El proceso de la reislamización de Egipto

EL PROCESO DE LA REISLAMIZACIÓN DE LA SOCIEDAD EGIPCIA [Desde los inicios de la Revolución Naserista

hasta la institucionalización del Islam con Anwar

Al Sadat.] [Autora: María Mercedes García Díaz

@maryambcn]

Serie: Islam y Política. Perspectiva histórica

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“La religión está por todos lados. En el metro, en el que el primer vagón está estrictamente reservado a las mujeres. En el autobús, donde hombres barbudos ocupan su tiempo leyendo el Corán. El pañuelo se ha convertido en una norma social más que en un signo de convicción religiosa. Entre los hombres, la zabiba, la pequeña callosidad en el centro de la frente que se supone adquirida a fuerza de prosternaciones, se ha convertido en moneda corriente” (Ternisien, 2007; 43)

EL PROCESO DE REISLAMIZACIÓN DE LA SOCIEDAD EGIPCIA

Introducción Este breve ensayo pretende exponer de manera sucinta aquellos elementos

claves para comprender el proceso de reislamización de la sociedad egipcia,

comprendiendo dicho término como un proceso de reformulación de Islam en

clave política, ya sea constituyendo partidos políticos, asociaciones, grupos

radicales o desde las instituciones tradicionales –Al Azhar- y el impacto que ello

ha tenido en las prácticas sociales y los marcos de referencia cotidianos.

Hablamos de reislamización también por que previamente hubo una

“desislamización política” en muchos países musulmanes cuando estos

adoptaron formas de gobierno modernas influenciadas por ideales liberales y

secularistas.

Es un trabajo de carácter descriptivo que pretende abordar un proceso

sumamente complejo bajo una perspectiva histórica y prestando especial

interés en dos organizaciones fundamentales: Los Hermanos Musulmanes,

representantes del reformismo musulmán y la institución del Al Azhar, símbolo

y referente del Islam en el mundo árabe.


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PRIMERA PARTE El Egipto contemporáneo. El diseño institucional del país y los primeros

partidos políticos. El auge del nacionalismo egipcio.

La independencia del país colocó al Sultán Fuad como el primer rey de

Egipto en marzo de 1892. Se instaló un régimen monárquico de corte liberal

que duró hasta 1953. Rápidamente el Rey, jefe del ejecutivo instauró una serie

de prerrogativas (derecho de veto sobre las leyes y capacidad de disolución del

parlamento) para acumular poder y resguardar la estabilidad de su mandato. El

juego político quedó reducido al rey, el Wafd (primer partido nacionalista del

país proveniente del partido La Umma), los británicos y el resto de partidos

(Azaola, 2008).

En esta época se erigen nuevas fuerzas sociales y políticas en el país,

infundidas por la ideología nacionalista, entre ellas los Hermanos Musulmanes

(AL Ijwan al-muslimun), creados en 1928 por Hassan Al Banna que pretendían

dotar de una respuesta así como una solución a los profundos cambios que

experimentaba la sociedad egipcia. Por un lado encontramos un nacionalismo

laico, propio de la influencia de los modelos occidentales de asociación política

que se institucionalizan como partidos políticos minoritarios (Hibz al-ahrar al-

dusturiyyún próximo al trono: el partido Saadista, creado en 1938, el partido

nacional continuador del creado por Mustafa Kemail Atatur y el partido del

pueblo Hibz al-shab que se unión al anterior en 1938.), y por otro lado,

encontramos un nacionalismo orientado al campo islámico, también basado en

modelos de asociación propios de la influencia externa, pero con la

particularidad de articular religión y cambio social a través de la práctica

política.

Desde el punto de vista de algunos autores (Ternisien 2007, Ramadan) es

posible ubicar al pensamiento de los Hermanos Musulmanes como parte del

proceso de reforma del Islam contemporáneo, un proceso de reformulación

para afrontar los retos de la occidentalización y que ubica a Hassan al Banna

(fundador de los Hermanos Musulmanes) como sucesor de Al Afgani (1837-


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1987) y Mohamed Abduh (1849-1905). Aunque encontramos posturas

encontradas con respecto a la relación de los Hermanos Musulmanes con el

reformismo del Islam, lo que si podemos asumir es el intereses de este grupo

en formular un Islam político y que durante mucho tiempo ha sostenido una

relación ambigua con el poder1 Dicha relación a veces de complicidad otras

veces de conflicto y enfrentamiento va a determinar el marco de interacción

entre las élites gobernantes con las instituciones religiosas y con los partidos

políticos y movimientos sociales de tendencia islamista (Bassman, 2005)

durante todo el siglo XX.

Para la década de los años 40 el sistema político instaurado en los años 20,

había llegado a un punto muerto, su pérdida de legitimidad y ausencia de

apoyo social, favoreció el aumento de grupos nacionalistas no vinculados al

poder, que demandaba democratización, como el partido Misr Al Fatah y los

Hermanos Musulmanes. El comienzo de la Segunda Guerra Mundial, las

crecientes protestas por el futuro del Tratado Anglo-egipcio pero ante todo el

comienzo del conflicto árabe-israelí a partir de 1948, alimenta el nacionalismo

árabe de la región pero también fortalece la idea de la necesidad de una salida

militar al estancamiento político del país. “Tras la derrota árabe –en referencia

a la primera guerra tras la instauración del estado de israel-, el ejército parecía

ser la única fuerza capaz de ofrecer una alternativa organizada a la situación

que vivía Egipto” (Azaola, p.55)

Así mismo la violencia se incorporaba sigilosamente en el espacio político.

Según algunos autores, para finales de los 40 se habían desarrollado las ramas

militares de los Hermanos Musulmanes como ejemplo de militarización de la

militancia política y que por entonces era práctica habitual en Europa también.

(Ternisien, 2007)

No obstante los cambios más importantes en la relación entre poder e

Islam se van a dar a partir de las profundas reformas realizadas por el proyecto

1 En el diario Al Ahram se anunció la constitución formal de los Hermanos Musulmanes, y durante mucho tiempo recibió donaciones de la Compañía del Canal de Suez. Así mismo Al Banna recomendaba sostener buenas relaciones con el Clero y las elites políticas. (Ternisien, 2007)


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político de Naser y Sadat y que de una u otra forma, marcan el desarrollo de un

Islam político con tres vertientes; una fuertemente institucionalizada y

representada por el Islam oficial de Al Azhar y otra personificada por un Islam

militante pero en la periferia del poder y muchas veces en la clandestinidad,

como es el caso de los Hermanos Musulmanes y una tercera representada por

el Islam radical, que se alimenta de la represión y el enfrentamiento al sistema

para formular una respuesta política radical amparada bajo un sustrato

religioso.

SEGUNDA PARTE El proyecto de Nasser. Entre la represión y la institucionalización del estamento religioso.

En 1953, con el golpe de estado de los Generales libres encabezados

por el General Naguib y por Abl Al Nasser (el líder carismático y futuro hombre

fuerte) comienza una etapa de auge del nacionalismo árabe. En el proyecto

naserista, carente de un programa de gobierno sólido estaban contenidos los

trazos de lo que posteriormente sería un régimen autoritario, basado en un

partido único, de tendencia nacionalista, y con el objetivo de ejercer un

liderazgo en la región. El nacionalismo de corte socialista era la bandera del

discurso oficial que prometía igualdad social, progreso, disminución de la

pobreza a un Egipto líder del mundo árabe.

Naser se encargó de instaurar un sistema de control y vigilancia contra

cualquier manifestación de disidencia que el régimen pudiese considerar como

amenaza a la “revolución”. El nacionalismo promovido por el régimen, como

ideología del estado, otorgó un ideal y una bandera de lucha a la red de

movimientos sociales que tradicionalmente se ubicaban en la periferia del

poder y que pronto se dieron cuenta que tampoco tendrían posibilidades en un

régimen que buscaba la homogeneización del ideal de país en la población

egipcia y que pretendía hegemonizar el discurso del cambio en cada espacio

de la sociedad.


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En el plano internacional, Naser se autoproclama como representante

del panarabismo e interlocutor de los árabes frente a occidente. En 1958 selló

un acuerdo con el gobierno Sirio bajo el cual se constituía una unidad de

derecho internacional entre ambos países que fracaso rápidamente. Así mismo

como miembro del Movimiento de los países no alineados intentó imprimir

liderazgo y proyección internacional al movimiento. Jugo además, la carta de

aproximación a la URSS, provocando irritación en muchos países árabes.

Intentó además abanderar y ofrecer apoyo a los movimientos de liberalización

en la región. En el plano económico se impulso un programa de

nacionalizaciones que se basaba en el control estatal sobre la banca, el

comercio exterior, control de la industria y reforzamiento del sector público.

A partir de 1954 el régimen da inicio a una ola de represión sin

precedentes que comienza por los Hermanos Musulmanes, quienes en

principio ofrecieron soporte a los Militares Libres2. El régimen se empleo a

fondo principalmente contra cualquier manifestación de disidencia, muchos

miembros de los Hermanos Musulmanes fueron encarcelados y otros

ahorcados, pero a la larga la represión solo condujo a una mayor radicalización

del discurso político sustentando en el Islam como proyecto de sociedad. 3

La captura del espacio político y la conformación de una elite burocrática

cerrada obligaron al régimen a blindarse y atacar cualquier manifestación

política alternativa y cualquier movimiento social que representará una

amenaza para los logros de la Revolución socialista árabe. Por otro lado

consecuente con el sesgo socialista del proyecto político, cualquier

organización religiosa que pretendiera formar parte del entramado político

debía ser suprimida. La secularización forzosa suponía eliminar el discurso

religioso y cualquier referencia a este del juego político y del mensaje a las

masas.

2 El atentado frustrado contra Naser por parte de un miembro de la hermandad fue el catalizador de la ola de represión contra esta organización que había ofrecido soporte al nuevo régimen. 3 Según datos de Ramadan (2007) durante las detenciones de 1954 cerca de dos mil miembros de los Hermanos Musulmanes fueron detenidos, siete fueron condenados a muerte, siete fueron condenados a cadena perpetua y trabajos forzados..


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En las cárceles de Naser es donde se comienza a desarrollar la rama

más radical del pensamiento de los Hermanos a manos de Sayed Qutb4, que

en medio de la ola de represión fue encarcelado varias veces y finalmente

ahorcado en 1966. Ello solo sirvió para difundir sus ideas con más rapidez

dado su condición de mártir. Sus dos obras principales, escritas en la cárcel Fi

Zilal al- Quran (A la sombra del Corán) y Maalim fi al-Tariq (Jalones en el

camino) tuvieron una amplia aceptación y han servido de base para el posterior

auge del pensamiento panislamista proclamando la necesidad de un regreso al

Islam fundamental5. La rama más moderada de los Hermanos Musulmanes

desaprobó la obra de Quotb y pretendían así mismo desvincularlo de la

organización. Pero para entonces, su obra ampliamente difundida dentro y

fuera de Egipto proporcionó un discurso islámico de confrontación al

establishment político desde la disidencia. Además, en esa época, los que

pudieron evadir la represión exiliándose en países del golfo ayudarón a difundir

la obra de Qutb. A la larga, ello beneficio la expansión de las ideas de los

Hermanos por gran parte del mundo árabe, pero también en Europa y

contribuyo a reforzar la justificación de luchar contra el régimen en clave

islámica.

Sólo las autoridad religiosas tradicionales sobrevivieron a la represión y

lograron consolidar una relación de interdependencia con el poder. El

establishment religioso optó por evitar la confrontación y resignarse a cumplir

un papel marginal en las esferas del poder. En el caso particular de Egipto, es

de destacar la importancia de la institución del Al Azhar como centro del poder

religioso y valuarte del Islam por su historia y prestigio. Durante el naserismo se

impulso una reforma profunda de dicha institución con la finalidad de reducirla a

4 Sayed Qutb es conocido como el padre del extremismo radical, fue profesor, literato y fue un activista político, entró a formar parte de la Hermandad a su regreso de USA., sin embargo en los países árabes no se le otorga ese papel reduccionista de padre del islamismo. Se aprecia su obra como una interpretación renovada que conecta con las clases estudiantiles e intelectuales como referente de cambio social y lucha contra los regímenes autoritarios árabes. 5 Ayman Al-Zawahiri, un joven médico de El Cairo, marcado por la muerte de Qutb fundó un grupo islámico clandestino apoyado en sus ideas. En 1981 fue arrestado con motivo del asesinato de Sadat y una vez liberado en 1985 viajó a Arabia Saudita donde conoció a Osama Bin Laden y juntos dieron forma a Al Qaida y con ello al Islamismo mundializado.


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una institución del gobierno, menoscabando su autonomía tradicional e

institucionalizando su discurso como fuente de legitimidad a su mandato. 6

“… la posterior y definitiva orientación del régimen de los Oficiales Libres en

contra de los Hermanos Musulmanes y a favor de nacionalizar todos los

medios de expresión y difusión, desembocó en una vasta reforma del espacio

administrativo y ocupado por las instituciones islámicas existentes

secularmente en el país” (Martín, 1999; 268)

En 1955 queda abolida la autonomía de las cortes de la Sharía y la

unificación del sistema judicial del país. Posteriormente la ley 103 del 5 de

mayo de 1961 reconocía la importancia del Al Azhar pero dejaba claro su

inadaptación a los objetivos de la revolución. A partir de ese mismo año, tanto

el Gran Mufti de la Republica como la autoridad suprema de Al Azhar

comienzan a ser designados directamente por el presidente de la república.

Para 1960 se creó el Consejo Supremo para Asuntos Religiosos (Maylis-al-

a´lali.l shu un al-islamyya) con el objeto de controlar la difusión del Islam, la

cultura islámica y controlar su propagación

Sin embargo tal como afirma Kodmani (2005), no por ello Al Azhar ha

ejercido menos influencia en el espacio social y según el punto de vista del

autor, gradualmente su dominio en la esfera social del Islam institucionalizado

también ha sido una pieza fundamental en la reislamización de la sociedad

desde la base siendo actores activos en la creación de mezquitas y control

cada vez más autónomo del discurso religioso y la práctica cotidiana del Islam.

En términos generales, los estados árabes –y Egipto no es la excepción-

buscaron institucionalizar un Islam oficial y garantizarse el monopolio de un

discurso religioso que concediera un importante sustrato de legitimidad frente a

la población. Bajo la responsabilidad del Ministerio de Asuntos religiosos, la

autoridad religiosa quedaba bajo el control del Estado para dirigir a la población

6 Las primeras reformas sufridas por la organización religiosa datan de 1895 cuando el gobierno introdujo el control institucional sobre Al Azhar. En 1911 la ley prohibió que cualquier miembro de la institución participase en la política. Pero las reformas más significativas son implementadas por Naser.


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a una aceptación de las decisiones del régimen a través del aval de las Fatuas

emanadas de los Ulemas que ahora eran “funcionarios del Estado”.

“Va a existir un pacto implícito entre el régimen y el Islam institucionalizado, de

manera que el primero permitirá el segundo controlar y vigilar el mantenimiento

del orden social islámico, a cambio de lo cual no cuestionará políticamente el

poder” (Martín, 1999; 239)

La represión naserista, la implantación del modelo totalitario de

Revolución a que apelaba no obstante todos los intentos de movilización y

captación de adeptos, chocan con la realidad de la derrota del año 67 en la

Guerra de los Seis días- hechos que tendrán un fuerte impacto en la sociedad

egipcia y en el mundo árabe en general. Dicha derrota “constituyó un fuerte

revés para el régimen naserista que estuvo a punto de caer al anunciar Naser

su dimisión el 9 de junio de 1967” Con la repentina muerte de Naser acaecida

en 1970, comienza una nueva era del régimen instaurado por este y así mismo

un giro en las relaciones entre el Islam y el poder a manos de su sucesor;

Anuar Al-Sadat.

TERCERA PARTE La apertura de Anwar Al Sadat.

El primer objetivo de Sadat fue iniciar un proceso de desnaserización del

régimen, y dar carta abierta para un cambio de rumbo en el aspecto

económico, político y también en la relación entre el Estado, las instituciones

religiosas y el Islam político. En el plano económico se inicia un proceso tímido

de apertura (infitah) y liberalización que buscaba atraer la inversión extranjera e

incentivar la consolidación de una industria nacional. En el plano de la política

exterior se distanció de la URSS y estrecho lazos con Arabia Saudita y también

con Washington. En el plano político dio por finalizado la existencia de un

partido único, favoreciendo el nuevo régimen un sistema multipartidista, sería

un modelo a medio camino entre el monopartidismo y el pluripartidismo.


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El 15 de septiembre de 1971 se aprueba la Constitución permanente de

la República árabe de Egipto cuyo contenido es de carácter confesional. Ello

marca el inicio de un cambio de relaciones con el Islam favoreciendo la

retradicionalización islámica. En los comienzos buscó el apoyo de Al Azhar y

de los Hermanos Musulmanes. En especial, busco dotar de legitimidad a la

apertura económica así como el reconocimiento del Estado de Israel, a través

del soporte de los Ulemas de la institución, a cambio los recompensó con

mayor autonomía y con la facultad de aplicación de la ley islámica. Con las

reformas constitucionales de 1971 y 1980 se proclamó la Sharía como fuente

principal de legislación.

Otro rasgo que favorece la islamización de la sociedad bajo la era Sadat

es la utilización de los movimientos islámicos para enfrentar a sus detractores,

principalmente la izquierda, para ello, liberó entre 1974 y 1978 a miembros de

los Hermanos Musulmanes, quienes rápidamente se infiltraron en los medios

estudiantiles expandiendo una pensamiento islámico sobre la política y la

realidad social, construido a partir de la influencia de los textos de Qutob.

“En definitiva, Sadat alentó la islamización como un instrumento para la

desnaserización del régimen en dos vertientes: la lucha contra sus enemigos

de la izquierda naserista, y la aceptación legitimación para sus arriesgadas

opciones políticas prooccidentales y hacia Israel” (Martín, 1999; 273)

La estrategia finalmente jugó en su contra: por un lado se fortalecieron

las tendencias más radicales del Islam que criticaban fuertemente el proceso

de paz con Israel, la oposición a su régimen creció en vez de disminuir, y como

consecuencia los movimientos islámicos se fortalecieron y se organizador

mejor, para comenzar a representar una amenaza real a la estabilidad del

régimen, Al Azhar se convirtió además en el interlocutor con el Islam no

institucionalizado y ello fortaleció su autonomía y brindo la posibilidad a la

institución de imponer sus propios intereses bajo la aceptación de Sadat.


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Se tornó en una situación paradójica, pues para enfrentar al Islam radical

Sadat respondía ofreciendo más autonomía a Al Azhar que comenzó desde

entonces a desarrollar una capacidad de influencia social muy importante en la

sociedad egipcia. Como hecho simbólico para abril de 1980 Sadat aprueba

varias enmiendas en la constitución, modificando el articulo primero que

estipula que “la religión del estado es el Islam y el árabe su lengua”. Un año

después Sadat moría abatido durante un desfile militar el 6 de octubre de 1981,

bajo las manos un grupo de militares que pertenecían a Al Yihad. Afirma Stara

(2005) que estos grupos islamistas radicales fuerón la respuesta a la exclusión

deliberad del Islam como fuente de ideología.

Por un lado Sadat intentó reforzar el Islam institucional a través de Al

Azhar y el cese de la represión a los Hermanos Musulmanes, pero por otro lado

mantuvo cerrado el acceso a cualquier expresión del Islam que no contará con

la aprobación del régimen. Kodmani en su articulo The Dangers of Political

Exclusión: Egypt´s islamist Problem (2005), sostiene que el proceso de

reislamización iniciado durante la época de Sadat tuvo una vertiente oficial,

representada por Al Ahzar que se vio favorecido por las reformas del régimen

que a la larga permitió que la institución tuviese la capacidad de ejercer control

sobre el espacio social con relativa autonomía del régimen. También podemos

agregar que la reislamización tuvo otra vertiente no oficial que basó su

contestación al orden establecido, tachado de corrupto e infiel, en la

formulación de una praxis política para el cambio social remitiéndose al Corán y

a la obra y pensamiento de Sayed Qutb (entre estos grupos podemos

mencionar El Yihad islámico7, Takfir wa Hiyra, Partido de la Liberación). (Stark,

2005)

Es fundamental elucidar como el autoritarismo implantado por Naser, y

continuado por su sucesor Sadat, no logró formular un discurso capaz de

ofrecer un proyecto de sociedad definido. La revolución naserista no trajo

consigo mayor prosperidad ni logró consolidar una economía sólida. Así mismo

la apertura de Sadat, estuvo determinada por la corrupción y, por el aumento 7 El Yihad Islámico nació de una escisión de los Hermanos Musulmanes influidos por el asesinato de Sadat y por la revolución irani) (Ternisien, 2007)


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de la desigualdad. A la muerte de éste, El Cairo, la antes llamada “Paris del

Nilo”, después de 30 años, no era más que una ciudad desbordada por la

pobreza, la desigualdad, con una población victima de un régimen autoritario,

anclado en la represión y el control desde el Estado

La represión política, ha sido la estrategia del oficialismo por excelencia.

Pero en el largo camino de consolidación del autoritarismo, el régimen no pudo

enfrentar el reto del Islam, y gradualmente ha quedado atrapado entre dos

fuerzas; la capacidad de control sobre la sociedad de la religión oficial

representada por Al Azhar, y el Islam no oficial, un abanico heterogéneo de

grupos políticos confesionales. Entre ambos, el régimen ha quedado reducido

al reproductor de la coacción y la represión y ha cedido a Al Azhar el papel de

intermediar con este otro Islam, quedando el primero solo como espectador

dispuesto a utilizar la fuerza y el aparato de estado para reprimir cuando y

donde sea necesario. Comentarios finales Esta primera aproximación es solo el comienzo de un estudio más

profundo de la relación del Islam y la política en un país que ha sufrido por más

de medio siglo un régimen vacío sin mensaje político y que ha perdido

cualquier capacidad de responder a las expectativas de la población y

movilizarlos a favor del régimen.

Será parte del siguiente trabajo abordar la realidad actual del Islam y la

política durante la era Hosni Mubarak (en el poder desde 1981 hasta la

actualidad) tomando como punto de partida el estudio detallado de la relación

que subyace entre el autoritarismo político y el Islam oficial y no oficial y el

impacto que ello ha supuesto en la sociedad egipcia.


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Bibliografía consultada

- Azaola Piazza, Bárbara, Historia del Egipto contemporáneo. Los libros de la

Catarata. Madrid, 2008

- Bradley, John. Inside Egypt. The land of the pharaohs on the brink of a

revolution. Palgreve Macmillan, New York, 2008.

- Brownlee, Jason. Authoritarianism in an Age of Democratization. Cambridge

University Press, 2007

- Kodmani, Bassman,. The dangers of political exclusion: Egypt´s islamist

problem. Carnegie Papers. Míddle Easts Series. N´º 63, Octubre. 2005.

- Martin M, Gema. El Estado Árabe. Crisis de legitimidad y contestación islámica.,

Ediciones Bellaterra, Barcelona, 1999.

- Ramadan, Tariq. El reformismo musulmán. Desde sus orígenes hasta los

hermanos musulmanes. Ediciones Bellaterra, Barcelona. 2000.

- Stark, Jan, Beyong Terrorism and State Hegemony: assesing the Islamist

mainstream in Egypt and Malaysia. Third World Quarterly. Vol. 26, Nº 2, pp 307-327.

2005.

- Ternisien, Xavier, Los Hermanos Musulmanes. Ediciones Bellaterra, Barcelona.

2007

El proceso de la reislamización de Egipto

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