Elena sabe

16
Claudia Piñeiro ELENA SABE

description

asdasdasdasdasdasd

Transcript of Elena sabe

Page 1: Elena sabe

Claudia Piñeiro

ELENASABE

Page 2: Elena sabe

Claudia Piñeiro (Burzaco, 1960)

Es contadora, escritora, dramaturga, guionista de televisión de argentina y de varios medios gráficos. Tras ejercer durante 10 años su profesión de contadora elige dedicarse a la escritura. Publicó varios libros, artículos periodísticos, obras de teatro, varias de ellas recibieron premios o menciones tanto en su país de orígen como en el extranjero. En el año 2005 ganó el Premio Clarín Alfaguara de Novela por su obra Las viudas de los jueves y fue llevada al cine por el director Marcelo Piñeyro en el año 2009. Sus obras se han traducido a varios idiomas.

Page 3: Elena sabe

Elena sabe

Claudia Piñeiro

Page 4: Elena sabe
Page 5: Elena sabe

A mi madre

Page 6: Elena sabe
Page 7: Elena sabe

Ahora conocía realmente, dijo, a la que, mientrasvivió a su lado, había querido sin lugar a

dudas, pero nunca conocido. El ser humano sóloera capaz de estar con otro ser cuando éste había

muerto y se encontraba verdaderamentedentro de él.

THOMAS BERNHARD, Trastorno

Una construcción de cemento no es sino un castillode naipes. Basta que llegue la ráfaga precisa.

THOMAS BERNHARD, Tinieblas

Page 8: Elena sabe
Page 9: Elena sabe

INDICEPag.

Capitulo 1: La mañana ............................ 5

Capitulo 2: Mediodia ............................... 30

Capitulo 3: La tarde ................................ 80

Page 10: Elena sabe
Page 11: Elena sabe

LA MAÑANA

(segunda pastilla)

1

Se trata de levantar el pie derecho, apenas unoscentímetros del suelo, moverlo en el aire hacia adelante,tanto como para que sobrepase al pie izquierdo,y a esa distancia, la que sea, mucha o poca, hacerlobajar. Apenas de eso se trata, piensa Elena. Pero ellapiensa, y aunque su cerebro ordena movimiento, el piederecho no se mueve. No se eleva. No avanza en elaire. No vuelve a bajar. No se mueve, no se eleva, noavanza en el aire, no vuelve a bajar. Eso apenas. Perono lo hace. Entonces Elena se sienta y espera. En lacocina de su casa. Tiene que tomar el tren que salepara la Capital a las diez de la mañana; el siguiente,el de las once, ya no le sirve porque la pastilla la tomóa las nueve, entonces piensa, y sabe, que tieneque tomar el de las diez, poco después de que la medicaciónlogre que su cuerpo cumpla con la orden desu cerebro. Pronto. El de las once no, porque entoncesel efecto de la medicación habrá declinado hastadesaparecer y ella estará igual que ahora, pero sin esperanzade que la levodopa actúe. Levodopa se llamaeso que tiene que circular por su cuerpo una vez disueltala pasti l la; conoce el nombre desde hace untiempo. Levodopa. Así le dijeron, y ella misma lo

Claudia Piñeiro Elena sabe

1

Page 12: Elena sabe

anotó en un papel porque sabía que no iba a entenderla letra del médico. Que la levodopa circule porsu cuerpo, sabe. Eso es lo que espera, sentada, en lacocina de su casa. Esperar es todo lo que puede hacerpor el momento. Cuenta calles en el aire. Recitanombres de calles de memoria. De atrás para adelantey de adelante para atrás. Lupo, Moreno, 25 de Mayo,Mitre, Roca. Roca, Mitre, 25 de Mayo, Moreno,Lupo. Levodopa. Sólo la separan cinco cuadras de laestación, no es tanto, piensa, y recita, y sigue esperando.Cinco. Calles que todavía no puede andar consus pasos esforzados aunque sí repetir sus nombresen silencio. Hoy no quiere encontrarse con nadie.Nadie que le pregunte por su salud ni que le dé el pésametardío por la muerte de su hija. Cada día se leaparece alguna persona que no pudo velarla o no pudoestar en el entierro. O no se atrevió. O no quiso.Cuando alguien muere como murió Rita, todos sesienten invitados a su funeral. Por eso las diez no esuna buena hora, piensa, porque para llegar a la estacióntiene que pasar por delante del banco y hoy sepagan las jubilaciones, entonces es muy probable quese cruce con algún vecino. Con varios vecinos. Aunqueel banco abra recién a las diez, cuando su tren estéentrando en la estación y ella con el boleto en la manose acerque al borde del andén para tomarlo, antesde eso, Elena sabe, ya va a encontrar jubilados haciendola cola como si tuvieran miedo de que la plataalcanzara sólo para pagarle a los que primero llegan.Sólo podría evitar el frente del banco dando unavuelta manzana que su Parkinson no le perdonaría.Ése es el nombre. Elena sabe desde hace un tiempoque ya no es ella la que manda sobre algunas partes

2

Claudia Piñeiro Elena sabe

Page 13: Elena sabe

de su cuerpo, los pies por ejemplo. Manda él. O ella.Y se pregunta si al Parkinson habría que tratarlo deél o de ella, porque aunque el nombre propio le suenamasculino no deja de ser una enfermedad, y unaenfermedad es femenina. Como lo es una desgracia.O una condena. Entonces decide que lo va a llamarElla, porque cuando la piensa, piensa “qué enfermedadputa”. Y puta es ella, no él. Con perdón de la palabra,dice. Ella. El doctor Benegas se lo explicó variasveces pero Elena todavía no termina de entender;sí entiende lo que tiene porque lo lleva en el cuerpo,pero no algunas de las palabras que usa el médico. Laprimera vez estaba Rita presente. Rita, que hoy estámuerta. Les dijo que el Parkinson es una degeneraciónde las células del sistema nervioso. Y a las dos lescayó mal la palabra. Degeneración. A ella y a su hija.El doctor Benegas seguramente se dio cuenta, porqueenseguida trató de explicarles. Y dijo, una enfermedaddel sistema nervioso central que degenera, ohace mutar, o cambia, o modifica de manera tal algunascélulas nerviosas que dejan de producir dopamina.Y Elena se enteró entonces de que cuando sucerebro ordena movimiento, la orden sólo puede llegara sus pies si la dopamina la lleva. Como un chasqui,pensó aquel día. Entonces el Parkinson es Ella, yla dopamina el chasqui. Y el cerebro nada, piensa,porque sus pies no lo escuchan. Como un rey derrocadoque no se da cuenta de que ya no gobierna. Comoel emperador sin traje del cuento que le contabaa Rita cuando era chica. Rey derrocado, emperadorsin traje. Y ahora está Ella, no Elena sino su enfermedad,el chasqui y el rey derrocado. Elena repite susnombres como antes repitió los de las calles que la se-

3

Claudia Piñeiro Elena sabe

Page 14: Elena sabe

Edición: Carlos E. Cardozo.1000 ejemplares.

se terminó de imprimir enA.B.R.N. Producciones Gráficas S.R.L.,

Wenceslao Villfañe 468,Buenos Aires, Argentina,

en Febrero de 2005.

Page 15: Elena sabe

OBRAS RELACIONADAS

Las Viudas de los Jueves

Tuya

Las grietas de Jara

Page 16: Elena sabe

oco después de que Rita aparece muerta en la iglesia que suele frecuentar, la investigación se da por cerrada, y su madre es la única que P

no renuncia a esclarecer el crimen. Pero, jaqueada por la enfermedad, es también la menos indicada para encabezar la búsqueda del asesino.Un penoso viaje de los suburbios a la Capital, una vieja deuda de gratitud, una conversación reveladora. Estos son los hechos que pone en escena esta novela que, como Las viudas de los jueves, no sólo desnuda los secretos de sus personajes sino también las facetas ocultas del autoritarismo y la hipocresía que conforman nuestra sociedad.Otra historia atrapante, íntima y aguda de la autora de Las viudas de los jueves.