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    BOLVAR Y PETINUNA AMISTAD PARALA INMMORTALIDAD

    Apenas tiene Bolvar nueve das en Hait cuando

    se efectu su primera entrevista con Petin el 2

    de enero de 1816, lo que nos lleva a pensar que

    tambin el presidente haitiano senta el mismo inters por

    conocerle. Esta primera entrevista fue corta. Las impresiones

    de ella las plasm el Libertador en una carta para el marino

    curazoleo Luis Brin, fechada el mismo da, sealando que

    la visita a Petin le ha resultado muy agradable, y que el pre-

    sidente le ha parecido, como a todos, muy bien. Su fisono-

    ma anuncia su carcter y ste es tan benvolo, como cono-

    cido. Bolvar dice esperar por Petin mucho de su amor por

    la libertad y la justicia. Y no se engaaba. Petin demostrar

    a lo largo de todo el ao 1816, ms amor por la libertad y la

    justicia de la Amrica del Sur, que ningn otro americano.

    La amistad entre Bolvar y Petin no ataa solo al

    tema poltico o militar, sino que trascenda a lo personal.

    El presidente de Hait tena un estado de salud preocupan-

    te, puesto que presentaba fuertes crisis de reumatismo.

    Enterado Bolvar de esta situacin, comision al doctor

    Francisco Antonio Zea para ayudar a disminuir los males

    que aquejaban su enfermedad. Zea posea conocimientos

    de botnica y conoca el secreto de las plantas medicina-

    les, as que prepar unas botellas que contenan un elixir

    medicinal. Bolvar inmediatamente enva la medicina a su

    protector y no duda para escribirle lo siguiente:

    Nuestro botnico Zea, prepara para V. E. las semillasde flores y plantas, con una descripcin de su cultivo;como sta no se ha puesto en limpio todava, me privodel placer de remitrsela con el dragn que lleva estacarta a V. E., pero me apresuro a enviarle las botellas deespecficos contra el reumatismo. Si estuvieran llenasde los sentimientos de mi corazn, no le daran la salud,sino la inmortalidad que espera a V. E.

    29 de enero de 1816

    EN MEDIO DE LA DERROTALA AMISTAD SE IMPONE

    Tras el desastre de Ocumare, donde ca

    de la vida, Bolvar se dirige a Giria y al

    autoridad desconocida, regresa nuevam

    Hait. La respuesta del presidente Petin

    situacin es la ms benvola y favorable

    muestra una actitud comprensiva ante las

    tas sufridas por Bolvar y le invita a tener

    conferencias a fin de concretar planes: As

    hace saber:

    As, en las grandes como en las peq

    empresas, una fatalidad inexplicable se

    regularmente a las ms sabias combi

    nes de donde proceden reveses impre

    que burlan toda precaucin y destruy

    planes mejor combinados.

    V. E. acaba de experimentar esta d

    triste verdad. Pero, si la fortuna inconsta

    burlado por segunda vez las esperanzas

    E., en la tercera puede serle favorable: y

    menos tengo este presentimiento, y si yo

    en algn modo disminuir la pena y sentim

    de V. E., puede desde luego contar con c

    consuelo que de m dependa. En conse

    cia, ruego a V. E. venga a este puerto dond

    dremos algunas conferencias particulare

    El Libertador obtuvo del presidente

    los recursos que necesitaba para emp

    una nueva expedicin a Venezuela. Es

    zarpara del puerto haitiano de Jacmel, e

    diciembre de 1816. Tal y como lo presag

    tin, la suerte fue ms favorable para Bol

    esta segunda expedicin. Nunca volver

    Hait. Pero tampoco olvidara nunca la a

    dispensada por Petin.

    EXPEDICIN DE LOS CAYOSUN BICENTENARIO NUESTROAMERICANVENEZUELA LE RINDEHOMENAJE A HAIT POREL APOYO QUE LE ASEGURSU LIBERTAD

    Cuando todo pareca perdido para la causa in-

    dependentista de Nuestra Amrica, el pueblo

    haitiano respondi con su valioso apoyo a los

    patriotas venezolanos, permitiendo organizar en

    la isla, dos expediciones navales para retornar

    a nuestro territorio en 1816. La primera de estas

    expediciones zarp del puerto de Los Cayos, el

    31 de marzo, y si bien no arroj los resultados

    ms favorables para el Libertador, permiti gran-

    des ventajas para los patriotas en Venezuela: El

    acuerdo de la jefatura suprema de Simn Bol-

    var, la liberacin de la parte norte del oriente y,

    un ao despus, la liberacin de Guayana. Este

    ltimo logro, permiti, desde Angostura, empren-

    der la campaa militar que llevaran a la libera-

    cin de la Nueva Granada en 1819, y la de Vene-

    zuela en 1821.

    En fin, nada nos aleja de la verdad histrica,

    cuando admitimos, que si los patriotas pudieron

    vencer a los espaoles a partir de 1817 hasta al-

    canzar la independencia definitiva, fue gracias a

    la ayuda haitiana, en especial, a la de su valiente

    presidente Alejandro Petin, con lo cual queda-

    ra reflejado el importante papel que desempe

    Hait en nuestra gesta heroica.

    Al conmemorar el bicentenario de ese im-

    portante acontecimiento, los venezolanos y ve-

    nezolanas rendimos tributo al pueblo de Hait, a

    la memoria de todos los hombres y mujeres que

    llegados con Bolvar en aquella expedicin co-

    laboraron con nuestra independencia, teniendo

    confianza en que hoy, la hermandad nuestrame-

    ricana se mantiene ms viva que nunca.

    Los Cayos de San Luis. En: Rafer, M. Memoirs o Gregor Mc Gregor comprising a sketch o the... London, J.J. Stockda

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    EXPEDICIN DE LOS C2MARZO 2016

    EN LOS CAYOSSE OBSERVABAUN CONSIDERABLEGRADO DEURBANIDAD

    En su biografa de GregorMac Gregor, el oficial ingls

    Michael Rafter, quien estu-vo en Hait para la poca, dejuna descripcin de la ciudad deLos Cayos:

    Las calles estn trazadas de ma-nera irregular y las casas en sugeneralidad son de madera, loque es este clima es considera-blemente ms saludable que el

    ladrillo y la piedra, debido a la hu-medad de la estacin lluviosa. El

    poblado est situado en un vallefrtil, aunque mal cultivado, que seextiende hasta las faldas de unamagnfica y alta serrana que en

    su cumbre ostenta gran variedadde grandes y bellsimos rboles y

    plantas, y se encuentran cultivosy estancias residenciales. Estasmajestuosas colinas sumamente

    pintorescas bajan gradualmen-te hasta el mar y forman un grananfiteatro de alrededor de treintamillas, en cuyo centro est encla-vada la poblacin. Sus plazas ybalcones se reflejan en el agua ycontribuyen al mayor realce de labelleza del paisaje. Los Cayos tie-nen una poblacin de alrededorde 5.000 habitantes consistentesde negros y mulatos, unos pocosingleses, franceses y mercaderesespaoles, que son todos resi-dentes temporales. El idioma, losmodales y las costumbres sonfrancesas y conservan un consi-derable grado de urbanidad, queen aos anteriores podan fcil-mente rivalizar con el refinamiento

    y la elegancia que se encontrabaen la metrpoli.

    Citado por Pal Verna. Petin y Bolvar.Caracas, Ediciones de la Presidencia

    de la Repblica, 1980, p.158.

    PETIN: EL GENERALDE LA BONDAD

    El general Alejandro Petinfigura entre los personajesms relevantes de la Expe-

    dicin de Los Cayos, una inves-tigacin sobre este tema queda-ra incompleta si no incorporalos rasgos biogrficos de estegeneral haitiano, quien fallecien 1818. Por eso, presentamos

    esta breve resea sobre su vida,tomada del libro del historiadorPaul Verna, Petin y Bolvar.

    Petin haba nacido en PuertoPrncipe, el 2 de abril de 1770.Contaba 46 aos cuando Bo-

    lvar lleg a la capital haitia-na. Hijo de un colono francs,

    Alexandre Sabes y de una ne-gra libre, habra preferido llevarel apellido de su madre: Petin.Muy joven se distingui comobuen artil lero. Le gustaba la pro-fesin de las armas que alterna-ba con la de orfebre. Tom par-te en los primeros movimientosde la gente de color contra loscolonos y luego se destac al

    lado del general Rigaud, en laguerra que opusiera ste al ge-neral Toussaint Louverture. Ven-cido Rigaud, Petin se embar-c para Francia y aprovech la

    permanencia en ese pas paracompletar su educacin militar.Volvi a Saint Domingue con laformidable expedicin de Le-clerc, enviada por Napolen.Pero, en 1802, se dio cuenta deque lo nico que se propona

    el Primer Cnsul era el resta-blecimiento de la esclavitud en

    la isla. Se uni a Dessalines y alos dems jefes guerrilleros conel fin de empezar la guerra de

    la independencia. Fue uno delos signatarios del Acta de In-dependencia y, en 1807, elegido

    por el Senado, sucedi a Des-salines. Estableci la Repblicaen la parte meridional de Haite hizo aplicar la Primera Cons-titucin Republicana de Hait.Ms que como militar, Petin esconocido por su ideal civilista

    y democrtico y especialmen-te por su bondad. Accesible atodos, sencillo, amigo de loshumildes, Petin era muy que-rido por su pueblo. Uno de sus

    primeros actos como jefe deEstado haba sido ofrecer pro-teccin y libertad a todos losesclavos fugitivos de las colo-nias vecinas y combatir tan de-testable institucin que florecaan en el Caribe.

    Pal Verna. Petin y Bolvar.Caracas,Ediciones de la Presidencia

    HAIT TENA TRESGOBIERNOS CUANLOS PATRIOTASARRIBARON A SUCOSTAS

    Cuando llegaron Bolvemigrados de Carta

    Hait, esta pequeacaribea se encontraba divtres gobiernos separadoscuales el ms republicanode Alejandro Petin, quienres auxilios prest a la cala libertad americana. El hdor bolivariano Vicente Lnos describe la situacin de la antigua colonia francellegada de los emigrados.

    En el ao de 1816 este[Hait] se hallaba divididtres estados independiPetin, antiguo corifeo d

    moderados, era jefe del eprincipal y de la capitalau-Prince, pero no habado someter ni a la Grand gobernada por Gomn, nitado del Cabo Haitiano r

    por el enrgico Christophel ttulo de Henri I.

    Las naciones no habaconocido la independencHait, y menos la Francsuelta a no renunciar sus chos. El emperador Napenvi en 1810 una escuaagentes encargados de con Petin, pero insistiendhaitianos en la independno se lleg a ningn resuUna asamblea convocadPetin en 1814, rechaz la

    posiciones de Luis XVIII, tras Christophe haca fusagente enviado a su correstauracin de los Borbdespus de los cien das

    paz de Europa, aumentatemor de una expedicincesa: bajo estas impresse hallaba el pas cuandgaron a Los Cayos de San

    primero el Libertador, y pdas despus, los fugitivCartagena.

    Lecuna, Vicente. Crnica razlas guerra de Bolvar.Tomo I, Fundacin Vicente Lecuna, 196

    J. Frigend, General Alejandro Petion, 1883.Coleccin Palacio Federal Legislativo, Asamblea Nacional. Fotgrao: Alredo Padrn.

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    UN BICENTENARIO NUESTROAMERICANO MARZO 2

    EN MEDIO DEDISCORDIAS BOLVARSE AFIANZA COMOJEFE SUPREMO

    E

    ntre los obstculos ms difciles

    sorteados por el Libertador en

    Hait, la desunin entre los oficia-

    les patriotas figura como uno de los prin-cipales. Entre peleas y desafos a duelos,

    las ambiciones y los intereses particula-

    res queran imponerse para impedir la

    expedicin. Por suerte, bajo la interven-

    cin de las autoridades haitianas estos

    enfrentamientos lograron prevenirse.

    Cuando, luego de entrevistarse

    con Petin en Puerto Prncipe, Bol-

    var regres a Los Cayos, se encontr

    con un ambiente tenso debido a las

    posturas de algunos emigrados. Algu-

    nos queran ser jefes. Otros, como los

    franceses Luis Aury y Pedro Labatut,

    organizaban sus propios proyectos ex-

    pedicionarios, el primero hacia Mxico

    y el segundo a la Nueva Granada.Un pequeo grupo se opona a la

    jefatura de Bolvar, a quien culpaban

    de las desgracias ocurridas en Vene-

    zuela y Cartagena. De esa situacin

    da cuenta el historiador Paul Verna,

    en Bolvar y los emigrados patriotasen el Caribe, de quien tomamos el si-guiente resalto:

    Las disensiones empezaron la lle-gada de Aury, quien reclamaba lapropiedad de la [goleta] Constitu-cinen pago de los desembolsosocasionados por el viaje de Carta-gena a Los Cayos. Se enemist pri-mero con Brin y luego con el Li-bertador y quiso organizar su pro-pia expedicin mejicana Luegoel general Bermdez levanta tam-bin el estandarte de la discordia;con Aury se opone al nombramien-to del Libertador como jefe supre-mo de la proyectada expedicin.

    La llegada de Mariano Montillaa Los Cayos, tambin fue causa demuchos disturbios callejeros en lapequea ciudad. Montilla ret al Li-bertador. Fue motivo suficientemen-te grave para que el general Marininterviniese, prohibiendo el dueloy arrestando a algunos emigradosmientras se calmaran los espritus.

    Mario reta a Brin, Ducoudray-Holstein a Soublette, Piar al coro-nel Jugo. Adems, en plano secun-dario, en las tabernas y cafs delpuerto surgan verdaderas riasentre desterrados y marinos pormotivos sin importancia. Como lodescribe Chalbaud Cardona: Fuela autoridad de Petin, su ascen-diente moral sorbe los compatrio-tas en destierro los que influyeron

    sus nimos para disipar las disi-dencias y hacerlos volver a la rea-lidad republicana, advirtindolesque deban reservar aquel corajepara emplearlo contra los espa-oles humilladores de su patria yenemigos de la libertad.

    Al final, Bolvar pudo prevalecer,al resultar elegido como Jefe Su-premo. El historiador Hctor GarcaChuecos, en su estudio biogrficoPedro Len Torres, as comentabaestos episodios:

    Atendiendo al consejo de variosamigos, que as se lo insinuaban,Bolvar, reuni en los primeros dasde febrero una asamblea a la queasistieron los emigrados ms nota-bles, como Mario, Bermdez, Piar,Salom, Brin, Soublette, Pedro LenTorres y otros, y tomando en ella lapalabra expuso las ventajas de laexpedicin e indic la convenienciade que la junta nombrase libremen-te la persona que como Jefe Supre-mo, deba mandarla, estando comoestaba todo listo para marchar.

    Se cuenta que inmediatamentetom Brin la palabra, para mani-festar la necesidad de que tal nom-bramiento recayese en la personadel general Bolvar. En Venezuela,dijo, se elegir un jefe supremo acuya eleccin concurrirn los de-ms patriotas que all existen; peroaqu, nosotros debemos nombraral General Simn Bolvar, Jefe dela Expedicin.

    Habl en seguida en el mis-mo sentido el eminente granadinodoctor Francisco Antonio Zea, yambos fueron apoyados por la ma-yora de los granadinos y venezo-lanos presentes.

    Como Aury, Bermdez y otrosproponan conferir el mando a unajunta de tres o cinco personas, unade las cuales podra ser el Gene-ral Bolvar, el Libertador protestcontra tal proyecto que iba contrala necesidad de unidad del man-do en la guerra, y manifest que sila asamblea crea que cualquieraotra persona poda ejercer el man-do, desde luego suplicaba se lapusiese a la cabeza de la expe-dicin. Brin a su vez manifestque empleara todo su caudal enbeneficio de la empresa, en el ni-co caso de que la jefatura de ellafuera confiada a Bolvar.

    Todos asistieron, pero desean-do el ilustre marino cerciorarse delvoto, comenz por dirigirse a Mari-o, el glorioso libertador de Orientey el ms caracterizado de los jefespresentes, y le interrog: Consen-ts en que el general Bolvar, capitngeneral de Venezuela y la NuevaGranada, sea nuestro Jefe, s o no?Mario contest: S consiento.As fue tomando Brin los demsvotos. Hubo cuatro negativos, entreellos el del general Bermdez.

    Reconocido en forma tan so-lemne, el Libertador precedi en

    seguida a organizar la plana de la Expedicin. Brin fuebrado Jefe de la Escuadrilel grado de Capitn de NaZea se le design para Intende Hacienda de la ConfederMario y Anzotegui recinombramiento de la Guard

    Honor y Mayor General, respmente; Briceo Mndez cosu puesto de Secretario de G

    - Garca Chuecos, Hctor. PeTorres. Caracas, AGN, 1977, - Verna, Paul, Bolvar y los epatriotas en el Caribe. Cara

    Annimo, Simn Bolvar de Hait, 1816.Coleccin Bolivariana, Museo de la Fundacin John Boulton.

    BITCORADE LA NAVEGAC

    L

    a Expedicin de Los

    zarp el 31 de mar

    1816, compuesta de

    goletas, con rumbo a MaVicente Lecuna resume la b

    de la navegacin as:

    La expedicin se componsiete goletas a saber: la var, su comandante BeluchMario mandada por Du

    lle; la Piar a cargo de PinConstitucin al de Juan Mo

    la Brin encomendada a Antonio Rosales; la Feliz al do de Lominet y el Conejo Ferrero. Por todo traan 24

    pedicionarios y muchas defamilias ansiosas de volver

    nezuela.Aun cuando en generagoletas carecan de suficimarineros, el general Bolva

    posibilidad de conseguir en tierra, las puso en marc31 de marzo. Su objetivo erigirse a Margarita, nico p

    libre en Venezuela, pero no la va directa de esta isla, ysus buques haca el Este a fiengaar a los enemigos, y

    la fortuna de capturar frenteisla de Santa Cruz una goletagada de cacao, procedentCarpano, suficiente para l

    los vveres y marineros ne

    rios. Conseguidos estos len San Thomas, despus dedetencin de varios das, fre

    la isla casi desierta de Saba,pedicin continu avanzandlejos se devolvi hacia el Surentrar a los mares de Margcomo si viniera de Europa a despistar a los barcos de gespaoles.

    Lecuna, Vicente, Bolvar y el arCaracas, Ediciones de la Pre

    198

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    EXPEDICIN DE LOS C6MARZO 2016

    MARGARITAPROCLAMAAL LIBERTADOR

    Afinales de 1815 estall en Mar-

    garita una insurreccin de los

    patriotas, capitaneada por elgeneral Juan Bautista Arismendi. Los

    espaoles tuvieron que abandonar

    el norte de la isla y buscar refugio en

    Pampatar. Mientras, en la Villa del Nor-

    te, el 7 de mayo, Bolvar fue proclama-

    do Jefe Supremo por una asamblea

    de oficiales. En su Relacin histrica,Pedro Briceo Mndez, testigo presen-

    cial, relata el paso del Libertador por la

    isla, a principios de mayo de 1816.

    Desembarcada la expedicin en la

    Isla, el General Arismendi que manda-

    ba a los patriotas se someti volunta-

    riamente al General Bolvar, pero ste

    no consinti en ejercer el mando hasta

    no consultar la voluntad de todos los

    jefes de haba all. Convoc pues una

    Junta de todos los que tenan este ca-

    rcter y manifestndole la necesidad

    de conferir el mando supremo al que

    mereciese ms su confianza, aadi:

    que l lejos de desear la eleccin en

    su favor la tema no slo por la gra-

    vedad del encargo sino porque ella

    poda excitar celos y desconfianzas

    que seran funestos a la causa pbli-

    ca, que l servira lo mismo mandan-

    do que obedeciendo; y ltimamente

    recomend el acierto y libertad de la

    eleccin como que dependa de ella

    en gran parte el xito feliz de la empre-

    sa empezada. La discusin fue breve

    porque todos convirtieron la vista so-

    bre el General Bolvar que fue elegi-

    do por unanimidad Jefe Supremo, sin

    sujetarlo a otra ley que la salvacin

    de la Patria. Esta acta de la Junta de

    Margarita se comunic a las partidas

    guerrillas que obraban en las Provin-

    cia de Cuman, Barcelona, Caracas y

    Guayana, y fue aprobada y sanciona-

    da por todas.

    La sola presencia del General Bol-

    var en la Isla infundi tal espanto a los

    espaoles que abandonaron el castillo

    y ciudad de la Asuncin y se concen-

    traron en la plaza de Pampatar () El

    General Bolvar despus de haber pro-

    visto de medios suficientes para la de-

    fensa de la Isla se reembarc con sus

    200 compaeros y vino sobre Carpa-

    no en la Costa de Cuman...

    Briceo Mndez, Pedro. RelacinHistrica. Caracas, Biblioteca

    de la Sociedad Bolivariana de Venezuela,

    1993, pp. 59-60.

    LA TOMA DE CARPANO

    La mayor parte de Margarita qued

    bajo proteccin de los patriotas.

    El Libertador tom entonces la

    determinacin de dirigirse a Tierra Fir-

    me. El punto elegido para desembarcar

    fue Carpano, donde, luego de vencer

    una considerable resistencia por parte

    de los espaoles, desembarc el 1 de

    junio de 1816. Vicente Lecuna describe

    el hecho.

    La expedicin parti de Juan Grie-go el 25 de mayo, y despus de seisdas de difcil navegacin, a causade las corrientes, fonde en Car-pano el 31 de mayo a las seis de latarde fuera del tiro de can, frente ala elevada batera de Santa Rosa, acuyo abrigo se pusieron los buques[espaoles] que haba en el puerto.ste se hallaba protegido por dosfuertes situados en las alturas a am-bos extremos de la poblacin, sien-do el ms importante el del oriente.Al da siguiente hallndose tododispuesto para el desembarco, seenvi al teniente de navo Devesge,segundo comandante de la Bolvarcon una intimacin para el coman-dante de la plaza Pinillos, pero sien-do negativa la respuesta se verificel desembarco por la izquierda de

    la plaza bajo la proteccin de losfuegos de la escuadrilla, avanzan-do sta en lnea de batalla con eseobjeto. Los patriotas echaron pie atierra por el lado del ro, conducidospor Mario; dividida la pequea

    fuerza de los independientes en doscuerpos a las rdenes de Piar y deSoublette se apoder de las alturasque dominan al pueblo, y despusde una resistencia de dos horasabandonaron los realistas el fuerte.Los patriotas encontraron a Carpa-no bien abastecido de provisiones,y en la baha el hermoso bergantnBello Indio llamado despus IndioLibre, y la goleta Fortuna que apre-saron. El puerto fue ocupado a lascuatro de la tarde y el enemigo per-seguido por el camino de Carpa-no arriba hasta Casanay. Las tropasque desembarcaron no pasaron de250 hombres, la mayor parte oficia-les. Los margariteos ocupados enconcluir la liberacin de la isla nopudieron reforzar a Bolvar.

    En Carpano, prosigue Lecuna, el

    Libertador expidi el decreto conce-

    diendo la libertad a los esclavos que

    tomasen las armas, y permaneci en

    esa poblacin reuniendo hombres a

    la vez que Mario marchaba a Giria

    y Piar a Maturn a levantar tropas.

    Lecuna, Vicente. Expedicinde Los Cayos.Caracas, Lit. Tip. Mercantil,

    1928, pp. 46-47.

    DESEMBARCODE OCUMARE

    Al salir de Carpano, el Liberta-

    dor se traza un plan muy osado:

    trasladar el teatro de la guerra al

    corazn de Venezuela. Para ello, preten-

    de conducir las tropas hasta el puerto de

    Ocumare de la Costa, desde donde es-

    pera introducirlas en los valles de Aragua

    y llevar sus operaciones hasta Caracas y

    ocuparla. Pero las acciones no marchan

    como estaban planeadas y la

    se vuelve tan crtica que por poc

    la vida Bolvar.

    En El Libertador, un libropara el estudio bolivariano, Au

    jares describe este infeliz epis

    Desembarc [Bolvar], como

    propona, en Ocumare de la Csus avanzadas llegaron hastacay en los valles de Aragua. cmulo de circunstancias fortarrebat repentinamente la que su audacia esperaba. Elral Soublette, que mandaba afuerzas, se retir inesperadapor una falsa alarma; y aundeba considerarse injustificprudencia, pues el general que lo amenazaba era Moraactivo y cruel segundo de Bopodra pensarse que dada sgora, dispusiera de fuerzas corables, Bolvar lo reprendi:

    parezca a V. E. temerario le es lo mejor, pues la temeridada es prudencia.

    Poco despus Morales los

    A l y a Soublette, en una p

    que ste haba escogido para

    (...) el desorden que aquella de

    algunos incidentes adversos p

    ron en la campo de los invasor

    espantoso. Lo que podra ll

    el grueso del ejrcito se intern

    pas, a las rdenes del gener

    Gregor, al cual pensaba unirs

    pus el Libertador. Pero ste, d

    en la playa por la tarea de sa

    parque, fue abandonado tamb

    los buques corsarios donde

    de embarcarlo, y lleg un m

    en que se encontr slo, a mer

    los realistas, que segn se s

    estaban ya entrando en la pob

    El hecho de Ocumare nBolvar en 1830 es la cosa mtraordinaria del mundo: fui enga la vez por un edecn del gMario, que era un prfido, y marinos extranjeros que coron el acto ms infame del dejndome entre mis enemiguna playa desierta. Iba a darpistoletazo, cuando uno de elVidau) volvi del mar en un botom para salvarme.

    Ocurra esto el 14 de julio d

    el mismo da en que mora en C

    Precursor Francisco de Miranda

    carceleros, a toda prisa, envol

    lo en las propias mantas de su

    como si se tratara de un animal

    ble lo lanzaban a una fosa sin n

    Mijares, Augusto. El Libertado

    Mxico, Editorial Cumbre, 1976,

    Carpano. DOrbigny, M. A. y Eyries, J.B., Viaje pintoresco a las dos Amricas Asia y rica,Imprenta de Juan Oliveres, 1842, Coleccin Libros Raros de la Biblioteca Nacional de Venezuela.

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    UN BICENTENARIO NUESTROAMERICANO MARZO 2

    EN TIERRA FIRMEHAY GUERRILLASQUE HOSTIGANA LOS ESPAOLES

    M

    ientras Bolvar lucha en las co-

    tas, en el interior del territorio,

    hay guerrillas que se mantiene

    activas y les dan pelea a los espaoles.En el alto llano de la provincia de Caracas

    operaban Pedro Zaraza y Manuel Cede-

    o. En los llanos de Barcelona y Maturn

    lo hacan Andrs Rojas, Jos Barreto y

    los Sotillo, quienes en 1816 reconocieron

    por jefe a Jos Tadeo Monagas.

    En los llanos de Apure, el aguerrido

    Jos Antonio Pez empez a perfilarse

    como el jefe de los llaneros para 1816,

    gracias a la brillante estrategia y las tcti-

    cas militares que desplegaba y que dej

    descrita en suAutobiografa, de la cualtranscribimos el siguiente fragmento.

    El sistema de guerra que deban

    adoptar los patriotas contra esastropas veteranas [de Pablo Morillo],acostumbradas a luchar en terrenosanlogos a los nuestros, bien disci-plinadas, valientes y sobre todo lea-les a su causa, no deba ser otro queel que los mismos espaoles adop-taron en la Pennsula para destruir asus invasores [los franceses]. En [laGran] Colombia, como en Espaa,el territorio presenta en todas partesdefensas naturales, y con sobradarazn el Libertador deca ms tardeal Congreso de Bolivia que la na-turaleza salvaje del continente [laAmrica] expele por s sola el ordenmonrquico: los desiertos convidana la independencia.

    El sistema de guerrillas es y ser

    siempre el que debe adoptarsecontra un ejrcito invasor en pasescomo los nuestros donde sobra elterreno y falta la poblacin. Sus bos-ques, montaas y llanos convidan alhombre a la libertad, y le acogen ensus senos, alturas y planicies paraprotegerle contra la superioridadnumrica de los enemigos. En lasmontaas y bosques no debe jamsel patriota tomar la ofensiva; peroen las llanuras jams despreciarla ocasin que se le presente de to-mar la iniciativa contra el enemigo yacosarle all con tesn y bro. A estegnero de tctica debimos, los ame-ricanos, las ventajas que alcanzamoscuando no tenamos an ejrcito

    Annimo, Pablo Morillo, s. XIX. Coleccin MuseoNaval, Madrid. Reproduccin: Coleccin Archivo

    Audiovisual de la Biblioteca Nacional

    Ramn Pez, Wild Scenes in South Amrica; or Lie in the Llanos o Venezuela, Londres, Sampson low, Son &Coleccin Libros Raros de la Biblioteca

    numeroso y bien organizado. A la

    disciplina de las tropas espaolas,opusimos el patriotismo y el valor decada combatiente; a la bayoneta, po-tente arma de la infantera espaola,la formidable lanza manejada por elbrazo ms formidable del llanero, quecon ella, a caballo y a pie, rompa suscuadros y barra sus batallones; a lasuperioridad de sus artillera, la velo-cidad de nuestros movimientos, paralo que nos ayudaba el noble animalcriado en nuestra llanuras. Los llanosse oponan a nuestros invasores contodos los inconvenientes de un de-sierto, y si entraban en ellos, nosotrosconocamos el secreto de no dejarlesninguna de las ventajas que tenanpara nosotros. Los ros estorbaban

    la marcha de aquellos, mientra

    nosotros eran pequeo obque sabamos salvar, cruzancorrientes con tanta facilidadsus estuviramos en el elemeque nacimos. Todo esto y la esza de que los pueblos adquirfin conciencia de la santidad y de la causa que defendamohaca tener en poco las formifuerzas que pretendan somede nuevo al yugo de la domina

    Jos Antonio Pez.Autobiografa

    ral Jos Antonio Pez. Caracas,

    Nacional de la Historia, 1987

    En 1815 llegaba a Amrica el

    general espaol Pablo Mori-

    llo, enviado desde Espaa al

    mando de una expedicin pacifica-

    dora dispuesta con diez mil comba-

    tientes. Luego de una estancia de

    tres meses en Venezuela cuando

    casi todo el territorio estaba bajo el

    control de los espaoles, decidi

    trasladarse a combatir a los inde-

    pendentistas de la Nueva Granada y

    desde su Cuartel General de Ocaa,

    el 27 de marzo de 1816, dirigi al

    Secretario de Estado en Espaa un

    oficio donde expresaba el siguiente

    juic io sobre los venezolanos:

    El Americano no quiere sermandado por nadie que no sea delpas; menos si es Europeo el que lo

    pretende, menos an si es espaol,y slo cede a las circunstancias yobedece al Rey hasta que encuen-tre otra oportunidad.

    Cada provincia, seor Excmo.,en Amrica pide distinto modode conducirla. Lo que es buenopara el reino de Santa Fe no sur-te efecto en Venezuela a pesar deque son confinantes (...) Pero enlo que se parecen ambos es enel disimulo y la perfidia. Quiz nohubieran presentado una obstina-da resistencia los habitantes delvirreinato [de la Nueva Granada],sino hubiera venezolanos. Carta-gena se resisti hasta lo imposiblepor los venezolanos. En la derechadel Magdalena se han dado ya va-rias batallas a tropas organizadas

    por venezolanos. En la fragestril provincia de Antioqudeclarado ya dos veces la a muerte y tienen los pasoscados con inteligencia porzolanos. Santa Fe fue somerecibi las ideas sangrientalos mismos que haban lopartido con emisarios que ron de Caracas. Todo, Excmor, es obra de los venezola

    Blanco, Jos Flix y Ramn Azpr

    mentos para la Vida Pblica del L

    Tomo V, Caracas, Ediciones de la

    cia de la Repblica, 1983, pp

    TODO ES OBRA DE LOS VENEZOLANOS

  • 7/26/2019 Encarte Expedicion de Los Cayos Print 30-3-16

    8/8

    EXPEDICIN DE LOS C8MARZO 2016

    MOTN DE GIRIA

    Despus de su salida de Ocumareel infortunio amenaza al Liberta-

    dor. Comienza un periplo por va-

    rias islas. En Bonaire se encontr con su

    enemigo de Cartagena y Hait, Jos Fran-

    cisco Bermdez, amenazando la tranquili-

    dad de Bolvar. En Giria pudo Bermdez

    amotinar al pueblo y desafiar la autoridad

    del Jefe Supremo. Uno de los grandes his-

    toriadores bolivarianos del siglo XIX, Feli-

    pe Lazarrabal, en su extensa biografa del

    Libertador, La vida y correspondencia ge-

    neral del Libertador Simn Bolvar,apunt

    sobre estos hechos lo que sigue:

    Sali luego el Libertador en el IndioLibre, con direccin a Giria, y Ber-mdez logr embarcarse en la go-

    leta de Antonio Rosales, que seguatambin al mismo punto.

    Casi un mes dur la travesadesde Bonaire a Giria, donde lle-g el Libertador el 16 de agosto

    por la tarde. Dos horas antes habaarribado el buque donde Bermdeziba; y desde el momento mismo enque pis tierra comenz a trabajarahincadamente con Mario porquedesconociese a Bolvar. Bermdez,ofendido, exasperado, no era a lasazn el mejor consejero; pero aMario, tentado siempre de la des-obediencia, le mova la ms leveinsinuacin.

    El 22 de agosto, por fin, hubouna asonada.

    Una tropa de asesinos, sub-alternos de Mario, conspiraronabiertamente contra la vida del Li-bertador, quien los contuvo con suserenidad y valor extraordinarios,

    pasando por en medio de elloscon espada en mano. Bermdez,

    por su parte, encendido en clera,

    y dejndose arrebatar de la msinsolente audacia, tir la espada

    contra su jefe. Abominable desor-den del nimo! Detuvironle el co-ronel Isava y el licenciado GasparMarcano, que estaban presente, yevitaron la consumacin del mshorrendo crimen. Nunca dice untestigo presencial nunca el bra-

    zo de Bermdez se movi con msvigoroso impulso.

    Embarcado Bolvar para Hait,los que se haban conjurado contrala vida y la autoridad del Libertadornombraron a Mario y Bermdez,

    primero y segundo jefeEste era el fin de la conspiracin.

    Larrazabal, Felipe. La viday correspondencia general del Libertador

    Simn Bolvar.Caracas, Centauro, 1975,pp. 34-36.

    LA EXPEDICINDE JACMEL

    De regreso a suelo haitiano, el

    Libertador prepar un nuevo in-

    tento para invadir a Venezuela.

    Por su enorme peso en los estudios

    histricos, la obra de Rafael Mara

    Baralt y Ramn Daz, Resumen de lahistoria de Venezuela, puede ser con-siderada un clsico de la historia inde-

    pendentista. Hemos tomado del libro

    el episodio que relata el regreso de

    Bolvar a Hait, as como su segundo

    proyecto de invasin a Tierra Firme, co-

    nocido como la Expedicin de Jacmel.

    Al respecto, estos autores sealan:

    Bolvar entre tanto, retirado a Puer-to Prncipe, trabajaba para aprestaruna nueva expedicin que ofreci au-

    xiliar el presidente de Hait. Felizmen-

    te Brin, no habiendo podido desem-

    pear una comisin diplomtica de

    que le encargara el Libertador para

    Mjico y los Estados Unidos, se le

    reuni nuevamente con sus buques,

    componiendo stos y los de Villaret

    una escuadrilla respetable. A este

    auxilio puramente casual se uni otro

    debidamente a su celo, y fue la incor-

    poracin de varios oficiales italianos

    pertenecientes al ejrcito de Bona-

    parte, y que haban llegado a Hait

    con el general espaol Francisco Ja-

    vier Mina (...) Ello es que todos de-

    clararon al general su resolucin de

    volverse, y ya lo iban a verificar cuan-

    do Bolvar en persona les habl, de-

    terminndolos a seguir al continente.

    Hecha esta preciosa adquisicin

    e impaciente por reunirse a los suyos,

    dio la vela del puerto de Jacmel el 21

    de diciembre y lleg a Juan Griego el

    28. Ese mismo da public una procla-

    ma manifestando los motivos de su

    separacin y la necesidad que haba

    de reunir un congreso en Margarita, a

    fin de establecer una forma de gobier-

    no, propia de las circunstancias, con-

    forme al voto de los pueblos libertados

    y capaz de dar a los negocios un giro

    mejor que el que tenan entonces. El

    31 del mismo mes arrib a Barcelona

    y se puso a la cabeza de las tropas.

    Rafael Mara Baralt y Ramn Daz.

    Resumen de la Historia de Venezuela. Tomo II, Caracas, Ediciones

    de la Presidencia de la Repblica,

    1983, pp. 344-345.

    EN VENEZUELATODOS SERNCIUDADANOS

    por Flix Albert

    Suma importancia tiene la

    de la esclavitud en la Expe

    Los Cayos. La libertad deoprimidos en Venezuela y la Nueva

    da era un proyecto concebido entre

    Petin en Hait. El presidente haitia

    manifestado colaborar con los em

    patriotas en sus planes libertadores

    bio del compromiso de conceder la

    de los esclavos en Tierra Firme

    acept cumplir con esta condicin

    mos en cuenta la Rebelin Popular

    en Venezuela, que puso a la mayo

    esclavos en contra de la Repblica h

    rrotarla. El paso del Libertador por

    en 1815, cuando tuvo contacto dir

    las crueldades del sistema esclav

    lonial ingls. Su estada en Hait,

    de 1816, cuando observ que en

    negros esclavos haban triunfado s

    franceses y establecieron un gobie

    pendiente, donde rega el orden y

    social. Sin duda, estos tres momen

    vida de Bolvar haban despertado e

    conciencia mucho ms igualitaria.

    Que ya en Hait haba sido

    tada la abolicin de la esclavitud

    confirma una carta de Bolvar d

    Petin, fechada en Los Cayos el

    brero de 1816, donde le dice: En

    clama a los habitantes de Vene

    en los decretos que debo expe

    la libertad de los esclavos, no s

    ser permitido expresar los sent

    de mi corazn hacia V. EBolv

    be esta carta, casi dos meses a

    zarpar la Expedicin de Los Cayo

    Al llegar a Tierra Firme fuero

    dos un decreto y una proclama

    do la libertad de los esclavos a

    se unieran al Ejrcito patriota. El

    est fechado en Carpano, el 2

    de 1816, donde el Libertador decl

    Considerando que la justicia, la p

    la Patria reclaman imperiosament

    rechos imprescriptibles de la na

    he venido en decretar, como de

    libertad absoluta de los esclavos

    gemido bajo el yugo espaol en

    siglos pasados

    Cuando Bolvar sale de Car

    dirige a Ocumare de la Costa, all

    su proclama dirigida a los habitan

    provincia de Caracas, el 6 de julio d

    ratificando la libertad de los esclav

    porcin desgraciada de nuestros

    nos que han gemido bajos las mis

    la esclavitud ya es libre. La natur

    justicia y la poltica piden la eman

    de los esclavos: de aqu en adela

    habr en Venezuela una clase d

    bres, todos sern ciudadanos.

    Anton Goering, Vom Tropischen Tieflande zum ewigen Schnee. Eine malerische schilderung des schnsten tropenlandes.Leipzig, Adalbert Fischers Verlag, 1892. Coleccin Libros Raros de la Biblioteca Nacional.