El Referencista No. 17 Oct-Dic 2012

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Terminamos la primera parte de esteartículo con una pregunta*. Y es difíciltener una respuesta. El problema sedebate entre cómo crear un sistemaque no refuerce el individualismo

presente en la concepción tradicional del autor,donde la difusión del conocimiento esté por sobrelas mezquindades individuales, y un sistema queno mate al autor, donde su muerte significaríaque las obras se conviertan en mercancías quese intercambian sin importar quién las creó,dejándolas como “free gifts” para un sistema(capitalista) que aún sigue siendo el dominante.Sólo se me ocurre la estrategia de simplementenegarse, negarse a publicar en revistas que nopermitan compartir los artículos, que cobren poracceder a éstos, negarse finalmente a entrar enel circuito de privatización de conocimiento. Omás bien, salirse de él.

En la actualidad, muy pocos autores recibenuna ganancia económica sustancial directamenteproveniente de la publicación de sus escritos.

El copyright posee una dimensión económicay otra moral. En su dimensión económica,constituye la forma en que el conocimiento esprivatizado y convertido en mercancía. En sudimensión moral, protege a los autores en suoriginalidad. En la actualidad, muy pocos autoresreciben una ganancia económica sustancial

Por un cambio en lapráctica académica deproducción y distribuciónde conocimientos

* «¿Cómo pensar en un sistema donde la práctica académica nosiga reforzando la privatización del conocimiento al seguir centrada enla protección del autor y sus obras bajo derechos de propiedad, peroque, por otro lado, el hacer invisible al autor o matarlo signifique unacirculación de obras como mercancías sin dueño, lo cual hace un granfavor al sistema capitalista al tener acceso a “free gifts”, es decir, co-nocimientos que son fácilmente incorporados en los circuitos de pro-ducción dominante?»

Los libros, como las personas, tienen el poder de cam-biar nuestras vidas, de orientar y definir nuestro fu-turo. Espero que, dicho así, lo anterior no le resulteexagerado a mis lectores.

En mi experiencia personal creo que ese ha sido el caso. Mepermito compartir con ustedes ahora, algunos comentariossobre mi experiencia de la lectura porque, como ustedes, hededicado algún tiempo a leer y releer. Creo que después de serhijo de mis padres, soy hijo de mis libros: de mis lecturas.

Me disculpo con quienes, conociéndome personalmente, no-tan que a pesar de que he pasado algún tiempo de mi vidaentre libros, no le hago justicia a ese hecho: la equivocación, elerror y la torpeza son inseparables de la humanidad.

Cuando, desde la infancia están presentes los libros -gene-ralmente en forma de cuentos o novelas- y hay alguien quenos anima a leer, nos lee en voz alta o nos pide que leamos aviva voz, uno “aprende” que de verdad es posible ver, oir ysentir -es decir, casi vivir- las historias cifradas en palabras, enlas novelas fantásticas, en los cuentos.

A esa edad (a mi me ocurrió entre los 5 y 6 años de edad),casi todo lo que uno lee es sorprendentemente real. Después,se descubre que la realidad es más -pero mucho, mucho más-sorprendente.

La lecturay la brevedad de la vida:¿qué leer y por qué?

Por Carlos Alberto Sánchez Velasco

Parte II y últimaPor Carolina Gainza

LT

No. 17, Octubre-Diciembre de 2012

El ReferencistaBoletín electrónico de la Dirección General de Bibliotecas de la Universidad Veracruzana

S E G U N D A É P O C A

336 lecturas indispensables (lista adaptada deGrandes libros del mundo occidental, de Robert

Hutchins y Mortimer Adler)2

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directamente proveniente de la publicación desus escritos. Sin embargo, los académicos pub-lican con editoriales y revistas académicas queimponen derechos de propiedad a su obra,porque éstas estánasociadas al proceso delegitimación académica.

Así, los autores cedenparte de sus derechospara que su obra seapuesta en circulación pormedios que les permitanadquirir una ciertareputación y nivel deinfluencia, para avanzar en sus carreras, serpromovidos y, ojalá, recibir un aumento desalario.

Quienes tienen una ganancia económicadirecta con las ventas son las editoriales, y poresto, son ellas quienes están preocupadas porla reproducción de las obras (no quiero aquísatanizar a las editoriales, sólo decir que aquellasque funcionan bajo intereses comercialesfuncionan así. Y aquí se incluyen la gran mayoríade las revistas académicas de prestigio).

El modelo de acceso abierto parece ser unabuena alternativa, ya que permite publicar perosin ceder los derechos intelectuales a laseditoriales. Por otro lado, permite que más per-sonas puedan acceder al conocimiento, alpublicarse de forma gratuita en Internet. Sinembargo, si bien esta forma de distribución delconocimiento representa una diferencia con elmodelo tradicional, no tiene necesariamentenada inherentemente emancipatorio o radical.Es una nueva forma de distribución, pero norepresenta un cuestionamiento de las formasde producción del conocimiento asociadas a laautoría. Sin embargo, debemos reconocer lassemillas de transgresión que el modelorepresenta y enfocarnos en esas prácticas deapertura hacia otros modelos de distribuciónbasados en el compartir y no en la limitacióndel acceso al conocimiento.

¿Qué pasaría si un día deja de importarnciaque nos copien o plagien?

Así, hay que reconocer que el modelo deacceso abierto sale de las formas tradicionales.¿Somos nosotros capaces de salirnos de este

modelo también?¿somos capaces de negarnosa publicar en editoriales que no permitancompartir nuestras producciones y hacer conellas lo que nos parezca? ¿Qué pasaría si nosconvirtiéramos en intelectuales-académicospiratas, parafraseando a Hall? ¿Qué pasaría si

un día deja deimportarnos que noscopien o plagien?

La cultura digital ofreceuna oportunidad para lacreación de nuevascondiciones deproducción, no sólo en lapráctica universitaria,

sino que en la sociedad completa.La práctica de compartir y de proteger las

producciones comunes que promueve la culturalibre puede llevarnos a generar nuevas formasde organización, donde la propiedad y laganancia pasen a segundo plano, donde el copy-right ya no sea un tema, donde las formas deautoría se vean reconfiguradas. Nadie sabe loque puede pasar, puede que la cultura libretermine absorbida por el sistema de produccióndominante y que lo refuerce, o que produzcanuevas formas de organización social. Y comodice Hall, justamente ese es el punto, nosabemos.

Lo importante es trabajar en las semillas detransgresión que contiene.

Hay algunos que ya están haciendo esto. Elartículo de Hall da cuenta de ésto. El artículosobre el ex-editor de la revista Genomics escritopor

Felipe Raimann también lo demuestra.Entonces, debemos reflexionar sobre siseguimos ejerciendo la labor de “actuar para”,es decir, apoyar los movimientos desde fuera, o“actuar en términos de” y asumir laresponsabilidad de modificar la prácticaprivatizadora que impera en la universidad.

Y para quienes sientan atacada su “identidad”intelectual o profesional al incurrir en estasprácticas, tengan presente que éstas ya estánsiendo atacadas con los recortes depresupuestos y la inestabilidad laboral dequienes pertenecemos al área de lashumanidades. Así las cosas, no tenemos nadaque perder.

De niño se aprende que es posible vivir los papeles, roles ysituaciones de aquellos personajes que, en las historias, se ex-ponen a los mayores peligros: explorando mundos, fundandoo derrumbando imperios por algo o alguien que aman; y sevive toda aquella aventura heróica, trágica o cómica pero siem-pre prodigiosa, desde la comodidad de una cama, a las dos dela madrugada, una noche de invierno, debajo de las cobijas ysábanas.

Con el tiempo, uno acaba por reconocer que no cambiaríapor nada -jamás, ni por todo el oro del mundo- esos momen-tos.

Desde muchos puntos de vista, la lectura es un aliciente a laimaginación, un estímulo poderosísimo para la inteligencia ylos sentimientos. Las palabras leídas con esmero, con devo-ción, con anhelo, concitan en la mente escenas, paisajes, per-sonajes, acciones, situaciones, emociones, que oscilan entre elasombro ante la vastedad del espacio cósmico y sus duracio-nes eternas, hasta la ternura por los frenéticos y tormentosos,pero imperceptibles acontecimientos descritos por un autor,en algún microscosmos, por ejemplo: en Sirio*, un perro.

Puede bien ser eso o lo otro, lo propiamente humano, lossentimientos de amor y traición, odio y paz, o la simple chá-chara -o verborrea- cerebral. Leyendo se redescubre la riquezasensorial con novelas geniales, como Ulises, de Joyce, pues ensus cientos y cientos de páginas se describe lo que aconteceapenas en un solo día. Otro ejemplo de las sorpresas quecausa la lectura es contemplar la riqueza narrativa implícita enla brevedad de cuentos, como los de Augusto Monterroso, ola realidad estremecedora de un horror apenas insinuado enlos cuentos de H. P. Lovecraft.

La lectura de poesía brinda otras experiencias inolvidables.Uno se sorprende de que pueda encerrarse y captarse todo uncosmos de sabiduría, emoción o sentimiento en un brevísimohaikú de tan solo tres versos, como éste, de Jorge Luis Borges:

¿Es un imperioesa luz que se apagao una luciérnaga?

Podría decirse que cierto aspecto de la teoría de la Relatividadde Einstein se constata en la literatura de todas las épocas ylugares. La de la relatividad del tiempo, por ejemplo. Lo quepara alguien puede ser, -simplemente, digamos- «despertar»:un proceso que cada mañana toma unos pocos segundos, unescritor magistral como Marcel Proust consigue describirlo conun detalle que llega casi a lo neurofisiológico, o a lo sagrado y

Por un cambio en la práctica académica...La lectura y la brevedad...

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maravilloso, y para ello ocupa varias páginas de En busca deltiempo perdido**. O, habitar la conciencia de una célula, tal comolo describe Italo Calvino en Priscilla***.

Es esta capacidad, que nos brinda la lectura, la de habitar oconocer -por así decirlo- mundos o fenómenos que material-mente son inalcanzables, lo que considero que despierta, a lalarga, en nosotros una sensación de profundo misterio, quemotiva el deseo de humanizarnos: ¿cómo puede desarrollarsetal inspiración, como para causar la imaginación de todo ésto?

Nos hacemos Uno, me parece, cuando ingresamos a estegran círculo de la vida, formado por los lectores. Puesto quelos libros y las palabras, nos brindan puntos de referencia co-munes, a los que podemos remitirnos como si se tratara deviejos amigos; parece que los autores hicieran una convocato-ria permanente a la hermandad de todos. Cuando conozco aalguien que ha leído una novela, o cuento, que yo también heleído, siento que hay muchos más motivos para conversar, paraintercambiar puntos de vista o impresiones, sobre lo leído porambos.

Hablar de la lectura es, inevitablemente, hablar de sus lími-tes y de las limitaciones de nuestro tiempo. No es posible leeren una vida ni un milésimo de todo lo que ha escrito la huma-nidad, desde que se inventó este instrumento prodigioso -di-cen algunos que, primero, para la dominación, y más reciente-mente para la liberación- que es: la escritura.

En lo personal, como bibliotecario y como maestro, cadavez que abro un libro me siento empequeñecido ante el cono-cimiento: ¡Yo soy tan ignorante, debo seguir leyendo! Siemprese esgrime como pretexto la falta tiempo para leer todo lo quese quiere leer, y se acaba destinando parte de ese tiempo a lasnuevas tecnologías -la Internet, adonde también se lee, aun-que distinto- y a los medios audiovisuales, principalmente latelevisión. Aunque es tema de otra reflexión, de pronto penséque por alejarnos de la lectura y de los libros, en vez de llamar-la «tele-visión» deberíamos llamarla tele-ceguera.

Tal vez coincidamos en el punto de vista de que todo secomplementa: libros, Internet, cine, música, etc.; pero, perso-nalmente, tengo la impresión de que el tiempo que he dedica-do a la lectura de libros, ha sido el tiempo mejor invertido detoda mi existencia. Incluso cuando me propuse leer un libroque terminó por aburrirme, o hacerme sentir temporalmentedefraudado, y lo dejé... Bueno ¡eso es experiencia!

Los libros reflejan toda la diversidad humana. Algunos atraeny fascinan, aunque luego decepcionan. Otras, que parecen noprometer nada, nos dan sorpresas, nos llenan de visiones queno se olvidan durante toda la vida. Por supuesto, la compañía

La lectura y la brevedad...

4 Fotos:Facebook/Samsara

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de nuestros semejantes -compañeros, amigos, familiares, seresqueridos- es insustituible por los libros, y es la mayor riquezaque nuestra especie puede heredar a un individuo. Yo ubicaríainmediatamente después de las personas, a los libros en se-gundo lugar, antes que cualquier otra cosa.

Estar acompañado de un libro que parece haber sido escritopara satisfacer esa necesidad personal, profunda, de entendery entenderse, de comprender a otros y comprenderse, esa ne-cesidad que se lleva consigo todo el tiempo, a todas partes,resulta un verdadero placer, un privilegio; es el equivalente acontar con ángel guardián de celulosa y cartón o tela, un con-sejero sabio que nos ilustra con viñetas y estilos tipográficos,en suma: un verdadero amigo -el libro- que nos comprende yanima, desde y con su garabateada blancura.

Tal vez una razón por la que muchas personas no se sienteninclinadas por la lectura constante, es porque no han dedicadotiempo a buscar lo suyo en bibliotecas, en librerías; no se handejado seducir por los lomos, las portadas y los títulos de lasobras impresas. Tampoco, creo, han encontrado a cierto autoren particular, que haya escrito sus textos en un estado anímico,o enmedio de alguna situación personal con la que esos lecto-res se puedan identificar con facilidad, con el que puedancomulgar y conectarse empáticamente.

Pueden creer ésto: cuando lo encuentren, sabrán que nuncahan estado solos, en realidad. Sin embargo, tras ese encuentro,la sensación de soledad individual se profundiza y se enrique-ce. Luego comenzamos a notar que, si no leemos -o reelemos-las palabras que hicieron eco en nuestra vida, entonces des-aparecen; así, comenzamos a darnos cuenta de la auténtica ca-lidad singular, personalísima y única, de nuestra soledad en elmundo: una soledad cósmica quizá aún más intensa, que aca-bará tarde o temprano -me parece- por convertirse en un de-seo de decir, de escribir, algunas palabras, en una urgencia deexpresar algo que queremos decirle a otro, o a otros, incluso aaquellos cuyos nombres ni rostros jamás conoceremos, peroque es algo que, de cierta forma nos parece justificar lo quehemos leído y también lo que somos.

He hablado de mi experiencia de la lectura, para introducirahora el asunto de ¿qué leer, ante la brevedad de la vida, ante lainsuficiencia de tiempo? Todo. Todo lo que se pueda. Peropara mayor guía, a continuación les presento una lista (no ex-haustiva, no sin sesgos, parcial, incompleta) de títulos, inspira-da básicamente en la que elaboró Mortimer Adler hace más demedio siglo. Mortimer Adler fue un periodista autodidacta,estadounidense, que participó como uno de los editores de laEnciclopedia Británica. Una búsqueda en Wikipedia por el con-cepto de Canon Occidental permitirá encontrar otras listas, delibros imprescindibles, semejante a ésta.

La lectura y la brevedad...

Notas:

*Stapledon, Olaf. Sirio.Argentina, Minotauro.PR6037 T18 S4 1973

**Proust, Marcel. En busca deltiempo perdido. España,Alianza.PQ2631 R63 1998

***Calvino, Italo. Tiempo cero.Priscilla. Argentina, Minotauro.

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Homero

La Ilíada U VU VU VU VU V

La Odisea U VU VU VU VU V

Esquilo

Las Suplicantes U VU VU VU VU V

Los persas U VU VU VU VU V

Siete contra Tebas U VU VU VU VU V

Prometeo encadenado U VU VU VU VU V

La Orestíada U VU VU VU VU V

-Agamenón-Choephoroe-Las Euménides

Sófocles

El ciclo de Edipo-Edipo Rey U VU VU VU VU V

-Edipo en Colono U VU VU VU VU V

-Antígona U VU VU VU VU V

Áyax U VU VU VU VU V

Electra U VU VU VU VU V

Las Traquinias U VU VU VU VU V

Filoctetes U VU VU VU VU V

Eurípides

Rhesus U VU VU VU VU V

Medea U VU VU VU VU V

Hipólito U VU VU VU VU V

Alcestes U VU VU VU VU V

Las heráclidas U VU VU VU VU V

Suplicantes U VU VU VU VU V

Las Troyanas U VU VU VU VU V

Ion U VU VU VU VU V

Helena U VU VU VU VU V

Andrómaca U VU VU VU VU V

Electra U VU VU VU VU V

Báquides U VU VU VU VU V

Hécuba U VU VU VU VU V

La locura de Heracles U VU VU VU VU V

Las fenicias U VU VU VU VU V

Orestes U VU VU VU VU V

Ifigenia en Tauris U VU VU VU VU V

Ifigenia en Áulis U VU VU VU VU V

El cíclope U VU VU VU VU V

Aristófanes

Los acarnienses U VU VU VU VU V

Los caballeros U VU VU VU VU V

Las nubes U VU VU VU VU V

Las avispas U VU VU VU VU V

La paz U VU VU VU VU V

Las aves U VU VU VU VU V

Las ranas U VU VU VU VU V

Lisístrata U VU VU VU VU V

Tesmorofias U VU VU VU VU V

Pluto U VU VU VU VU V

Herodoto

Los nueve libros de la historia U VU VU VU VU V

Tucídides

Historia de la Guerra delPeloponeso U VU VU VU VU V

Platón

Cármides U VU VU VU VU V

Lysis U VU VU VU VU V

Laques U VU VU VU VU V

Protágoras U VU VU VU VU V

Eutidemo U VU VU VU VU V

Crátilo U VU VU VU VU V

Fedro U VU VU VU VU V

Ion (De la poesía) U VU VU VU VU V

Simposio (Banquete) U VU VU VU VU V

Menón U VU VU VU VU V

Eutifrón U VU VU VU VU V

Apología U VU VU VU VU V

Critón U VU VU VU VU V

Fedón U VU VU VU VU V

Gorgias (De la retórica) U VU VU VU VU V

La República U VU VU VU VU V

Timeo U VU VU VU VU V

Critias U VU VU VU VU V

Parménides U VU VU VU VU V

Teetetes (De la ciencia) U VU VU VU VU V

Timeo U VU VU VU VU V

Fedón (Del alma) U VU VU VU VU V

El Sofista U VU VU VU VU V

Aristóteles

Lógica (Organon) U VU VU VU VU V

Categorías U VU VU VU VU V

Refutaciones sofísticas U VU VU VU VU V

Física U VU VU VU VU V

De los cielosDe la generación y lacorrupción U VU VU VU VU V

Los meteorológicos U VU VU VU VU V

Metafísica U VU VU VU VU V

Sobre el almaPequeñas obras biológicasHistoria de los animalesPartes de los animales

Investigación sobrelos animales U VU VU VU VU V

Reproducción delos animales U VU VU VU VU V

Ética a Nicómaco U VU VU VU VU V

Política U VU VU VU VU V

La Constituciónateniense U VU VU VU VU V

Retórica U VU VU VU VU V

Poética U VU VU VU VU V

Hipócrates

Tratados hipocráticos U VU VU VU VU V

Galeno

Sobre las facultades naturales

Euclides

Los trece libros de losElementos de Euclides U VU VU VU VU V

Arquímedes

Sobre la esfera y el cilindroMedida de un CírculoSobre los conoides y esferoidesSobre las espiralesSobre el equilibrio de los planosEl contador de arenaLa cuadratura de la parábolaSobre los cuerpos flotantesLibro de los LemasEl método de tratamiento de losproblemas mecánicos U VU VU VU VU V

Apolonio de Perga

Sobre las secciones cónicas

Nicómaco de Gerasa

Introducción a la Aritmética

Lucrecio Caro Tito

De la Naturaleza de las Cosas U VU VU VU VU V

Epicteto

Los discursos

Marco Aurelio

Las Meditaciones

Virgilio

Églogas U VU VU VU VU V

Geórgicas U VU VU VU VU V

La Eneida U VU VU VU VU V

Plutarco

Alejandro y César U VU VU VU VU V

Publio Cornelio Tácito

Los anales U VU VU VU VU V

Las historias U VU VU VU VU V

Ptolomeo

Almagesto

Nicolás Copernico

Sobre las revoluciones de losorbes celestes U VU VU VU VU V

Johannes Kepler

Epítome de astronomíacopernicana (Libros IV-V)La armonía del mundo (Libro V)

Plotino

Las seis Enéadas U VU VU VU VU V

Agustín de Hipona

Las confesiones U VU VU VU VU V

La Ciudad de Dios U VU VU VU VU V

Sobre la doctrina cristiana

Tomás de Aquino

Suma Teológica U VU VU VU VU V

Dante Alighieri

La Divina Comedia U VU VU VU VU V

Geoffrey Chaucer

Los cuentos de Canterbury U VU VU VU VU V

Nicolás Maquiavelo

El Príncipe U VU VU VU VU V

Thomas Hobbes

Leviatán U VU VU VU VU V

François Rabelais

Gargantúa y Pantagruel U VU VU VU VU V

Miguel de Montaigne

Ensayos U VU VU VU VU V

William Shakespeare

Enrique VI, Partes I, II y III U VU VU VU VU V

La tragedia de Ricardo III U VU VU VU VU V

La comedia de las equivocacio-nes U VU VU VU VU V

Titus Andronicus U VU VU VU VU V

La fierecilla domada U VU VU VU VU V

Los dos hidalgos de VeronaObras de amor perdido U VU VU VU VU V

Romeo y Julieta U VU VU VU VU V

La tragedia del rey Ricardo IIU VU VU VU VU V

Sueño de una noche de veranoU VU VU VU VU V

La vida y muerte del rey JuanEl mercader de Venecia U VU VU VU VU V

Enrique IV, Partes I y II U VU VU VU VU V

Mucho ruido y pocas nuecesLa vida del rey Enrique VJulio CésarA vuestro gusto U VU VU VU VU V

Noche de Epifanía o Lo quequeráis U VU VU VU VU V

La tragedia de Hamlet, Príncipede Dinamarca U VU VU VU VU V

Las alegres comadres deWindsor U VU VU VU VU V

Troilo y CrésidaEstá bien lo que acaba bien U VU VU VU VU V

Medida por medida U VU VU VU VU V

Otelo, el moro de Venecia U VU VU VU VU V

Rey Lear U VU VU VU VU V

Macbeth U VU VU VU VU V

Antonio y Cleopatra U VU VU VU VU V

Coriolano U VU VU VU VU V

La vida de Timón de Atenas U VU VU VU VU V

Pericles, príncipe de Tiro U VU VU VU VU V

Cymbeline U VU VU VU VU V

El Cuento de Invierno U VU VU VU VU V

La tempestad U VU VU VU VU V

La famosa historia de la vida delrey Enrique VIII U VU VU VU VU V

Sonetos U VU VU VU VU V

William Gilbert

El magneto terrestre

Galileo Galilei

Consideraciones y demostracio-nes sobre dos nuevas cienciasU VU VU VU VU V

William Harvey

Del movimiento del corazón y lasangre en los animales U VU VU VU VU V

De la generación en losanimales

Miguel de Cervantes

El ingenioso hidalgo Don Quijotede la Mancha U VU VU VU VU V

Sir Francis Bacon

El avance del saber U VU VU VU VU V

Novum OrganumLa nueva Atlántida U VU VU VU VU V

René Descartes

Reglas para la dirección delespíritu U VU VU VU VU V

El discurso del método U VU VU VU VU V

Meditaciones metafísicas U VU VU VU VU V

Las objeciones contra lasmeditaciones, y sus respuestasLa geometría U VU VU VU VU V

Benedicto de Spinoza

Ética: demostrada según elorden geométrico U VU VU VU VU V

John Milton

Inglés poemas menoresEl paraíso perdido U VU VU VU VU V

Samson AgonistesAreopagítica U VU VU VU VU V

Blaise Pascal

Las Cartas ProvincialesPensamientos U VU VU VU VU V

Ensayos científicos y matemáti-cos

La vida es corta: 336 lecturas indispensablesLista adaptada de Grandes libros del mundo occidental, de Robert Hutchins y Mortimer Adler)

UV UV UV UV UV = Está en el Catálogo Bibliotecario

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Sir Isaac Newton

Principios Matemáticos de laFilosofía Natural U VU VU VU VU V

Óptica

Christian Huygens

Tratado de la luz

John Locke

Carta sobre la tolerancia U VU VU VU VU V

Segundo tratado sobre elgobierno U VU VU VU VU V

Ensayo sobre el entendimientohumano U VU VU VU VU V

George Berkeley

Principios del conocimientohumano U VU VU VU VU V

David Hume

Investigación sobre elconocimiento humano U VU VU VU VU V

Jonathan Swift

Los viajes de Gulliver U VU VU VU VU V

Laurence Sterne

Vida y opiniones del caballeroTristram Shandy U VU VU VU VU V

Henry Fielding

La historia de Tom Jones, unexpósito U VU VU VU VU V

Charles de Secondat, Barón deMontesquieu

El Espíritu de las Leyes U VU VU VU VU V

Jean Jacques Rousseau

Discurso sobre el origen de ladesigualdad U VU VU VU VU V

Un Discurso sobre la economíapolíticaEl Contrato Social U VU VU VU VU V

Adam Smith

La riqueza de las naciones U VU VU VU VU V

Edward Gibbon

Historia de la decadencia y ruina

del Imperio Romano U VU VU VU VU V

Immanuel Kant

Crítica de la razón pura U VU VU VU VU V

Principios fundamentales de lametafísica de las costumbresU VU VU VU VU V

Crítica de la razón práctica U VU VU VU VU V

Lecciones de ética U VU VU VU VU V

La ciencia del derechoLa crítica del juicio U VU VU VU VU V

James Boswell

La vida del doctor SamuelJohnson U VU VU VU VU V

Antoine Laurent Lavoisier

Tratado elemental de QuímicaU VU VU VU VU V

Jean Baptiste Joseph Fourier

Teoría analítica del calor

Michael Faraday

Investigaciones experimentalesen electricidad

Georg Wilhelm Friedrich Hegel

Filosofía del derecho U VU VU VU VU V

La filosofía de la historia U VU VU VU VU V

Johann Wolfgang von Goethe

Fausto U VU VU VU VU V

Herman Melville

Moby Dick o la ballena blancaU VU VU VU VU V

Charles Darwin

El Origen de las especies pormedio de la selección naturalU VU VU VU VU V

El origen del hombre y laselección en relación al sexo U VU VU VU VU V

Carlos Marx

El Capital U VU VU VU VU V

Carlos Marx y Federico Engels

El Manifiesto del Partido

Comunista U VU VU VU VU V

León Tolstoi

La guerra y la paz U VU VU VU VU V

Fyodor Mikhailovich Dostoievsky

Los hermanos Karamazov U VU VU VU VU V

William James

Los principios de la psicología

Sigmund Freud

El origen y el desarrollo delpsicoanálisisFragmentos de análisis de uncaso de histeria U VU VU VU VU V

La educación sexual de losniñosLas perspectivas futuras de laterapia psicoanalítica U VU VU VU VU V

La interpretación de los sueñosIntroducción al narcisismoLos instintos y sus destinosRepresiónEl inconscienteUna introducción general alpsicoanálisis U VU VU VU VU V

Más allá del principio del placerU VU VU VU VU V

Psicología de las masas yanálisis del YoEl yo y el ello U VU VU VU VU V

Inhibición, síntoma y angustiaPensamientos para el Timessobre la guerra y la muerteEl malestar en la cultura U VU VU VU VU V

Nuevas conferencias deintroducción al psicoanálisis

Juan Calvino

Institución de la religión CristianaU VU VU VU VU V

Desiderius Erasmus

Elogio de la locura U VU VU VU VU V

Molière

La mujeres sabihondas U VU VU VU VU V

El Tartufo U VU VU VU VU V

Don Juan U VU VU VU VU V

El avaro U VU VU VU VU V

El señor aspiranteEl enfermo imaginario U VU VU VU VU V

Jean Racine

Berenice U VU VU VU VU V

Fedra U VU VU VU VU V

Voltaire

Cándido U VU VU VU VU V

Denis Diderot

El sobrino de Rameau U VU VU VU VU V

Søren Kierkegaard

Temor y temblor U VU VU VU VU V

Friedrich Nietzsche

Más allá del bien y del mal U VU VU VU VU V

Alexis de Tocqueville

La democracia en América U VU VU VU VU V

Honoré de Balzac

La cousine Bette U VU VU VU VU V

Jane Austen

Emma U VU VU VU VU V

George Eliot

Middlemarch U VU VU VU VU V

Charles Dickens

Little Dorrit U VU VU VU VU V

Mark Twain

Las aventuras de HuckleberryFinn U VU VU VU VU V

Henrik Ibsen

Casa de muñecas U VU VU VU VU V

El pato salvaje U VU VU VU VU V

Hedda Gabler U VU VU VU VU V

El maestro constructor

William James

Pragmatismo

Henri Bergson

Introducción a la metafísica

John Dewey

Experiencia y educación U VU VU VU VU V

Alfred North Whitehead

La ciencia y el mundo moderno

Bertrand Russell

Los problemas de la filosofía U VU VU VU VU V

Martin Heidegger

¿Qué es metafísica? U VU VU VU VU V

Ludwig Wittgenstein

Investigaciones filosóficas U VU VU VU VU V

Karl Barth

La palabra de dios y la palabrade hombre

Henri Poincaré

La ciencia y la hipótesis U VU VU VU VU V

Max Planck

Autobiografía científica y otrosdocumentos U VU VU VU VU V

Alfred North Whitehead

Una introducción a lasmatemáticas

Albert Einstein

Sobre la teoría de la relatividadespecial y general U VU VU VU VU V

Arthur Eddington

El Universo en Expansión

Niels Bohr

Teoría Atómica y la descripciónde la Naturaleza U VU VU VU VU V

Discusión con Einstein sobreEpistemología

GH Hardy

Apología de un matemático

Werner Heisenberg

Física y filosofía

Erwin Schrödinger

¿Qué es la vida? U VU VU VU VU V

Theodosius Dobzhansky

Genética y el origen de lasespecies U VU VU VU VU V

CH Waddington

La naturaleza de la Vida

Thorstein Veblen

La teoría de la clase ociosa U VU VU VU VU V

RH Tawney

La sociedad adquisitiva

John Maynard Keynes

La teoría general de laocupación, el interés y el dineroU VU VU VU VU V

Sir James George Frazer

La rama dorada U VU VU VU VU V

Max Weber

Ensayos de sociologíacontemporánea U VU VU VU VU V

Johan Huizinga

El otoño de la Edad Media U VU VU VU VU V

Claude Lévi-Strauss

Antropología estructural U VU VU VU VU V

Henry James

La bestia en la jungla

George Bernard Shaw

Santa Juana U VU VU VU VU V

Joseph Conrad

El corazón de las tinieblas U VU VU VU VU V

Anton Chekhov

Tío Vanya U VU VU VU VU V

UV UV UV UV UV = Está en el Catálogo Bibliotecario

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Luigi Pirandello

Seis personajes en busca deautor U VU VU VU VU V

Marcel Proust

El recuerdo de las cosaspasadas U VU VU VU VU V

Un amor de Swann U VU VU VU VU V

Willa Cather

Una dama extraviada

Thomas Mann

La muerte en Venecia U VU VU VU VU V

James Joyce

Ulises U VU VU VU VU V

Un retrato del artista adolescen-te U VU VU VU VU V

Virginia Woolf

Al faro U VU VU VU VU V

Franz Kafka

La metamorfosis U VU VU VU VU V

David Herbert Lawrence

El oficial prusiano

TS Eliot

La tierra baldía U VU VU VU VU V

Eugene O'Neill

Mourning Becomes Electra U VU VU VU VU V

F. Scott Fitzgerald

The Great Gatsby U VU VU VU VU V

William Faulkner

Una rosa para Emily U VU VU VU VU V

Bertolt Brecht

Madre coraje y sus hijos U VU VU VU VU V

Ernest Hemingway

El viejo y el mar U VU VU VU VU V

La vida feliz de FrancisMacomber U VU VU VU VU V

George Orwell

1984 U VU VU VU VU V

Rebelión en la granja U VU VU VU VU V

Samuel Beckett

Esperando a Godot U VU VU VU VU V

Walt Whitmann

Hojas de hierba U VU VU VU VU V

Jorge Luis Borges

El Aleph U VU VU VU VU V

Ray Bradbury

Crónicas marcianas U VU VU VU VU V

Fahrenheit 451 U VU VU VU VU V

Arthur C. Clarke

2001: una odisea espacial U VU VU VU VU V

Juan Rulfo

Pedro Páramo U VU VU VU VU V

El llano en llamas U VU VU VU VU V

Fray Bernardino de Sahagún

Historia general de las cosas dela Nueva España U VU VU VU VU V

Miguel León-Portilla

Visión de los vencidos U VU VU VU VU V

Octavio Paz

El laberinto de la soledad U VU VU VU VU V

El ogro filantrópico U VU VU VU VU V

José María Morelos y Pavón

Sentimientos de la nación

Carlos Fuentes

Aura U VU VU VU VU V

Manuel Payno

Los bandidos del Río Frío U VU VU VU VU V

José Vasconcélos

Ulises criollo U VU VU VU VU V

Elena Poniwatowska

La noche de Tlatelolco:testimonios de historia oral U VU VU VU VU V

Ramón López Velarde

Zozobra U VU VU VU VU V

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Diez días que estremecieron almundo U VU VU VU VU V

México insurgente U VU VU VU VU V

Fernando del Paso

Noticias del imperio U VU VU VU VU V

José Trigo U VU VU VU VU V

Fernándo Benítez

Los indios de México U VU VU VU VU V

José Revueltas

El apando U VU VU VU VU V

del

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