el Rocoto Rrelleno

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EL ROCOTO RELLENO: LA VERSIÓN COMESTIBLE DE LA FACHADA PRINCIPAL DE LA IGLESIA DE LA COMPAÑÍA Muchas veces la prisa cotidiana, la costumbre de lo permanente o alguna otra circunstancia hacen que lo asombroso y extraordinario pase desapercibido ante nuestros ojos adormecidos por lo rutina. Es el caso de la magnífica fachada principal de la Iglesia de la Compañía de Jesús de Arequipa, que por sus características se constituyó en el siglo XVI en el verdadero epicentro de un movimiento cultural y, de manera más específica, arquitectónico al constituirse en el germen del denominado estilo barroco-mestizo o textilográfico como prefieren llamarlo unos u otros. Más allá de las divergencias de interpretación, la Compañía es, sin lugar a dudas, un símbolo de aquello maravilloso que los mundos hispano y andino han podido amalgamar en fructífera interacción. Más allá del retórico y trasnochado discurso de dominación y resistencia que pretende reducir la compleja y rica realidad de nuestro mestizaje a una simple lucha de fuerzas antagónicas, esta notable fachada permanece como muestra de coherencia y armonía entre aquellos dos universos que se encontraron en el territorio andino en la primera mitad del siglo XVI. Esta realidad parece estar más allá de bizantinas discusiones, las mismas que, a diferencia de ella, no han pasado con éxito la prueba del tiempo. Allí permanece con su compleja iconografía, constante, cotidiana, elocuente la fachada en ciernes, al margen revoluciones, cambios de temperatura política, social y hasta terremotos durante ya más de trescientos años. Sin embargo ésta venerable anciana, madre de nuestra identidad cultural es víctima de nuestra indiferencia, con un clamor de siglos: Santo Dios, Santo Inmortal, Santo Fuerte, ten Misericordia de Nosotros. Si la arquitectura es el reflejo material y tangible de la personalidad de una sociedad, la fachada motivo de estas reflexiones lo es de de modo específico, casi a manera de postal o tarjeta de presentación de lo que es la identidad cultural de Arequipa. En ella se conjugan de un modo asombrosamente armónico por un lado símbolos europeos: Imágenes de santos, vírgenes, anagramas paleocristianos; Y por el otro: Pumas, miriápodos y spóndylus de de la más rancia tradición andina. Todos ello en un auténtico “diálogo de interculturalidad” que resulta ser la mejor manera de definir este proceso cultural. Haciendo un símil y guardando las distancias, eso mismo ocurre en un plano que podría ser más pedestre, mundano y doméstico, si se quiere, pero al mismo tiempo de mayor proximidad en la sensibilidad popular, hablamos de la cocina, y para muestra un botón:

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sobre el rocoto relleno, plato tipico de arequipa

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  • EL ROCOTO RELLENO: LA VERSIN COMESTIBLE DE LA FACHADA PRINCIPAL

    DE LA IGLESIA DE LA COMPAA

    Muchas veces la prisa cotidiana, la costumbre de lo permanente o alguna otra circunstancia hacen

    que lo asombroso y extraordinario pase desapercibido ante nuestros ojos adormecidos por lo

    rutina.

    Es el caso de la magnfica fachada principal de la Iglesia de la Compaa de Jess de Arequipa, que

    por sus caractersticas se constituy en el siglo XVI en el verdadero epicentro de un movimiento

    cultural y, de manera ms especfica, arquitectnico al constituirse en el germen del denominado

    estilo barroco-mestizo o textilogrfico como prefieren llamarlo unos u otros.

    Ms all de las divergencias de interpretacin, la Compaa es, sin lugar a dudas, un smbolo de

    aquello maravilloso que los mundos hispano y andino han podido amalgamar en fructfera

    interaccin.

    Ms all del retrico y trasnochado discurso de dominacin y resistencia que pretende reducir la

    compleja y rica realidad de nuestro mestizaje a una simple lucha de fuerzas antagnicas, esta

    notable fachada permanece como muestra de coherencia y armona entre aquellos dos universos

    que se encontraron en el territorio andino en la primera mitad del siglo XVI. Esta realidad parece

    estar ms all de bizantinas discusiones, las mismas que, a diferencia de ella, no han pasado con

    xito la prueba del tiempo.

    All permanece con su compleja iconografa, constante, cotidiana, elocuente la fachada en ciernes,

    al margen revoluciones, cambios de temperatura poltica, social y hasta terremotos durante ya

    ms de trescientos aos. Sin embargo sta venerable anciana, madre de nuestra identidad cultural

    es vctima de nuestra indiferencia, con un clamor de siglos: Santo Dios, Santo Inmortal, Santo

    Fuerte, ten Misericordia de Nosotros.

    Si la arquitectura es el reflejo material y tangible de la personalidad de una sociedad, la fachada

    motivo de estas reflexiones lo es de de modo especfico, casi a manera de postal o tarjeta de

    presentacin de lo que es la identidad cultural de Arequipa. En ella se conjugan de un modo

    asombrosamente armnico por un lado smbolos europeos: Imgenes de santos, vrgenes,

    anagramas paleocristianos; Y por el otro: Pumas, miripodos y spndylus de de la ms rancia

    tradicin andina. Todos ello en un autntico dilogo de interculturalidad que resulta ser la mejor

    manera de definir este proceso cultural.

    Haciendo un smil y guardando las distancias, eso mismo ocurre en un plano que podra ser ms

    pedestre, mundano y domstico, si se quiere, pero al mismo tiempo de mayor proximidad en la

    sensibilidad popular, hablamos de la cocina, y para muestra un botn:

  • El emblemtico rocoto relleno, casi un smbolo patrio para los nacidos al pi del Misti.

    En efecto, en este digno representante de la culinaria regional tambin se fusionan de manera

    armoniosa, y por qu no? deliciosa, elementos que son oriundos de la tierra andina como son el

    mismsimo rocoto, la papa milenaria y el man que condimenta el relleno con elementos aportados

    por la presencia hispana.

    Podra concebirse este potaje sin el requesn, la cebolla, el ajo, las aceitunas, la carne de res, la

    pimienta, la zanahoria y otros ingredientes que si bien su origen se remonta o otros confines de

    Europa, frica y hasta Asia nos llegaron como parte de aquel aporte espaol?

    Pues categricamente no.

    Del mismo modo que no puede concebirse una fachada como la principal de la Iglesia de la

    Compaa dejando de lado alguno de los aportes que le dieron lugar, ya sean hispanos o andinos.

    Aqu es inmanente una verdad: El mestizaje es una realidad concreta e indisoluble y nos define

    culturalmente como sociedad, a los arequipeos y a todos los peruanos.

    Una reflexin final: si nos es tan fcil aceptar nuestro mestizaje de manera valorativa y positiva en

    mbitos como la arquitectura y sobre todo la gastronoma, Por qu no es tan sencillo valorarlo en

    otros campos de nuestra existencia?

    De esta reflexin podremos establecer criterios que nos permitan una coherente y slida

    comprensin de lo que somos tanto como arequipeos, peruanos y en ltima instancia como

    ciudadanos del mundo. Finalmente todos los pueblos son fruto de sucesivos y enriquecedores

    mestizajes.

    Rafael Longhi Saravia

    Publicado en el quincenario ENCUENTRO Viernes 8 de junio del 2012.