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explora << Son muchos los secretos que esconde la jungla, que ha devorado la vegetación del Amazonas tras siglos de silencio. Hoy, atrevidos exploradores y arqueólogos siguen la pista de ciudades perdidas, que según las viejas crónicas darían cobijo a riquezas inimaginables. Seguimos las huellas de estas construcciones y realizamos un viaje de miles de kilómetros a través de la selva para intentar desentrañar este secreto milenario. Son muchos los secretos que esconde la jungla, que ha devorado la vegetación del Amazonas tras siglos de silencio. Hoy, atrevidos exploradores y arqueólogos siguen la pista de ciudades perdidas, que según las viejas crónicas darían cobijo a riquezas inimaginables. Seguimos las huellas de estas construcciones y realizamos un viaje de miles de kilómetros a través de la selva para intentar desentrañar este secreto milenario. Diego Cortijo [email protected] del Las Amazonas ciudades perdidas U Un n d de es sa af fí ío o p pa ar ra a l la a h hi is st to or ri ia a

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del U U n n d d e e s s a a f f í í o o p p a a r r a a l l a a h h i i s s t t o o r r i i a a Sonmuchoslossecretosqueescondelajungla,queha devoradolavegetacióndelAmazonastrassiglosde silencio.Hoy,atrevidosexploradoresyarqueólogos siguenlapistadeciudadesperdidas,quesegúnlasviejas crónicasdaríancobijoariquezasinimaginables.Seguimos lashuellasdeestasconstruccionesyrealizamosunviaje demilesdekilómetrosatravésdelaselvaparaintentar desentrañarestesecretomilenario. e x p lo r a <

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Son muchos los secretos que esconde la jungla, que hadevorado la vegetación del Amazonas tras siglos desilencio. Hoy, atrevidos exploradores y arqueólogossiguen la pista de ciudades perdidas, que según las viejascrónicas darían cobijo a riquezas inimaginables. Seguimoslas huellas de estas construcciones y realizamos un viajede miles de kilómetros a través de la selva para intentardesentrañar este secreto milenario.

Son muchos los secretos que esconde la jungla, que hadevorado la vegetación del Amazonas tras siglos desilencio. Hoy, atrevidos exploradores y arqueólogossiguen la pista de ciudades perdidas, que según las viejascrónicas darían cobijo a riquezas inimaginables. Seguimoslas huellas de estas construcciones y realizamos un viajede miles de kilómetros a través de la selva para intentardesentrañar este secreto milenario.

Diego [email protected]

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La Amazonía es un lugar demasiado inhóspito para que seden grandes asentamientos humanos, o eso es lo que siem-pre se ha pensado… Esta zona esconde algunos de los úl-timos secretos del planeta, pues su aspecto actual no co-rresponde con el de hace miles de años, cuando algunas

civilizaciones se desarrollaron en ella. Es posible que las culturasamazónicas hayan influido en Sudamérica más de lo que cree-mos, y que las evidencias más importantes estén por descubrirse.

La paleoclimatología –estudio de los climas en la antigüedad–puede aportar mucha información. Dichos análisis muestran có-mo durante las glaciaciones el clima era árido, pues el frío y lascantidades de hielo ralentizaban los ciclos biológicos e hidrológi-cos. Quizás sólo algunos lugares en los trópicos mantuvieron con-diciones para que grupos humanos se desarrollaran. Estudiandolas concentraciones de polen sabemos que la selva de hoy día nolo era tanto en la antigüedad. Julio César Tello, médico y uno delos arqueólogos más importantes de Perú, es defensor de la teo-ría autoctonista sobre su poblamiento, es decir, que el desarrolloy evolución cultural se dieron desde influencias del propio país.Fue el descubridor de la cultura Chavín, a la cual consideró la ba-se de las civilizaciones peruanas por el desarrollo que había con-seguido en épocas tempranas, cerca del siglo VIII a.C., y conside-raba que el origen de ésta era amazónico, pues las representa-ciones e iconografía mostraban seres y animales de la selva.

La arqueología está realizando grandes avances en este senti-do con descubrimientos que están viendo la luz. Hallazgos en laAmazonía, con culturas puente entre la selva y los Andes. Así ocu-rre en Casual, una pequeñísima población donde el arqueólogoperuano Quirino Olivera Núñez y su equipo están realizando unasexcavaciones que ponen de manifiesto su influencia.

Nuevos descubrimientos en CasualArribamos a Bagua Chica, último emplazamiento al que llegan lostransportes. A los pocos minutos ya estábamos con Quirino Olivera,director del proyecto de Casual, enmarcado dentro del “Proyectode Investigación y Valoración del Patrimonio Cultural de la RegiónNororiental del Perú”, manteniendo estrechas relaciones conEcuador. Ambos países están llevando a cabo una acción conjun-ta, iniciando nuevas excavaciones, coordinando y compartiendolos descubrimientos para entender mejor el contexto histórico.

Nos desplazamos en 4x4 hasta Casual. Al cruzar la población,un control de paramilitares nos cobra por pasar. Eran ex comba-tientes del CENEPA, en conflicto en la frontera con Ecuador en1995, que ahora protegen las carreteras de los asaltantes. Allí notienen pudor en matar a quienes se lo pongan difícil o se resistanal robo. La gente paga con gusto este “paso”, pues desde que es-tán, dicen, se sienten más seguros. Otros afirman que los que aho-ra protegen las vías son los que antes asaltaban en ellas.

Cerca de Casual, en lo que parece zona de cultivo, se eleva unmontículo donde el grupo trabaja. “Antes –me decía el arqueólo-go–, estaba cubierto de piedras. Los antiguos pobladores cuandoabandonaron el lugar lo taparon con cantos rodados y arena.Aquello recordaba a otros sitios arqueológicos donde los antiguosenterraron sus centros ceremoniales bajo toneladas de arena ypiedra”. “¿Por qué este esfuerzo para cubrir sus centros de poder?–le pregunté–. Igual ocurre en Cahuachi, centro de la cultura Nazca,o en la ciudad de Caral…”. No supo darme respuesta.

En lo alto del montículo una carpa cubre la excavación princi-pal. Varias trincheras han sacado a la luz unos muros, y los exca-