Elementos Formes de La Sangre

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1. ELEMENTOS FORMES DE LA SANGRE Los elementos formes de la sangre son los glóbulos rojos, los blancos y las plaquetas. El plasma es un líquido transparente de color paja, formado por un 90% de agua y un 10% de solutos. Si se deja un tubo de sangre completa (de plasma y elementos formes) en vertical o se hace girar en una centrífuga, se producirá la separación. El término volumen de células concentradas (VCC) o hematocrito se emplea para indicar el volumen por cien de hematíes en la sangre completa. Las afecciones que reducen la cantidad de hematíes se denominan anemias. Los glóbulos blancos y las plaquetas constituyen menos del 1% del volumen sanguíneo. 2.1. Glóbulos rojos (hematíes o eritrocitos) Son los más numerosos elementos formes de la sangre (55%). Carecen de núcleo y tienen forma de diminutos discos bicóncavos. No contienen ribosomas, mitocondrias ni otros orgánulos típicos de la mayoría de las células del organismo. Su componente principal es la hemoglobina, pigmento rojo, que constituye la tercera parte del volumen de la célula. Su forma (centro fino con bordes más gruesos), le proporciona una superficie muy grande en relación con su volumen. La forma puede modificarse de forma pasiva cuando atraviesan capilares sanguíneos. Esta flexibilidad se debe a la presencia de fibras distensibles compuestas de espectrina (una proteína). El grado de deformidad influye sobre la velocidad de la sangre en la microcirculación. A. Función de los hematíes El papel fundamental de los GR es el transporte de oxígeno y dióxido de carbono que depende de la hemoglobina. Además de la hemoglobina, la presencia de una enzima en los hematíes, la anhidrasa carbónica, cataliza una reacción por la que el dióxido de carbono se une con el agua, formando ácido carbónico. El ácido carbónico se disocia y produce iones de bicarbonato que se difunden fuera de los GR y transportan dióxido de carbono al plasma sanguíneo hasta que se elimina del

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1. ELEMENTOS FORMES DE LA SANGRE

Los elementos formes de la sangre son los glóbulos rojos, los blancos y las plaquetas. El plasma es un líquido transparente de color paja, formado por un 90% de agua y un 10% de solutos. Si se deja un tubo de sangre completa (de plasma y elementos formes) en vertical o se hace girar en una centrífuga, se producirá la separación. El término volumen de células concentradas (VCC) o hematocrito se emplea para indicar el volumen por cien de hematíes en la sangre completa. Las afecciones que reducen la cantidad de hematíes se denominan anemias.

Los glóbulos blancos y las plaquetas constituyen menos del 1% del volumen sanguíneo.

2.1. Glóbulos rojos (hematíes o eritrocitos)

Son los más numerosos elementos formes de la sangre (55%). Carecen de núcleo y tienen forma de diminutos discos bicóncavos. No contienen ribosomas, mitocondrias ni otros orgánulos típicos de la mayoría de las células del organismo. Su componente principal es la hemoglobina, pigmento rojo, que constituye la tercera parte del volumen de la célula.

Su forma (centro fino con bordes más gruesos), le proporciona una superficie muy grande en relación con su volumen. La forma puede modificarse de forma pasiva cuando atraviesan capilares sanguíneos. Esta flexibilidad se debe a la presencia de fibras distensibles compuestas de espectrina (una proteína). El grado de deformidad influye sobre la velocidad de la sangre en la microcirculación.

A. Función de los hematíes

El papel fundamental de los GR es el transporte de oxígeno y dióxido de carbono que depende de la hemoglobina.

Además de la hemoglobina, la presencia de una enzima en los hematíes, la anhidrasa carbónica, cataliza una reacción por la que el dióxido de carbono se une con el agua, formando ácido carbónico. El ácido carbónico se disocia y produce iones de bicarbonato que se difunden fuera de los GR y transportan dióxido de carbono al plasma sanguíneo hasta que se elimina del cuerpo. Los iones de bicarbonato desempeñan un importante papel en el mantenimiento de los niveles de PH de la sangre.

B. Hemoglobina

En cada GR hay 200-300 millones de moléculas de hemoglobina. La cantidad es mayor en el varón que en la mujer (la testosterona tiende a estimular la producción de eritrocitos).

La hemoglobina está formada por cuatro cadenas de globina, cada una unida a una molécula hemo. Cada hemo contiene un átomo de hierro. Por tanto, una molécula de hemoglobina contiene 4 átomos de hierro. Este hecho permite que cada molécula de hemoglobina se una a cuatro moléculas de oxígeno, formando oxihemoglobina (reacción reversible) que permite a los GR transportar oxígeno donde se necesita.

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La hemoglobina también puede combinarse con dióxido de carbono, formando carbaminohemoglobina (también reversible), pern en esta reacción es la estructura de la globina la que lo hace posible, más que la parte de hemo.

La anemia es la disminución del número o volumen de GR funcionantes en una unidad dada de sangre completa, cuando la hemoglobina no llega a 10 g por 100 ml de sangre.

C. Formación de los hematíes

La eritropoyesis es el proceso completo de formación de los glóbulos rojos.

La formación de los GR se inicia en las células madre de la médula ósea roja, y atraviesa varias fases de desarrollo para llegar a eritrocitos, se dividen por mitosis; todo el proceso requiere 4 días. Todas las células de la sangre se derivan de los blastos hematopoyéticos, el hematocitoblasto.

Los GR se crean y destruyen a un ritmo de unos 100 millones por minuto en el adulto; los mecanismos homeostáticos actúan para equilibrar el número de células formadas frente al que se destruye.

(tabla 17-6, p.652)

El ritmo de formación de hematíes se acelera pronto si disminuye la concentración de oxígeno de la sangre que llega a los tejidos. La falta de oxígeno eleva las cifras de GR por aumento de secreción de una hormona glucoproteica llamada eritropoyetina (sistema de retroalimentación negativo).

D. Destrucción de los hematíes

La vida media de un GR es de 105-120 días. Los macrófagos de hígado y bazo fagocitan los GR viejos, anormales o rotos. El proceso da lugar al desdoblamiento de la hemoglobina que libera aminoácidos (que se utilizan por el cuerpo para obtener energía o para la síntesis de nuevas proteínas), hierro (que es devuelto a la médula ósea para crear nueva hemoglobina) y bilirrubina (que se transporta al hígado para su excreción al intestino como parte de la bilis).