Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

96
8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 1/96  

Transcript of Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

Page 1: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 1/96

 

Page 2: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 2/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

2

ElementosRevista de Metapolítica parauna Civilización Europea

Director:

 Jesús J. Sebastián Lorente 

Revista electrónica

Elementos Nº 88

LA NUEVA DERECHA YLA CUESTIÓN DEL

FASCISMO

Dirección electrónica:

http://elementosdemetapolitica.blogspot.com.es/

Correo electrónico:

[email protected] 

Sumario

Nueva Derecha, ¿extrema derechao derecha extravagante?,

por José Andrés Fernández Leost , 3

La Nueva Derechay la cuestión del Fascismo,por Diego Luis Sanromán , 17

La Nueva Derecha.¿«Software» neofascista?,

por Rodrigo Agulló , 23

Plus Ça Change! El pedigrí fascistade la Nueva Derecha,por Roger Griffin , 31

¿Discusión o inquisición? La NuevaDerecha y el "caso De Benoist",

por Pierre-André Taguieff , 49

El Eterno Retorno. ¿Son fascistas las ideas-fuerza de la Nueva Derecha Europea?,

por Joan Antón-Mellón , 61

¿Viejos prejuicios o nuevo paradigmapolítico? La Nueva Derecha francesa vistapor la Nueva Izquierda norteamericana,

por Paul Piccone , 73

La Nueva Derecha y la reformulación

«metapolítica» de la extrema derecha,por Miguel Ángel Simón , 79

El Frente Nacional y la Nueva Derecha,por Charles Champetier , 82

La Nueva Derecha y el Fascismo,por Marcos Roitman Rosenmann , 85

El pensamiento único «antifascista»,

por Alain de Benoist , 92

Page 3: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 3/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

3

Nueva Derecha, ¿extrema derecha oderecha extravagante?

«Volver a lo antiguo será ya un progreso» (Goethe)

Desconocida para la mayoría del público español, ignorada por losmedios de comunicación, poco investigada y tachada de radical ofascista, la Nueva Derecha de origen francés y vocación europea mereceun pequeño estudio que trate de esclarecer sus postulados y sopesar suspropuestas a la luz de un enfoque racional desprejuiciado. 

 JOSÉ ANDRÉS FERNÁNDEZ LEOST

I. Introducción

Desde la convicción de que resultaintolerable menospreciar cualquier corriente depensamiento sin proceder previamente a suexamen, en el presente texto indagaremos enlos presupuestos de la denominada NuevaDerecha a partir del análisis de las ideascontenidas en el «Manifeste pour unerenaissance européenne» (Grece 1999){1}firmado por sus dos principales ideólogos,

 Alain de Benoist y Charles Champetier. Por suconcisión y claridad expositiva, y por laamplitud de temas que aborda, tal nos parece lamejor manera de introducir al lector en elmovimiento político-cultural que nos ocupa{2}.

Nuestra reexposición utilizará comomaterial de apoyo diversos estudios sobre laNueva Derecha a fin de precisar con la mayorconcisión posible su naturaleza, y calibrar hastaqué punto tal movimiento entra dentro del

horizonte de la ideología fascista. Dichos textosnos servirán no sólo para completar nuestrasobservaciones, sino también como muestra dela dificultades con que se topa la perspectivapretendidamente neutral de la politología a lahora de perfilar el espíritu de la Nueva Derechadentro de coordenadas científico-sociales.Nuestras consideraciones por su parte  – y heaquí nuestra metodología –   no apareceráninstaladas en una plataforma epistemológica

superior, sino que se proferirán desde unaparcialidad admitida de partida, que se nosaparece, si no más objetiva, al menos máshonesta: la parcialidad propia de un

materialismo pluralista que, por lo que respectaa la teoría política, deja de lado anheloscientificistas para, acto seguido  – y desde untratamiento dialéctico – , analizar, catalogar yreabsorber todos los ángulos posibles y emitirsu juicio  – a su vez por supuesto sometido ainminente crítica y eventual revisión. Porúltimo, a fin de sopesar la coherencia de laNueva Derecha, penetraremos en la líneaargumentativa del libro Nazismo y comunismo

de Alain de Benoist (1998), por entre cuyatemática se extraerán algunas evidenciasrelevantes de su carácter político.

Presentada a sí misma como una escuela depensamiento más que como una ideologíapolítica, la Nueva Derecha gusta de situarse enuna óptica metapolítica. Ello significa, y tal essu primera característica, que a su parecer lasideas juegan un papel axial en el devenir de lahistoria, mayor sin duda que el propio de la

economía. Quiere colocarse así de entrada enuna perspectiva opuesta a la marxista (ytambién a la liberal) que, regida por uneconomicismo rudimentario, localizaría en elmodo de producción la infraestructuradeterminante del sistema socio-político en elque se desarrolla nuestra vida. En su lugar, lametapolítica de la Nueva Derecha otorga alfactor cultural (creencial, simbólico,representacional, incluso lingüístico) la claveque condiciona la voluntad y acción humanas,

retomando así la idea gramsciana de lahegemonía cultural. No negaremos lanecesidad, reivindicada por la Nueva Derecha,

Page 4: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 4/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

4

de formular visiones globales y sistemáticassobre el mundo entorno que reactiven lanoción de sentido, frente a la predominanciapseudo-retórica del pensamiento fragmentariode la postmodernidad. Más aún habida cuentade que detrás de la parafernalia del fin de los

grandes relatos, se entrevén proyectosprogramados a más de cincuenta años vista,planificados por multinacionales o«erosionados» Estados nación, tales comoChina o Estados Unidos. Ciertamente, lodiscutible radica en aquella polarización que

 vierte bien sobre la dimensión económica, obien sobre la cultural, la capacidad demiúrgicade configurar nuestra suerte. Antes bien,resultaría más válido subrayar la mutuainterconexión de ambos factores, toda vez – esosí –  se entienda que el concepto de producción,y con él el de trabajo, reagrupa múltipleselementos extraeconómicos.

 Advertido su método, la Nueva Derechatiene al menos la valentía de apostar por unpensamiento transversal, pluridisciplinar, queincorpora múltiples campos del saber(positivos, pero no sólo), en aras de delinearunas orientaciones prácticas sobre la vidapública. En lo que sigue veremos hasta quépunto están justificadas racionalmente. Para ellopasaremos en lo que sigue a enunciar los tresejes desde los que según nuestra lectura searticula su pensamiento.

II. Los tres ejes ideológicos de la NuevaDerecha

1) Una ontología pluralista, fundamentadaen una visión heterogénea del mundo comorealidad en movimiento, unitaria y anti-estática

al tiempo; y en una antropología de signoabierto, que rechaza  – más allá de loscomponentes biológicos comunes – , todadefinición última de la humanidad. En estesentido, la diversidad constituye el dato crucialde nuestra existencia. Sin entrar en unadescripción minuciosa de los componentes queconstituyen la realidad, se constata en la NuevaDerecha un cierto desapego de lasinterpretaciones transcendentales de la vida («loque está más allá de los límites humanos

[biológicos] es por definición impensable»), yuna tendencia por tanto hacia el inmanentismo,que sin embargo no se atreve a proclamarse

materialista. Frente a ello, y huyendo acaso deun grosero monismo corpereísta, estaconcepción acaba por caer en una mixtificaciónde los valores paganos europeos, que tiñe demetafísica su doctrina. En cuanto a lapresentación de la naturaleza humana, se

observa una asimilación estricta de losresultados de la etología y la genética, que orillacon acierto el mito de la tabla rasa. Noobstante, la asunción de los planteamientos quesubrayan la importancia de loscondicionamientos de disposiciones hereditariasy conductuales pautadas en el proceso dehominización no conducen a la Nueva Derecha

 – en lo que constituye a nuestro entender otroacierto –   a aceptar la tesis de la unicidad socio-biológica del ser humano. Así, sin menoscabode las determinaciones naturales que confirmanlo que de común tienen los hombres, su visiónantropológica se combina con una miradahistórica que inserta la vida humana encontextos culturales.

En este punto reside la encrucijada de lacorriente, pues de aquí se desprenden tanto suslogros como sus errores. Suscribiendo sucategorización de la naturaleza humana, el errorconsiste en el énfasis que a partir de entonces sepone en el hecho de la diversidad cultural, hastael punto casi de esencializar tal datoanteponiéndolo al marco biológico. Laimposibilidad de determinar científicamente losjuicios morales inscrita en la indescifrabilidadúltima de la naturaleza humana tiene la virtudde preservar el concepto de lo humano de suobjetivación, resguardando su margen delibertad  – aun abierto al mal, pero por tantotambién a la propia condición de posibilidad de

la moralidad. Sin embargo, de ahí no se sigueque todo afán universalizador resulte perjudicialcuando, pongamos por caso, está encaminado apropagar precisamente nuestro ámbito delibertad. Dicho de otro modo: el sostener queno todos los hombres nacen libres, tal y comola tradición ilustrada pretende, más que revelarun espíritu premoderno, no implica sino asumirel estado de partida real desde el que operarpara que la libertad humana pueda desarrollarse.La cuestión adquiere mayor enjundia si cabe

cuando nos hallamos ante avances científico-positivos, universales por definición. Noextender en este caso el conocimiento

Page 5: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 5/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

5

adquirido en nombre de las tradicionesculturales de los círculos antropológicos deturno no puede sino ocultar mala fe, cuando nonesciencia. Veamos cómo estos asuntosconectan directamente con el segundo gran ejeideológico de la Nueva Derecha.

2) Un enfoque antimoderno. La NuevaDerecha realiza un diagnóstico demoledor de lamodernidad, lúcido en muchos de sus puntos.La modernidad queda perfilada como elpensamiento occidental hegemónico de los tresúltimos siglos, marcado entre otros rasgos por:«el imperio de la razón instrumental» en todaslas áreas de la actividad humana (científica,económica, política, &c.); el proceso deindividualización y uniformización de la

sociedad; y la instauración de una visiónprogresista de la historia. La crítica a lamodernidad se convierte bajo la óptica de laNueva Derecha en un rechazo beligerante haciala contribución del cristianismo a la historia deOccidente, y en un combate exhaustivo contralos valores del liberalismo económico y político,origen y resultado de aquella. Ciertamente, losintelectuales de la Nueva Derecha localizan enlos conceptos de la metafísica cristiana la fuentede la que bebe la filosofía moderna, constituidacomo su trasunto secularizado{3}. Aglutinandoen la expresión de «igualitarismo universalista»el espíritu de la modernidad, detectan en elcristianismo la génesis de una mentalidadseriada y lineal que mediatiza matemáticamentesus relaciones con la naturaleza, pero tambiénsociales, prefigurando un modelo deconvivencia mecánico de alcance universal: elmercado.

Enlazando la proclama bíblica de: «Llenad

la tierra y dominadla» con el programagaleliano-cartesiano de dominación científica dela naturaleza, la Nueva Derecha traza un mapamoral reglado por una axiología mercantil ytécnica, coordenado por los principios deoperatividad, eficacia y competitividad, eimpulsado por una pulsión prometeica («todolo posible será realizado») que amenaza concosificar al hombre. La ideología del progresocuantificable se manifiesta económicamente en

un sistema de intercambio mercantil basado enel crecimiento ininterrumpido de la produccióny el consumo, realimentando un círculo denecesidades creadas – y a satisfacer – , producidas

en el tiempo asalariado del trabajo. En talreflexión, esta situación queda moralmenteencubierta bajo la retórica de los DerechosHumanos, fundamentada en el formalismoético intencional kantiano  – asimismouniversalista y etnocéntrico –  que lleva a su vez

a difuminar los principios de la práctica política(prudenciales y consecuencialistas). La NuevaDerecha inscribe todos estos fenómenos en elmarco del liberalismo, delimitando lacircunscripción del enemigo a batir.

El liberalismo  – herencia natural delcristianismo – , diseña un individualismometodológico, consagrando una caracterizacióndel ser humano racional y asocial. De ahí surgeel modelo contractualista que estructura el

método procedimentalista del Estado dederecho: un gobierno de los jueces quedespolitiza la política. De ahí también unamodelización abstracta de la economía demercado, que no sólo se presenta (falsamente)como un precipitado espontáneo de laconducta humana, sino que a su vez se erigecomo el soporte último sobre el que se organizala sociedad, clave a través de la que ésta ha demantenerse por siempre jamás. Dicha visióneconomicista, vinculada a su carácter de felizfórmula final, es precisamente la que homologael relato marxista al liberalismo, bajo el formatode una lógica finalista de cuño cristiano. Sinperjuicio de lo atinado del análisis, los autoresdel «Manifiesto» parecen adherirse sin embargoa la doctrina que ensambla libertad mercantilcon libertad política, menospreciando aquellaotra tradición del liberalismo que entronca conel republicanismo y el pluralismo social. Nosreferimos a aquel liberalismo centrado en

diseñar un entramado institucional dispuestopara garantizar el control político, el contrapesode poderes, la libertad de expresión y a evitar lacorrupción. Un régimen que concede voz almayor número de programas divergentes en elmarco de unas estrictas reglas de juego  – marcoasentado en la igualdad jurídica de losindividuos. Aspecto este de índole técnico-prudencial, en el que refluyen contenidos delrepublicanismo romano, más que influjoseconométricos, y en el que nuestros ideólogos

detectan certeramente el nudo de lademocracia, sin precisar no obstante su origen.Subsiguientemente, pasarán a volcarse hacia

Page 6: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 6/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

6

una acepción normativa, fuerte y más bienpopulista de la democracia. Lo veremos másadelante.

Previamente constatemos cómo cabríareinterpretar la alergia hacia la herencia cristiana

 – confesamente nietzscheana – , en términos derechazo hacia la implantación gnóstica delpensamiento{4}. En líneas generales adviértasecómo el principal dogma del cristianismo, laSantísima Trinidad, es susceptible de matizar elcarácter monoteísta de esta religión, abriéndosea una metafísica pluralista de implicacionesradicalmente distintas. Estrictamente vinculadoa este principio, la encarnación de Dios en lasegunda persona del Verbo dota al cristianismode un carácter presencial o corpóreo, que lo

singulariza particularmente en contraste con elresto de las religiones monoteístas. Por otrolado, y sin negar su aliento universal, se puedeconsiderar que el carácter comunitario delcristianismo  – cuando menos católico – , primasobre su interpretación individualista. Pero encualquier caso, lo que la Nueva Derecha pareceaborrecer del cristianismo es el horizontemesiánico liberador que insufla (y quien diceliberador dice a la vez emancipador y redentor),aun presentado de forma racional y laica. Peroesto es, justamente, lo que define al gnósticomás que al católico tradicional. Para aquel, laredención de signo inevitablemente religiosodepende del grado de conocimiento alcanzado,tanto mayor cuanto más cerca nos encontremosde la aprehensión del Verbo, o en traducciónhegeliana, de la Idea. En dicha manera deenfocar la realidad se encuentra además la basedel dualismo materia/forma tan denostado porla Nueva Derecha. Ahora bien, la requisotoria

católica, manteniendo desde luego la estructuragradual del curso salvífico de la Historia,sostiene la relevancia del orden de las accioneshumanas, incidiendo en la necesidad de la obrahumana, además de en su palabra  – exigenciaque le reconecta al mundo real. Por último, laNueva Derecha podría al menos haberlereconocido al cristianismo su condición de serla religión de la salida de la religión{5}.

3) Un comunitarismo conservador.

Discúlpese el pleonasmo contenido en laexpresión, justificado por la dimensióncomunitarista en la que se inserta ciertaautoproclamada izquierda de nuestros días. En

la Nueva Derecha tal dato por el contrario senos muestra en términos socio-políticoscompletamente natural, aunque a nuestroparecer resulte contradictorio con los supuestosque han sido delineados hasta ahora. Elcomunitarismo extrae sus razones de la

atomización indiferenciada en la que vive elhombre moderno. Este tercer rasgo parte puesde la crítica al modelo liberal, cuya neutralidadaxiológica es percibida como fuente dealienación individual y descohesión social; perotambién de la crítica del modelo de integraciónrepublicano, cuyas instancias socializadoras deámbito público (partidos políticos, escuela,ejército, &c.) hacen aguas. Frente a tal situación,la Nueva Derecha recupera la noción depertenencia colectiva, situándola en la base de laidentidad individual. El razonamiento pretendeenlazar sus premisas ontológicas con undiferencialismo de corte étnico que acabasustantivando la unidad cultural de los pueblos,apelando al derecho o reconocimiento de ladiferencia.

La redondez de la hipótesis queda quebradadesde el momento en que notemos la profundadistancia que media entre el concepto depluralismo y el de reconocimiento,culturalmente entendidos. El reconocimientode la identidad cultural, tal y como nos loexpone el pope del comunitarismo Ch. Taylor(por cierto, de confesión católica), parte de unanoción de identidad desarrollada en el interiorde una comunidad histórica. Dicha comunidadofrece un horizonte de significado o, dicho deotro modo, un marco de referencia, desde elque los individuos se definen y articulan unadeterminada noción de bien: una ética

sustantiva, insidiosamente denominada «de laautenticidad». La identidad por tanto atiendefundamentalmente al pasado. En su libro Lasfuentes del yo, Ch. Taylor repasa las fases en lasque se ha ido construyendo el sentimientoidentitario moderno, a través primero delacondicionamiento de un espacio personal  – lainterioridad humana – , desde la que se recorta,mediante los lenguajes expresivos y eninterlocución con nuestros semejantes (de ahí laimportancia de la comunidad), la identidad de

cada cual. El proceso se completa en lamodernidad, en función de las esferas laboralesy familiares en las que se desarrolla la vida

Page 7: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 7/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

7

moderna. Y cuaja finalmente en lo que sedenomina «expresivismo», tendencia románticacon la que cristaliza la definición de la identidaden términos lingüístico-culturales. Además de lacontribución de Herder, no es gratuito recordarel papel jugado por la sistematización idealista

de la realidad fraguada por los filósofosalemanes de la época, así como por el prestigioque desde entonces goza en el campo estético lacategoría moderna de creación (o de genio)frente a la antigua de imitación o mimesis (másartesanal).

En cualquier caso, la conclusión a la que Taylor llega es que «el no reconocimiento o eldesconocimiento [de la identidad de marras]puede infligir daño, puede constituir una forma

de opresión que nos aprisiona en una falsa,torcida y reducida manera de ser». Estasituación se acota a aquellas sociedadesmulticulturales en las que el principiodemocrático de la regla de la mayoría amenazacon reducir los derechos de las minorías.Concretamente, se trata de compensar ladesventaja de los grupos minoritarios en lasdemocracias liberales. De este modo, losautores incardinados en la llamada corrientecomunitarista apelan a un reconocimiento delos derechos colectivos basado  – y esto escrucial –   en la creencia del igual valor de lasculturas. Dicho planteamiento abre paso a lareivindicación de derechos especiales derepresentación para determinados ciudadanos yde una organización social en «diversidadprofunda» bajo una estructura federal (deacuerdo ahora con los planteamientos de W.Kymlicka en su libro Ciudadanía multicultural).

 A nuestro juicio, el problema que genera

este tipo de consideraciones es doble. Primero,porque corre se el riesgo de trocar la tiranía dela mayoría que la regla democrática implica(corregida en las democracias liberales a travésde mecanismos de contrapesos de poderes), enuna menos democrática y más problemáticatiranía de la minoría. Y segundo porque,amparada en la existencia de minorías, lapolítica del reconocimiento presupone quedichas minorías conforman grupos étnicamente

homogéneos. Tal es la clave del tema que nosocupa. Dejando de lado la inspiración idealista yteleológica que el concepto de reconocimientoarrastra, encadenado en la canónica exposición

hegeliana a una dialéctica de la conciencia a labúsqueda de su autorrealización identitaria (quetodavía Hegel cifraba en la libertad universal), laobsesión étnica es la que desmiente el presuntopluralismo de esta perspectiva. Conclusión quealcanzamos si utilizamos la existencia de cross-

cutting cleavages (pertenencias múltiplesentrecruzadas) como medida del pluralismosocial{6}. Y porque, como advierte F. Savater:«no es lo mismo el derecho a la diversidad, basedel pluralismo democrático, que la diversidadde derechos, que lo aniquila»{7}.

 Volviendo a la Nueva Derecha,encontramos un tratamiento étnico semejante aldel modelo comunitarista, transpuesto alcontexto europeo. Evidentemente, nuestra

neoderecha guarda cuidado al presentar suhipótesis «diferencialista», extramuros siemprede la órbita del tribalismo y del racismo. Pero alcabo no puede ocultar su afán por consolidaridentidades culturales cerradas que, sinpretender en principio excluir a nadie, sonexcluyentes: evitan la asimilación y el mestizaje.

 También en este rasgo puede apreciarse ladebilidad de su argumentación. La retóricatolerante hacia las diversas culturas y el hincapiépuesto no sólo en preservarlas cuanto enpotenciarlas resulta incongruente con la defensade los valores de la propia cultura desde la quese elabora el discurso, antes o despuésincompatibles con los de las demás. Más allá dela confusión de entrada que supone tratar deentidades culturales pautadas según patronesinvariantes  – hecho que de por sí bastaría paraanular todo el debate anterior – , elcomunitarismo, imponiendo uniformidad en elinterior del grupo cultural, acaso no acaba sino

agravando los conflictos interculturales, enperjuicio del pretendido enriquecimientomutuo. No otro sería el resultado previsible delanhelo de la Nueva Derecha  – por lo demásabsurdo –   de alcanzar «un mundo heterogéneode pueblos homogéneos».

En línea asimismo con el diseñocomunitarista, la Nueva Derecha entronca lanoción de pertenencia con la de participación,sometiendo esta a aquella bajo la excusa de

desembocar en un concepto de democracia máspleno y participativo. Entramos así de lleno enun imaginario político manifiestamentepopulista. Tanto es así que a su juicio la esencia

Page 8: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 8/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

8

de la democracia radica, literalmente, en laacción de la ciudadanía reunida como pueblo.En consecuencia, su objetivo consiste enreducir la distancia entre gobernantes ygobernados hasta el punto en que ambos seidentifiquen  – lo que constituye un ejercicio de

lógica tan atractivo como peligroso, comogermen de totalitarismo. Parte de este discursose entiende debido a la crisis de representaciónque padecen las democracias liberales. Ladenuncia apunta hacia la generación de unacasta dirigente (la Nueva Clase), tecnócrata.

 Alejada de la realidad de la vida corriente ycoaligada con la elite del sistema económico, sereproduce a través de la instrumentalizaciónsimbólica de los valores establecidos, nutrida apartes iguales por la moralina de los DerechosHumanos y la abstracción del lenguaje técnico.La alternativa de la Nueva Derecha,encaminada a reactivar el campo político, optapor una estrategia llamada a configurarestructuras comunitarias de base, de abajo aarriba. En este sentido, la disposición federalaparece como la forma de Estado más propiciapara aunar pertenencia (regional) yparticipación. Dado el horizonte europeo desdeel que opera la Nueva Derecha, el ideal

estribaría entonces en conformar una entidadsupranacional  – obligada, ante la necesidad deactuar vía grandes plataformas civilizatorias –  articulada en regiones. Estaríamos ante lallamada Europa de los pueblos frente a laEuropa de las patrias postulada en su momentopor De Gaulle. La pirueta no deja de resultarcuriosa, ya sea por las sospechas que infunde unplanteamiento  – el de la Nueva Derecha –  frecuentemente conjugado con la defensa de laidentidad nacional francesa, ya por lasafinidades que insinúa con ciertos movimientoseuropeos situados a la izquierda.

 A tenor de lo dicho, resulta llamativoobservar cómo una corriente impulsada por elafán repolitizador de la sociedad recurre a laordenación federal del poder, limitando el papeldel Estado-nación  – en reincidente sintonía conlas modas post-modernas. Desde nuestraperspectiva, el federalismo de la NuevaDerecha, así como el del comunitarismo, no se

restringe a postular una forma de Estadoalternativa, sino a quebrantar el mismoconcepto de Estado, sustituyéndolo por una

suerte de ademán micropolítico fundado enpactos establecidos en un nivel local, municipalo regional. En la fantasía internacionalista, estafórmula iría propagándose episódicamente encírculos concéntricos hasta cubrir el planeta,mediante una expansiva municipalización

universal  – de signo anarcoide en razón de sucarácter aestatal. Cierto es que en la visión de laNueva Derecha la estructura federativa sedetiene a escala europea, pero ello nomenguaría un ápice su lógica armonista yahistórica. En este punto, el gusto por loorgánico de la Nueva Derecha queda solapadopor un constructo artificioso, quizá atractivo,pero incompatible con el desarrollo históricoeuropeo y distanciado de toda ontología políticade tipo conflictual. Por otra parte, el principiode subsidiaridad desde el que defienden talapuesta estipula ciertas cesiones competenciales(ejército, grandes decisiones económicas, puestaa punto de las normas jurídicas fundamentales)a una autoridad central superior. La cuestión esque esta salvedad no haría sino acentuar laconfusión ideológica de la Nueva Derecha:evacuando de contenido la capacidad políticade los ciudadanos de a pie, alentaría a la postrela formación de una nueva elite dirigente.

Con todo, el punto más débil de laspropuestas de la Nueva Derecha, y dondemenos informado se revela su pensamiento – enconexión todavía con su visión políticocomunitarista – , lo hallamos en el ámbitoeconómico. Partiendo de una desvalorizacióndel concepto de trabajo, acaso inspirada enconfrontación con la ética calvinista entendidabajo las coordenadas weberianas, nos topamoscon un alegato algo rudimentario contra la

economía capitalista. Así, a la enumeración deperversiones que desencadena la economía delibre mercado en su etapa post-industrial ofinanciera, no le sigue sino una balbuciente

 voluntad de prefigurar una misteriosa«economía de lo vivo». Sus claves parecentomadas tanto de la tecno-idolatría, cuyosoptimistas gurus (situados por lo demás en el

 vértice del sistema económico mundial)presagian las virtudes emancipadoras de lasnuevas tecnologías, como de los cuatro gestos

improvisados del postmarxismo, esbozados alamparo del movimiento antiglobalización. Enrigor, la premisa anti-economicista de evitar

Page 9: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 9/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

9

hacer depender nuestra vida social del trabajoasalariado resulta coherente en términos desalvaguarda de nuestras potencialidadesantropológicas, así como medidaepistemológica de reincorporación de loselementos pluridisciplinares insertos en el

concepto de producción. Se trata de huir delrepliegue formal que supone buscar fórmulasalternativas a la lógica productiva del presentedesde el interior del campo económico, esto es,a expensas del resto de categorías que laactividad económica remueve  – métodomoderno en el que reinciden liberales tantocomo marxistas. Tal tarea exige detectar losresortes epistemológicos que conecten losaspectos intra-económicos (organizados segúnlas reglas formales que rigen la economía demercado, determinadas por las leyes delintercambio que operan entre la oferta y lademanda), con los aspectos antropológicos. Yello a fin de dar con una racionalidad prácticaque reintroduzca, pongamos por caso, ladimensión prudencial que la economía aplicadacomporta, y no simule desconocer los factorespsicológicos, históricos, culturales o inclusoontológicos activados tras sus distincionesaparentemente neutrales (entre medios y fines,

costes y beneficios, necesidades primarias ysecundarias, &c.). Dada la magnitud del asunto,cabría esperar en el «Manifiesto» algún tipo deajuste al respecto, pero no. En su lugar nosencontramos con una serie de medidas yalanzadas por la izquierda post-comunista:instauración de una tasa sobre los movimientosdel capital; disminución del tiempo de trabajo; oimplantación de una renta mínima universal.Por otro lado, la fe que depositan en laextensión del tele-trabajo no parece poderlevantarse sino bajo el supuesto de confiar laproducción industrial a los países del TercerMundo, por mucho que, situados todavía enesta misma temática económica, la NuevaDerecha postule una voluntarista«diversificación de las fuentes deaprovisionamiento» cara a preservar losrecursos naturales de los paísestercermundistas.

III. Nueva Derecha y fascismo

 A partir de este punto nos centraremos enla polémica que suscita la Nueva Derecha, a raízdel mayor o menor grado de conexión que la

emparenta con la ideología fascista. El máximorepresentante de la Nueva Derecha, Alain deBenoist, ha querido distanciarse explícitamentede toda conexión, aun cuando en su juventudestuvo integrado en grupos de extrema derecha.La mejor manera de dar respuesta a este

interrogante es partir de un concepto definidode fascismo, potenciado para precisarconcisamente sus rasgos. Esta cuestión,aparentemente sencilla, resulta sin embargodifícil de solventar, toda vez que al fascismocontemporáneo se le atribuyen nuevascaracterísticas, inexistentes en su versióngerminal. De hecho, el tratamiento que másconsenso ha cosechado en el mundo académicopresenta un tipo ideal de fascismo definidocomo «ultranacionalismo populistapalingenésico», en términos de su promotorRoger Griffin{8}. Se trata de una delimitacióngenérica{9} que, configurada más allá de laexperiencia histórica, deja atrás laconceptuación clásica que acentuaba lastendencias paramilitares, el culto al líder, el anti-intelectualismo, o, en su vertientenacionalsocialista germana, el racismobiológico. Definición además en la que el cariztotalitario que impregna el estilo fascista parece

secundario, acaso ligado exclusivamente alespecífico «fascismo radical» que representa elnazismo. Sin menoscabo de su funcionalidad ala hora de aglutinar las diversas corrientes quela extrema derecha ha ido segregando tras la IIGuerra Mundial, su amplitud acusa a nuestroparecer una vaguedad excesiva. En efecto, deacuerdo con esta acepción cabría tildar defascistas proyectos enunciados desdeplataformas diametralmente opuestas:pensemos en el ideario del régimen venezolanoactual, o bien del llamado movimientoindependentista vasco, en los que tan sóloeufemísticamente cabe hablar de fascismo.

 Tampoco habría que realizar un ejercicio deimaginación demasiado forzado para, en estalínea, encasillar como fascista al modeloestadounidense  – divertimento por lo demásmuy extendido. Por otra parte, y puesto que lacategorización de un «fascismo genérico» pideinmediatamente la catalogación de fascismos

específicos, es oportuno constatar cómo el tipode diseño que utiliza R. Griffin a la hora deconceptuar se adscribe explícitamente a unalógica que presupone como unívoca y

Page 10: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 10/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

10

clausurada la estructura de lo definido, en líneacon lo que exigen las definiciones en cienciasexactas. No obstante, y sin perjuicio de sucarácter estrictamente racional, más propioresultaría que un término que posee tal cargasimbólica, como es el de fascismo, continuase

integrando en su reformulación parte de sureferencia histórica y pre-nominal, como hacenlos conceptos transformativos{10}  – cosa queGriffin ni siquiera contempla, constreñido en elparadigma científico-formalista hegemónico enlas disciplinas humanas.

Otro modo de etiquetar a la NuevaDerecha de fascista consiste en acudir a susfuentes ideológicas. En nuestro caso, lainfluencia ejercida por los pensadores inscritos

en la denominada Revolución Conservadora Alemana da pie a constatar sensibles afinidadesde espíritu. La operación consiste en localizaren el decadentismo optimista de los pensadoresalemanes opuestos al régimen de Weimar elimpulso intelectual del nacionalsocialismo, para,a renglón seguido, demostrar la cosmovisiónpro-fascista de la Nueva Derecha. La ideafuerza se encontraría en el concepto depalingenesia que a ambos motiva. Deudores dela atracción que desde el siglo XVII irradia laidea decadencia – contrapunto a la ideología delprogreso que la modernidad instaura – , losrepresentantes de la Revolución Conservadoraincorporan a su imaginario una mezcla de fe y

 voluntad regeneradora, cuyos principios activosabsorbe el nazismo. En un ilustrativo artículo,Miguel Ángel Simón{11} persigue el curso porel que la idea de decadencia se ha desenvuelto – correlativo al de la idea progreso – , desde suprimera aplicación a la caída del Imperio

Romano hasta su reiterado uso durante elperiodo de entreguerras, pasando desde luegopor su utilización en el romanticismo alemán.Mas el detonante decisivo se instala cuando alkulturpessimismus que sobrevuela lamentalidad europea a fines del siglo XIX(consecuencia de la pulverización que lamodernidad ha causado en los valorestradicionales), se le acopla a principios del XXun impulso optimista, en virtud de la confianzaque incita un porvenir regenerado. C. Schmitt,

 von Salomon, O. Spengler o E. Jünger sonalgunos de los exponentes de este movimiento,que se revuelve contra la decadencia, defiende

el retorno de la espiritualidad, e incluso aceptaciertas contribuciones del mundo moderno,como los ingenios que produce la industriatécnica, en tanto susceptibles de convertirse eninstrumentos al servicio de la restauración delos valores. Es en este sentido cuando se apela a

un nuevo hombre, encarnado en El trabajadorde E. Jünger (1932). O bien algo antes en elsuperhombre de Nietzsche, verdadero símbolode la Revolución Conservadora. Se trata por lodemás de una ideología que se posicionasimultáneamente frente al liberalismo y alcomunismo.

 Ahora bien, sin perjuicio de la consonanciaque tal cosmovisión posee con el mundo nazi,concretizada eventualmente en la biografía de

algunos de sus representantes, a nuestro modode ver esta reacción antimoderna tampoco seidentifica completamente con el fascismo, ocuando menos con el «fascismo radical». Sinduda el anticomunismo y el antiliberalismo, lamistificación de las virtudes bélicas, o incluso laanunciación tan moderna del surgimiento de unnuevo hombre, reflejan algunas de las notas quecaracterizan al nazismo. No obstante, laobsesión idealista por reflotar las raíces míticasde unos valores originados en la noche de lostiempos propia de los conservadores – idealismoque constituye su motivo principal – , cae fueradel núcleo duro del fascismo, que en puridad esanticonservador, tal y como nos recuerdaStanley Payne{12}. De hecho, el componenteestrictamente revolucionario del fascismo  – enradical ruptura con la tradición –   lo aleja de lamarcada huella aristocratizante de la RevoluciónConservadora alemana. Otra cosa es lainstrumentalización que de ella pudo hacerse

durante el III Reich. Por fin, la dimensióntotalitaria  – radicalmente moderna –   de talideología, dirigida a vigilar y fiscalizar todos losaspectos de la vida humana, tanto públicoscomo privados, tanto conductuales comointencionales, es absolutamente extraña a laactitud conservadora.

 A este respecto, el mismo Roger Griffin haindagado en las genealogías modernistas delfascismo{13}, explicando cómo en ciertos

principios de la Revolución francesa y en lasdoctrinas de la Ilustración se encuentranconstantes (optimismo profano, orientaciónhacia una «humanidad superior», nacionalismo,

Page 11: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 11/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

11

la misma clasificación racial de la humanidad,&c.) que serán recuperados por el fascismo. Dehecho, junto a la relación entre el fascismo y las

 vanguardias artísticas – según la mutua devociónque les produce ese estilo que combinasubjetividad e irracionalidad{14} – , Griffin

detecta una programática política que, merced ala técnica, anhela diseñar una nueva erabiopolítica, ajena a toda tradición, y por tantomoderna, o, si se prefiere, hipermoderna. Nootro puede ser otro el signo del proyectoeugenésico y de revolución antropológicasoñado por Hitler. Este perfil moderno delfascismo ya fue también comentado por eldemonizado historiador E. Nolte quien, deacuerdo con su método histórico-genético(frente al politológico-estructural) considera queel liberalismo político, en lo que tiene de abiertoy contradictorio, fue la matriz desde la que sedesplegaron tanto el comunismo como elfascismo. De atenernos a esta hipótesis, elfascismo se encontraría en las antípodas delpensamiento de la Nueva Derecha. Por lodemás, en lo relativo a la herencia nietzcheanaconcretizada en la crítica al Estado y laapelación a transvaloración cultural{15}, noparece que pueda hacerse privativa de ninguna

ideología política.Otra manera de vincular a la Nueva

Derecha con el fascismo es recurrir a la obra de Julius Evola, recurso no demasiado adecuado,no sólo por la distancia discursiva que mediaentre Benoist y Evola, sino porque tampoco elmismo Evola se identificó jamás con el partidofascista, ni cabe ceñir de nuevo  – y desdenuestro punto de vista –   su obra a talesparámetros. Para empezar, su confianza en una

resurrección palingenésica que solvente lascatástrofes que nos ha traído tanta modernidadse inscribe en una concepción cíclica deltiempo, en la que la decadencia ya no puedeleerse solamente en clave contra-ilustrada. Porotro lado, los rigurosos ejes morales quepropugna su ética de la autoexigencia nocuadran desde luego con la doctrina cristiana,dadas sus desigualitarias implicacionesjerárquicas, pero tampoco con la dionisiaca auranietzscheana, debido a sus estrictas premisas

ascéticas. El pintoresco gusto asiático del que sesirve para calificar de Kali-yuga (Edad oscura)el periodo histórico que le ha tocado en suerte,

así como para vindicar el sistema de castas ydepositar en los kshatriya (casta guerrero-sacerdotal en la estratificación india) laregeneración del porvenir, llega a cotas deenternecedor delirio quijotesco en su añoranzade la época caballeresca medieval, o de delirio a

secas cuando en su racismo metafísico tacha detelúrica, y por tanto de materialista, caótica einferior, la espiritualidad negra, ante la que sealzan las fuerzas uránicas ya no de la raza sinodel espíritu ario… Sin menoscabo de su certeracrítica hacia ese cinismo pragmático que no sesomete a otro valor que no sea el del dinero, lacontumaz rebeldía evoliana en declararse tananti-totalitario como anti-populista,antidemocrático o anti-propiedad privada haceimposible la tarea adscribirle a ningunaideología sistemática conocida.

Otros autores que han influido en la NuevaDerecha, y desde cuyas obras se ha pretendidoasimismo evidenciar el carácter fascista de laNueva Derecha han sido G. Dumezil, L.Dumont o K. Lorenz. Por razones obvias deprestigio científico, tales insinuaciones no nosmerecen mayor comentario. Sí merece la penaconsignar por último el modo más exitoso deenvolver a la Nueva Derecha en la esferafascista: la que nos demuestra su recepciónfavorable en el seno de los partidos europeosde extrema derecha. Tal es la prueba irrebatibleque aducen analistas como el ya citado RogerGriffin o J. Antón Mellón{16}, atenuando ladiferencia que media entre el núcleo teórico dela ideología y el uso político que se hace de ella.

 Todavía Roger Griffin insiste en lasprecauciones que hay que tomar a la hora dejuzgar a la Nueva Derecha. Su conclusión

continúa defendiendo la naturaleza fascista deesta corriente, razonada  – siempre de acuerdo asus propias coordenadas de análisis –  en virtudde la perseverancia de un utopismopalingenésico. No obstante reconoce sudivergencia frente al veredicto del queconsidera el mayor experto sobre el tema quenos ocupa, Pierre-André Taguieff, quiensostiene que, al menos en su fase actual, laNueva Derecha «ya no pertenece al espacio dela extrema derecha».

IV. Nazismo y comunismo en Alain deBenoist

Page 12: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 12/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

12

 Volviendo al hiato que se abre entre tododiscurso y su uso, encontramos aquí uno de loscanales por los que el mismo Benoist transita ensu reflexión acerca de las interconexiones entrelas dos ideologías totalitarias del siglo XX. Loconstatamos al examinar su libro Nazismo y

comunismo{17}, desde el cual acaso podamoscomprender mejor el carácter político sobre laNueva Derecha. Dicho análisis, lejos deimplicar una justificación de la Nueva Derechadesde sus propios textos, nos capacita para

 valorar desde dentro sus tendencias fascistas.La obra tiene por objetivo situar en pie deequivalencia al nazismo y al comunismo, segúnel aspecto totalitario que ambas ideologíascomparten. Su impulso procede de lasreacciones que provocó la publicación de Ellibro negro del comunismo (dir.: S. Courtois),en el que se concluye que el sistema comunistaha sido el más sanguinario de la historia de lahumanidad. Se abrió entonces una polémicacentrada en la pertinencia o no de comparar alnazismo con el comunismo.

Benoist recoge esta senda y se posicionaclaramente entre quienes dan por legitima lacomparación. De hecho otorga fundamento a laexplicación del mutuo engendramiento,llegando, de mano de E. Nolte, a dar pábulo ala hipótesis reactiva según la cual el fascismo esconsecuencia de la Revolución de Octubre, ypor lo tanto es posterior, como la cronologíahistórica muestra. Sin merma de la tesis queestipula que el fascismo y el comunismo no seentienden el uno sin el otro, esta últimaconsideración resulta, como argumenta F.Furet, excesiva, amén de peligrosa{18}.

 Aunque quizá pueda comprenderse  – 

pensamos –   emitida desde un ánimo acientíficoque se pregunta por qué el comunismo siguegozando de mejor prensa. Benoist desglosa lasrazones por las cuales él cree que esto es así. Deacuerdo con su tesis, el noble fin de liberar a lahumanidad habría quedado intacto pese a losmedios utilizados en el comunismo realmenteexistente para alcanzarlo. La excusa se alargaríaaduciendo que la experiencia histórica nosupuso sino una perversión del proyecto.Paradójicamente, nos recuerda Benoist, el

primer opositor de este argumento hubiese sidoMarx, cuyo pensamiento sitúa la praxis en elorigen de las teorías y de la historia,

arrinconando el factor intencional de susanálisis. Dando un paso más, Benoist comparael genocidio antisemita nazi con el genocidio declase ejercido por los comunistas, de modo queel delirio pseudo-científico del racismobiológico tendría su parangón en el

lysenkoismo respaldado por Stalin (que cedíacancha a la falsa teoría de la herencia de loscaracteres adquiridos). En este sentido, Benoistno cifra la clave de la inconmensurabilidad nazien la atroz singularidad del Holocausto. Másplausible le parece, en términos históricos, leerla alianza durante la II Guerra Mundial entre losdemócratas occidentales y la Unión Soviéticacomo la causa del crédito moral delcomunismo. Crédito que coincide, recuerdaBenoist, con el punto álgido del terrorestaliniano.

Desde entonces, el comunismoinstrumentaliza toda corriente antifascista, toda

 vez que en la segunda posguerra los comunistasdejan de identificar al capitalismo con elfascismo. Precisamente, siempre según nuestroautor, el mantenimiento comunista de talequivalencia durante entreguerras trajo comoconsecuencia la toma del poder fascista,convirtiéndoles en corresponsables. En todocaso, a partir de 1945 se abandona dichoesquema para dar a paso a la estrategiapropagandística y de autolegitimación, según lacual el comunismo es igual a antifascismo, loque produce fundamentalmente tres efectos: lareubicación del régimen soviético en la órbitade la democracia; la conceptuación del nazismocomo una ideología de derechas; y, porconsiguiente, la catalogación de todo individuode derechas como fascista en potencia.

Para Benoist en cambio, el fascismo secaracteriza por ser un cóctel compuesto desocialismo sin materialismo, y nacionalismojacobino agitado durante el periodo deentreguerras, detonado por el bolchevismo. Sutesis más polémica sin embargo radica en ladiferenciación entre fascismo y nazismo,apelando al totalitarismo como conceptoregulador: la naturaleza del fascismo italiano nosería totalitaria, al contrario que la nazi y la

comunista. Dicho esto, Benoist procede a unanálisis conceptual de estos dos sistemas,dejando de lado la información que puedeproporcionarnos la historia rusa o alemana. En

Page 13: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 13/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

13

su lugar, toma de la obra H. Arendt, Losorígenes del totalitarismo, los argumentos de sutesis. No evita Benoist la confrontación conquienes relativizan el alcance del concepto{19},si bien mantiene el recurso: como tipo ideal, eltotalitarismo es útil para explicar la realidad

empírica aun no describiéndola exactamente.Por lo demás  – continua – , el estudio de Arendtcontiene la virtud de explicar el desarrollo deltotalitarismo, de modo que la historia no resultaenteramente marginada de la teoría. Eltotalitarismo queda en fin definido como unareligión política, ideocracia o sistema de ideas,presentada en términos de verdad absoluta, quefusiona una visión maniquea y mesiánica de larealidad histórica, trazada por leyes inexorablesy protagonizada por sujetos políticos definidos(raza o clase); y un voluntarismo práxicoplenamente moderno. Este imaginarioconforma la idea de una lucha final tras la cualse alcanzará el fin de la historia. La pulsión deinstaurar un nuevo orden, haciendo tabla rasadel pasado, hace al totalitarismo tributario deltelos de la modernidad: el progreso ilimitado.Lo terrible de su implantación efectiva,continúa Benoist, se cifra en lainstitucionalización de una guerra civil

perpetua, que tras liquidar a la oposición hacede cualquier individuo un sospechoso enpotencia, un posible enemigo objetivo. Talesnotas contrastarían  – y aquí se aprecia el perfilpolítico de la Nueva Derecha –   con eltradicionalismo de la política de derechas,respetuoso con los límites de la naturalezahumana. Y como se ha visto, responderían delimpulso moderno que, a través del cálculo y laracionalidad instrumental, ha terminadoobjetivando la vida humana.

 A partir de este punto, Benoist interpretaráel totalitarismo según los patrones de su propiaperspectiva: la Revolución francesa prefigura lamovilización de masas, el nacionalismo, lareligión política o la centralizaciónadministrativa disolvente de las regionalidades.El liberalismo no puede articular una condenaacabada del comunismo pues coincide con él ensu objetivo escatológico de desembocar en ununiversalismo igualitarista, y sin resultar tan

historicista, el utilitarismo que le informasustituye todo mantenimiento de la tradición.De la dimensión moderna del totalitarismo,

Benoist extrae la dimensión totalitaria de lamodernidad, lanzándose en lo sucesivo a unacrítica de las democracias occidentales en virtudde sus afinidades (naturaleza prometeica de laactividad científica, autonomización de latécnica, uniformización de las costumbres, &c.).

Motivos anteriormente enumerados. Leconcedemos su parte de razón al advertir cómola hipótesis marxista de la abundancia, quepresuponía el crecimiento ilimitado de lascapacidades productivas, sigue vigente en lasdemocracias liberales, justo en el momento enel que el pensamiento socialista ha entrado encrisis al revelarse falsa{20}.

Sea como fuere, la reflexión que ahora másnos interesa vuelve a centrarse en las relaciones

que median entre ideología y práctica. ParaBenoist, la distancia entre ambos terrenos esevidente, a causa de la amplitud deposibilidades interpretativas que abre cualquieridea, lo que, por consiguiente, no las preservacontra su mal uso. De ahí que no queparesponsabilizar a Marx de los crímenescomunistas. De ahí que los crímenes cometidosen nombre de ciertas ideas no impliquenautomáticamente su descrédito. En todo caso,esta conclusión, la de que ninguna doctrinapueda ser juzgada «sobre la base de los actoscometidos por quienes se han reclamado deella», parece dirigida a salvaguardar algunascontribuciones que toda obra comporta, inclusoen este caso la marxiana, más que a atenuar ladenuncia sobre la ideología comunista (que ladespliega). Lo cual crea cierta confusión. Desdenuestro punto de vista, si bien es cierto que sonlos hechos, y no las intenciones, losfundamentos sobre los que hay que valorar la

experiencia histórica, no menos cierto es queresulta imprescindible examinar el planopragmático del discurso para medir la distanciaentre lenguaje, intención y acciones, a vecesmuy corta{21}.

 V. Conclusiones

Las anteriores consideraciones puedenayudarnos a relativizar la aplicación que lospartidos de extrema derecha europeos realizande los aportes teóricos de la Nueva Derecha.

Pero ello no evita concluir cómo en el propiolenguaje de la Nueva Derecha se encuentrancomponentes de uso filo-fascista. Componentes

Page 14: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 14/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

14

que no estimamos insertos tanto en elhorizonte de un utopismo palingenésico,cuanto que son propios de una ideología que,tras su retórica agonal (contraria a la creenciairénica de «hacer desparecer los antagonismos»)esconde convicciones armonistas inéditas, más

emotivas que racionales, en torno al futuro dela humanidad. Una irracionalidad armonistacuasi-fascista de tintes postmodernos  – deudorapor tanto y mal que les pese de la modernidad –  presente quizá más que en cualquier otro rasgoen su etnicismo. En tanto síntesis sofisticadaque reformula el nacionalismo fascista italiano yel racismo biológico nacionalsocialista, setrataría de un etnicismo de nuevo cuño, puestoque no conecta sino imaginativamente con unaremota Edad de Oro.

 Tras lo expuesto, se comprende que granparte de la problemática acerca de la naturalezapolítica de la Nueva Derecha depende deldeslindamiento que se realice entre lascaracterísticas de la derecha, el fascismo y elnazismo. Dejando de lado el carácter más omenos totalitario del fascismo{22}, encontraste con el nazismo y el comunismo, o sudosis de pensamiento socialista, nuestraconclusión es que tan sólo desde una definiciónexcesivamente laxa del fascismo, que encaje concualquier ideología jerarquizante antimoderna yno marxista, cabe ver a la Nueva Derecha comotal. Y que precisamente lo que lo que salvaría deello es más lo que tiene de tradicional y deDerecha que lo que tiene de Nueva. Untradicionalismo el suyo que, sin retomar lasreferencias al Trono y al Altar del AntiguoRégimen, entronca con una axiología de signoaristocrático. Y que postula una concepción

onto-antropológica realista, siempre que, denuevo en palabras de Benoist, se califiquen dederechas: «las doctrinas que consideran que lasdesigualdades relativas a la existencia motivanrelaciones de fuerza cuyo producto es el devenirhistórico, y que estiman que la historia debecontinuar; en resumen que ‘la vida es la vida, esdecir, una lucha, tanto para las naciones comopara los hombres’ (De Gaulle)»{23}. 

Sin pretender menoscabar la faz fascista de

la Nueva Derecha, apostaríamos más bien porcalificarla de Derecha indefinida yextravagante{24}, entre otros motivos porminusvalorar del papel central que compete al

Estado y, en definitiva, por no atenerse almismo concepto de Estado a la hora deencuadrar sus propuestas. No cabe escudarseen una perspectiva metapolítica  – más allá de laderecha y la izquierda – , o en conclusionesapolíticas, cuando se utilizan constantemente

todas las categorías del campo en el contexto deun planteamiento centrado en la organizaciónde la res pública. Desde luego, la extravaganciade la Nueva Derecha alcanza su puntoculminante en su defensa del rol protagónico delos valores espirituales. Sirva como botón demuestra  – y con ello acabamos –   el recurso alpropio concepto de «Espíritu», alzaprimado enel discurso de la sucursal hispana de la NuevaDerecha, aun pretendidamente purgado deconnotaciones religiosas y esotéricas. Aquí elcomponente estetizante del movimiento seimpone explícitamente sobre cualquier otroámbito, cuando el arte, en una suerte de vueltadel revés de Hegel{25}, se presenta como elespacio sagrado del mundo, a través de cuyasobras se podría reformular su sentido.

Notas

{1} Hay traducción española: «Manifiesto: LaNueva Derecha del año 2000», publicado en la

Revista Hespérides, nº 19, verano 1999.{2} Otro modo hubiese sido acudir al libro de

 Alain de Benoist, La nueva derecha, editado porPlaneta. Pero, por razones cronológicas  – ellibro se publicó en 1982 en España, y suedición francesa es de 1979 – , y también por laevolución que el propio pensamiento de laNueva Derecha ha experimentado, hemoscreído preferible atenernos a las ideaspresentadas en el «Manifiesto».

{3} Desde luego la hipótesis no es inédita. Enalguien tan poco sospechoso de comulgar conla clerigalla como es Habermas, leemos: «Eluniversalismo igualitario  – del que salieron lasideas de libertad y solidaridad, de autonomía yemancipación, la idea de una moral deconvicción personal, de los derechos delhombre y de la democracia –   es una herenciadirecta de de la ética judía de la justicia y de laética cristiana de la caridad.»

{4} Para esta nota nos hemos inspirado demodo generosamente interpretativo en el textode Gustavo Bueno, «El concepto de

Page 15: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 15/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

15

implantación de la conciencia filosófica.Implantación gnóstica e implantación política»,en Homenaje a Aranguren, Revista deOccidente, Madrid 1972.

{5} Tesis mantenida por Marcel Gauchet. Alrespecto consúltese su: El desencantamiento delmundo: una historia política de la religión,

 Trotta/Universidad de Granada, Madrid 2005.

{6} Es el criterio que emplea Sartori en sucélebre obra La sociedad multiétnica, Taurus,Madrid 2001. Por descontado, ciertos autoresfrecuentemente etiquetados comocomunitaristas, sostienen posicionescomprometidas con el mantenimiento de lasdemocracias liberales. Tal es el caso, porejemplo de Michael Walzer, quien arguye quetodo grupo minoritario que suponga unaamenaza para el orden político debe sercombatido (véase: «¿Qué derechos para lasminorías culturales?», Isegoría nº 24, Junio2001).

{7} Fernando Savater, «Etnomanía vs.Ciudadanía», Isegoría, nº 24 (Junio 2001).

{8} Roger Griffin, «Plus ça change! El pedigrífascista de la nueva derecha», en La extrema

derecha en Europa desde 1945 a nuestros días, Tecnos, Madrid 2007.

{9} La expresión «fascismo genérico» esmanejada también por el historiador StanleyPayne.

{10} Máxime en nuestro caso habida cuenta delrecurso a un concepto de cuño biológico comoes el palingenesia. Lo que por otro lado no dejade resultar curioso, si es que entendemos lapalingénesis como el fenómeno según el cual la

ontogenia de un organismo reproduce lafilogenia de la especie. Tal vez en nuestro casono sería menos pertinente acudir al concepto deproterogénesis, que en un sentido contrario,considera que el estadio juvenil refleja, no elpasado, sino el futuro de la especie. Y, en estalínea, así como para el biólogo Bolk: «desde unpunto de vista corporal, el ser humano es unfeto de primate que ha alcanzado la madurezsexual», podría decirse que: «desde un punto de

 vista ideológico, el fascismo es un fetopremoderno que ha alcanzado la madurezpolítica». (No hablamos por supuesto en serio).

{11} Miguel Ángel Simón, «Decadentismo ypalingenesia en la derecha radical», en Laextrema derecha en Europa desde 1945 anuestros días, Tecnos, Madrid 2007.

{12} El fascismo, Alianza, Madrid 2006, pág.13 (ed. original: 1980)

{13} Roger Griffin, Modernism and fascism:the sense of a begining under Mussolini andHitler, Palgrave MacMillan, Nueva York 2007.

{14} No nos resistimos a recordar esta cita de Juan José Sebreli, de su libro Las aventuras dela vanguardia: "La vanguardia sólo reconoce yreivindica lo fortuito, el desorden, lainestabilidad, el absurdo, la destrucción; loclásico no ignora el azar, pero tampoco la

necesidad; no niega lo irracional sino que locontiene y lo supera; confía en hacer de lofugaz algo imperecedero, del caos un cosmos, ya pesar del absurdo, encontrar un sentido delser. La vanguardia no sólo quiere destruir loclásico sino que, por su misma lógica interna,por su culto a la novedad que pronto debe serdesplazada por otra más nueva, está condenadaa autodestruirse. Si algo perdura de la

 vanguardia no es por sí misma sino,irónicamente, a través de la tradición clásica que

la recupera en su trayecto histórico, porquetambién el error forma parte de la verdad y alnegarlo lo conserva en cierto modo; el carácterconstructivo triunfa, de esa manera, sobre lapura destrucción."

{15} En lo que supone un esfuerzo hacia labúsqueda de otra subjetividad política, según laexégesis de Julián Sauquillo. Véase su artículo:«Friedrich Nietzsche», en Historia de la teoríapolítica 5, F. Vallespín (ed.), Alianza, Madrid

1993.{16} En: «La teoría política de la nueva derechaeuropea», Claves de razón práctica nº 143 (junio2004).

{17} Communisme et nazisme. 25 réflexionssur le totalitarisme au XXe siècle, Labyrinthe,1998.

{18} Véase: François Furet y Ernst Nolte,Fascismo y comunismo, Alianza, Madrid 1999,

en concreto la carta de Furet titulada: «Un tematabú».

Page 16: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 16/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

16

{19} En este punto nos recuerda al Walzer queafirma que: «cualquier totalitarismo realmenteexistente es un totalitarismo fallido». Citatomada de su contribución en Irving Howe(ed.), «1984» Revisited. Totalitarianism in ourCentury, Harper, Nueva York, 1983. También

Gustavo Bueno estima que: «cuando criticamosa Estados históricos, que a veces incluso seautollaman totalitarios (singularmente el Estadohitleriano y el Estado staliniano), acaso estamoserrando el golpe», Primer ensayo sobre lascategorías de las «ciencias políticas», CulturalRioja (Biblioteca Riojana 1), Logroño 1991,pág. 198.

{20} Consúltese al respecto el libro de FélixOvejero Lucas: Proceso abierto. El socialismo

después del socialismo, Tusquets, Barcelona2005, fundamentalmente sus capítulos 2 y 3.

{21} Este enfoque no trata de reducir la acciónhumana (ni por supuesto la realidad) a ladimensión lingüística, cuanto en advertir cómolos usos del lenguaje desbordan su funcióndescriptiva. La explicación de las relacionesentre intencionalidad, lenguaje y acción, tal ycomo la expone J. R. Searle sobrepasa elformato del presente artículo, aunque cabe

recordar que su concepto de intencionalidad esincompatible con la existencia de unaconciencia o espíritu de grupo, y que sus interés

sobre cómo se construye la realidad socialguarda fidelidad a una visión realista delmundo, en absoluto ligada a la hipótesisescéptico-constructivista que considera laexistencia de la realidad como resultante de unconsenso social.

{22} Teóricamente orientado hacia eltotalitarismo, según la obra de Gentile, estácomúnmente admitido el cariz no totalitario dela experiencia italiana.

{23} Les idées à l’endroit. Libres-Hallier, 1979.No nos parece gratuita la referencia algoparadójica en Benoist a De Gaulle.

{24} Recogemos esta idea de Diego Sanromán,propuesta en su artículo: «Contra la muerte del

espíritu: últimos avatares de una Nouvelledroite a la española», Revista Nómadas nº 13,2006. En el mismo artículo se nos ofrece unaamplia exposición sobre el alcance delmovimiento en España – en torno a sus figuras,plataformas de apoyo, conferencias, &c.

{25} Completamente presente dado que juntoal arte, son precisamente la religión (pagana) yla política (metapolítica) las dimensiones queencauzarían el regreso, si no del espíritu, sí del

simbolismo espiritual.© El Catoblepas. Revista crítica del presente, nº 73,2008.

Page 17: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 17/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

17

La Nueva Derecha y la cuestión del Fascismo

En trabajos recientes, el profesor de la Universidad de Oxford RogerGriffin ha llamado la atención sobre el surgimiento de un nuevoconsenso entre los académicos de todo el mundo dedicados al estudio dela historia y el pensamiento de los movimientos fascistas. Un análisis de labibliografía publicada a partir de la década de los arios noventa en elámbito de los estudios sobre el fascismo revelaría, a su ver, variasnovedades de relevancia.

DIEGO LUIS SANROMÁN

En primer lugar, numerosas obras secentran fundamentalmente en aspectos queatañen a la cultura política de los fascismos, y seocupan menos de otros factores  — de ordeneconómico, social o estrictamente político — ,que ya habían sido considerados por estudiososanteriores. En todas ellas, el fascismo aparececomo un movimiento que daría una granimportan-cia a las dimensiones ideológicas;existiría, desde luego, una ideología fascista, y setrataría de una ideología dotada de una nada

desdeñable coherencia interna. En segundolugar, y muy ligada a esta nueva orientaciónteórica, se daría en la comunidad académica unaclara tendencia a considerar seriamente losmitos, creencias y valores de los movimientosfascistas, y a asumir la existencia de una culturafascista propiamente dicha. De hecho, losfascismos se veían a sí mismos como una formade gran revolución cultural  — o civilizatoria, sise quiere —   que estaba llamada a superar la

decadencia del presente y sentar las bases de unmundo futuro en el que las nacionesrecuperarían el esplendor que precedió a lacrisis.

El fascismo habría de ser considerado,pues, como una ideología política de caráctergenérico con la misma dignidad que elliberalismo, el conservadurismo o el socialismo,y, en cuanto tal, como susceptible de apareceren especies y formas variadas dependiendo delclima socio-político y del momento histórico enque se dé. Griffin ofrece las claves deidentificación de ese  genus  fascista: «Fascism is a

 political ideology whose mytic core in its various

 permutations is a palingenetic farm of populist ultra- nationalism ». Elementos como el Fühersprinzip, ladefensa del Estado totalitario, la visiónestetizante de la política, el encuadramiento delos militantes en organizaciones de tipoparamilitar, etc. presentes en otras tentativas dedefinición del mínimo fascista, no serían, enrealidad, más que simples modulacionescontingentes de un mismo tipo ideológico.

Los términos palingénesis y palingenético

formaban ya parte del vocabulario de algunosde los más conspicuos doctrinarios del fascismo(por ejemplo, Gentile), y son empleados porGriffin para referir las pretensiones derenacimiento presentes en el ideario de losfascismos; renacimiento que habría queentender, no tanto en el sentido de unarestauración de lo ya sido (nota definitoria de lautopía con-servadora), cuanto en el de unnuevo nacimiento ( new birth  ) generalizado quemantendría ciertos principios eternos (la Roma

eterna, las virtudes arias, etc.) en el marco de unnuevo tipo de sociedad. La segunda nota de ladefinición, populismo, aludiría al poder delpueblo cuando una parte notable de las masasson movilizadas por energías míticas (en elsentido de Sorel), ya sea de forma espontáneaya de forma coactiva. La contradicción entreesta profesión de fe populista y la concepciónanti-igualitaria y jerárquica de la sociedad,también propia de los fascismos, no es más queaparente. Conforme a la mitología fascista, en elestado de decadencia actual, la mayoría estádormida, o bien contaminada por agentesextraños al verdadero espíritu del Pueblo, de ahí

Page 18: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 18/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

18

que sea necesaria la acción resuelta de una vanguardia clarividente, capaz de llevar a cabola titánica tarea de tomar el poder y regenerar ala comunidad. Esta elite natural no se basaría enla clase, el poder o la riqueza, sino en su nivelde compromiso con la reconstrucción nacional

y en el valor demostrado en la consecución desus propósitos; en último término, en el gradode compenetración con el Volksgeist . Elfascismo sería, finalmente, una forma extremade nacionalismo  — un ultra-nacionalismo, enpalabras de anti-liberal y anti-parlamentaria, queincluiría connotaciones de etnocentrismoxenófobo o abiertamente racista. Fascismo  seríaasí un equivalente de ultra-nacionalismo

 palingenético populista   y la conservación deltérmino estaría determinada por ser el Fascismo(el movimiento de Mussolini) la primera formaorganizada de esta nueva ideología que saltó a laarena política y logró hacerse con el poder delEstado.

El potencial heurístico de la fórmula deGriffin y de este nuevo consenso es innegable.Por un lado, permite a los historiadores tratar alFascismo y al Nacional-socialismo no comoformas patológicas de desarrollo de lamodernidad en dos países concretos, sinocomo, dos productos, entre otros, de una crisiscultural generalizada en el continente europeo.En este sentido, el fascismo aparecería comouna forma extrema de reacción y respuesta a lasamenazas anómicas presentes en un proceso de'modernización' que afectaría a toda la tierra.Pero además facilita a los politólogos sus tareastaxonómicas cuando han de vérselas conautores, grupos y partidos políticos actuales queno presentan apenas ninguno de los rasgos

externos que definirían a los fascismoshistóricos. El gen fascista ha mutado y enocasiones no es fácil identificarlo.

La derrota de las fuerzas del Eje en 1945supuso el descrédito sin paliativos de laideología fascista e implicó la desaparición delclima socio-político que había favorecido elsurgimiento de movimientos de ultra-nacionalismo palingenético en todo elcontinente europeo. Un rasgo sobresaliente de

los movimientos fascistas triunfantes, quecualquier nacional-revolucionario estabadispuesto a imitar, era su capacidad paraconstituir una fuerza política novedosa que

combinaba cuatro elementos fundamentales:tanto el Fascismo como el Nazismo eran almismo tiempo un partido electoral, unaorganización para-militar, un movimiento demasas y un, vigoroso discurso, cuya clave debóveda se encontraba en el líder carismático,

demiurgo de la regeneración nacional. Elambiente de posguerra no resultaba, sinembargo, nada benigno para una talcombinación: las organizaciones fascistas ynacional-socialistas fueron declaradas ilegalestanto en Italia como en Alemania, y laspoblaciones quedaron agotadas por losdesastres de la guerra.. El resultado fue lafragmentación, la clandestinidad y el terrorismo,y el surgimiento de una producción ideológicarelativamente autónoma y no directamente

 vinculada con los grupúsculos y cuerposparamilitares que se reclamaban herederos delos fascismos históricos. Los teóricos delfascismo  — o al menos, su sector másflexible —  se vieron obligados a adaptarse a lasnuevas circunstancias, y tomaron una doble víaestratégica: la internacionalización y lametapolitización.

Empresas como la  Jeune Europe   de Jean Thiriart o la  Europe-Action   de Dominique Venner pueden ser interpretadas,respectivamente, como expresiones de esas dos

 vías de readaptación. Los caminos convergen,sin embargo, en las producciones teóricas de losautores del más original intento de renovacióndel ideario fascista desde 1945, el de la  Nouvelledroite  de Alain de Benoist y sus seguidores. Losmiembros del GRECE adoptan, desde elprincipio, la teoría gramsciana del podercultural en cuanto territorio en el que se des

arrollan las luchas políticas fundamentales, altiempo que tratan de superar el nacionalismoestrecho de sus orígenes en el sentido de unnacionalismo europeísta de nuevo cuño. Griffinresume este intento de revisión-superación encinco puntos fundamentales:

1. La sociedad pluralista y multicultural,propia del modelo demos liberal hegemónico,habrá de dar paso a una alianza de comunidadesetno-culturales homogéneas en el marco de un

Imperio federal europeo.2. Las formas occidentales de democracia

basadas en los derechos humanos serán

Page 19: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 19/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

19

remplazadas por democracias orgánicas en lasque se respetarán las desigualdades naturalesentre las personas.

3. El cosmopolitismo, la atomización, eldesarraigo y la anomia, dominantes en lamodernidad, serán superados por un modeloque celebré las culturas auténticas (xenofilia,culto a la diferencia).

4. La decadencia de Europa es resultado delinflujo pernicioso, no sólo de las fuerzascorrosivas universalmente reconocidas por elfascismo clásico (cosmopolitismo,secularización, individualismo, .materialismo,marxismo, etc.), sino también  — yfundamentalmente —   de la visión judeo-cristiana del mundo. La crítica de estacosmovisión está estrechamente vinculada, enel discurso de la Nueva Derecha, al rechazo delas sociedades multiculturales (términopolíticamente correcto para designar lahomologación étnica de todo el planeta) y de laglobalización, concebida como una nuevaforma de totalitarismo basada en eletnocentrismo occidental.

5. La Tercera Vía entre liberalismo ybolchevismo, que había servido para definir a

los fascismos de entre-guerras, es sustituida poruna Tercera Vía concebida en términosculturales, sociales y antropológicos, incluyendouna dimensión tercermundista ecologista, ydescrita como superación de una dicotomíaideológica trasnochada (derecha / izquierda) yfusión de los elementos saludables de la críticaanti-sistema de ambas tradiciones.

Pero, a pesar de los muchos elementosnovedosos que los trabajos de los teóricos del

GRECE puedan incluir en su crítica a lasociedad contemporánea, Griffin es tajante ensus valoraciones: «En términos informáticos, laND no ofrece un nuevo tipo de programa. Másbien ha de ser comparada con una serie deediciones nuevas o modificadas de un viejoproducto de software  (¿Wordperfect  versiones 4.1 a6.3?), cuyo propósito y diseño básico se hanmantenido reconociblemente sin cambios bajotodas las impresionantes mejoras del dispositivoy la vasta gama de nuevas funciones que hansido añadidas para ponerlo a la altura de losproductos rivales». Y ello afectaría tanto a lasformas más aparentemente alejadas del neo-

fascismo originario (el caso de Champetier y delúltimo Benoist) corno a las más explícitamenteligadas a los modos tradicionales del fascismoclásico (el  Arqueofuturismo  de Guillaume Faye ola producción ideológica de la asociación Terre etPeuple  ). Lo original de la Nueva Derecha no

estaría, pues, en su contribución al surgimientode un nuevo paradigma politice), como quisierael director de la revista Telos  Paul Piccone, sinoen proveer  — siempre según Griffin —   a laideología fascista de un nuevo pasaporteintelectual, gracias al cual ha podido operarlargo tiempo de incógnito como una formapuramente metapolítica de especulacióncultural.

Incluir a los animadores del GRECE en la

gran familia fascista no deja, sin embargo, deresultar problemático. No es, desde luego, tandudoso en el caso de Guillaume Faye y de Terreet Peuple : sus filias, intenciones y antecedentesideológicos son perfectamente identificablescomo fascistas, por más que pretendan travestirsu orientación política real con nombres tanalambicados como Arqueofuturismo oNacional-populismo?. No ocurre lo propio conlos intelectuales del Groupement . De tomar enserio las declaraciones recientes de Alain deBenoist, Champetier o de otros notables de loque hemos denominado nouvelle Nouvelle Droite  como Marco Tarchi, no sería fácil encontrar

 vestigios de los viejos mitemas del ultra-nacionalismo revolucionario del periodo deentreguerras. Es más, cuando tales autores se

 ven obligados a juzgar las ideas y acciones departidos y movimientos en los que podríareconocerse a legítimos herederos de aquellosfascismos, sus apreciaciones son siempre

negativas. Basta con pensar en la continuacampaña, ya citada en varias ocasiones, encontra de la política anti-inmigracionista del FNque Alain de Benoist lleva a cabo desde laspáginas de sus publicaciones. La táctica deconvergencia con elementos de la críticaizquierdista a la modernidad parece asimismoser honesta, a poco que uno hojee las páginasdel  Manifiesto  analizado o las de la obra deChampetier comentada. Uno estaría inclusotentado de emplazar a sus autores  — caso de

que la tan manida dicotomía siguiera teniendoalgún valor explicativo-- del lado de la izquierda

Page 20: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 20/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

20

radical, y no entre los cultivadores de la derechaextrema.

Radical-democrática, antirracista e inclusoanticapitalista, la nueva Nueva derecha parecehaber dejado muy atrás en su evolución unpasado inquietante y haberse convertido

 verdaderamente en un movimiento transversalque atraviesa  — quebrándolas —   las antiguasdivisiones político-ideológicas de lamodernidad. Sin embargo, si se estudian conalgo más de detalle los textos producidos porlos más destacados intelectuales del GRECE enlos últimos años, se descubre hasta qué puntouna consideración semejante de la ND dejapasar por alto lo fundamental de su crítica a lamodernidad y de su proyecto alternativo de

sociedad futura. En primer lugar, y como ya seha advertido en varias ocasiones a lo largo .deeste trabajo, los fascismos históricos sepercibían a sí mismos como movimientosrevolucionarios que se encontraban más allá delas dos fuerzas políticas mayores en conflicto,Liberalismo y Bolchevismo". El fascismooriginario surge de una amalgama de elementosprocedentes del sindicalismo revolucionario(influjo de Sorel), de cierta joven disidencia delmovimiento nacionalista y de algunos sectoresde las vanguardias artísticas (el Futurismo deMarinetti, en el caso italiano), y muchos de suslíderes históricos proceden de la izquierdaradical (piénsese, por ejemplo, en Doriot, en elbritánico Oswald Mosley, en el portuguésHomem Cristo Filho, o en el mismísimoMussolini); no es extraño, pues, encontrar, ensu discurso ideológico caracteres que podríandenominarse de izquierda. Por otro lado, laalternativa de la ND al metarrelato de la

modernidad declinante, basada «en el recurso aciertos-valores premodernos desde unaperspectiva resueltamente pos-moderna»,parece responder punto por punto a las notasdefinitorias del mínimo fascista propuesto porGriffin. Se diría que los más inteligentes deentre los defensores del ultra-nacionalismopalingenético populista han sido capaces deseguir transformando su discurso al ritmo de lasexigencias de los nuevos tiempos.

La idea de la modernidad (y de sus dosideologías dominantes: liberalismo y socialismo)como derivación de la cosmovisión judeo-cristiana y en cuanto interregno que está

llamado a ser superado en un futuro no muylejano por una nueva concepción plural deluniverso y el proyecto de una Europa impero-federal, culturalmente marcada por el retorno alos valores ancestrales de los antiguospobladores del continente, que acogería en su

seno a las diversas variedades étnicas delhombre europeo y se integraría en un ordeninternacional estructurado conforme a grandesespacios autónomos y etno-culturalmentehomogéneos, continúa formando el corazón delproyecto metapolítico neoderechista. Elobjetivo último de la revolución cultural delsiglo que comienza es la regeneración deEuropa. Las intenciones de Alain de Benoist yGuillaume Faye, de Pierre Vial y CharlesChampetier coinciden en lo esencial; sólo susestilos y estrategias difieren. Faye, Vial y Blothan optado por la vía política, abiertamenterevolucionaria, y reconocen sin rebozo serportadores del gen fascista de Griffin; Alain deBenoist y Champetier, por su parte, han elegidoel camino del Waldgänger jüngeriano, convertirseen la conciencia crítica de una modernidaddesfalleciente y en los heraldos de ese millar deauroras del que habla el manifiesto, desde unaperspectiva puramente metapolítica, sin

intervención directa en la realidad práctica. Lanouvelle Nouvelle droite   y los nacional-revolucionarios del FN, del MNR y de Synergies  constituyen, según Griffin, dos especies de unmismo género: el ultra-nacionalismo palingenético

 populista .

En nuestra opinión, la propuesta de Griffines cierta sólo parcialmente, pues no toma encuenta seriamente la diversificación yfragmentación del movimiento neoderechista a

las que nos hemos referido en esta sección. Tras la crisis, la Nueva derecha  — y en estecaso, sí nos referimos a la Nouvelle droite   de

 Alain de Benoist —   ocupa una cierta posiciónde irresolución teórico-política que Griffin,demasiado absorbido por sus preocupacionestaxonómicas, descuida. La ambigüedadconsciente del discurso, deudora al mismotiempo de la recomendación de Dominique

 Venner de avanzar con el rostro oculto cuandoello fuese necesario, y de una cierta actitud

crítica hacia las estrategias y modos deintervención política que, en la generaciónanterior a la del GRECE, se habían revelado

Page 21: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 21/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

21

inoperantes; la evolución oscilante de susmiembros a través de esa zona en la que sedesdibujan las fronteras entre la derecha (liberalo conservadora) y eso que ha dado en llamarsela extrema-derecha — a la que a su modo ya sehabía referido Giorgio Locchi — , verificada por

la aproximación de algunos grecistas al RPR o ala UDF y por la apropiación por los políticosconservadores de elementos de la doctrinaneodrotiére   a mediados de los años setenta,precisamente cuando éstos se encuentran en elpoder; el incesante afán por encontrarinstancias de legitimación lo más a la izquierdaposible, que, según los casos y los períodos dereferencia, se modulará' como un «ni deizquierdas ni de derechas» de clara filiaciónneofascista (Faye o Vial, por ejemplo) oadquirirá la forma de un «más allá de laizquierda y la derecha» en un intento dereconstrucción de las divisiones políticas sobrela base de nuevas elecciones de raízmetapolítica (los casos del último Alain deBenoist y de las jóvenes generaciones delGRECE o de Marco Tarchi y el entorno deDiorama Letterario ); así como la propia pluralidadde sensibilidades ideológicas dentro delmovimiento, pluralidad latente pero activa

incluso en los momentos en los que el discursoneoderechista se presentaba como más acabadoy coherente, constituyen el marco decondiciones de posibilidad de su fragmentacióna partir de mediados de los años ochenta y delas actuales derivas teórico-políticas de quienesestán o estuvieron vinculados al proyecto de laNueva derecha.

Esta ruptura de la unidad, siempre tensa,del movimiento neoderechista ha abierto una

serie de posibilidades que no en todos los casosestán clausuradas y definidas. Parece clara laposición de Le Gaou, Blot y compañía, cuyonacional-liberalismo, cocinado en el calderoideológico del Club de l'Horloge  desde la segundamitad de los años setenta, está en perfectaconsonancia con las líneas políticas básicas de laderecha nacional francesa; o la apuesta de Faye,

 Vial, Valla, Mabire y otros por formasrenovadas del viejo credo fascista. Pero en elcaso de Alain de Benoist y sus seguidores la

situación es algo más complicada, pues, encierto modo, parecen haber quedado atrapadosen la malla ideológica de la transversalidad:

aproximación a elementos de izquierda, altiempo que se oscila hacia un ciertoneoconservadurismo (Heidegger,comunitarismo, etc.). Y en estas condiciones deindefinición relativa las salidas posibles sonmúltiples:

 A) Un intelectualismo estéril (la confusiónde ideas determina la pérdida de clientela). Enesto consisten básicamente los reproches ycríticas que el GRECE recibe de sus antiguoscamaradas;

B) un dominio final de la soluciónneoconservadora, apreciable, por ejemplo, en laadopción de la temática comunitarista y enmuchos pasajes del Manifiesto de la Nueva derecha ,esa suerte de programa mínimo del últimoGRECE;

C) la adopción explícita de posiciones deizquierda (democracia de base,tercermundismo, etc.) y abandono paralelo delos últimos restos de ideología (extremo)derechista. Ésta parece ser la tendencia más

 vigorosa en el caso particular de Alain deBenoist, en cuya obra reciente podríareconocerse un intento de aproximación a laizquierda posmoderna (a-marxista, ecologista,

anti-progresista, defensora de las identidadesamenazadas, etc.). Paul Piccone, el director dela publicación neoizquierdista Telos , afirmaba enuna entrevista de finales de 1999: «Frente aotras escuelas de pensamiento, quegeneralmente han experimentado un proceso deinvolución interna, la Nueva derecha francesa

 — en particular,- Alain de Benoist —  ha tenidoel valor de confrontarse con y de aprender detodas las fuentes que ha tenido a su alcance.

Para Telos  fue una agradable sorpresa descubrirque muchas de las ideas originales de la Nuevaizquierda, rechazadas más tarde en favor depuntos de vista liberales más de moda, habíansido recogidas y desarrolladas por genteprocedente de ambientes completamentedistintos en Francia [...]. La Nueva derechafrancesa, a pesar de su nombre, ha trascendidocon éxito la división Izquierda / Derecha, que,por más que se rechace en teoría y no resulte yadefendible en la práctica, sigue vigente casi en

todas partes. Su interés por el comunitarismo, elfederalismo, la democracia directa, la identidad,la crítica del liberalismo, el pensamiento de Carl

Page 22: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 22/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

22

Schmitt, etc., se corresponden con nuestrospropios intereses en la década de los noventa».En opinión de Piccone, Alain de Benoist podríapasar incluso por el último representante de la

 New Left . Por otro lado, en el ágora virtual delGRECE es posible encontrarse con

declaraciones del siguiente cariz: «[El GRECE]ha abandonado definitivamente a su antiguopúblico [...] y está destinado a convertirse  — ami parecer —   en una de las corrientes depensamiento punteras en el nuevoanticapitalismo europeo e internacional. Eltriunfo planetario de la FORMA-CAPITALimpone un nuevo frente unido que hará saltarpor los aires y de una vez por todas las viejasfidelidades»;

D) un back to basics  neofascista que permitauna nueva convergencia con el movimientonacional francés. Es ésta una vía difícilmentepracticable, considerando lo dicho más arriba;pero hay que tener en cuenta que también haycierto sector de la militancia del GRECE queecha en falta un mayor proximidad con lasorganizaciones identitarias activas en elterritorio nacional y observa con cierta envidiael éxito provincial e internacional de viejoscompañeros como Pierre Vial y su Terre etPeuple .© Extraído de La Nueva derecha. Cuarenta años deagitación metapolítica, Centro de InvestigacionesSociológicas (CIS), 2008.

Page 23: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 23/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

23

La Nueva Derecha. ¿«Software »neofascista?

Entre los análisis que en el ámbito académico clasifican a la

Nueva derecha como una modalidad del fascismo destaca el delprofesor Roger Griffin. Éste es probablemente el intento máselaborado para zanjar la cuestión en el sentido más “conservador” yconforme a la visión de las cosas del status quo  dominante. De esteintento beben gran parte de los que tratan de acercarse al tema desdeuna perspectiva universitaria. 

RODRIGO AGULLÓ

Para Griffin, la Nueva derecha es, sinduda alguna, fascista: “la novedad de la NDreside no en proveer a las Ciencias Humanasde un nuevo paradigma para la comprensiónde la modernidad, sino en proporcionar alfascismo un nuevo pasaporte intelectual conel cual ha sido capaz de operar, en buenamedida de incógnito, como una forma deespeculación cultura puramente

metapolítica”. No obstante, Griffin conoce losuficientemente bien su objeto de estudiocomo para arriesgarse a hacer ciertasafirmaciones sin cubrirse adecuadamente lasespaldas. Así, se cuida mucho en señalar:

«La insinuación de que la visión delmundo de De Benoist en la década de 1990es muy parecida en su contenido ideológico yen su intención a la de los movimientos yregímenes fascistas de entreguerras y,empleando un criterio de culpabilidad porasociación, está por tanto vinculada a lasatrocidades cometidas por el Tercer Reich,sería académicamente insostenible,intelectualmente perverso y probablementeun auténtico libelo. Lo único que se sugiereaquí es que la ND pertenece a la mismacorriente ideológica (construida en forma detipo ideal) de la cual el nazismo es miembro,aunque éste sea más un primo lejano que unhermano de sangre. Como ilustra la profunda

distancia que separa la Italia de Mussolini dela Alemania de Hitler hasta 1936, todas lasmanifestaciones concretas del fascismo sonúnicas, y los intentos de implementar sus

 variadas políticas y visiones del mundoconducirían a realidades políticas y socialesmuy diferentes».

Para desmarcarse de cualquier “policíadel pensamiento” y dejar bien clara suambición puramente científica, Griffin señalaque “el espíritu que guía este análisis de laND es el escepticismo y pluralismometodológico, y no una caza de fascistas al

estilo de McCarthy ni un esencialismoequivocado. Es más, no se sugiere aquí que laaplicación de marcos conceptualesalternativos que separen a la ND de la órbitade los estudios fascistas estén de ningúnmodo equivocados: realmente puedenproducir importantes aportaciones acerca dela ND, situándola en un contexto totalmentedistinto. Lo que defiendo, no obstante, esque dentro del marco conceptual ofrecidoaquí resultan más comprensibles algunosdatos empíricos acerca de las filiacionesfascistas y de extrema derecha de la ND”. 

El término clave en este párrafo es“aplicación de marcos conceptualesalternativos”. En efecto, de lo que se trata, enla metodología de Griffin, es de elegir un“marco conceptual de fascismo” losuficientemente amplio como para encajardentro de él a la Nueva derecha. Y el marcoconceptual o “mínimo fascista” propuesto

por Griffin es el “ultranacionalismo populistapalingenésico”. ¿Qué quiere decir? 

Page 24: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 24/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

24

El término “palingenesia” – del griego palin  (de nuevo) y génesis (nacer)- evoca la ideade que cada ser vivo cumple un ciclo denacimiento, existencia, muerte y resurrección.Una idea que los griegos simbolizaban con el

 Ave Fénix y que, aplicada al ámbito político

(en un sentido fascista), implica la adhesión almito del renacimiento de la nación tras unperíodo de agudo declive y decadencia. Elmínimo fascista de Griffin es pues unultranacionalismo revolucionario y populista , cuyomito movilizador (en sentido soreliano) es la

 visión del renacimiento de la nación en unorden post-liberal que ponga fin a ladecadencia. Un marco conceptual que,siempre según Griffin, tiene una desventaja:“se aplica a formas antiliberales del mito delrenacimiento que son muy diferentes delfascismo o el nazismo en su diagnósticoespecífico de la historia contemporánea, yque no tienen nada que ver con lasformaciones paramilitares, los mítines demasas, el odio racial, la violencia callejera y elculto a los líderes”. 

Pero el “mínimo palingenésico” deGriffin sí que le proporciona una “doble

 ventaja” al aplicarlo al análisis de la Nueva

derecha: le permite cubrirse las espaldasfrente a previsibles objeciones o protestas delos autores néodroitiers , al tiempo que se lesendosa  – con el marchamo y parafernaliauniversitaria- el apestado estigma de  fascistas .En efecto (señala inocentemente Griffin), la“clasificación de la ND como fascista es unjuicio taxonómico, no moral”. Y añade:“dado que el fascismo es una palabraaltamente emotiva, empapada de

connotaciones nazis, usarla en relación conformas de pensamiento que songenuinamente antinazis puede generarconfusión y provocar una justa indignación.Debería por lo tanto resaltar aquí que eltérmino “fascismo” NO designa en estecapítulo ningún vínculo directo con elfascismo y el nazismo, que fueron dosmanifestaciones distintas de una raízideológica que puede asumir muchas formasdiferentes”. Y en este sentido, Griffin

benévolamente acepta “de buena fe lasprotestas de los pensadores de la ND, enespecial las del propio Alain de Benoist, que

sostienen que el pensamiento de la ND nosólo no es fascista, sino que además esantifascista, afirmación por la que yointerpreto que ellos emplean, sea conscienteo subliminalmente, un tipo ideal de fascismodiferente del aplicado aquí; un tipo ideal que

excluye el discurso puramente metapolíticocentrado en la ethnie , con un espíritu xenófiloy un contexto europeo.

Griffin constata en su análisis que la (su)idea de “nacionalismo populistapalingenésico” se impone como “nuevoconsenso” en el ámbito académico de losestudios sobre el fascismo. Hallazgocientífico éste que permite abrir fuegograneado sobre la Nueva derecha. En una

primera fase, Griffin centra su artillería sobreel primer período de la misma y sobre elitinerario de algunos de sus miembrosfundadores, los efectivamente afines a laextrema derecha. “Una vez se le aplica laprueba contundente basada en el nuevoconsenso sobre el fascismo, la  Nouvelle Droite ,el lepenismo, el autoritarismo de Vichy y elfascismo histórico se demuestranextremadamente permeables, y lametapolítica de la ND se revela como unadensa red de mistificaciones de una agendaesencialmente fascista, empeñada enreemplazar la democracia liberal por unaforma de sociedad basada en una forma deracismo”. 

Pero Griffin no limita su diagnóstico a laNueva derecha “clásica” de primera hora,sino que lo extiende a todo el período de losaños noventa y posteriores. Y en eso difiereradicalmente del juicio del politólogo Pierre-

 André Taguieff, quien en su estudio de 1994sobre la ND sitúa en el año 1988 (año defundación de la revista Krisis   por Alain deBenoist) el “punto de inflexión” que marca elabandono por el líder néodroitier   de su“compromiso metapolítico”. Y aquí elfacistólogo Griffin se desata. Al preguntarsecómo hay que considerar a los intelectualesnéodroitiers  “de la segunda época”, señala: “yosugeriría que, si no han abandonado de forma

explícita sus esperanzas palingenésicas en elnuevo orden y siguen produciendo críticasradicales contra Occidente, puede quepertenezcan a la estirpe intelectual de los

Page 25: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 25/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

25

“tibetanos interiores”. En este caso, todavíahabitan en la caverna ideológica del “espaciode extrema derecha”, en un estado dehibernación espiritual, listos para emerger tanpronto como el invierno cultural de lamodernidad capitalista se metamorfosee

finalmente en una nueva primavera y elodiado interregno liberal democrático lleguea su fin”. 

 Y fiel a su método, Griffin efectúa todoun rastreo de guiños “palingenésicos” en laproducción de la Nueva derecha francesa yeuropea. Así, cuando De Benoist habla en1994 de “luchar por la revitalización de la

 vida colectiva, comprometida con lagenerosidad, la decisión y la solidaridad”,

Griffin ve aquí una referencia palingenésicacodificada (¡). Cuando en su obra L´EmpireIntérieur   De Benoist apelaba a “retornar a laclaridad del mito”, incurría de nuevo en lesapalingenesia. Cuando en 1996 De Benoistafirmaba (en relación a una oleada de huelgasque sacudían Francia) que “un nuevo pueblodemanda ser construido”, el pensador francésse ponía nuevamente palingenésico. Comoresulta también evidente – para Griffin- que elmismo título de la revista Krisis   “debe

tomarse con todas sus connotacionespalingenésicas originales”. 

Ni que decir tiene que toda la empresacultural néodroitiére   de recuperación de losautores de la “Revolución Conservadora”alemana está también destinada a “alimentarlas fantasías y nostalgias palingenésicas”. Ylas referencias de Diorama Letterario (revistaneoderechista italiana) a autores como CarlSchmitt, Tolkien o Ezra Pound sonigualmente una muestra de “pesimismopalingenésico”. Este punto es especialmenteimportante”. Este punta es especialmenteimportante para Griffin: demostrar que laRevolución Conservadora alemana (unreferente intelectual mayor para la Nuevaderecha) era fascista. Y es que, si esto no esasí, todo el empeño del profesor britániconaufraga. Es por ello que, a la luz del “nuevoconsenso palingenésico” forjado por Griffin,

las críticas a la modernidad de Heidegger, deCarl Schmitt, de Gottfried Benn, de Spengler,de Sombart y de Jünger deben considerarsecomo fascistas, y “el reciclaje del

pensamiento de la Revolución Conservadorallevado a cabo por la Nueva derecha puedeinterpretarse como un intento deliberado demantener viva una agenda fascista depalingenesia cultural y eventualmentepol ítica”. 

En conclusión, para Griffin “siendoaplicable a la ND el nuevo consenso en tornoal “mínimo fascista” que se define entérminos de versión ultranacionalista del mitoarquetípico del renacimiento, su identidadcentral se revela como una permutaciónrevisionista y exclusivamente ideológica delneofascismo”. Y si se acepta este análisis,“los científicos sociales deberían tratar a laNueva derecha como una forma de fascismo

deliberadamente modernizada y un miembrode pleno derecho de la familia ideológica dela extrema derecha, conectada con lasmanifestaciones más convencionales delfascismo a través de una delgada pero densatelaraña de afiliaciones e influencias tantonacionales como internacionales”. 

Extensión del dominio del fascismo

Las aproximaciones que, inspirándose enGriffin y en su rastreo de elementos“palingenésicos”, engloban a la Nuevaderecha en la categoría del neofascismo sonlógicamente irreprochables si aceptamos elmarco conceptual propuesto por elpolitólogo británico. El problema es que,como el propio Griffin reconoce, el fascismosigue siendo el gran rompecabezastaxonómico para los estudiosos del siglo XX,y a pesar de todos los intentos y energíasconsagradas continúa resistiéndose a dejarse

encerrar en una comprensión tipológica oconceptual unitaria. Un rompecabezas ante elque los aditamentos científicos de launiversidad se ven impotentes, porque no seenfrentan a realidades científicas o filosóficas,sino ideológicas, y por su propia naturaleza laideología nunca es plenamente coherente.Este es un viejo debate: el de los límites delas ciencias sociales como “ciencia”. ¿Cómoes posible sistematizar, encuadrar y tabularunas realidades que dependen, en último

término, de la subjetividad, las pasiones y laimprevisibilidad de las conductas humanas?¿Es posible ponerle puertas al campo?

Page 26: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 26/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

26

Pensamos que cualquier aproximación“científica” honesta al fascismo exige, enprimer lugar, el reconocimiento de sucarácter de mera aproximación. Y como tal,condicionada – consciente o subliminalmente-por todo un juego complejo de

subjetividades, prejuicios y apriorismosideológicos. Dicho de otra forma: mejor noinsistir demasiado, en ciertos casos, sobre elrigor de la “ciencia”. 

Dicho sea todo esto para relativizar las ínfulas académicas del análisis de Griffin, quecomo su propio autor honestamente admitees compatible con otros análisis muydiferentes que no por diferentes tienen porqué resultar equivocados. Y dicho sea

también para señalar que, si bien Griffin tienetoda la razón en considerar “fascista” a laNueva derecha en base a los elementospalingenésicos dispersos en su ideario,también tienen razón los ideólogos néodroitiers  y otros estudiosos ajenos a su mundo (comoPierre-André Taguieff) en rechazar laacusación de fascismo al utilizar un marcoconceptual muy diferente. Y aquí las cienciaspolíticas no tienen nada que decir, nidisponen de ninguna herramienta científica(aparte de sus propios apriorismos yprejuicios) para justificar la alegación de quela Nueva derecha “maquilla” su carácterfascista.

En realidad, el enfoque de Griffin,aplicado a la Nueva derecha, es de trazogrueso: manejar un concepto “atrápolo-todo”( catch all concept  ) que permite fácilmente situara la Nueva derecha donde se desea: en lacaverna fascista. El problema de la definiciónde “fascismo genérico” propuesta por Griffin(“ideología política cuyo núcleo mítico entre susdistintas permutaciones radica en que es una forma

 palingenésica de ultranacionalismo populista ”) estan amplia que permitiría englobar tanto aHitler como a Fidel Castro, a Perón como aChávez, a Oswald Mosley como Pol Pot. Esdecir, se trata de una fórmula que en sumisma amplitud neutraliza su capacidad paradiscernir y para discriminar, lo que pone en

entredicho su valor heurístico y su carácterpropiamente “científico”. Y es que el“mínimo palingenésico” se le puede hacerdecir lo que uno quiera. Cualquiera de las

promesas de “regeneración moral” o de“renovación social” tan habituales en losprogramas electorales de cualquier partidopodría ser acusada de palingenésica. Ycualquier crítica o diagnóstico negativo sobreel porvenir de la sociedad occidental puede

ser tildado de “pesimismo culturalpalingenésico”. Lo que finalmente conduciríaa situar en el campo de la palingenesia a todoaquello que no sea aquiescencia bobaliconaante lo que se presenta como el mejor de losmundos posibles.

Pero el “consenso” forjado por Griffingoza (parece ser) de aceptación mayoritariaentre los estudiosos. Pensamos que ello es asíporque camina en la dirección del viento. Lo que

ocurre es que, en la época del pensamientoúnico, todo aquello que molesta es fascista. Ello esfácilmente visible en el lenguaje políticocotidiano, donde todos, unos y otros, seacusan constantemente de fascistas. Es poreso que una definición de fascismo tanamplia como la de Griffin tiene aseguradauna favorable acogida entre los funcionariosdel pensamiento: con ella se puededemonizar a todos los descontentos ymarginales del sistema, empezando por losaguafiestas de los nuevos partidos“populistas”. Se da así la paradoja de que enuna época en la que el fascismo ya norepresenta ningún peligro real, la amenazafascista se hace omnipresente, y susintrépidos denunciadores se agolpan paraocupar su lugar en el panteón superpobladode resistentes antifascistas. El término“fascismo” ha extendido su dominiosemántico, inundando áreas que hasta ahora

habían estado libres de toda sospecha.No es difícil rebatir el juicio de Griffin

sobre la aplicabilidad a la Nueva derecha delmarco conceptual “ultranacionalismopopulista palingenésico”. En primer lugar,difícilmente puede definirse a la Nuevaderecha como nacionalista, habida cuenta desu federalismo declarado y su rechazo de lospatriotismos chauvinistas (incluida la idea deuna “nación-Europa”). Pero es que además

 Alain de Benoist ha elaborado toda unacrítica filosófica del nacionalismo, que elautor néodroitier identifica con una “metafísicade la subjetividad” que en último término se

Page 27: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 27/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

27

remite al individualismo liberal. Y por otraparte cabe recordar que, si de nacionalismos(más o menos palingenésicos) se trata, éstosse manifiestan hoy en Europa especialmenteen forma de micronacionalismosindependentistas situados más bien a la

izquierda. Pero todo esto les da igual a loscazadores de fascistas.

La referencia al “populismo” es tambiénproblemática por su amplitud, dado que éstese ha convertido hoy en un saco conceptualutilizado para demonizar a todos aquellospartidos (de derecha y de izquierda) queirrumpen en el terreno acotado por lospartidos del Establishment para interferir en sureparto de cuotas de poder. Y sobre la

“palingenesia”, cabría pedir a aquél que noalbergue alguna secreta esperanza de unarevitalización de la vida colectiva, de unaregeneración moral o simplemente de un paísmejor o de un mundo mejor (es decir, a todoaquél que no sea un poco palingenésico), quetire la primera piedra.

Extremadamente discutible resultatambién la adscripción en bloque que realizaGriffin de la Revolución Conservadora

alemana al fascismo. Que un movimiento tanplural, complejo y tan cargado de matices seaasignado sin más a “una variante del fascismoalemán” revela una actitud simplificadora yun amor a los blancos y negros que contrastacon la sensibilidad intelectual que se lesupone a un profesor universitario. Y todoello en base al “denominador común” de un“núcleo mítico compartido” entre el nazismoy una constelación cultural que engloba aautores extremadamente diferentes entre sí,

desde Spengler y Jünger hasta Stefan Georgeo incluso el joven Thomas Mann. Y todo elloporque esos autores vehiculan un pesimismocultural ( Kulturpessimismus  ) de fuerte improntaen la cultura alemana, en el que Griffindetecta el virus palingenésico. Pero está claroque el nazismo no llegó de Marte. Se insertaen una historia, un país y un contextodeterminados, y por supuesto que compartíamuchos elementos con la cultura de su

entorno. Pero establecer en base a ello unsutil entramado de asociaciones directas oindirectas con las atrocidades del TercerReich llevaría en último extremo a una

culpabilización general de toda la culturaalemana (y por extensión de la europea). Algode lo que por otra parte ya se encarganabundantemente todos los profesores demoral y demás guardianes del ordenestablecido.

Imaginemos un “marco conceptualmínimo” (e igualmente pedante) paracaracterizar el “izquierdismo genérico”.Podría ser muy bien el “ progresismo catárquicoemancipador ”. Progresista , en cuanto imbuido defe en la marcha ascendente del génerohumano, conducido por un proyectoracional. Catárquico,  (de catarsis =purificación) en cuanto es necesario “purgar”el mundo de atavismos y elementos

conservadores y/o retrógrados. Y emancipador ,en cuanto propone a la humanidad un idealde “liberación”. Pues bien, en ese mínimocomún se incluye prácticamente toda laizquierda, desde los beatíficossocialdemócratas escandinavos hasta losguardianes del Gulag estalinista. No cabeduda de que unos y otros pertenecen a unamisma corriente ideológica y comparten elmismo “núcleo mítico”. Pero no por esosugerimos ninguna vinculación directa oindirecta entre, pongamos por caso, SégolèneRoya, José Luis Rodriguez Zapatero y losKhmers Rojos, porque eso seríaacadémicamente insostenible,intelectualmente perverso y probablementeun auténtico libelo. ¿Verdad?

¿Una nueva (extrema) derecha?

La higienización obsesiva delpensamiento, tan característica de nuestra

época, comporta una serie de consecuenciasnefastas: el escamoteo de los auténticosdebates, la sustitución de la realidad por lapropaganda-espectáculo, el establecimientode un nuevo código de censuras. Unasociedad en la que las ideas deben pasar porfiltros morales que aseguren la pureza de susintenciones es una sociedad donde las cazasde brujas y la satanización del disidente estána la orden del día. Un escenario deuniformización mental, una forma sutil de

neo-totalitarismo.El caso de la Nueva derecha en Francia

es un ejemplo típico sobre los métodos de

Page 28: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 28/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

28

esta “Nueva inquisición”. Las campañas dedifamación y marginalización de las que fueobjeto durante más de dos décadas corrieronparalelas a la consolidación, en la universidady en otras instituciones académicas, de unenfoque historiográfico estandarizado que la

presenta como un laboratorio de ideas (más omenos sibilino) para una extrema derecha a laque se supone en trance de resurrección entoda Europa. Algo que se corresponde con elcelo vigilante de un “antifascismo” muypresente en medios académicos,frecuentemente dominado por una extremaizquierda que encuentra en los deliriosconspiracionistas una de sus razones paraexistir.

La identificación de la  Nouvelle droite  conla extrema derecha se sostiene en dos ideasprincipales: sus orígenes históricos en elentorno de la derecha radical francesa deposguerra y la supuesta explotación dealgunos de sus argumentos por los partidosnacionalistas y xenófobos de la Europaactual.

Que el movimiento metapolítico «Nuevaderecha» vio la luz en el entorno de la

derecha radical francesa de los años sesentaes algo que no constituye ningún misterio yque sus principales impulsores siempre hanadmitido. Empezando por Alain de Benoist,que siempre ha recordado su militanciajuvenil en diversos medios de la derechanacionalista francesa, y que (más allá de lasideas y sus contenidos) lo ha hecho conpalabras de elogio para el «militantismo»como escuela de compromiso, degenerosidad y de entrega de sí. Incubada por

la larga crisis de la extrema derechaintelectual y política que arranca del fin de laSegunda Guerra Mundial, la Nueva derecha ysu pieza central, el GRECE, nacen deldesengaño de un grupo de jóvenes militantesfrente a un activismo al que ya en fechatemprana perciben como estéril, y de lainsatisfacción ante las recetas gastadas de la«vieja derecha». El nuevo movimiento«metapolítico» marca un intento, surgido en

el seno de ese ambiente ideológico, derepensarse críticamente desde la base y desuperarse a sí mismo:

Pero al efectuar un .análisis crítico sobrela Nueva derecha, la cuestión radica endecidir si el elemento de los orígenes debeconsiderarse: 1) como un dato más, relevantepero no único, a tener en cuenta dentro deun dossier más complejo, o 2) como la clave

de interpretación de todo el fenómeno. En elprimer caso, la impronta ideológica originariase sitúa en el contexto amplio de unaevolución marcada por la revisión sistemáticade los presupuestos de partida y por laapertura hacia otras tradiciones y corrientesintelectuales. En el segundo caso se imponeuna perspectiva teleológica que explica elpresente en función del pasado, y que lee enlos orígenes aquello que necesariamentedebía ocurrir. En el primer caso la crítica secentra en el análisis textual, es decir, en elanálisis de lo que los protagonistas dicen,defienden y proclaman. En el segundo casose centra en los espacios supra-textuales ocon-textuales, en los que el hermeneutacualificado «descifra» un designio que seestima oculto o tácticamente velado […] 

En el caso específico de De Benoist, para Taguieff la hipótesis de trabajo puede sermucho más simple: «cabe considerar lahipótesis de que, como hombre depensamiento, Alain de Benoist se limita aseguir su camino y a conversar con losintelectuales que él estima»:

En cuanto a los mencionados «espaciossupra-textuales» sobre los que se justifica laestigmatización de la Nueva derecha como«fascista», éstos se centran fundamentalmenteen la trayectoria de los miembros ysimpatizantes del GRECE que, a partir de los

años ochenta, abandonaron la organizaciónpara integrarse bien en el Frente Nacional,bien en otras organizaciones de corteidentitario o de extrema derecha. Según esteenfoque, las vicisitudes de estos ex-grecistascontinuaría siendo historia de la Nuevaderecha, por cuanto se aprecia un continuumideo-lógico entre su militancia inicial y lapresunta (re)formulación de viejos temasnéodroitiers  en el entorno de la derecha radical.

 Algo que vendría a poner de relieve laexistencia de una especie de «vulgataneoderechista» como territorio ideológicocomún a la extrema derecha.

Page 29: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 29/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

29

Pero aquí nos encontramos, de nuevo,con un problema de eleccionesmetodológicas: éstas pueden hacerse ad hoc  dependiendo del resultado que se esperaobtener. Si la conclusión deseada apuntahacia la extrema derecha, se amplía el campo

de estudio en la dirección adecuada. Éste esun enfoque que no nos parece sostenible,porque ni se corresponde con el discurso quela Nueva derecha ha mantenido durantedécadas ni con los hechos que jalonan sutrayectoria.

 Y es que esa trayectoria se articuló desdeun principio en torno a una organizaciónconcreta: el GRECE, y al conjunto depublicaciones e iniciativas directamente

 vinculadas a la misma. Y es un hecho que laaproximación de varios de sus antiguosanimadores al Frente Nacional y a otrasiniciativas fue precedida, en la mayoría de loscasos, de una ruptura traumática con estaorganización. Ruptura que les llevó acolocarse no sólo en una posicióndistanciada, sino de marcado antagonismocon su principal teórico, Alain de Benoist.

En el plano estricto de las ideas, es

preciso tener en cuenta que éstas, una vezlanzadas, normalmente escapan al control desus emisores. Asimilar a la Nueva derecha atodos los partidos, grupos, asociaciones oiniciativas que, en un momento u otro, hanretomado o se han reapropiado de algunos delos temas que han sido desarrollados por estacorriente a lo largo de más de cuarenta añossupone una atribución abusiva deresponsabilidades y, además, un agraviocomparativo con la indulgencia que

normalmente se muestra hacia los usosnefastos de otras ideas generalmente situadasa la izquierda.

Un ejemplo muy claro: el etnopluralismoque se deriva de la lógica comunitaria oidentitaria que está en la base de la doctrinadel GRECE. Un ámbito en el que, comoseñala Pierre-André Taguieff, la Nuevaderecha retoma el hilo de una tradiciónpolítico-filosófica de fuerte raigambre en

 Alemania (que se remonta a Leibniz y seasienta con Herder) que pone el énfasis en la«necesidad de pertenencia» de los seres

humanos. Una necesidad que no se satisfacepor la mera pertenencia a la especie humana(que no pasa de ser una identidad de tipozoológico o moral), sino que necesitainsertarse en marcos comunitarios, de«culturas» relativamente centradas en sí

mismas, que le dan un sentido a la existencia.Pero ésta es una concepción «culturalista»que inevitablemente presenta una «zonacomún» entre nacionalistas, etnicistas,antropólogos defensores del relativismocultural, comunitaristas y, por supuesto,racistas. Que el rechazo del «universalismo» yla defensa del «derecho a la diferencia»puedan ser explotados por auténticos racistaso por demagogos nacionalistas no es algodescartable. Pero entonces habría queconcluir que las ideas son condenables por laexplotación de la que potencialmente puedanser objeto, o por las con-secuenciaspeligrosas que puedan desencadenar. Nosencontraríamos así, en palabras de Taguieff,ante una «lógica de autodestrucción de lademocracia a través de la voluntad de instituiruna ortodoxia oficial, o una culturanormativa, defendida por una barrera desanciones»:

 Algo a tener muy en cuenta antescalificar a la Nueva derecha como«laboratorio de ideas» para extremismosindeseables. Añade Taguieff que «convieneinsistir sobre un proceso frecuentementeobservado en la historia de las ideas: lasrepresentaciones y los argumentos forjadospor el GRECE en los años setenta se le hanescapado progresivamente, siendoretomados, retraducidos y explotados por

movimientos políticos que rechazan loesencial de su «visión del mundo». Es precisopor tanto evitar atribuir al GRECE losavatares ideológicos y políticos de ciertoscomponentes de su discurso, y másparticularmente de su discurso de los añossetenta».

 Y es que, de generalizarse, estas prácticasculpabilizadoras no dejarían inmune aninguna de las familias ideológicas de la

modernidad. Y se proscribiría prácticamentecualquier debate: son muy escasas las ideasaparecidas durante los últimos dos siglos queno han dado lugar a algún tipo de

Page 30: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 30/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

30

manipulación o de práctica indeseable, o queno han sido retomadas para usos ajenos a la

 voluntad de sus emisores. Por no hablar delas montañas de cadáveres en las queacabaron tantas utopías humanistas de«progreso» y de «liberación». La proscripción

del debate. Ése es el meollo de la cuestión.Señalaba el profesor Roger Griffin que «losintelectuales liberales e izquierdistas deberíantal vez estar agradecidos a la Nueva derecha,que al menos les proporciona la raraoportunidad de batirse en duelosintelectualmente saludables con unmovimiento político que se toma las ideas enserio». Pero no hay nada de eso: las ideas nocuentan. Lo que cuenta es la etiqueta que secuelga de las mismas. A través de la

estigmatización de cualquier pensamientodisidente el  Establishment   académico le rin-deun gran servicio al pensamiento único. Y eltan invocado pluralismo se reduce así a unsimulacro donde los «rebeldes» estánasalariados, los «transgresores» trabajan en el

show business   y el «debate» es un talk show  mediatizado en el que en el fondo todosestán de acuerdo.

 Y hablando claro, si lo que de verdadcuenta en la vida es el provecho material decada uno: ¿a quién le interesan, al fin y alcabo, las ideas?'

© Extraído de Disidencia Perfecta. La Nueva Derecha yla batalla de las ideas,  Áltera, 2011.

 

Page 31: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 31/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

31

Plus Ça Change!   El pedigrí fascista de laNueva Derecha

Desde el momento mismo de su fundación en enero de 1968 ha

existido una considerable incertidumbre acerca de la localización de laNueva Derecha (ND) dentro del espacio político. Los eruditos estánaún divididos en torno a la cuestión de si en su momento de apogeo delas décadas de 1970 y 1980 fue legítimamente alineada con la remesa deestudiantes del extremismo de derecha en general y del fascismo enparticular.

ROGER GRIFFIN

1. El problema taxonómico planteado por la Nueva Derecha 

Usando las aportaciones extraídas de losmás recientes desarrollos en la Comprensiónacadémica del fascismo como ideología,genérica, este ensayo sostiene que, en lacúspide de su fama, la ND conservabarealmente gran parte de las bases míticas y delos planteamientos causales del fascismo,pese a las extensas alteraciones y

redecoraciones estructurales que llevó a caboen el edificio ideológico visible. Este ensayotiene en cuenta también la relevancia, de caraa una evaluación de la ND contemporánea,ahora que ha adoptado aparentemente unperfil bajo como participante activo inclusoen el debate «metapolítico», de una posturaparticular asumida conscientemente poralgunos neo-fascistas respecto a las tácticas aemplear en el clima de opinión posterior a laguerra, poco hospitalario para el fascismo. Se

sugerirá aquí que algunos representantes de laND pueden haber asumido esta postura paracanalizar la continuidad de su fidelidad haciala visión del mundo y la red de afiliaciones dela extrema derecha, habiendo empleado estaestratagema tan exitosamente que suscredenciales democráticas son en ocasionesavaladas incluso por los más astutosobservadores de la evolución de la ND.

El recién llegado a la bibliografía

académica sobre la ND pronto se encuentraante valoraciones divergentes sobre laimportancia de aquélla. Por ejemplo,  Neo- Fascismi in Europe   (1991) (titulado en su

segunda edición The Far Right in Western and Eastern Europe  ) incluye un capítulo deDouglas Johnson acerca de la «NuevaDerecha Francesa», en el cual no se aporta,un veredicto claro sobre la identidad políticaprofunda de ésta. Termina con una ambiguanota, donde comenta que la ND se habíaconvertido en los primeros años de la décadade 1990 en un «centro de confusión»  — sibien no se aclara si la confusión está en lasmentes de los ideólogos de la ND o en las de

sus críticos —   y concluye sugiriendo que surechazo a las alegaciones de «antisemitismo,negacionista y petainismo» significan que sehallaba «perdida en un marasmo deautojustificación que debilita cualquiermensaje que pretenda lanzar en el futuro».Por otro lado, cuarenta «intelectualesfranceses y europeos» se alarmaron losuficiente a raíz de la asociación de la NDcon antiguos teóricos comunistas en las

páginas de sus revistas como para publicar«Una apelación a la vigilancia» en Le Monde  el13 de julio de 1993, alegando que la NDplanteaba una seria amenaza a la democracia.Este juicio fue defendido del mismo modopor Roger-Pol Droit, quien advirtió delpeligro de la «alianza entre unos pocosmilitantes comunistas y neofascistas», o loque él llamaba «nacionalbolchevismo»,refiriéndose específicamente al intento deBenoist de «cubrirse las espaldas»

difuminando la diferencia entre izquierda y laderecha. Un año después, la Apelación fue

Page 32: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 32/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

32

reeditada como anuncio con 1.500 firmasadicionales.

Por lo que respecta a los propiosportavoces de la ND, son, como apuntaDouglas Johnson, inflexibles en su repudio:de las insinuaciones acerca de su asociacióncon la extrema derecha o el fascismo. Puedeconsiderarse típica la indignada reacción de

 Alain de Benoist contra la inclusión de untexto de su antología de ensayos Les Idées ál'Endroit   (1979) en mi libro de texto Fascism .En su carta de protesta pretende que la NDestá motivada por la necesidad de repensarlos valores contemporáneos con un espírituprofundamente antifascista, antinacionalista,antitotalitario y antirracista. Si esto fuera

 verdad, la ND representaría una innovadorafuente de crítica cultural, para la cual nohabría habido lugar en una colección deensayos sobre la derecha radical. Ciertamente,el analista político Paul Piccone estádispuesto a respaldar tal pretensión,condenando las alegaciones relativas alextremismo de la ND por considerarlas unperverso estiramiento del concepto, yafirmando que «lo que hace a la NuevaDerecha francesa especialmente interesantees que no propone meramente una extraña

 vuelta de tuerca en las posiciones, sino el finde la contraposición tradicional de laizquierda y la derecha, a favor de un nuevoparadigma político».

No obstante, el discurso de la ND como«nuevo paradigma político» no convence aMarco Revelli, uno de los mayores expertositalianos contemporáneos en movimientospolíticos. Él sostiene que la emergencia de la

Nueva Derecha europea se explicaparcialmente por el oportunismo de losintelectuales de derecha, que vieron laoportunidad de llenar el espacio ideológicocreado por el colapso de la izquierda radical,hasta entonces principal fuente de críticacoherente a la modernidad (capitalista).Según su veredicto, la ND ha sido incapaz deromper con su autoatribuido papel de formade especulación «metapolítica». En otras

palabras, ha probado su incapacidad para«inventar formas de articulación en el nivelde la política práctica, ni nacional' niinternacionalmente, ni siquiera, cuando todo

ha sido ya dicho y hecho, ha logrado produciruna cultura realmente original (los Panteonesintelectuales que veneran .están. todossituados entre el principio del siglo y losprimeros años de la década de 1930)». Deeste modo, «esta cultura de derecha está

condenada a proporcionarse un "ornamento"de modernidad, [.. 1 privada de todacapacidad para actuar como una auténticaoposición a ella».

2. Un tipo ideal de fascismo

 Aparte de su uso coloquial como términodel cual se abusa para denominar a cualquiercosa que huela a autoritarismo, el «fascismo»es un concepto notablemente problemáticocuando se intenta aplicar a fenómenospolíticos fuera de Italia. Para resolver lacuestión de la relación de la ND con elfascismo (y en caso de que ésta seademostrable, el tema de su relación con eligualmente problemático término «extremaderecha» podrá ser saludablemente dado delado), es necesario contar con un tipo idealdel fascismo. Hasta hace poco, la aguda faltade consenso que prevalecía, fuera del campomarxista, sobre cuál era la definición más útil

de este término desde el punto de vistaheurístico, hubiera convertido lospronunciamientos de cualquiera de loscomentaristas del tema en altamentecontrovertidos. Sin embargo, los últimosaños parecen haber visto la emergencia de unincipiente consenso entre cierto número deexpertos que trabajan en el campo de losestudios fascistas. A pesar de las inevitablesidiosincrasias, todos ellos convergen en lapremisa de que el enfoque más fructífero

para el estudio genérico del fascismo es aquelque lo trata como una forma deultranacionalismo revolucionario, cuyo mitornovilizador (en sentido soreliano) es la

 visión del renacimiento de la nación en unnuevo orden post-liberal que ponga fin alperiodo de agudo declive y decadencia.

Mi variante particular de esta definicióndel consenso hace hincapié en el empujepopulista de la cruzada de regeneración del

fascismo, que pretende integrar idealmente atodos los miembros «genuinos» de lacomunidad nacional dentro del proceso de

Page 33: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 33/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

33

renacimiento, con el fin de crear un «nuevohombre» (incluso cuando el movimiento estáorquestado por una pequeña elite pionera), yusa el término «palingenesia» para referirse ala imagen recurrente del rejuvenecimiento dela nación resurgiendo del viejo orden como el

 Ave Fénix, El esquivo «mínimo fascista»puede reducirse, así pues, a la fórmula«ultranacionalismo populista palingenésico».Los puntos sobresalientes de esta definición(que, debe destacarse, en tanto que «tipoideal» construido, no contiene ningúnesencialismo) son los siguientes: i) el fascismose convierte en una categoría mucho másamplia que aquellas que englobanprincipalmente las experiencias históricas delFascismo, el Nazismo y los demásmovimientos de entreguerras comúnmenteasociados con él; ii) el fascismo se identificade acuerdo con criterios exclusivamenteideológicos, y no en términos de estilo,prácticas, políticas o instituciones demovimientos o regímenes concretos; iii) eltérmino constitutivo «ultranacionalismo»abraza una extensa gama de nacionalismosantiliberales, desde aquellos focalizados en elEstado-Nación históricamente evolucionado,

hasta aquellos preocupados por lapreservación de una «etnia» particular, asícomo del amplio espectro de formas en lascuales ha sido concebida la «nación-etnia»,admitiendo las «construcciones» encarnadasen términos «meramente» históricos yculturales, así como en términos biológicos yeugenésicos; iv) no excluye formas defascismo con dimensión supranacional ointernacional: el internacionalismo fascistasurge naturalmente del hecho de que muchosideó-logos fascistas ven el renacimiento de suparticular nación-etnia como el triunfo localsobre las fuerzas de la decadencia queprevalecen internacional o inclusoglobalmente, una visión que permite lasalianzas con movimientos paralelos en otrospaíses.

Una gran ventaja del nuevo consensosobre los enfoques que consideran los rasgosexternos del Fascismo o del Fascismo-

Nazismo como base de su paradigma, es queel citado consenso permite a los estudiososrastrear el modo en que el mito central del

fascismo se perpetúa en el seno de ciertosmovimientos políticos y culturales, pese a losradicales y en ocasiones realmenteinnovadores cambios que introducen en susracionalizaciones ideológicas superficiales yen sus formas de expresión hacia el exterior.

Su mayor desventaja es que se aplica a formasantiliberales del mito del renacimiento queson muy diferentes del Fascismo o elNazismo en su diagnóstico específico de lahistoria contemporánea, y que no tienen nadaque ver con las formaciones paramilitares, losmítines de masas, el odio racial, la violenciacallejera y el culto a los líderes. Dado que«fascismo» es una palabra altamente emotiva,empapada de connotaciones nazis, usarla enrelación con formas de pensamiento que songenuinamente antinazis puede generarconfusión y provocar una justa indignación.Debería por lo tanto resaltar aquí que eltérmino «fascismo» en este capítulo Nodesigna ningún vínculo directo con elFascismo y el Nazismo, que fueron dosmanifestaciones distintas de una raízideológica que puede asumir muchas formasdiferentes.

3. La ND y la revisión de la ideologíafascista

Hacia mediados de la década de 1950comenzaba a reconocerse en algunos círculosneofascistas europeos que la derrota de laspotencias de la ideología fascistaconvencional de forma radical y no poco apoco, si es que quería sobrevivir comoalternativa creíble a la democracia liberal. Elenorme coste humano y material de laSegunda Guerra Mundial y las atrocidades

premeditadas cometidas por el Tercer Reichen una escala sin precedentes, dieron pie aque el militarismo, el patriotismo exacerbado,el racismo y las promesas de «nuevo orden»fascista adquirieran espantosas connotacionespara la opinión pública. Además, la rápidaestabilización y el crecimiento de laprosperidad de las democracias occidentalesdesplazó rápidamente el extendidosentimiento de crisis del liberalismo y de la

civilización misma gracias al cual elultranacionalismo, con sus permutacionesfascistas, había prosperado, entre las dosguerras mundiales. Un aspecto aún más

Page 34: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 34/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

34

básico surgió en algunas mentes, a raíz de laderrote, de la Italia Fascista y la AlemaniaNazi como poderes militares. Su destinocatastrófico podía ser visto como una puestaen cuestión de la primacía de la políticacomo. tal, es decir, de la premisa básica de

que los «partidos armados» como el PNF deMussolini y la NSDAP de Hitler podíaninstigar una nueva cultura nacional a travésde la toma semilegal del poder político y lacreación de un nuevo Estado: Comoresultado, algunos revisionistas fascistasbuscaron vías para reorientar sus estrategiasde cara al renacimiento nacional, más allá delas formas políticas abiertamentecarismáticas, chovinistas, paramilitares,masificadoras y centradas en el culto al líder.Esto significaba que era necesario desarrollarun discurso fascista que, aun reteniendo elmito palingenésico original, estuvieseclaramente disociado del Nazismo o elFascismo y las manifestaciones deimperialismo, xenofobia e intoleranciaorquestadas por el Estado, que aquellosregímenes habían desencadenado en Europade forma tan devastadora hasta 1945.

En Francia que, en el terreno delpublicismo, más que en el de losmovimientos, tiene una de las tradiciones deproducción cultural de extrema derecha másricas de Europa, la crisis del fascismoadquirió especiales contornos en los primerosaños de la década de 1960. El descrédito delfascismo colaboracionista en la estela de la«liberación» de Francia por los Aliados, laderrota del país en la guerra de Argelia (1954-1962), la evidente impotencia del

maurrasianismo tradicional y de la derechanacionalista de Vichy para modificar el statuquo, y la creciente sofisticación ideológica einfluencia de la, izquierda eurocomunista,indujo a algunos intelectuales fascistas aasumir la tarea de una reformulación enprofundidad. Uno de los más conocidosresultados de este proceso fue  Qu'est-ce que le

 fascisme?   (1961, de Maurice Bardéche, quecelebra la tentativa fascista de crear un nuevotipo de sociedad saludable, llevada a cabo en

 varias naciones europeas antes de la guerra, eidentifica como objetivo central, en elperíodo posterior a la guerra, la creación de

una nueva Europa liberada de la perniciosainfluencia de EE.UU. y el Imperio Soviéticode entreguerras. Otro signo de los tiemposfue el periódico  Europe-Action   (1962-1967),que se convirtió en el vehículo principal paralos intentos de Dominique Venner de

reorientar el fascismo alejándolo de susexpresiones abortivas de entreguerras., Suartículo Pour une critique positive   (1962), enalgunos aspectos un equivalente fascista del

 ¿Qué hacer?   de Lenin, constituyó unainfluyente apelación a que elultranacionalismo francés se enraizase en unmareo europeísta y se dotase de una nuevabase ideológica.

Pierre-André Taguieff ha documentado

escrupulosamente cómo la ND vio la luzoriginalmente como un intento de respondera demandas del tipo de las realizadas por

 Venner, favorables a una revisión radical dela ideología fascista. Entre 1968 y 1987 larevisión del fascismo realizada por la ND sebasó en dos premisas. La primera era laadopción de la teoría de la primacía de lahegemonía cultural sobre la política,originalmente formulada por el pensadoritaliano Antonio Gramsci, muy apropiadapara explicar a los simpatizantes marxistas elestablecimiento del Fascismo en Italia pese ala falta de circunstancias materiales objetivaspara ganar el poder. Como resultado de lapuesta en funcionamiento del «gramscismode derecha», el asalto fascista a la democracialiberal dejó de concebirse en términos degolpe paramilitar o de forja de unmovimiento populista suficientementepoderoso en el terreno electoral como para

convertirse en un caballo de Troya, con elcual penetrar en la ciudadela del poderestatal; en adelante empezó a pensarse comoun intento de conquistar los «laboratorios delpensamiento». La segunda premisa, corolariode la primera, fue la traslación de los lugarescomunes recurrentes del fascismo deentreguerras, pen-sados dentro de un«nuevo» discurso, que se concebíadeliberadamente como «metapolítico» (esdecir, un pensamiento que desdeñaba el foro

de la política de partidos y la agitaciónparamilitar). En febrero de 1969 GRECE( Groupement de Recherche et d'Etudes pour la

Page 35: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 35/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

35

Civilisation Européenne  ), el principal think-tank que respaldaba esta estrategia, hizo circular alparecer un Boletín Interno Confidencial quecontenía un párrafo que podía entendersecomo una advertencia eufemística destinada aquienes escribían en su principal órgano,

 Nouvelle Ecole , con el fin de que evitaran lasreferencias explícitas a las ideas fascistas: «esnecesario ser muy prudentes con lasconclusiones utilizadas en  Nouvelle Ecole . Esigualmente necesario ser prudentes con el

 vocabulario empleado. En particular, espreciso abandonar un vocabulariodesfasado».

Para simplificar drásticamente lacompleja transformación ideológica que

ocurrió durante las dos décadas siguientes, laND revisó los objetivos del fascismo«clásico» (de entreguerras) en cinco áreasprincipales:

1. La sociedad pluralista y multiculturalde la democracia liberal debía dar paso no. auna comunidad nacional culturalmentecoordinada, carismática: y, en el caso delNazismo, racialmente pura, coincidente ensus límites con el Estado-Nación, sino. a una

alianza de las comunidades étnica yculturalmente homogéneas ( ethnies  ) dentro delmarco de un «imperio» europeo federalista.

2. Las formas «occidentales» dedemocracia basadas (al menos en. teoría) enlos Derechos Humanos universales", laigualdad y el individualismo debían serreemplazadas no por un Estado autoritariocon un partido único, controlado por un lídercarismático, sino por la democracia de una

«comunidad orgánica» y el respeto a ladesigualdad natural.

3. El cosmopolitismo, la atomización, eldesarraigo y la anomia de la época modernadebían ser superados no a través de unacruzada xenófoba para revitalizar las fuentesde la auténtica cultura nacional y retornar a laedad de la grandeza nacional, que se suponíaexistía, antes del proceso de declive nacionalen curso, sino a través de la celebración detodas las culturas auténticas, con un ánimopretendidamente xenófilo y «diferencialista»,esto es, no basado en el culto a lasuperioridad sino en el culto a la diferencial.

4. La obsesión específicamente nazi conla decadencia de la raza aria provocada porlos judíos, ya sea a través del humanismojudeocristianismo o del bolchevismo cultural,daba paso a la idea de que la extremadamente

 variada cultura indoeuropea estaba cualquier

cosa menos perdida. La decadencia de laauténtica «europeidad» sería presentada cornoel resultado de la perniciosa influencia, nosólo de las fuerzas decadentes universalmentereconocidas por el fascismo «clásico»(cosmopolitismo, secularización,individualismo, materialismo, marxismo),sino también por la cultura judeocristiana.Esta supuesta fuente de declive europeo, quedemuestra la fuerte influencia delpensamiento nietszcheano sobre la ND,había sido atacada sólo por las formas másabiertamente paganas del fascismo «clásico»,si bien el impacto corruptor del espíritu judíoen la sociedad occidental ha sido, porsupuesto, una parte integrante del credo detodas las formas fascistas de antisemitismo.

La decadencia seria asimismo atribuible ados fuerzas igualmente prominentes en elperíodo de posguerra: en primer lugar, elmulticulturalismo y la multietnicidad,percibidas como perjudiciales para lasidentidades culturales y étnicas originalmentehomogéneas; y en segundo lugar, laglobalización económica y cultural, concebidacomo una nueva forma de totalitarismobasada en el etnocentrismo occidental. Deeste modo, la democracia liberal y elcapitalismo, que en el período de entre-guerras fueron considerados decadentesdebido a la crisis abierta que estaban

atravesando, podrían presentarse comodecadentes precisamente por su éxitoaparente, es decir, por la estabilidad y lahegemonía que han alcanzado.

5. La Tercera Vía entre el liberalismo y elbolchevismo, que en el período deentreguerras fue imaginada como un nuevoorden político, económico, militarista yultranacionalista, sería reemplazada por una

 Tercera Vía concebida en términos

fundamentalmente culturales, sociales yantropológicos; una Tercera Vía queabarcaría la dimensión ecológica y el TercerMundo, y fijaría una nueva atención en el fin

Page 36: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 36/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

36

de la dicotomía izquierda/derecha a través dela fusión de los elementos «saludables»presentes en el criticismo antisistema deambas. Esta estrategia se ha vueltoparticularmente atractiva como forma deampliar el apoyo para la ND a partir del

colapso del Imperio Soviético y la crisis que,como resultado del mismo, ha afectado a lacredibilidad de la izquierda radical en tantoque fuente de alternativas plausibles al statuquo.

Gracias a la singularmente prolíficaactividad académica y publicística de sus másdestacados ideólogos, en particular .delpropio Alain de Benoist, quien en 1993sostenía haber escrito veinticinco libros y

más de cinco mil artículos, a finales de ladécada de 1980 la ND podía dar fe de quehabía llevado a cabo el no despreciable logrode «maquillar» el discurso fascista clásico tansatisfactoriamente que, al menossuperficialmente, resultaba irreconocible.Realmente, muchos intelectuales tanto delcentro como de la izquierda parecen haberquedado profundamente despistados. Para elestrecho y chovinista ultranacionalismo, laprimacía de la política, el (para)militarismo, elpopulismo de movilización de masas tanfamiliares para el fascismo de entreguerras,así como el racismo biológico en sumanifestación más virulenta (el Nazismo),han sido sustituidos por el proyecto decreación de una Europa federalista construidaa partir de las ethnies   «orgánicamente»democráticas. La exposición de esta visiónhacía hincapié en la prioridad de la cultura,con un intelectualismo y un elitismo muy

alejado de la realidad de violencia callejera,política partidista oportunista y liturgia demasas características del Fascismo en elperíodo de entreguerras, cuando éste operabacomo una religión cívica empeñada en uncombate mortal con el liberalismo y elcomunismo, que luchaba con armas no sóloteóricas y verbales, sino a base de alambre deespino y explosivos.

No obstante, la mentalidad básica de los

ideólogos de la ND en el período 1970-1990continuó siendo palingenésica yultranacionalista, y por lo tanto, al menos entérminos de nuestro tipo ideal, fascista. El

significado subyacente de sus escritos era elempuje nivelador, «reduccionista», erosivo delas diferencias y «etnocida» de la modernidad,y la necesidad de cerrar el actual ciclo dedecadencia histórica, con el fin de inauguraruna nueva era. Su extravagante despliegue de

erudición (tan típico de los autodidactas,libres de los raíles del rigor académicoprofesional) no estaba equipado paraincrementar la comprensión pasiva delmundo, sino para cambiarlo. Su fuerzamotora era una cosmogonía compleja,altamente sincrética, estructurada entorno a la

 visión de la decadencia presente y la futuraregeneración de una Europa concebida comohogar común de las distintas etnias.

Si las palabras precedentes no resultansuficientemente convincentes, y huelen areacción exagerada e histérica frente a un«nuevo paradigma» desafiante y políticamenteinocente, invito al lector a reflexionar acercade las consecuencias prácticas delpensamiento de la ND una vez que el prefijo«meta» es extirpado de su metapolítica (nomuchos ideólogos de la ND hubieran soñadocon hacer tal cosa, y ensuciarse así las manoso la conciencia con la responsabilidad poracciones inspiradas en la «pura»especulación). Cualquier intento de llevar a lapráctica la utopía de una federación europeade «ethnies » culturalmente homogéneas,basada en la democracia orgánica, enraizadaen una cosmología «pre-judeocristiana» yliberada de los corrosivos efectos delmulticulturalismo y la globalización,implicaría en la práctica una ingeniería socialllevada a cabo por un (super)Estado

autocrático, generador de políticas dehomogeneización y exclusión cultural yétnica. Estas políticas, incluso siendodiferentes en su base lógica del genocidiocometido por los nazis y de la «limpiezaétnicas llevada a cabo en la ex Yugoslavia seimplantarían deliberadamente para revertirlosefectos de muchas décadas de pluralismoliberal, multiculturalismo, multietnicidad,secularización e individualismo. La voluntadde restituir la «diferencia», la '«identidad» y el

sentido pagano de lo sagrado, sobre la basede una pretendida xenofilia, inevitablementetransformaría el nacionalismo en

Page 37: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 37/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

37

ultranacionalismo, e introduciría medidas decontrol social y adoctrinamiento ideológicodifíciles de distinguir en sus efectos deaquellas que fueron adoptadas por vadosEstados durante el siglo XX, sobre la base deuna xenofobia organizada. Por enésima vez

en la modernidad, el intento de implementaruna utopía hubiera producido una anti-utopía. Es más, hubiera sido una utopíabasada en los valores de la derecha radical,independientemente de cuántos elementos«de izquierda» hayan sido incorporados a ella.

4. La apropiación de la «RevoluciónConservadora» por la ND como forma derevisionismo fascista

En la racionalización de su esquemapalingenésico de la historia, los pensadoresde la Nueva Derecha (ND) no sólo hanevitado escrupulosamente relacionarse con la

 vulgar esfera de la política práctica, sino quehan evitado también hacer uso de autoresasociados demasiado directamente con losmovimientos totalitarios de entreguerras. Enlugar de eso, buscan legitimación para su jihad  intelectual contra las asunciones hegemónicasde la modernidad a partir de dos fuentes

principales. Una de ellas es la proporcionadapor los arsenales de las Ciencias Humanasque son asaltadas con un espíritu derampante eclecticismo, cualquiera que sea ladisciplina o ideología concreta querepresenten (por ejemplo, biología,antropología, psicología, economía, filosofía;marxismo, situacionismo, decisionismo,tradicionalismo), con el fin de invocar laautoridad de los ideólogos y pensadores decualquier procedencia (por ejemplo,

Nietzsche, Koestler, Gramsci, Lorenz, Evola)susceptible de ser alineada en la vanguardiade la “guerra cultural” contra el igualitarismoy el reduccionismo. El ejemplo clásico de esteeclecticismo es Vu de Droite   de Alain deBenoist. Uno de estos arsenales es tan centralpara el pensamiento de la ND que puedeconsiderarse una fuente de autoridad en todaregla, se trata de la llamada RevoluciónConservadora (RC). Éste es el nombre

colectivo usado por Armin Mohler en el librodel mismo título, para abarcar el formidablearraigo tanto de los artistas alemanes, comode los intelectuales alemanes que alimentaron

proyectos para la renovación cultural de Alemania con un ánimo de profundoantagonismo respecto a los principios liberaldemocráticos de la República de Weimar.

Dado que la RC fue un fenómenopuramente literario e intelectual, construido apartir de figuras altamente idiosincráticas queen la mayor parte de los casos rechazaban laasociación directa con movimientos políticos

 – y mucho más con la afiliación al NSDAP-,sólo considerarán a la RC un fenómenoputativo del fascismo aquellas definicionesdel fascismo que son fundamentalmenteideológicas y se centran en losdenominadores comunes del núcleo míticocompartido, subyacente en visiones del

mundo muy diversas.Es Armin Mohler, sin embargo, quien

proporciona la evidencia más convincentepara la clasificación de la RC como unapermutación del “ultranacionalismopalingenésico”, y por lo tanto de lo quehemos definido de manera “ideal-típica”como fascismo. En una larga introducción asu “Manual” sobre la RC, que constituye unaexhaustiva bibliografía comentada de los

escritores alemanes centrados en este tema,dedica una sección completa a establecer losmotivos centrales del pensamiento de la RC.Según su propio análisis, aquél gira en tornoal final de un ciclo en un Umschlag  (metamorfosis repentina) y un renacimientoque concluirá finalmente el “interregno” en elcual ha decaído la historia desde el final delSegundo Reich. En cuanto a la centralidaddel ultranacionalismo, el propio Mohlercaracteriza a los escritores de la RC como los“trostkistas de la revolución alemana”, queanhelaban poner fin a la República de

 Weimar no resucitando el II Reich de laépoca guillermina, sino avanzando hacia unnebulosamente concebido (pero no nazi) IIIReich. Es más, las biografías de muchosdestacados representantes de la RC, enparticular Martin Heidegger, Gottfried Benny Carl Schmitt, revelan que están preparadospara servir el régimen nazi, aunque sólo sea

temporalmente, mientras que de los trabajosde otros (Sombart, Jünger, Spengler) seapropiaron los nazis para sus propiospropósitos, tan compatibles resultaban sus

Page 38: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 38/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

38

críticas de varios aspectos del liberalismo conel ethos nazi.

Lo que sugiere este análisis es que elreciclaje constante del pensamiento de la RCllevado a cabo por la ND puede interpretarsecomo un intento deliberado de mantener vivauna agenda fascista de palingenesia cultura yeventualmente política, de un modo quesupere convincentemente las manifestacionesnazis, profundamente desacreditadas, y seconfine estrictamente en el ámbito de la“metapolítica”. De este modo, losacontecimientos actuales quedan relegadoscomo epifenómenos de los procesosestructurales “reales” y de las fuerzassubyacentes que parecen conformar la

historia contemporánea. Aquéllos sondescritos con el ánimo teleológico de Hegel ySpengler, que habían mostrado su urgenciapor discernir el gran designio de la historiaantes de la era del escepticismo metodológicopopperiano y de la deconstrucción derridianade las “grandes narrativas”. En lo que serefiere al impulso necesario para alterar elcurso de la historia a través del poder de lasideas, sin embargo, la ND está más próxima aMarx y Nietzsche. Su criticismo culturalcompulsivo y su análisis metapolítico esllevado adelante con un ánimo “gramsciano”,con el fin de realizar una transmutación delos valores en la esfera cultural y así prepararel terreno para un eventual Umschlag  político.

Esto señalará el fin del “interregno”constituido por la democracia y el capitalismoen sus formas contemporáneas, y regenerarálas sociedades europeas revitalizando loselementos “saludables” indoeuropeos, aún

preservados en su herencia cultural. Pese aque los contenidos específicos de esta visióny las tácticas para llevarla a la práctica sonbastante diferentes, existe una afinidadestructural con la insistencia en que losinfortunios de Alemania desde 1918 sedebieron a las fuerzas de la “decadencia”, yen que su renacimiento social y políticodependía de la reactivación de los saludableselementos “indoeuropeos” que habían

permanecido en el Volkskörper   (o cuerpo delpueblo).

El respeto casi hagiográfico de la NDpor las figuras principales de la RC, unido asu focalización en la “hegemonía cultural”,puede verse como parte de una estrategiarevisionista muy refinada paradescontextualizar históricamente el fascismo,

y de este modo expurgarlo de todas susconnotaciones indigestas, dejando intacta su

 verdadera misión histórica fundamental:reemplazar la decadencia de la democracialiberal por un “nuevo orden”, en el cual lasidentidades nacionales y étnicas se vean másintensificadas que diluidas, y las diferenciasentre los pueblos sean más ensalzadas quelimadas. La animosidad que los escritores dela RC sentían hacia la República de Weimar,que les convirtió en protagonistas culturalesdel movimiento “Los-von- Weimar”(Abandonemos Weimar), fue redirigida por laND contemporánea contra la mundializacióno “paradigma único” en su conjunto. 

El “Tercer Imperio” puede haberseconvertido en un proyecto más europeo quenacional. El anhelado renacimiento puedefocalizarse ahora en las ethnies  más que en lasnaciones. El cronograma para la consecuciónde la meta puede haberse ampliadoindefinidamente, ahora que la crisis deOccidente sólo es perceptible para un élite“consciente”. A través de la prolíficaproducción publicista de sus portavoces, laND se proponía ganar el control sobre lasfuerzas de la producción cultural, y de estemodo provocar un renacimiento europeo queharía añicos el monstruo totalitario y etnocidaque la globalización representa para ella.

5. Corroborando la evidencia de las

credenciales fascistas de la NDHay más evidencias de la afinidad

estructural entre la ND y el fascismo en elmodo en que muchos de sus temas centraleshan sido-objeto de apropiación por laextrema derecha en Francia, Italia, Alemania,Gran Bretaña y Rusia. Sólo por dar unejemplo, Christian Boucher, miembro deldirectorio nacional de la formación francesaRésistance, tercerposicionista (y claramente

neofascista) y “nacionalista-revolucionaria”,afirmó en una entrevista con un miembro dela Facción Revolucionaria Nacional  de Inglaterra

Page 39: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 39/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

39

que sus principales influencias ideológicaseran Strasser, Jünger, Bombacci, Evola (ungran ideólogo de la república de Saló), Jean

 Thiriart (líder del grupo fascista  Jeune Europe  de la década de 1960) y Alain de Benoist. Nodebería olvidarse que Benoist ha «repudiado»

públicamente al Frente Nacional  de Jean MarieLe Pon" y al movimiento «eurasiático» Den ,de Alexander Dugin. También sostiene en sucorrespondencia conmigo que ha roto todoslos contactos con su prosélito alemán PierreKrebs, fundador del Thule-Seminar . Noobstante, el hecho de que las ideas de la NDen general y los escritos de Benoist enparticular continúen siendo citados por lastres organizaciones sugiere, como mínimo,una convergencia entre el ataque de la ND alos valores hegemónicos occidentales yciertos esquemas demostrablemente fascistas,favorables a un nuevo orden postliberal.Estamos ahora en disposición de volver a losasuntos planteados al inicio de este capítulo,al respecto de la posición de la ND en elespacio político. Una vez se le aplica laprueba contundente basada en el nuevoconsenso sobre el fascismo, la  Nouvelle Droite  de las décadas de 1970 y 1980 demuestra

haber sido una forma altamente sofisticada yprolífica de revisionismo neofascista. Estabaempeñada en fijar la hegemonía cultural deun diagnóstico concreto sobre las realidadesde finales del siglo xx, cuya estructuraprofunda era el núcleo palingenésico míticoultranacionalista, común a todos losfascismos. Incluso si la racionalizaciónsuperficial de este mito estaba fuertementeinfluida por ideas originalmente pro-puestaspor los fascistas alemanes para analizar lacrisis. de la República de Weitriar, la NDclásica contenía elementos muy innovadores,comparada con el fascismo de entreguerras ysus nostálgicas variantes miméticas de la eraposterior, a la guerra: primero, su insistencianeogramsciana en la primacía de la culturasobre la política, qué la separó de la esfera deacción política abierta; segundo, sufocalización en la ethnie   constituidaculturalmente dentro de una Europa

federalista, más que en el Estado-Nacióncomo unidad básica de la comunidadhomogénea que debe ser rejuvenecida;tercero, su celebración dela diferencia con

ánimo pretendidamente «xenófilo», Comobase del rechazo a la mezcla racial y cultural;cuarto, su disposición a usar formas depensamiento originadas tanto en la izquierdacorno en la derecha, con un desenfrenado.eclecticismo; quinto, su intensa implicación

en asuntos que durante el período clásico delfascismo eran configurados de formadiferente (por ejemplo, la modernización, lacultura, la democracia) o desempeñaron unpapel menor, si es que desempeñaron alguno,en el imaginario de la extrema derecha(globalización, ecología, Derechos Humanos,Estados Unidos, multiculturalismo, Europa,el Tercer Mundo).

Pese a estos elementos de genuina

renovación, y al hecho de que desde sumisma formación a finales de la década de1960 la ND se ha encontrado en unconstante proceso de evolución ydiversificación", no ha ofrecido ningúnparadigma nuevo, como señala Piccone.

 Tampoco fue en principio un producto de lacrisis de la izquierda como deduce Revelli,sino más bien el producto de la aguda crisisde credibilidad que el fascismo afrontabacomo ideología extrasistémica viable en elperíodo de posguerra, y del esfuerzoconcertado para la transformación de laestrategia y el discurso del fascismo, con elfin de mantener vivo su proyectopalingenésico. En términos de la IT, la NDno ofreció ningún tipo de programa nuevo.Más bien hay que compararlo con lasediciones nuevas o modificadas de losproductos de software desfasados (¿serianalgo parecido a lo que supone el WordPerfect

6,3 respecto al 4.1?), cuyos diseños ypropósitos básicos permanecían reconociblese invariables, por debajo de todas lasimpresionantes mejoras del interface o laamplia colección de funciones nuevas quehan sido añadidas para poner el producto alnivel de los productos rivales. En el puntomás alto de su influencia, la ND fue por lotanto un ejemplo clásico del adagio « plus çachango, plus c'est la méme chose ». No sólo retuvoen su cosmología el núcleo mítico de todas

.las ideologías fascistas de entreguerras, sinoque llamaba a la recuperación de los valoresprimordiales precristianos como premisa de

Page 40: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 40/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

40

la renovación cultural, e insistía en larelevancia de comprender la presencia de lasideas expuestas sesenta años atrás en uncontexto completamente diferente. De formabastante curiosa, este juicio tiene que ver conun comentario hecho por Giorgio Locchi en

su obra L'essenza del fascismo  (1981), queestablecía su propia estrategia para mantener

 vivo el fascismo ideológico en el clima hostildel período de posguerra. Afirmaba que «la

 Nouvelle Droite  es en realidad bastante antigua,la repetición de un "momento histórico' queha sido totalmente superado». En resumen,mientras que la ND ha descartadoexitosamente la «fraseología desfasada» delfascismo, no sólo ha retenido celosamente laestructura básica .de sus sueños y actitudes,sino también algunos de sus análisisculturales originales.

Incluso la (con)fusión de izquierda yderecha; que impresionó tanto a Paul Picconecomo para considerar que ese rasgo era elsíntoma, de un nuevo paradigma, cuenta conprecedentes históricos bien documentados enla trayectoria de la extrema derecha francesa.En el cambio de siglo, algunos intelectualesfranceses de izquierdas se volvieron hacia la

 Action Française , convirtiéndose' en parte de loque Sternhell llama «derecha revolucionaria»(Sternhell .ha sido naturalmente el teórico delfascismo favorito desde la publicación de suobra Ni droite, ni gauche  ). El resultado fue unanueva síntesis de la izquierda y la derecha enclave de extrema derecha, una forma denacional socialismo que encontró su másclara expresión en el Cercle Proudhon , uno decuyos miembros, Georges Valois, llegó a

fundar Le Faisceau  en 1925. La novedad de laND reside no en proveer a las CienciasHumanas un nuevo paradigma para lacomprensión de la modernidad, sino enproporcionar al fascismo un nuevo pasaporteintelectual con el cual ha sido capaz deoperar, en buena medida de incógnito, comouna forma de especulación culturalpuramente metapolítica. En ocasiones, sinembargo, las máscaras caen y los vínculos se

 vuelven transparentes. Un caso sobresaliente

al respecto es el itinerario ideológico dePierre Vial, profesor de historia en laUniversidad de Lyon uno de los fundadores

de GRECE, y uno de los más prominentesabogados del «gramscismo de derechas» de laND. En 1988 se unió al Frente Nacional  y llegóa ser miembro de su comité central en 1990 yde su buró político en 1994, En 1995 creóTerre et Peuple , y en uno de sus boletines

señaló la necesidad de prepararse «mental,psicológica y físicamente» para la «guerraétnica» que se estaba aproximando, unaguerra que sería total. En marzo de 1996escribió, en un artículo del periódico del FN

 National Hebdo, que aquellos que habían sidocolaboracionistas durante la guerrasimplemente habían estado rechazando«servir a los anglosajones o a los soviéticos».Más recientemente ha enfatizado una vezmás que «es necesario, indispensable,establecer un vínculo permanente entre laguerra cultural y la lucha política. Para ellosería absurdo pretender que somos capacesde tomar el poder sin habernos asegurado elpoder cultural». En otro artículo de  NationalHebdo  publicado en abril de 1998, Vialbendecía la creación de Cinecittá   porMussolini, como evidencia de que «elFascismo fue capaz de integrar losperceptivos análisis de Antonio Gramsci,

quien atribuye a la lucha cultural un papeldecisivo en la conquista y ejercicio delpoder». En un caso como éste, lasmembranas que separan a la Nouvelle Droite , ellepenismo, el autoritarismo de Vichy y elfascismo histórico se demuestranextremadamente permeables, y lametapolítica de la ND se revela como unadensa red de mistificaciones de una: agendaesencialmente fascista, empeñada enreemplazarla democracia liberal por unasociedad basada en una forma de racismoque podría denominarse «eugenesia cultural»,aunque de la variedad «diferencialista».

6. La necesidad de precaución a lahora de juzgar a la ND

Independientemente de lo satisfactorioque pueda resultar tener un veredictoinequívoco acerca del pedigrí intelectual de laND para aquellos que gustan de las

respuestas simples, es preciso tener presentesuna serie de reservas. Estos escrúpulos sonprecisos en interés del rigor académico y de lapreocupación humanística por la verdad,

Page 41: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 41/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

41

especialmente porque, como hemos visto, elcelo antifascista de algunos intelectuales lesha conducido a exigir el destierro de la NDde la arena del debate público, con unespíritu que huele en sí mismo a profundoantiliberalismo, como si el gramscismo de

derechas pudiera combatirse conmaccarthysmo de izquierdas. Es más, resultaespecialmente inteligente evitar los juiciosreduccionistas y las argumentacionessimplistas en el contexto de la extremaderecha francesa, puesto que la sugerenciahecha en un estudio sobre ella (que no hacíaconcesiones al populismo o a la

 vulgarización) acerca de que los escritos decierto ideólogo exhibían pautas depensamiento fascistas condujeron en unaocasión a una exitosa querella por libelo.

En primer lugar, deberían señalarse quela clasificación de la ND como fascista es unjuicio taxonómico, no moral, La aplicación deotros tipos ideales de fascismo llevaría aextraer conclusiones diferentes, y el tipo idealusado aquí, aunque es parte de un nuevoconsenso, seguiría siendo rechazado pormuchos expertos en estudios fascistas. Asípues, acepto de buena fe las protestas de lospensadores de la ND, en especial las delpropio Alain de Benoist, que sostienen que elpensamiento de la ND no sólo no es fascista,sino que además es antifascista, afirmaciónpor la que yo interpreto que ellos emplean,sean consciente o subliminalmente, un tipoideal del fascismo diferente del aplicado aquí;un tipo ideal que excluye el discursopuramente metapolítico centrado en la ethnie ,con un espíritu xenófilo y un contexto

europeo.En segundo lugar, incluso si el tipo ideal

aplicado aquí y la conclusión a la queconduce al respecto de la ND son aceptadoscomo útiles desde el punto de vistaheurístico, esto no .significa de ningún modoque exista algún vínculo directo entre la NDy el Nazismo u otras formas de fascismo

 virulentamente destructivo, sobre la base defantasías eugenésicas y odios sistematizados.

De hecho, la insinuación de que la visión delmundo de Benoist en la década de 1990 esmuy parecida en su contenido ideológico y ensu intención a la de los movimientos y

regímenes fascistas de entreguerras y,empleando un criterio de culpabilidad porasociación, está por lo tanto vinculada a lasatrocidades cometidas por el Tercer Reich,seria académicamente insostenible,intelectualmente perverso y probable-mente

un auténtico libelo. Lo único que se sugiereaquí es que la ND pertenece a la mismacorriente ideológica (construida en forma detipo ideal) de la cual el Nazismo es miembro,aunque éste sea más un primo lejano que unhermano de sangre. Como ilustra la profundadistancia que separa a la Italia de Mussolinide la Alemania de Hitler hasta 1936, todas lasmanifestaciones concretas del fascismo sonúnicas, y los intentos de implementar sus

 variadas políticas y visiones del mundoconducirían a realidades políticas y socialesmuy diferentes.

 Tercero, es extremadamente difícilrealizar afirmaciones categóricas Sobre laideología de la ND, más allá de lasgeneralizaciones sobre sus temas recurrentes,puesto que no sólo ha llevado a cabo unconcienzudo proceso de evolución alejándosedel eurofascismo filonazi que constituyó supunto de partida, sino que además, ha sidoconstruida por decenas de intelectuales quetienen sus propios valores, especialidades eidiosincrasia, y son capaces de cambiar Susposiciones radicalmente en el tiempo, paraabrazar nuevos puntos, de vista o centrarseen temas nuevos. Es más, cuando sus ideasechan raíces en círculos intelectualesextranjeros, éstas adquieren nuevasconnotaciones y elaboraciones, debido aldiferente contexto cultural al cual son

aplicadas.Para terminar, la producción cultural de

algunos de los más importantes ideólogos dela ND en la década de 1990, incluyendo aBenoist y al intelectual italiano Marco Tarchi,sugerirían que ya no se ven a sí mismos comolos samuráis del combate metapolítico. Enlugar de eso, parecen haber sucumbido a unaespecie de criticismo radical del presente, noofreciendo ninguna perspectiva de alternativa

realista. De hecho Taguieff, la mayorautoridad en la Nueva Derecha francesa,afirma categóricamente que con la creaciónde su revista Krisis en 1988, Alain de Benoist

Page 42: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 42/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

42

dejó completamente la arena política: «Alainde Benoist y su revista Krisis  ya no pertenecenal espacio de la extrema derecha». Si esteanálisis es correcto, entonces algunos de losmás sofisticados pensadores de la ND hanadoptado ahora una postura de pesimismo

cultural que deja fuera a la remesa deestudiosos de la política de extrema derecha,y mucho más a los del fascismo. En ese caso,aquéllos habrían dejado de ser parte de una«Nueva Derecha» como tal, y de factoaparecerían como críticos culturales«liberales» desafectos, al estilo de NoamChomsky y Gore Vidal, que critican lasdeficiencias y contradicciones del liberalismorealmente existente sin sugerir una alternativa(más allá de aquella que consiste en prescribirque la democracia liberal sea genuinamenteliberal, democrática y humanista).

No obstante, existe otra posibilidad quees interesante explorar brevemente, y queconsiste en el hecho de que la nueva posición.de estos ideólogos, aparentemente apolítica,es en realidad afín a la del Ernst Jünger deposguerra. Jünger, una de las mayoresestrellas en el firmamento de la ND,abandonó el Nazismo a mediados de ladécada de 1930, y a partir de entonces cultivóun criticismo cultural metapolítico. De estemodo, aunque escribió una novela alegóricaatacando al Tercer Reich, nunca renunció a la

 visión fascista del mundo expresada contanta fuerza en El Trabajador (1932), nidenunció la celebración de sus trabajos porparte .de un pensador abiertamente fascistacomo Julius Evola.

7. La ambigüedad del «pesimismo

cultural» y la posible persistencia de laactitud fascista de la ND

En este punto se hace importantedistinguir entre dos formas de pesimismocultural. El primero es un sentimiento debancarrota moral y desmoronamientoestructural de la presente fase de la historia,hundida en un pantano del que no hay salidani salvación, Tal convicción conduciríalógicamente al nihilismo, la resignación, la

impotencia, el cinismo y la inercia, al menosen lo que se refiere a la política. De hecho, unzoon   politikon   que cayera en la tentación del

pesimismo cultural abandonaría lógicamenteel fantasma del agitador y del comentarista, yse dedicaría en su lugar a las memorias, elsolaz de la poesía o los placeres de unaexistencia estrictamente privada.

Sin embargo, entre los animales políticoses mucho más común lo que podría llamarse«pesimismo palingenésico», una convicciónde que el caos y la decadencia actualesdeberán dar paso antes o después a unatransformación radical de la sociedad dentrode una nueva era, y que vale la pena creerinternamente en un sistema de valoresalternativo, incluso si dentro del actual estadode cosas puede parecer utópico, herético odirectamente loco. Éste es el «pesimismo» de

los nihilistas rusos, de Nietzsche, de loscríticos culturales alemanes Lagarde,Langbehn y Moeller van den Bruck  — estudiados por Fritz Stern en su obra ThePolitics of Cultural Despair  — , así como del

 Jünger de posguerra. Significativamente,Mohler trata a Moeller como uno de losideólogos claves de la RevoluciónConservadora, siendo su desesperación sobrela República de Weimar el corolario de su feen la última posibilidad de una«Wiederanknüpfung nach vorsvárts »; una«reconexión hacia adelante» con los valoreseternos que producirían una nueva Alemania,un «Tercer Reich». La clásica encarnación delpesimismo cultural de naturalezapalingenésica fue Spengler, quien, pese a serfamoso por su intuición de la inexorabledecadencia de Occidente, en realidad dejóespacio en su esquema cíclico de la historiapara una coda de «cesarismo» autoritario

alemán, que abolirla la época delmaterialismo y revitalizaría la civilización. Enel curso de la década de 1920 continuódesarrollando este tema en un diagnósticoplenamente desarrollado de las lacras de

 Weimar sin sucumbir jamás a las tentacionesdel Nazismo.

Como ya hemos visto, uno de losconvencimientos básicos para el diagnósticode Mohler sobre la historia contemporánea

tal como está expuesta en The ConservativeRevolution in Germany , consiste en que lamodernidad en su forma hegemónicapredominante constituye un «interregno», un

Page 43: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 43/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

43

período de disfunción, decadencia y amnesiacolectiva respecto a los valores «genuinos»,tan totales cuando son juzgados por lasnormas de una sociedad «orgánica» que nopuede haber perspectivas de que un procesode transformación saludable emerja desde el

interior del sistema. Aquellos queintuitivamente «recuerdan» sus raíces y los

 valores espirituales más altos implícitos eneste recuerdo, no tienen más remedio queconvertirse en «nihilistas alemanes», lo cualsignifica, rechazar radicalmente el presente,con un espíritu de «creación destructiva»,confiados en el conocimiento de que unrenacimiento y un nuevo orden esperan alotro lado de la inevitable desintegración deuna Civilización que adora los falsos ídolosde la igualdad, el individualismo y elmaterialismo.

Si bien la filosofía de la historia de JuliusEvola es cíclica e idealista, más bien queesférica y nominalista, su diagnóstico deldilema de aquellos que pertenecen a lainvisible comunidad de los iluminados en estaera de oscuridad es esencialmente la misma.Desde 1945 «el hombre» ha estado viviendo«entre las ruinas» del kali yuga . De acuerdocon la cosmogonía hindú, esta «edad oscura»constituye la última etapa de un proceso dedecadencia que, un vez que haya llegado a sutérmino, dará paso a una nueva edad de oro.La derrota del Fascismo y el Nazismodestruyó cualquier perspectiva inmediata decreación de un nuevo imperio basado en

 valores espirituales y dirigido por la nuevaélite supranacional europea de «guerreros-sacerdotes» o kshatriya , que se unieron a las

secciones internacionales de las SS hacia elfinal de la guerra. Aquellos que han resistidointeriormente a la corrupción espiritual delsistema del mundo contemporáneo no tienenmás opción que «cabalgar al tigre» en unestado de apoliteia , una cultivada reserva de lapolítica convencional y de la versiónmediática de los acontecimientos mundiales,una «emigración interior» de la derecha. Unapágina web alemana próxima a Evola,dirigida a estos exiliados espirituales, les

aseguraba en el verano de 1998 que: Todos los refugios externos han sido

destruidos hace mucho [...J. Sólo el «Tíbet

interior» puede ser nuestro asilo en unmundo al cual no pertenecemos. Un mundoque no es más que una orgía de sinsentido,

 violencia y vulgaridad. Una modernidad cuyadecadencia debemos volver contra sí mismasi queremos permanecer internamente puros.

Nosotros promocionamos la purificadodevolviendo la obscenidad hacia el exterior.Lo nuestro no es odiar el mundo materialistay decadente. Nosotros simplemente estamosdevolviendo su odio, que originalmente era elodio diabólico de aquellos que se rebelaroncontra la Tradición, contra el orden divino ycontra sí mismos.

Los kshatriya   de hoy en día sonexhortados a abandonar la seguridad del

mundo en el conocimiento de que el tigre dela era moderna algún día se agotará, yapuntará el amanecer de una nueva era,incluso a pesar de que no suceda durante eltiempo de nuestras vidas. Para subrayar cuánerróneo resultaría confundir la apoliteia  práctica y su consecuente retirada de lapolítica de partidos con el abandono de lapolítica como tal, debería destacarse que en laera del terrorismo negro en Italia, en ladécada de 1970, algunos «evolianos» creíanque «cabalgar al tigre» resultaba bastantecompatible con permitirse actos de violenciacontra la población, no para derrocar alsistema, sino simplemente para mantenerencendida la llama de la fidelidad a una«realidad más alta».

¿Cómo hay que considerar, entonces, alos intelectuales que hicieron una prominentecontribución a la Nueva Derecha europea ensu fase demostrablemente neofascista, y que

ahora se han abandonado aparentemente alpesimismo cultural? ¿Están genuinamentedesilusionados, son realmente «apolíticos», oestán simplemente «despolitizados», a laespera de que Occidente colapso bajo, elpeso acumulado de .su propia decadencia?

 Yo sugeriría que, si no han abandonado deforma explícita sus esperanzas palingenésicasen el nuevo orden y siguen produciendocriticas radicales contra Occidentes, puede

que pertenezcan, a la tribu espiritual de los«Tibetanos interiores». En ese caso, todavíahabitan en la caverna ideológica del «espaciode extrema derecha», en un estado de

Page 44: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 44/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

44

hibernación espiritual, listos para emerger tanpronto como el invierno cultural de lamodernidad capitalista se metamorfoseefinalmente en una nueva primavera, y elodiado «interregno» liberal democráticollegue a su fin.

Un estudio de caso sobre esta intriganteposibilidad es el propio decano de la ND,

 Alain de Benoist. En tres entrevistaspublicadas en Telos   en 1994 pareció intentardisociarse, de una vez por todas, de lasesperanzas palingenésicas que una vezalbergó para la sociedad (aunque todavía dejócaer una o dos referencias codificadas, comocuando afirmó que el deber de la ND era«luchar por la revitalización de la vida

colectiva, comprometida con la generosidad,la decisión y la solidaridad»). Aun así, unsigno de que el lanzamiento de Krisis  en 1988no supuso, como sostiene Taguieff, unatiesura neta con el neofascismo a cuyarevisión y redefinición había dedicado tantaenergía intelectual atirante años, es sucontinua disponibilidad para verse asociadocon diversos revisionistas, con la RC o con laextrema derecha, Esta actitud incluye lapublicación para el editor francés de extremaderecha Pardes   de una serie llamadaRévolution Conservatrice, que comenzó en1989 a reimprimir los trabajos de Schmitt,Sombart, Niekisch y otros miembros de laRevolución Conservadora; la coedición deGedanken zu Grossdeutschland   (Pensamientossobre la Gran Alemania), publicada en 1990junto a Stefan Ulbricht, un activista delWiking-Jugend  (prohibido por el Ministerio delInterior alemán en 1994 por ser una

organización de extrema derecha neonazi); yla edición para Editions des Grands Classiques  deuna nueva serie dedicada a Les GrandsClassiques de l'Homme de Droite , que incluiría aMaistre, Thierry Maulnier, Edouard Drumont(autor de La France Juive  ), Georges Valois,Robert Brasillach y Pierre Drieu la Rochelle(colaboracionistas fascistas). Benoist ofreciócomo justificación de este último proyecto lasiguiente observación: « Quand les idéologies font

 faillite, la penseé de droite renáit », dando a

entender que el colapso de la izquierdacombinado con los continuos fallos delliberalismo están creando el espacio para un

renacimiento de 1a derecha radical. Talessentimientos difícilmente pueden indicar queBenoist haya renunciado a su utopismopalingenésico de derecha.

 Tampoco lo hace su L'Ernpire Intérieur(Fato. Morgalla, Paris), publicado en 1995,que retrata el imperialismo como una fuerzaética e interior, un mito, y promete que«revenir dans la clarté du mythe serait pour l'hommeconnaitre une révolution comme il n'en a jamais eu ».Este mito, una vez hecho realidad en Europa,no sólo barrería la absolutamente inorgánicaEuropa de Maastricht, sino que mostraría elpoder para federar a distintos pueblos,naciones y religiones en una sola entidad,finalizando la progresiva corrupción de la

autoridad política que se estableció con elfinal del Sacro Imperio Roinano. Lasnostalgias palingenésicas también acechan ensu artículo de 1996 «Dans la rue », publicadobajo el pseudónimo de Robert de Herte,articulo que encuentra en una ola de huelgasque afectan a Francia en ese momento, nosólo la evidencia de un «despertar social»,sino la señal de que «un nuevo pueblodemanda ser construido». De este modo, estádentro de los límites de lo posible que eltítulo elegido por Benoist para su nuevarevista, Krisis , deba tomarse con todas susconnotaciones palingenésicas originales, en elsentido de «momento decisivo», ya que porconsiguiente el intento de crear un foro en elque los críticos de izquierda y de derecha dela «modernidad realmente existente»cohabiten en el mismo número, genere unasensación de déja vu   a los estudiosos delfascismo».

Otro caso en el que puede existir unaparente alejamiento algo más que superficialrespecto a la política neofascista es elperiódico italiano Diorama Letterario, que en ladécada de 1980 desempeñó un papel en eldistanciamiento del neofascismo italiano desu legado fascista y en su reorientada hacia leórbita intelectual de la Nueva DerechaEuropea. Hacia 1990 su editor, Marco

 Tarchi, que abandonó el  Movimento Sociale

Italiano  en 1981, había desertadocompletamente de la esfera de la políticaactiva. Por lo tanto es posible tomar ensentido literal su vehemente insistencia en

Page 45: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 45/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

45

que sus críticas contra la política de partidoliberal y contra los valores occidentaleshegemónicos son expresiones de unpesimismo cultural sin etiquetas, y que noañora el establecimiento de un nebulosonuevo orden basado en el renacimiento de

alguna entidad mítica como la «culturaindoeuropea» o el «sentido de lo sagrado».

 Aun así, a los pesimistas palingenésicospodría reprochárseles que sus críticas alsistema existente, que aparecen de forma tancaracterística en el periódico de Tarchi, llevangrano a los molinos metapolíticos.

Consideremos el número de marzo de1996 como un ejemplo al azar. El titular de laportada, «no necesitamos tomar partido», es

desarrollado por Tarchi en un editorial quepregunta:

¿Es una utopía creer que sería posiblecrear un espacio de reflexión fuera de laesfera de la política cotidiana y sussubterfugios, en torno al cual unir las energíasde aquellos que no piensan que en ladialéctica derecha/izquierda/centro puedanencontrarse respuestas a las grandescuestiones a las que nos enfrentamos, como

la decadencia de la calidad de vida, labúsqueda de soluciones adecuadas a losproblemas planteados por las sociedadesmultiétnicas, la reconstrucción de unconcepto de bien común que pueda sercompartido por todos? Aquellos que piensande ese modo tienen derecho a no serclasificados sobre la base de prejuicios ycategorías que se han quedado desfasados.

El propio Tarchi, ahora profesor de

ciencia política en la Universidad deFlorencia, puede muy bien interpretar queeste «espacio de reflexión» está situadodentro de una órbita intelectual muy apartadadel fascismo, sea en su encarnación históricao en la de la Nueva Derecha. No obstante,¿resultaría esto evidente para los lectores quelean con atención el resto del número? En élse subraya su familiaridad con la ND francesapublicando un artículo de Benoist, unllamado a la protección de las identidades

regionales, un anuncio de Eléments , un repasoa la bibliografía de Carl Schmitt, una reseñasobre Cosmópolis  (una novela que ataca la idea

de un gobierno mundial, presentándolocomo el Leviatán del último día, como unproyecto totalitario concebido para imponeruna cosmología única a todos los sereshumanos, sin respeto a sus culturasoriginarias). La sección de «ofertas especiales

de libros» se mantiene asimismo en la órbitadel pensamiento de la ND, anunciando librossobre Julius Evola, Carl Schmitt, «lo sagrado»y un estudio sobre Tolkien (la fantasía y laleyenda desempeñan un papel primordial enla preocupación de la Nueva Derecha italianapor «la época sagrada»).

El ethos   se vuelve marcadamente hacia elfascismo clásico, sin embargo, en las demás«ofertas especiales», que incluyen libros de

Drieu La Rochelle, Céline, Knut Hamsun yEzra Pound. Para aquellos convencidos porlas proclamas de Fini de que  Aleanza

 Nazionale  ha abandonado también el «espaciode la extrema derecha», debería resultargratificante encontrar tres libros dedicados a.ello en esta sección, junto con otros queexploran las «raíces del Fascismo» ycomparan a Hitler con Stalin. Lacontraportada anuncia cuatro libros quesugieren cómo, dentro de la órbita de la«nueva» Nueva Derecha, la preocupaciónsubyacente por el Fascismo clásico y elneofascismo puede aparecer rodeada de latentativa de inventar un discurso que lodisfrace: son Razzismo e antirracismo, que aúnalas contribuciones de Benoist y Taguieff, elclásico de Mohler The Conservative Revolution ;otro libro sobre Ernst Jünger, y The FascistTemptation   de Tarmo Kunnas. En conjunto,Diorama Letterario  difícilmente puede

demostrar una preocupación apolítica ypuramente cultural por el mundo moderno,cualesquiera que sean las intenciones de sueditor. En realidad, sus contenidos aúntraicionan su papel previo como foro paraintelectuales del descaradamente neofascista

 Movimento Sociale Italiano, que deseabanrenovar el programa del partido, cruelmentenostálgico y anacrónico y basado en laRepública de Saló. ¡No es una coincidenciaque el libro ofrezca incluir trabajos sobre

Giovanni Gentile, Nicola Bombacci (queredactó el programa de la República de Saló)y Los Balilla irán a Saló ! Marco Tarchi puede

Page 46: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 46/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

46

no ser un «tibetano interior», pero haría queel mensaje que Diorama Letterario  transmite asus suscriptores resultase menos ambiguo sidejase de anunciar textos susceptibles dealimentar la nostalgia y las fantasíaspalingenésicas de la extrema derecha.

Resulta sin duda ingenuo sugerir que enKrisis , y posiblemente en Diorama Letterario también, encontramos una forma de críticacultural radical que está de algún modo «másallá de la izquierda y la derecha». En lugar deeso, es tentador pensar que representan unacuriosa innovación en el pensamientofascista; que podría denominarse «fascismofabiano»: sus protagonistas han recurrido,como el general Fabio Cunctator, a conseguir

la victoria por medio del agotamiento delenemigo, más que a través de sus propiosesfuerzos por derrotarlo, Al final de laapoliteia   impuesta por el interregno de estaedad de ruinas, amanecerá una nueva era. Elcaos dará paso una vez más al orden. Lasesencias étnicas y las auténticas culturas seregenerarán. Incluso si Benoist y susasociados se han desmaterializado lentamentecomo ideólogos fascistas, igual que si fuesengatos de Cheshire, las sonrisas que handejado tras ellos aún miran aviesamentedesde la extrema derecha.

8. Conclusión: viejos sueños, fracasosnuevos

Siendo aplicable a la ND el nuevoconsenso en torno al «mínimo fascista», quese define en términos de versiónultranacionalista del mito arquetípico delrenacimiento, su identidad central se revela

como una per-mutación revisionista yexclusivamente ideológica del neofascismo. Aunque el valor taxonómico de este veredicto depende del uso de un tipo idealconcreto del fascismo, que está lejos de estaruniversalmente aceptado, su valor heurísticose mantiene intacto, debido al sentido que daa distintos hechos empíricamente

 verificables: i) la ND se originó en respuestaa la necesidad, reconocida por algunosneofascistas franceses en los primeros años

de la década de 1960, de cambiar su ideologíay tácticas sin abandonar sus valores y metasfundamentales; ii) los temas centrales de la

cosmología de la ND son en generalconsistentes con las definiciones al uso delfascismo (que también se ajustan a nuestrotipo ideal) proporcionadas por MauriceBardéche y Giorgio Locchi, ambos ideólogosdel revisionismo neofascista con vínculos

demostrables con la ND en su fase deformación; la ND hace un amplio uso demuy variados análisis culturales,colectivamente conocidos como RevoluciónConservadora, respecto de la cual puededemostrarse que ayudó a preparar el terrenopara el éxito ideológico del nazismo y queson (si aplicamos .el criterio del «nuevoconsenso») variantes del fascismo alemán; iv)existe un profundo nexo entre la visión de laND de una nueva Europa y la desarrolladapor algunos fascistas de entreguerras, despuésde 1945 rescatada y elaborada por muchosneofascistas; v) la ND ha tenido unainfluencia demostrable en el discurso dealgunas corrientes del fascismo y de laextrema derecha en diversos países europeos;

 vi) algunos miembros de la ND europea hanmantenido contactos con los movimientos deextrema derecha o incluso han sidoreclutados por ellos.

La sugerencia de que la ND francesadebería ser vista como un think-tank neofascista es ampliamente consistente conlo que emerge de la impresionante yconcienzuda investigación de Taguieff acercade la ND, y con sus aseveraciones acerca deldesarrollo de ésta hasta finales de la década,de 1980. No obstante, la interpretaciónofrecida aquí diverge de la interpretación de

 Taguieff en un importante aspecto, al

defender que incluso después de la fundaciónde la revista Krisis , las corrientes depensamiento originadas en la ND, incluyendola de su más famoso portavoz, Alain deBenoist, pueden haber continuadoconteniendo una agenda de extrema derechadentro del espíritu de apoliteia . Estaposibilidad (que es materia de inferencia yespeculación, puesto que no puede probarsesi los portavoces de la ND la niegan) escompletamente coherente con el hecho de

que los ideólogos más habituales de la NDno tienen vínculos explícitos con ningúnactivismo político, y no van más allá de

Page 47: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 47/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

47

ofrecer críticas altamente teóricas de losdefectos fundamentales del sistema mundialactual, en clave de pesimismo cultural y sinsugerir ninguna alternativa práctica en elinmediato futuro.

Si se aceptan las líneas generales de esteanálisis  — y por su propia naturaleza nopodemos contar con un acuerdo universal, ymenos aún por parte de los propiosideólogos de la ND-- tendrá numerosasimplicaciones para los científicos sociales. Enprimer lugar, éstos deberían tratar a la NuevaDerecha como una forma de fascismodeliberadamente modernizada, y un miembrode pleno derecho de la familia ideológica dela extrema derecha, conectada con las

manifestaciones más convencionales delfascismo a través de una delgada pero densatelaraña de afiliaciones e influencias tantonacionales como internacionales. En segundolugar, deberían reconocer que la crecientesofisticación de los discursos de extremaderecha y fascistas en Europa,particularmente notable en partidos como elFront National, Alleanza Nacionale y elFreiheitliche Partei Osterreichs , es el resultado deuna concienzuda estrategia adoptada por losneofascistas y ejemplificada por lospensadores de la Nueva Derecha, paraadaptar su ideología y estilo deautopresentación al hábitat político posteriora la guerra, poco hospitalario con lasdemandas abiertamente racistas, antiliberalesy revolucionarias a favor del derrocamientode la, democracia liberal y la creación de unnuevo orden.

En tercer lugar, mejor que caer en

condenas alarmistas de la Nueva Derechatachándola de amenaza para la democracia,los científicos sociales y los periodistas quizásdeberían darse cuenta de que precisamenteporque la ND es fascista, sufre el destino detodos los intentos contemporáneos de llevara cabo la utopía de un nuevo orden basado.en un ultranacionalismo revolucionario, noimporta cuán sutilmente se hayan«maquillado» para disfrazar su afinidad

subyacente con el fascismo de entreguerras,del cual se dice sistemáticamente que debeser marginados. La incapacidad de salir delgueto de la «metapolítica», y por lo tanto de la

inconsecuente e impotente especulacióncultural (que destacó Marco Revelli) es unsíntoma de la impotencia de todo elradicalismo fascista desde 1945 paraincorporarse a la corriente ideológicaprincipal; incluso si Ernst Jünger y Alain de

Benoist han recibido prestigiosos premiosliterarios de las instituciones culturales,desconocedoras (esperamos) de la agendaoculta de los escritos a los cuales estaban tandeseosos de conceder respetabilidad yprestigio.

La pugna de la ND en cualquiera de susformas para conquistar los laboratorios delpensamiento» está así pues basada en unafalta fundamental de comprensión de la

naturaleza de la cultura contemporánea y dela sobreestimación de la capacidad de las versiones políticas de la mitopoeia  palingenésica para atraer a creyentes; siemprey cuando se considere a la sociedadfundamentalmente estable. Es más, elfascismo histórico está tan completamentedesacreditado como alternativa al «sistema»,que ni siquiera es probable que la acuciantecrisis ecológica cree el espacio político parasu reactivación, no importa cuánto se disfraceo travista su identidad original. Así pues, laidea de que Benoist, Pierre Krebs, Michael

 Walker y sus afines se hayan mezclado alguna vez con la «lucha cultural» a gran escalacontra la sociedad en general, en nombre delrenacimiento de los valores indoeuropeos odel retorno de lo sagrado, es tan patéticacomo la confusión de Don Quijote en suencuentro con los molinos de viento. Unagolondrina no hace verano, y unos cuantos

escarceos verbales en la prensa de calidadacerca de si la ND debería ser prohibidacomo forma de fascismo, difícilmente puedeconstituir una auténtica guerra.

Seria así pues tranquilizador encontrarmás científicos sociales deseosos de centrarsus energías intelectuales no en condenar a laND como una amenaza para la sociedad,sino en redescubrir su propia identidadideológica, ciudadanía ética, raíces históricas y

comunidad cívica, refutando las falaciasantropológicas y sociológicas ocultas en elnúcleo del pensamiento de la NuevaDerecha. Sólo por poner un ejemplo, la lucha

Page 48: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 48/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

48

del Thule-Netz   por crear «un mundoheterogéneo de pueblos homogéneos» es unsinsentido antropológico, puesto que, en todala historia escrita del mundo, los pueblosjamás han sido homogéneos, y menos aún enEuropa. En realidad, tal proyecto podría ser

descartado corno una fantasía nociva, si nofuera porque el siglo XX produjo algunosejemplos de sistemas políticos que intentaronrecrear la utopía de una homogeneidad étnicamítica  — parcialmente bajo la influencia depensadores metapolíticos «puros»--y mostróla anti-utopía de atrocidades y genocidio queresultó de ella.

 Visto desde esta perspectiva, losintelectuales liberales e izquierdistas deberían

tal vez estar agradecidos a la ND, que almenos les proporciona la rara oportunidad de

batirse en duelos intelectualmente saludablescon un movimiento político que se toma lasideas en serio. Después de todo, losespecialistas en el tipo de cuestionesplanteadas por la ND todavía se sientenmarginados en una sociedad donde sus

investigaciones son ampliamente ignoradaspor el público en general y en la que existenpocos seminarios en los cuales presentar sushallazgos. Si acaso, deberían mostrarseesperanzados ante uno de los conmovedoreslemas proclamados por la página web de laThule-Netz : «nada puede parar la llegada deuna Europa de grupos de estudio».

© Extraído de La extrema derecha en Europa desde1945 a nuestros días,  Miguel Ángel Simón y otros,

 Tecnos, 2007.

 

Page 49: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 49/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

49

¿Discusión o inquisición? La NuevaDerecha y el "caso De Benoist"

 El "caso Alain de Benoist" ha puesto de manifiesto una gravecarencia de las sociedades democráticas en su fase actual: la imposibilidad

de establecer un debate serio y equilibrado sobre ideas y argumentos, undebate que cada vez más es sustituido por el ruido (ora apologético, orainquisitorial) de unos "mass-media" donde la imagen y el impacto

 prevalecen sobre la reflexión y el rigor. Uno de los más profundos críticosde la ND, el liberal de izquierda Pierre-André Taguieff, ha visto cómosu intento de diseccionar las ideas de Alain de Benoist ha terminado

siendo interpretado como "fascismo" por la nueva inquisición del cerrado mundo intelectual de Paris. ¿Por qué?Porque Taguieff, en lugar de descalificar, estudiaba. Los eslóganes del "antifascismo" y el "antirracismo",esgrimidos contra el primero que se ponga por delante, estarían actuando como mitos mágicos destinados a ocultarel vacío ideológico de nuestro momento histórico. Taguieff dio cuenta de ese proceso en su libro "Sur la NouvelleDroite", del que a continuación reproducimos un capítulo.

PIERRE-ANDRÉ TAGUIEFF

En muchos aspectos, el itinerariointelectual y político de Alain de Benoistpuede ser analizado como el de un tránsfuga.Su cultura política de los años sesenta girabaen torno a un anticomunismo radical, a unnacionalismo de tradición maurrasiana (entensión con la visión supranacional y post-nacionalista de una Europa imperial porconstruir), y su "visión del mundo", centradasobre la "defensa de Occidente", se fundabapor entonces en el "racismo científico" (lateoría de las razas revisada por la Genéticamendeliana y por la Psicología diferencial dela inteligencia) y en un proyecto eugenésicoinscrito en el corazón de la "biopolítica" delfuturo. Sin embargo, en el curso de los añossetenta de Benoist rompe progresivamente

con el biologicismo y empieza a tomardistancias respecto al anticomunismo (quehacía las veces de pensamiento político parala derecha), hasta el punto de designar alliberalismo o a los Estados Unidos -encarnación de la sociedad mercantil- como"el enemigo principal". Para defender ysubrayar las identidades culturales, las"comunidades orgánicas" o las etnias, Alainde Benoist procederá, en paralelo, a formularuna crítica radical del nacionalismo y de su

culto al Estado-nación, en particular en suforma republicano/jacobina -acusada dequerer destruir las "especificidades" culturales

y los "particularismos". Y sobre la base de talempeño en favor del "etnopluralismo" hayque interpretar su defensa de una"democracia orgánica"' y la inesperadadefinición de un "tercermundismo dederecha".

El enemigo del comunismo, el acusadorde la "marxistización" de la inteligenciaeuropea, se convierte así en el enemigo de"Occidente", el defensor de las "identidadesculturales" minoritarias o en vías deextinción, el paladín de una alianza Europa-

 Tercer Mundo contra el imperialismo"americano" (mejor dicho: americanomorfo),el debelador de las fechorías de la "sociedadmercantil", de los valores utilitaristas y delpoder exclusivo del "dinero'". Al rechazo de

la ideología antifascista, heredado de laextrema derecha, viene a sumarse el rechazode la ideología anticomunista: los comunistasdejan de ser enemigos absolutos paraconvenirse en interlocutores legítimos, en lamedida en que siguen mostrándoseirreductiblemente anticapitalistas ymanifiestan cierto gusto por el "debate" o el"diálogo'". La desaparición del peligrosoviético, entre 1989 y 1990, no hace sino

acelerar el proceso a base de convergenciaspolémicas (con el antiamericanismo al fondo)y de intereses filosófico-políticos recíprocos".Este encuentro entre un disidente de la

Page 50: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 50/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

50

extrema derecha (Alain de Benoist) y algunoscomunistas lo suficientemente heréticosresulta ciertamente atípico, y su marginalidadparece dibujada a imagen y semejanza delcarácter minoritario de su gran negativacomún: el re-chazo a aceptar el axioma según

el cual "América" es el destino del planetaentero, en una época en que la hegemoníaamericana se impone sin contrapeso y en queel democratismo "mundialista" se confundecon el plutocratismo triunfante. Sea o nocorrecta, esta es la principal argumentaciónque comparten los "revolucionariosconservadores" tercermundistas y losrevolucionarios comunistas post-estalinianos.

El “peligro” nacional-bolchevique

Este raro "diálogo" y contigüidadeditorial entre Alain de Benoist y algunosinterlocutores comunistas fue explotada,entre junio y julio de 1993, en el contexto deuna extraña campaña de prensa cuyo objetivodeclarado era denunciar un presunto peligro"nacional-comunista" en Francia. Que puedalegítimamente plantearse el problema de unaderiva o de una "tentación" nacional-comunista en Serbia o en Rusia, en Rumanía

o en Albania, es una cosa. Pero agitar laamenaza de una suerte de conspiración"nacional-comunista" en Francia, asociándolemanifiestos para mostrarse particularmente"vigilantes" frente a una presunta nuevaandanada de "nacional-bolchevismo" -esta

 vez "a la francesa"-, es una iniciativa quetiene más que ver con la alucinación o con lamanipulación. Un falso peligro encarnadopor un enemigo ficticio: semejante métodopodía aplicarse fácilmente sobre un público

"antifascista" crédulo, carente de enemigosabsolutos intelectualmente cualificados (paradiferenciarlos de los demagogos populistas),en un ambiente de temores y rumores. Elcuento legendario del complot de los"rojipardos", que habrían suscrito unatenebrosa alianza para hundir "lademocracia", ha ido sin duda al encuentro deuna demanda ideológica, ha satisfecho undeseo de objetivación de las razones del

miedo, designando a un enemigo cuyaconstrucción resulta de la reducción a launidad de las dos grandes figuras del BárbaroExterminador del siglo XX: el bolchevique y

el nazi (o el "fascista", para aquellos quenunca se han acercado demasiado a lahistoriografía contemporánea). Queda porhacer el análisis de la construcción de unaleyenda de este género, que por otra parte fueun fracaso (la campaña de prensa, lanzada en

la última semana de junio de 1993, quedóinterrumpida a finales de julio, cuando yapoquísimos periódicos seguían a Le Monde  ), elanálisis de la fabricación mass-mediática deun pseudo-peligro semejante. Pero tal análisisarrojaría luz particularmente sobre las últimastentativas de supervivencia artificial de un"antifascismo" fosilizado, convertido en undiscurso publicitario vacío de contenido peroapto para ser instrumentalizado en cualquierocasión. Que una campaña autodenominada"antifascista" se reduzca a denunciar comopecado supremo el hecho de dar un artículo ala revista Krisis , identificando el acto con unepisodio de colaboracionismo (porcomplicidad o por ignorancia del "peligro")con el enemigo absoluto (el "nazi"enmascarado), es la demostración,involuntariamente cómica, de lainconsistencia de la ideología neo-antifascista.

 Algunos antifascistas imaginarios practican

una "vigilancia mágica" contra enemigosficticios cuya actividad principal consistiría en"tender trampas" a pobres diablos malinformados (el modelo se aplicaexclusivamente a la revista de Alain deBenoist): tal es la imagen ofrecida por estapenosa campaña de prensa.

Quizá sea preciso añadir una evidenciademasiado simple: para interpretar el papeldel temible (neo)nazi en la escena político-

periodística, habría debido buscarse a algúnactor distinto a Alain de Benoist, que comofigurante es muy poco verosímil. El hecho deque haya podido frecuentar a este o a aquel

 viejo o nuevo nazi (o asimilado), o que eldifunto padre de uno de sus editoresalemanes (Grabert) haya sido nazi, no bastapara establecer su identidad de "nazienmascarado", ni autoriza a definirlo comosustancialmente tal (él no habría cambiado;serían sus máscaras las que habrían variado).

Estas inferencias abusivas, que sustituyensistemáticamente el análisis crítico por lacriptografía, tienen la deplorable

Page 51: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 51/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

51

consecuencia de impedir que en Francia seabra un verdadero debate sobre losfundamentos del etnopluralismo y sobre suspraxis políticas (actuales o potenciales). Laprovocadora radicalidad de las posiciones de

 Alain de Benoist requiere réplicas

argumentales. Pero en vez de esforzarse pordisipar las ilusiones políticas ligadas a losmitos identitarios -desde el etnicismo hasta elnacionalismo xenófobo-, o de poner enevidencia los efectos perversos deldiferencialismo comunitario, ciertos anti-fascistas imaginarios han preferido la vía de lafacilonería y la comodidad intelectual,inventándose un Alain de Benoist al que sepuede refutar sin fatiga, al que se puededemonizar a placer. La infamante reducciónal nazismo de un temible adversariointelectual y político permite, de hecho,aniquilarlo simbólicamente sin dirigirle lapalabra. La argumentación se reduceentonces a la injuria: "¡Cerdo nazi!". Inútildecir nada más. Estamos en el grado cero dela argumentación, que se puede observar enla praxis cotidiana de ciertos agitadores deplaza o de salón. Así se explica uno por quétantos militantes sinceros de los años ochenta

han desertado del campo de la accióndenominada antifascista o antirracista:simplemente, han dado la espalda a un "anti-fascismo" de manipuladores y a un"antirracismo" de policías de paisano queyerran más o menos voluntariamente el tiro".

La evolución de la ND

El mito del complot "rojipardo", dondeel "pardo" por excelencia viene encarnadopor Alain de Benoist, ha marginado la

discusión crítica de la construcción doctrinalrealizada por la Nueva Derecha (ND). Laexplotación pe-riodística del mitoconspirativo, una vez más, ha desacreditadola lectura laboriosa de los textos, el trabajo deinterpretación y la exigencia de una críticaracional. El problema que plantea laexistencia de la ND, personificada -equivocadamente o no- en Alain de Benoist,no ha sido formulado; ha sido mitologizado a

través de la aplicación mecánica de losestereotipos de una propaganda yaanacrónica, y en consecuencia ineficaz. Loque sí es muy sorprendente es que tantas

personas "cultas" den prueba de tantacredulidad ante tanta pobreza retórica.Quizás el deseo de tener enemigos terribles,nominables y reconocibles ("comunistas","nazis") es más fuerte que la voluntad deconocer y que el deseo de comprender.

Está fuera de discusión que Alain deBenoist, por los desplazamientos de susposiciones y las transformaciones de susmodos de argumentar, puede ser consideradoun tránsfuga. El testimonio de algunos de susamigos de otro tiempo, que ya no loreconocen como "uno de los suyos" -esto es,de la derecha, de la derecha auténtica-, tieneen este caso el valor de una pruebasuplementaria. Pero Alain de Benoist es un

tránsfuga paradójico. Por una parte, habiendoroto con su público "natural" (de derecha) ysus ambientes ideológico-políticos de origen,a fuerza de desconcertarles", tampoco haencontrado un público a la izquierda, ni unacomunidad intelectual que le dé asilo (anuestras preguntas sobre Krisis, numerososacadémicos e intelectuales "legítimos" hanrespondido que se trataba, a sus ojos, de unarevista de muy alto nivel, pero todos nos hanrogado que no citemos bajo ningún conceptosus nombres: es inútil interrogarse sobre laexistencia del terrorismo intelectual en laFrancia de los años noventa; su existenciaqueda probada por la auto-censura de la quedan muestra incluso los espíritus más libres).Por otro lado, y sobre todo, aunque ha salidode las tierras de la derecha -o al menos de losterritorios derechistas señalados como tales-,de Benoist no ha emigrado a la izquierda: elhecho de que quiera polemizar con

intelectuales de izquierda recuerda de formasuficiente que él continúa definiéndose através de la diferencia frente a la izquierda -yaunque ésta sea anticapitalista yantiamericana, él insiste en presentarse comoun opositor de la izquierda (como si frente ala derecha existente, adaptada al desordenestablecido, debiera practicarse la deserción,la indiferencia o el desprecio). La (verdadera)izquierda sigue siendo para él el adversariolegítimo, el único digno de este nombre. Es la

situación de un tránsfuga inestable, noencasillado; una situación bastante pococonfortable en Francia, donde la

Page 52: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 52/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

52

categorización derecha/izquierda no hadejado en absoluto de desempeñar unafunción simbólica en el campo intelectual.

En esta situación paradójica no deja dehaber un elemento trágico, que nace delantagonismo de los valores. Su negativa aprestar apoyo a un Frente Nacional en faseascendente, a partir de 1984-1985, mientrasalgunos de los hombres que le eran próximos(Jean-Claude Bardet, Pierre Vial, etc.) dabanese paso, le ha terminado aislando de sugeneración de militantes procedentes de" Jeune Nation " o de los circuitos de " Europe- 

 Action ". Y él, correlativamente, ha asumido elriesgo de verse marcado como "traidor" porlos ortodoxos del Frente Nacional. Por

último, y para marcar distancias con esareputación suya de hábil estratega (de "liante"profesional), hay que subrayar que su críticaradical del liberalismo económico, delmoralismo pararreligioso y del nacionalismoen cuanto tal (esto es, tenga o no tentacionesxenófobas) le ha valido tanto en losambientes de la extrema derecha como en losde la derecha "respetable" una notoria famade "comunista" o criptoizquierdista. Así, deBenoist transcolora rápidamente del "pardo"al "rojo: para el centro-centrismo dominante,los "extremismos" se confunden. Pero estaposición atípica ha hecho nacer, a finales delos años ochenta, un nuevo público,igualmente atípico y transversal, en cuyointerior se ha desarrollado el reclutamiento dela nueva generación del Grece  -en este ámbitoes muy significativo que  Metapo, mensual"por una nueva cultura europea", haya sidocreado en 1989 por la "Nueva Derecha

 Juventud" (NDJ) y dirigido por CharlesChampetier, a quien se le confiará la revista Éléments en 1991 bajo una nueva fórmula: Eléments  "por la cultura europea" (ya no "porla civilización europea") y con laautodesignación "Nueva Cultura", quesustituye a la de "Nueva Derecha" (en el

 ínterin, en el verano de 1990,  Metapo  cerrósus puertas).

Paralelamente, la revista Krisis , al publicar

exclusivamente textos de autores ajenos a lacorriente de la ND -de lo que había sido laND-, se ha creado un público propio que seencuentra con el de los autores en ella

publicados. La atipicidad intelectual y políticaes también un instrumento detransformación de la audiencia, un mediopara reseleccionar al público y para re-definiralianzas o afinidades. La atipicidad de Alainde Benoist, sea sincera o no, ha provocado

una renovación y un rejuvenecimiento.Parece que este fuera el objetivo perseguido.

Los intelectuales y la ND

Un estudio de las cartas recibidas en losaños ochenta por  Nouvelle Ecole   atestigua ladiversificación de su público lector y muestraque éste atraviesa las fronteras entre laderecha y la izquierda. Es muy significativoque, en sus cartas, los lectores que se sitúanen la izquierda insistan mucho sobre laapertura de la revista a los debatescontemporáneos, así como sobre laposibilidad o incluso la necesidad de una"discusión" o de un diálogo entreintelectuales de izquierda e intelectuales de laND. En 1982, por ejemplo, Jean-MichelPalmier escribe en Nouvelle Ecole : "Pese a todolo que nos separa, siempre he leído losnúmeros de NE en el mismo día en que mellegaban, ya fuera por interés teórico, ya por

saber hasta qué punto, en la lectura de unartículo, no estaba de acuerdo (...) Vuestrapublicación es ciertamente notable desde másde un punto de vista. Hay un esfuerzo dedocumentación y de análisis constante, unrigor y una preocupación por dar a conocerproblemáticas, que me parecen dignos deelogio. Sólo me disgusta que la izquierdateórica no disponga de una revista similar.(...) Va de suyo que no estoy de acuerdo contodo lo que se encuentra en NE, pero es

precisamente esto lo que me interesa: elreconocimiento de las diferencias teóricas, delas divergencias de sensibilidad (...) Algunasde vuestras ideas son interesantes y me niegoabsolutamente a dejároslas a vosotros solos.

 Vosotros no tenéis miedo a las ideas y a losdebates (...) He discutido varias veces sobre

 vuestras ideas con amigos de izquierda, y confrecuencia éstos se han mostrado dispuestosa renunciar a un determinado esquema por el

simple hecho de vosotros lo habíaisabordado antes. Yo creo lo contrario, y sigopensando que suele ser más estimulantediscutir con personas que tienen ideas

Page 53: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 53/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

53

diferentes, pero inteligentes, que conpersonas que uno supone aliados, perocarentes de ideas. Encuentro que lascuestiones que planteáis son importantes,desde un punto de vista de izquierda, y queno es posible eludirlas. Me parece más

inteligente responder a vuestrasformulaciones teóricas con otrasformulaciones, que excomulgaros o lanzarosanatemas. A veces tendría ganas de escribir

 varias páginas de comentarios sobre vuestrosartículos, para criticarlos, argumentar,discutir. Pero sé que en este campo el silencioes general".

En esta significativa carta, Jean-MichelPalmier capta muy bien los rasgos del

método usual de demonización aplicado a las"ideas" de la ND: las susodichas "ideas" noson consideradas en sí, para emplearlas comoobjeto de una discusión según reglasracionales, sino que son rechazadasinmediata-mente en tanto que emanación deun sujeto, ya individual (Alain de Benoist), yacolectivo (el Grece), preventivamenteexpuesto a la reductio ad hitlerum   a través deuna insinuación del tipo "Hitler eraantiliberal; Alain de Benoist es antiliberal;luego es evidente que...". Esta carta atestigua,por otro lado, el extraordinarioempobrecimiento intelectual que ha golpeadoa la gente de izquierda en Francia:aterrorizados por la idea del contacto verbalnecesario para dar vida a un debate, prefierenla mayor parte de las veces huir de ladiscusión y sacrificar la inteligenciaargumentativa. Parece que este paralizantemiedo a la controversia tiene dos razones

principales. Ante todo, el miedo a sufrir unaexcomunión ideológica por parte de losinquisidores de tradición estaliniana (unainquisición que ha sobrevivido al estalinismohistórico), el deseo de evitar a toda costa caer

 víctima de cualquier reproche polémico -reproche frecuentemente basado en sofismasdel tipo "discutir con un adversa-rio significalegitimarlo y arriesgarse a ser seducido porsus tesis"-, cuyo efecto es la marginación,cuando no la criminalización, de quien ha

sido víctima. Después, la fobia al contacto, ala contigüidad que toda interlocución implica,sea ésta polémica o no: en este pánico que

mueve a huir del adversario se reconoce laimagen del ensuciamiento, la obsesión de lamancha indeleble y contagiosa o del germenportador de infección; se vislumbra ahí elterror a verse contaminado por simplecontacto verbal, incluso a distancia. Además

de estas poderosas motivaciones, lospartidarios del no-diálogo manifiestan, en suactitud de fuga, su poca seguridad, delatan sucobardía: el re-chazo del debate -conadversarios de verdad, por supuesto- es lahabitual coartada de la mediocridadintelectual (consciente) y de la simple vileza.Pero las más viles motivaciones gustan deadornarse con motivos virtuosos yrespetables razones.

En 1985, Edgar Morin escribía a Nouvelle Ecole   para afirmar su acatamiento delprincipio del libre debate, que ponía enpráctica inmediatamente: "Me interesamucho leer NE. Aprecio en particular cuantoconcierne a los pensadores alemanes de losque se habla (y que son desconocidos o malconocidos) y la seriedad bibliográfica. Como

 Vds. saben, estoy entre quienes no los hanconvertido en chivos expiatorios. El diálogoes, pues, posible, tanto como la polémica.

 Algo que, obviamente, no impide grandesdivergencias de fondo"'.

La ausencia de debate

La letanía de la denuncia de la "confusiónde ideas" ha sustituido al análisis crítico y al"diálogo sin complacencias"; la condena

 virtuosa de los "cruces" ideológicos entrederecha e izquierda, que produciría unapeligrosa "ambigüedad", ha desterrado toda

reflexión sobre las evoluciones intelectualesde los actores, sirviendo para justificar laausencia de una investigación seria sobre lastransformaciones de las posiciones y lasdiferencias políticas. De ahí los llamamientosa la "vigilancia" redactados en la lenguaburocrática del neo-antifascismo y lanzadospor mentes opacas o ciegas, pero siempreperezosas.

El sitacismo pseudomilitante no sedetuvo en los años noventa y el anti-fascismoconmemorativo ha seguido alimentando unimaginario catastrofista que ya carece deconexión con la realidad histórica. Este vano

Page 54: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 54/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

54

parloteo sobre la "vigilancia" se haconvertido en una especialidad de laizquierda nominal, confortablementeinstalada en puestos de poder cultural, comosi el elogio de la pureza de las "ideas" pudierasustituir al acto mismo de pensar y, así,

compensar la inacción política o transfigurarla pasividad. Basta leer a un periodistacualquiera de Le Monde, ordinariamenteespecializado en las recensiones de libros,pero que sabe prestar ocasionalmente supluma cuando se presenta alguna "grancausa", culturalmente sublimada con lapresencia de prestigiosos signatarios (lospremios Nobel obligan). En un artículotitulado "La confusión de las ideas", elperiodista Roger-Pol Droit aplica a Alain deBenoist y a los intelectuales sospechosos de"complacencia" el mismo trato que cincoaños antes había dispensado a Guy Debord:estigmatizar a las mentes peligrosas que"confunden las pistas" y en consecuencia,acumulando metáforas confusas, hacen caer alas personas honestas en la "niebla". La viejacantinela que dice "Hijos míos, tododegenera, creed a vuestra abuela", asume unanueva actualidad, apenas un poco más

paródica: "Hijos míos, todo degenera, ya nohay puntos de referencia”. Para los cazadoresde pistas y para los espías, la catástrofe esevidente: ¿En qué puede decirse que GuyDebord sea "de izquierda"? ¿En qué Alain deBenoist es "de derecha"? Cuando no se vecon claridad la frontera entre la derecha y laizquierda, entonces entramos en la "niebla":este es el axioma que ilumina los análisispolítico-filosóficos del periodista. En julio de1988 escribía que Debord "se ha convertidoen un maestro en el arte de confundir laspistas"; en julio de 1993 escribe que Alain deBenoist "organiza la confusión", "ha hechode ella una especialidad", aplicando malignas"tácticas para confundir las pistas" -porejemplo: "Tomar posiciones públicastercermundistas y anticapitalistas, rechazarcualquier etiqueta, comenzando por las deizquierda y derecha". Estar "vigilante"significa espiar, desenredar, trazar pistas y

despistar. El intelectual se convierte en uncazador de posiciones insuficientementediferenciadas y de ideas deplorablementeimpuras, políticamente impertinentes.

El análisis crítico y las propuestascombativas de Droit no van más allá: elperiodista "desenredador" se contenta condenunciar la mencionada "con-fusión de lasideas" como "un riesgo político importante".

 A modo de argumentación contra la ND,

Droit sirve a sus lectores, que suponeingenuos -y estúpidos-, una serie de fórmulas

 vacías enunciadas con autoridad: "Existen (...)en nuestra vida intelectual tendenciaspeligrosas", "bajo las nuevas situacionespermanecen los viejos peligros", etc. A locual se añade la habitual sobrecarga polémica,que consiste en adherir la etiqueta "extremaderecha" sobre el adversario al que hay quedescalificar (en este caso la "Nueva Derecha",expresión cuidadosamente evitada) y larepetición de que lo peor está aún- por llegar,método corriente de dramatización (el"riesgo político importante", expresión cuya

 vaguedad garantiza su efecto). Resumamos laalerta: "una parte de la extrema derecha" (hade entenderse "la ND") organ-za, en elmayor de los secretos, "una confusión de laspistas en el campo de las ideas", a través dedebates y, diálogos con ciertos intelectualesde izquierda, lo cual, obviamente, no puede

sino aumentar o extender de manerainquietante la terrible "confusión de lasideas", que despierta "viejos peligros" yrepresenta "un riesgo político importante".

El simplismo maniqueo y la pobrezaconceptual de semejante "análisis", reiteradocomo una letanía sobre todas aquellas obrasque no tienen el aval del periodista-procurador", no deben hacer olvidar sufunción principal: la denuncia edificante y el

llamamiento a la "tradición de vigilancia"tienen el objetivo de prohibir laconfrontación de las "ideas", poniendo bajosospecha a un cierto número de intelectuales,expulsados de por vida del espacio legítimodel debate. La "vigilancia", de tradiciónantifascista, es instrumentaliza-da con

 voluntad discriminatoria y queda puesta alservicio de un proyecto de segregación entreintelectuales "buenos" y "malos". Para huirde la "confusión de ideas", mito repulsivo del

antifascismo retórico, las personas honestas,lectores de periódicos honestos, secomprometen a aceptar el debate

Page 55: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 55/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

55

exclusivamente con interlocutoresconvenientes, preventivamente selecciona-dos por la autoridad periodística. El pseudo-antifascismo de pluma, a través de su método"antiniebla", predica, pues, el advenimientode una sociedad fundada sobre la

discriminación y sobre la segregación de losciudadanos candidatos al "debate de ideas".La "vigilancia" imaginaria es una máquinapara crear parias al hilo de las propiassospechas. Frente a los cazadores de"confusiones de ideas", frente a los censoresdel debate público y los delato-res de mentesheterodoxas, la resistencia intelectualcomienza con aquella frase que tanto legustaba repetir a Lucien Febvre: Oportethaereses esse , "necesitamos a los herejes". Estosherejes no deben ser tratados como"indeseables", como intocables dialógicos,abocados a la execración o a la ex-pulsión delas sedes culturales legítimas

. La movilización de los lugares comunesa través de un programa de purificaciónmental ha funcionado todavía bien, tantosaños después de aquel "verano de la ND" de1979, como un género mass -mediático cuyasmanifestaciones pueden ser observadas encualquier campaña contra las "ideas peli-grosas".

Contra la censura ideológica

En 1980, recordémoslo, Annie Kriegeljuzgaba "cierta" la "rentabilidad de losllamamientos a la vigilancia". Esta"rentabilidad" ideológica se ha mostradodecreciente cuando en julio de 1993, mientrasEuropa oriental continuaba experimentando

una convulsiva salida del comunismo y violentas movilizaciones xenófobas hacían suaparición en la mayor parte de las nacionesde Europa occidental, unos cuantosintelectuales "antifascistas" han consideradojuicioso lanzar, una vez más, un "llamamientoa la vigilancia" para luchar contra "la actualestrategia de legitimación de la extremaderecha" que consistiría, sustancialmente, en"una amplia operación de seducción quetoma por objetivo a personalidades

democráticas e intelectuales, algunos loscuales destacan por ser de izquierda". Estemodelo de operación estratégica se aplica, en

Francia, sólo a la revista Krisis , dirigida por Alain de Benoist, que en efecto ha publicado,con pocas excepciones, únicamente textos deautores clasificados a la izquierda. Lossignatarios de este "llamamiento a la

 vigilancia" se proponen construir una

"Europa de la vigilancia", no luchado contralos nacionalistas xenófobos y los populismosidentitarios que legitiman la praxis de la"limpieza étnica" (en gran o pequeña escala),sino "asignándose la tarea de recoger y hacercircular lo más ampliamente posible todainformación útil para comprender loscircuitos de la extrema derecha y sus alianzasen la vida intelectual (editoriales, prensa,universidad)", y empleándose a "rehusarcualquier colaboración en revistas, obrascolectivas, transmisiones radiofónicas otelevisivas, congresos dirigidos u organizadospor pl.,: so cuyos lazos con la extremaderecha estén atestiguados". El corajerequerido entra en los límites de lo razonable.

 Y tampoco se nos exige demasiada lucidez.Porque la "extrema derecha" asícaracterizada, en su estrategia cultural deseducción del adversario y deautolegitimación, no puede designar a nadie

más que a la ND; y los "ideólogos de extremaderecha" que "han comenzado desde uncierto periodo a hacer creer que hancambiado" se recurra a la persona de Alain deBenoist (acompañado, como mucho, por suhomólogo italiano Marco Tarchi, tanto mássospechoso desde el momento en que abresu revista a la izquierda intelectual). Cuestiónde etiqueta: la "extrema derecha" es la"Nueva Derecha" para quien sabedescodificar. De ahí resulta que al público"antifascista" (sensible a los temasantifascistas) se le propone la tarea exaltantede construir una "Europa de la vigilanciacreando un cordón sanitario en torno a unarevista como Krisis   (600 suscriptores) y apersonalidades por ésta "atrapadas" y noarrepentidas. Pero los dirigentes del FrenteNacional no intentan "hacer creer que hancambiado" y no invitan a ningún intelectualde izquierda a escribir en sus publicaciones:

así es cono funciona realmente la "extremaderecha", la que difunde y legitima la temácaxenófoba en Francia. El análisis políticosobre el que se basa el "llamamiento a la

Page 56: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 56/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

56

 vigilancia" es pura y simplemente falso: la"extrema derecha" no actúa en modo algunoa través de la elaboración de una "estrategiade legitimación" que "saca partido de lamultiplicación de los diálogos y los debates";no busca seducir a la izquierda intelectual, ni

llama al diálogo ni al debate, pero elsusodicho llamamiento no necesitaba,ciertamente, basarse en la verdad paragarantizarse una rentabilidad satisfactoria...

Para afrontar la realidad de lasevoluciones intelectuales y políticas hay queinvertir las representaciones: Alain de Benoistha "cambiado" mucha desde la mitad de losaños setenta, mientras que algunos dequienes le denuncian no han cambiado en

nada, ni en los métodos ni en lascertidumbres. Sin embargo, en todo estetiempo tanto Francia como Europa tambiénhan cambiado mucho. Lo que permite medirla ausencia de lucidez de un neo-antifascismodeclamatorio y perezoso, que no ve hoy enEuropa peor peligro que el de "debatir" o"dialogar" con intelectuales procedentes de laND en Francia o en Italia. Durante estetiempo, a pesar de ese antirracismo riguroso,la estatalización "dulce" de la xenofobiaprosigue, sobre todo en Francia, sinconmover grandes masas, y la utopíaeuropeísta pasa a la política al mismo ritmocon el que la violencia xenófoba se hacecotidiana, tanto en el Este como en el Oeste.Los profesores de vigilancia, a juzgar por susilencio, no parecen preocuparse. Elestalinismo intelectual tiene la piel muy dura.

Por principio, para que la ciudadaníademocrática pueda vivir, la "libertad de

hablar y escribir" no puede ser alterada. Lohabitual ha de ser implicarse en el campo dela argumentación, del diálogo y del encuentroideológico, y el rechazo del debate debe ser laexcepción a la regla. De otro modo, nadaprohibiría a un individuo negarsistemáticamente la palabra a cualquier otroindividuo que manifieste cualquierdesacuerdo con él. Demostración porreducción al absurdo: la extensión indefinida

del principio del no-debate con losadversarios destruiría un elemento propio dela humanidad que consiste en superar losconflictos a través del uso dialógico de la

palabra. Las cartas antes citadas de Palmier yMorin tienen el insigne mérito de recordar ala izquierda intelectual más sectaria delmundo que la finalidad de un debate -decualquier género- es permitir a losinterlocutores ponerse de acuerdo sobre las

razones de sus desacuerdos. El diálogo noestá por esencia destinado a concluir con unafusión, a eliminar las disensiones entre lahumanidad. El "politeísmo de los valores" esinsuperable. Al discutir en nuestra obra, sincomplacencia pero sin demonización -en lamedida de lo posible- las "ideas" de la ND, ymás en particular las de Alain de Benoist,somos perfectamente conscientes de haberoptado por el principio dialógico, y de poneren práctica algo como la buena voluntadargumentativa, una mezcla de buena fe y deprobidad filológica. Sean cueles fuerennuestras divergencias, nuestros desacuerdos onuestros antagonismos con las "ideas" de

 Alain de Benoist, tenemos el deber deestudiarlas, de exponerlas a un examen críticoy, si fuera necesario, al término de ladiscusión, rechazarlas. Sabemos que al actuarasí violamos la regla implícita de una praxisdemasiado corriente en la materia que

consiste en condenar antes de cualquierexamen crítico y después rechazar sindiscusión. En una sociedad cuya palabramaestra normativa es la "lucha contra laexclusión", el hecho de excluir del diálogolegítimo a un "intelectual" que respeta lasreglas del diálogo es, cuando menos, unaparadoja que podría parecer, vista desde Sirio-que está muy por encima de Francia- unescándalo.

Es oportuno indicar en qué sentido debeextenderse la orientación "liberal" de ladiscusión: se trata de un liberalismo cultural,o intelectual, que al mismo tiempo es unpresupuesto del Estado de Derecho modernoy una condición para el ejercicio de la librediscusión crítica. Bernard Lewis da estadefinición simple, que pone el acento en lacontraposición entre liberal y autoritario:"Por liberal entiendo respetuoso de lalibertad individual y de los derechos

humanos; el antónimo de liberal no es aquíconservador, sino autoritario".

El ejemplo de Raymond Aron

Page 57: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 57/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

57

En su intervención sobre la ND, en julioy en agosto de 1979, así como en lasconclusiones de sus Memorias, Raymond

 Aron planteaba el problema de qué actitudadoptar frente a la ND: ¿Para luchar contralas ideas de Alain de Benoist (su anti-

igualitarismo, su antiamericanismo, suantiliberalismo, su neopaganismo) seríapreciso, por ejemplo, invocar la represiónjudicial para prohibir la circulación de sustextos? ¿Es cuestión de practicar elantirracismo judicial para censurar losescritos de Alain de Benoist? Desde lacampaña de prensa de 1979 hasta la de 1993,muchos han sido los acusadores de la NDque, asimilándola de un modo u otro alnazismo, la han señalado ante las autoridadescompetentes para que se le aplicara la ley"antirracista" de 1 de julio de 197226. En estaperspectiva, concentrada sobre la"nazificación" del GRECE, nadie trata dediscutir las ideas, y menos aún de discutir consus re-presentantes; se trata simplemente deestigmatizar, denunciar, condenar. Para haceraceptable, o incluso deseable, una censura.Por el contrario, Raymond Aron, en 1979 yen 1983, examina la posición de quienes

defendían una censura ideológica, ydemuestra que es algo incompatible con una visión liberal, es decir, con los valores ynormas del liberalismo intelectual. El único

 verdadero problema es, de hecho, sabercómo podemos resistir, en un mundo noimaginario, a la forma moderna de labarbarie, que es el totalitarismo. O dicho deotro modo: ¿Cómo actuar para no hacerle eljuego al pensamiento totalitario con las másloables intenciones antirracistas yantifascistas? En 1979, el filósofo-sociólogodetermina un criterio típico del liberalismointelectual: "Ninguna concepción del mundo,monoteísta o no, preserva en tanto que tal alas personas o a las sociedades de caer en eltotalitarismo. El antídoto contra eltotalitarismo es la negativa a arrogarse o aconceder a otro el monopolio de la palabralegitima".

La reclamación de una censura ideológica

es, ciertamente, ambigua: no es, en sí,expresión de una visión totalitaria, peropuede transformarse en tal, puede derivar

hacia el ideal totalitario de una sociedad depensamiento único que lleva a la práctica undeseo de ortodoxia sin límites. Las palabras,como las ideas, pueden matar: esta es laargumentación principal de quienesdefienden la censura ideológica en nombre de

una "corrección" de tipoantirracista/antifascista. Pero las palabras ylas ideas en sí no matan con su sustancialeficacia simbólica: pueden matar sólo en uncontexto, a través de ciertas praxis, cuando sehace cierto uso de ellas. En consecuencia, nose debe luchar tanto contra las "ideaspeligrosas" como contra la peligrosautilización de ciertas ideas, de todas las ideasque, como es notorio, pueden enloquecer.Por tanto, la censura de las palabras y de lasideas difícilmente puede satisfacer unprograma de acción antitotalitaria: la censurano borra, no destruye; prohíbe algunosmodos de circulación de los mensajes,desplaza el lugar de comunicación y preparainevitables retornos del "desterrado". Por esono se puede hacer otra cosa, en esta materia,que esforzarse en escoger la menos mala delas vías. Esto presupone que, en una épocademocrática, se confíe en el debate y en la

racionalidad argumentativa, y que se deseefirmemente evitar el caer en una temibleparadoja, a saber, la de pretender combatiruna amenaza totalitaria con los instrumentosde una política totalitaria, que mira a lainstauración de una sociedad sin opositoresni "malpensantes", y que por tanto carece deespacios para el libre debate. En 1983,Raymond Aron afrontaba directamente lacuestión a propósito del "caso Alain deBenoist":

"Algunos judíos, las organizacionesoficiales de la comunidad judía, denunciancon frecuencia a la ND de Alain de. Benoistimputándole una propensión alnacionalsocialismo: Al mismo tiempo,sugieren a veces a las autoridades reducirla alsilencio, con el pretexto de que entraría en laesfera de acción de, las leyes que condenanlas opiniones o los escritos que incitan alodio racial. Los judíos que reclaman una

censura se equivocan. ¿Es Alain de Benoist,en el fondo de sí, antisemita? No lo sé, ypoco me importa; no he encontrado pruebas

Page 58: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 58/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

58

de tal cosa en ninguno de los textos que hapublicado en estos años. Él rechaza lasacusaciones: en nombre de la enriquecedoradiversidad de las culturas, estimula lasupervivencia de las culturas regionales. ¿Porqué no iba a salvaguardar la especificidad

judía? En todo caso, Alain de Benoist esdemasiado sagaz como para no comprenderque el nazismo ha quedado desacreditadopara siempre con las cámaras de gas (...) Aldía siguiente del atentado de la rue Copernic ,un periodista de  Antenne 2   me hizo algunaspreguntas sobre las causas y lasresponsabilidades del suceso; se esforzó porarrastrarme hacia el caso de los intelectualesde la ND. Le respondí bruscamente que noiba a prestarme a una manipulación de esegénero. Quien deteste las ideas de Alain deBenoist debe combatirlas con las ideas, nocon las porras ni con el vitriolo. Las ideasmatan, he dicho, pero la belleza y la fragilidaddel liberalismo están exactamente en el hechode que no sofoca ninguna voz, tampoco laspeligrosas".

 Así pues, quien considere que la NDrepresenta un fenómeno peligroso debe antetodo precisar sus razones, sin recurrir a lacondena polémica. Y después tendrá quecriticar sus tesis, analizar sus temas y explicarpor qué son infundados. Porque la ND, hastaque no se demuestre lo contrario, nomoviliza a las masas ni está vinculada apartidos que amenacen explícitamente a lasinstituciones democráticas. Por eso podemoshacer nuestra la observación de Raymond

 Aron en medio de la campaña del verano de1979 contra la ND: "Si representa un peligro,

y dudo mucho que así sea, la réplica debe serintelectual".

Corresponde al debate en sí, a través desu praxis dialéctica, hacer aparecer losdesacuerdos, clarificar las verdaderas razones,determinar los puntos de discordia y, si esposible, sus reglas de formación, y por últimoseñalar los límites, las fronteras que puedenser abiertas y las que no, las de lo insostenibley las de lo intolerable. Fuera del espacio

abierto por la discusión crítica, fuera delcampo de los debates regulados, sólo resta ladenuncia edificante, en un marco de condenaa priori, de unos enemigos absolutos,

absolutamente odiables o despreciables; noqueda sino la pose virtuosa del conformista,cobarde o mediocre, que hace de la necesidad

 virtud (el rechazo de dar la palabra a losenemigos, o de leer sus textos), actitud que vade par con el uso de los clásicos métodos

policiales de descalificación del enemigopolítico o de los espíritus rebeldes. Estaalianza entre inquisición policial y

 virtuosismo ideológico caracteriza muyadecuadamente el espíritu pseudo-antifascistaen que están redactados algunos artículos olibros sobre la ND. Romper con este espíritude delación significa negarse a que la libreconfrontación entre temas, tesis yargumentaciones sean sustituidas por voces o

 vetos lanzados desde alguna camarilla quefunciona como una policía ideológica y queabusa de su ventaja al ocupar puestos depoder mass -mediático. De esto depende lapraxis de la democracia, la cual presuponeque los contrapoderes impidan a éste o aaquél grupo de poder monopolizar el usolegítimo de la palabra en nombre del Bien -unBien que habitualmente se reduce a una"defensa de la democracia" cuya vaguedad sepresta a cualquier uso.

Los verdaderos peligros queamenazan a la democracia

La práctica de la democracia presuponeque los ciudadanos se muevan por un dobledeseo de "instrucción" y de discusión.Porque la democracia no es ni el reinoabsoluto de los prejuicios de la mayoría, ni laclausura de la "soberanía popular" sobre símisma. La condición que la hace posible es laapertura de un espacio de discusión que

tiende idealmente a la autorreglamentación.Esto significa que ha de disminuir el peso deesos maestros de la verdad y de la justicia quepretenden imponerse desde el exterior de eseespacio, ya se presenten y legitimen esosmaestros a través de títulos de anterioridad(la tradición) o de superioridad (larevelación), o ya a través de su reivindicaciónde representar a la mayoría. Porque lasecularización nunca llega a realizarse

completamente, y la racionalización modernade las actitudes y los comportamientosconstituye más un ideal que una realidadsocial. El deseo de trascendencia se satisface

Page 59: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 59/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

59

precisamente tiñendo los puntos débiles delmundo desencantado, insinuándose en losespacios vacíos del proceso deracionalización. La forma predominante de laneotrascendencia política se encarna en laidealización del conformismo "de masa",

conformismo que se sostiene gracias a la obrade legitimación desarrollada por losintelectuales "orgánicos", fabricantes de

 visiones ortodoxas. La potencia simbólica delos dispositivos mass -mediáticos transformahoy las concepciones generales y dominantesen evidencias absolutas que alimentan latiranía mórbida de la opinión públicamediatizada. La aparición de semejante"ortodoxismo" sin límites, que pone fuera dejuego al clásico contrapoder del examencrítico, da vida a un nuevo dilema, pues lademocracia pluralista, por principio, excluyela posibilidad de que se instale un "reino de laortodoxia". Pues bien: en las sociedadespluralistas contemporáneas se va formandouna ortodoxia exclusivista sobre la base de uncierto número de materiales simbólicos quecorren el riesgo de amalgamarse eficazmentepese a su incompatibilidad lógica: la defensade los "derechos humanos" y el respeto del

"derecho a la diferencia"; el imperativocategórico de la "lucha contra la exclusión"(discriminación, estigmatización, segregación)y la praxis "antirracista" de exclusiónsimbólica de los "racistas" (definidos comolos que "excluyen"); la defensa de las"víctimas" o de los "pobres" y la praxis del"deber de injerencia", que está derivandodesde la ayuda humanitaria urgente hacia lasoperaciones militares de "pacificación"; elculto consensual del mercado sin fronteras yel llamamiento a respetar las fronteras entrederecha e izquierda... Todos estos ideales ytodas estas praxis coinciden en determinaruna "puesta al paso" ideológico-política cuyocampo de ejercicio es doble: tendencia a lamonodoxia mass -mediática en lasdemocracias liberales, imposición de unorden moral, jurídico y político en lasnaciones que se resisten a la"mundialización".

La tendencia general va hacia unahomogeneización cultural y un impulso a launiformidad jurídico-política del mundo,

necesaria para crear un mercado post-nacional. La paradoja más visible deriva delhecho de que el movimiento de unificaciónhomogeneizante, nacido en las democraciaspluralistas, parte de éstas para universalizarseya mediante la moralización humanitaria, ya a

través de la violencia militar. El idealinconfesado de un mundo sin herejes, sindisidentes, sin contradictores, en fin, sinespíritus heterodoxos, progresa en las mentesy en los comportamientos. Su mundializaciónencierra el riesgo de llevar consigo lacancelación de la libertad de opinión, a travésde la lenta descalificación de las ideas noconformes respecto a los estándares mass -mediáticos, descalificación puesta en prácticamediante la sospecha de heterodoxia. En esteproceso dinámico hay que inscribir losrituales de exclusión simbólica dirigidoscontra la ND y contra los intelectuales queaceptan debatir o polemizar con alguno desus exponentes. Hay en ello, ciertamente, unaforma emergente de "corrección política" a lafrancesa, cuya especificidad nacional consisteen mostrar una fuerte impregnaciónestaliniana. Lo primero que se recomienda,cómo acto "políticamente correcto", es

rechazar el debate con determinadascategorías de adversarios intelectuales sopretexto de que se trataría de "nazisenmascarados". A esta representación delenemigo absoluto "enmascarado", heredadade la retórica estalinista, se añade elsambenito polémico, absolutamentedescalificador, del ficticio "nacional-comunista", versión adaptada a los valorespresentes de aquéllos otros sambenitos deltipo "hitleriano-trotskista": un adversario yun enemigo "barbarizado" se reducen a unasola cosa, y el resultado se eleva después a lacategoría de enemigo de la humanidad"normal" (se reconoce aquí la inversión deuna representación recurrente de lajudeofobia occidental: el judío como"enemigo del género humano").

Hemos dejado de percibir la realidadhistórica en su emerger, hemos dejado deexplorarla en su novedad. La reducimos a

signos o a huellas del pasado, de un pasadocodificado, erigido como mito repulsivo: unpasado poblado por "viejos demonios".

Page 60: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 60/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

60

Presuponemos que el presente debe estarsometido al pasado, y nos limitamos adescodificar este presente para ver en élrepeticiones y resurrecciones. La búsqueda delo mismo es la única búsqueda autorizada porel culto de la Memoria. Nuestro antirracismo

es conmemorativo y nuestro antifascismo esconspirativo. Son ritos de exorcismo dondela letanía del "llamamiento a la vigilancia"cumple la función de nombrarindefinidamente al peligro y así hacerlo existiry conjurarlo, todo con un sólo gesto. Una vezmás "entramos en el futuro caminando haciaatrás", por hablar como Valéry. Por lo queparece, no hemos abandonado la creencia deque la Historia es la ciencia de las cosas quese repiten, de las experiencias que se reiteran,de los peligros que se reproducenidénticamente, y que por tanto sonfácilmente identificables: creencia ciega ycegadora. El "peligro fascista" de los añostreinta, aquél que denunciaron justamentecon coraje y lucidez los comités de vigilanciacreados después de 1933, forma parte delpasado. Ni el "fascismo" ni el "racismo" nosharán la merced de retornar bajo formas quenos permitan reconocerlos fácilmente. Si la

 vigilancia fuese sólo un juego dereconocimiento de lo ya conocido, no seríamás que un hecho de memoria. La vigilanciase reduciría a un juego de sociedad querecurre a las reminiscencias y a lasidentificaciones a través del reconocimiento.Ilusión consoladora de una historia inmóvil,poblada de acontecimientos conformes anuestras expectativas o a nuestras obsesiones.

 Vigilancia mágica: nos declaramos"vigilantes" para impedir el retorno de los"viejos demonios". Doble ilusión: el conocerno es más que un reconocer, y el actuar sereduce a un nombrar la amenaza, a decir quehay que percibir el presunto re-torno, que

adviene en todo momento. Nuestra vigilanciamágica se nutre de dos conviccionesabsolutas: el nazismo está retornandocontinuamente; el racismo continúacreciendo. Estas representaciones míticas deleterno renacimiento y del incesante ascensode las figuras del Mal absoluto están en elcentro de nuestra demonología política. Loimaginario satánico sigue vivo y el exorcismopolítico constituye un verdadero géneroperiodístico. ¿Cómo viviremos sin nuestrosqueridos "viejos demonios", sin la compañíade estos íncubos, ya amansados desde hacetiempo, que cambian de cara en función delas modas que guían nuestros mismos mitosrepulsivos (desde el racismo hasta elnacionalismo, desde la xenofobia hasta eltribalismo, desde la eutanasia hasta laeugenesia, desde el clericalismo hasta elintegrismo)?

No es, pues, inútil recordar ciertasevidencias, empezando por esta: el consumode mitos, para ser socialmente funcional ypsicológicamente "nutricio", no es unaproducción de conocimiento. Conjurar nosiempre significa conocer.

© Hespérides, revista de debate, pensamiento ycultura crítica, núm. 16/17, primavera 1998.

 

Page 61: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 61/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

61

El Eterno Retorno. ¿Son fascistas lasideas-fuerza de la Nueva DerechaEuropea?

El presente artículo pretende, como objetivo principal, explicitarlas ideas-fuerza o concepciones nucleares de la Nueva DerechaEuropea (ND). A la vez, al analizar la coherencia interna dedichas premisas básicas, se aportarán elementos de juicio al debateacadémico sobre la adscripción ideológica de la ND.

 JOAN ANTÓN-MELLÓN

Introducción

Nuestra hipótesis principal mantendráque dicha adscripción debe situarse,inequívocamente, en el terreno de la ExtremaDerecha y/o Derecha Radical, debiéndosedesechar, por tendencioso y falso, su propioanálisis de que han logrado establecer unnuevo paradigma teórico-político más allá dela derecha y la izquierda. Dicha adscripciónse refrendará al explicitarse las analogías y

divergencias entre las concepciones nuclearesde la ND y aquellas del Fascismo Clásico(1919-1945), una de las variantes de mayorrelevancia de la Derecha Radical europea delprimer tercio del siglo veinte.

La metodología utilizada ha consistido enclarificar y exponer la lógica nodal de lostextos estudiados de la ND en torno a lossiguientes parámetros clasificatorios: cómo sedefinen y describen (autodefiniciones); cómo

analizan la situación histórica (diagnóstico);cuáles son sus aspiraciones (utopía); qué estodo aquello a lo que se oponen (objetivos);y, finalmente, cuáles sus principiosontológicos y axiológicos (visión del mundoy concepción del hombre, de la naturaleza yde la historia). Dicha coherencia interna serácontrastada primero con el modelo teórico de

 Alain Bihr según el cual los tres factoresdecisivos de los idearios de Extrema Derechaen Occidente son: i) propugnarplanteamientos ultra-etnonacionalistaselevando la identidad colectiva a la categoríade fetiche; ii) establecer la desigualdad como

una categoría ontológica y axiológicafundamental; y iii) defender una concepciónbelicista de la existencia en la que la luchaestá glorificada como un factor supremo dela vida. En segundo lugar las concepcionesnucleares de la ND serán cotejadas conaquellos factores constitutivos y definitoriosdel fascismo que diferentes científicossociales han establecido como síntesis de susinvestigaciones. Intentando así establecer las

semejanzas en las diferencias halladas y, a la vez, las diferencias en las semejanzas.

Respecto a las fuentes consultadas se haanalizado en primer lugar una selección de laextensa obra del líder intelectual de la NDortodoxa, Alain de Benoist, y de la NDheterodoxa, Guillaume Faye. En segundolugar, se han revisado los editoriales yartículos más relevantes de las revistasÉlements (primer número

septiembre/octubre de 1973, órgano oficialdel Groupement de Recherche et d'Étudespour la Civilisation Européenne -GRECE-de la ND francesa); Trasgressioni (primernúmero mayo/agosto de 1986, revista teóricade la ND italiana) y Hespérides (1993-2000,revista teórica de la ND española). Y,finalmente, se han estudiado los manifiestosmás relevantes. Es el caso de Manifiesto: LaNueva Derecha del año 2000, redactado por

 Alain de Benoist y por el actual director de

Éléments, Charles Champetier, así como,desde la ND española, del Manifiesto delProyecto Cultural Aurora; ¿Qué hacer?

Page 62: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 62/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

62

Elementos para un discurso de contestación,documentos aparecidos a finales del siglo

 veinte. También se ha analizado ElManifiesto contra la muerte del espíritu y dela tierra, aparecido en España en 2002.

Por lo que se refiere al origen y evoluciónde la ND europea constatamos que se tratade un conjunto de ideólogos, publicaciones yasociaciones culturales que, desde finales delos años sesenta del pasado siglo, pretendenrenovar los clásicos discursos de la DerechaRadical europea de la primera mitad del siglo

 veinte (abandonando ineficaces nostalgias)para influir ideológicamente en todas lassubfamilias de la Derecha (extrema,moderada, populista o neotradicionalista). En

una época de hegemonía de los valoresdemocráticos en Occidente, tras 1945, susadversarios son poderosos: el cristianismo,además del pensamiento político de laIlustración y sus correlatos de la cultura de laModernidad. Sin embargo, la decadencia dela Izquierda Radical ha creado un vacíopolítico-cultural que la ND quiere llenarplanteando sus alternativas ideológicas a losdesgastados planteamientos tecnócratas delliberalismo conservador y de lasocialdemocracia. Se trata de explicitar lasdisfunciones de la postmodernidad (anomia,hiperindividualismo, ultramaterialismo,problemas identitarios) y ofrecer susalternativas "capaces" de eliminar la"alienación", superar la "decadencia" yrecuperar la auténtica "identidad europea".

El faro teórico, con importantes maticesalternativos tácticos en los autores disidentesde la ND europea (Faye, Robert Steuckers,

Pierre Vial) es la asociación cultural francesaGroupement de Recherche et Études pour laCivilisation Européenne (GRECE) fundadaen enero de 1968 en Niza, y paralelamente enParis y Toulouse, por cuarenta personajes,provenientes todos ellos de la ExtremaDerecha y/o Derecha Radical francesa6. Suinfluencia se extiende sobre todo en las basessociales cultas de la Derecha Radical europea,ávidas de salir del desconcierto producido

por las derrotas del Fascismo Clásico (1909-1945) y de los gobiernos colaboracionistas dela Europa ocupada, así como por la posteriordeslegitimación de los idearios de la Derecha

Radical por el peso que el antifascismo hatenido, política y culturalmente, en la segundamitad del siglo veinte. La influencia deGRECE cristaliza en la creación deasociaciones o grupos en diferentes paíseseuropeos con una mayor o menor relevancia,

los más destacables en Italia, Bélgica, GranBretaña, España y Rusia. La revista francesaÉléments, por ejemplo, inspira la italianaElementi, la rusa Elementy, la belga(Flamenca) Elemente y la alemana Elemente,la española Hespérides o la británica TheScorpion.

La cúspide de su influencia cultural enFrancia la logran en la década de los ochentadisminuyendo gradualmente en fechas

posteriores. En su trayectoria, el resto deasociaciones europeas no han logrado rebasarlos límites de la base social de DerechaRadical y de los nostálgicos de ExtremaDerecha, aunque en su haber debeconstatarse el importante logro de haberapoyado, culturalmente, los planteamientosideológico-doctrinales de los PartidosPopulistas europeos de Derecha Radical tipoFN/MNR (Francia); FPÖ/Alianza por elFuturo (Austria) o PxC (Cataluña-España).

El radical mantenimiento de una opciónmetapolítica (y el desprecio por la política) haconducido a GRECE a periódicas rupturasde relevantes personajes, la mayoría de loscuales han recalado en formaciones políticapopulistas de Derecha Radical (FN o elMNR) e incluso en partidos liberal-conservadores. Es el caso del profesormedievalista Pierre Vial (fundador deGRECE), que se sumó al FN y con

posterioridad apoyó la escisión, en 1996, delMNR de Bruno Mégret (también fundadorde GRECE) creando, en ese mismo año, unaasociación cultural espiritualista neonazi:

 Terre et Peuple.

Otro disidente destacado es Faye, la vozde mayor importancia intelectual de GRECEjuntamente con el propio Benoist hasta suabandono en 1986. Típico producto delMayo del 68 derechista, al retornar a la

palestra intelectual, a finales del siglo veinte,analiza las causas de la pérdida de influenciade GRECE, critica a fondo la opción

Page 63: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 63/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

63

metapolítica por inoperante y reafirma loscriterios básicos de la ND desechando loseufemismos y alambicacionesenmascaradoras, políticamente correctas, tanprofusamente utilizadas por la ND ortodoxa.Él quiere, como Friedrich Nietzsche (1844-

1900), la transmutación de todos los valoreshegemónicos desde la Ilustración y unmundo heterogéneo formado por grandesunidades territoriales. Homogéneasétnicamente y con unas radicalesdesigualdades estructurales sociales yproductivas para asegurar la sostenibilidadecológica del sistema y el progreso de lospueblos.

 Autodefiniciones

La ND europea, a lo largo de surecorrido histórico, se ve a sí misma comouna variante radical y especial de la derecha ycomo los conservadores revolucionarios desu época. En 1994 el propio Benoistafirmaba que la ND era un disidente de laderecha institucionalizada. Por su parte José

 Javier Esparza, una de las figuras históricasmás relevantes de la ND española, expusoque se habían cubierto varias etapas que

podían describirse como un continuoalejamiento de la derecha convencional. Dadasu opción táctica de actuación metapolítica, laND europea se define en sus textos másemblemáticos como un "laboratorio deideas", una "escuela de pensamiento", una"comunidad de espíritu" y también como un"espacio de resistencia contra el sistema".

Esa opción metapolítica, rechazada porla ND heterodoxa, se apoya en Antonio

Gramsci (1891-1937) y su concepto dehegemonía, en una lectura del pensadorcomunista italiano que Faye califica, en suscríticas de finales del siglo pasado, desuperficial. Se trata de que la conquista delpoder político debe estar precedida deltriunfo -la hegemonía- en el combateideológico-cultural. Evidenciándose con ellosu gran pragmatismo y eclecticismo teórico.Utilizan todo aquello que pueda ser útil parala defensa de sus concepciones nucleares ya

provenga de la derecha como de la izquierda:Nietzsche, Martin Heidegger (1889- 1976),

 Julius Evola (1898-1974), Gramsci, Carl

Schmitt (1888-1985), Konrad Lorenz (1903-1989), Louis Dumont (1911-1998), ArthurKoestler (1905-1983), Giorgio Locchi (1923-1992), Georges Dumezil (1898-1986), LouisRougier (1889-1982) o los conservadoresrevolucionarios del primer tercio del siglo

 veinte. Todo puede valer para la causa, enuna exhaustiva labor de búsqueda deargumentos de autoridad intelectual,obviamente, desde una dimensión política yno científica, con grandes dosis de disonanciacognitiva cultural.

La ND europea pretende desarrollar unatriple labor de desvelar las causas profundasde la decadencia de la civilización europea;realizar una acción de ingeniería ideológico-

cultural para influir sobre la opinión pública;y, en tercer lugar, liderar intelectualmente a lasociedad en la superación de la decadencia yen la edificación de una comunidad políticaeuropea armónica y poderosa que,autorreconociendo su pasado identitarioauténtico, renazca y construya su futuro en elpresente. De ahí que su combate sea culturalpero también político. Susoponentes/enemigos son muy poderosos ypor ello ha habido que empezar por lo máselemental, en sus propias palabras, crear "unespacio de resistencia contra el sistema". Esteespacio debe gradualmente ampliarse hastalograr vencer ideológica y políticamente a lasnefastas, en su opinión, consecuenciaspolíticas y socioculturales del despliegue de laIlustración y la posterior modernidad.

 Aunque, según su óptica analítica, elproblema principal es anterior: el triunfo delcristianismo.

Esta es la razón por la que unaimportante definición, sintética y global, delaño 2000 de la ND ortodoxa defina a éstacomo: "comunitaria, ciudadana, europea ypagana". Su lectura enfatiza que los ideales dela Ilustración son una mera laicización delcristianismo y que este ha sido un nefastocuerpo extraño, totalmente ajeno a las raícesindoeuropeas de nuestra cultura. A su vez, elliberalismo y el socialismo son analizados

como epifenómenos muy negativos de laIlustración y el cristianismo.

Page 64: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 64/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

64

La ND es un laboratorio de ideas que,según sus propios análisis, ejerce unaimprescindible labor de ingeniería cultural enun adocenado mundo burgués occidentalliderado por Estados Unidos, que hatransmutado su judeo-cristianismo en la

hegemónica doctrina de los DerechosHumanos (el mínimo común denominadorde las doctrinas igualitarias). En realidad, ensu opinión, una moral del rebaño -en laterminología de Nietzsche- destinada aalienar a unas masas de poblaciónoccidentales embrutecidas por el alienanteconsumismo e infantilizadas por el Estado-Providencia. De esta forma la ND se ve a símisma como "una promesa de renovación enel corazón del invierno gris y frío...unaaventura del espíritu" de "pesimistas activos"mientras dure el interregno. La época delKali-Yuga, en la terminología sánscrita usadapor Julius Evola y por Mircea Eliade (1907-1986), designa una época en la cual la verdadyace sepultada por la ignorancia a la espera deredentores.

Los activistas de la ND europea se ven así mismos como unos redentores. Unos

 visionarios que, siguiendo a FriedrichNietzsche, creen que los pueblos que tienenuna más larga memoria son los quedisfrutarán de un futuro más esplendoroso.Se creen visionarios y revolucionarios, ya queel contexto europeo está hegemonizado pormaterialistas valores burgueses:mercantilismo, individualismo, igualitarismo yuniversalismo. Todo ello un desastre fruto deuna concepción errónea del hombre. Por elcontrario, la ND propugna el predominio de

la política sobre la economía, de lacomunidad sobre el individuo, de la jerarquíasobre la igualdad y de la heterogeneidadsobre la homogeneidad universalista. Comoafirma Carl Schmitt, en cita reproducida porBenoist:

[L]a noción esencial de la democracia esel pueblo, y no la humanidad. Si lademocracia tiene que seguir siendo unaforma política, sólo hay democracias del

pueblo y no democracia de la humanidad.Diagnóstico

La opinión de la Nueva Derecha europeasobre la realidad occidental en el momentopresente no puede ser más negativa. Vivimosuna época de total decadencia,adocenamiento y alienación. La ND españolaa finales del siglo veinte denunciaba una

tendencia progresiva e inexorable hacia lamuerte. Unos pocos años más tarde, en juniode 2002, insistían proclamando un nuevoManifiesto contra la muerte del espíritu y dela tierra. Por su parte la ND francesa habla deumbral de esterilidad y de senilidad alreferirse a la civilización europeo/occidental.Una profunda pérdida de sentido esteriliza ala sociedad contemporánea. Según suapocalíptica visión:

Como ha visto Konrad Lorenz, lacivilización occidental nos arrastra a unamuerte lenta. Sus modos de vida tienenincidencias psicológicas, neuróticas ypatógenas: nos transformamos en seresdomesticados y fragilizados en nuestroscomportamientos. La decadenciademográfica, la debilidad de carácter, ladegradación genética de los occidentales, sonhechos confirmados por los propiosmédicos.

El hipermaterialismo, el productivismo,el igualitarismo y el hedonismo narcisistaahogan toda trascendencia, espiritualidad ybelleza. El culto individualista al bienestarembrutece al hombre, lo convierte en un seralienado, corrupto y lo incapacita paradesarrollar sus posibilidades tanto comomiembro de su comunidad comopersonalmente. Culto individualista que eldualismo cristiano había preparado al

plantear que la auténtica vida era la futura vida en el cielo. El liberal, simplemente, sitúaal cielo en la tierra. Y de esta forma cadaindividuo se afana en lograr el mayorbienestar material posible en una sociedadentendida como una agregación despolitizadade átomos independientes y soberanos.

El corolario político de esta "alienante"realidad es el papel que cumple el Estado,juzgado como un simple y despolitizado

regulador del sistema: "...un organismotécnico al servicio de la economía", cuyaauténtica razón de ser sistémica, por tanto,

Page 65: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 65/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

65

no es la dirección política de la sociedad sinogarantizar los derechos individuales para lasalvaguarda de la maximización de lasinversiones realizadas. Todo ellocomplementado con los criterios igualitaristasde los Estados de Bienestar y el

universalismo de los Derechos Humanos.Incluso los Estados-Nación, a pesar de

su pervivencia, están siendo superados poruna tecnoestructura mundial, el auténticogobierno en la sombra político- económicodel planeta Tierra. Siempre según la lecturade la ND europea, este sistema perviveexitosamente por el grado de hegemoníaideológica que ha logrado, dado el gran nivelde interiorización de sus finalidades por parte

de sus integrantes. De ahí que sólo exista unaleve necesidad de coordinación políticareguladora.

La economía se ha subordinado a lapolítica, y los ciudadanos creen ser felicestrabajando frenéticamente y consumiendocompulsivamente. En una sociedad,podríamos añadir desde nuestra propiaperspectiva, de economía y sociedad demercado en donde mercancías producen

mercancías en un proceso circular constante.Esta sociedad de mercado para la ND esinaceptable -el término que utilizan es el decancerización- no sólo por sus consecuenciasde anomia, alienación y embrutecimiento,sino porque ahoga la auténtica esenciaprimigenia del hombre: su capacidad de sercomunitaria mediante su voluntad individual.El gobierno de los hombres se vereemplazado por la administración de lascosas en donde todo se convierte en

mercancías: productores, consumidores eincluso necesidades (en ocasiones de unaradical falsedad). Como producto final de lacombinación siempre de los mismosingredientes: las estructuras económicassupranacionales, la ideología universal eigualitaria de los derechos humanos y lasubcultura mundial de masas.

Desaparecido el modelo soviético por suineficacia económica y autoritarismo, el

enemigo principal para la ND pasa a ser elliberalismo como ideología y sistema de

 valores, y los Estados Unidos -denominada

como nueva Cartago- como líder occidentalde la modernidad; un país que nace burgués,sin aristocracias de sangre y sin tradiciones.El liberalismo, según sus criterios, es unafilosofía política y una ideología totalmenteerrónea: hace del individuo abstracto la clave

de bóveda de todo su sistema. En el terrenopolítico, el liberalismo tiene un consustancialfondo anárquico: el régimen ideal es aquelque establece la menor autoridad posible.Mientras, en un plano social, consuma laruptura con el principio holista y niega lanoción de interés colectivo, siendo lasociedad una mera agregación de individuosque se agrupan para la mejor protección desus intereses particulares. Por eso, expone laND francesa:

[E]l liberalismo es una máquina deproducir desilusión...jamás como en elmomento presente la anomia social habíasido tan grande...el liberalismo destruye lasidentidades colectivas, las culturas enraizadasy es generador de uniformidad... combatir elliberalismo es combatir el mal de raíz.

Sin embargo, la situación históricaexistente, a pesar de su gravedad, permite una

esperanza como consecuencia de la propiaprofundización del problema. Para Faye, enel siglo veintiuno se va a producir unaconfluencia de catástrofes -económica, social,política, ecológica, migratoria- que haráinviable la reproducción del sistema yobligará a un cambio de civilización. En añosanteriores Faye ya había argumentado que, apartir de un cierto límite, la regulación de unsistema en crisis no es posible. Al producirseun colapso civilizatorio, los valores e idearios

que lo legitiman perderán su hegemonía ynuestro autor aboga porque las alternativasque surgirán sean revolucionarias: orientadashacia visiones del mundo orgánicas.

Objetivos

El objetivo genérico de la ND es eldespertar de la conciencia de los europeos yeste despertar es un combate tan ineluctablecomo necesario, puesto que, según su propioanálisis, se lucha porque no combatir esmorir, porque el mundo que nos rodea es elde la pasividad y el sueño, donde la energíadel pueblo se muere. Se trata de tomar el

Page 66: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 66/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

66

relevo de las ideologías dominantes (vistascomo ramas de un tronco común) a partir dehaber reconstruido una visión del mundoalternativa enraizada con la auténticaidentidad europea. La ND afirma haberelaborado un sofisticado nuevo paradigma

teórico que supera la obsolescencia de losesquemas tradicionales de derecha eizquierda. Una tercera vía ideológico-políticamás allá de la izquierda, revolucionaria omoderada, y de la derecha, moderada oextremista. Según sus criterios la auténticadivisión política del siglo veintiuno no se daentre derecha e izquierda sino entreuniversalistas e identitaristas. De ahí que alizquierdista lema del nuevo movimientosocial "SOS Racismo" oponen su consignaidentitaria y diferencialista "SOS Raíces".

La meta final es un mundo heterogéneoconstituido por grandes unidades territorialesétnicamente homogéneas, la unión sinconfusión según Benoist, y por eso sereivindica, como factor esencial, el derecho ala diferencia y el derecho de los pueblos.Como ya expusiera Joseph de Maistre (1753-1821), la ND opina que no existen loshombres de una humanidad en abstracto sinolos individuos que forman diferentes pueblos,etnias y culturas. De ahí que seaimprescindible "pronunciarse por lasdoctrinas etnonacionales, contra el pacifismoy el humanitarismo".

La ND europea tiene unos objetivosestratégicos y tácticos muy claramentedefinidos, siendo lo más relevantes: potenciarun nuevo-antiguo concepto de libertadcomunitaria; sustituir la hegemonía de los

 valores burgueses por valores aristocráticos;resucitar Europa mediante la reivindicaciónde su auténtica identidad pagana eindoeuropea; revitalizar la idea de comunidaddotándola de metas y sentido; separar losconceptos jurídicos de nacionalidad yciudadanía; primar los criteriosetnonacionalistas; combatir el igualitarismo yel universalismo; desmercantilizar el mundosupeditando la economía a la política; lograr

la armonía con la naturaleza y una ecologíaintegral preservando la biodiversidad; yfinalmente, conseguir cambiar la democracia

representativa por una auténtica democraciaparticipativa y plebiscitaria.

Conseguir todos estos objetivosregeneraría a Europa y le permitiría superarsu decadencia y recuperar su genuina esencia,enlazándose pasado, presente y futuro. Paraello las ideas "sanas" de la ND deben cobrar

 vida en amplios y transversales movimientospolíticos regeneradores de las patrias. Comoexpone Faye:

El futuro pertenece a las revolucionesculturales, espirituales y nacionales. El futuropasa por la destrucción del orden económicointernacional y por la consecución de unaidea que ya está en camino: la concentraciónde espacios económicos autónomos en tornoa grandes áreas culturales.

 Visión del mundo, concepción delhombre, de la naturaleza y de la historia

La visión del mundo de la ND estáarticulada en torno a una serie deconvicciones, verdades per se o primerosprincipios ontológicos y axiológicos. Porejemplo, la convicción de que en lanaturaleza existen unas leyes comunes a

todos los seres vivos, extrapolables a losindividuos y comunidades humanas: laselección, la desigualdad y la jerarquía son

 valorados como entes tan naturales como latierra o el mar. Otra de estas concepcionesbásicas sería la hipótesis de la importancia delos contenidos informacionales filogenéticosque las comunidades humanas se transmitende generación en generación y que se vanincorporando a lo largo de la historia. Unatercera idea sería que una de las leyes

generales de la vida es el conflicto y, por ello,combatir es vivir, siendo la debilidad laantesala de la muerte. Finalmente, una cuartasería que la voluntad es un factor esencialpara los seres humanos si quieren vivir unaexistencia auténtica, adecuada a suspotencialidades. Como expone el propioBenoist en famoso artículo publicitado,profusamente, en diferentes publicaciones delas ND europeas: no se trata de buscar una

 verdad objetiva, exterior al mundo, si no decrear una voluntariamente, a partir de unnuevo sistema de valores. Se trata de fundar

Page 67: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 67/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

67

un neopaganismo que permita la realizaciónde un modo de existencia auténtico y pleno.

La visión de la ND es empirista: sólo lanaturaleza, incluida el hombre, es observable;por lo tanto Dios o no existe o es naturalezay, por tanto el hombre también es, o puedeser, Dios. Y de la observación como métodola ND extrae que la vida humana tiene, odesea tener, un ansia de trascendencia (de ahíque planteen la imbricación de la ontología, lametafísica, la antropología e incluso lo sacro)que el racionalismo ilustrado o post-ilustradono contempla. Asustada, la Razón -piensan-se niega a tener en cuenta todo lo que no esLogos, y al hacerlo vive en el error. Haceconstantemente la guerra pero la rechaza; el

derecho es fuerza pero se niega a admitirlo,proclama la igualdad sin conseguirla nunca yrechaza la autoridad que no se base enargumentaciones utilitaristas.

Por todo ello la visión del mundo de laND es alternativa al "pensamiento único" dela modernidad: el burgués se equivoca en casien todo menos en el cálculo económico, y ladesaparición de los valores aristocráticos harepresentado para Europa una catástrofe,

sólo comparable a la sustitución delpaganismo en las comunidades indoeuropeaspor el dualista, universalista e igualitariocristianismo. Por tanto la realidad, según laobserva la ND, es esquizofrénica: por unlado, el capitalismo demuestra lasupervivencia de los más fuertes y aptos enun combate de todos contra todos, pero, a la

 vez, el liberalismo pretende y ha conseguidodomesticar al hombre occidental mediante elnarcótico de los Derechos Humanos,

ideología absurda de la modernidad en lamedida que parte de la convicción de quetodos los seres humanos son iguales y libres.

 Y, por el contrario, la ciencia (etología,biología, antropología) "demuestra" que losseres humanos son profundamentedesiguales.

 Y tampoco libres. La ND rechazataxativamente una visión de la libertadindividual, consecuencia de la creencia de que

los seres humanos son titulares de unosderechos inalienables inherentes a la personay, por ello, no concedidos por ninguna

instancia superior. La concepción de lalibertad de la ND, muy bien explicitada porEvola -siguiendo a Nietzsche-, propugna queno hay una libertad general y abstracta sinolibertades articuladas según la naturalezapropia de los seres. La libertad pertenece a un

plano práctico y político y no al filosófico omoral. Debe ser conquistada: no existenbeneficiarios espontáneos, sino únicamentefundadores y garantes. Nadie nace libre, peroalgunos lo llegan a ser. La libertad resulta dela acción hecha para instaurarla o paraapoderarse de ella. Tal acción puede ser elresultado de los individuos o de lascolectividades.

Se es libre, por tanto, como individuo,

por pertenecer a una comunidad. Y, como eltodo es superior a la suma de las partes yposee cualidades que le son propias(holismo), el Estado debe primar no elbienestar material -prosaico objetivo- de losciudadanos sino la garantía de su existencia yde su poder en la historia. De ahí que lafelicidad también deje de ser un temaindividual para pasar a una concepcióncolectiva, puesto que -otra creencia básica dela ND- los protagonistas de la Historia sonlos pueblos, las comunidades, las nacionesy/o las culturas en una constante dialécticade confrontación. Para la ND el hombre notiene naturaleza sino cultura e historia, que sedesarrollan a partir de unas característicasbiológicas constantes: siempre -afirman-habrá cazadores y guerreros entre nosotros,fuertes y débiles, hombres superiores yhombres inferiores, aunque los partidarios delos Derechos Humanos no quieran

reconocerlo y se nieguen a admitirlo. La visión del mundo, por tanto, de la ND esorganicista, pluralista y diferencialista.

Por eso la concepción jurídica de losderechos individuales de la ND plantea unaopción no universalista. Propone que cadacomunidad política, histórica y cultural debetener reconocido su derecho a establecer,como crea oportuno, cuáles son los derechosde sus miembros (de ahí su criterio de

distinguir entre ciudadanía y nacionalidad). Y,obviamente, los derechos los concede lacomunidad al individuo. El razonamientoconsiguiente plantea que, si los hombres no

Page 68: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 68/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

68

pueden ser valorados igual, tienen diferentesnecesidades y pertenecen a diferentescomunidades humanas, ¿por quéestablecemos unos mismos derechosuniversales y abstractos para todos cual lechode Procusto?

Sólo se explica por el triunfo en elmundo de unos valores burgueses ycristianoides: individualistas, economicistas,igualitaristas y universalistas, basados en unaerrónea visión del mundo y del hombre,siendo la misión de la ND, mediante elcombate ideológico cultural y metapolítico,advertir al mundo de sus errores y propagarotra visión del mundo alternativa, visionariahacia el futuro y lúcida respecto al presente y

al pasado. Tan lúcida y potente es esta visión y el

ideario que la explicita que, en su opinión, escapaz de armonizar pares en teoríaantagónicos (como en su día pretendiera elFascismo Clásico): instinto y cultura;racionalidad e irracionalidad;hipermodernismo y postmodernismo ytradición; ecologismo y desarrollotecnológico; nación y comunidad

supranacional (Europa); soberanía máximadel Estado y libertad económica individual;derecha e izquierda; sacrificio individual ylibertad y/o felicidad colectiva. ImmanuelKant (1724-1804) y Karl Marx (1818- 1883)se equivocan, mientras Nietzsche, Heideggery Evola aciertan. La sangre vale más que eloro. El hombre, como el resto de los seres

 vivos, es un ser nacido para combatir,asentado en un territorio y desigual, ademásde tender a la trascendencia y poder forjar

(algunos hombres y algunos individuos) sudestino. Más allá del bien y del mal cristiano,liberal o socialista. El modo de estar en elmundo fundamenta el derecho atransformarlo.

En lógica coherencia con todos loselementos anteriormente expuestos cabedestacar que la concepción de la libertad de laND (coordinada con su visión socialorganicista) es, como lo plantea Nietzsche,

ilimitada. Los hombres libres son sujetos yobjetos de su existencia y, por ello, el mundoles pertenece. Manifestar su libertad supone

explicitar su autonomía. Y como expresaBenoist:

[S]ólo puede ser libre el hombre que seexpresa creando. Ahora bien, no hay creación"pura". Se crea siempre a expensas de unobjeto -ya sea la "naturaleza" u "otro-hombre-tomado-como-naturaleza"-...seapropia, no solamente como útiles y comoinstrumentos, sino también como"prolongaciones" y "partes" de su cuerpo. Delos objetos (materiales y humanos) sobre losque se ejerce su acción.

Como es obvio, los planteamientoseconómicos de la ND (además de parte delos políticos) se derivan de estos criteriosbase o concepciones nucleares. Elcapitalismo es un sistema productivo idóneosiempre que esté controlado por poderespolíticos etno-nacionales. En líneas generalesla visión del mundo de la ND es la antítesisde la concepción burguesa-liberal del mundoy de sus valores. Se reivindica lo sacro, loirracional y el espíritu de aventura, comocomplemento necesario a una racionalidadtécnica imprescindible para realizar lo que secree propio de los seres humanos: su

 voluntad de poder para forjarse destinoscolectivos. A la contra del proceso históricoque conocemos como modernidad, la NDpropugna que los seres humanos europeos, siquieren desarrollar sus potencialidades, debeneliminar la alienante domesticación cristiano-liberal a la que han sido sometidos. De estaforma la generosidad substituiría al cálculo, elidealismo/ altruismo almaterialismo/pragmatismo, el sacrificio alhedonismo, y la aventura colectiva a la

comodidad egotista. El enriquecedorcombate, piensan, factor de superaciónconstante, condicionaría el ser de hombres ycomunidades. Para la ND europea, sin fisurasni políticas ni ideológicas, una adecuadaforma de "estar en el mundo" tomaría ellugar de una absurda manera de vivir, tanalienante como sin sentido y norte.

El análisis realizado hasta el momentopresente permite plantear que el ideario de la

ND se mantiene en los esquemasprototípicos de la Derecha al levantar labanderas de la desigualdad, la visión de la

Page 69: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 69/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

69

 vida como combate, la tradición y laconcepción orgánica de las comunidadesétnicamente homogéneas y puede ser juzgadocomo un posible canto del cisne de los

 valores aristocratizantes de las sociedadeseuropeas de Antiguo Régimen enfrentadas a

la Modernidad. Lo aristocrático comocontrapunto a lo burgués. Sería un survivalen la terminología de la Antropología. Elpropio Alain de Benoist nos confirma estahipótesis al revelarnos, en el "Prefacio" de suobra, Le grain de sable, que el origen delseudónimo que más ha utilizado, Robert deHerte, es un homenaje a un parientematerno, Charles-Germain de Herte,aristócrata y teniente de regimiento demosqueteros que fue guillotinado durante laRevolución francesa a los 38 años de edad.

Concepciones nucleares de la ND ydel Fascismo clásico (1919-1945). Unaidentidad no idéntica

Establecidas las ideas-fuerza de la NDeuropea, constatemos cuáles son susparámetros cultural-políticos de referencia, aquienes consideran los grandes clásicos de lahistoria de las ideas. Según el objetivo inicial

que planteamos de determinar su posibleadscripción al campo de la DerechaRadical/Extrema Derecha y el grado decontinuidad con el Fascismo Clásico.

La ND francesa en 1996, en una seccióndidáctica de su órgano de expresión oficialÉléments, recomienda leer a los dieciséisautores y obras que a continuación seexponen:

- Friedrich Nietzsche: La volonté de

puissance.- Georges Sorel: Réflexions sur la

 violence.

- José Ortega y Gasset: La révolte desmasses.

- Maurice Barrès: Scènes et doctrines dunationalisme.

- Maurice Barrès: Le voyage de Sparte.

- Charles Maurras: L avenir del´intelligence.

- Joseph de Maistre: Considérations surla France.

- Abel Bonnard: Les modérés.

- Armin Mohler: La révolutionconservatrice en Allemagne, 1918- 1932.

- Arthur Moeller van den Bruck: Larévolution des peuples jeunes.

- Silvio Vietta: Heidegger, critique dunational-socialisme et de la technique.

- Thierry Maulnier: Au-delà dunationalisme.

- Werner Sombart: Le socialismeallemand.

- Carl Schmitt: Du politique. "Légalité etlégitimité" et autres essais.

- Ernst Niekisch: Hitler une fatalitéallemande et autres écrits nationaux-bolcheviks.

De forma paradigmática esta selección,obras publicadas por Labyrinthe (editorialoficial de GRECE) o en colecciones dirigidaspor miembros de GRECE, se inicia con unaobra de Nietzsche y otra sobre Heidegger44.

En ella se recogen textos clásicos delultranacionalismo francés (Barrès, Maurras);las obras capitales sobre y de la RevoluciónConservadora Alemana; además de incluir aclásicos como Ortega y Gasset y de Maistre,así como la curiosidad de revitalizar a unolvidado, el líder intelectual de los nacional-bolcheviques alemanes, Niekisch.

De todos ellos merece la pena destacar elgrupo de autores de la Revolución

Conservadora Alemana (Mohler, Moeller vanden Bruck, Sombart y Schmitt) dada laimportancia de la influencia que han ejercidosobre la ND. De tal modo que sus ideólogosmás destacados se identifican con esemovimiento cultural del primer tercio delsiglo pasado y se ven a sí mismos como losrevolucionarios conservadores de los siglos

 veinte y veintiuno. El propio Faye así loexplicita:

La actitud que nosotros tomamos frentea la modernidad se puede entender como laprolongación -pero evidentemente no elcalco- de las posiciones de los principales

Page 70: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 70/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

70

pensadores de la "RevoluciónConservadora".

Los revolucionarios conservadoresalemanes son un referente para la ND,colectiva e individualmente. Varios ejemplos.De los 248 artículos publicados en la revistade la ND italiana Trasgressioni entre 1986 y2002, de los artículos de autores consideradoscomo clásicos, veinte han sido textos deErnst Jünger (1895-1998) (9), Schmitt (6),Oswald Spengler (1860-1936) (3), Sombart(1) y Knut Hamsun (1859-1942) (1). En elnúmero 19 de la revista de la ND españolaHespérides, se anuncia la próxima apariciónde un número monográfico sobre laRevolución Conservadora alemana, número

que no ha llegado a publicarse por ladesaparición de la revista. Esa admiración seconvierte en devoción por lo que se refiere ala figura de Jünger. El primer libro publicadopor la ND española en su colección LosLibros de Hespérides ha sido el de Alain deBenoist: Ernst Jünger y el trabajador. La NDfrancesa ha editado numerosos textos de ysobre este autor, por ejemplo Dominique

 Venner publicó en Éléments en 1995 unartículo titulado "Jünger: la figure même del´Européen". El propio Benoist, a partir de1989, dirigió la colección "RevoluciónConservadora" de la Editorial Pardés(fundada por discípulos franceses de Evola),y en 1998 publicó una obra titulada Ernst

 Jünger: une bio-bibliographie, en la editorialde GRECE Le Labyrinthe.

En 1932 Edgar J. Jung (1894-1934),secretario del líder político conservadorFranz von Papen (1879-1969), escribe en su

obra Deutschland und die KonservativeRevolution: Llamamos RevoluciónConservadora a la recomposición de todasaquellas leyes y acciones elementales enausencia de las cuales el hombre pierde elcontacto con la naturaleza y con Dios,

 viéndose incapacitado para edificar un orden verdadero. En lugar de la igualdadproponemos los valores interiores, en lugarde la orientación social la apropiada

integración en una sociedad jerárquica, enlugar de la elección mecánica el surgimientoorgánico de jefes auténticos, en lugar de lacoerción burocrática la responsabilidad

personal de una auténtica autodisciplina, enlugar de la felicidad de las masas el derechode la comunidad del pueblo.

Según Keith Bullivant, los criteriosfundamentales de los revolucionariosconservadores alemanes fueron: cuestionarsela primacía de la racionalidad; el rechazo a lamilitancia partidista; pretender sustituir lademocracia por un sistema autoritario yjerárquico; rechazar lo que denominaban"viejo conservadurismo"; valorarpositivamente las experiencias guerreras y,por último, potenciar eternos valores

 vitalistas para superar la decadencia. De estaforma el rechazo a la decadencia y una firme

 voluntad de defender una concepción del

mundo jerárquica, orgánica, comunitarista yguerrera constituyen la razón de ser o almamater de la Revolución Conservadoraalemana. Estas concepciones nucleares soncompartidas por la ND europea. De ahí queen los años iniciales de GRECE, en 1977, enun editorial de Éléments (nº 20,febrero/abril) titulado "La RevoluciónConservadora", se exponga lo interesante delos análisis y criterios de estos autores comocolectivo y se abogue por una nuevarevolución conservadora.

Esta concomitancia de criterios yobjetivos entre antiguos y nuevosconservadores revolucionarios es uno de losargumentos de mayor peso que utiliza elprofesor británico Roger Griffin paraexplicitar el carácter esencialmente fascista dela ND europea, según el tipo ideal weberianoque establece. A partir del cual el fascismo(genérico) debe verse como una forma de

ultranacionalismo revolucionario, cuyo mitomovilizador es la visión del renacimiento dela nación en un nuevo orden post-liberal queponga fin al período de agudo declive ydecadencia. Y por ello el argumento centralque utiliza es el del común diagnósticorealizado por la ND y el Fascismo Clásico dela existencia de una crisis y decadenciacivilizatoria que deben ser superados poramplios y transversales movimientos

políticos regeneradores de las patrias enprocesos palingenésicos. Este aspecto centralde la decadencia también es subrayado porotra autoridad académica en el estudio del

Page 71: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 71/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

71

Fascismo Clásico, Robert O. Paxton, alafirmar en el inicio de la definición queefectúa que "se puede definir el fascismocomo una forma de conducta políticacaracterizada por una preocupación obsesivapor la decadencia de la comunidad".

El carácter palingenésico-nativista de laspropuestas políticas de la ND y del FascismoClásico en sus aspectos ideológicos nosconduce a la necesidad de subrayar otro delos aspectos centrales de ambos idearios: laimportancia clave de la idea de comunidadsegún planteamientos ultranacionalistas. Setrataría de un auténtico fetichismo de laidentidad colectiva en la terminología deBihr. Patrias con un destino colectivo a

desarrollar, y por ello necesariamentehomogéneas; racial o culturalmente puras enla propuesta fascista, o respetando lasdiferencias étnicas, evitando el universalismoy el mestizaje multiculturalista, en laspropuestas de la ND y en lo que ha venidoen llamarse racismo diferencialista oculturalista.

Por otra parte, la reivindicación de lasdesigualdades humanas como un factor

natural, enriquecedor y socialmente útiltambién es un relevante factor compartidoentre la ND y cualquier discurso que puedeser considerada adscrito a la gran familiaideológica de la derecha. La cual incluyediferentes subfamilias o subconjuntos comotodos aquellos que pueden ser agrupados enel término Derecha Radical. A su vez, estaestá formada por otros subconjuntos entrelos que merece destacarse, por su grancoherencia ideológica y política, el fascismo.

Las analogías entre la ND y el fascismoclásico vienen dadas por factores,previamente expuestos, como compartir unmismo o parecido diagnóstico y una misma oparecida visión del mundo a partir de losreferentes filosófico-culturales utilizados porambos; todo ello a partir de una idénticaconcepción del hombre, la naturaleza y lahistoria: el hombre visto como un seragresivo, jerarquizado y territorializado. Los

descendientes de Caín, según afirma elpropio Benoist. Siendo el factor de laagresividad y la exaltación de la lucha unfactor decisivo de la vida humana otro

elemento de concomitancia entre la ND y elfascismo, entendido el eterno combate de unmodo socialdarwinista extremo en la opciónfascista, y de una forma metafísica-existencialen la ND. De ahí que la ND rechace elsocialdarwinismo, e incluso al fascismo, al

que acusa de totalitario y de jacobinismopardo. El fascismo fracasó y por ello la NDlo analiza como cosa de un pasado caduco.Lo importante son las concepcionesnucleares a otro nivel superior, el nivel de laDerecha Radical. Sin embargo, la esencia delfascismo se encuentra en la convicción deque la civilización avanza cuando existe unorden político "natural" por el cual los noselectos están al servicio (inclusoesclavizados) de los selectos. Y ese es elfuturo ordenado que plantea Faye (encontinuidad clara entre el fascismo clásico yla ND) como posible, deseable y capazalternativa de solucionar todos losproblemas:

Reflexionar sobre una organizaciónmundial a dos velocidades, del hecho de laimposibilidad tecnosociológica de extender atodo el planeta la lógica del "progreso-desarrollo"...Es posible imaginar y predecir elretorno de una gran parte de la humanidad alas sociedades tradicionales, pococonsumidoras de energía, socialmente másestables y más felices, mientras que en elcuadro de una sociedad planetaria, unaminoría podría continuar siguiendo elmodelo de vida tecnoindustrial. Mañana dosesferas: una nueva Edad Media y laHiperciencia...arqueofuturismo, asociaciónexplotadora de dos contrarios.

La derrota del fascismo en 1945 supusosu demonización, la marginación política ycultural de sus idearios y la hegemonía de los

 valores democráticos anti-fascistas en lospaíses demoliberales, cuya explicitación másavanzada fue la constitucionalización de losderechos colectivos en los países que se handefinido como Estados sociales ydemocráticos de Derecho. Ante esta realidad,la supervivencia de los idearios fascistas se

efectuó en círculos muy marginales decreyentes, entre otros factores porque elfracaso de la fórmula política fascismodisgregó a las diferentes subfamilias de la

Page 72: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 72/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

72

Derecha Radical que habían apoyado eldesarrollo de los movimientos fascistas-asícomo otros modelos autoritarios como elfranquismo o el salazarismo- en lo que hasido denominado "Compromiso

 Autoritario", alianza contrarrevolucionaria o

"Contrarrevolución Preventiva". El fascismose convirtió en una ideología maldita,criminalizada jurídicamente salvo por unasescasas minorías de creyentes y/osimpatizantes - obviamente los oportunistasdesaparecieron-. Esta situación dealejamiento máximo del poder hizo quecobrara una relevancia superior laconservación de las ideas-fuerza quehomogenizaron a la Derecha Radical en elprimer tercio del siglo veinte. Esta ha sido lamuy complicada labor que la ND se impusoreconvertir dichas ideas-fuerza adaptándolasa una época de predominio indiscutido de lasideas y valores democráticos. Una adaptaciónnecesariamente sofisticada ya que, para queperviva lo estratégico, era necesariodesprenderse de lo táctico. Una identidad noidéntica disfrazada de nuevo paradigma másallá de la derecha y de la izquierda.

El fascismo clásico constituyó unafórmula política exitosa en Italia y Alemaniade 1922 a 1945, una alternativa de derecharadical/extrema derecha a las miserias,contradicciones y problemas de lamodernidad liberal. De la misma forma, laND ha desarrollado un ideario alternativo alas disfunciones de la posmodernidad desdeuna óptica de Derecha Radical en losterrenos político y cultural, respetando (igual

que en los años treinta del pasado siglo) lasjerarquías sociales y el sistema productivocapitalista. Una alternativa que, como laDerecha Radical ha evidenciado en múltiplesocasiones, es accidentalista, lo que ayudatambién a explicar las diferencias tácticas, e

incluso algunas estratégicas, entre el fascismoclásico y la ND. Por eso la ND puederechazar el totalitarismo y la violencia comométodo sistemático de actuación política, y ala vez abogar por una "auténtica" democraciapebliscitaria-representativa y federalista.

Pero todas estas cuestiones no son lomás relevante. Lo relevante es la convicciónde la ND de que los protagonistas de lahistoria son las comunidades étnicamente

homogéneas; que la libertad sólo está alalcance de unos pocos seres humanosselectos; y que una sociedad humanaarmónica es aquella en la cual los hombres sedefinen y actúan como agresivos, jerárquicosy territorializados, donde desarrollan unateoría política e instituciones en consonancia.

 Todo lo contrario de las concepcionesnucleares ilustradas según las cuales los sereshumanos nacemos libres, iguales y racionales.Como afirma la expresión latina Tertia nondatur (no hay tercera vía) entre la democraciay la barbarie, tanto en el terreno de las ideas,los actos o las instituciones. Tal vezpodríamos recordar como conclusión finalaquellas sabias estrofas de un viejo tangoporteño: "no hay nostalgia peor que añorar loque nunca jamás sucedió".

Page 73: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 73/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

73

¿Viejos prejuicios o nuevo paradigma político? 

La Nueva Derecha francesa vista por la NuevaIzquierda norteamericana

Resulta desconcertante leer los oscuros presagios formulados

por cuarenta miembros del establishinent   de izquierda y liberalparisino sobre la amenaza de un "nuevo fascismo", reclamandosean excluidas de la discusión pública ideas consideradasparticularmente repulsivas, antes de que éstas hayan podido serevaluadas críticamente -un proceso que ya en sí es rechazadocomo "peligroso".

PAUL PICCONE

En una breve declaración que no ofreceargumentaciones documentadas y que noidentifica claramente a sus "blancos", los"preocupados" intelectuales francesesdelinean simplemente un escenario de"nosotros" contra "ellos" que nos remite a lafamiliar oleografía de la Segunda GuerraMundial: de un lado, los paladines de los-

 valores liberal-democráticos de liberté, egalité, fraternité ; de otro, las fuerzas del Mal insertasen circuitos "antidemocráticos" y "neonazis"

que intentan legitimar sus siniestrosproyectos:, exclusión, violencia, crimen. ¿Denuevo un ejemplo de ese presente que tratadesesperadamente de entender un futuro quees irreductible a una mera extensión delpasado? Como las sucesivas polémicas handejado claro, estos vigilantes de izquierdaestaban simplemente recurriendo a la muyexperimentada praxis maccarthysta   queconsiste en dirigir acciones inquisitoriales

contra nadie en particular y, por eso mismo,potencialmente contra todos en general, paraasí crear un clima de intimidación ideológicaen aquellos ambientes donde se pretendatomar en consideración los llamados"discursos alternativos" o los "relatos' noortodoxos". Pero, ¿qué es ese "nuevofascismo"? ¿Se refieren a Yirinovski o a LePen o a Sch6nhuber o a...? El original"manifiesto" publicado en Le Monde  el 13 dejulio de 1993 no lo dice. Pero en la polémica

posterior se hizo evidente que el verdaderoobjetivo no era en realidad el obvioimputado: la extrema derecha, sino la Nueva

Derecha en general, y Alain de Benoist enparticular. Más aún: en un paradigmáticoestilo neoestalinista, también liberalespatentados con impecables credencialesacadémicas, como Pierre-André Taguieff,eran públicamente castigados por haberosado tomar en serio y estudiar, y con ellolegitimar, a la Nueva Derecha como entidadpolítica relevante.

Consideradas todas las críticas

posteriores, se puede pensar que el incidenteno ha sido más que la reacción excesiva deun puñado de zelotes que han conseguidoengañar a intelectuales "respetables"induciéndoles a firmar el manifiesto -unlapsus embarazoso de la  political correctness   en

 versión francesa que habría que olvidar loantes posible, para concentrarse en otrascuestiones de mayor sustancia que el propiomanifiesto identifica como raíces causales delresurgir de esas "insidiosas perversiones del

pensamiento" que amenazan a lasdemocracias liberales: "crisis económica,paro, exclusión social y una sospechageneralizada sobre el mundo político"... Deforma más bien sorprendente, justo un añodespués el mismo grupo ha republicadoprácticamente el mismo Manifiesto, aunque,eso sí, esta vez firmado por mil quinientos

 vigilantes de grado inferior, presumiblementeansiosos de confirmar sus propiascredenciales de simpatizantes del PartidoComunista. ¿Se ha vuelto loca la izquierdafrancesa, o por lo menos una parte sustancialde ella? En una época en que la bancarrota de

Page 74: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 74/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

74

prácticamente todos los principales modelospolíticos reclama urgentemente unaintensificada búsqueda de nuevas alternativasy perspectivas actuales, parece que milquinientos fundamentalistas de izquierda,olvidando la vergonzosa herencia estalinista,

tratan de desterrar del debate teórico y deexcluir de la discusión pública cualquierdesviación del dogma dominante,etiquetando a sus adversarios políticos como"fascistas", "neofascistas" y "neonazis":términos que no tienen ningún significadopreciso más allá de algún residual poder dedemonización.

En cualquier caso, y a pesar de sucarácter abiertamente fraudulento, el

Manifiesto ha tenido éxito al marginar, almenos temporalmente (o al perpetuar su yaexistente marginación), a la Nueva Derechafrancesa, de la misma forma en que cuarentaaños atrás Joseph McCarthy logró reducir alsilencio a la izquierda norteamericana, a pesarde la censura formal pronunciada contra élpor el Senado de los EE.UU. Al igual que leocurrió a la de-recha americana, que en losaños sesenta se encontró de improviso conque tenía que enfrentarse de nuevo a unrenacimiento de todas aquellas "ideaspeligrosas" -y de muchas otras-, así hoy los

 vigilantes de la izquierda francesa yerranpalmariamente si presumen que sus vanos"manifiestos" neoestalinistas pueden sustituirel diálogo racional y reprimirpermanentemente las "ideas peligrosas". Estaclase de esfuerzos son, en general, la última ydese-perada salida de los grupos dirigentes yaagotados cuando tienen que legitimar unas

ideologías políticas cada vez menossostenibles, pero aún hegemónicas. De unmodo u otro, las ideas "subversivas" de laNueva Derecha francesa están teniendoconsiderables repercusiones en toda Europa,en un momento en que la izquierda semuestra teórica y políticamente acabada,mientras que la derecha experimenta unainesperada resurrección. Estos fenómenospueden señalar un importante cambio deparadigma que amenaza con romper la

tradicional división entre izquierda y derecha,y apuntan a una re-configuración de lapolítica de la posguerra fría. Por estas

razones, la Nueva Derecha debe serafrontada abiertamente, y no excluida a travésde pretenciosos manifiestos ex cathedra . Unaizquierda intelectualmente honesta no puedecomportarse de otra forma.

La ND, ¿es “nueva” o es “derecha”?

 Afortunadamente, la izquierda americanano ha estado en el poder tanto tiempo comosu homóloga francesa. Quizá por ello no seha atrincherado en las instituciones y no seha hecho tan complaciente, dogmática ehipócrita. No obstante su notoria unidad depolicía comunista -generalmente conservadaen naftalina en guetos académicospolíticamente irrelevantes-, al menos algunasde sus partes son notablemente másheterogéneas, más abiertas y en consecuenciamás capaces de afrontar las ideas"subversivas" en su propio terreno, sin tenerque recurrir a la represión mediante"procedimientos administrativos". Si la NDes tan sospechosa como sostienen los

 vigilantes, nada mejor que una investigaciónracional y abierta para sepultarla en elcemente-rio predilecto de la izquierda: elbasurero de la historia.

Semejante  Auseinandersetzung   no puede,empero, limitarse a ser un abstracto ejerciciode tolerancia liberal; debe ser un esfuerzoserio por entender, aprender y criticar algoque, en un examen detallado, demuestra ser,globalmente, un conjunto de ideas bastanteinteresante. Esto puede ser explicado por elhecho de que, como muchos y muy seriosanalistas se han afanado en subrayar, unabuena parte de ese conjunto constituye (o

constituía, antes de la involución posmodernade la izquierda académica estadounidensehacia una identidad política narcisista) unarepresentación de posiciones usuales de laizquierda: democracia participativa,autodeterminación, autonomía local,oposición al capitalismo, al dominioburocrático, al nacionalismo, al racismo y alimperialismo tradicional. Mientras laizquierda ex-marxista más asentada ha dejadode acusar a la "industria cultural" de producir

una conciencia popular alienada y, de formabastante sorprendente, ha desarrollado laapología más articulada del kitsch   cultural

Page 75: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 75/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

75

rebautizándolo eufemísticamente como"cultura popular", la ND no sólo haretomado esta crítica, sino que,diferenciándose de la incapacidad de laEscuela de Frankfurt para prefiguraralternativas válidas y de su consiguiente huida

hacia la alta cultura y el alto modernismo,también ha propuesto estrategias políticasconcretas para combatirla.

Hubo un tiempo, antes de probar elnarcótico del poder institucional o laeutanasia intelectual de los puestos de relieve,en que la izquierda más asentada solía criticaral liberalismo como ideología capitalista, alcapitalismo como sistema que conducía a ladestrucción de la personalidad, de la tradición

y de la cultura, y a la cultura popular comoinstrumento de cretinización colectiva. Ahoraes la ND la que acusa al liberalismo comodominio burocrático sobre una poblaciónreducida a una masa homogénea deindividuos abstractos, al capitalismo cornonémesis de la autodeterminación local y delas culturas tradicionales (las únicas aúncapaces de constituir una individualidadautónoma) y a la cultura de masas corno unopio del pueblo. Tras las mistificaciones de la

 Teología de la Liberación y delmulticulturalismo, también el anticlericalismode la izquierda -la condición sine qua non dela política radical antes de la Segunda GuerraMundial- ha cedido el paso a una oportunistatolerancia religiosa. La ND, en lugar de esto,ha desarrollado una rigurosa crítica delcristianismo (apoyada, por desgracia, en unamala lectura de la historia y de la doctrinatanto del catolicismo como del

protestantismo). En cuanto alantiamericanismo -otra predilecciónparadigmática de la izquierda- hoy se limita auna adhesión puramente formal en laizquierda, mientras que se ha convertido enun eje fundamental de la plataforma de laND. Sin salirnos del mismo esquema,digamos que la izquierda posmoderna ya noes capaz de desarrollar una crítica deprincipio respecto a esa derecha tradicionalque se obceca acríticamente en el

nacionalismo, el capitalismo, el imperialismo,el racismo, etc. (porque ha llegado, en sucomplejo, a compartir algunos de sus puntos

de vista); la ND, en cambio, ha rotonetamente con el Frente Nacional en Franciay con Alianza Nacional en Italia precisamentesobre esos mismos temas. Como Taguieff hasugerido, de Benoist podría serperfectamente uno de los pocos hombres de

Nueva Izquierda que van quedando.Lo que hace particularmente interesante

a la ND es el hecho de que no se limita aproponer una extravagante inversión deposiciones, sino que representa el fin de lascontraposiciones tradicionales de izquierda yde derecha en favor de un nuevo paradigmapolítico. Siguiendo su crítica del liberalismo ydel universalismo, el significado delhundimiento del comunismo iría más allá de

la desaparición de un detestable y opresivosistema político y afecta-ría al punto centralde las nuevas estructuras del poder moderno.Lo que ha conducido al sistema soviético alhundimiento no ha sido el keynesianismomilitar de Reagan, ni mucho menos loscrímenes de Stalin, sino su despilfarradoraplanificación central, la ingeniería social y elabstracto racionalismo; características que,aunque más mitigadas, caracterizan también atodos los regímenes liberaldemocráticos. Porlo tanto, lejos de ser opuestosirreconciliables, el centralismo burocrático dela ex URSS y la tecnocracia liberal occidentaldemuestran ser variaciones del mismomodelo básico ilustrado -un modelo que, aundefiniendo todos los conflictos en términoseconómicos, en realidad ha absorbido conéxito una lógica de dominación más general,una lógica situada más allá del conflicto entretrabajo y capital y basada en el poder político

y en la mediación entre gobernantes ygobernados, expertos y masa,administradores y administrados. Durante laúltima mitad de siglo, censurar al capitalismopor cualquier problema imaginable ha sido lamanera más cómoda de ocultar el igualmentediscutible rol desempeñado por la NuevaClase de los políticos, intelectuales yburócratas en la institucionalización yadministración de las nuevas estructuras depoder […] 

La ND llega a su versión de la teoría dela dominación y de la ideología de la NuevaClase a través de su propia teoría del racismo,

Page 76: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 76/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

76

de la crítica del liberalismo y de la violentarepulsa del liberalismo abstracto. Ninguna deestas posiciones ha sido, en uno u otroperiodo histórico, ajena a tal o cual sector dela izquierda. La Dialéctica de la Ilustración deMax Horkheimer y Theodor Adorno -la

"Biblia" de la Escuela de Frankfurt, si unlibro puede ser definido en estos términos- sepropone como principal objetivo eldesarrollo de una teoría del antisemitismo y lareivindicación de esa particularidad culturalque de Benoist ha reciclado como "derecho ala diferencia". Todavía medio siglo despuésde la primera redacción de Dialéctica de laIlustración, aun los más atentos críticos de laND han etiquetado varias veces estas ideascomo "racismo diferencialista", es decir, unracismo mucho más sutil y pernicioso que ensus habituales versiones biologicistas.

En su intento por entender las raícescausales del exterminio nazi del judaísmoeuropeo, Horkheimer y Adorno reconducenel antisemitismo a la lógica de la identidad dela ideología ilustrada y a la estructura delpensamiento conceptual, como explica eltítulo de su libro. El universalismo abstracto,contrapartida conceptual del capital (trabajoabstracto), llega a dominar la particularidadconcreta de la misma forma en que el capitaldomina al trabajo. Esta lógica de la identidad,según la cual el concepto abstracto redefine alo particular y concreto a su imagen ysemejanza, deslegitimando de paso to-do loque queda excluido de este ejercicio deingeniería conceptual, corresponde a la lógicadel capital -la famosa "inversión" descrita porMarx en El Capital, a través de la cual el

trabajo objetivado (el capital) se hace másconcreto que el trabajo vivo que lo ha creado,hasta el punto de definir a este último comouna mercancía abstracta adquirida y vendidaen el mercado-. En ese contexto, elantisemitismo es enfocado como un casoespecial de esta lógica más amplia. El judíoculturalmente recalcitrante, que habíarehusado desprenderse de su especificidad eneste proceso de homologación capitalista,debe desaparecer: todo lo que no pueda ser

asimilado, debe ser exterminado. Por eso laDialéctica de la Ilustración terminaestableciendo una continuidad entre el

fascismo y la industria cultural, principalagencia que administra la integración social.

 Así, por implicación, la industria culturalrepresenta la continuación benigna delmismo proyecto de homologación universal.Derrotado en el campo de batalla, el fascismo

habría ganado la guerra cultural. Sumando aeste dato la habilidad del sistema parasatisfacer necesidades, tanto lasfundamentales como las más artificiales,Horkheimer y Adorno no perciben ninguna

 vía de salida; de ahí su estrategia dehibernación teórica y de poner el acento enuna teoría estética que glorificaba laimpenetrabilidad (entendida como inmunidada la instrumentalización) como sucedáneo dela teoría política y social.

 A fecha de hoy, sólo un puñado deirreductibles intelectuales de izquierda sepronuncian todavía contra la industriacultural. Redefinida como una respetabledisciplina académica, la "cultura popular" casiha dejado de ser considerada como el opio delas masas. Ahora es un legítimo "terreno decontestación" que, se dice, puedeproporcionar un gran número deposibilidades de emancipación. Pero laesencia de la crítica originaria de la Escuelade Frankfurt se ha convertido en una partede la ideología de la ND, en gran medidaintegrada en una crítica más amplia de losEE.UU. y de su hegemonía cultural. Es

 verdad que, aun reconstruyendo de formaindependiente el desarrollo de la TeoríaCrítica, la ND no deja de caer en algunas delas mismas trampas: su crítica de la industriacultural viene vinculada a un más amplio

antiamericanismo que en realidad se basa enun grave malentendido. Como Horkheimer y Adorno, también de Benoist sufre elespejismo del modo en, que la industriacultural representa a los EE.UU: una tristemezcla de Walt Disney, Coca-cola yMacDonald's.

¿Qué contribución puede aportar laND?

 Tanto el antiamericanismo como la

crítica del cristianismo son sintomáticos deuna característica problemática de la ND engeneral y de Benois en particular, que puede

Page 77: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 77/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

77

explicar (pero no justificar) una parte de lahostilidad de los "vigilantes" de la izquierda.Como Taguieff ha documentadoatentamente, desde su creación en 1968 laND ha modificado sus propias posicionestan densa y drásticamente que ahora se

enfrenta a un problema de credibilidad. Susnuevos puntos de vista sobre la raza, ¿seríansimples argucias retóricas para legitimar elmismo viejo racismo biológico sostenido uncuarto de siglo atrás? El "derecho a ladiferencia", ¿sería una estratagema parajustificar un nuevo tipo de apartheid culturaldestinado a que la civilización euro-pea(¿aria?) garantice su pureza? La crítica de lanación y el redescubrimiento del federalismo,¿no serían más que otro medio para atacar laigualdad y en consecuencia relegitimarindirectamente las viejas estructurasjerárquicas? La crítica al liberalismo, ¿sería enel fondo una justificación del obstinadoproyecto conservador de desmantelar elaparato redistributivo del Estadocentralizado? Presumiblemente, los"vigilantes" de la izquierda responderán agran parte de estas preguntas, si no a todas,de modo afirmativo. Ahora bien, sobre la

base de lo publicado, hay una remotaposibilidad de que pue-dan tener razón, peroes extremadamente improbable. Y encualquier caso, nadie ha presentadoargumentos convincentes para llegar a talconclusión, de modo que permaneceríamosen el campo de las ociosas conjeturas sobreposibles móviles. Por otra parte, el discursoracional no puede preocuparse de móvilesinverificables y debe tomar las ideas en su

 valor de hecho: lo que uno dice y escribeexplícitamente debe ser considerado másimportante que lo que alguien pueda, sobre labase de teorías del complot, de intuiciones ode simples sospechas, presumir que"realmente" se piensa. Si estos significa-dossospechosos están claramente articulados ydocumentados, entonces .sí deben sercriticados y atacados. Pero hacerloprematuramente es una actitudintelectualmente irresponsable.

Peor aún negarse a estudiar y a entenderseriamente a los adversarios puede tenercomo efecto la incapacidad para comprender

cuanto haya de verdaderamente original ensus puntos de vista y, en el caso específico dela ND, por qué sus ideas están teniendo unimpacto tan profundo en Europa. Unanegación concreta comporta siempre laapropiación crítica de cualquier contenido

que los adversarios puedan ofrecer. Así, enun período en el que la conflictividad étnicaha hecho precipitarse a muchos países enbrutales guerras civiles y amenaza. a muchosotros en el mundo, la reivindicación por partede la ND de un nuevo concepto de"etnicidad" -incluso si éste se ha liberadoclaramente de la hipoteca de las vejasincrustaciones raciales, nacionales onaturales- es extremadamente problemática.Por este motivo es absolutamente urgentecomprender sus implicaciones e investigar suposible nuevo papel en el interior de lasinstituciones políticas de la posguerra fría.

 Aunque este tipo de problemas puedanparecer a primera vista como un retorno a lapolítica de la extrema derecha de los añosprecedentes a la Segunda Guerra Mundial, norepresento ciertamente una novedad en losEE.UU. o en Canadá, donde han estado alorden del día, durante al menos las dos

últimas décadas, bajo la etiqueta delmulticulturalismo. Lo que distingue a lasperspectivas de la ND de las posiciones de laizquierda americana es la crítica delliberalismo, la teoría del Estado y, en menormedida, el concepto de democracia.

Si bien el multiculturalismo americanoreconoce la irreductibilidad de las diversastradiciones culturales (o la indeseabilidad dela tentación de subsumirlas a todas bajo un

único modelo predominante, algo que loaproxima notablemente la acepción del"derecho a la diferencia" de la ND francesa),este multiculturalismo opera enteramentedentro del contexto del Estado liberalpostmoderno, lo cual genera una 'serie deinsuperables contradicciones. Desde el puntode vista de la ND, los valores culturalespreceden lógicamente a las institucionespolíticas, y de hecho las determinan. No esnecesario adentrarse en la maraña de la

teología política para reconocer que losEstados Unidos, en la medida en que suadministración liberal "políticamente

Page 78: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 78/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

78

correcta" pueda estar tentada de caer en lasllamadas inclinaciones "eurocéntricas", son ellegado secularizado de la Reformaprotestante. Sus instituciones fundamentalesno pueden ser separadas de tales raícesculturales sin sumergir al sistema entero al

caos. Aunque el Estado estuviese encondiciones de desprenderse de todos losresiduos axiológicos, el cuadro resultante (enteoría estrictamente procedimental)presupondría todavía opciones particularistasdependientes de factores culturales.Conclusión: por muy "políticamentecorrecto" (o sea, compatible con el abstractouniversalismo liberal) que intente mostrarse,el multiculturalismo seguirá siendofundamentalmente incompatible con elEstado liberal.

El problema con la escena políticaamericana puede remontarse a la tentativa deaplicar el liberalismo a nivel federal peroconcediendo a sus unidades políticasconstitutivas (los estados) el máximo espacioposible para articular su particularidadcultural en el interior de institucionespolíticas loca-les. Desde este punto de vista,en la estructura originaria del federalismoamericano estaba implícita una versión delmulticulturalismo: una estructura,sorprendentemente, muy similar a la versióndel federalismo fundada sobre el "pluralismopagano" que la ND sostiene. Desde el inicio,esa versión entraba en contradicción con unsistema que presuponía un colegio electoralnacional y que por tanto se entrometía en laautonomía de las unidades federadas, enteoría soberanas. A partir de los primeros

decenios del siglo XIX, los EE.UU hantratado de resolver esta contradicciónfavoreciendo un modelo de facto nacional.

 Tal alternativa ha tenido resultadosespectaculares, culminados en la creación dela que hoy es única superpotencia mundial,pero al precio de minar sus auténticas bases.

He aquí una variación sobre lascontradicciones que Carl Schmitt advertíaentre liberalismo y democracia: el

multiculturalismo (equivalente funcional de lademocracia) sólo puede prosperar en elEstado intervencionista liberal si se reduce acelebraciones de irrelevante carácter

folclórico, culinarias o de cualquier otramanifestación superficial. Cuando tocacuestiones serias como, por ejemplo, lareligión, queda claro que la contradicción esirresoluble salvo que se practiquenfundamentales revisiones constitucionales.

Como pudo verse en la controversia respectoal aborto, no existe absolutamente ningúnmodo, a nivel federal, de reconciliar lamoralidad en conflicto de las partes en causasin alienar a un segmento significativo de lapoblación, incitando así a la desobedienciacivil (o directamente al terrorismo) y, por fin,deslegitimando al Estado como tal. Unapluralidad de culturas puede coexistir sin quese destruyan o absorban unas en otras sólo sital pluralidad queda encarnada encomunidades orgánicas, no simplemente enindividuos aislados. En este último caso, elresultado es no sólo la gradual cancelación dela especificidad cultural, sino también una

 verdadera descomposición de laindividualidad, que explica la inextricableconexión existente en los EE.UU. entre lahomogeneización cultural a través de laindustria cultural, el crecimiento de laindustria terapéutica y la progresiva

desintegración de la comunidad.Paradójicamente, a pesar de su virulento

antiamericanismo, la articulación que la NDhace del concepto de etnicidad en el contextode un federalismo "pagano" (o neutralrespecto a las prácticas religiosas) y enconexión con una noción de democraciaparticipativa en pequeñas y axiológicamentehomogéneas comunidades locales, retorna sinsaberlo el originario modelo americano. Y lo

hace en un momento en el que la mayoría delos americanos parece haberlo olvidado paraabrazar acríticamente un liberalismo cada vezmás problemático a causa de su extensión enlas distintas unidades de la federación, hoytransformada de hecho en un Estadonacional. Todavía más paradójico esdescubrir que algunos de los sectores másagudos de la izquierda americana, aunqueaparentemente ignorantes de los puntos de

 vista sostenidos por la ND, comienzan a

converger en posiciones similares.© Hespérides, revista de debate, pensamiento ycultura crítica, núm. 16/17, primavera 1998.

Page 79: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 79/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

79

La Nueva Derecha y la reformulación«metapolítica» de la extrema derecha

La denominada Nueva Derecha (ND) nace en Francia a

principios de los años setenta, pero desde entonces ha conocido unaenorme expansión en el ámbito político de la derecha radicaleuropea, abriéndose agrupaciones que tomaban su modelo en Italia,Bélgica, Alemania, Gran Bretaña, Rusia y España.

MIGUEL ÁNGEL SIMÓN

El origen de este movimiento hay quebuscarlo en el GRECE, que nace en enero de

1968, y que bajo el liderazgo de Alain deBenoist comienza a plantearse la necesidadde reformular el pensamiento político de laderecha radical europea y presentar un nuevomodelo intelectual o un nuevo paradigma quesirva de referencia intelectual al resurgir de laderecha neopopulista, un programa del quese harán eco autores como Tarchi en Italia,Steuckers en Bélgica, Douguin en Rusia oEsparza en España. Su proyecto es, portanto, metapolítico, es decir, se ocupa deponer las bases de la renovación de laderecha radical europea, de que sus valoresalcancen la hegemonía cultural, pero noentran directamente en la refriega política.

El origen de tal pretensión bebe en lasfuentes mismas de la derecha radical europeay su orientación es clara a la luz de losautores a los que se remiten, la líneaintelectual que destacan, y los valores a losque se adscriben. Efectivamente, entre losautores privilegiados por los trabajos de laND encuentra un lugar destacado ladenominada Konservative Revolution, elmovimiento político-intelectual que en elperíodo de entreguerras planteaba lanecesidad de acometer una revoluciónconservadora que acabase con la decadenciaa la que los sistemas demo-liberales sometíana Europa. Asimismo, las referencias de la NDa autores como Ernst Jünger, Charles

Maurras, Oswald Spengler, AlfredRosenberg, Ernst Niekisch, Moeller van denBruck, Julius Evola, Friedrich Nietzsche,Martin Heidegger o Carl Schmitt, son

constantes. No obstante, hay que indicar queun elemento característico de estos autores es

la erudición que presentan sus textos, lasreferencias a los más diversos dominios delas ciencias sociales y humanas es destacadacomo telón de fondo de una línea depensamiento que, no obstante, mantienefirmes una serie de valores que constituyensu núcleo ideológico: presentar una“alternativa a todo aquello que juzgan comonefasto, la hegemonía del liberalismouniversalista y el liderazgo ideológico de uso

 valores democráticos que se fundamentanfilosóficamente en la doctrina de losderechos humanos” (J. Anton Mellon). 

 Y se tenemos en cuenta que “los criteriosfundamentales de los revolucionarioconservadores alemanes fueron: cuestionarsela primacía de la racionalidad; el rechazo a lamilitancia partidista, pretender substituir lademocracia por un sistema autoritario yjerárquico, rechazar lo que denominaron el“viejo conservadurismo”, valorar

positivamente las experiencias guerreras y,por último, potenciar eternos valores

 vitalistas para superar la decadencia”,tendremos un adecuado plano del programaque suscriben estos autores.

En la cosmovisión propugnada por laND hay una serie de elementos que debemosdestacar. En primer lugar está su marcadoeuropeísmo, en lo que se ha convertido enuno de los elementos característicos de la

renovación intelectual de la derecha radicaleuropea tras la Segunda Guerra Mundial, laidea de Europa ha venido a tomar el centro

Page 80: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 80/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

80

de su cosmovisión política sustituyendo a losestados-nación. Así, “el tradicionalchauvinismo aislacionista de las diferentesextremas derechas europeas es substituidopor … el mito unificador transnacionalEuropa … el vieto nacionalismo se disolvía

en un concepto superior racial y etnográficode base más biológica que cultural”. 

En esa constitución de Europa comopivote geográfico alrededor del queestablecer su nueva cosmovisión, desempeñaun papel fundamental la búsqueda delsustrato común europeo. Se recurre a losanálisis de Konrad Lorenz, la socialbiología,la lingüística, la mitología, etc, y se creeencontrar ese fondo europeo en el pueblo

Indoeuropeo, mientras que, por la influenciade Nietzsche, Guenón, Evola y de la propiatradición fascista, la ND suscribe plenamenteel neopaganismo, convirtiendo la crítica alcristianismo en un elemento fundamental desu discurso.

 A esa concepción de Europa se añadeotro concepto que ha tenido mucho éxito enlos ámbitos ideológicos de la derechacontemporánea, el “diferencialismo”,

eventualmente los autores de la ND dicendenostar cualquier concepción racista a la queconsideran intelectualmente insostenible yseñal de ignorancia. Así profesan una lógicadiferencialista que proclama el máximorespeto por todas las culturas en suintegridad, un respeto que llega tan lejos queimposibilita el intercambio intercultural; asíse pide, por ejemplo, que la cultura de losmusulmanes que viven en Francia searespetada impidiendo que se produzcan

interferencias entre ella y la cultura francesapropiamente dicha. De este modo, podemosdecir que con el diferencialismo, la NDsustituye el racismo biológico por un nuevoracismo cultural que, en todo caso, divide a lahumanidad en compartimentos estancosentre los que no cabe intercambio, mezcla, niroce.

Finalmente, Europa debe estar unidafrente al paradigma de la modernidad

decadente, del materialismo y el sepulturerode la tradición, el modelo demo-liberal que suagente privilegiado, EE.UU. quiere imponer

a todo el planeta. A este respecto, eldiagnóstico ya nos es familiar y, de nuevo, se

 vincula a la cosmovisión apocalíptica de ladecadencia de Occidente: así el  Manifiesto: la

 Nueva Derecha del año 2000  lamenta lasociedad actual en la que “un individuo

inseguro flota por entre los mundos irrealesde la droga, lo virtual y lo mediático”, o “latendencia hacia la muerte que hoy nosdomina”. 

El proyecto palingenésico pasa por unaEuropa unida, por “apuntar rápidamentehacia una unidad política y hacia elredescubrimiento de sus raíces culturalescomunes”. Por potenciar un nuevo-antiguoconcepto de libertad comunitaria que permita

sustituir la hegemonía de los valoresburgueses por valores aristocráticos yestablecer una nueva jerarquía ya que “eligualitarismo supone el hundimiento de todolo que es elevado y diferenciado dentro de losque es homogéneo, indiferenciado, equivale,de hecho, a la inversión de las jerarquías”.Finalmente, caído el bloque del Este, lapalingenesis europea pasa por eldiferencialismo frente al universalismo, elpredominio de la política y la ruptura conEE.UU. buscando la alianza con los paísesdel Tercer Mundo y, especialmente, con elmundo árabe. Europa debe, por tanto ytambién de un modo clásico en esta corrientede pensamiento, constituir una “tercera vía”,un modelo alternativo al socialismo y alliberalismo.

No podemos cerrar este epígrafe sinseñalar esquemáticamente el calado real de lasideas de la ND entre las distintas

formaciones políticas, su naturaleza y elalcance de su estrategia metapolítica. Así, porejemplo, hay que señalar que pese alconocido repudio de Le Pen por parte delportaestandarte de la reformulación de laND, Alain de Benoist, buena parte deldiscurso del FN recoge posiciones esbozadaspor los ideólogos inspiradores de lareconstitución de la extrema derecha europeaposterior a la Segunda Guerra Mundial. Si, el

antiliberalismo, antimodernismo yaniilustración forman parte esencial deldiscurso de los partidos de extrema derecha yde algunos nacional-populismos, no son

Page 81: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 81/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

81

casuales sus paralelismos con las fórmulas de Alain de Benoist o Julius Evola. Así, porejemplo, si Benoist o Evola son los teóricosde la degeneración de Europa comoconsecuencia de la aplicación de losprincipios liberales ilustrados y de la propia

modernidad, Le Pen y la escisión del MNR sehace eco de ello, recoge toda la corrientepesimista de la ND al referirsereiteradamente al “proceso de decadencia”espiritual y moral, mientras que el MNRdemanda el “renacimiento de las virtudes quefundamentan nuestra civilización”. Encuanto a las soluciones propuestas, tambiénlos ecos, en este caso especialmente deEvola, son particularmente visibles en suproyecto resacralizador de la sociedad delFN: “una civilización no puede ser duraderasin remitirse a un orden espiritual quesobrepase a los individuos (…) es elmomento de reintroducir lo sagrado ennuestra sociedad”. 

Igualmente, la pretensión de suponeralgo distinto a los partidos tradicionales y deeliminar el clivaje   izquierda/derecha tanfrecuente entre los nacional-populismos y losneofascismos o posfascismos, se hace eco delas reiteradas demandas de Benoist de lanecesidad de superar el caduco antagonismoentre izquierda y derecha que, como essabido, forma parte de la más vieja tradiciónde la derecha autoritaria y fue uncomponente esencial de los fascismosclásicos.

Finalmente, el “diferencialismo” deBenoist también encuentra amplia acogida,como veremos, en la formulación ideológica

de los nacional-populismos y los fascismoscontemporáneos, aunque frecuentemente

teñido de un racismo abierto que Benoistdice despreciar.

Pero quizás es en las zonas “débiles”,menos trabajados o elaboradas másapresuradamente del discurso de algunospartidos o movimientos nacional-populistas ofascistas en las que mejor se percibe su

 vinculación con la renovación intelectual queha puesto en marcha la ND, a nadiefamiliarizado con el trabajo de Alain deBenoist le pasará desapercibida la visión queLe Pen tiene de la Europa “deseable”, una

 visión de Europa que se ve obligado arealizar apresuradamente al calor de laselecciones europeas y que le obliga a acudir alas imágenes disponibles en su entorno

ideológico: “Europa será imperial o no será”. Si, de un modo claro, no existe una

correspondencia directa, por otra parteimposible dado que el proyecto metateórico dela ND le exime de los compromisos yservidumbres políticas a las que se ve sujetoel FN, no es menos evidente la “familiaridad”de los recursos ideológicos de ambosmovimientos. En definitiva, como señala conacierto Joan Antón: “estos planteamientos

podrían juzgarse como una curiosidadcultural (…) si no valoráramos que haypartidos que inspiran sus programas políticosen parte de esas concepciones o están en elpoder, o logran millones de votos, comoobtuvo Le Pen con el apoyo de lasorganizaciones neopopulistas FN y MNR”. 

© Extraído de La extrema derecha en Europa desde1945 a nuestros días , Miguel Ángel Simón y otros,

 Tecnos, 2007.

Page 82: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 82/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

82

El Frente Nacional y la Nueva Derecha

Mi primera observación concierne al status respectivo de laNueva Derecha (ND) y del Frente Nacional (FN): la primera esuna corriente de pensamiento que lleva una batalla metapolítica,que cree ser capaz de sacar a la calle y difundir un cierto número de"ideas-fuerza" o de "conceptos-agentes" que se oponen a lasideologías dominantes de la modernidad. El segundo es un partidopolítico cuyo objetivo es la conquista del Estado a través del juegoelectoral (y también, desde hace algún tiempo, mediante lainfiltración en los ambientes sindicales y asociativos).

CHARLES CHAMPETIER

La contraposición más evidente entreND y FN, válida además respecto a cualquierotro partido político, está en su diferentenaturaleza. Esta diferencia de naturaleza noes, en sí, neutra, sobre todo cuando influyesobre los medios y sobre los fines: lametapolítica, tal y como la concibe la ND, noes "otro método" para hacer política, sinoalgo diferente de la política. Para ser claros:yo opino que cualquier iniciativa ligada a la

política convencional está destinada, a fin decuentas, al fracaso, porque enseguida se hallafrente a dos opciones igualmente peligrosas:la vía reformista (si se contenta con modificarel sistema existente sin poner en discusiónsus fundamentos; por ejemplo, pretenderenmendar los males de la sociedad liberal conun discurso nacional, lo cual sería comoretornar al siglo XIX para afrontar el XXI), obien la vía revolucionaria (destruir el sistemapor la fuerza). Ahora bien, el reformismo noestá evidentemente en condiciones de ofrecerlo que nuestra época espera, es decir, unaauténtica superación de la modernidad y lainvención de nuevos modos (políticos ysociales) de "vivir juntos"; respecto a la"revolución", que ha tenido todavía sentidohasta me-diados de siglo, hoy se haconvertido en una ilusión (a veces mantenida

 viva como nostalgia incapacitante) en lamedida en que el poder ha fragmentado

suficientemente los centros de decisión comopara precaverse contra la violencia específicade una parte del pueblo. Y sobre todo, todaslas "revoluciones realizadas" (fascista, nazi,

comunista), lejos de liberar al hombre, nohan hecho otra cosa que proseguir,acelerándolo, el proceso moderno dedominación. Abrir "frentes metapolíticos",como la ND hace desde sus orígenes,presupone el haber tomado conciencia deesta impotencia política -cosa que, por lodemás, cierta "izquierda" intelectual (Illich,Castoriadis, etc.) estaba haciendo en esemismo momento. Hoy no estamos en una

lógica de "explosión" del sistema por mediode un conflicto abierto, sino más bien en unalógica de implosión a través deldescompromiso y la desimplicación de unaparte creciente de nuestros contemporáneos(una secessio plebis   a escala planetaria,podríamos decir).

Pero, para volver a la cuestión, estadivergencia estratégica entre la ND y el FNno debe ser el árbol que esconda el bosque

de las divergencias ideológicas. Cuando sedice que todos critican a Le Pen, se equivoca.Le Pen no es criticado, sino demonizado: sele transforma en "figura del Mal", comoocurre con Hitler o Stalin, precisamente parano tener que criticarlo en cuestionessustanciales. Los intelectuales oficialesprefieren tocar la fácil partitura del Malabsoluto, reducido a una reacción afectiva derepulsión orquestada por los media. Frente atal comportamiento es fácil experimentar unaespecie de "simpatía negativa" (muy poconietzscheana, si lo pensamos bien), comocuando uno defiende a los perseguidos de los

Page 83: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 83/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

83

perseguidores. Pero luchar contra ladegradación del debate democrático nosignifica aprobar o justificar lasargumentaciones de los que resultanexcluidos. La ND contrapone a Le Penjuicios de hecho y de valor, no juicios

morales. Para no extenderme, me contentarécon señalar algunas contraposicionesesenciales que tienen que ver con el problemade la identidad (ya que se dice que en estecampo FN y ND encuentran una esenciacomún, la de una "reacción identitaria").

El FN es un movimiento nacionalistaque concibe la identidad como restauraciónde una (hipotética) "Edad de Oro" de Franciay como reafirmación de la soberanía nacional;

la ND, por el contrario, defiende la identidadin se (y no sólo per se), esto es, apoya a todoslos movimientos heterogéneos dediferenciación y singularización que secontraponen a los modos homogéneos deconcentración. En términos concretos: el FNes jacobino y la ND antijacobina; el FN noduda en azuzar la xenofobia de suscontemporáneos, y la ND condena laxenofobia, que es la expresión particular deleterno resentimiento y el síntoma másevidente de la decadencia de un puebloincapaz de afirmarse si no es a través de lanegación del Otro; el FN es hostil a todaintegración europea, y la ND es favorable a laintegración de Francia en una soberaníacontinental; el FN esgrime la obsesivaexpulsión generalizada como solución a los"problemas de la inmigración", y la NDprefiere la vía de una integración comunitaria(pero declarándose, y lo subrayo porque se

han producido varios malentendidos, hostilpor principio al hecho de la inmigración, quecorresponde a una auténtica deportación depoblaciones por parte del mercado detrabajo); el FN considera que el "peligroprioritario" es la islamización de Francia, y laND critica ante todo su "americanización" u"occidentalización" (para ser más preciso: lamercantilización y la racionalización sinlímites del vínculo social); el FN defiende(moderadamente, porque su electorado es

mayoritaria-mente agnóstico) la identidadcristiana de Francia y de Occidente, y la ND

re-habilita abiertamente los orígenes paganosde Europa.

En suma, es fácil constatar que existenpocos puntos en común entre la ND y el FNsobre la cuestión de la identidad. ¿Y qué decirde las frecuentes llamadas del movimientolepenista a la "restauración del orden moral",

 vieja y obsoleta cantinela de la reacciónburguesa? ¿Qué decir del doble discurso deun partido político que es discretamenteliberal en el aspecto económico (supresión delos impuestos directos y aumento de losindirectos, disminución de la presión fiscalsobre las empresas, fin del monopolio estatalo privatización de la Seguridad Social,desmantelamiento del Estado asistencial,

libre juego del mercado, etc.) ydemagógicamente social en las "llamadas alpueblo" (recordemos el ambiguo discursomantenido por el FN en las huelgas dediciembre de I995)? Para concluir este punto:la respetabilidad no tiene nada que ver connuestra crítica del FN: simplemente, la NDdefiende su propio punto de vista, que nocambia en función de las modas políticas omediáticas, y que no es soluble en eloportunismo. Dicho sea de paso: nuestrasideas son absoluta-mente inaceptables paraese puñado de señoritos sectarios que haceny des-hacen la vida intelectual parisina, comodemuestra el silencio interpuesto en lacampaña de odio de la que fuimos víctimas.Por lo demás, nuestro papel no es tal vez elde criticar a Le Pen, pero le hago notar que locriticamos bastante poco: esa es unaimpresión de mentes pasionales que no hansoportado tres o cuatro frases escritas aquí y

allá. Sin embargo, es necesario insistir: la NDy el FN no tienen la misma visión del mundoy no dudaremos en recordarlo si hace faltadisipar cualquier equívoco.

Obviamente, el "caso Le Pen" al hablarde la "desigualdad de las razas" amplía lapublicidad gratuita ofrecida cíclica ycínicamente por medios de información encrisis de contenidos, por políticos carentes deprogramas y por intelectuales faltos de ideas.

Ello me hace pensar en las consideracionesexpresadas hace algunos años por BothoStraufl: "Lo que el pensamiento dominanteexcomulga, en realidad lo cultiva, lo alimenta

Page 84: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 84/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

84

en grandes dosis y a veces incluso lo compray lo mantiene. El rostro impasible delpresentador y la boca vociferante delxenófobo forman la cabeza de Jano política -porque en la política todo se puedeencontrar, invertido lateralmente, en una

misma cabeza". En lo que concierne alracismo, Jano parece realmente la divinidadtutelar de todos los debates. ¿Qué alternativase opone a la presunta "superioridad" de eseOccidente blanco y cristiano de losargumentos lepenistas? ¡La superioridad delOccidente liberal! Sostener la validezuniversal e imperativa de la ideología de losderechos humanos y de la economía demercado, imponer a los inmigrantes suasimilación a un modelo consideradoejemplar (aunque todos sus pilares -Iglesia,escuela, partidos, sindicatos, ejército, sistemasalarial, etc.- estén en plena crisis), oponer ala miserable argucia de una inmigración"racialmente indeseable" el argumentomediocre de una inmigración "económica ydemográficamente útil", todo esto significaahora y siempre obedecer al mismo impulsode dominio de un Occidente quedecididamente no alcanza a pensar la

alteridad, a pensar al Otro, si no es entérminos de negación, expulsión o

conversión. Lepenistas y antilepenistas tienenun único enemigo declarado: la diferencia.Las soflamas nacionalistas y los sermonesuniversalistas vienen alimentados por elmismo deseo fundamental de homogeneidad,el mismo rechazo de una evidencia: el

reconocimiento del otro condiciona laafirmación de sí. Los adversarios de Le Pen,que encarnizadamente se afanan en abrirle uncamino triunfal hacia el poder, deberíanmeditar sobre este dato: nunca se haráretroceder a la extrema derecha defendiendoun sistema que por todas partes destruye lascomunidades de pertenencia y deconvivencia, que considera la competencia detodos contra todos como el modelo único de

 vínculo social y que eleva sin complejos supropia historia al rango de destino planetario.

No quiero que mis afirmaciones seaninterpretadas como una justificación de lasleyes liberticidas o del antirracismo másestúpido del mundo, del que Francia tiene elmonopolio. Es hora de salir de esta lógicabinaria y primitiva según la cual no hayninguna vía fuera del lepenismo o delantilepenismo. Por lo que a mí respecta, soyno-lepenista de la misma forma que soy no-cristiano y no-moderno.

Page 85: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 85/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

85

La Nueva Derecha y el Fascismo 

La existencia de rasgos comunes entre el origen del fascismo y laspropuestas de la nueva derecha nacida a la luz de la crisis del capitalismoa fines de la década de los años sesenta del siglo XX permite estableceruna comparación entre ambos fenómenos. Las coincidencias sonestructurales, no el fruto de una casualidad. Los principios sobre loscuales fundamenta sus acciones y sus propuestas teóricas sonhomologables en tanto establecen una crítica global a la culturaoccidental, al marxismo, la democracia igualitaria y al liberalismo en su

 vertiente política decimonónica.

MARCOS ROITMAN ROSENMANN

Sus postulados conllevan unarefundación del orden político, unainnovación en el pensar y un cambio en laestructura social. La nueva derecha proponeuna reflexión profunda acerca de la política,la técnica y la ciencia. Asimismo defiende unaconcepción biológica cultural dependiente dela etológica de donde elabora su crítica a lasociedad mercantilista y de consumo. Es unapropuesta cultural revolucionaria por ello

cuestiona los valores del orden establecido,adjetivándolo como lucha contra el sistemaoccidental. En el reino del capitalismo ysobre todo durante el último tercio del sigloXX la definición de nueva derecha hacobrado carta de ciudadanía. Pero unaderecha que se presenta como nueva debeexplicitar cuáles son sus diferencias con losgrupos tradicionales ya existentes yadjetivados como derecha conservadora-reaccionaria o liberal-progresista.

La crítica cultural a la razónoccidental

En este sentido uno de sus rasgos másdestacados es constituirse en una críticacultural a la denominada razón de occidenteidentificada con la doctrina de un liberalismoigualitarista, expresión, para la nueva derecha,de un mundo decadente propio de los valores, normas e instituciones prevalecientes en elcosmos burgués.

 A la civilización occidental, como unmundo sin fin, se auto-reproduce. Elcristianismo, transformado en moral social y

en evangelio laico, pierde su contenidoreligioso y no es obstáculo ya para el ateísmototal del mundo. Por primera vez vivimos enuna sociedad sin legitimación ni sentidoglobal, donde la domesticación social y laalienación psicológica de masas han tomadoel relevo de las ideas y de los mitos. Nuestraambición entonces es proponer ideas comoun posible remedio para los hombres denuestro tiempo y de nuestro pueblo. Pero

esta ambición es un combate. combatimosporque no combatir es morir, porque elmundo que nos rodea es el pasividad y elsueño, donde la energía del pueblo semuere.1 En estas afirmaciones podemosencontrar una primera semejanza con elfascismo. Su alusión a la creación de mitos,su culto a la muerte y su necesidad decombate contra el tedio nos llevan aconsiderar los tópicos inherentes a la

 vanguardia artística conocida como futurismo

y cuya influencia fue decisiva en laconfiguración de la ideología fascista. Es laprimera corriente intelectual que en estaépoca elabora una formulación estética de lapolítica. El futurismo italiano y el vorticismoinglés de Ezra Pound y Wyndham Lewis...,ilustran a la perfección el aspecto cultural delfascismo. Se explica perfectamente laatracción que este movimiento de ideas haejercido, a lo largo de la primera mitad del

siglo, sobre amplias capas de laintelectualidad europea, cuando se hacomprendido que estas capas encontraron enél una expresión de su propio inconformismo

Page 86: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 86/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

86

y de su rebeldía frente a la decadenciaburguesa. Más allá de proponer unaconcepción entre el individuo y la sociedad,esta ideología representó un nuevo ideal de lohermoso y lo admirable. Éste era el

 verdadero denominador común de los

revisionistas revolucionarios, los nacionalistasy los futuristas: su odio hacia la culturadominante y su deseo de reemplazarla conuna alternativa total.2 

Profundamente contrarios a lasideologías que proclaman el igualitarismo ypractican una filosofía de los derechoshumanos los fundadores de la nueva derechaprofesan una ideología anti-universalista yliberal burguesa por ello reniegan del

humanismo en todas sus vertientes,especialmente de sus corriente marxista ycristiana. Son portadores de una visiónorgánica de lo social constituida bajo losprincipios de la etología, la genética y laantropología. Se presentan como unapropuesta cultural regeneradora y alternativaal universalismo considerado responsable delcolonialismo cultural y del actual estado dedecadencia y corrupción del carácter y los

 valores más nobles de las naciones, lospueblos y los Estados.

Podemos situar los orígenes de la nuevaderecha en Francia y años más tarde unsucedáneo esperpéntico en los EstadosUnidos. La primera, a la cual nos referiremosmás concretamente, muestra una consistenciateórica y se presenta con un proyecto culturalpropio para Europa. La nueva derechaestadounidense tiene un carácter menosgenérico y pretende ser un referente para la

defensa de los valores culturales que dieronlugar al gran imperialismo norteamericano.Sus fuentes emanan del mito constituyentedel destino manifiesto.

En Francia fue la crisis de la cuartarepública, el mayo de 1968 el detonante de suaparición. En Estados Unidos es productodel escándalo Watergate   con la posteriorrenuncia y destitución de Richard Nixon, y elsíndrome de Vietnam lo que permitirá ver su

luz. En ambos casos sus hacedores emergencomo los paladines de una refundación delorden moral y vital, definiéndose como

movimientos culturales desligados de laacción política partidaria. Esta peculiaridad,constituirse en crítica cultural es sin duda otrade las semejanzas que presenta con elnacimiento del fascismo. El crecimiento delfascismo no hubiera sido posible sin la

rebelión contra la ilustración y la revoluciónfrancesa que barrió Europa a fines del sigloXIX y principios del XX. En cualquier lugarde Europa la rebelión cultural precedió a lapolítica: la ascensión de los movimientosfascistas y la toma del poder fascista en Italiafueron posibles sólo debido a la conjunciónde la acumulada influencia de la revolucióncultural e intelectual con las condicionespolíticas, sociales y psicológicas creadas afines de la primera guerra mundial.3 En otraspalabras, la crítica a la cultura dominantedotó de fuerza y proveyó de sentido a unapropuesta política cuyos postulados dieronconsistencia e hicieron atractiva la ideologíafascista para una mayoría de ciudadanositalianos.

Las nuevas derechas francesa yestadounidense nacen enfrentadas. No puedeser de otra manera sus propuestas sonexcluyentes. Ambas reniegan deluniversalismo y construyen unainterpretación nacionalista de la cultura. Elrelativismo cultural hace su aparición comoparte de una concepción antropológicadonde se critica el mestizaje cultural, aunquese reniega del racismo vulgar, consideradoproducto de la cultura occidental. El llamadoa reconocer la tolerancia y la diferencia es unacrítica a la visión igualitaria de las ideologíasliberal y marxista donde prima una lógica

individualista, segmentada y sectorial ancladaen principios de una civilización planetaria ala cual se aborrece porque elimina la historiay la tradición de pueblos cuyas diferenciasson el motor de un mundo heterogéneo alcual se aspira. Para la nueva derecha la falsaconcepción de la diferencia corresponde a laconstrucción de una humanidad homogénea,compuesta de estados-naciones parecidos, encuyo interior aparecen sociedadesheterogéneas y dispares, sin vínculos

históricos , culturales comunes , a la manerade la sociedad americana, que es el modelouniversal de occidente. Más que un mundo

Page 87: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 87/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

87

homogéneo, compuesto de sociedadesyuxtapuestas, es preferible un mundoheterogéneo, compuesto de puebloshomogéneos y enraizados. Oculta la

 verdadera diferencia se destruye en nombrede un igualitarismo absurdo. En efecto, la

mentalidad alterofóbica se basa en unaespecie de monoteísmo social o político.Desde el momento en que uno se adhiere a laidea de una verdad única, le acomete latentación (que puede incluso ser sentidacomo un deber) de tratar de reducir ladiversidad humana a un modelo único,arbitrariamente considerado como el >mejor=. La lucha contra el racismo exige,pues, junto a una rigurosa batalla contra losprejuicios, una crítica no menos firme detodas las formas de universalismo... Por lodemás, la legislación antirracista ganaríamucho si fuese ampliada a más formas derechazo del Otro. Podría, por ejemplo,condenar las doctrinas que niegan al otro ennombre de la >clase=, como otras lo hacenen nombre de la “raza”. Incitar al odio entrelas clases no es menos condenable que azuzarel odio entre las razas.4 

Como corolario de lo anterior y bajo elcriterio antropológico de defensa de ladiversidad de pueblos y de comportamientos,la nueva derecha francesa no tiene ningúnproblema en señalar que: Ala inmigración escondenable porque atenta contra laintegridad de la cultura anfitriona, así como laidentidad de los inmigrados. La nuevaderecha está contra la inmigración porquerespeta a los inmigrantes, todo lo contrarioque la sociedad mercantilista que está a favor

de la inmigración porque desprecia a lospueblos justificando este desprecio medianteun antirracismo progresista. Además, elfenómeno de la inmigración se basa en unaconcepción de la nacionalidad comosuperestructura transitoria (marxismo) osimple sección del gran mercado mundial(liberalismo). El pueblo no es otra cosa queuna serie de individuos intercambiables,reunidos de manera aleatoria. La nacionalidadse adquiere o abandona, siguiendo un trámite

formal. Conforme una sociedad es másheterogénea, los societarios tienen menoscosas en común sólo puede basarse en

metafísicas abstractas desarraigadas o en valores estrictamente materiales.5 

Más ramplona, la nueva derechanorteamericana ve en los comunistas y no enla homogeneización de valores occidentalesel peligro de disolución de identidad. Entiempos de guerra fría, esta fue su visión: loscomunistas han desarrollado una elaboradatécnica científica, calculada y dirigida ainutilizar a la juventud estadounidense pormedio de ataques a su sistema nervioso,promoviendo el deterioro y el retardomental...La música destructiva de los Beatlessimplemente refuerza el reflejo excitatorio dela juventud en el punto donde se cruza con elreflejo inhibitorio: todo esto debilita al

sistema nervioso del joven y lo hace sufriruna neurosis artificialmente inducida. Lohorrorizante, y aún fatal de este estado dedestrucción mental, es que estosadolescentes, una vez han entrado en esteestado de excitación pueden ser dirigidospara hacer cualquier cosa, y lo harán.6 

Si en los años setenta, las nuevasderechas, configuraron una crítica a la culturadominante en la década de los ochenta y

hasta el presente han logrado en gran parteimponer sus postulados. Su arsenalideológico penetra en los nuevosmovimientos políticos de una derecha notradicional nutriendo de ideas y conceptos asus dirigentes y líderes. En Estados Unidossupuso la articulación de los tanques depensamiento neoconservadores integrados enla Plataforma del Partido republicano para laelección de Ronald Reagan en 1979 ycontinua hoy en los gobiernos de Busch

padre e hijo. En Francia las ideas culturalesde nueva derecha han ido calando lentamenteen la sociedad francesa siendo absorbidas enparte por el Frente Nacional que se nutre desus principios.

La defensa del capitalismo y su proyecto cultural.

 A pesar de las grandes distancias queseparan la nueva derecha francesa de suhomóloga estadounidense, sus posturastienden a confluir cuando se trata de ladefensa de los principios del capitalismo entanto orden de dominio y explotación. Se

Page 88: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 88/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

88

reconocen parte de la modernidadcoincidiendo en ello con el fascismooriginario. Como señala Sternhell, el fascismoes una revolución que declara quereraprovechar lo mejor del capitalismo, deldesarrollo de la tecnología moderna y del

progreso industrial. La revolución fascistapretende cambiar la naturaleza de lasrelaciones entre el individuo y la colectividadsin que por ello sea necesario romper elmotor de la actividad económica -la apetenciade beneficio-, ni abolir sus cimientos- lapropiedad privada- o destruir el marcoindispensable- la economía de mercado. Esees un elemento que constituye unainnovación en el fascismo: la revoluciónfascista se sustenta en una economía regidapor las leyes del mercado.7 

 Aceptación de las leyes del mercado ycrítica ideológica a la burguesía ilustrada oinculta, conservadora o liberal y al marxismomaterialista es el nexo que une el nacimientode las nuevas derechas con el fascismo deprincipios de siglo XX. Sin embargo, lassemejanzas se tornan diferencias cuando setrata de identificar a los forjadores delproyecto cultural. Los enemigos cambian y lacrítica política adquiere un tono de rechazofrontal hacia el debate teórico y losproblemas políticos en los cuales estabanensalzados derechas e izquierdastradicionales. Había que empezar de cero.

 Alain de Benoist, uno de los más brillantesintelectuales franceses de la nueva derechaacota: Por aquella época -años sesenta- sesentían en total ruptura con la vieja derecha,tanto en el terreno de la sensibilidad como en

el de las ideas, y sobre todo ajenos a suscrispaciones tradicionales: el totalitarismo, elcolonialismo, el nacionalismo, el racismo, elorden moral. Rechazaban sus desviaciones,tanto nacionalista, con sus prejuicios, suxenofobia y sus ostentosas complacencias,como la economizante, con su liberalismoabstracto, su implícito igualitarismo y susinjusticias sociales; la totalitaria, con susnostalgias, sus fantasmas de autoridad y sumito del “jefe providencial”, y la

tradicionalista, con sus sueños reaccionarios,sus referencias metafísicas y su pasadismoradical. Al mismo tiempo deseaban revitalizar

una cultura sumergida. Querían también volver a empezar de cero, ver cómo una>sensibilidad de derecha= `podía traducirseen doctrina, insertarse en el debate ideológicocontemporáneo y renovar sus bases yreferencias en el sentido de una mayor

modernidad. Deseaban acabar con elunilateralismo que caracteriza a la ideologíadominante. por último, no veían como suprincipal adversario al “comunismo”, la“subversión”  o a la “izquierda”, sino a unaideología igualitaria, regresiva y negativista,representada hoy tanto bajo formasmetafísicas como profanas.8 

Había que derribar el sistema y proponernuevos referentes capaces de construir un

orden social en el cual se vean reflejadas lasdiferencias subsumidas en un occidentalismocultural castrador del individuo y lacomunidad. Para ello, la nueva derecha sedotó de un marco teórico capaz deenfrentarse a las doctrinas universalistas deun humanismo occidental. Rechazando laspropuestas exclusivamente biológicas, peroasociando su marco referencial a lasociología, la política y la economía proponenuna visión holista y orgánica, al postular quelas sociedades siguen procesosmetabiológicos. Sobre la base de unsincretismo teórico, la nueva derecha elaborauna doctrina fundacional cuyos principiosculturales se encuentran en el estudiocomparado de las conductas. Apoyados enlos fundamentos etológicos del instinto deagresión explicadas por Konrad Lorenz; lasbases fisiológicas de los mecanismos delcomportamiento de agresión y miedo

propuestas por Ivan Pavlov; y el estudio delaprendizaje y acondicionamiento expuestospor Friedrich Skinner cimientan su doctrinade la agresión como control territorial.

Entre las enseñanzas que puedenextraerse de la etología, encontramos laafirmación de que el hombre es un primatedepredador, dotado de una pulsión agresiva,de sentido territorial y de especializaciónjerárquica. Como todos los primates

superiores, el hombre es un animal social que vive en grupo. Estas pulsiones innatasheredadas sirven para la formación ysupervivencia del grupo. Lorenz demuestra

Page 89: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 89/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

89

que la agresividad es una parte esencial de laorganización de los instintos para laprotección de la vida y la condición desupervivencia de las sociedades (el hombre seimpone en detrimento del medio que agrede).En el hombre, la supresión de la agresividad

conduciría a la desaparición de su espíritu deiniciativa, de la competición, del riesgo eincluso del honor personal. Atacar estapulsión equivaldría a despojar al hombre desus ganas de vivir y de luchar. Más queoponerle un veto moral a la agresividad,habría que reorientarla hacia formas deactividad , que permitan una descargacatártica...9 

La posterior transformación del instinto

de agresión en violencia creadora de moral y virtud le confiere a la nueva derecha otrosímil con el fascismo. Apoyados en losfundamentos de la etología se presentancomo recuperadores de la conducta agresivay competitiva del individuo. Argumentos quetambién obtienen de la interpretaciónevolucionista-genética presente en Lamarck.Benoist, infiere: La etología, la genética y laantropología han destruido la ilusión de launiformidad natural del género humano. Elhombre como idea, científicamente hamuerto. Agresivo, territorial y jerarquizado, elhomo sapiens se nos muestra completamentediferente a la imagen que de él daba elhumanismo, fuese russoniano, cristiano omarxista.

El instinto de agresión es el que lleva alhombre como al animal a combatir contra losmiembros de su misma especie defendidopor la nueva derecha como motor del orden

se refuerza en los años setenta conargumentos aportados por la naciente socio-biología. De esta manera emergenexplicaciones de contenido genético capacesde transformar el instinto de agresión en uncomportamiento egoísta eficaz parasobrevivir y dotar de continuidad a la especiehumana. Argumentaré que una cualidadpredominante que podemos esperar que seencuentre en un gen próspero será el

egoísmo en el comportamiento despiadado.Esta cualidad egoísta del gen dará,normalmente, origen al egoísmo en elcomportamiento humano... A nivel del gen,

el altruismo tiene que ser malo, y el egoísmobueno...El gen es la unidad básica delegoísmo.10 

La lucha contra el sistema

 Violencia, egoísmo, competitividad,

heroicidad y entrega son algunos de losreclamos lanzados por la nueva derecha paraluchar con éxito contra el sistema. Se trata decanalizar la agresividad humana hacia finesnobles y creadores de una moral y una virtudemanadas del deseo de recuperación de unaidentidad histórica de pertenencia a nacionesy pueblos cuya existencia el sistema pretendeeliminar. Voluntad de ruptura y entrega.Contra el sistema se levantan todos aquellosque comparten la filosofía vital delpaganismo mental europeo: voluntadcreadora , apego a la comunidad ,considerada como un trampolín de aventuras, de conquista y combate político y cultural;todos aquellos que rechazan elcosmopolitismo , el burguesismo, elhedonismo y el modelo neoyorquino desubcultura.11 Otra vez la confluencia con elfascismo: el llamado al voluntarismo y el mitode la violencia como síntesis de la lucha

contra el conservadurismo, para la nuevaderecha, conformismo. El fascismo seconstruye no sólo por el repudio de lademocracia, del marxismo, del liberalismo, delos valores llamados “burgueses”, de laherencia del siglo XVIII, delinternacionalismo y del pacifismo- tambiénpor- el culto del heroísmo, del vitalismo y dela violencia12. Las semejanzas son muchas encuanto propuesta cultural, llamando ambas aconstituir nuevas fuerzas capaces de detener

la decadencia de una sociedad amorfa ypasiva.

El sistema, adjetivado como occidental ylegitimado en una universalidad construidasobre bases artificiales tecno-económicasdespolitizantes de dominación son elfundamento para imponer una vida mecánica, intemporal donde no se desea otra cosa másque el fin de la historia. La necesidad delevantarse contra el orden mundial generado

por el sistema occidental forma parte de unalucha heroica por recuperar los valores de

Page 90: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 90/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

90

una cultura, la europea secuestrada ennombre del universalismo.

El sistema pasa a ser considerado ungobierno mundial de transnacionales cuyapraxis de naturaleza económica y financiera

 vacía de todo contenido la realidad nacional ysu cosmopolitismo hace perder toda nociónde territorialidad. Para la nueva derecha no setrata de una crítica al capitalismo, ya lohemos señalado, supone un rechazo a la

 visión de universalidad de lo común cuyasraíces están en la llamada american way of life  considerada hostil a cualquier concepciónideológica orgánica. De aquí su rechazo a lasociedad americana como forma de vida,como imperio y como imperialismo cultural.

El sistema occidental debe entenderse comola extensión planetaria, no de los EstadosUnidos, en tanto que nación, sino de lasociedad americana, de la parte mundializablede esta sociedad, es decir de todo aquello quecomporta una mayor universalidad y escomún a todas las estructuras mentales, y porlo tanto resulta más primitivo.13 

 Tras dos décadas de predicar susdoctrinas y presentar a la sociedad francesa

los postulados de un orden nuevo cuyos valores culturales son la lucha contra elsistema, Le Pen y el Frente Nacional hanincorporado esta cosmovisión como partedel discurso ideológico. El frente tienealgunas cosas claras muy claras, que tiene queexpresar en su propaganda para mantener enpie esta verdadera coalición del malestar. Porejemplo, la crítica al sistema , entendiendo porél el régimen político y no las razones íntimasdel capitalismo. Su denuncia de la

mundialización se debe a haber entendido lafuerza de las identidades nacionalistas en estafase del sistema, la potencia de lo particular,de una cultura excepcional, pero también deun modelo de cohesión social   destruido por elsistema en los años noventa.14 

Como colofón el llamado a la revolucióny la lucha contra el sistema occidental cuyos

 valores culturales proyectan una sociedadpatológica que en el plano fisiológico e

intelectual y en el plano orgánico destruye laenergía de los grupos e individuos donde lasmasas humanas que nos rodean- continua

Faye, ideólogo de la nueva derecha- no estánúnicamente “deculturadas, sino tambiéndesnacionalizadas”. El llamado a construir untipo de nacionalismo revolucionario desdedonde imponer las nuevas pautas dereconstrucción de la soberanía y la identidad

nacional abre las puertas a otra semejanzacon el fascismo. Ya sólo cabe concluir con ladeslegitimación de una sociedad que semuere. El recurso al fundador de la etologíapermite corroborar a la nueva derecha supostulado. Como ha visto Konrad Lorenz, lacivilización occidental nos arrastra a unamuerte lenta. Sus modos de vida tienenincidencias psicológicas, neuróticas ypatógenas: nos transformamos en seresdomesticados y fragilizados en nuestroscomportamientos. La decadenciademográfica, la debilidad de carácter, ladegradación genética de los occidentales sonhechos confirmados por los propiosmédicos.15 

Será nuevamente el Frente Nacional conLe Pen a la cabeza quienes doten de sentidoesta crítica, asimilen los postulados de lanueva derecha y desplieguen el argumento deun nacionalismo revolucionario. Como bienexpresa Ferrán Gallego: A Le Pen habíamadrugado señalando que su candidaturaobedecía a la necesidad de acabar con ladegeneración francesa que llegaría a serirreparable. Decadencia expresada en lacontaminación cultural que implicaba laextranjerización, la destrucción de los valorestradicionales y, en todo caso, propios del paísa manos de una inmigración cada vez másdispuesta a defender su carácter diferencial,

menos resignada a adoptar las formas de vidadel país de acogida. El discurso sobre ladecadencia moral se convertía en la necesidadde una alternativa expresada no en términossociales, sino en la esfera de la identidadfrancesa, que debía ser el punto de encuentrode las clases, de los individuos, de lasopciones parciales. El imaginario nacional-populista comenzaba a actuar como unaforma antisistema, como un recursodefensivo frente a amenazas perceptibles.16 

La nueva derecha está triunfando. Elfascismo reaparece bajo nuevas formasdando lugar a un entramado fino donde las

Page 91: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 91/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

91

críticas al sistema occidental generan ymovilizan a la juventud a los sectores mediose intelectuales. Se trata de una propuestacultural cuyo atractivo radica en lamovilización y el rechazo a la uniformidadnacida del consumismo. Muchos podrían

estar compartiendo parte del diagnóstico. Eneso consiste su atractivo y su fuerza. Así, esposible encontrarnos con un campo deconfluencias absolutas como son: la crecientefuerza de las transnacionales y del capitalfinanciero en el proceso de toma dedecisiones, la pérdida de centralidad de lapolítica, la crítica sistémica, el pensamientoconformista o el reconocimiento a ladiferencia y el llamado a la tolerancia. Sinembargo, las diferencias se hacen notarcuando se exponen las causas de dichosfenómenos. Es en ellas donde estriba ladiferencia y se explicita la distancia quesepara la nueva derecha con sureconocimiento del capitalismo como ordensocial de dominio y explotación delnacimiento de una cultura democrática ajenapor completo a los intereses de la nuevaderecha.

Dejemos que sean las palabras de lanueva derecha quienes cierren este ensayo. Suapostolado totalitario de lucha antisistémicase concreta al inferir: Únicamente de lasrevoluciones nacionales y populares podrápartir la rebelión contra la sociedad planetariadel bienestar mediocre...Sólo una revoluciónpopular podrá permitir a cada pueblorecuperar su historia y actuar según sudestino...Únicamente los pueblos y lasnaciones aisladamente, resolverán las

cuestiones internacionales cruciales, jamásuna burocracia internacional...La salvación dela humanidad es una palabra vacía. Lo queestá en juego es el futuro de cada pueblo. Laespecie humana no sobrevivirá más que si lospueblos preservan, no sólo sus diferencias,sino que entran en competencia los unoscontra los otros.

Notas.

1 BENOIST, Alain y FAYE,

Guillaume: Las ideas de la Nueva Derecha. Unarespuesta al Colonialismo cultural. Ediciones deNuevo Arte Thor. Barcelona 1986. Pág 167.

2 STERNHELL, Seev, ZSNAJDER,Mario y ASHERI, Maia: El nacimiento de laideología fascista.  Editorial Siglo XXI, España.1994. Pág 40.

3 STERNHELL,Zeev,ZSNAJDER,Mario y ASHERI, Maia: El nacimiento de laideología fascista.  Editorial Siglo XXI, España1994. Pág 1.

4 BENOIST, Alain de: La nueva derecha .Editorial Planeta. Barcelona 1982. Pág 123.(La edición francesa es de 1979)

5 PINEDO, Carlos: ABases ideológicas de la Nueva Derecha. En BENOIST, Alain y FAYE,Guillaume: Las ideas de la nueva derecha.Op. Cit. Pág. 139.

6 SAXE-FERNÁNDEZ,John: ALos fundamentos de la >derechización= en los EstadosUnidos@; En Tiempos Conservadores.

 América latina en la derechización deOccidente. Cueva, Agustín (Comp) EditorialEl Conejo 1987. Pág 66.

7 STERNHELL, Zeev, SZNAJDER,Mario y ASHERI, Maia: El nacimiento de laideología fascista.  Editorial siglo XXI, España1994. Pag 7.

8 BENOIST, Alain de: La nueva Derecha.Una respuesta clara, profunda einteligente.  Editorial Planeta, Barcelona 1982.Pág 15.

9 PINEDO, Carlos: Op. Cit. Pág 35.

10 DAWKINS, Richard: El gen Egoísta. Ediciones Salvat, Ciencia. Barcelona,1997. Pág 3.(El texto original data del año1976)

11 PINEDO, Carlos: Op. Cit. Pág 84.12 STERNHELL, Zeev: Op. Cit. Pág 43.

13 PINEDO Carlos: Op. Cit. Pág 76.

14 GALLEGO, Ferran: Por qué Le Pen .Editorial Viejo Topo. España. 2002. Pág 130.(Cursivas en el original).

15 FAYE, Guillaume: ACrítica del sistemaoccidental . En BENOIST, Alain y FAYE,Guillaume: Op. Cit. Pág 464.

16 GALLEGO, Ferran: Op. Cit.

© El Viejo Topo Nº 171/ Rebelión

Page 92: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 92/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

92

El pensamiento único «antifascista»

 Jean-François Revel habló hace tiempo de «devoción» paracalificar la opinión sobre una idea sólo en función de su

conformidad o de su poder de atracción respecto a una ideologíadominante. Podríamos añadir que la devoción representa elgrado cero del análisis y de la comprensión. Es precisamenteporque la devoción domina, por lo que hoy no se refutan lasideas que se denuncian, sino que se contentan con declararlasinconvenientes o insoportables. La condena moral exime de unanálisis de las hipótesis o de los principios bajo el prisma de lo

 verdadero o de lo falso. Ya no hay ideas justas o falsas, sino ideasapropiadas, en sintonía con el espíritu de nuestro tiempo, e ideasno conformes denunciadas como intolerables.

 ALAIN DE BENOIST

Esta actitud se ve aún más reforzada porlas obsesiones estratégicas de los actores delbuen pensamiento. Poco importa también eneste ámbito que una idea sea justa o falsa.: loimportante es saber a qué estrategia puedeservir, quién recurre a ella y con quéintención. Un libro puede por tanto ser

denunciado, aunque su contenido secorresponda con la realidad, con la únicaexcusa de que corre el riesgo de convertir en«aceptables» ideas consideradas intolerables ode favorecer a aquellos a los que se quierehacer callar. Es la nueva versión de la viejaconsigna: «no exasperar a Billancourt». Nique decir tiene que, con este enfoque, el lugardonde nos expresamos es más relevante quelo que vayamos a decir: hay lugaresautorizados y lugares «no recomendables».

 Toda crítica se presenta, pues, como unatentativa de descalificación que se obtienerecurriendo a palabras que, en vez dedescribir una realidad, funcionan como otrostantos signos u operadores dedeslegitimación máxima. Nuestros singularesestrategas traicionan así su propio sistemamental, que sólo atribuye un valor a las ideasen la medida en que puedan ser manipuladas.

En el pasado, este trabajo de

deslegitimación se llevó a cabo en detrimentode las familias de pensamiento más diversas

 — pensemos por ejemplo) en las campañas

grotescas en tiempos del macarthismo. Peroactualmente se efectúa sin duda alguna enuna única dirección. Se trata de tachar deilegítimo todo pensamiento, toda teoría, todaconstrucción intelectual que contradiga lafilosofía de las Luces que, confundiendotodos los matices, constituye el soporte de la

legitimidad de las sociedades actuales. Paraello, el pensamiento políticamente correctorecurre esencialmente a dos imposturas: elantirracismo y el antirracismo. Diré alrespecto algunas palabras.

El racismo es una ideología que postulala desigualdad entre razas o que pretendeexplicar toda la historia de la humanidadbasándose nica mente en el factor racial. Estaideología no tiene prácticamente ningún

defensor hoy día, pero fingimos creer queestá omnipresente, asimilándola la a laxenofobia, a actitudes de rechazo o dedesconfianza con respecto al Otro, e inclusoa una simple preferencia por la endogamia yla homofiliación. El «racismo» es presentadocomo la categoría emblemática de u nirracionalismo residual, enraizado en lasuperstición y en el prejuicio, lo queimpediría el advenimiento de una sociedadtransparente ante sí mis ma. Esta crítica del

«racismo» como irracionalidad fundamentalrecicla simple y llanamente el cuento dehadas liberal de un mundo prerracional que

Page 93: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 93/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

93

es la fuente de todo mal social, como lodemostraron hace ya más de medio siglo

 Adorno y Horkheimer al decir que refleja laineptitud de la modernidad para enfrentarseal Otro, es decir, a la diferencia y a lasingularidad.

Denunciando el «racismo» como unapura irracionalidad, es decir, como categoríano negociable, la Nueva Clase traiciona almismo tiempo su distanciamiento conrespecto a las realidades, pero contribuyetambién a la neutralización y a ladespolitización de los problemas sociales. Enefecto, si el «racismo» es esencialmente una«locura» o una «opinión criminal», entonces lalucha contra el racismo tiene mucho que ver

con los tribunales y los psiquiatras, pero encambio no tiene ya nada que ver con lapolítica. Esto permite a la Nueva Clase hacerolvidar que el racismo mismo es unaideología resultante de la modernidad por eltriple sesgo del evolucionismo social, delpositivismo cientificista y de la teoría delprogreso.

El «antifascismo» es una categoríacompletamente obsoleta en la misma medida

en que el «fascismo» al cual pretendeoponerse lo es. La palabra es hoy un cajón desastre sin ningún contenido preciso. Es unconcepto elástico, aplicable a cualquier cosa,empleado sin el menor rigor descriptivo, quellega a declinarse como «fascistante» e inclusocomo «fascistoide», lo que permite adaptarloa todos los casos. Leo Strauss hablaba ya dereductio ad hitlerum   para calificar esta formapuramente polémica de desacreditar. Lamanera en la que hoy en día cualquier

pensamiento no conforme es tachado de«fascista» por parte de censores que a duraspenas podrían ellos mismos definir lo queellos entienden por ese término, forma partede la misma estrategia discursiva.

«Hay una forma de  political correctness  típicamente europea que consiste en verfascistas por todas partes», observa sobre estepunto Alain Finkielkraut. «Se ha convertidoen un procedimiento habitual, para una

cohorte de plumíferos delatores  — añade Jean-Franwis Revel — , el arrojar al nazismo yal revisionismo a todo individuo al que

quieren ensuciar la reputación.» Se puedenobservar las consecuencias de ello todos losdías. El más nimio incidente de la vidapolítica francesa se juzga hoy bajo el prismadel «fascismo» o de la Ocupación. Vichy «se

 vuelve una referencia obsesiva» y se convierte

en un fantasma que permite mantener unpsicodrama permanente y, dado que seprefiere el «deber de memoria» al deber de

 verdad, se apela regularmente a esta memoriapara justificar las comparaciones másdudosas o las asimilaciones más grotescas.

Esta sempiterna incriminación delfascismo  – escribe Jean-François Revel-, cuyadesmesura es tan chocante que ridiculiza asus autores en lugar de desacreditar a sus

 víctimas, revela el móvil oculto de lopolíticamente correcto. Esta perversión sirvede sustituto a los censores a los que dejóhuérfanos la pérdida de ese incomparableinstrumento de tiranía espiritual que era elevangelio marxista.

Revelador a estos efectos es eldesencadenamiento de hostilidadesprovocado por la explotación de los archivosdel Kremilin, la cual empezó a provocar el

desmoronamiento de algunas estatuas de“héroes” legendarios. Igualmente reveladorresulta observar de qué manera la meraconstatación de que el sistema comunistaacabó con la vida de más personas queningún otro sistema de la historia ¡-cienmillones de muertos!- suscita hoy virtuosasindignaciones en los medios que «hacen todopor ocultar la magnitud de la catástrofe»,como si dicha constatación equivaliera abanalizar los crímenes nazis que no son por

definición comparables con nada, como si elhorror de los crímenes del comunismopudiera atenuarse por la supuesta pureza desus intenciones primeras, como si los dosgrandes sistemas totalitarios, cuya rivalidad-complementareidad caracterizó el siglo XX,no se inscribiesen en una relación fuera de lacual se convierten el uno y el otro enininteligibles, como si, en definitiva, algunosmuertos pesaran más que otros.

Pero hay que subrayar también que el«antifascismo» contemporáneo  — queparafraseando a Joseph de Maistre podríamos

Page 94: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 94/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

94

calificar no como lo contrario al fascismosino como el fascismo en sentido contrario —  ha cambiado totalmente de naturaleza. En losaños treinta, el tema del «antifascismo»,explotado por Stalin al margen de la luchaauténtica contra el verdadero fascismo, servía

a los partidos comunistas para cuestionar lasociedad capitalista burguesa, acusada deservir de caldo de cultivo al totalitarismo. Setrataba de mostrar entonces que lasdemocracias liberales y los «socialo-traidores»eran objetivamente aliados potenciales delfascismo. Ahora bien, actualmente, esexactamente lo contrario. Hoy, el«antifascismo» sirve ante todo de coartada alos que se han sumado al pensamiento únicoy al sistema en vigor. Habiendo abandonadotoda actitud crítica, habiendo sucumbido a las

 ventajas de una sociedad que les ofrecíaprebendas y privilegios, quieren dar laimpresión (o se hace la ilusión), abrazando laretórica «antifascista», de haber permanecidofieles a ellos mismos. En otros términos, lapostura «antifascista» permite que el

 Arrepentido, figura central de nuestrotiempo, haga olvidar sus retractacionesempleando un eslogan comodín que no deja

de ser un lugar común. Ayer, herramientaestratégica que permitía poner en tela dejuicio el capitalismo mercantilista, el«antifascismo» se ha convertido en un merodiscurso a su servicio. Así, mientras que lasfuerzas de contestación potenciales semovilizan prioritariamente contra unfascismo fantasma, la Nueva Clase que ejercela realidad del poder puede dormir a piernasuelta. Haciendo referencia a un valor que nosolamente no supone ya una amenaza para lasociedad vigente, sino que, al contrario, laafirma en lo que es, nuestros «antifascismos»modernos se han convertido en sus perrosguardianes.

Es tan cierto que para los políticos ladenuncia del «fascismo» es hoy día unaexcelente forma de rehacerse una reputación.Los más corruptos usan y abusan de ella paraminimizar la importancia de susmalversaciones. Si el «fascismo» es el mal

absoluto, y ellos lo denuncian, eso significaque no son totalmente malos. Facturas falsas,promesas electorales incumplidas,

chanchullos y corrupciones de toda índole seconvierten en faltas lamentables pero, enresumidas cuentas, secundarias en relación alo peor.

Pero no solamente la izquierda o lospolíticos necesitan un «fascismo» inexistenteque encarna el mal absoluto. También toda lamodernidad en declive necesita una bestianegra que le permita hacer aceptables laspatologías sociales que ella misma haengendrado, bajo el pretexto de que por muymal que vayan hoy las cosas, nunca tendránpunto de comparación con las que acaecieronen el pasado.

La modernidad se legitima así por mediode un fantasma del que, paradójicamente, senos dice a la vez que es «único» y que puederegresar en cualquier momento. Confrontadaa su propio vacío, confrontada al fracasotrágico de su proyecto inicial de liberaciónhumana, confrontada a la contra-

productividad que genera por doquier,confrontada a la pérdida de referentes y desinsentidos generalizados, confrontada alnihilismo, confrontada al hecho de que elhombre se vuelve cada vez más inútil a partirdel momento en que se proclaman susderechos en abstracto, a la modernidad no lequeda otro recurso que desviar la atención, esdecir, esgrimir peligros inexistentes paraimpedir que se tome conciencia de los

 verdaderos. El recurso al «mal absoluto»funciona entonces como un medioprodigioso de hacer aceptar los males a loscuales nuestros contemporáneos se enfrentan

Page 95: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 95/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________

95

en su vida cotidiana, males que, encomparación a este mal absoluto, seconvierten en contingentes, relativos y, enúltima instancia, accesorios. La oposiciónexacerbada a los totalitarismos de ayer, lainterminable machaconería acerca del pasado,

impiden analizar los males del presente y lospeligros del futuro, al mismo tiempo que noshacen entrar con una fuerte rémora en elsiglo XXI, con un ojo fijado en el retrovisor.

Sería por tanto un error creer que el«antifascismo» actual no representa nada. Porel contrario, supone una legitimaciónnegativa fundamental para una sociedad queno tiene ya nada positivo que incluir en subalance. El «antifascismo» crea la identidad

de una Nueva Clase que no puede existir sinoinvocando el espantajo de lo peor para no serreducida a su propia vacuidad. De la mismamanera que algunos no encuentran suidentidad más que en la denuncia de losemigrantes, la Nueva Clase únicamenteencuentra la suya en la denuncia virtuosa deun mal absoluto, cuya sombra oculta su vacíoideológico, su ausencia de referentes, suindigencia intelectual, en definitiva, quesimplemente, ya no tiene nada más queaportar, ni análisis originales, ni solucionesque proponer.

Por tanto, resulta vital para el núcleoduro de los bienpensantes prohibir todocuestionamiento de los principiosfundamentales que constituyen su suporte delegitimidad. Para que las cosas fueran de otramanera sería necesario que la ideologíadominante aceptara cuestionarse. Pero no loconsentirá, ya que comparte la convicción

con la mayor parte de las grandes ideologíasmesiánicas de que si las cosas van mal, si nose alcanza el éxito previsto, no es nuncaporque los principios fueran malos, sino porel contrario, porque no han sidosuficientemente aplicados. Ayer nos dijeronque si el comunismo no había alcanzado elparaíso en la tierra era porque aún no habíaeliminado un número suficiente deopositores. Hoy nos dicen que si el

neoliberalismo está en crisis, si el proceso demundialización conlleva desórdenes sociales,es porque todavía existen demasiadas trabas

que obstaculizan el buen funcionamiento delmercado.

Para explicar el fracaso del proyecto  — opara alcanzar el objetivo buscado — , hacefalta pues un chivo expiatorio. Hace falta quehaya oposito-res no conformes, elementosdesviados o disidentes: ayer, los judíos, losmasones, los leprosos o los jesuitas. Hoy lossupuestos «fascistas» o «racistas». Estosdesviados son percibidos como elementosperturbadores, molestos, que obstaculizan eladvenimiento de una sociedad racional de laque es preciso purgar el cuerpo social pormedio de una acción profiláctica apropiada.Si por ejemplo existe hoy en Franciaxenofobia, no es debida en ningún caso a una

política de inmigración mal controlada, sino ala existencia de «racismo» en el cuerpo social.En una sociedad cuyos componentes soncada vez más heterogéneos, se hace esencialestablecer una especie de religión civildesignando un chivo expiatorio. Laexecración compartida sirve entonces denexo, mientras que la lucha contra unenemigo, aunque sólo sea un mero espejismo,permite mantener una apariencia de unidad.

Pero existe además otra ventaja de ladenuncia moral. Y es que contra el «malabsoluto», todos los medios son válidos. Lademonización, en efecto, no tiene solamentecomo consecuencia la despolitización de losconflictos, sino que ocasiona, asimismo, lacriminalización del adversario. Éste seconvierte en un enemigo absoluto al que hayque erradicar por todos los medios existentes.Se entra entonces en una especie de guerratotal — y tanto es así, que se pretende llevarla

a cabo en nombre de la humanidad. Lucharen nombre de la humanidad lleva a colocar asus adversarios fuera de la humanidad, esdecir, a practicar la negación de lahumanidad. Desde esta perspectiva, laapología del asesinato y el llamamiento allinchamiento se encuentran tambiénjustificados.

Por último, lo que hay que señalar, es quelas etiquetas descalificadoras manejadas hoy

día en nombre de lo políticamente correctono son nunca etiquetas reivindicadas, sinoetiquetas atribuidas. Contrariamente a lo que

Page 96: Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

8/21/2019 Elementos Nº 88. LA NUEVA DERECHA Y LA CUESTIÓN DEL FASCISMO

http://slidepdf.com/reader/full/elementos-no-88-la-nueva-derecha-y-la-cuestion-del-fascismo 96/96

Elementos La ND y la cuestión del fascismo ______________________________________________________________________________________________sucedía en los años treinta, cuando loscomunistas y los fascistas reivindicabanabiertamente sus respectivasdenominaciones, hoy nadie reivindica loscalificativos de “fascista” y de “racista”. Suadscripción no tiene pues un valor objetivo,

informativo o descriptivo, sino un valorpuramente subjetivo, estratégico o polémico.El problema que se plantea es saber cuál es lalegitimidad de su atribución. Como estalegitimación está siempre por probar, sededuce que la “prueba” se deriva de laposibilidad misma de la atribución.

La psicoanalista Fethi Benslama escribióque “hoy día el fascismo ya no es un bloque,una entidad fácilmente identificable

encarnada en un sistema, en un discurso, enuna organización que se puede delimitar”sino que “más bien reviste formasfragmentarias y difusas dentro del conjuntode la sociedad [...], de forma tal que nadie estáal amparo de una concepción del mundo, alresguardo de esta desfiguración del otro quelo hace surgir como un cuerpo bullicioso,gozoso, expandido secretamente por todaspartes”. Tales declaraciones son reveladoras:si el fascismo está “secretamente expandidopor todas partes”, el “antifascismo” puedeevidentemente acusar a cualquiera. Elproblema es que la idea según la cual el malestá por todas partes es la premisa de todainquisición y, asimismo, la premisa sobre laque se sostiene la paranoia conspirativa talcomo inspiró en el pasado las cazas de brujas

y las apologías de los Protocolos de los Sabios deSión . Así como los antisemitas ven judíos portodas partes, los nuevos inquisidores ven«fascistas» por todas partes. Y como lamáxima astucia del diablo es hacer creer queno existe, las protestas nunca son escuchadas.

Como colofón, un psicoanalista de pacotillase permite interpretar la negación o elrechazo indignado al intento de endosarnosel uniforme que con tanta complacencia nosofrecen, como tantas otras confirmacionessuplementarias: el rechazo a confesar es lamejor prueba de que se es culpable.

«Un hombre no es lo que esconde, sinolo que hace», decía André Malraux. Creyendoque el «fascismo» está por todas partes, es

decir en ninguna parte, la nueva inquisiciónafirma por el contrario que los hombres sonante todo lo que esconden  — y que pretendedescubrirlo. Se vanagloria de ver más allá delas apariencias y de leer entre líneas, paramejor «confundir» y «desenmascarar». Demanera que la presunción de culpabilidad noconoce ningún límite. Se descifra, sedescodifica, se detecta lo no dicho. Hablandoclaro, se denuncia a los autores, no tanto porlo que escriben, sino por lo que no hanescrito y que se supone pretendieron escribir.No se boicotea el contenido de sus libros,contenido que nunca es tomado enconsideración, sino las intenciones que secree adivinar. La policía de las ideas seconvierte entonces en la policía de lassegundas intenciones.