EL REAL OBSERVATORIO DE GREENWICH€¦ · Greenwich Park, iniciándose las obras el 10 de agosto de...

6
S i ya hablamos de la historia de otro Real Observatorio, el de Madrid (Neomenia 23 y 24), creo que es justo realizar una pequeña crónica de este otro Observatorio Real. Su construcción fue encargada por Carlos II de Inglaterra en el más anti- guo de los parques reales ingleses, Greenwich Park, iniciándose las obras el 10 de agosto de 1675 bajo la super- visión de Sir Christopher Wren. El edificio constaba de tres pisos; los dos primeros se destinaron como hogar del astrónomo real y su familia mientras que en la planta superior se levantó el Salón de las Estrellas o Salón Octogo- nal desde donde se realizarían las observaciones celestes. Se edificó sobre los cimientos de una torre construida por Humphrey de Gloucester hermano de Enrique V con ladrillos y otros materiales de los res- tos del muro, curiosamente de otra torre, la de Londres. Muy cerca del Observatorio se había ya construido la Queen’s House o Residencia Real que fue encargada por Jacobo I en 1616 como residencia de verano para su esposa Ana de Dina- marca. La idea inicial era, usando las observaciones astronómicas, mejorar la navegación encontrando la longitud geográfica (este-oeste) de los barcos en el mar. A finales de 1675 se colocó el primer telescopio en la Sala Octo- gonal además de diversos relojes de péndulo que sirvieron para comprobar el movimiento de rotación de la Tierra. En esta sala fue donde John Flamsteed desarrolló su formula de “Ecuación del Tiempo” que seria usada en nume- rosos observatorios del mundo hasta que en 1930 se inventó el mecanismo del cristal de cuarzo. John Flamsteed (1646-1719) nació en el seno de una familia acomodada. A los catorce años una afección reu- mática crónica llevó a su padre a tomar la decisión de no enviarle a la universidad. Entre 1662 y 1669 estu- dió astronomía por su cuenta y sin ayuda de profesores, pero siempre en contra de la voluntad paterna. Gracias a sus numerosas observaciones y su relación con Henry Oldenburg y John Collins, estos le proporcionan un encuentro con Jonas Moore, el cual persuadió a Carlos II para que el Jesús College de Cambridge le concediese el graduado en 1674. El 4 de marzo de 1675 Flamsteed fue nombrado primer astrónomo real de Greenwich. Con su propio dinero adquiere dos telescopios y comienza a observar en 1676 siendo elegido en 1677 como socio de la Royal Society. Excepcional observador y gran perfeccionista, era un hombre complejo y de difícil trato que pasó gran parte de su vida con un extraño resentimiento hacia Edmond Halley, probablemente por celos. Esta relación que debía haber sido de coo- peración se tornó en desconfianza mutua, llegando a su término más alto cuando Halley pretendió publicar sus observaciones. Flamsteed se negaba a ello; no quería verlas publicadas hasta que estuviesen acabadas, pero el inte- rés de Isaac Newton y Edmond Halley (que necesitaban esas observaciones) doblegaron la voluntad de Flamsteed. A través de la Royal Society se promovió su publicación inmediata y en 1704 el Príncipe Jorge de Dinamar- ca corrió con el gasto de la misma, publicándose así las observaciones incompletas de Flamsteed editadas por Halley finalmente en 1712. Se imprimieron 400 ejemplares, pero Flamsteed compra y quema todos los que puede, unos 300 aproximada- mente. La esposa de Flamsteed publica póstumamente en 1725 el catalogo de estrellas de su marido en tres volúme- nes, unas 3.000 estrellas del hemisfe- rio norte casi todas observadas y ano- tadas desde Greenwich, en donde quedaban reflejadas sus posiciones con más precisión que en cualquier atlas celeste anterior. Luis Alonso EL REAL OBSERVATORIO DE GREENWICH 38 Neomenia Neomenia C Cu ua ar r t to o t tr ri i m me es st tr re e 2 20 00 09 9

Transcript of EL REAL OBSERVATORIO DE GREENWICH€¦ · Greenwich Park, iniciándose las obras el 10 de agosto de...

Page 1: EL REAL OBSERVATORIO DE GREENWICH€¦ · Greenwich Park, iniciándose las obras el 10 de agosto de 1675 bajo la super-visión de Sir Christopher Wren. El edificio constaba de tres

Si ya hablamos de la historia deotro Real Observatorio, el deMadrid (Neomenia 23 y 24),

creo que es justo realizar una pequeñacrónica de este otro Observatorio Real.

Su construcción fue encargada porCarlos II de Inglaterra en el más anti-guo de los parques reales ingleses,Greenwich Park, iniciándose las obrasel 10 de agosto de 1675 bajo la super-visión de Sir Christopher Wren. Eledificio constaba de tres pisos; los dosprimeros se destinaron como hogar delastrónomo real y su familia mientrasque en la planta superior se levantó elSalón de las Estrellas o Salón Octogo-nal desde donde se realizarían lasobservaciones celestes.

Se edificó sobre los cimientos deuna torre construida por Humphrey deGloucester hermano de Enrique V conladrillos y otros materiales de los res-tos del muro, curiosamente de otratorre, la de Londres.

Muy cerca del Observatorio sehabía ya construido la Queen’s Houseo Residencia Real que fue encargadapor Jacobo I en 1616 como residenciade verano para su esposa Ana de Dina-marca.

La idea inicial era, usando lasobservaciones astronómicas, mejorarla navegación encontrando la longitudgeográfica (este-oeste) de los barcosen el mar. A finales de 1675 se colocóel primer telescopio en la Sala Octo-gonal además de diversos relojes depéndulo que sirvieron para comprobarel movimiento de rotación de la Tierra.En esta sala fue donde John Flamsteeddesarrolló su formula de “Ecuación

del Tiempo” que seria usada en nume-rosos observatorios del mundo hastaque en 1930 se inventó el mecanismodel cristal de cuarzo.

John Flamsteed (1646-1719) nacióen el seno de una familia acomodada.A los catorce años una afección reu-mática crónica llevó a su padre atomar la decisión de no enviarle a launiversidad. Entre 1662 y 1669 estu-dió astronomía por su cuenta y sinayuda de profesores, pero siempre encontra de la voluntad paterna. Graciasa sus numerosas observaciones y surelación con Henry Oldenburg y JohnCollins, estos le proporcionan unencuentro con Jonas Moore, el cualpersuadió a Carlos II para que el JesúsCollege de Cambridge le concediese elgraduado en 1674. El 4 de marzo de1675 Flamsteed fue nombrado primerastrónomo real de Greenwich.

Con su propio dinero adquiere dostelescopios y comienza a observar en1676 siendo elegido en 1677 comosocio de la Royal Society. Excepcionalobservador y gran perfeccionista, eraun hombre complejo y de difícil tratoque pasó gran parte de su vida con unextraño resentimiento hacia EdmondHalley, probablemente por celos. Estarelación que debía haber sido de coo-peración se tornó en desconfianzamutua, llegando a su término más altocuando Halley pretendió publicar susobservaciones. Flamsteed se negaba aello; no quería verlas publicadas hastaque estuviesen acabadas, pero el inte-rés de Isaac Newton y Edmond Halley(que necesitaban esas observaciones)doblegaron la voluntad de Flamsteed.

A través de la Royal Society sepromovió su publicación inmediata yen 1704 el Príncipe Jorge de Dinamar-ca corrió con el gasto de la misma,publicándose así las observacionesincompletas de Flamsteed editadas porHalley finalmente en 1712.

Se imprimieron 400 ejemplares,pero Flamsteed compra y quema todoslos que puede, unos 300 aproximada-mente.

La esposa de Flamsteed publicapóstumamente en 1725 el catalogo deestrellas de su marido en tres volúme-nes, unas 3.000 estrellas del hemisfe-rio norte casi todas observadas y ano-tadas desde Greenwich, en dondequedaban reflejadas sus posicionescon más precisión que en cualquieratlas celeste anterior.

Luis

Alo

nso

EL REAL OBSERVATORIODE GREENWICH

38 NeomeniaNeomenia CCuuaarrttoo ttrriimmeessttrree 22000099

Page 2: EL REAL OBSERVATORIO DE GREENWICH€¦ · Greenwich Park, iniciándose las obras el 10 de agosto de 1675 bajo la super-visión de Sir Christopher Wren. El edificio constaba de tres

Sin duda resultó un sarcasmo quesu mayor adversario le sucediese en elcargo como segundo astrónomo real.

Flamsteed fue el primero en usarsistemáticamente un reloj para deter-minar la ascensión recta; utilizó prin-cipalmente un círculo mural de 210cm de radio (progenitor del modernocírculo meridiano), con el que lograbala posición de las estrellas respecto areferencias como el ecuador y el pun-to de Aries. Como solo tenía un ayu-dante, tenía que transcribir la mayoríade sus observaciones, lo cual hace másmeritorio el trabajo de este primerastrónomo de Greenwich.

Edmund Halley (1656-1742) nacióen Haggerston y ya aprovechó bien eltiempo antes de sustituir a Flamsteeden el cargo en 1720, a la edad de 64años. En 1676 fue a la isla de SantaHelena para observar las estrellas delcielo austral, catalogo que publicó en1679 en Londres con la posición deunas 341 estrellas. Debido a su amis-tad con Isaac Newton le ayuda a publi-car, costeando la misma, su “PrincipiaMatemática”. Miembro de la RoyalSociety y animado por la teoría gravi-tacional de Newton se propone calcu-lar las orbitas de los cometas, anun-ciando como todos sabemos la llegadade uno de ellos en 1682, el mismoobservado en 1531 y 1607. Investigóel magnetismo terrestre a bordo de unbarco por las costas americanas y afri-canas y publicó su método para ladeterminación de la paralaje del Solpor medio del tránsito de Venus en1716 e investigó sobre el movimientopropio de varias estrellas fijas. Com-parando observaciones de antiguoscatálogos, constató que tres de lasestrellas más brillantes Sirio, Procióny Arturo habían variado su distanciaangular respecto de la eclíptica. Deesto dedujo que las estrellas no sonfijas y que poseen movimientos pro-pios.

En Greenwich, Halley se concentróen las observaciones lunares, sobretodo entre los años 1722 y 1739.

Dicho cargo lo ocupó hasta sumuerte en 1742 siendo su sucesorJames Bradley quien descubrió la abe-rración de la luz y cuyos estudios faci-litaron que más tarde se determinara la

velocidad de la misma. Bradley, tratóde detectar la paralaje estelar obser-vando la estrella Gamma Draconis,que pasa casi por encima de la ciudadde Londres. Con la ayuda de su amigoSamuel Molyneux y con un telescopiode casi 8 metros de longitud que suje-taron a la chimenea de la casa de este,apuntaron a la estrella. En vez de ajus-tar el telescopio en los meses dediciembre y en junio como tenían pro-nosticado, el ajuste en los meses demarzo y septiembre adoptaba tal incli-nación, que no podía ser causada porla paralaje. Bradley contó con la inex-plicable comprensión de una tía suyaque le permitió perforar tanto el suelocomo el tejado de su vivienda parapoder instalar un telescopio mayor yde mejores prestaciones. Pero losresultados fueron los mismos. Cuentala leyenda que en un crucero por elTámesis, Bradley observó que al cam-biar el rumbo la embarcación, la vele-ta del mástil alteró la dirección. Si ladirección del viento parecía cambiarsegún el rumbo adoptado, la luz deuna estrella también podría sufrir cam-bios por el movimiento de la Tierra.Estas observaciones demostraban quela luz no es infinita y bautizó dichoefecto como “aberración”. Este fenó-meno produce una variación aparentede la posición de las estrellas de unos20,5 segundos de arco en el transcursode un año. También descubrió que laTierra tiembla ligeramente al no serperfectamente esférica (nutación).

Aunque estos descubrimientos no eranlos objetivos de Bradley en un princi-pio, sirvieron decisivamente para elcálculo de la paralaje. Demostró quelas paralajes de las estrellas no supera-ban un segundo de arco, pues de serasí lo hubiese detectado. De esto sedesprendía que las estrellas se encon-traban a más distancia de lo que secreía en aquella época. Estaremos deacuerdo que los primeros años de esteObservatorio fueron dirigidos por emi-nentes f iguras en la historia de laastronomía.

Pero un suceso acaecido durante lanoche del 22 de octubre de 1707 darápie al comienzo de parte de la historiade este Observatorio. Una flota britá-nica que regresaba victoriosa desdeGibraltar tras las batallas contra losfranceses en aguas mediterráneas,comete un error de calculo y su flotase estrella contra las islas Sorlingas,muriendo 2000 marinos y perdiendocuatro de los cinco buques que regre-saban. Este trágico acontecimiento fuela gota que colmo el vaso, que ya bas-tante lleno, obligó al Parlamentoingles en 1714 a ofrecer 20.000 libraspara aquel hombre que fuese capaz dedeterminar la longitud en el mar sinerrores.

Un barco debe conocer su latitud ysu longitud. La latitud es relativamen-te más fácil de obtener, ya sea por laduración del día, la altura del Sol o laposición de las estrellas; pero la longi-tud es otro tema. Para conocer la lon-

39NeomeniaNeomeniaNN..ºº 2299 ((44//0099))

Page 3: EL REAL OBSERVATORIO DE GREENWICH€¦ · Greenwich Park, iniciándose las obras el 10 de agosto de 1675 bajo la super-visión de Sir Christopher Wren. El edificio constaba de tres

gitud en el mar debemos saber quehora es en el barco y al mismo tiempoque hora es en otro lugar de longitudconocida.

Todos estaban de acuerdo en quepartiendo de la base que la Tierra tie-ne 360º de circunferencia que comple-tan una rotación completa en veinti-cuatro horas, cada hora equivale a 15ºde rotación. Es decir, una hora de dife-rencia entre dos lugares equivale a 15ºde diferencia en longitud (360:24=15).

Parecía sencillo, pero en el sigloXVIII no existía ningún mecanismoeficaz al respecto. Los relojes de pén-dulo inventados en el siglo anterior,debido a los movimientos del barco olos cambios de temperatura y presión,se desajustaban lamentablemente atra-sándose o adelantándose provocandoen muchas ocasiones la desesperaciónde los navegantes aun contando conlos mejores mapas o brújulas.

Muchos fueron los que dieron suparticular solución al problema; unoscon la ayuda de la Luna y las estrellas(Cassini, Newton, Halley) y otros conlas más estrafalarias ideas, ante la ató-nita mirada de reconocidos astróno-mos (muchos de ellos de Greenwich)que formaban lo que se llamó “Conse-jo de la Longitud”.

Pero seria John Harrison relojerode Lincolnshire quien daría la solu-ción. Prescindió del péndulo en susrelojes, intentado que prácticamenteno tuviese fricción, que no necesitasenlubricantes ni limpieza y que por

mucho que se moviese el barco sualteración fuese mínima.

Entre 1730 y 1735 creó el H1 quefuncionaba a base de cuerda, que evi-taban que su funcionamiento depen-diese de la dirección de la gravedad.Pesaba 34 kilos. Lo presentó al Conse-jo y un año después viajó con él en unviaje a Lisboa llevando la hora conbastante precisión.

Entre 1737 y 1740 John Harrisonrealizó el H2, más grande y pesado, deaproximadamente 39 kilos. Tras 19años de trabajo, hasta 1759 no creó elH3, de 27 kilos de peso y que incor-poraba una tira bimetálica que com-pensaba cambios de temperatura ade-más de un sistema antifricción en el

rodamiento de las bolas. Paralelamen-te trabaja sobre el que sería el H4, deun tamaño de tan solo 13 cm y un pesoque no llegaba a 2 kilos, lo cual lohacia mucho más manejable.

Pero la historia no acaba aquí. Elhijo de Harrison viaja a América en1762 con este último, llegando aJamaica el 19 de enero de 1762 endonde comprobó un error de tan solo 5segundos. Dos años después realizó unviaje a las islas Barbados, en donde elH4 tuvo un error de solamente 39segundos teniendo en cuenta que elviaje duró 47 días. El resultado obteni-do era excelente y muy superior alnecesario para obtener el premio, peroel Consejo de la Longitud reacio aconcederlo consideró que había sidofruto de la casualidad.

A pesar de todo el Consejo le ade-lanta 10.000 libras, dejando el H4 enel Real Observatorio de Greenwich enmanos del Astrónomo Real, quiendefendía la teoría del cálculo de la lon-gitud en base a las observaciones luna-res. Tras numerosas travesías con másrelojes, a John Harrison no le quedómás remedio que apelar al rey JorgeIII quien lo probó personalmente; perono seria hasta un año más tarde en1773 cuando el Parlamento Británicole concedía el dinero que le faltaba porcobrar reconociéndolo como la perso-na que había resuelto el dilema deconocer la longitud. Como reconoci-miento a este hombre, en el Observa-torio de Greenwich tiene una galería

CCuuaarrttoo ttrriimmeessttrree 2200009940 NeomeniaNeomenia

Flamsteed House y la bola roja. Foto Luis Alonso.

Castillo de Herstmonceux. Foto El Universo, (Sarpe)

Page 4: EL REAL OBSERVATORIO DE GREENWICH€¦ · Greenwich Park, iniciándose las obras el 10 de agosto de 1675 bajo la super-visión de Sir Christopher Wren. El edificio constaba de tres

con su nombre en donde podemosobservar todos los aparatos y relojesque diseñó. Fallece tres años despuésen su casa en 1776 a los 84 años deedad.

A James Bradley le sucede en elcargo Nathaniel Bliss, pero fallece dosaños después de ocupar el cargo, sien-do nombrado Neville Maskelyne(1732-1811). Este, relativamente rico,ordenó que las observaciones fueranpropiedad del Observatorio y tomómedidas para que se publicaran anual-mente. Había estado en la isla de San-ta Elena en 1761 y en el viaje de vuel-ta se dio cuenta de las dificultades quetenían los barcos para calcular su posi-ción en el mar. Publicó poco después“La guía de los Navegantes Ingleses”(The British Mariners Guide), en don-de explicaba como encontrar la longi-tud por medio del método de distan-cias lunares. Este método fue superadopor el cronometro marino como yahemos visto antes. Se comenzaron lasobservaciones solares, lunares, plane-tarias y de estrellas de forma sistemá-tica, publicando anualmente los resul-tados.

La invención del cronómetro y elsextante aumentó la necesidad dedatos astronómicos fiables, por lo queMaskelyne preparó la publicación del“Nautical Almanac”, cuya primerapublicación se inició en 1767 y siguiópublicándose hasta el pasado sigloXX. Aunque trabajó esencialmentebajo la rutina del laboratorio, Mas-

kelyne realizó un experimento singularcuyo fin consistía en pesar la Tierra ycalcular la densidad media de la mis-ma. Midió la desviación de un hilo deplomo cerca de algunas montañas deEscocia, lo cual le llevó a obtener unadensidad media de la Tierra de 4,5gr/cm3. Hoy el valor aceptado es deunos 5,5 gr/cm3.

Desde 1750 e l Obser va tor iocomienza la publicación de sus Obser-vaciones Astronómicas que desde1838 fueron de publicación anual.Cuando el tiempo lo permitía se reali-zaban fotografías del Sol a diario,guardándose un registro fotográficodesde 1873.

John Pond (1767-1836), astrónomoaficionado, sustituyó a Maskelyne enel cargo de dirección del Observatorio.Bajo su mandato se adquirió el primertelescopio ecuatorial y en 1833 inau-guró el servicio de señales horariasinstalando una gran bola roja de 1,7metros de diámetro que se dejaba caertodos los días desde la parte de arribade un asta que estaba situada sobre eltejado del palacio Wren.

La bola roja situada en la partesuperior del edificio principal (Flams-teed House) que marca el tiempo, bajaa la una del mediodía con el fin deindicar la hora a los barcos del Táme-sis. En la actualidad, cada día a las12:55 h, la bola comienza a elevarsepor el mástil para a las 13:00 h caer denuevo a su posición original.

Esta tradición no solo servia deutilidad a los barcos del Támesis, tam-bién era aprovechada por los habitan-tes de Londres. Hay que tener en cuen-ta que solo los habitantes más ricospodían permitirse el lujo de comprarun reloj y que la mayoría se basaba enlas observaciones del Sol para calcularla hora.

Si visitamos Greenwich con laintención (entre otras), de ver subir ybajar la famosa bola roja, saber queesta no funciona si el día amanece condemasiado viento.

Con la jubilación de Pond en 1835,concluye la primera fase de la historiadel Observatorio que desde su funda-ción, el control pasaba por el Consejode Materiales (Board of Ordnance)pero en 1818 este pasa al Almirantaz-go, hasta que en 1956 estas responsa-

bilidades fueron asumidas por el Con-sejo para la Investigación de las Cien-cias y de la Ingeniería.

Entre 1846 y 1851 William Las-sell, siendo sir George Biddell Airydirector (1801-1892), descubrió losdébiles satélites de Neptuno y Uranoutilizando un telescopio reflector de61 cm y fueron observados ocho delos satélites de Júpiter. Las investiga-ciones de Airy se extendieron a todoslos campos de la física, tanto teóricoscomo experimentales. A los emplea-dos que realizaban las observacionesno se les obligaba a trabajar durante24 horas seguidas, ni a los que hacíanlos cálculos a estar sentados delante dela escribanía durante 12 horas al díacomo en tiempos pasados; pero Airyimpuso una disciplina férrea a todosaquellos que dependían de él. Cuandofue nombrado director el trabajo en elobservatorio se limitaba a la astrono-mía meridiana y al cálculo cronométri-co. Esto cambió. No solo se mejoraronestos trabajos, sino que además secomenzaron otros programas de obser-vación con el único fin de aumentarlos conocimientos sobre la naturalezay dimensiones del Universo. Fue unbuen investigador, pero también unfantástico mecánico. Inventó el tubocenital de reflexión y la mayoría de losinstrumentos con los que enriqueció elObservatorio, los proyectó él hasta elmínimo detalle.

El reloj estándar que funcionó enel Observatorio durante más de 50años lo proyectó él. En 1852 se sincro-nizaron con éste las distintas bolashorarias de numerosos puertos ingle-ses y los ferrocarriles aceptaron el lla-mado “tiempo de Greenwich” en toda

41NeomeniaNeomeniaNN..ºº 2299 ((44//0099))

El autor de este articulo en el mismomeridiano cero.

Page 5: EL REAL OBSERVATORIO DE GREENWICH€¦ · Greenwich Park, iniciándose las obras el 10 de agosto de 1675 bajo la super-visión de Sir Christopher Wren. El edificio constaba de tres

la red del Reino Unido en 1865; exten-diéndose esto a las oficinas de correosy estableciéndose un horario legal entodo el país con las grandes ventajas ybeneficios que aquello suponía.

William M. Christie (1845-1922),asistente jefe desde 1870, sucedió aAiry en 1881. Procedente de una emi-nente familia de científicos, durante sudirección se instalaron nuevos telesco-pios y se aprovecharon las nuevas téc-nicas fotográficas.

Nació la Unión Astronómica Inter-nacional y en 1887 se comenzó enParis la Carte du Ciel, asignándosele aGreenwich la región centrada en elpolo norte. Se instala para este trabajoun refractor de 33 cm de abertura de lacasa Grubb. En 1892, la misma casa,instala otro de 65 cm para la determi-nación fotográfica para la paralaje yde los movimientos propios. Seadquiere otro refractor de 70 cm deabertura y 8,4 metros de focal y unreflector de 75 cm para estudiosespectroscópicos.

Durante el siglo XIX, el desarrollode la fotografía y la espectrografía die-ron paso a la astrofísica y al estudiodel Sol, la Luna y las estrellas. En1899 se completó la habitación delPabellón de Azimuth de Christie y elObservatorio Magnético. En 1932 seinstalarían dos nuevos telescopios.

Frank W. Dyson (1868-1939),sucedió a Christie en 1910. Trabajócomo asistente durante once años,aportando numerosas innovaciones alos instrumentos y a los edif icios.Durante la Primera Guerra Mundial,

cuando por falta de personal el Obser-vatorio se vio obligado a mantenersolo los servicios esenciales, Dysonideó en colaboración con Eddington,un ingenioso experimento que tuvo unéxito espectacular. Con ocasión deleclipse de Sol del 29 de mayo de 1919,dos grupos de astrónomos fueron a lafranja de totalidad. Uno, a la isla delPríncipe, el otro a Brasil. Los resulta-dos conjuntos confirmaron que losrayos luminosos se desvían debido a lagravedad, en una cantidad igual a laque predice la teoría general de la rela-tividad publicada por Einstein en1916.

Pero volvamos ligeramente atrásen el tiempo. En 1884 se reúnen enWashington 41 delegados de 25 nacio-nes con el objetivo de elegir un meri-diano principal, el cero de la longitudgeográfica, y así establecer una base

respecto a los husos horarios a nivelmundial. Se acordó que esta longitud0º fuese Greenwich. Así pues, estemeridiano pasó a ser ese semicírculoimaginario que une los polos y pasapor este antiguo observatorio.

Como el día tiene 24 horas, la Tie-rra se divide en 24 husos horarios,cada uno de los cuales contiene 15grados de longitud.

Esta conferencia internacional aus-piciada por el presidente de los Esta-dos Unidos, pretendía conseguir variosacuerdos como el adoptar un únicomeridiano que remplazase a losmuchos existentes y que las longitudestanto al este como al oeste se conside-rasen hasta los 180º desde este meri-diano inicial. Todo esto se aprobó con22 votos a favor, uno en contra y unaabstención, aunque el motivo queimpulsó la decisión de dicha elecciónbien pudo ser que gran parte delcomercio mundial dependiese de lascartas marítimas que se usaban enGreenwich.

En 1933 Sir Harold Spencer Jonessiendo director del Observatorio de ElCabo (Sudáfrica), es llamado parasustituir a Dyson, siendo el ultimoastrónomo real tradicional. Recibiódos medallas de oro (Royal Society yRoyal Astronomical Society), porobtener el valor más preciso de la uni-dad astronómica en aquel momento,estudiando durante diez años los datosde más de 3.000 placas astrométricas.

Pero llegado la mitad del siglo XX,las condiciones de visibilidad empeo-ran notablemente. Las luces de Lon-

CCuuaarrttoo ttrriimmeessttrree 2200009942 NeomeniaNeomenia

Page 6: EL REAL OBSERVATORIO DE GREENWICH€¦ · Greenwich Park, iniciándose las obras el 10 de agosto de 1675 bajo la super-visión de Sir Christopher Wren. El edificio constaba de tres

dres y su contaminación hicieron queel Observatorio se traslade al Castillode Herstmonceux en el condado deSussex en 1948, aunque su mayor acti-vidad se produjo en la década de loscincuenta.

Desde 1957 las funciones oficialesfueron transferidas a la Universidad deCambridge hasta que en 1998, con elcierre de esta, el viejo Observatoriorecupera su tradición y se convierte enmuseo.

En 1997 es nombrado patrimoniocultural de la humanidad por motivosobvios, pero en mayo del año 2004 unnuevo proyecto llamado “Tiempo yespacio” ve la luz en el mismo mes delaño 2007.

Pero demos ahora un paseo virtualde todo aquello que podemos disfrutar(y que yo disfruté) si acudimos a visi-tar este Real Observatorio en la actua-lidad. Paseemos por este parque demás de 70 hectáreas y visitemos, por-que no, el Museo Marítimo Nacional,el Real Colegio Naval y la Queen’sHouse todo ello rodeado en un encla-ve de singular belleza. Subamos laempinada cuesta que nos lleva alObservatorio y una vez arriba en laentrada principal pidamos que noshagan una foto junto al reloj Shepherdinstalado en 1852. Entremos a sumuseo lleno de numerosos instrumen-tos recuperados y los relojes de Harri-son, dando un salto por los orígenesdel pasado; pasado que continua en laCasa Flamsteed en donde encontrare-

mos una maravillosa y completacolección de relojes de péndulo y mul-titud de objetos relacionados con laastronomía y la navegación. Observe-mos por uno de los telescopios situadoen una de las salas y llevémonos unadivertida sorpresa. Nuestra mirada seperderá entre sus numerosas coleccio-nes de armas, monedas y cuadros, sinolvidar sus mapas, cartas y antiguostelescopios. También podemos admirardos telescopios Thompson de 30 y 26pulgadas, un telescopio reflector de2.50 metros de diámetro, además delfamoso Círculo de culminación de1852 cuyo eje óptico define el meri-diano de Greenwich.

En el proyecto de remodelaciónque dio comienzo en el año 2004 sehan invertido más de 24 millones deeuros y tendrá como recompensa másde un millón de visitantes al año. ParaPaul Martin, astrónomo que ha traba-jado en el proyecto, las nuevas galerí-as pretenden motivar a los jóvenes a laciencia y conseguir un lugar aun másemocionante para ser visitado, añadeRoy Clarke, director del Museo Marí-timo Nacional de Londres instituciónresponsable del observatorio.

Con una inclinación de 51º 28’, lalatitud exacta a la que se encuentraGreenwich, el Planetario Peter Harri-son ofrece un interesante contrastemoderno frente a los tradicionales edi-ficios ingleses. Un cono de bronce for-mado por numerosas placas pero fun-didas y unidas para que parezcan unasola pieza, se han puesto sobre unaestructura de hormigón de más de 250mm de espesor para evitar la penetra-ción del sonido. En el interior, unos120 espectadores por sesión, podrándisfrutar de un espectáculo audiovisualúnico gracias a un proyector digitalláser que les transportará hasta losconfines del universo.

Caminemos hasta la cúpula endonde esta instalado el telescopio de28 pulgadas, el séptimo más grandedel mundo de su tipo. Dicho telesco-pio fue utilizado hasta 1960 en lainvestigación de estrellas dobles, peroahora el renovado telescopio es partefundamental de los programas educati-vos del Real Observatorio. Se le hadotado de numerosos avances tecnoló-gicos y de una cúpula en forma de

cebolla fabricada con hierro remacha-do, cubierta con papel maché y quepuede ser disfrutada numerosasnoches para la observación del firma-mento. Sobre una montura ecuatorial,esta lente de 28 pulgadas cuyo tubotiene más de 8 pies de largo que elanterior (tiene forma redondeada peroel centro de cada extremo es rectangu-lar), de equilibrio perfecto puede sertrasladado fácilmente y moverse conprecisión en cualquier posición.

Descendamos esta pequeña colinaen dirección al pueblo en donde nosesperan anclados en el río los velerosCutty Sark y Gipsy Moth IV(al prime-ro lo están restaurando tras el incendioque sufrió recientemente), para nave-gar con ellos como lo hizo sir FrancisChichester alrededor del mundo, bajoel manto de estrellas que cubren el cie-lo de este imponente Real Observato-rio de Greenwich.

Bibliografía:

- Enciclopedia libre Universal- Enciclopedia Encarta- Observatorio Real de Greenwich.

Gloria Valek.- Wikipedia- Diversos artículos periodísticos- Espacio Profundo. Real Observa-

torio de Greenwich.- John Flamsteed. Francisco Pulido

Pastor.- National Maritime Museum.

Royal Observatory Greenwich.- Enciclopedia Sarpe de la Astro-

nomía. - Astronomy Centre and Peter

Harrison Planetarium.- La medida del Universo. Kitty

Ferguson.

43NeomeniaNeomeniaNN..ºº 2299 ((44//0099))