Elements de La Historia Patria

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  Memorias Congreso Investigación y Pedagogía. Tunja, Número 02 – Octubre/ 2013 ISSN 2256-1951 ELEMENTOS TEÓRICOS Y CONCEPTUALES PARA PENSAR LA ESCRITURA DE LA HISTORIA PATRIA ELABORADA POR CONGREGACIONES RELIGIOSAS DOCENTES EN COLOMBIA A INICIOS DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX Jorge Alejandro Aguirre Rueda. Historiador Universidad Industrial de Santander Candidato a Magister en Historia Universidad Nacional  [email protected] RESUMEN Los manuales escolares se presentan como herramientas pedagógicas y objetos culturales que han servido de privilegiados instrumentos de socialización política. Es claro que el uso de lo ya sido es un instrumento que ha funcionado como herramienta de poder para ciertos grupos de la sociedad; pero igualmente, la mención del pasado ha podido cumplir en Colombia múltiples funciones: desde difusor de mecanismos ejemplarizantes, hasta herramienta para apaciguar los odios partidistas. Así también, las congregaciones religiosas en Colombia han jugado un papel trascendental en la consolidación del sistema educativo colombiano, tan así, que puede plantearse que su accionar ha contribuido indefectiblemente a un tipo específico de modernización. Palabras claves: manuales escolares, comunidades religiosas, tecnología pastoral, historia patria, autoridad enunciativa. ABSTRACT School textbooks are presented as teaching tools and cultural objects that have served as privileged instruments of political socialization. It is clear that the use of what has been is an instrument that has functioned as a tool of power to certain groups of society, but also, the mention of the past in Colombia has been able to fulfill multiple functions: from mechanisms exemplary diffuser up tool appease the partisan hatreds. So too, the religious congregations in Colombia have played a major role in the consolidation of the Colombian educational system, as well, which can be argued that their actions inevitably contributed to a specific type of modernization. Key words: School textbooks, religious communities, pastoral technology, national history, enunciative authority.

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La enseñanza de la historia patria, Colombia

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  • Memorias Congreso Investigacin y Pedagoga. Tunja, Nmero 02 Octubre/ 2013 ISSN 2256-1951

    ELEMENTOS TERICOS Y CONCEPTUALES PARA PENSAR LA ESCRITURA DE LA HISTORIA PATRIA ELABORADA POR CONGREGACIONES RELIGIOSAS DOCENTES

    EN COLOMBIA A INICIOS DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX

    Jorge Alejandro Aguirre Rueda. Historiador Universidad Industrial de Santander

    Candidato a Magister en Historia Universidad Nacional [email protected]

    RESUMEN

    Los manuales escolares se presentan como herramientas pedaggicas y objetos culturales que han servido de privilegiados instrumentos de socializacin poltica. Es claro que el uso de lo ya sido es un instrumento que ha funcionado como herramienta de poder para ciertos grupos de la sociedad; pero igualmente, la mencin del pasado ha podido cumplir en Colombia mltiples funciones: desde difusor de mecanismos ejemplarizantes, hasta herramienta para apaciguar los odios partidistas. As tambin, las congregaciones religiosas en Colombia han jugado un papel trascendental en la consolidacin del sistema educativo colombiano, tan as, que puede plantearse que su accionar ha contribuido indefectiblemente a un tipo especfico de modernizacin.

    Palabras claves: manuales escolares, comunidades religiosas, tecnologa pastoral, historia patria, autoridad enunciativa.

    ABSTRACT

    School textbooks are presented as teaching tools and cultural objects that have served as privileged instruments of political socialization. It is clear that the use of what has been is an instrument that has functioned as a tool of power to certain groups of society, but also, the mention of the past in Colombia has been able to fulfill multiple functions: from mechanisms exemplary diffuser up tool appease the partisan hatreds. So too, the religious congregations in Colombia have played a major role in the consolidation of the Colombian educational system, as well, which can be argued that their actions inevitably contributed to a specific type of modernization.

    Key words: School textbooks, religious communities, pastoral technology, national history, enunciative authority.

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    SOBRE LOS MANUALES ESCOLARES

    Desde los albores de la primera modernidad la lectura se eriga como basamento de los nuevos procesos socio-culturales, dando cabida a consideraciones benficas sobre el impreso, con lo cual Juan Amos Comenio ya adverta: el que aspira a formarse debe estimar los libros de un modo ms elevado que el oro o las piedras, de all que una de sus tareas incansables fuera despertar el amor por los libros (Comenio, 2001: 199). Manifiesto el inters de la modernidad (tanto la primera como la segunda) en convertir al texto impreso en garante de la concentracin y posterior divulgacin de los conocimientos cada vez ms especializados, se hace preciso ir apuntalando aquel objeto especfico sobre el que se posa la mirada en este artculo: el manual escolar. La primera observacin que realiza uno de sus mayores estudiosos, consiste en recordarnos que para sobrepasar la visin inmediata y apasionada que todos tenemos de forma espontnea sobre los libros de clase, es necesario optar por una perspectiva histrica (Choppin, 2001: 209). De tener en consideracin dicha sugerencia, puede desprenderse el reconocimiento sobre el manual escolar en su calidad de producto de un grupo social y de una poca determinada, que tendran como centro de su ser al menos tres caractersticas: ser herramientas pedaggicas que facilitan el aprendizaje, ser soporte de que la sociedad cree que es necesario transmitir a las jvenes generaciones y finalmente, ser vectores y medios de comunicacin que transmiten un sistema de valores, una ideologa, una cultura. Caractersticas constitutivas que para Choppin tienen un fin que no puede ser olvidado tanto por los docenes en ejercicio, como por los historiadores de la educacin: el manual escolar es un instrumento de poder. Poder que no puede ser solamente estudiado desde sus contenidos, sino tambin desde su misma concepcin material, pues

    El manual escolar no es solamente un concepto. Es tambin un libro, , es decir, un producto fabricado, difundido y consumido. Su produccin material y aspecto, evolucionan con el progreso tecnolgico; su comercializacin, su distribucin, su coste depende del contexto econmico, presupuestario, poltico y reglamentario (210-211).

    Un segundo autor, espaol en este caso, que se ha dado a la tarea de escudriar el texto y manual escolar desde los marcos de la denominada historia intelectual de la cultura y las sociedades, ha hecho nfasis en su calidad no slo como elemento material del ajuar de los maestros y escolares, sino de representacin de un modo de concebir y practicar la enseanza. La ventaja de seguir los lineamientos de Escolano Benito para los investigadores de la educacin, reside en que acceder al examen de este exponente de la cultura material de la escuela, de la clsica y de la moderna, es pues introducirse en uno de los ncleos sistmicos de la organizacin de la enseanza (Escolano Benito, 2001: 35). Otro aporte fundamental ha consistido en otorgarle al manual escolar un estatus como espacio de memoria en el que se han indo materializando los programas en que se concret la cultura escolar de cada poca, las imgenes y valores dominantes en la sociedad. Ello ha permitido considerarlo tanto soporte curricular en relacin con el conocimiento de carcter cientfico que se transmitir en las escuelas, as como un

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    espejo de la sociedad que lo produce, pudiendo as tomar registros de la mentalidad dominante de una determinada poca; para finalmente, presentarlo como un dador de huella de los procesos y modos de comunicacin pedaggica. Culminando con los aportes de Escolano Benito, habra que considerar que

    El libro escolar no es slo, por tanto, un soporte de contenidos, toda vez que en l se expresa al mismo tiempo una ratio indicativa de los procedimientos y recursos que el maestro y el escolar pudieron seguir para ordenar lo que en el pasado se llam la , su orden y disciplina (38).

    Siguiendo en el concierto europeo, y dedicando los esfuerzos de pesquisa bibliogrfica en Espaa, una autora ha elevado la discusin sobre los manuales escolares, llevndola al punto de sugerir que stos deben comenzar a ser vistos y estudiados desde la categora de patrimonio. Uno de los argumentos esgrimidos radica precisamente en que dicho tipo de literatura ha sido considerada como un tipo de literatura , y no ha merecido la misma consideracin que otro tipo de libros a la hora de guardarse y catalogarse en bibliotecas pblicas. Lo anterior, para Ossenbach Sauter, atenta contra el hecho cierto de que los textos escolares en su evolucin tienen un gran poder para representar las expectativas y mentalidades colectivas de las sociedades escolarizadas. As entonces, los manuales escolares deben ocupar su sitio en la investigacin en educacin, ya en su calidad de objetos depositarios de la memoria y como fuentes para la investigacin histrica, lo que de suyo tendra como resultado activar su patrimonialidad (Ossenbach, 2010: 127, 117).

    SOBRE LAS CONGREGACIONES RELIGIOSAS DOCENTES Y MANUALES ESCOLARES

    Las Comunidades Religiosas se encargaron de concretar y materializar los proyectos e intereses educativos de la religin catlica y del estado colombiano. Nos centraremos en la Congregacin de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de San Juan Bautista de La Salle, la Orden de San Ignacio Loyola, ms conocida como la orden Jesuita, y finalmente, la Congregacin de los Hermanos Maristas. Presentaremos especficamente a la Congregacin de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Goz desde finales del siglo XIX de los afectos gubernamentales, as al menos lo corrobora la afirmacin hecha por Renn Silva quien seala que: as mismo haba adoptado la Asamblea del Cauca la ordenanza No. 9 de 1890 para que se fundaran escuelas pblicas para varones en toda la provincia bajo la direccin de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Afirma Silva que los primeros treinta aos del siglo XX estuvieron en manos de este tipo de organizaciones religiosas las cuales lograron controlar gran parte del sector educativo e implementar adems una pedagoga catlica (Silva, 1989: 33-34) la cual se encarg de aterrizar y operativizar los principios de la religin catlica en este sector. Sin desconocer las bases de datos e investigaciones realizadas por el proyecto EMMANUELLE (Francia), EDISCO (Italia),

    LIVRES (Brasil), Les Manuels Scolaires Qubcois (Canad) y, por supuesto, el Georg-Eckert Institut fur internationale schulbuchgorschung en Braunschwieg (Alemania). Espaa se encuentra representada por el proyecto MANES (Manuales escolares espaoles) que ha recogido las iniciativas de Portugal, Blgica y Amrica Latina). Para una comprensin amplia sobre el lasallismo, sus orientaciones y prticas. Ver Quiceno, 2012: 109-140.

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    En lo explcitamente pertinente sobre un tema como lo es el histrico-pedaggico, sealaremos como argumento la relacin existente entre esta Congregacin y los Manuales Escolares: en el sentido ms moderno del trmino como obra sistemtica, secuencial, de produccin serial y masiva, etc., los manuales escolares estn en alguna medida vinculados a la extensin del mtodo de enseanza denominado , utilizado en principio por los Hermanos de las Escuelas Cristianas de Juan Bautista de La Salle (Ossenbach, 2001: 15). Mtodo que comenzara su proceso de expansin durante el siglo XVIII y que consistiendo en dividir los estudiantes por clases segn edades y niveles de aprendizaje, tuvo como una de sus consecuencias la necesidad de que cada uno de los alumnos de una clase contara con un material pedaggico uniforme. Ello supuso el origen del libro escolar que se difundira ya de forma definitiva y masiva con el origen y expansin de los sistemas educativos nacionales a lo largo de los siglos XIX y XX (Ossenbach, 2010: 121). Finalmente, en la relacin entre Manuales escolares y San Juan Bautista de La Salle, propone una comprensin ms vasta del fenmeno dando lugar a explicaciones que tienen en cuenta el momento europeo. La Contrarreforma catlica va aparejada a nuevos designios sobre la educacin popular; la batalla entre catlicos y protestantes pasa por el control de lo impreso y, el empleo de libro uniformes es la semilla de una literatura didctica especfica en la enseanza popular (Choppin: 2001: 225).

    SOBRE MEMORIA, CONMEMORACIONES E HISTORIA PATRIA

    Apuntes a la memoria: Lo primero que se debe destacar es el carcter social de la memoria, afirmacin presente en la obra de M. Halbwachs quien argumenta que es en la sociedad donde normalmente el hombre adquiere sus recuerdos, es all donde los evoca, los reconoce y los localiza (Halbwachs, 2004: 8). Para Halbwachs entonces, los marcos sociales que permiten la memoria estn en franca relacin con la imagen que del pasado desea construir cada poca y en sintona con los pensamientos dominantes de la sociedad (10). Afirmacin que nos recuerda lo expuesto por Escolano Benito y que permite considerar como lo afirma Halbwachs- que si el hombre en sociedad necesita indispensablemente del lenguaje, se desprende la idea sobre las consecuencias que tendran para aqul el desprendimiento de sta: en la medida que el hombre deja de estar en contacto y comunicacin con los dems, se encuentra en menor capacidad de recordar (84). Se colige a partir de la afirmacin anterior, la importancia que lleg a adquirir la estancia de los nios en las escuelas, y una actividad como la lectura de los manuales escolares de historia patria, amn de la participacin en las fiestas cvicas y conmemoraciones, todo con el fin de mantener el lazo social hacia lo ya sido.

    Para Candau y en clara ligazn con Halbwachs, lo social de la memoria y lo memorable es de una importancia suma, en la medida que sin memoria, el sujeto se pierde, vive nicamente el momento, pierde sus capacidades conceptuales y cognitivas. Su mundo estalla en pedazos y su identidad se desvanece. La problemtica de vivir solo en el momento, sera la prdida del vnculo social y por ende la fidelidad hacia el grupo, con la inevitable consecuencia de aniquilar a la misma sociedad (Candau, 2002: 5-6). Mas si la sociedad debe seguir existiendo y para ello es indispensable la memoria, es igualmente

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    cierto que hace su aparicin otro elemento constitutivo de sta: el olvido. Para Candau los grupos y las sociedades construyen su identidad jugando permanentemente con los dos registros, de all que sea necesario comprender y explicar no solamente los recuerdos que un grupo social presenta, sino tambin, lo que originalmente est ausente de la memoria (7). Importante plantearse interrogantes como qu se pretende hacer recordar y qu se pretende hacer olvidar en los manuales escolares soporte material que genera una cierta artificializacin de la memoria y la memorizacin- de historia patria elaborado por congregaciones religiosas docentes en Colombia para los inicios de la segunda mitad del siglo XX? La relevancia del asunto radica en que siguiendo a Candau, se puede esbozar la existencia de los manuales escolares en relacin con las artes de la memoria en cuanto tcnicas de memorizacin y rememoracin de gran riqueza en cada sociedad que fundan su accionar en un sistema de lugares e imgenes (37). Apuntes a las conmemoraciones: El proceso de inculcar determinados valores es presentado por Hobsbawm (2002) como aquel tipo de tradiciones que se encargara de establecer o legitimar instituciones, aunado al hecho de socializar convenciones relacionadas con el comportamiento, tales como el patriotismo o la lealtad (16-17). As entonces, la necesidad de establecer la conexin entre dichas tradiciones y la construccin de un discurso a la medida de la , es indispensable si se desea desenmascarar lo que precisamente no son las naciones: antiqusimas y naturales (21). Sin embargo, la necesidad de presentarlas como antiguas en el tiempo y connaturales a la existencia de un grupo humano determinado, hace de las conmemoraciones la prctica por excelencia. Ellas permiten que los individuos se acuerden de los antecesores, de sus planes, proyectos y acciones, as como de las consecuencias que tuvieron y siguen teniendo, real o imaginariamente en sus vidas. Consecuencias que se considerarn siempre benficas, y sobre todo en lo que concierne al aumento de la confianza tanto en el individuo como el de la sociedad entera, pues en la conmemoracin se puede confiar, as sea parcial y fragmentariamente, en la experiencia recibida de los antecesores. En la experiencia de la temporalidad conmemorativa uno se asume como heredero de aqullos (Moya Lpez y Olvera Serrano: 2011: 61-62). La gran tarea de la conmemoracin queda as establecida

    La conmemoracin es fuente de orientacin social y cultural y un mecanismo vigente de constitucin, reproduccin y estabilizacin de identidades sociales. Las conmemoraciones se convierten as en un espacio privilegiado de narratividad, pues en ellas se relacionan un conjunto de sucesos histricos entre s y se ligan sus respectivos significados sociales (76-77).

    Apuntes a la historia patria: Gnero narrativo desdeado por historiadores norteamericanos como Woodrow Borah, pues considerando que dedicando sus esfuerzos a la reflexin sobre el periodo de la Independencia, cargaba con el lastre de manifestar una clara ausencia de una disciplina acadmica. Lo cierto de nuestras vilipendiadas historias patrias fue que sirvieron de basamento y gnesis de la narrativa heroica en Hispanoamrica. Construccin literaria que hundiendo sus races en las convenciones narrativas usuales en Europa, permiti construir un epos patritico en torno a actores que desarrollaban una accin casi ejemplar. Mantener como referente principal a un solo actor/individuo daba la posibilidad de construir un relato de claro corte dramtico, lo que

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    potenciaba ajustarse ms o menos a los gneros literarios bsicos de la tragedia o la comedia (Colmenares, 2008: 83). La comprensin histrica que se debe hacer del individuo heroico en la narrativa de las historias patrias, se muestra como elemento ms que justificado si se recuerda que la figura del hroe, como la del santo, ms que mitos son arquetipos culturales heredados de un pasado remoto en los que la realidad histrica y los embellecimientos de la imaginacin se han imbricado inextricablemente (Bauz, 2004: ix). Lnea expositiva y argumentativa de quien tambin ha planteado la necesidad de estudiar la importancia que se le ha otorgado a los muertos, no solo en su potestad sobre las generaciones del futuro, sino tambin en la manera de relacionarse los vivos con los muertos, y en sentido ms especfico, el sealamiento de la funcin decisiva que ciertos nuestros ilustres continuaban ejerciendo para el moldeamiento de los ciudadanos y la nacin misma. Por ello nada mejor que el ttulo dado a su investigacin, Porque los muertos mandan, obra que le permiti a Tovar Zambrano explicar la grandeza del hroe triunfante que se hace digno y merecedor de todas las atenciones y halagos, pues ha sido gracias a l que el Rey padre Espaa- ha sido desmantelado de su poder terrenal gracias a la unin de los hermanos los neogranadinos- obteniendo as la tan anhelada y buscada libertad, permitindoles entonces reclamar el sustantivo de hroes de la patria. Es as que este hijo conquistador de la libertad se ha transformado ahora en el Padre de la Patria. Y la crnica, la narracin histrica, la poesa patritica, la iconografa y los rituales cvicos celebrarn su hazaa y contribuirn a su glorificacin (Tovar Zambrano, 1997: 127-128, 139-140). Proceso que realizado de manera quirrgica y hagiogrfica busca convertir a las criaturas mortales en seres mticos, purificados, en donde se hace abstraccin de los aspectos negativos y se resalta en la imagen el rasgo o los rasgos que se desean valorar. No habr mas que esperar a que

    Convertido en gloriosa imagen el personaje comparte la simbolizacin de determinados valores y normas de la patria y la nacin. Erigido en un ideal del yo, el personaje adviene en su imagen como objeto de identificacin social. La identificacin simblica con dicha imagen constituye uno de los fundamentos de la identidad de los ciudadanos. As, la identidad nacional es el resultado de la identificacin simblica con las imgenes de los patriotas creadas en virtud de aquellos mecanismos (145-146).

    SOBRE FOUCAULT, CONGREGACIONES RELIGIOSAS DOCENTES Y TECNOLOGAS PASTORALES

    Prcticas discursivas y sistema solidario de lo verdadero y lo falso: El anlisis del contenido de los manuales escolares de historia patria, elaborados por congregaciones religiosas docentes, deberan ser analizados considerndolos como un juego en clave de pensamiento foucaultiano- que ha sido creado con el fin de presentar a la sociedad los discursos verdaderos. Discursos que ya establecidos deban ser analizados y comprendidos con el fin de poder sacar a la luz la historia de cierta voluntad de lo verdadero o lo falso, la cual debera ser vista como el episodio central de cierta voluntad

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    de saber propia de nuestra civilizacin. Lo que sealaba Foucault (2012) ya en 1971, era su inters en remarcar la intencin de erigir el juego de la verdad como aparejado a una red de coacciones y dominaciones y, de realizarse una reflexin juiciosa y en dicho marco de interpretacin dara como resultado el hecho de mostrar la cara que hace tanto tiempo ha apartado de nosotros el juego de la verdad- y que es la de su violencia (20). Poder disciplinario y congregaciones religiosas: En esta serie de conferencias dictadas por Foucault en el ao de 1973, se halla una piedra de toque para comprender mejor an las denominadas prcticas discursivas. En palabras del pensador francs

    en qu medida puede un dispositivo de poder ser productor de una serie de enunciados, de discursos y, por consiguiente, de todas las formas de representaciones que a continuacin pueden derivarse de l? El dispositivo de poder como instancia productora de la prctica discursivaA mi juicio, el problema que est en juego es el siguiente: en el fondo, no son justamente los dispositivos de poder, con lo que la palabra an tiene de enigmtico y ser preciso explorar, el punto a partir del cual debemos poder asignar la formacin de las prcticas discursivas? Cmo pueden ese ordenamiento del poder, esas tcticas y estrategias del poder, dar origen a afirmaciones, negaciones, experiencias, teoras, en suma, a todo un juego de la verdad? (Foucault, 2012: 30).

    La idea que aqu se defiende por parte del que escribe estas lneas, es que las congregaciones religiosas teniendo como basamento un dispositivo de poder como las tecnologas pastorales, propusieron una interpretacin de la historia patria en Colombia, ello con el fin de poder llevar a cabo su primordial tarea: desarrollar a partir de las narraciones historiogrficas un modelamiento de la de un grupo determinado de individuos, en este caso, estudiantes que cursaban en la primera mitad del siglo XX la primaria.

    Normalizacin disciplinaria, gubernamentalidad y pastoral cristiana: En el curso del ao 1978 Foucault dedicar las clases del 1, 8 y 15 de febrero, a escudriar y lograr una mxima explicacin sobre la pastoral cristiana y su relacin con la gubernamentalidad. No obstante, en la del 25 de enero abordar la nocin de normalizacin disciplinaria, la cual debe entenderse a partir de cuatro elementos constitutivos. El primero de ellos es la capacidad que tiene la disciplina para descomponer todo lo que hace a un individuo sus lugares, sus tiempos, sus gestos, sus actos- para as poder percibirlos, por un lado, y modificarlos, por otro. Seguidamente, la descomposicin cobra su funcionalidad, al momento mismo de realizar los diferentes procesos de clasificacin segn unos objetivos determinados. En tercera instancia, la disciplina elabora una secuencialidad, con el fin ltimo cuarta instancia- de poder fijar los procedimientos de adiestramiento progresivo y control permanente; ejercicio que servir para realizar una distincin entre los ineptos e incapaces y los dems. Es decir que sobre esa base hace una particin entre lo normal y lo anormal (Foucault, 2011: 75-76). Respecto del pastorado cristiano no podra concebirse tal dispositivo como una mera institucin necesaria ni se concibi como un simple conjunto de prescripciones impuestas a algunos y privilegios otorgados a otros. Pensar de esa manera sera un craso error,

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    toda vez que se anulara las profundas reflexiones que se realizaron sobre el arte de gobernar pastoral: ese juego de gobierno de unos por otros, del gobierno cotidiano, del gobierno pastoral, se concibi durante quince siglos como la ciencia por excelencia, el arte de todas las artes, el saber de todos los saberes (180-181). En relacin a la conduccin de los infantes, dejemos que el autor una vez ms tome la palabra en extenso:

    Con el siglo XVI entramos en la era de las conductas, las era de las direcciones, la era de los gobiernos. Y comprendern por qu en esa poca hay un problema que cobr una intensidad ms grande que los otros, probablemente porque se encontraba en el punto justo de cruce de las diferentes formas de conduccin: de s mismo y de la familia, conduccin religiosa, conduccin pblica bajo l direccin o el control del gobierno. Me refiero al problema de la instruccin de los nios. El problema pedaggico: cmo conducir a los nios, cmo hacerlo a fin de lograr que sean tiles a la ciudad, conducirlos hasta el punto en que puedan alcanzar su salvacin, conducirlos hasta el punto en que sepan conducirse a s mismos; con toda seguridad, este problema se vio sobrecargado y sobredeterminado por la explosin del problema de las conductas en el siglo XVI [la Reforma protestante]-. La utopa fundamental, el cristal, el prisma a travs del cual se perciben los problemas de conduccin es el de la instruccin de los nios (268-269).

    SOBRE MANUALES ESCOLARES DE HISTORIA PATRIA ELABORADOS POR CONGREGACIONES RELIGOSAS

    Conduccin de la poblacin infantil y juvenil que debe ser analizada en el marco de un momento histrico determinado. recordar que durante gran parte de la primera mitad del siglo XX, la Escuela Activa puso en funcionamiento una serie de postulados que lograron evidenciarse a travs del cambio en concepciones sobre la infancia y en las mismas prcticas pedaggicas. Cobrar fuerza entonces la nocin de infnancia degenerada y adolescencia peligrosa a partir de la segunda mitad de la dcada del treinta, siguiendo la lnea de pensamiento que haba establecido la teora de la degeneracin de la raza. Esta etapa de la vida fue catalogada como de peligro psquico, moral y social lo cual posibilit la ampliacin espacial y la intensificacin disciplinaria o reguladora de la formacin-gobierno de los adolescentes (Senz Obregn y Ariza Montaez en Ros Beltrn y Sez Obregn, 2012: 17-18). Las novsimas apropiaciones de los normalistas colombianos establecieron que definitivamente el trnsito entre la adolescencia y la adultez estara marcado por un estado endmico calificado como dbil, as como una tendencia a enfermedades fsicas y mentales por lo qu se podra calificar de un estado (20). Para el pedagogo liberal Gabriel Anzola Gmez, una de las mayores patologas sera la del ensimismamiento del joven el cual conducira irremediablemente al menosprecio narcisista por la vida social , esto es, productiva, extrovertida, interesada social y economicamente. Para Anzola Gmez habra que emprender una tarea y consista poner ante los ojos de los jvenes

    Los ms caros y nobles ideales, los hroes, los caracteres de firmeza y serenidad, en una palabra, los tipos humanos ejemplarizantes (Tomado de Gabriel Anzola

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    Gmez. Orientaciones sobre segunda enseanza, 1939, pg. 29. Citado en Senz Obregn y Ariza Montaez, 2012: 22).

    A continuacin uno de los referentes que permite analizar lo instaurado y difundido en los manuales escolares de historia patria construidos por las congregaciones religiosas docentes. Uno de los primeros interrogantes que se plantea Ricoeur es de qu hay memoria?, con lo cual entroniza la cuestin en el plano de la intencionalidad y no tanto del quin recuerda (Ricoeur, 2008: 19). Intencin del hombre que se inscribira en un esfuerzo intelectual de rememorar aquello que precisamente no debe ser olvidado, de ah que lo que llamaremos deber de memoria consiste esencialmente en deber de no olvidar (51). Deber que permite establecer las primeras diferencias entre el acto de la rememoracin y el acto de la memorizacin, acto segundo que preocupa a Ricoeur en la medida que la memorizacin se trata de una economa de esfuerzos, pues el sujeto est dispensado de aprender de nuevo para efectuar una tarea apropiada a circunstancias definidasEn este sentido, se puede considerar la memorizacin como una forma de memoria-hbito (83). Ejercicio que debe ser analizado con sumo cuidado si se pretende esclarecer las tcnicas de adquisicin de lo sido, pues se estara en la capacidad de intentar localizar los fallos gracias a los cuales el abuso puede infiltrarse en el uso. De all que en el proceso de aprendizaje lo importante sea reconocer que el dominio de la adquisicin pertenece al experimentador que conduce a la manipulacin lo cual no es an un abuso-. Los actos del experimentador y la manipulacin pueden trasladarse a la dialctica misma del maestro y el discpulo, lo que para nuestro caso sera el proceso de recatolizacin del sistema educativo colombiano ya esbozado por Quiceno (2004). Sentencia Ricoeur que

    El modelo clsico es bien conocido: consiste en la recitacin de la leccin aprendida de memoriaEn el mbito de la enseanza, la recitacin constituy durante largo tiempo el modo privilegiado de trasmisin, controlado por los educadores, de textos considerados, si no como fundadores de la cultura enseada, al menos como prestigiosos, en el sentido de textos que sientan ctedra, crean autoridad. Pues, en ltima instancia, de autoridad se trata aqu, ms precisamente de autoridad enunciativa, para distinguirla de la autoridad institucional. En este sentido, abordamos aqu un concepto poltico en el sentido ms fundamental, que est ligado a la instauracin del vnculo social (85).

    Aunado al concepto de autoridad enunciativa, la cual puede serle endilgada a las congregaciones religiosas que se asentaron en el pas posterior al proyecto de la Regeneracin iniciado en 1886, poder fue enaltecido por la misma Constitucin de aquel ao, as como la firma del Concordato de 1887 sin olvidar el peso pedaggico de las comunidades religiosas en el desarrollo del Primer Congreso Pedaggico celebrado en 1917, o el encargo de direccin por parte de los Hermanos de las Escuelas Cristianas del Instituto Pedaggico Nacional- es necesario tener presente la nocin de memoria instrumentalizada la cual hablara de la connivencia entre el acto de la manipulacin concertada de la memoria y del olvido por quienes detentan el poder (110). Finalmente, y dejando que Ricoeur se presente en extenso

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    En el plano ms profundo, el de las mediaciones simblicas de la accin, la memoria es incorporada a la constitucin de la identidad a travs de la funcin narrativa. Y como la configuracin de la trama contribuye a modelar la identidad de los protagonistas de la accin al mismo tiempo que los contornos de la propia accinEs ms concretamente la funcin selectiva del relato la que ofrece a la manipulacin la ocasin y los medios de una estrategia astuta que consiste de entrada tanto en la estrategia del olvido como de la rememoracinEl relato impuesto se convierte as en el instrumento privilegiado de esta doble operacin. La plusvala que la ideologa aade al crdito ofrecido por los gobernados presenta tambin una textura narrativa: relatos de fundacin, relatos de gloria y de humillacin alimentan el discurso de la adulacin y del miedo. De este modo, se hace posible vincular los abusos expresos de la memoria a los efectos de esta distorsin propios del plano del fenmeno de la ideologa. En este plano aparente, la memoria impuesta est equipada por una historia , la historia oficial, la historia aprendida y celebrada pblicamente. Una memoria ejercitada, en efecto ,es, en el plano institucional, una memoria enseada; la memorizacin forzada se halla as enrolada en beneficio de la rememoracin de las peripecias de la historia comn consideradas como los acontecimientos fundadores de la identidad comn. De este modo, se pone el cierre del relato al servicio del cierre identitario de la comunidad. Historia enseada, historia aprendida, pero tambin historia celebrada. A la memorizacin forzada se aaden las conmemoraciones convenidas. Un pacto temible se entabla as entre rememoracin, memorizacin y conmemoracin (115-116).

    El concepto de hroe en los manuales escolares elaborados por congregaciones religiosas

    El hroe sacrificado: Los hroes se caracterizan por las ofrendas voluntarias. Existe un grado en las ofrendas de acuerdo a la magnitud del sacrificio el cual est establecido en las bienaventuranzas. La primera forma son aquellos que renuncian a sus propiedades y comodidades para ayudar a la causa patritica. Siguen la ley de la consagracin que consiste en poner todo lo que se tiene al servicio de la patria a semejanza de lo que fue hecho por los discpulos de Cristo. En el libro Historia de Colombia, enseanza secundaria y primaria superior se hace alusin a la defensa de la plaza de Cartagena por parte de los patriotas en 1815:

    La plaza, defendida por Manuel del Castillo y el coronel Mariano Montilla, se prepar a hacerle la resistencia ms desesperada. Impusironse los habitantes los ms sublimes sacrificios: incendiaron la ciudad de Turbaco para impedir los arbitrios del enemigo y hasta se vieron eximios patriotas como Garca de Toledo poner fuego con su propia mano, a sus mismas haciendas (Hnos. Maristas, 1940: 142).

    En el manual Historia Patria Ilustrada, primer curso se relata la historia de un anciano venerable que al igual que Abraham tuvo que sacrificar a su hijo por dos razones: primero, porque haba una causa ms grande a la cual obedecer y segundo, era la nica ruta para la salvacin de su posteridad. En ambos casos se resalta que tales hijos eran los nicos

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    soportes para acompaar a sus padres en la vejez, pero que estos ltimos estn dispuestos a realizar los ms grandes sacrificios:

    Un anciano venerable, de cabellos blancos y de mirada luminosa, seguido de un pequeo adolescente, se pone delante y dice: General Bolvar, aqu le traigo el ltimo hijo que me queda, porque todos han muerto por la Patria. Este es el nico apoyo de mi familia y de mi vejez; pero la libertad lo necesita y es preciso que siga a usted en el camino de la gloria -Y quin es usted?, pregunt Bolvar. Soy el padre de Atanasio Girardot. El Libertador no pudo hablar, y dcese que el padre de la patria y el padre de los hroes se abrazaron, y que de los ojos de ambos se escaparon algunas lgrimas (Del Campo, 1950: 7).

    Por su parte, el libro Historia de Colombia. Enseanza primaria nos relata que el prcer Nario mostr un genuino inters por sus compatriotas y nunca neg la causa de la patria confesndola en todo momento: cay luego sobre Pasto, pero las tropas patriotas que deban auxiliarlo no lo hicieron y Nario qued solo en un bosque, sin recursos de ninguna clase. En un arranque de herosmo se entreg a sus enemigos para ver si poda as salvar la patria, y stos lo llevaron prisionero a Espaa en donde estuvo encerrado en un calabozo por espacio de siete aos (Granados, 1950: 51). El hroe inmolado: es aquel que intencionalmente ofrece su vida en combate. Para que la inmolacin sea legtima y sea recordada debe tener entre otras caractersticas: realizarse por alguien sin pecado o con un joven con alma inocente; que el sacrifico sea un acto voluntario para asegurar la redencin de otros y tener un carcter sagrado para la comunidad a la que se pertenece. En el libro Historia de Colombia. Enseanza primaria, Rafael Granados enfatiza la importancia de los combates de Brbula y San Mateo no tanto por el valor estratgico que suponan para la campaa libertadora en Venezuela, sino por el simbolismo que encerraba el sacrificio de dos oficiales granadinos (53-54). Ejemplo de las inmolaciones sagradas dirigidas a preservar aquellos elementos simblicos y rituales. Encontramos la del coronel de 22 aos Atanasio Girardot quien, como se describe en el manual Aprendamos nuestra historia. Libro primero de los Hermanos Maristas, en medio de las balas, trep a la cima de la montaa del Brbula, clav all la bandera, y cay herido por una bala enemiga. Con este acto de herosmo mostr su grande amor a la patria (Aprendamos nuestra historia. Hermanos Maristas, 1945: 91).

    CONCLUSIONES

    Los manuales escolares deben considerarse una herramienta pedaggica y objeto cultural de valor socio-histrico, los cuales al ser ampliamente analizados por mltiples disciplinas, permiten arrojar luz sobre procesos sociales que involucran la mayor cantidad de dimensiones de lo humano. As mismo, las congregaciones religiosas docentes en Colombia cumpliendo ya un centenar con excepcin de los jesuitas cuya presencia data de ms atrs- de aos como promotores y difusores de un tipo especfico de educacin, son hoy en da un aspecto que debe ser fuertemente analizado y comprendido, ello con el

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    fin de poder dilucidar su aporte a los procesos de modernizacin. Para justificar nuestra afirmacin nada ms oportuno que realizar una historia de la Conaced (Confederacin Nacional Catlica de Educacin), para poder identificar la forma como asumen el pastorado hoy en da, en plena sociedad del conocimiento.

    Igualmente, queda evidenciado que los manuales escolares de historia patria elaborado por dichas comunidades, fueron un artefacto que evidencia la forma como se ligaron las tecnologas pastorales con la direccin de la conducta, todo ello, a travs de un moldeamiento de las almas de infantes y adolescentes que sustentaba su accionar en la accin ejemplarizante de hroes, ms exactamente, los de la Conquista y, posteriormente, de aquellos que trajeron e hicieron posible la Repblica. Finalmente, hacemos nuestras las palabras de un grupo de historiadores espaoles que han sentenciado que uno de los usos que se le ha dado a la historia es la de ser un productor de mitos que convierte la historia en un relato de xito moral de tal forma que aquellos que defendieron o portaron la esencia propia de cada colectivose convierten en agentes predilectos de la correspondiente historiografa (Prez Garzn: 2000: 29). xito que es claramente reforzado por esa evocacin a los muertos, aunque como precisa sealarlo Manzano Moreno: no son sin embargo, muertos escogido de manera aleatoria. Son nuestros muertos. De all que tales personajes escogidos propicien un elemento emocional que prefigura una actitud no neutra ante tal escogencia; de all que el abanico de sentimientos que suscita el pasado puede oscilar entre el juicio negativo y la sublimacin, entre la condena y el enaltecimiento. Es por ello por lo que las narraciones nacionalistas incluyen en sus narraciones traidores y hroes, enemigos y aliados, agresores y resistentes, hechos gloriosos o humillantes, en fin, de un drama que culmina y se agita en el presente, pero que tambin intenta prefigurar el futuro (Manzano Moreno en Prez Garzn, 2000: 34-41). As entonces, no cabe ms que reconocer que la gestin de la memoria, ha operado como la construccin del discurso histrico como elemento de poder, aspecto en el que los historiadores han desempeado tareas culturales nada desdeables para la reproduccin ideolgica de las estructuras sociales (Prez Garzn, Op Cit: 65).

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