El Sótano Revista Nº4

76

description

El Vuelo

Transcript of El Sótano Revista Nº4

Page 1: El Sótano Revista Nº4
Page 2: El Sótano Revista Nº4

SAN CARLOS AMANECE VERDE

Page 3: El Sótano Revista Nº4
Page 4: El Sótano Revista Nº4

TAPA - ARTE - DIAGRAMACIÓN CORRECCIÓN - ARMADO: Grupo El Sótano

ESCRIBEN EN ESTE NÚMERO:Armando BonillaBagre ChicoDayiana LongoFacundo BonillaFederico BagginiJosé CorreaLucas Bonilla Luis CanobraMartín de los SantosMartín CedrésMr BaruPablo RodríguezStephanie BorcheTamara Portela

ILUSTRAN:Facundo BonillaFlore MalzoniKatiuska DávilaLenka SuarezMartín CedrésPablo Pérez Stephanie BorcheVica Opa

FOTOGRAFÍA:Abril RodríguezBagre ChicoDayiana LongoLucas Bonilla Martín CedrésPablo RodríguezPablo Pérez

Page 5: El Sótano Revista Nº4

07 Amanda

11 Roberto Appratto. Entrevista

15 Foto relato

27 Pama Omi. Cuento

29 Oxygeno

31 Sueños Turbios

33 Vica Opa. Ilustración

37 Sos Tará

39 Tentación

41 El Vuelo. Ilustración

43 Poesía

45 Ensayo

49 Algunas maneras de la maña

51 Cadaver exquisito

53 Loca Certeza

57 Estoy podrido

61 Poesía

65 Diario

67 Al Bulto

71 Dios San Golotea

Page 6: El Sótano Revista Nº4
Page 7: El Sótano Revista Nº4

madera al óleo. Lucas Bonilla

Page 8: El Sótano Revista Nº4

ilustración digital. Lenka Suárez

Page 9: El Sótano Revista Nº4

Pocos sabían que Amanda no podía leer.

Su visión de hermosos ojos de avellana todo lo apreciaban; a través de sus largas pestañas que acariciaban el aire en cortos par-padeos, todo percibía.

Pero la tierna Amanda no podía comprender lo que estaba escrito ni podía escribir.De todas maneras y la complicidad de mamá, aunque estaba en segundo y ya cumplía los nueve, Amanda se ajustaba su impecable vincha blanca sobre el pelo retinto y lacio partido al medio y encaraba al mundo con picardía, con tezón, con amor.Todo tenía por ganar.

El sábado era el cumpleaños de Amanda.El sábado fue clave porque mamá consiguió el asado y viene el tío Fernando y la tía Ema. Seguro venía el primo Jairo. El redondito corazón de Amanda palpitaba por Jairo:

su primer amor. Por eso hay que levantarse temprano e ir a buscar lo que falta.

Amanda sabe bien. Sube la bicicleta bien dispuesta.Sabe que tiene cien pesos, todo lo que mami consiguió.Es mucha plata.

Mientras vuela en la chiva cerca de la feria mira atentamente los carteles de los precios y los cajones de verduras y frutas, sueña con volar, algún día.Sueña con tener y no tener.Vuela su almita pura buscando paz y felicidad. Cosas ajenas.

Nadie se dio cuenta.Había un cartel que decía: peligro, NO TOCAR.Un cartel rojo de chapa, bien bri- llante.Un cartel lindo que explicaba que era mortal tocar las paredes de ese muro cargado con altísimo voltaje de electricidad.La puta que te parió Amanda: cómo no sabes leer.

8

Page 10: El Sótano Revista Nº4

fotografía. Lucas Bonilla

Page 11: El Sótano Revista Nº4
Page 12: El Sótano Revista Nº4

Muchas veces, un proyecto audiovisual, nace de una obra literaria que despierta en algún realizador, un interés particular por ver nacer esa idea en la pantalla. Por eso, en esta ocasión, nos interesó realizar preguntas a un amante de la escritura, para que nos cuente sobre ésta.

“Te respondo pregunta por pregunta tá?”

foto

ced

ida

por

Robe

rto

Appr

atto

Page 13: El Sótano Revista Nº4

¿CÓMO SE INVOLUCRÓ EN EL PROYECTO HUELLAS?

Me involucré en el proyecto gra-cias al interés que mi novela “Se hizo de noche” despertó en Álvaro Buela. La consideró un buen estímulo para filmar un corto alu-sivo a la dictadura, y así lo hizo.

¿CUÁLES SON LAS DIFERENCIAS EN LAS FORMAS DE ADAPTACIÓN DE UNA OBRA LITERARIA A UNA CINEMATOGRÁFICA?

Las diferencias en las formas de adaptación están en el valor que se le da a la forma fílmica como receptora del texto literario: si es simplemente un vehículo para visualizar lo que ya está en el texto literario o si puede generar nuevos significados por el solo hecho de desarrollar su lenguaje.

¿QUÉ VALORES SE DEBEN RES-CATAR DE UNA OBRA LITERARIA? Es muy difícil marcar esos valores porque son muy variados, pero, de acuerdo con mi experiencia, y a efectos de establecer algún común denominador, yo pienso que estarían en la sensación de verdad que producen, que a su vez radica en la conmoción del lector. Es algo que no puede dejar indiferente.

¿UN LIBRO Y UNA PELÍCULA QUE MARCARON SU VIDA?

Hay varios libros y varias pelícu-las, por distintas razones, que marcaron mi vida. Yo diría que algunas películas de Antonioni de los años sesenta, casi todo Godard, en el cine; y en literatura, “En busca del tiempo perdido” de Proust, “El proceso” de Kafka, “Ulises” de Joyce, “Mientras ago-nizo” de Faulkner.”

SI HABLAMOS DEL “DRAMA” COMO GÉNERO. ¿QUÉ PESA MÁS EN SU BALANZA DE SATISFAC-CIÓN?, ¿UN LIBRO, UNA REPRE-SENTACIÓN TEATRAL O UNA PELÍCULA?

Es también difícil contestar eso. Cualquiera de las tres formas puede dar alguna satisfacción, o mucha o ninguna. Quiero decir que ningún lenguaje puede mo-nopolizar la representación. Más bien cada uno desarrolla sus posibilidades, siempre teniendo en cuenta su lenguaje específico.

12

NINGÚN LENGUAJE PUEDE MONOPOLIZAR

Page 14: El Sótano Revista Nº4

13

¿LA TEMÁTICA DESARROLLADA EN SUS ÚLTIMAS POESÍAS, ES LA MISMA QUE CUANDO COMENZÓ A ESCRIBIR?

Siempre tomé en cuenta el lengua-je como centro expresivo. Todo pasa por ahí. Lo que varió fue la conciencia del lenguaje, su prota gonismo en relación con los temas. Aprendí leyendo y con-frontando lo que sabía con lo que sabíanotros. Pero sigo situándome igual ante los temas, con lo que puedo decir de ellos.

¿QUÉ SIENTE AL ESCRIBIR?

Una gran satisfacción, una dimen-sión diferente del mundo que solo así se puede tocar. Y cuando no sale, una frustración de corta duración.

¿ES DE LAS PERSONAS QUE COM-PARTE SU OBRA, O GUARDA PAR- TE DE ELLA PARA SU INTIMIDAD?

No guardo nada. Es más, buena parte de mi obra es autobiográfi-ca. Escribir es la mejor forma de conocerse, y si es lo que escribo, lo muestro.

¿COMPARTIRÍA CON NOSOTROS ALGUNO DE SUS TRABAJOS?

UNA DIMENSIÓN

DIFERENTE

DEL MUNDO

Page 15: El Sótano Revista Nº4

AhoraTambién puede pasar otra cosa:Que uno quiera a una mujerPorque es mujer. Quiero decir que uno deje de pensar en lo imposible,Que tenga que imaginar algo que,De algún modo, por la vía imaginaria pueda,Eventualmente, realizar, pero siemprePor la vía imaginaria,Lo que siempre quiso:Estar bien. Cuando eso es tan posible,Incluso luminoso,Una mujer. Está ahí, cerca, Mientras escribe la palabra mujer.La perspectiva de la comprensión inmediataVa como una banda sonora sobre la escena:Se puede sentir el perfume.

Page 16: El Sótano Revista Nº4
Page 17: El Sótano Revista Nº4
Page 18: El Sótano Revista Nº4
Page 19: El Sótano Revista Nº4

Su duelo fue de cocaína y alpaca,de nicotina y mañanas estáticas...

Page 20: El Sótano Revista Nº4

manjares de la clase media baja,que insiste en soslayarse

en los suburbios de la melancolía.

manjares de la clase media baja,que insiste en soslayarse

en los suburbios de la melancolía.

Page 21: El Sótano Revista Nº4

manjares de la clase media baja,que insiste en soslayarse

en los suburbios de la melancolía.

manjares de la clase media baja,que insiste en soslayarse

en los suburbios de la melancolía.

Page 22: El Sótano Revista Nº4
Page 23: El Sótano Revista Nº4

cuando se le suicidaron los sueños, una tarde de domingo,

Page 24: El Sótano Revista Nº4

supo que de aquellas sustancias reemplazantes dependería el resto y no de los moldes extenuantes que de ninguna manera contenían supo que de aquellas sustancias reemplazantes dependería el resto y no de los moldes extenuantes que de ninguna manera contenían

Page 25: El Sótano Revista Nº4

supo que de aquellas sustancias reemplazantes dependería el resto y no de los moldes extenuantes que de ninguna manera contenían supo que de aquellas sustancias reemplazantes dependería el resto y no de los moldes extenuantes que de ninguna manera contenían

Page 26: El Sótano Revista Nº4

sus razones.por más que fuera obvio, se haría llamar por su nombre verdadero.

sus razones.por más que fuera obvio, se haría llamar por su nombre verdadero.

Page 27: El Sótano Revista Nº4

sus razones.por más que fuera obvio, se haría llamar por su nombre verdadero.

sus razones.por más que fuera obvio, se haría llamar por su nombre verdadero.

Page 28: El Sótano Revista Nº4

fotografía. Dayiana Longo

Page 29: El Sótano Revista Nº4

Quiero ser hija nómade, que va de un lado al otro. Parar en un lugar, contemplar, y seguir. Transformado. Transitar todas las rutas de vida, como estar acá y en todos lados a la vez. Atrave-sada por el éxtasis de una aurora a la mañana. Por una vorágine de hojas otoñales, que me seducen atinándose a quedar, y se echan a volar. Sin más.

Bombea y corre más sangre. Un fulgor. Un cálido sudor corre por mi carne pálida. Es este caos que me susurra al oído: [estás viva]

He experimentado el mirarme a los ojos. Como si por un mo-mento pudiera salir de mí, para observarme desde afuera. Solo los socaires de algunos aires pueden cumplir la promesa.

La de estar mirando por una ventana con vista privilegiada, inusual.

También sentí irrumpir desde adentro. Cierro los ojos, inhalo, exhalo. Un calor  revela mi exis-tencia. Flujo y reflujo. Siento haber descubierto partes de mi cuerpo que no conocía. Soy yo, escurriéndome en un mercado de la India. Atta. Chana. Rai. Sag. Madrás. Soy yo, tratando de buscar la orientación a la Meca. Soy yo, en ese goce de meter suavecito mis pies en un charco con barro. Lo dulce que deja la tormenta.

¿Qué te somete? ¿Que te revo-luciona? ¿Por qué esta revuel-ta?

¡Basta de conmemoraciones! ¡Queremos movilizaciones!

28

Page 30: El Sótano Revista Nº4

Recién caigoo suborevientoinmersoimagino creo sueñomucho aireme suenael vuelo.Me llevo en las manos todo el vacío de la vida que es divinay lo podrido que está el mundo

Page 31: El Sótano Revista Nº4

fotografía. Lucas Bonilla

Page 32: El Sótano Revista Nº4

ilustración digital. Lenka Suárez

Page 33: El Sótano Revista Nº4

Un control, otro, un tercero. Un pasillo eterno como el tiempo y ahí me encontraba, no res-petando las leyes de la grave-dad. El pulso continuaba embra-vecido, el corazón acelerado. Las nubes lo inundaban todo. Rebosando los nubarrones volví a mirar a mí alrededor. ¿Ahí es donde de verdad quiero estar? Llegó la hora, la puerta se abre y solo pude sentir el subidón de adrenalina que recorrió mis venas como una inyección de valentía. Salté al vacío. Ya no recorría la vida con una coraza que me protegiera, no avanzaba cuesta arriba rodeada de desconocidos. Ahora estaba sola. Ya había dejado de subir y ahora solo caía. Caía, sola. Atravesando las nubes sin piedad alguna de herirlas, sin-tiendo como el aire me dividía en cientos de trozos. Caía, caía sola. Frío, humedad, perdida en mi interior. Azotada una vez más por una colonia de nubes

pude ver el paisaje y el miedo-había armado sus valijas y se había ido. Mi adrenalina era digna de un tranquilizante. Y caía, caía sola. Largos sende/ ros empedrados me esperaban ahí abajo. Era el momento, el reloj se detenía exclusivamente para mí. Surcaba el cielo con espe/ ranzas de encontrarme. La utopía se volvía posible, segundo tras segundo, minuto tras minuto. Mis manos se per-dían, mis pies no los sentía. Caía, caía sola.Un ruido molesto invadió el lugar, turbulencias desacele/ raron mi caída. Y volé, volé sola. Una sonrisa luchó por dibu-jarse en mi rostro y puede que haya sido felicidad la sensación que intentaba invadirme. Inag-otable felicidad. Y desperté, era hora. El desper-tador reventaba mis tímpanos. Y si, era hora de comenzar el día, sola.

32

Page 34: El Sótano Revista Nº4
Page 35: El Sótano Revista Nº4
Page 36: El Sótano Revista Nº4
Page 37: El Sótano Revista Nº4
Page 38: El Sótano Revista Nº4

Si lo que te molesta es el frío, y vas a viajar volando por ahí, en busca de escapar del invierno uruguayo, que aparentemente ahora tam-bién está en Full HD, entonces dis-culpame pero te estás perdiendo de las mejores cosas. La bufanda que no se lava… NUNCA… Sí! Esa vuelve a estar entre las prendas de cabecera a la hora de salir a perpe-trar algún delito menor. También sale a la cancha el par de pantuflas que se sospecha trajo algún bis-abuelo de Europa. La terna se cierra con la frazada del agujerito… cosa que no importa mucho porque de última va a estar escon-dida en el medio de la lasagna de cosas que se te arma en la cama.

Igual lo mejor es que vuelve el chocolate caliente con crema, las torta fritas y el guiso de mondongo que se queda a vivir en la heladera y quizá, en el próximo invierno, resucite para cobrar venganza contra los estómagos de alguna víctima ingenua.

También llega esa pereza que te hace agarrar un libro, tocar una guitarra, acechar el fotolog de Polino, mirar tele, comer, rajarle a la esponja, estar haciendo todo tipo de actividades complejas pero perfectamente coordinadas desde la cama, comer un poco más, hacer un fueguito en la estufa si la hubiere… y sino en el bidet. El bidet no tiene tanta prensa como merece.

Aunque no lo parezca y uno asocie el invierno con el gris, hay cosas del día a día que agarran color en invierno. Salir a esperar el bondi es una de ellas. Debería haber más películas de gente que sale de la casa casi persignán-dose en deseo de no tener que empomarse 15 minutos en la parada. De gente buscando el otro guante. Esperando a que se enfríe el café pero sin que se haga demasiado tarde. Esas cosas te pasan en invierno única-mente y te querés ir?

37

Page 39: El Sótano Revista Nº4

Date cuenta que en julio de 2010 un tal Marcelo Acquistapace anunció que Uruguay será la nueva Suiza de América, en julio de 2011 “las exportaciones uruguayas crecieron un 42% dentro en un contexto de proteccionismo y crisis mundial”. Sí, señora. CRISIS MUN-DIAL y Uruguay exportando dulce de leche a faz de can.

Finalmente, en agosto de 2012 hasta hubo Puro Sexo publicitado en carteleras. Con estos 3 últimos inviernos en el bolsillo seguro que el de este año se las trae. Quedate. Formá parte de todo esto. Por como se viene la década seguramente en el invierno que viene haya más exportaciones de sexo a Suiza o algo.

ht tp : / /www.e lacontecer .com.uy/8709-uruguay-sera-nueva-mente-la-suiza-de-america-anuncio-marcelo-acquistapace.htmlhttp://www.uypress.net/uc_30986_1.htmlhttp://www.uypress.net/uc_31518_1.html

Resulta que era “Puro Saxo” y no “Puro Sexo”. Igual da para quedarse a ver cómo salen buques y buques cargados de saxos Made in Uruguay rumbo a Suiza.

Fe de erratas:

fotomontaje. Leandro Machado

Page 40: El Sótano Revista Nº4

Contar con la total libertad para la expresión, puede devenir en un grillete creativo, que como tal, impide que las ideas remonten vuelo.Es estar en una llanura desértica, que abruptamente se interrumpe por algo más intimidante aún: un despeñadero dantesco, que ve su fin en la forma de una inofensiva hoja en blanco.

Luego de tomar impulso una considerable cantidad de veces para deternos al borde del precipicio, nos entregamos a él, víctimas del más espontáneo arrebato.

Esa caída libre en un principio aterradora, se convierte en una experiencia placentera, gracias al instinto natural para la supervivencia, que bajo la forma de la libre asociación de ideas, actúa como un paracaídas, que nos ayuda a planear o a disfrazar la caída con estilo de nuestra inspiración.

Page 41: El Sótano Revista Nº4
Page 42: El Sótano Revista Nº4
Page 43: El Sótano Revista Nº4
Page 44: El Sótano Revista Nº4

fotografía. Bagre Chico

Page 45: El Sótano Revista Nº4

Ahora, no importa el ahorasi todo mañana es presente.

El alma, lapida sepulcranteal fin, muestra su sol y sombra.

La noche con su funebre lutoinvita a vagar

por las penas de un roto corazón.La calle se inunda de terror

sin rocanroles ni tangos por llorar.

La postal de la ciudadvende, soledades con precio al portador.

Muñecas de ojos claros, sin corazón.

-Aquí de nada vale la piedad-Logo tatuado de perdedor

y en el último golpe, campeón.

(Los hombres cargan, el cansado mundo)

Page 46: El Sótano Revista Nº4

Cuán incomprendido es el ser humano. Pero más que incom-prendido es incomprensible. Contradictorios son sus ideales. Maneja su vida con medios que no llevan a más que mortal codicia. Su producción es contraproducen-te, pues ha generado durante años alienación, hambre e incertidum-bre, y no ha dado más que dinero a unas pocas pobres cabezas. Su evolución, una extraña parado-ja. Imposible de resolver viendo el presente, evolución intelectual con fines anti intelectuales. Sus prioridades, cuestionables. A veces prefiere matarse por traba-jar, matar a otros por mostrar un punto, matar al mundo en el que vive por vacío capital.El hombre también es un ciego a consentimiento. Puede verlo todo pero elige no hacerlo. Prefiere saber con anticipo la palabra que vendrá a decirla. Es un débil dis-frazado de creador.Somos no menos que todo esto que digo. Al hombre le encanta desmerecer, es más fácil que ver lo bueno, y eso hago ahora: des-merezco y critico al maldito hom- bre moderno Y desmereciendo, digo que el hombre le tiene, le te- nemos, miedo al cambio.Cobardes somos, las cosas se ven más nítidas si son incambiables,

necesarias.Se niega erróneamente a ver las cosas con otro color. El miedo al cambio es una abominación. Per-mite a los dueños del orden, y sí que los hay, regodearse en sus imposiciones. Produce conformismo. Se confor-ma con lo que tiene que hacer, con cómo se tiene que vestir, con lo que debe, con lo que hay, con lo que no.Conformismo que maquilla con estilo. Suena tan simple e irrele-vante y gris. Provisoria forma de vida, que cree eterna. Así consume. Desesperado y des-garrador consumismo. Destruc-tor de creatividades.Y sin creatividad solo le queda creer. Creer en mentiras cómo-das, en que no existe la incerti-dumbre. En deidades improbables que tienen un plan determinado para cada obrar y un fundamento para cada muerte, como si la vida no fuera pura razón y azar y sentir.Pues sin poesía hay que decir que por estos menesteres el hombre moderno tiene miedo a desen-cajar. Pues sin poesía hay que decir que por estos caracteres el hombre moderno tiene miedo a cambiar.

45

Page 47: El Sótano Revista Nº4

fotografìa. Abril Rodríguez

Page 48: El Sótano Revista Nº4
Page 49: El Sótano Revista Nº4
Page 50: El Sótano Revista Nº4

Ama al libro por sobre el amor mismo.Búscalo, decidido, de la mano de alguien, o bajo el brazo, dentro de alguna mochila o cartera, búscalo acompañado de otros cientos en algún templo donde la mayoría reposan.Tómalo de la mano; una vez que lo hayas hallado tómalo de la mano, aférralo contra tu pecho, cíñelo al compás de tu corazón, tal vez te mimetices tan pronto que ya no puedas abandonarlo.Protégelo, los males que lo ago- bian también te afectan a ti. La humedad debilita su cuerpo, lo ensancha y contrae. El tiempo le suministra vida de azufre, y a la vez se la quita. Sus formas y nociones, eso que contiene, provoca el dis-gusto de macilentos detractores. Préstale atención desde el primer instante en que lo descubras, de- rrama tu mirada sobre él, llévalo a conocer parques, bares, montañas y mares.

No lo asfixies, concédele su espa-cio, calma su trama. Escúchalo. Abre tus oídos para oír su silencio y ciérralos para recibir su verso; él no renunciará a su voz porque no lo estés escuchando, es su me-nester atenderse a sí mismo aunque a menudo se converse y no comprenda una palabra de lo que dice.

Juega con él, templa con los ojos el calor de su verano y entibia el frío de su invierno; distráelo, corre tras sus hojas al viento como si fuera la última vez, escón-dete y llámalo. Si ríes junto a él no envejecerá jamás.Elógialo, sin importar lo mucho o poco que lo hayas vivido, elógialo; menospreciar sus palabras es desmerecer su dignidad. Mien-tras enalteces tu ego con el juicio vano, él se eleva como un altar sobre tus murmuraciones, como pájaro que anida labios cenicien-tos.

49

Page 51: El Sótano Revista Nº4

Deslúmbrate de sus logros, abrázalos fuerte, átalos a su nombre, respíralos. Decídete y estará contigo, estrena su historia y caerás rendido ante sus már-genes, muerde sus negras venas y reprenderás la soledad, darás sagrada sepultura a la máscara que decora lo primitivo.Confía en él, elude las artimañas del dialecto, ignora la convicción de las metáforas, interviene su tez blanca ahogada de pecas. Confía en él, conmuévelo compulsiva-mente, confabúlate en contra del entramado que disfraza la com- prensión y enfréntalo privado de sus armas. Confía en él. Una vez vencido será remanso y pudor, adscribirás su cosmos a tu conste- lación.

Espera lo mejor de él, pero no la perfección; en cambio aguarda lo peor de ti y él te irá perfeccionan-do. Hay vidas que solo nacen, él es una de ellas. El deshielo de una mano -como dimensión abocada a la insinuación de un ideal- articuló el engranaje inmóvil que altera la noción establecida de esfuerzo: él permanece sosegado mientras nosotros damos cuerda

a su contextura henchida de sen-tido y suceso que no alcanzare-mos sino hasta el final.

No precipites el enojo selecciona-ndo innumerables incorrecciones o incompatibilidades; el desen-lace encauzará tu desconcierto. Sé firme con él y algún día le agra-decerás lo que puedas imaginar. Esparce sus particularidades entre tus dientes al emplear el parloteo, y contágialo con fervor, con imprudencia, con efervescen-cia. Convierte la sencillez de tu transcurrir en gota que horada la piedra, al igual que él lo hace con-tigo.

Estate a su disposición con locura. Sobre su cornisa podrás rezar, esperar, amar, avergonzarte. Dis-ciplínalo a la medida de tu alma y así, alivianará su peso y profun-dizará la levedad. Contesta sus preguntas si pretendes que él acuda ante las tuyas. Ante todo, cree en él; es un jardín en tu bolsillo, una isla frente a tus ojos, un parpadeo de caminos y días. Ama a los libros por sobre el amor mismo.

Page 52: El Sótano Revista Nº4
Page 53: El Sótano Revista Nº4

ilustración. Katuiska Dávila y Florencia Malzzoni

Page 54: El Sótano Revista Nº4

El mundo de ayer, de hoy y el que vendrá tienen algo seguro, siem-pre están presentes blancos y negros; no hablo del color de la piel, hablo de pensamientos, de opiniones. Hablo de que la diferen-cia entre generación y generación es abismal. Pensemos en una charla, abuelo, padre, hijo con cualquier tema sobre la mesa. De seguro la frase” pero antes era dis-tinto, nosotros no…” se hace pre-sente.Es entendible la indignación de nuestros padres y abuelos, el miedo que poseen al dejarnos salir a la calle, al dejarnos decidir per-sonalmente que queremos y que no para nosotros mismos, es entendible sí.Pero no me creo fiel reflejo de la “gente joven de hoy”; no encuentro punto de conexión, no me siento parte de la juventud de hoy, no me representan.Entonces se hace imposible una charla con fundamentos e infor-mación, con nuestros mayores. Seguro no nos comprenden, pien-san que somos vagos, que como

vamos a sobrevivir o que para nosotros los jóvenes todos es un “viva la pepa”, vaya a saber uno que significa eso con exactitud o que pasa por sus mentes cuando lo vociferan. Lo cierto es que para ellos la verdad y única verdad es su palabra solo porque son ma- yores, trabajan, pagan sus pues-tos y agachan su cabeza resigna-dos porque es así cuando tienes obligaciones, o eso parece.

Por otro lado comprendo a las personas mayores, que no tienen más que reproches para con nosotros los jóvenes; obvio ¿cómo nos las van a tener? si la mayoría de ellos vivió la dictadura, sin dudas marco sus vidas, encamino sus mentes, y quito su capacidad de repreguntarse, de cuestionar, de contemplar otras opciones, de elaborar un espíritu crítico. Seguro ellos quisieron tener un poquito de libertad, nosotros nos criamos en un tiempo socio-económico y político dife- rente, eso sin dudas es una marca fundamental.

53

Page 55: El Sótano Revista Nº4

Pero algo importante es que logro encontrar ese espacio de gente que si me representa, esto se da hace algunos años; vengo cami-nando frente a la galería Ma- chango y , algo me hizo entrar ese día, capaz que era hora de encon-trar a esos jóvenes que se sentían un poco como yo, sin punto de conexión con los chicos de hoy.Allí adentro se respiraba juventud, había una especie de alegría en el aire por lo que se estaba haciendo. Y se sentía eh, de verdura hablo, se podía sentir .A cada paso que daba mis ojos parecían abrirse y brillar más, lo que estaba en frente a mí era algo nunca visto, cuadros pintados de tal manera que tenía que pararme a mirar para pensar, respirar, y volver a pensar, otro paso más, proyección en la pared que parecía mostrar el parque de San Carlos de otra manera a como lo veía siem-pre, con una pizca de poesía mara-villosa, mirando para el costado unas chicas colgadas en telas, en el piso de arriba un chico pintando en vivo, un momento de onda

inspiración, en otro rinconcito tres chicos improvisando música sin dudas un momento que invi-taba a callarse, respirar y sentir.¿ Porque se estaba dando todo eso? ¿Quién lo generaba?,¿quién lo impulsaba?, ¿qué loco? al entrar nadie me pidió que pagara una entrada.¿ esta gente estaba acá sin ningún rédito económico?, pronto me respondí, fue un si gigante, esta gente estaba allí por amor, se notaba en sus caras.El asombro no termino ahí, después de un momento el silen-cio gano el lugar y comenzó la lectura de poesía , un mundo totalmente raro pero hermoso que termino de hacer el click que necesitaba mi cabeza.Y si, escribo esto para contar mi versión de los hechos, porque es verdad, después de estar casi sin esperanzas y pensar que mi cor-dura ya la había perdido, sintién-dome un loco por el mundo que quería para mi y todos , encontré la puerta al sótano…encontré la loca certeza.

54

Page 56: El Sótano Revista Nº4

ilustración. Facundo Bonilla

Page 57: El Sótano Revista Nº4
Page 58: El Sótano Revista Nº4

Viene el día y por allá sale el sol. Corres sabiendo que ese calor hoy no te al- canzará. Vas derecho al circuito donde todos los simpáticos se tienen asco. Llegas dolorido, pero no te importa, le vas a entrar igual, gastándole el culo y las rodillas a las pocas neuronas que te tienen vivo.

Termina de entrar el veneno, la brutalidad te trae sin aire, pero sales y cruzas todas las calles pidiendo auxilio. Para cuando llegan los amigos empiezas a creer otra vez en que todo va a ir mejorando.

Todos tomamos un pasaje, todos queremos sanar la herida de la semana. Vamos por celdas de luz saludando a bichos simpáticos, de a poco cedemos y nos hacemos más amenos, perdemos los apellidos y las costumbres hediondas que aprendemos en la dureza del acero del ómnibus.

Cuando hablamos sobre el vuelo con los astronautas de la gimnasia, notamos enseguida que volamos porqué de lo contrario estaríamos muertos hace rato. Haciendo cuentas calculamos varios hermanos muertos que nunca pudieron volar, ellos se quedaron enterrados sin querer sentir la potencia del vuelo. Parece que hay parcelas donde el miedo hace bien su trabajo.

Hace unos días compramos nuevos trajes, lo estrenamos un día sin tiempo, donde todo anduvo bien. Hay un pila de instrumentos por allá, mariposas con manos de algodón besan surtiendo de buenos efectos las espaldas de mujeres y hombres que se ríen bailando con los ojos cerrados en pleno vuelo volando.

57

Page 59: El Sótano Revista Nº4

ilustración. Martín Cedrés

Page 60: El Sótano Revista Nº4
Page 61: El Sótano Revista Nº4

fotografìa. Abril Rodríguez

Page 62: El Sótano Revista Nº4

La copa del árbol guarda sorpresasSumisas al deseo de ser inmortales.

Suspiran la receta de seguir latiendo.

Cielo infinito de plegarias maravillosasPalpitan la energía de un sinfín de quejas

Y dan el beso de la muerteA las dudas,

echando a volar los sueños.

22 DE JUNIO

Page 63: El Sótano Revista Nº4

Hoy tengo las manos manchadas de tintaQue se resbala linealmente hasta ahíY ahí punza, penetra y llega.

Lo baña con sus ideasY este jadeante se deja motivar.

Atado en cuerdas nerviosas trasmite Al resto de las células sus emocionesY estas las capturan, Y se siente,Se siente el orgasmo al hacer bailar las palabras,

Creando lo permanente en mi mente Con mis ojos inundados De mi.

18 DE MAYO, 2013

Page 64: El Sótano Revista Nº4
Page 65: El Sótano Revista Nº4

fotografìa. Abril Rodríguez

Page 66: El Sótano Revista Nº4

Es posible. Sólo hay que probar.

Volar debería de ser la palabra que para el humano definiera la acción del regocijo individual, la libertad del ser, quizás asociamos el vuelo a estos sentimientos porque es algo a lo cual no podemos acceder por no poseer alas de pluma y hueso, decir que no podemos volar porque simplemente no podemos físicamente, en realidad, me habla de otras cosas, de que no puede uno, ser libre, o completamente feliz, y me atrevo a decir que directamente se vincula con cosas como el miedo, o la inseguridad, o la inmadurez.

Las ataduras del ser. Es necesario llegar al fondo para descubrir lo que se esconde detrás de ese primer salto. Pienso que siempre que se mire con temor no será gratificante, ni liberal y en caso de no tener opción hay que tirarse y meterse para poder descubrir de que se trata, hacerle frente a la tormenta.Entonces tomemos las palabras y cambiemosle el sentido para que sean aplicables a los humanos no dotados de alas de pluma y hueso, de ahora en mas: volar significa regocijo, el Salto podría llamarse coraje, la tormenta miedo y las alas serían la vida misma.

65

Page 67: El Sótano Revista Nº4

ilustración digital. Stephanie Borche

Page 68: El Sótano Revista Nº4

"Ícaro y Dédalo" obra de Charles Paul Landon

Page 69: El Sótano Revista Nº4

Volar siempre fue sinónimo de libertad, pero no es tan así. Para cada pájaro hay una jaula y para cada mosquito una chancleta. La libertad no pasa por despegarse del suelo, sino por alejarse de su mayor enemigo. ¿Querés saber cuál es? Acá te cuento."Libre como los pájaros" dijo al- guien alguna vez. "Libre como una hoja de otoño que vuela con el viento" clamó otro, un poquito más drogado que el anterior. "Libre como estos mosquitos chupasangre" profirió otro, bas-tante más enojado que los dos anteriores. Pero lo cierto es que muchos pájaros están enjaulados, la mayoría de las hojas van a morir a la boca de tormenta (salvo que las prendan fuego, lo cual es bas-tante peor aún) y millones de mos-quitos terminan aplastados por una chancleta.

Las palomas, sin ir más lejos, la más icónica de las representa-ciones de la libertad, tampoco las tienen muy fácil. En Montevideo, fueron declaradas plaga, lo cual automáticamente se traduce en "si las matan está todo bien, porque son plaga", con la excusa de que transmiten enfermedades, el mejor motivo para causar la muerte de un ser vivo después de la sospecha de terrorismo. Una persona (me reservo su identidad) me dijo: "Si tenés palomas y te cagan la ventana, poneles pan mojado con alcohol. Caen fritas". "¡Tampoco quiero un genocidio palomeril!" le contesté, y ahí me dijo que le ponga pimienta, así no se acercan. Con el fin de espantar a las palomas de las plazas, la Intendencia había contratado hal-cones entrenados (1), con su respectivo coach (están entrena-dos pero tampoco la pavada). Estas aves de presa, abando- naban el brazo de su mentor, sobrevolaban la zona y luego volvían a la extremidad del suso- dicho. De esa forma, las palomas percibían el peligro y no apare-cían ni en forma de foto pegada a una matera. Esos halcones, bien podían irse a la mierda y mandar a cagar todo, pero por alguna razón, por alguna fuerza sobre-natural que se desconoce, termi-naban volviendo al brazo de su entrenador. Esos halcones, tenían la libertad en sus alas, y no la usu-fructuaban.La historia de Voladis

68

Page 70: El Sótano Revista Nº4

Todo esto me hizo acordar a la his-toria de Voladis, un joven que vivió en la Mesopotamia, más precisa-mente en la ciudad de Babilonia, por allá por el año 550 antes de Cristo. En esos tiempos el Imperio Persa se expandía a gran veloci- dad. Liderados por Ciro II el Grande, los persas conquistarían Babilonia, derrotando al Rey prece-dente llamado Nabónido (y si, con ese nombre, era claro que soplarle el reino era raspar y ganar).Voladis era un joven que trabajaba como mensajero. Una tarde, cuando volvió a Babilonia, la encontró en medio de un caos total: los persas habían tomado la ciudad. Lo primero que atinó fue ir hasta su hogar y buscar a su padre. Vivían cerca de un acantila-do. Cuando Voladis llegó, encontró a su padre desnudo, correteando gallinas. En bolas estaba siempre, pero ¿correteando gallinas? ¿GA- LLINAS? Si fuera una chancha todavía. “Padre, ¿que estáis hacien-do? Nos invaden los persas y tú pensando en copular con gallinas” (puede que estas palabras no sean las exactas, pero la idea creo que se capta), a lo que el padre respondió: “Te estoy haciendo unas alas para que puedas escapar, mocoso de mierda” (ídem anterior, esta es una inter-pretación libre del autor).Sí, emulando al mitológico Dédalo (2), el padre de Voladis estaba fab-ricando unas alas con plumas y cera. Pero Voladis no era boludo. ISabía que lo de Ícaro había salido como el culo, y enseguida le dijo “Ni en pedo me pongo esas alas”. En eso el ejército persa ya estaba sobre ellos, ya que lo habían segui-do a Voladis hasta su casa.

Sin dudarlo, antes de ser captura-do y probablemente violado, Vola-dis se tiró por el acantilado.Su padre no lo siguió porque la idea de la violación después de todo no le sentaba tan mal (por algo vivía en cueros).Ahí fue cuando el joven Voladis, en un acto desesperado, cayendo al vacío, comenzó a agitar sus brazos como si fuera un pájaro, y comenzó a volar. Si, a volar. Vola-dis podía volar y no sabía, porque nunca lo había intentando. La costra formada bajo de sus axilas producto de meses sin pasarse agua se había endurecido, forma-do una especie de aleta que le permitía agitar sus brazos y surcar los cielos. El problema fue que se cansó, porque no es changa aletear. Acá tenemos i- dealizado volar como Superman, sin esfuerzo alguno, pero volar es como caminar, pero con los brazos en vez de las piernas. CANSA.Igual pudo llegar a tierra firme, sano y salvo, pero enseguida apa-recieron los persas para capturar-lo. Los brazos de Voladis no podían más, porque para colmo ese día se había bajado una mano como cuatro veces espiando a una joven que se estaba bañando en el Río Éufrates. Estaba liquida-do. Una vez capturado, fue obliga-do a poner su capacidad para volar al servicio del ejército persa, sobrevolando lugares para pasar información sobre los enemigos y llevando mensajes como buen paloma. Así fue hasta el fin de sus días, cuando chocó contra un árbol, por causas que se descono-cen según el Nano Folle de la época.

69

Page 71: El Sótano Revista Nº4

¡Dale pibe! ¿Y la moraleja?A lo que quería llegar es: volar no te hace libre. La libertad no es fantástica (3), es una actitud. En los papeles, libres somos todos, en la medida de que todos tenemos la opción de actuar libremente, inde-pendientemente de que haya normas, personas o circunstancias que nos quieran arrebatar ese albedrío. Sin embargo, los princi-pales enemigos de nuestra liber-tad no están en la oración anterior. El mayor enemigo de nuestra liber-tad es el miedo. El miedo al qué dirán, a lo que nos podría pasar, a arrepentirnos, etc. Por ejemplo: para volar, primero hay que ani-marse a despegar los pies de la tierra y asumir los riesgos.El miedo está en la esencia de los seres humanos. Siempre habrá un "miedito" ahí, latente.

Incluso si estás en el momento de mayor felicidad posible, pade-cerás el miedo a dejar de ser feliz, a que algo te cague la fruta. Y en el mejor escenario posible, donde nada ni nadie te provoque miedo, estará la parca, esperándote al final del trayecto, y contra ese miedo no hay nada que se pueda hacer. Lo esencial es asumir que siempre habrá un miedito ahí, latente, pero no dejar que te domine. Ignoralo. “Ningunealo” (¡gracias por tanto Moria!). Pensá en cosas que te hagan feliz. Dejá volar tu imaginación. El miedo no se va a ir, pero vos seguramente te alejarás lo suficiente de él como para disfrutar más tu vida.

(1) El halcón esperando la órden para salir a “patrullar” los cielos.(2) Dédalo empujando a Ícaro, innecesariamente desnudos, para ayudarlo a volar.(3) Blues de la libertad. Hermoso tema de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. http://youtu.be/kmMVSV8F_ZY

70

Page 72: El Sótano Revista Nº4
Page 73: El Sótano Revista Nº4
Page 74: El Sótano Revista Nº4

CUALQUIER COSA

Page 75: El Sótano Revista Nº4

fotografía. Martín Cedrés

Page 76: El Sótano Revista Nº4

fotografía. Pablo Pérez