El Secreto de La Cueva Negra (Transcrito) - Pepe Pelayo

7/27/2019 El Secreto de La Cueva Negra (Transcrito) - Pepe Pelayo

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El secreto de la cueva negra

ciudad de bastante importancia

Vio la entrada de la cueva slo por la c laridad dluna, la cual pudo momentaneamente liberarse de nubarrones oscuros. Se acerc. No deseaba continuar, una fuerza irresistible lo atraa haca dentro. !la humehaca difcil la respiracin. Un relampago ilumin un pointerior de la caverna, pudiendo observar esparcidas elactitas y sus sombras. Sigui avanzando en penumbras hque la oscuridad absoluta luc invadiendo el entorno. Voa sentir las ganas de regresar, pero fue intil. Aquella fuinvisible lo arrastraba. Cuando sus ojos se adaptaron falta de luz, comenz a notar dos diminutos punamarillentos a lo lejos. Fue acercndose hacia ellos.repente, se dio cuenta de que eran un par de ojos reflejaban una mirada diablica, espeluznante. Pero no pdetenerse. Ya sin control, se dirigi vertiginosamente haquellos ojos.


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Percibi entonces cmo algo peludo pero spero lo abrazSinti un agudo dolor en el cuello. Le costaba respirarcada instante perda ms sus fuerzas. Su mente se turbando y ya ni siquiera quera huir. Slo ansiaba aquello terminase. Pero antes de desfallecer pudo dcuenta de su situacin: su cuerpo se quedaba sin sanSinti que era el fin.

De pronto, abri los ojos terriblemente asustado cost comprender que haba tenido una vez ms aquhorripilante pesadilla. Su experiencia le indicaba que no

casualidad que se repitiera tantas veces el mismo suMir a ambos lados y no encontr nada extrao en la grrama donde dorma. Estir sus alas y tuvo que bostezar.

Dirigi su vista hacia la cabaa y por la ventana pcontemplar a La Urraca almorzando. Debo recocontarle mi pesadilla, se dijo. Entonces, decidi sedurmiendo para tratar de descansar y ver si ahora logdisfrutar de su sueo favorito, donde se vea a s mismgeneral de un ejrcito.

Volvi a cerrar los ojos, rezando para no sufrirnuevo el maldito sueo. Sueo, segn l, que vaticinabahorrible tragedia en Montebello.

Aunque enclavada en un entorno rural, entre cecruzados por cristalinas corrientes de agua dulce, exubervegetacin y escasa fauna a excepcin de todo tipo daves , Montebello era una ciudad de bastante importandado el nmero de sus habitantes, as como por produccin de aves de corral, huevos y vino de alpiste.


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De su ubicacin, al pie de uno de los ms hetmomontes, le vena el nombre, aunque tambin esta pobla pudiera haberse nombrado Quesogruyere, porque cerros que la circundaban estaban horadados por infinidacuevas de mayor o menor tamao, semejantes a ese tipqueso con hoyitos. Pero lo que ms distingua y por loera conocida Montebello en todo el pas, e inclinternacionalmente, era porque en esta ciudad se hacreado unas competencias deportivas con la participaciaves de distintas especies, que poco a poco fueron gana

en popularidad, hasta convertirse en una prctica quextendi a otras localidades y, con el tiempo, sali defronteras para comenzar a practicarse en numerosos pas

Tanta fama ganaron las competencias de velocidadaves en todo el mundo, que hasta se fund la FederaInternacional de esta especialidad, cuya sede y presiderecay, lgicamente, en Montebello. Ah se celebradems, el congreso ordinario de la organizacin yCompetencia Internacional de Velocidad de Aves.

Precisamente, Montebello y sus ciudadanos encontraban ahora inmersos en los preparativos parcompetencia previa y clasificatoria, de la que se elegirrepresentante para el gran certamen internacional. En todos tornaban parte, puesto que los que no compeapoyaban a sus favoritos y participaban en las jornafestivas alrededor del evento.

En esta ocasin, nuevamente entre los favoritos pganar esta edicin de la Competencia Nacional, y con elderecho de representar a Montebello en el encuen


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internacional, estaba el seor Javier guila, experimentado criador y entrenador. Haba obtenido la CAlas Veloces en los dos ltimos torneos celebrados, dosu halcn peregrino nombrado Centella no tuvo rivalecomo este ao era ste el ave inscrita por Aguila parcompetencia que habra de celebrarse en breve, muchodaban como el aspirante de ms fuerza para llevarse tolos premios.

El seor guila viva solo con su hija l 'ata, quien no bonita, pero s muy simptica. Esa cualidad, unida a qu

la hija del famoso ganador y duea tambin de ( '.entellhaca ser el centro de atencin de i asi todos sus compade colegio.

Para el exitoso entrenador, los ltimos ajustes en preparacin de su halcn transcurran con toda normalicuando lecibi la inesperada visita de dos individvestidos de gris, con sombreros del mismo i olor calahasta las tupidas cejas, caras largas y huesudas, narsemejantes a picos de ave carroera y ojillos penetrantesverlos, uno estaba obligado a pensar en dos lechuzas. muy alto y otro de baja estatura.

Ustedes dirn en qu puedo servirles se ofreciguila muy educadamente, a pesar de que no le gust n poco el aspecto de aquellos visitantes.

Usted es el dueo del halcn peregrino inscrito pla competencia? pregunt el individuo ms bajo.

S, soy yo. Le queremos hacer una propuesta -dijo el otro

ms prembulo.


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Cllate estpido! lo cort el pequeo, dando uridculo salto para poder

propinarle una fuerte bofetada Eso lo tena quedecir yo!

Est bien! Pero no tenas que pegarme! Ah, no? Y cmo quieres t que...? ;Qu

propuesta es esa? sonri el pap de Cata alinterrumpir la discusin de los dos hombres.

Ofrecerle dinero dijo el bajito. Dinero?A m? Para qu? se sorprendi guila.

Para que no se presente en la competencia respondi el alto y sac un abultado *.obre de s bolsillo.

Eso tambin lo tena que decir yo! salt denuevo el pequen, pegndole al espigado una


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cachetada con cada mano . , lYi slo sacabas eldinero!

Yo creo que no, pero no te voy .t discutir! Sinembargo, no tenas que golpearme.

Y cmo quieres...! Oigan! Oigan! el entrenador arrug el

entrecejo y mir inquisitivamente a los personajes qutena enfrente, pues no poda dar crdito a la propuesque acababan de hacerle.

Ustedes estn bromeando, verdad?

El ms bajito de los individuos dio un pasoadelante y dijo en tono glido: Estamos hablando rriuy en serio, seor, y le

aconsejo que acepte ese sobre que le ofrece mhermano gemelo.

Fuera de mi casa! fue la reaccin deguila.

Pinselo mejor, seor, porque puedelamentarlo amenaz el pequeo sujeto y estir su brazo para sealar el sobre que sostena el otro .Tome usted...

Fuera de mi casa! repiti el pap de Catacon los dientes apretados y en tono que no admitrplicas.

-Ya nos vamos, seor Aguila amenaz elhombre bajito pero tenga la seguridad de que searrepentir de no haber aceptado nuestra oferta!

Ya nos veremos las caras! grit ellarguirucho . Muy pronto...


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Cllate, animal! volvi a cortarlo suhermano abofetendolo varias veces, por lo que tuvque brincar seguido- . Eso no lo tenamos que decir!

Pero no tenas...! Es lo menos que...!Y discutiendo desaparecieron tan

inesperadamente como haban llegado.Aguila se qued unos minutos pensando en lo

ocurrido, pero como su mente deba estar concentraden la preparacin final de Centella para la

competencia, lleg a la conclusin de que aquellosujetos no eran ms que un par de locos y no le dims importancia al asunto.

Fue un error de su parte, que ya habra delamentar das ms tarde.

Con un chasquido de dedos

Todo comenz muy temprano en el don deentrada al colegio. FaJtaba muy poco tii inpo para lfiesta ms importante de la < i miad y todos estaba

impregnados del entusiasmo que siempre provocabeste aconte- nniento entre los ciudadanos.

Un nio se destac entre los dems liando lleg al colegio saltando en un solo pie silbando como siempre. Pato, al verlo, lo llam:


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Canarito! Canarito! Hey! Pato Cara de Gato! le respondi su

amigo.A Pato le dio mucha risa ese nuevo apodoy,

mientras se acercaba Canarito, mir a su alrededor. Drepente, cerr los ojos, apret los labios, aguant lrespiracin, hizo un chasquido con los dedos de ambamanos y... Prcata! Todos los alumnos, padres y profesores que estaban all se paralizaron y quedarocomo maniques, en las mismas posiciones. Un

mam que estaba agachada, abotonando la camisa dsu hijito, dos chiquillos forcejeando por una pelotuna nia en el aire porque haba saltado de un bancun padre disimulando detrs de una columna con udedo metido en su nariz, una maestra agarrando couna mano la oreja de un estudiante y con la otrsaludando amablemente a una colega.

Ambos nios se hubieran redo con todo aquellde no ser por el susto. Y esto? pregunt Canarito . No entiendo.

Por qu se quedaron as? No s. Creo que lo hice yo. Increble! Cmo lo lograste? quiso saber

su amigo. No s muy bien. Hice as...El Pato volvi a cerrar los ojos, a apretar lo

labios, a aguantar la respiracin, a chasquear los dedoy... Prcata! No pas absolutamente nada! La gentsegua quieta, inmvil.


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Cmo hiciste? lo imit Canarito .As...?

Y el nio hizo las mismas acciones de su amigocerr los ojos, separ los labios, pero al darse cuentde que no era as, rectific inseguida y los apret comrealmente deba ser; aguant la respiracin, chasquelos dedosy... Prcata! Todo el mundo otra vez a lanormalidad! Cada uno en lo suyo, como si no hubiersucedido nada.

Vamos a hacerlo otra vez! se entusiasm

Canarito, repitiendo el proceso.Pero con l, nofuncion. La gente continuabmovindose como es usual.

El Pato entonces realiz de nuevo la mismaoperacin y... Prcata! Todos inmovilizados una vems!

No lo puedo creer! T los paras y yo losmuevo! repeta Canarito, sin dejar de silbar comoera su costumbre, mientras to- i .iba a la gentcomprobando su paralizacin.

Somos nicos! dijo Pato orgulloso. Poderosos! le secund su amigo. Por eso debemos guardar bien el '.ecreto. No

se lo podemos decir a nadie. De .11 uerdo, Canarito Claro, Pato! Ni una palabra a nadie. Te lo

prometo. Para eso somos amigos... Amigos? Amigos! grit Pato y ambos 1 hocaron sus

palmas de arriba hacia abajo y de abajo hacia arribtoparon sus puos cerrados, como el saludo de lo


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boxeadores cuando van a comenzar la pelea, terminaron con sus manos derechas bien apretadagolpendose el pecho de cada uno.

Canarito se emocion. Estaba tan feliz detenerlo como su mejor amigo!

Record las veces que Pato le regalaba o prestaba sus cartas magic, su patineta, y la vez que ayud a salir cuando se cay en aquella zanja! ddonde nadie se atreva a sacarlo por lo hedionda quera.

Frente a l, Pato no se quedaba atrs y,emocionado tambin, recordaba cmo Canaritsiempre le demostraba su amistad. Cuntas tareas lhaba ayudado a hacer! Y cuntas veces comparta smerienda! Con lo difcil que era para ese glotn hacalgo as!

Oye, Canarito, es mejor poner a la gente enmovimiento y entrar a clases, no te parece?

S, es verdad le respondi su amigo . Pero,y si antes hacemos esto...?

Canarito fue a pararse delante del inspector ycomenz a hacerle muecas, gestos y todo tipo d burlas. Este era un inspector sustituto, porque everdadero haba desaparecido dos das atrscorrindose el rumor de que tuvo que viajaurgentemente al extran- joro. Manuel Gallo, einspector sustituto, era una persona bonachonaamable y cariosa, que caa muy bien a los alumnos; i ontrario, el seor Albatros les provocaba miedo po


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lo grun, severo e intransigente. Pero, de todaformas, tener a un inspector as, inofensivo, delante duno, era demasiada tentacin.

Pasado un rato de diversin, Canarito i err loojos, apret los labios, aguant la respiracinchasque los dedos y... Prcata! La gente continucon sus acciones y quehaceres.

En la clase todo transcurri como de i ostumbreEsteban Cresta, el pesado Cuatro ojos, como le decaen la primera fila con sus gruesos anteojos, ansioso d

que la maestra preguntara algo para levantaenseguida ia mano y as demostrar que estudiaba mque nadie, Hortensia La Gaviota, leyendo aescondidas sus revistas de actores y cantantes; liplito Pico Verde y Estela Pata de Gallina pasndose papelitos de enamorados. El restoatendiendo la explicacin de la maestra. Bueno, ntodos. Canarito se entretena en tirar de la trenza Ester Buche de Plomo. Como Pato se sentaba a slado, intent varias veces detenerlo, pero erimposible. Tema la reac- i n de la acusona de Buchde Plomo. Y nose equivoc:

Maestra! Canarito me molesta demasiadoY yo no tengo que soportar eso porque...!

Ya, est bien, Ester! la cort la maestra convoz severa, y sealando a Canarito :A ti, la prximavez, te voy a llevar donde el inspector.


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La maestra do media vuelta y comenz aescribir en el pizarrn. Quizs por el nerviosismo, Canarito se le cay el lpiz y, al recogerlo, movi siquerer la mesa, que apret la trenza contra el espaldde la silla de Buche de Plomo. Cuando la nia movisu cabeza sinti el tirn.

Maestra! Me la tir otra vez!En ese momento, Pato record su poder y..

Prcata! La clase se paraliz! Me met en un lo! le dijo Canarito

asustado. Qu lo de qu? Slo mueve el asiento paraatrs y se zafa la trenza -dijo su amigo.

Eso no es lo! Me van a llevar donde einspector Gallo!

Bueno, cualquiera se asustara. Por menos queso el antiguo inspector, el seor Albatros, learrancaba a los alumnos uno a uno los pelitos de atrde la oreja. Y no haba para qu arriesgarse con ste, pesar deMI apariencia de buena persona.

Clmate! Y si yo me echo la culpa? le propuso Pato . A m la maestra no nic va a castigar, porque yo soy su mejor alumno en matemticas!

Bueno, si t ests seguro de eso... Est bien aprob Canarito . Entonces voy a ponerlos enactividad.

Dale!


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ledo la frase en el pizarrn y visto a Esteban con sridicula cresta. Le cost trabajo controlar la situaciYa relajados, Pato aprovech para echarse ia culpa detirn de trenzas y, como lo previeron, fue perdonaddespus de un largo regao.

Sin dudas, aquel era un da memorable. En erecreo jugaron a las escondidas y los dos amigos jam perdieron. Cuando estaban a punto de encontrarloinmovilizaban a todos y se cambiaban de esconditeQu manera de gozar! Tambin les sacaban las ca

misas por fuera del pantaln a sus compaeros cuandestaban quietos, les tiznaban las caras, les atrasabasus relojes y otras bromas que inventaron. Por ltimCanarito aprovech una de las veces en que Cata lahija de Aguila, el famoso entrenador de aves estaba paralizada y le dio un beso en los labios. Nunca lhaba reconocido, pero a l le gustaba mucho aquelnia, algo fea, s, pero agradable y graciosa. Eso fue nico que a Pato no le gust de las travesuras de samigo, porque, aunque lo ocultaba, tambin se sentatrado por la misma nia. Sin embargo, ninguno dlos dos coment el incidente.

De vuelta a clases, no pas nada especial, salvcasi al terminar la jornada, cuando entr el inspectoGallo para informar que la alumna Cata tena qu presentarse al final de clases en su oficina.

En general, fue un da fabuloso. Bueno, hasta lsalida del colegio, donde Canarito y Pato, reunido


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con varios amigos, recordaban las ancdotas de l jornada.

Quin le puso eso en la cabeza a CuatroOjos? pregunt Hiplito Pico Verde.

- No s respondi Mario Pechuga dePollo . Pero fue muy cmico.

Qu bueno el juego de las escondidas


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canarito regres donde sus compaeros y Paro caminhacia la calle. Pero antes de remarse definitivamentPato sinti pena y quiso inmovilizar a todo el mund para quedarse a solas con su amigo y tratar de salvar amistad. Cerr los ojos, apret los labios, aguant lrespiracin, chasque los dedos v... Nada! Ya n posea el don!

Se arm de valor, tragndose su orgullo, regresal grupo y volvi a apartar a< Canarito. Este no poda creer lo que le contaba s

amigo. Ya no lo haran ms?, se pregunt. Comse senta culpable, le pidi perdn a Pato.ste tambin se disculp. Entonces, fe- lii es

chocaron sus palmas de arriba hacia abajo v ile abajhacia arriba, toparon sus puos cenados y terminarocon sus ruanos derechas bien apretadas, golpendosel pecho. No llora- ion ni se abrazaron porque les divergenza.Pato se despidi de todos y se fue i a minando bien despacio para su casa, observando y disfrutandtodo con su buen nimo. Pero no haba recorrido ncinco cuadrascuando se le acerc Canarito corriendo deMsperadamente.

Pato! Pato! Qu pasa? Tengo una cosa muy importante que decirte

Dale, congela toda la calle para contarte sin que nadescuche!


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No puedo le record su amigo . Desde que peleamos no funcion, no te lo dije?

Intntalo otra vez! - -insisti Canarito .Porque ya nos reconciliamos y puede ser qufuncione!

Pato, no muy convencido, volvi a cerrar loojos, a apretar los labios, a aguantar la respiracin, chasquear los dedos y... Prcata! Increble! La callse llen de maniques! Una seora cargada d paquetes, un chofer bajndose del auto, una mujer e

su balcn con la boca abierta porque el hechizo la pilgritando, dos hombres sobre una escalera colocandun enorme lienzo de acera a acera anunciando lcompetencia de aves, un perro con la patita levantadorinndole el pantaln al vendedor de verduras... Qurisa le daba!

Para de rerte y escucha, Pato! Mira, hasucedido algo muy grave.

Y por qu me lo dices as? pre- gunr suamigo asustndose por el tono.

- Porque han secuestrado a Cata! Quee?! S! Despus que te fuiste del coligio. todo

se retiraron menos Pico Verde y que estbamos jugando cartas magic de- m r. de una columna. En eslleg un jeep, de los grandes con vidrios oscuros, dos hombres muy parecidos, pero uno chico y el otrlilsimo, se bajaron, agarraron a Cata, que ibsaliendo, y se la llevaron entre sus gritos.


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Pero no me dijiste que se haba nlo todo emundo?

S, rodos menos Cata, que la ha- bu llamado einspector Gallo a su oficina para regaarla. Norecuerdas que hoy entr .1 clase para decir eso? S.

Bueno, despus sali llorando. El inspector llor? No! Cata! T sabes cmo es ella de

susceptible. Y nadie hizo nada?

S, le dimos un pauelo. No! Me refiero a que si no hice- ron nadcuando se la llevaron!

Qu podamos hacer? Cuando reaccionamosya se haba ido el jeep a toda velocidad.

Entonces hay que ir urgente a la polica opin Pato.

Yo creo que lo lgico es ir a casa de Cata yavisarle al seor guila para que sea l quien llame la polica, no crees?

De acuerdo. Vamos! Esprate! Y esta gente? Pero Canarito, no podemos ir con esta gente

Para eso vamos a la polica! Me refiero que hay que darle movimiento a

esta gente. Ah, eso s!Canarito hizo todo lo ms rpido posible y l

calle volvi a su ritmo habitual. Las personas sl


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vieron, sin darle importancia, cmo dos nios corradesaforados, mientras ellos seguan con lo preparativos de la gran fiesta. Claro, sin saber que untragedia ya se haba desencadenado para empaar lcelebracin.Un ave de herldica cabeza

El seor guila regresaba de a sesin de fotos quhiciera Centella para que su imagen saliera en diarrevistas y catlogos de la competencia, con la elegancmajestuosidad que lo caracterizaba y con la alcurnia qu proporcionaban sus ttulos. De ah la envidia que provoentre los concursantes, la cual, al mezclarse con odefectos, poda causar mucho dao, como el caso queocupa.

Aguila arrib a su casa en su viejo automvil. Abri puerta de atrs y sac la enorme jaula donde vena CentEn el momento de acercarse a la reja del antejardn dcasa, fue cuando escuch los gritos de < 'anarito y Patollegaban a toda carrera.

Seor guila!! Seor guila!! Qu pasa, muchachos? Por qu lauto escnda

los recrimin el hombre, ilt-jando la jaula en el suelo. Es que han secuestrado a Cata! solt Canarito

muy sofocado.


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Cmo?! reaccion el entrenador ponindo plido.

S, dos tipos se bajaron de un jeep y se la lleva explic Pato.

Despus de varios minutos calmando al padre de Cque del susto le temblaban las piernas, lograron incorpoy ayudarlo a entrar en la casa.

Y esto? dijo guila, asustndose de nuevo. Qu pasa? quiso saber Canarito, llevando en

mano la jaula con Centella.

Que la puerta est abierta y yo recuerdo habecerrado bien.Ai penetrar, pudieron observar varios muebles

adornos volcados. Parece que tuvo visitas coment

Pato. Y con malas intenciones secund Canarito.guila se ech en el sof con las manos cubrindosrostro, mientras los muchachos trataban de ordenar t

Cuando pensaron que haban terminado, Canarito se senlado del hombre y le pas el brazo por encima de hombros.

Quiere que llamemos a la polica, i nor Aguila? No! salt el hombre casi a gri- io% . No se pu

llamar a la polica! No .(iiu ro que le pase nada a mi CaHay |iu - esperar a que se pongan en contacto conmigver qu es lo que quieren! Oyeron l'irn! Y de esto ni palabra a nadie! En- in ndieron?... Perdn, entendiero


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Los nios se miraron. Entonces, Pato CIT rpidamentelos ojos, apret los labios, aguant la respiracin, chasq

los dedos Prcata! guila y Centella paralizad No crees que se equivoca? habl

Pan. S, pero rectific enseguida. Deben ser los nervio Te pregunto si no crees que se equivocaba al

llamar a la polica? aclar Pato. Pienso que no, que tiene razn i ouest su amigo . Yo

hara lo mismo

Ponerte nervioso? No! No llamar a la polica! Pero algo hay que hacer! No nos podemos que

con los brazos cruzados aquiy esperar que pase cualquiecosa.

Y si t y yo nos ponemos a investigar? Qu? respondi Pato . T ests loco? Por qu? Por varios motivos. Uno, el seor guila no lo v

permitir. Dos, tenemos que pedirle permiso a nues padres, y stos no van ni a escucharnos; y tres, qu sabenosotros de cmo llevar una investigacin criminal?

Mira, no le decimos nada al seor guila, tampoc pedimos permiso a nuestros padres, que no tienen centerarse. Adems, no nos vamos a meter en ningn

agreg Canarito. Ya estamos metidos en un lo! Me refiero a que no vamos a hacer nada malo, so

dos personas inteligentes y, si llevamos una lgica, pode


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resolver este problema. Si vemos que la cosa se complihay peligros, pues nos detenemos.

Pero si no somos culpables, para qu detenernos Detenernos! Quise decir: paramos lo que estam

haciendo y ya! Ah! Adems, hay que hacerlo por Cata! No podem

quedarnos sin hacer nada mientras ella est en manos de delincuentes.

no es cierto?Quizs por la seguridad de que se tornaba

peligrosa pararan, o quizs no quedar como menosvaliente y arreselo que su amigo, pero sobre todoque Cata se salvara sin su ayuda, no decidiaprobar eso de convertirse en investigador privado,como en las pelculas y Las novelas policiales.

Est bien acept. En serio? Entonces... Amigos?


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Estoy de acuerdo. En qu? En que los desparalices, para despus ponemos

movimiento nosotros. Bien!Canarito hizo lo de siempre y.,. -Prcata! Centell

sacudi las plumas y el pobre hombre se limpi una lgr Seor le habl Canarito , queremos hacerle un

pregunta: usted tiene ideai le quin puede ser el secuestrador de su hija?

No s, no s... Aunque se me ocurre que puedenlos dos locos esos que vinie- ion ayer a proponerme di para que no participara en la competencia,

Quines? insisti el nio. Dos hermanos gemelos vestidos de gris, uno alto

otro bajito, que me amenazaron si yo no me retiraba. Son los mismos que vimos llevarse a (!ata! solt

Canarito dando un brinco. S? Lo ven? Son locos peligrosos! coment

guila. Y es evidente que el objetivo de ellos es evitar

usted participe, porque seguro gana la competencia Centella dijo Pato muy serio , Por lo que ellos van participar v tratarn de ganar de cualquier forma.

S, pero tambin puede ser que alguno de inscritos haya contratado a esos sujetos, porque yo noconozco como criadores o entrenadores de av

reconoci el hombre.


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Por tanto, si buscamos en la lista de los participaquizs podamos encontrar una pista! exclam Canaritoentusiasmado.

Vamos a ver contest guila.Se levant a buscar el papel con los nombres de

inscritos en la competencia, avalando, sin darse cuentdecisin de investigar de los muchachos.

Deja ver... musit mientras lea de arriba abajolista . No veo un nombre desconocido, un nombre nuevNo! No hay nadie-en la competencia que mere

sospechas. Aunque las inscripciones an rio estn cerrala convocatoria cierra maana. Pero aqu estn todoscriadores conocidos y no creo que aparezca algn nucompetidor de ltima hora.

Fjese bien, por favor implor Canarito . Tieneque haber alguien.

No. Ya les digo, todos son gente conocidarespetable... A no ser...

A no ser quin? lo apur Pato. A no ser el doctor Perico Iriguyen. Quin es se? Un maoso? Un delincuen

pregunt ansioso Canarito. Que yo sepa, no. El doctor Perico es un cientf

medio loco, segn dicen, que ha hecho cruces ediferentes animales y ha realizado experimentos gentcon aves. Ahora trabaja por su cuenta, porque lo echaronloco de la universidad donde estaba.

No lo conozco asegur Canarito. Yo tampoco dijo Pato.


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Claro que lo conocen! Es un viejo que vive caslas afueras de la ciudad, que siempre anda con una cverde y tiene el pelo largo y colorado.

Ah, s! record Canarito. Y di- 11u endose a amigo : No te acuerdas de iquel viejo que un da pasnuestro lado i uand recogimos un gorrin que se hab.u'tlo de su nido y se larg a darnos un dis- i Lirso sobreproduccin de las aves?

Verdad que s! - respondi Pato , Pero no tenaaspecto de ser malo o maoso o algo as.

Uno nunca sabe! sentenci suamigo. Bueno, nios, de todas formas lo v.irnos a sa

cuando llamen pidiendo el rstale, no? dijo Aguilasentndose otra vez con tristeza y sin nimo . Ojal no me pidan dinero, porque no s de dnde lo voy a sacar!

Usted ver que todo va a salir bien -trat consolarlo Pato.

Cmo lo debe estar pasando miniita!

Bueno, seor guila intent (Canarito cambiarlos sombros pensamientos al hombre , ya ordenamos todoQu quiere que hagamos ahora?

Nada, hijos mos. Se han portado de maravillas ys cmo agradecerles.

No se preocupe contest Pato por los dosonrojndose , Est seguro de que no quiere que hagamotra cosa?


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Bueno, pueden hacerme el favor de llevar a Centhasta el aviario que tengo en el fondo de la casa?

Cmo no! y Canarito agarr la jaula .Enseguida volvemos!

Ambos muchachos se dirigieron a un barracn, no mgrande, situado a continuacin del patio trasero de la cAll, guila tena muchas aves de varias especies, tenincubadora, jaulas de todos los tamaos y toda clase de que le servan para el adiestramiento de sus magnfejemplares.

Incluso estaba criando a dos hijos de Centella, unolos cuales presentaba las mismas caractersticas de su palo cual haca que guila se sintiera ms orgulloso qumismo Centella.

Cuando los nios entraron en el aviario, no pudiecontener un grito de asombro. Hasta Centella se alarTodas las jaulas estaban abiertas, haba plumas por doquni un solo pjaro en todo aquello.

Parece que los tipos esos pasaron por aqu! sloatin a decir Canarito.

Esto est mal! S, pero con una limpieza mejora. Me refiero a que cada vez esto se pone pe

afirm Pato con algo de miedo . Vamos a llevar aCentella para la casa v darle la mala noticia al seor gCmo se va a poner ese hombre!

Esprate! Por qu no damos una vuelta por alrededores y vemos si hay algn pjaro de los de aqu dvueltas?


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que seguir al hombre hasta el patio, pues al enterarse cohacia all como un blido.

La desesperacin se hizo presa de l cuando se endel secuestro de su hija, y alcanz su climax cuando vique haba sucedido en el barracn donde criaba a sus av

Dios mo, qu he hecho yo para merecer ecastigo! Cmo pueden existir personas tan desalma

gimi con ambas manos puestas sobre su cabeza.Los nios se quedaron muy impresionados por

angustia que reflejaba el rostro del padre de Cata cua

comenz a revolver iodos los rincones del barracn y patio en busca de sus aves.Busc y rebusc tanto que una a una las

encontrando, todas totalmente desangradas como cerncalo. As estaban el hermoso azor Adonis, aguiluchos Icaro y Pegaso, el milano Zaeta y otras muaves jvenes que haba estado entrenando y preparando futuras competencias.

Parece que somos psimos buscando susurr Patoal odo de su amigo- . No encontramos nada y el en unminutos hall cualquier cantidad de pjaros.

[Y los hijos de Centella?! guila mirdesesperado hacia todos lados . Dnde estn los hijos dCentella?!

Enloquecido, volvi a revolver todos los rinconesaviario y del patio, esta vez ayudado por los nios, perhallaron rastro de los pichones descendientes del campe

Los habrn matado tambin?! los ojos de guil buscaron respuesta en los rostros de los muchachos.


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No, seor guila... Canarito intent buscar unfrase que consiguiera calmar al entrenador , posiblementelos hijos de Centella estn vivos.

El tiene razn, seor guila dijo Pato , porquede haber corrido la misma suerte de sus otras aves hubiramos hallado.

Entonces dnde estn?! interrog a losmuchachos.

No s... se los deben haber llevado... ahora fueCanarito quien trat de hallar una explicacin.

S, eso es se apresur Pato a apoyar la idea de amigo , seguramente los que estuvieron aqu se diecuenta del valor de esos pichones y se los llevaronhacerles dao!

Y si es as concluy Canarito , existe la posibilidad de que usted los pueda recuperar.

El seor guila volvi a mirar a los muchachos, pesta vez su rostro mostraba inexpresividad cuando musi

Qu clase de bestia ser la que le hizo esto a aves?

No s... Canarito no encontr respuesta en eocasin para m, esa bestia est en la lista de competidores.

Usted la revis bien? fue lo que .t le ocurri preguntar a Pato.

S, la estuve mirando y no encuen- iro un nomsospechoso.

No, me refiero a que si revis las ivcs muertas.


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No... dijo el pap de Cata y mi- n> a su alrededcon desolacin.

Se agach para recoger el cuerpo de Ulons y estcontemplando al azor durante un rato sin pronunciar palacomo si se hubiera quedado petrificado con el ave muentre sus manos.

Le ve algo? se le acerc Pato y le puso una maen el hombro.

No... respondi mientras una Ligrima le corra la mejilla.

Revselo bien, por favor dijo i Canaritositundose en cuclillas junto al hombre que sosten pjaro.

Pero como guila no atinaba a hacer nada, muchacho meti sus dedos entre el plumaje y comenzdeslizarlos suavemente en sentido contrario al nacimienlas plumas, sin encontrar ninguna herida en todo el cueni en las alas, ni en las patas. Tampoco en la cabeza obssigno de violencia alguno, pero al deslizar sus dedos pcuello not una protuberancia al tacto. Canarito apart plumas de ese sitio con los dedos de sus dos manos y le dsu amigo:

Mira aqu! Tremendo rasponazo! Te duele? tambin se

agach Pato. No me refiero a mis dedos! Mira para ac! Qu es? Observa.


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El aludido mir el sitio del cuello del azor doCanarito mantena las plumas separadas con sus dedoobserv dos pequeas heridas circulares, como si hubisido practicadas con un punzn u otro objeto similar. En bordes haba rastros de sangre coagulada.

Por ah lo desangraron! exclamPato.

S asinti su amigo , pero conqu?

Parece la mordida de un anima! susurr guila.

De un animal? dud Canarito . Si hubiera sidoun animal, habramos encontrado sangre junto a los cuede las aves.

- O se las hubiera comido agreg Pato con lgica Qu animal pudo haberles chupado la sang

volvi a preguntar Canarito. Y l mismo se respondi :No creo que por .u|u haya algn animal que haga eso!

A no ser... Pato se qued pensativo. Conoces un animal as? A no ser... repiti PatoSu amigo se dio cuenta de que una idea le rondab

cabeza y lo alent: Vamos, Pato, suelta lo que ests pensando! Es una idea absurda dijo el mu- t hacho , pero

estaba recordando a ese viejo loco... Viejo loco? A cul viejo loco? A ese cientfico que botaron de la universidad

hacer experimentos.


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El doctor Perico? T crees que l es el animal se tom la sangre? pregunt Canarito.

El doctor Perico? el pap de lata alz la cabezamir inquisitivamente .1! Pato- . T piensas que el doctoPerico luya...?

No es una posibilidad? el muchacho enfrent lmirada de guila.

Una posibilidad de qu, Pato?Canariro lo tom por la manga de la camisa.

Pato dud un instante antes de expresar su idea, per

fin se decidi: De que ese cientfico trastornado haya logrado sus experimentos una especie de ave chupadora de sang

Eso es imposible dijo guila con seguridad. ;Y por qu no? Porque las aves no tienen dientes y para hacer lo

le hicieron a mis pjaros se necesitaron al menos un buende colmillos!

El tiene razn dijo Canarito con desaliento. Nosotros no tenemos idea de lo que se puede lo

mediante la gentica continu Pato y, a lo mejor, eseviejo loco pudo lograr un bicho raro, un monstruo, cruzun ave con otro animal dentado.

Con un cocodrilo, por ejemplo? Es difcil opinCanarito, aunque reconoci : pero posible. Quin sabe?

El entrenador de aves los mir esta vez con cara deestar convencido, pero no dijo nada.


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Aun as insisti Pato , creo que no estara dms hacerle una visita al doctorcito ese y as saldramodudas!

Pues, vamos ya! exclam Cana- i loentusiasmado.

Y los dos amigos se dispusieron a ini- i iar una aventura sin tener la menor idea de lasconsecuencias que pudiera traer.


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" La leyenda de la cueva

Al otro lado del monte que daba nombre a la ciuhaba una estrecha caada entre dos altas peas, por dodifcilmente algn vecino del pueblo osaba aventurarse.

No es que el lugar en s fuera peligroso, sino que e

las cavidades existentes haba una que, con slo mencisu nombre, los vecinos de Montebello se quedaban mrios que una lechuza, la piel se les pona de gallina y serizaban los pelos de la nuca como un faisn. Eso pasiempre que se hablaba de la Cueva Negra.

Era esta una de las ms grandes cuevas de todaregin. Al estar abierta en negra roca basltica, su aspera tan tenebroso que desde la llegada de los prim pobladores comenzaron a contarse horripilantes historelacionadas con ella, las que fueron pasando de boc boca hasta nuestros das.

Km re las leyendas ms difundidas-.obre la Cueva Negra, se contaba la de un hombre comenz a cultivar en ella un hongo nico y muy apete por las aves. I Vspus de cada jornada de trabajo, el homregresaba al pueblo hablando de sus avances, pero, al mitiempo, los dems pobladores notaban que enflaqueca piel se iba tornando primero amarillenta y ms tarde verd


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en tanto unas profundas ojeras negras ganaban espalrededor de sus ojos.

Algunos vecinos, preocupados por la salud del homse le acercaron para aconsejarle que dejara de trabajar udas en la cueva, hasta que se recuperara. Pero el homesboz una sonrisa amarga y les respondi que no panada, que l estaba muy bien y que no poda dejar d porque as lo requera el pacto que haba hecho, sin darexplicaciones al respecto.

Nadie supo y nadie se atrevi a preguntarle nunca

pacto era ese que no le permita descansar un solo da ende su deteriorada salud. Pero despus de aquconversacin, se dijo que el hombre haba hecho un macconvenio con Satans o quin sabe con qu otro terrdemonio, que lo haba posedo y lo tena trabajando comesclavo en la Cueva Negra.

Transcurrieron varios das desde que aquellos vecise decidieran a expresarle su preocupacin al hommientras su estado fsico continuaba deteriorndose. Potardes regresaba de la cueva cada vez con peor color, enjuto y con andar cansino, como si sus fuerzas estuvier punto de agotarse. Pero la inquietud se apoder de tocuando un da, al caer la tarde, no lo vieron regresar comhabitual. De inmediato, se organiz una partida de homque, armados de azadas, viejas escopetas de caza y farose dirigieron a la caada donde estaba la Cueva Negrallegar, encontraron a la entrada el cuerpo sin vida del iny vieron horrorizados que estaba completamente secouna sola gota de sangre en su cuerpo, como un tubo de p


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como ciertas, sobre todo ahora, en los tiempos dondhombre pasea sus robots por Marte y existe la Internet.

Pero si los incrdulos jvenes pudieran penetrar umetros dentro de la Cueva Megra, tal vez cambiaranopinin al ver la oscura y tenebrosa figura que vigila la eda con sus ojillos amarillos que centellean en la oscurid

Un cientfico punk

Despus de asegurarse de que guila se quedacostado, aunque sin dormir, y atento al timbre del tel por si alguien llamaba para dar cuenta de su hija, losamigos partieron excitados a investigar al loco del doPerico.

Ya llevaban dos cuadras caminando, Pato calladCanarito silbando constantemente, cada uno inmerso en pensamientos, cuando este ltimo par de chiflar y dcomo hablando consigo mismo:

Seguramente los que entraron en la casa y enaviario estaban buscando eliminar a Centella. Fue suerte que guila lo hubiera llevado a fotografiar!

S, fue bueno que no estuvieran en la casEsprate, Canarito! y Pato se puso una mano en frente . Acabo de re- i ordar que a esta hora le promet amam comprarle una cosa.

Qu?


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Una medicina. Entonces? Nada, que vuelo para all, hago eso tpido y

corriendo para la direccin que nos dio guila. La tienes anotada? pregunt Canarito

desconfiado. S, la anot porque es una medicina con nombre r No! Me refiero a la direccin! La anotaste? No, me la aprend de memoria. No creo mucho en tu memoria. Reptela, a ver y

Canarito sac un papeli- to para leer y comprobar quamigo se la saba. Tomar la calle Picaflor en direccin oeste hasta

final.~Y?

Despus que uno pase las ltimas casas empiezacaminito de tierra que atraviesa unos campos sembradoalpiste, no? se detuvo a respirar, pero anres de que amigo le preguntara, prosigui : Al final de esos campos,la entrada del Bosque Tupido, est la casa del loco ese.

Est bien. Acertaste. Te lo dije! Tengo buena memoria! Y cmo se llama la medicina? Ah, qu s yo! Ves que no tienes tanta buena memoria? BahL, Bueno, me voy que ya estoy muy atrasaPato se despidi de su amigo como siempre lo hac

chocaron sus palmas de arriba hacia abajo y de abajo harriba, toparon sus puos cerrados y terminaron con


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manos derechas bien apretadas, golpendose el pechocada uno. Despus del ritual, Pato se march corriendtodo lo que daba.

Canarito apur el paso ajustndose la mochila aespalda y, sin detenerse, recorri el camino indicado e papel mientras segua pensando en todo lo ocurrido hasmomento, sin dejar un solo segundo de silbar. Lleg hascasita del doctor Perico todava exaltado por la idea de convertido en todo un investigador policial.

Observ que la casa del loco que buscaba

demasiado pequea y se hallaba hermticamente cerrEra obvio que estaba vaca y decidi entonces vigilarla ddetrs de unos arbustos, mientras esperaba tambin aamigo.

Unos quince o veinte minutos ms tarde, cuandotena dormidas las piernas por mantenerse en cuclillas,aparecer por el camino la figura colorida del doctor PerCanarito lo record de su primer encuentro. El ancianode poca estatura, casi menor que el nio, con cejas mrojas, ojos redondos, grandes y negros, pelo abundancolorado, que llevaba peinado casi al estilo punk, y vuelto en su capa de intenso verde. Caminaba en cortrpidos pasos, dando la impresin de que avanzabsaltitos.

Abri la puerta de su casa y desapareci dentroella. Pero medio minuto despus sala por una pu posterior. Mir en varias


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direcciones, como comprobando si alguien lo vea, yintern en el Bosque Tupido. As le llamaban a aquella de aproximadamente ocho hectreas, donde crecan rbde variadas especies, uno al lado del otro, de espesos folldescomunales troncos y enormes races que sobresalansuelo.

El nio, al ver que no llegaba Pato y que se le escapel doctor Perico, decidi seguir al viejo por el miestrecho sendero que serpenteaba entre las races.

Record el cuento de Hansel y Gre- tel, donde los niban dejando piedrecillas en el camino para no perdersquiso hacer lo mismo para indicarle a Pato, cuando llegara, por dnde haba ido. No se le ocurri nada mejorir arrancando pedacitos del papel donde tena la direcclos que fue dejando entre las races a medida que avansin dejar.de silbar, aunque bajito, por supuesto, para quviejo no lo oyera.


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Volvi a mirar y no vio ningn movimiento entre las honi escuch un ruido que delatara a algn ave.

Molesto, decidi continuar. Al levantar su pie dere para alcanzar el siguiente escaln, una lluvia de cac precipit sobre l. No le qued ms remedio que bajapartarse. De la molestia haba pasado al susto, enfrentarse a un hecho extrao y evidentemente con mintenciones. Pero enseguida comenz a invadirlo el miComo por arte de magia, pjaros carpinteros, mir palomas, avutardas, patos, zorzales, golondrinas, cnd

codornices y decenas y decenas de aves ms, aparecan posaban en los salientes de los troncos, en las altas racelas ramas ms bajas y hasta en el suelo alrededor de l. Tcon expresiones huraas y aires de agresividad.

Canarito comprendi que le era imposible huir ymiedo se fue convirtiendo en terror. De repente, se escuuna voz rajada que retumb en aquel claro.

Quiqui n ser tu?El nio no entendi, pero tampoco hizo nada pentenderlo.

Quiqui n sertu?... Quiquin ser tutu?... Quint?

Yo? y Nelson se seal el pecho con el ndtembloroso de su mano derecha, mirando hacia todas pa por no saber de dnde provena la voz.

S, tut! Ha blabla! S nono ha- certulo, moror Qu? -le costaba entender a Canarito. Sissi. J Si no hacer, t morir!


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El nio se asust an ms con aquella amenaza. poda articular ni una palabra. Tuvo que hacer un gesfuerzo para intentar responder y, cuando su garganta iemitir un sonido, otra voz distinta, algo aflautada, llenespacio.

Bingo! Bingo Silva! Basta de bromas y dejen sa ese muchacho!

Las risas de los loros, cacatas, papagayguacamayos y cotorras acompaaron esas palabras. Las oaves movan sus colas, graznaban, piaban o silbab

Algunas, an ms alegres, se revolcaban en la tierra o pasaban el ala por encima a sus compaeras.Canarito no entenda nada, pero su instinto le indic

que deba subir por aquel tronco hasta la voz que lo hsalvado.

Al llegar a las primeras ramas pudo distinguir al doPerico que se le acercaba desplazndose por una pasahecha de gruesas ramas.

Hola, yo soy Perico, y t? Me dicen Canarito, seor. Y qu haces aqu, adems de pasar

sustos? Lo... lo segu, seor. Para qu? Si se puede saber y el anciano se sent

en un banquillo construido a partir de la talla de un tronEl nio dud en responder porque no saba si deba

contarle todo al vieji- to. Sin embargo, la bonachonsimptica cara del doctor Perico, ms el hecho de habsalvado momentos antes, pudo ms que su resquemor.


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Le contar... Un momento! Antes de contarme, lvate la cabe

limpia tu camisa y tu mochila ah en aquella pileta dijo elviejo sealando hacia la espalda del nio . Porque eseolorcito...

Canarito obedeci y en una especie de estanquemadera, cruzando de un rbol a otro por otra pasarelaase como pudo.

De regreso se lanz a contar toda la historia secuestro, del allanamiento a la casa de guila y hasta d

animales desangrados. El anciano lo escuchaba con ateny, a medida que avanzaba el relato, su rostro adquira side una profunda preocupacin.

...Y pensamos que usted... el nio volvi a dudar Era un sospechoso. S... eso pensamos. Escucha, muchacho. Quiero que sepas que yo

podra hacerle dao a ningn animal y menos a las avesson mi especialidad. Yo las estudio, las investigo y hexperimentos genticos slo para mejorarlas.

Es que... Esprate! Djame terminar, Como viste, todas

aves me quieren y nos comunicamos perfectamente. Eson mi familia. Aqu, en las copas de estos rboles, tenglaboratorio. Ese es mi secreto. Y si me anot encompetencia es porque necesito dinero pata continuar mis trabajos.

Pero...


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Espera! Ya habindote aclarado lo que hago y lo pretendo para que me saquen de la lista de sospechodeseo advertirte que, segn lo que me cuentas, un eno peligro acecha a esta ciudad.

A Cata y a su pap, dir usted. No, dije a la ciudad. Las caractersticas de

muertes de esos pjaros de guila, me hace pensar en extremadamente maligno. Y si es lo que me imagestamos ante la presencia de un ser perverso y muy peligque amenaza a todos los habitantes de esta ciudad.

Y qu es lo que se imagina? quiso saber Canarit palideciendo. No quiero decirlo hasta que lo compruebe. Y nosotros qu podemos hacer entonces? Ustedes pueden continuar con su investigacin, p

sin arriesgarse. Te repito, si es lo que me imagino, res peligroso aventurarse a que sean descubiertos. Vamohacer una cosa, les voy a dar a Bingo para que los acompl ser tambin el enlace entre ustedes y yo.

Es su ayudante o algn parientesuyo?

No. Te lo voy a presentar y el anciano puso lamanos en su boca, en forma de pantalla y grit : Bingo!Bingo!

Enseguida, un loro de plumaje verde intenso, cabroja y de ojos grandes y negros se acerc dando pequeotitos por la pasarela. Despus tom impulso y se pos ehombro del doctor Perico. El parecido entre el ave ydueo era increble.


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l es Canarito le dijo el anciano sealando muchacho.

El es Bingo? pregunt asombrado el nio. Bin gosil vava! contest el loro. S, Silva tambin, porque quiso ponerse apellido Fue l quien me hizo la broma? conrinu

Canarito sin salir de su asombro. Sis, serm habl el pjaro -. Tudis cucul par. Este loro es especial. Es el resultado de un trab

gentico anterior, en el que obtuve un ejemplar m

hablador, ms pensante, pero lamentablemente al hablary repite muchas slabas. S, me di cuenra, pero se llega a entender coment

el nio. Ah! Y me sali demasiado burln. Por tanto,

que soportarle todas esas bromas pesadas aclar Perico. Noser pes adas. Broro magra ci osa seal Bingo y

comenz a rerse pronunciando las slabas ja, je ymezcladas. Su risa lu 1.111 contagiosa que Canarito doctor l\iico no tuvieton ms remedio que rer umbineso estaban cuando se escucha- ion gritos desde abajo.

Canarito! Canarito! Ese es mi amigo Pato! salt el muchacho . Lo

estaba esperando. Aydame! se escuch un grito ms desesperad Qu te pasa?! y el nio sali disparado para baj

la original escalera y so- i orrer a su amigo. Ha berbervis toto cuan doela cercar sese... Vio cuando se acercaba tradujo


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Perico. Ymi gen tebombom bar dearlo coco moat. Y lo bombardearon como a m! comprendi

Canarito.Todos rieron de nuevo.El encuentro de los dos nios hizo rer tambin a

habitantes de aquel bosque. Una vez ms, los muchacchocaron con alegra sus palmas de arriba hacia abajo abajo hacia arriba, toparon sus puos cerrados y termincon sus manos derechas bien apretadas, golpendos

pecho de cada uno. Miqueque reisaJ udar coco motu- t! chillabaBingo, lo que provocaba ms risas en los presentes.

Entonces, Pato cerr rpidamente los ojos, apretlabios, aguant la respiracin, chasque los dedos Prcata! Todos los habitantes del bosque congeladoridiculas posiciones!

Qu es esto tan extrao, Canarito? El viejo locoes maoso? Claro que no! El doctor Perico, el loro extrao

y las dems aves son amigos nuestros! Te cuento...En cuanto Pato supo de la inocencia del doctor Per

adems de conocer su disposicin a ayudarlos, Canacerr rpidamente los ojos, apret los labios, aguantrespiracin, chasque los dedos y... Prcata! Todosmovimiento!

Una vez que Pato lav sus ropas manchadas por bromas de Bingo y su pandilla, estuvieron prestos regresar.


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S, Silva, disclpanos! dijo Pato.Fueron hasta el borde de la escalera y el cientfico,

el loro posado en su hombro derecho, indic a los niocamino slo conocido por l segn les dijo , que atra-vesaba el Bosque Tupido rransversalmente de noroessureste y acortaba el camino hacia la ciudad.

Hay otro ms bonito y tambin corto que sale aantigua parroquia, pero tendran que pasar por donde vivUrraca, y s que en estos das est muy extraa.

Urraca, la bruja, dice usted? se asombr Pato.

La bruja Urraca vive por aqu? -tambin pregunt Canarito. Ustedes conocen a La Urraca? inquiri el

hombrecito en vez de responder. No... fue Pato quien habl , pero hemos odo

hablar de ella. -Todo el mundo en Montebello ha odo hablar de

bruja y de Atad, su bho agreg Canarito , pero pocosla han visto. Pues s, ella tiene su cabana por ese camino, en

claro detrs de unos eucaliptos. Y por qu dice usted que est extraa? quiso

saber Pato. Porque me he enterado de que no quiere ver a na

por all en estos das -contest el hombrecito. Ellalla con ver tirto dos enre nacu ajos terci

Bingo. En serio? se preocup Canarito.


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No le hagan caso a este pjaro dijo el doctor . Loque pasa es que ayer pasamos cerca y escuchamos uruidos raros por su casa.

Y qu era? se interes an ms Canarito. Era La Urraca golpeando la tapa de un tarro

basura con un palo, debajo de la ceiba donde vive su bAtad.

Y qu ms vio? insisti el nio. No mucho. Ella colg algo as como una caja

alero del techo y despus se escuch un chirrido muy fu

Ah me tuve que ir porque Bingo se asust y regres como un cohete. Minono que rerser re nacu ajo salt el loro. Qu estara haciendo esa bruja? dijo Canarito

pensando en voz alta, como le gustaba hacer. Qu s yo! Cualquiera sabe lo que se le ocurre a

mujer! sonri el doctor, y ponindose serio aadi :Bueno, vyanse antes de que se haga tarde. Y recuemantenerme avisado de todo.

Claro que lo estaremos informando! le respondiPato.

Y ms faltando tan poco para la competenc aadi Canarito.

Y lo que falta por hacer y lo complicado y peligrde la situacin! concluy el cientfico.

Entonces, el hombrecito despidi a Bingo con un by el ave vol hasta el hombro de Pato.

No bien bajaron unos peldaos, cuando escucharogrito del doctor.


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Muchacho, tu mochila! Mi mochila! Canarito se puso la mano en

frente . Por poco se me olvida lo ms importante!Regresaron apurados y el nio sac de su mochila a

que se haba robado de casa del seor guila. El cerncalo! exclam Pato . Cmo pudiste

llevarte ese animal? El seor guila no se dio cuenta contest

Canarito . Adems, despus se lo devolvemos. Y para qu lo trajiste?

Porque quera examinarlo bien.iVro quin mejor que un cientfico, no?El doctor Perico tom e! cadver del pjaro que

ofreca el nio, sac unos anteojos de su bolsillo y comenexaminarlo tletenidamente, Despus de detenerse encuello del pobre animal, su rostro palideci y un ext brillo tom su mirada.

Tai y cmo me lo imaginaba! dijo en voz baja. Qu pasa? se alarm Canarito. La forma en que muri esta ave respondi el viejo

cientfico mirando al nio. No lo entiendo, seor intervino Pato . Qu

encontr? Qu se imaginaba? Los agujeros que aparecen en el cuello del anima

y Perico mir ahora a Pato con aire sombro. Qu pasa con ellos? se alarm el muchacho. Parecen mordidas de algo as como de un monstru De un monstruo! exclamaron los nios.


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La daina somBra de un rbol

Pato esperara a su amigo en la placi- ta situada eesquina de las oficinas de la COCA (Comisin Organizade la Competencia de Aves), con el objetivo de vigilarentradas y salidas de los nuevos inscritos, por si tenan su

y descubran algo.Sentado en un banco, Pato haca un recuento enmente de lo sucedido hasta el momento, y al llegadescubrimiento del doctor Perico, volvi a ponerse nervy, por qu no decirlo, con mucho miedo.

De repente, y sin que pudiera verlos llegar, dos sujse le sentaron a cada lado. Ai mirarlos de reojo se dio cude que eran las personas que menos deseaba ver en momentos: los gemelos de trajes y sombreros grises, concaras de lechuzas. A su derecha el gordo bajito y al otro el largo y delgado.

Quieres decirme por qu tanto inters en el seguila? le pregunt el gordito sin mirarlo.

No... no s de qu... tartamude Pato. No te hagas el tonto que nosotros sabemos q

fuiste...! lo interrumpi el alto. Cllate, bruto! No hay que decirle lo que sabem

lo cort el de baja estatura lanzndole un manotazo


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Te estaban pegando, hijo mo? le pregunt el

hombre. No, seor! Era entre ellos! respondi Pato .Pero me estaban amenazando.

Largo de aqu! orden el inspector dirigindoselos gemelos . O llamo a la polica!

Los hermanos se miraron entre s y obedecieron chistar, no sin antes dirigirle al nio una fra mirada de o

Qu bueno que pas por aqu, inspector! Me sa le agradeci el nio.

S, fue una suerte que viniera a la COCA Parece hoy es mi da de suerte!

Y por qu, inspector? Qu pas en la comisin


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-Lo que nos falta es una pista dijo Patoconvencido . O saber dnde se esconden los gemel porque ah tendrn a la Cata; o dnde tienen a ese horvampiro, si es verdad que existe; o saber quin est detrtodo esto y quiere ganar la competencia como sea.

Hijo mo, no s cmo ayudar. Pe ro cuenten conm para lo que sea necesario.

Usted podra ser til con ese cargo, inspect salt el nio . Slo tiene que decirnos, por ejempquines son los extraos que se inscriben, no s, quizs.

Extraos? lo interrumpi el hombre . Ahoraque dices eso, recuerdo lo raro que me pareci ver en lade los ltimos inscritos a La Urraca.

La bruja Urraca? S, y es extrao porque ella nunca haba competi De verdad que es sospechoso eso! dijo Pato

pensando en ello. Bueno, hijo mo, ahora debo irme. No te quedes a por si vuelven esos delincuentes. No se preocupe, inspector. Estar

alerta. Ah! Y mantnganme ai tanto para ver qu pu

hacer!Y marchndose Gallo, el nio fue a pararse frente

COCA, donde sus puertas vean pasar de vez en cuanfuncionarios \ curiosos, por lo que Pato no se senta tan (ario, aunque se mantena algo alterado y msioso por veramigo.


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Exacto. Sabemos que tambin golpeaba una lata, colg una especie de caja del alero y que se escuchchirrido. Qu explicacin podra tener eso?

Mama gia parara hacerer renana cu ajos! terciBingo, pero no logr llamar la atencin.

No s dijo Pato . Quizs est entrenando avampiro.

Cmo es eso? Fcil. La caja que colg es una especie de ja

donde tiene al chupasangre ese y lo entrena con golpe

lata y sonidos en vez de con palabras. Bien, Pato! exclam su amigo aplaudindolo .Ves que podemos ser tan inteligentes como para solucioeste caso?

Clmate, Canarito! Todava no hemos resuenada.

Yaya llelle gargar! chill el loro.Sin darse cuenta, haban llegado al claro donde tencabaa La Urraca.Varios rboles diseminados rodeaban la choza de

bruja, de cuya rstica chimenea de ladrillos, carcomidosla erosin y el tiempo, sala una columna de humo qudbil brisa no lograba disipar. Se agazaparon detrs deeucalipto. La Urraca se encontraba sentada a los pies dceiba donde viva Atad. Llevaba una bata negra capucha, por donde slo sobresala una ganchuda y lnariz.


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Los nios la vieron mover sus manos detrs de especie de mesita donde se vea una enorme vela, un caracol de mar, cartas, semillas y papeles.

De repente, se escuch un sonido continuo, agudmetlico que fue creciendo, y cuando casi iban a empezdolerles los odos a los muchachos, cambi a estruendchirridos intermitentes.

Conconmino nocon tartar! Yoyo irirme! chill elloro acurrucndose en el hombro del nio.

Tienes miedo, Bingo Silva? aprovech Canarit

para burlarse en venganza a la broma que le hizo el pja Nono seser miemie dodo el ave trat de justificarse , mi no que que rerser ren acu ajo.

Un renacuajo es lo que pareces en este mometodo encogido y tembloroso como ests se desquit Pato.

Vamos, Bingo, que no se diga que eres un cobar le dijo Canarito.

Yoyo dedea cuercuer dodo... asinti el animalitcon dbil vozy la cabeza casi metida entre las alas . Mimnono de cirna damas!

S, no digas ms. No te preocupes, que no dejareque te pase nada - lo tranquiliz Pato, pasndole la ma por las plumas.

Oye, Pato, por qu no te acercas un poco a ver hace esa bruja?

Est bien. Voy a ir hasta el arboli- to que est delante.

Agchate!


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Est mirando para ac? quiso saber Pato ponindose en cuclillas sin esperar respuesta.

No! Que te agaches all cuando llegues al rbo ponte por la parte de la sombra donde la bruja no te pver.

Arrastrndose por la tierra, Pato lleg hasta el rboincorpor un poco para obsevar, cuando el graznido dUrraca estremeci el lugar.

Nio! Sal de ah!El Pato se qued congelado sin saber qu ha

Canarito y Bingo competan a ver quin temblaba ms. Rpido! Ven ac! volvi a vociferar la mujer.A los nios no les qued ms remedio que salir de

escondites. Sin embargo, Bingo no obedeci y fue hastarama cercana.

Mim noren acucu ajo... slo balbuce aJ saltar.Pato y Canarito se acercaron despacio a la br

caminando bien juntos y con sus rostros plidos. Se escuun sonido discordante y la mujer se puso de pie. Esprenme aqu. Voy y vuelvo dijo y fue hasta la

cabaa, entrando por la puerta trasera.Los nios, enmudecidos, la vieron ir.

Qu... qu nos har? rompi Pato el silencio. No s respondi Canarito, y volvindose hacia

amigo, de pronto el susto se reflej en su cara y grit: [Teests convirtiendo en un renacuajo!

-Qu? Te ests hinchando! Todo tu cuerpo se e

hinchando como un sapo!


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Efectivamente, la piel de Pato haba comenzadinflamarse como en una terrible erupcin.

Me siento mal! se desesper el muchacho .Llama a mi mam, Canarito!

En ese momento La Urraca sala corriendo decabaa con un vaso en la mano.

En qu lo quiere convertir ahora, bruja?! saltCanarito como una fiera, amenazndola con sus puo .No lo va a tocar!

Pero qu te pasa, chiquillo? chill la mujer.

Paralzala, Pato! Rpido, paralzala, Pato! gritel nio dirigindose a su amigo. Pero ests loco! dijo la bruja .

No ves que est enfermo? No ves que agarr esa ale por ponerse a la sombra del litre?

Del qu? Nadie se puede poner debajo de ese rbol que

llama litre, porque enseguida se hincha. En serio? Canarito no lo poda

creer. Claro! Pero ahora le doy esta pastilla y en u

horas estar bien.La mujer puso la pildora en la boca de Pato y lo ayu

beber del vaso. Despus tomaron al nio entre los dos llevaron dentro de la cabaa, donde lo acostaron en la cama.

Desde una rama del rbol que se distingua a travlos cristales de la ventana, el buho Atad los mirmoviendo lentamente su cabeza de un lado a otro.


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Cuando vieron a Pato medio dormido, La UrracCanarito se sentaron en el comedor a beber un jugonaranja que ella sirvi amablemente.

Disculpe, seora, por todo esro dijo con dificultadCanarito . Es que usted tiene fama.

S, de bruja. Eso es por mi nariz de gancho. Y tambin por ser huraa y rara. Yo rara? Quin dijo eso? Disculpe, seora, pero una mujer que vive sola

estos parajes, vestida as y que se dedica a hacer ru

extraos... Es por eso que llegaron hastaaqu?

No!... S, tambin. Mira, no tienes que mentir. Yo lo s todo. Para

soy bruja, no? Yo s quines son ustedes, qu esinvestigando y que hasta piensan que soy sospechosa.

No, lo que pasa... No mientas te dije! lo interrumpi La Urraca .

Mira, voy a explicarte algo. Esos ruidos que hago son entrenar a Atad. Me interesa ganar la competencia poder arreglar esta cabaa que se est cayendo.

Entrenar a su buho dice? Bueno, es la nica ave que poseo. Pero como

nocturna, es decir, de da slo duerme, tengo que mantendespierta con esos ruidos.

Disculpe la pregunta, pero y esa caja que cuelgaalero? No es una jaula?


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Qu jaula de qu? Es un bafle que puse ah pamplificar el sonido quehago con el sintetizador que alquil!

Sintetizador? S, el que manejo desde la mesa. La mesa de all afuera donde tiene la vela y

caracol? Exacto. Qu equivocacin, madre ma! exclam

Canarito . Y nosotros que pensbamos que usted...

S, ya me imagino por todo lo que estn pasanPero eres muy valiente! All afuera defendiste muy bitu amigo y me amenazaste con tus puos y todo.

Disculpe, es que... Mira, quieres el consejo de una

bruja? Claro! Guarda tu valenta para cuando llegue el mome porque lo que les espera es demasiado peligroso. Qu sabe usted...? rog el nio, acercando s

asiento al de la mujer. Slo puedo decirte... lo que me ha dicho Atad! Y qu le ha dicho? Lo que siempre suea! En las cuevas est todo

lo que buscan especficamente est en la Cueva Negra!-Qu!Pero La Urraca no pudo continuar explicando. U

golpes en la puerta de entrada de la cabaa la sacudiecompleta.


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Qu hiciste vieja loca! Abre ah!La voz del doctor Perico retumb desde afuera, qu

avisado por Bingo, enseguida corri junto a su lordecenas de aves hasta la cabaa de la bruja.

Tu sol tarre nacucu ajos! chillBingo.

Menuda sorpresa se llevaron cuando, al abrirse puerta, vieron aparecer la cara sonriente de Canarito.

Todos rieron por un buen rato al enterarse deocurrido.

Pero la alegra dur hasta que La Urraca volvirepetir sus ltimas palabras. La sola mencin de La Cu Negra provocaba demasiado miedo.

La amenaza del monstruo

Yoyo tete nermu chocho mimi edo... -musit elloro y las plumas rojas de la cabeza se le erizaron.

Nosotros tambin, Bingo confes el doctor Pericoy otro tanto ocurri con su melena punk de igual color.

S, todos estamos muertos de miedo dijoCanarito , pero La Urraca nos asegur que en la Cu Negra est lo que buscarnos.

Adems, falta ya muy poco para la competen agreg el profesor , por lo que debemos salvar a esa ni


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y descubrir quin o quines desean impedir que gcompita con Centella.

Una vez que abandonaron la cabaa de la bruja, doqued Pato recuperndose, decidieron echar un vistazoCueva Negra, a pesar de que Bingo estuvo en desacutotal. Se adentraron en la estrecha caada que daba accela oscura caverna. Ya estaban prximos al lugar, cuaescucharon voces y una especie de silbato que los hdetenerse y buscar proteccin detrs de una de las granrocas que abundaban all.

Quines sern? pregunt Canarito en voz baja. Bingo, averigua quines estn ah le orden el profesor Perico a su loro.

Yoyo noquer erer! se neg el ave moviendo scabeza.

Si fueras tan valiente como bro- mista, ya estacumpliendo mi orden le reproch el cientfico.

Es tata bibien... accedi el loro avergonzado ,mimi ira verver, pepe ro si- papas arme al gogo de cira m josjos queyo yomomo rirconho nonor.

Qu dijo? Canarito no pudo entender. Decir a mis hijos que yo morir con honor! tradujo

Perico, y se dirigi ai pjaro . Djate de dramatismoBingo, que ni siquiera tienes novia! Anda a ver quiestn hablando y silbando!

El loro levant el vuelo y dio una vuelta a prudenaltura, mientras el muchacho y el cientfico lo observadesde su escondite.Al cabo de un par de minutos regres muy excitado:


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Unmons trutrutruo! Ah habhab er un mtrutruo!

Qu monstruo es ese, Bingo? le pregunt e profesor Perico en tono de incredulidad.

Serpa jarro en norme!... Pepe erono serpa jarrro Esprate, esprate, Bingo. Cmo es eso de que e

pjaro, pero no es un pjaro? Porqueque noten erplu mas! Un pjaro que no tiene plumas? Canarito abri

los ojos en seal de sorpresa, pero enseguida se burl .

Entonces es calvo? Nono! Tete nersu cucu erpo llelle node pepe lo Cuerpo lleno de pelos?! exclam el nio.Al escuchar aquello, el profesor Perico se to

sombro y musit con visible temor: El vampiro! El monstruo chupasangre! Canarito se sobresalt S, mi amigo asinti con gravedad el viejo de melena punk , sin dudas ese monstruo que dice haber vi

Bingo fue quien les chup la sangre a las aves de guila Y, adems de chupar sangre, habla? hizo

Canarito una pregunta importante. Nono! Nose re momons trutruo qui enha blab

se apresur Bingo en la aclaracin. No es el monstruo quien habla? Y entonces qu

lo hace? el nio insisti en saber. Serdos titi posmu yr aros dijo el

loro.


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Uno alto y otro bajito muy parecidos? salt elnio.

Sisis. Esos fueron los que secuestraron a Cata! exclam

Canarito.El doctor se pas la mano por sus pelos parados.

Qu hacemos? continu el muchacho. No s... vacil el aludido , es peligroso acercars

con ese monstruo ah, al parecer esos dos tipos lo entrenado para que cumpla las rdenes que ellos le den.

Meme van van chuchu par san gregre a yoyo! dijoBingo con un temblor que lo sacudi desde el pico hascola.

Pero no debemos irnos sin siquiera ver qu ha opin Canarito en una muestra de valenta.

Est bien -acept el profesor Perico , vamos, pero con mucho cuidado. Esto es demasiado peligroso.

Se deslizaron entre las rocas para tratar de situarseuna posicin desde la que pudieran observar lo que halos gemelos con el vampiro. De ms est decir que Bingqued esperndolos lejos del peligro. Al fin consiguisubir a una alta pea, desde la cual tenan una buvisibilidad de la entrada de la Cueva Negra y de explanada no muy grande que haba delante, CanariPerico sintieron que un sudor fro recorri sus espdorsales cuando vieron al monstruo, que en ese momcolgaba desde una especie de percha de madera situada ja la entrada de la tenebrosa caverna. El peludo y necuerpo era aproximadamente del tamao de un guila


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por lo que calcularon que sus alas abiertas deban sobrepampliamente un metro de envergadura.

No saba que un murcilago poda ser tan gran dijo Canarito con voz casi imperceptible, pero denotaba la terrible impresin que aquello le causaba.

Ni yo! -dijo el doctor Perico, tambin mimpresionado. Pero se sobrepuso a temor que senta cuale pregunt a su amigo : Viste ese gaviln que est en un jaula, all, ms al fondo?

-S! Es impresionante! exclam Canarito .

Ese debe ser el que tienen para competir!... Y hay pjaros ms encerrados all atrs! Parecen dos pichones de halcones peregrinos. Esos son los hijos de Centella!La sorpresa de ver todo aquello cada vez los pona

nerviosos y excitados. Y qu hacen esos tipos ahora? pregunt el

hombrecito. Por lo que veo, discutir. No, yo digo adems de discutir. Parece que le estn enseando algo al vampiro, S, mira seal Perico , el gordo le grit

vuela!. As es como controlan y entrenan al vampiro Es verdad! Pero qu hace el flaco? No s, est abriendo una jaula... Para qu ser? Ya lo vi! seal Canarito . Es una paloma qu

el alto flaco solt! Y el gordo le orden al vampiro que la atacara!


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En efecto, al salir volando la paloma de la jaula, el le dio la orden al vampiro de mata!. No ms escuch palabra, el monstruo se lanz a gran velocidad sobrindefensa ave y la arrastr con el peso de su cuerpo hastierra, donde la aprision con sus patas y entre sus membranosas para clavarle los colmillos en el cuellchuparle la sangre.

Qu horror! No quiero ver eso! exclamCanarito aterrado.

Escucharon el grito de para! y el vampiro enseg

dej lo que estaba haciendo. Entonces, al grito vuelve!, retorn a su lugar, colgado de cabeza en percha a la entrada de la cueva, muy cerca del nio hombrecito.

Perico se volvi muy serio hacia su amigo, con el rocontrado por la impresin que le causara lo que acababa presenciar. Ai fin dijo:

Te das cuenta? De qu? pregunt el interrogado sin entender

intencin del hombrecito. De que estn enseando al vampiro para que ata

en vuelo a las aves que participen en la competencia! No lo puedo creer! As piensan matar a Centel

ganar con su halcn! Exactamente! y el doctor se pas una vez ms

mano por su pelo erizado . De la misma forma en qumucha gente practica la cetrera.

Ce qu?! pregunt el nio.


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Cetrera. Es una especie de deporte en el quehacen competencias con aves de rapia, a ver quin mms rpido y ms elegantemente a unas inocentes palom

Hay gente que hace eso? Claro! Y entrenan igual a sus aves. Tenemos

hacer algo, Canarito! Si Pato estuviera aqu, ya los hubiramos paraliz

y acabado con ellos! Qu dices? No, no me haga caso, doctor.

Y ambos regresaron por donde haban llegado, peresta ocasin con muchas ms precauciones.A! llegar adonde los esperaba Bingo, y despus

silbar por lo bajito durante el camino, Canarito comenmoverse inquieto.

Tengo la impresin de que ests tramando algo ledijo Perico.

S, se me ha ocurrido una idea, doctor respondi enio . Necesito que usted vaya a casa de La Urraca yPato est mejor, acompelo a su casa, por favor.

Eso no es problema. Bien, entonces le dice que se ponga en contacto

su to Pelcano, el prefecto de polica, y le cuente todo que atrapen enseguida a esta gente antes de la competen

Muy bien, pero qu vas a hacer t? He pensado que si me quedo aqu y sigo a

gemelos cuando salgan, podran llevarme hasta donde tia Cata, qu le parece?


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Es una buena idea, pero muy peligrosa afirmPerico . Tienes que hacerlo con mucho cuidado.

No se preocupe. Te quedas con Bingo, por si acaso. Yoyo cui cui cui da ara t!Se despidieron, no sin que antes el doctor repitier

peligroso de la situacin y los consejos de ocultarse bien.

Alrededor de veinte minutos dur la espera. gemelos salieron discutiendo ahora sobre a quin le to

llevar un bolso que haba que manipular con cuidado.Canarito y Bingo los siguieron como estaba planeaPero no fue fcil. Como el

terreno era irregular, a veces para salvar una rocatenan que mostrarse demasiado y con las frecuentes peleas de los hermanos era posible que losdescubrieran, por lo que el nio tena que lanzarse atierra lo ms rpido posible, llenndose de polvo yrecibiendo golpes y araazos. Bingo, en cambio,opt por volar de piedra en piedra, sufriendo por no poder hacer alguna broma de las tantas que le pasaban por su mente.


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Despus de un buen rato de camino, arribaron a pequeo cerro donde se abran las bocas de dos cuevas parecidas.

Los gemelos entraron en la ubicada a la derechCanarito intent hacer lo mismo, pero Bingo no le tiempo.Vol hacia la de la izquierda, graznando Le bajito pepe rar m, y desapareci en la caverna.

Canarito lo esper obedientemente durante un rCasi a punto de impacientarse, lleg Bingo posndose ehombro.

Tutu popo deren trar. En sa? Pero si ellos entraron en la

otra. Yoyo coco nono cer. Las dose u

unen.


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-Ah! Qu inteligente es mi lorito! Vamentonces!

Entraron en la cueva, que era pequea, y fuerondificultad hasta una bifurcacin, donde tomando a la der por una corta galera llegaron a la otra cueva.

Canarito asom la cabeza para tratar de descubri prisin de Cata. Pudo observar una cavidad rocosa mums ancha y alta, pero tambin mucho ms arregladadaptada a las necesidades de sus moradores.Se vean mesas, sillas, archivos, libros, algu

herramientas, armas y variados cachivaches. Como adoen repisas adosadas a las paredes de la cueva, numeraves disecadas.

Los gemelos estaban de espaldas a l, sacando cantina con comida del bolso y dndosela en las manosnia, que se encontraba en una enorme jaula cerrada candado.

Canarito sinti lstima por su amiga. Se vea algo sudemactada y sin nimo ni para comer. De todas formamismo cosquilleo de siempre comenz a recorrer su emago. S se dijo- , esa nia me gusta ms que un helade chocolate con almendras.

A l mismo le dio gracia su comparacin, por lo qu pudo aguantar una sonrisa, que enseguida se le congel rostro para dar paso a una expresin de asombro.

En ese instante, los gemelos se haban movido posicin, dejando en el campo visual del nio a otra perque acompaaba a Cata en su encierro: el inspeAlbatros!


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No lo puedo creer! Para qu secuestraron tambal inspector?

Por queque lespu soso una nono tata en el ex pdiente.

Cllate, Bingo! Djate de bromas ahora! Mtengo una idea. Antes de irnos, me hace falta que vayasdigas a Cata que no se preocupe, que la voy a salvar.

Tutu es tarlo coco! No, no estoy loco, t puedes fcilmente llegar h

ella.

Coco momo moco...? Cmo? Te paralizas como una estatua y vas desplazndentre las aves disecadas como si fueras una de ellas. Asse darn cuenta!

Tut es tarlo coco! Hazlo, dale, que estamos apurados!El nio sigui con la vista al loro, que desde su hom

haba saltado a la repisa ms cercana, al lado de dos cuedisecados. El ave imit la misma posicin amenazadorsus vecinos y cuando con el rabillo del ojo vio quegemelos estaban entretenidos comiendo, salt a otra repcayendo al lado de un guacamayo y una cacata. Ensegabri las alas para imitarlas y as continu avanzando hacercarse lo ms que pudo a la nia. Por supue provocndole sustos a Canarito, porque al tomar confien lo que haca, comenz a paralizarse con poses ridicucomo bailando, modelando, agonizando, haciendo caotras que se le ocurran para divertirse.


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Por fin, en plena pelea de los hermanos por ver qutomaba la ltima gaseosa que haban trado, Bingo vol hla nia para darle el recado. Canarito suspir aliviado, que tambin le dur poco, porque a Bingo le dmuchsimo trabajo que Cata lo entendiera, lo que provuna tremenda desesperacin en el nio, adems de quetaba latente el peligro de que los hombres lo descubriese

Al fin, Canarito se dio cuenta de que la nia haentendido, porque ella gir su cabeza hacia donde l estay, al verlo, sonri esperanzadoramente. Al nio se le dobl

las rodillas de emocin.Bingo hizo el camino de regreso con ms desplantela ida, incluso posndose en la cabeza de un cn ponindose como si un guila lo estuviera cargand besando a una lora en el pico, mientras levantaba una pa

Vamos, Bingo! le dijo el nio al llegar -. Sdnde y hasta con quin la tienen! Ya no tenemos nadahacer aqu!A veces corriendo, otras caminando apurado, sdescansando cuando la sofocacin era inaguantablsilbando a todo


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pulmn, Canarito lleg a su casa, dirigindosedirectamente al telfono de su habitacin ysaludando apenas a sus padres. Bingo vol por fuerahasta la ventana abierta del muchacho, para que nolo vieran.

Al! Con Pato, por favor? Con l. Con Pato! Con l! Con Pato ests hablando! Qu

enredo!

- Ah... Ya ests bien? S, fue un momento de confusin... No! Me refiero a si ya ests bien de salud!

quiso saber Canarito. S, por suerte. Y t? No, yo no me enferm. Que cmo te fue! Cuntame! Est bien, pero primero dime si le avisaste atu to Pelcano. S, pero no me crey. Dijo que esos son

inventos nuestros porque tenemos muchaimaginacin le cont Pato.

No lo puedo creer! Ahora s que esto secomplica!

Pero cuntame, Canarito! Ya s dnde tienen a Cata! En las cuevas

est todo, como deca La Urraca! le hizo saber Canarito.

La viste?


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S, cuando fuimos y agarraste la alergia, note acuerdas?

No! Me refiero a si viste a Cata! Claro! Y te vio? S, y parece que se puso muy contenta le

inform Canarito.Un silencio se produjo del otro lado de la lnea.

Los celos de Pato comenzaron a despertarse. Pato? Ests ah?

Claro, no voy a estar all. Oye, y sabes con quin est Cata? le pregunt Canarito.

Cmo? Tiene novio? No! Te digo que si te imaginas con quin

est encerrada! No, cmo voy a saber si yo no fui? T

fuiste el que...! Con el inspector Albatros! Lo secuestraron

tambin! Quee? Lo que oyes! Pero eso es increble, Canarito! Lo mismo dije yo cuando lo vi. Dijiste pero eso es increble, Canarito?

brome Pato. S, pero sin el Canarito contest el amigo. Averiguaste qu le van a hacer? pregunt

Pato.


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No. Pero maana temprano hay que hacer algo. Por lo menos a ella la saco de ah como sea!

La sacamos! aclar Pato algo molesto. Claro, la sacamos. Maana es el da, entonces. Maana es. Chao. Chao. Ninguno de los dos pudo conciliar el sueo en

las primeras dos horas. La idea de salvar a la nia, la

idea de cmo hacerlo antes de la competencia ymiles de cosas ms se atrepellaban en sus mentes. Yla excitacin del romance y la aventura los animaba.Por lo menos hasta cuando llegaban a pensar enaquel terrible monstruoso chupasangre.

Dos nios y un loro alrescate

Las diez de la maana era la hora fijada para elcomienzo del evento. En ese momento se reunan

todos los competidores con sus aves, los tcnicos, jueces y el bullicioso publico. Se daba el discursoinaugural de bienvenida y se celebraban lasgraciosas competencias de habilidades con loshabitasntes inscritos, antes de hacer el llamado para


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que los concursantes tomaran posiciones con susaves en la lnea de partida.

Por eso, a las ocho de la maana, tensos,nerviosos y con mucho miedo, Canarito, Pato yBingo recorran el camino hacia la cueva dondeestaban secuestrados Cata y el inspector Albatros. No lo pudieron hacer antes porque habrandespertado las sospechas de sus padres.

Tampoco convencieron al to de Pato, ni podan denunciat nada a la polica. Saban que nadie

les creera. Mucho menos sus padres,


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los cuales seguro iban a tratar de sacarlos de tantossupuestos peligros, como es lgico. No quisierondecrselo al seor guila para no causarlesufrimientos, pero, sobre todo, para evitar unareaccin que echara a perder el rescate. El doctor Perico, adems de estar muy viejo, estara al lado deguila en la competencia; La Urraca participando, yel inspector Gallo en su condicin de juez principal.

Por eso, estaban solos en aquella aventura.Cmo iban a salvar a la nia y al inspector

Albatros? An no lo tenan claro, pero saban que sudon especial para paralizar al mundo a su alrededor era un arma muy poderosa en aquellascircunstancias.

Llegaron frente a las dos cuevas y se in-ternaron por la de la izquierda, la misma que habanusado Bingo y Canarito el da anterior.


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Cuando asomaron sus cabecitas para observar y poder elaborar un plan acorde con la situacin, loque vieron y escucharon los dej boquiabiertos.

;Le dieron comida al vampiro? deca lavoz conocida de un hombre, al cual no podan ver por encontrarse en un rincn donde la dbililuminacin no alcanzaba.

No, como nos orden, lleva un da sin comer contest el gemelo gordito . Debe tener ganasde chuparle la sangre a un elefante.

;Y Mefistfeles? continu el hombre.-Nuestro gaviln est listo para lacompetencia, seor respondi ahora el flaco, quehizo un gesto de defensa ante la rabia contenida desu hermano al orlo hablar.

Qu saben de esos mocosos? volvi a preguntar la voz.

Nada, seor respondi rpido el gordo y bajito para adelantarse a su hermano. Escuchen bien rugi el hombre desde las

sombras . He gastado mucho dinero en estaoperacin, soport estar entre nios majaderos parafacilitar la captura de esta chiquilla y ahora voy a ser el juez principal. En fin, si algo falla, les juro queustedessern la comida de ese monstruo!

El inspector Gallo! balbuce Patoescondindose, cerrando sus ojos y pegando todo sucuerpo contra la pared de la caverna.


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Increble! lo secund Canarito moviendosu cabeza como un pndulo.

Yoyo mel ima gigin! susurr Bingo entono de broma, pero los nios ni caso le hicieron.

Por eso secuestr a nuestro inspector! habl Pato como para l.

Claro! respondi su amigo, tambin muy bajito . Por eso llam a Cata ese da con la excusade regaarla a esa hora, cuando todos se haban idodel colegio.

Y despus sustituir tambin a Alba- tros enla competencia! El plan era perfecto! sigui pensando Pato en voz no muy alta.

Con eso y la carta bajo la manga d

El Secreto de La Cueva Negra (Transcrito) - Pepe Pelayo

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