El Proceso Contencioso Administrativo en Materia Tributaria
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1. EL PROCESO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO EN MATERIA TRIBUTARIA
El proceso contencioso administrativo surge por la necesidad de que los actos
y decisiones expedidos por la Administración Pública puedan ser objeto de
control ante el Poder Judicial, debido a que versan sobre derechos
fundamentales de las personas.
Es este proceso el principal camino que se tiene frente a un acto
administrativo que vulnera derechos o que aplica incorrectamente la ley ( o
que no la aplica), por lo que el Poder Judicial debe procurar admitir el mayor
número de casos y, respecto de ellos, se emita una decisión de fondo que
resuelva en definitiva la controversia.
La importancia del contencioso administrativo ha sido reconocida, desde hace
mucho tiempo, por las diversas constituciones que rigieron nuestro país. En
algunos casos la regulación de la acción contenciosa administrativa se
encontraba dispersa y en otros estaba sometida a las reglas del proceso civil y
de otros procesos especiales (laboral, previsional, etc.).
Es con la Ley N° 27584 (publicada en el 2001 y entrada en vigencia en el
2002) que el proceso contencioso administrativo asume sus propias reglas, el
cual tiene principios procesales propios e individuales.
Una de las principales características que señala esta Ley sobre el contencioso
administrativo es que es un proceso de PLENA JURISDICCIÓN, en el cual no
solo se puede discutir la nulidad del acto impugnado, sino además puede
solicitarse el reconocimiento o restablecimiento del derecho o interés
jurídicamente tutelado.
Tiene como misión fundamental, el control jurídico por el Poder Judicial de las
actuaciones de la administración pública sujetas al derecho administrativo y la
efectiva tutela de los derechos e intereses de los administrados.
Si bien es cierto que se ha avanzado mucho en cuanto a la utilización más
efectiva y eficiente del proceso contencioso administrativo, este muchas veces
se ve transgredido por diversas normas como es el caso del Decreto
1Legislativo N° 1067 (28.06.2008) que introduce diversas modificaciones al
texto original de la Ley. Todos los cambios han sido compilados en el Texto
Único Ordenado de la Ley (en adelante TUO-LPCA), aprobado por Decreto
Supremo N°013-2008-JUS, publicado el 29.08.2008. Es por ello que falta
seguir mejorando no sólo en términos normativos sino aplicativos, lo cual
exigirá a todos los operadores del Derecho que sepamos reconocer que
cuando estemos transitando en este tipo de procesos, debemos sujetarnos
preferentemente a sus propias reglas, y de no ser suficientes, tomar prestadas
otras que sean compatibles con su especial naturaleza.
2. ANTECEDENTES LEGISLATIVOS Y ACTUAL REGULACIÓN LEGAL DEL PROCESO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, CON ESPECIAL ÉNFASIS EN MATERIA TRIBUTARIA
En orden cronológico y de modo sucinto la evolución de las normas que han
regido el proceso contencioso administrativo en nuestro país es el siguiente:
1 VILELA PROAÑO, José L. Tratado de Derecho Procesal Tributario, Capitulo X: El proceso contencioso Administrativo en materia Tributaria. Editorial Pacífico. Lima, 2011, pág. 912.
2
El artículo 130° de la Constitución Política del Perú de 1867° establecía: “La
Ley determinará la organización de los Tribunales contenciosos-
administrativos, y lo relativo al nombramiento de sus miembros”.
El Decreto Ley N° 14605, de 1963, Ley Orgánica del Poder Judicial, en sus
artículos 11° y 12°, estableció que los jueces no admitirán la impugnación
de resoluciones administrativas de carácter particular que hayan dictado
las autoridades competentes sino después de agotados los recursos
jerárquicos expresamente preestablecidos y a instancia de parte
interesada. Se precisó que hay acción ante el Poder Judicial contra todos
los actos de la Administración Pública que constituyan despojo,
desconocimiento o violación de los derechos que reconocen la constitución
y las leyes.
El Primer Código Tributario (1966) reguló los recursos administrativos en
materia tributaria en el Libro Tercero bajo la denominación de “Las
Reclamaciones y los Recursos” y reguló al proceso contencioso
administrativo como: “Procedimiento ante el Poder Judicial”.
El Artículo 240° de la Constitución de 1979 rezaba: “Las acciones
contencioso-administrativas se interponen contra cualquier acto o
resolución de la administración que causa estado.
La Constitución Política del Perú de 1993, en su artículo 148° establece:
“Las resoluciones administrativas que causan estado son susceptibles de
impugnación mediante la acción contenciosa-administrativa”.
Si bien es cierto que a través de las normas mencionadas hasta aquí, se
consagró el proceso contencioso administrativo como tal e impedían que el
3
legislador aprobara normas que restrinjan el derecho de los particulares de
cuestionar ante el Poder Judicial las decisiones administrativas que los
afecten; no se desarrollaron normas procesales específicas que permitieran
su mayor utilización.
LEY N° 27584
Como se busca poner énfasis en el proceso contencioso administrativo
referido al tema tributario, nos corresponde analizar lo dispuesto en el Título
IV “Demanda Contencioso Administrativa ante el Poder Judicial” (artículos
157° y 158° del Texto Único Ordenado del Código Tributario, en adelante
TUO-CT)
El artículo 157° del TUO-CT, prescribe:
“La resolución del Tribunal Fiscal agota la vía administrativa. Dicha
resolución podrá impugnarse mediante el proceso contencioso
administrativo, el cual se regirá por las normas contenidas en el
presente Código y, supletoriamente, por la Ley N° 27584, Ley que
regula el proceso contencioso administrativo.
La demanda podrá ser presentada por el deudor tributario ante la Sala
Contenciosa Administrativa de la Corte Superior respectiva, dentro del
término de tres (3) meses computados a partir del día siguiente de
efectuada la notificación de la resolución, debiendo contener peticiones
concretas.
4
La presentación de la demanda no interrumpe la ejecución de los actos
o resoluciones de la Administración Tributaria.
La Administración Tributaria no tiene legitimidad para obrar activa. De
modo excepcional, la Administración Tributaria podrá impugnar la
resolución del Tribunal Fiscal que agota la vía administrativa, mediante
el proceso contencioso administrativo, en los casos en que la resolución
del Tribunal Fiscal incurra en alguna de las causales de nulidad
previstas en el artículo 10° de la Ley N° 27444, Ley del Procedimiento
Administrativo General.
El artículo 158° del TUO-CT, prescribe:
“Para la admisión de la Demanda Contencioso-Administrativa, será
indispensable que esta sea presentada dentro del plazo señalado en el
artículo anterior.
El órgano jurisdiccional, al admitir a trámite la demanda, requerirá al
Tribunal fiscal o a la Administración Tributaria, de ser el caso, para que
le remita el expediente administrativo en un plazo de treinta (30) días
hábiles de notificado”.
Como se aprecia, saltan a la vista las diferencias entre el TUO-LPCA y
el TUO-CT, entre ellas:
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El órgano competente, que luego de la modificatoria introducida por
la Ley N° 29364, corresponde al Juez de Primera Instancia y no a la
Corte Superior, sin embargo, nos atenemos al texto del TUO-CT, de
aplicación preferente, en donde la demanda en materia tributaria
debería ser presentada ante la Corte Superior.
Los plazos, en ambas normas se establecen plazos distintos para la
interposición de las demandas contenciosas administrativas en
materia tributaria, lo cual es importante porque el plazo es de
caducidad.
Se exige que la demanda que interponga la Administración contra lo
resuelto por el Tribunal Fiscal se sustente en alguna de las causales
del artículo 10° de la Ley N° 27444, lo que no se exige en el TUO de
la Ley N° 27584.
El plazo para requerir el expediente administrativo a la
Administración Tributaria en más largo en el TUO-CT.
Es por eso que mediante este informe se buscará absolver estas diferencias
que suelen confundir a los operadores del derecho en este campo, señalando
que es necesario que el proceso contencioso administrativo en lo tributario se
acoja a sus propias normas.
3. FINALIDAD DEL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
La finalidad del proceso contencioso administrativo sustancial es el control de
la constitucionalidad y de la legalidad en la actuación administrativa, brindando
6
una efectiva tutela a las situaciones jurídicas que pudieran haberse visto
afectadas o en inminente amenaza que ocurra esto. 2
En cuanto a la Ley N° 27584, Ley del Proceso Contencioso Administrativo, en
su artículo 1° establece que la acción contenciosa administrativa tiene por
finalidad el control jurídico por el Poder judicial de la Administración Pública
sujeta al derecho administrativo y a la efectiva tutela de los derechos e
intereses de los administrados.
4. EL RÉGIMEN DEL PROCESO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO EN MATERIA TRIBUTARIA
Las principales normas que regulan el proceso contencioso administrativo en
materia tributaria son las siguientes:
1. El libro Tercero, Título IV del Texto Único Ordenado del Código
Tributario, referido a la demanda contencioso Administrativa en el Poder
Judicial, artículos 157° y 158°
2. El TUO-LCPA, que regula el proceso contencioso administrativo.
3. El Código Procesal Civil, en forma supletoria a lo regulado en la Ley N°
27584.4
4.1. Pretensiones en el Proceso Contencioso Administrativo
En el proceso contencioso administrativo podrán plantearse pretensiones con
el objeto de obtener lo siguiente:
2 HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. Proceso contencioso Administrativo: Análisis sistemático de la Ley N°27584. Nueva Ley del Proceso Contencioso Administrativo, Gaceta Jurídica, Lima, 2003, págs. 215 y 216.
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1. La declaración de nulidad, total o parcial o ineficacia de los actos
administrativos.
Pretensión procesal de anulación o de nulidad, comúnmente
configurada, lo que se demanda ante el órgano jurisdiccional es
que la Administración ha incurrido en algunas de las causales de
nulidad, para el caso tributario, las establecidas en el presente
Código Tributario, razón por la cual se sostiene que precisamente
en atención a esto, el Poder Judicial se limita a una revisión de
legalidad y no a un conocimiento de plena jurisdicción.
2. El reconocimiento o restablecimiento del derecho o interés jurídicamente
tutelado y la adopción de las medidas o actos necesarios para tales fines
Pretensión de plena jurisdicción, destinada a que se reconozcan
las situaciones jurídicas cuya titularidad corresponde a una
persona, cabe resaltar que la norma ha señalado los supuestos
para el inicio, los cuales representan la tutela de un derecho
subjetivo o de un interés legítimo, entendiendo la facultad de
obrar del titular teniendo como móvil el interés propio.
3. La declaración contraria a derecho y el cese de una actuación material
que no se sustenta en acto administrativo.
Planteando específicamente una actuación material ineficaz,
pretendiendo la invalidez del mismo, así como el cese de esta
actuación.
4. Se ordene a la Administración Pública la realización de una determinada
actuación a la que se encuentre obligada por mandato de la ley o en
virtud de acto administrativo firme.
8
Pretensión relacionada a la inactividad de la Administración,
omisión o inercia, y que busca precisamente un pronunciamiento
de ésta. La causal precisada se asemeja a un supuesto que
habilita la interposición de una acción de cumplimiento.
5. La indemnización por el daño causado con alguna actuación
impugnable, siempre y cuando se plantee acumulativamente a alguna de
las pretensiones anteriores.
Conforme al artículo 238° de la Ley N° 27444 (LPGA):
Responsabilidad de la administración pública
238.1 Los administrados tendrán derecho a ser indemnizados por las
entidades de toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos,
salvo en casos de fuerza mayor, siempre que el perjuicio sea consecuencia del
funcionamiento de la administración.
238.2 La declaratoria de nulidad de un acto administrativo en sede
administrativa o por resolución judicial no presupone necesariamente derecho a
la indemnización.
238.3 El daño alegado debe ser efectivo, valuable económicamente e
individualizado con relación a un administrado o grupo de ellos.
238.4 Sólo será indemnizable el perjuicio producido al administrado
proveniente de daños que éste no tenga el deber jurídico de soportar de
acuerdo con la ley.
238.5 La cuantía de la indemnización incluirá los intereses legales y se
calculará con referencia al día en que el perjuicio se produjo.
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De otro lado, con relación a las pretensiones que se pueden instar en el
proceso contencioso administrativo, se ha establecido según el artículo 6° de la
Ley N°27444 (LPGA), que estas pueden acumularse siempre y cuando se
cumpla con los siguientes requisitos:
a) Sean de competencia del mismo órgano jurisdiccional
b) No sean contrarias entre si, salvo que sean propuestas en la forma
subordinada o alternativa.
c) Pueden tramitarse en una misma vía procedimental
d) Existe conexidad entre ellas, por referirse a la misma actuación
impugnable.
No obstante en el ámbito tributario conforme al artículo 157° del TUO Código
Tributario, la materia de controversia es un acto devenido de un procedimiento
administrativo, en este caso el Tribunal Fiscal con su pronunciamiento agota la
vía Administrativa, concluyendo generalmente en una pretensión del
contencioso administrativo en materia tributaria, en la cual normalmente se
puede observar la existencia de nulidad, puesto que lo que en buena cuenta se
pretende es la declaración de esta nulidad o de la invalidez del acto
administrativo. Básicamente el órgano jurisdiccional tendrá que analizar si el
acto emanado de la Administración fue emitido válidamente como
consecuencia del procedimiento que se hubiera seguido en instancia
administrativa, para ello corresponde efectuar una confrontación respecto a las
normas que resultaban aplicables y si estas en realidad fueron aplicadas, con
lo cual podríamos afirmar, que tal como está diseñado nuestro sistema
contencioso administrativo, efectivamente para el caso tributario, nos remite
simplemente una revisión judicial de legalidad.
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El proceso de revisión judicial tiene por objeto, como su nombre
lo indica, revisar la legalidad y cumplimiento de las normas
previstas para el inicio y trámite de un procedimiento.
Como se aprecia, el tema es controvertido respecto a las pretensiones posibles
de ser planteadas en el proceso contencioso administrativo en materia
tributaria, sin embargo, se origina generalmente temas de actuación
impugnable (nulidad). Conviene tener en cuenta además que si bien se pueden
impugnar los actos de la Administración, ello no implica que la decisión
adoptada por esta pueda ser tan fácilmente cambiada, es decir, ya no
hablamos de una mera declaración de nulidad y reenvío para que la
Administración se vuelva a pronunciar, sino de la posibilidad de que el órgano
jurisdiccional pueda pronunciarse en definitiva y emita una decisión sobre el
tema de fondo. No olvidemos que la Administración para la emisión de una
decisión pasa previamente por un procedimiento que le sirve de base para la
formación de la decisión, aspecto que muchas veces podría decirse no ocurre
de igual manera en una instancia judicial; pues allí no se podrían confrontar o
verificar aspectos técnicos, propios de las funciones de recaudación y
verificación de las obligaciones tributarias, con lo cual no podemos aceptar que
el Poder Judicial pueda pronunciarse en todos los casos y sustituir la decisión
de la Administración, siendo la regla en todo caso, que si verifica un supuesto
de nulidad, la debe declarar y enviar lo resuelto a efecto que en la
implementación de su mandato se proceda nuevamente con las garantías y
demás acciones que permitan una formación válida del acto, en determinado
sentido respecto de lo alegado por el contribuyente.
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5. PRESUPUESTOS PARA EL INICIO DEL PROCESO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
5.1. Plazo para instar el proceso: plazo de caducidad
En materia tributaria, conforme a lo establecido por el artículo 157° del TUO
Código Tributario:
- Artículo 157º.- DEMANDA CONTENCIOSO ADMINISTRATIVA
La resolución del Tribunal Fiscal agota la vía administrativa. Dicha resolución
podrá impugnarse mediante el Proceso Contencioso Administrativo, el cual se
regirá por las normas contenidas en el presente Código y, supletoriamente, por
la Ley Nº 27584, Ley que regula el Proceso Contencioso Administrativo.
La demanda podrá ser presentada por el deudor tributario ante la autoridad
judicial competente, dentro del término de tres (3) meses computados a partir
del día siguiente de efectuada la notificación de la resolución debiendo
contener peticiones concretas.
Es importante aclarar que si bien en el proceso contencioso administrativo
rigen principios especiales, dada la singular naturaleza e lo que se discute,
resulta de aplicación el principio de iniciativa de parte, por ello si el particular o
eventualmente la propia administración deja transcurrir el plazo previsto para
interponer la demanda, irremediablemente habrá perdido la oportunidad de
cuestionar el acto administrativo que a su entender lesiona sus derechos
fundamentales.3
3 GONZALES PÉREZ, Jesús. Manual de Derecho Procesal Administrativo, 2da ed., México, 1992. Página 359
12
En este extremo resulta de vital importancia acotar lo siguiente: ¿Qué
sucedería si el contribuyente solicita una copia certificada de la resolución
emitida por el Tribunal Fiscal, aún cuando no se le ha notificado el tenor de
dicha resolución? Consideramos, que dado el objeto de la notificación es poner
en conocimiento del interesado, sobre el contenido de la resolución que
resuelve la petición formulada y sobre los argumentos que han servido a la
Administración para aceptar o rechazar el recurso, el contribuyente debería
computar el plazo de 3 meses desde que tuvo conocimiento de la resolución.
Este podría ser un tema muy discutible debido a que se argumentaría que el
lapso de tiempo deba considerarse desde la notificación al deudor tributario y
no su conocimiento a través de su propia diligencia, lo cual no debería ser4
atendido, pues si bien el contribuyente pone un especial cuidado al efectuar el
seguimiento a su procedimiento, ello no lo puede poner en una situación de
ventaja respecto a los demás contribuyentes para quienes solo contaría el
plazo ordinario de 3 meses.
Pues bien, el plazo para demandar ante el órgano jurisdiccional es el
establecido en la norma tributaria, y que comienza a correr desde que se
considera legalmente efectuada la notificación del acto, conforme al código
tributario y que cause estado, en ese caso, la resolución del Tribunal Fiscal.
Es decir que si no se interpone la demanda dentro del plazo de 3 meses,
veríamos que ha operado la caducidad, que no es sino la pérdida del derecho a
entablar una demanda o proseguir la iniciada en virtud de no haberse ejercido
la acción procesal dentro del plazo establecido por ley, por ello se da la
extinción del derecho y de la acción correspondiente. Los plazos de caducidad 4 HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. Proceso Contencioso Administrativo: Análisis sistemático de la ley N°27584. Gaceta Jurídica. Lima, 2003. Pág.229
13
están establecidos en la ley y no admiten interrupción ni suspensión. Por ello
resulta importante señalar que el plazo para iniciar el proceso es el primer paso
importante que debe dar todo aquel administrado e incluso la propia
Administración en caso pretenda recurrir ante la vía judicial, aquel acto que
vulnere sus intereses de acuerdo al artículo 157° del Código Tributario.
5.2. La resolución administrativa debe haber causado estado o en términos prácticos, que se haya agotado la vía administrativa
Causar estado supondría haber agotado los recursos administrativos
admisibles por tanto las puertas del procedimiento contencioso administrativo
ante el órgano judicial quedaban abiertas desde el momento en que no era
posible la impugnación vía administrativa. La exigencia de que la resolución
impugnada en la vía contencioso administrativa cause estado implica que no
sea susceptible de ulterior recurso ordinario en la vía administrativa.
Es el caso, que el proceso contencioso administrativo peruano exige el
agotamiento de la vía administrativa en aso que el administrado optara por
acudir al Poder Judicial, vale decir que podrá ser objeto de impugnación las
resoluciones del Tribunal Fiscal que contengan una decisión definitiva e
irrevisable.
En materia tributaria, nuestro sistema ha previsto en el artículo 157° del TUO-
CT, que la resolución del Tribunal Fiscal agota la vía administrativa, sin
embargo, como lo viene declarando la Corte Suprema, no toda resolución del
Tribunal Fiscal es susceptible de ser impugnada mediante el proceso
contencioso administrativo.
14
Debe quedar claro que la decisión es tomada en base a un control judicial de
los actos administrativos pues el órgano jurisdiccional es aquella institución que
se adjudica la revisión de constitucionalidad y legalidad. El derecho a impugnar
las decisiones de la Administración confluye con el derecho de acceso a la
jurisdicción cuando no existan vías propias dentro del propio procedimiento
administrativo o cuando estas se hayan agotado y causado estado en la
decisión final de la administración. Las resoluciones solo serán posibles de ser
impugnadas en cuanto resuelvan cuestiones de fondo.5
En casos concretos como la queja no podríamos afirmar lo mismo, debido a
que no se agota la vía administrativa, no hay un pronunciamiento sobre el
fondo del asunto. A través de este recurso solo se cuestionan defectos en la
tramitación y paralización o infracción de los plazos señalados. Por lo que
conforme a lo señalado en la Corte Suprema nunca contendrán
pronunciamientos respecto al fondo del asunto debido a que a través del
recurso de queja se trataran de corregir defectos que constituyen cuestiones de
forma y que podrían recaer en inadmisibilidad pero que son subsanables, por
tanto no se agotaría la vía previa.
Sabemos de antemano que el Tribunal Fiscal tiene distintos tipos de
resoluciones: revocar, confirmar, anular la resolución apelada, etc. Estas
resoluciones pueden contener un pronunciamiento de fondo (esto es, que
resuelve el asunto principal) o simplemente limitarse a resolver el incidente.
Consideramos que el agotamiento de la vía administrativa se produce cuando
no se puede discutir mas el tema controvertido en sede administrativa, así se
5 VILELA PROAÑO, José Luis. El Proceso Contencioso Administrativo en Materia Tributaria, editorial San Fernando. Lima, Perú. Pág. 945.
15
trata de una decisión que se produce directamente sobre el fondo del asunto o
con relación a una cuestión distinta. 6
Ahora bien, para poder definir cuáles son los actos que causan estado, es
importante tener presente que conforme al artículo 1.1 de la ley N ° 27444, son
actos administrativos, las declaraciones de las entidades que, en el marco de
normas de derecho público, están destinadas a producir efectos jurídicos sobre
los intereses, obligaciones o derechos de los administrados dentro de una
situación concreta. Es decir, así la declaración de la Administración haya
resuelto o no el tema central de la controversia estaremos frente a un acto
administrativo cuando esta declaración tenga por objeto producir efectos
jurídicos sobre los derechos de los administrados.
A lo anterior, debemos sumar la necesidad de agotar el procedimiento
administrativo previo, para lo cual debemos remitirnos supletoriamente al
artículo 218° (LPAG), toda vez regulado los supuestos de agotamiento de la vía
previa.
Artículo 218- Agotamiento de la vía administrativa
218.1 Los actos administrativos que agotan la vía administrativa podrán ser
impugnados ante el Poder Judicial mediante el proceso contencioso-
administrativo a que se refiere el Artículo 148 de la Constitución Política del
Estado.
218.2 Son actos que agotan la vía administrativa:
a) El acto respecto del cual no proceda legalmente impugnación ante una
autoridad u órgano jerárquicamente superior en la vía administrativa o cuando 6 Ley N° 27444, Ley de Procedimiento Administrativo General
16
se produzca silencio administrativo negativo, salvo que el interesado opte por
interponer recurso de reconsideración, en cuyo caso la resolución que se
expida o el silencio administrativo producido con motivo de dicho recurso
impugnativo agota la vía administrativa.
b) El acto expedido o el silencio administrativo producido con motivo de la
interposición de un recurso de apelación en aquellos casos en que se impugne
el acto de una autoridad u órgano sometido a subordinación jerárquica; o
c) El acto expedido o el silencio administrativo producido con motivo de la
interposición de un recurso de revisión, únicamente en los casos a que se
refiere el Artículo 210 de la presente Ley.
d) El acto que declara de oficio la nulidad o revoca otros actos administrativos
en los casos a que se refieren los Artículos 202 y 203 de esta Ley; o
e) Los actos administrativos de los Tribunales o Consejos Administrativos
regidos por leyes especiales.
6. COMPETENCIA Y SUJETOS DEL PROCESO CONTENCIOSO EN MATERIA TRIBUTARIA
6.1. Competencia
Conforme a lo dispuesto por el artículo 10 del Texto Único Ordenado de la
LPCA, es competente para conocer el proceso contencioso administrativo en
primera instancia, a elección del demandante, el juez en lo contencioso
administrativo del lugar del domicilio del demandado o del lugar donde se
produjo la actuación materia de la demanda o el silencio administrativo. Sobre
esto, la Corte Suprema ha dejado claramente establecido que el artículo 10
17
contiene dos supuestos claramente establecidos: a) el juez del lugar del
domicilio del demandado; y b) el juez del lugar donde se produjo la actuación
materia de la demanda.
Debemos recalcar que la elección del juez competente le corresponde al
demandante, quien es el que elegirá cualquiera de los dos supuestos antes
mencionados.
También, queremos poner en evidencia que hay discrepancia entre lo que
establece el segundo párrafo del artículo 157 del TUO del Código Tributario y lo
dispuesto en el artículo 11 del TUO de la Ley de Procedimiento Contencioso
Administrativo; el primero señala que la demanda podrá ser presentada por el
deudor tributario ante la Sala Contencioso Administrativa de la Corte Superior
respectiva, mientras que la segunda norma legal estipula que son competentes
para conocer el proceso contencioso administrativo el juez especializado y la
Sala Especializada en lo Contencioso Administrativo, en primer y segundo
grado, respectivamente.
No obstante esta discrepancia, en la realidad, las demandas contencioso-
administrativas en materia tributaria vienen siendo presentadas ante los
Juzgados de Primera Instancia, esto significa que a pesar del texto expreso de
la ley, la supremacía de las normas sobre la competencia de los órganos
jurisdiccionales viene dada por las normas específicas que regulan la materia.
6.2. Legitimidad para obrar
18
En este tipo de procesos, tiene legitimidad para obrar activa aquel sujeto quien
a consecuencia de su participación en un procedimiento administrativo como
administrado, sea el titular de una situación establecida en las normas que
haya sido vulnerada o venga siendo amenazada por la actuación administrativa
impugnada en el proceso.
No es sorpresa alguna que, por ejemplo, sea el contribuyente quien
generalmente recurra al órgano jurisdiccional cuestionando la decisión del
Tribunal Fiscal, encontrándose facultado y legitimado para hacerlo. Sin
embargo, puede que se dé el caso en que la Administración Tributaria sea la
demandante del proceso judicial (artículo 175 del TUO del Código Tributario).
Ello puede darse en casos de que la resolución del Tribunal Fiscal incurra en
alguna de las causales de nulidad estipuladas en el artículo 10 de la Ley
27444.
Debemos agregar que, según el artículo 154 del TUO del Código Tributario, “en
los casos de resoluciones que establezcan jurisprudencia de observancia
obligatoria7, la Administración Tributaria no podrá interponer Demanda
Contenciosa Administrativa”.
7 Jurisprudencia de observancia obligatoria son aquellas resoluciones del Tribunal Fiscal que interpretan de modo expreso y con carácter general el sentido de normas tributarias, así como las emitidas en virtud del artículo 102° del Código Tributario, siendo de observancia obligatoria para los órganos de la Administración Tributaria, mientras dicha interpretación no sea modificada por el mismo Tribunal, por vía reglamentaria o por ley. En la resolución correspondiente, el Tribunal Fiscal señalará que constituye jurisprudencia de observancia obligatoria y dispondrá la publicación de su texto en el Diario Oficial. (Artículo 154º del Código Tributario). Fuente: Página web del Ministerio de Economía y Finanzas (http://www.mef.gob.pe)
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7. ETAPA POSTULATORIA
7.1. Requisitos de admisibilidad
Según el artículo 22 del TUO de la Ley 27444, son requisitos especiales de
admisibilidad de la demanda el que se adjunte el documento que acredite el
agotamiento de la vía administrativa y que además se acompañe el expediente
de la demanda en el supuesto en que la entidad administrativa demande la
nulidad de sus propios actos.
Tenemos también al artículo 25 de la ley anteriormente mencionada, el cual
contempla que la admisión de la demanda no impide la vigencia ni la ejecución
del acto administrativo, salvo que se dicte medida cautelar o la ley disponga lo
contrario. A la par de esta disposición, contamos también con el TUO del
Código Tributario, en el cual su artículo 157 establece que “la presentación de
la demanda no interrumpe la ejecución de los actos o resoluciones de la
Administración Tributaria”. Todo esto encuentra su sustento en la Ley N.°
27444, cuando éste establece: “todo acto administrativo se considera válido en
tanto su pretendida nulidad no sea declarada por autoridad administrativa o
jurisdiccional, según corresponda.”
7.2. Requisitos de procedibilidad
Según la doctrina, se consideran como requisitos de procedibilidad lo
siguientes supuestos:
a) Que la demanda contenciosa administrativa sea interpuesta contra una
actuación y omisión administrativa impugnable mediante el proceso
20
contencioso administrativo8, como: actos administrativos, silencio
administrativo, actuación material de ejecución y las actuaciones de la
Administración Pública.
b) Que efectivamente se haya producido el agotamiento de la vía de la vida
administrativa.
Es necesario mencionar que en lo que respecta al agotamiento de la vía
administrativa, el acto por el cual se recurre en instancia judicial debe
contener una posición definitiva de la Administración, o sea, debe
producir efectos jurídicos sobre los intereses, obligaciones y derechos
de los administrados dentro de una situación concreta o impedir su
discusión en sede administrativa, es decir, que no haya cabida a seguir
discutiendo la controversia en vía administrativa.
c) Y finalmente, que la demanda se interponga dentro de los plazos
previstos en el artículo 19 de la Ley del Procedimiento Contencioso
Administrativo, los cuales serán contados desde del día siguiente de
notificada la actuación impugnable.
8. AUTO ADMISORIO DE LA DEMANDA
El juez al momento de decidir la admisibilidad de una demanda debe tener
en cuenta que ella es el principal medio que tiene el administrado para
cuestionar una decisión o acto de la Administración, por tal, se recomienda
que el juez debe ampliar la posibilidad de admitir a trámite este tipo de
demandas.
8 OPPE D., JUAN. El Proceso Contencioso Administrativo en Materia Tributaria. Colombia, 2008. Págs. 422 y 423.
21
Entonces, el juzgador, al evaluar la demanda a la luz de los artículos 424 y
425 del Código Procesal Civil, debe tener en cuenta que se encuentra ante
un tipo especial de proceso judicial que, normalmente, se propone contra
una entidad pública. Es por esto que, en el caso de omisión o error al
consignar los datos de demandante o demandado, el juez debe tener en
cuenta que esta información deficientemente consignada puede tomarla del
expediente administrativo, el mismo que puede pedir a las partes, según lo
señala expresamente la norma (artículo 24 de la Ley N.º 27584). Deberá
hacer lo mismo en el caso de imprecisión del petitorio y/o su monto, los
fundamentos de hecho y de derecho, entre otros supuestos, ya que todo
ello ha sido discutido y actuado en el expediente administrativo y con solo
observarlo podrá informarse.
Lo que queremos dar a entender es que dada la especial naturaleza del
proceso contencioso administrativo y que antes de llegar a esta etapa ha
habido una discusión previa, cuando se presente imperfecciones en la
demanda contenciosa administrativa, los aplicadores del derecho deben
tener en cuenta estas características y procurar maximizar el derecho de
acceso a la jurisdicción.
9. FORMAS ESPECIALES DE CONCLUSIÓN DEL PROCESO
Con motivo de la modificación introducida por el Decreto Legislativo N.°
1067, se han incorporado formas especiales de conclusión del proceso, en
los artículos 42 y 43.
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El artículo 42 establece la “conclusión anticipada del proceso”, en el cual s
señala que si la entidad demandada reconoce en vía administrativa la
pretensión del demandante, el juez apreciará tal pronunciamiento y, previo
traslado a la otra parte, con su absolución o sin ella, dictará sentencia, salvo
que el reconocimiento no se haga sobre todas las pretensiones. El
antecedente de esta figura lo tenemos en los artículos 330 y 333 del Código
Procesal civil (allanamiento y reconocimiento de la demanda).
Por otro lado, el artículo 43 consigna la figura –ya conocida– de la
transacción o conciliación: “En cualquier momento del proceso, las partes
podrán transigir o conciliar sobre pretensiones que contengan derechos
disponibles. Si el acuerdo homologado o aprobado es total, producirá la
conclusión del proceso. De ser parcial, el proceso continuará sobre los
aspectos no comprendidos. Para proponer o acceder a la fórmula de
composición, la entidad deberá analizar objetivamente la expectativa de
éxito de su posición jurídica en el proceso.”
10. ACTIVIDAD PROBATORIA EN EL PROCESO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
Debido a que el texto único ordenado del contencioso tributario omite mención
alguna a los medios de prueba que podían presentarse en el proceso
contencioso administrativo tributario, se deberá tener en cuenta lo dispuesto en
el artículo 30 del TUO-LPCA concordado con el artículo 24, que establece que
la actividad que se diese en el proceso contencioso administrativo se limita a
actuaciones recogidas del procedimiento administrativo salvo algunas
excepciones.
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Respecto al particular, nos dice Juan Carlos Oppe Delgado:
Sobre el particular, el código tributario omite toda mención a los medios de
prueba que podrían actuarse en el proceso contencioso-administrativo
tributario, por ello si nos remitimos a lo normado en el artículo 27 de la Ley
N°27584, la actividad probatoria en el proceso se restringe a las actuaciones
recogidas en el procedimiento administrativo, no pudiendo incorporarse al
proceso la probanza de nuevos hechos o no alegados en la etapa prejudicial9.
A pesar de eso existen corrientes que señalan que los jueces deben enjuiciar el
litigio con plenitud de jurisdicción resolviendo las pretensiones de las partes a la
vista de los hechos acreditados en el momento en el que se va a dictar
sentencia, hayan sido probados en el proceso o fuera de él, teniendo en cuenta
que las normas sobre prueba que pudiesen aplicarse en un PA son usadas con
un fin diferente al del as pruebas judiciales.
Ahora, debemos notar que el considerar que las partes son iguales en este
proceso lleva a cuestionar el valor hasta ahora atribuido al expediente
administrativo, partiendo de la base que la prueba posee un carácter
exclusivamente jurisdiccional, pero lo cierto es que la administración se
encuentra en ventaja la ahora de lograr el reconocimiento por el órgano judicial
apoyando la versión de los hechos que este a sustenta. La posibilidad de
admisión de toda clase de pruebas, aunque no se hayan presentado y
diligenciado en el procedimiento administrativo previo y de decretar de oficio la
que el tribunal estime conveniente para lea mejor solución de la contienda.
9 OPPE DELGADO, Juan Carlos. El proceso Contencioso Administrativo en Materia Tributaria, pág. 768. Colombia, 2008.
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Como vemos, existe norma expresa que regula la actuación probatoria y
estando obligado el Juez a aplicar el derecho que corresponda aun cuando no
haya sido invocado por las parte entonces corresponde que se analice si
resulta valida la actuación de cualquier medio probatorio ofrecido por las
partes.
Por ello, en base a la legalidad se debe cumplir con lo señalado por la norma,
así pues para el proceso contencioso administrativo existe una norma
especifica que establece una restricción respecto de los medios probatorios
que pueden actuarse en el citado proceso.
Cabe resaltar que respecto a los lineamientos que la actividad probatoria debe
seguir son delimitados por el artículo 27° (Dispone que la actividad probatoria
se restringirá a las actuaciones recogidas en el procedimiento administrativo,
sin poder incorporarse la probanza de nuevos hechos o no alegado en etapas
prejudicial) en concordancia al artículo 22° (De admitirse la demanda a tramite,
el Juez ordenara a la entidad administrativa que remita el expediente
relacionado con la actuación impugnable).
Cabe resaltar que este proceso tiene como pilar al principio de debito
procedimiento y por lo tanto, los administrados gozan de todos los derechos y
garantías como son:
El derecho a ofrecer y producir pruebas, que consiste en el derecho a
presentar material probatorio y a contradecir aquello que la
administración considere relevante para resolver el asunto, sin
embargo de igual forma el ofrecimiento y actuación se rigen por el
principio de oportunidad.
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El derecho a exponer sus argumentos, que consiste en el derecho a
presentar material probatorio y a contradecir aquello que la
administración considere relevante para resolver el asunto, sin
embargo de igual forma el ofrecimiento y actuación se rigen por el
principio de oportunidad. también denominado el derecho a ser oído,
que se materializa en la Reclamación y en la Apelación
11. MEDIDAS CAUTELARES
Como lo establecen los artículos 38° al 40° del TUO-LPCA, las medidas se
dictaran en la forma que fueren solicitadas o cualquiera otra que se considere
adecuada para lograr la eficacia de la decisión definitiva, siempre que se
cumplan con los siguientes requisitos:
La verosimilitud en el derecho de la pretensión
El requisito de la verosimilitud de la pretensión implica una
certeza del juzgador que la pretensión por la cual se recurre es
verdadera, es decir, basta que exista una apariencia de derecho
para que se otorgue la medida cautelar solicitada. Sin embargo,
deben analizarse en materia tributaria con sumo cuidado la
apariencia del derecho habida cuenta que el acto impugnado
proviene de un procedimiento anterior en donde se debatieron
argumentos, actuado pruebas y donde existe una decisión de la
administración pública, vale decir cosa decidida que ya ha sido
revisado por dos instancias, lo cual dista mucho de una relación
privada o comercial, en donde el fumus boni iuris, puede ser más
visible.
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Por eso, como medios de pruebas importantes en le proceso
cautelar, además de los documentos que tenga a bien presentar
el demandante, se debería exigir las resoluciones administrativas
cuya nulidad se pretende en el proceso principal.
Peligro en la demora
Se deberá analizar en materia tributaria si es que el acto fue
ejecutado o no. No obstante, en el supuesto en que exista peligro
en la demora de la tramitación de la pretensión principal, basta al
juez, a efectos de que garantice al demandante que no se
ejecuten medidas trabadas, que se ordene únicamente la
suspensión de aquellas o su ejecución de modo diferente al
normalmente acostumbrado y no erróneamente, como algunos
consideran, que se eliminen las mismas o se dejen sin efecto; de
esta manera, cautelamos el derecho del demandante y a su vez
no hay perjuicio alguno para la Administración
Se estime que resulta adecuada para garantizar la pretensión
No basta con que exista peligro en la demora y la verosimilitud
del derecho, sino que además la medida debe resultar idónea
para garantizar la eficacia de la pretensión, lo cual se entiende
debe darse en armonía con los bienes jurídicos discutidos en el
proceso.
Se debe tener presente que, la naturaleza de las acciones que
lleva a cabo el ente recaudador en procura de la satisfacción de
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un interés público se deberá ponderar la proporcionalidad entre la
eventual afectación que esta medida podría causar al interés
público o a terceros y el perjuicio que causa al recurrente la
eficacia inmediata de la actuación impugnable.
Contracautela:
La contracautela no es un requisito para conceder la medida
cautelar sino para su ejecución. Su exigencia obedece a la
necesidad de establecer una respuesta a la suspensión del os
principios de bilateralidad y contradicción que caracteriza a la
medida cautelar. Su objetivo consiste en que se garantice el
resarcimiento de los eventuales daños y perjuicios que pueda
sufrir el afectado debido a la ejecución de una medida cautelar
innecesario o maliciosa.
Por ellos, si bien la admisión de la contracautela es decidida por
el juzgador en cuanto a su naturaleza y monto, esta facultad
discrecional no puede estar desvinculada del examen de
determinadas características ni muchos menos como pretexto
para perjudicar a la contraparte.
El artículo 39 del TUO-LPCA establece que para la ejecución de
la medida cautelar el demandante deberá ofrecer contracautela
siempre atendiendo a la naturaleza de la pretensión que se
quiere asegurar.
Oportunidad
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Con lo anteriormente visto, la medida cautelar podrá ser dictada
antes del inicio del proceso o dentro de este siempre que su fin
sea asegurar la decisión definitiva y siempre que:
Se considere verosímil el derecho invocado
Que de los anteriores se considere necesaria la emisión de
una decisión preventiva por constituir peligro de demora
del proceso
Proporcionalidad de la medida cautelar con respecto a la
pretensión
12. MEDIOS IMPUGNATORIOS
La Ley del Proceso Contencioso Administrativo recoge en los Artículos 32°, 33°
y 34°, los recursos que pueden promoverse en el proceso contencioso
administrativo:
En el proceso administrativo proceden los siguientes recursos:
1. El recurso de reposición contra los decretos a fin de que el
Juez los revoque.
2. El recurso de apelación contra las siguientes resoluciones
2.1.Contra las sentencias, excepto las impugnables con
recurso de casación y las excluidas por convenio entre las
partes.
2.2.Contra los autos, excepto los excluidos por ley
3. El recurso de casación contra las siguientes resoluciones:
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3.1.Las sentencias expedidas en revisión por las Cortes
Superiores.
3.2.Los autos expedidos por las Cortes superiores que, en
revisión ponen fin al proceso
4. El recurso de queja contra las resoluciones que declaran
inadmisible e improcedente el recurso de apelación o
casación. También procede contra la resolución que concede
el recurso de apelación con un efecto distinto al solicitado.
Los recursos tienen los mismos requisitos de admisibilidad y procedencia
regulados en el Código Procesal Civil. En caso de que el recurrente no
acompañase a la respectiva o la acompañase en un monto inferior, el Juez o la
Sala deberán conceder un plazo no mayor de dos días para que subsane el
defecto.
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