EL RASTROJO SOCIAL Y EL DESARROLLO URBANO -...

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CAPITULO I EL RASTROJO SOCIAL Y EL DESARROLLO URBANO El rastrojo social está estrechamente vinculado al di- namismo del desarrollo urbano de algunas ciudades. Ese dina- mismo a menudo es influenciado por decisiones de políticas económicas que después repercuten sobre hechos sociales, de- mográficos y espaciales. Uno de estos últimos consiste en la constante expansión de las ciudades sobre nueva tierra, a fin de satisfacer la demanda- de espacio reclamada por sus habi- tantes para cumplir sus actividades. Es en este proceso cuan- do surgen los espacios en rastrojo social, bien en el interior de las ciudades o en el borde externo de la periferia de éstas, en la denominada franja urbano-rural. A escala mundial, el rastrojo social llama la atención de investigadores de Europa Occidental aproximadamente después del inicio de la revolución industrial, cuando las fá- bricas demandaron mano de obra campesina y las ciudades incrementan su población y expandieron su marco de asen- tamiento físico. En nuestro país en cambio, el surgimiento del rastrojo social es de reciente aparición por cuanto es a partir de la cuarta o quinta década del siglo actual, cuando las ciudades inician el proceso de concentración de población y expansión física urbana. Por tanto, el rastrojo social es producto del desarro- llo urbano pero a la vez tiene sus relaciones con el medio ru- 33

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CAPITULO I

EL RASTROJO SOCIAL Y EL DESARROLLO URBANO

El rastrojo social está estrechamente vinculado al di­namismo del desarrollo urbano de algunas ciudades. Ese dina­mismo a menudo es influenciado por decisiones de políticaseconómicas que después repercuten sobre hechos sociales, de­mográficos y espaciales. Uno de estos últimos consiste en laconstante expansión de las ciudades sobre nueva tierra, a finde satisfacer la demanda- de espacio reclamada por sus habi­tantes para cumplir sus actividades. Es en este proceso cuan­do surgen los espacios en rastrojo social, bien en el interiorde las ciudades o en el borde externo de la periferia de éstas,en la denominada franja urbano-rural.

A escala mundial, el rastrojo social llama la atenciónde investigadores de Europa Occidental aproximadamentedespués del inicio de la revolución industrial, cuando las fá­bricas demandaron mano de obra campesina y las ciudadesincrementan su población y expandieron su marco de asen­tamiento físico. En nuestro país en cambio, el surgimientodel rastrojo social es de reciente aparición por cuanto es apartir de la cuarta o quinta década del siglo actual, cuando lasciudades inician el proceso de concentración de población yexpansión física urbana.

Por tanto, el rastrojo social es producto del desarro­llo urbano pero a la vez tiene sus relaciones con el medio ru-

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ral y el espacio natural, pues de éstos últimos surgen las áreasque incorporan las ciudades a su espacio urbano. Según loenunciado hasta ahora, el rastrojo social está relacionado conotros procesos espaciales cuyas explicaciones pueden buscarseen hechos históricos, económicos, sociales y demográficos en­tre otros, que en forma interrelacionada actúan sobre un mar­co físico determinado. Un intento por definir el rastrojo so­cial y conocer su amplio marco referencial conceptual, es loque realizamos a continuación.

UN PROBLEMA RECIENTE EN VENEZUELA

El surgimiento del rastrojo social es relativamente dereciente aparición en Venezuela, pues es apenas desde hacecincuenta años cuando entra en un proceso marcado de urba­nización, pero en países industrializados ocurre poco des­pués de la revolución industrial motivo por el cual ha sidosujeto de reflexión y estudio desde la primera mitad del sigloactual. Han sido los geógrafos alemanes dirigidos por WolfgangHartke, quienes han profundizado más en las investigacionesdestinadas a conocer las particularidades de este fenómeno.De seguidas se presenta un resumen de las características másresaltantes . del rastrojo social según la versión de variosautores y, al final, una síntesis contentiva de aquellos hechossignificativos que permiten definir al hecho geográfico queahora estudiamos.

Uno de los autores que han profundizado en esta ma­teria es Dickinson (l). El utiliza el término tierra vacante pa­ra referirse a la existencia de "solares abandonados o provis­tos de calles pavimentadas, agua, gas y electricidad a expensasdel capital privado o público". Agrega que este feómeno tie­ne una etapa previa la cual consiste en desincorporar las par­celas total o parcialmente de la actividad agrícola mientrasson urbanizadas (2). Es indudable que tierra vacante es unaexpresión usada para designar aquellos espacios sin uso en unmomento determinado, situados tanto en el interior del espa-

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cio urbano como los que se encuentran inmersos en el mediorural pero en este último caso, se refiere a aquellas áreas quese encuentran directamente influenciadas por el empuje deldesarrollo urbano. Es decir que el término área vacante ensentido general, designa espacios desocupados tanto dentrocomo fuera del espacio urbano a causa de la "expansión salva­je" o "explosión" de una ciudad.

Relacionado con ésto, el autor usa el término "delin­cuencia de los impuestos" para referirse al hecho según elcual urbanistas y promotores urbanos en general, presionanpara pagar menores impuestos y por eso realizan obras fueradel área jurisdiccional de las grandes ciudades. Con ello, nosólo pagan menores impuestos, sino también provocan el sur­gimiento de enormes áreas vacantes tinstitutional desert). Ensíntesis podría decirse que área vacante se refiere a espaciossin uso fuera o dentro del espacio urbano, a causa de la ex­pansión urbana y a la penetración de la urbanización haciaotras áreas jurisdiccionales, a fin de que urbanistas y promo­res urbanos paguen menos impuestos municipales por la eje­cución de sus desarrollos urbanos.

Para proseguir en el proceso de caracterización y de­finición del rastrojo social consultamos a Max Derruau (3).Para él, baldío social (Sozialbracbe) consiste en espacios per­tenecientes a parcelas agrícolas periurbanas que están total oparcialmente abandonadas. Este autor se apoya en WolfgangHartke (4) para indicar, que el baldío social responde en Eu­ropa Occidental al surgimiento de una nueva figura social: elobrero-campesino, que invierte casi todo el tiempo en traba­jar en una fábrica y por tanto es poca la dedicación que pue­de darle a su parcela. Se trata de un fenómeno nuevo que rá­pidamente se expande por el área suburbana, favorecido porla rapidez causada en la innovación de los medios de trans­porte: tren, auto, bus, moto, bicicleta lo que a la vez res­ponde a la mayor demanda de mano de obra por parte de lasactividades urbanas.

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Derruau utiliza el término baldío social para referirloa exparcelas agrícolas y cita como causa esencial a las mejo­ras socioeconómicas que recibe la población periurbana altrabajar en actividades no rurales. Por otra parte, el autor uti­liza el término para designar espacios abandonados en el me­dio rural y no cita el urbano, por cuanto en este capítulo desu obra el principal objetivo es analizar los cambios surgidosen el paisaje rural. Sin embargo, como se ha visto no deja dereconocer que su existencia se debe a un fuerte empuje de ladinámica urbana, que particularmente se deja sentir a lo lar­go de los principales ejes viales que unen a la ciudad con otroscentros urbanos.

Otro de los autores consultados es Jean Labasse (5),quien ubica al rastrojo social dentro de las denominadas ten­siones campo-ciudad, surgidas a causa de la competencia quepor un mismo espacio se disputan la ciudad y el campo a me­dida que la primera se expande sobre tierra ocupada por elsegundo. En su trabajo, el término "die Sozialbracbe" hasido traducido como barbecho social y afirma que surgió en1952 entre los geógrafos alemanes dirigidos por WolfgangHartke. Entre las características del barbecho social estánlas de mostrar rasgos típicos del laboreo agrícola (uberseb­bar), es un fenómeno producto de la "diferenciación social"entre el obrero de la fábrica y el trabajador del campo. Portanto, este fenómeno ocurre cuando se ha operado un cam­bio en el nivel del antiguo agricultor, y tiene su origen en laindustrialización del campo muchas veces sin que exista unmovimiento pendular campo-ciudad.

Los espacios cubiertos por el barbecho social ocasio­nan serios problemas económicos sociales y geomorfológicos.Los económicos son considerados obvios por este autor y lascompara con el "bligbt" (plaga daño) urbano; social porquelos campesinos aunque siguen apegados a su tierra, sólo con­templan sus parcelas cubiertas por malas hierbas y la verdiza-

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cion (grunfallen), y geomorfológicos porque los pastos sem­brados sobre vertientes montañosas por falta de "la siega"son invadidos por otras plantas y así se favorece la ocurren- .cia de deslizamientos de tierra. Finalmente, el autor afirmaque pensar en la recuperación de estas áreas no garantiza laelevación de las condiciones de vida del grupo familiar, y másbien exhorta al planificador que trabaja en la industrializa­ción del campo, a no ignorar los peligros que esta actividadconlleva tales como la degradación del paisaje agrícola con to­das sus implicaciones físicas, sociales y económicas.

Proseguimos nuestro análisis acerca del concepto derastrojo social, con los aportes que al respecto hace John­son (6). Para él los terrenos sin utilizar existentes en las afue­ras de las ciudades en primer lugar, se deben al gran dinamis­mo urbano pero además cita la poca efectividad .de la zoni­ficación urbana. y la expectativa por la revalorización delas tierras.

En tal sentido, en el área externa al espacio urbanohay tendencia a desincorporar el uso agrícola de la tierra acausa de la presencia de residentes no rurales, pero esto pro­duce además la subdivisión del terreno eumicroparcelas amedida que la presión por la urbanización aumenta y la ac­tividad agrícola decrece o desaparece para así dar paso a latierra abandonada. En cuanto a la zonificación, el autorafirma que tiene buenos y malos resultados. En cuanto alos primeros porque produce beneficios estéticos, densi­dad de construcción, edificaciones funcionales y fluidez del

. transporte. Sin embargo en el otro extremo produce seriosefectos sobre el aumento de los precios de terrenos ubica­dos en el interior del espacio urbano, porque la ciudad tam­bién tendría una mordaza para expandirse horizontalmente,con lo cual no sólo se frena el desarrollo urbano sino tam­bién resulta favorecido el acaparamiento de tierra desocupa­da por especuladores para venderla en el mamen ro más opor-

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tuno; mientras que en la zona rural-urbana también los es­peculadores aprovechan de adquirir parcelas, que mantienenabandonadas en espera del momento más oportuno para ven­derlas al precio más propicio.

Para finalizar, dentro de los autores extranjeros reco­gemos algunas afirmaciones de Goodall (7). Según este autor,los terrenos abandonados en las afueras' de las ciudades de­ben su existencia, a la presión del desarrollo urbano materia­lizada por la demanda de nueva tierra en la medida que dichasciudades se expanden. En tal sentido, los terrenos agrícolasquedan desincorporados de esa actividad hasta el momentode ser urbanizados y agrega, que durante esta fase la tierra serevaloriza muy por encima del costo acusado por la tierra querealmente se dedica a la agricultura. El abandono de la parce­la agrícola no ocurre en forma automática, y así puede darseel caso en que el nuevo dueño por no poder atenderla o pordesconocimiento de las prácticas agrícolas, arriende su tie­rra a algún agricultor para así obtener cierto beneficio hastatanto llegue el momento de urbanizarla , pero puede ocurrirtambién que la presión urbana induzca al dueño de una fincaa vender la mitad de su tierra, mientras la parte restante novale la pena cultivarla por ser demasiado pequeña, y es en­tonces cuando decide dejarla abandonada.

Así, según este autor la presión urbana ejercida desdelas grandes ciudades a través de la urbanización discontinuao por saltos, es una de las formas de penetración urbana en elmedio rural que paralelamente produce la mayor superficiede tierra ociosa y por otra parte, el aumento en el precio quesufren los terrenos no deja de ser aliciente importante paraaquellas personas dedicadas a la compra-venta de parcelas po­tencialmente urbanizables, con el fin de obtener significativasganancias.

En nuestro país, la presencia de los espacios en rastro­jo social ha sido abordada por autores y organismos del Esta-

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do que se dedican a inventariar el uso de la tierra. Así, en untrabajo destinado a generar alternativas para el desarrollo ur­bano en el eje Tejerías-Puerto Cabello (8), el término área va­cante parece estar utilizado solamente para hacer referencia aespacios sin construir ubicados dentro del área urbanizada.Esto puede evidenciarse al afirmarse que para Maracay "se re­comienda la densificación de su área construida actual, la uti­lización de sus áreas vacantes al Norte de dicha ciudad ... yI~ego permitir la ocupación de las áreas entre Maracay yTurrnero".

Una de las apreciaciones más precisas acerca del ras­trojo social las ofrece Zinc k, para quien este fenómeno es unode los efectos ocurridos a causa de la disputa por un mismoespacio entre actividades urbanas y rurales. Destaca la exis­tencia de buena tierra agrícola en la depresión del Lago deValencia, que ante el avasallante impulso de la ciudad ingre­san al uso urbano mientras disminuye el espacio rural. A lolargo de ejes viales hay tendencia a sustituir las explotacionesagrícolas por fábricas y así "Muchas parcelas de cítricos o depastos establecidos, están siendo invadidas por vegetación derastrojo (Sozialbracbe o rastrojo social) y se encuentra en es­tado de espera de la plusval ía, que ofrecerá el uso residencialo industrial (terrenos de engorde)" (9). El autor citado consi­dera perjudicial al rastrojo social, por cuanto la tierra bajo es­te prolongado estado provocado artificialmente por la ventade tierra para construcción, representa una subutilización dela capacidad productiva de ésta y, por otra parte, el cambiode uso definitivo hacia el urbano repercute directamente enuna disminución del espacio agrícola (la). Igualmente debeagregarse que este autor también utiliza el término área va­cante, cuando alude a espacios en rastrojo social situados tan­to dentro como fuera del espacio urbano (11).

Debe decirse en primer lugar, que Zinck para desarro­llar el punto relacionado con el rastrojo social, se apoya en

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uno de los trabajos realizados por Wolfgang Hartke (12), yademás, es él quientraduce el término alemán "Sozialbracbe"como rastrojo social. Como otros autores ya citados consi­dera a este hecho producto de un dinámico desarrollo urba­no, pero muestra preocupación por cuanto la expansión físi­ca urbana en la depresión del Lago de Valencia como se hadicho, ocupa tierra de buena calidad agrícola proceso que ala vez repercute en la disminución del espacio dedicado a laagricultura, en un país como el nuestro donde esta tierra esrelativamente escasa. Por otra parte, considera el autor citadoque en el área por él estudiada el rastrojo social tiene un fuer­te aliciente especulativo lo que conlleva a la existencia degrandes extensiones de tierra en abandono, en espera desu revalorización ante la posibilidad de ser urbanizada.: Final­mente debe enfatizarse el hecho según el cual dentro del fe­nómeno de rastrojo social incluye a las áreas vacantes exis­tentes dentro del espacio urbano, como también las ubicadasfuera de éste pero relativamente cerca del área ocupada porlas aglomeraciones urbanas; incluyendo indistintamenteáreas en rastrojo social espontáneas y aquellas que hansido reservadas para futura urbanización por organismos ofi­ciales encargados de realizar la planificación urbana (13).

En una Tesis de Grado elaborada por dos estudiantesde la Universidad de Los Andes para optar al Título de Geó­grafo, también se hace referencia al uso correspondiente alrastrojo social. En efecto, Montesinos y Amaya (14) definencomo área vacante a una de las cinco subcategorías que segúnellos conforman al uso urbano. Estas se caracterizan por"comprender todos aquellos espacios no desarrollados, o quesi han sido previamente desarrollados, actualmente se encuen­tran sin uso, en las márgenes de las áreas urbanas o dentro deellas. . .. Agregan, que los espacios vacantes sl!rgen a causade la implementación de políticas de expansión urbana, comopor ejemplo cuando nuevas áreas son destinadas para servirde soporte a construcciones residenciales e industriales, y

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ésto explica que las áreas vacantes se localicen en lugares"donde esté previsto el establecimiento de nuevas áreas in­dustriales o residenciales. En la periferia de las grandes ciu­dades (Valencia y Maracay), hacia donde se expande el áreaurbana, los espacios vacantes tienen mayor importancia (15).

Aunque estos autores incluyen el término área vacan­te como uso urbano, parece que también lo utilizaron paradesignar espacios sin uso situados fuera del área urbana, se­gún se desprende del análisis e interpretación de las dos citastextuales aludidas. Igualmente deben resaltarse las implica­ciones que tienen ciertas políticas urbanas, en el surgimientode las áreas vacantes a lo cual acertadamente aluden los men­cionados autores.

En los trabajos consultados si bien hay unánime reco­nocimi-ento acerca de la conceptualización del fenómeno quepuede considerarse como rastrojo social, también es cierta ladiversidad de denominaciones usadas para designarlo. Y en loque respecta a las causas que lo originan hay igualmente bas­tante coincidencias, st:gún los trabajos consultados en Francia(con muchas influencia de estudios alemanes), Inglaterra y ennuestro país.

En cuanto a las denominaciones este hecho se ha de­signado como tierra vacante, solares abandonados, baldío so­cial, barbecho social, terrenos sin utilizar, tierras abandonadas,tierras ociosas, área vacante, sin uso y rastrojo social; perotambién es necesario destacar las constantes citas en las quese alude a geógrafos alemanes (dirigidos por Wolfgang Hartke),como los precursores del estudio de este fenómeno en EuropaOccidental y a cuya escuela pertenece Alfred Zinck, quiencomo se ha dicho, traduce el término original del alemán(Sozialbracbe) como rastrojo social. En consecuencia, a nivelmundial parece no existir consenso acerca de la denomina­ción de este fenómeno sin embargo, hemos adoptado el

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nombre de rastrojo social no sólo por la vinculación con elidioma alemán de Alfred Zinck, sino también por su forma­ción geográfica francesa con fuerte incidencia de la GeografíaSocial Alemana y por ser uno de los discípulos de WolfgangHartke.

Las causas del surgirruento de este fenómeno debenbuscarse en el desarrollo urbano, plasmado en el espacio a tra­vés de la expansión física urbana bien sea espontánea u plani­ficada. Es, por tanto, un fenómeno que puede localizarsetanto dentro del espacio urbano como fuera de éste, en ex­parcelas agrícolas ubicadas cerca del área urbana y atravesa­das por carreteras que facilitan la circulación. A pesar de serun fenómeno propio de la evolución y cambios surgidos enlas relaciones campo-ciudad, a veccs su tamaño alcanza gran­des extensiones por cuanto la expectativa por la urbanizaciónincide en la revalorización de la tierra agrícola que finalmentees abandonada en espcra de ser urbanizada. Hay por tanto,un matiz especulativo por parte de algunos de los dueños deterrenos en rastrojo social y en ésto han insistido por lo me­nos cuatro de los autores citados, con una salvedad especial aDerrau y Labasse por cuanto el primero cita al rastrojo socialcomo signo degradante del campo agrícola, y Labasse lo ana­liza dentro de la problemática general campo-ciudad generadaante el avance de la urbanización en el medio rural.

Por tanto, los terrenos en rastrojo social responden aldesarrollo urbano pero su avance y existencia por encima deuna superficie aparentemente tolerable, puede ser el reflejode cómo se haya canalizado este desarrollo urbano en algunospaíses. Es así como pueden producirse medidas oficiales quereserven tierras con fines no agrícolas para organismos del Es­tado, otros entes públicos dedicados a la planificación urbanatambién pueden contar con reservas de tierra que desincorpo­ran del área agrícola y de estas expectativas ante la posibili­dad de expansión física urbana, se aprovechan ciertos par-

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ticulares para obtener un buen dinero extra con la compra­venta de esta tierra, que a veces la ganancia es tan grande quese convierte en especulación.

La existencia de exageradas superficies en rastrojo so­cial, no sólo se traduce en la sustracción de tierra del mediorural a favor del urbano, y en el surgimiento de problemas so­cio-económicos por cuanto estos espacios quedan improduc­tivos por largos períodos sino también significa en ciertos lu­gares el paso previo para la definitiva ocupación de buena tie­rra agrícola por la urbanización que, en un país como el nues­tro, reviste características dramáticas dada la carencia de tie­rra dotada con las características agrológicas, como gran partede la existente en la depresión del Lago de Valencia.

ESPACIO GEOGRAFICO y PAISAJE GEOGRAFICO

Debido a que gran parte de la información cartográ­fica de este trabajo ha sido necesario generarla a partir de fo­tos aéreas, será de gran importancia conocer las peculiarida­des que muestra el espacio geográfico de acuerdo a su ex­presión paisaj ística.

El estudio del paisaje si bien es iniciativa de los geó­grafos, no es menos cierto que éstos por algún tiempo deja­ron de darle la importancia merecida, y es la utilización am­pliamente difundida del estudio del paisaje por parte de ar­quitectos, ecólogos, paisajistas, etc., lo que ha conllevado aprofundas reflexiones a los geógrafos hasta finalmente reto­mar el estudio del paisaje (16). Esto explica que geógrafosde todo el mundo adelanten rigurosas investigaciones, a fin debuscar los mecanismos que permitan encajar al estudio delpaisaje dentro de la teoría general de sistemas (17). No sepretende plantear una disertación entre espacio y paisaje geo­gráfico, sino de realizar un intento por aclarar que cada uno

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de ellos, a pesar de tener una íntima relación no significan lomismo porque ambos responden a "dos tipos de reflexión di­ferentes sobre un mismo objeto de estudio" (18).

En una de sus obras Dollfus (19) anota definicionesde diferentes autores y la suya acerca de qué es espacio geo­gráfico. En ese sentido los antiguos lo definieron como espa­cio habitable -oikuméne- "allí donde las condiciones natura­les permiten la organización de la vida en sociedad"; M.Sorre lo aceptó parcialmente porque admitió que éste debíarevisarse por cuanto la extensión del género humano tendía a"confundirse con la superficie del planeta". Por su pane paraJ. Gottman espacio geográfico es "el espacio accesible alhombre usado por la humanidad para su existencia" así queincluyó tanto al mar como a la tierra; por su parte, tambiénes general la definición de J. Tricart al afirmar que el espaciogeográfico corresponde a la "superficie terrestre y a la bios­fera". Con base en estas definiciones y en otros planteamien­tos, Dollfus califica al espacio geográfico "como el soporte deunos sistemas de relaciones, determinándose a partir de loselementos del medio físico ( ...), Y los otros procedentesde las sociedades humanas que ordenan el espacio en fun­ción . . ., de todo el tupido tejido histórico que constituyeuna civilización".

De estas definiciones puede decirse, que la noción deespacio geográfico se amplía a medida que se realiza el descu­brimiento de nuevas tierras y evoluciona el conocimiento geo­gráfico. y por otra parte, que el espacio geográfico constituyeel "soporte", el escenario en el cual ocurren relaciones entrelos elementos del medio natural, y entre éste y aquellas ac­ciones que adelanta el hombre por medio de su cultura y desus técnicas.

Cuando se aborda el estudio del espacio geográfico,entre otras características éste muestra que es cambiante y

dinámico, lo cual sólo puede apreciarse a través de la diferen­ciación dentro de aquel espacio, de sus diferentes paisajesgeográficos. Un paisaje geográfico incluye una realidad con­creta y perceptible de los diferentes rasgos morfológicos exis­tentes sobre la superficie de la tierra suceptibles a ser identi­ficados, cartografiados, clasificados, interpretados, explicadosy analizados en función del objetivo del trabajo que se ade­lan te j y así una región se estructura en paisajes que a la vezson el reflejo de su diferenciación espacial, de allí que el es­tudio del paisaje sea de gran importancia para conocer laconstitución del espacio geográfico (20). Es en el paisaje geo­gráfico donde Se materializan los cambios ocurridos en unárea dada, por tanto su tratamiento es de gran significaciónen los estudios geográficos ya que a través de éste se investi­gan hechos visibles, perceptibles y arreglados en forma par­ticular sobre el espacio donde se adelante la investigación.Todo esto ha llevado a dar opiniones como por ejemplo, queen la descripción del espacio se ha usado "un lenguaje másabstracto y otro más concreto para el paisaje" (21).

En función de la intervención del hombre para trans­formar de acuerdo a sus necesidades un espacio determinadode la tierra, el paisaje puede mostrar rasgos naturales o cultu­rales. Así, un paisaje natural "es la expresión visible de unmedio que en la medida en que no es posible saberlo, no haexperimentado la huella del hombre por lo menos en una fe­cha reciente", a diferencia del paisaje cultural que es el reflejode la acción del hombre sobre el medio natural (22). Sin em­bargo, la intervención del medio es diferente según sus carac­terísticas naturales y de acuerdo al desarrollo cultural delhombre que practica la intervención, es así como hay un pai­saje modificado correspondiente a lugares habitados por co­munidades en constante desplazamiento, y otros paisajes or­denados producidos por acciones meditadas, concertadas ycontinuas del grupo humano que practica actividades sobre elmedio natural- en este caso, son mucho más expresivos los

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elementos culturales que exhibe el paisaje. Es en este últimotipo donde se inserta, en sentido general, tanto el paisaje ur­bano como el rural.

Espacio urbano y paisaje urbano

Con apoyo bibliográfico en Chabot y Fawcett, Sorreha definido al espacio urbano como "el espacio edificado li­mitado por una línea envolvente que encierra todos los edi­ficios contiguos, o si se quiere la superficie cubierta por cons­trucciones de manera continua (Chabot), o también el bloquede ladrillo y cemento '(brick and rnortar, del que habla Faw­cett" (23). Aclara Sorre que continuidad y contigüidad notienen igual significado y en tal sentido afirma que por defini­ción forman parte del espacio urbano áreas de circulación,aereación e iluminación tales como calles, plazas, parque ypatios interiores de las viviendas.

Por su parte Dollfus afirma que "espacio urbano es lasuperficie ocupada por las ciudades, o por lo menos lo que senecesita para el funcionamiento interno de la aglomeración ycomprende- las superficies edificadas, la red vial urbana, lasimplantaciones de las empresas industriales y de transporte,los jardines y los terrenos de esparcimiento y de ocios inme­diatamente accesibles al ciudadano" (24). Agrega que este es­pacio "se caracteriza por la concentración del hábitat en unasuperficie limitada, muchas veces con el amontonamiento dela población en los inmuebles de pisos. Es un espacio com­pletamente equipado que a causa de la alta densidad de lasinstalaciones y de la acusada competencia para la utilizacióndel terreno es caro, lo cual por exigencias de rentabilidadinduce a la concentración de actividades altamente produc­tivas por metro cuadrado (25). Otros rasgos son añadidos porel mismo autor en la caracterización de este espacio, talescomo actividades densas, dificultades para su transformaciónpor cuanto resultan más onerosas que en el espacio rural,

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debido al alto precio de la tierra y alto flujo en un áreareducida; pero a pesar de estas dificultades, ha sufrido modi­ficaciones como por ejemplo para adaptar las viejas ciudadesal tráfico automotor.

La noción de espacio urbano ha tenido un proceso in­fluenciado por la religión, la política y las condiciones socio­económicas de sus habitantes. Así en la antigüedad, el espaciourbano era protejido por una muralla y en su interior habíahuertas, jardines y pastizales en tanto que sus habitantes eranprotejidos por la religión y un status jurídico de inmunidad,las ordenanzas prohibían la presencia de animales sueltos enel interior de la ciudad, lo cual muestra coexistencia entre lasformas de vida rural y urbana. Es un espacio dinámico y co­mo tal se expande incorporando suburbios a la ciudad, tam­poco está circunscrito exactamente a límites municipales, si­no que por el contrario son varios municipios o parte de és­tos lo que lo conforman. Finalmente, puede ser afectado pordecisiones políticas y en tal sentido nuevas superficies seríanincorporadas al espacio urbano aunque éstas no tengan nece­sariamente, un paisaje urbano (26).

En forma general el espacio urbano exhibe un paisajeurbano que muestra el "espacio exterior" de cada ciudad encontraste con el campo de sus alrededorres (27). El paisajeurbano debe definirse en tres dimensiones: horizontal scgúnla cual éste consistirá en una combinación de "vacíos y lle­nos" de acuerdo a algunas directrices; vertical, referido a laaltura diferente que presentan las construcciones y finalmen­te, el ordenamiento que puede ser regular o irregular (28).El mismo Sorre apoyándose en Kurt Hasser afirma en estesentido, que "la estructura de las ciudades es un producto desu historia, de su situación geográfica, de su edad, de su tama­ño, del gusto de sus habitantes y por su aspecto exterior unaciudad contribuye en el más alto grado a caracterizar el aspec­to de una región" (29).

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El paisaje urbano en síntesis, expresa por una partetoda la suma de factores que en forma interrelacionada hanactuado en la formación y expansión de una ciudad, y por laotra las diferentes funciones y carácter de esta ciudad. Portal motivo, describir los rasgos del paisaje urbano no sólopermite realizar un análisis formal de una ciudad, sino tam­bién penetrar en el interior de sus problemas geográficos.

Espacio rural y paisaje rural

Espacio rural es sinónimo de campo, es el lugar dondese realizan actividades agrícolas aunque en países industriali­zados, este espacio también es usado con fines de descanso yde recreación. El espacio rural se compone de bosques, terre­nos agrícolas y además lugar de residencia para la poblaciónque normalmente se dedica a labores agrícolas (30). En nues­tro país existen áreas rurales que como en los países indus­trializados, sirven de recreación y distracción de los ciudada­nos. Estas casi siempre se sitúan cerca de la periferia de lasciudades, pero en otros casos su situación obedece al potencial turístico que ofrezca un lugar en particular.

La intervención de un área varía según sus condicio­nes naturales y de acuerdo al grado cultural del grupo huma­no que interviene. En tal sentido surgen paisajes rurales dife­rentes pero que en general exhiben entre otras, áreas de pas­tos y prados, huertos, siembra de frutales y una dotación den­tro de la cual destacan sistemas de irrigación, vías de penetra­ción, dispositivos de recolección y evacuación de productos,y tierras de labor dedicadas a la siembra de cultivos estacio­nales que muestran diversas tonalidades según la época delaño (31). También hacen parte del paisaje rural las viviendasy la forma cómo éstas se encuentran dispuestas en el interiorde dicho espacio: dispersas, caseríos, aldeas, pueblos, etc.

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Si bien hasta ahora se ha caracterizado tanto al espa­cio urbano como al rural, y se han descrito las particularida­des generales que muestra el paisaje en cada uno de ellos, elmarco geográfico de nuestro análisis requiere de la incorpora­ción de la denominada franja rural-urbana.

La franja rural-urbana

A causa de la expansión urbana ocurrida desde el cen­tro hacia la periferia de la ciudad, que casi siempre ocurre porel proceso de dispersión (sprawl) dentro del medio rural, sur­ge la franja rural-urbana. Esta es transicional entre la ciudady el campo "parcialmente asimilada en el creciente complejourbano y que sigue siendo, en gran parte, rural ya que mu­chos de sus residentes viven en el campo pero no dependen deél ni social ni económicamente" (32). Conspiran para mini­mizar las diferencias sociales entre costumbres rurales y urba­nas factores como televisión, radio y transporte, entre otros;de tal manera que las costumbres urbanas en Europa Occiden­tal y América del Norte, trascienden los límites de la franjarural-urbana y por tal motivo desde este punto de vista "yano es del todo válida la identificación de una aureola sub­urbana" (33). Este mismo autor afirma que esta franja debeidentificarse por el criterio de la utilización del suelo, y ental sentido su paisaje revelará unos componentes mixtos:rural-urbanos.

En efecto, la franja rural-urbana cumple funciones va­riadas tales como residencial, industrial, de asentamiento aestablecimientos urbanos, lugar de descanso y de agriculturaorientada hacia horticultura (34). Parte de las residenciasexistentes son de personas que trabajan en la ciudad, por tan­to puede decirse que también parcialmente se trata de un áreadormitorio; y por otra parte las viviendas son de varios tiposque a la vez responden a dueños con posición socioeconómicadistinta, pues aH í viven personas tanto de clase alta como

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también obreros de fábricas. Las industrias, atraídas por lanecesidad de amplios espacio a bajo precio también tiendena emplazarse en la franja rural-urbana, particularmente aquellasplantas que no tienen cabida en el interior del espacio urbani­zado por ser consideradas insalubres y peligrosas, como porejemplo industrias químicas. Hay instalaciones estrechamen­te vinculadas a la ciudad, pero debido a que ocupan muchoespacio y causan problemas como por ejemplo ruidos, tam­bién se localizan en esta franja y dentro de estas se cuentanaeropuertos con sus talleres, estaciones terminales de trans­portes, depósitos de aguas, asilos, casas de jubilados, plantade bombeo para tratamiento de aguas negras, etc. Finalmen­te, a mediados del siglo XIX en la aureola sub-urbana deciudades europeas y americanas era posible observar cultivoshortícolas y granjas lecheras pero este uso en la actualidad haido desapareciendo debido a la modernización de los trans­portes, y a la tecnificación de la refrigeración incorporada alas unidades transportadoras de alimentos (35).

Además, las costumbres urbanas también dificultan eluso agrícola de los espacios rurales periurbanos y en tal senti­do ocurren hurtos de frutas, verduras y por otra parte, los pe­rros de las viviendas atacan a los animales en el interior de lospotreros (36). Contra esta agricultura también conspira lasubdivisión de las parcelas que definitivamente resultan anti­económicas para fines agrícolas, y es así como surge un nuevouso en la franja rural-urbana: la presencia de terrenos ociososhasta tanto sean vendidos para luego ser urbanizados, puestoque este cambio de uso "compensa con creces la pérdida delos beneficios agrícolas obtenidos en período corto" (37).

En conclusión esta franja rural-urbana incluye un espa­cio caracterizado por la coexistencia de usos urbanos, rurales yáreas en rastrojo social extraurbano. Es por tanto, la zona don­se marca más intensamente la disputa de la tierra por el usorural y el urbano, que finalmente se impone sobre el primero.

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Esta zona rural-urbana presenta un paisaje mixto ya que hayelementos integrantes del paisaje urbano con otros propiosdel paisaje rural, de tal manera que a veces es posible carto­grafiar parcelas rurales con un intensivo uso agrícola que al­ternan con formas de ocupación urbana: fábricas, club, mo­tel, taller mecánico, galpones usados para depósitos, botade­ros de basura y por supuesto, rastrojo social. En el caso par­ticular de este estudio la franja rural-urbana no fue cartogra­fiada como tal, pero no puede negarse su existencia toda vezque es posible detectar la coexistencia de usos, que necesaria­mente en un trabajo de mayor extensión y a escala más pe­queña hubiese sido posible integrar y así delimitar esta uni­dad rural-urbana.

En síntesis puede afirmarse que el espacio geográficoconstituye el escenario en el cual ocurren una serie de relacio­nes entre los diferentes elementos del medio natural, y entreésta y aquellas acciones adelantadas por el hombre a través desu cultura. Para abordar el análisis del espacio geográfico, losgeógrafos están rescatando y perfeccionando una manera dedetectar los elementos integrantes de este espacio geográfico(naturales y humanos) a través del estudio de su paisaje. Estoes muy importante, por cuanto gran parte de nuestro trabajoconsiste en reconocer en aerofotos, la expresión paisaj ísticaque tienen los elementos integrantes del espacio geográfico yen especial, reconocer las diferentes modalidades de expre­sión fisionómica del rastrojo social.

HACIA UNA TIPIFICACION DE LOSASENTAMIENTOS URBANOS

Corno es sabido, nuestro trabajo consiste en estudiarel rastrojo social de Valencia y Maracay y de sus respectivosalrededores. Para cumplir nuestro trabajo se requiere hacerlevantamientos en años distintos y por tratarse de espaciosmuy dinámicos, es prudente tener presente los diferentescambios de uso que puedan presentarse. Dentro de estos hay

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el surgimiento de nuevos asentamientos humanos y la evolu­ción de algunos de éstos de rurales a urbanos. Una revisiónbiliográfica al respecto permite advertir que la expresión babi­tat incluye "el espacio ocupado por las casas y sus dependen­cias" (38), pero establecer una diferenciación precisa entreuna aglomeración rural y una urbana, es motivo de serias dis­crepancias entre los estudiosos de esta problemática. Por tan­to, no hay criterio unánime al respecto y algunas de estasconsideraciones son las que se exponen a continuación.

En el espacio rural hay viviendas dispersas, aldeas ypueblos pero no hay una clara diferenciación cuando se tratade precisar la distancia que debe separar las casas entre sí,para calificarlas de dispersas. Tampoco hay criterios precisosque permitan diferenciar aldea y pueblo, las dos formas típi­cas de aglomeración rural aunque parece que "el pueblo im­plica una vida comunitaria, antigua o actual, más rigurosaque la de la aldea, y entraña, asimismo, un elemento cuan­titativo" (39)..

Por otra parte, el pueblo posee un plano estructuradoen calles, plaza, iglesia, casas y además cumple función de re­sidencia a una población rural aunque no sea totalmente agrí­cola debido a que estos pueblos pueden cumplir otras funcio­nes: comercial y artesanal. Además, tanto aldeas como pue­blos tienen forma que puede ser amontonada y lineal, a vecescon calles irregulares o rectas, pero llama la atención el hechode que las viviendas están dotadas de huertos (40).

A pesar de los inconvenientes conceptuales antesmencionados, en principio es necesario adoptar un criterioque permita tipificar las aglomeraciones en rurales y urbanas.Sin obviar criterios funcionales, estadísticos y de proyecciónregional pensamos que el estudio del paisaje podría contribuira dilusidar este problema, más cuando tenernos planteado rea­lizar un levantamiento evolutivo del espacio por fotointerpre-

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ración. En ese sentido pensamos que la presencia de huertosen la parte posterior de las viviendas mencionada por Derrau,constituye un rasgo funcional importante que nos permitiríatipificar como rural a una aglomeración incipiente. Por lo de­más, esto tiene apoyo en la metodología de sistemas agrícolascuyos estudios aplicados se iniciaron en el país por parte denuestro Instituto (41).

Aunque hay acuerdo en considerar urbano "a un gru­po sedentario y permanente de seres humanos cuya principalpreocupación no es la producción de alimentos básicos" (42),en cambio existen divergencias para caracterizar y tipificaruna aglomeración según su categoría en pueblo o en ciudad.Lo usual es designar como urbano "todo asentamiento quetenga un tamaño, una densidad de población y una estructu­ra de empleo determinados mientras que la población fuerade dicho asentamiento se define como rural" (43). De igualmanera resulta difícil precisar cuándo un pueblo deja de serlopara cumplir funciones que lo definen como ciudad.

Como aglomeración urbana, un pueblo debe contarentre otras características con un paisaje urbano, cierto nú­mero de habitantes, tener cierta esfera de influencia espacialy contar con unos servicios elementales pero de nuevo se acu­de al criterio funcional, cuando se afirma que los "criteriosfísicos" reflejan las condiciones socioeconómicas de la pobla­ción activa no rural (44). Si se introduce el criterio estadísti­co, el problema eS aun más difícil por cuanto éste varía segúnel país.

En el caso de Venezuela toda aglomeración con po­blación superior a 2.500 habitantes, es considerada como ur­bana a diferencia de aquellas con peblación de 2.499 o me­nos habitantes, que entran en la categoría de rural. Es portanto, difícil armonizar criterios morfológicos, funcionales yestadísticos referidos a un pueblo con categoría urbana, no

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obstante el paisaje y el criterio estadístico han sido amplia­mente usados en la realización de este trabajo.

Si bien no hay unanimidad en la definición de pueblo,tampoco la hay para la ciudad y además es difícil precisar lasdiferencias entre pueblo y ciudad, a pesar de que ambos cali­ficativos son generalmente utilizados para designar las aglo­meraciones urbanas. En tal sentido, no hay un criteriounánime de qué es ciudad y, por tanto, normalmente seacude a citar un conjunto de características en el momentode tipificar a una aglomeración como ciudad. Entre lascaracterísticas enunciadas están la de aglomeración durable,presencia de un paisaje urbano, definición numérica (para locual hay serias divergencias según los países), cumplir unafunción histórica aunqut la ciudad se encuentre en decaden­cia, contar con instituciones jurídico-administrativas (ésto noes una regla) y finalmente, que sus habitantes realicen activi­dades fundamentalmente no agrícolas. Una combinación deestas características permitiría afirmar que "la ciudad es unaaglomeración importante, organizada para la vida colectiva(esta organización es el urbanismo) y la mayor parte de supoblación vive de actividades no agrícolas (45). Por su parte,Chabot (46) afirma que al parecer todos tienen claro qué esuna ciudad, y admite dificultades cuando se trata de aplicaruna definición a los diferentes conjuntos urbanos y, comoDerruau, también se limita a enumerar características que entérminos generales coinciden con las mencionadas por elprimer autor, de manera que para reafirmar lo consideradopor él como difícil, cita una serie de autores con definicionesde ciudad cada una de las cuales son diferentes las unas de lasotras.

Sin embargo, en su intento por caracterizar una aglo­meración urbana Chabot afirma que ésta será una ciudadcuando cumpla una o varias funciones urbanas, las cuales sonnumerosas pero podrían clasificarse de la forma siguiente: mili-

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tar, comercial, industrial (ciudades mineras y fabriles), tera­péutica (veraneo, turismo, sanatorios, balnearios, estacionesdeportivas), intelectual y religiosa (universitarias, peregrinaje,arte) y administrativa, propia de las capitales (47). Otra es lafunción residencial (48).

Hay ciudades pequeñas y grandes, pero algunas lograncumplir con todas o con la mayoría de las funciones urbanasy entonces constituyen una metrópoli (49). En consecuen­cia, ofrecen una variada gama de servicios: económicos, socia­les y administrativos pero en general, una metrópoli regionales aquella ciudad que para sí misma y su región es, paralela­mente, distribuidora de trabajo, "de aprovisionamientos y decapitales, recolectora de producciones para comercializar ysuministradora de servicios de buena calidad necesarios parala vida de grupos" (50). Por tanto, la metrópoli ejerce unagran influencia sobre las aglomeraciones vecinas y así, ciuda­des y pueblos crecen y se expanden al igual que las aldeas ru­rales las cuales incorporan las costumbres urbanas desplazadaspor la gran ciudad, de manera que surge una unidad funcio­nal, aunque sin continuidad espacial denominada "región ur­bana", en donde pueden existir ciudades especializadas: dor­mitorios, administrativas, comerciales, industriales y otrasmultifuncionales (51).

En conclusión, una ciudad en sus inicios puede serunifuncional, pero a la vez que crece cumple con nuevas fun­ciones lo cual se refleja en su paisaje, y esto está elocuente­mente sintetizado por Galbraith cuando afirma "No hay unasola clase de ciudad, sino varias y todas ellas se combinan endiversas proporciones y formas en la gran metrópoli"; y aun­que distingue cuatro tipos de ciudades: la sede política, laciudad mercantil y la ciudad industrial, afirma que todas ellasse fusionan para formar "la gran metrópoli moderna" (52).

En nuestro país, los españoles tenían un cuerpode leyes que les permitía diferenciar entre ciudad, villa y

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pueblo. En tal sentido, la ciudad era fundada con un sta­tus jurídico-administrativo (existencia de Cabildos y otrasinvestiduras políticas) que permitían diferenciarla de la vi­lla, en tanto que el pueblo tenía funciones rurales (53);pero con la evolución del país y de acuerdo a las definicio­nes anotadas anteriormente no sólo puede designarse comociudad a aquellas aglomeraciones fundadas como tales, sinotambién muchas villas y pueblos de antaño, que conjun­tamente con otros centros surgidos más recientementeconforman en la actualidad el sistema urbano nacional.

MARCO DE LA CIUDAD

La ciudad en la actualidad es dinámica, particular­mente en países en vías de desarrollo como el nuestro. Así,su emplazamiento inicial y su estructuración interna tendránque readaptarse a los cambios funcionales que ésta vaya expe­rimentando. En este proceso está presente el surgimiento delrastrojo social, tanto en aquellos espacios urbanos zonificadosy de hecho destinados a cumplir con una función en particu­lar, como en el medio rural donde ocurre en áreas contiguasal espacio urbano o bien más alejado de éste, en cuyo caso supresencia está determinada por las vías de comunicación. Eneste sub-capítulo se tratan aspectos relacionados con el em­plazamiento, expansión física y el plano de las aglomeracio­nes urbanas.

Según Derruau (55), el "emplazamiento es el asenta­miento de la ciudad, el emplazamiento preciso del espacioconstruido en sus relaciones con la topografía local", en tan­to que situación es "la posición de la ciudad en relación conlos grandes conjuntos (regiones o vías) que fijan las relacionesnecesarias para la realización de sus funciones". Así, para efec­tuar la descripción del emplazamiento deben conocerse las uni­dades geomorfológicas sobre las cuales se asienta la ciudad: pla­nicie. valle, altiplanicie. piedemonte, montafl.ao de otras uni-

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dades de menor categoría tales como terraza, mesa, colina, pla­no inclinado; en cambio la situación permite relacionar la ciu­dad con otros hechos culturales (carreteras, autopistas), y conhechos naturales (ríos, unidades naturalesj.El fundador de unaciudad elige su emplazamiento inicial, no así los espacios queésta ocupará a medida que se expande y, por otra parte, sibien el marco natural tiene influencia sobre la fisonomía dela ciudad muchos son los obstáculos que con nuevas técnicashan sido superados para favorecer la extensión del área urba­na. Por lo tanto es común la existencia de puentes, túneles,terraceo de vertientes, demolición de masas rocosas, drenajey rellenamiento de áreas pantanosas, todo con el fin de quela ciudad pueda cumplir con su nueva función.

El incremento poblacional de una ciudad se manifiestaen la expansión física del espacio urbano que incluye la expan­sión horizontal, el relleno de los espacios sin construir en el in­terior del espacio urbano y la reorganización interna del áreaya edificada (56 ). La expansión horizontal ocurre cuando la ciu­dad incorpora nuevas tierras a su espacio original, de tal maneraque se trata de una expansión hacia su exterior; el relleno delos espacios libres consiste en construir aquellas áreas incor­poradas desde hace algún tiempo al espacio urbano, pero queaún no habían sido construidas tales como solares, patiosy jardines; en tanto que la reorganización interna del área yaedificada consiste en la renovación, que también en algunoscasos implica aumentar la densidad de construcción en aque­llas áreas previamente edificadas, y cuyas construcciones es­tán deterioradas hasta el punto de no garantizar seguridad alusuario. Puede advertirse, que las dos últimas formas de ex­pansión urbana están ligadas a la densificación del espacio ur­bano y por otra parte, a la transformación del paisaje urbanooriginal de una ciudad. Sus causas posiblemente deben bus­carse en el aumento de precios en la tierra urbanizada, parale­lamente incentivados por una mayor demanda de espacioconstruido.

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La demanda de tierra en la expansión física hacia elexterior está en relación con el tamaño de la ciudad (57).En Inglaterra y Gales durante 1939-1958 unas 400.000 ha.dedicadas a agricultura ingresaron al espacio urbano (58),en Francia 15.000 ha. al año son incorporadas al área urba­na (59), en Estados Unidos sólo del área agrícola las ciudadesocuparían el 10/0 del territorio federal entre 1959-1980, yenlos Países Bajos hay serios problemas porque al año se gananal mar un promedio de 3.400 ha. mientras la urbanizaciónconsume 4.000 ha. (60).

Los efectos de la expansión urbana han preocupado alos estudiosos de esta problemática, sobre todo cuando el es­pacio urbano aumenta a expensas de tierra agrícola. Por unaparte los argumentos tienden a justificar la situación comopor ejemplo en la Inglaterra de post-guerra, por cuanto erannecesarias nuevas viviendas con mejores comodidades y porotra parte, la tasa de crecimiento poblacional disminuiríalentamente incidiendo en la demanda que "se hará mucho me­nor o casi cesará y aún se podrá llegar a una posición estáti­ca" (61). Otros admiten que el problema es grave como porejemplo en la tierra de la faja frutícola del Niágara en Onta­rio, Canadá y en California, U.S.A. (62). Sin duda que en paí­ses en desarrollo, con tasa de crecimiento poblacional alta ycon tendencia a un incremento de la urbanización, el proble­ma también ha comenzado a preocupar a planificadores regio­nales y urbanos, sobre todo en aquellas regiones cuyas ciuda­des atraen gran número de inmigrantes tal y como ocurre enla depresión del Lago de Valencia, donde la mayor expansiónla acusan Valencia y Maracay.

El plano de una aglomeración está constituido por unconjunto de avenidas, calles y veredas en cuyo interior exis­ten construcciones de casas, edificios, plazas, parques, cam­pos deportivos, etc. La forma del plano puede estar influen­ciada, entre otras, por condiciones naturales, técnicas religio-

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sas y militares. Así, las características topográficas podríanobstaculizar la forma del plano, pero el uso de ciertas técni­cas en parte permitirían superar ese obstáculo; por razonesmilitares, el Imperio Romano impuso el plano rectangular, loshititas por motivos religiosos al parecer adoptaron la formacircular, en tanto que por razones militares también las ciuda­des europeas tienen plano rectangular.

En general, el plano puede tener forma ortogonal, ra­diocéntrico o en estrella y todos tienen sus ventajas y desven­tajas. Por ejemplo, el plano ortogonal propio de las aglomera­ciones americanas, tiene grandes ventajas para la administra­ción de la ciudad pero desventajas tales como incidir en reali­zar travesías en zigzag motivo por el cual han sido construi­das grandes avenidas. El radiocéntrico con calles dispuestas amanera de radios desde el centro hacia la periferia, en estemismo sentido facilita la comunicación no así entre los arcosde círculo y además, hay desperdicio de espacio. En tanroque el plano en estrella se ajusta a ciudades que se movilizanusando medios colectivos de transporte por amplias vías a cu­yos lados se instalarían viviendas y parques, entre otros (63).

Sin embargo, interesa destacar el plano rectangular,en cuadrícula, en tablero de ajedrez o damero que de los ro­manos adoptaron los españoles e impusieron en ciudades, vi­llas y pueblos por ellos fundados en nuestro país. Posterior­mente, otras formas de plano se introducirían a nuestras ciu­dades a medida que estas se expandían, como por ejemplo elortogonal muy usado en las últimas décadas. Pero en otroscasos, como algunos barrios surgidos en forma espontánea,poseen planos muy particulares casi siempre desordenados.

En una ciudad, el estudio de la yuxtaposición de losdiferentes tipos de planos conjuntamente con los tipos deconstrucción urbana no sólo permite explicar su origen y pro­ceso de expansión física, sino también distinguir zonas según

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la función urbana. En primer lugar, es posible identificar elcentro caracterizado por tener una arquitectura compleja,constituir el lugar de convergencia vial urbana y presentar al­ta concentración de servicios (64); Y por otra parte jalonadosdesde el centro hacia la periferia urbana se encuentran los ba­rrios, que cuando son espontáneos a menudo exhiben la coexis­tencia de residencias, talleres, comercios, fábricas, etc. Sinembargo, la incompatibilidad de funciones gravitando en unmismo sitio, ha requerido de la intervención del urbanismopara "la constitución sistemática de barrios con la máximahomogeneidad posible" (65), a lo que se ha llamado zonifica­ción. Tanto el centro, como los barrios pueden ser identifica­dos, ya que cada uno exhibe un paisaje distinto; e igualmentede acuerdo a las funciones no sólo es posible detectar barriossurgidos en forma espontánea, sino también aquellos planifi­cados según una función predominante: industrial, residen­cial, comercial, servicios, etc. No obstante, los planificadoresa veces destinan superficies muy grandes para cumplir unadeterminada función en relación con el área prevista paraotras y, en estos casos pueden permanecer parcelas en rastro­jo social por varios años, hasta el punto que ha sido recomen­dada la utilización de tales tierras para construir edificiosdestinados a otras funciones urbanas (66).

DESARROLLO URBANO

El término desarrollo urbano ha sido ampliamenteutilizado por toda la variada gama de profesionales que seaboca al estudio del espacio urbano tales como urbanistas, ar­quitectos, sociólogos, geógrafos, economistas urbanos y plani­ficadores en general. En tal sentido, no es de extrañar queexistan aplicaciones de este término a ciertos hechos urba­nos, que sólo se refieren parcialmente a algunas de sus mani­festaciones. A continuación se presenta un resumen de las ca­racterísticas más importantes que debe contemplar el desarro­llo urbano, y luego se hace una breve síntesis de la evolución

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general de este hecho en nuestro país. Dada la visión integraldel estudio del espacio urbano que puede derivarse de la apli­cación de este concepto, nuestra investigación se facilitará enel sentido de abordar la evolución, dinamismo y estructura­ción del espacio urbanizado, entre otras; pero también con­tribuirá a entender mejor la presencia del rastrojo social, biensea en el interior del espacio urbano o en las afueras de Va­lencia y Maracay.

Dickison (67) considera al desarrollo urbano como unproceso "que fundamenta la situación el crecimiento y la es­tructura de las ciudades". El autor citado resume este procesoen seis etapas: concentración, centralización, descongestión,descentralización, segregación residencial e invasión y suce­sión. La concentración refiere a la tendencia de la poblaciónurbana a agruparse cerca de los principales lugares de trabajo.La centralización está dada por la concentración de institu­ciones y actividades en un determinado lugar de la ciudad,donde las personas acuden a trabajar más que a residir. Condescongestión designa a una acción mediante la cual los ha­bitantes se mudan de los barrios tradicionales de la ciudadhacia su periferia. Al traslado de industrias e institucionesdesde una gran ciudad a otra es lo denominado descentraliza­ción. La segregación residencial consiste en la distribuciónde grupos de población en el espacio urbano según las condi­ciones económicas de sus integrantes. Y, por invasión y suce­sión se entiende al proceso mediante el cual hay una sustitu­ción de un uso por otro en algunos edificios y casas de la ciu­dad, en especial de aquellos ubicados en la periferia del cen­tro comercial y de negocios, y a lo largo de algunas vías quedesde la ciudad irradian hacia otros lugares vecinos.

Para su exposición Dickinson se basó en los estudiosde ecología urbana realizados en Estados Unidos, particular­mente en la ciudad de Chicago. Es evidente el peso que en es­te trabajo tiene el factor social en la estructuración del espa-

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cio urbano. Sin embargo, el autor también asigna importan­cia al factor económico (industrias, comercios), institucional(pago de impuestos), pero igualmente considera el marco na­tural donde se emplaza la ciudad, y cómo las diversas activi­dades socio-económicas se materializan en el paisaje urbanoexpuesto en cada ciudad. No descuida el autor las relacionesinterurbanas, ni aquellas influencias de la ciudad sobre suhinterland y en este último caso abunda en detalles acerca dela penetración urbana en el campo, la subdivisión de parcelasrurales y el surgimiento de áreas vacantes pertenecientes a ex­parcelas agrícolas. Por tanto, podría decirse que según el au­tor el desarrollo urbano es un proceso complejo, constituidopor variables sociales, económicas e institucionales que ac­túan en forma interrelacionada en un determinado lugar.

Por su parte, George (68) en su crítica geográfica aldesarrollo urbano, se refiere ampliamente a una serie de he­chos ocurridos en ciudades post-industriales causados por fac­tores sociales, económicos y político-administrativos que a lavez aparecen reflejados en la fisonomía expresada por el pai­saje urbano de dichas ciudades. Dentro de algunos de éstospueden citarse crecimiento demográfico, expansión física(vertical, horizontal y relleno de espacios vacíos intraurba­nos), coexistencia de áreas urbanas viejas y nuevas, renova­ción urbana, creación de industrias, además de otros hechoscomo incremento del precio y especulación con tierras urba­nas, contaminación, inseguridad social, insuficiencia de servi­cios, dificultad para gobernar y controlar la administraciónde las grandes ciudades que están formándose "gigantismourbano".

En síntesis puede advertirse que según la temáticaabordada por este geógrafo, desarrollo urbano es un conceptosumamente amplio y complejo. En efecto, sólo a través delestudio de los factores que inciden en este hecho: naturales,sociales, económicos, políticos, administrativos, religiosos,

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raciales, etc. se puede entender tal afirmación. A esto porsupuesto debe agregársele toda la intrincada gama de proble­mas espaciales, generados por la materialización de estos fac­tores no sólo en el interior del espacio urbano sino tambiénen el hinterland de las ciudades, entre el sistema urbano queéstas conforman y en general en las relaciones campo-ciudad.

Esta aprehensión del complejo sentido del desarrollourbano ha dado lugar recientemente a profundas reflexionespor parte de los geógrafos urbanos acerca de lo denominado"sistema urbano", expresión con la cual se designan los víncu­los socio-económicos que motorizan las actividades urbanasen la ciudad moderna, con importantes efectos sobre el espa­cio urbano (69).

Lander (70), también es partidario de que desarrollourbano encierra toda una problemática socio-económica y es­pacial, motivo por el cual le preocupan aquellas manifestacio­nes unilaterales de algunos autores, que tienden a denominarcomo desarrollo urbano a ciertos hechos integrantes de esteproblema: crecimiento demográfico, expansión urbana, difi­cultades de circulación urbana, etc. pero que al final no seataca todo el contexto que encierra la problemática ocurridaen el desarollo urbano de nuestro país.

Así, el concepto de desarrollo urbano puede ser cali­ficado de complejo, pero a la vez resulta de gran utilidad paradescribir, analizar, explicar, sintetizar y en fin entender laproblemática urbana en su más amplio contexto: intraurba­na, interurbana e igualmente aporta importantes elementospara comprender las relaciones ciudad-campo. Es prudenterealizar un comentario adicional acerca de las etapas mencio­nadas por Dickinson, en el sentido de que en algunas ciudadesde ciertos países estas etapas a pesar de reflejarse en el paisajeurbano, toman variantes particulares. Así, invasión en paísesno desarrollados, además del sentido original significa tarn-

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bién la acción de apropiación ilegal de un terreno para cons­truir casi siempre viviendas modestas (71); aunque el términopueda también aplicarse a la ocupación no autorizada de in­muebles a menudo de propiedad pública, por aquellas perso­nas carentes de vivienda (72).

En lo que respecta al desarrollo urbano en nuestropaís, el mayor dinanismo se registra en las más grandes ciuda­des tales como Caracas, Maracaibo, Barquisimeto, Valencia,Maracay y otras, en sentido general a partir de la cuarta oquinta década del siglo actual. En principio, el espacio urba­no refleja fuertemente la influencia hispánica pero despuésintervendrán en su conformación acciones planificadas con­juntamente con otras producto de fuerzas espontáneas, ade­lantadas por inmigrantes internos llegados a las ciudades des­de" el medio rural y más recientemente por otros procedentesdel exterior particularmente de países suramericanos. Los es­pañoles, según las necesidades reclamadas por la organizaciónterritorial del momento, jerarquizaron al espacio urbano -co­mo se dijo anteriormente- en ciudades, villas y pueblos; entanto que para estructurar el espacio urbano de estos centrosaplicaron ordenanzas,' que entre otras disposiciones indica­ban: el plano cuadriculado, cuyo centro era ocupado por laplaza mayor y en las manzanas que dan frente a dicha plazase ubicaban la iglesia y sus dependencias, sede del Cabildo,otros edificios públicos y el colegio. Luego empezaba la re­partición de solares, comenzando por la asignación de terre­nos más cercanos al centro del lugar que se asignaba a las fa­milias más distinguidas según su status social, económico ypolítico en tanto que los terrenos ubicados en manzanas másalejadas del centro, eran concedidos a personas de menor sta­tus socio-económico (73).

En años posteriores de la Colonia y por lo menos has­ta la tercera o cuarta década del siglo actual, el trazado cua­driculado se continuó adoptando en la medida que era nece-

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saria la expansión física de estos centros urbanos (74) Cunilltambién refiere que hacia los años cuarenta las antiguasresidenciales señoriales del centro urbano, en gran parte fue­ron transformadas en casas de vecindad y comercios en tantoque las familias tradicionales se habían mudado a lujosasurbanizaciones situadas cerca del antiguo centro urbano.Posteriormente, sugirían nuevos asentamientos urbanosanexos a la antigua ciudad, pero a diferencia de las urba­nizaciones y ciertas obras urbanas oficiales planificadas, casitodos los barrios han tenido un origen espontáneo. Así, elespacio urbano de nuestras ciudades se expandió, creció lapoblación, surgieron problemas nuevos a los cuales hubo debuscársele solución a través de la planificación urbana.

LA PLANIFICACION URBANA

En la antigüedad, por razones religiosas y manteni­miento del orden público se adoptaban diversos trazados y serealizaban monumentales construcciones para edificios públi­cos, religiosos y algunas residencias privadas en cambio, lasáreas residenciales casi todas tenían un patrón de evoluciónespontáneo. Pero desde hace más de un siglo la planifica­ción urbana persigue objetivos más amplios tales como laordenación socio-económica del espacio urbano, impedirel desarrollo anárquico de ciudades sin ignorar la proyecciónfuncional de éstas en su entorno y con otras ciudades (75).El autor afirma que no son iguales los problemas planteados ala planificación urbana en países socialistas que capitalistas, yentre aquellos desarrollados y los que están en vías de desa­rrollo. Como ejemplo de esto último es importante resaltarque actualmente las ciudades con más explosivo crecimientopoblacional e igualmente las de mayor número de habitantesse encuentran en estos últimos países: Ciudad de México,Buenos Aires, Sao Pablo, etc.

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Es el complicado proceso del desarrollo urbano el queha demandado la puesta en práctica de la planificación urba­na, espacialmente materializado en la expansión física urbanay en el complicado paisaje urbano expuesto por las ciudades.Estas en nuestro país muestran un crecimiento reciente y portanto otros elementos integrantes del desarrollo urbano tam­bién se han evidenciado recientemente. Por medio de la pla­nificación urbana se diagnostica la problemática de las ciuda­des y centros urbanos en general, se intenta corregir proble­mas generados por un desarrollo urbano desarmonizado y a lavez se preven posibles situaciones indeseables a estas unida­des urbanas.

Etapas de la planificación

Dos etapas de la planificación pueden distinguirse ennuestro país. La primera, no institucionalizada corresponde alas labores efectuadas hasta 1958, mientras que la segunda es­tá enmarcada dentro de una concepción nacional y es poste­rior a la creación de la Oficina Central de Coordinación de laPresidencia de la República (CORDIPLAN), el 30 de diciem­bre de 1958 (76)1.

El plan de urbanismo de Caracas (1939) marca el ini­cio de la planificación urbana en nuestro país. En el docu­mento de creación de la Dirección de Urbanismo de la Go­bernación del Distrito Federal, entre otras, se argumentabaque Caracas acusaba un creciente aumento poblacional y una"sensible" expansión física urbana, lo que incidía en desar­monizar su desarrollo. Al esfuerzo anterior siguió la realiza­ción de planes sectoriales a nivel nacional, pero el impulso ala planificación urbana lo marcó la creación de la ComisiónNacional de Urbanismo el 10 de agosto de 1946, que teníacomo objetivos fundamentales estudiar los anteproyectos pa­ra normas y proyectos de ordenanzas, financiamiento de ur­banismo y someter a aprobación por parte del Ministerio de

Obras Públicas (MOP) todo lo resuelto en urbanismo para lasdiversas regiones del país. En 1950 fueron publicados losprimeros planos reguladores de ciudades elaborados por estacomisión, entre los cuales figuraron el de Valencia (1953)y el de Maracay (1955).

Estos planos reguladores no surtieron el efecto desea­do porque sus disposiciones no fueron acatadas ni por losConcejos Municipales, organismos oficiales que ejecutabanobras públicas y mucho menos por el sector privado. Final­mente, el 1 de julio de 1957 fue eliminada la Comisión Nacio­nal de Urbanismo y las responsabilidades de la planificaciónurbana pasaron a ser ejercidas por el MOP.

La etapa institucional comienza en 1959 con la crea­ción de CORDIPLAN, que se encarga de formular los objeti­vos nacionales de planificación e instruir a los ministerios einstitutos autónomos que participarán en la elaboración y eje­cución de planes. Muchos son los organismos involucrados enla planificación urbana pero pueden citarse, además de COR­DIPLAN, los Ministerios del Desarrollo Urbano (MINDUR)(77), Ambiente y Recursos Naturales Renovables (MARNR),Fomento (MF), Sanidad y Asistencia Social (MSAS), Trans­porte y Comunicaciones (MTC), de la Defensa (MD), Ministe­rio de Energía y Minas (MEM), Corporaciones Regionales deDesarrollo, Gobernaciones de Estado y Concejos Municipales.También deben mencionarse algunos institutos dependientesde los Ministerios ya citados, que tienen un gran peso en laplanificación urbana tales como los adscritos a MINDUR: Ins­tituto Nacional de la Vivienda (INAVI), Fondo Nacional delDesarrollo Urbano (FONDUR), Fundación para el Desarrollode la Comunidad y Fomento Municipal (FUNDACOMUN) yel Instituto de Fundación de Edificaciones y DotacionesEducativas ¡ al MARNR está adscrito el Instituto Nacional deObras Sanitarias (INOS)¡ al MTC pertenece la Compañía Na­cional Teléfonos de Venezuela (CANTV)¡ al MEN está adscri-

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ta la Compañía Anónima de Electrificación y Fomento Eléc­trico (CADAFE). Además tienen participación en tareas deplanificación instituciones financieras privadas.

En fin es variada la gama de organismos que intervie­nen en la planificación urbana, pero si bien a fines de la etapapreinstitucional y gran parte de la institucional la elaboraciónde planes urbanos correspondió al MüP, esas tareas las ha ve­nido realizando MINDUR desde 1976, sin embargo reciente­mente al MARNR le ha correspondido una gran cuota de res­ponsabilidad, no sólo en los planes nacionales y sectoriales yen decidir sobre la expansión de nuevos espacios para ciuda­des o cualquier obra de carácter urbano, sino también en la­bores de coordinación, según la Ley Orgánica para la Ordena­ción del Territorio (78).

Políticas y planes urbanos

Las políticas urbanas están insertas en cada uno de losplanes de la Nación (siete hasta el presente), que en generalcontemplan las políticas urbanas para todo el país tales comodesconcentración industrial, desaceleración del crecimientode regiones con mayor dinamismo en beneficio de otras másdeprimidas, realización de obras para frenar el patrón migra­torio interno, incorporación de nuevas áreas al espacio urba­no nacional, viviendas, edificaciones y lugares de esparcimien­to para el país, etc. Formular objetivos claros en función deestas políticas es tarea de Ministerios, Institutos Autónomos,Corporaciones Regionales, Gobernaciones y Concejos Munici­pales. En tal sentido al MINDUR le corresponde impulsarprogramas de renovación urbana, formular la política habita­cional, servicios urbanos y comunales, vialidad y recreación,coordinar créditos para viviendas, adquisición de tierras confines urbanos, programar y construir edificios públicos ycoordinar todo lo relacionado con el desarrollo urbano conorganismos públicos y privados (79).

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Estas políticas nacionales deben adecuarse a las nece­sidades de cada región y por tal motivo se cumple un nivel deplanificación regional urbana que, entre otros objetivos, con­templa la determinación del espacio a ser afectado por obrasnacionales, implantación de sistemas de núcleos urbanos se­.gún el tamaño de cada aglomeración, precisar la localizaciónde viviendas, vialidad y servicios dentro de la región. En estenivel tienen gran importancia las Corporaciones Regionales deDesarrollo, Gobernaciones de Estados y Dependencias Minis­teriales. El nivel local requiere de una mayor precisión demetas del desarrollo a ser alcanzadas en cada lugar, lo que im­plica precisar los planes urbanos para cada localidad, deter­minar la distribución de la población y actividades urbanas,servicios urbanos y elaborar las normas para la expansiónurbana, en tre otros.

En conclusión, existen tres niveles de planificación yen cada uno de ellos se contemplan medidas que afectan el es­pacio urbano. Como se ve, es caso diferente al de la etapapre-institucional cuando Se elaboraban planes sectoriales na­cionales y planes urbanos para algunas ciudades sin existircoordinación entre ambos. Otra característica de la planifica­ción urbana actual, al menos teóricamente, es que está inscri­ta dentro de un marco nacional y regional armónico motivopor el cual se contemplan obras urbanas que no solamenteafectan a espacios urbanos preexistentes, sino también aque­llos que habrán de crearse, y todo esto implica propiciar unsincronizado desarrollo urbano-rural.

Dentro de esta óptica están los planes de ordenaciónurbanística y el plan de desarrollo urbano. El plan de ordena­ción urbanística aparece específicamente citado en la Ley deOrdenación del Territorio (80), y trata acerca de un conjuntode medidas de ordenamiento a ser adelantadas dentro de unespacio físico dado, donde se especifican en forma general lasáreas a ser afectadas por el desarrollo urbano (81) .. El plan de

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desarrollo urbanístico complementa e! anterior, ya que se tra­ta de un instrumento básico para realizar la programación deinversiones públicas y privadas en una ciudad, mejorar e!aprovechamiento de los recursos naturales, precisar e! equipa­mento de infraestructura urbana y, acometer la realización deobras que redunden en beneficio de! mejoramiento socioeco­nómico de la población (82).

En síntesis puede afirmarse que la planificación urba­na en nuestro país no ha surtido los resultados esperados, apesar de los esfuerzos realizados por los organismos a quienescompete esta tarea. Obstáculos de variada índole interfierenesta labor dirigida a reducir desequilibrios socio-económicos,conflictos de uso de la tierra, deterioro ambiental, insuficien­cia de servicios, etc. (83). Diversos son los argumentos esgri­midos para buscarle explicación a las fallas de la planificaciónurbana, dentro de los cuales se invocan carencia de una insti­tución que centralice la planificación, pues de ésto derivaríansituaciones antagónicas; duplicación de esfuerzos debido aque muchos organismos oficiales trabajan en forma descoor­dinada , subutilización de equipos, servicios deficitarios y cri­terios distintos en la solución de una misma materia; ademásque los planes en sí han sido calificados de "nulos" en lapráctica por cuanto carecen de 'programas de implementaciónrazón por la cual quedan eliminadas la mayoría de sus previ­siones (84).

Sin embargo, muchos resultados positivos en esta ma­teria se esperan con la puesta en práctica de la citada Ley Or­gánica de Ordenación del Territorio, que contiene todo unconjunto de disposiciones dirigidas a subsanar obstáculos dis­tintos, que han estado gravitando en forma negativa sobrela buena marcha de los planes de desarrollo urbano. Mien­tras tanto en e! espacio urbano se materializa, por una parte,el conjunto de obras producto de la planificación, en con-

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traste con otro conjunto de edificaciones surgidas en formaespontánea.

En lo concerniente al rastrojo social, hay acciones deplanificación urbana que favorecen el origen, existencia y per­sistencia de este fenómeno tanto en el interior del espacio ur­banizado como en las afueras de éste. En ese sentido puedenmencionarse las asignaciones de tierra con fines urbanos aciertos organismos del Estado que demoran a veces décadasen implementar las obras de urbanización, o que dado elexceso de espacio asignado sólo utilizan una parte de éstemientras el resto queda en rastrojo social. En el campo de lasobras privadas planificadas también se producen espacios encondiciones de rastrojo social, posiblemente no debido a faltade implementación de la política para la cual fUe decretadauna obra sino por razones económicas y sociales: por ejemploes elcaso de la compra-venta de parcelas urbanizadas.

TEORIAS SOBRE ESTRUCTURA YEXPANSION URBANAS

Las teorías propuestas para explicar la expansión físi­ca y la estructura urbana, han sido elaboradas en países occi­dentales y particularmente atañen a experiencias de países in­dustrializados. En tal sentido, su aplicación en países subde­sarrollados amerita modificaciones a fin de adaptarlas a lasparticularidades de estos últimos. Muchas de las teorías to­man en cuenta el valor del terreno, la accesibilidad y el pro­ceso de expansión urbana. Hay tres grupos de teorías: ecoló­gicas, economía del suelo urbano y la de los sistemas de acti­vidad. En nuestro caso concreto interesa analizar este grupo deteorías, no solamente para facilitar el entendimiento del pro­ceso de desarrollo urbano de Valencia y Maracay, sino tambiénestimamos que deéstas podrían derivarse importantes contribu­ciones que facilitarían la mejor comprensión del rastrojo so-

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cial existente en ambas ciudades. Un esbozo de cada una deestas teorías agrupadas según lo mencionado arriba, se expo­ne a continuación.

Teorías ecológicas

Este conjunto de teorías en general consiste en unasectorización de las ciudades en función de la intensidad y ti­pos de usos urbanos. En casi todas estas teorías, sus autoresafirman que las ciudades se expanden desde el centro hacia laperiferia en círculos concéntricos o siguiendo los principalesejes viales, a excepción de la teoría de núcleos múltiples queconsidera a la ciudad estructurada en varios centros indepen­dientes uno de otro. Las principales teorías ecológicas soncinco: la de los patrones de crecimiento urbano, la axial, lade los sectores y la teoría de los núcleos múltiples.

La teoría de los patrones de crecimiento urbano(Hurd) (85) fue formulada en momentos que se dedicaba po­ca atención a los problemas urbanos. Se basa en observacio­nes realizadas en áreas urbanas pertenecientes a U.S.A. yEuropa, cuyos rasgos principales pueden enunciarse en"que las ciudades tienden a crecer en círculos concéntricosy por los ejes radiales que forman las rutas principales desdesu centro".

Según la hipótesis zonal del crecimiento urbano Bur­guess (86) afirmó que, exceptuando la interferenciade facto­res especiales, las ciudades norteamericanas se componen decinco anillos o zonas conéentricas:

1) Corresponde al distrito central de negocios(C B D);

2) Zona de transicion con presencia de comer­cios, densamente poblada por familias de ba-

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jos ingresos y minorías extranjeras donde esfrecuente la descomposición social y terrenoscon alto valor;

3) Corresponde a la zona de casas de habitaciónde trabajadores industriales y oficinistas;

4) Residencial-familiar con pequeñas instalacio­nes comerciales; y

5) Una zona sub-urbana donde residen familiasde altos ingresos, aunque también podía co­rresponder a conjuntos fabriles y estacionespara la clasificación de vagones ferroviarios,todo interconectado con la persistencia de al­gunas formas agrícolas.

Esta teoría ha sido fuertemente criticada, y así Mau­rice Davie indicó que el C B D no necesariamente era circular,la zona comercial penetraba al distrito central y se expandíapor calles radiales, la industria no sólo se ubicaba en la zonade transición sino también cerca de terminales ferroviarios ylas casas de baja calidad se encontraban en áreas diferentesdel espacio urbano como por ejemplo cerca de fábricas, entanto que viviendas buenas podían encontrarse en cualquierparte de la ciudad.

Por su parte, en la teoría axial de Babcock se conside­ra que el movimiento de personas, bienes y servicios variabadesde el centro a la periferia urbana en función de los ejes detransporte. Así "la urbanización y la edificación progresanhacia el exterior partiendo desde el centro comercial y de ne­gocios, siguiendo en distancias mayores de las que se dan enlos sectores intermedios entre los principales ejes de trans­porte" (87). Surgen así dos áreas urbanas desiguales en fun­ción de los servicios: una bien servida y dinámica, extendida a

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mayor distancia del e B D; Y otra que a pesar de estar máscaree del e B D es peor servida y por tanto se queda rezagadaen la expansión de la ciudad.

En cuanto a la teoría de los sectores afirmó Hoyt quelas ciudades a partir de su cent!o se expandían a lo largo delos principales ejes de transporte, de acuerdo "al uso dado alos terrenos en cada corredor en particular" (88). Esta teoríaintroduce nuevos elementos en comparación con la anterior,tales como por ejemplo la incidencia del transporte en el fun­cionamiento urbano, el papel de las industrias y con mayorclaridad permite precisar las áreas residenciales y su futura ex­pansión porque éste fue el objetivo principal perseguido porsu autor (89).

Según la teoría de núcleos múltiples "los patrones deuso de los terrenos de las zonas urbanas se generan alrededorde varios núcleos diferenciados, esto es, originalmente inde­pendientes y no en derredor de un sólo centro. Pueden sernúcleos que hayan existido desde el origen de la ciudad opueden haberse creado como resultado de la llegada de co­rrientes migratorias o de la especialización de los usos delos terrenos" (90) . Esta teoría descansa sobre cuatro tiposde uso urbano que combinados explican la aparición de losnúcleos:

a) Actividades que reqUIeren de accesibilidad ejem­plo en el e B D;

b) Actividades cuya coexistencia los beneficia mu­tuamente, tal es el caso de las instalaciones in­dustriales en el e B D;

e) Actividades que se perjudican mutuamente, ejem­plo industrias y zonas residenciales; y

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d) Incluye actividades que no pueden pagar altas ren­tas y buscan terrenos baratos en las afueras de laciudad como galpones para depósitos y viviendasbaratas.

Es difícil la existencia de una sola teoría que puedaser lo suficientemente amplia para poder contribuir a explicarlos diferentes patrones de expansión urbana a escala mundial.En los países subdesarrollados el problema es mayor porcuanto la información particular por ciudades de un país de­terminado es insuficiente. En Latinoamérica, las ciudades tie­nen un patrón de expansión urbana muy diferente a otrasáreas urbanas de reciente desarrollo, lo que en parte se debea reglamentaciones urbanas en la época colonial según las cua­les la zona de mayor prestigio se ubicaba en el centro, de ma­nera que tanto los intrusos como los recién llegados eran em­pujados a vivir en las afueras de la ciudad (91) . Bresseafirma también que muchas ciudades saltaron etapas evoluti­vas propias de otros países occidentales, y como ejemplo citael caso que muchas no fueron servidas por los tranvías ni porotros transportes masivos, que tanto afectaron a la expansiónurbana en países industrializados.

En todas estas teorías se intenta explicar la estructu­ra de las ciudades a partir de la expansión funcional que seorigina desde el e B 0, aunque suelen existir relativas excep­ciones como es el caso de la teoría axial y la de los núcleosmúltiples que además, abordan formas de penetración de laurbanización en el espacio rural. Sin embargo, no toda la ex­pansión urbana es producto del empuje originado en el e B 0,puesto que intervienen otros factores, como es el caso de lasdiferencias en precio de los terrenos urbanos y las posibilida­des económicas de los usuarios del terreno urbano. Algunasanotaciones al respecto se realizan a continuación.

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Teorías acerca de la economía del suelo urbano

Estos trabajos empezaron a realizarse antes de quelos ecólogos humanos formularan sus teorías, y en generaltratan de explicar los diferentes usos existentes en el espaciourbano de acuerdo a los precios distintos que tienen los terre­nos desde un área central (con precios altos) hacia la periferiaurbana (con precios bajos). En este sentido hay estudios, en­tre otros realizados por Hurd, Haig, Ratcliff y Alonso (92).

Richard Hurd, antes de formular la teoría de los pa­trones de crecimiento urbano, realizó estudios acerca del va­lor del terreno en las ciudades y escribió "ya que el valor de­pende de la renta económica, y la renta de la localización dela conveniencia, y la conveniencia de la proximidad, debe­mos eliminar los escalones intermedios y decir que el valordepende de la proximidad" (93). Esta proximidad es relati­va y debe evaluarse de acuerdo a la expansión física de laciudad y en función del uso requerido, además admite limi­taciones de la investigación económica para precisar "el gus­to y la preferencia individual y colectiva, según se expresa enlas costumbres y hábitos sociales" (94).

Robert Haig consideró la renta en función del preciode accesibilidad y el ahorro en costos de transporte y, en talsentido, propuso un proceso de licitación para el uso de latierra urbana, pero su concepción innovadora fue la nociónde "fricción de espacio", que consiste en las limitaciones deaccesibilidad y de transporte de algunas áreas con respecto aotras. Así, "el sitio teóricamente perfecto por la actividades aquel que facilita el grado deseado de accesibilidad al másbajo precio de fricción" (95). Hacia áreas donde los costosde fricción eran menores se orientaría la expansión de lasciudades.

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Según Ratcli ff, el uso de la tierra urbana está deter­minado por la "eficacia relativa de varios usos" ... en dondeel uso "que pueda sacar el mayor rédito de un sitio determi­nado será el más generoso postor". De aquí surge un ordena­do patrón de uso del suelo especialmente organizado para rea­lizar con más eficacia las funciones economicistas que carac­terizan la vida urbana. Además "en breve, uno podría decirque la estructura de la ciudad está determinada por la evalua­ción en dólares de una determinada localización" (96). Ental sentido, la venta al detal exige accesibilidad y el usuariopuede pagar alta renta en el centro, en tanto que hacia la pe­riferia urbana esta actividad desaparece al igual que la altarenta de terrenos. A este uso le seguirán la industria y el co­mercio, viviendas familiares múltiples, viviendas familiares in­dividuales que finalmente entrarían en contacto con el áreaagrícola. En síntesis se trata de una posición frente a la es­tructura del espacio urbano que se parece a la adoptada porHaig.

William Alonso parte de la cuantía del terreno, la su­ma de los artículos y servicios y la distancia desde el centro.Así el precio del terreno disminuye desde el centro hacia lasafueras de la ciudad y la cantidad de terreno a ser compra­da aumentaría con la distancia, pero también se incrementa­ría el gasto a causa de viajes de ida y vuelta. De esta maneradecrece la cuantía del terreno a ser comprado, hasta el mo­mento en que el costo de transporte aumente tanto y así seequipara con el costo disminuido de los terrenos. Al entrar­se en esta fase la cantidad de terreno a adquirirse disminuirácon la distancia (97). La posición de este autor descansa so­bre factores económicos y rechaza las demás y "Es riguroso,internamente consistente y muy apartado de la realidad de laciudad según se aproxima a La Teoría económica pura" (98).

Todos estos planteamientos tienen implícito el valorde los terrenos en función de la intensidad del uso y de las

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ventajas económicas derivadas de éste como tal. Pero es pru­dente recordar la afirmación de Hurd según la cual la econo­mía no puede cuantificar las aspiraciones y gustos individua­les de los ciudadanos. Esto parece ser muy importante porcuanto si bien es cierta la existencia de precios altos por razo­nes de uso interno y productivo en el centro de las ciudades,ocurre también que hay áreas distantes del centro a veces concarreteras en mal estado, cuyos terrenos son más costososque otros situados relativamente más cerca del centro de laciudad. Esto ha incidido en modificar el patrón de expansiónurbana y la estructuración del espacio urbano en las princi­pales ciudades de nuestro país sobre todo en las últimas cua­tro década. Finalmente, ni las teorías ecológicas ni los plan­teamientos económicos acerca del valor diferente del suelourbano, parecen satisfacer a los investigadores dedicados alestudio de la estructura urbana, y en tal sentido con los"sectores de actividad" surge un nuevo planteamiento alrespecto.

Sistemas de actividad

En la búsqueda de una explicación en relación con laestructuración del espacio urbano, la ecología humana llegó a"un callejón sin salida" (99). Por otra parte, los modelos eco­nómicos aclaran parcialmente el problema pero los investiga­dores de esta temática continúan trabajando y es así comohan planteado una nueva manera de estudiar la estructura ur­bana, esta vez apoyados en los denominados sistemas de acti­vidad. Estos se definen como "patrones de comportamientode los individuos, instituciones y formas comprendidasen los patrones espaciales" (lOO). Los patrones de comporta­miento se articulan en cuatro fases: experiencia, necesidadesy deseos; definición de metas y alternativas de planificación j

actuación y decisión. Sin embargo, Chapín inicia su análisispor los valores culturales, que son capaces de generar patro­nes de conducta reflejados en el paisaje urbano que a la vez

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se manifiestan en el patrón de uso del espacio urbano. Estospatrones de conducta pueden formar sistemas de actividadque Rannells (101) los ha clasificado así: a) actividades derutina, que forman patrones generales de movimiento de indi­viduos, ejemplo viaje de compras j b) actividades instituciona­lizadas, las cuales se encuentran concentradas en un lugar par­ticular por instituciones (un teatro), que además concentraotros sistemas individuales j e) organización de procesos, endonde se cruzan patrones de actividades como por ejemploun banco con otros negocios, y la actividad está unida poreslabones diferentes pero asociados.

Rannells define el eslabón como "una relación entreestablecimientos caracterizados por interacciones periódicasque requieren movimiento de personas o de artículos o inter­cambio de información" (02). De esta manera el surgimien­to de una nueva área de una ciudad puede verse como el efec­to de actividades y enlaces "que unen firmas jurídicas" por­que hay, entre otras, causas jurídicas, históricas, ctc., que es­tán siempre actuando sobre la ocupación del terreno urbano.

Carter afirma que si bien el enfoque de sistemas de ac­tividad es amplio también es restringido "pues en lugar de ge­neralizar la condición de conjunto, intenta examinar la ciu­dad real en microdetalle por ejemplo, los movimientos actua­les de los individuos, y deducir de ello una explicación dereacciones más amplias" (03).

Cada uno de estos grupos de teorías y aun cada teoríaen particular, sin duda ofrecen explicación a la forma quepresenta la estructura urbana sin embargo, no puede esperarseque una teoría como tal brinde un total apoyo conceptualpara explicar la expansión física urbana y la estructuracióndel espacio urbano en cada una de las ciudades a nivel mun­dial, más cuando estas teorías han sido formuladas en base aestudios realizados en ciudades de países industrializados. To-

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mando en cuenta que estos grupos de teorías en gran partepermiten abordar la explicación de la estructura del espaciourbanizado y por tanto, parcialmente se refieren a los fenó­menos ocurridos en la franja urbano-rural que es donde conmás frecuencia existe el rastrojo social, parece prudente in­corporar la denominada pauta de expansión urbana hacia elexterior.

Pautas de expansión urbana

Con esta denominación se designa la penetración dela urbanización en las áreas rurales próximas a una ciudad(104). Es un tipo de urbanización discontinuo, por saltos(sprauil), que se expande con mayor dinamismo a lo largo delos ejes viales que conectan a la ciudad con otras ciudades uotras poblaciones, y también avanza en el espacio rural a tra­vés de aquellas áreas urbanas de más activa expansión. Estaurbanización hacia el exterior ocurre por retazos probablemen­te a causa de diferencias de accesibilidad, condiciones natura­les de la tierra y menos precios de los terrenos.

La pauta de expansión hacia el exterior de las ciuda­des es muy activa en producir espacios en rastrojo social, nosólo porque éstos quedan inmersos dentro del espacio periur­bano sino también porque muchos terrenos ubicados en lafranja rural urbana, permanecen mucho tiempo sin uso defi­nido hasta tanto logran ser urbanizados. Hay factores quepropician esta irrupción urbana en el medio rural y así cabeseñalar la sucesiva subdivisión de parcelas rurales, la presen­cia de espacios en rastrojo social, existencia aislada de plan­tas fabriles, espacios dedicados a agricultura de fin de semanay recreación por los ciudadanos, la dotación de servicios pú­blicos; pero es indudable que ha sido el automóvil el factorquizás más importante en dinamizar este proceso expansivourbano, ya que no sólo facilita el transporte a los habitantesde estos lugares (commuters), sino también porque al auto-

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móvil responde la construcción en estos lugares, de estacio­namientos equipados con servicios para el turismo. Ademásse quiere mencionar, que esta pauta de expansión hacia afue­ra también es responsable de la anexión de pequeños pueblosa la gran ciudad, e igualmente se manifiesta el proceso me­diante el cual dos o más ciudades se juntan para formar unaconurbación (l05).

En síntesis, la aplicación unilateral de cada grupo deteorías es insuficiente para explicar la complicada trama deldesarrollo urbano. Acudir a la aplicación conjunta de estasteorías al parecer es lo más recomendable al decir de algunosde los autores antes citados, que también recomiendan tenermuy en cuenta realizar el estudio de esta problemática urbanasin perder de vista las peculiaridades del país donde se ubicala ciudad, las relaciones que ésta tiene con su binterlad y conel resto de los centros urbanos. También debe destacarse,que muchas de las implicaciones socioeconómicas y localiza­cionales del rastrojo social, podrían abordarse a través de lacontribución que ofrecen estas teorías. Sin desestimar la im­portancia de algunas de éstas, pensamos que dentro del grupoecológico resaltan las teorías axial y la de los sectores, porcuanto expresan las áreas más dinámicas de posible expansiónurbana a lo largo de los ejes viajes y de aquellos espacios deposible utilización por residencias que serían desincorporadosde usos rurales. De igual manera es interesante tener presen­te, los enunciados de las teorías económicas referidas al valorde la tierra urbana y de posible urbanización, sin olvidarnosde las denominadas pautas de expansión urbana por saltos(sprawl) hacia las afueras de la ciudad, que favorece la subdi­visión de los campos, venta de parcelas y surgimiento del ras­trojo social. Sin embargo, a pesar del aporte conceptual deestas teorías aún es necesario continuar estudiando la proble­mática general del rastrojo social, a fin de contibuir al mejorentendimiento de este problema en nuestro país.

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RELACIONES CAMPO-CIUDAD

Es difícil resumir un problema" tan extenso, complejoy variado como el de las relaciones. campo-ciudad y por talmotivo sólo se hará referencia a algunos hechos propios deeste punto los cuales se encuentran ligados al tema esencialque se aborda en nuestro trabajo. El término "relaciones"parece ser suficientemente amplio para expresar las diferentesfases que han ocurrido en el proceso de vinculación campo­ciudad, debido a que permite hacer referencia tanto a los mo­mentos de "equilibrio" como de "tensiones" entre estos dosmedios humanizados, caracterizados porque sus respectivaspoblaciones practican actividades diferentes y a veces contras­tantes. En efecto, las ciudades son sede de los poderes públi­cos, agencias bancarias y financieras, servicios de salud y edu­cativos, centros de generación de técnicas y lugar de instala­ción de industrias; en oposición al campo donde se practicancultivos, se crían animales o se extraen minerales. Pero en ge­neral ambas funciones, la urbana y la rural, se complementan.

Diferencias según el país: desarrollado osubdesarrollado

El proceso de cambios ocurridos en las relacionescampo-ciudad no ha sido igual en los países desarrollados yen los subdesarrollados. Los países desarrollados particular­mente los europeos, han atravesado por diferentes etapas enel proceso de sus relaciones campo-ciudad que pueden resu­mirse en equilibrio, tensiones y una última de homogenei­dad (06). Antes de ocurrir la revolución industrial el camposuministraba alimentos a la población ciudadana en tanto queésta practicaba actividades tales como políticas, culturales,religiosas y comerciales en general más variadas y atractivasque las realizadas por los campesinos. Durante esta etapa noocurrían movimientos masivos de población del campo a laciudad, por tal motivo no se operaba un explosivo crecimien-

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to poblacional de las ciudades y en consecuencia tampoco seexpandían en forma significativa. En líneas generales habíaun equlibrio entre campo-ciudad cada cual realizando funcio­nes diferentes pero interconectadas.

Este relativo equilibrio se rompe al ocurrir la revolu­cion industrial. Surgen actividades no supeditadas directa­mente a la agricultura que además encontraban grandes ven­tajas al ser realizadas en el interior de las grandes aglomeracio­nes urbanas. Estas actividades más productivas que las ruralesdemandaron mano de obra, lo que provocó enormes movi­mientos de población campo-ciudad y las áreas urbanas se ex­pandieron ocupando en gran parte antiguos espacios ruraleshasta el punto que muchos trazados de parcelación rural aúnpueden observarse en la "disposición de las parcelas urbanas"(107). La incorporación de tierra dedicada a la agricultura aactividades urbanas, conjuntamente con la pérdida de pobla­ción rural que migraba a las ciudades causó serios desequili­brios entre el campo y la ciudad, que paralelamente marcaronuna etapa decadente en el campo. Esta puede resumirse en"rendimientos de trabajo, niveles y géneros de vida, sanidad,educación, influencia y representación", que a la vez seríanbase de tensiones políticas y sociales (108).

Finalmente está ocurriendo en estos países una "pro­gresiva homogeneidad" en las condiciones de vida entre aldea­nos y ciudadanos a pesar de tener un marco residencial distin­to. Hay relaciones complementarias entre ambos porque laciudad continúa proporcionando empleo a los campesinos,pero además les brinda servicios en tanto que el campo ofreceal ciudadano descanso y distracción. Y, por otra parte, ocu­rren en el campo dos formas de urbanización: por medio dela instalación de barrios residenciales, con espacios industria­les y comerciales y a través de la prestación de servicios se­mejante a los disfrutados por los ciudadanos (109).

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Sin dejar de admitir la mayor atracción de la ciudadque la ejercida por el campo, se quisiera mencionar que la do­tación y prestación de servicios sanitarios y los avances de lamedicina, marcharon un poco a la zaga del crecimiento ope­rado en las ciudades. La población procedente de lugares dis­tintos fue un factor decisivo para que prosperaran enfermeda­des a base de un contagio directo, caso que ocurría con me­nor frecuencia en los campos. Así en París sólo a causa delcólera murieron 20.000 personas en 1832 (110), ademásotras enfermedades como tuberculosis y sífilis encontrabanun medio propicio de propagación en las ciudades, y por otraparte eran blanco directo de epidemias de carácter mundialcomo la gripe española que en 1918 afectó seriamente a lapoblación urbana europea (111). En tal sentido, se justifica­ba la llegada de inmigrantes campesinos a la ciudad a fin decubir plazas de trabajo en las fábricas. Esto porque en las ciu­dades hasta fines del pasado siglo la población se caracteriza­ba por tener mortalidad superior a la del campo y natalidadinferior a la de éste, debido a que las condiciones higiénicaseran deplorables y además, porque el niño en la ciudad esconsiderado un obstáculo en comparación con la receptividadque éste tiene en el campo (112).

Si en los países desarrollados actualmente existe cier­ta homogeneidad entre la forma de vida de la ciudad y elcampo en los países subdesarrollados, en cambio, la ciudadrecibe el excedente de la población rural que a menudo obtie­ne empleo parcial. También hacia la ciudad van las gananciasoriginadas en el campo por medio de la renta de la tierra, ga­nancias comerciales y financieras que obtienen algunos ciuda­danos al vender caro los productos manufacturados a los cam­pesinos y comprarles barato parte de la producción agrícolay, finalmente, prestar dinero al campesino a altos intereses.Con la aplicación de técnicas de saneamiento y adelantos dela medicina preventiva puestos en prácticas en países indus­trializados, la población en los países subdesarrollados ha ere-

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cid o violentamente en tanto que simultáneamente las mayo­res ciudades, focos de atracción poblacional campesina, tam­bién se expanden en forma acelerada ocupando parcialmentetierra agrícola con barrios pobres, basureros, terrenos desocu­pados e igualmente, estas grandes ciudades bloquean el creci­miento normal de otras ciudades de menor jerarquía urbana(113). En América Latina, Ciudad de Méjico, Sao Paulo yBuenos Aires son citados como ejemplos típicos.

Sin embargo, las ciudades son importantes por el pa­pel que desempeñan y en tal sentido en estos países no po­dría acusarse a las ciudades de vaciar al campo y de enrique­cerse en su detrimento, por cuanto son "intermediarios mo­destos", debido a que las mercancías pasan a través de ellas,pero las personas se quedan viviendo en ellas; y además, a pe­sar de las diferencias entre Occidente y el Tercer Mundo "esimposible iniciar un proceso acumulativo de crecimiento re­gional en ausencia de un polo de concentración demográficae industrial" (114).

Si se pretenden ubicar las relaciones campo-ciudad en­tre las fases yue han atravesado éstas en países industrializa­dos, podría decirse en primer lugar que se trata de un hechocon rasgos y características particulares de los países subdesa­rrollados, en donde halla quizás cierta similitud con la etapade desequilibrios ocurridos posteriormente al inicio de la re­volución industrial en las ciudades de aquellos países indus­trializados, pero en condiciones diferentes por cuanto los ac­tuales países subdesarrollados, en gran parte participan deuna doble condición: mantienen áreas con cierto grado de"modernización", en oposición a otras en verdadero estadode atraso. En las grandes ciudades es posible la coexistenciade áreas urbanas organizadas en función de un contexto gene­ral "moderno", en contraste con otros espacios en donde per­sisten indicadores propios del mayor estado de estancamien­to. barrios "ricos" y barrios "pobres" (115); en tanto que el

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campo tampoco ha escapado a las innovaciones técnicas, detal manera que coexiste una agricultura tradicional con otrafundamentada en modernos principios agrícolas (116).

Los países latinoamericanos, con unas característicasmuy pecualiares participan en forma general del planteamien­to campo-ciudad propio de países subdesarrollados. En efec­to, fuerzas políticas, económicas y sociales extranjeras han es­tado influenciando las relaciones campo-ciudad de nuestrospaíses y en tal sentido, potencias coloniales se impusieron alas poblaciones precolombinas exterminándolas con sus armaso con sus en fermedades para apoderarse de sus territorios yesclavizar a los pocos indígenas sobrevivientes, todo con el finde asegurarse el abastecimiento de materias primas requeridopor la metrópolis. Tal tipo de relación causó la conformaciónde un espacio colonial que respondía a factores externos,pero que no facilitaba la movilización directa en el interior deuna colonia (117). Aún, después de recuperada su indepen­dencia, muchos de estos países siguieron dependiendo de lasexportaciones de materias primas, que se practicaba desde susregiones más productivas. Con ésto se reprodujo parcialmen­te el patrón colonial en la conformación interior de susterritorios, dado a que fue poco el esfuerzo dirigido a propi­ciar la conexión interna en cada país.

Particularmente, esta situación prevaleció hasta prin­cipios de siglo en Argentina, Chile, Uruguay y Brasil meridio­nal, cuando comienza un proceso de industrialización basadoen la sustitución de importaciones. Estas industrias se instala­ron en las ciudades con mayor población y mejor equipadascon servicios, tradición administrativa y mayor accesibilidad.El resultado fue un crecimiento urbano acelerado que no so­lamente agravó las tensiones campo-ciudad, sino también blo­queó el crecimiento de otras ciudades como por ejemplo elcaso de Monterrey que ha impedido la conformación de otragran ciudad en México, a excepción de Ciudad Méjico (118).

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El caso venezolano

Venezuela, un país urbanizado en más del 80 porciento pero en vías de desarrollo ha participado en diferentesfases del proceso campo-ciudad. Tales fases son peculiaresdentro del grupo de países subdesarrollados e incluso revistencierta particularidad entre países latinoamericanos, aunque enlíneas generales la mayoría de las características del procesocampo-ciudad están inmersas dentro del contexto de Lati­noamérica. En tal sentido, nuestro país tiene en común conotros países subdesarrollados el continuar exportando ungran volumen de materias primas, y con los países latinoame­ricanos además comparte el haber sido colonia de un paíseuropeo con todas sus implicaciones políticas, sociales y eco­nómicas. Dos grandes etapas en el proceso campo-ciudadpueden distinguirse en Venezuela: la agroexportadora y la pe­trolera, con un período transicional entre ambas.

La etapa agroexportadora persistió en nuestro paíshasta aproximadamente la tercera década del actual siglo yfue designada con este nombre, porque los productos de ex­portación eran de origen agrícola en especial cacao y café.La mayor parte de la población vivía en el campo donde prac­ticaba una agricultura de subsistencia y semi-comercial y pa­ralelamente, trabajaba en la hacienda o en el hato del dueñode la tierra. Este tipo de agricultura permitió por una parte,el abastecimiento de alimentos a la exigua población urbanapero el grueso de la producción de haciendas y hatos era paraexportación, de cuyos beneficios poco disfrutaba el campomientras que las ciudades prácticamente dependían de las im­portaciones (119). Durante esta etapa ocurrieron momentosdifíciles creados por la guerra de Independencia y luego porlas guerras civivles y enfermedades que atacaron seriamente elincremento poblacional especialmente en las pocas ciudadesque tenía el país. En el campo, existían unas relaciones deproducción caracterizadas por unos campesinos sin tierra que

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laboraban y tenían sus conucos en grandes extensiones perte­necientes a hatos y haciendas en donde a su vez trabajabancomo peones, mientras que para sus conucos dedicaban losratos libres.

Las ciudades crecían muy lentamente y así a pesar dehaber sido fundados más de 627 centros poblados hasta1889, sólo Caracas. Maracaibo, Ciudad Bolívar y Puerto Ca­bello tenían más de 10.000 habitantes para 1891 (120). Co­mo ya se ha indicado, las ciudades eran más fácilmente diez­madas por las enfermedades contagiosas que el campq,- debi- .do al contagio directo más propicio dada la aglutinación desus habitantes y en tal sentido, hubo epidemias de viruela yvómito negro en 1687 que se extendió por los principalescentros poblados del paísdurante 16 meses (121). Otras epi­demias continuaron afectando la población tales como saram­pión (en los años 1852 y 1865), tosferina (en 1854 y 1880),de nuevo el Calera morbus (1855), fiebre amarilla (1884 y1885) (122) y en 1918 la gripe española causó centenares devíctimas en todo el país (123).

Por otra parte, cada centro urbano tenía su propiohinterland y a la vez se conectaba al exterior por medio de al­gún puerto importante, de manera que la red ferroviaria cons­truida a fines del siglo pasado reforzó este modelo como porejemplo Valencia-Puerto Cabello, Caracas-La Guaira, Barqui­sirneto-Puerto Cabello, Maracaibo-Sur del Lago. Este modelocomienza a fisurarse con la incipiente red vial terrestre cons­truida entre 1910-1923, que atravesaba muchas de las másimportantes poblaciones del país (124).

Durante este período las plantaciones de café estabanenfermas, envejecidas (incluyendo los cafetos y el bosque desombra), no se reemplazaban las plantas dañadas ni tampocose habían adoptado técnicas nuevas empleadas con éxito enotros países cafetaleros. Así estaban las plantaciones al mo-

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mento de ocurrir la crisis económica mundial de 1930-1935Y en tales circunstancias, aumentó el índice de desempleo enel campo y sensiblemente se iniciaron migraciones campo­ciudad; de manera que el predominio del petróleo en la eco­nomía nacional ocurre en un momento propicio, no solamen­te por la crisis económica del país sino además porque ya es­taban realizándose importantes cambios en el mundo dadospor la sustitución del carbón por petróleo, el despunte de laaviación como gran poderío aéreo militar y la penetración delmercado por el automóvil (125).

Sin embargo, llevará cierto tiempo para que la activi­dad petrolera llegue a motorizar por completo la economíanacional (126) en tal sentido, durante esta etapa el país refle­ja tanto las condiciones agrarias corno las petroleras. El ma­yor ingreso de recursos nacionales favorece el inicio de cam­pañas de saneamiento de la población, que comenzará a cre­cer en las décadas siguientes y también habrá recursos paraacometer las primordiales obras en dotación urbana. con locual se acelerará el proceso de migración campo-ciudad quehabía empezado por la atracción de los centros petroleros enel Zulia, Anzoátegui y Monagas y particularmente, con el sur­gimiento de nuevos centros urbanos como Puerto La Cruz,Caripito y Punto Fijo.

Después de 1945 se afianza el petróleo no tanto comocreador directo de empleos, sino como generador de recursosnecesarios que harán surgir nuevas actividades al principiocon el gasto público para acometer obras de interés nacio­nal, luego por la disponibilidad de recursos para realizar di­versas obras de construcción y finalmente. a partir de 1959terminaría de conformar el "motor" económico nacional conel incremento de la industrialización (127). Además, lasmejoras sanitarias iniciadas en años anteriores definitivamen­te causaron un aumento poblacional (1950: 5.034.838;1961: 7.523.999; )971: 10.721.522 y 1981: 14.516.735)

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que fue dinamizado por una cuota de inmigración extranjeraque para los años antes citados fue respectivamente de208.731, 541.563, 596.455 Y 1.074629 personas.

Por otra parte, la red vial nacional se ha extendido ymejorado rompiendo el esquema hinterland ciudad-puerto­mercado externo en función del modelo centro-periferia(128). Además, la vialidad favoreció también la aceleradamigración campo-ciudad destacando entre las ciudades de ma­yor atracción Caracas, Maracaibo, Valencia, Maracay, Barqui­simeto, Puerto La Cruz y Ciudad Guayana; porque ellas tie­nen mejor equipamiento médico-asistencial, empleo fabril,servicios educativos, oportunidades de obtener mejores ingre­sos, etc. Pero también en estas ciudades hay serios problemasderivados de una demanda de espacio necesario para vivienda,esparcimiento, calles, avenidas y otros tales como insuficien­cia de transporte público así como de otros servicios, proble­mas de inseguridad personal, etc.

Paralelamente, este incremento poblacional y en par­ticular la concentración urbana que de un 47,9 por ciento en1950 pasó a un 84,1 por ciento en 1981 demanda alimentos,lo cual incidió en la expansión del espacio agrícola y en la in­tensificación de la agricultura. En el primer caso están comoejemplo los Llanos Occidentales y en el segundo, la depresióndel Lago de Valencia y Sur del Lago de Maracaibo. Ademásde la modernización, tecnificación y surgimiento del empresa­rio del campo también fue promulgada la Ley de ReformaAgraria en 1961 que, entre múltiples objetivos, tiene comofunción dotar de tierra a las personas que trabajan en el cam­po y como tal, liberar a los campesinos venezolanos de la pre­sión social y económica que sobre ellos ejercían los terrate­nientes, aun cuando en la práctica y a la luz de 25 años nose ha llegado a cubrir los objetivos propuestos.

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Este conjunto de hechos causaron desajustes en lasrelaciones campo-ciudad en nuestro país de igual manera queocurrió en países industrializados en el siglo pasado. Perotambién debe decirse que resulta difícil comparar dos realida­des tan distintas operadas en Venezuela: por una parte laVenezuela pre-petrolera con alrededor de 3,5 millones de per­sonas, víctima de diversas enfermedades y sometida a las másadversas condiciones socio-económicas con la Venezuela pe­trolera, cuyos recursos han posibilitado medidas oficiales quehan podido ser mejores pero que es justo reconocer los éxitosobtenidos en el campo de' la salud, muestra de ello es que lapoblación de 1941 se triplicó antes de 1981. Aún cuandotambién hay que señalar que en la presente década han reapa­recido enfermedades por la inmigración marginal y han surgidootras propias del desarrollo. Todo el proceso de crecimientourbano ha sido tan violento, que muchas veces no da tiempoa los planificadores a tomar las medidas pertinentes, y en talsentido hay áreas más densamente pobladas y con mejor do­tación de infraestructuras que otras.

En el territorio nacional coexisten paisajes humanosque muestran influencias de técnicas modernas, en contrastrecon otros donde todavía persisten algunas costumbres deprincipios de siglo; aún en el espacio urbano de las ciudadescoexisten áreas dotadas de servicios, en contraste con otrasdonde éstos funcionan malo no existen. Por otra parte, mu­chos servicios urbanos elementales que motorizan otras cos­tumbres propias del ciudadano han sido llevados al campo y,como ocurre en países industrializados, también áreas ruralesdotadas con atractivos especiales están siendo urbanizadaspor ciudadanos que desean tener una seguna casa o su parttime.

En tal sentido, en nuestro país persisten elementosen las relaciones campo-ciudad propios del momento corres­pondiente a las denominadas "tensiones" pero es posible tam-

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bién que se tienda hacia una "homogenización" en las cos­tumbres entre campo-ciudad, y como tal "cada vez se hacemenos significativa la diferencia entre la vida urbana y la vi­da rural" (129). Pero la población de nuestro país sigue cre­ciendo a una tasa alta (alrededor del 3,37 por ciento), encomparación con reducidas tasas de crecimiento que regis­tran los países industrializados j y en este caso las ciudadesvenezolana continúan creciendo en la actualidad, tanto porefecto de migraciones campo-ciudad como por el propio cre­cimiento natural que registra la población residente en estoscentros urbanos. Ya se han mencionado algunos de sus efec­tos, pero el problema de la demanda constante de terreno deun espacio urbano que se expande, causa serios problemas enla periferia urbana más aún cuando se trata de tierra dedica­da a la agricultura.

El tema de las relaciones campo-ciudad contribuye aesclarecer muchos aspectos del surgimiento y existencia delos espacios en rastrojo social. En efecto, ante la demandaconstante de tierra para construir viviendas y fábricas, surgeentonces el lucrativo negocio de la compra-venta de parcelas.En las afueras de la ciudad en cambio, ésta continúa presio­nando por incorporar nuevas áreas a su espacio urbanizado.En ese sentido, muchas parcelas agrícolas entran en rastrojosocial hasta el momento de ser urbanizadas. El resultado finales la presencia de enormes espacios ocupados por este fenó­meno tanto en el interior como en los alrededores de las ciu­dades.

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NOTAS

(1) Dickinson, Robert, Ciudad, región y regionalismo, p. lS2.

(2) Ibid, p. 154.

(3) Derruau, Max. Tratado de geoFafía humana, 2a. Ed. p. 3S7.

(4) Ibid, p. 343.

(S) Labasse, Iean. La orpnización del espacio, pp. S63 - S6S.

(6) Johnson, James. Geografía urbana, pp. 20S - 206.

(7) Goodall, Brian. La economía de las zonas urbanas, p. 314.

(8) PROEI-eORDlPLAN. "Región Central, eje Tejerías-Puerto Cabello", p. 21Yp. 27.

(9) Zinck, Alfred. "Potencialidad, conflictos de uso y modelos de ordenamientode las tierras en la Depresión del Lago de Valencia". Terra No. 6, p. 47.

(10) Ibid, p. 48.

(11) Zinck, Alfred. Op. cit., pp. 148 -149, nota No. 20.

(12) Harrke, Wolfgang. "Die Sozialbrache als Phllnom"en der geographischen Di­fferenzierung der Landschaft". Erkunde, T.X., 19S6, pp. 2S7 - 269. Citadopor Zinck, A. Op. cit., nota No. lO, p. 47 Y p. 148.

(13) Zinck, A. Op. cit., p. S4, nota b de la tabla No. S.

(14) Montesinos, Alba y Amaya, Carlos. "Impacto del proceso de urbanizacióne? ,~os cambios del uso general de la tierra en la cuenca del Lago de Valen­cia ,p. S.

(1S) Montesinos, Alba y Amaya, Carlos. Op. clt., p. 31.

(16) Garela, Ram6n, Método. y concepto. en lCoFafía rural, p. 171.

(17) Ver XXIII Congreso Internacional de Geografía, Libro 5, pp. 148.

(18) Garda, Ramón, Op ..cit., p. 172.

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(19) Dollfus, Olivier. El espacio aeosráfico, pp. 7·8.

(20) Capel, Horacio. Filosofía y ciencia en la F0p-afía contemporénea, p. 34':

(21) García, Ramón, Op. cir., p. 172.

(22) Dollfus, Olivier, Op. cit., pp. 31 - H.

(23) Sorre, Mu. El paisaje urbano, p. 8.

(24) Dollfus, Olivier. Op. cit., p. 80.

(2') Ibid, p. 82.

(26) Sorre, Max. Op. cit., p. 8.

(27) Derruau, Mu. Op. cit., p. 562.

(28) Sorre, Max.Op. cit., p. 11.

(29) Ibid, p. 12.

(30) Dollfus, Olivier. Op. cit., p. 72.

(31) Georges, Pierre. Compendio de F0lll'afía rural, p. 110.

(32) Carter, Harold. El estudio de la geop-afía urbana. p. 323.

(33) jonhson, James, Op. cit., p. 201.

(34) Derruau, Max. Op, cit., pp. 356 - 599.

(35) Johnson, James. Op. cit., p. 204.

(36) Stamp, Dudley, Geografía aplicada, p. 148.

(37) Stamp, Dudley, Op. cit., p. 20'.

(38) Derruau, Max. Op, cit., p. 383.

(39) Ibid, p. 389.

(40) Derruau, Max. Op. eit., pp, 387 - 405.

(41) Eder, Herbert- Avilán, Justo y otros. "Los sistemas agrícolas de la cuencadel Lago de Valencia".

(42) jones, Emrys. Geografía humana, p. 167.

(43) johnson, James. Op. cit., pp. 13 - 14.

(44) lb id, p. 14.

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(45) Derruau, Mu. Op. cit., pp. 561 - 564.

(46) Chabot, Georges. Las Ciudades, pp. 9 - 19.

(47) Chabot, Georges. Op. cit., p. 21.

(48) George, Pierre, Compendio de geografía urbana, p. 206.

(49) Chabot, Georges, Op. cit., p. 22.

(50) Labasse, Jean, Op. cit., pp. 503 - 506.

(51) Johnson, James. Op. cit., p. 121.

(52) Galbraith, Jolm. La era de la incertidumbre, p. 265.

(53) Peroa, Claudio. Evolución de la geografía urbana de Caracas, pp. 18 - 19.

(54) Segnini, Isbelia-Mejías, Luis-Fermfn, Irma y Otros. "Proposiciones para el XICenso General de Poblaci6n y Vivienda, año 1981". Tena No. 4, pp. 55 - 65.

(55) Derruau, Mu. Op. cit., pp. 575 - 577.

(56) Goodall, Brian, Op. cit .• p. 307.

(57) Ibid., pp. 313 - 314.

(58) Stamp, Dudley, Op. cit., p. 108.

(59) Derycke, Pierre, La economía urbana, p. 18.

(60) Labasse, Jean. Op. cit., p. 566.

(61) Stamp, Dudley. Op. cit., p. 108.

(62) Gregor, Howard. Geografía de la agricultura, pp. 218·219.

(63) Chabot, Georges. Op. cit., pp. 94 - 98.

(64) Santos, Milton. Geografía y economía urbanas en paílles subdesarrollados.p.215.

(65) Chabot, Georges. Op. cit., pp. 98 - 118.

(66) Zinck, Alfred, Op. cit., p. 118.

(67) Dickinson, Robert. Op. cit., pp. 122· 127.

(68) GoerF, Pierre-Guglielmo, Raymond-KáYSer, Bernard y Lacoste, Ives. Geo­.afía activa, pp. 29,9 - 320.

(69) Johnson, James. Op ..cit., p. 253.

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(70) Lander, Luis. Especulación de 1.. tierru como un obstáculo para el deserro­110 urbano, pp. 3-4.

(71) Mangin, Williun. "Los asentamientos espontáneos". Scientific American, pp.269 - 289.

(72) Término usado con mucha frecuencia en Venezuela.

(73) Perna, Claudio, Op. cit., p. 19.

(74) Cunill, Pedro. La América andina, pp. 213-214.

(75) Labasse, Jean. Op. cit., pp. 313 - 318.

(76) Lander, Luis y Range!, Marfa. La planificación en Venezuela, pp. 11 - 27.

(77) Según la Ley Orgánica de! 28 - 12 - 1976, fue reestructurada la Administra­ción Pública. Desaparece el MOP y sus oficinas fueron repartidas entre otrosMinisterios, muchas de ellas forman parte del MINDUR y del MARNR.

(78) Gaceta Oficial. No. 3.238, Cap. III, Art. 49,51 Y 52, p. 7.

(79) MINDUR. Memoria y Cuenta Año 1978, pp. 11-5 a 11-6.

(80) Gaceta Oficial, No. 3.238, Tit. 1 Art. 5 literal C, p. 1.

(81) MINDUR. Plan rector de ordenación urbanística de la Cuenca del Lago deValencia.

(82) MINDUR. Plan de desarrollo urbanístico de San Carlos (Introducción).

(83) CORDIPLAN. VI Plan de la Nación 1981-1986, Vol. n, pp. 99.

(84) MOP. El deS&lToUO urbano en la organización del territorio, p. 22.

(8S) Hurd, Richard. The principies of city Land Values. (Nueva York: Recordand Guide, 1903). Citado por Breese, Gerald. LA urbanización en los paísesde desarrollo reciente, p. 173.

(86) Burgess, Ernesr, "The growth of the ciry", Proceedinll5 of die American so­ciologiCll1 Society, 18 (1923). Citado por Breese, Gerald, Op. cit., pp.190-191.

(87) Goodall, Brlan. Op. cit., pp. 190 - 191.

(88) Hoyt, Homer. "City growth and mortaga¡e Risk", Insured Mortagllle Porta­folio, 1-6-10 1936. Citado por Breese, Op. cit. pp. 175-176.

(89) j onhson, j ames. Op, cit., pp. 234 - 238.

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(90) Harris, Chauncy y Ullman, Edward. "The narure of ciries". Annals of Ameri­can Academy of Political and Social Science, 242, 1945. Citado por Breese,Gerald. Op. cir., p. 176. .

(91) Breese, Gerald. Op. cit., p. 180.

(92) Carter, Harold. El estudio de la geografía urbana, pp. ·¿07-213.

(93) Hurd, Richard. "The principies of land valúes", N.Y., 1924. Citado por Car­ter, Harold, Op. cit., p. 207.

(94) lbid, p. 208.

(95) Haig, Roberr, "Toward an understanding of the metrópolis". Q.J. Econ. 40,421. Citado por Carter, Harold. Op. cit., p. 208.

(96) Ratcliff, R. V. Urban Land econornies. N.Y. 1949. Citado por Carter, Ha-rold, Op. cit., p. 208. .

(97) Citado por Carrer, Harold. Op. cir., p. 211.

(98) Carter, Harold. Op. cir., p. 213.

(99) Cárter, Harold. Op. cit., p. 214.

(100) Chapín, Sruart, "Urban and Land use planing", 224. 1965. Urbana 111,

Citado por Carter, Barold, Op. cit., p. 214.

(101) Ranne1ls, J. The core of city. N.Y., 1956, Citado por Carter, Harold. Op.cit., p. 214.

(102) Rannells, J. Op. cit., citado por Carter, Harold. Op. cit. p. 216.

(103) Carter, Harold. Op. cit., p. 216.

(104) Gooda1l, Brian. Op. cit., pp. 314 - 3"16.

(lOS) Derruau, Max. Op. cit., pp. 598 - 601.

(l06) Labasse, Jean. Op. cit., p. 539.

(107) Dollfus, Olivier. Op. cit.• p. 94.

(108) Labasse, lean. Op. cit. p. 539.

(109) Dollfus. Olivier. Op. cir., p. 100.

(110) Chabor, Georges. Op. cit., p. 134.

(111) George, Pierre. Ge0ll"affa urbana, p. 233.

(112) Ibid, p. 134.

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(113) Dollfus, Olivier. Op. cit.• pp. 94 -100.

(114) Santos. Milton. Op. cir., p. 173.

(115) Santos, Milton. Op. cit., pp. 211 - 213.

(116) George-Guglielmo-Kayser-Lacoste. Op. cit., pp. 125 - 129.

(117) Travieso. Fernando. Ciudad, región y subdesarrollo, p. 4- 7.

(118) Santos. Mileón. Op. cit.• p. 258.

(119) Barrios.Sonia.i'Relaciones campo-ciudad en Venezuela". p. 66.

(120) Segnini, Isbelia-Zinck, Alfred-Morales, Faustino y otros. "Algunos as­pectos del conflicto urbano-rural. Casos específicos de Venezuela". Re­vista Geográfica No. 91 - 92, p. 72.

(121) Brito, Federico. La estructura social y demográfica de Venezuela colo­nial, p. 25.

(122) Rodríguez. Eliseo. "Dinámica geográfica de un pueblo. contribución alestudio de la evolución urbana de Orriz", p. 34.

(123) Botellov Oldman. Maracay noticias de un viejo valle, p. 364.

(24) Segnini-Zinck-Morales y otros. "Op. cit.... p. 72.

(125) Sullivan, William. "Situación económica y política durante el período deJuan V. Gómez 1908 - 1935". Política y economía de Venezuela 1810­1976, pp. 247 - 271.

(I26) Negrón, Marco. El desarrollo y políticas regionales en Venezuela, pp.26 - 31.

(27) Negrón, Marco. Op. cit., p. 46.

(128) Chen, Chi-Yi-Mujica, Marfa-Lierdeman, Iean-velésquez, José y Brucker,Enrique. Desarrollo urbano y ordenamiento del territorio. mito y reali­dad, p. 173.

(129) Labasse, Jean. Op. cit., p. 539.

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