Enciclopedia Catolica - Las Cruzadas
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Las Cruzadas
Las Cruzadas Fuente: Enciclopedia Catlica
Indice Introduccin
Los Cruzados
Las ocho cruzadas
I. Origen de las Cruzadas;
II. Fundacin de estados cristianos en Oriente;
III. Primera destruccin de los estados cristianos (1144-87);
IV. Intentos de restaurar los estados cristianos y la cruzada contra San Juan de
Acre (1192-98);
V. La cruzada contra Constantinopla (1204);
VI. Las cruzadas del siglo XIII (1217-52);
VII. Prdida final de las colonias cristianas de Oriente (1254-91);
VIII. La cruzada del siglo XIV y la invasin otomana;
IX. La cruzada en el siglo XV;
X. Modificaciones y persistencia de la idea de cruzada.
Introduccin
Las Cruzadas fueron expediciones emprendidas, en cumplimiento de un solemne voto, para liberar los Lugares Santos de la dominacin mahometana. El origen de la palabra remonta a la
cruz hecha de tela y usada como insignia en la ropa exterior de los que tomaron parte en esas
iniciativas. Escritores medievales utilizan los trminos crux (pro cruce transmarina, Estatuto de
1284, citado por Du Cange s.v. crux), croisement (Joinville), croiserie (Monstrelet), etc. Desde la
edad media el significado de la palabra cruzada se extendi para incluir a todas las guerras
emprendidas en cumplimiento de un voto, y dirigidas contra infieles, ej. contra mahometanos,
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"Non nobis Domine, non nobis sed nomini tua da gloriam"
paganos, herejes, o aquellos bajo edicto de excomunin. Las guerras emprendidas por los
espaoles contra los moros constituyeron una cruzada incesante del siglo XI al XVI; en el norte
de Europa se organizaron cruzadas contra los prusianos y lituanos; el exterminio de la hereja
albigense se debi a una cruzada, y, en el
siglo XIII los papas predicaron cruzadas
contra Juan Lackland y Federico II. Pero
la literatura moderna ha abusado de la
palabra aplicndola a todas las guerras de
carcter religioso, como, por ejemplo, la
expedicin de Heraclio contra los persas
en el siglo VII y la conquista de Sajonia
por Carlomagno. La idea de la cruzada
corresponde a una concepcin poltica que
se dio slo en la Cristiandad del siglo XI
al XV; esto supone una unin de todos los
pueblos y soberanos bajo la direccin de
los papas. Todas las cruzadas se
anunciaron por la predicacin. Despus de
pronunciar un voto solemne, cada
guerrero reciba una cruz de las manos del papa o de su legado, y era desde ese momento
considerado como un soldado de la Iglesia. A los cruzados tambin se les concedan indulgencias
y privilegios temporales, tales como exencin de la jurisdiccin civil, inviolabilidad de personas
o tierras, etc. De todas esas guerras emprendidas en nombre de la Cristiandad, las ms
importantes fueron las Cruzadas Orientales, que son las nicas tratadas en este artculo.
Los cristianos de Europa occidental realizaron expediciones militares, normalmente a
peticin del Papa, que comenzaron en 1095 y cuyo objetivo era recuperar Jerusaln y otros
lugares de peregrinacin en Palestina, en el territorio conocido por los cristianos como Tierra
Santa, que estaban bajo control de los musulmanes.
Estas expediciones fueron llamadas Cruzadas.
Los historiadores no se ponen de acuerdo respecto a su finalizacin, y han propuesto
fechas que van desde 1270 hasta incluso 1798, cuando Napolen I conquist Malta a los
Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusaln, una orden militar establecida en esa isla
durante las Cruzadas.
El vocablo cruzada (de 'cruz', el emblema de los cruzados) se aplic tambin,
especialmente en el siglo XIII, a las guerras contra los pueblos paganos, contra los herejes
cristianos y contra los enemigos polticos del Papado.
El origen de las Cruzadas est enraizado en el cataclismo poltico que result de la
expansin de los Selycidas en el Oriente Prximo, a mediados del siglo XI.
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La conquista de Siria y Palestina llevada a cabo por los Selycidas islmicos alarm a los
cristianos de occidente. Otros invasores
turcos tambin penetraron
profundamente en el igualmente
cristiano Imperio bizantino y sometieron
a griegos, sirios y armenios cristianos a
su soberana.
Las Cruzadas fueron, en parte,
una reaccin a todos estos sucesos.
Tambin fueron el resultado de la
ambicin de unos papas que buscaron
ampliar su poder poltico y religioso.
Los ejrcitos cruzados fueron, en
cierto sentido, el brazo armado de la
poltica papal.
Las explicaciones acerca de las
Cruzadas son variadas, pero los avances
en la investigacin sobre el tema indican
que los cruzados no pensaron encontrarse con los peligros de enfermedades, las largas marchas
terrestres y la posibilidad de morir en combate en tierras lejanas. Las familias que quedaron en
Europa tuvieron que combatir en muchas ocasiones durante largos periodos de tiempo para
mantener sus granjas y sus posesiones.
La idea de que los cruzados obtuvieron grandes riquezas es cada vez ms difcil de
justificar; la Cruzada fue un asunto extremadamente caro para un caballero que tuviera el
propsito de actuar en Oriente si se costeaba por s mismo la expedicin, ya que probablemente
le supona un gasto equivalente a cuatro veces sus ingresos anuales.
Sin embargo, a pesar de ser una empresa peligrosa, cara y que no daba beneficios, las
Cruzadas tuvieron un amplio atractivo para la sociedad contempornea. Su popularidad se
ciment en la comprensin de la sociedad que apoy este fenmeno.
Era una sociedad de creyentes, y muchos cruzados estaban convencidos de que su
participacin en la lucha contra los infieles les garantizara su salvacin espiritual.
Tambin era una sociedad militarista, en la que las esperanzas y las ambiciones estaban
asociadas con hazaas militares.
Divisin
Ha sido habitual el describir las Cruzadas como ocho en nmero: - la primera, 1095-1101;
- la segunda, encabezada por Luis VII, 1145-47;
- la tercera, conducida por Felipe Augusto y Ricardo Corazn de Len, 1188-92;
- la cuarta, durante la cual Constantinopla fue tomada, 1204;
- la quinta, que incluy la conquista de Damietta, 1217;
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- la sexta, en la que Federico II tom parte (1228-29); as como Teobaldo de Champaa y
Ricardo de Cornualles (1239);
- la sptima, liderada por San Luis, 1249-52;
- la octava, tambin bajo la direccin de San Luis, 1270.
Esta divisin es arbitraria y excluye muchas expediciones importantes, entre ellas las de
los siglos XIV y XV. En realidad las Cruzadas continuaron hasta fines del siglo XVII, la cruzada
de Lepanto ocurri en 1571, la de Hungra en 1664, y la cruzada del duque de Borgoa a Canda,
en 1669. Una divisin ms cientfica se basa en la historia de las colonias cristianas en Oriente;
por consiguiente el tema se tratara en el siguiente orden:
I. Origen de las Cruzadas;
II. Fundacin de estados cristianos en Oriente;
III. Primera destruccin de los estados cristianos (1144-87);
IV. Intentos de restaurar los estados cristianos y la cruzada contra San Juan de Acre
(1192-98);
V. La cruzada contra Constantinopla (1204);
VI. Las cruzadas del siglo XIII (1217-52);
VII. Prdida final de las colonias cristianas de Oriente (1254-91);
VIII. La cruzada del siglo XIV y la invasin otomana;
IX. La cruzada en el siglo XV;
X. Modificaciones y persistencia de la idea de cruzada.
I. Origen de las Cruzadas
El Origen de las Cruzadas remonta directamente a la condicin moral y poltica de la Cristiandad Occidental en el siglo XI. En aquel tiempo Europa estaba dividida en muchos
estados cuyos soberanos estaban absortos en tediosas y ftiles disputas territoriales mientras el
emperador, en teora la cabeza temporal de
la Cristiandad, gastaba su energa en
disputas sobre Investiduras. Solo los papas
haban mantenido una justa nocin de
unidad cristiana; Ellos vean a que grado
los intereses de Europa eran amenazados
por el imperio Bizantino y por las tribus
mahometanas, y solo ellos tenan una
poltica extranjera cuyas tradiciones se
formaron bajo Len IX y Gregorio VII. La
reforma efectuada en la Iglesia y el papado
bajo la influencia de los monjes de Cluny
haba aumentado el prestigio del romano
pontfice ante todas las naciones cristianas;
por tanto nadie sino el papa poda
inaugurar el movimiento internacional que
culmin en las Cruzadas. Pero a pesar de
su eminente autoridad nunca habra podido
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el papa persuadir a los pueblos occidentales de armarse para la conquista de la Tierra Santa de no
haber sido por que las relaciones inmemoriales entre Siria y Occidente favorecieron su plan. Los
europeos escucharon la voz de Urbano II porque sus propias inclinaciones y tradiciones
histricas los impulsaban hacia el Santo Sepulcro. Desde fines del siglo V no haba habido
ninguna ruptura en su comunicacin con Oriente. Desde el primer perodo cristiano colonias de
sirios haban introducido las ideas religiosas, arte, y cultura de Oriente en las grandes ciudades
de Galia y de Italia. Los cristianos occidentales a su vez viajaron en grandes cantidades a Siria,
Palestina, y Egipto, sea para visitar los Lugares Santos o para seguir la vida asctica de los
monjes de la Tebaida o del Sina. Aun existe el itinerario de un peregrinaje de Burdeos a
Jerusaln, que data de 333; en 385 San Jernimo y Santa Paula fundaron los primeros
monasterios latinos en Beln. Ni siquiera la invasin brbara pareci desalentar el ardor por las
peregrinaciones a Oriente. El Itinerario de Santa Silvia (Etheria) muestra la organizacin de esas
expediciones, que eran dirigidas por clrigos y escoltadas por tropas armadas. En el ao 600, San
Gregorio el Grande hizo erigir un hospicio en Jerusaln para el alojamiento de los peregrinos,
envi sus designios a los monjes del Monte Sina ("Vita Gregorii" in "Acta SS.", marzo 1I, 132),
y, aunque la condicin deplorable de la Cristiandad Oriental despus de la invasin rabe hizo
esta comunicacin ms difcil, de ninguna manera ceso.
Ya desde el siglo VIII anglosajones sufrieron las ms grandes dificultades para visitar
Jerusaln. El viaje de San Willibaldo, obispo de Eichstdt, tom siete aos (722-29) y
proporciona una idea de las variadas y severas tribulaciones a las que los peregrinos eran
sometidos (Itiner. Latina, 1, 241-283). Despus de su conquista de Occidente, los Carolingias
trataron de mejorar la condicin de los latinos establecidos en Oriente; en 762 Pipino el Breve
entr en negociaciones con el Califa de Bagdad. En Roma el 30 de noviembre de 800, el mismo
da en el que Len III invoc el arbitraje de Carlomagno, embajadores de Haroun al-Raschid
entregaron al rey de los Francos las llaves del Santo Sepulcro, el estandarte de Jerusaln, y unas
preciosas reliquias (Einhard, "Annales", ad un. 800, in "Mon. Germ. Hist.: Script.", I, 187); esto
fue un reconocimiento del protectorado franco sobre los cristianos de Jerusaln. Que se
edificaron iglesias y monasterios pagados por Carlomagno es certificado por una especie de
censo de los monasterios de Jerusaln de 808 ("Commemoratio de Casis Dei" in "Itiner.
Hieros.", I, 209). In 870, al momento del peregrinaje de Bernardo el monje (Itiner. Hierosol., I,
314), esas instituciones eran todava muy prsperas, y se ha demostrado con abundancia que se
enviaban limosnas peridicamente de Occidente a Tierra Santa . En el siglo X justo cuando el
orden poltico y social de Europa estaba ms perturbado, caballeros, obispos, y abades, actuando
por devocin y gusto de la aventura, estaban acostumbrados a visitar Jerusaln y orar en el Santo
Sepulcro sin ser vejados por los mahometanos. De repente, en 1009, Hakem, el Califa fatim de
Egipto, en un ataque de locura orden la destruccin del Santo Sepulcro y de todos los
establecimientos cristianos en Jerusaln. Por aos despus de esto los cristianos fueron
cruelmente perseguidos. (Ver la relacin de un testigo ocular, Iahja de Antioqua, en la "Epope
byzantine" de Schlumberger, II, 442.) En 1027 el protectorado Franco fue derrocado y
reemplazado por el de los emperadores bizantinos, a cuya diplomacia se debi la reconstruccin
del Santo Sepulcro. Incluso se cerc el barrio cristiano con un muro, y unos comerciantes
Amalfi, vasallos de los emperadores griegos, construyeron hospicios para peregrinos en
Jerusaln, ej. el Hospital de San Juan, cuna de la Orden de los Hospitalarios.
En vez de disminuir, el entusiasmo de los cristianos occidentales por el peregrinaje a
Jerusaln pareci ms bien aumentar durante el siglo XI. No solos prncipes, obispos, y
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caballeros, sino aun hombres y mujeres de las ms humildes clases emprendieron la jornada
santa (Radulphus Glaber, IV, vi). Ejrcitos enteros de peregrinos cruzaron Europa, y en el valle
del Danubio se establecieron hospicios donde podan completar sus provisiones. En 1026
Ricardo Abad de Saint-Vannes, condujo 700 peregrinos a Palestina con gasto de Ricardo II,
duque de Normanda. En 1065 ms de 12,000 alemanes que cruzaron Europa bajo el mando de
Gnther, obispo de Bamberg, en su camino a Palestina tuvieron que buscar refugio en una
fortaleza en ruinas, donde se defendieron contra una banda de beduinos (Lambert de Hersfeld, en
"Mon. Germ. Hist.: Script.", V, 168). As es evidente que a fines del siglo XI la ruta de Palestina
le era bastante familiar a los cristianos occidentales que tenan al Santo Sepulcro como a la
reliquia ms venerada y estaban listos a afrontar cualquier peligro para visitarlo. El recuerdo del
protectorado de Carlomagno aun viva, y un rastro de l se encuentra en la leyenda medieval del
viaje de este emperador a Palestina (Gaston Paris in "Romania", 1880, pg. 23). El ascenso de
los turcos selecidas, sin embargo, comprometi la seguridad de los peregrinos e incluso
amenaz la independencia del imperio bizantino y de toda la Cristiandad. En 1070 Jerusaln fue
tomada, y en 1091 Digenes, el emperador griego, fue derrotado y hecho cautivo en Mantzikert.
Asia Menor y toda Siria se volvieron la presa de los turcos. Antioqua sucumbi en 1084, y para
1092 ni una de las grandes sedes metropolitanas de Asia permaneca en posesin de los
cristianos. Aunque separados de la comunin de Roma desde el cisma de Miguel Cerulario
(1054), los emperadores de Constantinopla suplicaron por la ayuda de los papas; en 1073 se
intercambiaron cartas sobre el asunto entre Miguel VII y Gregorio VII. El papa seriamente
contempl el liderar una fuerza de 50,000 hombres a Oriente para restablecer la unidad cristiana,
repeler a los turcos, y rescatar el Santo Sepulcro. Pero la idea de la cruzada constitua slo una
parte de este magnfico plan. (Las cartas de Gregorio VII estn en P. L., CXLVIII, 300, 325, 329,
386; cf. discusin crtica de Riant in Archives de l'Orient Latin, I, 56.) El conflicto sobre las
Investiduras en 1076 oblig al papa a abandonar sus proyectos; los emperadores Nicphoro
Botaniates y Alejo Comneno eran desfavorables a una unin religiosa con Roma: finalmente la
guerra estall entre el imperio bizantino y los Normandos de las Dos Sicilias.
Fue el Papa Urbano II quien asumi los planes de
Gregorio VII y les dio una forma ms definida. Una carta de
Alejo Comneno a Roberto, conde de Flandes, registrada por
los cronistas, Guibert de Nogent ("Historiens Occidentaux
des Croisades", ed. por la Acadmie des Inscriptions, IV,
13l) y Hugues de Fleury (in "Mon. Germ. Hist.: Script.", IX,
392), parece dar a entender que la cruzada fue instigada por
el emperador bizantino, pero esto se ha probado falso
(Chalandon, Essai sur le rgne d'Alexis Comnne,
appendix), Alejo slo haba querido enrolar quinientos
caballeros flamencos en el ejrcito imperial (Anna
Comnena, Alexiada, VII, iv). El honor de iniciar la cruzada
se ha atribuido tambin a Pedro el Ermitao, un solitario de
Picarda, quien, despus de un peregrinaje a Jerusaln y una
visin en la iglesia del Santo Sepulcro, fue a ver a Urbano II
y fue comisionado por l para predicar la cruzada. Sin
embargo, aunque testigos oculares de la cruzada mencionan
su predicacin, no le atribuyen el papel tan importante que
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le asignan mas tarde varios cronistas, ej. Alberto de Aix y sobre todo Guillermo de Tiro. (Ver
Hagenmeyer, Peter der Eremite Leipzig, 1879.) La idea de la cruzada se atribuye principalmente
al Papa Urbano II (1095), y los motivos que lo llevaron actuar son claramente mostrados por sus
contemporneos: "Observando el enorme dao que todos, clero o pueblo, causaron a la fe
cristiana. . . a la noticia de que las provincias rumanas haban sido tomadas de los cristianos por
los turcos, conmovido con compasin e impulsado por el amor de Dios, cruz las montaas y
descendi en la Galia" (Foucher de Chartres, I, in "Histoire des Crois.", III, 321)2. Por supuesto
es posible que para aumentar sus fuerzas, Alejo Comneno haya solicitado ayuda en Occidente;
sin embargo, no fue l sino el papa quien incit al gran movimiento que llen a los griegos de
ansiedad y terror.
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II. Fundacin de los Estados Cristianos de Oriente
Despus de viajar a travs de Borgoa y el sur de Francia, Urbano II convoc un concilio en Clermont-Ferrand, en Auvernia. Asistieron catorce arzobispos, 250 obispos, y 400 abades;
tambin un gran nmero de caballeros y hombres de todas condiciones vinieron y acamparon en
la llanura de Chantoin, al este de Clermont, del 18 al 28 de noviembre de 1095. El 27 de
noviembre el papa se dirigi a las multitudes congregadas, las exhort a ir adelante y rescatar el
Santo Sepulcro. Entre un entusiasmo maravilloso y gritos de "Dios lo quiere!" todos corrieron
hacia el pontfice a obligarse por voto a partir para Tierra Santa y recibir la cruz de material rojo
que llevaran en el hombro. Al mismo tiempo el papa envi cartas a todas las naciones cristianas,
y el movimiento rpidamente avanz en toda Europa. Predicadores de la cruzada aparecieron por
dondequiera, y por todos lados surgieron desorganizas, indisciplinadas, hordas sin dinero, casi
sin equipo, que, saliendo hacia el este por el valle del Danubio, pillaron a lo largo del camino y
asesinaron a los judos en las ciudades alemanas. Una de esas bandas, encabezada por Folkmar,
un clrigo alemn, fue asesinada por los hngaros. Pedro el Ermitao, sin embargo, y el
caballero alemn, Walter Sin-un-cinco (Gautier Sans Avoir), llegaron por fin a Constantinopla
con sus desorganizadas tropas. Para preservar la ciudad del pillaje Alejo Comneno los mand
llevar a travs del Bsforo (agosto, 1096); en Asia Menor volvieron a saquear y fueron casi todos
masacrados por los turcos. Entretanto se organizaba la cruzada regular en Occidente y, segn un
bien concebido plan, los cuatro ejrcitos principales deban reunirse en Constantinopla.
Godofredo de Bouillon, duque de Baja Lorena a la cabeza del pueblo de Lorena, los
alemanes, y los franceses del norte, sigui el valle del Danubio, cruz Hungra, y lleg a
Constantinopla el 23 de diciembre de 1096.
Hugo de Vermandois, hermano del rey Felipe I de Francia, Roberto Courte-Heuse, duque
de Normanda, y el conde Esteban de Blois, llevaron bandas de franceses y normandos por los
Alpes y echaron vela de los puertos de Apulia para Dyrrachium (Durazzo o Durrs), de donde
tomaron la "Via Egnatia" hacia Constantinopla y se reunieron all en mayo de 1097.
Los franceses del sur, bajo la direccin de Raimundo de San-Gilles, conde de Tolosa, y
de Ademar de Monteil, obispo de Puy y legado papal, empezaron a avanzar batallando por los
valles longitudinales de los Alpes Orientales y, despus de conflictos sangrientos con los eslavos,
llegaron a Constantinopla a fines de abril de 1097.
Por ltimo, los Normandos de Italia del sur, atrados por el entusiasmo de las bandas de
cruzados que pasaban por su pas, embarcaron para Epiro bajo el mando de Bohemundo y
Tancredo, uno era el hijo mayor, el otro el sobrino, de Roberto Guiscardo.
Cruzando el imperio bizantino, consiguieron llegar a Constantinopla el 26 de abril de
1097. La aparicin de los ejrcitos cruzados en Constantinopla cre la ms grande inquietud, y
provoc los futuros e irremediables malos entendidos entre los cristianos griegos y los latinos. La
invasin no pedida de estos ltimos alarm a Alejo, quien trat de prevenir la concentracin de
todas esas fuerzas en Constantinopla transportando a Asia Menor cada ejrcito occidental en el
orden de su llegada; adems, l trat de arrancar de los jefes de la cruzada la promesa de que
restauraran al imperio griego las tierras que iban a conquistar. Despus de resistir a las splicas
imperiales durante el invierno, Godofredo de Bouillon, confinado en Pera, acept al fin tomar el
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juramento de fidelidad. Bohemundo, Roberto Courte-Heuse, Esteban de Blois, y los otros jefes
cruzados sin dudar hicieron la misma promesa; Raimundo de St-Gilles, sin embargo, permaneci
firme.
Transportados a Asia Menor, los cruzados sitiaron la ciudad de Nicea, pero Alejo negoci
con los turcos, que le entregaron la ciudad, y prohibi entrar a los cruzados (1 de junio de 1097).
Despus de vencer a los turcos en la batalla de Dorilea el 1 de julio de 1097, los cristianos
entraron en las mesetas altas de Asia Menor. Sin cesa hostigados por un implacable enemigo,
agobiados por el extremo calor, y abatidos bajo el peso de sus armaduras de cuero cubiertas de
placas de hierro, sus sufrimientos eran casi intolerables. En septiembre 1097, Tancredo y
Balduino, hermanos de Godofredo de Bouillon, dejaron el grueso del ejrcito y entraron en
territorio armenio. En Tarsus una pelea casi estalla entre ellos, pero afortunadamente se
reconciliaron. Tancredo tom posesin de las ciudades de Cilicia, mientras Balduino, llamado
por los armenios, cruz el Eufrates en octubre, 1097, y, despus de casarse con una princesa
armenia, fue proclamado Seor de Edesa. Entretanto los cruzados, reaprovisionados por los
armenios de la regin de Taurus, fueron a Siria y el 20 de octubre, 1097, llegaron a la ciudad
fortificada de Antioqua, que estaba protegida por una pared flanqueada de 450 torres, abastecida
por el mel Jagi-Sian con inmensas cantidades de provisiones. Gracias a la ayuda de carpinteros
e ingenieros de una flota genovesa que haba llegado a la boca del Orontes, los cruzados
pudieron construir arietes e iniciaron el sitio de la ciudad. Por fin, Bohemundo negoci con un
jefe turco que entreg una de las torres, y en la noche del 2 de junio, 1098, los cruzados tomaron
Antioqua por asalto. Al mismo da siguiente fueron sitiados dentro de la ciudad por el ejrcito
de Kerbga, mel de Mosul. Plaga y hambre cruelmente diezmaron sus rangos, y muchos de
ellos, entre otros Esteban de Blois, escaparon bajo cubierto de la noche. El ejrcito estaba al
borde del desaliento cuando de repente se reanim su valor por el descubrimiento de la Lanza
Santa, resultado del sueo de un sacerdote provenzal llamado Pedro Bartolom. El 28 de junio de
1098, el ejrcito de Kerbga fue efectivamente rechazado, pero, en lugar de marchar sin retraso a
Jerusaln, los jefes gastaron varios meses en disputas por a la rivalidad entre Raimundo de San-
Gilles y Bohemundo, ambos exigiendo el derecho a Antioqua. No fue sino hasta abril, 1099, que
empez la marcha hacia Jerusaln, Bohemundo quedo en posesin de Antioqua mientras que
Raimundo tom Trpoli. El 7de junio los cruzados empezaron el sitio de Jerusaln. Su dificultad
habra sido seria, en efecto, de no haber sido por la llegada de otra flota genovesa a Jaffa y, como
en Antioqua, suministr los ingenieros necesarios para un sitio. Despus de una procesin
general que los cruzados hicieron descalzos alrededor de las murallas de la ciudad entre insultos
y encantamientos de hechiceros mahometanos, el ataque comenz el 14 de julio, 1099. Al da
siguiente los cristianos entraron en Jerusaln por todos lados y asesinaron a sus habitantes sin
consideracin de edad ni sexo. Habiendo cumplido su peregrinaje al Santo Sepulcro, los
caballeros eligieron como seor de la nueva conquista a Godofredo de Bouillon, quien se llam a
s mismo "Defensor del Santo Sepulcro". Tuvieron entonces que rechazar un ejrcito egipcio,
que fue derrotado en Ascaln, el 12 de agosto, 1099. Su situacin era sin embargo muy insegura.
Alejo Comneno amenaz el principado de Antioqua, y en 1100 Bohemundo mismo fue hecho
prisionero por los turcos, mientras que la mayor parte de las ciudades en la costa estaban todava
bajo control mahometano. Antes de su muerte, el 29 de julio, 1099, Urbano II una vez ms
proclam la cruzada. En 1101 tres expediciones cruzaron Europa bajo la direccin del conde
Esteban de Blois, del duque Guillermo IX de Aquitania, y de Welf IV, duque de Baviera. Los
tres lograron llegar a Asia Menor, pero fueron masacrados por los turcos. A su salida de prisin
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Bohemundo atac al imperio bizantino, pero fue rodeado por el ejrcito imperial y forzado a
aceptar ser el vasallo de Alejo. A la muerte de Bohemundo en 1111, sin embargo, Tancredo se
neg a respetar el tratado y retuvo Antioqua. Godofredo de Bouillon muri en Jerusaln el 18 de
julio, 1100. Su hermano y sucesor, Balduino de Edesa, fue coronado rey de Jerusaln en la
Baslica de Beln el 25 de diciembre, 1100. En 1112 con la ayuda de Noruegos bajo el mando de
Sigurd Jorsalafari y el apoyo de flotas genovesa, pisana, y veneciana, Balduino inici la
conquista de los puertos de Siria, que complet en 1124 con la captura de Tiro. Solo Ascaln
mantuvo una guarnicin egipcia hasta 1153.
En ese perodo los estados cristianos formaban un territorio extenso y continuo entre el
Eufrates y la frontera egipcia, e incluan cuatro principados casi independientes: el reino de
Jerusaln, el condado de Trpoli, el principado de Antioqua, y el condado de Rohez (Edesa).
Estos pequeos estados eran, por as decir, la propiedad comn de toda la Cristiandad y, como
tal, estaban subordinados a la autoridad del papa. Adems, los caballeros franceses y
comerciantes italianos establecidos en las recientemente conquistadas ciudades pronto
predominaron. La autoridad de los soberanos de estos diferentes principados estaba restringida
por los dueos-de-feudos, los vasallos, y los sub-vasallos que constituan la Corte de Lieges, o
Suprema Corte. Esta asamblea tena total autoridad en asuntos legislativos; ningn estatuto ni ley
se poda proclamar sin su acuerdo; ningn barn poda ser privado de su feudo sin su decisin;
su jurisdiccin se extenda por encima de todos, incluso el rey, y tambin controlaba la sucesin
al trono. Una "Corte de Burgueses" tena jurisdiccin similar sobre los ciudadanos. Cada feudo
tena un tribunal igual compuesto de caballeros y ciudadanos, y en los puertos haba polica y
cortes mercantiles (ver ASSIZES DE JERUSALN). La autoridad de la Iglesia tambin ayudaba
a limitar el poder del rey; las cuatro sedes metropolitanas de Tiro, Cesarea, Bessan, y Petra
estaban sujetas al Patriarca de Jerusaln, de la misma manera siete sedes subordinadas y un
nmero de abadas, entre ellas el Monte Sin, el Monte de los olivos, el Templo, Josafat, y el
Santo Sepulcro. A travs de ricas y frecuentes donaciones el clero se volvi el ms grande dueo
de propiedades del reino; tambin recibi de los cruzados importantes propiedades en Europa. A
pesar de las antes mencionadas restricciones en el siglo XII el rey de Jerusaln tena un gran
ingreso. Los impuestos aduanales establecidos en los puertos y administrados por nativos, los
peajes impuestos a las caravanas, y el monopolio de ciertas industrias eran una fecunda fuente de
ingresos. Desde un punto de vista militar todo vasallo deba un servicio de tiempo ilimitado al
rey, aunque ste estaba obligado a indemnizarlos, pero para llenar las lneas del ejrcito era
necesario enrolar nativos que reciban una anualidad a vida (fief de soude). De esta manera se
reclut la caballera ligera de los "Turcoples", armados a la manera Sarracena. En total estas
fuerzas eran poco mas de 20,000 hombres, y an as los vasallos poderosos que las comandaban
eran casi independientes del rey. Fue la gran necesidad de tropas regulares para defender los
dominios cristianos la que provoc la creacin de una institucin nica, las rdenes religiosas de
caballera, a saber: los Hospitalarios, que al principio cumplan su deber en el Hospital de San
Juan fundado por los antes citados comerciantes de Amalfi, y fueron organizados luego por
Gerardo du Puy como una milicia que poda luchar contra los Sarracenos (1113); y los
Templarios, nueve de quienes en 1118 se congregaron con Hugues de Payens y recibieron la
Regla de San Bernardo. Estos miembros, ya sea caballeros de la nobleza, alguaciles, empleados,
o capellanes, pronunciaron los tres votos monacales pero era sobre todo para la guerra contra los
Sarracenos a lo que se comprometan. Siendo favorecidos con muchos privilegios espirituales y
temporales, fcilmente ganaron reclutas entre los hijos ms jvenes de casas feudales y
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"Non nobis Domine, non nobis sed nomini tua da gloriam"
adquirieron tanto en Palestina como en Europa una considerable propiedad. Sus castillos,
construidos en los principales puntos estratgicos, Margat, El Krak, y Tortosa, eran ciudadelas
fuertes protegidas por varios cercos concntricos. En el reino de Jerusaln estas rdenes militares
virtualmente formaron dos comunidades independientes. Finalmente, en las ciudades, se dividi
el poder pblico entre los ciudadanos nativos y los colonos italianos, genoveses, venecianos,
pisanos, y tambin los marselleses a quienes, a cambio de sus servicios, se les dio poder supremo
en ciertos distritos en pequeas comunidades autogobernadas que tenan sus cnsules, sus
iglesias, y en las orillas sus granjas, utilizadas para el cultivo de algodn y caa de azcar. Los
puertos sirios eran visitados regularmente por flotas italianas que obtenan all las especias y
sedas tradas por caravanas de Extremo Oriente. As, durante la primera mitad del siglo XII los
estados cristianos de Oriente estaban completamente organizados, y aun eclipsaron en riqueza y
prosperidad a la mayor parte de los estados occidentales.
III. Primera destruccion de los Estados Cristianos (1144-87)
Muchos peligros, por desgracia, amenazaban esa prosperidad. En el sur los Califas de Egipto, en el este los meles selecidas de Damasco, Hama y Alepo, y en el norte los emperadores
bizantinos, vidos de realizar el proyecto de Alejo Comneno de tener a los estados latinos bajo su
poder. Adems, en presencia de tantos enemigos los estados
cristianos faltaban de cohesin y disciplina. La ayuda que reciban
de Occidente era demasiado dispersa e intermitente. Sin embargo
esos caballeros occidentales, aislados en medio de mahometanos y
forzados, debido al trrido clima, a llevar una vida muy diferente
de aquella a la que estaban acostumbrados en casa, desplegaron
valenta y energa admirables en su esfuerzo por preservar las
colonias cristianas. En 1137 Juan Comneno emperador de
Constantinopla, se present delante de Antioqua con un ejrcito, y
oblig al Prncipe Raimundo a rendirle homenaje. A la muerte de
este potentado (1143), Raimundo trato de quitarse ese molesto
yugo e invadi el territorio bizantino, pero fue encerrado por el
ejrcito imperial y obligado (1144) a humillarse en Constantinopla
delante del emperador Manuel. El Principado de Edesa,
completamente aislado de los otros estados cristianos, no pudo
resistir a los ataques de Imad-al-Din Zangi, el prncipe, o atabek, de
Mosul, que forz su guarnicin a capitular el 25 de diciembre de
1144. Despus del asesinato de Imad-al-Din Zangi, su hijo Nur-al-Din continu las hostilidades
contra los estados cristianos. Ante estas noticias, Luis VII de Francia, la reina Leonor de
Aquitania, y un gran nmero de caballeros, conmovidos por las exhortaciones de San Bernardo,
se enrolaron bajo la cruz (Asamblea de Vzelay, 31 de marzo de 1146). El Abad de Claraval se
convirti en el apstol de la cruzada y concibi la idea de instar toda Europa a atacar a los
infieles simultneamente en Siria, en Espaa, y ms all del Elba. Al principio encontr una
Mapa de Jerusaln
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fuerte oposicin en Alemania. Finalmente el emperador Conrado III accedi a su deseo y adopt
el estandarte de la cruz en la Dieta de Spira, el 25 de diciembre de 1146. Sin embargo, no haba
el entusiasmo que predomin en 1095. Al mismo tiempo que los cruzados comenzaban su
marcha, el rey Roger de Sicilia atac al imperio bizantino, pero su expedicin slo fren el
progreso de la invasin de Nur-al-Din. Los sufrimientos soportados por los cruzados mientras
cruzaban Asia Menor les impidi el avanzar a Edesa. Se contentaron con acosar Damasco, pero
fueron obligados a retirarse al cabo de varias semanas (julio, 1148). Esta derrota caus gran
descontento en Occidente; adems, los conflictos entre los griegos y los cruzados slo
confirmaron la opinin general de que el imperio bizantino
era el obstculo principal al xito de las Cruzadas. Sin
embargo, Manuel Comneno trat de fortalecer los vnculos
que unan el imperio bizantino a los principados italianos.
En 1161 se cas con Mara de Antioqua, y en 1167 dio la
mano de una de sus sobrinas a Amaury, rey de Jerusaln.
Esta alianza dio por resultado el frustrar el progreso de
Nur-al-Din, que, habiendo llegado a ser amo de Damasco
en 1154, se abstuvo desde entonces de atacar los dominios
cristianos.
El rey Amaury aprovech esa tregua para intervenir
en los asuntos de Egipto, puesto que los nicos
representante restantes de la dinasta fatim eran nios, y
dos visires rivales se disputaban el poder supremo en
medio de condiciones de anarqua absoluta. Uno de esos
rivales, Shawer, siendo desterrado de Egipto, se refugio
con Nur-al-Din, que envi a su mejor general, Shrkh, a
reinstalarlo. Despus de su conquista del Cairo, Shrkh
trat de poner Shawer en desgracia con el califa; Amaury,
aprovechndose de esto, se alo con Shawer. En dos
ocasiones, en 1164 y 1167, forz Shrkh a salir de Egipto;
un cuerpo de caballeros francos fue estacionado en una de
las puertas del Cairo, y Egipto pag un tributo de 100,000
dinres al reino de Jerusaln. En 1168 Amaury hizo otro
intento de conquistar Egipto, pero fall. Despus de
ordenar el asesinato de Shawer, Shrkh se proclam a s
mismo Gran Visir. A su muerte el 3 de marzo de 1169, su
sucesor fue su sobrino, Salah-al-Din (Saladino). Durante
ese ao Amaury, ayudado por una flota bizantina, invadi
Egipto una vez ms, pero fue derrotado en Damietta.
Saladino tuvo total control de Egipto y no nombr ningn
sucesor al ltimo califa fatim, que muri en 1171.
Adems, Nur-al-Din muri en 1174, y, mientras sus hijos
y sobrinos se disputaban la herencia, Saladino tom posesin de Damasco y conquist toda
Mesopotamia excepto Mosul. As, cuando Amaury muri en 1173, dejando el poder real a
Balduino IV, "el Leproso", un nio de trece aos, el reino de Jerusaln estaba amenazado por
todos lados. Al mismo tiempo dos facciones, conducidas respectivamente por Gui de Lusian,
Los Templarios masacran a la embajada de
los Asesinos.
En 1174, el rey Amaury recibe una embajada del Viejo de la Montaa, que le ofrece una alianza. Cuando los Asesinos
regresaban a sus dominios, los templarios al mando de Gautier de Mesnil los sorprenden y los degollan a todos. El maestre Eudes de Saint-Amand niega a Amaury la entrega del culpable, afirmando que solo el Papa puede juzgar a De Mesnil.
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cuado del rey, y Raimundo, conde de Trpoli, competan por el poder. Balduino IV muri en
1184, y fue pronto seguido a la tumba por su sobrino Balduino V. A pesar de una viva oposicin,
Gui de Lusian fue coronado rey, el 20 de julio de 1186. Aunque la lucha contra Saladino estaba
ya en marcha, fue desgraciadamente conducida sin orden ni disciplina. A pesar de la tregua
concluida con Saladino, Renaud de Chtillon, un poderoso seor feudal de la regin
transjordanica, que inclua al dominio de Montreal, el gran castillo de Karak, y Alet, un puerto
en el Mar Rojo, busc desviar la atencin del enemigo atacando las ciudades santas de los
mahometanos. Navos sin remos fueron trados a Alet a lomo de camello en 1182, y una flotilla
de cinco galeras recorri el Mar Rojo por un ao entero, asolando las costas hasta Adn; un
cuerpo de caballeros incluso intent tomar Medina. Al fin esa flotilla fue destruida por Saladino,
y, al gran jbilo de los mahometanos, mataron a los prisioneros francos en la Meca. Atacado en
su castillo en Karak, Renaud por dos veces rechaz las fuerzas de Saladino (1184-86). Una
tregua se firm entonces, pero Renaud la rompi de nuevo y se apoder de una caravana en la
que iba la propia hermana del sultn. En su exasperacin Saladino invadi el reino de Jerusaln
y, aunque Gui de Lusian reuni todas sus fuerzas para rechazar el ataque, el 4 de julio de 1187,
el ejrcito de Saladino aniquil el de los cristianos en las orillas del Lago Tiberades. El rey, el
gran maestro del Templo, Renaud de Chtillon, y los hombres ms poderosos del reino fueron
hechos prisioneros. Despus de matar a Renaud con sus propias manos, Saladino march sobre
Jerusaln. La ciudad capitul el 17 de septiembre, y Tiro, Antioqua, y Trpoli fueron los nicos
lugares en Siria que permanecieron en poder de los cristianos.
Cerca de Nazareth se concentra un ejrcito cristiano de 30.000 hombres en 1187, entre ellos mil doscietos templarios a las rdenes del nefasto Gerard de Ridefort que fuerza el avance de las tropas. Muertos de sed y cansancio, acampan en la colina de Hattin. Saladino le sitia y les
impide la salida. El grueso del ejrcito cae en manos de Saladino y el rey de Jerusaln es hecho prisionero. Todos los miembros del Temple mueren, salvo uno, Gerard de Ridefort. El Gran Maestre se convierte en servidor de Saladino y predica la rendicin de las ciudades que an no han caido en manos musulmanas.
Solo el nefasto Ridefort sobrevive en Hattin Gerard de Ridefort es ajusticiado
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IV. Intentos de restaurar los Estados Cristianos y la Cruzada contra San Juan de Acre
Las noticias de estos eventos causaron gran consternacin en la Cristiandad, y el Papa Gregorio VIII se esforz en poner fin a todas las disensiones entre los prncipes cristianos. El 21 de enero
de 1188, Felipe Augusto, rey de Francia, y Enrique II,
Plantagenet, se reconciliaron en Gisors y tomaron la
cruz. El 27 de marzo en la Dieta de Mainz, Federico
Barbarroja y un gran nmero de caballeros alemanes
hicieron un voto para defender la causa cristiana en
Palestina. En Italia, Pisa hizo la paz con Gnova,
Venecia con el rey de Hungra, y Guillermo de Sicilia
con el imperio bizantino. Adems, una armada
escandinava de 12,000 guerreros navegando por las
costas de Europa, al pasar por Portugal, ayud a
recuperar Alvor de los mahometanos. El entusiasmo por
la cruzada era de nuevo de un alto nivel; pero, en
cambio, la diplomacia y los planes de reyes y prncipes
tenan cada vez ms importancia en su organizacin.
Federico Barbarroja inici negociaciones con Isaac
Angelus, emperador de Constantinopla, con el sultn de Iconium, y aun con el mismo Saladino.
Era, adems, la primera vez que se unan bajo un solo jefe todas las fuerzas mahometanas;
Saladino, mientras se predicaba la guerra santa, organiz contra los cristianos algo as como una
contra cruzada. Federico Barbarroja, que fue el primero en prepararse para la empresa, y a quien
los cronistas atribuyen un ejrcito de 100,000 hombres, sali de Ratisbona, el 11 de mayo de
1189. Despus de cruzar Hungra tom los estrechos balcnicos por asalto y trat de flanquear
los movimientos hostiles de Isaac Angelus atacando Constantinopla. Finalmente, despus del
saqueo de Adrianpolis, Isaac Angelus se rindi, y entre el 21 y el 30 de marzo de 1190, los
alemanes consiguieron cruzar el Estrecho de Gallpoli. Como de costumbre, la marcha a travs
de Asia Menor fue muy difcil. Con la idea de reabastecerse en provisiones, el ejrcito tom
Iconium por asalto. A su llegada a la regin de Taurus, Federico Barbarroja trat de cruzar el
Selef (Kydnos) a caballo y se ahog. En seguida, muchos prncipes alemanes regresaron a
Europa; los otros, conducidos por el hijo del emperador, Felipe de Suabia llegaron a Antioqua y
prosiguieron luego a San Juan de Acre. Fue delante de esta ciudad que al fin todas las tropas
cruzadas se reunieron. En junio de 1189, el rey Gui de Lusian, que haba sido liberado de
cautividad, se present all con el resto del ejrcito cristiano, y, en septiembre del mismo ao,
lleg la armada escandinava, seguida por las flotas inglesa y flamenca, comandadas
respectivamente por el Arzobispo de Canterbury y Jacques d'Hvesnes. Este heroico sitio dur
dos aos. En la primavera de cada ao llegaban refuerzos de Occidente, y una verdadera ciudad
cristiana surgi fuera de las murallas de Acre. Pero los inviernos fueron desastrosos para los
cruzados, cuyas lneas eran diezmadas por enfermedades tradas por las inclemencias de la
Las fuerzas germanas se encaminan al desastre.
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estacin lluviosa y la falta de comida. Saladino vino a ayudar a la ciudad, y comunic con lla
por medio de palomas mensajeras. Mquinas lanza misiles (pierrires), impulsadas por poderosas
maquinarias, fueron utilizadas por los cruzados para demoler las murallas de Acre, pero los
mahometanos tambin tenan artillera poderosa. Este sitio famoso haba durado ya dos aos
cuando Felipe Augusto, rey de Francia, y Ricardo Corazn de Len, rey de Inglaterra, llegaron a
la escena. Despus de largas deliberaciones haban salido juntos de Vzelay, el 4 de julio de
1190. Ricardo embarc en Marsella, Felipe en Gnova, y se reunieron en Messina. Durante su
estancia en ese lugar, que dur hasta marzo, 1191, casi se pelean, pero finalmente concluyeron
un tratado de paz. Mientras Felipe llegaba a Acre, Ricardo naufrag en la costa de Chipre,
entonces independiente bajo Isaac Comneno. Con ayuda de Gui de Lusian, Ricardo conquist
esta isla. La llegada de los reyes de Francia e Inglaterra delante de Acre provoc la capitulacin
de la ciudad, el 13 de julio de 1191. Pronto, sin embargo, la disputa de los reyes francs e ingles
estall de nuevo, y Felipe Augusto dej Palestina, el 28 de julio. Ricardo fue entonces el jefe de
la cruzada, y, para castigar a Saladino por no cumplir con las condiciones del tratado dentro del
tiempo estipulado, mand matar a los rehenes mahometanos. Luego, pens atacar Jerusaln,
pero, luego de engaar a los cristianos durante las negociaciones, Saladino trajo muchas tropas
de Egipto. La empresa fall, y Ricardo compens sus reveses con brillantes pero intiles hazaas
que hicieron su nombre legendario entre los mahometanos. Antes de partir vendi la Isla de
Chipre, primero a los Templarios, que fueron incapaces de establecerse all, y despus a Gui de
Lusian, que renunci al reino de Jerusaln en favor de Conrado de Montferrat (1192). Despus
de una ltima expedicin para defender Jaffa contra Saladino, Ricardo declar una tregua y
embarc para Europa, el 9 de octubre de 1192, pero no lleg a su reino ingls hasta despus de
haber sufrido una humillante cautividad en las manos del duque de Austria, quien veng de esta
manera los insultos que se le hicieron frente a San Juan de Acre.
Mientras Capetos y Plantagenets, olvidando la Guerra Santa, arreglaban en casa sus
disputas territoriales, el emperador Enrique VI, hijo de Barbarroja, tom a su cargo la direccin
suprema de la poltica cristiana en Oriente. Coronado rey de las Dos Sicilias, el 25 de diciembre
de 1194, tom la cruz en Bari, el 31 de mayo de 1195, y prepar una expedicin que, pens,
recuperara Jerusaln y arrebatara Constantinopla al usurpador Alejo III. Ansioso de ejercer su
autoridad imperial hizo a Amaury de Lusignan rey de Chipre y a Len II rey de Armenia. En
Durante la tercera Cruzada Robert de Sabl es elegido gran maestre. Apoyado por los templarios, Ricardo Corazn de Len consuma la conquista de Acre y derrotan a Saladino en Arsuff y Jaffa. Pero Ricardo, abandonado por el rey de Francia, desiste de conquistar Jerusaln y vuelve a Europa vistiendo hbito templario en una nave de la Orden.
Conquista de Acre
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septiembre de 1197, los cruzados alemanes partieron para Oriente. Desembarcaron en San Juan
de Acre y marcharon sobre Jerusaln, pero fueron detenidos delante del pequeo pueblo de
Tibnin de noviembre, 1197, a febrero de 1198. Al levantar el sitio, supieron que Enrique VI
haba muerto, el 28 de septiembre, en Messina, donde haba reunido la armada que iba a llevarlo
a Constantinopla. Los alemanes firmaron una tregua con los Sarracenos, pero su futura influencia
en Palestina fue asegurada por la creacin de la Orden de los Caballeros Teutnicos. En 1143 un
peregrino alemn haba fundado un hospital para sus compatriotas; los religiosos que lo servan
se trasladaron a Acre y, en 1198, se organizaron imitando el proyecto de los Hospitalarios, su
regla siendo aprobada por Inocente III en 1199.
V. La Cruzada en contra de Constantinopla (1204)
En los muchos intentos hechos para fundar los estados cristianos los esfuerzos de los cruzados se haban dirigido solo hacia el objetivo por el que la Guerra Santa haba sido instituida; la
cruzada contra Constantinopla muestra la primera desviacin del propsito original. Para quienes
trataban de lograr sus fines arrancando la direccin de las cruzadas de las manos del papa, este
nuevo movimiento era, por supuesto, un triunfo, pero para la Cristiandad fue una causa de
confusin. Apenas haba sido elegido papa Inocente III, en enero, 1198, cuando inaugur una
poltica para el Oriente que sigui a lo largo de todo su pontificado. Subordin todo lo dems al
rescate de Jerusaln y a la reconquista de la Tierra Santa. En sus primeras Encclicas convoc a
todos los cristianos a unirse a la cruzada e incluso negoci con Alejo III, el emperador bizantino,
tratando de convencerlo de reintegrar la comunin con Roma y utilizar sus tropas para la
liberacin de Palestina. Pedro de Capua, el legado papal, motiv una tregua entre Felipe Augusto
y Ricardo Corazn de Len, en enero de 1199, y predicadores populares, entre otros el cura
prroco Foulques de Neuilly, atrajeron grandes multitudes. Durante un torneo en Ecry-sur-Aisne,
el 28 de noviembre de 1199, el conde Teobaldo de Champaa y un gran nmero de caballeros
tomaron la cruz; en Alemania del sur Martn, Abad de Pairis, cerca de Colmar, atrajo muchos a
la cruzada. Pareca, sin embargo, que, desde el principio, el papa perdi el control de esta
empresa. Sin ni siquiera consultar a Inocente III, los caballeros franceses, que haban elegido a
Teobaldo de Champaa como su jefe, decidieron atacar a los mahometanos en Egipto y en
marzo, 1201, concluyeron con la Repblica de Venecia un contrato para el transporte de tropas
en el mediterrneo. A la muerte de Teobaldo los cruzados eligieron como su sucesor a Bonifacio,
Marqus de Montferrat, y primo de Felipe de Suabia, entonces en conflicto abierto con el papa.
Justo en ese momento el hijo de Isaac Angelus, el destronado emperador de Constantinopla,
busc refugio en Occidente y le pidi a Inocente III y a su propio cuado, Felipe de Suabia, el
reintegrarlo en el trono imperial. Se ha planteado la cuestin de si fue un acuerdo previo entre
Felipe y Bonifacio de Montferrat para desviar la cruzada hacia Constantinopla, y un pasaje en la
"Gesta Innocentii" (83, en Pg. L., CCXIV, CXXXII) indica que la idea no era nueva para
Bonifacio de Montferrat cuando, en la primavera de 1202, la dio a conocer al papa. Entretanto
los cruzados reunidos en Venecia no podan pagar la cantidad exigida por su contrato, as, a
manera de intercambio, los venecianos sugirieron que ayudaran a recuperar la ciudad de Zara en
Dalmacia. Los caballeros aceptaron la propuesta, y, despus de unos das de sitio, la ciudad
capitul en noviembre, 1202. Pero fue en vano que Inocente III inst a los cruzados a salir para
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Palestina. Habiendo obtenido la absolucin por la captura de Zara, y a pesar de la oposicin de
Simn de Montfort y una parte del ejrcito, el 24 de mayo de 1203, los jefes ordenaron la marcha
sobre Constantinopla. Ellos haban concluido con Alejo, el pretendiente bizantino, un tratado por
el cual ste prometa obtener el retorno de los griegos a la comunin con Roma, dar a los
cruzados 200,000 marcos, y participar a la Guerra Santa. El 23 de junio la flota de los cruzados
se present delante de Constantinopla; el 7 de julio tomaron posesin de un suburbio de Galacia
y forzaron su entrada en el Cuerno de oro; el 17 de julio atacaron simultneamente las murallas
marinas y las murallas terrestres del Blachern. Las tropas de Alejo III intentaron una
infructuosa salida, y el usurpador huy, despus de lo cual Isaac Angelus fue liberado de prisin
y se le permiti compartir la dignidad imperial con su hijo, Alejo IV. Pero aunque ste ltimo
hubiera sido sincero habra sido incapaz de respetar las promesas hechas a los cruzados. Despus
de unos meses de tediosa espera, aqullos de entre los cruzados acuartelados en Galacia
perdieron paciencia con los griegos, que no slo se negaban a respetar su acuerdo, sino que
incluso los trataban con abierta hostilidad. El 5 de febrero de 1204, Alejo IV e Isaac Angelus
fueron destronados por una revolucin, y Alejo Murzuphla, un usurpador, emprendi la defensa
de Constantinopla en contra de los cruzados latinos que se prepararon a asediar Constantinopla
por segunda vez. Por un tratado concluido en marzo, 1204, entre los venecianos y los jefes
cruzados, se pusieron de acuerdo por adelantado para compartir los despojos del imperio griego.
El 12 de abril de 1204, Constantinopla fue tomada por asalto, y al da siguiente comenz el cruel
pillaje de sus iglesias y palacios. Obras maestras de la antigedad, amontonadas en lugares
pblicos y en el Hipdromo, fueron completamente destruidas. Clrigos y caballeros, en su
avidez por adquirir famosas e inestimables reliquias, tomaron parte en el saqueo de las iglesias.
Los venecianos recibieron la mitad del botn; la parte de cada cruzado fue determinada segn su
grado de barn, caballero, o alguacil, y la mayor parte de las iglesias de Occidente se
enriquecieron con los ornamentos despojados de las de Constantinopla. El 9 de mayo de 1204,
un colegio electoral, constituido por prominentes cruzados y venecianos, se congreg para elegir
un emperador. Dandolo, Dogo de Venecia, rechaz el honor, y no se consider a Bonifacio de
Montferrat. Al fin Balduino, conde de Flandes, fue elegido y solemnemente coronado en Santa
Sofa. Constantinopla y el imperio fueron divididos entre el emperador, los venecianos, y el jefe
de los cruzados; el Marqus de Montferrat recibi Tesalnica y Macedonia, con el ttulo de rey;
Enrique de Flandes fue hecho Seor de Adramyttion; Luis de Blois fue hecho duque de Nicea, y
se otorgaron feudos a seiscientos caballeros. Entretanto, los venecianos se reservaron los puertos
de Tracia, el Peloponeso, y las islas. Se eligi como patriarca a Tomas Morosini, un sacerdote
veneciano.
Ante las noticias de estos eventos tan extraordinarios, en los que no haba tenido ninguna
influencia, Inocente III se pleg como en sumisin a los designios de la Providencia y, en el
inters de la Cristiandad, se decidi a obtener lo mejor de la nueva conquista. Su principal
objetivo fue de acabar con el cisma griego y poner las fuerzas del nuevo imperio latino al
servicio de la cruzada. Por desgracia, el imperio latino de Constantinopla estaba en una
condicin demasiado precaria para proporcionar cualquier apoyo material a la poltica papal. El
emperador era incapaz de imponer su autoridad a los barones. En Nicea no lejos de
Constantinopla, el ex gobierno bizantino reuni los restos de su autoridad y sus partidarios. Se
proclam emperador a Teodoro Lascaris. En Europa Joannitsa, zar de los valaquitas y de los
blgaros, invadi Tracia y destruy el ejrcito cruzado frente a Adrianpolis, el 14 de abril de
1205. Durante la batalla cay el emperador Balduino. Su hermano y sucesor, Enrique de Flandes,
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dedic su reino (1206-16) a interminables conflictos con los blgaros, los lombardos de
Tesalnica, y los griegos de Asia Menor. A pesar de eso, consigui fortalecer la conquista latina,
formo una alianza con los blgaros, y estableci su autoridad incluso sobre los propietarios
feudales de Morea (Parlamento de Ravena, 1209); sin embargo, lejos de conducir una cruzada en
Palestina, tuvo que solicitar ayuda de Occidental, y fue obligado a firmar tratados con Teodoro
Lascaris e incluso con el sultn de Iconium. Los griegos no se reconciliaron con la Iglesia de
Roma; la mayor parte de sus obispos abandonaron sus sedes y se refugiaron en Nicea, dejando
sus iglesias a los obispos latinos nombrados para reemplazarlos. Los conventos griegos fueron
reemplazados por monasterios cistercienses, por comanderas de Templarios y Hospitalarios, y
por captulos de cannigos. Con raras excepciones, sin embargo, la poblacin nativa permaneci
hostil y tom a los conquistadores latinos como extranjeros. Habiendo fallado en todos sus
intentos por instigar en los barones del imperio latino el emprender una expedicin contra
Palestina, y entendimiento por fin la causa del fracaso de la cruzada en 1204, Inocente III decidi
(1207) organizar una nueva cruzada sin tomar en cuenta la opinin de Constantinopla. Las
circunstancias, sin embargo, eran desfavorables. En lugar de concentrar las fuerzas de la
Cristiandad contra los mahometanos, el papa los desband proclamando (1209) una cruzada
contra los albigenses en el sur de Francia, y contra los Almorvides de Espaa (1213), los
paganos de Prusia, y Juan Lackland de Inglaterra. Al mismo tiempo ocurrieron estallidos de
emocin mstica semejantes a los que haban precedido la primera cruzada. En 1212 un joven
pastor de Vendme y un joven de Colonia reunieron miles de nios a quienes les propusieron
conducirlos a la conquista de Palestina. El movimiento se extendi a travs de Francia e Italia.
Esta "Cruzada de los Nios" lleg por fin a Brindisi, donde comerciantes vendieron a muchos de
los nios como esclavos a los moros, mientras que casi todos los dems moran de hambre y
agotamiento. En 1213 Inocente III haba predicado una cruzada en todas partes de Europa y
enviado al Cardinal Pelagius a Oriente para obtener, si posible, el regreso de los griegos al seno
de la unidad romana. El 25 de julio de 1215, Federico II, despus de su victoria sobre Otn de
Brunswick, tom la cruz en la tumba de Carlomagno en Aquisgrn. El 11 de noviembre de 1215,
Inocente III inaugur el Cuarto Concilio De Letrn con una exhortacin a todo los fieles para
participar en la cruzada, cuya salida se fij para 1217. Al momento de su muerte (1216) el Papa
Inocente pens que se haba iniciado un gran movimiento.
VI. Las Cruzadas del Siglo XIII (1217-52)
En Europa sin embargo, la predicacin de la cruzada encontr gran oposicin. Los prncipes temporales se oponan fuertemente a la perdida de jurisdiccin sobre los sbditos que tomaban
parte en las cruzadas. Absortos en intrigas polticas, eran reacios a enviar tan lejos las fuerzas
militares en las que dependan. Rpidamente, en diciembre, 1216, se le concedi a Federico II la
primera moratoria en el cumplimiento de su voto. La cruzada tal como se predic en el siglo XIII
ya no fue el gran movimiento entusiasta de 1095, sino una serie de empresas irregulares e
intermitentes. Andrs II, rey de Hungra, y Casimiro, duque de Pomerania, se hicieron a la vela
de Venecia y Spalato, mientras un ejrcito escandinavo pasaba por Europa. Los cruzados
llegaron a San Juan de Acre en 1217, pero se limitaron a incursiones en territorio musulmn,
despus de lo cual Andrs de Hungra regres a Europa. Recibiendo refuerzos en la primavera de
1218, Juan de Brienne, rey de Jerusaln, se decidi a ejecutar un ataque en Tierra Santa pasando
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por Egipto. Los cruzados en acuerdo llegaron a Damietta en mayo, 1218, y, despus de un asedio
marcado por muchos actos de herosmo, tomaron la ciudad por asalto, el 5 de noviembre, 1219.
En lugar de aprovechar esta victoria, desperdiciaron ms de un ao en disputas intiles, y no fue
sino hasta mayo de 1221, que salieron para el Cairo. Rodeado por los sarracenos en Mansura, el
24 de julio, el ejrcito cristiano fue derrotado. Juan de Brienne fue obligado a comprar la retirada
con la entrega de Damietta a los sarracenos. Entretanto el emperador Federico II, que deba ser el
jefe de la cruzada, se haba quedado en Europa y continuaba a importunar al papa con nuevos
aplazamientos de su salida. El 9 de noviembre de 1225, se cas con Isabel de Brienne, heredera
del reino de Jerusaln, la ceremonia se produjo en Brindisi. Ignorando completamente a su
suegro, asumi el ttulo de rey de Jerusaln. En 1227 sin embargo, no haba salido todava para
Palestina. Gregorio IX, elegido papa el 19 de marzo, 1227, exigi a Federico el cumplir con su
voto. Por fin, el 8 de septiembre, el emperador embarc pero pronto regres; por consiguiente, el
29 de septiembre, el papa lo excomulg. Sin embargo, Federico se hizo a la vela de nuevo el 18
de junio, 1228, pero en lugar de conducir una cruzada solo ejecut un juego diplomtico.
Persuadi a Malek-el-Khamil, sultn de Egipto, que estaba en guerra con el prncipe de
Damasco, y concluy un tratado con l en Jaffa, en febrero, 1229, segn el cual Jerusaln, Beln,
y Nazaret serian regresadas a los cristianos. El 18 de marzo de 1229, sin ninguna ceremonia
religiosa, Federico asumi la corona real de Jerusaln en la iglesia del Santo Sepulcro. Al volver
a Europa, se reconcili con Gregorio IX, en agosto, 1230. El pontfice ratific el Tratado de
Jaffa, y Federico envi caballeros a Siria a que tomaran posesin de las ciudades y obligar a
todos los seores feudales a rendirle homenaje. Una lucha ocurri entre Ricardo Filangieri, el
mariscal del emperador, y los barones de Palestina, cuyo jefe era Juan d'Ibelin, seor de Beirut.
Filangieri vanamente intent obtener posesin de la isla de Chipre. Y, cuando Conrado, hijo de
Federico II e Isabel de Brienne, lleg a la mayora de edad en 1243, la Suprema Corte, antes
descrita, nombr como regente a Alix de Champaa, reina de Chipre. De esta manera se aboli el
poder alemn en Palestina.
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"Non nobis Domine, non nobis sed nomini tua da gloriam"
Entretanto el conde Teobaldo IV de Champaa haba conducido una infructuosa cruzada
en Siria (1239). De la misma manera el duque de Borgoa y Ricardo de Cornualles, hermano del
rey de Inglaterra, que haba emprendido el recuperar Ascaln, concluyeron una tregua con
Egipto (1241). Europa estaba ahora amenazada por un desastre ms doloroso. Despus de
conquistar Rusia los mongoles bajo la direccin de Gengis Kan se presentaron en 1241 en las
fronteras de Polonia, derrotaron al ejrcito del duque de Silesia en Liegnitz, aniquilaron el de
Bla, rey de Hungra, y llegaron al Adritico. Palestina sufri las consecuencias de esta invasin.
Los mongoles haban destruido el imperio musulmn de Kharizm en Asia Central. Huyendo
delante de sus conquistadores, 10.000 kharizmianos ofrecieron sus servicios al sultn de Egipto,
y entre tanto se apoderaron de Jerusaln cuando pasaban por all, en septiembre, 1244.
Las noticias de esta catstrofe crearon un gran revuelo en Europa, y en el Concilio de
Lyon (junio-julio, 1245) el Papa Inocente IV proclam una cruzada, pero la falta de armona
entre l y el emperador Federico II predestin el pontfice a la desilusin. Excepto por Luis IX,
rey de Francia, que tom la cruz en diciembre, 1244, nadie mostr ninguna buena voluntad para
conducir una expedicin a Palestina. Informado que los mongoles estaban bien dispuestos hacia
la Cristiandad, Inocente IV les envi Giovanni di Pianocarpini, un franciscano, y Nicols
Ascelin, un dominicano, como embajadores. Pianocarpini estuvo en Karakorum el 8 de abril,
1246, el da de la eleccin del gran khan, pero nada result de este primer intento de crear una
alianza con los mongoles contra los mahometanos. Sin embargo, cuando San Luis, que sali de
Pars el 12 de junio de 1248, haba llegado a la Isla de Chipre, recibi all a una embajada amical
del gran khan y, en retorno, le envi a dos dominicanos. Alentado, quizs, por esta alianza, el rey
de Francia decidi atacar Egipto. El 7 de junio de 1249, tom Damietta, pero fue slo seis meses
ms tarde que march sobre el Cairo. El 19 de diciembre su avanzada, comandada por su
hermano, Roberto de Artois, empez imprudentemente a combatir en las calles de Mansura y fue
exterminado. Al rey mismo le cortaron la comunicacin con Damietta y lo hicieron prisionero el
5 de abril de 1250. Al mismo tiempo, la dinasta Ayub fundada por Saladino fue derrocada por
la milicia mameluca, cuyos meles tomaron posesin de Egipto. San Luis negoci con ste
ltimo y fue puesto en libertad a condicin de entregar Damietta y pagar un rescate de un milln
de besantes de oro. Se qued en Palestina hasta 1254; negoci con los meles egipcios por la
liberacin de prisioneros; mejor el equipo de las fortalezas del reino, San Juan de Acre,
Cesarea, Jaffa, y Sidn; y envi a fray Guillermo de Rubruquis como embajador al Gran Kan.
En 1244, las tropas de Luis IX
ponen sitio a Damieta, ciudad que toman dos das mas tarde. El rey encomienda la direccin de su vanguardia a Guillermo de Sonnac, gran maestre templario.
Roberto de Artois, hermano del
rey, decide atacar la fortaleza de Mansourah, en el delta del Nilo, desoyendo los consejos del gran maestre. Mueren doscientos noventa templarios. En la retirada a Damieta, muere Guillermo de Sonnac y el rey cae prisionero.
En 1303, caen en manos
mamelucas los templarios que conservaban la isla de Rouad. La cristiandad haba perdido Jerusaln para siempre y los templarios se encaminaban a su
triste final.
Damietta
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"Non nobis Domine, non nobis sed nomini tua da gloriam"
Entonces, a la noticia de la muerte de su madre, Blanca de Castilla, que haba actuado como
regente, volvi a Francia. Desde la cruzada contra San Juan de Acre, un nuevo estado Franco, el
reino de Chipre, fue formado en el mediterrneo frente a Siria y lleg a ser un valioso punto de
apoyo para las cruzadas. Por una prdiga distribucin de tierras y franquicias, Gui de Lusian
consigui atraer colonos a la isla, caballeros, hombres de armas, y civiles; sus sucesores
establecieron un gobierno modelado en el reino de Jerusaln. El poder del rey era limitado por la
Suprema Corte, compuesta de todos los caballeros, vasallos, o bajo-vasallos, con sede en
Nicosia. Sin embargo, los feudos eran menos extensos que en Palestina, y los seores feudales
podan heredar slo en lnea directa. La isla de Chipre fue pronto poblada con colonos franceses
que consiguieron predominar sobre los griegos, a quienes incluso impusieron su lengua. Iglesias
construidas en el estilo francs y castillos fortificados aparecieron por todos lados. La catedral de
Santa Sofa en Nicosia, erigida entre 1217 y 1251, era casi una copia de una iglesia en
Champaa. En fin, la actividad comercial se convirti en una caracterstica pronunciada de las
ciudades de Chipre, y Famagusta se convirti en uno de los ms activos puertos mediterrneos.
VII. Prdida final de las colonias Cristianas de Oriente (1254-91)
Sin mas ayuda de fondos de Occidente, y desgarradas por desrdenes internos, las colonias cristianas debieron su salvacin temporal a los cambios en la poltica musulmana y a la
intervencin de los mongoles. Los venecianos sacaron a los genoveses de San Juan de Acre y
trataron la ciudad como territorio conquistado; en una batalla en la que cristianos lucharon contra
cristianos, y en la que pelearon Hospitalarios contra Templarios, 20.000 hombres perecieron. Por
venganza los genoveses se aliaron con Miguel Palelogo, emperador de Nicea, cuyo general,
Alejo Strategopulos, no tuvo ningn problema para entrar en Constantinopla y derrocar al
emperador latino, Balduino II, el 25 de julio de 1261. La conquista del Califato de Bagdad por
los mongoles (1258) y su invasin de Siria, donde tomaron Alepo y Damasco, aterr a los
cristianos y a los mahometanos; pero el mel mameluco, Baybars el Arbelester, derrot a los
mongoles y les arrebato Siria en septiembre, 1260. Proclamado sultn como consecuencia de una
conspiracin, en 1260, Baybars inici una guerra implacable contra los estados cristianos
restantes. En 1263 destruy la iglesia de Nazaret; en 1265 tom Cesarea y Jaffa, y en fin captur
Antioqua (mayo, 1268). La cuestin de una cruzada segua discutindose en Occidente, pero
excepto entre hombres con una visin religiosa, como San Luis, ya no se le daba ninguna
seriedad al asunto entre los prncipes europeos. Vean la cruzada como un instrumento poltico,
que se utilizaba slo cuando serva sus propios intereses. Para impedir la predicacin de una
cruzada contra Constantinopla, Miguel Palelogo le prometi al papa trabajar por la unin de las
iglesias; pero Carlos de Anjou, hermano de San Luis, a quien la conquista de las Dos Sicilias
haba hecho uno de los prncipes ms poderosos de la Cristiandad, emprendi el llevar a cabo
para su beneficio propio los designios orientales hasta all acariciados por el Hohenstaufen.
Mientras Mara de Antioqua, nieta de Amaury II, le dej los derechos que ella reivindicaba a la
corona de Jerusaln, l firm el tratado de Viterbo con Balduino II (27 mayo, 1267), que le
asegur eventualmente la herencia de Constantinopla. De ninguna manera preocupado por estas
combinaciones diplomticas, San Luis pens slo en la cruzada. En un parlamento tenido en
Cruzados
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Pars, el 24 de marzo, 1267, l y sus tres hijos tomaron la cruz, pero, a pesar de su ejemplo,
muchos caballeros se opusieron a las exhortaciones del predicador Humberto de Romans.
Escuchando los informes de los misioneros, Luis se decidi a ir a Tunicia, cuyo prncipe
esperaba convertir al cristianismo. Se ha afirmado que San Luis fue conducido a Tunicia por
Carlos de Anjou, pero en vez de alentar la ambicin de su hermano el santo se emple a
frustrarla. Carlos haba tratado de aprovecharse de la vacancia de la Santa Sede entre 1268 y
1271 para atacar Constantinopla, ya que las negociaciones de los papas con Miguel Palelogo
por la unin religiosa se lo haban impedido hasta ese momento. San Luis recibi la embajada
del emperador griego muy cortsmente y orden a Carlos de Anjou de reunirse con l en
Tunicia. Los cruzados, entre quienes estaba el prncipe Eduardo de Inglaterra, llegaron a Cartago
el 17 de julio, 1270, pero la peste se declar en su campamento, y el 25 de agosto, San Luis
muri por la peste. Carlos de Anjou concluy entonces un tratado con los mahometanos, y los
cruzados reembarcaron. Solo el prncipe Eduardo, decidido a cumplir su voto, sali para San
Juan de Acre; sin embargo, despus de unas razias en territorio sarraceno, concluy una tregua
con Baybars.
El campo estaba ahora despejado para Carlos de Anjou, pero la eleccin de Gregorio X,
quien era favorable a la cruzada, de nuevo frustr sus planes. Mientras los emisarios del rey de
las Dos Sicilias atravesaban la pennsula balcnica, el nuevo papa esperaba la unin de las
iglesias Occidental y Oriental, evento que se proclam solemnemente en el Concilio de Lyon, el
6 de julio, 1274; Miguel Palelogo prometi
tomar la cruz. El 1 de mayo de 1275,
Gregorio X realiz una tregua entre este
soberano y Carlos de Anjou. Entretanto
Felipe III, rey de Francia, el rey de
Inglaterra, y el rey de Aragn hicieron el
voto de ir a Tierra Santa. Por desgracia la
muerte de Gregorio X llev estos planes a la
nada, y Carlos de Anjou reasumi sus
antiguos proyectos. En 1277 envi a Siria a
Rogelio de San Severino, quien consigui
plantar su estandarte en el castillo de Acre y
en 1278 tom posesin del principado de Achaia en el nombre de su nuera Isabel de
Villehardouin. Miguel Palelogo no haba podido realizar la unin del clero griego con Roma, y
en 1281 el Papa Martn IV lo excomulg. Habiendo firmado una alianza con Venecia, Carlos de
Anjou se prepar a atacar Constantinopla, y su expedicin fue fijada para abril, 1283. El 30 de
marzo de 1282, sin embargo, ocurri la rebelin conocida como las Vsperas Sicilianas, y una
vez ms se frustraron sus proyectos. Para dominar a sus propios insubordinados sujetos y
emprender la guerra contra el rey de Aragn, Carlos fue obligado por fin a abandonar sus planes
en Oriente. Entretanto Miguel Palelogo qued como amo de Constantinopla, y la Tierra Santa
fue dejada sin defensa. En 1280 los mongoles intentaron una vez ms invadir Siria, pero fueron
rechazados por los egipcios en la batalla de Hims; en 1286 los habitantes de San Juan de Acre
expulsaron al senescal de Carlos de Anjou y pidieron la ayuda de Enrique II, rey de Chipre.
Kelaoun, el sucesor de Baybars, rompi entonces la tregua que haba concluido con los
cristianos, y se apoder de Margat, la fortaleza de los Hospitalarios. Trpoli se rindi en 1289, y
el 5 de abril de 1291, Malek-Aschraf, hijo y sucesor de Kelaoun, se present delante de San Juan
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de Acre con 120,000 hombres. Los 25,000 cristianos que defendan la ciudad ni siquiera tenan
un comandante supremo; no obstante resistieron con heroico valor, llenaron las brechas de las
murallas con estacas y sacos de algodn y lana, y comunicaron por mar con el rey Enrique II,
quien les llev ayuda de Chipre. Sin embargo, el 28 de mayo, los mahometanos ejecutaron un
ataque general, penetraron dentro la ciudad, y sus defensores escaparon en sus navos. La ms
fuerte oposicin fue presentada por los Templarios, la guarnicin de cuya fortaleza resisti diez
das ms, slo para ser completamente aniquilada. En julio de 1291, los ltimos pueblos
cristianos en Siria capitularon, y el reino de Jerusaln ces de existir.
VIII. La Cruzada del Siglo XIV y la invasion Otomana
La prdida de San Juan d'Acre no llev los prncipes de Europa a organizar una nueva cruzada. Los pensamientos de los hombres estaban de hecho, como de costumbre, dirigidos hacia el Este,
pero en los primeros aos del siglo XIV la idea de una cruzada inspiraba principalmente los
trabajos de tericos que vean en ella los mejores medios para reformar la Cristiandad. El tratado
de Pierre Dubois, funcionario legal de la corona en Coutances, "De Recuperatione Terr
Sanct" (Langlois, ed., Pars, 1891), se parece al trabajo de un soador, aunque algunas de sus
opiniones son verdaderamente modernas. El establecimiento de la paz entre prncipes cristianos
por medio de un tribunal de arbitraje, la idea de hacer un prncipe francs emperador hereditario,
la secularizacin del Patrimonio de San Pedro, la consolidacin de las Ordenes de Hospitalarios
y Templarios, la creacin de un disciplinado ejrcito cuyos diferentes cuerpos deberan tener un
uniforme especial, la creacin de escuelas para el estudio de lenguas orientales, y el matrimonio
mixto de doncellas cristianas con sarracenos eran las ideas principales que l propuso (1307). En
cambio los escritos de hombres de mayor actividad y ms grande experiencia sugeran mtodos
ms prcticos para efectuar la conquista de Oriente. Persuadidos que la derrota cristiana en
Oriente era principalmente debida a las relaciones mercantiles que las ciudades italianas Venecia
y Gnova continuaban a tener con los mahometanos, estos autores deseaban el establecimiento
de un bloqueo comercial que, en unos aos, ocasionara la ruina de Egipto y causara que cayese
bajo control cristiano. Con este propsito se recomend que una gran armada fuera preparada al
costo de los prncipes cristianos para efectuar una labor de vigilancia en el mediterrneo y
prevenir el contrabando. stos eran los proyectos presentados en las memorias de Fidentius de
Padua, un franciscano (hacia 1291, Bibliothque Nationale, MSS Latn., 7247); en las del rey
Carlos II de Npoles (1293, Bib. Nat., Frankish MSS., 6049); Jacques de Molay (1307, Baluze,
ed., Vit paparum Avenion., II, 176-185); Enrique II, rey de Chipre (Mas-Latrie, ed., Histoire de
Chypre, II, 118); Guillaume d'Adam, arzobispo de Sultanieh (1310, Kohler, ed., Collect. Hist. de
las Cruzadas, Documentos armenios, II); y Marino Sanudo, el veneciano (Bongars, ed., Secreta
fidelium Crucis, II). Tambin Carlos II insisti en la consolidacin de las rdenes militares.
Muchas otras memorias, sobre todo la de Hayton, rey de Armenia (1307, ed. Documentos
armenios, I), consideraban que una alianza entre los cristianos y los mongoles de Persia era
indispensable al xito. De hecho, desde fines del siglo XIII muchos misioneros haban penetrado
en el imperio mongol; en Persia como en China, su propaganda floreci. San Francisco de Ass,
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y Raimundo Lully haban esperado sustituir la cruzada blica por una conversin pacfica de los
mahometanos al Cristianismo. Raymundo Lully, nacido en Palma, Isla de Mallorca, en 1235,
empez (1275) su "Gran Arte", que, por medio de un mtodo universal para el estudio de lenguas
orientales, equipara a los misioneros para entrar en polmicas con los doctores mahometanos. El
mismo ao l predomin sobre el rey de Mallorca para fundar el colegio de estudios superiores
de la Santsima Trinidad en Miramar, donde los Frailes Menores podran aprender las lenguas
orientales. l mismo tradujo tratados catequticos al rabe y, despus de pasar su vida viajando
por Europa tratando de convencer a papas y reyes a sus ideas, sufri el martirio en Bougie, donde
haba empezado su trabajo de evangelizacin (1314). Entre los mahometanos esta propaganda
encontr dificultades insuperables, mientras que los mongoles, algunos de los cuales eran
todava miembros de la iglesia nestoriana, lo reciban de buena gana. Durante el pontificado de
Juan XXII (1316-34) se establecieron misiones franciscanas y dominicanas permanentes en
Persia, China, Tataria y Turkestn, y en 1318 se cre el Arzobispado de Sultanieh en Persia. En
China Giovanni de Monte Corvino, creado arzobispo de Cambaluc (Peking), organiz la
jerarqua religiosa, fund monasterios, y convirti al Cristianismo a hombres de marca, quiz al
mismo Gran Khan. El reporte de viaje del bienaventurado Orderico de Pordenone (Cordier, ed.)
a travs de Asia, entre 1304 y 1330, nos muestra que la Cristiandad tena una posicin
establecida en Persia, India, Asia Central y China del sur.
Llevando as a una alianza entre mongoles y cristianos contra los mahometanos, la
cruzada haba producido el efecto deseado; A principios del siglo XIV el desarrollo futuro del
Cristianismo en Oriente pareca asegurado. Por desgracia, sin embargo, los cambios internos que
ocurrieron en Occidente, la disminucin de la influencia poltica de los papas, la indiferencia de
los prncipes temporales a lo que no afectaba directamente sus intereses territoriales hicieron
intiles todos los esfuerzos para el restablecimiento del poder cristiano en Oriente. Los papas
obraron para asegurar el bloqueo de Egipto prohibiendo el intercambio comercial con los infieles
y organizando un escuadrn para prevenir el contrabando, pero los venecianos y genoveses en
provocacin enviaron sus navos a Alejandra y vendieron esclavos y provisiones militares a los
mamelucos. Adems, no se pudo efectuar la consolidacin de las rdenes militares. Por la
supresin de los Templarios en el Concilio de Viena, 1311, el rey Felipe el Justo asen un cruel
revs a la cruzada; en lugar de dar a los Hospitalarios la inmensa riqueza de los Templarios, la
confisc. La Orden Teutnica habindose establecido en Prusia en 1228, en Oriente quedaron
solo los Hospitalarios. Despus de la captura de San Juan de Acre, Enrique II, rey de Chipre, les
haba ofrecido refugio en Limassol, pero all se encontraron en muy estrechas circunstancias. En
1310 tomaron la Isla de Rodas, que haba llegado a ser una guarida de piratas, y la hicieron su
morada permanente. En fin, la contemplada alianza con los mongoles nunca se realiz
totalmente. Fue en vano que Argoun, Khan de Persia, envi al monje Nestoriano, Raban Sauma,
como embajador al papa y a los prncipes de Occidente (1285-88); sus propuestas obtuvieron
solo vagas respuestas. El 23 de diciembre de 1299, Cazan, sucesor de Argoun, derrot a los
cristianos en Hims, y captur Damasco, pero no pudo retener sus conquistas, y muri en 1304 al
momento de preparar una nueva expedicin. Los prncipes occidentales tomaron la cruz afn de
destinar para su uso propio los diezmos que, para pagar los gastos de la cruzada, recaudaban en
las propiedades del clero. Para estos soberanos la cruzada ya no tena mas que un inters fiscal.
En 1336 el rey Felipe VI de Francia, a quien el papa haba nombrado jefe de la cruzada, reuni
una flota en Marsella y se preparaba a ir a Oriente cuando las noticias de los planes de Eduardo
III lo obligaron a regresar a Pars. La guerra estall entonces entre Francia e Inglaterra, y fue un
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obstculo insuperable al xito de cualquier cruzada justo cuando las fuerzas combinadas de toda
la Cristiandad no habran sido bastante poderosas para resistir a la nueva tempestad que se
preparaba en Oriente. Desde fines del siglo XIII una banda de turcos otomanos, sacados de Asia
Central por las invasiones mongoles, haba fundado un estado militar en Asia Menor y ahora
amenazaba con invadir Europa. Capturaron Efeso en 1308, y en 1326 Osmn, su sultn,
estableci su residencia en Bursa (Prusia) en Bitinia bajo Ourkhan, adems, organiz las
guardias regulares a pie de los janizaros contra las que las indisciplinadas tropas de caballeros
occidentales no podan ganar. Los turcos entraron en Nicomedia en 1328 y en Nicea en 1330;
cuando amenazaron a los emperadores de Constantinopla, stos reanudaron negociaciones con
los papas con vista a la reconciliacin de las Iglesias griega y romana, por cuyo propsito se
envi a Barlaam como embajador a Avin, en 1339. Al mismo tiempo los mamelucos egipcios
destruyeron el puerto de Lajazzo, centro comercial del reino de Armenia Menor, donde los restos
de las colonias cristianas haban buscado refugio despus de la toma de San Juan de Acre (1337).
El bienestar comercial de los venecianos mismos fue amenazado; con su apoyo el Papa Clemente
VI en 1344 consigui reorganizar la liga martima cuyo funcionamiento haba sido impedido por
la guerra entre Francia e Inglaterra. Gnova, los Hospitalarios, y el rey de Chipre todos enviaron
sus contingentes, y, el 28 de octubre, 1344, los cruzados tomaron Smyrna, que fue confiada al
cuidado de los Hospitalarios. En 1345 refuerzos dirigidos por Humberto, Delfn de Viena, se
presentaron en el Archipilago, pero el nuevo jefe de la cruzada estaba absolutamente
incapacitado para el trabajo que se le asign; incapaces de resistir a la piratera de los turcos
meles, los cristianos concluyeron una tregua con ellos en 1348. En 1356 los Otomanos
capturaron Gallpoli y cortaron la ruta a Constantinopla.
La causa de la cruzada encontr entonces un defensor imprevisto en Pedro I, rey de
Chipre, quien, llamado por los armenios, consigui sorprender y tomar por asalto la ciudad de
Adalia en la costa Ciliciana en 1361. Incitado por su canciller, Felipe de Mzires, y Pierre
Thomas, el legado papal, Pedro I emprendi un viaje a Occidente (1362-65) con la esperanza de
reavivar el entusiasmo de los prncipes cristianos. El papa Urbano V le ofreci una magnfica
bienvenida, como tambin lo hizo Juan el Bueno, rey de Francia, que tom la cruz en Avin, el
20 de marzo, 1363; el ejemplo de este ultimo fue seguido por el rey Eduardo III, el Prncipe
Negro, el emperador Carlos IV, y Casimiro, rey de Polonia. Por doquier se ofrecieron al rey
Pedro hermosas promesas, pero cuando, en junio, 1365, embarc en Venecia no lo acompaaba
casi nadie excepto sus propias fuerzas. Despus de reunirse con la flota de los Hospitalarios, se
present inesperadamente frente al Viejo Puerto de Alejandra, desembarc sin resistencia, y
pill la ciudad durante dos das, pero ante la aproximacin de un ejrcito egipcio sus soldados lo
forzaron a retirarse, 9-16 octubre, 1365. De nuevo en 1367 saque los puertos de Siria, Trpoli,
Tortosa, Laodicea, y Jaffa, destruyendo as el comercio de Egipto. Luego, durante otro viaje a
Occidente, hizo un gran esfuerzo para interesar a los prncipes a la cruzada, pero a su retorno a
Chipre fue asesinado, como resultado de un complot. Entretanto los otomanos continuaron su
progreso en Europa, tomaron Filipolis en 1363 y, en 1365, capturaron Adrianpolis, que fue
hecha la capital de los sultanes. Ante el ruego del Papa Urbano V, Amadeo VII, conde de
Saboya, tom la cruz y el 15 de agosto, 1366, su armada tom Gallpoli; luego, despus de
rescatar al emperador griego, Juan V, tenido cautivo por los blgaros, regres a Occidente. A
pesar del herosmo desplegado durante esas expediciones, los esfuerzos hechos por los cruzados
fueron demasiado intermitentes para producir resultados durables. Felipe de Mzires, un amigo
y admirador de Pedro de Lusian, ansioso de encontrar un remedio a los males de la Cristiandad,
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so en fundar una nueva milicia, la Orden de la Pasin, una organizacin cuyo carcter era el
ser simultneamente clerical y militar, y cuyos miembros, aunque casados, llevaran una vida
casi monacal consagrndose a la conquista de la Tierra Santa. Bien recibido por Carlos V, Felipe
de Mzires se estableci en Pars y propag sus ideas entre la nobleza francesa. En 1390 Luis II
duque de Borbn, tom la cruz, y a la instigacin de los genoveses fue a sitiar el-Mahadia, una
ciudad africana en la costa de Tunicia. En 1392 Carlos VI que haba firmado un tratado de paz
con Inglaterra, pareca haber sido ganado para la cruzada justo antes de volverse loco. Pero el
momento de las expediciones a la Tierra Santa haba pasado, y de all en adelante la Europa
cristiana fue forzada a defenderse a s misma contra las invasiones otomanas. En 1369 Juan V,
Palelogo, fue a Roma y abjur el cisma; de all en adelante los papas trabajaron valientemente
para preservar los restos del imperio bizantino y los estados cristianos en los Balcanes.
Habindose vuelto amo de Serbia en la batalla del Kosovo en 1389, el sultn Bajazet impuso su
soberana sobre Juan V y obtuvo posesin de Filadelfia, la ltima ciudad griega en Asia Menor.
Sigismundo, rey de Hungra, alarmado ante el progreso de los turcos, le envi una embajada a
Carlos VI, y un gran nmero de seo