El Problema de Los Universales

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El problema de los UniversalesResumen y tarea de Historia de la filosofa MedievalEl problema de los Universales1. IntroduccinLa palabra Hugo es un nombre propio. Se supone que mediante este nombre nos referimos a una persona determinada, a una entidad concreta y singular cuyo nombre es Hugo. De la entidad concreta y singular, o de la persona, cuyo nombre es Hugo podemos decir que es un hombre, que es alto, que es pelirrojo. Los trminos hombre, alto, pelirrojo son usados para calificar a Hugo. Son nombres comunes usados no para nombrar a una entidad singular, sino de un modo universal. Hombre, alto, pelirrojo son nombres llamados universales.Tradicionalmente, los universales fueron llamados nociones genricas, ideas y entidades abstractas. Otros ejemplos de universales son el len, el tringulo, 4 (el nmero cuatcrito mediante la cifra 4). Ha sido frecuente contraponer los universales a los particulares y estos ltimos han sido equiparados con entidades concretas o singulares.Un problema capital respecto a los universales es el de su status ontolgico. Se trata de determinar qu clase de entidades son los universales, es decir, cul es su forma peculiar de existencia. Aunque, por lo dicho, se trata primordialmente de una cuestin ontolgica, ha tenido importantes implicaciones y ramificaciones en otras disciplinas: la lgica, la teora del conocimiento y hasta la teologa. La cuestin ha sido planteada con frecuencia en la historia de la filosofa, especialmente desde Platn y Aristteles, pero como fue discutida muy intensamente durante la Edad Media suele colocarse en ella el origen explcito de la llamada cuestin de los universales.Que sea durante la Edad Media cuando este problema fue debatido con mayor intensidad se debe a que de su solucin dependa la determinacin del fundamento ontolgico del hombre individual, de capital importancia para la teologa y la mentalidad religiosa de la poca. Pues, junto con la filosofa griega, que concibe el pensar la esencia de las cosas en relaciones generales, la doctrina medieval hereda la metafsica neoplatnica, que equipara los grados de la generalidad lgica con las diversas intensidades axiolgicas del ser: Dios es lo absolutamente universal y, por consiguiente, lo absolutamente real. Pero entonces se plantea el problema de si el individuo (lo opuesto a lo general) es real o qu clase de realidad le compete.La cuestin surgi con particular agudeza desde el instante en que se consider como un problema capital el planteado en la traduccin que hizo Boecio de la Isagoge de Porfirio. El filsofo neoplatnico escribi lo siguiente: Como es necesario, Crisaoro, para comprender la doctrina de las categoras de Aristteles, saber lo que es el gnero, la diferencia, la especie, lo propio y el accidente, y como este conocimiento es til para la definicin y, en general, para todo lo que se refiere a la divisin y la demostracin, cuya doctrina es muy provechosa, intentar en un compendio y a modo de instruccin resumir lo que nuestros antecesores han dicho al respecto, abstenindome de cuestiones demasiado profundas y aun detenindome poco en las ms simples. No intentar enunciar si los gneros y las especies existen por s mismos o en la nuda inteligencia, ni, en el caso de subsistir, si son corporales o incorporales, ni si existen separados de los objetos sensibles o en estos objetos, formando parte de los mismos. Este problema es excesivo y requerira indagaciones ms amplias. Me limitar a indicar lo ms plausible que los antiguos y, sobre todo, los peripatticos han dicho razonablemente sobre este punto y los anteriores (Isagoge, I, 16). Boecio se refiere a estas palabras de Porfirio y las comenta en la llamada Secunda editio de sus comentarios a las Categoras: Commentarii in librum Aristotelis PERI ERMHNEIAS, Libro I).El problema puede plantearse del siguiente modo: Aunque lo que vemos y lo que tocamos son cosas particulares, cuando pensamos esas cosas no podemos por menos de utilizar ideas y palabras generales, como cuando decimos, ese objeto particular que veo es un rbol, un olmo, para ser ms preciso. Semejante juicio afirma de un objeto particular que es de una determinada clase, que pertenece al gnero rbol y a la especie olmo; pero est claro que puede haber muchos objetos, aparte del que realmente percibimos ahora, a los que pueden ser aplicados los mismos trminos, que pueden ser subsumidos bajo las mismas ideas. En otras palabras, los objetos exteriores a la mente son individuales, mientras que los conceptos son generales, de carcter universal, en el sentido de que se aplican indistintamente a una multitud de individuos. Pero, si los objetos extramentales son particulares y los conceptos humanos son universales, est clara la importancia que tiene el descubrir la relacin entre aqullos y stos. Si el hecho de que los objetos subsistentes son individuales y los conceptos son generales significa que los conceptos universales no tienen fundamento en la realidad extramental, si la universalidad de los conceptos significa que stos son meras ideas, entonces se crea una brecha entre el pensamiento y los objetos, y nuestro conocimiento, en la medida en que ste se expresa en conceptos y juicios universales, es cuando menos, de dudosa validez. El cientfico expresa su conocimiento en trminos abstractos y universales, y si esos trminos no tienen fundamento en la realidad extramental, su ciencia es una construccin arbitraria, que no tiene relacin alguna con la realidad. Pero en la medida en que los juicios humanos son de carcter universal, o comprenden conceptos universales, el problema ha de extenderse al conocimiento humano en general, y si la cuestin relativa a la existencia de fundamento universal de un concepto universal es contestada negativamente, el resultado debe ser el escepticismo.El problema puede plantearse de varias maneras. Puede plantearse, por ejemplo, de esta forma: Qu es lo que corresponde, si hay algo que corresponda, en la realidad extramental, a los conceptos universales que se dan en la mente?. Ese modo de abordar el problema puede llamarse el ontolgico, y fue en esa forma como los primeros medievales discutieron la cuestin. Puede tambin preguntarse cmo se forman nuestros conceptos universales. sa es la manera psicolgica de abordar el problema. Si suponemos una solucin conceptualista, se puede preguntar cmo es que el conocimiento cientfico, que es un hecho para todos los fines prcticos, es posible; pero sea cual sea la forma que adopte el modo como se plantee, el problema es de una importancia fundamental pues tiene relacin con el problema del conocimiento humano, si ste es posible y, caso de ser posible si puede ser de tipo objetivo o necesariamente habr de ser un conocimiento de tipo subjetivo.2. El realismoNombre que se da por lo comn al realismo extremo. Segn el mismo, los universales existen realmente; su existencia es, adems, previa y anterior a la de las cosas o, segn la frmula tradicional, universalia ante rem. Si as no ocurriera, arguyen los defensores de esta posicin, sera imposible entender ninguna de las cosas particulares. En efecto, estas cosas particulares estn fundadas (metafsicamente) en los universales. El modo de fundamentacin es muy discutido.El primer autor que adopt una teora realista de los universales fue Platn; el realismo ha sido por ello llamado a veces realismo platnico o platonismo. Sin embargo, la doctrina platnica es compleja y no puede simplemente identificarse con una posicin realista y menos todava con el realismo absoluto o exagerado. Se atribuye a Aristteles una posicin realista moderada que coincide en gran parte con el conceptualismo, pero aqu tambin debe tenerse en cuenta que se trata de una simplificacin y en buena medida de una cierta interpretacin de la posicin aristotlica. El realismo agustiniano tiene mucho de platnico, hasta el punto de que ha calificado con frecuencia de realismo platnico-agustiniano; su caracterstica principal consiste en que sita, por as decirlo, los universales (o ideas) en la mente divina en vez de considerarlos como existiendo en un mundo supraceleste o inteligible. Realista en sentido muy prximo al agustiniano fue en la Edad Media San Anselmo y realista extremo suele considerarse a Guillermo de Champeaux. Sin embargo, este ltimo mantuvo una teora que puede calificarse asimismo de realismo emprico. Segn el mismo, los universales no existen por s fuera de los individuos ni fuera de la mente divina, sino que existen en los mismos individuos fuera de toda consideracin mental de ellos.Pedro Abelardo manifest que los entes universales pueden entenderse de dos maneras. Una de ellas es la que los concibe essentialiter o en su esencia; la otra, la que los concibe indifferentero por no-diferencia. En el primer caso, la diferencia se une al gnero para formar la especie, al modo como una forma se une a una materia. Las formas son en este caso accidentes que se unen a la materia genrica, dispuesta a recibirlos. En el segundo caso lo universal no lo es en su esencia, sino en su indiferencia. Como la universalidad consiste entonces en la mera no distincin de las cosas singulares, resulta que las especies pueden ser definidas como la indiferencia de los individuos. A la vez la ltima concepcin puede entenderse de dos modos. O se considera la especie en extensin, y entonces todos los individuos convienen juntamente, o se considera en comprensin (intencin), y entonces se concibe cada individuo en tanto que conviene con los dems. Si lo primero, todos los individuos juntos no forman la especie. Si lo segundo, ningn individuo es la especie.2.4 El realismo moderadoLos universales existen realmente, si bien solamente en tanto que formas de las cosas particulares, es decir, teniendo su fundamento en la cosa: universalia in re. Los realistas moderados no pueden no negar que hay universales en Dios en tanto que arquetipos de las cosas, por lo que es frecuente hallar el realismo moderado mezclado con el llamado realismo agustiniano.Las ideas de Abelardo prepararon el camino para el realismo moderado, el cual aspiraba a encontrar un punto medio entre el realismo extremo y el extremo nominalismo. El realismo moderado es la posicin segn la cual el universal no est fuera de la mente, como si fuera una cosa entre otras, pero no est tampoco en la mente, como si fuese slo un proceso psquico. El universal est fuera de la mente, pero slo como res concepta, cosa concebida, y est en la mente, pero slo como conceptio mentis, concepcin mental, esto es, concepto. Aunque no fuera de la mente, el universal tiene un fundamentum in re, est fundado en la cosa o en la realidad, ya que de no ser as sera mera posicin de lago o mera imaginacin. El problema que se debate aqu es el del cter separado de los universales. Siguiendo la posicin del realismo moderado, Sto. Toms ha expresado el citado carcter como sigue: Las palabras universal abstracto significan dos cosas: la naturaleza de una cosa y su abstraccin o universalidad. Por tanto, la naturaleza misma a la que le ocurre o ser entendida, o ser abstrada o la intencin de universalidad no existe salvo en las cosas singulares, pero el ser entendido o el ser abstrado o la intencin de universalidad [el ser considerado como universal] estn en el intelecto (Suma teolgica, I, q. LXXXV, a 2, ad. 2).2.3 Filosofa medieval2.3.1 San AgustnEl grado ms bajo de conocimiento es, para Agustn, el conocimiento sensible, dependiente de la sensacin, la cual es considerada por Agustn como un acto del alma que utiliza los rganos de los sentidos como instrumentos suyos. El alma anima a todo el cuerpo, pero cuando incrementa o intensifica su actividad en una parte determinada, es decir, en un particular rgano sensitivo, ejerce el poder de sensacin. La consecuencia que parece seguirse de esta teora es que cualquier deficiencia en el conocimiento sensible debe proceder de la mutabilidad del instrumento de la sensacin, el rgano sensitivo, y el objeto de la sensacin. El alma racional del hombre pone en ejercicio verdadero conocimiento y alcanza verdadera certeza cuando contempla verdades eternas en s misma y a travs de s misma: cuando se vuelve hacia el mundo material y hace uso de instrumentos corporales no puede alcanzar verdadero conocimiento. Agustn supona, como Platn, que los objetos de verdadero conocimiento son inmutables, de lo que se sigue que el conocimiento de objetos mutables no es verdadero conocimiento.Los brutos pueden tener sensacin de las cosas corpreas, y recordarlas, y perseguir lo til y evitar lo nocivo; pero no pueden confiar cosas a la memoria deliberadamente, ni recordarlas a voluntad, ni ejecutar ninguna otra operacin que requiera el uso de la razn; as pues, por lo que hace al conocimiento sensible, el conocimiento humano es esencialmente superior al del bruto. Adems, el hombre es capaz de formar juicios racionales a propsito de cosas corpreas, y percibirlas como aproximaciones a sus modelos eternos. Por ejemplo, si un hombre juzga que un objeto es ms bello que otro, su juicio comparativo (si suponemos el carcter objetivo de lo bello implica una referencia a un modelo eterno de belleza, y un juicio de que esta o aquella lnea es ms o menos recta, implica una referencia a la recta ideal. Tales juicios comparativos suponen una referencia a ideas. Es parte de la razn superior el juzgar de esas cosas corpreas segn consideraciones incorpreas y eternas, las cuales, si no estuviesen por encima de la mente humana, no seran inmutables.2.3.2 BoecioEl creador del problema de los universales fue Platn, Aristteles su continuador y posteriormente en la Edad Media San Agustn lo volvi a poner en la palestra, pero quien lo puso de moda fue Boecio el cual, en su Comentario a la Isagoge de Porfirio, cita un pasaje de este autor en el sentido de que por el momento no entra en la cuestin de si los gneros y las especies son entidades subsistentes o si consisten slo en conceptos; y, en el caso de que subsistan, si son materiales o inmateriales y, finalmente, si estn o no separados de los objetos sensibles, materias todas que, segn Porfirio, no pueden tratarse en una introduccin. Pero Boecio, por su cuenta, procede a tratar la cuestin indicando que hay dos modos en los cuales una idea puede formarse de tal manera que su contenido no se encuentra en objetos extramentales precisamente tal y como existe en la idea. Por ejemplo, podemos unir arbitrariamente hombre y caballo para formar la idea de centauro, combinando objetos que la naturaleza no permite que se combinen en una unidad, y tales ideas arbitrariamente construidas son falsas. Por el contrario, si nos formamos la idea de una lnea, es decir, una mera lnea tal como la considera el gemetra, entonces, aunque sea verdad que no existe una mera lnea, por s misma, en la realidad extramental, la idea no es falsa, puesto que en los cuerpos se dan lneas, y todo lo que hemos hecho es aislar la lnea y considerarla en la abstraccin. La composicin produce una idea falsa, mientras que la abstraccin produce una idea que es verdadera, aunque la cosa concebida no exista extramentalmente en estado de abstraccin o separacin.Ahora bien, los gneros y las especies son ideas del segundo tipo, formadas mediante la abstraccin. La semejanza de humanidad se abstrae de los hombres individuales, y esa semejanza, considerada por la mente, es la idea de la especie, mientras que la idea del gnero se forma mediante la consideracin de la semejanza entre diversas especies. En consecuencia, los gneros y las especies estn en los individuos, pero, en tanto que pensados, son universales. Subsisten en las cosas sensibles, pero son entendidos sin los cuerpos. Extramentalmente no hay sino un sujeto para los gneros y las especies, a saber, el individuo, pero eso no impide el que sean considerados por separado ms de lo que el hecho de que una misma lnea sea a la vez convexa y cncava impide que tengamos ideas diversas de la concavidad y la convexidad y las definamos diferentemente.2.3.3 Remigio de AuxerreSi alguien trata de sostener que blanco y negro existen absolutamente y sin una substancia a la que adhieran, no podr indicar ninguna realidad correspondiente, sino que habr de referirse a un hombre blanco o a un caballo negro. Los nombres generales no tienen objetos generales o universales que les correspondan; sus nicos objetos son individuos. Cmo surgen, entonces, los conceptos universales, y cul es su funcin y su relacin con la realidad? Ni el entendimiento ni la memoria pueden captar todos los individuos, y de este modo la mente rene la multitud de los individuos y forma la idea de la especie, por ejemplo, hombre, caballo, len. Pero las especies animales y plantas son a su vez demasiadas para ser juntamente comprendidas por la mente y sta rene entonces las especies para formar el gnero. Hay, sin embargo, muchos gneros, y la mente da un paso ms en el proceso de coarctatio, formando el concepto, an ms amplio y extenso, de usa.2.3.4 Guillermo de ChampeauxEl universal es una cosa, esencialmente la misma, que se presenta a la vez en todos los individuos; si se privara a estos ltimos de sus accidentes o formas, desaparecera cualquier diferencia entre las cosas y quedaran reducidas a su materia universal. Ahora bien, si eso es as, dice Abelardo, hay una misma substancia en Platn en un lugar y en Scrates en otro lugar, y Platn est constituido por un equipo de accidentes y Scrates por otro. Si la especie humana est substancialmente, y, por lo tanto, totalmente, presente al mismo tiempo tanto en Scrates como en Platn, entonces Scrates debe ser Platn, y debe estar presente en dos lugares al mismo tiempo.Presionado por este tipo de crtica, Guillermo transform su teora, abandon la teora de la identidad en favor de la teora de la indiferencia: entre dos hombres, Pedro y Pablo, la humanidad no es idntica, sino semejante, es decir, no diferente: los individuos de una misma especie participan de un mismo estado.2.3.5 Bernardo de ChartresLos gneros y las especies son ideas. Define la idea como un modelo eterno de lo que es producido naturalmente. Entendidos de este modo, los universales no se hallan sometidos a la corrupcin ni al movimiento, como las cosas singulares: de ellos puede decirse que son realmente, ya que las cosas que no aumentan ni disminuyen se dice que son. Por eso las cantidades, las cualidades, relaciones, etc., que se encuentran en los cuerpos, parecen cambiar, pero permanecen inmutables en su naturaleza; del mismo modo, los individuos pasan, las especies permanecen. Se puede decir, adems, que las ideas son formas ejemplares, razones primeras de las cosas, estables y perpetuas: el mundo corporal podra perecer todo entero, pero ellas no se terminaran; constituyen el nmero de todas las cosas, de tal forma que si todo lo que es temporal desapareciera, el nmero de cosas no aumentara ni disminuira.