Elaboración de un modelo empírico sobre la realización de ...

14
Elaboración de un modelo empírico sobre la realización de actividades delictivas en la mujer mediante la técnica del Rep-Test Miguel Clemente Díaz Universidad Complutense de Madrid INTRODUCCION Se ha establecido clásicamente que, dentro del estudio de la delincuencia, el tema ampliamente olvidado por los in- vestigadores ha sido el de la víctima. Sin embargo, esta misma afirmación, recono- cida por la mayoría de los psicólogos, sociólogos y criminólogos, ha permitido orientar las investigaciones hacia otra se- rie de temas que están aún más olvida- dos que el de la víctima, tal como la de- lincuencia femenina. Se ha especulado mucho sobre las razones del olvido del tratamiento del tema de la delincuencia en la mujer, afirmándose que dado su ca- rácter estadísticamente pequeño en com- paración con la delincuencia masculina, no era preciso dedicarle excesivo tiempo de investigación. Falaz razonamiento, puesto que llevado a sus últimas conse- cuencias, implicaría dejar de lado el es- tudio de todas las conductas desviadas. Es cierto, sin embargo, que • estadís- ticamente la delincuencia femenina ofre- ce cifras de comisión de delitos muy por debajo de la masculina; así, Cuadra (1984) informa de los 1iguientes datos: en abril de 1983 había en nuestro país 387 mujeres en las cárceles españolas en calidad de preventivas, frente a 9.658 va- rones; por otra parte, en condición de penadas, existían 309 mujeres, frente a 12.120 varones. Estos datos se verían drásticamente modificados por la Refor- ma de la Justicia, de forma que en enero de 1984 permanecían en las cárceles es- pañolas 256 mujeres en calidad de pre- ventivas, frente a 5.315 varones, y 188 mujeres penadas, frente a 8.291 varones. Así pues, en cualquier caso, la propor- ción de mujeres encarceladas no excede del 4 por 100 de la de varones. Por otra parte, un excelente estudio realizado por Marco (1975) pone de manifiesto cómo si bien en 1950 el tanto por ciento de participación de la mujer en el delito era del 10,50 por 100, en 1974 pasó a ser del 4,5 por 100. Las conclusiones de otros países son similares, si bien en Estados Unidos y en Europa, en líneas generales, la delin- cuencia femenina supone un 10 por 100 con respecto a la masculina, cifra algo superior a la de nuestro país. Así, los es- tudios de Alvarado (1953) obtenidos en Estudios do Psicología n." 23/24-1985

Transcript of Elaboración de un modelo empírico sobre la realización de ...

Page 1: Elaboración de un modelo empírico sobre la realización de ...

Elaboración de un modelo empíricosobre la realización de actividadesdelictivas en la mujer mediante latécnica del Rep-Test

Miguel Clemente DíazUniversidad Complutense de Madrid

INTRODUCCION

Se ha establecido clásicamente que,dentro del estudio de la delincuencia, eltema ampliamente olvidado por los in-vestigadores ha sido el de la víctima. Sinembargo, esta misma afirmación, recono-cida por la mayoría de los psicólogos,sociólogos y criminólogos, ha permitidoorientar las investigaciones hacia otra se-rie de temas que están aún más olvida-dos que el de la víctima, tal como la de-lincuencia femenina. Se ha especuladomucho sobre las razones del olvido deltratamiento del tema de la delincuenciaen la mujer, afirmándose que dado su ca-rácter estadísticamente pequeño en com-paración con la delincuencia masculina,no era preciso dedicarle excesivo tiempode investigación. Falaz razonamiento,puesto que llevado a sus últimas conse-cuencias, implicaría dejar de lado el es-tudio de todas las conductas desviadas.

Es cierto, sin embargo, que • estadís-ticamente la delincuencia femenina ofre-ce cifras de comisión de delitos muy pordebajo de la masculina; así, Cuadra(1984) informa de los 1iguientes datos:

en abril de 1983 había en nuestro país387 mujeres en las cárceles españolas encalidad de preventivas, frente a 9.658 va-rones; por otra parte, en condición depenadas, existían 309 mujeres, frente a12.120 varones. Estos datos se veríandrásticamente modificados por la Refor-ma de la Justicia, de forma que en enerode 1984 permanecían en las cárceles es-pañolas 256 mujeres en calidad de pre-ventivas, frente a 5.315 varones, y 188mujeres penadas, frente a 8.291 varones.Así pues, en cualquier caso, la propor-ción de mujeres encarceladas no excededel 4 por 100 de la de varones. Por otraparte, un excelente estudio realizado porMarco (1975) pone de manifiesto cómosi bien en 1950 el tanto por ciento departicipación de la mujer en el delito eradel 10,50 por 100, en 1974 pasó a ser del4,5 por 100.

Las conclusiones de otros países sonsimilares, si bien en Estados Unidos y enEuropa, en líneas generales, la delin-cuencia femenina supone un 10 por 100con respecto a la masculina, cifra algosuperior a la de nuestro país. Así, los es-tudios de Alvarado (1953) obtenidos en

Estudios do Psicología n." 23/24-1985

Page 2: Elaboración de un modelo empírico sobre la realización de ...

86 Estudiosprisiones chilenas, los de Jensen (1979)en Panamá, Colombia y Costa Rica, losde Reyes (1980) en Montevideo, las in-vestigaciones llevadas a cabo por el Con-sejo de Europa en la República Federalde Alemania, Italia, Inglaterra y País deGales (Fontanesi et al., 1980), y los tra-bajos de Datesman y Scarpitti (1977), deSteffensmeier y Steffensmeier (1980),etc., en Estados Unidos, avalan las afir-maciones realizadas.

Pero por supuesto, las estadísticas oficia-les poseen una serie de sesgos importan-tes, por lo que es preciso combinar losresultados que ofrecen las mismas conlos obtenidos mediante autoinformes delos sujetos. Sin embargo, aun así es posi-ble mantener las afirmaciones anteriores.Así, Bowker (1978), tras comparar losdatos de las estadísticas oficiales y de losautoinformes en el tema de la delincuen-cia femenina, concluye los siguientes trespuntos:

a) La delincuencia en la mujer se in-crementa cada vez más.

b) Los delitos cometidos por las mu-jeres jóvenes son cada vez másfrecuentes, mientras que permane-cen constantes los cometidos porlas mujeres de mayor edad.

c) En general, se puede establecerque el papel que juega la mujer enel mundo del delito es cada vezmás importante.

Pasemos a continuación, una vezpuesto de manifiesto el problema, el tra-tamiento teórico que ha recibido el mis-mo: la exposición que realizan Burke ySarri (1981 a y b), dividiendo la inves-tigación psicosocial sobre el tema de ladelincuencia femenina en seis estadios,nos parece la más importante e integra-dora aparecida en la literatura, por loque seguiremos a grandes líneas su argu-mentación mezclándola con aportacionesnuestras. Desde el momento de la apari-ción de las cárceles en el siglo VIII hastafinales del siglo xix sitúan los autorescitados el primer estadio; la mujer delin-cuente se concebía como una especie de

ser perverso, inmoral, poseído por fuer-zas demoniacas, y donde la intervenciónpsicológica y psicosocial brillaba por suausencia. A partir de 1895, fecha en queaparecen los estudios de Lombroso(Lombroso y Ferrero, 1895), comienzaun segundo estadio que acabaría hacialos arios veinticinco del presente siglo;en este segundo estadio se realizó ungran esfuerzo por encontrar las causasinstitucionales y biológicas que caracteri-zarían a la delincuencia femenina. Lasteorías de Lombroso, ampliamente di-fundidas, extendieron la idea de que ladelincuencia en la mujer era una mani-festación atávica, e incluso investigacio-nes más actuales han incorporado a susteorías interpretaciones e ideas que pre-suponen la relación entre la delincuenciay las características y estigmas físicos,pudiéndose constatar este hecho con elexamen de las teorías de Cowie, Cowie ySlater (1968). También en este segundoestadio es de destacar la teoría de Freud,que incorporaría el papel de los hechosdelictivos en la explicación delictiva, sinolvidar la base fisiológica y biológica delos mismos, sobre todo en lo que se re-fiere a la mujer. Por último, en este se-gundo período destacaron una serie deautores que siguieron el camino de la ex-plicación genética de la delincuencia fe-menina, tales como Fernald (1920), Hea-ly y Bronner (1962), etc.

El tercer estadio se caracterizaría pri-mordialmente por la orientación que im-pusieron los Glueck (Glueck y Glueck,1934), que si bien efectuaron especialhincapié en las variables individuales,abrieron paso en el estudio de la delin-ctiencia femenina al estudio de la interac-ción entre variables individuales cons-titucionales y ambientales. Thomas(1923) fue el autor que durante este esta-dio representó un enfoqüe psicosocialmás claro, avanzando desde el más acé-rrimo énfasis biologicista hasta una vi-sión ambiental del problema. Este perío-do terminaría con el inicio de la SegundaGuerra Mundial.

Con el desarrollo de la Segunda Gue-rra Mundial, el interés criminológico

Estudios de Psicología o." 23/24-1915

Page 3: Elaboración de un modelo empírico sobre la realización de ...

Estudioscambió ostensiblemente, iniciándose unaserie de estudios que se centraban en elanálisis de las características sociodemo-gráficas de las reclusas. La figura quemejor representó este cuarto estadio fuela de Otto Pollak (1950), que argumentóque no existían auténticas diferencias en-tre la criminalidad del hombre y de lamujer, perpetuando la expresión del «en-mascarado carácter» de la delincuenciafemenina. Argumentó este autor que lasbajas tasas de criminalidad de la mujer sedebían al carácter encubierto de sus deli-tos, siendo una de las principales caracte-rísticas de la mujer su falsedad. Otra desus aportaciones fue enfatizar el caráctersexual de los delitos de la mujer, líneacontinuada posteriormente por Vedder ySomerville (1970), por Konopka (1966),etc.

El quinto estadio se centró en . el pro-cesamiento de la mujer por parte de lajusticia, desplazándose la atención de losinvestigadores hacia las cárceles de muje-res. Estudios como el de Title (1972), elde Ward y Kassembaum (1965), los deGiallombardo (1966, 1974), los de Hef-ferman (1972), etc., pusieron de mani-fiesto la diferencia de trato entre hom-bres y mujeres dentro de la instituciónpenitenciaria, la conducta de las reclusasantes, durante y después de abandonar lainstitución penitenciaria, etc. Fue en estaépoca cuando se empezó a dedicar espe-cial importancia al tema de la homose-xualidad en el interior de la prisión.

El sexto y último estadio corresponde-ría al actual, habiendo comenzado con elinicio de la década de los setenta, y refle-jando la influencia del movimiento de li-beración de la mujer y del nacimiento delas reivindicaciones legales de cara a ob-tener una vida más digna dentro de laprisión (organizaciones de derechos hu-manos). Algunos teóricos importantesque hoy siguen esta orientación seríanlos siguientes: Mitford (1973), Burkhart(1973), Smart (1976), Singer (1973), Cri-tes (1974), Figueira-McDonough (1976),Simon (1975), etc. Dentro de este últimoestadio parecen perfilarse en la actuali-dad dos grandes corrientes:

Estudios de Psicología n." 23/24-1985

87

a) Existen una igualdad de oportuni-dades entre hombres y mujeres ennuestra sociedad, 'por lo que lamujer irá participando cada vezmás en el mundo del delito. Fun-damentalmente, esta línea es asu-midad por Adler (1975) y por Si-mon (1975).

b) Existe un «control discriminati-vo», de tal forma que la mujer re-cibe un tratamiento distinto porparte de las agencias de controlsocial. Esta posición se opone a laanterior, y estaría representada,entre otros, por Hoffman-Busta-mante (1973), Chesney-Lind(1973), por Armstrong (1977), ypor Campbell (1981).

Centrémonos a continuación, una vezpuesto de manifiesto el problema y exa-minado de una manera breve las grandesorientaciones teóricas, en el empleo delRep-Test en la investigación dentro de ladelincuencia femenina. Después de laobra de Kelly (1955), autores comoFransella (1978), Fransella y Bannister(1977), Bonarius (1965), Bannister yMair (1968), etc., se han encargado dedesarrollar su línea de investigación. Sehan desarrollado, por otra parte, grancantidad de tratamientos matemáticos so-bre la rejilla; Ryle (1975) informa deprogramas de ordenador apropiados parael tratamiento matemático de la rejilla,entre ellos el Ingrid 67, el Delta, el In-grid 72, etc., Shaw (1980) ofrece tambiénuna serie de programas de análisis, talescomo el Focus, el Foci, el Spaced, el Pe-gasus (con sus variedades de Min Pega-sus, Pegasus Bank, y Pre-Pegasus), elMinus, el Core, el Sociogrids y el Argus.Pero que se hayan referido especifica-mente al tema de la delincuencia, es dedestacar el trabajo de Norris (1977), olos de Montañés et al. (1982), basándoseen los trabajos de Gunn (1972, 1973).Sin embargo, dentro del tema específicode la delincuencia femenina no hemoslocalizado ningún trabajo que haya em-pleado el Rep-Test de manera primor-dial. Parece claro, sin embargo, que lainvestigación sobre delincuencia median-

Page 4: Elaboración de un modelo empírico sobre la realización de ...

88 Estudioste la técnica de la rejilla no ha hechosino comenzar.

El problema de nuestra investigación,por lo tanto, se centró en encontrar unmodelo explicativo de la conducta delic-tiva de la mujer (habida cuenta de la fal-ta de operatividad de las teorías encon-tradas), de carácter psicosocial, y que nofnera específico como tal de la delin-cuencia femenina; es decir, no se trata decrear un modelo exclusivo de la delin-cuencia femenina, sino de emplear unamuestra de mujeres, sin cerrar la puertaa una explicación de la delincuencia mas-culina que se basara en argumentos pare-cidos o similares (según se desprende deuna investigación previa llevada a cabopor el autor, y que se publicará en bre-ve). Para ello, se empleará la técnica dela rejilla, pero sin las connotaciones deKelly sobre la misma, puesto que no nosinteresaba el tema de la complejidad cog-nitiva. Así pues, el problema de la inves-tigación quedaría planteado de la si-guiente manera: ¿Es posible la creaciónde un modelo psicosocial explicativo dela delincuencia femenina, basándose en lautilización de la técnica de la rejilla? Sehipotetizó que así sería, si bien no seformularon hipótesis experimentales,dado el carácter correlacional de la in-vestigación.

METODO

1. Sujetos

Se emplearon en total 90 sujetos, to-das mujeres, de los que 58 pertenecían auna muestra de población reclusa (31 deellas del establecimiento penitenciario deMadrid-Yeserías y 27 del de Barcelona-La Trinidad), y 32 formaban una mues-tra de control de personas no encarcela-das. De las 32 últimas, 13 eran personasqué cometían actividades delictivas,mientras que 19 no cometían tales activi-dades. Así pues, habrían tres tipos demuestras. Sujetos encarcelados, sujetosque realizan actividades delictivas y no

encarcelados, y sujetos que ni realizanactividades delictivas ni están encarcela-dos. Las dos últimas muestras se selec-cionaron con sujetos igualados con losde la primera muestra en edad, nivel cul-tural y nivel socioecónocio.

2. Lugar

El estudio se llevó a cabo en los esta-blecimientos penitenciarios de Madrid-Yeserías y de Barcelona-La Trinidad(este centro penitenciario, en la actuali-dad, está destinado a sujetos jóvenes yvarones, pero en el momento de la in-vestigación era de mujeres), y en el Ins-tituto Nacional de Empleo de Santamar-ca, en Madrid. Se trató de conseguir, enla medida de lo posible, que las habita-ciones empleadas en los tres centros fue-ran lo más similares posibles entre sí.Las habitaciones empleadas tenían, portérmino medio, unos 6 m2 de áreas.

3. Aparatos

Se utilizaron una serie de aparatos,distintos según se tratara de la fase depreparación de los entrevistadores, o dela fase de entrevista con los sujetos de lainvestigación. Especificaremos a conti-nuación los aparatos empleados en cadauna de dichas fases:

a) En el entrenamiento de los sujetosentrevistadores (3 en total) de caraa una ejecución adecuada durantela fase de entrevista se utilizó unequipo de vídeo compuesto por:una pantalla de televisión, marcaSaba, Ultracolor, de 50 Hz., 75-100 W., y 16"; una cámara de co-lor marca Saba, CVC 69, con mi-crófono incorporado, y de ilumi-nación mínima de 80 lux; un mag-netoscopio marca Saba, de alimen-tación directa PVR 6069, con car-ga directa desde la red; unalimentador-cargador marca Saba,VRN 6049; un trípode de cámara;una cinta magnética de sistemaVHS, de 90 mm. de duración poruna cara.

Estudios de Psicología n." 23/24-1985

Page 5: Elaboración de un modelo empírico sobre la realización de ...

Estudiosb) En la grabación de la entrevista

con las mujeres componentes delas tres muestras se empleó: unmagnetófono de cintas de casset-te, marca Sanyo, M 1150, conunidad de alimentación de co-rriente contínua mediante bateríasincorporadas; cintas vírgenes decassette, Orchid, de 60 mm. deduración (30 mn. por cada cara).

4. Material de evaluación

El material utilizado para la evalua-ción consistió en la creación de una ma-triz, sobre un papel, a partir de la infor-mación obtenida del sujeto. Así pues, elsujeto entrevistado no tenía que rellenarabsolutamente nada, sino sólo ir respon-diendo a las preguntas de la conversa-ción. El entrevistador iba tomando no-tas, construyendo las filas de la matriz(que corresponden a las causas de comi-sión de delitos) y las columnas (que co-rresponden a los delitos cometidos porel propio sujeto). Esta forma de utiliza-ción del test de la rejilla supone una va-riante distinta respecto a los trabajosefectuados hasta el momento con estatécnica, y referentes al estudio de la de-lincuencia. La forma de trabajo citadaimplica un trabajo eminentemente idio-gráfico, en el que es el sujeto el quemarca y establece los propios aspectos aevaluar. Una vez construida la matriz, sele pide al sujeto que para cada causa es-tableza qué elementos (delitos) se puedencometer si está presente la misma, asícomo que indique cuáles están ausentes.La duración aproximada de cada entre-vista fue de una hora, sí bien algunas deellas duraron hasta dos horas.

Con los sujetos de la muestra de Ma-drid-Yeserías que se pudo, se llevó acabo una segunda entrevista, similar a laanterior, pero en la que quedaban fijoslos elementos a presentar. El objeto deesta segunda entrevista fue descubrir, enel caso de que el sujeto no hubiese «con-fesado» cometer algún tipo de delito, suvaloración. Los elementos presentes enesta segunda rejilla (siendo libres las cau-

Ebialios de Psicología n." 23/24-1985

89sas), se eligieron después de haber reco-lectado todas las entrevistas iniciales deMadrid y de Barcelona de la muestra dereclusas, y una vez efectuado un cálculode frecuencias para la determinación dequé elementos aparecían más veces. Ade-más de este cálculo de frecuencias, setuvo en cuenta que los delitos elegidoscubrieran un continuo que abarcaraprácticamente todas las posibles activida-des delictivas, si bien de la manera másbreve y representativa posible. De estamanera se eligieron doce elementos, quese detallan a continuación: prostituirse,robo de tiendas con intimidación, estafasen bancos, robo de tiendas sin intimida-ción, matar a un niño, atracar un banco,robo en pisos, tráfico de drogas, escapar-se de casa, matar a un adulto, comprar yvender objetos robados, y tirón debolso.

5. Procedimiento

a) Tipo de metodología utilkada

Se utilizó una metodología correlacio-nal, en la que todas las variables emplea-das (que las establecía el propio sujeto)se utilizaron como dependientes. El aná-lisis se realizó, para cada sujeto, de for-ma individual, y para los tres tipos demuestras citadas. Así, se realizarpn 90análisis (una rejilla para cada sujeto), más35 análisis (la segunda rejilla de algunossujetos).

b) Procedimiento empleado

Los entrevistadores siguieron una guíaelaborada para llevar a cabo la presenteinvestigación, que establecía los princi-pios de una entrevista no estructurada,de cara a obtener los delitos cometidospor el sujeto (que luego se comprobabancon su expediente personal) y las causasque el sujeto pensaba que existían para lacomisión de acciones delictivas. Los deli-tos (elementos) componían las columnasde la matriz, y las causas las filas. Unavez elaborada la matriz y discutida con

Page 6: Elaboración de un modelo empírico sobre la realización de ...

9 0 Estudiosel sujeto, se le pedía que estableciera quéelementos se cometían si estaba presentecada causa de las indicadas por el sujeto,o cuáles estaban ausentes; así, se rellena-ba la matriz de «unos» (presencia) y de«ceros» (ausencia).

El análisis de los datos se realizó me-diante la técnica del análisis factorial decorrespondencias (Benzecry, 1970), queutiliza la distancia de X' en vez de la dis-tancia euclidiana. Dicho análisis permitela obtención de la estructura factorial delas causas, de los elementos, y la repre-sentación conjunta de ambas sobre losfactores obtenidos.

RESULTADOS

Dado que la enorme cantidad de re-sultados obtenidos no permite su exposi-ción en un artículo de carácter inevita-blemente breve, se ha optado por la elec-ción de los resultados obtenidos con uno

TABLA 1

Tabla de la explicación de la varianzade cada factor obtenido en rejilla 1101

Factor

1

Varianzaexplicada

100

Varianzaacumulada

-

Histograma

2 14.625 14.6253 13.073 27.6984 11.764 39.4625 11.328 50.7896 9.652 60.4427 8.045 68.4868 6.815 75.3019 5.658 80.959

10 5.213 86.17211 3.367 89.539 •••

12 2.776 92.315 41.1.

13 2.684 94.999 •• •

14 1.400 96.39915 1.102 97.501 •16 0.886 98.386 •17 0.661 99.047 •18 0.378 99.42519 0.357 99.78220 0.183 99.96521 0.035 100.00022 0.000 100.00023 0.000 100.000

de los sujetos, a título ilustrativo. Paraello se ha elegido al sujeto 1.101, perte-neciente a la muestra recluida .en Ma-drid-Yeserías, y del que se puede anali-zar la explicación de varianza de cadauno de los factores obtenidos medianteel análisis factorial de correspondencias(véase la tabla 1), la estructura factorialde las causas establecidas por dicho suje-to a título individual (véase la tabla 2), yla estructura factorial de los elementos(delitos) de los que ha informado el suje-to (véase la tabla 3).

Por otra parte, con la información ob-tenida con las tablas 2 y 3, es posible re-presentar conjuntamente, sobre un espa-cio bidimensional, las causas y los ele-mentos del sujeto, combinando los facto-res más representativos e interpretables.En el caso del sujeto elegido, presenta-mos a título de ejemplo la representacióngráfica de la combinación del eje 1 conel 2 (véase la gráfica 1), del eje 1 con el3 (véase la gráfica 2), del eje 1 con el 4(véase la gráfica 3), del eje 1 con el 5(véase la gráfica 4), del eje 2 con el 3(véase la gráfica 5), del eje 2 con el 4(véase la gráfica 6), y por último, del eje3 con el 4 (véase la gráfica 7).

Con la información no sólo del sujetocitado, sino de todos los demás de sumuestra (en el caso citado, de la primerade las muestras que se establecieron), seconstruía un modelo que integrara todoslos resultados de los análisis. La mismaoperación se siguió con las otras dosmuestras.

CONCLUSIONES

A la vista de los resultados que se ob-tuvieron, es posible constatar que es ne-cesario la creación de dos modelos dife-rentes, según que las acciones cometidaspor los sujetos sean de satisfacció9 indi-vidual, o de que sean de satisfaccióngrupal. Si bien cada uno de los modelosposee bastantes puntos en común con elotro, poseen una especificidad propia.Dichos modelos ponen de manifiestoque no es posible establecer distinciones

Estudios de Psicología a.°' 23/24-1985

Page 7: Elaboración de un modelo empírico sobre la realización de ...

------------

. • N e. N M N —-—---- -

EstudiosTABLA 2

Tabla de la estructura factorial de las causas para la rejilla 1101

...)/••ala

*ay P JJJ 211A.sepeuspe.3

o ..!..! JJJJ 3

e JJJ ! JJ A141C1462204sep.oap.03

k kgq ‘ g•gli 555555553!! S S§ r §sszsg g EEE5R§§§EE1§ E Ed c; c; e; c; e; e; c; e; e; c; c; c.; C; é e; e; e: c;

11, 5 E-IEEEIEEIIZEI1E,I.....4 .51. 5; 5: 5: 5: 5: 5; 4-2 -2 1: • • : • • •

EE EnsE 0.00 • 0 000 ;e; e; Ó c; Ó e; C; e; C; e; e; e; Ó e; e; Ó e; e; c: e:

3 EE5 ON 000 N 00. N 00 0005 „, t7; c; dddddddd

22 "' 2222 2-2 22 ;;

Neelveepula 88~ 8 2 852 .8 7: 8 5 é 8 52588 8 g

..!enqp1uo3 0 e: e; e; e; e: e7 c; e: c; o O c; e; er e; c; e; c; c: O ce:oo

sepeeep,003

.10331)/ • •11,1*

.9! ,. .. 3

4 .11( .90 12 .1

2142:22; ".;; .1 9; c; e: e; e; er c; c: c: e: e: e;

4 4 4. .7: .4 g 4 4 4 4 .; 4. 4 .4 4 4 4 4 4 4 4

ElE s 71e2.7.z.-28ggn.a.s.1-ngggE4 ¿ 2 e: e; e; c; e: e; c; c: e; e; c; e; c; c; c: c; e:

o 2 n 00000- •O O no O 0.n 0 0 g §d d: 444444444444444444

•E.I::::22::2E11%5EEEEE• 2 jjjj e; d¿c: .4ciddjdr: j

vpv!!!...•PIN11.0 n A

....• .”.1

srpe.p.pooi g .1 ••n• .....

B

IEEEEEEEE5 5 E ll ^ g..; 51 ' 11 'innarleplue)c; c: e: e; e: e: e: c; c; e; e; e: c; e; c: c: e; e: ei e: e: e e

o

• evu.leve

1.1.1.10.teS?9?IJIpJ 003

- 4012?) /••31huulnqpluel

ea

ene-peg

1 2222812 '8 5 2 800 o 8=8812 2 2d d d d d d d d d d d d d d d d d d d d d d dX 2 2 1Z7.22 21V2 215 2 X .. .. ..

" e e e " " " e e e e e

o 8 o o -. o2128o8S o o 8 2 2 a¿ d d d d d d d ¿ d d d 6 d d d d d d d d d d

--------

: g 5..• : : á x .1sv*IIEEE

vis •; . •Io 11 ;›. 2 á á I . . a2/.1:1IEE-EE-!flq,• •s c; c; j e; j c: e; e: e; e: e: e; c; e; e; e: j c; , e; c; . e: j c:

u...mi...1, F.111.3

.birno

Estudios de Psicología n." 23/24-1985

1911111.101.3•4

Page 8: Elaboración de un modelo empírico sobre la realización de ...

92 EstudiosTABLA 3

Tabla de la estructura factorial de los elementos para la rejilla 1101

I EE.s.e gg s g E^ 2 1E ll EEEEEEuwowaye,

""m a" g l§ SEEEEE21E11111E111212

EEEZIliEIZEEMEE4EEfiiopeu.pacc) e; e; d 9;9: - • ' • • 9: d 5;

sugg nsn g s g anzE g EN g . .gg.

E9E1991 9 EEEEEE EE EE §lEíIEEg

22 -: 4 4 4 4 4 4 4 4 4

.,»Jr.n. .gE lownqpv,o, e; o c; c; e; e; e; e; e; ° °

- '"'"'" s g s ggggg E. _ .ggnsge; d dddd e; d ddddddddeiddWelreg:ZIgg2

:7.1:111r§w:1" V """ "" «; e; .; d • • " • • • " • •'"'"'" 2 sggn:EsgaggzIEEEEEEEIE

ddddde;44444444444444444„ „ ,„

§ 2 2 22 ...... 27: '2. .2 2 2, S.pe OpJSO e; er 4 .5:5: ..: d d d

2 2255422. 822. .2. 2

'7Z:Z 191,1415E9111áAEREISEEE1! 2 !Ig127:nlIggrznArr,g:rzé. • • • • • • • • • • • • • 4. 1:

EEEEEEEEEE .....

°) 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4

n.m d” rn g n ! §2gg

sa1e!.11.4 E E .1,, ... - E E El E 5. . . . . . . . . . .44° "4444 °44 •7 ° ° 44° ^444

- ."1"'""' Ei§iliall§i§11112 ggnngguctangtince3 . . . . . . . . . . . . . •

epcm i the gí 22' 1,2 2 2:• .... !Jea -

. . . . . . . .septetp.c3 .„;

z is ci e sil E. Z§Zi gggg sgoggInEE--Ingln..9. :8 ... .P P.P!I•3

'i . . 1 .4 ..". t' 1 1 oz: . t ' o . 1 2 t 2 . 1

14 1 E i 1: .2.-' iii!

. 1.115111:1 ii:. tMli0

.i

E1 1 fi 1 ; E i I i i 1.; 1 1 í. 1 ii il i: 41 5 I . 4 t- g

, ii11:151:!:.7 ""::..H2.5.4.11:•u.i i 4:4 .41.11 .. ".. -:. -*: li .;«: 1 1 la ti il i 1 l'... 1j f:

V .10.• a

*1993

SI /e! .1

Estudios de Psicología o." 23/24-1985

Page 9: Elaboración de un modelo empírico sobre la realización de ...

• !O4

2

AIS`:rZa Ud

rste!.VJo2Z405-,,,"

cie

C.• n t o

-4 c.a-r: 47r:

-4

EstudiosGRÁFICA 1

Combinación causas-elementos en larejilla 1101

93GRÁFICA 3

Combinación causas-elementos en larejilla 1101

factor 1 (eje horizontal) y factor 2 (eje vertical).• Causas• Elementos

GRÁFICA 2Combinación causas-elementos en la

rejilla 1101

factor 1 (eje horizontal) y factor 4 (eje vertical).• Causas

. • Elementos

GRÁFICA 4Combinación causas-elementos en la

rejilla 1101

factor 1 (eje horizontal) y factor 3 (eje vertical).• Causas• Elementos

Estudios de Psicología n." 23/24-1985

factor 1 (eje horizontal) y factor 5 (eje vertical).• Causas• Elementos

Page 10: Elaboración de un modelo empírico sobre la realización de ...

94 EstudiosGRÁFICA 5

Combinación causas-elementos en larejilla 1101

GRÁFICA 7

Combinación causas-elementos en larejilla 1101

factor 2 (eje horizontal) y factor 3 (eje vertical).• Causas• Elementos

GRÁFICA 6

Combinación causas-elementos en larejilla 1101

4

2

-2

-2EcA

-4

factor 2 (eje horizontal) y factor 4 (eje vertical).• Causas• Elementos

factor 3 (eje horizontal) y factor 4 (eje vertical).

• Causas• Elementos

entre sujetos delincuentes y no delii<-cuentes, puesto que no hubo diferenciasentre los sujetos de las tres muestras em-pleadas, siendo por lo tanto más correc-to la concepción de la delincuencia comouna variable continua que se puede pre-sentar en cualquier sujeto. Los modeloselaborados pueden examinarse en las fi-guras 1 y 2.

DISCUSION

El modelo propuesto posee puntosque coinciden con algunas de las grandesteorías explicativas de la delincuencia engeneral (y que por razones de espacio nose han comentado aquí) y de la delin-cuencia femenina en particular. Así, teo-rías como la de Sutherland y Cressey so-bre la Asociación Diferencial, la de Sy-kes y Matza sobre la neutralización delas acciones delictivas, la del AprendizajeSocial de Bandura, etc., encuentran suequivalencia en algunos de los apartadosdel modelo, sobre todo en el elaboradopara la explicación de la conducta delicti-va de satisfacción grupal.

Estudios de Psicología n." 23/24-1985

Page 11: Elaboración de un modelo empírico sobre la realización de ...

FIGURA 1

Modelo explicativo de la realización de actividades delictivas de satisfacciónindividual.

ACTIVIDADES DESATISFACCIONINDIVIDUAL.

DETERMINACION DE LASPOSIBILIDADES DE INTER-VENCION DEL CONTROLFORMAL.

BUSQUEDA DEOPORTUNIDADESFAVORABLES.

DETERMINACION DELNIVEL DE DIFICULTAD.

COMPROBACION DELA INEFICACIA DELCONTROL FORMAL. 1->

c-›

REFORZAM IENTOPERCIBIDO POSITI-VO.

ACCION DELICTIVA.

REFORZAMIENTOPERCIBIDO NEGA-TIVO.

NEUTRALIZACIONDE LA ACCION.

Page 12: Elaboración de un modelo empírico sobre la realización de ...

DETERMINACION DEL RE-FORZAMIENTO PERCIBI-DO, AL REALIZAR LA AC-CION DELICTIVA.

REFORZAMIENTOPERCIBIDO POSITI-VO.

FIGURA 2Modelo explicativo de la realización de actividades delictivas de satisfacción en

grupo.

ACTIVIDADES DE SATIS-FACCION EN GRUPO. FALTA DE MOTIVACION HA-

CIA ACTIVIDADES APROBA-DAS SOCIALMENTE.

••••n••••

FALTA DE ACTIVI-DAD AL RECHA-ZAR LAS INSTITU-CIONES ACEPTA-DAS SOCIALMEN-TE.

BUSQUEDA DE ACTIVIDA-DES GRATIFICANTES, YQUE SUPONEN ACCION.

INFLUENCIA DELGRUPO PARA LAREALIZACION DEACTIVIDADES DE-LICTIVAS. BUS-QUEDA DE UN LU-GAR EN EL GRU-PO.

nn11.•n••••n

INFLUENCIA DEL GRUPOPARA LA REALIZACION DEACTIVIDADES DELICTIVAS,BUSQUEDA DE PODER EN ELGRUPO.

REALIZACION DEACTIVIDADES DE-LICTIVAS DE ALTONIVEL DE DIFICUL-TAD.

NEUTRALIZACION DE LAACCION.

REALIZACION DEACTIVIDADES DEBAJO NIVEL DE DI-FICULTAD.

REFORZAMIENTOPERCIBIDO NEGA-TIVO.

Page 13: Elaboración de un modelo empírico sobre la realización de ...

Estudios 97Recordemos, en última instancia, que

la investigación aquí tratada, y que hadado origen al modelo propuesto, impli-ca una fase posterior de comprobacióndel mismo. Por otro lado, la delincuen-cia, y la delincuencia femenina no se es-capa a tal condición, debe ser explicada

desde condicionamientos de tipo social,individual, político, biológico, etc., porlo que todo modelo propuesto, en últi-ma instancia, estará destinado, desde sunacimiento, a ser un modelo incompletopor naturaleza.

ReferenciasADLER, F.: Sisters in Crime: The Rise of the New Female Criminal, New York, MacGraw Hill, 1975.ALVARADO, F. K.: «La Estadística corno Contribución al Estudio de la Criminalidad Femenina», en Artes

da Iléme Congris International de Criminologie, La Sorbonne, 1950, Paris, Presses Universitaires Frangaises,vol. IV, 1953, 393-396.

ARMSTRONG, G.: «Females under the Law, Protected but Unequal, Crime and Delinquenty, 1977, 23, 2, 109-120.

BANNISTER, D., y MA1R, J. M.: The Evaluation of Personal Construct, New York, Academic Press, 1968.BENZECRY, J. P.: Analyse Factorielle des Correspondances, Paris, I.S.U.P., 1970.BONARIOUS, J. C. J.: «Research in the Personal Construct Theory of G. A. Kelly; Role Construct Reper-

tory Test and Basic Theory». En Maher, Progress in Experimental Personality Research, New York, Aca-demie Press, vol. II, 1965, 1-45.

BOWKER, L. H.: Women, Crime, and the Criminal Justice System, Massachussets, Lexington Books, 1978.BURKE, V., y SARR1, R.: «County Characteristics and Commitment Patterns». En J. Figueira-MacDonough

et al., Females in Prison in Michigan, 1968-1978: A Study of Commitment Pattern!, Michigan, School ofSocial Work & Institute for Social Research, 1981a, 124-135.

BURKE, V., y SARRI, R.: «The Female Offender; Review of Theory and Research». En J. Figueira-MacDo-nough et al., Females in Prison in Michigan, 1968-1978: A Study of Commitment Patterns, Michigan,School of Social Work & Ihstitute for Social Research, 1981b, 1-20.

BURKHART, K.: Women in Prison, New York, Garden City, 1973.CAMPBELL, A.: Girl Delinquents, Oxford, Basil Blackwell, 1981.CHESNEY-LIND, M.: «Judicial Enforcement of the Female Sex Role: The Family Court and the Female De-

linquent», Issues in Criminology, 1973, 8(2), 23c-45.COWIE, J.; COWIE, V., y SLATER, E.: Delinquency in Girls, London, Heinemann, 1968.GRITES, L.: «Women Offenders; Myth versus Reality». En The Female Offender, Massachussets, Lexington

Books, 1974, 33-44.CUADRA, B. de la: «La Reforma de la Justicia, una Urgencia Pendiente». En Anuario El País 1984, Ma-

drid, Prisa, 1984, 144-145.DATESMAN, S. K. y SCARPITTI, F. R.: «Unequal Protection for Males and Females in the Juvenile Court».

En T. N. Ferdinand, Juvenile Delinquency: Little Brother Grows up, Beverly Hills, Sage, vol. 2, 1977, 59-77.

FERNALD, M.; HAYES, M. H., y DAWLEY, A.: A Study of Women Delinquents in New York State, New Jer-sey, Patterson Smith, 1968.

FIGUEIRA-MACDONOUGH, J.: Female Delinquency: A Review, Michigan, Michigan State University, 1976.FONTANESI, M.; EINSELE, M., y GOODMAN, N.: La Criminalité des Femmes en République Fédérale d'Allemag-

ne, en Italie et en Anglaterre et au Pay de Galles, Strasbourg, Counseil de L'Europe, 1980.FRANSELLA, F.: Personal Construct Psychology 1977, London, Academie Press, 1978.FRANSELLA, F., y BANNISTER, D.: A Manual for Repertory Grid Technique, New York, Academie Press,

1977.GIALLOMBARDO, R.: Society of Women, Ñew York, John Wiley & Sons., 1966.GIALLOMBARDO, R.: The Social World of Inprisoned Girls, New York, John Wiley & Sons, 1974.GLUECK, S. y GLUECK, E.: Fe Hundred Delinquent Women, New York, Alfred A. Knopf, 1934.GUNN, J. C.: «Research into Aggression among Long Term Prisoners», Prison Medicine Journal, 1972, 4,

2-12.GUNN, J. C.; NICOL, R.; GRINSWOOD, J. y FOGGIT, R.: «Long Term Prisoners», British Journal of Crimino-

logy, 1973, 13, 331-340.HEALY, W. y BRONNER, A.: Delinquents and Criminal!: Their Making and Unmaking: Studies in Two American

Cities, New York, MacMillan Press, 1926.HOFFMAN-BUSTAMANTE, D.: «The Nature of Female Criminality» Issues in Criminology, 1973, 8, 2.HEFFERMAN, E.: Making it in Prison: The Square, the Cool, and the Life, New York, John Wiley & Sons.,

1972.JENSEN, A. M.: «Criminalidad Femenina en tres Países Latinoamericanos», Manuel, 1979, 5, 30-33.KELLY„ G. A.: The Psychology of Personal Constructs, New York, Norton, 1955.

Estudios de Psicología n." 23/24-1985

Page 14: Elaboración de un modelo empírico sobre la realización de ...

98 EstudiosKONOPKA, G.: The Adolescent Girl ja Conflict, Englewood Cliffs, Prentice-Hall, 1966.LOMBROSO, C.: The Female Offender, New York, Appleton, 1895.MARCO, A. G.: Estudio de la Población Reclusa Femenina en España, Madrid, Ministerio de Justicia, 1975.MITFOR, J.: Kind and Usual Punishment: The Prison Business, New York, Alfred Knopf, 1973.MONTAS:ES, M. J. et al., «Caracterización Cognitiva de la Delincuencia a partir de una Rejilla Experimen-

tal: Estudio Diferencial entre Delincuentes y No Delincuentes». En F. Jiménez Burillo et al., Violenciay Marginación Social, Murcia, Secretariado de Publicaciones de la Universidad, 1982, 343-360.

NORRIS, M.: «Construing in a Detention Centre». En D. Bannister, New Perspectives in Personal ConstructTheory, London, Academie Press, 1977, 177-194.

POLLAK, O.: The Criminaliy of Women, Westport, Glenwood Press, 1950.REYES, J. M.: La Peligrosidad como Condición, Estado }, Circunstancia; Contribución al Estudio del Estado Peligro-

so, Montevideo, Imago, 1980.RYLE, A.: Frames and Coges: The Repertog, Grid Approach lo Human Understanding, London, Sussex Univ.

Press, 1975.SHAW, M. L. G.: On Becoming a Personal Scientist: Interactive Computer Elicitation of Personal Models of the

World, London, Academic Press, 1980.SIMON, R. J.: Women and Crime, Massachusetts, Lexington Books, 1975.SINGER, L. R.: «Women and the Correctional Process», American Criminal Law Review, 1973, 11(2), 295-

308.SMART, C.: Women, Crime and Criminology, London, Routledge & Kegan Paul, 1976.STEFFENSMEIER ; D. J., y STEFFENSMEIER, R.: «Trends in Female Delinquency; An Examination of Arrest,

Juvenile Court, Self Report, and Field Data», Criminology, 1980, 18(1), 62-85.THOMAS, W. 1.: The Unadjusted Girl, Boston, Little Brown, 1923.TIME, C. R.: Sociely of Subordinates; Inmate Organization in a Narcotics Hospital, Bloomington, Indiana

Univ. Press, 1972.VF.DDER, C., y SOMMERVILLE, D.: The Delinquen/ Girl, Springfield, Charles Thomas & Co., 1970.WARD, D., y KASSEBAUM, G.: Women's Prison: Sex and Social Structure, Chicago, Aldine, 1965.

Estudios de Psicología n." 23/24-1985