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  • El Autor

    Pedro Palacios Tejada curs los estudios de Ingeniero Tcnico Forestal (ao 1964), de Ingeniero Superior de Montes (ao 1975) y Cursos Superiores de Doctorado (ao 1978) en las Escuelas de Ingenieros de Madrid.

    Nada ms terminar sus estudios trabaj en el Departamento de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Madrid donde tom contacto con la jardinera pblica y el paisajismo, que ha mantenido durante su larga carrera profesional. Su formacin acadmica se ha completado con 48 cursos de especializacin realizados desde el ao 1975 hasta la actualidad.

    Ha ocupado distintos puestos trabajo en la Administracin Local de la provincia de Madrid, el primero en el ao 1969, siempre relacionados con las zonas verdes y el paisajismo. En los 15 ltimos aos ha sido Jefe del Servicio de Equipamientos y Oficina Tcnica y Jefe de Zonas Verdes y Equipamientos Urbanos de la Comunidad de Madrid.

    Su dedicacin profesional la ha alternado con labores docentes, habiendo desempeado diversos puestos en las Escuelas de Ingenieros de Montes, de Ingeniera Tcnica Forestal y de Arquitectura, todas ellas de Madrid. Tambin ha sido profesor titular de cursos especficos sobre arquitectura paisajista y medio urbano en el Instituto de Estudios de Administracin Local, Universidad Politcnica de Valencia, Escuela de Ingeniera Tcnica Forestal de Madrid, Mster de Paisajismo de Madrid, Junta de Andaluca, Escuela De Ingeniera Tcnica Agrcola de Oviedo e Instituto de Planificacin Fsica de Cuba, y ponente en 9 Congresos Nacionales de Parques y Jardines Pblicos y en los Congresos Iberoamericanos de Zonas Verdes Pblicas celebrados en las ciudades de Ro de Janeiro (1999), La Habana (2002) y Santiago de Chile (2005).

    Ha sido redactor de la Base de Precios del Colegio de Aparejadores de Guadalajara desde el ao 1991 al 1999, director tcnico y redactor de las Bases Parjap-Coitf de los aos 2000 y 2001, director tcnico y redactor de las Bases de Precios Paisajismo 2002, 2003, 2004 y 2005, y co-autor de la publicacin 50 Proyectos de Cooperacin, publicado por la Comunidad Autnoma de Madrid, en la que figuran numerosas obras suyas.

    Su labor ms intensa ha sido la profesional como autor de proyectos y director de obras, habiendo realizado, para distintas Administraciones y particulares ms de 200 proyectos y obras, de parques y jardines, la mayora pblicos y urbanos, adecuaciones de espacios libres urbanos, peatonalizacin de cascos urbanos, en varios casos con aprovechamiento subterrneo para aparcamientos, urbanizaciones privadas, parques feriales y recreativos, espacios deportivos, fuentes ornamentales etc. asumiendo en todos los casos la obra completa, civil, instalaciones, equipamientos, jardinera, etc. En la actualidad est desarrollando numerosos proyectos de integracin ambiental y paisajista de las nuevas infraestructuras del Metro Ligero que se estn construyendo en Madrid, Alcobendas, Pozuelo de Alarcn y Boadilla del Monte.

    Ha sido Presidente de la Asociacin Espaola de Parques y Jardines Pblicos (1978/85), fundador y Director de la Revista Zona Verde, hoy Parjap.

    El ao 1977 fue reconocido Miembro de la International Federation Landscape Architects, y el ao 1996 fue galardonado con el premio Alhambra Realizacin de la Asociacin Espaola de Parques y Jardines Pblicos por la remodelacin del Parque de Coln de Majadahonda (Madrid).

  • El Proyecto de Zonas Verdes Pblicas ndice

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    Introduccin Una actitud frente al proyecto de zonas verdes

    LA MOTIVACIN DEL PROYECTISTA 4 Reflexiones acerca de las zonas verdes pblicas

    EL ESPACIO PARQUE O JARDN 5 EL ESPACIO DE RELACIN 6 LA COMPONENTE EMOCIONAL 6 LA PERCEPCIN 7

    El proceso de diseo

    ASPECTOS GENERALES DEL DISEO DE ZONAS VERDES 9 EL PROCESO CREATIVO 9

    ASPECTOS SINGULARES DEL PROYECTO DE ZONAS VERDES 10

    EL NIVEL CULTURAL DE LOS USUARIOS 10 LA DEDICACIN AL DISEO DE SOLUCIONES Y SU VALORACIN 10 LA VALORACIN DE LAS UNIDADES DE OBRA 11 LOS CAPRICHOS DEL DISEO 11

    El diseo global y las partes constituyentes del proyecto

    ZONIFICACIN Y ESTRUCTURA 13 EL TERRENO COMO BASE DE DISEO 13

    EL REMODELADO TOPOGRFICO 14 EL TERRENO COMO SOPORTE DE CONSTRUCCIONES 15 EL TERRENO COMO BASE DE FIRMES DE VIALES Y EXPLANADAS 15 EL AVENAMIENTO DEL TERRENO 15 LAS INSTALACIONES SUBTERRNEAS 15 EL TERRENO COMO SOPORTE DE LA VEGETACIN 16

    TRAZADO Y RED VIARIA 16 CAMINOS 17

    Trazado Anchos Pendientes Firmes Bordes Pavimentos

    ESCALERAS 20 Emplazamiento Desarrollo Peldaos Escaleras in situ Formacin de escaleras Remates laterales Protecciones

    RAMPAS 22 Rampa Italiana

    LAS CONSTRUCCIONES Y LOS ELEMENTOS ASOCIADOS 24

    LAS CONSTRUCCIONES 24 LOS ELEMENTOS ASOCIADOS 25 LOS ELEMENTOS PRE-EXISTENTES 26 CONSIDERACIONES ACERCA DE LAS CONSTRUCCIONES 26

  • El Proyecto de Zonas Verdes Pblicas ndice

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    LAS INSTALACIONES. 27 RED DE RECOGIDA DE AGUAS PLUVIALES 27

    Puntos de recogida Red de evacuacin

    REDES DE AGUA Y RIEGO 28 Conducciones Elementos de riego Fuentes de agua potable

    RED DE ALUMBRADO 30 Consideraciones previas Seguridad de movimientos Reconocimiento facial Orientacin Seguridad Niveles de iluminacin recomendados Deslumbramiento Lmparas Luminarias Montaje de luminarias

    ILUMINACIN DE PARQUES Y JARDINES 33 rboles y arbustos Plantas y flores Fuentes ornamentales

    EL EQUIPAMIENTO. 34 LA VEGETACIN 35

    MEJORA DE LAS CONDICIONES CLIMTICAS 35 UTILIZACIN FUNCIONAL 36 UTILIZACIN EN EL DISEO DE ESPACIOS 38 UTILIZACIN ESTTICA 39 LA ELECCIN DE ESPECIES 39

    EL MANTENIMIENTO 40 CONSIDERACIONES GENERALES 40 PASEOS Y REAS TERRIZAS 40 PAVIMENTOS DUROS 40 INSTALACIONES HIDRULICAS 41 INSTALACIONES ELCTRICAS 41 MOBILIARIO URBANO 42 CONSTRUCCIONES 42 LOS VEGETALES 42 CONSIDERACIN FINAL 42

    Estructura y contenido del proyecto como documento

    INTRODUCCIN 44 ESTRUCTURA Y CONTENIDO 44

    MEMORIAS 44 Memoria Bsica (descriptiva) Memorias complementarias Anejos a la Memoria

    PLANOS 47 PLIEGO DE PRESCRIPCIONES TCNICAS PARTICULARES 48 PRESUPUESTO 49

    CONCLUSIONES 50

  • El Proyecto de Zonas Verdes Pblicas Introduccin

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    Para orientar la lectura de estas pginas me parece necesario

    comenzar indicando que mi dedicacin al diseo de zonas verdes ha sido intensa, la mayora en los espacios pblicos urbanos donde he desarrollado ms de 150 proyectos y obras, de muy variada condicin, y unos 40 a instituciones, empresas y particulares. Entre unos y otros, desde la preocupacin por el diseo y, sobre todo, desde el tratamiento de los proyectos, no encuentro ninguna diferencia. Otra cosa es lo que se pretende en cada caso y, de aqu, los ilimitados temas de preocupacin que pueden darse.

    De los muchos aspectos que consideramos en nuestro trabajo

    como proyectistas de zonas verdes, es el usuario ampliamente considerado, como destinatario del producto que elaboramos, quien ms ocupa y preocupa nuestra mente y participa en el planteamiento y solucin de casi todos los problemas. Podramos decir que todo el diseo juega en torno a l, bajo mltiples consideraciones, como iremos viendo a lo largo del documento.

    Pedro Palacios Tejada

  • El Proyecto de Zonas Verdes Pblicas Una actitud frente al proyecto de zonas verdes

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    LA MOTIVACIN DEL PROYECTISTA La primera condicin para hacer bien una cosa es querer hacerla bien. El diseo de parques y jardines, por todo lo que iremos viendo, no puede hacerse a medias y por ello sin una clara motivacin que lleve al proyectista a entregarse plenamente a la tarea. Volveremos ms tarde sobre este importante tema al tratar del proceso creativo, pero es importante adquirir desde este momento inicial conciencia de esta necesidad de motivacin, sin la cual, como artistas que somos en el diseo, no seramos capaces de producir nada interesante. Nos apoyaremos en cualquier pensamiento terico, en vivencias anteriores, en cosas que hemos visto, etc., pero lo cierto es que, siempre con los pies en el suelo, tenemos que llegar a ver la obra antes de proyectarla y sentirnos inmersos en ella.

    Trazas de una ciudad romana Es necesario que entendamos que el proyectista de parques y jardines ha de poseer un dominio pleno de la representacin mental de proyecto. Ha de ser capaz de recrear en su fantasa la imagen ideal de la obra, sentirse usuario y al tiempo observador de los otros usuarios, visualizar los cambios de estaciones y la incidencia de los ambientes que rodean la obra, y su caminar en el tiempo. Slo cuando el parque o jardn haya adquirido suma perfeccin en sta, su recreacin, puede atreverse a darle forma a travs del diseo. Lo anterior tiene su fundamento en la carga de uso de los parques y jardines, que nunca hay que dejar de lado, en definitiva el compromiso a que se ver obligado el usuario con la escena que le estamos preparando. Por ello la visin anticipada de la obra como usuario es importante; como un usuario normal, sin ningn prejuicio (mucho menos como usuario autor del proyecto), abierto a todo cuanto exista en ese ambiente idealizado pero posible, intentando confundirse con la gente, asumiendo su nivel cultural y posibilidades. Solo con un cierto estado de nimo, y por supuesto son los necesarios conocimientos, es posible lograr una realizacin que llegue a comunicar emocionalmente con el usuario, como es lgico de forma satisfactoria. Solemos decir que: Los proyectos que no tienen detrs una idea fuerte, motivadora de un sentimiento profundo en quien disea, y no responden a una utilidad, mezcla de satisfacciones materiales y espirituales, suelen ser un fracaso. Esta afirmacin cobra todo su significado en los proyectos de zonas verdes y espacios libres urbanos, donde el proyectista tiene que obtener, convencido de ellos, un espacio nuevo, abstracto o concreto, pblico o ntimo, funcional, utilitario o espiritual, que responda a un cmulo indeterminado de satisfacciones personales de quienes los visitan y utilizan, y que, adems de ello, se integre de una forma convencional o atrevida en el ambiente urbano.

    Trazas de un parque urbano

    Ya se comprende que estas bases de partida, absolutamente incompletas, ponen en la mano del proyectista todas las armas que uno pueda imaginarse, con las que conquistar el objetivo por l mismo planteado.

  • El Proyecto de Zonas Verdes Pblicas Reflexiones acerca de las zonas verdes pblicas

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    EL ESPACIO PARQUE O JARDN La redaccin del proyecto de zonas verdes tiene una carga importante de diseo y una responsabilidad grande derivada de esta cuestin. El trabajo de diseo suele ocupar ms tiempo y est presente en todas las fases de redaccin del proyecto, hasta en los aspectos ms insignificantes. Diseo y redaccin estn unidos, no pueden separarse. Dicho lo anterior, vamos a tratar del destinatario de nuestra obra, el que va a utilizarla, el cliente para quin trabajamos. Nuestro desarrollo, como indicamos al principio, ser en relacin con las zonas verdes pblicas, campo en el que hemos adquirido nuestra mayor experiencia, pero vlido para cualquier proyecto de zonas verdes. Desde esta ptica, es el usuario del parque o jardn quien ms nos preocupa cuando proyectamos, y no tanto las necesidades funcionales o incluso las del colectivo urbano por ms que en ellas descansen las razones del proyecto; ello no quiere decir que no las tengamos tambin muy presentes. Hablamos as porque es en ltima instancia, aunque considerada en primer lugar, la reaccin del usuario individual y su comportamiento quien determinar el xito o fracaso de la obra.

    es el usuario del parque o jardn quien ms nos preocupa cuando proyectamos...

    Los parques y jardines siempre han sido construidos por el hombre y para el hombre, y siempre han estado cerca de l. En su esencia han sido mundos hechos a su propia medida, reales, no soados, que ofrecan una realidad distinta a la propia realidad que se estaba viviendo; mundos, en cierto modo, fantsticos y sorprendentes que pretendan motivar y emocionar; lugares donde se obtenan satisfacciones espirituales, adems de materiales. Sir Geoffrey Jellicoe escribe refirindose a los parques: La capacidad potencial de sosegar, refrescar, satisfacer, inspirar el alma del hombre, al modo de la iglesia y del templo, sita al parque pblico por encima de los dems. De su construccin derivan, por tanto, la multiplicidad de funciones que prestan. En esto existe una fuerte distincin con la naturaleza, que no ha sido creada por el hombre, y ofrece, en tanto se conserva virgen, una belleza natural universalmente aceptada, un ambiente limpio y purificador, y muchos atractivos peculiares de honda repercusin emocional, manteniendo vigentes, entre otras, las funciones primigenias de servir de recreo, solaz y expansin. Buscando estos atributos, en especial los higinico y sanitarios, durante mucho tiempo, los parques y jardines se han intentado construir a imitacin de la naturaleza, lo que no significa que el hombre haya estado en los parques y jardines cerca de ella, por ms que a mucha gente se lo

    parezca e incluso se defienda desde muchas tribunas, incluso polticas. Ya hemos visto cmo hasta hace poco tiempo, el soporte de la vida urbana de relacin, de juego de los nios y de convivencia era la calle, tanto en las ciudades grandes como en las pequeas, especialmente en nuestro clima mediterrneo, y cmo esto ya no es posible a causa de la motorizacin y contaminacin, a la que se han unido otros factores como el importante deterioro del espacio pblico urbano o los problemas derivados de la falta de seguridad y confianza que existe en las grandes ciudades, en especial en ciertos barrios y parques, colonizados materialmente por poblaciones peligrosas o de difcil convivencia, que han influido muy negativamente en el inters de la gente por su utilizacin.

    ...el soporte de la vida urbana de relacin, de juego de los nios y de convivencia era la calle...

    De otra parte, ya hemos visto cmo la oferta primitiva de los parques se quedaba escasa para atender las necesidades de una nueva forma de vida urbana y de entender el consumo del tiempo libre. Ambos grupos de factores y circunstancias, en distinta proporcin segn los casos, han sido determinantes en la concepcin de las zonas verdes de las ltimas dcadas. De una parte, los parques y jardines, como concepto, han pretendido contrarrestar en nuestra cultura moderna los efectos psicolgicos negativos de un desarrollo urbano inadecuado; se ha favorecido, en ambientes pblicos y privados, la creacin de lugares despropsitos de otra funcin que la de compensar los efectos negativos de la ciudad, se han creado espacios anticiudad, incluso en lugares donde este carcter de ciudad un tanto agresivo no estaba muy desarrollado; la zona verde aparece como elemento teraputico corrector, en la medida que su razn de ser no es otra que la de compensar los excesos de la urbe. De otra parte y frente a esta concepcin, aparece la zona verde como espacio libre de uso pblico, de relacin y multifuncional, asiento de numerosos y variados equipamientos - ldico-recreativos, deportivos, sociales, culturales, etc. - que prestan servicios a los usuarios. Los dos conceptos conviven, en distinta proporcin, a veces juntos y a veces en reas separadas. El modelo de zona verde no es nuevo, podemos decir que arranca en los primeros parques, pero su evolucin ha sido notable en los ltimos aos: de una parte por la cantidad y variedad de equipamientos y servicios que se han ido incorporando a nuestra vida, y de otra por las nuevas formas de crear espacios y ambientes, de acuerdo con las nuevas tendencias de cada momento. Con todo, el mayor cambio se ha producido a consecuencia de la nueva dimensin e importancia que han adquirido las zonas verdes en nuestra moderna cultura urbana. Lamentablemente esta notable evolucin, ms bien incremento, ha hecho desaparecer en alguna medida las primigenias funciones de los parques y jardines, que tenan que ver con el sosiego, contemplacin del paisaje, meditacin, comunicacin sensorial con el entorno, etc., es decir con el cultivo del alma y el espritu, que, desde nuestro punto de vista, consideramos fundamentales e inseparables del concepto parque o jardn no tenemos ms que volver a las palabras de Jellicoe al comienzo -; al menos no han prosperado mucho y, desde luego, no en todas partes se encuentran. Desarrollos inadecuados, masificacin y, sobre todo, una falta de consideracin hacia esas

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    nobles funciones en el proyecto, pueden apuntarse como las causas principales de estos hechos, que calificamos de lamentables, ya que desproveen a la zona verde de su activo ms importante. Esta prdida de afinidad con los valores trascendentes de los parques, por algunos podra interpretarse como una prdida del contacto con la naturaleza y justificar su ausencia ante la falta de sta en muchos ambientes urbanos, pero no es as. Los parques y jardines, las zonas verdes en general, en ningn momento han representado la historia de las relaciones estticas, ambientales y sentimentales del hombre con la naturaleza, a pesar de la pretendida afinidad de algunos jardines con ella; s representan, en cambio, la historia de unas importantes, profundas y trascendentes relaciones variadas y personales a lo largo de los tiempos. Los actuales no han hecho ms que acrecentar la necesidad de estas relaciones que hoy se sienten de manera colectiva, aunque nacen de una necesidad personal de cada usuario: la que tiene de encontrase consigo mismo, de relacionarse con un medio sensitivo, con otras personas como parte de ese medio, de habitar escenarios sugerentes, etc. Objetivamente los parques y jardines, como elementos construidos pueden destinarse al logro de muy variados objetivos, a la satisfaccin de distintas necesidades, funcionales, ambientales y sociales, pero tambin subjetivamente, cada individuo, dependiendo de sus capacidades, ser capaz de obtener muy diversas rentas de su utilizacin. Esta ltima renta es para nosotros la ms importante y buscada en cada proyecto, de aqu nuestra preocupacin por el individuo y sus reacciones como usuario cuando proyectamos. EL ESPACIO DE RELACIN Los parques y jardines, por encima de otras consideraciones y bajo el punto de vista que pretendemos destacar, son espacios de uso y disfrute creados de forma artificial para la gente. Espacios generalmente exteriores que se forman a partir del individuo y lo que le rodea y se componen del conjunto de relaciones que vinculan a este individuo con todo lo que percibe o se relaciona. Lo anterior amplia el concepto ms elemental de espacio como hbitat, lugar de relacin y desenvolvimiento, del que hacen uso los diseos, bsicamente y en primer lugar, y viene a enriquecerlo con una nueva e importante dimensin, abrindolo al campo de las influencias, las sensaciones y, sobre todo, el inters. Ya se comprende que para cada ser humano existe un espacio diferente, distinto a su vez en cada momento, muchas veces generado de forma inconsciente: es el producto de sus relaciones con el medio y sus componentes, de todo tipo, siempre de carcter personal.

    para cada ser humano existe un espacio diferente. El espacio con esta concepcin aadida a su valor tradicional, lo convierte en el espacio total que rodea al individuo. Ser su lugar

    fsico de movimientos, su campo visual de captacin de imgenes, (de mirar, no slo de ver), su ambiente sonoro, su medio en definitiva de relacin con lo que le rodea, en el que, adems, y esta es la cualidad aadida, existe o se desprende la comunicacin sensorial con los elementos del espacio compuesto en ese momento. Para cada individuo que lo percibe ser su medio de vida consciente, donde la mente se ocupa en ese instante, en palabras de hoy, la autopista de comunicacin por la que circulan los flujos de emociones y sentimientos que emanan de esas relaciones. Puesto que el espacio as entendido es creado por el propio individuo a travs de sus relaciones sensoriales, son sus cualidades y capacidades personales las encargadas de generarlos, de las que depender la amplitud, riqueza y caractersticas de estos espacios, y as ocurrir, que mientras ciertos individuos pasarn de largo ante determinados escenarios, otros encontrarn en ellos un magnfico marco de emociones y sentimientos. Pero no solo el individuo ser determinante en esta relacin; el marco donde tendr lugar lo ser tambin en igual medida, en particular su composicin y equipamiento, pues constituyen la base a partir de la cual se pueden generar los impulsos de la comunicacin. Cuando ms adecuado es el escenario para la obtencin de determinados beneficios desarrollo de ciertas experiencias ms fcilmente sern de obtener por una cierta clase o generalidad de individuos. Los parques y jardines son los escenarios de relacin donde pueden deben - darse estas experiencias, que se pretende sean beneficiosas. Por ello, siendo el sujeto y su medio de relacin, con todo su equipamiento, incluso la luz y el aire, quienes componen el espacio parque o jardn, y siendo slo posible la intervencin, de forma parcial, en el segundo de ellos, ya se comprende que el usuario tiene que tener una permanente consideracin en el diseo. Ya se sabe que el diseo es tanto ms comprometido cuanto mayor vaya a ser el compromiso del usuario con el objeto diseado, es decir cuanto ms cercana e ntima vaya a ser su relacin con l. Los parques y jardines, como elementos que tienen una importante carga de uso, compartida adems por innumerables usuarios, requieren un cuidado diseo de todos sus elementos ya que estos formarn parte de una escena donde el actor principal ser el usuario, que debe sentirse confortado con su compaa. Ahora bien, no se lograr el pleno confort si solo se atienden necesidades materiales o de funcionamiento y no se va ms all, al menos para muchas personas. LA COMPONENTE EMOCIONAL El proyecto de adecuacin de un determinado espacio para parque se realiza, en primera instancia por lo regular, para satisfacer determinadas necesidades, funcionales, materiales, de prestigio, oportunidad poltica, etc., generalmente una mezcla de ellas. Logrado este objetivo el nuevo espacio construido es aceptado por la gente que lo utiliza sin ningn rechazo, pues cumple los fines pretendidos y obtiene de su utilizacin una rentabilidad directa: el pavimento es ms liso y con pendientes menos acusadas, las farolas dan buena luz y son de calidad, ha mejorado mucho la seguridad, etc., es decir el proyectista ha cubierto satisfactoriamente las necesidades materiales y funcionales planteadas y el parque o jardn puede decirse que funciona, al menos desde una ptica poco exigente. Pues bien, para que este lugar goce del aprecio de los usuarios, de nuestro usuario particular, y sea de su inters, adems de lo anterior, el parque o jardn, ya sea en alguna parte o en su conjunto, tiene que permitirle experimentar algn tipo de sensacin agradable, beneficiosa para su interior, de forma que exista un cierto atractivo y se facilite la formacin de los espacios de relacin y comunicacin que hemos hablado anteriormente, tan positivos para todos. La sola visin de una escena agradable no satisface a quien la observa si no experimenta en su interior una sensacin tambin agradable. Lo mismo ocurre con otras formas de percepcin, como

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    por ejemplo la msica o la utilizacin confortable de cualquier espacio fsico. La comunicacin es el primer paso pues favorece el entendimiento y despierta el inters. Si la comunicacin se origina y es positiva, como es deseable, se genera un sentimiento de aprecio y de apropiacin de la mayor importancia en el resultado de lo que se ofrece, tambin en la persistencia y conservacin de los parques y jardines.

    que los usuarios obtengan un importante valor aadido al uso tradicional del parque o jardn

    Los diseos de los parques y jardines no pueden dejar indiferente al usuario, mucho menos generar sentimientos adversos hacia lo proyectado. Conseguir el aprecio de la obra es de la mayor importancia, no conformarse solo con la aceptacin. Conviene tener bien diferenciados estos dos conceptos, aceptacin y aprecio, ya que la aceptacin de una cosa y el aprecio que se la tiene otra bien distinta; sobre esto me gustara poner un ejemplo que he utilizado otras veces: Una moderna estacin de metro generalmente est bien proyectada, las escaleras tienen una huella correcta, la barandilla es ergonmica, los pasillos y andenes estn bien iluminados con pavimentos antideslizantes, limpios, se ha cuidado la sonoridad, etc. Es aceptada por la gente que la utiliza a diario en sus movimientos sin ningn rechazo. La estacin funciona. Pues bien, para la mayora de la gente este lugar pblico no ser de su inters, no gozar de su aprecio; lo ms probable porque no comunica nada que permita sentir algo positivo, favorable. La gente en sus ratos libres no acude a una estacin de metro.

    Bien distinto puede ser el resultado de un espacio que, adems de dar satisfaccin a las necesidades materiales y funcionales de los usuarios, para las que ha sido diseado, sin presentar un aspecto desaliado ni sucio que incite al rechazo, sea capaz de transmitir a la gente que lo usa a cierta gente al menos un sentimiento emocional positivo. Es preciso que los profesionales del diseo tengan muy presente que en el conjunto de utilidades que se piensan para los parques y jardines que son muchas y variadas siempre se tenga en cuenta la componente emocional, y que est muy cuidada tanto en el proyecto como en la ejecucin de la obra, para que los usuarios obtengan un importante valor aadido al uso tradicional del parque o jardn, teniendo muy presente que esta cualidad - ms bien conjunto de cualidades para un grupo muy numeroso de usuarios es la primera y principal que se demanda, siendo en muchos momentos la nica que se busca.

    ...el parque o jardn debe permitir experimentar algn tipo de sensacin agradable...

    LA PERCEPCIN Vamos a terminar esta serie de reflexiones, previas al diseo, con el anlisis del espacio y su percepcin por el individuo, es decir el usuario a quien nuestra obra se dirige ya sea en un parque pblico o en un jardn privado.

    ...Los parques y jardines deben seguir siendo los espacios sensitivos y emocionantes...

    Para nosotros los parques y jardines tienen una connotacin de percepcin y uso de la escena, y simultnea o seguidamente, de obtencin de sensaciones que se pretenden agradables, ya lo hemos dicho. Para que esto sea posible hace falta que el usuario pueda

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    captar algo favorable de la escena que se le ofrece no estamos considerando las otras personas y que el uso o la mera contemplacin le proporcione alguna satisfaccin. Es preciso ofrecer un espacio que sea percibido, entendido y comprendido, por este orden. Los parques y jardines deben seguir siendo los espacios sensitivos y emocionantes, como se recuerdan los mejores. Su diseo debe caminar por la va de la percepcin buscando despertar el inters de la gente y que no pase de largo, para despus favorecer su entendimiento y comprensin, lo que determinar su correcto y aprovechado uso, derivndose de aqu, si todo es favorable, un sentimiento positivo. En otro orden de ideas, favorecer la percepcin es muy conveniente pues constituye uno de los primeros escalones de la educacin ambiental, a la que tan entregados deben estar los espacios pblicos, en particular los parques y jardines, pues constituyen escuelas permanentes de educacin ciudadana. Esta facultad la tienen atribuida desde su concepcin aunque, por desgracia, muchas veces, sirvan para todo lo contrario. Las personas que tiene ms desarrollado el sentido de la percepcin por costumbre, educacin, etc. son ms sensibles a cuanto tienen alrededor, incluidas las otras o personas; aprecian lo que se pone a su alcance y lo llegan a conocer mejor, entran ms pronto y mejor en la escena obteniendo de ello una rentabilidad superior. Ciertamente de este mejor conocimiento puede derivarse un aprecio, pero tambin un rechazo, que ser crtico y bien fundado, con pleno conocimiento, tambin favorable. Buscar estas reacciones en los usuarios a travs del diseo, nos encamina a la ms alta y sublime funcin de los parques y jardines cual es la creacin de espacios ms humanos, efectivamente usados y vividos por la gente, con pleno conocimiento, como no debe ser de otra forma. Tratando de conseguir el aprecio general, aunque sea a escala modesta, el diseo de los parques y jardines y su equipamiento debera permitir la percepcin en parte superficial, fcil de conseguir, y en parte profunda de los elementos y ambientes percibidos. Con ello se pretende llegar a todos y especialmente a unos pocos mejor sera a muchos que por su especial preparacin sean capaces de

    alcanzar sensaciones intensas, ya sea ante un determinado tema o disfrutando en un escenario de su especial gusto y entendimiento.

    Su diseo debe caminar por la va de la percepcin buscando despertar el inters de la gente y que no pase de largo

    Analizar el diseo bajo este particular aspecto es muy importante y no esta exento de dificultades, que dimanan del conocimiento de otros muchos factores, tales como el medio, ambiente urbano, nivel cultural etc. Creo que no pueden darse reglas ni pautas, slo insistir en que cada parte de la obra, y sta en su conjunto, puedan tener una lectura, y que al menos algunas frases puedan ser ledas y entendidas por todos.

    ...la ms alta y sublime funcin de los parques y jardines cual es la creacin de espacios ms humanos, efectivamente usados y vividos por la gente...

  • El Proyecto de Zonas Verdes Pblicas El proceso de diseo

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    ASPECTOS GENERALES DEL DISEO DE ZONAS VERDES EL PROCESO CREATIVO En un intento de mentalizar al autor del proyecto y llevarle a su verdadero papel de creador, vamos a describir lo que hemos denominado El proceso creativo. Lo hacemos ahora con la intencin de explicar este proceso, o mtodo, antes de verter ideas de diseo con el fin de que cada uno vaya almacenando de forma ordenada lo que recibir en las distintas explicaciones. Lo hacemos tambin ahora pues en este tipo de proyectos, no se puede separar el proceso creativo del diseo de la redaccin del proyecto, como venimos indicando desde el comienzo. Otra cosa distinta es la edicin del proyecto, de la que no hablamos, de momento. El diseo esta presente en todo proceso creativo, y lo ha estado siempre, con mayor dedicacin e intensidad cuanto mayor es el compromiso del usuario con el objeto diseado, es decir cuanto ms intensa y cercana vaya a ser su relacin con el mismo. Los parques y jardines son espacios de uso y relacin y de experimentacin de sensaciones que se pretenden beneficiosas, y por ello requieren un cuidado proceso de diseo de todos los elementos, en especial de aquellos que se entregan al uso directo. Debemos lograr el ansiado escenario donde el usuario reciba los impulsos necesarios del ambiente creado para que se convierta en actor y tener muy presente que en los parques y jardines es habitual encontrar personas dotadas de una alta sensibilidad por el entorno, en especial por los vegetales. Pero adems, hoy de los parques y jardines se espera mucho y tiene cabida casi todo. La oferta que pueden proporcionar es muy variada, ya lo hemos comentado. En consecuencia, la carga de uso se ha elevado considerablemente as como la cantidad de factores que rodean o influyen en el diseo, pudiendo llegar a ser abrumadora, tanto como la responsabilidad derivada de lo que se ofrece. Con ello no pretendemos alarmar sino reconocer la importancia que tienen los parques y jardines y la decisiva, si se quiere absoluta, influencia del meditado diseo. Ya hemos dicho que diseo y creacin van unidos, siempre se disea para crear, y toda creacin parte de un pensamiento terico. El diseo de parques y jardines exige que el pensamiento terico, la idea base del diseo, ya sea del todo o de una parte, sea inmediata o simultneamente meditada y contrastada por el diseador, es decir puesta a prueba por el propio autor del pensamiento recurriendo para ello a sus propios conocimientos y experiencia. El proceso atribuye al proyectista una cierta carga de conocimientos y experiencia sin los cuales no es fcil, yo dira posible, abordar un diseo. Ponemos en primer lugar los conocimientos pues es en ellos donde radica la adopcin de soluciones de diseo, trayendo al caso ideas que ha visto funcionar en ambientes parecidos, a partir de las cuales puede desarrollar todo un proceso de diseo. Incluso puede ensayar ideas opuestas a otras soluciones conocidas que se han mostrado ineficaces y que, por tanto, pueden resultar aqu. En segundo lugar ponemos la experiencia pues la consideramos un arma peligrosa manejada inadecuadamente, que puede llevar a la repeticin y no a ensayar soluciones nuevas, que es lo deseable y la verdadera labor de quien disea. Ello no quiere decir que hayamos de prescindir de todo lo diseado hasta ahora, bien al contrario, pero en cada caso con los matices y soluciones particularizadas al caso, que pueden ser muy pocas, pero las suficientes para que el diseo est ajustado y sea fresco. Lo que nunca debemos hacer es la copia directa.

    La valoracin del diseo, realizada en cada paso, si es, como se piensa y deseable, progresivamente positiva, proporciona estmulos que fecundan de forma inmediata la creatividad del autor, en especial cuando las soluciones, adems de satisfacer las necesidades artsticas y funcionales, encajan en el planteamiento crtico de la situacin, que nunca hay que perder de vista. Es decir son soluciones plenamente apoyadas en una realidad y adems pueden asumirse desde todos, o al menos desde una gran mayora de planteamientos, por supuesto los artsticos y emocionales pero tambin los econmicos, tanto de realizacin como de mantenimiento. La idea base puede arrancar de una concepcin artstica o funcional, no siempre la segunda como es normal en otros muchos procesos de diseo. Esto se debe a la propia carga emocional de los parques y jardines y la faceta artstica como responsable de ella, convertida en este caso, prcticamente, en un aspecto funcional.

    Trazas de una plaza tratada como una composicin abstracta Merced a lo que hemos indicado, el diseo, como motor del proceso creativo, alimentado por la esencia de las ideas, es para nosotros un continuo ir y venir en el desarrollo del trabajo productivo. Se avanza y se expone, y se retrocede y se valora lo expuesto, metodologa nada original por otra parte, seguida por muchos creadores. El camino as indicado asemeja el diseo de los parques y jardines a la realizacin de un puzzle donde todas las piezas deben encajar desde el primer momento. El diseador no puede permitirse avanzar sin dar solucin a cada fase ni dar saltos en el vaco posponiendo soluciones para ms adelante, muchas veces para resolver en obra como a veces se dice. Por experiencia sabemos que esto es muy peligroso y negativo, pues las soluciones al final son apresuradas y se encajan por la fuerza con malos resultados, pudiendo verse arruinado un diseo muy valioso por esta causa. De lo anterior, indicado muy aprisa, queremos destacar la gran importancia que para el diseo tienen los conocimientos y la experiencia del diseador, y la necesidad de recurrir, cuando no se tiene esta experiencia, al estudio y la consulta, as como al ensayo y valoracin permanente, no avanzando en ningn caso sin haber realizado estas comprobaciones. La organizacin y estructura del proyecto, como podremos apreciar en todo lo que sigue, se fundamenta en esta metodologa del diseo. Nuestro mtodo de trabajo casi siempre comienza por reafirmar nuestra presencia en el espacio del diseo trabajando en el plano topogrfico y en las fotografas que habremos tomado. Con un pequeo esfuerzo, puede que grande al principio, deberemos conseguir sentirnos en el propio terreno, recorrer los lmites, apreciar las vistas interiores y exteriores, el modelado topogrfico, los alrededores, el tipo de gente, etc. Para ello es importante que la visita haya sido generosa, interesada por todos los aspectos, documentada y en distintos momentos del da. Tambin es importante que la visita no solo se reduzca al terreno de la actuacin sino a toda el rea de influencia. Hay grandes diseadores de paisaje que consideran imprescindible la visita en diversas estaciones del ao para apreciar las influencias del tiempo y los cambios de estacin. Volviendo a nuestro caminar sobre el plano topogrfico, que habr sido realizado a partir de nuestras indicaciones, tomndonos el tiempo

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    necesario pero con la necesidad de producir un diseo, lo ms probable es que seamos capaces de trazar algunas lneas sobre el papel de croquis, casi siempre con una idea en la cabeza que nos ha sugerido el escenario de la actuacin, o que tiene que ver con algo que conocemos, sea nuestro o no. En esta fase puede venir bien repasar nuestro archivo grfico, que habremos visto en muchas ocasiones. Si se ha realizado esta fase a fondo, es decir tenemos claros los objetivos, hemos realizado un detenido estudio de la situacin, y hemos conseguido entrar en el diseo, lo primero que se dibuja probablemente no ser lo definitivo, le faltarn muchas cosas, pero s ser una base de diseo posible ya que estar de acuerdo con el medio y en la idea de lo que queremos hacer. Si, por el contrario, el diseo es apresurado y no considera plenamente el medio, lo que llamamos un diseo a sentimiento, lo ms seguro es que nos encontremos con una solucin que choca con muchas cosas. Pero cuidado, no la desechemos, puede ser muy buena, desde el punto de vista artstico y emocional. Ya se comprende que para nosotros el mtodo consiste en un estudio a fondo del medio fsico, social, demogrfico, etc. de las necesidades a satisfacer con el diseo y despus atacarlo desde el lado artstico y emocional. Los diseos que estn faltos de esta ltima cualidad estn vacos y huecos.

    ASPECTOS SINGULARES DEL PROYECTO DE ZONAS VERDES La redaccin de un proyecto es un proceso creativo mediante el cual el redactor o autor produce un documento nuevo, indito - el proyecto - que contiene lo necesario para hacer realidad una idea. Es el instrumento de comunicacin con los profesionales encargados de la realizacin del que se servir para hacerse comprender, no dejando dudas acerca de su realizacin, en un marco tcnico y normativo vigentes. Deber contener, por tanto, la idea o ideas que motivan su realizacin, la exposicin y justificacin del diseo y de las soluciones constructivas adoptadas, as como la explicacin detallada de cmo llevarlas a cabo, indicando y valorando los medios y recursos, de todo tipo, A los proyectos de zonas verdes, pblicas y privadas, les ataen una serie de aspectos singulares, en relacin con otros proyectos, que es importante conocer:

    1. Es frecuente la indefinicin en el encargo, dejando al autor toda la responsabilidad y tambin la libertad de decisin.

    2. La redaccin requiere la aplicacin de amplios y variados conocimientos pues son muchas las disciplinas que intervienen.

    3. Estos proyectos, en general, tienen una carga artstica importante, en muchos casos de elevada responsabilidad.

    4. En los proyectos de parques y jardines lo que se proyecta tiene siempre algo de novedoso, al menos en alguna parte, y las soluciones constructivas e instalaciones, por no ser de corriente ejecucin, requieren de amplias y concretas explicaciones, as como de un detallado anlisis de los recursos necesarios para su ejecucin.

    5. Los proyectos incluyen vegetales, seres vivos para los que hay que prever un desarrollo sostenible.

    6. La obra, con frecuencia, forma parte de un conjunto en el que deber integrarse de forma tradicional o atrevida, lo que precisa del anlisis de este conjunto.

    7. La obra, dependiendo de su carcter, puede tener una gran trascendencia en el desarrollo urbanstico de la zona, incluso ser motor de otras actuaciones.

    8. El desarrollo de la obra tiene que ser, en todo momento, acorde con las condiciones del medio, a diferencia de otras realizaciones.

    9. La obra se dirige, frecuentemente, a un conjunto muy numeroso y variado de usuarios, que es necesario conocer en mayor o menor medida.

    10. La obra, si es en un espacio pblico, con frecuencia debe considerar el ambiente social, integrarse y l y mejorarlo.

    11. La obra de parques y jardines, casi siempre lleva incorporada por parte de quien la encarga, una componente de rentabilidad poltica, social, econmica, de prestigio y ostentacin, etc., siendo muchas veces para esta persona - el cliente - la finalidad ms importante de la obra.

    12. Las obras, en general, tienen elevados presupuestos y, cuando son complementarias de otras obras - autopistas, edificios, etc. -, van situadas en ltimo lugar y sufren la falta de presupuesto por los excesos econmicos sobrevenidos en las obras precedentes.

    13. Con demasiada frecuencia los parques y jardines sufren de vandalismo que habr de considerar en el proyecto.

    14. Los parques y jardines tienen un elevado coste de mantenimiento que puede modificarse mucho con el diseo y calidad de la ejecucin de las obras.

    Estos aspectos, y muchos otros que pueden existir en determinados momentos, proporcionan a los parques y jardines, y por tanto a su proyecto, una singularidad importante que debe ser tenida en cuenta en la redaccin del proyecto. De otra parte debemos ser conscientes de los muchos aspectos beneficiosos que una obra bien pensada, y realizada, puede aportar. EL NIVEL CULTURAL DE LOS USUARIOS Algo que debe tener muy presente el proyectista es el nivel cultural de las personas a quienes se dirige la obra, para discernir su capacidad de entendimiento. Se puede caer en el papanatismo o desaprovechar una oportunidad de oro, renunciando a un diseo, digamos de altura, por no conocer la formacin cultural de los usuarios y su capacidad de entendimiento. Lanzarse a diseos atrevidos puede ser arriesgado, pero tambin deseable y, si se puede, necesario. Las obras en la calle deben recoger la muestra cultural del momento y as poder dejar a las generaciones futuras la cultura del pasado. Quiero, no obstante, destacar la responsabilidad que tenemos quienes actuamos en plena calle y por tanto la mesura con que deben ser tomadas decisiones un tanto avanzadas, con riesgo. No son pocos los casos de actuaciones de vanguardia que, quiz por estar situadas en lugares inadecuados, han sido objeto del rechazo popular y cambios prematuros. Tambin conocemos casos de actuaciones no comprendidas en el aspecto esttico, a veces con problemas de utilizacin y funcionamiento, como consecuencia de exigencias del diseo, que han sido rechazadas y consecuentemente abandonadas, producindose un rpido deterioro. Como en todos los casos, el conocimiento del medio, en todos los aspectos, es una de las mejores garantas de acertar en los diseos. LA DEDICACIN AL DISEO DE SOLUCIONES Y SU VALORACIN El diseo de parques y jardines, como todos los diseos que no llevan simultneamente unida la creacin del objeto del diseo, como por ejemplo la artesana, debe reunir las indicaciones necesarias para que la idea, plasmada en el diseo, pueda hacerse realidad. El proyecto es el documento encargado de contener esta informacin, siendo el diseador el encargado de proporcionarla. En su formulacin se tendr presente que los encargados de ejecutarla estarn muy alejados de las ideas que tuvo quien la imagin, por lo que ser necesario aportar todo tipo de explicaciones. As, se tendr en cuenta

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    el empleo de materiales novedosos, en aplicaciones poco o nada habituales, lo que puede suponer muchos problemas de tipo constructivo, que pueden verse agravados, no solo por la ausencia de las necesarias explicaciones, sino por no haber realizado clculos y ensayos de fiabilidad en la redaccin del proyecto. Lo anterior lo comentamos por la frecuencia con que se producen ausencias de este tipo en los proyectos y por las consecuencias negativas que se derivan de ello. Algunas son importantes:

    - La falta de detalles constructivos deja en manos del constructor la ejecucin del elemento, pudiendo ocurrir, que si no entiende correctamente la idea, construya algo parecido, y ya sabemos lo distintas que pueden ser dos cosas que se parecen bastante.

    - Se pueden correr riesgos importantes por la utilizacin de

    materiales y secciones sin la oportuna verificacin por los clculos.

    - La ausencia de detalles constructivos puede beneficiar a

    contratistas desaprensivos que, a riesgo de la Direccin de Obra, rebajan calidades, secciones y grosores. Esto es particularmente notorio en el empleo de vegetales.

    - Adems de la obra, que soportara las mayores

    consecuencias, la Direccin de Obra es la ms perjudicada por estas faltas, pues se ve obligada a disear sobre la marcha, a veces a encajar soluciones por la fuerza, y a soportar las quejas del constructor que no aviene fcilmente a construir lo no proyectado.

    - Una mencin especial tienen los riesgos de uso.

    Pero lo peor, bajo nuestro punto, es la prdida de utilidad del elemento o solucin de diseo por no haber considerado a tiempo la solucin para hacerlo realidad. Tocamos aqu a una importante cuestin de la que hablaremos en el proceso creativo, cual es la de que se valore simultnea o seguidamente cada idea con la experiencia del diseador. Que, aplicndolo a este caso, es como decir que el diseo se formule considerando la solucin constructiva.

    Croquis de solucin constructiva Esta obligacin del proyectista lejos de ser un trabajo aadido es un provechoso estudio y anlisis de lo diseado, pues, en nuestra opinin, los estudios de las soluciones constructivas mejoran los diseos. En efecto, la dedicacin a hacer viable la idea desde el punto de vista de su construccin, donde se incluyen consideraciones acerca del mantenimiento, posibilidades de los materiales, economa

    de costes, duracin del elemento, etc.- aporta matices y retoques, a veces complementos, que, quiz por proporcionarle al diseo un mayor peso de realidad, le convierte en algo ms valioso. As por ejemplo en el diseo se concede mucha importancia al tamao y potencia de las piezas, determinndose, muchas veces, las secciones slo bajo la ptica de la esttica. Hay adems una dimensin de clculo, necesaria para soportar los esfuerzos previstos. Pues bien, con frecuencia esta dimensin es la que mejor armoniza en el diseo, lo hemos comprobado en muchas ocasiones. Otro aspecto a considerar, en la valoracin simultnea de la idea, es su coste econmico, del que en ningn momento puede desentenderse el proyectista. Un coste razonable, adaptado a la realidad, es decir, en sintona con el planteamiento crtico de la situacin es, adems de necesario, otro elemento de encaje de la solucin que la refuerza notablemente. LA VALORACIN DE LAS UNIDADES DE OBRA Es frecuente en los proyectos que la valoracin de las unidades de obra est poco destallada, cuando no sea inexistente. Algunos autores dicen que es preferible no hacerlo para as no estar comprometidos de antemano. Claro est que quien no ofrece una detallada solucin constructiva mal puede aportar una valoracin consecuente: quiz por esto se omite. Es, como lo anterior, una obligacin formal, legal y desde luego tica que en muchos proyectos falta para todas las unidades de obra, o que a veces se incumple incorporando al presupuesto una descomposicin de precios totalmente aleatoria, slo para justificar el cumplimiento de esta obligacin, recogida en la legislacin que trata de los proyectos y obras de la Administracin. Los que as proceden, al margen de esta obligacin, incurren en un grave error que pagan con creces en la direccin de obra, si es que a ellos compete. Las correctas y completas descripciones y descomposiciones de las unidades de obra, al detallar los recursos necesarios para su ejecucin, ayudan a un mejor conocimiento, permiten exigir una buena ejecucin, con el empleo de todos los elementos y discutir, con base, las ejecuciones de obra, aparte de otras muchas cosas como establecer precios contradictorios. No olvidemos tambin la importancia que tiene el proporcionar al proyecto un sello de calidad, seriedad, responsabilidad y conocimientos del redactor, nada desdeable. Todo ello lo decimos por el carcter singular de estos proyectos y la dificultad derivada de la falta de costumbre en la ejecucin de novedosas unidades de obra. Incluso la falta de personal preparado para ejecutarlas. Es preciso darse a entender. LOS CAPRICHOS DEL DISEO El tema es de lo ms sugerente y sin duda planteara muchas discusiones. Lo traemos aqu nicamente como recordatorio necesario en este proceso donde las posibilidades del diseador son casi ilimitadas y donde, a veces, no existen frenos a la imaginacin, que no est mal, pero con tiento, no desvariemos.

    Alfombra de csped-difcil mantenimiento

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    Borde antipatinadores en jardinera, agresivo para el peatn

    Despus de lo tratado, se comprende que puede ser fcil caer en diseos absurdos, trazados sinuosos de bella estampa en la planta del dibujo, que luego no se aprecian en la realidad y resultan incmodos, no tan bellos, y que, adems, no conducen a ninguna parte, logrando la ira de quienes los utilizan. Pavimentos de difcil caminar, imposibles en das de lluvia; mobiliario bello pero tremendamente incmodo; grandes espacios abiertos sin ninguna proteccin, inhspitos con los calores del verano; espacios fuera de escala donde el usuario se siente pequeo e incmodo; travesas peligrosas, etc.. Siempre hemos dicho que la valenta y la razn son las mejores armas del proyectista: la primera para ser audaz poniendo sobre el tablero de dibujo ideas y proyectos que pueden terminar en una obra maestra, capaz de proporcionar una gran utilidad y belleza, en definitiva satisfaccin a los usuarios; la segunda, la razn y sensatez para valorar en su justa medida el alcance de la inversin, su utilizacin y los problemas

    audacia y sensatez en el diseo

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    ZONIFICACIN Y ESTRUCTURA Es la parte ms decisiva y trascendente del proyecto y la que comporta una mayor responsabilidad, ya que define la obra o actuacin y seala para las restante fases una lnea de actuacin y de sometimiento a ciertas condiciones que pueden hacer difcil o inviable soluciones posteriores.

    Croquis de estructuracin de un parque Los aspectos a considerar aqu pueden ser todos los que tienen que ver con el proyecto pero deben reducirse a los estrictamente necesarios, que deber seleccionar el proyectista, ya que sera imposible arrancar con una solucin que diese cumplida satisfaccin a todos ellos. Siempre hay que jerarquizar los aspectos a considerar, agrupndolos en el menor nmero de unidades posibles, desde el punto de vista de su incidencia en la zonificacin y estructura. Aqu, como en tantos trabajos, el camino se hace al andar, pero es importante no elegir una ruta equivocada.

    Planta del parque De ellos, siendo todos muy importantes, destacamos el contenido, que, al margen de la abundancia o parquedad, debera optar por la armona del conjunto, mezclando o mejor enlazando los distintos equipamientos y elementos en un todo armnico, dentro de la diversidad - que es buena para todo, de forma que se proporcione al usuario un repertorio de utilidad y belleza. Una buena estructura, cualquiera que sea la composicin del parque, siempre responde a una distribucin lgica, coherente y por tanto esperada de las cosas, de su contenido, por ms que a veces se tarde un tiempo en entender lo que el autor ha querido indicarnos. Orden intuitivo y no chocante - el ro est abajo y la montaa est arriba - orden que no produzca confusin y que, una vez conocido, sea fcil de recordar, con una referencia clara al medio, natural, artificial o

    inventado - a veces minsculo - pero siempre referencia, que afianza la identidad, aspecto que, entre otras muchas cuestiones sumamente beneficiosas, tiene mucho que ver con el sentido de apropiacin, de tanta importancia para la persistencia de los parques y jardines.

    Plano base de un parque urbano, se aprecian los elementos estructurantes Debera lograr la estructura la convivencia pacfica de los elementos y equipamientos, apoyada en un trazado que conduzca eficaz y agradablemente a los lugares deseados, sin recorridos absurdos. Una distribucin lgica y coherente, basada en la jerarqua de usos, por ejemplo, un equilibrio y contraste de la vegetacin, etc., todo ello en un marco bello, logrado con las armas que el diseador posee, que convierta cada uso en un placer. Salvados estos primeros pasos, la zonificacin y estructura sera aquella que aportase una mayor utilidad, tanto funcional como emocional. A partir de estas consideraciones y con la informacin recogida directamente in situ estamos en condiciones de tantear soluciones de zonificacin y estructura sobre las que ir construyendo un esquema global de diseo. ntimamente relacionado con la zonificacin, estructura y trazado, el remodelado topogrfico es la operacin que proporciona la faz al parque o jardn, su personalidad ms destacada, donde se pueden realzar u ocultar, los dems equipamientos. El terreno es el elemento ms valioso y destacable del proyecto, nuestra base de operaciones y con el que tenemos que contar en todo momento. Es un ente complejo que sirve a muy diversos fines: soporte de las construcciones, de las infraestructuras, aloja las conducciones y construcciones subterrneas, permite el arraigo y desarrollo de una vegetacin y es, entre otras cosas, un elemento de primera magnitud paisajstica, muy polivalente. Bueno ser que dediquemos un espacio a considerarlo. EL TERRENO COMO BASE DE DISEO. La primera funcin que se le atribuye al suelo en el proyecto es la de campo de trabajo de la actividad creativa del proyectista. Sus peculiaridades, en unin de otros factores, servirn para conformar un escenario y marco adecuado a los fines del proyecto. Aspecto tales como forma, topografa, color, textura, morfologa del roquedo, orientacin, soleamiento, vistas, etc., constituyen elementos que el proyectista deber descubrir y valorar, tomndose el tiempo necesario. A nuestro modo de ver, y actuar, esta valoracin, habida cuenta de lo numerosos que son los componentes o elementos que conforman un determinado terreno, ha de hacerse en primera instancia bajo una visin general, que nos permita algn esbozo de solucin, para despus profundizar en los aspectos de mayor peso y trascendencia.

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    El reconocimiento a pi, de forma detenida, captando las influencias del lugar, en varios momentos del da, si se puede en distintas estaciones, es absolutamente necesario. De lo anterior resulta, por lo regular, una propuesta de cambio de algunas cosas que no encajan bien en los planteamientos. Surge la necesidad de la remodelacin topogrfica, operacin que, adems de por el diseo, por lo general su razn de ser, estar influenciada por otros muchos aspectos y elementos del propio terreno o a introducir con el proyecto; tambin por los fines y objetivos.

    EL REMODELADO TOPOGRFICO El remodelado topogrfico es la consecuencia de muy diversos factores que pueden situarse en dos grupos un tanto enfrentados: de una parte los que tienen que ver con la finalidad del proyecto, y, de otra parte, los inherentes al propio terreno que van a posibilitar, impedir o modificar los anteriores.

    Topografa estado original-parque pblico

    Propuesta de diseo

    Remodelacin topogrfica del terreno que hace posible el diseo propuesto

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    La remodelacin topogrfica, con este elevado nmero de aspectos y variables, muy relacionadas entre s, se convierte en una operacin sumamente difcil, adems de arriesgada por la trascendencia que tiene en el resultado final. Los fallos de principio son cargas despus, complicadas de resolver, a veces imposibles, forzando soluciones que no encajan con la necesaria soltura. El ensayo de soluciones, junto con un profundo conocimiento de lo que se tiene a la vista y lo que se pretende, unido a una rica experiencia, son buenas bases para afrontar esta dura papeleta. Dejando a un lado los aspectos del diseo, la remodelacin topogrfica deber considerar otros de tipo tcnico, de mucha importancia para la persistencia y economa de la obra, como el destino de las tierras en funcin de sus caractersticas - tierras como soporte de construcciones, base de firmes o como asiento de una vegetacin -, la escorrenta y evacuacin de las aguas superficiales, el espesor de los rellenos y su compactacin, el relleno en exceso de tierras sobre sistemas radicales existentes, la capacidad portante de ciertos suelos para recibir rellenos importantes, el afloramiento de rocas en los desmontes, la pendiente y el tratamiento de taludes, etc.. Un aspecto a considerar es el coste econmico de la operacin, en especial si nos movemos en grandes superficies. A pesar de lo que pueda parecer los movimientos de tierras, en muchas ocasiones, si el terreno no es especialmente rocoso, son operaciones no demasiado caras y, en cambio, de una gran rentabilidad funcional y paisajstica. Digamos que un acertado remodelado topogrfico puede ser la operacin ms barata del parque o jardn en comparacin con lo que aporta de utilidad y belleza. El encarecimiento de estas operaciones casi siempre es debido a la presencia de rocas, aguas subterrneas o aparicin de materiales inadecuados a los fines del proyecto, que deben ser retirados a vertedero reponiendo, en su lugar, con aportes de prstamos. El anlisis y clculo desde el proyecto es imprescindible, adoptando mtodos precisos que determinen con exactitud los volmenes de los movimientos de tierras, cuestin que no debera ser aqu mencionada, por quedar sobre-entendida, pero que recordamos ante la cantidad de proyectos, de mucha importancia, que hemos visto sin un estudio serio del movimiento de tierras. EL TERRENO COMO SOPORTE DE CONSTRUCCIONES Los movimientos de tierras dejarn explanadas las reas destinadas a recibir las construcciones, y habrn previsto la amplitud necesaria para ello. Existe una completsima documentacin acerca de los requerimientos del suelo como soporte de construcciones, elevada en muchos casos a normas de obligado cumplimiento, en la que, obviamente, no vamos a entrar. nicamente queremos recordar que es muy importante tenerlas en cuenta para todo tipo de construcciones, no slo para las importantes. En efecto, es frecuente que las pequeas construcciones, en el proyecto, apenas se consideren, no aportando para ellas soluciones constructivas, ni requerimientos de firmes, ni espesor de las cimentaciones, etc., resultando despus un cmulo de pequeos fracasos. EL TERRENO COMO BASE DE FIRMES DE VIALES Y EXPLANADAS La consideracin del terreno en estos casos es distinta de la anterior, debido a la extensin superficial que ocupan, no siendo de aplicacin soluciones puntuales, perfectamente vlidas para las construcciones. Es importante destinar para estas reas, terrizas en la mayora de los casos, lugares bien saneados, ausentes de aguas subterrneas y a cubierto de avenidas, en todo caso protegidos con las obras de fbrica necesarias - caos, bordillos, imbornales, sumideros, etc. -. Se procurar que las caractersticas granulomtricas del suelo sean las adecuadas, eliminando en todos los casos la cubierta vegetal. Para los rellenos, si fueran necesarios, se recurrir en primera instancia a los materiales existentes en la propia obra, para lo que habr que determinar su idoneidad, espesores de relleno, grado y forma de compactacin, etc. Si fuera preciso se reforzar la solucin con el

    empleo de geotextiles y geomallas, que tienen la facultad de evitar la contaminacin de los firmes por las arcillas de la base, adems de repartir las cargas; en cualquier caso, estos sistemas estn muy indicados en las obras de parques y jardines considerando las acciones de los sistemas radicales y la elevada humedad del suelo. El tipo de pavimento o tratamiento superficial tiene mucha importancia a la hora de definir los firmes y la capacidad portante de las bases, eleccin que est condicionada, a su vez, por las intensidades de trfico y cargas a soportar. Una cuestin a tener en cuenta, a veces olvidada en los proyectos, es el destino de las tierras procedentes de los cajeos de los viales y explanadas, que conviene tengan su hueco en el interior de la obra, si sus caractersticas lo permiten. El viario de los parques y jardines tiene mucha importancia, ms de la que se le suele conceder en el proyecto. Los fallos suelen venir por problemas en la base y firmes, acrecentados con frecuencia por aguas subterrneas o procedentes de riegos no controlados. De otra parte conviene tener presente que una estudiada solucin de firmes, en combinacin con pavimentos, puede abaratar mucho las obras y ofrecer, adems, soluciones ms ventajosas desde otros puntos de vista. EL AVENAMIENTO DEL TERRENO. Es necesario prever la circulacin y salida de las aguas de lluvia o producidas en el propio terreno por fuentes, manantiales o riegos. El estudio de las llamadas lneas de agua - lneas de desage - se hace al tiempo de la remodelacin topogrfica, considerando los distintos equipamientos, construcciones, viales, explanadas, etc., que determina la red, constituida por las conducciones, sumideros, pozos de capitacin, etc. La pendiente de las lneas de desage aconseja, en cuanto se rebasan ciertos valores 2% a 3 % dependiendo de los terrenos - su materializacin en rigolas, caceras, canales o conducciones subterrneas. Respecto de estas ltimas conviene tener presente la accin de las races por lo que se utilizarn las que aseguren su impenetrabilidad, como las de polietileno y PVC encolado. Se tendr presente adoptar una profundidad mnima y una cierta separacin de los elementos vegetales. Un aspecto a considerar en este punto es la capacidad de infiltracin del suelo y su influencia en la escorrenta superficial. Este factor es igualmente decisivo a la hora de proyectar y programar los riegos por aspersin en terrenos en pendiente, con frecuencia no tenido en cuenta, siendo la causa de muchas escorrentas superficiales no resueltas. Los drenajes son una buena solucin en muchas ocasiones por lo que deben tenerse muy presentes. Tambin influye en el sistema de avenamiento, como es lgico, el rgimen de lluvias, en especial la frecuencia e intensidad de las precipitaciones. LAS INSTALACIONES SUBTERRNEAS. Han de tenerse en cuenta en el acondicionamiento del terreno, disponiendo en la traza, si es el caso, rellenos bien compactados que soporten el peso de las conducciones, as como las acciones que pueden darse en los anclares y piezas especiales de las conducciones hidrulicas a presin. En este punto conviene tener presente el entumecimiento del terreno que a veces ha sido causa de rotura de lneas y conducciones subterrneas, por movimientos del terreno falto de la necesaria compactacin Tambin las aguas freticas y los cursos de agua subterrneos pueden ser causa de problemas futuros, al circular junto a las conducciones, por lo que habrn de conocerse previamente, evitando pasar por ellos, si es posible, y en caso contrario adoptando las

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    medidas necesarias. Es necesaria la compactacin de los fondos de las zanjas y de las tierras de relleno de las zanjas, adoptando las precauciones necesarias. EL TERRENO COMO SOPORTE DE LA VEGETACIN El terreno para los vegetales es su sustento fsico y alimenticio, cuestiones bien sabidas que deben cuidarse en los movimientos de tierras. La lgica seala que las mejores tierras vegetales se reserven para las reas plantadas o sembradas, tierras que, a su vez, son muy perjudiciales como soporte de construcciones e infraestructuras. Desde este punto de vista no existe ninguna competencia, pero lo cierto es que no siempre se reparten adecuadamente. La causa est en los costes de transporte para dejar los depsitos en los lugares adecuados, y tambin en los costes de adquisicin de los materiales cuando no existen o escasean en las obras.

    Algo ms raro es que estos defectos se produzcan por imprevisiones en el proyecto, aunque no son descartables. Desde luego si no se especifica con claridad el destino que quiere darse a los distintos productos de la excavacin, y tampoco se incluye su coste en el proyecto, no puede esperarse que lo haga la empresa constructora. Aunque es una operacin evidente, tiene que estar considerada en el proyecto. A pesar de no ser una prctica corriente, los rellenos destinados a plantaciones, en todos los casos y en especial si estn en pendiente, deben ser compactados, con un grado de compactacin cercano al Proctor 90 %. La apertura de hoyos se hace despus de haber compactado y rasanteado el terreno, aportando tierras frtiles si fuera necesario.

    TRAZADO Y RED VIARIA El trazado es el orden interno del parque o jardn. Es la imagen grfica, la trama interior, el equilibrio de las superficies, las formas y los volmenes, las perspectivas y profundidades de campo, la integracin o el distanciamiento, la relacin, la singularidad, etc., conjunto de elementos que proporcionan a los parques y jardines uno de los rasgos ms significativos de su carcter y personalidad.

    Trazado parque pblico El trazado aporta los escenarios donde el usuario se mueve, se relaciona, juega y descansa, donde tiene lugar la actividad que ha venido a realizar en el parque o jardn; es algo inmaterial que le acompaa, que vive y le comunica sensaciones, algo que siente al utilizar el parque. Al margen de la materialidad, es el encargado de proporcionar una buena parte de los elementos sensitivos y espirituales para que sean recogidos, utilizados y potenciados por los usuarios: el trazado serpenteante de un paseo entre prados, sobrio y elegante de los parterres geomtricos, suavizado por curvas en las esquinas y fondos en los jardines franceses, ntimo y recoleto de los jardines romnticos, amplio y dilatado de las reas de juegos y exposicin, etc., comunican en cada caso diferentes sensaciones y permiten distintos usos y actividades para distintos estados de nimo. Cada usuario se reparte la escena segn sus preferencias por el ambiente, siendo el trazado el factor ms determinante. Esta eleccin de los lugares e itinerarios ms frecuentados, y en los que se siente mejor, descubre en el usuario el sentido de apropiacin del espacio que es de la mayor importancia ya que supone el primer paso en el aprecio del parque y su aceptacin.

    El viario es, en cierto modo, la materializacin del trazado, el medio fsico de contacto con el usuario. Su diseo y ejecucin, si es acertado, vendra a reforzar las ideas del trazado, adems de facilitar las operaciones interiores a las que sirve. Otro tanto cabe decir de los distintos materiales constituyentes de los trazados. Sin entrar en detalles nos gustara indicar que en bastantes ocasiones hemos podido ver cmo el diseo del viario est completamente al margen del trazado del parque, al que, como es lgico, sirve; as por ejemplo es corriente que viales pensados en el trazado para el trnsito peatonal entre distintas reas urbanas a travs del parque, se diseen con materiales terrizos, que impiden su utilizacin en tiempo de lluvia; que circuitos pensados para correr se realicen con materiales duros cuando se sabe que la carrera sobre firmes terrizos es mas conveniente; que un vial o terraza que se sita junto a un elemento arquitectnico de primera clase, con buenos materiales, se resuelva con un pobre pavimento, de adoqun de hormign por ejemplo, al que adems le falta dimensin; que se mezclen materiales de diversa procedencia y colores sin el ms mnimo respeto a las reglas de la composicin o utilidad, algunos son francamente incmodos, como los enmorrillados, otros ofrecen peligro de deslizamiento. Que los caprichos de algunos diseadores -artificieros del diseo-, sin ningn fundamento, nos lleven a recorridos sinuosos, intiles, que no aportan ms que incomodidades al

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    alargar las distancias, etc., todo ello sin entrar en las deficientes ejecuciones, responsables de muchos desastres, y en el estado de conservacin. Lo anterior, en muchos casos, adems de la prdida de utilidad, es causa de rechazo de muchos usuarios, dotados de cierta sensibilidad, que ven estropeado el cuadro de sus anhelos por un fallo evidente del diseador, que no ha prestado suficiente atencin al detalle y que no se justifica, ni siquiera por razones econmicas. Conviene tener muy presente que el usuario del parque es, en general, persona dotada de cierta sensibilidad, artstica que es donde radica la verdadera sensibilidad, y que realiza siempre, consciente o inconscientemente, una valoracin de la escena, de cuanto tiene a su alrededor y del estado en que se encuentra. El viario del parque, por todo lo anterior, desde el punto de vista del usuario nuestro cliente, ya lo hemos dicho antes es uno de los elementos que ms atencin requieren, aqu si que es importante la visin de la escena y su vivencia anticipada en la mente del diseador. Aspectos como el mantenimiento, pensado desde el diseo y no a lo que resulte, como el uso de caminos peatonales por bicicletas o monopatines porque no se ha previsto una va alternativa ante una evidente necesidad, suponen en muchos casos cuantiosas prdidas de rentabilidad, en especial en ambientes gratos para ciertas personas que se sienten muy molestas por la alteracin de la paz del parque o jardn. Cuidar estos aspectos desde el proyecto nos parece muy importante. Vamos a tratar de algunos de estos elementos. CAMINOS Los caminos sirven para poner en comunicacin las distintas reas de un parque y ordenar las circulaciones. Vamos a tratar someramente de los aspectos ms destacables:

    Trazado.- El trazado de los caminos tiene muchsima importancia en el diseo y es lo que ms personaliza un parque o jardn. Las formas pueden ser todas las imaginables pero siempre con la coherencia y orden lgico que deben tener todas las cosas. Su trazado debe responder en primer lugar a su utilidad cual es la de permitir el desplazamiento entre dos puntos, y despus atender a cuestiones de otra naturaleza, a veces ms importantes. Vamos a recordar algunas cosas: - Un camino que une en lnea recta dos puntos es el mejor, si no

    perjudica otros factores del diseo. Las grandes longitudes son arriesgadas pero en ocasiones de gran belleza, por ejemplo acompaadas de una buena alameda en uno de los lados y con una gran superficie empradizada en la otra.

    - Un camino serpenteante sin motivo no tiene sentido, no se

    acepta bien. Ahora bien, un camino as, recorriendo el pi de una loma, salvando rboles a su paso o rodeando una gran pradera para apreciar las vistas que se ofrecen al fondo, por ejemplo la casa, es una buena solucin de diseo: el proyectista deber colocar estos elementos en la escena para dar sentido y justificar la traza.

    - Un camino que cruza sobre el agua, sobre un puente, manifiesta mejor que otros su naturaleza y el servicio que presta. Otro tanto puede decirse de sus pretiles.

    - Los caminos curvos, que pierden su traza, acompaados de un

    muro permiten a la vista descubrir la intencionalidad del trazado al caminar por su coronacin.

    - Un camino ancho es mejor que uno estrecho, proporciona confort

    y calidad, pero puede resultar excesivo y dejar al caminante desamparado o acortar excesivamente la perspectiva. Un camino

    - estrecho puede ser angustioso, difcil de caminar junto a otras

    personas y empequeecer la escena. - Un camino terrizo permite apreciar mejor la naturaleza de

    alrededor, es ms natural, transporta al caminante al campo, es ms mullido y su textura encaja bien con la jardinera. En cambio puede resultar engorroso en das de lluvia, con calzado de calle y originar polvo.

    - Un camino pavimentado con piezas de gran formato disminuye

    aparentemente sus dimensiones pero le proporciona una mayor calidad. Un despiece normal a la marcha afirma el sentido del desplazamiento, en especial si se va acompaando a las curvas, y acorta su longitud aparente. Las bandas longitudinales lo alargan. Los despieces inclinados tienen sus problemas pero pueden quedar bien, por ejemplo en las uniones de caminos con reas estanciales que no acometen ortogonalmente, si queremos incorporar ambos al mismo espacio de relacin.

    - El perfil transversal tambin influye en la percepcin. Una

    seccin con rigola central estrecha el viario, mientras que una seccin con varios puntos de recogida le proporciona mayor anchura aparente.

    - Alternar caminos terrizos y pavimentados, de diferentes formas,

    texturas, color, etc. permite ordenar las circulaciones dejando, por ejemplo, los primeros para paseos en zonas ms naturales y los segundos junto a edificios y zonas ms urbanizadas, tambin como caminos de trnsito a travs del parque.

    - El color y la textura del pavimento son muy significativos para la

    integracin visual del pavimento con su entorno. Esto es especialmente importante en paseos en cuesta y en los ptimamente anchos, donde el pavimento es una envolvente espacial, como si fuera un paramento.

    - Los caminos no tienen forzosamente que mantener paralelos sus

    bordes. Los ensanches, formalizados o no, permiten crear islas de tranquilidad siempre que estn lo suficientemente retiradas del trfico; adems proporcionan movimiento y variedad a la traza. Son posibles tanto en los de planta recta como curva. Los ensanchamientos deben conseguirse con lneas de trazado acorde con el resto; mezclar rectas y curvas puede ser arriesgado.

    - Diferenciar las estancias del trnsito siempre es conveniente,

    puede lograrse con distintos tipos de pavimentos. Una adecuada y armnica combinacin de pavimentos colabora en la identificacin de las reservas de espacio para los diferentes usos.

    - Uno o dos peldaos sueltos en el camino constituyen un hito que

    enfatiza aspectos que queremos destacar, tales como adquirir cierta elevacin sobre el terreno y reconocer una vista oculta en el anterior nivel, cambiar de ambiente, detener el paso para reparar en algo, etc.

    - Colocados a intervalos estudiados marcan un ritmo que puede

    ser necesario para modificar la perspectiva, acomodarlo al terreno circundante o simplemente marcar un ritmo agradable. Claro est que los peldaos no debern suponer una barrera arquitectnica, habrn de acompaarse de una rampa.

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    - Los cruces de caminos deben permitir la cmoda circulacin y no recorrer distancias innecesarias. Los acuerdos en curva son los ms utilizados pero no hay que descartar los dems.

    - La macla de caminos, o de caminos con reas estanciales con

    distintos tipos de pavimentos es muy conveniente pues forma un mosaico que ofrece una buena lectura de su utilizacin. Toda lectura que favorezca la comprensin del diseo es conveniente.

    - Elevar los caminos respecto del jardn que acompaa es

    conveniente pues sita al caminante en un plano superior ms confortable. La situacin contraria puede ser conveniente para resaltar el jardn y ofrecer al caminante mejores vistas de ste. Es frecuente el abombamiento de las superficies encespedadas

    a los lados de los caminos, que proporcionan mucha belleza y hacen crecer la dimensin del jardn.

    - Los caminos delimitados por bordes definidos afirman su traza y ganan en presencia y calidad. Combinar bien los materiales del camino y de los bordes es importante.

    - La vegetacin plantada a lo largo de los caminos afirma su traza

    y sentido, en especial el arbolado que comunica confort a su utilizacin.

    - Todo el viario del parque debe responder a una concepcin

    unitaria del espacio dedicado a este fin.

    Pavimentos varios

    Anchos.- El ancho est en funcin de su utilizacin y del escenario en el se emplazan. Podemos hablar de sendas de 1 m. de ancho para un caminante a grandes paseos de 30 y ms metros de ancho. El ancho mnimo recomendable es de 1,50 m. que permite el paseo simultneo de 2 personas. Si se pasa de 10 m. de ancho es conveniente incorporar plantaciones de arbolado en su interior, tipo alameda. La seccin transversal tiene que ser aquella que permita el uso requerido y la escorrenta de las aguas, con bombeos o pendientes transversales hacia las cunetas o puntos de recogida, en algunos casos la recogida se produce en rigolas centrales. Pendientes.- Las pendientes transversales en caminos pavimentados no deben ser inferiores al 1% ni superiores al 4 %; si las piezas son de textura rugosa el mnimo ser del 2%. En los terrizos las pendientes se mantendrn entre el 1% y el 2%; si estn estabilizados pueden llegar al 4%. Las pendientes longitudinales no deben superar en ningn caso el 8%, pues a partir de aqu constituyen barreras arquitectnicas; en los terrizos las pendientes longitudinales no deben superar el 2%, pudiendo llegar al 4% si estn estabilizados, por encima de estos valores se producen erosiones. No obstante lo anterior la granulometra del rido proporciona distinta vulnerabilidad a los arrastres, as los caminos con capa de rodadura de arena de ro sufren erosiones a partir del 1,5% de pendiente; en el extremo opuesto estn los jabre, arrocillo calizo o grantico y picn grueso que pueden soportar pendientes del 3% sin erosionarse. Firmes.- El tipo de firme depende de la capacidad portante del sub-suelo y de su utilizacin, en menor medida depende tambin del tipo de pavimento. Los sub-suelos granulares libres de agua fretica pueden por s solos operar como caminos, a lo ms con una capa de rodadura. Si, por el contrario, el subsuelo es poco resistente y, adems, tiene agua fretica habr que preparar un paquete de firme adecuado que puede requerir una capa drenante en el fondo, un geotextil anticontaminante, un firme de zahorras, grava- cemento, suelo-cemento, etc. de distinto espesor, incluso una solera de hormign, y una capa de rodadura adecuada. Las soluciones son muchsimas y en cada caso habr que adoptar la ms conveniente. Bordes.- Bordear un camino, aparte razones estticas, supone una mejora considerable que alarga su vida y favorece la conservacin. Pueden colocarse enrasados con el pavimento, vistos hacia el

    interior o hacia el jardn. La altura vista es variable entre unos 7 y 15 cm. dependiendo del uso, ancho del camino y tipo de pavimento; as un camino terrizo cuya rasante no est bien estabilizada requiere un resguardo superior, un camino estrecho con un resguardo elevado se estrecha ms, un camino en el que puedan circular bicicletas requiere un resguardo elevado y vertical, quiz es el nico caso, para que el ciclista se percate bien de la limitacin y para que el bordillo rechace la rueda, si llega a tocarlo. El medio ms empleado para bordear caminos es el bordillo, de los que existen muchos tipos:

    - Piedra.- de granito, caliza, arenisca, doloma, pizarra, etc. son los

    bordillos mejores para emplear en jardinera, si bien son los ms caros. El perfil transversal es rectangular con la parte vista en ligero declive y aristas redondeadas o achaflanadas; en bordillos de poca seccin las caras vistas suelen ser verticales. Las secciones son diversas, rectangulares por lo general, y suelen tener un ancho entre 10 y 15 cm. y una altura de 20 a 25 cm. La longitud es variable entre 50 cm. y 1 m. En casos especiales se fabrican bordillos con la testa superior redondeada con perfil llamado pecho de paloma, con 2 volutas, etc.

    - Hormign.- Son los bordillos ms empleados, por su bajo coste y por su buena acomodacin a muchos tipos de obra. En jardinera pblica son muy utilizados, no as en jardines privados donde este bordillo no encaja bien por su carcter excesivamente urbano. Existen muchas formas, por lo regular rectangulares, adecuadas a distintos usos, desde bordillos de 20x10 cm. llamados de jardn, a los bordillos de calzada de 14/17x28 cm. los de isletas de trfico. Tambin se fabrican bordillos de perfiles especiales, como los bordillos bota, de testa redondeada, cilndricos completamente excepto la base de anclaje al suelo, as como los de planta curva. La longitud es variable, por lo regular 1 m. excepto los especiales que suelen medir 50 cm.

    - Cermica.- Son poco corrientes. Suelen tener una longitud mxima de 50 cm. y la seccin es pequea y casi siempre de forma especial

    - Otros bordes: Para la realizacin de bordes en caminos pueden utilizarse otros materiales como las traviesas de ferrocarril, tablones y rollizos de madera, adoquines y baldosas de gran espesor, bandas onduladas de PVC, incluso bandas de acero cortn.

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    Pavimentos.- La capa de rodadura o de paseo puede fabricarse con muchos tipos de materiales.

    Pavimentos varios, secciones constructivas

    - Terrizos.- Son los ms comunes y socorridos por precio, aunque nada desdeables, y dentro de stos tenemos los de arenas de ro y miga al 50%, los de jabre grantico, arrocillo, calizo, polvo de cantera, polvo de ladrillo, escorias de carbn, picn volcnico, etc. En todos los casos se lograr la mejor estabilizacin posible y el sellado, que consiste en recebar con finos los huecos dejados por los ridos ms gruesos que ocuparn las capas inferiores. La capa deber tener un espesor comprendido entre 7 y 12 cm. dependiendo del material.

    - Losas de piedra.- La losas de piedra componen los mejores pavimentos, en todos los aspectos. Puede jugarse con el tipo de piedra, textura, color, dimensin y despiece logrndose muy buenos resultados, tanto estticos como prcticos. Como materiales tenemos el granito, arenisca, caliza, pizarra y doloma, entre los de ms corriente uso, con acabados de corte de cantera, sierra, abujardado, apomazado o pulido, estos ltimos slo para interiores o casos excepcionales como cenefas. La combinacin de distintos formatos es muy recomendable, y as pueden disponerse cenefas longitudinales y transversales alternando con paos de losas que permiten la articulacin del paseo y enfatizar determinados aspectos del diseo. El espesor es variable entre unos pocos centmetros hasta 10 12 cm., dependiendo del tipo de material, corte y utilizacin. La colocacin en obra depende de la dimensin y grosor de las piezas, tipo de firme, y utilizacin; los de mayor dimensin y ms gruesos pueden colocarse directamente sobre una cama de arena de ro. El despiece puede ser diverso y responder a criterios de diseo, as como el tipo de junta, si bien el material y su dimensin ya orientarn sobre las colocaciones posibles.

    - Losas de hormign prefabricado.- Existen multitud de formas, dimensiones y acabados. Las ms convenientes con las de terminacin con rido lavado pues aportan una mayor belleza y duracin. En cuanto a la disposicin, despiece y colocacin en obra son similares a las de piedra.

    - Baldosas hidrulicas.- Su dimensin suele ser inferior a 60 cm. y la formas ms comn es la cuadrada. El espesor puede estar comprendido entre 3 y 5 cm. y los acabados pueden ser con materiales ptreos, tipo terrazo, o con mortero coloreado, liso o

    con relieve. Los acabados lisos, al menos que sean antideslizantes, no son recomendables pues resultan resbaladizos. Estas piezas se colocan siempre sobre mortero de cemento.

    - Piezas cermicas.- Se emplean baldosas de gres antideslizante como pavimentos de exteriores. Aportan una gran calidad al diseo y son muy duraderas. Su colocacin es similar a las hidrulicas. Tambin se emplean como pavimentos cermicos ladrillos de tejar colocados de canto o de plano y mecnicos a sardinel. Requieren ser tomados con mortero de cemento dada su pequea dimensin.

    - Adoquines.- Existen de piedra de granito, caliza, pizarra, basalto o doloma. Tambin los hay prefabricados de hormign y cermicos de arcilla o gres. Los de piedra suelen tener una dimensin de 20x10x12 cm. y se colocan sobre mortero semi-seco, si son ms pequeos pueden necesitar mortero de agarre, sobre todo los serrados de poco espesor, muy empleados ltimamente. Los prefabricados de hormign existen en espesores de 6 cm. y de 8 cm., stos ltimos pueden colocarse sobre cama de arena. Los de gres y cermica suelen tener 5 cm. de espesor y se sientan sobre mortero de cemento. La colocacin puede ser diversa, a mata-junta con la hilada normal al camino, en espiga, en mosaico, etc.

    - Hormign impreso.- Se utiliza bastante la solera de hormign de unos 15 cm. de espesor, armada con mallazo, impresa superficialmente. El hormign, una vez vertido y rasanteado se endurece y colorea superficialmente y despus se imprime aplicndole una resina de sellado. Se consiguen muchos tipos de texturas y colores y es un pavimento muy interesante en jardinera.

    - Madera.- traviesas de ferrocarril, tablas, rodajas de pino, cachas, tacos, etc. de madera tambin son piezas adecuadas para formar pavimentos. Su colocacin puede ser muy diversa y se suelen colocar sobre camas de arena o mejor de grava pues mantiene seco el material.

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    Caminos varios ESCALERAS Como los caminos, las escaleras sirven para poner en comunicacin distintas partes de un parque o par dar acceso al mismo. Vamos a tratar, ms bien a recordar, los aspectos ms destacables a considerar, pues la mayora son de sobra conocidos.

    Escalera, planta y seccin constructiva

    Emplazamiento.- Dependiendo de muchos factores, puede ser importante considerar lo siguiente:

    utilidad: que realmente la escalera sea necesaria, preste una

    utilidad y sea conveniente bajo todos los puntos de vista.

    funcionalidad: de acuerdo con la funcin prevista, determinada por su punto de arranque y final.

    seguridad: que el emplazamiento no suponga inseguridad para el usuario.

    atractivo: que discurra por un lugar atractivo que invite a su utilizacin o desde ella se pueda disfrutar de algo, por ejemplo vistas agradables.

    compatibilidad: con el resto de la escena o ambiente.

    alternativas: deberemos considerar si puede evitarse la escalera o que su funcin desempeada por otro elemento con ventaja.

    Desarrollo.-

    Contra-huella o tabica: entre 12 y 16 cm., mejor no pasar de 15. (La NTJ01A recomienda 14 cm. con un mximo de 16 cm.)

    La altura de la tabica decrecer a medida que aumenta el nmero de peldaos del tramo, pero no debe ser inferior a 12 cm. pues por debajo de esta altura el escaln se percibe mal y se favorecen los tropiezos, tambin se aumenta la confianza y el peligro de cada. En reas interiores la huella normal es de 17 cm. y en reas de servicio puede llegar a 20 cm. Huella: Entre 30 y 40 cm. debiendo guardar relacin con la altura de la tabica para que sea cmodo el trnsito por la escalera. La frmula que asegura un cmodo trnsito es la siguiente: 2huellas + 1 tabica = 64 cm. De la frmula anterior obtenemos la siguiente tabla:

    tabica huella

    10 44 11 42 12 40 13 38 14 36 15 34 16 32 17 30

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    Tramos: Mnimo de 3 peldaos en cualquier caso, incluso en escaleras de un solo tramo, necesario para manifestar el desnivel y no provocar confusin. Mximo de 13 peldaos con un ptimo de 7 en cada tramo, siempre referido a una altura de tabica entre 12 y 15 cm., descendiendo a medida que aumenta la altura de la tabica. Nmero impar o par de peldaos en combinacin con el nmero impar o par de pasos en el rellano, de forma que cada tramo se ataque con el pie alternativo. Esta regla est especialmente indicada en escaleras de muchos tramos de pocos peldaos, menos de 5, y de rellanos cortos; en las restantes no se nota la diferente utilizacin de cada pie. Rellanos: Plataforma horizontales, tambin llamadas mesetas, que dividen la escalera en tramos y tienen varios cometidos:

    Dividir el esfuerzo de subir y bajar la escalera, permitiendo la recuperacin del caminante. Para que se produzca tiene que darse al menos dos pasos en el rellano, y ms si el esfuerzo del tra