En recuerdo de Roque, Antonio, Hortensia y RamónPor Reyna García González

Mi tumba no anden buscandopor que no la encontrarán.Mis manos son las que vanen otras manos, buscando,mi voz, la que está gritando,mi sueño, el que sigue entero.Y sepan que solo muerosi ustedes van aflojando.

Carlos María Gutierrez y Guerra

l movimiento estudiantil de 1968 en México despertó a la lucha a miles de jóvenes que se plantearon la posibilidad de un país diferente.E

La represión gubernamental, que demostró que el pretendido régimen democrático no era más que la careta de una dictadura salvaje, llevó a un dilema ético a los jóvenes: conformarse o luchar.

En la facultad de derecho de la UNAM, la profunda reflexión sobre el que hacer frente a las nuevas circunstancias, acompañada de un accionar inmediato llevó a que jóvenes brigadistas se organizaran en lo que fue llamado a principios de los años 70´s como los COMANDOS ARMADOS DEL PUEBLO.

Este grupo de jóvenes de inmediato tomó medidas para llevar sus reflexiones a la práctica y para establecer el mecanismo para lograr que la revolución fuera un acto consciente del pueblo. En este proceso estaban JERÓNIMO MARTÍNEZ DIAZ, ROQUE REYES GARCÍA y ANTONIO GARCÍA GONZALEZ, ADEMÁS DE MACRINA y otros jóvenes más, quienes realizarían trabajo político de manera inmediata en la huelga de Ayotla Textil, logrando participar de ese movimiento que fuera precursor de la oleada de huelgas y movimientos obreros que se desató con fuerzas a mediados de los años 70´s. De esta lucha se agregaría a los COMANDOS ARMADOS DEL PUEBLO un obrero

revolucionario de nombre Herón y que más tarde fuera conocido con el emblemático sobre nombre de EL OBRERO.

Roque Reyes García

Otros movimientos sociales de su tiempo contaron con la participación de los comandos armados del pueblo, particularmente el incipiente movimiento campesino en la huasteca en el norte de Veracruz.

Para junio de 1971, una nueva discusión se presentó al interior del movimiento estudiantil. La posibilidad o no de realizar una manifestación en la ciudad de México, con motivo de expresar solidaridad con la huelga de la Universidad de Nuevo León, Los COMANDOS ARMADOS DEL PUEBLO se dieron cita en el área boscosa del Desierto de los Leones para discutir que posición asumir. Era claro que el ala oportunista de la dirigencia del movimiento estudiantil estaba empeñada en demostrar que en México ya existía democracia, ya que había supuestamente una “apertura democrática” por parte del nuevo gobierno mientras para los organismo revolucionarios les quedaba claro que habría represión, pues más allá de la farsa gubernamental, el gobierno estaba empeñado en aniquilar toda muestra de insubordinación.

Pero también era claro que la gente estaba ansiosa por expresar su descontento y su coraje contra el gobierno y demostrar que el movimiento no había acabado.

Así que los militantes del CAP decidieron participar en la manifestación, aclarando a la gente que la violencia gubernamental era una posibilidad inmediata y llamando a la autodefensa si se diera el caso. Siendo consecuentes con su determinación decidieron participar con las armas, parque y organización militar con que contaban.

Seguramente los muertos del 10 de junio de 1971 habrían sido más, si los jóvenes manifestantes de manera espontánea o de manera organizada no hubieran ofrecido resistencia y en determinados momentos incluso, lograr la derrota o el aniquilamiento de uno que otro matón del grupo paramilitar de los Halcones. No sólo los COMANDOS ARMADOS DEL PUEBLO, pero también ellos, lograron que en esta masacre dolorosa, los asesinos gubernamentales no se fueran completamente impunes. A partir del 10 de junio de 1971, en este país, además de la salvaje violencia a la que el gobierno estaba acostumbrado a someter a las marchas y movilizaciones, se legitimó la AUTODEFENSA como una acción consiente y organizada.

A partir de la batalla de 10 de junio, el gobierno pensaría más en como reprimir a los movimientos sociales, luego de la victoria pírrica de sus halcones quienes después de años de preparación, armas numerosas y todo el apoyo del Estado, no habían logrado su objetivo de disolver una manifestación, sino después de horas y horas de fuertes combates.

El 11 de septiembre de 1971, Roque Reyes García y su compañera AURORA GONZÁLEZ MEZA serían detenidos por la Dirección Federal de Seguridad, luego de la realización de un operativo militar de recuperación financiera, y

trasladados al Campo Militar Numero Uno, ahí fueron sometidos a crueles torturas y aplicación de inyecciones como el pentotal, otros militantes de los COMANDOS ARMADOS DEL PUEBLO, serían detenidos en los días siguientes, MIGUEL NAZAR HARO, los trasladaría a la Huasteca Veracruzana, en calidad de bultos, en la búsqueda de otros militantes y después de un periodo prolongado de incomunicación y torturas, los y las integrantes detenidos de los COMANDOS ARMADOS DEL PUEBLO, serían llevados a Lecumberri y a la Cárcel de Mujeres respectivamente. Junto con estas detenciones, el Estado decide asesinar en la cárcel de Lecumberri a Pablo Alvarado Barrera a quien acusa de participar en el proceso de organización del CAP desde la cárcel.

El proceso de encarcelamiento de los numerosos prisioneros de los distintos grupos armados revolucionarios que simultáneamente habían surgido en el país en ese periodo, fue al mismo tiempo un proceso de redefinición, reflexión y reorganización. ROQUE REYES se integra a la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria de Genaro Vázquez y más tarde una parte de los militantes de esta organización se pronuncian por su incorporación a la Liga Comunista 23 de Septiembre.

La diferencia se va dando al interior de las cárceles entre los que consideran un error haber tomado las armas y los que no, los que conciben la posibilidad de un cambio “democrático” y los que no, los que están dispuestos a asumir políticamente la “apertura democrática” y solicitar una amnistía y los que no y finalmente los que al salir de la cárcel deciden reincorporarse a la lucha revolucionaria y los que lo harán incorporándose a organizaciones de tipo legal o a la vida privada o profesional.

Roque Reyes, Antonio García entre otros, deciden en lo personal que la lucha revolucionaria debe continuar, Roque busca establecer fuera de prisión el contacto con la organización de la que formaba parte desde prisión. Otros ex prisioneros, como CARLOS JIMÉNEZ SARMIENTO, RAMÓN CARDONA MEDEL están en la misma ruta, otros más, si bien no buscan el contacto organizativo comprenden que la lucha no ha terminado y se disponen por distintas vías a continuar su camino revolucionario, como Francisco Paredes y Antonio García.

Ramón Cardona Medel

Hortensia García Zavala

En 1978, el Estado procede a la ejecución inmediata de Carlos Jiménez Sarmiento y secuestra y desaparece a RAMÓN CARDONA MEDEL en Ciudad Netzahualcoyotl, junto con este, secuestra a HORTENSIA GARCÍA ZAVALA, su compañera desde su estancia en prisión y con quién había procreado un hijo. HORTENSIA GARCÍA ZAVALA era hija de ANTONIO GARCÍA GONZALEZ, quién a partir de ahí inició una lucha por la presentación de su hija y de Ramón.

Estando todos los causes cerrados, ANTONIO GARCÍA GONZÁLEZ comprende que la única forma de lograr

la presentación con vida de su hija es mediante la lucha revolucionaria, por lo que sin dudarlo se incorpora a la Liga Comunista 23 de Septiembre en donde ya militaba ROQUE REYES.

1981 fue el año en que numerosos combatientes de esta organización fueron detenidos y desparecidos, entre ellos ROQUE REYES GARCÍA, la dispersión que se dio a partir de ahí llevó a que se formaran nuevos organismos en los que ANTONIO GARCÍA GONZÁLEZ tuvo una relevante participación. Finalmente ANTONIO GARCÍA GONZALEZ, alias EL CAMPESINO, fue asesinado en las montañas de Milpa Alta en septiembre de 1985.

El testimonio que yo les doy es de la lucha de estos compañeros que he mencionado: mi primo hermano ROQUE REYES GARCÍA, mi papá ANTONIO GARCÍA GONZÁLEZ, mi hermana HORTENSIA GARCÍA ZAVALA mi cuñado RAMÓN CARDONA MEDEL, y junto con este testimonio quiero hacer un homenaje a todos aquellos militantes del CAP que lucharon y combatieron junto a mis familiares y jamás se rindieron, como el compañero JERÓNIMO MARTINEZ DIAZ, quién fue asesinado en las montañas del Ajusco por ordenes del gobierno local de aquel entonces, Macrina Cárdenas Montaño, quién ha pasado gran parte de su vida perseguida, encarcelada, o en el exilio, el combatiente internacionalista norteamericano de los CAP, que al igual que los mexicanos sufrió la cárcel y la tortura, al combatiente internacionalista

“Carlos”, también integrante de los CAP, quién afortunadamente logro escapar al exilio.

Fotografía tomada del libro “10 Años de Guerrilla en México”

También rindo homenaje a los combatientes de la Liga Comunista 23 de Septiembre que lucharon hombro con hombro junto con Roque y mi papá por la constitución del proletariado en clase, por el derrocamiento de la dominación burguesa y por un gobierno revolucionario, entre ellos a MIGUEL ÁNGEL BARRAZA GARCÍA muerto en combate el 22 de enero de 1981, TERESA GUTIÉRREZ HERNÁNDEZ, RUBÉN HERNÁNDEZ PADRÓN, GONZALO ESQUER CORRAL y VÍCTOR ACOSTA RAMOS, todos ellos desparecidos en el invierno de 1981.

Pero como dice Víctor HerediaTodavía cantamos, todavía pedimos,todavía soñamos, todavía esperamos,a pesar de los golpesque asestó en nuestras vidasel ingenio del odio,desterrando al olvidoa nuestros seres queridos.

(Canción Todavía Cantamos, Víctor Heredia)

Gracias por escucharme.

Reyna García Gonzálezorquidea-07@hotmail.comMarzo de 2008