verbo en subjuntivo. Tse mereca menos.

Javier parece incmodo. Jimnez, por otro lado, s lo escucha con atencin.

--Pero, una cosa, lo del rap... esto es la msica esa de hablar muy rpido, no?

Pan le mira con desprecio.

-Perdone? El rap es el motor que tiene la poesa para seguir viviendo hoy. Es el latir de lasla verdad, la poesa urbana.

Jimnez mira extraado. El rapero contina.

--El rap es el mximo desarrollo del lenguaje.

--S, hombre, eso es la saeta.

--Oiga, no sabe de lo que est hablando, yo soy un poeta, un malabarista de letras, llevo al la lmites que no podra imaginar. Sin ir ms lejos, una vez escrib una cancin que tena to

palabras con vocales A, en plan maana, banana, cscara, luego todas con E, Erevs luego por I... Entiendo que no est a su alcance, pero no hable sin saber, menodespedida de un compaero de letras.

Jimnez se queda pensativo.


--As que usted escribe slo con una vocal, luego solo con otra, luego con otra...

--S, es una de mis canciones ms conocidas.

--Pues le voy a poner una prueba, a ver si es usted tan rpido.

--Si es con lenguaje, acepto.

--Yo le digo una frase cualquiera y una vocal, y usted tiene que cambiar todas las vocalesfrase por la que le digo yo.

--De acuerdo.

Se genera una expectacin en la sala del tanatorio. Villanueva no entiende nada. Pero Jimpide tranquilidad con la mirada. Pan, mueve el cuello, calienta las cuerdas vocales haciendoextraos y se cruje los nudillos.

--Dele.

Jimnez asiente y dice:

--Repita: Mi moto alpina derrapante.

Pan parece que esperaba algo ms complicado, porque relaja su expresin y con ritmengolada entona: Mi moto alpiiina derraaapaaaante.

Jimnez contraataca.

--Bien!Ahora con la O!

El rapero ataca haciendo ms grave su voz

--Mo moto olpono dorropooooonto.

--Genial! Con la I!

El rapero comienza a gustarse.

--MI MIIITI ILPINI DIRRIPINNNN DIRRIPINN DIRRIPINTI!

Jimnez tambin parece entusiasmado con el juego:

--Ole el arte de este gitano! CON LA A!


El msico parece estar componiendo una cancin con las absurdas frases, una cancin qucrescendo.

--MA MAAATA ALPAAAAANA DARRAPANTA!

Jimnez le jalea, riendo, y le dice: VENGA! Y AHORA FUERTE CON LA E!.

El rapero, en pleno xtasis, entona la voz, cierra los ojos como para sentirlo, abre las pa

canta a toda garganta:

--ME METE EL PENE DE REPENTE!

Silencio en la sala. Silencio absoluto excepto por Jimnez que no para de rerse.

--Anda, poeta, que has cado con todo el equipo, te la regalo para que hagas una cancin, yel de la escuela de la calle? Valiente morcipapa...

El rapero se retira cabizbajo. Jimnez se recompone y prosigue con el interrogatorio comhubiera pasado nada.

--A ver, como habr podido comprobar, yo de rap entiendo lo mismo que de barcos, soy Los Romeros de la Cueva y todo ese palo, pero no es un poco raro ver a un rockero tocandorapero?

--No s si es raro o no, s que lo previsible es coazo. Me gusta el rock y la Semana Santa,

Silvio, por cierto. Tocaba con un rapero y con un grupo indie. Y no pasa nada. Sevilla es unaque intenta polarizarlo todo. Se trata de que te identifiques con una cosa pero, adems, oponila contraria. A m eso me cuesta asumirlo mucho. Tote tambin era un ejemplo de eso mismo.

--Por qu?

--Porque lo mismo te haca una cancin renegando de la Semana Santa que te haca otraestribillo que deca: Como se est en Sevilla no se est en ningn lado. En un disco de

podas encontrar un cita de una peli de Woody Allen y una cancin en la que se hablara del sde pollo. A un abogado hablando sobre propiedad intelectual o a su Dj contando un chiste. Qno se daba cuenta de lo libre que era.

--Alguna vez recibi amenazas?

--Un rapero? Seguramente. Pero nada reseable. Esta gente, los raperos me refiero, se picque una goma vieja. Estn todo el da tirndose tiritos. Tote era distinto tambin en eso, no

mucho al trapo. La cancin en la que critic a la Semana Santa, Devoto, s provoc que ledesde muchos sectores, pero desde luego yo nunca me hubiera imaginado algo as.


--Entiendo, muchas gracias por su tiempo.

--No hay de qu.

En ese momento al joven le suena el telfono. Mira la pantalla y a los policas.

--Hostia, es el cantante Antonio Los Roscos, se conocan de una cancin que hicieron juntosma, a ver qu le cuento yo ahora.

Jimnez abre los ojos de par en par.

--Hostia, en serio es Antonio Los Roscos? Es mi dolo, to!


VEINTE

Salen del tanatorio y se meten en el coche. A Villanueva le cuesta entrar por los golpes.

--Jefe, la verdad es que tiene ms mal color que un baln embarcado.

--Muy gracioso, Jimnez, si hubiera estado usted cerca igual no me habran dado esta paliza.

--Una vez mat un gato... En fin, han llamado del laboratorio, los restos de ADN no encanadie, pero el alioli, s, el alioli est claro que es del Menda y adems, como habaservilletas, han comprobado que la salsa de cada una de ellas tiene distintas fases de oxidaclo que son de varios das. Es decir, no fue una vez puntualmente, al gigante le gustan serranitos.

--El Menda?

--S, un sitio que hay casi en Crdoba.

--El asesino iba a Crdoba a comer serranitos?

--No, bueno, est en Sevilla Este, pero gastamos muchas bromas con que est muy lejos. Dela gente le dice Crdoba Oeste. Sin ir ms lejos, a m al salir de la comisara los compaerosdicho que all tiene que ir la Interpol que me iba a meter en un lo.

--Tan lejos est?

--Para que se haga una idea, una vez me cort el pelo all y cuando llegu a mi casa me turetocar el flequillo. Hubo un ao en el que sacaron una Hermandad desde el Parque Alcosa, cla estacin de penitencia el Domingo de Ramos, y lleg a Carrera Oficial en verano!

Villanueva se re.

--No me haga rer, que me duele.

--Bueno, vamos para all, que mientras antes salgamos antes llegamos. Lleva biodramina?que no nos pille poca de tifones y que no nos pidan el visado. Por cierto, en Sevilla EstPascual, el asesino del Palod.

Tras cinco minutos desde el centro de Sevilla, los policas llegan al bar. El Menda tieentrada en escalera. Jimnez accede el primero. Un camarero le sonre como bienvenida desdde la barra. Es la hora de comer y est lleno.


--Qu le pongo al seor?

--Al seor ponle dos velas, a m una Cruzcampo.

Ambos se echan a rer.

--Qu pasa, Antoito?

Se abrazan.

--Pues nada, aqu, metiendo ms horas que la puerta.

--Buena cosa. Oye, venimos por trabajo, podemos hablar en un sitio tranquilo?

--Pasad al reservado, voy a marchar dos serranitos.

Villanueva tuerce el gesto.

--No, gracias, a m no me apetece comer an.

Jimnez le reprueba con la mirada y rectifica.

--Bueno, est bien, habr que probarlo.

El hombre sonre: Perfecto!.

En una mesa apartada estn los tres sentados. Jimnez toma la palabra.

--Qu tal va todo?

--Bueno, lo que te digo, mucho trabajo, hay que sacar adelante a la familia... pero no nos pquejar.

--Coo, has tenido nios?

--S, uno, se llama Antoito, pero como a m me dicen el Menda, a l le han puesto el PiEst muy grande, empez a andar hace tres meses.

--Hace tres meses empez a andar? Coo, pues ir ya por Mrida, no?

Los dos se ren a carcajadas hasta que Villanueva mira con dureza a Jimnez, que deja de se pone serio.

--S, vamos a lo que vamos, Antonio, ir al grano, creo que le ests dando de comer a un ase


dos metros veinte.

--Qu dices?

Villanueva entra en la conversacin.

--Hace dos das llegamos a la escena de un crimen. Yo tuve, como ve por las heridas de mi cencontronazo con el presunto asesino. Desgraciadamente huy, pero...

Jimnez interrumpe.

--Hombre, desgraciadamente, desgraciadamente... Si no llega a huir todava no le ha soltado

--Perfecto, Jimnez, gracias por el apunte. Como le iba diciendo, el asesino perdi una prueba, una pelotita de servilletas de su establecimiento que el anlisis ha demostrado que pde das diferentes.

En ese momento una camarera trae los serranitos.

--Inspector Villanueva me ha dicho que se llamaba, no? Pruebe el serranito antes que entender muchas cosas.

Villanueva mira sorprendido el serranito, lo muerde y cierra los ojos en una expresin casi m

--Lo ve? Deje que le cuente una cosa, los estudios evolutivos dicen que el tiburn como

lleva miles de aos sin cambiar. No ha habido ni una sola mutacin que haya mejorado lo quse haya instalado en ellos como especie. El tiburn que usted se puede encontrar en una pCdiz maana, es genticamente el mismo que el que andaba por all cuando se llamaba Gdir

por qu? Porque el tiburn es el depredador perfecto. No hay nada que lo pueda afinar... mismo le pasa al serranito.

Jimnez asiente.

--Qu bien hablas, Antoito.Villanueva no parece entender tan bien.

--Disculpe, no le sigo.

--El serranito es el bocadillo perfecto. No hay receta ms armoniosa que esta, y un mojnBulli, para TopChef y para el Telepi. Por eso hay muchos que se enamoran de l, por eso cservimos entre 300 y 400 y le cuento esto porque, como la mayora se los llevan, es imposib

quin es el asesino. Es como si le hubieran encontrado una etiqueta de Cruzcampo, averigua t


es...

--Uy, qu buena fresquita, dile a la nia que me traiga otra, que tena un agujero el vaso. Jimnez.

Villanueva parece contrariado.

--Aun as, no le suena algn sitio para el que pidan muchos? O con mucha frecuencia? Cu

detalle nos podra venir bien.

--De muchos sitios, mire, de lo de los refugiados donde van los negritos que no quieren volvpases me encargan todos los das lo menos 30, que por lo visto desde que probaron la lequieren otra cosa, tienen que ser de pollo, eso s, porque muchos son musulmanes, pero se loscomo limas. Despus, de FIBES tambin me encargan un montn, sobre todo por la noche, el tnoche de all se pone morado, los taxistas de la puerta tambin, que ahora les ha dado por all todos, de la farmacia 24 horas de Alcosa, la de la calle Chiva, igual, del Continente lo m

Pero si por aqu vienen hasta los cocineros del Bilios que es mi competencia! Aunque buenouso tambin a ellos para la resaca, las cosas como son, como abren hasta tan tarde...

Villanueva lo apunta todo en una libreta.

--Bueno, en cualquier caso, le agradezco mucho su atencin, de veras. Aunque sea complidetectar, por lo que dice, creo que la persona que buscamos o alguien de su entorno volver pSi ve a alguien que le parezca sospechoso segn lo que le hemos contado no dude en llamarno

--Eso es, Antoito, y ponme otro para llevar, que con lo lejos que est Sevilla Este, entre quel Transiberiano y eso, se me levanta otra vez el hambre.

--Y dale, que no est tan lejos Sevilla Este, coo.

--No, no, es verdad, es cosa ma, oye, te puedo pagar con euros o aqu tenis otra moneda?

--El coo de tu prima tenemos de moneda. Anda, vete por ah, estis invitados.

--Ea, pues gracias, y a ver si hay suerte y entris ya en el espacio Schengen ese!

Todos ren y se abrazan.

Villanueva y Jimnez salen del Menda y se meten en el coche.

--Usted dir, jefe. No ha servido de mucho el interrogatorio, pero por lo menos nos vamosestmago lleno, y yo adems voy a meter un palo bueno de kilometraje al haber venido hasta a


--S, estamos atascados, pero quedan cosas por hacer. Maana a primera hora nos vemos eJusta, nos vamos a Madrid.

--Cmo? Como si quiere que nos vayamos ahora, yo siempre que voy a Sevilla Este echmuditas en el maletero porque nunca s si llevar ropa de invierno o de verano. Djeme llamavisar.

--No hace falta que llame a la comisaria, usted est a mi cargo.

--No, si a la que voy a llamar es a mi parienta, la comisaria me da igual, pero mi mujer mfirme. Cualquier da me borro porque esto no es vida.

--Pero bueno, usted hace todo lo que le dice su mujer?

--No, hombre, no.

--Menos mal...--No me ha entendido, no hago todo lo que me dice mi mujer porque me pide muchas cosas y

da tiempo.

Ambos se ren.

--Bueno, y a qu vamos a Madrid si puede saberse. Yo estuve all cuando me cas, me gustel zoo.

--Vamos a ver a la nica persona que puede desatascarnos, a Jos Manuel Poto.


VEINTIUNO

Es por la maana. Villanueva y Jimnez llegan a Madrid. Salen de Puerta de Atocha y cogen u

--Buenos das, a Paseo de la Castellana 5, al Ministerio de Interior.

Jimnez mira a Villanueva extraado.

--Vamos fuerte, no?

--Jos Manuel Poto fue trasladado a Madrid por las quejas de los otros internos.

--Le quitaron la mscara y no paraba de cantar?

--No, en el poco trato que tena con el resto de reclusos su actitud era amenazante, incluso ms problemticos. Hubo algunos incluso que denunciaron que sus familias fuera de la crcelsufriendo extraas amenazas y curiosos accidentes.

--Hijo puti el Poto, ms mala leche que un gato pisado, y lo inocente que pareca con las rum

--Finalmente lo trasladaron a un mdulo de mxima seguridad de Soto del Real en el qabsolutamente aislado y es imposible verle.

--Entonces, cmo vamos a hacerlo nosotros?

--Por eso vamos al Ministerio del Interior, me deben varios favores.

El taxi llega a su destino y los dos agentes descienden del coche. A Jimnez estn a puatropellarlo porque sale por la puerta que da hacia la carretera. Un coche pega un volantamarcha pitando.

--ADIS! NO TE HABA CONOCIDO! --grita Jimnez saludando al coche que se marchaestresado el to... --aade.

Villanueva parece avergonzado, mira alrededor y ve un bar cerca del Ministerio.

--Jimnez, vamos a ese bar, es mejor que me espere fuera.

Ambos entran en el bar. El camarero los saluda y mira a Jimnez.

--Una caita?


--Uf, una caita no, aunque la verdad es que tengo hambre, un suso mejor.

--Disculpe?

--De crema si tiene, si no, es igual, de chocolate mismo.

Villanueva niega con la cabeza entre las manos.

--Caballero, me refera a una cerveza, a una Miau.

Jimnez mira a Villanueva asustado y vuelve a mirar al camarero.

--Cerveza o Miau, porque no es lo mismo. Yo bebidas con nombres de pienso de gatos no tomenos con la que se li en la Feria pasada. No te voy a pedir una cerveza Taifa artesamercado de Triana, pero una Cruzcampo me podrs poner, no?

Villanueva interviene para mediar.

--Pngale un pincho de tortilla y un vasito de vino, por favor. Jimnez, necesito que me espeNo s lo que tardar, pero no quiero tener que estar buscndolo por Madrid, de acuerdo? Pmvil en sonido, que luego pasa lo que pasa. Intentar volver lo antes posible.

--Perfecto, jefe, aqu le esperar.

Villanueva se marcha del bar y entra en el edificio del Ministerio de Interior. Se rene c

llaman a otro, piden permisos, se entrevista con directores generales que llaman a directinstituciones penitenciarias, que le dicen que ahora le devuelven la llamada. Se solicitan insobre la seguridad de una visita a un recluso tan peligroso, otros informes sobre el p

psicolgico que puede recibir el interno y finalmente sale del Ministerio. Villanueva entra een el que dej a Jimnez y no lo encuentra. Mira el reloj, han pasado horas desde que lo dComienza a preocuparse. Llama al camarero.

--Perdone, el hombre que estaba aqu esta maana y que vino conmigo, dijo a dnde iba?

--Usted es Villanueva?

--S.

--Su amigo es un gracioso. No ha parado de pedir tapas de queso con sus correspondientes cvino y cuando se ha hartado me ha dicho: Apntamelo, nio. Yo, como es la poltica de la he dicho: Aqu no se apunta nada, caballero, a lo que me ha respondido: Ole la gente buinvitando. Y se ha ido a la carrera.


--Antes de irse ha hablado mucho de usted, le tiene mucha estima, y yo espero que pague lque ha dejado de 38,40.

El polica resopla.

--S, s, no hay problema, por supuesto.

Villanueva paga. Sale del bar y llama a Jimnez por telfono que no dice ni diga.

--Jefe! No vaya al bar de antes, que he hecho un simpa!

--Demasiado tarde, Jimnez...

--Bueno, no se preocupe, coja un taxi y vngase para el Lambuzo, que es el bar de unos amigy tienen Cruzcampo, yo le invito aqu.

--Direccin?

Jimnez suena como si hablara con alguien.

--Nio, Luis, esto qu calle es? Vale. Jefe, calle de las Conchas 9. Entre pera y Callcierto, tenemos permiso?

--Falta una firma, ahora le cuento.


VEINTIDS

Villanueva llega al bar Lambuzo. Entra por una puerta de cristales y ve a Jimnez, con un botCruzcampo subido en un taburete y todo el mundo escuchando con expresin divertida lo qcontando.

--Escuchad! Escuchad! Que este es buensimo! Dos notas con la papa en un bar a las tantmaana y le dice uno al otro con toda la boca pastosa: Anoche me acost con tu madre. Y elle queda mirando todo serio y le dice: Vmonos, pap, que esto es lo que me faltaba ya!.

El bar estalla en una sonora carcajada. Jimnez se dobla rindose y est a punto de caetaburete. Con el gesto ve a Villanueva en la puerta y se le corta la risa. Se baja y se acerca.

--Me ha costado, pero he encontrado un bar con Cruzcampo. Disclpeme, es que usted sabe

una fresquita yo no funciono, y ya he probado el salmorejo y yo creo que tienen a misecuestrada en la cocina porque no vea qu maravilla.

--Perfecto.

--Pero, adems, no se enfade, he avanzado en la investigacin, no se crea, hay que sumrestar. Venga, que le quiero presentar a Pepe, el dueo de esta embajada andaluza.

Jimnez hace las presentaciones entre Villanueva y Pepe Moreno. Los tres van al final delbajan unas escaleras que llevan a una especie de reservado subterrneo. Se sientan en una me

--Villanueva, aqu mi amigo Pepe, puede sernos de mucha utilidad porque es amigo de Jos Poto.

--Bueno, amigo, amigo... ramos. Cuando lo trasladaron aqu hice el intento de visitarlcrcel, pero me dijeron que era muy complicado.

--Le entiendo.

--En Sevilla tenamos mucha relacin, era un to realmente divertido, pero guasn, guasbuen to, pero de repente empez a meterse en cosas raras y yo creo que se le fue de las mtema. Luego ya vino todo aquello de los crmenes con la rega y con el palod y me enterestaba implicado.

--Qu relacin tenan?

--Me consta que me tena mucho cario, como yo a l. Jimnez me ha dicho que van a ir a


con l. Era un to que ayudaba a todo el que se lo peda. Si haba un concierto benfico, ah eprimero, y por supuesto se lo ha currado mucho, mucho. Que parece que los discos que vendiella o de Djate Querer los vendi porque s.

--Cundo fue la ltima vez que lo vio?

--Nosotros llevamos en Madrid poco ms de un ao. Nos vimos poco antes de qtrasladramos, somos de Villamartn, pero llevamos toda la vida en Sevilla, y le sent fatal.

--Cmo?

--S, que cuando le dije que nos bamos a Madrid me puso de grana y oro. Me dijo que cmdejar Sevilla, que era la mejor ciudad del mundo y que yo era un desagradecido si me iba. Qucoo era yo para ponerme a cocinar coquinas y ensaladilla de gambas a forasteros, que as nMe ech la culpa de muchas cosas, me deca que cada vez haba ms bares de kebabs y de pmenos de pring, y que encima yo, que era de los buenos, me iba.

--Lleg a amenazarle?

--Bueno, a Jos Manuel hay que conocerlo. Aquello fue muy desagradable, pero yo s qucalienta el pico rpido y que no dice lo que piensa del todo, pero s, me dijo que me anduvicuidado, que a ver si al final bamos a tener tonteras. Me fui de all muy triste, la verdad.

--Puedo entenderlo, claro.

--Si lo ven, dganle de mi parte que l no es as, que tengo ganas de poder volver a colgar eque me firm de Como una Luz. Qudense a cenar, mi mujer hace un salmorejo buensimo,

puede dar prueba de ello.

--Espectacular, jefe, merece la pena.

--De acuerdo, en cualquier caso debemos hacer tiempo, Jimnez, tenemos el permiso perotiene que firmar Pere Rovirat, un alto cargo del Ministerio que no estaba.

--Como que Pera?

--Se pronuncia Pera pero se escribe Pere, Jimnez, es cataln, no la vayamos a tener.

--Pero... Pera como Pera de Agua?

Jimnez empieza a rerse.

--Suena parecido, s.


--Pues espero que no sea de esos que son muy rubios, muy blancos y tienen los ojos rojosentonces sera Pera al vino.

Jimnez estalla en carcajadas. Villanueva sigue serio.

--Espero que tome proporcin de la importancia de encontrar a este hombre y que nos autori

Jimnez se seca las lgrimas de la risa, Pepe Moreno tambin sonre.

--S, s, el Pera es para comrselo...

--Jimnez, coo!

Jimnez est llorando de la risa. Se intenta calmar.

--Perdone, s, s, me hago cargo, pero cmo lo vamos a encontrar?

--Fcil, me he descargado una aplicacin en el mvil que nos ayudar, ahora le explicar qGrinder.

--Perfecto, jefe! Donde usted diga vamos! Quera ir a la Pea Btica Pata Negra de aqu qumi amigo Esteban, pero el deber es lo primero. Si hay que buscar a un nota que se llama Pera que lo mejor es empezar a buscar... por la plaza de abastos!

Villanueva y Pepe, el dueo del bar, comparten una mirada cmplice que Jimnez par

entender.


VEINTITRS

Dos de las maana. Villanueva y Jimnez entran en un local que se llama Guay No?. Hinmensa bandera con los colores del arcoris en la puerta y carteles anunciando que esa nocheun tal DJ Ego. La gente que hay no para de bailar como fuera de s. Jimnez mira con mie

detrs de Villanueva y lleva una cara rara. En un momento dado, detiene al inspector y le odo. La msica est muy alta.

--Villanueva!

--Qu?!

--Cmo sabe que nuestro hombre est aqu?

--La aplicacin que me he descargado, Grinder, es una red social que utilizan los homospara encontrarse. Me han dado su nombre en esa red y me dice que est en este bar desde hhora y veintids minutos.

--Ande, inspector, eso cmo va a ser?

--Se lo juro.

--Bueno, eso explica lo de los modelitos.

--Qu les pasa?

--Pues que... Aqu la gente cose para la calle, no?

--Qu?!

--Que esta gente son blanditos!

--Si lo que quiere preguntar es si es un bar de ambiente, la respuesta es s.

--De ambiente en general, no, de ambiente mariquita.

--El director general que tiene que firmar la autorizacin para que veamos a Poto viene meste bar. Es un secreto a voces.

--Un satirn vamos.

Villanueva y Jimnez se acercan a la barra para pedir algo. La camarera debe de medir c


metros, viste un conjunto ceido, va muy maquillada y parece que usa peluca, se le intuye un sombra sobre el bigote. Ve a Jimnez y le pasa el dedo ndice por la nariz y le habla cinesperada voz grave.

--Hola, gordito.

Jimnez entra al trapo.

--Hola, princesa.

Villanueva coge a Jimnez del hombro.

--Jimnez, por supuesto, haga lo que quiera, soy un hombre moderno, pero le informo de qmujer no tiene cltoris.

--No pasa nada, esa cerveza no la conozco, que me ponga una Cruzcampo mismo.

--Creo que no me entiende, es un transexual.

Jimnez abre la boca, mira a la chica, mira a Villanueva y agacha la cabeza para pedir en vo

La chica de la barra sonre con complicidad a Villanueva y les sirve las copas.

Los dos agentes dan vueltas por el local. Buscan por todo el bar pero no encuentran a su homambiente est muy cargado. Jimnez no para de mirar con cara de extraeza, incluso de mied

se separa de Villanueva. Siguen dando vueltas pero no encuentran nada. Se dirigen a la sauna est abierta. Vuelven a echar un vistazo por la barra, por la pista, pero no parecen reconocerestn buscando. Finalmente ven un cartel que dirige con una flecha hacia una escalera quAnuncia el cuarto oscuro. Villanueva comienza a subir. Jimnez le da un tirn del hombro.

--Tsssh! Tsssh! Adnde va?

--Puede que est en el cuarto oscuro.

--Oj, qu fatiga... Villanueva, promtame una cosa antes de subir ah.

--Dgame, Jimnez.

--Si se le caen las llaves, un billete de 50 euros o el papel que hay que firmar, NO SE AGARECOGERLO, voy yo otra vez al Ministerio si hace falta pero no se ponga en posicin esco

plomillos que aqu le ponen a uno a veinte uas rpido.

--No se preocupe, s que le puede impresionar, pero piense que esto puede evitar mue


Sevilla.

Ese comentario, inesperadamente, parece que relanza a Jimnez con una nueva energadelanta.

--Es verdad, djeme a m, encontrar a su hombre. Voy a poner la linterna del mvil.

A Villanueva no le da tiempo ni siquiera de reaccionar. Jimnez abre la puerta bruscam

enciende la luz led del telfono.

--PERA! PERITA1 SOY EL FARO DE CHIPIONA! ASOMA LA PATITA!

De manera casi instantnea, la gente del cuarto comienza a quejarse.

--GORDO! APAGA LA LINTERNA Y COGE ESTA SI QUIERES, CABRN! FUERAQU!

--No queremos molestar, de verdad, vosotros seguid a lo vuestro del pelo, pero necesitamoscon Pera, que es importante. Catalino! Pera! Aqu tu mandarina! Sal!

En ese momento Jimnez se vuelve hacia el inspector.

--Oj, Villanueva, esto huele como la ingle de una mona.

Jimnez va alumbrando con el telfono hasta que una voz interrumpe los gritos.

--Yo soy Pere, per el amor de Deu, apaguen la linterna y esperen fuera a que me vista.

Villanueva y Jimnez salen del cuarto oscuro y cierran la puerta. Villanueva no sabe dnde m

--Jimnez, ojal no me arrepienta de lo que le voy a pedir, pero me gustara que me esperabarra mientras yo hablo con este hombre. Le pedir disculpas de su parte, creo que ya hbastante.

--No ser usted tambin rarito y lo de la comisaria una tapadera?

--No, no es eso, es ms bien que le temo.

--No se preocupe, me bajo y me quedo ah, calladito y apoyadito de espaldas a una pareacaso.

--Perfecto, pero aqu efectivamente no creo que tengan Cruzcampo, as que si no hay no

montar un pollo, que es lo que le faltaba.


--No se preocupe, me pedir otro Juanito el Caminante, no hay problema.

--De acuerdo, pero pdalo como Johnnie Walker, por si acaso.

--Correcto.

Jimnez baja las escaleras y se pierde entre un mar de cuerpos sudorosos que bailan frenticmsica electrnica y repetitiva. Arriba, Villanueva espera y la puerta del cuarto oscuro se ab

dejar salir a Pere Rovirat.

--Espero que haya un motivo importante para este numerito.

--De verdad que lo siento, le quiero presentar antes que nada mis disculpas, por un ladocomportamiento de mi compaero y por otro por atreverme a molestarle aqu, en su vida priva

--No se preoc

El Prisionero de Sevilla Este ( - Gijon, Julio Munoz

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