El Vallès Recuerda Las Grandes Inundaciones de 1962

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EL VALLÈS RECUERDA LAS GRANDES INUNDACIONES DE 1962 Más de un millar de personas perdieron la vida hace 40 años por el desbordamiento del río Ripoll 'Tantas casas, tanta vida, y en unas horas el río lo arrasó todo, dejando el barrio como un inmenso desierto de fango'. Roser Vía perdió tres hermanos, dos sobrinos de corta edad y un cuñado. Los seis vivían en la misma casa, en el barrio del Escardívol de Rubí. De aquel barrio no quedó nada. Un río insignificante, el Ripoll, creció, subió entre cuatro y seis metros y se lo llevó todo por delante. Sucedió un 25 de septiembre de hace 40 años. Los que vivieron la tragedia no olvidan. Son ráfagas de recuerdos que van y vienen. Imágenes de una naturaleza sacada de quicio que permanecen insertas en la retina. A Roser aún le tiembla la voz: 'No nos lo esperábamos'. El desastre pilló a la familia durmiendo. Roser tan sólo pudo recuperar los cuerpos de dos hermanas. Todavía se indigna al recordar la reacción de algunas personas: 'Mucha gente entraba por pura curiosidad al ver los cuerpos'. 'Toda la vida pagando para poder ser enterradas con dignidad y, al final, tan sólo tuvieron una caja que había por ahí', recuerda esta vecina de Rubí. Se calcula que en las inundaciones de 1962 en el Vallès perdieron la vida un millar de personas. Fue una lluvia breve, pero muy intensa. Cayeron 225 litros de agua en un río sin encauzar, con puentes estrechos en cuyos ojos se iban acumulando árboles, piedras, amasijos de hierros y coches. Todo lo que las aguas del Ripoll encontraban a su paso. Muchos hombres y mujeres desaparecieron porque en poblaciones como Terrassa o Rubí barrios enteros de inmigrantes, llegados de toda España durante las décadas de 1940 y 1950, se habían construido en las mismas orillas

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El Valls recuerda las grandes inundaciones de 1962

Ms de un millar de personas perdieron la vida hace 40 aos por el desbordamiento del ro Ripoll

'Tantas casas, tanta vida, y en unas horas el ro lo arras todo, dejando el barrio como un inmenso desierto de fango'. Roser Va perdi tres hermanos, dos sobrinos de corta edad y un cuado. Los seis vivan en la misma casa, en el barrio del Escardvol de Rub. De aquel barrio no qued nada. Un ro insignificante, el Ripoll, creci, subi entre cuatro y seis metros y se lo llev todo por delante. Sucedi un 25 de septiembre de hace 40 aos. Los que vivieron la tragedia no olvidan. Son rfagas de recuerdos que van y vienen. Imgenes de una naturaleza sacada de quicio que permanecen insertas en la retina.A Roser an le tiembla la voz: 'No nos lo esperbamos'. El desastre pill a la familia durmiendo. Roser tan slo pudo recuperar los cuerpos de dos hermanas. Todava se indigna al recordar la reaccin de algunas personas: 'Mucha gente entraba por pura curiosidad al ver los cuerpos'. 'Toda la vida pagando para poder ser enterradas con dignidad y, al final, tan slo tuvieron una caja que haba por ah', recuerda esta vecina de Rub.Se calcula que en las inundaciones de 1962 en el Valls perdieron la vida un millar de personas. Fue una lluvia breve, pero muy intensa. Cayeron 225 litros de agua en un ro sin encauzar, con puentes estrechos en cuyos ojos se iban acumulando rboles, piedras, amasijos de hierros y coches. Todo lo que las aguas del Ripoll encontraban a su paso. Muchos hombres y mujeres desaparecieron porque en poblaciones como Terrassa o Rub barrios enteros de inmigrantes, llegados de toda Espaa durante las dcadas de 1940 y 1950, se haban construido en las mismas orillas del ro. Roser recuerda que su hermana, augurando la tragedia, siempre bromeaba: 'Un da vendr una riada y se nos llevar a todos'. Pero a continuacin, en un halo de optimismo, aada: 'Hay muchas fbricas, es imposible'. Lo imposible sucedi.Sin luz ni telfono, las campanas de las iglesias sirvieron para alertar de la riada, aunque algunas sonaron demasiado tarde. El barrio de las Arenas de Terrassa, al igual que el del Escardvol de Rub, fue arrasado por el agua. En Sabadell desaparecieron las fbricas construidas al lado del ro. En la Rambla de Terrassa el espectculo era dantesco: las puertas de la estacin volaron, un bar desapareci. La riada sorprendi a una pareja de novios paseando por la Rambla. l pudo agarrarse a un rbol. Ella no corri la misma suerte y fue arrastrada por la fuerza del agua, ante la impotente mirada del novio.Los relatos se suceden con igual intensidad emotiva. Marcel Isern tena 21 aos cuando estaba durmiendo en su casa de Ripollet. Su padre le despert con el agua que le llegaba a los tobillos. 'Momentos despus', comenta, 'ya alcanz la misma ventana'. Marcel recuerda 'las bobinas de 700 kilos de papel del molino flotando por la calle'. Su padre y l optaron por permanecer en casa. Acertaron en la eleccin. Toda la familia sobrevivi. Otros no corrieron tanta suerte. 'Un vecino intent salvar a sus dos hijos cogindoles de la mano, pero al final cedieron y se los llev el agua. El hombre nunca se recuper y falleci al cabo de tres aos'. Isern insiste: 'Por mucho que lo expliques, la gente no puede imaginrselo'.Quienes tampoco olvidan son el centenar de pasajeros que aquella fatdica noche cogieron el tren de los Ferrocarrils de la Generalitat en Barcelona con destino a Terrassa. Tras cruzar el puente entre Les Fons y Terrassa, que se derrumb minutos despus, el tren se detuvo en seco. Por la ventanilla los pasajeros podan ver cmo el agua arrastraba todo lo que hallaba a su paso. Los maquinistas consiguieron mantener las puertas cerradas ante el pnico general de los pasajeros, que queran lanzarse al agua. 'Fueron dos horas y media espantosas. Se oa gritar, rezar, llorar y maldecir. ramos como la proa de un barco que resiste olas terribles de agua', relat poco despus del incidente el maquinista, Luis Ruiz. A las doce y media de la noche los pasajeros abandonaron el tren, sirvindose de tablones y prendiendo peridicos a modo de antorchas.A la maana siguiente el Valls tuvo un horrible despertar. Era una comarca completamente devastada. Ruinas, escombros, casas arrasadas o convertidas en fantasmales cascarones, puentes destruidos, postes elctricos derribados, huertas asoladas. Miles de personas se quedaron sin nada. Se calculan unas prdidas de 2.600 millones de pesetas. Segn las estimaciones, 4.455 personas perdieron su casa y la mayora se quedaron sin trabajo.El marido de Isabel no muri ahogado, 'muri intentando salvar lo que no se poda salvar', explica ella. Posea una fbrica justo al lado del ro, en Rub, y falleci intentando recuperar el fruto de tantos aos de trabajo. Pese a que la fbrica era un esqueleto y el lodo se lo haba comido todo, consigui mquinas y se puso manos a la obra junto a otros tres hombres. Muri aplastado al intentar impedir que una gra cayera sobre uno de sus compaeros.'Hubo muchas promesas y muchas esperanzas que no se cumplieron', recuerda esta mujer de 87 aos de Rub. 'Aqul fue un rgimen horrible, en el que tampoco podas decir nada'. Todas las autoridades de aquel momento, incluido Francisco Franco, visitaron el Valls. Isabel an conserva una fotografa con la mano de la entonces princesa Sofa en la espalda. Junto a las autoridades, acudieron muchas familias annimas de toda Espaa en busca de hijos, maridos, padres y hermanos con la esperanza de un reencuentro.Muchos coinciden en que la solidaridad del resto de Espaa y de Francia, donde vivan numerosos exiliados, fue 'increble'. Llegaron miles de kilos de pan del Gremio de Panaderos, centenares de pares de botas, Picasso y Dal subastaron obras, e incluso un joven alemn se traslad desde Hamburgo hasta Sabadell en autoestop para ofrecer su colaboracin. Muchos voluntarios se dedicaron a lo ms ingrato: recuperar y enterrar cadveres con un pico y una pala.'Todo el mundo quera ayudar, pero nadie sabia cmo', recuerda Pascual Giner, jefe sanitario de Rub en aquel momento. 'Lleg mucha ayuda, todo el mundo traa cosas, sobre todo gracias a la propaganda radiofnica, pero no estbamos preparados en cuanto a organizacin para afrontar una catstrofe como aqulla'. Giner trabaj con otros tres mdicos y un practicante atendiendo a heridos y organizando la ayuda. Este mdico de Rub recuerda que tras la catstrofe el pnico se apoder de todo el mundo. 'Muchos teman contraer la fiebre tifoidea y llegamos a administrar 17.000 vacunas'. Giner estuvo 15 das fuera de casa, apenas durmiendo en una colchoneta en el mismo local donde haba improvisado una farmacia.Despus de la catstrofe se encauz el ro. La Confederacin Hidrogrfica del Pirineo Oriental construy defensas de hormign de 3,5 metros de altura, se excav y se llenaron de tierra distintas partes del ro para suavizar las pendientes. Se ampli su lecho para que pudiera admitir un caudal de 1.350 metros cbicos por segundo.Cuesta creer que un ro por el que apenas corre el agua, conocido como una cloaca a cielo abierto por aos y aos de contaminacin, pudiera anegar kilmetros y kilmetros. Pero ah queda la historia. Ahora ayuntamientos como el de Montcada o el de Rub recuerdan con exposiciones la tragedia. Tambin Terrassa inaugurar un placa dedicada a las ms de 300 vctimas de esta poblacin. Despus de 40 aos de la tragedia los ayuntamientos trabajan para convertir el Ripoll en un lugar de paseo y ocio. A muchos, en cambio, los recuerdos les impedirn acercarse a un ro sinnimo de muerte.

Silvia Marimn, El Peridico, 24-9-2002