el uso de la fuerza en el derecho internacional

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EL USO DE LA FUERZA EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES Sumilla: Introducción Evolución del uso de la fuerza en el Derecho Internacional - La prohibición del uso de la fuerza en las Relaciones Internacionales - Aplicación de las disposiciones del artículo en a Ratificantes - Aplicación de las disposiciones del artículo en paíse Ratificantes" - #onclusiones INTRODUCCIÓN En cuanto a la evolución del derecho internacional p$blico se entiende %ue s desarrollo le&islativo positivo es relativa'ente reciente ( %ue sus funda'en tiene la base de los &randes 'aestros del derecho natural ( del internacional 'oderno" Desde el principios de los tie'po el ser hu'ano ha buscado solucionar sus conflictos) si bien es cierto en un pri'er 'o'ento con el uso de la fuerza b en el e*ercicio de su derecho a la Autotutela) 'as adelante cuand pri'eros pobladores co'enzaron a vivir en co'unidad renunciando a u parte de su libertad para ser vida en co'$n con sus de'+s pares) donde estas pe%ue,as tribus co'enzaron a tener conflicto entre ellos) es a%uí donde nace el uso de la fuerza %ue en a%uel 'o'ento era obvia'ente bruta (a %ue no e istía cierta civilización en a%uellas continuidades) todo ello con repeler los ata%ue ( así ase&urar su supervivencia) es así %ue con el paso d los si&los ( con el desarrollo del ser hu'ano este ha buscado solucionar sus conflictos de 'anera '+s altura para %ue de tal for'a se pueda evitar los conflictos ar'ados %ue solo causaban 'uerte ( destrucción) es en este ínteri sur&en nor'as e'anadas del derecho positivo para re&ular las difere entre los estados"

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EL USO DE LA FUERZA EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES

Sumilla: Introduccin Evolucin del uso de la fuerza en el Derecho Internacional -La prohibicin del uso de la fuerza en las Relaciones Internacionales - Aplicacin de las disposiciones del artculo 2 en Pases Ratificantes - Aplicacin de las disposiciones del artculo 2 en pases No Ratificantes. - Conclusiones

INTRODUCCIN

En cuanto a la evolucin del derecho internacional pblico se entiende que su desarrollo legislativo positivo es relativamente reciente y que sus fundamentos tiene la base de los grandes maestros del derecho natural y del derecho internacional moderno.Desde el principios de los tiempo el ser humano ha buscado solucionar sus conflictos, si bien es cierto en un primer momento con el uso de la fuerza bruta en el ejercicio de su derecho a la Autotutela, mas adelante cuando estos primeros pobladores comenzaron a vivir en comunidad renunciando a una parte de su libertad para ser vida en comn con sus dems pares, donde estas pequeas tribus comenzaron a tener conflicto entre ellos, es aqu donde nace el uso de la fuerza que en aquel momento era obviamente bruta ya que no exista cierta civilizacin en aquellas continuidades, todo ello con el fin de repeler los ataque y as asegurar su supervivencia, es as que con el paso de los siglos y con el desarrollo del ser humano este ha buscado solucionar sus conflictos de manera ms altura para que de tal forma se pueda evitar los conflictos armados que solo causaban muerte y destruccin, es en este nterin surgen normas emanadas del derecho positivo para regular las diferencias entre los estados.En el presente ensayo se desarrollar un anlisis evolutivo de las distintas concepciones doctrinales que han ido influyendo en la construccin de los conceptos que usamos hoy en da en el anlisis del uso de la fuerza, posteriormente, este anlisis es contrastado con los tratados existentes hoy en da en la comunidad internacional, las razones de por qu se encuentra prohibido el uso de la fuerza y las excepciones que permiten utilizar la fuerza como medio para resolver un conflicto.En atencin a lo descrito en el prrafo anterior, en el presente ensayo se buscara responder a la pregunta: Qu sucede con los estados que no han ratificado la carta de las naciones unidad en cuanto al uso de la fuerza en las relaciones internacionales?

EVOLUCIN DEL USO DE LA FUERZA EN EL DERECHO INTERNACIONAL Siempre han existido controversias entre Estados y estas han sido solucionadas tanto por medios pacficos como por la fuerza de las armas. Hasta inicios del siglo XX, el Derecho Internacional reconoca la legitimidad de ambos medios y simplemente intentaba regular su aplicacin y sancionar su resultado. Comenzaremos por revisar la evolucin del uso de la fuerza durante el perodo previo al Derecho Internacional, en el Derecho Internacional clsico, hasta su prohibicin en el Derecho Internacional moderno y las excepciones permitidas a tal prohibicin. El trmino fuerza est empleado, como lo sealramos, en el sentido de fuerza armada. La fuerza se aplica en sus mltiples formas y en la ms amplia escala en la guerra y las hostilidades, que son categoras de conflictos entre los EstadosETAPA DEL PREDERECHO INTERNACIONAL En el Derecho de la sociedad primitiva, en las relaciones entre las tribus salvajes, se halla precedentes del uso de la fuerza, tanto en relacin con la sancin efectuada de forma colectiva como con la efectuada de forma individual. As, ubicamos en relacin con la justicia organizada socialmente antecedentes de la idea de la guerra justa. 1 Al respecto, Kelsen afirma que: Ordinariamente, una guerra entre tribus o grupos primitivos es, en esencia, una vendetta, un acto de venganza; como tal, es una reaccin contra la violacin de ciertos intereses, una reaccin contra lo que se considera un entuerto. Probablemente la vendetta constituy la forma originaria de la reaccin socialmente organizada contra un entuerto, es decir, la primera sancin organizada de manera social.

EDAD ANTIGUAEl concepto de guerra justa lo hallamos en la Antigedad. En el Derecho antiguo de las naciones, los Estados posean el derecho a recurrir a la guerra (ius ad bellum), aunque no significaba una patente para desencadenar guerras. En Roma el concepto central de las leyes relativas a la guerra se basaba en la nocin de bellum iustum (guerra justa). Una guerra no era justa bajo el punto de vista romano solo porque haba sido declarada en la forma prescrita, sino que necesariamente deba descansar en realidad en una iusta causa (causa justa). Cicern (106-43 a.C.), mximo exponente de la filosofa del derecho de Roma, sealaba que solo seran guerras legtimas y justas las que se llevaran a cabo por razones de defensa propia o de vengar un dao causado por el enemigo

EDAD MEDIALa doctrina de las causas justas e injustas de las guerras, imperante durante el Medioevo, remonta sus orgenes, como se ha sealado, a los escritos de Cicern (en el siglo I a.C.). Pero es a partir de San Agustn de Hipona en el siglo V y de San Isidoro de Sevilla en el siglo VII quienes expusieron que Las guerras justas suelen ser definidas como las que vengan injurias, cuando la nacin o ciudad contra la que se han de dirigir los actos hostiles no ha castigado las injurias cometidas por sus propios ciudadanos o no ha restituido lo que haba tomado injustamente. Tambin es justa, sin duda alguna, la guerra que el mismo Dios ordena." Las regulaciones iniciales para la conducta cristiana sobre la guerra se derivan de l y fue l quien rechaz categricamente la teora de que el resultado de una guerra era evidencia de la justicia del vencedor o un juicio de Dios.Bajo esta doctrina, una guerra era justa si tena una causa justa o una intencin correcta. En general, una guerra justa deba ser de autodefensa, vengar injurias y castigar daos, o buscar reparaciones por un acto ilegal anterior perpetrado por la otra parte. Tambin una guerra contra los paganos o herejes era considerada justa. ETAPA DEL DERECHO INTERNACIONAL CLSICOTEORA DEL PROBABILISMODesde el siglo XVII, los primeros tratadistas del Derecho Internacional clsico como Alberico Gentili y Hugo Grocio adoptaron las enseanzas de los telogos medievales, estos tratadistas admitieron la probabilidad de que las dos partes en una guerra creyeran tener una justa causa, es as como surge la teora del probabilismo.Por tanto la teora de la guerra justa se dejo de lado y el recurso a la guerra se dej a la discrecin de cada Estado, convirtindose en facultad o derecho de cada uno. En la prctica internacional, una guerra librada para defender un inters vital se consideraba justificada, empero desde que cada Estado soberano era el nico juez de lo que aquel inters significaba, las guerras podan desencadenarse prcticamente por cualquier razn.Durante el siglo XIX y hasta las Convenciones de La Haya y la Primera Guerra Mundial, los juristas se concentraron en las formas de regular los mtodos de conducir la guerra (ius in bello), ms que en la legalidad de la guerra en s (ius ad bellum).LAS DOS FUNCIONES DE LA GUERRA Bajo el Derecho Internacional clsico, la institucin de la guerra desempeaba dos funciones contradictorias:a) La ausencia de un rgano supranacional que asegurase la ejecucin del Derecho, la guerra era considerada un medio sustituto o de autoproteccin para dar efecto a las pretensiones basadas en el Derecho Internacional y de este modo un Estado poda recurrir a la guerra para defender sus intereses. b) A falta de un rgano legislativo internacional, la guerra desempeaba la funcin de adaptar el Derecho a las situaciones cambiantes. De esta manera, la guerra adaptaba al Derecho Internacional a la nueva realidad poltica internacional. Ms aun, la guerra era reconocida como medio jurdico legtimo de un Estado para atacar a los Estados, independientemente de la calidad del cambio deseado. EDAD MODERNA: EL DERECHO A LA GUERRA EN EL PERODO S.XIII S.XVILa llamada Prohibicin de Amenaza y Uso de la Fuerza, se consagra en el pensamiento moderno, post-segunda guerra mundial, como una evolucin al antiguo derecho desarrollado en la poltica, religin y filosofa medievales y renacentistas, conocido bajo el nombre de Ius ad bellum, que buscaba determinar los requisitos, circunstancias y elementos que permitan a un Estado declarar la guerra a otro. En ese tiempo se sostena que para que una Guerra fuese justa se requera de la confluencia de tres elementos: la bsqueda incansable del Bien Comn del gobernante en aras del bienestar de la nacin, entendida esta bsqueda en atencin a la obtencin de condiciones que permitiesen a la sociedad encausar su destino como nacin hacia la virtud La existencia de Justa Causa entendida, sta como el mvil que justifica escoger la guerra como medio intrnseco de accin, por sobre otra alternativa menos gravosa y daina Una Recta Intencin, que busque siempre promover el bien y repeler el mal, en toda ocasin que sea posibleEUROPA EN EL SIGLO XIX Y PRINCIPIOS DEL SIGLO XXEn un mundo que giraba con su centro en Europa, los principios de filosofa, poltica y religin emanados de los postulados naturalistas, hicieron eco en la forma en que disponan o bien que deban disponer los gobernantes sus medios para la consecucin de los fines de sus naciones. En este sentido, no ser hasta el siglo XIX que cobrar importancia la regulacin de la guerra, armamentos, protocolos, prohibiciones y dems materia atingentes, por parte de la comunidad internacional.En 1874 con la Conferencia de Bruselas, en que por primera vez en la historia de la humanidad, por iniciativa del Zar Alejandro II de Rusia, la comunidad internacional intente ponerse de acuerdo en ciertas materias de regulacin poltico-jurdica en atencin a la limitacin del armamento, discusin que termin por resultar relativamente estril al no traducirse en ningn tratado ni disposicin expresa.No sera hasta 1899 con la Primera Conferencia de la Haya que se dispusieron normas tendientes a no aumentar el poder blico de las naciones, prohibir la innovacin en tecnologa blica y a la vez aceptar y promover el uso de mediaciones y arbitrajes que se haban enunciado en la Conferencia de Bruselas, para lo cual se crea la Corte Permanente de Arbitraje. Para 1907, con la Segunda Conferencia de la Haya, se fijan definitivamente los Derechos y Deberes de los pases neutrales en los conflictos armados, las condiciones para que un navo mercante pueda ser considerado buque de guerra y se regula la colocacin de minas submarinas.Hacia 1919, junto con el trmino de la Primera Guerra Mundial, se firma el Tratado de Versalles que vino a crear la denominada Sociedad de las Naciones, impulsada especialmente por el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, cuya finalidad estaba definida por Garantizar la integridad territorial y la independencia poltica de todos los Estados. En atencin a este nuevo pacto entre naciones, se prohiba cualquier tipo de guerra que tuviese por objetivo agredir a otra nacin.Hacia 1928, el pacto Briand-Kellog junto con los llamados Acuerdos de Locarno de 1925 celebrados entre Alemania, Blgica, Francia y Gran Bretaa, los Estados firmantes dieron un primer mensaje claro en la limitacin al uso de la fuerza en las relaciones internacionales, adems este pacto dispona no utilizar la guerra como medio de resolucin de conflictos entre las naciones, imponiendo sanciones para las naciones que agredieran blicamente a otras. Esta disposicin ser uno de los principales antecedentes de lo que a 1945 ser la Prohibicin Expresa del Uso de la Fuerza en las relaciones internacionales, con el artculo 2, prrafo 4 de la Carta de Naciones Unidas.LA PROHIBICIN DEL USO DE LA FUERZA EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES

LA CARTA DE LA ONU: ALCANCE DE LA NORMA

En virtud de lo dispuesto en la Carta de las Naciones Unidas, en relacin al trato que deben tener los estados soberanos entre s, el artculo 2 prrafo 4 de la Carta de Naciones Unidas dispone que Los miembros de la Organizacin, en sus relaciones internacionales, se abstendrn de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia poltica de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los propsitos de las Naciones Unidas. Esta norma debe ser entendida en armona con lo dispuesto en el mismo artculo 2, nmero seis, que dispone La Organizacin har que los Estados que no son miembros de las Naciones Unidas se conduzcan de acuerdo con estos Principios en la medida que sea necesaria para mantener la paz y la seguridad internacionales. As tambin en el mismo artculo 2 nmero siete consagra el derecho a la autodeterminacin que tienen los estados soberanos, disponiendo que Ninguna disposicin de esta Carta autorizar a las Naciones Unidas a intervenir en los asuntos que son esencialmente de la jurisdiccin interna de los Estados, ni obligar; a los Miembros a someter dichos asuntos a procedimientos de arreglo conforme a la presente Carta; pero este principio no se opone a la aplicacin de las medidas coercitivas prescritas en el Captulo VII. En este numeral, vemos que la Carta de las Naciones Unidas fija la competencia de su actuar, limitando cualquier intervencin de los Miembros y sus temticas en asuntos internos de otras naciones, sin embargo, a la vez, fija las excepciones a este principio, consagradas en el Captulo VII la cual asegurar la Legtima Defensa y la Seguridad Colectiva. USO LEGTIMO DE LA FUERZA EN LA CARTA DE LA ONU La prohibicin del uso de la fuerza, a diferencia del principio de solucin pacfica, admite ciertas excepciones, tanto bajo lo prescrito por la Carta de la ONU como por lo permitido en el Derecho Internacional general, excepciones que constituyen el uso legtimo de la fuerza en el Derecho Internacional moderno. La Carta de las Naciones Unidas de 1945 permite ciertas excepciones a la prohibicin del uso de la fuerza. Estas excepciones se pueden clasificar en cuatro categoras del uso de la fuerza legitimado por la Carta de la ONU. Aqu examinaremos el uso de la fuerza armada por organizaciones internacionales con fines militares en su sentido tradicional.Las cuatro excepciones contempladas en la Carta de la ONU son:1) Seguridad colectiva bajo el Consejo de Seguridad (artculos 24, 39-51, 106). El captulo VII sobre el Uso de la Fuerza, que comprende los artculos 39-51, pero principalmente por los artculos 40-43, en donde se establece la accin coercitiva de seguridad colectiva ordenada por el Consejo de Seguridad.

2) Seguridad colectiva bajo las organizaciones regionales en captulo VIII, Organizaciones Regionales, artculos 52 y 53. La accin coercitiva ejecutada por las organizaciones regionales con autorizacin previa del Consejo de Seguridad.

3) Autodefensa artculo 51. La legtima defensa individual, derecho de autodefensa de un Estado o tambin llamado de defensa propia, es la legtima defensa, usada en caso de ataque armado, "no es una potestad que se deje fuera del sistema colectivo para el mantenimiento de la paz", Esta legtima defensa frente a un ataque puede ser individual o colectiva. Es el nico medio coercitivo formalmente superviviente del Derecho Internacional clsico. As por ejemplo podemos mencionar cuando es atacada una alianza militar como la OTAN.

4) Contra los antiguos Estados enemigos artculos 53 y 107. Se refiere a acciones coercitivas contra las antiguas potencias del Eje Berln-Roma-Tokio y del Pacto Tripartito. Hoy esta excepcin es considerada anacrnica. OTROS CASOS DE USO LEGTIMO DE LA FUERZA Dentro del Derecho Internacional, adems de las cuatro clases de uso permitido por la Carta de la ONU, los Estados tienen el derecho a usar la fuerza, hasta ciertos lmites, en otras seis circunstancias especficas. 1) Contra la piratera o trfico de esclavos en altamar sometidos a la jurisdiccin universal. Un buque de guerra tiene el derecho de usar la fuerza en altamar contra un barco sospechoso de piratera o trfico de esclavos que ofrezca resistencia. Estas actividades universalmente peligrosas para los Estados requieren que todos los miembros de la comunidad tengan jurisdiccin sobre tales actos cualquiera que sea el lugar en que se cometan. Despus de la guerra de 1945 se postul que los perpetradores de genocidio y crmenes contra la humanidad (as como los dems crmenes internacionales) tambin estaban sujetos a la jurisdiccin universal.

2) Contra el trnsito no autorizado en el territorio de un Estado. Sucede frecuentemente en respuesta a la violacin militar del espacio areo y martimo de un Estado (caso del Canal de Corf).

3) Contra la permanencia no autorizada de tropas extranjeras en un Estado. Se emplear la fuerza cuando dichas tropas rehsen retirarse despus de que el Estado les ha revocado su consentimiento o cuando les niegue la permanencia. Un caso relevante es la expulsin de tropas ecuatorianas estacionadas ilegalmente en territorio peruano de la cordillera del Cndor durante la Guerra del Falso Paquisha de 1981.

4) Contra una catstrofe natural en otro Estado y si tal Estado no puede afrontarla o no puede contener el peligro de desastre en el Estado vecino. Aqu el Estado afectado solo debe recurrir a la fuerza cuando las autoridades locales no puedan controlar el peligro.

5) Contra la violacin de la neutralidad. Aqu un Estado recurre a la fuerza para reparar violaciones cometidas por otro Estado de la neutralidad de un tercer Estado.

6) En conflictos internos.

Sin embargo, salvo la primera y la ltima, todas estas categoras podran ser incluidas en el uso de la fuerza como legtima defensa frente a la violacin de la soberana.

LEGTIMA DEFENSA

El artculo 51 de la Carta de Naciones Unidas se reconoce el derecho natural que tiene cada Estado y persona a defenderse de una agresin ilegtima, injusta e inminente, disponiendo que Ninguna disposicin de esta Carta menoscabar el derecho inmanente de legtima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales. Las medidas tomadas por los Miembros en ejercicio del derecho de legtima defensa sern comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad, y no afectarn en manera alguna la autoridad y responsabilidad del Consejo conforme a la presente Carta para ejercer en cualquier momento la accin que estime necesaria con el fin de mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales.Cabe destacar que los elementos jurdicos prescritos en este artculo tienen una similitud doctrinal importante con los presupuestos que ha dispuesto el Derecho Penal moderno para establecer criterios objetivos de riesgo e inmediacin que permiten, en casos excepcionales, hacer uso de la fuerza para repeler un dao inminente a la nacin propia, en general, o a sus habitantes, en caso particular.

En este sentido el alcance de la norma se hace extensivo, pues define que el sujeto pasivo de la agresin debe ser un miembro de las Naciones Unidas, sin embargo nada dice respecto del sujeto activo de la agresin, entendindose en un sentido estricto, que cualquier agresin ilegtima cometida por un Estado cualquiera, a un Estado miembro de las Naciones Unidas, puede ser repelida por medio de la legtima defensa. Constituyendo un antecedente jurdico que reconoce la facultad y derecho que tiene cada Estado y persona a proteger su integridad de un agresor ilegtimo.

SEGURIDAD DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

Dentro el marco jurdico de los captulos VII y VIII de la Carta de Naciones Unidas, se establece una serie de requisitos para que el Consejo de Seguridad pueda autorizar una intervencin armada a un Estado soberano. en el artculo 39 de dicha carta se dispone que es el Consejo de Seguridad el llamado a determinar cuando existe un quebrantamiento de la paz o actos de agresin que pongan en peligro a la comunidad internacional, para lo cual debe adoptar, primero, medidas no armadas que tiendan a solucionar el conflicto entre las partes, no obstante, el artculo 42 previene que en caso de fallar estas tratativas, el Consejo podr ejercer por va area, naval o terrestre acciones militares necesarias para mantener o restablecer la paz.Es interesante la doble lectura que se puede hacer de este artculo, pues, por un lado entrega al Consejo la facultad de restablecer la paz, cuando sta ha sido quebrantada, pero al mismo tiempo permite conservarla, lo que atiende a una labor de prevencin del quebrantamiento de la paz y seguridad internacional, en materia de uso de la fuerza en relaciones internacionales.Este artculo viene a ser un antecedente para justificar el uso de la fuerza en la solucin de conflictos de carcter internacional, aplicada por el Consejo de Seguridad de la ONU, en atencin al mandato que ha recibido por parte de la Carta de Naciones Unidas, para intervenir, sin distincin de acuerdo al texto expreso, en un Estado que est poniendo en peligro la seguridad de la paz internacional. Estas intervenciones excepcionales, autorizadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, representan la intervencin humanitaria que hace las Naciones Unidas en un territorio que se encuentra en riesgo, tanto para sus habitantes como para la comunidad internacional.

APLICACIN DE LAS DISPOSICIONES DEL ARTCULO 2 EN PASES RATIFICANTES

Carcter impositivo de la Carta para los firmantesEn Derecho Internacional se reconoce la obligacin que tienen los Estados de cumplir los tratados que han ratificado, en todos sus trminos, exceptuando las reservas que hayan hecho en su oportunidad. Al respecto, la Convencin de Viena de 1969 vino a regular el denominado Derecho de los Tratados, bajo el antiguo principio del Derecho Romano, pacta sunt servanda, consagrado expresamente en el artculo 26 de la seccin Primera de la Convencin que dispone Todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por ellas de buena fe, a su vez, el artculo 27 dispone como debe ser interpretado esta observancia en atencin a posibles conflictos con el derecho interno, disponiendo Una parte no podr invocar las disposiciones de derecho interno como justificacin del incumplimiento de un tratado. Esta norma se entender sin perjuicio de lo dispuesto en el artculo 46 (referente a la competencia de un Estado para celebrar un tratado).Esta disposicin de ninguna forma corta la libertad y autonoma de los Estados para autogobernarse, toda vez que en la seccin Segunda de la misma Convencin se hace un lato anlisis respecto a las Reservas que un Estado puede oponer al momento de celebrar, ratificar o adherir un Tratado Internacional.Por tanto, la comunidad internacional ha entendido que, celebrando, ratificando o adhiriendo un Tratado, ste se vuelve obligatorio para el Estado que lo incorpora en su ordenamiento jurdico, y por tanto, le pueden ser exigidas las obligaciones que de ste se desprenden.En este sentido, todos los Estados integrantes de las Naciones Unidas, que han ratificado la Carta de las Naciones Unidas de 1945 estn obligados por sus disposiciones en general, en particular y especialmente por las normas de polica del artculo 2, que disponen el respeto al principio de no uso de la fuerza en solucin de conflictos internacionales.

MEDIDAS PARA FORZAR EL CUMPLIMIENTOSe establecen 5 mecanismos legales que pueden utilizar los Estados frente al incumplimiento de un Tratado por parte de otro Estado, los cuales no producen conflicto jurdico con la interpretacin y respeto de los mismos, y adems se trata sobre un sexto mecanismo que en s mismo es ilegal, pero que en determinadas excepciones puede ser tolerado por la comunidad internacional.a. Enrgicas y repetidas protestas presentadas por el mayor nmero posible de partes, a los embajadores que representan al Estado en cuestinb. Denuncia pblica, efectuada por una o ms partes y/o una organizacin zonal especialmente influyente, de la violacin de derecho internacional humanitario.c. Presin diplomtica sobre el autor de la violacin por medio de intermediarios.d. Recurso de un Estado a la Comisin Internacional de Encuesta, para denunciar a otro Estado, si estos han aceptado la competencia de la Comisine. Retorsin y actos inamistosos como: Expulsin de diplomticos. Ruptura de relaciones diplomticas. Interrupcin de negociaciones diplomticas en curso o negativa a ratificar tratados ya firmados. No renovacin de privilegios o acuerdos comerciales. Reduccin o suspensin de la ayuda pblica al Estado en cuestin.

f. Adems, la Cruz Roja reconoce ciertos actos que en s mismos son ilegales, pues no estn permitidos por la comunidad internacional ni por los Tratados, pero que en casos excepcionales, en que el Estado infractor ha cometido actos ilegales en el pasado contra el Estado reclamante, pueden ser tolerados al alero del DIH, estos son los llamados Actos de Represalias No Armadas: Restriccin y/o prohibicin del comercio de armas, de transferencia de tecnologa militar y de cooperacin cientfica. Restriccin de las exportaciones y/o importaciones del Estado que comete las violaciones; prohibicin total de relaciones comerciales. Prohibicin de inversiones. Congelacin de capitales. Suspensin de acuerdos sobre el transporte areo (o de otra ndole). APLICACIN DE LAS DISPOSICIONES DEL ARTCULO 2 EN PASES NO RATIFICANTES.

ALCANCE FCTICO DE LA NORMA

La seccin Cuarta de la Convencin de Viena, referente a los Tratados y los Terceros Estados, en su artculo 34, dispone que Un tratado no crea obligaciones ni derechos para un Tercer Estado sin su consentimiento, lo que dispondra un smil al efecto relativo de los contratos en materia civil, desde una suerte de efecto relativo de los tratados en materia internacional, sin embargo, por su parte el artculo 36 dispone que 1. Una disposicin de un tratado dar origen a un derecho para un tercer Estado si con ella las partes en el tratado tienen la intencin de conferir ese derecho al tercer Estado o a un grupo de Estados al cual pertenezca, o bien a todos los Estados y si el tercer Estado asiente en ello. Su asentimiento se presumir mientras no haya indicacin en contrario, salvo que el tratado disponga otra cosa. 2. Un Estado que ejerza un derecho con arreglo al prrafo I deber cumplir las condiciones que para su ejercicio estn prescritas en el tratado o se establezca conforme a ste. De este artculo se desprende la posibilidad que otorga la comunidad internacional a que un Estado se convierta en acreedor de ciertos derechos, aun cuando no haya sido parte tratante ni tercero aceptante en la determinacin de estos.

El fundamento de esta excepcin al efecto relativo de los contratos, podemos encontrarlo en la Declaracin Universal de Derechos Humanos de 1948, donde el artculo 1 define el carcter Universal de estos derechos, sin mediar discriminacin ni distincin de ningn tipo, disponiendo Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como estn de razn y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros, inmediatamente, el artculo 2 precisa en particular quienes son los legitimarios activos de los Derechos contenidos en la Declaracin, disponiendo que Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaracin, sin distincin alguna de raza, color, sexo, idioma, religin, opinin poltica o de cualquier otra ndole, origen nacional o social, posicin econmica, nacimiento o cualquier otra condicin. Adems, no se har distincin alguna fundada en la condicin poltica, jurdica o internacional del pas o territorio de cuya jurisdiccin dependa una persona, tanto si se trata de un pas independiente, como de un territorio bajo administracin fiduciaria, no autnomo o sometido a cualquier otra limitacin de soberana. Por tanto, surge la pregunta, puede un Estado desconocer legtimamente la Declaracin Universal de los Derechos Humanos?, al respecto, desde el anlisis inicial realizado en el presente ensayo, la comunidad internacional, si bien ha ido creando una serie de mecanismos para comerciar, juzgar, legislar, tratar, entre otras materias de interaccin entre Estados soberanos, los fundamentos sobre los cuales ha ido construyendo los pilares que sostienen todo el ordenamiento jurdico internacional, son reconocidos, como una expresin a la dignidad que emanan de la persona humana, en sus amplias dimensiones y en toda su complejidad, en este sentido, al reconocer la existencia de Derechos Humanos, la ratificacin de su declaracin es irrelevante para la exigibilidad que puede hacer cualquier ser humano de las garantas establecidas en su catlogo, en tanto sujeto activo de derechos reconocidos en su naturaleza por parte de la comunidad internacional. En este sentido, el alcance de la dignidad humana se extiende a sus organizaciones, toda vez que stas tiendan y conducen su ejercicio a la bsqueda del bien comn de sus integrantes, por tanto, en virtud de lo dispuesto en el artculo 2 de la Carta de Naciones Unidas, la prohibicin del uso de la fuerza y el respeto a las garantas que emanan de los Derechos Humanos, manda erga omnes, independiente de la postura que tenga un Estado en particular respecto de la aceptacin o no de la Carta de Naciones Unidas, toda vez que las materias tratadas en el artculo 2 de la misma, obedecen al reconocimiento de Derechos anteriores y ulteriores a la capacidad de negociacin que tienen los Estados al momento de celebrar, ratificar o adherir a un tratado.

De esta forma, ningn Estado podra pactar en contrario de estas disposiciones, pues constituira, en atencin a los captulos VII y VIII de la Carta, una vulneracin a la seguridad para el resto de la comunidad internacional, y atendiendo a lo dispuesto en el artculo 51 de la Carta de Naciones Unidas, cualquier Estado podra, cuando se encuentre frente al peligro inminente de agresin, ejercer su derecho a legtima defensa, por su parte, y para evitar esta exposicin al riesgo, que no est obligada a soportar ninguna nacin, el Consejo de Seguridad de la ONU podra, dentro del marco jurdico que la regula, disponer los medios para prever que estas situaciones de agresin internacional no se lleguen a concretar, por ejemplo, disponiendo medidas para oponerse a la posicin en contrario de una nacin que no es parte integrante de la ONU que manifiesta su intencin positiva de ir en contra de lo dispuesto en el artculo 2 de la Carta de Naciones Unidas. Por tanto, si bien en estricto rigor, una nacin que no es parte de la ONU no estara jurdicamente obligada por las disposiciones de la Carta de Naciones Unidas, ni sus modificaciones posteriores, en materias de cuidado a los Derechos Humanos y en la especial extensin de estos que se consagra en el artculo 2 de la misma carta, se hace obligatorio el respeto a estos principios, aun cuando no se sea un Estado parte de Naciones Unidas.

Conclusiones

Por los argumentos expuestos en el desarrollo del presente ensayo, y en especial atencin al carcter esencial, primigenio, ulterior e indivisible que ostentan los Derechos Humanos, as mismo como la proteccin y ejercicio de estos, los cuales se materializan y consagra en disposiciones especficas, como el mencionado artculo 2 de la Carta de Naciones Unidas, podemos considerar que las disposiciones respecto a la prohibicin del uso de la fuerza, rigen para todos los Estados del mundo, independiente de la relacin que tengan estos con las Naciones Unidas, es decir que estos hallan o no ratificado, a pesar de ello estarn regidos directamente por la Carta, o bien son Estados Terceros, y en el ejercicio de su libertad podran poner en peligro o afectar la seguridad internacional al utilizar la fuerza como medio de resolucin de conflictos, por lo que sera una materia relevante y de jurisdiccin propia de Naciones Unidas.

Por lo tanto, no resulta relevante, para la correcta interpretacin de los alcances que tiene el artculo 2 nmero cuatro, la ratificacin o no de la Carta de Naciones Unidas por parte de un Estado cualquiera, toda vez que la comunidad internacional tiene el mandato expreso de velar por el cuidado y preservacin de los derechos que emanan de la misma naturaleza humana, para lo cual se hace imperioso e ineludible el respeto y sujecin de la poltica nacional e internacional al principio de prohibicin del uso de la fuerza en la resolucin de conflictos internacionales.

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