El Proceso de Independencia

40
El proceso de Independencia. Su pensamiento político. Los enfoques tradicionales han visto a las independencias hispanoamericanas como el estallido de una gradual acumulación de tensiones que desembocarían inexorablemente en la ruptura política. Estos abordajes son propios de la segunda mitad del S XIX. Este esquema clásico interpreta las independencias a partir de 4 factores: los abusos del régimen colonial (impuestos, imposibilidad de representación, etc.); las influencias de la literatura ilustrada francesa; los ejemplos de sociedades oprimidas que se liberan del yugo de la dominación (EEUU y Francia) y las referencias a los precursores, es decir, buscar en el siglo pasado ejemplos de resistencia que se conectaron con la Independencia. Chaunu critíca este abordaje por 3 razones: es prestado, reproduce el modelo de independencia de norteamérica; es demasiado simple en el análisis de la composición social, hablar de la elite criolla deja de lado el 80% restante de la población, y no da cuenta de la variabilidad de espacios y tiempo. Sin embargo rescata dos factores de este modelo: por un lado, el complejo de frustración de los criollos, sobre todo por la falta de posibilidad de participar en las asambleas, que a partir de las reformas borbónicas fueron dominadas por peninsulares; y por otro lado, rescata el hecho de que el pensamiento ilustrado tuvo cierta influencia, pues si bien se recibió en modo desigual, en alguno lugares fue de gran impacto. La historiografía más reciente ha puesto el énfasis en la crisis institucional hispánica producida tras la invasión de los ejércitos napoleónicos, que se desarrolló en 1808 y a partir de las abdicaciones de Bayona. Éstas fueron las renuncias sucesivas de los reyes Carlos IV y su hijo Fernando VII al trono de España en favor de Napoleón Bonaparte. Esta crisis presentó dos factores: uno externo con la invasión Napoleónica y otro interno debido a un proceso de degeneración propio. La metrópoli, incapaz de hacer frente a los desafíos económicos y políticos que la nueva coyuntura le impone, deja en evidencia su fragilidad institucional, las dificultades para ejercer el control efectivo y la desigualdad en las alternativas ofrecidas a Hispanoamérica para que permanezca fiel a España. 1

Transcript of El Proceso de Independencia

Page 1: El Proceso de Independencia

El proceso de Independencia. Su pensamiento político.

Los enfoques tradicionales han visto a las independencias hispanoamericanas como el estallido de una gradual acumulación de tensiones que desembocarían inexorablemente en la ruptura política. Estos abordajes son propios de la segunda mitad del S XIX. Este esquema clásico interpreta las independencias a partir de 4 factores: los abusos del régimen colonial (impuestos, imposibilidad de representación, etc.); las influencias de la literatura ilustrada francesa; los ejemplos de sociedades oprimidas que se liberan del yugo de la dominación (EEUU y Francia) y las referencias a los precursores, es decir, buscar en el siglo pasado ejemplos de resistencia que se conectaron con la Independencia. Chaunu critíca este abordaje por 3 razones: es prestado, reproduce el modelo de independencia de norteamérica; es demasiado simple en el análisis de la composición social, hablar de la elite criolla deja de lado el 80% restante de la población, y no da cuenta de la variabilidad de espacios y tiempo. Sin embargo rescata dos factores de este modelo: por un lado, el complejo de frustración de los criollos, sobre todo por la falta de posibilidad de participar en las asambleas, que a partir de las reformas borbónicas fueron dominadas por peninsulares; y por otro lado, rescata el hecho de que el pensamiento ilustrado tuvo cierta influencia, pues si bien se recibió en modo desigual, en alguno lugares fue de gran impacto.

La historiografía más reciente ha puesto el énfasis en la crisis institucional hispánica producida tras la invasión de los ejércitos napoleónicos, que se desarrolló en 1808 y a partir de las abdicaciones de Bayona. Éstas fueron las renuncias sucesivas de los reyes Carlos IV y su hijo Fernando VII al trono de España en favor de Napoleón Bonaparte. Esta crisis presentó dos factores: uno externo con la invasión Napoleónica y otro interno debido a un proceso de degeneración propio. La metrópoli, incapaz de hacer frente a los desafíos económicos y políticos que la nueva coyuntura le impone, deja en evidencia su fragilidad institucional, las dificultades para ejercer el control efectivo y la desigualdad en las alternativas ofrecidas a Hispanoamérica para que permanezca fiel a España.

El conflicto en la península afectó inmediatamente a América ya que dependía de España todavía. Entre 1808 y 1810 se dio un proceso de formación de juntas, que tuvieron como objetivo reasumir el poder soberano que había quedado vacante frente a la ausencia del rey. El rasgo más llamativo de este momento fue la simultaneidad y similaridad con la cual se produjeron los procesos políticos en Hispanoamérica y España. Se produjo en todos los lugares de América, la misma reacción de lealtad al rey Fernando VII, que se encontraba cautivo por Napoleón. A medida que llegaban las noticias a las provincias americanas, empezaron los levantamientos contra los franceses. Esta reacción es llamativa, por varias razones: no tenía

1

Page 2: El Proceso de Independencia

precedentes y el origen del movimiento fue popular, ya que la mayoría de los integrantes de las elites ya habían aceptado a los franceses. Sin embargo, la formación de juntas en América no es igual en todos lados. La acefalía del poder central es una certeza para la Nueva España desde el principio y contribuye a explicar la reunión de juntas preparatorias para un Congreso de Nueva España. En América del Sur, al contrario, las noticias de las abdicaciones, de los levantamientos, y de la formación de la Junta en Sevilla, que se autocalifica como Suprema de España e Indias, llegan casi al mismo tiempo, lo que impide la formación de juntas.

A partir de esto podemos inferir dos factores de gran importancia. Por un lado, la sociedad americana posee una difusión bastante amplia de las noticias, lo que permite la transmisión al pueblo de la opinión pública. Otra característica que va a ser fundamental en este primer período es la exaltación patriotica que muestran los individuos. El patriotismo estaba basado en valores antiguos como la fidelidad al rey y la defensa de la religión, las constumbres y la patria.

Desde un primer momento se plantea un conflicto: ¿Quién gobierna? y ¿En nombre de quién? A partir de entonces surgen argumentos del tipo pactista. Los vínculos recíprocos que existen entre un rey y el reino no pueden ser rotos unilateralmente. Si el rey desaparece, el poder vuelve a su fuente primera: el pueblo. Este tipo de argumentación, que impone teorías pactistas, implica una ruptura con la teoría absolutista. A partir de entonces la política se abre a todo tipo de actores.

En 1809, nació la Junta Central en España; que resolvía el problema de la unicidad del poder, por lo que fue aceptada tanto por España como por América; pero su legitimidad era precaria, ya que sólo se encontraban en ella representantes españoles; lo que comenzó a generar descontentos en Amércia, al ver que dicha junta obviaba su representación. Sin embargo, se llevó a cabo la convocatoria de Cortes Generales y la elección de diputados que representarían a los territorios hispanoamericanos. Debido a esto, el 22 de enero se dió a conocer un Decreto por el cual se llamó a los americanos a elegir vocales para la Junta Central. A pesar de la convocatoria, este Decreto proclamaba la igualdad de representación que era negada en el mismo momento de su enunciación pues se razonaba en términos de "colonias" y "factorías". La desigualdad se hizo notar con una gran mayoría de diputados españoles contra una precaria minoría en representación americana. Sumado a esto también apareció la idea de una regeneración de la Monarquía ligada al deseo de una reforma social y política que finalice con el despotismo.

La sucesión de los acontecimientos expuestos, terminó con el fidelismo americano para dar inicio a la ruptura con España, la cual caracterizará los años siguientes y finalizará con los deseos de conseguir la Independencia. América sigue la evolución ideológica de la Península y pasa de un patriotismo hispánico unánime y exaltado a una explosión de agravios hacia los peninsulares, que son la causa de

2

Page 3: El Proceso de Independencia

una ruptura que es ya casi irreversible.

En España, se lleva a cabo un debate entre absolutistas ilustrados, constitucionalistas históricos y revolucionario liberales; en la que se discute acerca de la convocatoria de las Cortes, su composición, la manera de deliberar y de votar, y sus poderes. Aprovechando la crisis de la Junta Central que resulta de una serie de fracasos militares, la alianza entre los constitucionalistas históricos y los revolucionarios conduce a un decreto de 1809 según el cual se restablece la representación legal y conocida de la Monarquía en sus antiguas Cortes.

Finalmente, se forma la Corte de Cádiz en 1810, y dos años más tarde se establece una constitución de carácter liberal, que establecía una monarquía institucional. Estaba inspirada en la Constitución Francesa: otorgaba amplios poderes a las cortes, reducía el papel del rey al poder ejecutivo, proclamaba la soberanía popular, decretaba la libertad de prensa y expresión y abolía la inquisición. Esta constitución es aceptada por todos lo pueblos como forma de representación local. En 1814, Fernando VII es liberado y derrota a Napoleón. Produce una restauración del absolutismo, dejando sin efecto la Constitución de 1812, lo que provoca recelos tanto en América como en la península. Recién en 1820 se produce en España una Revolución Liberal que obliga al rey a prometer fidelidad a la Constitución que había dejado sin efecto.

Cuando estallan los movimientos separatistas, hacia 18010-1811, es necesario precisar que en ningún caso se trata de conflictos entre colonias y metrópolis, por una razón simple: la metrópoli estaba ausente desde hacía 15 años y no estará presente hasta 1814-1816. Las guerras llamadas de Independencia, en realidad eran guerras civiles de América en donde se oponían elementos fidelistas y elementos patriotas. En las luchas de Independencia surgen dos movimientos: una burguesía europeizante que pretende liquidar el pasado colonial y precolombino e integrar las regiones de América Latina en las corrientes del comercio internacional en expansión y por otro lado, un núcleo de fuerzas que tiende a romper la estructura de dominación impuesta por el régimen colonial, busca incorporar a las masas indígenas en el cuadro político social y definir una personalidad cultural autónoma.

Los movimientos separatistas triunfan inmediatamente en el Rio de la Plata y en Venezuela no ceden sino por una presión intensa del ejército español. Estos son los dos sectores más maduros, donde desde hacía tiempo la presencia de España no era sino virtual. El movimiento separatista finalmente vence en Chile, pero con ayuda extranjera. Fracasa en México, donde los movimientos políticos radicales de Hidalgo y de Morelos sucumben ante las fuerzas federalistas, a la cabeza de las cuales se destaca Iturbide. En lo que concierne al núcleo del eje central andino, no se mueve.

3

Page 4: El Proceso de Independencia

Los años 1810-1817 permiten medir el alcance muy limitado de las fuerzas secesionistas y su insignificancia, que sin las conmociones provocadas por la invasión napoleónica le hubieran asegurado al Imperio largos años de permanencia. Es a una segunda ola que América debe lo que se denomina su Independencia. En casi todas las partes la idea de la ruptura une a las mayorías criollas inmediatamente después de la Revolución Liberal de 1820 en la península ibérica.

INDEPENDENCIA DEL RIO DE LA PLATA

Para el período en que estalla la crisis institucional en España, El Río de la Plata presentaba una característica particular: la presencia de un ejército convocado sobre la estructura de la milicia urbana. La invasión de los ingleses en 1806 reveló la fragilidad del orden colonial debido tanto al pasivo comportamiento de las autoridades como a la ineficiencia del ejército para la defensa por la escacez de tropas regulares y la falta de milicias locales eficientes. Para hacer frente a la ocupación inglesa, se organizaron por primera vez cuerpos milicianos voluntarios integrados por los habitantes de Buenos Aires. Este ejército se convirtió rápidamente en regular para evitar posibles invasiones posteriores. Aunque las autoridades españolas no ofrecieron resistencia alguna a los invasores, los criollos no estaban dispuestos a una nueva dominación. En la primer invasión, el virrey Sobremonte optó por retirarse al interior conduciendo las Cajas Reales, pero los depósitos militares cayeron en manos de los ingleses y el tesono real se perdió en Luján. Esta conducta del virrey deterioró su imagen y provocó que en agosto de ese año un Cabildo Abierto delegase el mando militar en Liniers, quien había reunido tropas irregulares en la campaña de Bs As, y entregase a al presidente de la Audiencia los asuntos de gobierno y hacienda. Finalmente, en 1808 Linies es nombrado virrey del Rio de la Plata.

La constitución de un nuevo ejército de origen miliciano, de base totalmente local y de componente mayoritariamente nativo (regimiento de patricios y hústares de Pueyrredón), otorga a la elite una nueva base local de poder, y a la plebe criolla una presencia en la esfera pública y una representatividad de la cual hasta entonces no había gozado; de lo que resulta la instauración de un nuevo canal de comunicación entre la elite local y la plebe urbana. La creación de milicias, con su reclutamiento voluntario, modificó el equilibrio de poder en Bs As, porque con este nuevo canal de comunicación, la elite local se vió permitida de una intervención en los asuntos públicos a partir del recurso de la movilización social. La elección de sus oficiales por parte de la propia tropa ofreció una oportunidad de progreso a hombres que, sin fortuna y sin formación militar, gozaban de prestigio entre los milicianos. Además, se acrecentó el costo local de la administración y se volcó en Bs As una masa monetaria que en el pasado se dirigía a España, lo que produjo una transferencia de recursos del Estado a la plebe urbana criolla. Este grupo estaba ligado

4

Page 5: El Proceso de Independencia

a Cornelio Saavedra. De él, no se podría prescindir tanto para defender la legalidad del régimen colonial como para asegurar la emergencia de un nuevo régimen revolucionario. La real intención no era consultar la voluntad del pueblo, sino utilizar la movilización y la indignación de la población para poder llevar a cabo sus intenciones, como por ejemplo, la destitución de Sobremonte.

El otro grupo que emergió es el de la militancia revolucionaria, que surgue de un pequeño grupo de intelectuales filofranceses que discuten en reducidos círculos y en el marco de nuevas formas de sociabilidad. Tenían como ideal hacer al pueblo sujeto real de la acción política; por eso asumió la representación de un pueblo que era un principio abstracto más que un actor concreto. La posibilidad de concreción de sus ideales estaba ligada a una explícita exclusión de los sectores populares. Afirmaban que como el pueblo era ignorante, debía ser ilustrado por esta elite para que así pudieran defender sus derechos. Estaba ligado a la figura de Mariano Moreno.

La dimisión de Fernando VII no sólo provoca una crisis intitucional en España, sino que también coloca al Imperio americano en una coyuntura política revolucionaria. Cuando la desparición del rey dibuja al poder como un espacio vacante, las elites locales entran junto con la burocracia colonial en esta inusitada competencia por el poder. Bajo los epítetos de morenistas y saavedristas, debe buscarse los grupos que buscaban dirigir la política revolucionaria. La oposición entre estos dos grupos marcará dos caminos de la política del Río de la Plata durante la primera mitad del siglo XIX. Para los saavedristas, la acción guerrera debe ser considerada como manifestación de pertenencia a la comunidad política y el sujeto de soberanía está dado en la figura del ciudadano-soldado. No es la Voluntad General del pueblo la que otorga legitimidad al ejército revolucionario, sino la guerra misma que define al sujeto depositario de la soberanía. Frente a un ejército que se identificaba con la Patria y la Revolución, la militancia revolucionaria buscaba generar sus propias bases de poder a partir de una práctica y un discurso que formaban una moral civil creadora de una nueva sociedad, en el marco de la cual única y exclusivamente podía expresarse la verdadera Voluntad Popular Soberana: la acción política debe ser discursiva (la palabra). El soberano es el individuo ciudadano y la legitimidad está dada por el concentimiento.

En 1809, una delegación del Cabildo se dirigió al Fuerte para exigir la renuncia del virrey Liniers, al mismo tiempo se organizaba un tumulto popular en la Plaza Mayor al grito de "Junta como en España". Este movimiento fue conocido como la asonada de Álzaga. Liniers ofrece su dimisión, aunque no acepta la formación d euna Junta. El comandante Saavedra, al mando de Patricios y Andaluces, declaró su firme oposición a la destitución del virrey. Si bien el Cabildo fue en esa coyunyura derrotado, los vencedores reafirmaron sus vínculos con la legalidad monárquica y se juró fidelidad a la Junta Central de Sevilla, en su calidad de única depositaria de la sobaranía del rey cautivo.

5

Page 6: El Proceso de Independencia

Frente a esto y con intención de aplacar los ánimos, la Junta Central nombra a Cisneros como virrey, quien intentó tomar medidas conciliadoras.

Se mantiene una situación de status quo hasta que el 14 de mayo de 1810 llega a Buenos Aires un buque ingles con peródicos cuya fecha alcanzaba el 24 de febrero, en los que se daba cuenta de la Junta central de Sevilla, último bastión del poder español. El virrey Cisneros tuvo que reconocer la nueva situación y publicar un bando el día 18 en el que pedía que todo quedara como hasta entonces para evitar días tormentosos. Al caer la Junta Centra, caen también las figuras por ella designadas. Al conocerse la caída de Sevilla y la disolución de la Junta Central, se convocó a Cabildo abierto para el 22 de mayo, en donde se suspendió a Cisneros y el 23 se formó una junta presidida por el antiguo virrey. El 25 de Mayo de 1810 se formó una nueva junta, la primera presidida por un americano. Desde este período en adelante, el ejército funcionará, junto con el cabildo de Bs As, como órgano representativo de la voluntad del pueblo.

La legitimidad del nuevo poder que surge de las jornadas de mayo de 1810 no parece estar en discusión. Se invocó el concepto de reasunción del poder por parte de los pueblos, concepto que remite a la doctrina del pacto de sujeción de la tradición hispánica por el cual, una vez caducada la autoridad del monarca, el poder retrocierte a sus depostitarios originarios: los pueblos. La historigrafía se ocupó extensamente del vínculo entre Ilustración e Independencia. Los puntos de vista se dividieron entre quienes sostenían que la Independencia fue el resultado de la influencia de lsa escolástica española del S XVI y quienes afirmaban que derivó de la filosofía política del S XVIII, en particular del Contrato Social de Rousseau. Sin embargo, en lugar de un conjunto de ideas claras y distintas que habría orientado a las elites políticas, nos encontramos fente a diferentes tradiciones, lenguajes ilustrados y formas de vocabulario que afloran a veces en corespondencia, otras muy ajenas, a las prácticas políticas inauguradas por la Independencia. Las tradiciónes fueron utilizadas por las elites conforme a la posibilidad de justificar sus actos. En los artículos de La Gaceta de Buenos Aires, redactados por Mariano Moreno, se pueden vislumbrar estas tensiones: "La verdadera soberanía del pueblo nunca ha consistido sino en la voluntad general del mismo; que siendo la soberanía indivisible, e inalienable nunca ha podido ser propiedad de un hombre sólo; y que mientras los gobernados no revistan el carácter de un grupo de esclavos o de una majada de carneros, los gobernantes no pueden revestir otro que el de ejecutores y ministros de las leyes, que la voluntad general ha establecido". En esta frase, se hace referencia a la teoría rousseauniana. Por el contrario, hace referencia a la segunda escolástica cuando plantea que "la ratihabición de la Junta Provicional pudo conseguirse por el consentimiento tácito de las provincias, que le sucediese; y también por actos positivos con que cada pueblo pudo manifestar su voluntad, sin las dificualtades consiguientes al nombramiento y remisión de sus diputados".

6

Page 7: El Proceso de Independencia

Entre 1810 y 1820, la Revolución se enfrentó con dos grandes cuestiones: una vez iniciada, ella se confunde con la guerra de Independencia. Pero, al mismo tiempo, se desarrolla sobre la trama de la oposición entre la tendencia centralista de Buenos Aires y las tendencias de autogobierno de las demás ciudades. El proceso revolucionario sólo puede ser entendido en la medida en que sea analizado en relación con las bases sociales y políticas del nuevo poder, la guerra de Independencia, y la cuestión de la soberanía. Comprendió dos períodos: el primero abarcó los años que van de 1810 hasta 1814 y está marcado por los fracasados intentos por parte de los morenitas de asociar la lucha de la Independencia a la construcción de un nuevo orden; el segundo, de 1814 a 1820, se caracterizó por el conservadorismo político del gobierno del Directorio.

En el primer período se sucedieron 5 gobiernos: Primera Junta (mayo a diciembre de 1810), Junta Provicional Gubernativa o Junta Grande (enero a septiembre de 1811), Junta Conservadora (septiembre a noviembre de 1811), Primer Triunvirato (septiembre de 1811 a octubre de 1812) y Segundo Triuvirato (octubre de 1812 a enero de 1814).

Saavedra se impuso como presidente de la Primera Junta, mientras que Moreno se constituyó en primer secretario. Las desavenencias políticas y personales entre ambos no tardaron en aparecer para configurar dos tendencias opuestas. El nuevo poder se caracterizó or una indefinición en cuanto integrantes y objetivos que se refleja negativamente en la dirección de sus actos. Las nuevas autoridades invitaron a los pueblos de Interior a participar de las primeras deliberaciones de Buenos Aires, en calidad de nuevos titulares legítimos del poder. La circular de la Primer Junta de gobierno convocó a las ciudades interiores, pero encargó a sus Cabildos la elección de los diputados. Pero el ejercicio de la soberanía suscitaba un conflicto mayor en el seno mismo de las provincias del Virreinato. Dentro del unitarismo porteño, el centralismo se contituyó como dominante durante la primera década revolucionaria. El problema consistió en que esta tendencia no pudo conciliarse con la fórmula empleada por la Primera Junta para convocar a las provincias y pueblos del Virreinato.

La iniciativa política de incluir a las provincias en la Junta se acompaña de una inicitaiva militar. Se emprenderían expediciones militares al norte y al Paraguay. Pero el poder revolucionario encuentra límites a su expansión. El bloqueo al puerto de Bs As pr los marinos españoles de Montevideo, los ataques armados al gobierno de Paraguay y la creciente oposición mostrada por los españoles en las ciudades del interior, condujeron a la Junta a tomar medidas a consecuencia de las cuales se destituyeron todos los miembros del Cabildo de Bs As. Moreno pidió a las ciudades interiores que siguieran intensificando las medidas en contra de los realistas.

En base a una versión popular de que Saavedra pensaba coronarse

7

Page 8: El Proceso de Independencia

como rey, en diciembre de este año, Moreno publica un decreto de supresión de los honores que el presidente de la Junta conservaba aún del depuesto virrey, estableciendio una absoluta igualdad entre todos sus miembros. La situación creada por la incorporación de los delegados de las provincias, más adictos a Saavedra que a Moreno, produjo un aplazamiento de la reunión del congreso, que debía establecer la futura forma de gobierno, y el alejamiento definitivo de Moreno.

Ante la muerte de Moreno en altamar, se constituye, en marzo de 1811, la primera agrupación que explícitamente se organiza para participar en la vida pública. Estas reuniones de patriotas, conocidas como "club morenista" instituyeron un espacio público a partir de una asociación informal que logró generar una nueva fuente de poder político: la opinión pública. Cuando Moreno dispone el cese de las funciones públicas de los españoles europeos, se acelera su ruptura con Saavedra. En respuesta, el gobierno revolucionario reaccionó reprimiendo al club morenista y prohibiendo reunión. Frente a las decisiones que este grupo iba tomando y su clara oposición al gobierno de la Junta, Cornelio Saavedra decide tomar medidas ordenando el allanamiento del Café de Marco en el cuál fueron apresados 80 jóvenes. Esta primer represión tuvo un efecto contrario al esperado, pues contribuyó a consolidar el grupo, que reanudó sus reuniones adquiriendo un carácter más combativo. Se mantuvo el grupo de presión cuya acción se limitaba a generar descontento a través de la difusión de pasquines adversos al gobierno. La oposición sistemática al gobierno de Saavedra terminó por desencadenar las jornadas del 5 y 6 de abril en que son expulsados de la Junta Grande los morenistas que aún permanecían en ella.

La derrota sufrida por las tropas criollas en el Alto Perú produjo un grave golpe para el poder del gobierno: minado su prestigio, la partida de Saavedra para el norte en auxilio de las tropas, constituyó la ocasión esperada por el Cabildo para reemplazarlo por un Triunvirato. Los diputados de los pueblos pasaron a conformar una Junta Conservadora de la Soberanía, que poco tiempo después fue disuelta por los triunviros. Para este momento, Saavedra no contaba con las mismas bases de poder que le habían dado tanto prestigio luego de las invasiones inglesas. Esto se debe a que la Primera Junta había dispuesto que las milicias urbanas se incorporasen al ejército regular.

El Primer Triunvirato no tuvo mejor éxito que su predecesor. En enero de 1812 se produce la reorganización formal del grupo morenista, que parece estar vinculada a la figura de Monteagudo, quien inicia una acción propagandística en contra del gobierno. Se constituye la Sociedad Patriótica, donde aparecen muchos integrantes del grupo del café de Marcó. Sus relaciones con el gobierno fueron difíciles, pero el gobierno sólo podía optar por una política de control. La organización tenía objetivos bien claros: reafirmar el espíritu revolucionario de mayo de 1810, declarar la independencia y

8

Page 9: El Proceso de Independencia

promulgar una constitución. Querían ilustrar al pueblo, crear un espíritu público, dirigir la opinión y fomentar el patriotismo. Las acciones discursivas y patrióticas eran concebidas como una suerte de pedagogía, a través de la cual el aprendizaje de la nueva moral cívica modificaría la naturaleza del hombre esclavo en hombre virtuoso y libre. La organización de la Logia político-militar Lautaro implicó una perpetuación de la Sociedad Patriótica Literaria y una ruptura radical con su proyecto de acción política. Esta organización secreta abandonó el recurso de la opinión pública como medio de control y acceso al poder y se transformó en un instrumento de dominación política, reduciendo el papel del ejército a su función puramente profesional, e identificando la emancipación de la Voluntad del Pueblo Soberano con la acción de este reducido grupo de intelectuales y altos oficiales del ejército que otorgan un rumbo revolucionario a la política de gobierno.

El 8 de octubre de este año, bajo la presión de la Sociedad Patriótica el ejército depuso al gobierno y constituyó el Segundo Triunvirato para retomar la línea impulsada por los morenistas. La iniciativa política más importante de este período fue la reunión de la primera Asamblea Constituyente rioplatense en 1813. Ésta representa en parte el triunfo de la línea esbozada por Moreno, pues en la fórmula de su juramento queda excluida la fidelidad a Fernando VII y se declara la independencia de toda autoridad eclesiástica existente fuera del territorio. Dispone también la libertad de prensa, la libertad de vientre, la extinción del tributo, la mita, el yanaconazgo y el servicio personal, la supresión de los títulos de nobleza y la eliminación de los mayorazgos. Sin embargo, la independencia no es declarada y ninguno de los proyectos de constitución presentados por sus diputados fueron aprobados.

En marzo de 1812 habían desembarcado en Bs As un grupo de oficiales criollos formados en los ejércitos peninsulares, que impulsaron una nueva reforma en la organización militar rioplatense. Dentro de este grupo se destacaron San Martín y Alvear; ambos consideraban que el esfuerzo militar debía servir más a una causa americana que local. Alvear desplaza a San Martín de las armas para convertirse en jefe de la Logia Lautaro y director supremo del Estado, luego de un pasaje breve por este cargo, recientemente creado por la Asamblea, de Posadas. En 1814 parecía dispuesto a negociar el fin de la Revolución mediante un retorno a la obediencia al rey de España o aceptando el protectorado británico, pero la entrega de la Banda Oriental al nuevo jefe de los orientales, Artigas, terminó de socavar su prestigio en Bs As. A la caída de Alvear, había seguido una etapa de profunda crisis en el seno de la Elite porteña, que parecía haber perdido su rumbo.

El denominado Congreso General Constituyente de las Provincias Unidas en Sudamérica comenzó sus reuniones en marzo de 1816 y designó como nuevo director supremo a Pueyrredón En este nuevo contexto resurgieron distintas alternativas para salvar la Revolución,

9

Page 10: El Proceso de Independencia

dentro de las cuales los proyectos monárquicos ocuparon un lugar importante. Pero el pueblo se oponía a cualquier solución de este tipo. Lo fundamental de este Congreso fue la declaración en junio de 1816 de la Independencia de la Provincias Unidas en Sudamérica y la afirmación de la voluntad de investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y la metrópoli. En 1819 el texto constitucional de carácter centralista propuesto por el cuerpo representativo es rechazado por los pueblos y el Congreso se disuelve.

INDEPENDENCIA DE VENEZUELA

En Venezuela, el proceso revolucionario se instala en una sociedad atravesada por una multiplicidad de tensiones: esclavos y propietarios, blancos y pardos, comerciantes exportadores y economía de subsistencia y circulación interna. No obstante, la revolución independentista va a ser siempre conducida por la elite criolla, la que sólo ante la necesidad de ampliar las bases sociales del movimiento irá ensayando estrategias que apunten a incluir las demandas de otros sectores.

Hasta los últimos años del régimen colonial, la aristocracia criolla no vio alternativa a la estructura de poder existente y aceptó el dominio español como la más efectiva garantía de la ley, el orden y la jerarquía. Entre 1797 y 1810, su lealtad se fue erosionando por las cambiantes circunstancias. Frente a la inestabilidad española, los criollos comenzaron a pensar que su preeminencia social dependía de conseguir su inmediato objetivo político: tomar el poder en exclusiva y no compartirlo con los representantes de la metrópoli.

En julio de 1808 llegan a Caracas las noticias de la conquista francesa de España. Frente a esto, un grupo de dirigentes criollos presentó una petición para el establecimiento de una junta independiente que decidiera la posición política de Venezuela. La Junta Central en España tomaba decisiones que los americanos consideraban que no estaban sujetos a aceptarlas. El 19 de abril de 1810 el cabildo se reunió independientemente de las autoridades españolas y se le unieron criollos revolucionarios. Convirtieron el cabildo en un nuevo gobierno de Venezuela, la Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII. Esta junta representaba los intereses de la clase dominante criolla, pero esta clase estaba dividida entre conservadores, que querían un gobierno autónomo bajo la Corona española y radicales, que pretendían una inmediata ruptura con España. En un principio los conservadores fueron mayoría, quienes prohibieron la entrada al revolucionario Miranda. Éste y Bolívar eran dirigentes de un pequeño grupo radical que exigía la independencia absoluta. Operaban dentro de la Sociedad Patriótica, una organización fundada en 1810 para el desarrollo de la agricultura y ganadería, pero que pronto se transformó en un club político.

10

Page 11: El Proceso de Independencia

La Independencia se declaró el 5 de julio. Esta primera etapa, que incluye la Primera República o República Boba (1810-1812) se caracteriza por la implementación de un repertorio de medidas liberales que, si bien conducen al dictado de una constitución que sigue el modelo de EEUU, alejan a pardos y esclavos del movimiento. La constitución de 1811 establecía la libertad, la igualdad, la propiedad y la seguridad. El reconocimiento jurídico de la propiedad incluye a hombres mantenidos en relación de esclavitud, y elimina la posibilidad de capturar ganado a quienes no tengan títulos de propiedad sobre la tierra; y la igualdad legal era reemplazada por una desigualdad real basada en el sufragio. Algunas de las medidas que se tomaron fueron: la abolición de los derechos de exportación, la libertad de comercio, la proscripción de la trata de esclavos y las elecciones con derecho a sufragio restringido a los adultos que poseyeran cierta cantidad de dinero en propiedad nobiliaria. Estas medidas perjudican tanto a los esclavos, como a los llaneros de las regiones interiores próximas al río Orinoco, quienes luchaban del lado Español, con lo cual la elite criolla se bloquea a sí misma la posibilidad de contar con apoyos por fuera de su clase social, y consecuentemente resulta muy frágil ante los embates del poder realista. Esta primer República se vio estorbada por la estructura social de la colonia. Los realistas combatían por el antiguo orden, los independentistas combatían por la supremacía criolla y los pardos y esclavos luchaban por su propia liberación. De este modo, hubo diversos movimientos que se enfrentaron y explotaron mutuamente, lo que creó las circunstancias propicias para la restauración del poder real.

La oposición realista se centró en Coro. En marzo de 1812 Monteverde, al mando de la tropa realista, avanzó desde esta localidad con refuerzos procedentes desde Puerto Rico y reconquistó toda Venezuela Occidental. La República reacción frente a esta situación nombrando a Miranda como comandante en jefe con poderes dictatoriales; pero Miranda fracasó por su falta de ideas y de resolución, no pudiendo contener la marea realista. Miranda abrió negociaciones con Monteverde y capituló el 25 de junio de 1812.

Durante su dictadura militar, Monteverde no benefició demasiado a España. Enajenó la legítima burocracia española y ultrajó a los realistas moderados por su avaricia y crueldad. Esta contrarrevolución preparó su propia destrucción: fortaleció la formación de una conciencia nacional entre las víctimas criollas, y demostró a esclavos y pardos que el realismo no tenía nada para ofrecerles. Los esclavos se rebelaron, los pardos conspiraron en un vano intento de derribar la dictadura y los llaneros insurgentes, junto con peones y otros grupos marginados, continuaron sus acciones guerrilleras. Entre todos estos grupos se proporcionó una fuente de reclutas para las fuerzas republicanas cuando los líderes patrióticos renovaron la lucha.

Bolívar era un producto de la aristocracia criolla, nacido de una de las familias más ricas y poderosas, propietario de haciendas y

11

Page 12: El Proceso de Independencia

plantaciones, y de un gran número de esclavos; pero superaba a su clase en conocimiento. Su educación liberal aumentó su innato idealismo y abrió nuevos horizontes a su mente, en particular a las virtudes políticas inglesas y al pensamiento de la Ilustración europea. Estas influencias confirieron a su pensamiento una calidad intelectual y una riqueza rara entre los americanos. También se distanciaba de su clase por su agudo sentido político. Por esto, vio que la estrategia de la emancipación tenía que cambiar. No se podría lograr la victoria sin un gran apoyo popular. Bolívar ofrece libertad a aquellos que se unan a la causa patriótica; y aunque no logró un apoyo de masas para la emancipación, al menos aumentó la estrecha base de la primera República.

Bolívar era demócrata y creía que los gobernantes deberían ser responsables ante el pueblo; sin embargo, no era tan idealista como para imaginar que América estaba preparada para la democracia pura. Al analizar las razones del fracaso de la “primer república”, plantea que residían en la adopción de una constitución mal adaptada para el carácter de la gente, excesivamente tolerante para con el enemigo y mal dispuesta a reclutar las fuerzas militares. Además de la incompetencia financiera para la emisión del papel moneda, el fanatismo religioso que desencadenó el terremoto y el faccionalismo que subvirtió a la república desde dentro.

Entre mayo y agosto de 1813, en una serie de acciones relámpago libertó cuatro localidades. Su victoria fue tan completa que pudo entrar en Caracas el 6 de agosto y establecer una dictadura en la práctica. Mientras tanto, Mariño, un caudillo menor del este, dirigía la liberación de Cumaná. Venezuela volvió a estar en manos de los patriotas.

En la Segunda República, de duración efímera (1814), Bolívar, ya líder indiscutido del proceso revolucionario, implementa la política de “guerra a muerte a los españoles” que persigue el objetivo de consolidar una identidad americana como fundamento de la Independencia. La guerra de liberación de Venezuela fue cruel, destructiva y total. Las atrocidades fueron cometidas por ambas partes. La revolución se consolidó gracias a la expulsión de Monteverde de la base realista de Puerto Cabello y más victorias en el este y el oeste.

En el sur, aparece un nuevo dirigente realista que azotaba la revolución: Boves, quien estaba al mando de los embates los llaneros. En 1814 dirigió sus hordas montadas contra la república y derrotó las fuerzas de Bolívar y Mariño. Continuando su progresión hacia el norte, entró en Valencia en julio y 6 días después ya estaba en Caracas, extendiendo el terror y el crimen. Si bien fue muerto en una batalla en el este el 5 de diciembre, él y sus llaneros habían destruido la segunda república. A finales de 1814, lo único que quedaba de la revolución era un núcleo de resistencia guerrillera. Evidentemente, las bases de esta segunda república no eran más extensas que las de la primera.

12

Page 13: El Proceso de Independencia

Tras la restauración en España de Fernando VII, en 1814, se restaura el absolutismo. Al año siguiente, se envía a América una impresionante expedición armada al mando de Morillo. El destino original era el Rio de la Plata, pero fue cambiado en favor de Venezuela, desde donde Nueva Granada podría ser reconquistada. En mayo de 1815 Morillo entró en Caracas para “perdonar, recompensar y castigar” y en julio se dirigió hacia Nueva Granada, donde en una rápida en implacable campaña, completó la reconquista en octubre de 1816. Este año fue el más negro de toda la revolución en Venezuela, y en América. Sin embargo, la contrarrevolución que se impuso como un violenta reconquista, terminó siendo contraproducente.

En 1815, Bolívar fue a Jamaica, donde escribió la Carta de Jamaica, una crítica al sistema colonial español, al fracaso revolucionario y una expresión de esperanza para el futuro. En diciembre de ese año, Bolívar deja Jamaica por Haití. El presidente de esta República le dio una ayuda importante a cambio de la sola promesa de que el libertador dejaría en libertad a los esclavos de Venezuela.

La primera invasión del continente en agosto de 1816 fue un rotundo fracaso; pero una segunda expedición en diciembre de ese año inauguró lo que Bolívar denominó el tercer período de la República. Bolívar tenía que luchar en dos frentes, con rivales de dentro y contra realistas de fuera, contra los civiles que no gustaban de su militarismo y militares que discutían sus estrategias. Entre sus antiguos comandantes, el caudillo republicano Piar era el más peligroso: en parte por su capacidad militar y en parte a que, siendo pardo, su ambición estaba coloreada por una aguda conciencia de clase. Piar ya había comenzado a expulsar a los realistas de Guayana cuando Bolívar se une en 1817. Cuando los realistas se alejan de la provincia, Piar, conspirando contra Bolívar, intentó colocarse como la cabeza de la población de color y establecer contacto con el movimiento separatista de Mariño en el este. Por esto, fue capturado, juzgado y fusilado.

Bolívar reconoció la necesidad de fusionar las rebeliones de criollos, pardos, esclavos y llaneros en un gran movimiento; buscó ampliar las bases sociales del movimiento ofreciendo tierras y permisos para cazar a los llaneros, y la manumisión a los esclavos que acepten integrar el ejército patriota. Se comienza a desplegar entonces un curso exitoso para la Independencia: los llaneros se pasan a la causa revolucionario, y los esclavos, si bien no se enrolan masivamente en el ejército patriótico, son neutralizados con una medida que intenta mostrar que la revolución tiene algo para ofrecerles. El problema de la raza, sin embargo, no fue resuelto fácilmente. La estructura tradicional del ejército republicano fue transformada, y, mientras los criollos conservaban el control militar y político, los pardos tenían mayores oportunidades para progresar en los cargos públicos y los estratos superiores. En cuanto a los esclavos, si bien Bolívar era abolicionista, la aristocracia venezolana no había abrazado la causa

13

Page 14: El Proceso de Independencia

patriótica para desprenderse de sus propiedades, por lo que los esclavos fueron desapareciendo gradualmente de la guerra.

En 1817 Morillo vuelve a Venezuela y sitúa a sus fuerzas a lo largo de las provincias andinas. Habían para ese momento varios frentes patriotas: Bolívar en Guayana, Mariño en Cumaná, Rojas en Maturín, y Páez, caudillo republicano de los llaneros, en el valle de Apure. Bolívar consiguió que Páez se pusiera bajo su mando, porque la república le ofrecía a los llaneros algo más que el saqueo: tierras.

Desde Angostura, Bolívar organizó la república y planificó la liberación de Venezuela. Su discurso de Angostura está impregnado de una especie de absolutismo ilustrado, por cuanto incita a la abolición de la esclavitud y la distribución de las tierras. Recomendaba una constitución similar a la británica pero hacía hincapié en que la constitución debía basarse en las condiciones de los americanos. Proponía un poder legislativo con dos cámaras, una de representantes elegidos, mientras que la otra hereditaria. El poder legislativo no debía usurpar lo que pertenecía al poder ejecutivo. Éste era poderoso y centralizado, prácticamente un rey con nombre de presidente. El poder judicial sería independiente. Añadía un cuarto poder: el poder moral. Esta idea era típica de su búsqueda de la rectitud pública, la bondad y la ilustración.

Desde agosto de 1818 Bolívar se dedicó a la liberación de Nueva Granada. En Venezuela la revolución estaba en punto muerto, por lo tanto, podría atraer a Morillo desde Venezuela y, si la operación tenía éxito, volver a la patria desde una posición de fuerza y con gran poder de combate. Tras varias batallas ganadas, Nueva granad fue liberada, los realistas fueron dispersados y sus tropas americanas incorporadas al ejército republicano. La victoria de Nueva Granada fortaleció la posición de Bolívar en dos frentes: dentro de la república y contra los realistas. En 1819 el Congreso de Angostura decretó la unión de Venezuela y Nueva Granada en la república de Colombia.

El mando español sufrió un segundo golpe: la revolución liberal española de 1820. Se le ordenó negociar con los patriotas sobre la base de un reconocimiento del gobierno constitucional en España. Aunque no se consiguió un acuerdo entre Morillo y Bolívar, se firmó un armisticio que legitimó la lucha; terminó con la guerra a muerte y obligó a España a reconocer la existencia del nuevo estado de Colombia.

INDEPENDENCIA DE MÉXICO

El factor que le da un carácter singular a la Independencia de México es la irrupción de las masas en la escena política mexicana, caracterizada como insurgencia. Este aspecto aporta un grado de violencia y radicalidad que va alejando gradualmente a los criollos de la causa revolucionaria. Para explicar, entonces, esta proceso de independencia es importante reconocer la estructura social de Nueva España.

14

Page 15: El Proceso de Independencia

A partir del Reglamento de Comercio libre, el grupo exportador comerciante había logrado consolidarse como el sector económico dominante; y su prestigio social sólo había podido compararse con el del sector de producción con el que mantenía las más estrechas ligas: los grandes propietarios de minas. Mineros y comerciantes exportadores formaban el grupo económicamente hegemónico en la última época de la colonia. Dentro de este grupo, no había oposición entre criollos y peninsulares, porque intereses económicos los unían. El proceso de concentración de tierras en manos de unos cuantos hacendados criollos aumentaba; los latifundistas constituían un grupo que en su mayoría vivía de las rentas de sus propiedades rurales. Estos comienzan a tener mayor participación por el crecimiento de los mercados internos. La Iglesia tenía una función económica: era la fuente de financiamiento y funcionaba como un banco agrario del cual dependían los latifundistas. La burocracia política había aumentado considerablemente a partir de las reformas borbónicas y adquirían mayor poder. En este último grupo dominaban los peninsulares. En la base de la pirámide social se ubicarían los mestizos, indios y negros.

Dentro de la elite, tendían a diversificarse cada vez más lo intereses de dos sectores distintos. De un lado, los grupos que se habían convertido en hegemónicos y que estaban ligados de cerca al sistema de dependencia: mineros, comerciantes exportadores, burocracia política. Del otro, los sectores interesados en promover un mercado interno: Iglesia, hacendados, comerciantes de provincia y el incipiente grupo industrial.

A principios del S XIX había en Nueva España un grupo importante de “letrados” y criollos, dedicados a la abogacía, la administración o la cura de las almas y entregados a la lectura de las obras teológicas y jurídicas. Este grupo formaba un elite intelectual unida por una insatisfacción común y acaparaba un arma terrible: la Ilustración. Por otro lado, el pueblo trabajador, constituido por indios y castas, base de la pirámide social, sólo compartían una extrema miseria.

En el año 1808 una serie de sucesos inesperados en la historia de los reinos hispánicos, manifiesta la debilidad del imperio y la posibilidad de cambios. Ante el vacío de la monarquía, se revela dónde reside verdaderamente la nación española: los ciudadanos libres. En España, estos últimos forman, juntas provinciales para guardar la soberanía en ausencia del monarca y liberar el país de los franceses. Mientras tanto, en América se mantiene la misma estructura de poder que ha regido durante trescientos años. El virrey y la Real Audiencia son los representantes legítimos de la Corona. Pero sin embargo, surge la pregunta ¿estando ausente el soberano, en que se funda ahora el orden colonial?

En Nueva España, dos partidos antagónicos dan diferentes respuestas. El primero tiene su portavoz en la Real Audiencia y recibe el apoyo firme de los funcionarios y grandes comerciantes de origen europeo. Para ellos, la sociedad entera debe quedar fija, sin admitir

15

Page 16: El Proceso de Independencia

ningún cambio. El segundo grupo, es más complejo y matizado. Se manifiesta en uno de los cuerpos donde los criollos acomodados y de clase media tenían su mejor baluarte: el ayuntamiento de la ciudad de México. Éste percibe el cambio de la situación y comprende que por fin se podrá hacer un cambio en la organización política. Y propone al virrey Iturrigaray la convocatoria a una junta de ciudadanos que gobierne en el interregno y guarde la soberanía a Fernando VII. Con respecto a la soberanía, este grupo acepta el derecho de Fernando VII a la corona, pero introduce una idea que cambia el sentido de su dominio: la soberanía le ha sido otorgada al rey por la nación, de modo irrevocable. Se invoca entonces la doctrina del pacto social; según la cual, cuando el rey está imposibilitado de gobernar, la nación vuelve a asumir el ejercicio de la soberanía. En el cabildo está la verdadera representación popular, ya que se reconocen dos autoridades legítimas: la del soberano (rey) y la del ayuntamiento, aprobada y confirmada por aquél.

El virrey Iturrigaray convoca a una junta amplia, a la que asisten los miembros de los cuerpos en disputa y altos dignatarios de la Iglesia y otros funcionarios. Se oponen dos tendencias. La Real Audiencia (Francisco Lizana) propone que la junta debe ser representativa de todas las clases, con ministros de justicia, delegados del clero, de la nobleza, de los hacendados, de los propietarios de minas, etc, en número total de 18, más dos representantes del estado general y dos diputados del ayuntamiento. En este programa, la oligarquía dominaría. El Cabildo (Primo de Verdad) propone que la junta debería estar constituida fundamentalmente de diputados de todos los cabildos, seculares y eclesiásticos, aunque también deberían estar representados otros grupos sociales y autoridades superiores al gobierno. En este programa, dominaría la clase media.

En septiembre de 1808, un grupo de conspiradores dirigidos por Gabriel de Yermo, rico hacendado español, da un golpe de estado. Prenden y destituyen al virrey Iturrigaray y convocan a la Real Audiencia, que nombra nuevo virrey a Pedro Garibay. Éste nuevo virrey, en espera de Fernando VII, reconoce la Junta Central de España y suspende todos los proyectos de reforma. A partir de entonces, la Real Audiencia gobernará con mano fuerte. Después de unos meses en el gobierno, la Junta Central decide su destitución y nombra a Francisco Lizana como virrey. Lizana sigue una política conciliadora y trata con suavidad a los criollos. Evita persecuciones e intenta apaciguar los ánimos. Oidores de la Real Audiencia y comerciantes conspiran de nuevo contra el arzobispo-virrey y logran su destitución en enero de 1810. Su sustitución por Venegas llegará el 25 de agosto y la Real Audiencia vuelve a gobernar con mando fuerte.

El golpe de Yermo y la posterior destitución de Lizana tienen un efecto contrario al intentado; obligan a radicalizar la actitud de los criollos. Los criollos comienzan a ver que los comerciantes monopolistas y los mineros de Zacatecas son los verdaderos beneficiarios del golpe de Yermo. Los primero caudillos del

16

Page 17: El Proceso de Independencia

movimiento posterior de independencia no dejarán de señalar este acto arbitrario de los europeos como la causa inmediata de la revolución. Desde entonces se agudiza la oposición ya antigua entre criollos y gachupines. El golpe hace que los criollos ya no puedan participar en política, por lo que comienzan a creer que las vías de reformas están cerradas y comienzan a acudir a medios violentos.

En los primeros meses de 1810 empiezan a llegar noticias que vuelven a inquietar a la sociedad novohispana: la ocupación por tropas francesas y la insurrección en varias ciudades de América del Sur. En abril se forma la junta de Caracas, en mayo la de Buenos Aires, en julio la de Santa Fe de Bogotá y más tarde la de Quito. Todas manejan ideas similares a las que sostuvo el ayuntamiento de México en 1808; pero en Nueva España, después del golpe de Yermo, la fuerza política del ayuntamiento es nula y el grupo dominante mantiene un sólido control de la situación. Por eso, si los criollos desean triunfar, se van a ver obligados a despertar a otras clases sociales hasta entonces al margen.

En la conspiración de Querétaro, se reúnen varios criollos. Los más importantes son Hidalgo y Allende, cuyos proyectos son similares a los del ayuntamiento de 1808. Esta conspiración es descubierta y queda sólo un recurso que Hidalgo va a utilizar: en la villa de Dolores llama en su auxilio a todo el pueblo, libera a los presos y se hace de las armas de la pequeña guarnición local. El movimiento da un vuelco, la insurrección ya no se restringe a los criollos letrados. Este levantamiento que es conocido como el Grito de Dolores, se proclamaba en defensa de la religión, conservación de los derechos del rey cautivo e invocando a la virgen de Guadalupe como protección de la revolución.

A partir de este momento, las grandes masas trabajadoras y sectores subalternos entran en escena. Al llamamiento de Hidalgo responden centenares de campesinos de las aldeas vecinas a Dolores. En Guanajuato, a los campesinos armados se unen los trabajadores de la ciudad: mineros, la plebe e indios. La masa de revolucionarios asalta la plaza y degüella los europeos. A medida que avanzan, se van formando grandes columnas rudimentariamente armadas. Los intentos de Allende por introducir en ellas orden y disciplina son inútiles. Cerca de la capital, las tropas españolas enviadas desde México hacen frente a la turba, pero luego de una sangrienta batalla, los restos de la guarnición tienen que huir a México en espera del asalto final. La revolución parecía al filo del triunfo, pero la multitud insurgente había sufrido grandes pérdidas, estaba agotada y carecía de pertrechos. Por esto, Hidalgo decide no atacar y reorganizarse. En este momento, se dividen en dos frentes: Allende marcha a Guanajuato y Hidalgo a Valladolid. Mientras tanto, la plebe se comienza a levantar en varias ciudades del norte y centro, y aparecen también destacamentos guerrilleros que actúan por su cuenta.

Esta revolución poco tiene que ver con los ideales de reforma de 1808. Por su composición racial se trata de una rebelión campesina a

17

Page 18: El Proceso de Independencia

la que se unen los trabajadores y la plebe de las ciudades y que tratan de dirigir unos cuantos criollos de la clase media. Pero ahora, la insurgencia no permanece reducida a una pequeña comarca sino que se extiende por la Nación entera. Hidalgo, al reclamar la ayuda del pueblo, se erige como su representante. Hidalgo propone unos decretos que expresan la soberanía efectiva. En lo económico, propone confiscar lo bienes europeos y abolir determinados tributos. En lo político, abolir la esclavitud, suprimir la distinción de castas, y devolver las tierras a las poblaciones indígenas. La independencia no tenía objetivos claros, las multitudes que siguen a Hidalgo no pueden tener un programa revolucionario concreto.

Allende no puede seguir fácilmente el sesgo popular que la revolución ha tomado. No entiende ni aprueba la condescendencia de Hidalgo con la plebe. La actitud de Allende es el primer signo de las vacilaciones de muchos criollos antes una revolución que tiende a rebasarlos. Ante la rebelión popular, cambia la actitud de muchos que antes veían con simpatía los intentos de reforma. Los criollos de las clases acomodadas, que había permanecido vacilantes en 1808, se oponen ahora decididamente al movimiento. El más fuerte impugnador de a rebelión es el alto clero, que la combate con todas sus fuerzas espirituales y materiales. La clase media está en un punto medio, muchos temen a la violencia y se cambian al bando realista; otros, en cambio, tratarán de utilizar el movimiento en su provecho.

Los acontecimientos empiezan a ser desfavorables a la revolución a partir de noviembre de 1810. Aunque el norte se pasa del lado de los insurgentes, en el centro aparecen nuevos centros de ejércitos realistas bien armados. En enero de 1811 Hidalgo enfrenta sus tropas con las realistas en Puente de Calderón, cuando está escapando hacia el norte, él y Allende caen en una emboscada y son ejecutados en julio de ese año. Pero la revolución no termina. En muchas regiones del país pululan las guerrillas campesinas que actúan aisladas y atacan villas y haciendas. La coordinación del movimiento insurgente se organiza en dos frentes. En Zitácuaro se establece una Suprema Junta Gubernativa de América bajo la dirección de Rayón. En el Sur, Morelos le dio un mayor impulso a la rebelión.

Morelos se vuelve el dirigente popular que la rebelión requería. Sus aptitudes militares le permiten organizar rápidamente la tropa que conforma, hasta obtener importantes triunfos. Las tropas al mando de Rayón y de Morelos no estaban constituidas por los mismos elementos, aunque la composición social del movimiento no cambió; los rebeldes siguen siendo las clases bajas, principalmente los campesinos. La tropa de Rayón estaba compuesta exclusivamente por indios flecheros; la de Morelos de negros y mulatos del sur, antiguos peones de haciendas, soldados de los cuerpos vencidos y miles de campesinos armados. Conforme avanza el movimiento, muchos elementos de la clase media toman una postura más franca a su favor. Empiezan a actuar, divulgando las ideas revolucionarias, letrados cada vez más numerosos.

18

Page 19: El Proceso de Independencia

Si bien, debido a la inclusión de letrados ilustrados al movimiento, las demandas de los americanos tienen cierta influencia de la Ilustración, no se fundan en el pacto social que los conquistadores y sus descendientes establecieron con la Corona, sino en los derechos de los indios, antiguos y legítimos dueños del país.

Después de la prisión de Hidalgo, Rayón escribe una carta a Calleja (virrey de Nueva España a partir de 1813) declarando oficialmente los fines que persigue la insurgencia. Más tarde se publica un “plan de paz” en la que se propone que la independencia que se desea no es del rey ni del sistema monárquico, sino del gobierno ilegítimo congregado en Cádiz. Los primero puntos del Plan proponen: la soberanía reside en la masa de la nación y España y América son partes integrantes de la monarquía, sujetas al rey, pero iguales entre sí y sin dependencia o subordinación de la una con la otra. Lo que se buscaba con este plan y la propaganda insurgente era atraer a los propietarios criollos. Sin embargo no se logra, los terratenientes, la Iglesia y los industriales siguen apoyando al bando europeo.

En 1812 se firmó en Cádiz la nueva Constitución española, que establecía la paridad de las colonias con la metrópoli en lo que respecta a representación a cortes y distribución de empleos administrativos. Dividía a la Nueva España en 5 provincias. Fue promulgada por el virrey Venegas en ese mismo año, pero nunca llegó a ponerse en práctica íntegramente.

A principios de 1813, la mayoría del territorio nacional estaba bajo el dominio de los insurgentes. La revolución había llegado a su máxima pujanza, pero en el fondo era más débil de lo que parecía. Los grupos alzados actuaban cada uno por su cuenta, sin concierto mutuo. Para septiembre de ese año, Morelos reúne en la ciudad de Chilpancingo el congreso de representante de las regiones liberadas. De esta forma se le da organización al movimiento. Sus delegados eran en su mayoría letrados, eclesiásticos o abogados. El congreso quedó dominado por la clase media. El 6 de noviembre el congreso de Chilpancingo proclamó formalmente la Independencia de México, rechazó la monarquía y estableció la república.

En 1814 se proclama en Apatzingán la primera constitución de la nación mexicana. Se percibe claramente el sello de la concepción liberal moderna y su inspiración en la Constitución francesa. El modelo establecía el sistema representativo nacional, la separación de los tres poderes, los derechos del ciudadano y la libertad de expresión. El congreso constituyó un gobierno que reemplazara a la junta de Zitácuaro, nombrando a Morelos encargado del poder ejecutivo, y sancionó algunas medidas como la abolición de la esclavitud y las distintas castas y la abrogación del impuesto per cápita sobre los indios.

Mientras el congresos sesiona, la suerte de la guerra comienza a cambiar para Morelos. En diciembre sufre una cruenta derrota a partir de la cual la estrella de la revolución comienza a declinar. Los

19

Page 20: El Proceso de Independencia

realistas se apoderan de Chilpancingo y de Oaxaca. Al mismo tiempo comienza a cundir la anarquía en las tropas insurgentes. En 1815, Morelos cae preso de las tropas reales. Después de ser sometido a juicio es fusilado. El movimiento popular comienza a entrar en agonía después de su muerte. Bravo se pone al frente de la tropa pero el congreso le quita el mando militar. Para 1817, de la gran fuerza desatada por Hidalgo, sólo quedan bandas fugitivas y guerrillas. La gran rebelión popular había terminado.

Francisco Xavier Mina, revolucionario liberal español, arma una expedición para atacar el absolutismo desde las colonias americanas. Para él, la revolución de México no difiere de la lucha del liberalismo español contra el absolutismo. Sin embargo, los insurgentes no se adherían a la Constitución de Cádiz, ni luchaban por ella. Cuando anuncia que su objetivo era su restablecimiento, esperando con ello encontrar apoyo, sólo despierta la desconfianza de los insurgentes. Logra algunas victorias, pero es derrotado en noviembre de 1817 y muere fusilado. Esta expedición es la última acción importante en la insurrección popular.

Para 1820, los oficiales criollos veían que a pesar de tantos años de guerra, no habían logrado obtener los galones que merecían y se sentían postergados por los cuerpos expedicionarios. En enero de ese año, empezó en España la revolución liberal que terminó por oblgiar a Fernando VII a reconocer la Constitución de 1812. EL gobierno recayó en una Junta que se apresuró a convocar a Cortes, con la anuencia forzada del monarca. Las cortes emitieron una serie de decretos contra el poder temporal de la Iglesia: supresión del fuero eclesiástico, reducción del diezmo, abolición de órdenes monásticas y de la Compañía de Jesús. En México todas estas medidas tuvieron una repercusión inmediata.

En noviembre del mismo año, Agustín de Iturbide, jefe del ejército realista, despliega un plan bien fraguado. Mediante una hábil campaña epistolaria, logra la adhesión de los principales jefes militares. Redacta un plan en Iguala aclamado por sus soldados, donde declara la Independencia, declara a la católica como única religión de estado, y pide que europeos, criollos, e indios se unieran en una sóla nación. Como régimen del nuevo Imperio, mantenía la monarquía. Habrñia de invitarse a Fernando VII a ceñir la corona o una Junta de Regencia asumiría el poder. Ésta tendría por obligación designar al soberano y convocar a un congreso para redactar la constitución del Imperio. El tono del plan era moderado y justificaba la independencia en la mayoría de edad alcanzada por la colonia. El plan de Iguala logró unificar toda la oligarquía criolla. El proyecto presentaba la existencia de un ejército tri-garante: Independencia, Unión y Religión. En poco tiempo y sin derramamiento de sangre, el ejército de Iturbide conquista las principales ciudades. Iturbide entra a la ciudad de México el 27 de septiembre de 1821. La independencia se ha consumado pero sus términos son muy diferentes de los que la revolución popular había planteado.

20

Page 21: El Proceso de Independencia

Como consecuencia, los grupos europeos pierden la dirección de la nación, los funcionarios del estado abandonan el país, el sector exportador pierde importancia, los propietarios de mina nunca llegan a recuperarse y la grandes casas comerciales europeas ceden su situación privilegiada al decretarse la libertad de comercio. El poder ha pasado a manos del ejército y del alto clero.

Cando se convocó al congreso nacional se adoptó un proyecto que pedía una sola cámara sin separación de clases ni representación proporcional y con elección directa. En 1822, se estableció el Congreso Constituyente, que quedó dominado por la clase media. Para julio de ese año, el congreso se vio obligado a coronar a Agustín como emperador de México. El congreso es disuelto e Iturbide nombra en su lugar, una junta compuesta por 45 diputados partidarios suyos.

Estados Unidos de América: la revolución de independencia y las mutaciones en el ordenamiento político hasta la

Constitución de 1787.

En América del Norte, la ocupación del espacio, a partir de comienzos del S XVII, sigue modalidades diferentes al caso de Hispanoamérica. En principio, se trata de un territorio colonizado por diferentes potencias europeas: España, Holanda, Francia, Gran Bretaña, aunque esta última siempre tiene el rol más sustantivo. De hecho, a lo largo de ese siglo, la mayoría de los asentamientos se transforman, por diversos caminos, en colonias inglesas.

El poderío de los Estados Unidos tuvo como base la extensión, variedad y riqueza del territorio que había ocupado durante los dos siglos y medio que ocupó su establecimiento y expansión. Esta variedad en el clima y el terreno se refleja en una variedad de vegetación consecuentemente amplísima, por lo que puede producir prácticamente toda clase de productos agrícolas que hagan falta. La inmensa extensión del país y el efecto compresivo de los Grandes Lagos y del Golfo de México, que son espléndidas vías naturales para los viajes y las comunicaciones hicieron que el desarrollo norteamericano se realizara de modo predominante de este a oeste. Se trata de un país con vías acuáticas que no sólo hicieron posible la penetración en el oeste medio, sino que comunicaban con el sistema de navegación fluvial más grande del mundo: el Mississippi-Missouri, con el más grande de sus afluentes orientales, el Ohio. Nueva Inglaterra, las colonias centrales y el Sur, tenían estructuras

21

Page 22: El Proceso de Independencia

económicas y sociales distintas. EEUU fue capaz de extraer plenamente el beneficio de económico de su tamaño y de sus recursos porque logró mantener unidad nacional, lo que logró en gran parte gracias a los avances de la máquina a vapor y el ferrocarril.

Los lazos que unen a América con Europa fueron más fuertes en Gran Bretaña y los Estados Unidos que en cualquier otro caso. En los primeros años de colonización, las colonias presentaban la apariencia de pequeños grupitos de colono que se adherían al último extremo de un desierto duro y extraño. La colonización fue más bien una acción de empujar que de atraer. Los principales factores que empujaban eran, por un lado, sociales y económicos, y por otro, políticos y religiosos. Inglaterra padecía dificultades económicas y daba a los hombres de aquellas épocas la impresión de estar sobrepoblada. El país estaba dominado por la angustia de la intolerancia religiosa y la lucha política. Uno de los principales motivos de emigración residía en querer vivir bajo las creencias del modo que a cada cual le pareciera mejor. Los factores que atraían eran más simples, de modo predominante, económicos y sociales. Al comienzo los tentó el oro, pero cuando esa esperanza se disipó, se sucedió la expectativa de prosperidad, más sólida, de la agricultura y del comercio.

El principal conflicto que Gran Bretaña enfrentó en América tuvo lugar con Francia. La guerra de los Siete Años (1756-63) señala la culminación de la creciente importancia de América, que de hecho continuó por un tiempo. América era el principal objetivo de la guerra. Gran Bretaña arrebató a Francia todo Canadá y el este interior del Mississippi y a España La Florida oriental y occidental.

Todas las colonias angloamericanas estaban reguladas por alguna forma jurídica establecida por la Corona Inglesa que define su status: dos colonias corporativas (se habían consensuado las formas de gobierno entre la colonia y el gobierno inglés), tres propietarias (la autoridad gubernamental era ejercida por representantes de las principales familias propietarias) y el resto reales, con cartas coloniales que le reconocen menos prerrogativas. A diferencia de Hispanoamérica, el conjunto de las colonias inglesas no estaba controlado por una administración central, aunque un repertorio de leyes dejara claramente establecido el lugar que cada una ocupaba dentro del sistema colonial inglés. Un elemento distintivo de este sistema es que las colonias gozaban de una forma de gobierno representativo. En cada una de ellas, el gobernador debía contar con el consenso de las asambleas coloniales, y ese lugar se transforma para las elites locales una herramienta para controlar los fondos con los cuales se sostiene el aparato político y militar. Después de la Restauración de 1660, y sobre todo a partir de 1684 Gran Bretaña realizó esfuerzos para simplificar y uniformar el sistema. Estos intentos fracasaron para regocijo de las colonias miembros que, no sólo repudiaban la supresión de sus asambleas, sino que tampoco estaban dispuestas a aceptar medidas de cooperación de largo alcance.

22

Page 23: El Proceso de Independencia

Hacia 1763, Gran Bretaña había tomado posesión de todas, con excepción de cinco que continuaron bajo el dominio de sus propietarios. Todos los gobiernos coloniales, tanto los que estaban directamente subordinados a la Corona, como los independientes, enfrentaban el mismo problema básico. Este problema consistía en conciliar los intereses particulares de sus colonos con los intereses generales de la madre patria, regida ahora por el Parlamento. Éste, desde el siglo XVII, había comenzado a legislar de forma cada vez más directa para las colonias, cuyo enorme crecimiento y prosperidad coincidió con el establecimiento del control parlamentario.

El Parlamento se instaura con la doctrina mercantilista según la cual, las colonias existen en primer término para el beneficio de la metrópoli. A partir de entonces, se toma una serie de medidas que se conocen con el nombre de "Leyes de Navegación". Este sistema tenía 6 características: la protección de la flota inglesa, tanto por motivos comerciales como navales; la restricción de la exportación de determinados artículos "enumerados" sólo con destino a Inglaterra; la entrega del monopolio de todas las importaciones de las colonias al mercader inglés, mediante una tarifa elevadísima sobre los bienes; la prohibición del comercio y la industria en las colonias; la restricción a las exportaciones de numerarios a las colonias; y la prohibición de acuñar monedas y emitir papel moneda.

Estas leyes fueron de carácter liberal y a menudo beneficiaron tanto a la metrópoli como a las colonias. Sin embargo, un importante sector de la población vivía del comercio, en parte ilegal; por lo que muchos colonos se irritaron por la aplicación de estas leyes que los ponían en situación de dependencia de un comercio que prescindía de ellos. Las quejas diferían en la medida en que afectaban las diferentes particularidades de las distintas zonas. Las colonias del Sur, que dependían de las cosechas obtenidas utilizando mano de obra esclava, eran las más afectadas por la restricción de su mercado británico. La población de las colonias centrales, que vivía sobre todo de la agricultura y la exportación de granos, así como del comercio marítimo, debía sentirse obstaculizada por la posibilidad de una rápida diversificación de la economía que restringiría las manufacturas locales. Las colonias de Nueva Inglaterra, con sus tierras menos fértiles y sus industrias navieras, de transporte marítimo y pesquera, debían sentirse irritadas por las complejas regulaciones acerca del comercio marítimo.

La Revolución Norteamericana fue en esencia el resultado del proceso por el cual las colonias inglesas en América habían superado la tutela de la madre patria. El Nuevo Mundo no sólo había producido una sociedad norteamericana peculiar y vigorosa, sino que también la había dotado de un espíritu notablemente independiente y nivelador.

Las primeras fricciones se dieron con motivo de un esfuerzo del gobierno británico para administrar las colonias con mayor eficacia. Bajo la presión de la alta burguesía terrateniente de Inglaterra, que pagaba la mayor parte de los impuestos y urgido por el costo de la

23

Page 24: El Proceso de Independencia

Guerra de los Siete Años, y por la ineficacia del sistema fiscal colonial, el primer ministro decidió reformar la administración imperial incluyendo el sistema aduanero. En 1764 se dictó la Ley de Azúcar, la cual, si bien reducía los derechos aduaneros cobre la melaza extranjera, tenía como principal objetivo cobrarlos en su totalidad. Esa medida tendía a convertirse en el comienzo de la eliminación del contrabando. Este intento de reforma originó temores de que las gravosas tasas aduaneras, impuestas sin su consentimiento, pudieran socavar todo su nivel de vida. A pesar de las enérgicas pero pacíficas protestas de los mercaderes norteamericanos contra la Ley de Azúcar, al año siguiente sucedió a ésta la Ley del Sello, que afectaba también a otras clases, como impresores y abogados. La protesta contra este nuevo impuesto fue mucho más intensa y la acompañaron considerables desórdenes que, se exacerbaron por la amenaza de fuerza que parecía implícita en la aprobación de la Ley de Acuartelamiento.

Representantes de 9 colonias se reunieron en Nueva York, en el Congreso de la Ley del Sello, y protestaron contra este impuesto "sin consentimiento". Las protestas fueron apoyadas con sanciones económicas que consistían en un acuerdo voluntario entre los colonos de no comprar mercancías británicas mientras no se derogara la Ley del Sello. La derogación ocurrió en 1766, pero a la vez se aprobó la Ley Declaratoria, que afirmaba la plena soberanía legislativa del Parlamento británico e incluía la atribución de fijar impuestos a las colonias. Esta ley hizo aparecer el problema de principio fundamental: cuál era exactamente la relación entre Gran Bretaña con las colonias.

Mientras que en Inglaterra, los ingleses habían ido aceptando casi sin protesta la naturaleza cada vez menos representativa de la Cámara de los Comunes; los norteamericanos, que sabían que carecían de absoluta representación en el Parlamento británico, creían que sus propias asambleas debían tener sobre ellos los mismos poderes que el Parlamento tenía sobre los ingleses.

Los colonos no estaban dispuestos a aceptar ninguna legislación cuyo propósito fuera lograr la percepción de rentas en América. Por eso, volvieron a organizarse sanciones económicas, las cuales fueron tan fuertes y eficaces que lograron derogar en 1770 todos los derechos aduaneros impuestos por Townshend, con excepción del te. Todas las colonias tenían motivos de queja contra el gobierno metropolitano, pero donde más se acentuaban era en las zonas mercantiles. En 1767 se había amenazado con la disolución de la Asamblea de Nueva York por no haber aplicado la Ley de Acuartelamiento; en 1770 se había producido la matanza de Boston, en la cual los soldados británicos habían disparado contra 5 norteamericanos que formaban parte de una masa provocadora; y en 1772 un choque entre mercader y oficiales de la aduana de Rhode Island terminó con el incendio del escampavía Gospee (pequeño buque de guerra).

En 1772 se inauguró en Boston el sistema de Comités de Contacto,

24

Page 25: El Proceso de Independencia

entre elementos disidentes de las distintas colonias, que constituirían luego el armazón del movimiento revolucionario. Al año siguiente, el rey de Inglaterra le cedió a Lord North el monopolio del té mediante el recurso de permitirle embarcarlo en grandes cantidades y pagar derechos aduaneros muy reducidos. Casi todas las colonias se negaron a comprar té, a pesar de que su precio había bajado. Cuando una facción de patriotas de Boston, disfrazados de indios, tomaron los barcos que acarreaban té y arrojaron éste en el puerto, el Parlamento contestó en 1774 con las Leyes de Coerción. En septiembre de ese año, se reunieron en Filadelfia, en el Primer Congreso Continental, representantes de todas las colonias excepto Georgia. El Congreso terminó por organizar una "Asociación Continental" para romper todo intercambio económico con la madre patria. Los comités locales comenzaban a prepararse en forma activa para la resistencia prácticamente en todas las colonias. A comienzos de 1775 ya eran diez los Estados en los que las funciones de gobierno estaban a cargo de cuerpos extralegales.

El Segundo Congreso Continental se reunió el 10 de mayo de 1775 y proclamó la Declaración de las causas para tomar las armas. Este proceso fue acelerado por la publicación del folleto de Tom Paine, que abogaba por una ruptura total y definitiva. Los panfletos fueron un gran medio utilizado por aquellos que tenían alguna idea política que comunicar a sus conciudadanos. La mayoría de ellos era una respuesta a un acontecimiento fundamental, estaban escritos por elites intelectuales, con una formación jurídica que les permitía enfrentarse a temas constitucionales. Estaba dirigidos a la Corona, el Parlamento británico o a los gobernadores coloniales reivindicando un derecho o denunciando una tropelía, pero sobre todo tenían una clara vocación divulgativa.

El 4 de julio de 1776, el Congreso de Filadelfia adoptaba la Declaración de la Independencia, que había sido redactada en buena parte por Jefferson. En este documento, se proponía que todos los hombres nacieron iguales y con derechos inalienables (la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad), y que para la seguridad de estos derechos nacieron los gobiernos entre los hombres, cuyos poderes derivan del consentimiento de los gobernados. Esto no sólo era una justificación de la declaración de la Independencia, sino también una clara afirmación pública de determinados derechos universales.

De la literatura política inglesa, el autor más citado fue Locke. Su modelo político, sus teorías sobre el contrato social y sobre los derechos naturales fueron reiteradamente convocadas. Otra de las fuentes de inspiración fue la literatura racionalista de la Ilustración francesa: Voltaire, Montesquieu y otros muchos ilustrados franceses que estuvieron presentes en los argumentos de los panfletistas norteamericanos. La Declaración de Independencia y otros escritos de los Fundadores están impregnados de liberalismo y la influencia de Locke es detectable en muchos de ellos. La teoría del Contrato social,

25

Page 26: El Proceso de Independencia

como condición para evitar los abusos de poder de los gobiernos, estaba presente y fue manejada en los escritos de los líderes.

El republicanismo no sólo significaba el final de la monarquía y su sustitución por un gobierno electivo, sino que añadía a la separación de la Gran Bretaña una dimensión moral y unos ideales que, aunque en buena medida eran utópicos, respondía a los deseos de cambio de la sociedad norteamericana. En 1776, la república era la solución ideal para los diferentes estados que se habían proclamado independientes. El republicanismo les brindaba los argumentos para combatir aspectos fundamentales de la sociedad tradicional, como la herencia y el clientelismo, y los males que de ellos sobrevinieron, sobre todo los privilegios para la aristocracia y la pobreza de una mayoría.

En la guerra que siguió a la apertura de hostilidades en 1775, los norteamericanos debieron enfrentar dificultades serias: carecían de ejército regular, su experiencia militar era escasa, y la falta de equipo era lamentable (gran parte de lo que se tenía se compraba al extranjero). Se nombró comandante en jefe a George Washington. La ineficiencia norteamericana era superada por la británica, cuya lentitud, inflexibilidad y falta de imaginación confluyeron en la indeterminación e inexistencia de esfuerzos militares decisivos. Gran Bretaña no logró impedir que la guerra se convirtiera en guerra internacional. Los franceses se incorporaron a la lucha en 1777 y los españoles un año más tarde. La participación de Holanda en la contienda fue a partir de 1780.

En 1782, cuando el Ministerio de North fue reemplazado por el de Rockingham, se inició negociaciones con Norteamérica. Gran Bretaña libraba una guerra con tres de las mayores potencias europeas, y tenía mucho más interés en ganarla que en reafirmar su poder sobre los EEUU. Este tratado no había tenido consecuencias prácticas hasta la terminación de la Paz de París entre Gran Bretaña y Francia en 1783. Los términos reales del tratado eran mucho más favorables a EEUU de lo que la mayoría de los estadounidenses se habían atrevido a esperar. EEUU obtenía cierto derecho de pesca, una amplia frontera, y la libre navegación del Mississippi; además de que el primer artículo del tratado de paz reconocía que los Estados Unidos eran estados libres, soberanos e independientes Gran Bretaña obtuvo de EEUU dos artículos: uno de ellos permitía a los acreedores ingleses tratar de que se le devolvieran sus deudas y el otro recomendaba a varios Estados la restauración de la propiedad de los realistas.

Una vez lograda la Independencia, se trataba de inventar una nueva forma de autogobierno que respondiese, si no a todas, a la mayoría de las expectativas de los individuos que se habían planteado en los últimos 20 años. Los norteamericanos estaban convencidos de que estaban inventando su futuro y que de ellos dependía la construcción de la República. Surgía entonces un problema: si los trece estados constituirían o no una nación. En la realidad, era más una confederación que una unión, en donde cada

26

Page 27: El Proceso de Independencia

Estado conservaba una acentuada individualidad.

Para 1783, lo único que unía institucionalmente a los treces Estados eran los "Artículos de la Confederación", que se basaban en el plan de Dickinson. Éstos se habían terminado de redactar en noviembre de 1777; 8 Estados dieron su consentimiento en 1778, dos más en el año siguiente y Maryland sólo después de que se acordase que todas las reivindicaciones de tierra deberían pasar por él. Sólo tuvieron fuerza legal a partir de 1781. Según estos, todas las decisiones importantes requerían el apoyo de siete de las delegaciones estatales del Congreso; las resoluciones acerca de la guerra y de la paz, los tratados extranjeros, los pedidos de dinero a los Estados, la impresión de papel moneda o la celebración de empréstitos debían contar con nueve votos afirmativos, de tal modo que a menudo las abstenciones actuaban de manera de veto. Para la reforma de los artículos se necesitaba consenso unánime. El Congreso no tenía autoridad directa sobre los individuos, sino a través de los Estados, que eran soberanos, libres e independientes. La confederación era un tratado entre Estados soberanos que cooperaban entre sí. Los ciudadanos de todos los estados tenían los mismos derechos y privilegios. La coordinación de intereses de los diferentes estados con la existencia de un organismo central que fuera eficaz fue la tarea más difícil que tuvo que abordar el congreso. La discusión en torno a los Artículos se centró en problemas concretos que afectaban los intereses particulares de los Estados.

Una de las controversias suscitadas fue en el momento de fijar la representación: los estados más poblados deseaban que el número de habitantes fuese la base para adjudicar la representación en el Congreso; los menos poblados exigían una representación igual para todos. Finalmente se optó por la igualdad. El segundo conflicto estuvo dado en base a la financiación del organismo central: la fórmula original planteaba que la contribución a fastos de la Confederación fuese proporcional a la población, incluidos los esclavos. Los estados del sur se opusieron de forma tajante y la fórmula adoptada sería, finalmente, la de tomar con base el valor de la tierra. La última controversia, y más importante, hacía referencia a las tierras del Oeste: Virginia y Massachusetts esgrimía derechos recogidos de sus cartas coloniales. Otros estados fueron partidarios de que las tierras en discusión fueran puestas bajo la autoridad del Congreso. Finalmente, se reconoció al Congreso la capacidad de colonizar y dividir el territorio en nuevas Estados, que se sumarían a la Unión.

Cuando el Segundo Congreso Continental le pidió a cada una de las colonias que se diese a si misma un nuevo orden político. éstas buscaron en un patrimonio teórico muy variado los principios que inspiraron sus constituciones estatales y dieron cuerpo a la Confederación. La filosofía liberal empezaría a calar entre los colonos y con ella, la tolerancia religiosa, la filantropía, el espíritu científico de Newton y el modelo político de Locke se harían presentes en las discusiones de las Asambleas coloniales. Aunque los gobiernos

27

Page 28: El Proceso de Independencia

estatales aislados poseyeran el poder predominante en América, que les había sido conferido por el activo consenso popular de los gobernados durante la guerra en las antiguas colonias, la forma de sus respectivas Constituciones demostraba que, en gran medida, sus ideas políticas eran comunes, como en lo que respecta a la autoridad de la ley y la necesidad de separar los poderes legislativo, ejecutivo y judicial con el fin de preservar la libertad. Casi todos los Estados habían establecido los gobiernos basados en el consenso popular. En Massachusetts y New Hampshire, los legisladores habían convocado cuerpos especialmente representativos, denominados convenciones, y les habían sometido a las constituciones para que las ratificaran por votación.

En 1786, en Massachusetts tuvo lugar una rebelión campesina contra el gobierno, dirigida por el capitán Shays, cuando aquél exigió el pago de impuestos en metálico. Aunque esta revuelta se sofocó con facilidad, se agregó a la ya considerable alarma que dominaba a los ciudadanos acaudalados en todo el país, quienes temían un brote de radicalismo que minara los derechos de propiedad. Ante la rebelión de Shays, se demostró la total incapacidad del Congreso por su falta de facultades. Fue incapaz de establecer medidas eficaces para aliviar la penuria económico, no pudo imponer la estabilidad (y menos la uniformidad) de la moneda en los Estados y tampoco recaudar los fondos necesarios para el pago de deudas y para promover la reducción al mínimo de la actividad gubernamental. La debilidad se extendió también al campo político, los gobiernos estatales comenzaron a disputar entre sí y algunos armaron milicias y obtuvieron sus propios barcos de guerra.

El Congreso se convenció de que debía autorizar a una convención de representantes de todos los Estados para reformar los "Artículos de la Confederación". Madison propone un plan que contemplaba una reunión de todos los Estados con el fin de apoyar el mayor poder para el Congreso; este plan es aprobado y se fija la reunión para septiembre de 1786. La convención de Annapolis se reunió incompleta, sólo enviaron delegados cinco Estados. Frente a esto, Hamilton propone una resolución que plantea la necesidad de que los Estados se comprometan a integrar a los otros Estados. La nueva convocatoria precisaba su finalidad: estudiar la situación de los Estados Unidos, acordad medidas necesarias para que el gobierno federal fuera apropiado a los intereses de la Unión e informar de todas las decisiones al Congreso de la Confederación. En 1787 se reunieron en Filadelfia, y bajo la presidencia de Washington decidieron enseguida promulgar una Constitución. Los conservadores consideraban evidente que si no se fortalecía en grado extraordinario la autoridad del gobierno federal, los Estado Unidos no podían en modo alguno constituir una nación. La Convención decidió no someter la Constitución a las legislaturas estatales, sino a convenciones del pueblo en los Estados; a diferencia de lo que ocurría con los Artículos de la Confederación que estaba bajo el control absoluto de los Estados. La Constitución fue un gran paso adelante, su ratificación

28

Page 29: El Proceso de Independencia

señaló el surgimiento del federalismo moderno, que es, en lo esencial, un invento de Estados Unidos. Tanto el gobierno estatal como el gobierno federal tenían jurisdicción inmediata y ejercían la autoridad directamente sobre el individuo. Ninguno era agente del otro, de modo que el ciudadano estaba sometido a ambos en forma directa. Se decidió que el documento entraría en vigencia cuando lo aprobaran 9 de los 13 Estados.

En septiembre de 1787 se llevó a cabo en los Estados un urgente y grave debate nacional que resultó condigno del acontecimiento, acerca de las consecuencias de la ratificación. Las deliberaciones de la Convención no fueron rápidas ni sencillas, pues se prolongaron durante 4 meses en Filadelfia. El más importante de todos los conflictos tuvo lugar entre los que, como Hamilton, aspiraban a crear un gobierno nacional norteamericano tan fuerte y centralizado como fuera posible y los que deseaban preservar al máximo la autonomía de los Estados. Esta discusión se asoció con la división entre los Estados Grandes y los Pequeños. Los grandes se agruparon en el "plan de Virginia", que abogaba por un sistema prácticamente nuevo, dirigido por una poderosa legislatura con representación proporcional a la población de cada Estado. Un contra plan de Nueva Yersey, pedía sólo la reforma de los Artículos de la Confederación para conferir más poder al Congreso. Finalmente, esta discusión quedó finalizada cuando se decidió que todos los Estados tendrían la misma representación en el Senado (dos senadores por cada uno), pero se establecía una más amplia Cámara de Diputados integrada por representación proporcional a la población. Otra discusión estuvo dada entre el Norte y el Sur. El sur agrícola, productor de grande cosechas para la exportación, gracias al trabajo de los esclavos negros, a menudo en grandes plantaciones. El norte, de pequeños terratenientes agricultores y comerciantes marítimos, dispuestos a la pronta ramificación de la industria. El problema fue el de si debía tenerse en cuenta a la población esclava, a fines de establecer la proporción de la representación. Finalmente, se estableció que cada esclavo equivalía a 3/5 de persona, tanto para este propósito, como para la contribución directa de impuestos.

El sistema político conservó una gran similitud con la forma de gobierno británica tal como esta se dio en el siglo XVIII, antes de que surgiera el moderno sistema de partidos. La separación de los tres poderes era la única certeza de libertad. La Constitución otorgó al Congreso facultades para regular el comercio exterior e interior, para fijar impuestos, contraer empréstitos en dinero y acuñar moneda y regular su valor. Prohibió a los Estados de estas funciones, emitir documentos de crédito, autorizar el pago de deudas en otra cosas que oro y plata y aprobar leyes que alteren las obligaciones contractuales. Se otorgó al Congreso autoridad para declarar la guerra y mantener la fuerza armada, para conceder patentes, y disponer de la Sede de Gobierno. El presidente tenía atribuciones para designar los funcionarios civiles y militares, para dar al Congreso información del estado de la Unión, convocar al Congreso a sesiones

29

Page 30: El Proceso de Independencia

especiales en ocasiones extraordinarias y se lo declaró comandante en jefe de las fuerzas armadas. Las legislaturas estatales designarían a los miembros del senado por un término de 6 años con renovación cada dos. Los miembros de la Cámara de Representantes eran elegidos sólo por dos años por electores que deberán reunir en cada Estado condiciones particulares. La mayoría de los Estados exigía la propiedad como requisito para votar. Casi siempre se refería a la propiedad de la tierra, lo que en la práctica algo muy semejante al sufragio universal. El sistema de elección de presidente y vicepresidente era indirecto, proyectado para asegurar una elección fría y reflexiva.

30