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EN GUAYMALLÉN, TODO ES ABANDONO “Y sólo dejan tierra arrasada”. Tal vez no haga falta un diagnóstico muy elaborado para conocer cómo es la situación del Departamento. Alcanza con transitar sus calles y ver la basura, los escombros, las obras inconclusas. En definitiva: el ABANDONO. Después de la derrota del 21 de junio, la tan mentada “Gestión Lobos”, desapareció. Nadie sabe, nadie controla, nadie contesta, nadie se hace responsable. Y cada día que transcurre, el desafío de recuperar GUAYMALLÉN se torna más grande, más difícil, más complejo. La preocupación de las actuales autoridades no pasa por realizar una transición tranquila y ordenada sino por dejar la mayor cantidad de complicaciones y deudas a la próxima gestión, acomodando en altas categorías a sus parientes, conmilitones y allegados. Cuando les solicitamos información cierta de la realidad, lo único que recibimos fueron datos generales y no confiables. Nunca acercaron un organigrama, ni un manual de funciones para establecer las responsabilidades de cada agente municipal. Tampoco sabemos si existe. Y, como no conocen el significado de “rendición de cuentas”, trataremos nosotros de exponer la verdadera situación de la administración municipal presente. VIVIR CON LA BASURA “Un Departamento convertido en basural y un Municipio cada vez más ausente”. Hace algún tiempo, en Servicios Públicos, la recolección de residuos disponía de 31 camiones compactadores en buen estado (24 propios y 7 contratados). Hoy quedan circulando sólo 20 (18 propios y 2 contratados), mal mantenidos y sobrecargados. No creemos que al 10 de diciembre lleguen a prestar funciones más de 10 u 11. Además, para levantar la basura de las calles y acequias, sólo se cuenta con 3 camiones playos, cuando en realidad deberían efectuar esta tarea no menos de 25. Había 3 minicargadoras en funcionamiento. ¿Dónde están? Ya no están.

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EN GUAYMALLÉN, TODO ES ABANDONO“Y sólo dejan tierra arrasada”.

Tal vez no haga falta un diagnóstico muy elaborado para conocer cómo es la situación del Departamento. Alcanza con transitar sus calles y ver la basura, los escombros, las obras inconclusas. En definitiva: el ABANDONO.

Después de la derrota del 21 de junio, la tan mentada “Gestión Lobos”, desapareció. Nadie sabe, nadie controla, nadie contesta, nadie se hace responsable. Y cada día que transcurre, el desafío de recuperar GUAYMALLÉN se torna más grande, más difícil, más complejo.

La preocupación de las actuales autoridades no pasa por realizar una transición tranquila y ordenada sino por dejar la mayor cantidad de complicaciones y deudas a la próxima gestión, acomodando en altas categorías a sus parientes, conmilitones y allegados.

Cuando les solicitamos información cierta de la realidad, lo único que recibimos fueron datos generales y no confiables. Nunca acercaron un organigrama, ni un manual de funciones para establecer las responsabilidades de cada agente municipal. Tampoco sabemos si existe.

Y, como no conocen el significado de “rendición de cuentas”, trataremos nosotros de exponer la verdadera situación de la administración municipal presente.

VIVIR CON LA BASURA“Un Departamento convertido en basural y un Municipio cada vez más ausente”.

Hace algún tiempo, en Servicios Públicos, la recolección de residuos disponía de 31 camiones compactadores en buen estado (24 propios y 7 contratados). Hoy quedan circulando sólo 20 (18 propios y 2 contratados), mal mantenidos y sobrecargados. No creemos que al 10 de diciembre lleguen a prestar funciones más de 10 u 11.

Además, para levantar la basura de las calles y acequias, sólo se cuenta con 3 camiones playos, cuando en realidad deberían efectuar esta tarea no menos de 25. Había 3 minicargadoras en funcionamiento. ¿Dónde están? Ya no están.

Por otra parte, desde el 1 de julio, se fueron suspendiendo y rescindiendo los contratos de las empresas de servicios encargadas de la limpieza de acequias y alcantarillas. También la del barrido de las calles.

Este estado de desidia reinante nos obliga a preguntarnos dónde están los recursos municipales. La respuesta es evidente: “Lobos y su gente hicieron política partidaria con el dinero de todos los contribuyentes”. El resultado es cada vez más visible y las explicaciones cada vez más ausentes.

PERSONAL

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“El Municipio debe ser una empresa para prestar servicios a los vecinos y no una AGENCIA DE COLOCACIÓN para los amigos”.

El cuadro de situación es grave. Sin embargo, la única preocupación de la “Gestión Lobos”, parece ser acomodar a sus acólitos y tratar de salvarse de las responsabilidades que les competen por haber mentido descaradamente a la sociedad con una campaña de prensa desmesurada, fantasiosa y conscientemente alejada de la verdad.

En los últimos 8 años, el personal aumentó el 62% y se tercerizaron servicios. Hoy, estos han empeorado y los recursos no alcanzan.

El Presupuesto 2015 contempló un aumento en la partida de Personal del 70 % respecto de la del 2014 y un 149% respecto de la del 2013. Y podría ser aún mayor.

Para ser más precisos, en el 2013 se destinaron $ 370.000.000 al pago de salarios. En el 2014 $ 544.000.000 y el 2015 culminará con la desconcertante suma de $ 924.000.000.

La consecuencia: un Municipio con casi 4.600 empleados, cifra a todas luces exagerada para las necesidades de la prestación de servicios, por la calidad que exhiben los mismos, y para el exhausto presupuesto comunal.

Sin embargo, lo más delicado es que varias de esas personas no desempeñan ninguna función útil y cobran sin trabajar: son acomodados del poder, muchos con mayor dedicación y sin cumplir con las obligaciones mínimas. Los famosos ñoquis, como indica la jerga popular, se están tratando de “camuflar” en alguna oficina -ya superpoblada- a la espera de pasar desapercibidos para cuando ingrese la próxima gestión.

Mientras tanto, del otro lado, se encuentran los empleados que trabajan, se comprometen y se esmeran por cumplir adecuadamente su tarea. Por supuesto, en un contexto de falta de estímulo total, producto de este accionar.

LA GRAN DEUDA: “A CADA SANTO UNA VELA”.“Hoy, la realidad indica que los recursos NO alcanzan para pagar la totalidad de los sueldos. El Municipio le debe a todo tipo de proveedores. ” En este punto es indispensable mencionar que el Presupuesto 2015 fue sobredimensionado -“inflado”- con estimaciones de recaudación inalcanzables y financiamiento de obras que sólo existían en el deseo de los funcionarios de Lobos.

Actualmente, estimamos una deuda exigible con el Municipio de más de $ 250.000.000 y, las acreencias del mismo con la Provincia y la Nación, no superan un quinto de esa cifra. Y la deuda sigue aumentando.

A ello, hay que sumarle lo que implicará recuperar el parque automotor, los insumos y el normal funcionamiento de todas las áreas. Consideramos de $ 100.000.000 a $ 150.000.000, como mínimo.

Esta situación extremadamente crítica puede sintetizarse en el refrán popular “A cada santo una vela”.

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Las Obras Públicas profusamente anunciadas, se paralizaron o nunca se iniciaron. Ninguna fue pagada.

El equipamiento alquilado (camiones, máquinas cargadoras, retroexcavadoras, hidroelevadores, etc) fue retirado por sus dueños por falta de pago. De más de 60 equipos, ahora sólo quedan 6 o 7. Por lo tanto, se cuenta con el personal pero no con las maquinarias necesarias para cumplir con todas las funciones. Este abandono es percibido a diario por cada vecino.

Las fiestas vendimiales pasadas en las que se gastó alrededor de $ 5.000.000, todavía tienen proveedores esperando cobrar. Las mismas se remontan a diciembre del 2014.

De la Escuela de Verano de principios del 2015, se adeuda el pago del transporte de los chicos, la merienda, los clubes e incluso, a algunos profesores.

Informática, insumos de librería, repuestos, mantenimiento, tampoco son la excepción de este estado.

En este contexto desolador, hay algo que no deberían olvidar los responsables de esta manifiesta y pésima administración de los recursos municipales: LA DEUDA no se la dejan a la próxima gestión, sino a la gente que vive en Guaymallén, a los vecinos.

CONCLUSIÓN: UN INTENDENTE FANTASMA Y UN MUNICIPIO DESMANTELADO“Nadie sabe nada, nadie se hace responsable. Esperemos que la Justicia actúe pronto. La sociedad espera su veredicto”.

Luis Lobos, el concejal a cargo, desapareció de los lugares que solía frecuentar, como dicen las crónicas policiales. Nadie pone la cara, nadie da respuestas. Se acumulan los reclamos de los vecinos, se acumula la basura, las obras siguen paralizadas y sólo aumentan los baches, la deuda, y los ñoquis.

Los otrora locuaces funcionarios han mutado en silenciosos burócratas.

En Obras Municipales, había en un momento más de 70 carretillas para el trabajo. Hoy, quedan sólo 4. Había 20 hormigoneras. Hoy, sólo hay 1. Tampoco existen insumos (hierro, cemento, ripio, ni madera para encofrar siquiera).

Lo que sí continúa es la propaganda, como la que todos los días anuncia el famoso “Primer Hospital Veterinario Municipal”, que aún no tiene principio de ejecución.

Los depósitos municipales son cementerios de máquinas. El equipamiento propio no es debidamente atendido: no se le hace el mantenimiento, ni los services. Tampoco hay crédito en las casas proveedoras de repuestos. Camión o equipo que se detiene por desperfectos, no es reparado e incluso se “canibaliza”, es decir, se usan sus partes para ponerlas a otros.

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No olvidemos, además, que Luis Lobos tiene denuncias ante la Justicia de malversación de fondos públicos, enriquecimiento ilícito, evasión impositiva y lavado de dinero. Esperemos que la misma actúe pronto. La sociedad espera su veredicto.

PRESENTE Y FUTURO“Hoy, el Municipio es tierra arrasada. Deudas, compromisos incumplidos, abandono y desidia. También acomodos y arreglos de retirada”.

Estamos convencidos que ningún tratamiento puede ser acertado si no poseemos primero un diagnóstico correcto.

El escenario no es nada alentador. Sin embargo, tenemos la firme convicción que debemos dar una batalla cultural para tratar de cambiar los actuales modos de gobernar, oscuros, crípticos, mezquinos. Modificar también la forma de relacionarnos entre los vecinos y los circunstanciales gobernantes, en un departamento más seguro y con mejores servicios. Y rindiendo cuentas de todo lo que se haga.

La tarea de recuperar Guaymallén es inmensa, compleja y difícil. Pero, las voluntades que se han sumado aportando conocimiento, ideas y valores, lo harán posible.

Apelamos a todas las personas de bien para que conozcan esta situación y se sumen al desafío.

Marcelino IglesiasIntendente Electo de Guaymallén