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Traducido por Geki-libros

Encantada - LJ Smith 1

LJ SmithSaga Mundo de la Noche

03 - Encantada

LJ Smith - Encantada2


Indice - Captulo 1 - Captulo 2 - Captulo 3 - Captulo 4 - Captulo 5 - Captulo 6 - Captulo 7

Por venir - Captulo 8 - Captulo 9 - Captulo 10 - Captulo 11 - Captulo 12 - Captulo 13 - Captulo 14 - Captulo 15 - Captulo 16 - Captulo 17



Captulo 1 Traduccin Beleth

Expulsada. Era de las palabras ms aterradoras de la escuela en la que poda pensar, y no paraba de resonarle a Thea en la cabeza mientras el coche de su abuela se acercaba al edificio. - Esta -dijo la abuela Harman desde el sitio del copiloto- es tu ltima oportunidad. Te das cuenta, Verdad? Mientras el conductor se acerc hacia el bordillo, continu. - No s porqu te expulsaron de la ltima escuela, y no quiero saberlo. Pero si tienes un solo problema en esta escuela, desistir y os enviar a ambas con vuestra ta rsula. Y no quieres eso, Cierto?

Sacudi negativamente la cabeza vigorosamente. La ta rsula era el apodo que le daban al Convento, una fortaleza gris en lo alto de una montaa desierta. Padres de piedra por todas partes, y una atmsfera espeluznante mientras la ta rsula vigilaba con atencin cada movimiento. Thea prefera morir antes de ir all. En el asiento trasero junto a ella estaba Blaise, la prima de Thea, sacudiendo tambin la cabeza. Pero Thea saba que no la escuchaba. Ella misma tena problemas para concentrarse. Se senta mareada, como si una mitad de ella todava estuviera en New Hampshire, en la oficina del director. No paraba de ver las caras que decan que ella y Blaise estaban a punto de ser expulsadas de nuevo. Pero esta vez haba sido la peor. Nunca olvidara la forma en la que el coche de polica estaba afuera con las sirenas y luces encendidas, o la forma en que el humo segua saliendo de los restos del ala de



msica, o la forma en que Randy Marik llor cuando la polica le llev a comisara. O la forma en que Blaise segua sonriendo. Triunfante, como si todo hubiera sido un juego. Thea mir a su prima. Blaise era hermosa y aterradora, cosa que no era su culpa. Siempre haba sido as; era en parte porque tena los ojos grises y su pelo del color del fuego apagado. Era tan diferente de Thea como el da y la noche y su belleza les segua metiendo en problemas, pero Thea no poda evitar quererla. Despus de todo, haban sido criadas como hermanas. Y ese vnculo era el ms fuerte que exista para una bruja. Pero no nos pueden expulsar de nuevo. No podemos. Y s que ests pensando ahora mismo en repetirlo y en que la buena de Thea te ayudar pero esta vez te equivocas. Esta vez te detendr. - Eso es todo. - Dijo la abuela bruscamente, terminando de decir las instrucciones. - Mantened vuestras narices fuera de los problemas hasta finales de Octubre u os arrepentiris. Ahora, salid. - Golpe el asiento del conductor con su vara. - A casa, Tobias. El conductor, un universitario con pelo rizado que tena el aspecto de haber sido golpeado por las lecciones de la abuela varios das, murmur - S, seora.- Y arranc. Thea cogi el manillar de la puerta y sali fuera rpidamente. Blaise iba detrs de ella. El viejo Lincoln Continental desapareci. Thea se qued junto a Blaise bajo el sol de Nevada, delante de un edificio de dos plantas. Colegio Lake Mead. Thea parpade un par de veces, tratando de centrarse. Despus se gir hacia su prima. - Dime. -Dijo agriamente- Que no vas a hacer lo mismo que en el anterior. Blaise se ri. - Nunca hago lo mismo dos veces. - Sabes lo que quiero decir. Blaise cerr los labios y se inclin para ajustarse las botas. - Creo que la abuela se pas con la reprimenda, No crees? Creo que hay algo que no nos quiere decir. Quiero decir, A qu vena eso del finales de mes?- Se incorpor, se apart el pelo de la cara y sonri dulcemente. - Y no deberamos ir a la oficina para coger nuestros horarios? - No vas a responder a mi pregunta?



- Has hecho una pregunta? Thea cerr los ojos. - Blaise, estamos quedando sin familiares. Si sucede de nuevo bueno Realmente quieres ir al Convento? Por primera vez, la expresin de Blaise se oscureci. Despus se encogi de hombros, enviando olas rojizas por su jersey. - Ser mejor que nos demos prisa. No queremos llegar tarde. - Ve delante. - Dijo Thea cansada. Mir a su prima alejarse, contoneando las caderas como siempre haca. Thea respir de nuevo, examinando el edificio con las grandes puertas y paredes rosadas. Conoca el asunto. Otro ao andando por esos pasillos, andando silenciosamente sabiendo que era distinta de todos los dems, incluso aunque tuviera cuidado, fingir iba a ser como siempre. No era complicado. Los humanos no eran muy listos. Pero tena que concentrarse. Empezaba a ir hacia la oficina cuando escuch voces. Haba un grupo de estudiantes en el aparcamiento. - Aljate de eso. - Mtala! Thea se acerc a ellos, tratando de no llamar la atencin. Pero entonces vio lo que estaba en el suelo bajo el bordillo y dio tres pasos hacia delante hasta que lo estaba mirando desde arriba. Oh... qu hermoso. Largo y fuerte cuerpo cabeza ancha y anillos que hacan ruido en la parte posterior. Emitan el mismo sonido que las maracas. La serpiente era de color verde oliva, con diamantes en su espalda. Las escamas de su cara parecan brillantes, casi hmedas. Y su lengua sala y entraba rpidamente Una roca pas a su lado y cay al lado de la serpiente. Levantando polvo. Thea mir hacia arriba. Un nio retroceda, pareca asustado y triunfante. - No hagas eso. - Dijo alguien. - Ve a por un palo. - Dijo otra persona. - Aljate de eso. - Mtalo. Otra roca sali volando.



Las caras que rodeaban a Thea no eran viciosas. Algunos sentan curiosidad, otros estaban alarmados, otros estaban llenos de fascinacin. Pero todo iba a terminar de la misma forma para la serpiente. Una persona de pelo rojo vino corriendo con un palo. La gente buscaba piedras. No puedo dejarles hacerlo, pens Thea. Las serpientes de cascabel son muy frgiles sus huesos son muy vulnerables. Esos nios quizs la maten sin pretenderlo. Sin mencionar que quizs un par de ellos fueran mordidos en el proceso. Pero no tena nada remedio contra el veneno, ni races para controlar la mente. No importaba. Tena que hacer algo. El chico pelirrojo estaba rodeando a la serpiente con el palo listo para pelear. Los dems chicos que lo rodeaban o le animaban o le decan que tuviera cuidado. La serpiente agitaba su cuerpo, sacando la lengua con ms frecuencia y tan rpido que Thea casi no poda seguir el movimiento con los ojos. Estaba molesta. Soltando su mochila, se desliz ante el chico pelirrojo. Poda ver su asombro y escuch a varias personas gritar, pero trat de bloquearlo todo. Tena que centrarse. Espero poder hacer esto Se arrodill a escasos centmetros de la serpiente de cascabel. La serpiente se coloc en posicin. Su cuerpo erguido formando una S, con la cabeza y cuello levantados como una jabalina envenenada. Nada parece tan preparado para atacar como una serpiente en esa posicin. Calma calma pens Thea, mirando las estrechas pupilas de los ojos amarillentos. Lentamente acerc sus manos, con las palmas hacia la serpiente. Ruidos de preocupacin surgieron detrs de ella. La serpiente estaba respirando agitadamente con un violento siseo. Thea respir con cuidado, tratando de irradiar tranquilidad. Pero quin poda ayudarla? Por supuesto, su protector personal, la diosa ms cercana a su corazn. Eileithyia de la Antigua Creta, la madre de los animales.



Eileithyia, Seora de las Bestias, por favor dile a esta cascabel que se calme. Aydame a entrar en su pequeo corazn de reptil para saber lo que tengo que hacer. Y entonces sucedi, la maravillosa transformacin que incluso Thea no comprenda. Parte de ella se convirti en serpiente. Los lmites de Thea eran diluidos igual que ella misma, pero tambin estaba erguida sobre el caliente suelo, furiosa y excitaba y desesperadamente tratando de encontrar un lugar seguro. Haba tenido once cras hace algn tiempo y no se haba recuperado de la experiencia. Ahora estaba rodeada por grandes y calientes criaturas que se movan rpidamente. Cosas vivientes grandes demasiado cerca. No reaccionan ante mis amenazas. Ser mejor morderles. La serpiente tena dos normas para ocuparse de los animales que no eran comida. 1) agitar la cola hasta que se marchen sin molestarme. 2) Si no se van, atacar. Thea la persona- segua con las manos estiradas tratando de meter un nuevo pensamiento en la mente de la serpiente. Huleme. Prubame. Yo no tengo el olor de un humano. Soy hija de Hellewise. La lengua de la serpiente roz su mano. Sus puntas eran tan delicadas que Thea casi no las poda sentir sobre su mano. Pero poda sentir a la serpiente en alerta mxima. Se estaba relajando, retrocediendo. Otro minuto ms y se marchara. Detrs de ella, escuch un nuevo sonido procedente de la multitud. - Aqu est Eric! - Hey, Eric, una cascabel! Bloqualo, pens Thea. Una nueva voz, lejana pero que se acercaba dijo. - Djala en paz. Seguramente solo ser una serpiente falsa. Hubo una ola de negacin. Thea poda sentir como la conexin desapareca. Concntrate Pero nadie podra haber seguido concentrada despus de lo que sucedi. Escuch unos rpidos pasos. Una sombra apareci al este. Despus escuch un jadeo. - Serpiente de cascabel!



Y despus algo la golpe, envindola hacia un lado. Sucedi tan rpido que no tuvo tiempo ni de girarse. Aterriz sobre su brazo dolorosamente. Perdi el control de la serpiente.

Todo lo que poda ver al mirar al este era una cabeza verde oliva movindose rpidamente. Sus mandbulas estaban abiertas y sus colmillos se clavaron en la pierna con vaqueros del chico que haba empujado a Thea.



Captulo 2Traduccin Galatea

L a multitud entr en pnico. Todo sucedi de golpe; Thea no pudo discernir las diferentes impresiones. La mitad de la gente que haba ante ella se fue corriendo. La otra mitad gritaba.

- Llamad al 9-1-1 - Ha cogido a Eric - Te dije que la mataras! El chico pelirrojo estaba avanzando con el palo. Otros chicos

estaban a su alrededor, buscando rocas. El grupo se haba convertido en una multitud enfurecida.

La serpiente se agitaba violentamente, emitiendo un terrible siseo. Estaba lista para atacar de nuevo y no haba nada que Thea pudiera hacer.

- Hey! - Una voz la sorprendi. Vena de Eric, el chico que haba sido mordido. - Tranquilidad, chicos. Josh, dame eso.- Le estaba hablando al pelirrojo que tena la rama. - No me ha mordido. Ha sido solo un golpe.

Thea le mir. Acaso este chico estaba loco? Pero la gente le escuchaba. Una chica con pantalones anchos y

un top se dej de coger una roca. - Dejad que yo me ocupe Para poderla llevar a los matorrales

donde no le har dao a nadie. Definitivamente loco. Estaba hablando tan seguro de s mismo,

de una manera tan razonable e iba a tratar de coger la serpiente con el palo. Alguien tena que hacer algo rpido.



Vio un atisbo de pelo de color rub entre la multitud. Blaise estaba entre ellos, mirando con los labios abiertos. Thea tom su decisin.

Fue hacia la serpiente. Estaba mirando el palo. Thea capt su mente antes de coger

su cuerpo lo que la mantuvo inmvil el tiempo necesario para poder cogerla por detrs de la cabeza. La sostuvo mientras sus mandbulas se abran y su cuerpo se mova.

- Coge la cola y saqumosla de aqu. -Le dijo casi sin aliento a Eric, el chico loco.

Eric la miraba sostener la serpiente, estupefacto Por Dios. No la sueltes. Se puede mover en cualquier momento.

- Lo s. Cgela! La cogi de la cola. La multitud se apart mientras Thea sostena

la cabeza de la serpiente firmemente. Blaise no se fue corriendo, solo mir a la serpiente como si oliera mal.

- Necesito esto. - Thea susurr bruscamente al pasar junto a su prima. Cogi el colgante de Blaise con su mano libre. La frgil cadena de oro se rompi y los dedos de Thea se cerraron sobre una piedra.

Entonces se fue hacia los arbustos, con el peso de la serpiente sobre su brazo. Andaba rpido, porque Eric no tena mucho tiempo. El terreno que haba detrs de la escuela haca una cuesta arriba y luego hacia abajo, hacindose ms salvaje y ms gris y marrn. Cuando los edificios estaban fuera de la vista, Thea se detuvo.

- Este es un buen lugar. - Dijo Eric. Su voz estaba tensa. Thea mir hacia detrs y vio su cara plida. Valiente y muy, muy

loca, pens. - Vale, la soltamos a la de tres, -Sacudi la cabeza- trala fuera y retrocede rpido.

Asinti y cont con ella. - Uno dos tres. Con una ligera oscilacin, ambos la soltaron. La serpiente vol

haciendo un elegante arco y aterriz cerca de un matorral de salvia prpura. Se adentr inmediatamente en el matorral sin mostrar el ms mnimo indicio de gratitud. Thea sinti su frescor y su mente retroceder, mientras pensaba, ese olor la sombra la seguridad.

Dej salir el aire sin darse cuenta de que lo haba estado reteniendo.

Detrs de ella, escuch a Eric sentarse abruptamente. - Bueno, eso es todo. - Su respiracin era rpida e irregular. - Ahora, Podra pedirte un favor?



l estaba sentado con sus largas piernas hacia fuera, su piel incluso ms plida que antes. El sudor sobre su labio superior.

- Sabes, no estoy realmente seguro de que no me haya mordido. - dijo.

Thea saba - y saba que Eric saba que as era. La cascabel a veces atacaban sin morder, y algunas veces mordan sin inyectar veneno. Pero no esta vez. Lo que ella no poda creer era la atencin que un humano no se preocupara por una serpiente como para una mordedura sin tratar.

- Djame ver tu pierna. - dijo. - En realidad, creo que tal vez lo mejor sea llamar a los

paramdicos. - Por favor, djame verlo.- Ella mantuvo su voz suave, de rodillas

ante l, acercndose lentamente. La forma en que se acercara a un animal con miedo. Se qued inmvil, dejando que enrollarla sus jeans en su pierna.

All estaba, la pequea herida doble sobre la piel bronceada. No mucha sangre. Sin embargo, ya estaba hinchada. Incluso si ella corriera a la escuela, incluso si la velocidad de todos los paramdicos quebrantara la ley, no sera lo suficientemente rpido. Claro que podran salvar su vida, pero su pierna estara hinchada como un chorizo y prpura y pasara das de dolor increble.

Excepto que Thea tena en sus manos una piedra de Isis. De un rojo profundo, cornalina, con un escarabajo grabado, smbolo de la reina egipcia, Isis. Los antiguos egipcios haban puesto las piedras a los pies de las momias; Blaise lo utilizaba para aumentar la pasin. Pero tambin era el ms potente purificador de sangre que exista.

Eric gru de repente. Su brazo sobre sus ojos, Thea saba lo que deba sentir. Debilidad, nuseas, desorientacin. Ella senta lstima por l, pero su confusin en realidad trabajaba en su ventaja.

Presion con la mano las heridas, con la piedra oculta entre sus dedos bien cerrados. Entonces ella comenz a tararear bajo su aliento, visualizando de lo que ella quera que pasara. Lo que pasaba con las gemas es que no trabajaban por cuenta propia. Eran slo un medio de aumentar el poder psquico, centrndose, y dirigirlo a un determinado fin.

Encontrar el veneno, rodearlo, disiparlo. Depurarlo y eliminarlo. Luego, animar a las defensas naturales del cuerpo. Por ltimo, aliviar



la hinchazn y el enrojecimiento, enviando la sangre de vuelta a donde perteneca.

Mientras ella se arrodill all, sintiendo el sol en la parte posterior de su cabeza, de repente se dio cuenta de que ella nunca haba hecho esto antes. Que haba sanado animales - intoxicacin por sapo en cachorros y gatos con mordeduras de araa, pero nunca con una persona. Era gracioso como ella haba sabido instintivamente que poda hacerlo. Casi senta que tena que hacerlo.

Se sent sobre sus talones, guardando la piedra roja. - Cmo te sientes?

- Eh? - Apart el brazo de sus ojos. - Lo siento, creo que me he desmayado por un minuto.

Bien, Thea pens. - Pero, cmo te sientes ahora? l la mir como si estuviera luchando bajo la presin de ser

suave. Le iba a explicar a ella que las personas que son mordidas por serpientes de cascabel enferman. Pero luego su expresin cambi. - Me siento... Es raro creo que quizs se ha adormecido.- l mir con dudas su pantorrilla.

- No, has tenido suerte. No te ha mordido. - Qu? - l se movi para levantar sus vaqueros de su pierna.

Luego, slo miraba. La carne era suave y sin marcas, con slo un mnimo rastro de enrojecimiento. - Yo estaba seguro de...

Levant los ojos hacia ella. Era la primera vez que Thea tena realmente la oportunidad de

verle. l era un hombre de aspecto agradable, magro y de pelo de color arena y con cara dulce. Piernas largas. Y los ojos verde profundo con manchas de color gris. Justo ahora ambos estaban intensos y desconcertados, al igual que los ojos de un nio asustado.

- Cmo has hecho eso? - dijo. Thea se qued sin palabras. No debera haber respondido de esa manera. Qu estaba mal

con l? Cuando pudo hablar de nuevo, dijo - Yo no hice nada. - S, lo has hecho. - dijo, y ahora sus ojos eran claros y directos,

llenos de una extraa conviccin. De repente cambi su expresin a algo como duda. - T.... Hay algo diferente en ti.

Se inclin hacia adelante lentamente, como si estuviera en trance. Y, a continuacin Thea experiment una extraa dualidad. Estaba acostumbrada a verse a s misma a travs de los ojos de los animales:



un grande y calva criatura, con piel falsa Pero ahora ella se vio a s misma como Eric la vea. Una nia de rodillas con el cabello suelto de color amarillo sobre sus hombros suaves y con ojos marrones. Una cara que era demasiado suave, con una expresin muy preocupada.

- Eres Hermosa. - dijo Eric, todava con dudas. - Nunca he visto a nadie Pero es como si hubiera una neblina a tu alrededor. Eres tan misteriosa...

Una gran quietud pareca rodear el desierto. El corazn de Thea golpeaba tan fuerte que sacuda su cuerpo. Qu estaba ocurriendo?

- Es como si todo fueras parte de todo. -dijo en ese sabio tono de voz infantil- Perteneces a esto. Y hay tanta paz....

- No. - dijo Thea. No haba paz e en ella. Ella estaba aterrorizada. Ella no saba lo que estaba pasando, pero saba que tena que escapar.

- No te vayas. -dijo, cuando ella se movi. Tena la expresin de un cachorro con el corazn roto.

Y entonces... se acerc a ella. No bruscamente. Sus dedos no se cerraron sobre su mueca. Slo rozaron la parte de atrs de su mano, alejndose cuando se estremeci.

Pero no importaba. Un simple roce le haba puesto todos los pelos del antebrazo de Thea de punta. Y cuando mir de nuevo a los moteados ojos de color gris-verde, supo que l senta lo mismo.

Una especie de dulce rasguo, un vertiginoso regocijo. Y una conexin. Como si hubiera algo ms profundo que comunicarse con palabras.

Te conozco. Veo lo que ves. Casi sin saber lo que estaba haciendo, Thea levant la mano.

Con los dedos un un poco extendidos, como si fuera a tocar un espejo o un fantasma. l acerc a su mano tambin. Estaban mirndose el uno al otro.

Y entonces, justo antes de los dedos se tocaran, Thea sinti una sacudida de pnico como agua helada.

Qu estaba haciendo? Ella haba perdido la cabeza? De repente todo estaba claro - demasiado claro. Su futuro se

extenda ante de ella, cada detalle claro. Muerte por romper las normas del Mundo de la Noche. En el centro de la Cmara Circular, tratando de explicar que no haba querido traicionar sus secretos, que no quera intimar con un ser humano. Que todo era un error, un momento de



estupidez, ya que haba querido curarlo. Y a ellos llevndole la Copa de La Muerte de todos modos.

La visin era tan clara que pareca ser una profeca. Thea salt como si el terreno se hubiera derrumbado debajo de ella, y ella hizo lo nico que poda pensar en hacer.

Fijo mordazmente: - Ests loco? O es slo que tu cerebro se ha sobrecalentado o algo as?

Puso la misma mirada afectada. l es un ser humano. Uno de ellos, Thea se record a s misma.

Puso an ms desprecio en su voz. - Que soy parte de todo, que hice algo a tu pierna S, seguro. Apuesto a que crees en Santa Claus tambin.

Ahora se vea sorprendido - e incierto. Thea fue hacia el golpe de gracia. - O tratas simplemente de conquistarme?

- Eh? No. - dijo. Parpade y mir a su alrededor. El desierto era el desierto ordinario, de color gris-verde y seco y plano. Luego, mir su pierna. Parpade de nuevo, como si consiguiera as un nuevo acceso a la realidad. - Yo mira, lo siento si te molesta. No s lo que me pasa.

De repente sonri avergonzado. - Quizs estoy raro por el miedo. Creo que no soy tan valiente como pensaba.

El alivio recorri a Thea. Se lo crea. Gracias a Isis que los seres humanos eran ms estpidos que los pollos.

- Y no estaba tratando de conquistarte. Solo -Se detuvo- Ya sabes, yo ni siquiera s tu nombre.

- Thea Harman. - Soy Eric Ross. Eres nueva aqu, no? - S. - Dejar de hablar y vete, se orden a ella misma. - Si quieres que te ensee todo esto Quiero decir, me gustara

verte de nuevo - No. - dijo Thea secamente... Ella habra deseado que mantuviera

los monoslabos, pero quera aplastar su nueva idea por completo. - No quiero verte. - dijo, demasiado cansara para pensar en una manera ms sutil de decirlo.

Y luego se gir y se alej. Qu ms tena que hacer? Ella ciertamente no poda hablar con l. Aunque siempre se preguntara por qu haba sido lo suficientemente loca para preocuparse acerca de la serpiente. De ahora en adelante tendra que permanecer lo ms lejos posible de l.



Ella se apresur a la escuela - y se dio cuenta de inmediato de que era tarde. El parking estaba tranquilo. Nadie estaba caminando fuera de los edificios de adobe.

En mi primer da, Thea pens. Su mochila estaba en el suelo donde haba cado, un bloc de notas situado al lado de l en el asfalto. Ella atrap los dos y corri a la oficina.

Fue en clase de fsica, despus de que ella hubiera entregado su hoja de admisin al profesor y se fuera atravesando las filas de curiosos ojos hacia un asiento vaco en la parte de atrs, cuando se dio cuenta de que el cuaderno no era suyo.

Lo abri por una pgina que deca Introduccin a los gusanos planos estaba escrito en tinta azul inclinada. A continuacin algunas fotos etiquetadas Clase Turbellaria y Clase Trematoda. Los gusanos bellamente dibujados, con su sistema nervioso y los rganos reproductores resaltados en diferentes colores, pero el artista tambin les haban puesto una gran y ridcula sonrisa. Grotesco, pero adorable de una extraa manera. Thea volte la pgina y vio otro dibujo, el ciclo de vida de la tenia del cerdo.

Yum. Ella oje las primeras hojas del cuaderno. Eric Ross, Zoologa I. Ella cerr el cuaderno. Cmo se lo iba a volver ahora? Parte de su mente estaba preocupada por esto durante la fsica

y la siguiente clase, aplicaciones informticas. Parte de ella hizo lo que siempre haca en una nueva escuela, o en cualquier nuevo encuentro con seres humanos: los miraba y catalogaba, alerta ante el peligro, averiguando cmo encajar bien. Y parte de ella simplemente deca que no saba que haba una clase de zoologa aqu.

La nica pregunta que no quera hacerse a ella misma era lo que haba ocurrido all en el desierto. Cuando surgi la idea, la empuj lejos bruscamente. Debe de haber tenido algo que ver con sus sentidos despus de estar demasiado abierta con la fusin de la serpiente.

De todos modos, no significaba nada. Haba sido un extrao golpe de suerte nico.

En el vestbulo principal durante el descanso, Blaise lleg corriendo hasta ella, rpida como una leona a pesar de los tacones altos.

- Cmo va? - Thea dijo, Blaise la arrastr hasta una temporalmente vaca aula.



Blaise extendi su mano. Thea rebusc en su bolsillo la piedra. - Has arruinado la cadena, sabes.- Dijo Blaise mientras se sacuda

de nuevo el pelo y examinaba los posibles daos en la piedra. - Y es una que yo dise.

- Lo siento. Yo tena prisa. - Ah s? Y por qu? Qu queras hacer con ella? Blaise no

esper una respuesta. - Curaste a ese muchacho, no? Yo saba que tena una mordedura. Pero era humano.

- Adoracin por la vida, Recuerdas?- Thea dijo- Y no daas a nadie. Haz lo que quieras. - Ella dijo con poca conviccin.

- Esto no se refiere a los seres humanos. Y qu cree l? - Nada. No saba que le estaba curando, ni siquiera se dio cuenta

de que le haba mordido. - No era exactamente una mentira. Blaise la mir con los ojos grises sospechosas. Entonces ella mir

al cielo y sacudi su cabeza. - Ahora, si lo has utilizado para calentar su sangre, lo entiendo. Sin embargo, tal vez estabas haciendo un poco de eso tambin

- No, yo no.- dijo Thea. Y a pesar de que aument el calor en sus mejillas, su voz era fra y fuerte. El horror de la visin de la muerte an estaba con ella. - De hecho, no quiero verlo de nuevo. -Sigui cansinamente.- Y le dije eso, pero tengo su estpido cuaderno, y no s qu hacer con l. - Sac el bloc de notas ante la cara de Blaise.

- Oh. - Blaise lo consider, con la cabeza a un lado. - Bueno... Voy a drselo en tu lugar. Le encontrar de alguna forma.

- Lo haras? -Thea se asombr- Eso es realmente amable. - S, lo es. - dijo Blaise. Tom el cuaderno, manipulndolo con

cuidado, como si sus uas estuvieran recin pintadas. - Bueno, lo mejor ser que vaya a mi siguiente clase. lgebra. -hizo una mueca- Adis.

Las sospechas arremetieron contra Thea al ver como se iba. Blaise no era por lo general muy flexible. Y ese Adis

demasiado dulce. Tramaba algo. Thea sigui la camiseta rub de Blaise, mientras Blaise recorra

el pasillo principal, entonces sin dudar se gir hacia un pasillo con casilleros. All, buscando en uno de los casilleros, haba una silueta con piernas largas y de cabello de color arena.

El seguimiento ms rpido que haba visto nunca, Thea pens amargamente. Ella mir detrs de una puerta de un armario de color azul Mediterrneo.



Blaise caminaba hacia Eric muy lentamente, con las caderas oscilantes. Puso una mano sobre su espalda.

Eric salt ligeramente, y luego se gir. Blaise se qued all de pie. Eso es todo lo que necesitaba hacer. Blaise atraa a los chicos

solo por existir. Era el glorioso cabello oscuro, los ojos ardientes grises Adems de una silueta que podra detener el trfico de la autopista. Abundancia de curvas, y la ropa que haca hincapi en cada una de ellas. Para otra chica podra haber sido demasiado, pero en Blaise era simplemente impresionante. Los chicos que pensaban que les gustaban las chicas de look abandonado dejaban todo para seguirla igual que los chicos que pensaban que les gustaban las rubias.

Eric parpade, vindose abrumado ya. No pareca saber qu decir.

Cosa que no era inusual. Los chicos siempre eran tmidos en torno a Blaise.

-Soy Blaise Harman.- La voz era baja y lquida. - Y t eres Eric?

Eric asinti, segua parpadeando. S, l est aturdido por completo, Thea pens. El idiota. Estaba

sorprendida por su propia vehemencia. - Bien, porque no quiero dar con la persona equivocada- . Blaise

sac el bloc de notas de detrs su espalda como un mago. - Oh, De dnde lo has sacado? -Eric pareca aliviado y

agradecido.- He estado buscndolo por todas partes. - Mi prima me lo dio.- dijo Blaise descuidadamente. Sujet el bloc

de notas mientras trataba de cogerlo, y sus dedos se rozaron. - Espera. Me debes algo por devolvrtelo, No?

Su voz era un ronroneo. Thea ahora saba, sin duda, lo que iba a suceder.

Eric estaba condenado.



Captulo 3Traduccin Beleth

E staba perdido. Blaise le haba elegido a l, y era slo cuestin de tiempo ver cmo iba a jugar l. Un desfile de nombres de personas atravesaron la mente de Thea. Randy Marik. Jake Batista. Kristoffer Milton. Troy Sullivan. Daniel Xiong.

Y ahora: Brie Ross. Pero Eric estaba hablando, sonaba animado. - Tu prima? Es

esa otra chica nueva? Thea? - S. Ahora - Mira, Sabes dnde est? Realmente quiero hablar con ella.

-Su mirada vaga descendi de nuevo, y Eric miraba hacia la distancia. - Ella es simplemente... Nunca he conocido a nadie como ella....

Blaise solt el cuaderno y le mir. Desde su escondite, Thea miraba tambin. Eso nunca haba ocurrido antes. Este hombre ni siquiera pareca

ver Blaise. Eso era lo suficientemente extrao. Pero por la diosa de la

curiosidad con cabeza de mono azul, Thea lo que realmente quera saber era por qu se senta tan aliviada por eso.

Una campana son. Blaise estaba todava ah atnita. Eric meti el cuaderno en su mochila.

- Podras simplemente decirle que he preguntado por ella? - A ella no le importara que hayas preguntado por ella!- Blaise

solt, la voz ya no era tan melosa. - Ella me dijo muy claramente que nunca quera verte otra vez. Yo tendra cuidado en tu lugar. Porque ella



es muy temperamental.- La ltima palabra la pronunci aumentando el tono de voz.

Eric se vio ligeramente alarmado y cabizbajo. Thea vio moverse a su garganta mientras tragaba. Luego, sin decirle adis a Blaise, se volvi y se alej hacia el otro lado del pasillo.

Bien por la diosa del trueno con cabeza roja de cuervo. Blaise se gir y mir por el pasillo en direccin a Thea. Thea ni

siquiera trat de ocultarse. - As que has visto todo. Bueno espero que ests satisfecha.- dijo

Blaise agriamente. Thea no lo estaba. Estaba confundida. Extraamente agitada y

asustada, porque la Copa de la Muerte an estaba flotando ante sus ojos.

- Creo que deberamos dejarlo en paz. -dijo. - Ests bromeando? Voy a tenerlo.- dijo Blaise. - l es mo. A

menos que- Aadi, con los ojos brillantes - ya lo hayas reclamado. Thea estaba conmocionada. - Yo... bueno no... - Entonces es mo. Me gustan los desafos.- Blaise pas una

mano a travs de su pelo negro, desordenando su pelo ondulado. - No es agradable que Gran tenga tantos encantos de amor en la tienda?- ella murmur.

- Blaise...- Thea tena dificultades para recoger sus pensamientos. - No te acuerdas lo que dijo Gran? Si hay ms problemas...

- No va a ser ningn problema para nosotras.- dijo Blaise, su voz plana y positiva. - Slo para l.

Thea caminaba hacia su prxima clase con una sensacin extraa de vaco.

No haga caso de ella, pensaba. No hay nada que puedas hacer. Ella no vio muchas personas del Mundo de la Noche de camino a

clase. Un chico joven, probablemente de primer curso, que pareca un cambia formas, un profesor que tena la luz de los lamia - los vampiros nacidos - en los ojos. No haba vampiros convertidos, ni lobo. Ni otras brujas.

Por supuesto, no poda estar segura. Toda la gente del Mundo de la Noche eran maestros de los secretos, de mezclarse, de pasar inadvertido. Tenan que serlo. Es lo que les permita sobrevivir en un mundo donde hay tantos seres humanos y donde los seres humanos matan a seres algo diferente.



Pero cuando ella estaba sentada en el aula de literatura mundial, Thea not a una nia en la siguiente fila.

La nia era pequea, deshuesada y bonita, con pestaas gruesas, pelo negro y suave como el holln. Tena una cara en forma de corazn y hoyuelos. Pero lo qu llam la atencin de Thea era la mano de la nia, estaba jugando con un pin que haba sobre su vestido azul y blanco a rayas. Una insignia en forma de flor negro.

Una dalia. Thea inmediatamente se gir hacia la pgina en blanco en su

bloc de notas. Mientras el profesor lea un pasaje de la historia de Rashomon, Thea empez a dibujar una dalia negra, agrandando los trazos ms y ms hasta que fue lo suficientemente grande para la nia la viera claramente. Cuando levant la cabeza, vio que la chica la estaba estudiando a ella.

Las pestaabas de la chica se movieron hacia abajo al ver el dibujo y, a continuacin se levantaron de nuevo. Ella sonri y asinti a Thea ligeramente.

Thea asinti y sonri de nuevo. Despus de la clase, sin necesidad de discutirlo, Thea sigui a

la chica hacia la parte delantera de la escuela. La muchacha mir a su alrededor para asegurarse de que no haba nadie en el odo, y luego se dirigi a Thea con algo como resignacin.

- Crculo de medianoche?- Dijo. Thea sacudi la cabeza. - Crculo Crepsculo. No? El rostro de la chica se ilumin con tmido deleite. Sus ojos eran

oscuros y aterciopelados. - S!- dijo y se apresur en aadir: - Pero slo hay dos ms de nosotros dos de ltimo curso, quiero decir - y son tambin del Crculo de medianoche, y yo tena miedo de tener esperanza!- Ella extendi su mano. - Soy Dani Abforth.

Thea sinti como se aligeraba su corazn. La chica tena la risa contagiosa. - Thea Harman. Unidad.- Era el antiguo saludo de las brujas, el smbolo de su armona, su unidad.

- Unidad.- Murmur Dani. Luego ampli sus ojos. - Harman? Eres una Mujer-Corazn? Una hija de Hellewise? De verdad?

Thea se ri. - Todas somos hijas de Hellewise. - S, pero, sabes lo qu quiero decir. T eres un descendiente

directo. Es un honor.



- Bueno, me siento honrada, tambin. Abforth es Todo hacia delante No? Eso en s mismo es bastante impresionante. -Dani todava se vea asombrada, as que Thea dijo rpidamente, - Mi prima tambin est aqu - Blaise Harman. Las dos somos nuevas, pero t debes de serlo tambin. Nunca te he visto por aqu antes en Las Vegas.

- Nos mudamos el mes pasado, justo a tiempo para empezar la escuela.- dijo Dani. Su frente se arrug. - Pero t eres nueva, Qu significa que me has visto por aqu?

Thea suspir. - Bueno, es algo complicado.

Una campana son. Tanto ella como Dani miraron el edificio de la escuela con frustracin y, a continuacin, mutuamente.

- Nos vemos aqu en el almuerzo? -Dani pregunt. Thea asinti, pregunt dnde estaba su clase de francs, y luego

vol hacia el otro lado del edificio. Se sent a su lado las siguientes dos clases tratando de escuchar

realmente a los profesores. Ella no saba qu otra cosa hacer. Tena que concentrarse para mantener alejada de su mente la mirada gris y verde moteada.

Durante el almuerzo, se encontr con Dani sentada en las escaleras delanteras. Thea se puso a su lado y abri una botella de agua Evian y un yogur de chocolate que haba comprado en el bar.

- Ibas a explicarme cmo conociste Vegas.- dijo Dani. Habl suavemente porque haba nios de todo el mundo en el patio delantero, extendidos al sol, con bolsas de papel.

Thea mir una fila de palmeras sag y not como volva a suspirar de nuevo. - Blaise y yo - nuestras madres murieron cuando nacimos. Eran hermanas gemelas. Y entonces nuestros padres murieron. As que crecimos mudndonos de pariente en pariente. Por lo general, pasamos los veranos con la abuela de Harman, y vivimos con alguien ms durante el ao escolar. Sin embargo, estos dos ltimos aos... Hemos estado en cinco escuelas desde que empezamos el curso.

- Cinco? - Cinco. Creo que cinco. Isis lo sabe, podran ser seis. - Pero, por qu? - Nos expulsan. -dijo Thea sucintamente. - Pero



- Es culpa de Blaise.- dijo Thea. Ella estaba enfadada con Blaise. - Ella hace cosas - a los nios. Varones Humanos. Y de alguna manera siempre terminan por expulsarnos de la escuela. A las dos, porque soy siempre demasiado estpida para decirles que ella es la nica el responsable.

- Seguro que no eres estpida. Eres fiel.- dijo Dani calurosamente, y puso su mano sobre la de Thea. Thea la apret, gozando un poco de la simpata.

- De todos modos, este ao estbamos en New Hapmshire viviendo con nuestro to Galen y Blaise lo hizo de nuevo. Con el capitn del equipo de ftbol. Su nombre era Randy Marik....

Cuando Thea se detuvo, Dani dijo: - Qu pas con l? - l quem la escuela para ella. Dani hizo un sonido a medio camino entre un bufido y una risita.

Entonces ella enderez rpidamente su rostro. - Lo siento, no tiene gracia. Por ella?

Thea se inclin sobre la barandilla de hierro forjado de la escalera.

- Eso es lo que a Blaise le gusta. -Dijo- Tener poder sobre la gente, jugar con sus mentes. Conseguir que hagan cosas que normalmente nunca haran. Para demostrar su amor, t sabes. Pero la cosa es, ella nunca est satisfecha hasta que estn completamente destruidos...- Ella sacudi la cabeza. - Deberas haber visto el final de Randy. Haba perdido su mente. No creo que va la recupere nunca.

Dani ya no sonrea. - El poder... ella suena como Afrodita. -dijo suavemente.

Y tena razn, Thea pensaba. Afrodita, la diosa griega del amor que poda convertir la pasin en un arma que pona a todo el mundo a sus pies.

- Recurdame en algn momento que te diga lo que le ha hecho a los otros chicos con los que ha jugado. En cierto modo. Randy tuvo suerte....

Thea tom un respiro. - As que, de todos modos, nos envan aqu con la abuelita Harman porque no haba otros familiares dispuestos a quedarse con nosotras. Imagino que piensan que si la abuela no puede enderezarnos, nadie puede.

- Pero eso debe ser maravilloso. -dijo Dani- Quiero decir, vivir en el Crone. Parte de la razn por la que mi madre se traslad con nosotros aqu es que ella quera estudiar con tu abuela.



Thea asinti. - S, la gente viene de todas partes para tomar sus clases, o para comprar sus cosas y amuletos. Pero no siempre es fcil convivir con ella.- Aadi irnicamente Thea. - Ella tiene un par de aprendices al ao.-

- Asi que va a enderezar a Blaise? - No creo que nadie pueda. Lo que hace Blaise - es slo su

naturaleza, de la forma en que un gato juega con un ratn. Si tenemos problemas de nuevo, nuestra abuela dice que nos enviar con nuestra ta rsula al convento de Connecticut.

- Al convento? - S. - Entonces ms os vale manteneros lejos de los problemas. - Lo s. Dani, Cmo es esta escuela? Quiero decir, Es el tipo

de lugar donde Blaise puede mantenerse lejos de los problemas? - Bueno...- Dani se vea consternada. - Bueno - te lo dije antes,

slo hay otras dos brujas en nuestra clase, y son ambas del Crculo de Medianoche. Tal vez las conoces... Vivienne Morrigan y Selene Lucna?

El corazn de Thea se hundi. Vivienne y Selene las haba visto en los Crculos de verano, llevando las tnicas ms oscuras de todas las nias del Crculo de medianoche. Ellas dos y Blaise.seran una combinacin letal.

- Tal vez si les explicas lo importante que es, que podran ayudarte a mantener bajo control a Blaise.- dice Dani. - Quieres ir a hablar con ellas ahora? Estarn en el patio de la cafetera - yo suelo comer con ellas.

- Um...- Thea dud. Hablar con las dos as, dudaba de que fuera til. Pero, por otra parte, no tena una idea mejor. - Por qu no?

En el camino hacia la cafetera, ella vio algo que la hizo frenar en seco. Adherido a la pared de estuco haba un gigante trozo de papel de envolver, pintado de naranja y negro en los mrgenes. En el centro haba una figura grotesca: una anciana con un vestido negro, despeinado cabello blanco, y cubierta de verrugas. Iba a caballo sobre una escoba y llevaba un puntiagudo sombrero. Debajo pona:

31 de octubre... LA MEJOR FIESTA DE HALLOWEEN.



Con las manos en las caderas, Thea dijo: - Cuando se darn cuenta de que las brujas no llevaban sombreros puntiagudos?-

Dani se ri, su cara en forma de corazn sorprendentemente peligrosa. - Quin sabe, tal vez tu prima tenga razn.

Thea la mir, asustada. - Bueno, son una especie inferior. Tienes que admitir eso. Y tal

vez suene a prejuicio, pero ellos tambin tienen prejuicios.- Ella se inclin ms cerca de Thea. - Ya sabes, ellos tienen prejuicios contra el color de la piel.

Movi su brazo. Thea mir la piel perfecta, con un profundo color marrn claro. - Pueden pensar que somos dos razas diferentes.- Dijo Dani, presionando su brazo contra el bronceado de Thea. - Y que tal vez que no es mejor que otro.

Thea no poda negarlo. Lo nico que pudo decir, dbilmente, fue: - Bueno, dos cosas malas no hacen una buena...

- Pero tres si!- Dani solt, terminando la vieja broma de brujas. Luego se ech a reir y llev a Thea al patio.

- Vamos a ver, deben estar ms all.... Oh. Vaya! Vaya, Thea pens. Vivienne y Selene se encontraban en una mesa aislada al otro

lado. Blaise estaba con ellas. - Yo debera haber sabido que las encontrar primero.- murmur

Thea. De la forma en que las tres nias juntaban sus cabezas, pareca como si estuvieran ya pensando en hacer algo.

Mientras Thea y Dani se acercaron a la mesa, Blaise las mir. - Dnde has estado?- dijo, agitando un dedo a modo de reproche. - He estado esperando para presentarte.-

Todo el mundo dijo hola. Thea luego se sent y estudi a las otras dos nias.

Vivienne tena el pelo rojizo y pareca alta incluso sentada. Su rostro estaba animado; pareca rebosante de energa. Selene er rubia platino con ojos azules. Ella era menor, y se mova con lnguida gracia.

Ahora, cmo puedo decir educadamente, por favor, ayudadme a contener a mi prima?- Thea se pregunt. Ella podra decir que ya no sera muy til. Viv y Selene parecan estar bajo el hechizo de Blaise ya que se dirigan a ella cada dos segundos, buscando su aprobacin. Incluso Dani estaba mirando a Blaise fascinada con algo como temor.



Blaise tena ese efecto en las personas. - Por lo tanto, slo se trata de chicos. -dijo Selene, girando una

paja en su botella de t helado. El corazn de Thea se desplom. - Chicos-juguete.- Vivienne aclar con una bonita voz melodiosa.

Thea not el comienzo de un mal dolor de cabeza. No era de extraar que Blaise estuviera sonriendo, pensaba.

Estas chicas son como ella. Ella lo haba visto en otras escuelas: jvenes brujas que pareca coquetear con romper las leyes del Mundo de la Noche ejerciendo su poder sobre los humanos.

- No hay ninguno de los nuestros aqu?- Thea pregunt, como ltima esperanza.

Vivienne puso los ojos en blanco. - Un estudiante de segundo ao. Alaric Breedlove, Crculo Crepsculo. Eso es todo. Este lugar es un desierto, sin juego de palabras la intencin.

Thea no estaba realmente sorprendida. Haba siempre ms chicas que chicos bruja-y nadie pareca saber por qu. Se saben que nacan ms chicas, sobrevivan mejor al crecimiento. Y en algunos lugares la proporcin era especialmente desequilibrada.

- As que nos tendremos que apaar. - Selene dijo. - Pero esto puede ser divertido a veces. El baile de bienvenida es este sbado, y tengo a mi chico escogido.

- Y- Blaise dijo, - yo tambin.- Ella mir a Thea significativamente.

Y all estaba. Thea sinti como se le cerraba la garganta. - Eric Ross.- dijo Blaise, saboreando las palabras. - Y Viv y Sel

me han dicho tooodo sobre l.- Eric?- Dani dice. - l es la estrella del equipo de baloncesto,

No? - Y la estrella de bisbol.- Dijo Vivienne con su hermosa voz. - Y la

estrella del tenis. Y l es inteligente saca las mejores notas y tambin trabaja en el hospital de animales. Es para entrar en la universidad UC Davis. Para ser un veterinario, ya sabes.

Por eso se preocupaba por la serpiente, Thea pens. Y por lo que tiene gusanos planos en su cuaderno.

- Y l es tan lindo.- murmur Selene. - l es tan tmido con las nias que apenas puede hablar a su alrededor. Ninguna de nosotros ha llegado a ningn lugar con l.



- Eso es porque lo habis hecho mal. - Dijo Blaise, y sus ojos estaban de color ahumado.

El interior de Thea pareca hueco y haba un cierto dolor alrededor de su cabeza. Hizo lo nico que poda pensar.

- Blaise.- Dijo. Ella mir a su prima directamente a la cara, haciendo un llamamiento abierto. - Blaise, escucha. Yo casi nunca te he pedido nada, Verdad? Pero ahora estoy pidiendo algo. Quiero que dejes a Eric en paz. Puedes hacer eso por m? En aras de la Unidad?-

Blaise parpade lentamente. Ella tom un largo trago de t helado. - Por qu, Thea, te molesta tanto?

- No es eso. - Yo no saba que l te importaba. - No es eso. Me refiero - por supuesto que no me preocupo por

l. Pero estoy preocupada por ti, por todas nosotras. Creo...- Thea no haba querido decir esto, pero se encontr con las palabras saliendo de todos modos. - Creo que podra haber algunas sospechas acerca de nosotras. Esta maana me dijo que era diferente de otras nias....- Se logr detener a s misma antes mencionar que l haba adivinado que ella le haba curado. Eso sera increblemente peligroso, sobre todo porque no saba con quin podran hablar Vivienne o Selene.

Las pupilas de Blaise ese dilataron. - Quieres decir - te parece que es un psquico?

- No, no.- Ella saba que l no era un psquico. Haba estado dentro de su mente, y no era de una familia de brujas. l no tena ningn poder. l era tan humano como la serpiente que haba sido una serpiente.

- Bueno, entonces.- dijo Blaise. Ella se ri, un rico y amplio sonido. - l solo cree que eres diferente - y esto es apenas algo de lo qu preocuparse. Queremos que piense que lo somos.

Ella no entenda. Y Thea no poda explicrselo. No sin meterse en aguas muy profundas.

- As que, si no te importa, consideremos que esa es mi apuesta.- dijo Blaise cortsmente. - Ahora, vamos a ver, qu hacer con los chicos en el baile. En primer lugar, creo que tendremos que derramar su sangre.

- Derrame el qu?- Dani dijo, sentndose.



- Slo un poco de sangre.- Le dijo Blaise ausentemente. - Va a ser absolutamente vital para algunos de los hechizos que tendrs que hacer ms tarde.

- Bien, buena suerte.- Dijo Dani. - A los seres humanos no les gusta derramar su sangre , se irn corriendo como conejitos despus de eso.

Blaise la mir con una media sonrisa. - No lo creo.- dijo. - No entiendes este negocio todava. Si se hace bien, no huyen. Ellos estarn asustados, estarn conmocionados, pero aun as volvern pidiendo ms.

Dani pareca sorprendida y fascinado. - Pero, por qu quieres lastimarles?

- Estamos haciendo lo que es natural.- Blaise ronrone. No me importa Thea pens, es asunto mo. Oy como ella misma deca - No. Estaba mirando hacia el montn de servilletas aplastadas en su

mano. Por el rabillo del ojo poda ver la expresin exasperada de Blaise. Los otros tal vez no saban a qu Thea que no, pero Blaise siempre entenda a su prima.

- Te pregunt antes si le queras para ti.- Dijo Blaise. - Y dijiste que no. As que ahora has cambiando de idea? Vas a jugar con l?

Thea miraba a su taco de servilletas. Qu poda decir ella? No puedo porque estoy asustada? No puedo porque algo pas entre l y yo esta maana y no s de qu se trataba? No puedo, porque si le sigo viendo tengo la sensacin de que podra violar la ley, y no me refiero a la de no decirle a los seres humanos que existimos, me refiero a la otra, la de nunca enamorarse

No seas ridcula. Ese tipo de cosas est fuera de la cuestin, se dijo a ella misma.

Todo lo que deseaba era evitar que terminara como Randy Marik. Y poda hacer eso sin involucrarse.

- Estoy diciendo que lo quiero para m.- dijo en voz alta. - Vas a jugar con l? - Voy a jugar con l. - Bueno.- En lugar de bufar, Blaise se ri. - Bien, felicitaciones. Mi

prima pequea al fin ha madurado. - Oh, por favor!- Thea le dedic una mirada. Ella y Blaise haban

nacido en dos das diferentes. Blaise haba nacido un minuto antes de



la medianoche, y Thea un minuto despus. Era otra de las razones por las que estaban tan unidas, pero Thea odiaba cuando Blaise se haca la mayor.

Blaise slo sonri, sus ojos grises brillando. - Y, mira ah est nuestro chico.- dijo, fingiendo sorpresa. Thea sigui su guio y vio una figura con el pelo de color de la arena y largas piernas al otro lado del patio.

- Qu suerte.- dijo Blaise. - Por qu no caminas hacia l y le pides que te acompae al baile?



Captulo 4 Traduccin Beleth

E n ese momento Thea casi odiaba su prima. Pero no tena otra eleccin. Cuatro pares de ojos estaban mirndola: los ojos grises de Blaise, los verde esmeralda de Vivienne, los azules de Selene, y los oscuros y aterciopelados de Dani. Estaban esperando.

Thea se levant y comenz el largo camino a travs del patio. Se senta como si todo el mundo la estuviera viendo a ella. Ella

trat de mantener sus pasos medidos y confiados, su rostro sereno. No fue fcil. Cuanto ms cerca estaba del pelo color arena, ms quera girarse y echar a correr. Tena la visin de tnel ahora: todo a los lados estaba desenfocado, la nica cosa clara era el perfil de Eric.

Justo cuando estaba cerca, l se gir y la vio venir. Se vea asustado. Por un momento sus ojos se encontraron: un

verde ms profundo que el de Vivienne, ms intenso y ms inocentes. Luego, sin decir una palabra, l se gir rpidamente y camin

hacia un camino que haba entre dos edificios. Se haba marchado antes de que Thea supiera lo que estaba sucediendo.

Ella se qued inmvil sobre el suelo. Haba un gran espacio vaco en su interior, con slo su corazn tratando de llenarlo.

Bueno, l me odia. No le culpo. Tal vez sea bueno, quizs Blaise diga que todos podemos olvidarle ahora. Pero cuando regres a la mesa, Blaise frunca el ceo pensativa.

- Simplemente todava no dominas la tcnica.- dijo. - No importa. Puedo entrenarte.



- Viv y yo podemos ayudarte.- murmur Selene. - Aprenders rpido.

- No gracias.- dijo Thea. Su orgullo estaba herido y sus mejillas estaban en llamas. - Puedo hacerlo yo misma. Maana. Tengo un plan ya.

Dani apret su mano debajo de la mesa. - Lo hars bien. Blaise dijo - Slo asegrate de que sea maana. O pensar que

realmente no le quieres. Y luego, para el inmenso alivio de Thea, la campana son. - Espino, milenrama, anglica...- Thea rebusc entre los frascos

de vidrio azul sin etiqueta. - Algn tipo de desagradable polvo... Estaba en la habitacin principal de la tienda de su abuela, ahora

desierta, ya que estaba cerrada por la noche. Slo estar con todas estas hierbas y piedras preciosas y los amuletos le dio una sensacin de confort. De control.

Me encanta este lugar, pens, mirando del suelo al techo y los estantes llenos de botellas y cajas de polvos. Una pared entera estaba llena de bandejas con piedras sin pulir, pulidas, raras y semipreciosas, algunas de ellas con smbolos o palabras de poder grabadas en ellos, sucias y algunas con tierra. A Thea le gustaba poner sus manos sobre ellas y murmurar sus nombres: turmalina, amatista, topacio miel, jade blanco.

Y tambin haba hierbas que olan bien: todo lo que se necesita para curar la indigestin o para llamar a un amante, para aliviar la artritis o para maldecir a su jefe. Algunas de estas - las ms sencillas - funcionaban fueras bruja o no. Eran slo los recursos naturales, y la abuela incluso las venda a los seres humanos. Pero los verdaderos hechizos arcanos necesitaban tanto los conocimientos como la energa psquica, y los humanos no podan hacer eso.

Thea quera hacer un autntico hechizo. En primer lugar, pensamientos. Era bueno para cualquier encanto

de amor. Thea abri un bote y agit las flores secas prpuras y amarillas. Luego ech un puado en una bolsa de malla fina.

Qu ms? Ptalos de rosa se da por sentado. Ella abri una gran jarra de cermica que ola dulcemente y las aadi.

Manzanilla, s. Romero, s. Lavanda Quit el corcho de un pequeo frasco de esencia de lavanda. Podra utilizar algo de eso ahora mismo. Ella lo mezcl en su palma junto con una cucharadita de



aceite de jojoba, entonces extendi el lquido en su frente y en la parte de atrs de su cuello.

Sangre, fluye! Dolor de cabeza, vete! La tensin de su cuello empez a aliviarse casi instantneamente.

Respir profundamente y mir a su alrededor. Algunos huesos de la tierra ayudara. Cuarzo rosa tallado en

forma de corazn para la atraccin. Un trozo de mbar en bruto para el encanto. Ah, y aadi una piedra para el magnetismo y un par de pequeos granates para la pasin.

Estaba hecho. Maana por la maana se dara un bao, dejando que esta gigante bolsa de t se empapara de agua, mientras pona un crculo de velas de color rojo a su alrededor. Metera la potente mezcla, dejando que el olor de la misma, la esencia, se filtraran en su piel. Y cuando ella saliera, sera irresistible.

Ella estaba a punto de irse cuando una bolsa de cuero llam su atencin.

No. No eso, se dijo a s misma. Tienes una mezcla para promover el inters y el afecto. Es suficientemente fuerte como para que simplemente me escuche.

No quiero nada ms. Pero de todos modos cogi la suave bolsa. Abrindola, slo para

mirar dentro. Estaba llena de fichas de color marrn rojizo, cada una de pequeo

tamao, con olor aromtico a madera. Raz de Yemonja. Garantizada para atraer un corazn indispuesto.

Pero generalmente prohibido para las doncellas. Temerariamente, sin darse tiempo a pensarlo, Thea aadi una

media docena de fichas a su bolsa de malla. Luego puso la bolsa de cuero desgastado sobre su plataforma.

- Ya has terminado? -dijo una voz detrs de ella. Thea se gir. La abuela estaba a los pies de la estrecha escalera

que llevaba a la vivienda que haba encima de la tienda. - Uh, Qu? - Ella escondi la bolsa de malla detrs de su

espalda. - Tu especialidad. Hierbas, piedras, amuletos... Espero que no

vayas a ser una de esas nias que cantan. Odio esa horrible msica. Thea amaba la msica. De hecho, ella amaba todas las cosas

que haba mencionado la abuela - amaba los animales, incluso ms. Y



no haba lugar para los animales en la vida de las brujas, no desde que se haban proscrito durante la poca Quemada.

Podas usar trozos de animales, claro. Pata de lagartija y lengua de ruiseor... Blaise siempre trataba de hacerse con los animales de Thea para ese fin, y Thea siempre luchaba contra ella.

- No s, abuela. -dijo- Todava estoy pensando. - Bueno, tienes tiempo, pero no demasiado. - dijo su abuela,

caminando lentamente hacia ella. La cara de Harman Edgith era una masa de arrugas, estaba encorvada, y utilizaba dos bastones, pero que no tena mal aspecto para ser una mujer de ms de un centenar de aos que tena su propio negocio y tiranizaba cada bruja en el pas.

- Recuerda, tienes que tomar algunas decisiones al llegar a los dieciocho. Blaise y t sois las ltimas de nuestra lnea. Las dos ltimas descendientes directas de Hellewise. Esto significa que tenis responsabilidades - tenis que dar ejemplo.

- Lo s. A los dieciocho aos, ella tendra que decidir no slo su especialidad, sino tambin a qu Crculo se unira de por vida: Crepsculo o Medianoche. - Voy a pensar en ello, abuela. -prometi, poniendo su brazo libre alrededor de la anciana. Todava quedan seis meses.

La abuela acarici el cabello de Thea con una nervada y suave mano. Eso elimin los restos del dolor de cabeza de Thea. Todava sujetando la bolsa de malla detrs de la espalda, dijo, - Abuela? Ests realmente enfadada de tenernos aqu durante el ao escolar?

- Bueno, comis demasiado y dejis pelo en la ducha... Pero creo que podr soportarlo. La abuela sonri, y luego frunci el ceo. Siempre y cuando permanezcis tranquilas hasta final de mes.

All estaba de nuevo. - Pero qu pasa al final del mes? La abuela la mir. - Samhain, Por supuesto! La noche de

Hallow! - S eso. - dijo Thea. Incluso los seres humanos celebran Halloween.

Se preguntaba si la abuela iba a hacer uno de sus hechizos. - Samhain, y el Crculo Interior. - dijo la abuela abruptamente. -

Ellos han elegido el desierto para su ceremonia de este ao. - Por el desierto te refieres a aqu? El crculo interior va a venir

aqu? Madre Cibeles y Aradia y todos ellos?



- Todos ellos. - dijo la abuela. De repente sus arrugas parecieron sombras. - Y por el Aire y el Fuego, no quiero que venga solo para ver como hacis un desastre aqu Tengo una reputacin, sabes.

Thea asinti un poco mareada. Yo No es de extraar que estuvieras preocupada. No vamos a avergonzarte. Te lo prometo.

-Bien. Mientras Thea discretamente escondi como la bolsa de malla

debajo de su brazo y empez a subir por las escaleras, la anciana aadi.

- Ser mejor que pongas algo de pltano en la mezcla para unificarlo todo.

Thea not como se sonrojaba furiosamente. - Uh... Gracias, abuela -dijo, y se fue a buscar pltano.

Encima de la tienda haba dos dormitorios y una pequea cocina. La abuela ocupaba un dormitorio y Thea y Blaise compartan el otra. Tobas, Gran aprendiz, se haba quedado en al taller abajo.

Blaise estaba acostada en su cama, leyendo un grueso libro con una cubierta de color rojo. Poesa. A pesar de su carcter frvolo, no era estpida.

- Adivina qu. Le dijo Thea, y sin esperar a que Blaise lo adivinara, le dijo lo del Crculo Interior.

Ella miraba para ver si la noticia asustaba a Blaise o si, al menos, le hacan recapacitar en sus buenas intenciones. Pero Blaise slo bostez y se estir como un gato bien alimentado.

- Bien. Quizs podamos ver cmo convocan a los antepasados de nuevo. - Ella levant sus cejas de manera significativa hacia Thea. Hace dos aos, en Vermont, mientras que el mundo humano jugaba a truco o trato, se haban escondido detrs de los rboles de arce y haban espiado la convocatoria del Samhain. Haban visto a los ancianos usando la magia de Hcate, la bruja ms antigua de todas, la diosa de la luna y de la noche y de la hechicera, para traer a los espritus a travs del velo. Para Thea haba sido aterrador, pero emocionante, por Blaise slo emocionante.

Thea desisti en tratar de alarma a Blaise. Thea mir las tres flores azules con forma de estrella que tena en

la mano. Despus, una por una, se las comi.



- Ahora di Ego Borago guadia semper ago. le dijo Selene. - Quiere decir, Yo, la borraja, siempre tengo valor. Hechizo antiguo Romano.

- Thea murmur las palabras. Por segundo da consecutivo, fue al patio buscando a al chico con cabeza de arena por todas partes.

- Ve a por l, tigresa- dijo Blaise. Vivienne y Dani asintieron de forma alentadora. Thea agit sus hombros y comenz a atravesar la zona.

Tan pronto como Eric la vio venir, cambi su ruta. Idiota, Thea pens. No sabe lo que es bueno para . Tal vez

debera dejar que Blaise te tuviera. Pero ella lo sigui. l estaba de pie, justo pasados los edificios,

mirando en la distancia. Ella slo poda ver su perfil, que era bonito y limpio - de alguna manera solitario.

Thea trat saliva, todava con el gusto persistente dulce de las flores de la borraja. Qu iba a decir? Ella no estaba acostumbrada a hablar con los seres humanos-especialmente con los varones humanos.

Voy a decir Qu tal? pens que sera casual. Pero cuando abri su boca, lo que sali fue: - Lo siento.

Se dio vuelta de inmediato. Mir asustado. - Qu lo sientes? - S. Siento haber sido tan cruel. Por qu crees que te estaba

siguiendo? Eric parpade, y Thea pens que sus mejillas tenan un color

rosado bajo su bronceado. - Pens que estabas enfadada porque me qued mirndote. Yo estaba tratando de no hacerte enfadar ms.

- Me estas mirando? Thea not como se sonrojaba ligeramente. Como si las hierbas de su bao de vapor estuvieran recorriendo de su piel.

- Bueno, trat de no hacerlo. Creo que he conseguido mirarte una vez cada treinta segundos. Dijo seriamente.

Thea quera rerse. -Est bien. No me importa. - dijo. S, definitivamente podra oler la pocin de amor ahora. El embriagador perfume de flores de rosa y pensamientos, adems de la raz de yemonja.

Eric pareci tomarle la palabra, porque no paraba de mirarla. - Lo siento, he actuado como un idiota antes. Con la serpiente, me refiero. Realmente no trataba de flirtear.



Una alarma recorri a Thea. Ella no quera pensar en lo que haba sucedido en el desierto.

- S, bueno, lo s. - dijo. La miraba tan intensamente, con sus ojos de un verde tan profundo. Bueno, vers, la razn por la que quera hablar contigo es... Ya sabes, est el baile de este sbado. As que pens que quizs podramos ir juntos.

Record en el ltimo instante que en la sociedad humana eran los chicos los que invitaban a las chicas a los bailes. Tal vez haba sido demasiado directa.

Pero se vea bien, muy contento. - Ests bromeando! Es en serio? Iras conmigo?

Thea slo asinti. - Pero eso es fantstico. Quiero decir, gracias. Estaba como un

nio emocionado con un juguete. Luego su cara se nubl. - Se me haba olvidado, Le promet al Dr. Salinger - que es mi

jefe en el hospital de animales de compaa - que pasara la noche del sbado all. Desde la medianoche hasta las ocho. Alguien tiene que cuidar a los animales durante la noche, y el Dr. Salinger va a una conferencia fuera de la ciudad.

- No importa. -dijo Thea. Iremos al baile antes de la medianoche. - Ella se sinti aliviada. Esto significaba menos tiempo de juego delante de Blaise.

- Es una cita, entonces.- Todava se vea tan feliz. - Y, Thea? -Dijo el nombre tmidamente, casi con miedo de usarlo. - Quizs, quizs podramos hacer algo ms en algn momento. Quiero decir, que podramos salir, o podras venir a mi casa....

- Uh...- El olor a raz de yemonja la estaba mareando. Uh, bueno. Esta semana estoy tratando de ajustarme a la nueva escuela y todo eso. Tal vez ms tarde.

- Est bien. Hasta luego. - Su sonrisa fue inesperadamente sorprendente. Su rostro se transform, convirtiendo su dulce cara y su timidez en otra persona. - Si puedo ayudarte de alguna forma, slo tienes que pedirlo.

Bueno, l es guapo, Thea pens. Senta una especie de tirn en su interior, como cuando un pjaro est saliendo de un rbol. Ella no se haba dado cuenta de lo atractivo que era, o en cmo las grises motas de sus ojos parecan reflejar la luz del sol

No! Se dijo ella bruscamente. Esto son negocios, y l es un parsitos. Sinti un rubor de vergenza al usar esa palabra, incluso



solo de pensarla. Pero tena que hacer algo. Sin querer, se acerco a l, y estaba mirando en su cara. Ahora solo estaban a escasos centmetros uno del otro y estaba sintindose vertiginosa.

- Tengo que irme - wow. Te ver ms tarde. -murmur ella, y se oblig a retroceder. - Ms tarde. -dijo. Todava estaba brillando. Thea escap.

Mircoles, jueves y viernes, trat de hacer caso omiso de l. Evitarle en los pasillos, fingiendo que estaba lo ms ocupada posible. Pareca entenderlo, y no la persigui. Ella slo deseaba que no pareciera tan de ensueo y feliz todo el tiempo.

Y luego estaba Blaise. Blaise ya tena un par de fornidos jugadores de ftbol que la seguan por todas partes, Duane y Buck - pero ninguno de ellos estaba invitado al baile. Blaise tena un mtodo nico de eleccin de pareja. Les deca a todos que se fueran.

- No me quieres. - Le dijo a una bello asitico-americano que llevaba un pendiente.

Era la hora del almuerzo del jueves, las brujas tena una mesa entera para ellas solas: Vivienne y Selene con Blaise a un lado; Thea con Dani en el otra. El chico hermoso tena una rodilla sobre la silla y se vea nervioso.

- No te puedes permitir estar conmigo, Kevin. Te arruinara. Ser mejor que te marches. Dijo Blaise, mientras le miraba con sus grises ojos.

Kevin se gir. - Pero yo soy rico. -Dijo que simplemente, sin afectacin.

- No estoy hablando de dinero. -dijo Blaise. Ella le dedic una sonrisa. - Y de todos modos, no creo que ests realmente interesado.

- Ests bromeando? Estoy loco por ti. Cada vez que te veo... no s, me vuelvo loco.

l mir a las dems chicas y Thea saba que l estaba incmodo de tener una audiencia. Incmodo, pero no lo suficiente como para dejar de hablar. Hara cualquier cosa por ti.

- No, no lo creo. - Blaise jugaba con un anillo en su dedo ndice izquierdo.

- Qu es eso? - Vivienne interrumpi indiferentemente. - Hm? Oh, slo un pequeo diamante. - dijo Blaise. Extendi su

mano y la luz se reflej. Stuart Mac-Ready me lo dio esta maana.



Kevin se movi de nuevo. - Puedo comprarte docenas de anillos.

Thea senta pena por l. l pareca un chico bien, y haba odo que quera ser msico. Pero ella saba por experiencia que no servira de nada bueno decirle que se fuera de aqu. Es slo lo hara ms tenaz.

- Pero no quiero un anillo tuyo. - dijo Blaise con una suave voz. Stuart me lo dio a m, porque era el nico recuerdo que tena de su mam. Significaba todo para l, as que quera que yo lo tuviera.

- Me gustara hacer lo mismo. - dijo Kevin. Blaise slo sacudi la cabeza. - No lo creo. - S, quiero. - No. Lo que ms significa para ti es tu coche, y nunca renunciaras

a eso. Thea haba visto el coche. Se trataba de un Porsche de color

gris plateado. Kevin siempre lo limpiaba con una gamuza en el estacionamiento de la escuela cada maana.

Ahora Kevin la mir confundido. Pero el coche no es realmente mo. Pertenece a mis padres. Slo me dejan usarlo.

Blaise asinti con comprensin. - Ves? Te dije que no lo haras. Ahora, Por qu no te vas como un buen chico?

Kevin pareci colapsar internamente. l miraba Blaise rogando, sin hacer un movimiento para irse. Por ltimo, Blaise inclin la cabeza hacia los jugadores de ftbol.

- Vamos, hombre. Un jugado- Thea pensaba que era Duane- tom a Kevin y se lo llev por los hombro. Kevin sigui mirndola.

Blaise agit sus dedos bruscamente. Selene ech para atrs su plido cabello. - Piensas que te dar

el coche? - Bueno... - Blaise sonri. Digamos que creo que tendremos

un modo de transporte para ir al baile. Por supuesto, todava no estoy segura de a quin voy a llevar

Thea se levant. Dani haba permanecido en silencio durante toda la comida, y ahora ella estaba mirando a Blaise, sus aterciopelados ojos oscuros medio horrorizados y medio admirndola.

- Me marcho. - Dijo Thea significativamente, y se sinti aliviada cuando Dani dej de mirar a Blaise y se puso de pie.



- Ah, por cierto. - dijo Blaise, recogiendo su mochila. - Se me olvid darte esto. Le entreg a Thea un pequeo frasco, del tamao de las muestras de perfume de regalo.

- Para qu es esto? - Para el baile. Ya sabes, para meter dentro la sangre del chico.



Captulo 5

Traduccin Lizbeth y Beleth

Qu?- Dijo Thea. Esto era algo sobre lo que poda hablar. -Blaise, ests loca? -Espero que no ests diciendo que no quieres hacer hechizos.-Dijo Blaise peligrosamente. - Es parte de ello, lo sabes.

-Lo que estoy diciendo es que no hay forma de que podamos conseguir suficiente sangre para llenar esto sin que ellos lo noten. Qu les vamos a decir? Solo quiero que lo tengas en mente.

-Utiliza tu ingenio. - Vivienne dijo musicalmente, jugando con un mechn de cabello oro rojizo con sus dedos.

- En cualquier caso siempre podramos utilizar la copa de Lethe. - Blaise aadi tranquilamente. - Despus no importa lo que hagamos, no lo recordaran.

Thea casi se cay. Lo que Blaise sugera era como usar una bomba nuclear para matar una mosca. Ests loca.- Dijo ella calladamente. -Sabes que las novatas no tienen permitido usar ese tipo de hechizos, y probablemente no seamos siquiera capaces de utilizarlos cuando seamos mayores, y probablemente no cuando seamos brujas del todo. Esas cosas son para los ancianos.- Ella mir a Blaise hasta que sus grises ojos desistieron.

-Yo no creo en clasificar algunos hechizos como prohibidos.- Dijo Blaise altivamente. Pero no mir a Thea y ella no sigui con el tema.

Cuando ella y Dani se fueron del patio, Thea not que Dani haba cogido uno de los pequeos frascos.

-Vas al baile?



- Supongo que s.- Dani se encogi de hombros. -John Finkelstein, de nuestra clase de literatura del mundo, me lo pregunt hace un par de semanas. Nunca he ido a uno de estos bailes, pero tal vez este sea el momento para comenzar.

-Qu quieres decir con eso?- Thea se sinti intranquila. -Ests planeando hechizarlo?

-Te refieres a esto?- Ella retorci el frasco entre sus dedos. No lo s. Creo que solo lo har en caso de que...- Mir a Thea a la defensiva. Cogiste uno para Eric.

Thea dud. Ella no haba hablado con Dani acerca de Eric todava. Por una parte ella quera hacerlo pero por otra estaba asustada. De todas formas, Qu pensaba Dani de los desconocidos?

- Despus de todo.- Dani dijo con su expresin dulce y tranquila -Solo son humanos.

El sbado por la noche Thea sac un vestido de su armario. Era de color verde plido. Tanto que casi pareca blanco y de diseo griego. Las ropas de las brujas tenan que sentirse y verse bien, y este vestido era suave y ligero, se arremolinaba bellamente cuando se daba vuelta.

Blaise no llevaba vestido. Ella llevaba un tarje. Llevaba una corbata roja y una faja y le quedaba perfecto.

Este era probablemente el nico baile de la historia donde la chica ms popular pudiera llevar eso, pens Thea.

Eric lleg a tiempo. Llam a la puerta delantera de la tienda, la puerta que solo los extraos utilizan. Las personas de la noche iban por detrs, por una puerta que no estaba marcada excepto por lo que pareca un graffiti- pintado con spray de una dalia negra.

Vale, pens Thea. Respir hondo antes de abrir y dejarle entrar. Son negocios, negocios, negocios... Pero el primer momento no fue tan incmodo como ella pensaba

que sera. El sonri y le entreg un ramo de orqudeas blancas. Ella sonri y lo cogi. Despus dijo- Te ves bien.

Su traje era de un color marrn plido, amplio y pareca cmodo.

-Yo? T te ves bien. Quiero decir. te ves estupenda. Ese color hace que tu cabello parezca dorado.- Luego hizo una reverencia disculpndose. Me temo que no voy a muchos bailes.



- No?- Ella haba estado escuchando a las chicas hablar de l en la escuela. Pareca como si a todo el mundo le agradase, como si quisieran estar ms cerca de l.

-No, normalmente estoy bastante ocupado. Ya sabes, trabajando haciendo deporte.- aadi ms suavemente -Y lo paso mal pensando en qu voy a decir cuando estoy cerca de una chica.

Gracioso, nunca pareces tener problemas a m alrededor para hablarme, pens Thea. Le vio mirando con mucha atencin la tienda.

- Es la tienda de mi abuela. Ella vende todo tipo de cosas, de todo el mundo.- Ella lo miro ms de cerca. Esta era una prueba importante. Si l un humano - crea en estas cosas, podra ser un geek de la nueva era o acercarse peligrosamente a la verdad.

- Es interesante. - Dijo l, y ella estaba feliz de ver que menta. Quiero decir - Dijo l, obviamente luchando por encontrar una forma amable para elogiar las muecas vud y vasos de cristal, -Creo que las personas, al cambiar su estado mental, pueden afectar a sus cuerpos.

No sabes lo cerca que ests de la verdad, Pens Thea. Hubo un sonido de tacones sobre la madera, y Blaise baj las

escaleras. Sus zapatos aparecieron primero, luego sus piernas dentro del pantaln y luego todas sus curvas, enfatizadas aqu y all con una brillante seda roja. Finalmente se vieron sus hombros y su cabeza, su cabello agitndose, enmarcando su cara como rulos oscuros.

Thea mir de reojo a Eric. l le sonrea a Blaise, pero no de forma embobada, de la forma

en que otros chico sonrean. La suya solo era una sonrisa de cortesa. - Hola, Blaise.- Dijo l. -Vas al baile? Nosotros podemos llevarte

si lo necesitas. Blaise se detuvo en seco. Entonces ella le dedic una mirada

abrasadora. Gracias, tengo mi propia cita. Voy a buscarle ahora. De camino hacia la puerta, ella mir fijamente a Thea. Tienes

todo lo que necesitas para esta noche, verdad? El frasco estaba en el plido monedero verde de Thea. Thea todava

no saba cmo iba a llenarlo, pero afirm con la cabeza levemente. - Bien.- Blaise se desliz hacia afuera y entr en un Porche gris

plateado que estaba estacionado en la calle. El coche de Kevin. Pero, por lo que Thea saba, ella no iba a recoger a Kevin.

- Creo que se ha enfadado conmigo.- Eric dijo.



- No te preocupes. A Blaise le gusta estar enfadada. Nos deberamos irnos ya?

Negocios, negocios, negocios, Thea se dijo a s misma mientras caminaban hacia la cafetera de la escuela. sta haba sido completamente transformada para el baile. Las luces y la msica eran extraamente emocionantes y el torbellino de colores en la pista de baile era extraamente acogedor.

No estoy aqu para divertirme, Thea se dijo a s misma otra vez. Pero su sangre pareca estar brillando. Ella mir a Eric mirarla de forma conspiradora y ella casi pudo sentir que l estaba sintiendo como si fueran dos nios cogidos de la mano a la entrada de un increble carnaval.

-Uh, Debera decirte algo.- Eric dijo. No s bailar nada excepto canciones lentas.

Oh, genial. Pero por supuesto por eso era por lo que ella estaba aqu. Para hacer un espectculo romntico con Eric para Blaise.

Una cancin lenta estaba comenzando justo en ese momento. Thea cerr sus ojos brevemente y se resign al destino - el cual no pareca tan malo mientras ella y Eric caminaban hacia la pista.

Terpscore, Musa del Baile, aydame a no quedar como una tonta. Ella nunca haba estado tan cerca de un chico humano, y ella nunca haba intentado bailar msica humana. Pero Eric no pareca percatarse de su falta de experiencia.

- Sabes no puedo creerme esto.- Dijo l. Sus brazos estaban alrededor de ella suavemente, casi reverentemente. Como si tuviera miedo de que ella se rompiese si la sostena muy fuerte.

-Qu no te puedes creer? - Bueno. ...- El sacudi su cabeza. Todo, creo. Que est aqu

contigo. Y que todo sea tan sencillo. Y que t siempre huelas bien. Thea se ri a pesar de todo. Esta vez no me he yemonja.- Ella

empez y casi se mordi la lengua despus. La adrenalina la atraves como una ola provocando un doloroso hormigueo.

Estaba loca? Estaba balbuceando los ingredientes de los hechizos, por el bien de la tierra. Con l era muy fcil hablar, se era el problema. Demasiado a menudo se olvidaba que l no era brujo.

-Ests bien?- Dijo l mientras su silencio se alargaba. Su tono denotaba preocupacin.



No, no estoy bien. Tengo a Blaise de un lado y a las leyes del Mundo de la Noche por otro. Y los dos me vigilan. Y no s si mereces la pena

-Puedo preguntarte algo?- Dijo ella abruptamente. -Por qu me apartaste del camino de esa serpiente?

-Eh? Estaba a punto de atacar. Te pudo haber mordido. -Pero tambin te pudo haber mordido a ti.- Lo cual sucedi. El frunci el ceo como si estuviese afectado por uno de esos

misterios insolubles de la vida. S. ... pero no pareca tan malo de todas formas. Supongo que eso suena estpido.

Thea no saba cmo responder a eso. Y de repente se encontraba ante un terrible dilema. Su cuerpo pareca querer que ella acomodara su cabeza sobre el hombro de Eric, pero su mente estaba gritando alarmada por ese pensamiento.

Justo despus ella escuch un gritero de voces al final de la pista.

- Aprtate de mi camino.- Deca un chico con una chaqueta azul. Ella me ha sonredo a m, y voy a ir hasta ella.

-Era a m a quien sonrea, idiota.- un chico en una chaqueta gris le contest As que aljate y djame ir.

Improperios. Era a m, y mejor ser que te quites de mi camino.- Ms improperios. Era a m, y mejor te vas t.

Una lucha comenz. Los vigilantes llegaron corriendo. Adivina quien est aqu? Thea se pregunt a s misma. Ella no

tuvo problema alguno en localizar a Blaise. El traje rojo estaba rodeado por un anillo de chicas abandonadas y enojadas.

-Tal vez deberamos acercarnos para saludar.- Thea Dijo. Ella quera advertirle a Blaise sobre lo de comenzar un alboroto.

- Vale. Ella es muy popular, no es as? Ellos consiguieron atravesar el cerco de multitud. Blaise estaba

en su elemento, glorificada en la adulacin y la confusin. - Esper durante una hora y media pero t nunca llegaste.- un

Kevin muy plido le estaba diciendo. El llevaba una camisa blanca de seda inmaculada y unos exquisitos pantalones negros a medida. Sus ojos parecan huecos.

-Tal vez me diste la direccin incorrecta.- Blaise dijo pensativa. No pude encontrar tu casa.- Ella tena su mano alrededor del brazo de un chico muy alto con cabello rubio que le llegaba hasta los hombros,



se vea como si se ejercitara cuatro o cinco horas al da. De todas formas, Quieres bailar?

Kevin mir al chico rubio, quien lo mir impasible, el apret su mandbula.

-Que no te importe Sergio. - Blaise dijo. l solo me estaba acompaando. No quieres bailar?

Kevin baj la vista. Bueno si. Por supuesto que quiero. ... Mientras Blaise se librara de Sergio, Thea se acerc. Ser mejor

que no hagas nada muy pblico.- Ella escupi en el odo de su prima. Ya ha habido una pelea.

Blaise solo le dedic una mirada divertida y cogi el brazo de Kevin.

Casi todos los chicos la siguieron, y con eso la multitud se fue, Thea vio a Dani en una pequea mesa. Ella llevaba un vestido dorado brillante y estaba sola.

-Vamos a sentarnos.- Eric dijo antes de que Thea pudiera emitir una palabra. Ella le miro agradecida.

-Donde est John?- Thea pregunt mientras llevaban sillas a la mesa.

Dani asinti hacia el grupo que segua a Blaise. - No me importa. Dijo ella, dando vueltas a un vaso de ponche

filosficamente. l es algo aburrido. No s nada de todo esto del baile.

Thea saba que ella deca que eran diferentes a los bailes del Crculo.

Donde todos estaban en armona y no haba nadie sin pareja. Tu bailas con los elementos y con todo el mundo, todo es un gran conjunto interconectado.

Eric se ofreci a ir a buscar ms ponche. -Cmo te va con l?- Dani pregunt en voz baja cuando l se

fue. Sus oscuros ojos miraron los de Thea con curiosidad. -Todo va bien hasta ahora.- Thea dijo evasivamente. Luego mir

hacia la pista de baile. veo que Viv y Selene estn all. -S. Creo que Vivienne ya tiene su sangre. Ella apual a Tyrone

con un pin de su corset. -Que inteligente.- Thea dijo. Vivienne tena un vestido negro que

haca que su cabello pareciera estar en llamas, y Selene tena uno



de color morado oscuro que haca destacar lo rubia que era. Las dos parecan estar pasando en grande.

Dani bostez. Creo que probablemente me marche temprano a casa.- Ella comenz, y luego se detuvo.

Un tipo de disturbio haba comenzado al otro lado de la sala, en frente de la entrada principal. La gente estaba peleando. Primero, Thea pens que era solo otro alboroto por Blaise - pero despus una figura apareci bajo de las luces de la pista de baile.

-Quiero saber - la voz dijo en tonos disonantes que sonaron sobre la msica. Quiero sabeeeer

La banda se detuvo. Las personas se dieron vuelta. Algo en esa voz les oblig a hacerlo. Era tan obviamente anormal, incluso anormal para alguien que estuviese borracho. Este era alguien que estaba loco.

Thea se levant. -Quiero sabeeeer.- La figura dijo de nuevo, sonando perdida y

petulante. Luego se volteo y Thea sinti hielo recorrer su espalda. La persona llevaba una mscara de Halloween. Una mscara de plstico de nio que mostraba un jugador

de football, del tipo de las que se sostiene con una goma elstica. Perfectamente apropiada para un baile de Halloween. Pero para uno de una fiesta era grotesco.

Oh, Eileithyia, pens Thea. -Puedes decrmelo?- la figura le pregunt a una pequea nia

que estaba en la parte trasera. Ella se echo hacia atrs, alcanzando a su pareja de baile.

El Sr. Adkins, el profesor de fsica de Thea, vino corriendo, su corbata aleteando. Ninguno de los dems vigilantes pareca estar cerca-probablemente porque estaban en algn lugar tratando de controlar las peleas por Blaise, Thea pens.

- Vale, tranquilicmonos; tranquilos. - El Sr. Adkins dijo, haciendo gestos como si la figura fuera un estudiante rebelde. - Vamos a tomarlo con calma...

El chico en la mscara de Halloween sac algo de su chaqueta. Brill como un arco iris bajo la luz de la pista de baile, reflejando como un espejo.

- Una navaja de afeitar. - Dani dijo en un tono de voz bajo. Dios mo, de dnde habr sacado eso?



Algo sobre el arma - tal vez el hecho de que eso era muy extraa, antigua lo haca parecer ms peligroso que un cuchillo. Thea se imagin la manera en que la navaja podra cortar la piel.

El Sr. Adkins estaba retrocediendo, sus brazos hacia fuera tratando de proteger a los estudiantes que haba detrs de l. Sus ojos eran de susto.

Tengo que parar esto, Thea pens. El problema era que ella no tena ni idea de cmo. Si hubiera sido un animal, ella podra haberse acercado y tratar de controlar su mente. Pero ella no poda controlar la de una persona.

Ella empez a caminar hacia all, lentamente, para no atraer la atencin. Lleg al borde de la multitud en la pista de baile hasta que estuvo cerca del hombre de la mscara.

Quien ahora haba cambiado a una nueva pregunta. La habis visto?- dijo l. Segua preguntando mientras caminaba, y las personas seguan retrocediendo, Vivienne y Selene se colocaron a cada lado de sus citas. La navaja brill.

Thea mir hacia el lado contrario de la pista de baile, donde Blaise estaba parada con Kevin Imamura.

Sin un Buck o Duane para protegerla. Pero Blaise tampoco pareca estar asustada. Esto era tpico de Blaise - ella tena mucho coraje. Tena una mano sobre su cadera y Thea poda notar que ella saba exactamente quien vena hacia ella.

Entre las parejas movindose, Thea se dio cuenta de algo ms. Eric estaba del otro lado de la pista, sosteniendo tres vasos de ponche con ambas manos. El le segua el paso al hombre de la mscara, igual que ella.

Ella trato de captar su mirada, pero la multitud era demasiado abundante.

-La habis visto?- el hombre de la mscara le pregunt a una pareja que estaba justo en frente de Blaise. Quiero sabeeeer.

La pareja se separ como un grupo de bolos. Blaise qued expuesta, alta y elegante con su traje negro, las luces brillando sobre su cabello oscuro.

-Aqu estoy, Randy.- Dijo ella. -Qu es lo que quieres saber? Randy Marik se detuvo, jadeante. Su aliento hizo un bufido contra

el plstico. El resto de la gigantesca sala estaba en silencio.



Thea se acerc, caminando silenciosamente. Eric empujaba desde el otro lado, y la vio por primera vez. El sacudi su cabeza hacia ella y articul en silencio.- Mantente alejada.

Si, y tu vas a hacerle frente al tipo armado con tres vasos de ponche. Ella le mir y dijo - Mantente alejado t.

La mano de Randy estaba temblando, haciendo que la navaja brillara. Su pecho estaba agitndose.

- Qu pasa, Randy?- Blaise dijo. Toc con impaciencia el suelo con la puta del zapato de tacn alto.

-Me siento mal.- Randy dijo. Era casi una mueca. De repente su cabeza no pareca estar bien conectada a su cuello. Te echo de menos.

Su voz hizo que la piel de Thea se encrespara. El sonaba como una persona con el cuerpo de un chico de dieciocho aos y la mente de un nio de ocho.

-Lloro todo el tiempo. - l dijo. Con su mano izquierda, el se quito la mscara de Halloween.

Kevin retrocedi. Thea sinti una ola de terror. El estaba llorando sangre. Sangrientas lgrimas salieron

corriendo desde cada uno de sus ojos, confundindose con las lgrimas normales.

Un hechizo? Thea se pregunt. Ella pens que no; se haba cortado a s mismo.

Eso era. El se haba hecho dos incisiones de forma creciente debajo de sus ojos y la sangre emanaba de ellas.

El resto de su cara tambin se vea horrible. El estaba tan blanco como un cadver y tena una descuidada barba de tres das. Sus ojos se vean salvajes. Y su cabello, que siempre haba sido un sedoso rubio, estaba aplastado sobre su cabeza.

-Has recorrido todo el camino hasta aqu desde New Hampshire solo para decirme eso?- Blaise dijo. Ella puso sus ojos en blanco.

Randy dej escapar un sollozo. Esto pareci envalentonar a Kevin. Mira to, yo no s quin eres,

pero ser mejor que te alejes de ella. Dijo l - Por qu no te vas a casa y te limpias un poco?

Eso fue un error. Los salvajes ojos que haba sobre las mejillas manchadas de sangre se enfocaron en el.



-Tu quin eres?- Randy dijo pesadamente, avanzando un paso. -Quin eres t?

-Kevin, muvete!- Thea dijo rpidamente. Ya era demasiado tarde. La mano con la navaja hizo un destello,

una luz rpida. Sangre brot de la cara de Kevin.



Captulo 6

Traduccin Lizbeth y Beleth.

K evin grit, tocndose con una mano su mejilla. - Me ha cortado Este individuo me ha cortado! - La sangre recorri sus dedos. Randy levant la cuchilla otra vez. Thea extenda su mente. No llegaba. Ella salt. Era totalmente

instintivo; la asustaron a muerte, y todo lo que ella poda pensar era en que l iba a matar a Kevin, y quiz tambin a Blaise.

Ella capt algo. Dolor, pena y furia parecan brotar a su alrededor como un babuino en una jaula. Ella podra contenerlo por un instante solamente, pero en ese momento Eric lanz dos tazas de ponche sobre la cara de Randy. Randy grit y se apart de Kevin, hacia Eric.

Thea sinti una oleada del terror puro. Randy atac radicalmente con la maquinilla de afeitar, pero Eric era rpido; l salt para retirarse de su camino, consiguiendo aparecer detrs de Randy. Randy se gir y atac de nuevo. Hacan un baile macabro, dando vueltas.

Thea senta como si el miedo serpenteara fuerte en su interior con cada vuelta. Pero Eric se mantuvo apartado de la maquinilla de afeitar que destellaba hasta que un movimiento rpido en la pista de baile capt su atencin. Era el Sr. Adkins y otros dos profesores. Agarraron a Randy y hubo mucha confusin. Cuando terminaron, Randy estaba en el suelo.

Las sirenas sonaban afuera, cada vez ms cerca. Eric camin lejos del montn.

Respirando con dificultar, mir a Thea. Ella cabece mostrando que estaba bien, despus cerr sus ojos.

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