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  • 7/24/2019 El+Lider+y+el+Poder+del+Ejemplo.pdf

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    EL LDER Y EL PODER DEL EJEMPLO

    Msc. Renny YagoseskyOrientador de la Conducta.

    Comunicador Social.Conferencista.

    Escritor.

    El mundo es una gran red de relaciones, en la cual las personas se influyen mutuamente. Notodos, sin embargo, ejercen el mismo tipo de influencia, pues mientras algunos se conformancon expresar lo que piensan, otros usan el mejor recurso para motivar: predicar con el ejemplo.Siga leyendo.

    Las personas somos en esencia seres sociales, que requerimos de vnculos estables y positivospara desarrollarnos adecuadamente. Es normal en nuestra manera de ser y actuar, que nosacerquemos a otros para coordinar acciones de beneficio comn y poder operar en comunidades(pareja, familia, empresa, universidad, etc.) aprender formas adecuadas de actuar en sociedade influirnos de manera interdependiente.

    Aunque esa influencia ocurre a lo largo de toda la vida, puede notarse que unas personasparecen tener mayor efecto sobre otras. Hay quienes logran ms atencin o ganan cooperacinms fcilmente. Otros, por el contrario, resultan ignorados, subestimados o rechazados y tienen

    dificultad para reclutar colaboradores que los apoyen en el logro de sus objetivos.Cul es el factor esencial para lograr que otros nos escuchen y sigan nuestras palabras conpoca o ninguna resistencia? Resulta evidente que son varios los factores, pues las personas soninspiradas o estimuladas por el carisma, los beneficios que obtienen de sus conductas, porcostumbre, sentido del deber, intimidacin o culpa. Sin embargo, uno de los ms poderososrecursos con los que cuenta cualquier persuasor, es el Poder del Ejemplo.

    En el contexto del hogar, se ha dicho que los hijos no escuchan consejos sino que ms biensiguen ejemplos. Esto significa que ms que escuchar, observan y asumen como legtimas yadecuadas de seguir, las conductas que sus padres manifiestan y no aquellas que de manerarepetitiva y cansona les exigen verbalmente.

    En las empresas la situacin no es muy diferente: Resulta ridculo que un jefe impuntual yconflictivo pretenda exigir a sus empleados comportamientos que l mismo no puede mostrar.Una ancdota humorstica cuenta que un jefe nuevo del tipo regan, exigi a sus empleados acumplir sus rdenes al pie de la letra y ser respetuosos de la autoridad. Y como para que nuncalo olvidaran, colg un enorme cuadro en la pared de la oficina que tena escrito en letrasgrandes: Aqu mando yo. Los empleados laboraron atemorizados y disciplinados durante unpar de semanas, pero una tarde el jefe not muestras de anarqua y desobediencia. Pens quedeba hablarles, y justo cuando pensaba llamar a una reunin para poner las cosas en sulugar, su asistente le dijo:Jefe, hace ms de una hora llam su esposa y le dej dicho que porfavor no olvide regresarle su cuadro. Desde ese da, nunca ms logro ganarse el respeto de losempleados. Se le vea como un dominador dominado, cuyo ejemplo distaba mucho de su accindiaria.

    Confucio, sabio chino, dijo hace ms de 2.500 aos: Pobre de aquel cuyas palabras seanmejores que sus actos". Es decir, unifica lo que dices y haces. Para Albert Einstein dar ejemplono es la principal manera de influir sobre los dems, sino la nica manera. Tambin Morris Westse pronunci sobre este tema y dijo que el ejemplo es la leccin que todos los hombres pueden

    leer. Y como una precaucin sobre las inconsistencias entre palabras y accin, Madame deMaintenon seal que Nada tan peligroso como un buen consejo acompaado de un malejemplo.

    Predicar con el ejemplo no es un reto sencillo, pues dejarse llevar por los malos hbitos, lasinfluencias del ambiente y las mltiples tentaciones resulta demasiado fcil. Sin embargo,resulta decepcionante ver polticos, maestros, sacerdotes, mdicos, terapeutas, deportistas yotras figuras consideradas ejemplares, destruir el brillo de sus prdicas con comportamientosque en muchos casos pueden considerarse incongruentes, inmorales o cuestionables. Y no merefiero aqu a errores circunstanciales ni a conductas eventuales producto de la debilidademocional, sino a formas de proceder frecuentes, maquiavlicamente planeadas ydescaradamente justificadas. Cualquiera que desee hacerse respetar y que pretenda influir enotros, tiene la exigencia filosa de alinear hacer y decir, y de responder a su rol social.

    De manera que para encontrar eco, apoyo, credibilidad, debe recordarse que a veces el ruido de

    los hechos no permite que se escuche la msica de las palabras. La bsqueda de la coherencia,puede ser una posibilidad, una ruta, una llave hacia la influencia positiva.