El reto de aumentar la producción de habas en ApurímacLas habas fueron traídas a América por los conquistadores españoles, pero esta leguminosa se “andinizó”, y hoy casi toda su producción viene de nuestra sierra. Como parte del proyecto IssAndes, CAPAC Perú promueve en Andahuaylas la siembra de dos nuevas variedades, la “Gergona” y la “Munay Angélica”, de excelente producción

Esta leguminosa constituye uno de los principales cultivos de la sierra, pues en dicha región se

siembran cada año aproximadamente el 95% de las 32,000 hectáreas que existen a nivel nacional

(1,200 hectáreas en el departamento de Apurímac).

Los frutos (granos verdes o secos) de esta planta son utilizados como alimento tradicional en sopas,

sancochados, ensaladas y refrescos; destaca su alto contenido de proteínas, carbohidratos, vitaminas y

minerales. Por el lado productivo, otra ventaja de este cultivo es que aporta nitrógeno atmosférico al

suelo a través de la simbiosis con las bacterias nitrificantes, ofreciendo así una mejora de la calidad del

suelo

Valor nutricional del haba (grano seco) por porción de 100 gramos:

Fuente y elaboración: CAPAC Perú

A pesar de todas sus cualidades, en el Perú no se le ha prestado la suficiente atención, por lo que su

producción se ha estancado, incluso con tendencia a decrecer.

Las variedades sembradas regularmente en Andahuaylas son materiales con más de 15 años de

utilización, con problemas de virus, susceptibles a antracnosis y pudriciones radiculares, lo que sumado

a la falta de asistencia técnica y capacitación determina que sus rendimientos no superen los 800

kilogramos por hectárea.  Por ello, dentro del proyecto IssAndes y con la asesoría de CAPAC Perú, se

planificó la siembra de dos nuevas variedades, con material proveniente de semilleristas calificados de

las regiones de Junín y Cusco:

Gergona: variedad de muy buena capacidad de macollamiento, alto rendimiento por hectárea y alta calidad tanto en grano verde (4 a 5 granos por vaina) como en grano seco.Munay Angélica: variedad tolerante a virus, buen rendimiento y buena calidad de grano seco, de alta aceptación en el mercado nacional  (Abancay, Cusco y Lima) e internacional.Estas variedades han sido sembradas en Andahuaylas en parcelas semi comerciales  con las

organizaciones de productores “Los Andes”, “Kishuar” y “Alto Andinos Tintay”, en Kishuará y

organizaciones nuevas en Pichuipata y Sotapa;  Se espera duplicar la producción de las variedades

tradicionales, y cosechar entre 1,600 y 2,000 kilogramos de grano seco por hectárea.

La finalidad de estas siembras es mejorar la seguridad alimentaria en la zona, aumentando la

producción y el consumo de un producto delicioso y nutritivo, principalmente de los niños, además de

innovar con variedades de buena aceptación comercial comparada con las tradicionales.