El Tiermpo de Trabajo H. Jaime.pdf

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    Hctor Armando Jaime Martnez

    EL TIEMPO DE TRABAJOJornada de Trabajo y Descansos

    (Actualizado conforme a la Ley Orgnica delTrabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras

    y al Reglamento Parcial de 2013)

    Universidad Catlica del TchiraSan Cristbal, junio 2013

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    Souviens-toi que le temps est un joueur avidequi gagne sans tricher, tout coup cest la loi

    Le jour dcrot; la nuit augmente; souviens-toi!Le gouffre a toujours soif; la clepsydre se vide.

    Charles Baudelaire. Lhorloge.

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    A mis hermanosCarlos Guillermo, Jorge Enrique y Marisol.

    A Luis Napolen Goizueta Herrera yscar Hernndez lvarez

    los hermanos que me deparel Derecho del Trabajo.

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    PRLOGO A LA PRIMERA EDICIN

    La limitacin del tiempo de trabajo, esto es, de la jornada laboral activaconstituye acaso la conquista histrica paradigmtica de la clase obrera.

    Basta para demostrarlo la circunstancia de que el da 1 de mayo quedconsagrado como el Da del trabajo en conmemoracin de los hechos ocurridosen la Haymarket Square, en 1886, como con tanto acierto se destaca en la partehistrica de la presente obra.

    Por ello, por la trascendencia intrnseca del tema, por su permanente vigenciay por las nuevas inquietudes que acarrean las modernas formas de produccin,el presente libro tiene una importancia y una utilidad tremendas.

    Cincuenta aos atrs, un ilustre connacional peruano, el maestro JosMontenegro Baca, en su obra clsica Jornada de trabajo y descansosremunerados, sentaba ya el concepto de que el tiempo de trabajo est constituidopor dos perodos, uno activo y uno pasivo. Deca entonces y su leccin sobreviveal paso de los aos que la duracin del trabajo "no es ms que el lapso en elcual el trabajador presta al empleador servicios remunerados, gozando de losdescansos correlativos. Segn lo que acabamos de exponer, la duracin deltrabajo tiene dos aspectos: El activo y el pasivo: El activo, o sea la prestacindel servicio del trabajador al empleador, es lo que comnmente se conoce con elnombre de jornada de trabajo; y el aspecto pasivo, esto es, los descansosinherentes a la prestacin del esfuerzo, reposos que forzosamente tienen que sertomados por el prestador de trabajo para poder servir al empleador.

    Al contraponer la jornada activa trabajo efectivo y la jornada pasiva losdescansos, por simples vasos comunicantes, la proteccin de stos limita aaquella. Pero los descansos no estn previstos jurdicamente como tan slo uncorrelato pasivo del tiempo de trabajo efectivo, sino que tienen entidad propia,su propia naturaleza en tanto que institutos autnomos del derecho laboral.

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    As, las legislaciones distinguen con nitidez el derecho al descanso diario, aldescanso semanal y al descanso anual o vacacional. Cada periodo responde a supropia lgica y tiene sus caractersticas especiales.

    El descanso diario tiene una raz fisiolgica evidente: el cuerpo humanotodo cuerpo viviente, en verdad, y hasta la mquina exige tiempo de reposo.El sueo es uno de ellos, el ms ostensible, el indispensable, pero no el nico.

    Se dice que la fijacin histrica de la jornada mxima de trabajo en ochohoras tiene su origen en una vieja tonada inglesa que deca: "Eight hours towork, eight hours to rest, eight hours to sleep, eight shillings a day"; quemezcla juguetonamente los periodos de ocho horas de trabajo, descanso y sueo,con la paga que en las primeras pocas se haca por da de trabajo.

    Al descanso semanal se le atribuye por lo general un origen religioso: lasgrandes religiones monotestas judasmo, cristianismo, islamismo tienen comofuente divina el libro del Gnesis, del Antiguo Testamento, segn el cual Dios,luego de crear el cielo y la tierra, y todo lo que hay en ella, incluido el hombre,al llegar el sptimo da descans.

    De all en ms, esas religiones santifican un da de la semana domingo, loscristianos; sbado, los israelitas, viernes los musulmanes-, que debe ser dedicadoal reposo y la oracin, y que en sus manifestaciones ms rigurosas u ortodoxasno slo autoriza a no laborar, sino que prohbe e impide hacerlo.

    Ms all de estas respetabilsimas creencias, parece tambin evidente lanecesidad reparadora y hasta profilctica del descanso hebdomadario, ciclonatural establecido por las fases de la Luna.

    Trasladndonos del ciclo lunar al solar, las vacaciones anuales son otranecesidad, cuya duracin, sin embargo, es muy variada en las diversaslegislaciones. Las hay muy generosas, que otorgan cuatro o ms semanas desdeel primer ao de servicios, o muy mezquinas, que slo confieren 6 das, ascomo progresivas, que van ampliando la duracin conforme crece la antigedad,o que ceden espacio para ser llenado por la negociacin colectiva.

    No son slo biolgicas las razones que imponen la necesidad de la limitacinde la jornada y la ampliacin del tiempo libre esto es, no sujeto a la rutinalaboral-, sino tambin econmicas, sociales y familiares, muchas de ellas nacidasal impulso del crecimiento de las ciudades, de las nuevas tecnologa, el fomentodel empleo y otras ms, como claramente se desarrolla en la primera parte deeste libro.

    La vida moderna trae consigo muchas ventajas, pero aparejadas de grandesmales y perjuicios. La globalizacin de la economa y su influjo, en gran medida

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    perverso, sobre la problemtica socio-laboral, ponen cada da a prueba la solidezdel aparato protector montado por el derecho laboral para limitar los poderespatronales y salvaguardar al trabajador frente al abuso y el exceso, y generaras un ambiente de trabajo sano, condiciones de trabajo razonables, remuneracinsuficiente, cobertura frente a las contingencias sociales y, en fin, el trabajo decenteque es el desideratum de la Organizacin Internacional del Trabajo.

    Pero los desafos de la competitividad desaforada, que no reconoce fronterasni respeta lmites, hay quienes quisieran arrasar con esos "privilegios" de laclase trabajadores, descalificados como una rmora para el crecimiento y elprogreso.

    El tiempo de trabajo es uno de los campos de batalla en que hoy se desenvuelvela pugna entre quienes quieren sobreponer la economa a las necesidades socialesy quienes defienden un desarrollo ms equilibrado, cuyos frutos no se concentrenslo en las capas superiores de la sociedad, sino se distribuyan de manera msequitativa.

    Es la batalla, en suma, entre quienes consideran al trabajo un simple factorde la produccin, un insumo, una mercanca, y quienes lo erigen en el valorsupremo de toda sociedad, la fuente primordial en la generacin de la riqueza.

    Aquellos desearan un tiempo de trabajo absolutamente flexible, sometidoslo a los requerimientos de la produccin y al margen de las necesidadesfamiliares y sociales. Estos aspiran a un punto de equilibrio que concilie ambasexigencias.

    Las jornadas acumulativas y atpicas, la acumulacin de las horas de trabajoy otros mtodos, en manifestaciones desaprensivas, podran desfigurar la jornadamxima diaria o semanal. Por ello han aparecido instrumentos legales, y sobretodo convencionales, para modelar o acotar esas jornadas, reducindolas aespacios compatibles con la vida familiar y social.

    Porque si la flexibilizacin ese fantasma que recorra al Mundo hace veinteaos, como lo describi Oscar Hernndez lvarez, parafraseando a Marx- fueexpresin de un pensamiento dominante, el neoliberalismo, hoy hay nuevas vocesde moderacin que, en la lnea de Joseph Sitilgitz y Amirtya Sen, alertan contrauna desregulacin exagerada que termine siendo, incluso, disfuncional al propiomodelo liberal, y termine Saturno devorando a sus propios hijos.

    Son esas las explicaciones y esos los retos que justifican que hoy, en el sigloXXI, los juristas sigan estudiando problemas que ya existan a fines del sigloXVIII y que en el siglo XIX marcaron los albores del derecho laboral.

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    Es eso al mismo tiempo lo que da grandeza y actualidad a este libro, quehurga en el pasado, escudria en el presente y escruta el porvenir.

    El privilegio de prologar la obra "El tiempo de trabajo", de Hctor A. JaimeMartnez slo tiene explicacin y sustento en la amistad y en el afecto con suautor, nacidos en muchas jornadas de trabajo de innumerables congresos,seminarios y mesas redondas, y enriquecidos en muchas jornadascomplementarias de descanso compartido, porque tambin en los eventoscientficos hay un tiempo para el trabajo y otro para el solaz, en especial cuandoste es acadmico.

    Como toda obra es inseparable de su autor, el comentario introductorio deeste libro no puede prescindir de una nota, siquiera sucinta, acerca de HctorJaime Martnez.

    Todo aquel que lo conoce sabe que es una personalidad multifactica. Dueode una slida cultura jurdica cimentada en Venezuela y acrecentada en laSorbona, Francia, tiene una vasta visin humanstica, forjada sobre todo en losclaustros del Seminario del Tchira, su tierra natal, donde curs estudios porseis aos. Polglota discurre en francs, ingls e italiano, a partir de un dominionotable del latn-, es lector voraz, insaciable y omnvoro, virtud que proyectatambin a lo gastronmico, porque es un gourmet excepcional - y, segn dicen,tambin gran cocinero - capaz de visitar un pueblo y, dentro de l, especficamenteun restaurante slo para comer un determinado potaje local. Viajero empedernido,es tambin incansable conductor, ameno contador de ancdotas y chistes, ycantante de muy buena voz.

    Y si estos datos pudieran proyectar una imagen algo frvola, nada ms ajenoa la realidad, porque el Dr. Hctor Jaime Martnez es un hombre disciplinado yriguroso, un profesor exigente, que sienta ctedra en su Alma Mater, laUniversidad Catlica del Tchira, pero tambin a todo lo largo y ancho deVenezuela en los postgrados de numerosas universidades; es, en suma, unestudioso impenitente y un acadmico a carta cabal.

    Quien lea este libro (y sea generoso en disculpar este prlogo) podrcomprobarlo con facilidad.

    Mario Pasco Cosmpolis

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    PRLOGO A LA SEGUNDA EDUCIN

    En el ao 2007, agotada la primera edicin del tiempo de trabajo, emprendla tarea de actualizar el mismo. No obstante, era prudente esperar la anunciadareforma anunciada en la disposicin transitoria cuarta, numeral 3, de laConstitucin de 1999 que dispuso que la Asamblea Nacional, dentro del primerao, contado a partir de su instalacin, reformase la Ley Orgnica del Trabajo,en varias materias y que, en la reforma, contemplar un conjunto de normasintegrales que regulen la jornada laboral y propendan a su disminucinprogresiva, en los trminos previstos en los acuerdos y convenios de laOrganizacin Internacional del Trabajo suscritos por la Repblica.

    El 30 de abril de 2012 el Presidente de la Repblica promulga el Decreto conRango, Valor y Fuerza de Ley Orgnica la Ley Orgnica del Trabajo, losTrabajadores y las Trabajadoras que fue publicada en Gaceta el 7 de mayo delmismo ao. El nuevo texto contempl una vacatio legis de un ao, antes de queentrara en vigencia la normativa en materia de jornada, lo que haca prever lainminencia de un Reglamento que desarrollara el confuso texto legal.

    El Reglamento se tom su tiempo, un ao despus, el 30 de abril de 2013 sepromulg el mismo y fue publicado en Gaceta.

    As como los cambios profundos conceptuales que presenta la Ley Orgnicadel Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras, no permiten que a esta se laconsidere como una reforma de la anterior, sino como una nueva Ley, de igualmanera, lo que en principio se consider como una simple actualizacin de miobra anterior El Tiempo de Trabajo, publicada en agosto de 2004, terminsiendo en realidad una nueva obra debido a los sustanciales cambios que lanueva Ley introduce en materia de jornada. Fue necesario estructurar de nuevoalgunos captulos como, por ejemplo, el relativo a las jornadas excepcionales yal descanso semanal.

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    En esta oportunidad se agreg un estudio acerca de la nocin de condicionesde trabajo adaptado a la nueva concepcin contenida en la Ley Orgnica delTrabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras.

    Una vez ms debo expresar mi gratitud a la Universidad Catlica del Tchiray a sus autoridades por el apoyo brindado para la edicin de esta obra.

    El autor.A.M.D.G.

    San Cristbal, junio de 2013.

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    INTRODUCCIN

    EL TIEMPO DE TRABAJO

    Los sistemas productivos de la poca preindustrial concedieron muy pocaimportancia al tiempo de trabajo, ello en parte debido a las limitaciones causadaspor la dependencia de las actividades productivas de la luz natural y sobretodo,por la naturaleza de la relacin personal que se gestaba entre quien serva y quiense beneficiaba con esos servicios.

    El tiempo, como factor de medida del trabajo es un agregado de la era industrial1que adquiere notable importancia dentro del modelo de produccin Fordista-Taylorista. De la relacin del factor tiempo con la prestacin de servicio se derivan,de acuerdo con este modelo productivo, varias consecuencias: la primera de ellastiene que ver con la dependencia del trabajador hacia su empleador, la cual sedesarrolla dentro de un tiempo durante el cual el trabajador se encuentra adisposicin del empleador; en segundo lugar, el uso del tiempo como factor paracuantificar la remuneracin a pagar; y, sobre todo, como bien seala el informeSupiot, la oposicin binaria entre tiempo de trabajo, asimilada al tiempo de lasubordinacin y tiempo libre asimilado al tiempo de inactividad... El tiempomedida de la ejecucin del contrato estuvo aislado durante un largo tiempo de lavida del contratante lo que hace que se encuentre as consagrada jurdicamentela ficcin econmica de un tiempo aislable de la persona del trabajador. El informeSupiot concluye que tal modelo ha sido consagrado como sistema por el Derechodel Trabajo2.

    1 Cmo lo es tambin la propia nocin de trabajo como bien lo seala Gorz cuandoafirma que el trabajo es una invencin de la modernidad. Vase Andr GORZ. Metamorfosidel Lavoro. Critica della ragione economica. Bollati Boringhieri, Torino, 1992, p. 21

    2 Alain SUPIOT, (Coordinador). Au-del de lemploi. Transformations du travail etDevenir du Droir du Travail en Europe. Informe para la Comisin Europea. Flammarion.Paris. 1999, pp. 95 y 101.

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    En el desarrollo del contrato de trabajo, dentro de ese modelo, el factor "tiempo"adquiere especial importancia. Adems, siendo el contrato de trabajo un contratode ejecucin peridica o sucesiva, la realizacin de su prestacin caracterstica:el trabajo, se produce en el tiempo, su cumplimiento est siempre referido a ste,de manera que el tiempo no es tan slo un medio para medir la ejecucin de laprestacin, sino que, adems, la prolongacin de la prestacin en el tiempo sirvepara clasificar los contratos de trabajo de acuerdo a su duracin en contratos portiempo indeterminado, contratos por tiempo determinado y contratos para unaobra determinada. De igual manera, la prolongacin del tiempo de trabajo escausa del nacimiento de derechos y beneficios, tales como las vacaciones y laprestacin de antigedad, entre otros.

    La incidencia del tiempo en las relaciones de trabajo ha sido expuesta tambin,en forma clara y concreta, por Miguel Colina Robledo quien afirma:

    El tiempo de trabajo, como condicin y modalizacin de la prestacinlaboral por cuenta ajena, que puede justificar un anlisis en clave de polticade empleo y de mercado y condiciones de trabajo desde la perspectiva de laseguridad y la salud laborales, tanto en el aspecto de la duracin de la relacinlaboral entre trabajador y empleador como en el de la intensidad temporal enla prestacin, que suscita las cuestiones de la jornada y los descansos einterrupciones, propicia tambin un enfoque en trminos estrictamentejurdicos3.

    Manuel Alonso Olea, por su parte, dice: El tiempo opera respecto del contratode trabajo no slo fijando su duracin global, sino tambin precisando dentro deesta duracin los perodos o momentos durante los cuales la prestacin de trabajoes debida...4.

    Cuando nos referimos al tiempo de trabajo, tomndolo en el sentido de"duracin del trabajo" debe entendrselo, como lo hace Oscar Ermida al citar aMontenegro Bacca, como el lapso en el cual el trabajador presta al empleadorservicios remunerados, gozando de descansos correlativos tiempo que incluye,en su conjunto, un aspecto activo, que es la jornada de trabajo, y uno pasivoconstituido por los descansos5.

    3 Miguel COLINA ROBLEDO. Normativa sobre tiempo de trabajo en el mbito de lacomunidad europea. En Estudios sobre la Jornada de Trabajo. ACARL. Madrid. 1991, p. 43.

    4 ALONSO OLEA, Manuel. Derecho del Trabajo. 4 edicin. Madrid. 1976. p. 135.5 scar ERMIDA URIARTE. Horas Extras en Enciclopedia Jurdica Omeba.

    Apndice III. B. Aires. 1979, pp. 433 y 434

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    El tiempo de trabajo comprende diferentes aspectos que se encuentranestrechamente relacionados. Por una parte se encuentra el tema de la duracindel mismo: su cronometra en unidades temporales (das, semana, etc.,) y sudistribucin cronolgica (horarios); pero frente a este instituto surge en de lanecesidad de regular el tiempo de descanso (intrajornada, interjornada, semanal,anual), as como el de licencias especiales (por razones familiares, para formacinprofesional, por razones de salud, etc.).

    El tiempo de trabajo y, sobre todo, sus limitaciones, la distribucin del mismo,as como el tiempo destinado al descanso, constituyen un tema central y deexcepcional importancia en el campo del Derecho del Trabajo, por lo que no esde extraar que con la aparicin de la era industrial las primeras luchas de lostrabajadores, as como el tema de las primeras y rudimentarias leyes "sociales",le estuvieran dedicadas. El mayor nmero de convenios adoptados por lasConferencias de la OIT ha tenido por objeto el tiempo de trabajo, ello corroborala afirmacin hecha en el Estudio General de la Comisin de Expertos de la OITsobre los Convenios 1 y 30: La duracin del trabajo ha sido siempre un objetivoprimordial y un tema de capital importancia para la actividad normativa de laOrganizacin Internacional del Trabajo6.

    La importancia del tema de la jornada ha sido destacada por numerosos autorespor lo que, para no caer en sobreabundancias intiles, Guillermo Cabanellascalifica la jornada de trabajo como la institucin jurdica madre dentro del Derechodel Trabajo7, en tanto que De Buen afirma que el tema est en el origen de tantascosas respecto a la necesidad misma de la existencia del Derecho del Trabajo8;De Litala, por su parte, destaca el drama vital del tiempo de trabajo cuando afirmaque la lucha por la disminucin del horario de trabajo es la lucha humana por lavida y la lucha por una vida humana9.

    En un primer momento, la problemtica se centr casi exclusivamente en lanecesidad de poner lmites a las agobiantes jornadas cumplidas por los trabajadores,hoy en da, pese a que la necesidad de limitar el esfuerzo humano contina estando

    6 OIT. Estudio general de las memorias relativas al Convenio sobre las horas de trabajo(industria), 1919 (nm. 1) y al Convenio sobre las horas de trabajo (comercio y oficinas),1930 (nm. 30). Ginebra, 2005, p. 1.

    7 Guillermo CABANELLAS. Compendio de Derecho Laboral. Omeba. Buenos Aires.1968. T. I, p. 508.

    8 Nstor DE BUEN LOZANO y otros. Nota Liminar en Jornada de Trabajo y DescansosRemunerados. Porra. Mxico. 1993, p. IX.

    9 Citado por Juan David POZZO. Derecho del Trabajo. Ediar. Buenos Aires. 1948. T. 2,p. 111.

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    en primera lnea, son de muy diversa naturaleza las inquietudes que suscita eltema del tiempo de trabajo.

    Luego de haberse logrado difundir la idea de limitar la duracin del tiempo detrabajo y de concretarse tal proteccin en la normativa legal, surgi la necesidadde determinar la extensin del tiempo durante el cual el trabajador presta susservicios. El objeto de la obligacin asumida por el trabajador en el contrato detrabajo, es la prestacin de un servicio, ahora bien, el objeto de la obligacin debeestar determinado o, al menos, ser determinable. Pues bien uno de los aspectos adeterminar, en la prestacin de servicio, es la extensin y la manera de medir eltiempo durante el cual el trabajador efecta su actividad en beneficio delempleador. De manera que se hace necesario determinar la cuanta de la prestacindebida, en funcin del salario convenido, determinacin que en principiocorresponde a quien se beneficia de la actividad, es decir, al empleador. As AlarcnCaracuel lo seala cuando expresa: Dicho en otras palabras: el empresario,habiendo adquirido el tiempo de trabajo de un trabajador, puede disponer del, ordenndole lo que debe hacer para satisfacer su inters10.

    Sin unas reglas claras para determinar el momento a partir del cual debecontarse el inicio del tiempo de trabajo y el momento en el cual la prestacincotidiana del servicio termina, la proteccin que brindara la sola limitacincuantitativa sera ineficaz, de all la importancia en la delimitacin del tiempo detrabajo efectivo.

    La limitacin de la jornada de trabajo se presenta como un medio, no tan slode garantizar un menor desgaste fsico y mental de la persona trabajadora, sinoque constituye un mecanismo, con mayor frecuencia utilizado, para incrementarlos niveles de empleo, cada vez ms escaso.

    Mara Bernardoni de Govea analiza la limitacin desde una perspectiva jurdicay afirma que la limitacin de la jornada de trabajo demarca la frontera entre lautilizacin ajena del trabajo y la libertad personal para el desarrollo de laspotencialidades humanas segn la decisin autnoma del individuo11.

    Pese a que la disminucin sistemtica del tiempo de trabajo ha tenido comometa el mejoramiento de la condicin de los trabajadores y de su calidad de vida,en los finales del siglo XX se comenz a utilizar como un medio para incrementar

    10 M. R. ALARCN CARACUEL. La Ordenacin del Tiempo de Trabajo. Tecnos. Madrid.1988. p. 67.

    11 Mara BERNARDONI DE GOVEA. De las Condiciones de Trabajo. En Comentariosa la Ley Orgnica del Trabajo y su Reglamento. Obra colectiva coordinada por Oscar Hernndezlvarez. Edit. Jurdicas Rincn. Barquisimeto. 2001. Tomo I, P. 238.

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    el empleo de manera que existe una clara tendencia a "repartir el trabajo" en elsentido de que los trabajadores ocupados se transforman en deudores del derechoal trabajo de los trabajadores desempleados12.

    En ninguna otra institucin del Derecho del Trabajo, han avanzado tanto lastendencias flexibilizadoras, como en lo que concierne al tiempo de trabajo, dentrode la bsqueda de una mejor distribucin del mismo, con el establecimiento dejornadas flexibles, los horarios individualizados, el trabajo a tiempo parcial y laanualizacin de la jornada. Cabe sealar que la flexibilizacin de la jornada no esalgo que sea necesariamente inconveniente para el trabajador, pues algunos tiposde jornadas u horarios flexibles son beneficiosos para el trabajador. Un ejemplode flexibilizacin del tiempo de trabajo lo constituye la Loi Aubry francesa, tancelebrada por algunos polticos en nuestro pas, que slo se han fijado en la semanade 35 horas, sin tomar en cuenta que en Francia el salario mnimo est fijado conbase en el valor de la hora de trabajo y que la ley le otorga al empleador unaamplia potestad para distribuir el tiempo de trabajo. Otro aspecto que silencian esque en Francia son comunes las jornadas que superan la jornada de 35 horas,pues las organizaciones sindicales se han visto obligadas a aceptar un incrementode la jornada para evitar la llamada deslocalizacin de las empresas que tantoafecta al empleo13.

    La distribucin del tiempo de trabajo y de los descansos cobra especial intersen el plano de las relaciones sociales y de la calidad de la vida familiar deltrabajador; en tal sentido, la legislacin venezolana, por ejemplo, contieneprevisiones para garantizar que los lapsos de vacaciones del trabajador coincidancon los de sus hijos en edad escolar.

    El desarrollo de nuevas tecnologas sobre todo en el campo de lascomunicaciones, ha permitido la aparicin de novedosas figuras como las delteletrabajo que han trado consigo una especie de renacimiento de formasespeciales de ejecucin del servicio que se crean reservadas para ciertasactividades industriales, como por ejemplo en la industria de la confeccin, nosreferimos al trabajo a domicilio. Esta nueva forma de trabajo a domicilionotablemente, el teletrabajo- plantea nuevos retos al Derecho del Trabajo en loque concierne a la posibilidad de controlar el tiempo de actividad.

    12 Alain SUPIOT (Coordinador). Trabajo y Empleo. Transformaciones del Trabajo y Futurodel Derecho del Trabajo en Europa. Informe para la Comisin Europea. Tirant lo Blanch.Valencia, 1999, p. 288.

    13 Vase O.I.T. El Tiempo de trabajo en el Siglo XXI. Informe para el debate de la ReuninTripartita de Expertos sobre la Ordenacin del Tiempo de Trabajo. (17-21 de octubre de 2011).Ginebra

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    Las recurrentes crisis econmicas que desde hace tiempo vive el mundo actual,han llevado a la adopcin de sistemas como el "part-time" o trabajo a tiempoparcial, como un medio de evitar despidos masivos.

    La Ley Orgnica del Trabajo en 1990 introdujo importantes cambios en loque concierne a la reglamentacin del tiempo de trabajo, no slo en lo que respectaa una disminucin de la jornada semanal, sino en cuanto a la adopcin de ciertasmedidas flexibilizadoras, as como por lo que respecta a la nocin misma dejornada efectiva, no obstante, tanto el Reglamento de la Ley Orgnica del Trabajode 2006, como los criterios aplicados por la administracin del trabajo, hanrevertido tal tendencia y rigidizado la regulacin de la jornada. En el momento enel que se lleva a cabo la actualizacin de esta obra, luego de la promulgacin delDecreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgnica del Trabajo, los Trabajadoresy las Trabajadoras, y de la publicacin en Gaceta del Reglamento Parcial, se harigidizado an ms la regulacin del tiempo de trabajo, tendencia que contradicela seguida en la mayora de los pases industrializados, as como en los quecomponen la subregin, que han acusado el impacto de la globalizacin yflexibilizan la distribucin del tiempo de trabajo, el nuestro, por el contrario,tiende hacia una reglamentacin ms rgida.

    En la presente obra se tratar, en una primera parte, la regulacin del tiempo detrabajo, aludiendo brevemente a la evolucin histrica de la misma, la nocin dejornada efectiva, las clases de jornada y la distribucin del tiempo de trabajo y loreferente al trabajo extraordinario.

    La segunda parte ser dedicada a los descansos remunerados a los que tienederecho el trabajador, tanto los constituidos por los descansos interjornada, porlos das de descanso semanal y feriados, como por el descanso anual remuneradoconstituido por las vacaciones.

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    PRIMERA PARTE

    LA JORNADA DE TRABAJO

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    CAPTULO ILA LIMITACIN DEL TIEMPO DE TRABAJO

    1. Limitacin del tiempo de trabajo

    La necesidad de limitar el tiempo durante el cual se realiza un trabajo tienevisos de una constante histrica. Las primeras manifestaciones legislativas sedirigieron en este sentido.

    De igual manera, las manifestaciones reivindicativas clsicas de lasorganizaciones gremiales se han dirigido de consuno hacia la reduccin de lajornada y al aumento de la remuneracin, as eran stas las banderas que portabanlos manifestantes de la Hay-Market Square el 1 de mayo de 1886 y que consagraronla fecha como el da internacional del trabajo.

    Si bien desde su propia aparicin, el Derecho del Trabajo ha venido ocupndosede la regulacin de la jornada, por su complejidad y por las variables que en eldevenir socioeconmico de los pueblos plantea el tema del tiempo de trabajo,requiere de nuevas reglas para adaptarlas a nuevas realidades por lo que constituyeobjeto de debate permanente. Es este el criterio que domina la accin de laOrganizacin Internacional del Trabajo en materia de reduccin de la jornada,as, por ejemplo, el Estudio General de la Comisin de Expertos, presentado a la70 Reunin de la Conferencia Internacional del Trabajo correspondiente al ao1984, relativo a la reduccin de la jornada de trabajo, desde esa poca, reconoceel problema al asentar:

    La dinmica de este problema, tal y como se pudo constatar en el transcursode las diferentes etapas de su desarrollo, est necesariamente ligada a losfactores econmicos y sociales existentes y condicionada por ellos, como lopone de manifiesto el prrafo 7 de la Recomendacin N 116, lo que significa

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    que la cuestin del tiempo de trabajo debe ser considerada en factores talescomo los efectos de la nueva tecnologa y de los objetivos de la poltica deempleo14.

    La necesidad de su limitacin obedece a diversas causas: en primer trmino, arazones de ndole biolgica: con el fin de evitar los efectos tanto fisiolgicoscomo psquicos originados por la fatiga que experimenta quien la ejecuta15. Elorganismo va a exigir un descanso cese de la actividad- con el fin, no tan slo derecuperar fuerzas, sino tambin de evitar un grave dao a la salud. A este respectose refieren igualmente Lyon-Caen, Pellisier y Supiot cuando afirman:

    las nuevas condiciones de trabajo industrial hacen ms indispensableaun la intervencin del Estado: la labor individual, de naturaleza variada ysin un ritmo impuesto, es sustituida por un trabajo colectivo de carcterparcelario y montono, con una cadencia impuesta por la estructura de laempresa moderna. Al desgaste fsico se agrega la intensidad nerviosa exigida,agravada por las constricciones debidas a la concentracin urbana y la fatigadel transporte16.

    La ejecucin por un perodo ms o menos prolongado de horas de trabajo traeconsigo una respuesta normal a un esfuerzo continuado: el cansancio el cual puedeser definido como el impulso biolgico a recuperarse descansando, lo que puedeentraar o no un perodo de horas de sueo17 El cansancio se presenta de diferentesformas tanto fsicas como mentales: somnolencia, fatiga fsica o muscular,sensacin de falta de energa, dolores musculares; presin emocional, falta deatencin y, a menudo el llamado stress. De all que se haya determinado que lamayora de los accidentes de trabajo ocurren en las ltimas horas de trabajo,

    14 O.I.T. El Tiempo de trabajo en el Siglo XXI. Informe para el debate de la ReuninTripartita de Expertos sobre la Ordenacin del Tiempo de Trabajo.(17-21 de octubre de 2011).Ginebra, p. 6

    15 Citando a Luis Despotn, Cabanellas alude a un interesante experimento que demuestralos efectos de la fatiga: "Se debe a Mosso la demostracin del envenenamiento de la sangre porla fatiga para lo cual como experiencia hace correr a un perro hasta el agotamiento; cuando elanimal cae exhausto, se hace transfusin de su sangre a la de un perro en reposo. ste ltimosiente en el acto el fenmeno de la fatiga, que se revela por la disminucin de fuerzas, aceleracindel ritmo del corazn respiracin frecuente, etc.; se demuestra en esta forma que la sangre delanimal fatigado se encuentra envenenada por toxinas provenientes del envenenamiento.". Cfr.Guillermo CABANELLAS. Contrato de Trabajo. Omeba Buenos Aires. 1963. Volumen II, p.91.

    16 Gerard LYON-CAEN; Jean PELISSIER, y Alain SUPIOT. Droit du Travail. Dalloz.Paris. 1996, p. 758.

    17 O.I.T. Tiempo.., op. cit, p. 38

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    sobre todo cuando se trata de una jornada prolongada18. Adems, el esfuerzocontinuado hace que el cansancio se acumule trayendo como consecuenciaalteraciones en la salud del trabajador19.

    En el plano socioeconmico, se orienta la limitacin de la jornada como unagaranta y un mecanismo para la promocin y mantenimiento de los niveles deempleo, tal es el sentido que encontramos en el slogan: Trabajar menos, perotrabajar todos y vivir mejor que las centrales sindicales europeas pusieron enboga a finales de los 80. As en el VI Congreso de la Confederacin Europea deSindicatos llevado a cabo en Estocolmo en mayo de 1988 se pidi la: reduccindel tiempo de trabajo para todos los trabajadores por razones de poltica social yde poltica de empleo, as como por razones de calidad de vida, en particular pararealizar la semana de treinta y cinco horas, manteniendo el mismo salario20. Comouna respuesta a esta iniciativa podramos considerar la controversial Loi Aubryque reduce en Francia la duracin de la jornada semanal a 35 horas.

    No obstante existe un fuerte movimiento contrario a la reduccin de la jornadade trabajo, alegando razones de tipo econmico y que hace recordar que ya en losaos 30 se deca que la crisis econmica se relacionaba tanto con la limitacin dela duracin de la jornada de trabajo como con la institucin de las vacaciones21.

    Por otra parte, y desde un punto de vista estrictamente social, ya se hizo alusina la necesidad de reducir el tiempo de trabajo con el fin de fortalecer la uninfamiliar y promover la convivencia social. En los ltimos tiempos se ha venidoinsistiendo en la necesidad de mantener un equilibrio entre el trabajo y la vidafamiliar. En la obra el tiempo de trabajo en el siglo XXI, de la OIT, se alude a laconclusin a la que llegan C. Fagan y otros autores, "que los conflictos entre lavida laboral y la vida personal comunicados son tambin generalmente mayoresentre los profesionales, especialmente aquellos que forman parte de hogares condos cabezas de familia profesionales"22.

    De igual manera debe ser tomado en cuenta otro factor que tiene no pocainfluencia en la duracin del tiempo de trabajo, como es el hecho de que debido

    18 O.I.T. Tiempo.., op. cit., p. 4019 O.I.T. Tiempo.., op. cit., p. 39. Se refiere en este informe que la mayora de los estudios

    realizados entre 1996 y 2003 concluyen que existe una relacin entre las jornadas semanalesprolongadas y resultados nocivos para la salud. No obstante en el mismo informe se seala queno necesariamente los problemas de salud obedecen a las jornadas semanales prolongadas,sino que estos problemas pueden a obedecer a otros factores, como, por ejemplo, el entorno.

    20 Citado por Jaime MONTALVO CORREA. "Reivindicaciones Sindicales y Jornada deTrabajo". En Estudios sobre la Jornada de Trabajo. ACARL. Madrid. 1991, p. 720.

    21 Gerard LYON-CAEN; Jean PELISSIER; y, Alain SUPIOT. op. cit., p. 758.22 O.I.T. Tiempo.., op. cit., p. 41

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    al crecimiento urbano, se hace necesario que el trabajador invierta un tiempocada vez mayor y, en algunos casos, considerablemente mayor, en llegar a sucentro de trabajo y en retornar de ste a su casa, tiempo que si bien no constituyetrabajo efectivo, no deja de provocar cansancio al trabajador23.

    En el plano ideolgico, la fenomenologa existencial concibe la reduccin deltiempo de trabajo como una garanta de la libertad del hombre contemporneo.Kwant afirma que la paradoja del trabajo contemporneo se resume en el hechode que El trabajo nos hace libres y limita nuestra libertad24.

    En el campo de la economa, la reduccin de la jornada de trabajo estntimamente ligada con lo relativo a costos empresariales, a la productividad y alrendimiento, por una parte, y dentro de una concepcin macroeconmica con larelacin entre los ndices de empleo y el desarrollo econmico. Recordemos que,con un criterio estrictamente economicista, la reduccin de la jornada se convierteen una necesidad puesto que ms all de cierto lmite la productividad se hacenegativa, al respecto algunos estudios asocian el incremento de la productividadcon la reduccin de la carga horaria25.

    En sentido contrario, estudios recientes han demostrado que la reduccin delas jornadas de trabajo, ha influido no poco en el incremento de la productividaden ciertos sectores industriales. As la OIT en el informe sobre El Tiempo deTrabajo en el Siglo XXI, cita el informe del investigador L. Golden, Effects ofworking time on productivity and enterprise competitiveness, en la cual este autor,al referirse al crecimiento de la productividad por hora observado en variasindustrias de Estados Unidos entre 1995 y 2005, concluye que el trabajo en horariosrelativamente ms cortos puede estar relacionado con un aumento de las tasas deproduccin por hora26.

    El desarrollo tecnolgico tiene tambin su influencia en la reduccin de lajornada, lo que se ha venido poniendo de manifiesto desde el desarrollo delmaquinismo, puesto que las nuevas mquinas, manejadas de manera eficientetienden a disminuir el esfuerzo. Descartes, Bacon y Moro consideraban que elperfeccionamiento de los medios tcnicos facilitara el trabajo de los hombres.

    23 En los aos 70 una pelcula francesa presentaba de manera satrica esta realidad, lapelcula, denominada "Metro, boulot, dodo", inspirada en un verso de Pierre Barn que resumade este modo la vida de los trabajadores de la regin parisina cuya vida se reduca a viajar enmetro y en los trenes de cercanas para llegar al trabajo, trabajar las ocho horas y regresar enlos mismos transportes a sus casas para dormir, vencidos por la fatiga causada ms por losviajes que por el trabajo.

    24 Remy C. KWANT. Filosofa del Trabajo Carlos Lohl. Buenos Aires 1967, p. 17.25 O.I.T. Tiempo.., op. cit., p. 4226 O.I.T. Tiempo.., op. cit., p. 42

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    Todas estas variables tienen una necesaria influencia en la actividad legislativaen torno a la jornada de trabajo, la cual se debate entre la necesidad, histrica, pordems, de reducir la duracin del tiempo de trabajo, por razones de ordenfisiolgico, cultural y social, por una parte, y por la otra la exigencia de controlarlos costos laborales en orden a garantizar la competitividad y la productividad delas economas nacionales en un concierto econmico cada vez msinternacionalizado y globalizado.

    No obstante todas esas razones a las que se ha hecho referencia son opacadaspor la razn fundamental que justifica la intervencin estatal en todos los aspectosrelacionados con la prestacin de servicios por parte de una persona, y es,sencillamente, el hecho que, quien desarrolla la energa de trabajo y la coloca alservicio de otros es una "persona", es decir un ser racional dotado de alma yportador de un valor trascendental que es su dignidad de persona. En la ejecucindel contrato de trabajo, el objeto de la obligacin del trabajador es la colocacinde su "energa de trabajo" al servicio de otra persona. Ahora bien, esa "energa detrabajo" es inseparable de la persona misma del trabajador, por lo que, como yalo he sostenido en mltiples ocasiones, en el contrato de trabajo el objeto y elsujeto del contrato, por lo que respecta al trabajador, se confunden.

    De all la necesidad de limitar las facultades del empleador para la utilizacinde la "energa de trabajo" que el trabajador pone a su disposicin, razn de ser dela proteccin del Estado para lo cual crea un derecho imperativo, que viene agarantizar a la persona que ejecuta un trabajo a las rdenes de otra, la conservacininclume de su dignidad durante el tiempo que se encuentra a su servicio.Precisamente uno de los aspectos que tiene que ver, ms de cerca, con la proteccina la dignidad del trabajador, es el relativo al tiempo durante el cual ste va a estardisponible para el patrono y a las condiciones en las cuales debe desarrollar sulabor.

    2. Evolucin

    El sistema de trabajo fundado sobre la mano de obra esclava, que imper enforma casi exclusiva durante la antigedad, no planteaba al ordenamiento jurdicola necesidad de regular el tiempo de trabajo ni la de conceder derecho alguno aldescanso para los esclavos, no obstante algunos autores ven en las Leyes de Man,de la India (ao 1280 a.c.) una disposicin precursora de tal regulacin: El solestablece la divisin del da y de la noche para los hombres y para los dioses: lanoche es para el sueo de los seres; y el da para el trabajo27.

    27 CABANELLAS, Guillermo. op. cit., T. I, p. 509

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    La organizacin corporativa medioeval estableca en sus ordenanzas unadelimitacin de la jornada diaria de trabajo, de sol a sol, lo que haca que duranteel invierno las jornadas fuesen ms cortas (entre ocho y diez horas) prolongndosepor el contrario durante el verano hasta doce horas y media. Por otra parte, durantelos das domingos y los sbados en la tarde, as como durante las fiestas religiosasque eran muy numerosas, no se trabajaba.

    Con la llegada del liberalismo y la revolucin industrial los pequeos talleresartesanales desaparecen para dar paso a las grandes fbricas y a las mquinas. Alparecer, y quiz por razones fsicas, ms que por otra causa, la luz natural regulabala distribucin del tiempo de trabajo y del descanso, de all que con la aparicindel alumbrado a gas, contemporneo con la revolucin industrial, desaparecieraaquel impedimento natural para el trabajo nocturno, lo que explica el aumento delas jornadas de trabajo hasta quince o ms horas, jornadas que eran aceptadas porlos trabajadores quienes no posean otra opcin debido al exceso de oferta demano de obra.

    A los patronos no les preocupaba el agotamiento y deterioro fsico que pudiereafectar a los trabajadores sometidos a jornadas excesivas pues la sobreoferta demano de obra haca fcil el reemplazo de los trabajadores "improductivos"(fatigados, enfermos) por "sangre fresca" disponible al instante. A esto se agregaque la concepcin mercantilista consideraba que las mquinas facilitaban de talmanera el trabajo, que ya no era necesario el esfuerzo fsico que el trabajo artesanalrequera, lo que vena a justificar una vez ms la prolongacin de la jornada.

    Para el liberalismo, fundamento ideolgico del sistema capitalista industrial,las condiciones de trabajo eran producto de la autonoma contractual, de maneraque la jornada de trabajo no admita otro lmite que el fijado por las propiaspartes de manera "libre". En 1840 comprobaba el Dr. Villerm, en Francia, quelos horarios de trabajo existentes en la industria textil en Mulhouse podan llegarhasta dieciocho horas incluso para nios de cinco a diez aos de edad y que sobrecien nios nacidos en familias de obreros textiles tan slo veintisiete llegaban a laedad de diez aos28.

    Poco a poco la sociedad se fue sensibilizando acerca de la incompatibilidadde lapsos prolongados de actividad fsica con la condicin humana y los gravesdaos a la salud, de all que se dieran en Europa, algunas aisladas decisiones

    28 Pierre JACCARD. Histoire Sociale du Travail. Citado por Rafael ALFONZOGUZMN. Estudio Analtico de la Ley del Trabajo Venezolana. Contempornea de ediciones.Caracas 1987. Tomo III, p. 367.

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    judiciales de carcter "progresista" que declararan nulas clusulas contractualesque fijaban jornadas excesivas.

    Las primeras luchas obreras se orientaron en dos sentidos fundamentales: lograruna mejor remuneracin y la reduccin del tiempo de trabajo. En la segundamitad del siglo XIX se hizo popular entre los trabajadores ingleses una cancioncilla,conocida como la regla de las ocho, que resuma sus aspiraciones:

    Eigth hours to work;Eight hours to play;Eight hours to sleep;Eight shillings a day29.

    El economista e industrial ingls Roberto Owen experimenta en susestablecimientos de hilandera ubicados en New-Lanark una reduccin de lajornada de diecisis horas hasta doce horas y luego once horas y media, sin quedisminuyera la produccin. No obstante este sistema de jornadas no trascendims all del sector textil.

    Por su parte, en Europa Continental se producen algunos intentos legislativosque tratan de mejorar la condicin de cierto tipo de trabajadores y que son productode lo que se ha llamado "intervencionismo humanitario". As, por ejemplo, bajoel reinado de Lus Felipe D Orleans, (Monarqua de Julio) en 1841 se adopta laprimera "ley social" por medio de la cual se prohbe el trabajo de los nios durantela noche, pero se mantiene la licitud de los horarios de hasta setenta y dos horaspor semana para los nios mayores de doce aos. Luego del triunfo de laRevolucin de febrero de1848, los decretos de la Convencin francesa seconvierten en la primera decisin legislativa que limita la duracin de la jornadade trabajo para los trabajadores adultos: diez horas por da, sin embargo tal reformafue de muy corta duracin ya que en 1849 fue derogada.

    En Alemania algunos partidos propiciaron la reduccin de la jornada de trabajo,a partir de la segunda mitad del siglo XIX, en especial las asociaciones detrabajadores organizadas por Marx y Engels a partir de 1845.

    La difusin de las ideas sociales aunada a la lucha de los trabajadores porlograr una reduccin del tiempo de trabajo, va haciendo camino para laintervencin legislativa.

    29 Ocho horas para trabajar; ocho horas para disfrutar; ocho horas para dormir; ocho chelinespor da. Traduccin libre del autor.

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    Ya en 1829 se producen en Estados Unidos de Norteamrica un movimientopara lograr una jornada de trabajo de ocho horas, ya que en esa poca era normalque la misma fuera de 12 y 16 horas diarias, pudiendo llegar, segn la legislacinestadounidense, a las 18 en caso de necesidad. El 25 de junio de 1868 el PresidenteAndrew Johnson promulg la llamada Ley Ingersoll que estableca una jornadade 8 horas, no obstante 19 estados de la unin promulgaron leyes con jornadas de8 y 10 horas que permitan incrementarlas hasta 14 y 18 horas. El incumplimientode la Ley provoc numerosas protestas entre las que destaca la llamada revueltade Chicago que culmin con la condena a muerte de cinco manifestantes, losllamados mrtires de Chicago. El sacrificio no fue en vano ya que a finales demayo de 1886 muchos trabajadores gozaron de la jornada de 8 horas.

    En las ltimas dos dcadas del siglo XIX, se extiende en Europa el llamado"catolicismo social", tendencia que inician pensadores como el Obispo VonKetteller en Alemania y en Blgica La Tour du Pin, y cuyo momento culminantelo representa la gran encclica "Rerum Novarum" en 1891, en la cual el PapaLen XIII sienta las bases fundamentales de la llamada "Doctrina Social de laIglesia". En dicho documento el Romano Pontfice aboga para que el trabajo decada da no se extienda ms all de lo que permitan las fuerzas de cada trabajadory que se fije su duracin habida cuenta del tipo de trabajo y de la salud de lostrabajadores30.

    En 1890 se celebra en Berln una conferencia internacional en la que se trataacerca de la necesidad de que los pases industrializados adopten la jornada detrabajo de ocho horas por da.

    Llama la atencin que si bien la adopcin de la jornada de ocho horas seproduce en el siglo XX, ya en Australia, entre los aos 1855 y 1856 se la habaimplantado. Las conferencias tcnicas convocadas por la Asociacin Internacionalpara la Proteccin Legal de los Trabajadores y que tuvieron lugar en la ciudad deBerna en los aos de 1905 y 1910, aprobaron como uno de los puntos msimportantes, la Jornada mxima de 10 horas para mujeres y nios. En la propiaConstitucin de la Organizacin Internacional del Trabajo, la parte XIII del Tratadode Versailles, se reconoca la urgente necesidad de regular la duracin de la jornadadiaria y de la semanal, lo que llev a que la primera norma Internacional adoptadapor la Conferencia Internacional fuese el Convenio N 1 sobre Horas de Trabajo(Industria).

    Se llega as al Tratado de Versailles, el cual, como es sabido no constituy tanslo un Tratado de Paz, por cierto de efmera duracin, sino que la parte XIII del

    30 LEON XII. Rerum Novarum. 31.

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    mismo constituye el Acta de Nacimiento de la Organizacin Internacional delTrabajo. En el inciso IV del anexo relativo a la Primera Conferencia del Trabajode 1919 se consider la necesidad de Aplicacin del principio de la jornada deocho horas o de la semana de cuarenta y ocho horas.

    El tema se vuelve a tomar en la primera Conferencia Internacional organizadaen el seno de la O.I.T. la cual tuvo lugar en la ciudad de Washington en 1919, yall se adopta el Convenio N 1 por medio del cual se adopta el criterio del principiode la jornada de ocho horas y de la semana de cuarenta y ocho31 para las empresasindustriales. El Convenio en cuestin fue ratificado por Venezuela el 20 denoviembre de 1944, junto con el Convenio N 14 de 1921 sobre descanso semanalen la industria. En la Conferencia celebrada en Ginebra en 1930, el Convenio N30 extendi la reduccin de la jornada a los empleados del comercio y oficinas.El Convenio N 30 no ha sido ratificado por Venezuela, as como por ninguno delos diez Estados Miembros de mayor importancia Industrial32. Tanto el ConvenioN 1 como el N 30, establecan un cierto margen de flexibilidad en la distribucinde las horas semanales, as como excepciones temporales y permanentes a laregla general.

    Para ese momento la mayor parte de los pases haban adoptado la jornada deocho horas.

    Cinco aos ms tarde, se aprueba el Convenio N 47 sobre la jornada de 40horas semanales, que no ha recibido sino 15 ratificaciones y, con posterioridad en

    31 Ntese que en la parte XIII del Tratado de Versailles se estableci que la conferenciade Washington deba optar por la jornada diaria de 8 horas o la semana de 48 horas. LaConferencia prefiri utilizar la conjuncin copulativa "y" en la lugar de la disyuntiva "o" y asla limitacin no fue slo diaria o semanal, sino diaria y semanal. La descripcin de la maneracmo se llev a cabo el debate se puede ver en la siguiente cita: Las dos propuestas alternativasdel Tratado de Versalles la jornada de ocho horas o la semana de trabajo de 48 horas seexaminaron en la primera reunin de la Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada enWashington DC en octubre de 1919. Esas propuestas diferan en algunos aspectos importantes.El principio de la jornada de ocho horas supona la instauracin de una semana de 56 horassi se trabajaba siete das por semana, prctica frecuente en algunos sectores, procesos uocupaciones que deban llevarse a cabo de manera ininterrumpida. En cambio, si se combinabacon media jornada libre y un da de descanso semanal, el nmero de horas de trabajo podaquedar reducido a menos de 48. Con la semana de 48 horas se garantizaba que el promedio dehoras de trabajo no superara las ocho horas diarias durante seis das, aunque se permitaque hubiera das en los que se trabajaran ms horas si stos se compensaban con otras jornadasms cortas (por ejemplo, medio da libre). En el proyecto presentado por el Comit deOrganizacin como base para la discusin del tema en la reunin de la Conferencia se recogael principio de las 48 horas semanales pero se dejaba que sta decidiera cul de los dosprincipios adoptara. Vase OIT. Estudio general de las memorias op. cit., p. 3

    32 OIT. Estudio general de las memorias, op. cit., p. 7

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    1962, se aprueba la Recomendacin No. 116 que insiste en la reduccin progresivade la jornada de trabajo.

    Ms recientemente la OIT ha venido adoptando algunos instrumentosrelacionados con la jornada de trabajo, as, en 1981 se aprueba el Convenio N156 sobre los trabajadores con responsabilidades familiares, no ratificado porVenezuela, con su respectiva Recomendacin complementaria, la N 165. En1979 se aprueba el Convenio N 153 sobre Duracin del Trabajo y Perodos deDescanso (Transportes por Carretera), ratificado por Venezuela el 1 de Junio de1983. Este convenio ha sido complementado con la Recomendacin N 161 delmismo ao. Es posible encontrar en otros instrumentos de la OIT normas queregulan la duracin del tiempo de trabajo, como es el caso del el Convenio N110 sobre el trabajo en las plantaciones de 1958, el Convenio N 172 sobre lascondiciones de trabajo (hoteles y restaurantes) de 1991, el Convenio N 180 sobrelas horas de trabajo a bordo y la dotacin de los buques de 199633; y laRecomendacin 157 sobre el personal de enfermera de 1977.

    Las Legislaciones modernas se han caracterizado por una regulacin cuidadosaen lo relativo a la jornada de trabajo, como garanta de preservacin de la saludfsica y mental del trabajador, en ello ha influido notablemente la legislacininternacional adoptada en el seno de la OIT. Con la adopcin de la jornada deocho horas, pareca haberse llegado al tope mximo en materia de proteccin aldescanso del trabajador, sin embargo las nuevas condiciones bajo las cuales sedesarrolla el trabajo industrial, la imposicin de un trabajo colectivo y montono,a lo cual se agregan los problemas tpicos de las grandes concentraciones urbanasy el aumento del tiempo de transporte, hicieron necesaria una nueva intervencinen materia de reduccin de la jornada.

    Son mltiples los factores de orden econmico, tecnolgico y cultural queinfluyen en la cuanta y distribucin del tiempo de trabajo. En lo que se ha dadoen llamar, la era post-industrial, los cambios tecnolgicos y la velocidad con questos se producen, han creado la necesidad de un nuevo modelo organizativo deltrabajo, con el fin de obtener el mximo provecho de esas tecnologas, y dentrode ese modelo organizativo del trabajo, el tema de la duracin del tiempo detrabajo y de su distribucin, constituyen una tarea prioritaria. A ello debe agregarselos cambios que las sociedades actuales han experimentado en los patrones deconsumo de bienes y de servicios que requieren se satisfaga la demanda de losmismos las 24 horas del da. Por lo que respecta a los nuevos modelos deorganizacin productiva la necesidad de una mejor utilizacin del talento humano

    33 Ninguno de estos tres ltimos convenios ha sido ratificado por Venezuela.

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    han llevado a las empresas a adoptar estrategias que imponen la flexibilidad tantoen los mtodos de produccin como en la distribucin del tiempo de trabajo.

    En el informe de la Comisin de Expertos de 2005 se concluye: Son cada vezms los trabajadores para quienes la duracin de la jornada y la semana detrabajo se est convirtiendo en un elemento variable o flexible del empleo,subordinado principalmente al tipo de demanda que deben satisfacer las empresasen las que trabajan34.

    Una de las manifestaciones ms recientes en esta materia es la flexibilidad enla distribucin del tiempo de trabajo, el aumento del trabajo a tiempo parcial y latendencia a la anualizacin y semestralizacin de los horarios de trabajo, tendenciasstas que en parte se inscriben dentro de una poltica de empleo que acude almecanismo de la reduccin de la jornada como factor expansivo del mercado detrabajo. La anualizacin consiste en que el cmputo de las horas trabajadas sehace en funcin del lapso de un ao, o de un semestre, y no sobre la base de unasemana, pudindose distribuir las horas anuales en forma tal que permita trabajarms horas durante determinadas pocas del ao cuando se requiera, compensandoesto con menor cantidad de horas de trabajo en aquellos perodos en los que elnivel de actividades productivas disminuya.

    Las necesidades de la produccin se oponen a las necesidades de lostrabajadores a los que la complejidad de la vida moderna hace que se incrementela exigencia de contar con el tiempo libre suficiente para hacer frente, no slo asus necesidades de descanso, sino familiares, sociales, culturales y deesparcimiento. Organismos como el Banco Mundial y la Organizacin deCooperacin y Desarrollo Econmicos (OCDE) han llegado a la conclusin deque no puede regularse el tiempo de trabajo de manera uniforme, por el contrariodeberan trabajadores y empleadores tener la mayor amplitud para establecer encomn la ordenacin del tiempo de trabajo de manera descentralizada35.

    En los pases de la Comunidad Econmica Europea, la jornada de trabajo haexperimentado reducciones, ya el 18 de octubre de 1961 la Carta Social Europeahaba establecido en su artculo 2 la necesidad de reducir progresivamente laduracin de la jornada semanal.

    En Francia, luego de un acuerdo nacional interprofesional al que llegaron losinterlocutores sociales en 1981, se estableci la jornada semanal de treinta y nuevehoras y en 1982 se la redujo a treinta y cinco, para aquellos trabajadores que

    34 OIT. Estudio general de las memorias, op. cit., p. 9.35 OIT. Estudio general de las memorias, op. cit., p. 11.

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    prestan sus servicios por equipos, en labores que se ejecutan de manera continua,luego en los 90 se estableci la jornada semanal de 35 horas. Adems de ello, atravs de la negociacin colectiva se han establecido horarios anualizados.

    En Italia, el acuerdo Scotti fij para 1984 una jornada anual mxima de milochocientas veintisis horas con veintisiete minutos, con un promedio semanalde cuarenta horas, y con posterioridad, la negociacin colectiva ha venidoestableciendo acuerdos para una jornada semanal de treinta y nueve horas, ascomo una reduccin del nmero de horas efectivas de trabajo durante el ao quepara 1987 variaron, de acuerdo al sector, entre diecisis y veinte horas al ao.

    Igual tendencia se ha observado en la Repblica Federal Alemana (antes de lareunificacin) donde se fij una jornada de treinta y siete horas semanales en elsector metalrgico a partir de 1989.

    No obstante en Europa Occidental se est presentando el siguiente fenmeno.Luego de la cada del muro de Berln, los pases de la Europa oriental queintegraban polticamente el pacto de Varsovia, han adoptado el modelo deeconoma de mercado con la particularidad de que el modelo de relaciones detrabajo no alcanza los niveles de desarrollo social de los pases occidentales. Elloha trado como consecuencia que los costos laborales de las empresas ubicadasen la zona de la antigua cortina de hierro sean inferiores a los que presentan lasempresas ubicadas en los pases de Europa Occidental, sobre todo, las ubicadasen Alemania, Francia, Gran Bretaa, norte de Italia. A ello se agrega, adems, lainternacionalizacin de la economa con su cada de las barreras aduaneras y eldesarrollo del transporte. Ello ha provocado la llamada deslocalizacin deempresas, es decir, empresas que cierran sus fbricas en pases de altos costoslaborales para ubicarlas en pases con costos inferiores. Es as como se hantrasladado fbricas, dentro de Europa (Hungra, Polonia, Rumania, etc.) y fuerade ella (India, China, etc.), con la consiguiente prdida de empleos. Ante estepanorama las organizaciones sindicales han cedido y han aceptado negociarjornadas superiores a las ya conquistadas a cambio de una garanta de conservarpuestos de trabajo.

    En 1999 La OIT resuma de la siguiente manera el estado de la duracin deltrabajo:

    Al evaluar y comparar la duracin normal del trabajo deberan tenersepresente dos cifras de referencia: 48 horas por semana y 40 horas por semana.La primera es la norma original establecida por el Convenio sobre las horasde trabajo (industria) 1919 (num.1), y el Convenio sobre horas de trabajo(comercio y oficinas), 1930 (num.30). La Recomendacin sobre la reduccin

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    de la duracin del trabajo, 1962 (num.116), insta a la adopcin de medidasinmediatas para rebajar la semana normal de trabajo a 48 horas, all dondeesta sea ms larga, sin ninguna reduccin de salario. Es por lo tanto razonableconsiderar la semana de 48 horas como la norma bsica requerida para laproteccin de los trabajadores en todo el mundo. Aunque puede hacerse algunaconcesin en razn de las particularidades de ciertas ocupaciones (por ejemplo,las que exigen perodos largos de simple presencia), una semana de ms de48 horas puede considerarse en general excesiva. La semana de 40 horaspropuesta en un principio en 1935 por el Convenio nm. 47 en el contexto deun desempleo en masa, fue reafirmada en 1962 como norma social por laRecomendacin nm. 116, y puede considerarse como un objetivo que se debealcanzar gradualmente a la luz de la situacin econmica y social del pas36.

    No Obstante lo anterior, a ms de 90 aos de la adopcin del Convenio N 1,la OIT ha comprobado que para mayo de 2007 un 22% de la fuerza de trabajo enel mundo trabajaba ms de 48 horas37.

    Para el Debate de la Reunin Tripartita de Expertos en octubre de 2011 laComisin de Expertos prepar un informe especial denominado El Tiempo deTrabajo en el Siglo XXI, cuya tema central es la necesidad de revisar las normasinternacionales relacionadas con el tiempo de trabajo por considerar que si bienlos instrumentos examinados siguen siendo hasta cierto punto pertinentes, noreflejan ya la situacin actual38.

    3. La limitacin del tiempo de trabajo en la Amrica Colonial yVenezuela

    Ante la ausencia de datos histricos acerca de la organizacin del trabajo en laAmrica precolombina, debemos iniciar la bsqueda de las reglamentacioneslaborales en la poca colonial y, sobretodo, para la poca de entrada en vigenciade las Leyes de Indias.

    Las buenas intenciones mostradas por la piadosa Isabel La Catlica hacia loshabitantes del continente recin descubierto, llevaron a la monarqua espaola aadoptar una serie de disposiciones que garantizaran la proteccin de los indgenas,a quienes consideraban seres necesitados de la tutela de la Corona, frente al abusode los inescrupulosos conquistadores espaoles, vidos de riqueza. Tal intencin

    36 OIT. El Trabajo en el Mundo. Editorial Nueva Sociedad. Caracas. 1990. Tomo II, p.136.

    37 OIT. Working Time Around the World: Principales hallazgos e implicaciones para laspolticas. Ginebra 2007. Versin digital.

    38 OIT. El Tiempo Ginebra, 2011, p. 1.

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    se encuentra presente en la Ley I del Ttulo I del Libro VI, de la Recopilacin delas Leyes de los Reynos de las Indias que ordenara imprimir Carlos II en 1791 yque Rivas Belandria denomina autntico Cdigo de los derechos indgenas39:

    Habiendo de tratar este libro la materia de los indios, su libertad, aumentoy alivio, como se contiene en los ttulos de que se ha formado, es nuestravoluntad encargar a los Virreyes, Presidentes y Audiencias el cuidado de mirarpor ellos y dar las rdenes convenientes para que sean amparados, favorecidosy sobrellevados, por lo que deseamos que se remedien los daos que padeceny vivan sin molestia y vexacin, quedando esto de una vez sentado, y teniendomuy presente las leyes de esta recopilacin que les favorecen, amparan ydefienden de cualquier agravio, y que las guarden y hagan guardar muyjustamente, castigando con particular y rigurosa demostracin a lostransgresores40.

    En este orden de ideas, se haca necesario regular la duracin del tiempo detrabajo a que eran sometidos los indios por parte de los encomenderos. Para lostrabajos de las minas se estableci la jornada minera de siete horas y un pocoms. Igualmente se fijaron jornadas reducidas para cierto tipo de trabajosespecialmente penosos, como entre 3 y 4 horas para la pesca de perlas.

    Rivas Belandria alude al hecho de que ya en 1539 Felipe III haba establecidouna jornada de 8 horas para los obreros que trabajaban en la construccin defortalezas y obras militares41.

    En cumplimiento de la orden dada por Su Majestad Catlica a sus funcionarioscoloniales, en el sentido de adoptar medidas protectoras de los indios, en el casoespecfico de la Venezuela Colonial, merece mencionarse las instrucciones delGobernador Berrotern dictadas el 20 de febrero de 1694, entre las cuales destacaque las jornadas de los indgenas iban de sol a sol, pero que deban serinterrumpidas al medio da para que dedicasen dos horas para sesteo y descanso42.

    39 Jos Juan RIVAS BELANDRIA. Antecedentes Coloniales de Nuestra Legislacinlaboral. Coleccin Iustitia et Ius. Universidad Los Andes Mrida. 1965, p. 13

    40 Recopilacin de Leyes de los Reynos de las Indias Mandadas Imprimir y Publicar porla Majestad Catlica del Rey Don Carlos II. Tomo II. Quarta Impresin hecha en MadridMDCCLXXXXI, por la viuda de D. Joaquin Ibarra. Ejemplar N 1.972 impreso en GrficasUltra, Madrid. 1943.

    41 Jos Juan RIVAS BELANDRIA. Op. cit., p. 37.42 Las disposiciones contenidas en las Leyes de Indias y su aplicacin en la Amrica

    colonial vienen a constituir un rotundo ments a la leyenda negra de la colonizacin espaola,difundida por autores anglosajones quizs para disimular la crueldad y rapia que caracterizla colonizacin inglesa.

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    Llegada la vida republicana, se pueden encontrar, en la Constitucin de 1811y en el Cdigo Constitucional del Pueblo Soberano de Barcelona Colombiana,algunos antecedentes de la legislacin en materia de trabajo. Si bien el Cdigo encuestin no adopta en particular normas sobre jornada, recomienda dictarordenanzas en las que se detalle las horas de trabajo diario. No obstante, segnel criterio de Parra Aranguren, el cual el autor comparte, tanto las disposicionesde la Constitucin de Barcelona, como muchas otras que encontramos en leyesnacionales y ordenanzas regionales durante todo el siglo XIX, no estuvierondirigidas a proteger los intereses de los trabajadores, sino a garantizar a los patronosel cumplimiento de los compromisos adquiridos por los asalariados43.

    Las leyes de minas, siguiendo la tradicin colonial, limitaban la duracin decada uno de los turnos de trabajo a 8 horas.

    En la Ley de Talleres y Establecimientos Pblicos de 1917, considerada poralgunos como el punto de partida de la legislacin venezolana en materia detrabajo, se establece una jornada diaria con una duracin de ocho horas y media.

    Especial atencin, dentro de las legislaciones regionales, merecen los Cdigosde Polica. El Cdigo de Polica del Estado Mrida de 1853 se adelant a supoca y fij la jornada de trabajo en diez horas. Lo propio hizo el Cdigo dePolica del Estado Tchira, sancionado el 26 de febrero de 1.905. Para comienzosdel Siglo XIX, el Tchira, cuya organizacin social, diferente a otras zonas delpas, se fundamentaba en los valores que se derivaban de una fuerte organizacinfamiliar de indisolubles lazos, era la regin del pas que posea el ms alto ingresopor habitante, as como la productora de la mayor fuente de divisas. Esta peculiarsituacin econmico-social, as como la innegable influencia de la culturacolombiana y europea, pues muchos de los miembros de las principales familiasdel Estado se formaron en universidades europeas, hizo que se adoptaran leyesde avanzada, como el Cdigo de Polica, instrumento legal en el que se consagrapor primera vez en el pas la teora del riesgo profesional. El Cdigo establecauna jornada diaria de diez horas, pero permita celebrar un pacto en contrario, esdecir, no le otorgaba a la norma carcter imperativo sino, supletorio de la voluntadde las partes. As mismo haca alusin a las costumbres del lugar en cuanto a ladeterminacin de la jornada. Los fuertes valores familiares y religiosos de lacultura tachirense se ponen de manifiesto en la prohibicin de trabajar los dasdomingo, encomendando a las autoridades policiales la estricta observancia dedicha norma. Destacan igualmente los Cdigos de Polica de los Estados Nueva

    43 Fernando PARRA ARANGUREN. Antecedentes de la Ley del Trabajo de 1928.Universidad del Zulia. Maracaibo. 1975, p. 16.

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    Esparta (1915) y Bolvar (1923), que anticipndose a la Ley del Trabajoestablecieron la jornada de trabajo en ocho horas.

    La Ley del Trabajo de 1928, calificada por Caldera como una forzadaconcesin, para los solos efectos de la poltica exterior, del Gobierno de Gmez44,estableci una jornada de trabajo general de nueve horas y una especial para eltrabajo en las minas de 8 horas.

    La Ley del Trabajo de 1936, adopt el principio universal de la limitacin dela jornada a ocho horas con una jornada semanal de cuarenta y ocho horas. Elpargrafo nico del artculo 43 estableca una excepcin para los empleados decomercio y oficina, pues la jornada semanal de estos la fija en cuarenta y cuatrohoras.

    La reforma de 1947 trajo consigo la previsin de una jornada nocturna conuna duracin de siete horas y una jornada nocturna semanal que no excedera decuarenta horas. El artculo 54 de la Ley reformada elimina la alusin a losempleados de comercio y oficina y simplemente establece la jornada semanal de44 horas para el trabajo diurno para los empleados en general. De igual manerase previ una jornada mixta con una duracin diaria de siete horas y media y unaduracin semanal de 45 horas.

    La Ley Orgnica del Trabajo de 1990 elimin la odiosa distincin entreempleados y obreros al equiparar en 44 horas la duracin de la jornada semanalprevista para ambos tipos de trabajadores. Dos de las ms importantes novedadesen materia de jornada que aporta la Ley Orgnica del Trabajo, lo constituyen lajornada flexible y la jornada a tiempo parcial.

    En 1999 se aprueba una nueva Constitucin cuyo artculo 90 dispone losiguiente en materia de jornada:

    "La jornada de trabajo no exceder de ocho horas diarias ni de cuarentay cuatro horas semanales. En los casos en los que la Ley lo permita, la jornadade trabajo nocturna no exceder de siete horas diarias ni de treinta y cincosemanales. Ningn patrono podr obligar a las trabajadoras o trabajadores alaborar horas extraordinarias. Se propender a la progresiva disminucin dela jornada de trabajo dentro del inters social y del mbito que se determiney se dispondr lo conveniente para la mejor utilizacin del tiempo libre enbeneficio del desarrollo fsico, espiritual y cultural de los trabajadores ytrabajadoras. Los trabajadores y trabajadoras tienen derecho al descanso

    44 Rafael CALDERA. Derecho del Trabajo. 2 edicin. 3 reimpresin. Editorial. El Ateneo.Caracas. 1972. Tomo I, p. 140.

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    semanal y vacaciones remunerados en las mismas condiciones que las jornadasefectivamente laboradas".

    La norma constitucional contiene dos importantes aspectos que deben serresaltados: el uno constituye un importante cambio claramente expresado en cuantoa la duracin de la jornada nocturna cuya duracin semanal reduce a treinta ycinco horas y el otro, la absoluta omisin a la posibilidad de existencia de jornadascon una duracin diferente al lmite mximo establecido en la norma constitucionales decir, a las llamadas jornadas especiales, lo que plantea la interrogante acercade si tal omisin apareja la inconstitucionalidad de la norma legal que contemplatales jornadas. (Art. 198 LOT). Ambos aspectos sern tratados ms adelante.

    De igual manera el Texto constitucional, dentro de la disposicin transitoriacuarta, numeral tercero, impone a la Asamblea Nacional la carga de reformar laLey Orgnica del Trabajo, dentro del primer ao a partir de su instalacin, luegode entrada en vigencia la nueva Constitucin, reforma, que entre otros aspectosdebe tener como objeto: un conjunto de normas integrales que regulen la jornadalaboral y propendan a su disminucin progresiva en los trminos previstos en losacuerdos y convenios de la Organizacin Internacional del Trabajo suscritos porla Repblica. Al respecto hay que recordar que Venezuela ha ratificado lossiguientes convenios de la OIT en materia de jornada: Convenio N 1. Sobrehoras de trabajo (Industria); Convenio N 6. Sobre el trabajo Nocturno de losMenores (Industria); Convenio N 14. Sobre el Descanso Semanal (Industria);Convenio N 41 (revisado) Sobre el trabajo nocturno (mujeres); Convenio N153. Sobre duracin del trabajo y perodos de descanso. (Transporte porCarreteras).

    En el ao 2005 se reform la Ley Orgnica de Prevencin, Condiciones yAmbiente de Trabajo la cual califica como infracciones muy graves a las normasde higiene y seguridad el incumplimiento en materia de jornada, descanso ydescanso efectivo de las vacaciones.

    El Reglamento de la Ley Orgnica del Trabajo, reformado el 28 de abril de2006, y derogado en materia de jornada y descansos por el Reglamento Parcialdel 30 de abril de 2013, contena algunas importantes reformas en materia dejornada de trabajo y descansos, entre los cuales destacan el trato rgido de lascondiciones de la jornada flexible y de las empresas sometidas a oscilaciones detemporada, el trabajo en das feriados y lo relativo al salario de base para elclculo de las vacaciones.

    En el ao 2007, el Presidente de la Repblica propuso reformar la Constitucinmediante un Referendum que, convocado por el Organismo Electoral, se llev a

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    cabo el 2 de diciembre de ese ao. Entre los puntos propuestos, se pretendamodificar el artculo 90 de la Constitucin para reducir la jornada de trabajodiurno a seis horas por da y treinta y seis a la semana, e igualmente reducir lajornada semanal nocturna a treinta y cuatro horas por semana45. La propuesta fuederrotada en el Referendum realizado al efecto.

    Los proyectos de reformas de la Ley Orgnica del Trabajo, que en forma nooficial circularon luego del Referendum, hasta el ao 2011, no reflejaban esatendencia a reducir la jornada de trabajo.

    El treinta de abril de 2012, mediante Decreto N 8.938 con Rango, Valor yFuerza de Ley, el Presidente de la Repblica, dict la Ley Orgnica del Trabajo,los Trabajadores y las Trabajadoras que introdujo notables reformas en materiade jornada y estableci una vacatio legis de un ao a partir de su promulgacin,para que entrara en vigencia la normativa sobre jornada. El 30 de abril de 2013 sepublic en Gaceta el Reglamento Parcial de la LOTTT referente a la jornada detrabajo.

    Una visin general de la nueva normativa en materia de jornada permiteconcluir que la misma se caracteriza por la rigidez y por la falta de adecuacin alas nuevas formas de organizacin productiva.

    4. Los lmites de la jornada de trabajo

    Se ha analizado cmo ha evolucionado la limitacin de la jornada de trabajoen nuestra legislacin, corresponde ahora hacerlo con el estado actual de la misma.

    El artculo 173 de la Ley Orgnica del Trabajo, los Trabajadores y lasTrabajadores (LOTTT, en lo sucesivo), determina la duracin mxima de losdistintos tipos de jornadas de trabajo: ocho horas por da para el trabajo diurno,siete horas por da para el trabajo nocturno y siete y media horas para la jornadamixta.

    45 El Texto propuesto era del tenor siguiente: A objeto que los trabajadores y trabajadorasdispongan de tiempo suficiente para el desarrollo integral de su persona, la jornada de trabajodiurna no exceder de seis horas diarias ni de treinta y seis horas semanales y la nocturna noexceder de seis horas diarias ni de treinta y cuatro semanales. Ningn patrono o patronapodr obligar a los trabajadores o trabajadoras a laborar horas o tiempo extraordinario.Asimismo, deber programar y organizar los mecanismos para la mejor utilizacin del tiempolibre en beneficio de la educacin, formacin integral, desarrollo humano, fsico, espiritual,moral, cultural y tcnico de los trabajadores y trabajadoras.

    Los trabajadores y trabajadoras tienen derecho al descanso semanal y vacacionesremunerados en las mismas condiciones que las jornadas efectivamente laboradas.

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    La limitacin de la jornada de trabajo no slo se establece para la jornadadiaria, sino igualmente para la "jornada semanal"46. La duracin mxima de lajornada semanal diurna es de cuarenta horas, en tanto que la jornada semanalnocturna y la mixta se reducen a treinta y cinco y treinta y siete horas y media,respectivamente.

    A diferencia de otras legislaciones, la nuestra no hace referencia alguna a si lalimitacin de la duracin de las jornadas diaria o semanal, se aplica en lassituaciones de pluriempleo. El artculo L.324-2 del Cdigo de Trabajo francs estajante cuando dispone: Ningn trabajador de las profesiones industriales,comerciales, artesanales o agrcolas puede efectuar trabajos remuneradosrelacionados con esas profesiones ms all de la duracin mxima del trabajo,tal como resulta establecido en las leyes y reglamentos vigentes para su profesin.Por su parte algunas excepciones han sido previstas en el artculo L324-4 paratrabajos de orden cientfico, literarios o artsticos, los domsticos, los efectuadospor cuenta propia, los efectuados a ttulo gratuito en calidad de ayuda benvola ylos trabajos de extrema urgencia.

    Pese a que el texto legal venezolano no contiene la claridad del francs, hayque considerar que la prohibicin de exceder el lmite de la duracin de la jornadadiaria o semanal, es obligante tanto para los empleadores como para lostrabajadores, razn por la cual, an en el caso de pluriempleo, no podran lostrabajadores exceder tal limitacin. El problema se plantea entonces en el planode la inspeccin de trabajo. En la actualidad no hay noticias de que las inspectorasdel trabajo se hayan preocupado de lograr la observancia de la limitacin en loscasos de pluriempleo, ya que se han limitado a exigir el cumplimiento de lalimitacin cuando se trata del servicio prestado para un empleador nico.

    Las tendencias hacia la reduccin del tiempo de trabajo tropiezan con laresistencia de los propios trabajadores y de los empleadores; los primeros porqueven en el trabajo extraordinario una manera de incrementar sus ingresos, en tantoque para los segundos, las jornadas ms largas significan un aumento de laproduccin.

    Los lmites de duracin de la jornada que han analizado constituyen el rgimengeneral para los trabajadores en general, sin embargo, la ley ha previsto otro tipode normativa en los regmenes especiales que se vern luego.

    46 Si bien el trmino jornada deriva del italiano "giornata" que se encuentrafundamentalmente referido a la duracin de un da, se ha aceptado igualmente denominar"jornada semanal" a la duracin del trabajo durante una semana.

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    CAPTULO IINOCIN DE JORNADA DE TRABAJO

    5. Concepto

    Todo el esfuerzo en limitar la duracin de la jornada de trabajo vendra a serintil si no se adoptare un criterio para medir la extensin de la misma.Grficamente lo seala Manuel Alonso Olea cuando expresa: Lo que el trabajadordebe no es realmente tiempo de trabajo sino el trabajo prestado durante ciertotiempo47.

    Al referirse a la manera como la ley mexicana define la jornada de trabajo,similar a como lo hace la nuestra, Nstor de Buen seala:

    hacerlo de otra manera supondra olvidar que la delimitacin de lajornada tiene por objeto permitir al trabajador el descanso y el entretenimientoy stos se veran perjudicados por un criterio de jornada efectiva queprolongara injustificadamente la presencia del trabajador en el lugar detrabajo"48.

    Las posiciones de las partes interesadas son antagnicas en este aspecto.Mientras para el trabajador la jornada debera ser medida desde el mismo momentoen que sale de su casa para dirigirse al trabajo, hasta que regrese a sta, en tanto,al empleador le parecer que la duracin de la jornada debera ser determinadaen funcin de la efectividad del trabajo realizado.

    47 Manuel ALONSO OLEA, Derecho del Trabajo. 4 edicin. Madrid. 1976, p. 144.48 Nstor DE BUEN LOZANO. Derecho del Trabajo. Porra. Mxico. 1979. T. II, p. 134.

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    As Despontn considera que en la limitacin de la jornada se pueden observardos posiciones: a) aquella que pretende que el trabajo comprende toda la vida delindividuo; y, b) la concepcin clsica que considera trabajo tan solo el tiempoque dura la actividad que el trabajador realiza para otro y mientras lo realiza.

    Despontn, basndose en una clasificacin de Stanley Kent, divide el tiempode trabajo de la siguiente forma:

    a) Tiempo legal o reglamentario (Work time): el fijado por la Ley, contratocolectivo, reglamento interior etc.

    b) Nominal (Nominal time): tiempo durante el cual el trabajador se encuentraen el establecimiento del principal para desempear su actividad; y

    c) Efectivo (Actual time): tiempo de trabajo realmente prestado, esto es, elque resulta luego de descontar los lapsos perdidos49.

    En la Primera Convencin de la Organizacin Internacional de Trabajo,celebrada en Washington en 1919, si bien no se define qu se entiende por "horasde trabajo", se acoge el criterio de medir la duracin de la jornada de trabajotomando como base el trabajo efectivamente realizado por el trabajador. Deacuerdo con este concepto, las "horas muertas" (heures creuses, para la doctrinafrancesa), no deberan imputarse a la duracin de la jornada.

    La legislacin francesa, hasta la entrada en vigencia de la Ley Aubry, asumauna posicin de eficacia econmica para definir el tiempo de trabajo pues seconsideraba que la jornada efectiva o tiempo de trabajo era aquel durante el cualel trabajador aporta al empleador un trabajo productivo. Anja Johansson sostieneque de esta concepcin se deriva, en el marco de una lgica productivista, elhecho de determinar el tiempo de trabajo efectivo principalmente en funcin delvalor productivo que para el empleador tiene ese tiempo de trabajo50.

    En el Acuerdo de Londres de 1926 entre los Ministros de Trabajo de Alemania,Blgica, Francia, Gran Bretaa e Italia, se opt por un criterio diferente al de laconvencin de Washington. En efecto, all se concluy que la duracin de lajornada no corresponda al trabajo efectivo, sino al tiempo durante el cual elobrero est a disposicin del empleador. Dicho acuerdo fue ratificado por elConvenio Internacional N30 del ao 1930 que en su artculo 20 dispone: La

    49 Luis Alberto DESPONTN. Jornada de Trabajo. Editorial Omeba. B. Aires. 1.952.Tomo I, p. 94.

    50 Anja JOHANSSON. La Determination du Temps de Travail. Effectif. Bibliothque deDroit Social. Librairie Gnrale de Droit et de Jurisprudence. Paris, 2006, p. 7.

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    expresin horas de trabajo, significa el tiempo durante el cual el personal est adisposicin del empleador, estarn excluidos los descansos durante los cuales elpersonal no se halle a disposicin del empleador. Este mismo criterio fue el queadopt el legislador venezolano para definir la jornada efectiva en el ao de 1936,e igualmente lo recoga la Ley Orgnica del Trabajo de 1990, cuyo artculo 189defina la Jornada de Trabajo de la siguiente manera:

    Se entiende por jornada de Trabajo el tiempo durante el cual el trabajadorest a disposicin del Patrono y no puede disponer libremente de su actividady de sus movimientos.

    Se considera que el trabajador est a disposicin del patrono desde elmomento en que llega al lugar donde deba efectuar su trabajo, o donde debarecibir rdenes o instrucciones respecto al trabajo que se ha de efectuar encada da, hasta que pueda disponer libremente de su tiempo y de su actividad.

    La definicin de jornada de trabajo contenida en la Ley Orgnica de Trabajode 1990, difera de la que la Ley del Trabajo que aquella derog, traa en suartculo 62, si bien mantena el elemento de la "disponibilidad". En efecto, LaLey derogada contena un concepto ms objetivo de jornada efectiva cuando ladefina como el tiempo durante el cual el personal est a disposicin del patrono,en tanto que la Ley actual adopta una posicin ms individualizada cuando refierela disponibilidad a la persona del trabajador. De acuerdo con el criterio de MaraBernardoni de Govea:

    esto produce una concepcin fragmentada de la jornada que se apartadel desenvolvimiento real de la misma y de los fines a que est dirigida, yaque la jornada tiene fundamentalmente una dimensin colectiva, se estableceno en consideracin a cada trabajador, sino a las actividades y objeto de laempresa o establecimiento, en atencin al resultado diario, consideradosuficiente por la gerencia, el cual depender de factores organizativos, tcnicosy administrativos, previos a la contratacin individual. Esto hace queprimordialmente la jornada sea de la empresa y no del trabajador51.

    5.1. La nocin de Jornada de Trabajo en la LOTTT

    La LOTTT actual define la jornada de trabajo en el artculo 167 y se aparta delos criterios anteriores. En efecto la Ley dispone:

    51 Mara BERNARDONI DE GOVEA. De las Condiciones, op. cit., Tomo I, p. 240.

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    Se entiende por jornada de trabajo, el tiempo durante el cual el trabajadoro la trabajadora est a disposicin para cumplir con las responsabilidades ytareas a su cargo, en el proceso social de trabajo.

    La definicin legal amerita varios comentarios previos. En primer trminontese que se aparta de cualquier carcter personal o individual que pudiera drselea la jornada ya que la disponibilidad del tiempo no es para alguien (el empleador),sino para que el trabajador cumpla con sus responsabilidades y tareas, dentro delproceso social de trabajo. Pese al evidente ingrediente ideologizante, presente enla definicin, como a lo largo de la Ley, no es fcil obviar el hecho de que elesfuerzo del trabajador, en el marco del contrato de trabajo, aprovecha a alguiendistinto de l: el empleador, de manera que, dentro de una relacin sinalagmticacomo la que se da en el contrato de trabajo, la disponibilidad viene a ser laprestacin equivalente a la remuneracin.

    El concepto de trabajo como proceso social domina la LOTTT, y obedece alas razones ideolgicas que la inspiraron y que, en criterio del autor, se hanpretendido imponer ignorando los valores y tradiciones que se encuentranarraigados en el pueblo venezolano52. Si bien la Ley reitera en el artculo 1 elconcepto de trabajo como hecho social, no obstante, ello no pasa de ser sino unasimple afirmacin carente de mayor contenido, por cuanto todo el desarrolloulterior de la Ley gira en torno al concepto del trabajo como un proceso social.Este cambio no es un simple cambio terminolgico sino que tiene consecuenciasms profundas. Todo el sistema de relaciones laborales, de acuerdo con la Ley encuestin, gira en torno a esta concepcin del trabajo como proceso social, cuyoobjetivo fundamental deja de ser la proteccin al trabajador, en cuanto persona,para dar paso a un objetivo colectivo como es el de alcanzar los fines esencialesdel Estado. As el trabajador, la jornada, el salario, son definidos en funcin dedicho proceso social.

    El concepto de Trabajo como proceso social tiene su raigambre en el CaptuloVII, Libro Primero de El Capital de Marx, quien adems de concebir el trabajo,

    52 Con gran satisfaccin para el autor, su opinin coincide con lo expresado por el maestroRafael Alfonzo-Guzmn, quien al valorar la LOTTT expresa que la misma tendr una relativacorta duracin, ya que no suelen ser estables las leyes totalmente dismiles de sus predecesorasy, en especial, porque la hermosa idealidad de la propiedad colectiva propugnada por Platn,Aristteles, Aristfanes, Cicern y Toms Moro, no logra disimular la fuerza compulsiva delas reglas comunales enunciadas en dicho ordenamiento, extraas a las costumbres y a laidiosincracia nacional. Rafael Alfonzo Guzmn. Trascendencia laboral de un miedo Elsocialismo, fantasma de nuestro Derecho del Trabajo. Artculo indito que generosamente elProfesor Alfonzo-Guzmn le hizo llegar al autor por correo electrnico el 29 de mayo de 2013,desde la direccin: [email protected]

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    como un proceso natural entre el hombre y la naturaleza, tambin lo conceptacomo un proceso de valorizacin mediante el cual se genera, en el sistemacapitalista un plusvalor53: La Ley fundamenta en estas ideas la primaca del trabajoen la formacin de la riqueza (artculo 96) y al trabajo como proceso liberador(artculo 1).

    La Ley recoge la concepcin de trabajo como proceso social cuya finalidadfundamental es la de alcanzar los fines esenciales del Estado, objetivo que relegaa un segundo plano la proteccin del trabajo en s, que tradicionalmente se haconsiderado la razn de ser del Derecho del Trabajo. El trabajo viene a ser entonces,la forma como un trabajador participa en el proceso de consecucin de los finesesenciales del Estado. La centralidad de la concepcin de trabajo como procesosocial en la Ley se pone de manifiesto en el hecho de que las definiciones detrabajador, contrato de trabajo, jornada y salario, giran en torno de sta. En elcaso de este ltimo la Ley muestra su carcter de transicin ya que no adopta elconcepto marxista de que slo el trabajo crea valor, pero lo deja entrever cuandoen el artculo 96 afirma: La Riqueza es un producto social, generado principalmentepor los trabajadores y trabajadoras en el proceso social de trabajo.

    La Exposicin de Motivos parte de un falso supuesto cuando afirma que laConstitucin considera al trabajo como un proceso social: el proceso social deltrabajo, pues este concepto, como tal, no se encuentra as enunciada en el textoconstitucional. En el aparte nico del artculo 3 la Constitucin considera al trabajoy a la educacin como procesos fundamentales para alcanzar los fines del Estado.

    Bajo este concepto, todo el sistema de relaciones laborales gira en torno de laconcepcin del trabajo como proceso social, dirigido a alcanzar los fines esencialesdel Estado54 y se le asigna a una ley, cuya funcin teleolgica es la proteccin dela dignidad del trabajador, funciones tan extraas a ella como la de consolidar laindependencia y la soberana nacional, asegurando la integridad del espaciogeogrfico de la nacin. (Artculo 2555).

    53 Karl MARX: El Capital. Ediciones Orbis. Barcelona, 1967, Tomo I, pp. 9 y ss.54 En opinin de Hctor Lucena, expresada en un correo enviado al autor a propsito de

    una discusin sobre el tema, este considera que el salto desde la proteccin del trabajo comohecho social hacia la inclusin del trabajo como un elemento central pero no nico en unaconfiguracin mayor podra estar intentado justamente transformar la relacin de trabajo haciaotras formas de organizar la produccin de carcter marcadamente estatal, aunque se conservela propiedad privada de los medios de produccin. Es as como el contrato de trabajo es definidocomo aquel que establece las condiciones en las que la persona presta sus servicios en elproceso social del trabajo y la jornada como el tiempo del trabajador, no a disposicin de otrapersona sino del proceso social del trabajo. Correo del 14/05/2012, enviado desde la direccin:[email protected]

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    La definicin de jornada de la LOTTT mantiene la disponibilidad como criteriodefinitorio de la misma, no obstante, elimina