Enciclopedia de La Historia de La Humanidad - Tomo II Mesopotamia y Egipto

ENCICLOPEDIADEHISTORIADELAHUMANIDADndice

TOMOIORGENESDELAHUMANIDAD Pg.1Captulo1Losorgenes Pg.1Losprincipiosdelavida Pg.3Primerosindicios Pg.3Divisingeolgica Pg.6Antepasadosremotos Pg.21Elcaminodelaevolucin Pg.21Etapasenlaevolucinhumana Pg.23Bipedestacin Pg.29Evolucindellenguaje Pg.34Aparicindellenguaje Pg.34

Lagranexplosin Pg.36Trassushuellas Pg.37Elhombredeneanderthal Pg.40Elhomosapiens Pg.44

LacuevadeAltamira Pg.48Elartepaleoltico Pg.50

Laglaciacin Pg.55Lasmigraciones Pg.59Unaprsperacultura Pg.62ElpoblamientodeAmrica Pg.65Elcaminohaciaelsur Pg.67

Captulo2Elneoltico Pg.70Elsurgimientodelaagriculturaylaganadera Pg.72Influenciadelcambioclimtico Pg.73Laaparicindelaganadera Pg.73Cultivosprimitivos Pg.75

Innovaciones Pg.77Lacermica Pg.78Caminohacialacivilizacin Pg.82

Delnomadismoalsedentarismo Pg.84Primerospoblados Pg.85Elurbanismo Pg.86Ritosyrituales Pg.89Enclavesmonumentales Pg.90

ElneolticoenEuropa Pg.94Elcalcoltico Pg.98ElneolticoenAmrica Pg.100Poblacinyestratificacin Pg.102

TOMOIIMESOPOTAMIAYEGIPTOCaptulo3Mesopotamia Pg.105Introduccin Pg.105Elavancedelossumerios Pg.108Larevolucinurbana Pg.111Lainvencindelaescritura Pg.116Lossargnidas Pg.123ltimosreyessumerios Pg.129Mitosydioses Pg.134

Captulo4Antiguoegipto Pg.139Introduccin Pg.139Laimportanciadelnilo Pg.141Primerasdinastas Pg.146Lagranpirmidedekeops Pg.153Ordenpolticoysocial Pg.158Lacadadelimperioantiguo Pg.163Losritosfunerarios Pg.166Religin Pg.170Arteegipcio Pg.179

Elimperiomedio Pg.188Dominacindeloshicsos Pg.195

Elimperionuevo Pg.199Latumbadetutankhamn Pg.212Augeydecadenciadelimperio Pg.217Lacadadeunacivilizacin Pg.227

Captulo5MesopotamiayelreinodeBabilonia Pg.235Introduccin Pg.235Elreinadodehammurabi Pg.236Lainvasincasita Pg.245Loselamitas Pg.249Losasirios Pg.256Elimperiohitita Pg.267Desarrolloycadadelimperioneoasirio Pg.279Elcenitbabilnico Pg.292

TOMOIIIMEDIOORIENTEYPERSIACaptulo6.Elantiguooriente Pg.298Introduccin Pg.298Lacivilizacindelvalledelindo Pg.301Lospueblosindoeuropeos Pg.307Elperodovdico Pg.311ElorigendeChina Pg.322LadinastaZhou Pg.329

Captulo7.MedioOrienteyelImperioPersa Pg.338Introduccin Pg.338Israelyelpueblohebreo Pg.339Losfenicios Pg.357LosPersasylaunificacindelPrximoOriente Pg.371

TOMOIVELMUNDOGRIEGOCaptulo8.Primerostiempos Pg.390Introduccin Pg.390Primerostiempos Pg.392Losrecursosdelsuelo Pg.393Lavidaagrcola Pg.399

ElpoblamientodeGrecia Pg.403Creta Pg.407Unacivilizacinpalacial Pg.410OtrasislasdelEgeo Pg.416

ElmundoMicnico Pg.421Laexpansinmicnica Pg.423Unasociedadjerarquizada Pg.427CadadelmundoMicnico Pg.434

CAPTULO9.Unnuevomundo Pg.441Introduccin Pg.441Laestabilizacindelosmovimientosdepoblacin Pg.442Recuperacin Pg.444Homeroysuspoemas Pg.447LasociedadsegnHomero Pg.451Valoresheroicos Pg.457

LasobrasdeHesodo Pg.459Laciudadarcaica Pg.462Losgrupossociales Pg.466Estructurapoltica Pg.471

Elmovimientodecolonizacin Pg.476Laorganizacindelmovimiento Pg.482Eldesarrollodelcomercio Pg.486Crisispolticaysocial Pg.494Elderechoyloslegisladores Pg.499Lostiranos Pg.502

Lasciudadesgriegas Pg.507Esparta Pg.508Atenas Pg.517Otrasciudades Pg.524Greciaasitica Pg.527

Lareligin Pg.531Losdioses Pg.537Cultodiario Pg.541Cultosheroicos Pg.542Elcultoenlaciudad Pg.544Orculos,misticismoycultoshistricos Pg.547

Captulo10.LaGreciaclsica Pg.553Introduccin Pg.553LallegadadelsigloV Pg.554Elrgimenisonmico Pg.558Lasguerrasmdicas Pg.562Primeraguerramdica Pg.565Segundaguerramdica Pg.566

Consolidacindelpoderoateniense Pg.570Elteatro Pg.574Atenasysuesplendor Pg.581

Organizacindelimperio Pg.584Caractersticasdelimperio Pg.588Elfuncionamientodelrgimen Pg.592ElembellecimientodeAtenas Pg.596Elteatrocomoexpresincvicaycultural Pg.601LaacrpolisdeAtenas Pg.605

VidacotidianaenlaGreciadelsigloV Pg.609Demografa Pg.610Gruposjurdicos Pg.611Lamujer Pg.617JvenesyAncianos Pg.618Actividadesprofesionales Pg.619Elmundorural Pg.620Elcomercioylaartesana Pg.625

LaguerradelPeloponeso Pg.632Elconflicto Pg.634Impactodelaguerraenlasociedadylacultura Pg.647Larevolucinoligrquica Pg.655

ElprocesoaScrates Pg.658LastransformacionesenelsigloIV Pg.662Unnuevoequilibriodefuerzas Pg.663Lasnuevascondicionesdelaguerra Pg.668Evolucindelosregmenespolticos Pg.672Nuevosfocosculturales Pg.681

Captulo11.Elmundohelenstico Pg.689Introduccin Pg.689ElascensodeMacedonia Pg.690Caminohacialahegemona Pg.695LasconquistasdeAlejandro Pg.700Alejandroylosgriegos Pg.707Balance Pg.709LasgrandesmonarquasHelensticas Pg.710ElAsiaselucida Pg.715Elpoderopergamino Pg.722LaluchaporMacedoniayeldominiodeGrecia Pg.725Elegiptolgida Pg.730

Laexplotacindelatierra Pg.733Alejandraysuesplendor Pg.737Eldeclivedelsistema Pg.743LasociedadHelenstica Pg.746Elmundodelasciudades Pg.747Unnuevotipodehombre Pg.755Elmundorural Pg.761Amododeconclusin Pg.764TOMO5ROMAANTIGUAIntroduccin Pg.765Laromaarcaica Pg.767Laubicacindelaciudad Pg.771ElverdaderoRmulo Pg.773LasreformasdeServioTulio Pg.776Losetruscos Pg.779Larepblicaromana Pg.783

Elsenado Pg.793Laexpansinromana Pg.796Lasguerraspnicas Pg.802Lasfasesdelimperialismo Pg.816Mvilesdeintegracin Pg.818LaRepblicaRomanatarda Pg.821Losprotagonistasdelapoca Pg.827Haciaelfinaldeunapoca Pg.832ElasesinatodeJulioCsar Pg.845Lapocaimperial Pg.850Elrgimenimperial Pg.856ElImperioylasprovincias Pg.865Cambiosenelpanorama Pg.869Lasociedadromana Pg.872Lamujerromana Pg.875LaanarquadelSigloIII Pg.879Signosdelacrisis Pg.882Impactoenlareligin Pg.888LasreformasdeDiocleciano Pg.892ElColiseoRomano:elsmbolodelImperio Pg.905Algunosacontecimientos Pg.909RomabajoelgobiernodeConstantino Pg.911Losvalentinianos Pg.923Polmicaentrepaganismoycristianismo Pg.932Elcristianismocomoreliginoficial Pg.937Lasociedadbajoimperial Pg.941Ladescomposicindelmundoromano Pg.948

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Introduccin

TOMO 2 - Captulo 3: Mesopotamia y Egipto

Introduccin

La Mesopotamia constituy, junto con Egipto, el foco de civilizacin ms antiguo de la humanidad. Cerca de la desembocadura de los ros ufrates y Tigris, a partir de pequeos asentamientos prehistricos, na-cieron las primeras ciudades, que no eran otra cosa que oasis de regado separados por tierras secas que slo podan tornarse productivas mediante el riego.

Segn parece conrmar la arqueologa, la civilizacin comenz en Sumer. En esta pequea regin de la Baja Mesopotamia, las avanzadas sociedades agr-colas de la Edad del Cobre encontraron un paisaje indito en el que crecer y prosperar.

HiStoRIa dE La hUmaNIdAd

Tomo II - Mesopotamia y Egipto

Captulo 3. Mesopotamia

El avance de los Sumerios La invencin de la escritura La revolucin urbana Los Sargnidas

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El avance de los Sumerios La invencin de la escritura La revolucin urbana Los Sargnidas Ultimo reyes Sumerios

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Introduccin


De esta manera, aprendiendo a controlar las crecidas de los ros, pareci la agricultura de regado y, junta a ella, algunos de los inventos ms extraordinarios de la humanidad, como el arado, el transporte rodado y la escritura.

Estas sociedades, imbuidas por un profundo espritu religio-so y plenamente jerarquizadas, vieron como sus antiguas

aldeas se convertan en grandes ciudades para toparse pronto con la necesidad de poner orden a su comple-

jo funcionamiento interno. Esto aument el poder de aquellas personas que haban dirigido y coordinado

el progreso colectivo, de tal suerte que aparecieron los primeros lderes polticos y religiosos.

La prosperidad de las ciudades sumerias cimen-t luego gobiernos de reyes independientes,

que entre 2800 y 2350 a. C. se disputaron el dominio de la regin. Sin embargo, el

triunfo fue para un prncipe extranje-ro. El semita Sargn fundo el Imperio

acadio, el primero de la Antigedad, inaugurando un proceso secular por el cual los pueblos de pastores nmadas invadiran las frtiles tie-rras de la Mesopotamia a cambio

de asimilar la cultura de los vencidos.

De izquierda a derecha: Cdigo de Hammurabi, moneda egipcia, Soldado Persa.

Estas sociedades, imbuidasso y plenamente jerarqui

aldeas se convertan enpronto con la necesid

jo funcionamiento inaquellas personas

el progreso coleclos primeros ld

La prosperidt luego g

que entrel dom

triunro.

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Pirmide Egipcia.

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Introduccin


Mar Mediterrneo

Rio Nillo

EGIPTO

Mar Negro

Ro Indo

Ocano Indico

Ro Eufrates

Ro Tigris

MESOPOTAMIA

INDIA II

s

La Mesopotamia constituy, junto con Egipto, el foco de civilizacin ms anti-guo de la humanidad. Cerca de la desembocadura de los ros ufrates y Tigris, a partir de pequeos asentamientos prehistricos, nacieron las primeras ciudades, que no eran otra cosa que oasis de regado separados por tierras secas que slo

podan tornarse productivas mediante el riego.

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La revolucin urbana Los Sargnidas La invencin de la escritura Ultimo reyes Sumerios Mitos y DiosesEl avance de los Sumerios


EL AVANCE DE LOS SUMERIOS

Durante el V milenio a. C. se produjo un acontecimiento fundamental en la evolucin cultural de la humanidad: la colonizacin de la regin meridional de Mesopotamia. Estos primeros pobladores, junto con otros que posteriormente se asentaran en la regin, desarrollaron lentamente las bases de la que sera la

primera civilizacin conocida: la sumeria.

El sur de Mesopotamia, pese a tener un clima muy seco y clido, es en realidad una regin extraordina-riamente frtil y apta para la agricultura, puesto que est irrigada por los ros ufrates y Tigris. Cada pri-mavera, al fundirse las nieves de las montaas, estos ros y sus diferentes auentes se desbordan e inun-dan las tierras ribereas, depositando en sus mrge-nes grandes cantidades de limo.

El regado El desarrollo de una agricultura prspera en esta re-gin, sin embargo, no habra sido posible si los anti-guos habitantes de la Baja Mesopotamia no hubieran inventado sistemas para un mayor aprovechamiento del agua. El principal problema al que tuvieron que hacer frente era que los campos, debido a la esca-sez de lluvias, a los abrazadores calores del verano y al inmediato descenso de las aguas, deban regarse continuamente.

Como solucin, aquellos granjeros del Eneoltico construyeron presas para retener el agua de las inundaciones y abrieron canales desde los ros para regar los campos. La construccin de estas obras, que exiga el trabajo y la colaboracin de muchas personas, propici el desarrollo de un alto nivel de organizacin social y la aparicin de una clase dirigente encargada de controlar los sistemas de riego.

Ur-Nanshe, rey de Lagash, Sumeria.

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La agricultura de regado en el sur de Mesopo-tamia posibilit la recoleccin de varias cosechas anuales y, consecuentemente, la existencia de un excedente de cebada y otros cereales. En el norte de Mesopotamia, pese a que la agricultura ya se conoca y practicaba desde mucho antes, jams se haba podido alcanzar este rendimiento.

En este contexto, las comunidades situadas a ori-llas del Tigris y el ufrates dejaron de trabajar para cubrir simplemente sus necesidades y comenza-ron a desarrollar actividades cuya nalidad ya no era producir alimentos, como la industria artesa-nal, los ocios, el comercio, la administracin y la

defensa del territorio. Al aumentar la poblacin, los reducidos poblados agrcolas pasaron a ser centros urbanos y, as, nacieron y crearon las primeras ciudades. A partir de entonces y durante muchos milenios, la riqueza y prosperidad de Mesopotamia pondran a esta regin en el punto de mira de los pueblos vecinos. La ausencia de montaas hizo muy difcil su defensa y, por esto, las invasiones, imperios y civilizacio-nes se sucederan ininterrumpidamente a lo largo de la historia.

Las comunidades situadas a orillas del Tigris y el ufrates dejaron de trabajar para cubrir simplemente sus necesidades y comenzaron a desarrollar actividades como la industria artesa-nal, los ocios, el comercio, y la defensa del territorio.

La agricultura de regado en el sur de Mesopotamia posibilit la recoleccin de varias cosechas anuales

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Avances tecnlogicos La principal cultura de la zona meridional de Mesopotamia durante el Eneoltico o Edad del Cobre fue El-Obeid. Segn se ha podido comprobar durante este perodo, la agricultura avanz gracias al control de las aguas en supercie, mediante tcnicas de regado a base de canales, y los habitantes de la regin ya haban aprendido a curtir el cuero, a trabajar el cobre y a utilizar la rueda de alfarero. La cermica, muy rica en formas, se desarroll me-diante unos rasgos muy caractersticos, donde aparece adornada con motivos geomtricos y gurativos, principalmente animales. La expansin de esta cermica por toda la cuenca mesopotmica hasta el Mediterrneo es una muestra de su impulso.

Esta cultura se propag lentamente desde el sur hasta la Mesopotamia central y septen-trional, donde desplaz a otras ms antiguas, como la de Tell Halaf y la de Samarra. De esta manera, entrados en el IV milenio a. C., encontramos una nica cultura en Mesopo-tamia. Las ciudades crecieron en poblacin, y sus estructuras sociales sufrieron grandes cambios. Es en esta etapa en la que se encuentran los primeros restos de templos religiosos integrados en las ciudades. Su presencia en el centro de las poblaciones hace suponer que fue en este momento cuando apareci la clase sacerdotal, la cual no slo atenda al culto y a la organizacin de celebraciones religiosas, sino que se encargaba adems de ejercer el control econmico.

Aunque existe una escasez de hallazgos escritos de su etapa inicial, por lo que su histo-ria es relativamente desconocida, los textos reaparecen en los ltimos siglos del perodo, mostrando una generalizacin de las guerras entre ciudades por disputas territoriales. La prosperidad de la regin atrajo a nuevos colonizadores, como los pueblos semitas de Ara-bia y Siria. Algn tiempo ms tarde, de la fusin de estas culturas aparecera una nueva, ms desarrollada, que superara en adelantos a todas las dems.

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Jarrn con decoracin incisa en el pa-trn de espina de pescado, de Tell Abu Husaini, la cultura de El Obeid, cuarto milenio antes de Cristo.

Antiguo sistema de riebo Nazca.

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La invencin de la escritura Ultimo reyes SumeriosLos Sargnidas Mitos y Dioses El antiguo EgiptoLa revolucin urbana


LA REVOLUCIN URBANA

La concentracin de los caudales fluviales propici el crecimiento de las ciuda-des situadas a las orillas de los grandes ros en detrimento de las zonas agrestes. La primera fase de asentamiento es la ms significativa y ha revelado un centro

urbano de una complejidad socioeconmica y poltica desconocidas en pe-riodos anteriores. Segn se cree, en los siglos siguientes a la emigracin de los sumerios, provenientes de la regin del Cucaso o de las tierras que rodean el

mar Caspio, Mesopotamia creci en riqueza y poder y, alrededor del 3500 a. C., aparecieron las primeras ciudades-estado.

Este perodo arqueolgico de la historia de Mesopotamia es conocido como el perodo de Uruk, donde se encontraron las primeras pruebas fehacientes de un proceso de evo-lucin histrica que revolucion todas las expresiones artsticas, transform las dinmicas relaciones internas y exteriores y cambi radicalmente la administracin econmica de la comunidad humana, organizada alrededor del templo, que ejerca un control poltico sobre el territorio.

De Uruk tambin son los ms antiguos vestigios de un sistema de escritura, que datan del 3200 a. C. aproximadamente. Adems, las tcnicas productivas se perfeccionaron y, con los primeros ejemplos de especializacin laboral, surgieron las primeras clases dirigentes.

Soldados mesopotmicos arriando carreta.

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Generalmente se asume que en los enclaves centrales la sociedad estaba estratica-da, situndose a la cabeza el ensi o en, quien habra tenido poderes polticos y religio-sos. Sin embargo, otros autores han defendido la hiptesis de que la sociedad estaba organizada de forma esencialmente igualitaria, siendo los dirigentes poco ms que administradores de los bienes comunes, sin ningn privilegio ms all del prestigio de su cargo. Esto coincidira con el hecho de que las ciudades del perodo Uruk no muestran caractersticas de jerarquizacin.

El gobierno de los templosEl nacimiento y desarrollo de las ciudades-estado estuvo profundamente marcado por la religin. Los antiguos habitantes de la Mesopotamia pensaban que los hombres y mujeres haban sido creados con el n de servir a los dioses y que, por lo tanto, todos sus esfuerzos deban encaminarse a cumplir este cometido. De esta forma, la funcin del templo y sus funcionarios siempre fue crucial para el desarrollo econmico, social e intelectual de estas sociedades.

Aunque la religiosidad condicion los rganos sociales y las relaciones de un grupo de hombres desde las primeras formaciones de aldeas o estructuras menos complejas de sub-sistencia, hasta la segunda mitad del IV milenio a. C. hay pruebas consistentes de un cen-tro religioso que concentraba los recursos econmicos y polticos de una sociedad humana, disponiendo de ellos con una organizacin basada en modelos polticos de centralizacin y reparto posterior. Esta autoridad quedaba legitimada por la funcin religiosa desempeada por los templos, erigidos como morada terrenal de seres supremos, y convertidos en el centro administrativo, poltico, econmico y espiritual de las ciudades-estado.

La funcin de las instituciones religiosas fue decisiva a la hora de legitimar los actos del soberano, as como en las disputas dinsticas de sucesin al trono y el modo de concebir los acontecimientos histricos.

Los antiguos habitan-tes de la Mesopotamia pensaban que los hom-bres y mujeres haban sido creados con el fin de servir a los dioses y que, por lo tanto, todos

sus esfuerzos deban encaminarse a cumplir

este cometido.

La funcin del templo y sus funcionarios siempre fue crucial para el desarrollo econmico, social e intelectual de estas sociedades.

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El comercioLa escasez de materias primas forz el inme-diato establecimiento de un intenso comer-cio entre las ciudades-estado y las regiones vecinas. Los contactos entre las dismiles autoridades ciudadanas o estatales obede-can a usos, reglas y aspectos formales que fueron evolucionando a lo largo de los si-glos, en los que el conjunto de intercambios, abundante y complejo, est ampliamente documentado.

A medida que las ciudades crecieron y la demanda de recursos aument, el radio de accin del comercio sumerio tuvo que am-pliarse, lo que puso en contacto culturas que hasta el momento haban permanecido ais-ladas. De esta forma, se proyectaron expedi-ciones comerciales hacia el sureste, hacia el noroeste y hacia el oeste. Con el tiempo, tras conseguir desarrollar barcos de vela resistentes, las ciudades-estado llegaron a comerciar a travs del mar con los pueblos de la costa arbica e incluso con los del valle del Indo.

Las ciudades-estado llegaron a comerciar a tra-vs del mar con los pueblos de la costa arbica e incluso con los del valle del Indo.

A medida que las ciu-dades crecieron y la

demanda de recursos aument, el radio de

accin del comer-cio sumerio tuvo que

ampliarse.

La escasez de materias primas forz el inmediato establecimiento de un intenso comercio entre las ciudades-estado y las regiones vecinas.

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Un sistema tan articulado, organizado en varios niveles de intercam-bio, contribuy al desarrollo de procesos de integracin entre distintas experiencias regionales y estatales. La documentacin arqueolgica ha revelado la naturaleza de las adquisiciones, sean econmicas y cultu-rales, entre conjuntos heterogneos, mostrando simbiosis y puntos de encuentro de experiencias divergentes en centros urbanos que supieron sacar partido de su posicin geogrca en zonas fronterizas.

Protohistoria

El desarrollo de las ciudades prosigui en el perodo de Jemdet Nasr, entre los 3100 y los 2800 a. C. aproximadamente. Los restos de esta poca de transicin entre el perodo de Uruk, denido por la difusin de una cultura comn por todo el Oriente Prximo, y un perodo Dinstico Arcaico marcado por las diferencias regionales, evidencian la existencia de una compleja cultura urbana que, adems, habra comenzado a militarizarse.

En este perodo se observa la desaparicin de los rasgos cermicos Uruk en los ob-jetos de la periferia mesopotmica y se utilizan ya los sellos cilndricos, grabados con motivos que representaban a los dioses o contenan los smbolos del poder, y que ser-van, casi siempre, para imprimir estos motivos sobre la arcilla, aunque se encuentran tambin en las tumbas reales. El sello cilndrico tena una funcin esttica, narrativa, y tenan la particularidad de representar, adems de los temas religiosos, los temas referentes a la sociedad, la economa, las escenas de la vida cotidiana, etc.

Arriba: Civilizacin sumeria, templo blanco de nu, Uruk,Me.Derecha: Un sistema tan articulado, organizado en varios ni-veles de intercambio, contribuy al desarrollo de procesos de integracin entre distintas experiencias.

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Por lo dems, se extiende la metalurgia del cobre y tambin existen indicios de una in-cipiente y progresiva separacin entre el poder poltico y el religioso. La administracin abandon el mbito regional y se localiz en cada una de las ciudades, las cuales se dife-renciaron ms entre s. En este nivel los hallazgos de documentos escritos se ven reducidos considerablemente. Es probable que, debido al carcter administrativo de la mayora de los textos, ya no fuesen necesarios cuando la burocracia regional dej de funcionar.

Sumer cruz as el umbral que separa la civilizacin de la prehistoria. Sin embargo, de este perodo no existen testimonios escritos, por lo que la poca que abarca desde la llegada de los sumerios al desarrollo inicial de las ciudades recibe el nombre de protohistoria. El anonimato de los pueblos y los gobernantes de la regin se mantendr durante algunos siglos, hasta el comienzo de la Edad del Bronce.

Pieza artstica realizada durante el perodo de Jemdet Nasr.

El desarrollo de las ciudades prosigui en el perodo de Jemdet Nasr, entre los 3100 y los 2800 a. C. aproxi-

madamente. Los restos de esta poca de tran-sicin entre el perodo de Uruk, evidencian la existencia de una com-

pleja cultura urbana que habra comenzado

a militarizarse.

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La importancia del NiloAntiguo EgiptoMitos y DiosesUltimo reyes SumeriosLos Sargnidas La invencin de la escritura

LA INVENCIN DE LA ESCRITURA

Por definicin, la historia comienza con los registros escritos. Lo que co-menz siendo un simple recurso para contabilizar los productos almacena-dos se convirti, tras una lenta pero constante evolucin, en el hallazgo ms

trascendente de la humanidad. La escritura inaugur una nueva era de la comunicacin urbana.

La evolucin de la escritura fue un proceso originado por la prctica econmica y la ne-cesidad en el Antiguo Oriente Prximo. Gracias a la representacin del lenguaje median-te smbolos grcos, las personas y los pueblos, que hasta entonces slo contaban con la palabra hablada, pudieron difundir y perpetuar sus ideas y conocimientos. No obstante, su origen fue ms prctico que mstico, ya que est relacionado con el sistema que los agricultores del Neoltico inventaron, hacia el 6000 a. C., para controlar el almacena-miento y la distribucin de los alimentos. Se trataba de pequeas piezas de barro que, gracias a sus diferentes formas, permitan registrar a modo de inventario las propiedades de tierras y el ganado.

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Posteriormente, para evitar que se manipulara la contabilidad, se tom la costumbre de introducir estas piezas de clculo en unas bolas huecas de arcilla, que eran selladas y mar-cadas numricamente para representar bienes e incluso unidades de tiempo empleado en el trabajo. Sin embargo, se alcanz un alto grado de complejidad, y estas medidas se mostraron insucientes cuando los pequeos asentamientos pasaron a ser ciudades. De esta manera, los administradores de los templos, que deban registrar a diario grandes cantidades de recursos y bienes, decidieron abandonar el tradicional sistema de chas y comenzaron a grabar signos y dibujos en tablillas de barro.

Pictogramas e ideogramasAl principio, dominaron los pictogramas, un sistema de signos que representaban un ob-jeto real. Algunos dibujos eran naturalistas, mientras que otros eran muy esquemticos y posean connotaciones simblicas. Los sumerios llegaron a utilizar unos 2.000 pictogramas en las primeras fases de su escritura aunque, sin embargo, la necesidad de expresar ideas y conceptos abstractos dio lugar a los ideogramas, que empleaban simultneamente dos o ms dibujos geomtricos para designar un concepto. De esta manera, las primeras formas de escritura eran logogrcas.

No obstante, a mitad del III milenio a. C., los sumerios haban desarrollado un anexo silbico para su escritura, reejando la fonologa y la sintaxis del idioma sumerio hablado. Los escribas supieron aprovechar rpidamente las enormes posibilidades que este sistema ofreca y no tardaron en perfeccionarlo. Por ejemplo, descubrieron que combinando diferentes signos por su valor fontico era fcil escribir cualquier palabra del lenguaje oral. As, el uso de ideogramas fue sustituido progresivamente por el de fonogramas.

Los sumerios llegaron a utilizar unos 2.000 pictogramas en las primeras fases de su escritura aunque, sin embargo, la necesidad de expresar ideas y conceptos abstractos dio lugar a los ideogramas.

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A partir de este momento, los signos ya no representaran objetos sino sonidos. De esta manera, la adopcin de la escritura fonogrca permiti a los sumerios trasladar al len-guaje escrito todas aquellas leyendas que hasta el momento haban pasado oralmente de generacin tras generacin. Y as naci la literatura.

Consecuentemente, el enorme potencial de este me-dio de comunicacin no qued oculto a los ojos de los gobernantes, por lo que la escritura se convirti en una herramienta al servicio de la clase dirigente. Por ejemplo, los sacerdotes ordenaron registrar los mitos de la religin sumeria y los reyes mandaron grabar picas gestas y xitos militares para conse-guir reputacin y prestigio. Con todo, algunos so-beranos tambin jaron por escrito las normas que deban seguir los ciudadanos para asegurar el orden y la convivencia, apareciendo en Sumer con este n los primeros cdigos de leyes.

Por otra parte, la escritura continu evolucionando y perfeccionando. Para nales del IV milenio a. C., ya se haba transformado en el uso de un estilete de forma triangular que se presionaba sobre arcilla exible, lo que se tradujo en un mejor acabado de los documentos.

El uso de un estilete de forma trian-gular que se presionaba sobre arcilla exible, tradujo en un mejor acabado.

Algunos soberanos tambin fijaron por

escrito las normas que deban seguir los ciuda-danos para asegurar el orden y la convivencia, apareciendo en Sumer

con este fin los primeros cdigos de leyes.

Ictogrca procedente de la ciudad mesopotmica de Kish (Irak).

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De los dibujos geomtricos de la etapa ideogrca se pas a signos que, formados por pequeas cuas y marcas lineales, se parecan cada vez menos al objeto que en un principio representaron. Este tipo de escritura sera conocida, aos ms tarde, como escritura cuneiforme.

Ahora bien, la escritura sumeria registr otro signicativo cambio tras siglos de desarrollo cuando modic la orienta-cin de los textos. En los primeros do-cumentos los signos aparecen escritos en columnas de arriba hacia abajo, comenzando por el extremo superior derecho de la tabla. Luego, a medi-da que los escritos se hicieron ms extensos y las tablillas cada vez ms grandes, se opt por comenzar a es-cribir lneas de signos de izquierda a derecha, como todava se acostum-bra hacer en el mundo occidental.

Tabla Sumeria con nmeros.

Aodc

Tabla

De los dibujos geom-tricos de la etapa

ideogrfica se pas a signos que se parecan

cada vez menos al objeto que en un prin-

cipio representaron, conocida como escri-

tura cuneiforme.

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Legado sumerioAunque se sigue discutiendo sobre la invencin de la escritura, los ms actuales mtodos de datacin han conrmado que, por pocos siglos de diferencia, las tablillas sumerias son realmente ms antiguas que los jeroglcos egipcios. La escritura de la civilizacin del Nilo data aproximadamente del 3100 a. C., y evolucionara paralelamente a la escritura cunei-forme. No obstante, algunas hiptesis determinan que slo habra comenzado a desarro-llarse cuando ambas culturas entraron en contacto.

EL SISTEMA SEXAGESIMAL

El sistema de clculo utilizado por los sumerios fue el sistema sexagesimal, el ms antiguo que se conoce. Actualmente, al igual que hace 5000 aos, se sigue aplicando para medir el tiempo y los ngulos: por ejemplo, la hora tiene 60 minutos y el crculo 360 grados. Al igual que en el caso del sistema decimal, el origen se remonta a una manera de enumerar usando los dedos

de las manos.

En la Antigedad los habitantes del llamado Creciente Frtil contaban sealando con el dedo pulgar de la mano derecha cada una de las 3 falanges de los restantes dedos de la misma mano, comenzando por el meique. As se poda contar hasta 12. Y para seguir con cifras mayo-res, cada vez que se realizaban esta operacin se levantaban un dedo de la mano libre hasta completar 60 unidades (12 x 5 = 60), por lo que este nmero fue considerado una cifra redonda, convirtin-dose en una referencia habitual en transacciones y medidas.

Con la invencin de la escritura, el sistema de clculo sumerio tuvo tambin su representacin grca, y as aparecieron por primera vez signos abstractos que representa-ban cantidades. Su posterior desa-rrollo permiti a los sumerios calcu-lar supercies y realizar operaciones aritmticas simples, herramientas fundamentales para la agricultura, la arquitectura y el comercio.

Con la invencin de la escritura, el sistema de clculo sumerio tuvo tambin su represen-tacin grfica, y as

aparecieron por prime-ra vez signos abstractos

que representaban cantidades.

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Ms all de los distintos debates, lo que resulta evidente es que ambos sistemas compartieron durante miles de aos el honor de ser la principal forma de comuni-cacin escrita de la Antigedad. En base al hermetismo de la sociedad egipcia, los jeroglcos fueron usados durante ms de tres mil aos, mientras que en la Mesopo-tamia el uso de la escritura cuneiforme se prolong en el tiempo debido a que todos los pueblos que ocuparon o invadieron la regin o fueron vecinos de sta pudieron adaptarla fcilmente a su propio lenguaje.

Ahora bien, el uso de los signos fonogrcos se abandon cuando, hacia el 2000 a. C, en relacin a un proceso de simplicacin del sistema de escritura egipcio, se invent y desarroll el alfabeto. Cada signo, desde entonces, pas a representar un nico sonido. Este sistema de escritura fue adaptado por los fenicios, una civilizacin martima ubicada en el centro de una vasta red comercial, que pronto lo difundieron por todo el Mediterr-neo, forjando dos variantes que tendrn un gran impacto en la historia de la escritura: el alfabeto arameo y el alfabeto griego.

Tabla con escritura cuneiforme. Se ha conrmado que las tablillas sumerias son realmente ms antiguas que los jeroglcos egipcios.

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LOS ESCRIBAS

Pese a su progresiva simplicacin, la escritura cuneiforme nunca result fcil de utilizar. Me-morizar y aprender a combinar cientos de signos y usar la punta de caa con soltura requera mucho tiempo y dedicacin. Por ello, en base a su complejidad, la necesidad de formar escribas especializados en diferentes temas precisaba de una larga formacin. Una vez preparados, su cometido, esencial en la sociedad sumeria, les confera una posicin social particular y su gura era respetada e incluso venerada.

El escriba tena que pertenecer a un nivel social muy elevado dado que su formacin era muy costosa. Por lo general, pertenecan a las grandes familias que llevaban la administracin de los palacios y de los templos, o bien pertenecan a familias de grandes comerciantes o familias de la nobleza. De esta manera, como leer y escribir se convirtieron en una necesidad cada vez ms compleja, se crearon talleres especiales para que los hijos de las familias inuyentes pudieran aprender a grabar e interpretar el lenguaje escrito.

El uso de los signos fo-nogrficos se abandon cuando, hacia el 2000 a. C, en relacin a un

proceso de simplificacin del sistema de escritu-ra egipcio, se invent y desarroll el alfabeto.

Cada signo, desde enton-ces, pas a representar

un nico sonido.

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Primeras dinastasLa importancia del NiloEl antiguo EgiptoMitos y DiosesUltimo reyes SumeriosLos Sargnidas

LOS SARGNIDAS

Los semitas eran pueblos nmadas procedentes de Arabia y Siria. Hacia 3000 a. C. fueron extendindose al norte, fundando diferentes grupos como los amo-

rreos, en los que se incluyen fenicios, israelitas y arameos. Gradualmente se es-tablecieron en la Mesopotamia central a partir del IV milenio a. C. y, tras vivir a la sombra de Sumer durante casi mil aos, aquellos asentados en el curso medio

del Tigris y el ufrates lograron en unas pocas dcadas lo que ninguna ciudad sumeria haba conseguido: imponer su hegemona sobre la regin.

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Ultimo reyes Sumerios El antiguo EgiptoMitos y Dioses La importancia del Nilo Primeras dinastasLos Sargnidas


Hacia el 2500 a. C., Mesopotamia tena ya una mayora de poblacin semita e incluso Mari, una de las ciudades-estado del curso medio del ufrates, estaba gobernada por una dinasta de esta etnia. Sin duda, la importancia e inuencia de Mari aument con el paso de los siglos, ya que su estratgica situacin geogrca y las estrechas relaciones manteni-das con las ciudades sumerias la convirtieron en uno de los centros comerciales ms tran-sitados de Oriente Prximo. Con el tiempo, los reyes de Mari se hicieron ms poderosos y se convirtieron en una amenaza.

En este contexto, hacia el ao 2350 a.C., Sargn, un joven ocial semita al servicio del gobernador de Kish, se rebel contra su seor y se hizo con el poder en la ciudad. Tras convertirse en soberano, se dirigi contra Uruk, en aquel entonces en poder de Lugalzagesi, rey de Umma, que dominaba la regin. Acostumbrados a la lucha cuerpo a cuerpo, los sumerios nada pudieron hacer contra el avance de los soldados semitas, mejor entrenados, que tras numerosas batallas conquistaron el resto de las ciudades sumerias, venciendo a Lugalzagesi. Esta etapa marc el inicio de la deca-dencia de la cultura e idioma sumerios en favor de los acadios.

Expansin de AcadCon Sargn, los semitas se convirtieron en la fuerza dominante y, una por una, todas las ciudades-estado de Sumer fueron conquistadas. Tras fundar una nue-va capital en Acad, la expansin del primer gran im-perio de la historia haba empezado. Posteriormente, Sargn dirigi sus ejrcitos hacia Elam, un pequeo pas situado al pie de los montes Zagros y, segn las crnicas, luego venci a la dinasta semita de Mari llegando, en una segunda campaa, hasta el norte de Siria y el Mediterrneo.

No obstante, Sargn no intent unir los territorios conquistados en una unidad poltica. Sus esfuerzos, en cambio, se dirigieron a asegurar exclusivamen-te el aprovisionamiento de materias primas para su pas y para ello nombr a un gobernador (ensi) en cada una de las ciudades conquistadas. Respal-dado por funcionarios y una poderosa guarnicin militar, este representante de la autoridad central tena como principal misin hacer llegar a Acad los tributos recaudados.

La importancia e influencia de Mari

aument con el paso de los siglos, ya que su estratgica situa-cin geogrfica y las estrechas relaciones mantenidas con las

ciudades sumerias la convirtieron en uno de los centros comercia-les ms transitados de

Oriente Prximo.

Con Sargn, los semitas se convir-tieron en la fuerza dominante y, una por una, todas las ciudades-estado de Sumer fueron conquistadas.

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De este modo, Sargn hizo de su imperio un estado burocrtico y la capital Acad pas a ser su centro poltico y econmico, convirtindose en puerto de escala para los barcos mer-cantes procedentes de Arabia y el Indostn, adems de ser el punto de destino de las rutas comerciales del norte y del oeste, de donde llegaban metales, piedras preciosas y madera.

Auge y decadencia de AcadSargn fue sucedido por sus hijos gemelos Rimush y Manishtushu, ambos asesinados en el curso de sublevaciones palaciegas, y luego por su nieto Naram-Sin. Durante el reinado de este ltimo, el Imperio acadio alcanz su mximo esplendor, capaz de ampliar las conquis-tas de Sargn y, sobre todo, de administrar con rigor un reino que haba alcanzado unas dimensiones desconocidas hasta entonces, ya que sus fronteras se fueron extendiendo desde el mar Mediterrneo hasta el golfo Prsico y desde los montes Tauro y Amanus hasta las estribaciones de los montes Zagros. Segn arman algunos historiadores, incluso los lmites llegaron hasta la isla de Chipre.

La capital Acad pas a ser su centro poltico y econmico, convirtindose en puerto de escala para los barcos mercantes procedentes de Arabia y el Indostn.

La capital Acad pas a ser su centro poltico y econmico, convir-tindose en puerto de escala para los barcos mercantes procedentes

de Arabia y el Indostn.

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Sin embargo, el gobierno de Naram-Sin no fue plcido, ya que los pueblos y ciudades que integraban el imperio, hartos de pagar los elevados tributos exigidos por Acad, se sublevaron en numerosas ocasiones. De esta mane-ra, haciendo valer la gran superioridad militar de la ca-pital, este soberano logr sofocar estas sublevaciones y reconquist regiones que en tiempos de Sargn haban formado parte del imperio. Con todo, para garantizar el dominio de estas tierras lejanas, construy baluartes y forticaciones y, respaldado por sus xitos militares, se hizo venerar como dios.

No obstante, la gura de este monarca representaba un ideal negativo que los reyes posteriores debieron tener en cuenta a la hora de actuar. El soberano acadio a me-nudo se relacion con el mal gobierno, pareciendo ve-rosmil que esta tradicin negativa se deba a su intento por divinizarse. No parece que esta pretensin del atri-buir al soberano una caracterizacin ideolgica indita, cambiando lo real por lo divino, fuera bien acogida en los ambientes sacerdotales.

RuinaEl declive del imperio comenz en los ltimos aos del reinado de Naram-Sin. Tras fracasar en el intento de so-

focar nuevas sublevaciones, el soberano se vio forza-do a pactar con algunos soberanos rivales hasta que, menguado su poder, fue asesinado durante una re-

vuelta. Los reyes que lo sucedieron no pudieron enderezar el rumbo del imperio, y fueron testigos de su progresiva desintegracin tras la invasin de las tribus de los tuteos o guti, un pueblo salvaje originario de las montaas de Irn, que arrasaron Sumer y destruyeron hasta sus cimientos la ciudad de Acad.

Cambios Sociales

Como a los funcionarios acadios se les pagaba con tierras y bienes de consumo, la propiedad privada en Mesopotamia se hizo cada vez ms importante. Esto supuso un cambio en la mentalidad y en el modo de vida de los habitantes, ya que, desde el nacimiento de las ciudades-estado y durante ms de mil aos, los reyes y sacerdotes haban monopolizado exclusiva-mente en nombre del dios local la propiedad y la ges-tin de los bienes y tierras pertenecientes a la ciudad.

Estatua del palacio de Sargon II, rey de Assur en Khosabad.

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El imperio semita de los Sargnidas, tras siglo y medio de existencia, llegaba a su n, puesto que la regin entera cay bajo el dominio de los guti, que se impusieron sobre las dems ciudades-estado, especialmente en el entorno de la destruida Acad. Las crnicas sumerias los describen constantemente de forma negativa, como horda de brbaros o dragones de montaa, pero es posible que la realidad no fuese as. Luego de convertir en tributarias las diferentes ciudades mesopotmicas, los reyes guti adoptaron la lengua y las constumbres de Acad. Sin embargo, su hegemona en la regin se mantendra durante poco menos de un siglo, en un perodo conocido como la edad oscura de Mesopotamia.

Por su parte, Los ciento cincuenta aos de dominio acadio dejarn un profundo recuerdo en la mentalidad mesopotmica, que, en los siglos posteriores, ser la cuna de grandes imperios sucesivos, para cuyos monarcas, Sargn y su nieto, Naram-Sim, se convertirn en los modelos arquetpicos de emperador. Sobre el primero se proyectarn las virtudes a seguir, convirtindole en mito; sobre el segundo, el antimodelo del imperio agotado en sofocar rebeliones.

Los ciento cincuenta aos de dominio acadio

dejarn un profundo recuerdo en la menta-lidad mesopotmica, que, en los siglos pos-teriores, ser la cuna de grandes imperios sucesivos, para cuyos

monarcas, Sargn y su nieto, Naram-Sim.

Los reyes que lo sucedieron no pudieron enderezar el rumbo del imperio, y fueron testigos de su progre-siva desintegracin tras la invasin de las tribus de los tuteos o guti, un pueblo salvaje originario de las montaas de Irn, que arrasaron Sumer y destruyeron hasta sus cimientos la ciudad de Acad.

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El papel de la mujer

En las primeras civilizaciones que habitaron Mesopotamia, las mujeres dependan totalmente de los hombres. Su papel en la sociedad quedaba normalmente reducido al de hija o esposa, careciendo incluso de proteccin legal. En la mayor parte de los casos, las familias pactaban los matrimonios, y las jvenes sumerias acudan a la ceremonia nupcial siendo todava adolescen-tes o nias.

Sin embargo, aunque la mayor parte de las tareas que realizaban quedaban dentro del mbito domstico, existe constancia de que algunas esposas de mercaderes ayudaban a sus respecti-vos maridos en los negocios. Adems, tambin encontramos, muy excepcionalmente, algunas mujeres que, por el poder y riqueza de sus familias, alcanzaron un destacado puesto dentro de la sociedad sumerio-acadia. Este fue el caso de Enheduanna, la hija del mismo Sargn, que durante el reinado de su padre fue suma sacerdotisa del templo del dios lunar Nanna, en la ciudad de Ur. Enheduanna tambin ha pasado a la historia por ser autora de los textos poticos rmados ms antiguos que se conservan: La exaltacin de Innanna.

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La gran pirmide de KeopsPrimeras dinastasLa importancia del NiloEl antiguo EgiptoMitos y DiosesUltimos reyes Sumerios

LTIMOS REYES SUMERIOS

Tras la cada del Imperio acadio, las ciudades sumerias recuperaron la inde-pendencia. Pese a la irrupcin de los guti, que provocaron continuos saqueos, arrasaron ciudades y campos y dificultaron el comercio, el fin del imperio no

trajo la decadencia, al menos en la zona sur de Mesopotamia. De esta manera, aquellos conquistadores del reino de Acad, los guti, no llegaron a dominar todas sus ciudades. Por ejemplo, Lagash y Uruk fueron gobernadas durante esta poca

por prncipes locales que, tras la desaparicin del poder imperial, se erigieron como soberanos independientes.

Principe GUDEA de Lagash.

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Segn una tablilla conmemorativa, fue Utu-hengal, rey de Uruk, quien en torno al 2.100 a. C. derrot y expuls a los gobernantes gutis de las tierras sumerias. Aprovechando la de-bilidad del invasor, que haba asumido los usos y costumbres civilizadas de Sumer, se alz en armas y, con la ayuda de los ejrcitos de otras ciudades, derrot al que sera el ltimo rey guti de Mesopotamia, Tiriqan, quien fue tomado prisionero.

Pese a su gesta, Utu-hengal fue rpidamente sucedido por Ur-nammu, el cual no se sabe si perteneca a su dinasta o fue un usurpador. El nuevo rey se esforz por hacer realidad el ttulo que haba heredado, ya que no tard en reunicar las tierras y ciudades de Mesopo-tamia, trasladando la capital de su Estado desde Uruk a Ur y fundando una nueva dinasta: la III dinasta de Ur.

Ur-nammu se dio a s mismo el ttulo de rey de Sumer y de Acad, si bien no se conocen los lmites de sus dominios, siendo uno de los principales impulsores del denominado renacimiento sumerio.

Ur-nammu, se esfor-z por hacer realidad

el ttulo que haba heredado, ya que no

tard en reunificar las tierras y ciudades de Mesopotamia, tras-

ladando la capital de su Estado desde Uruk a Ur y fundando una nueva dinasta: la III

dinasta de Ur.

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Ur-nammu se dio a s mismo el ttulo de rey de Sumer y de Acad, si bien no se conocen con precisin los lmites de sus dominios, siendo uno de los principales impulsores del denominado renacimiento sume-rio. De esta manera, saca adelante un programa de organizacin estatal basado en la centralizacin de los recursos administrativos y producti-vos, destituye a las dinastas locales para sustituirlos por funcionarios centrales, promulga un cdigo de leyes, unica los pesos y las medidas, y crea un catastro general del reino con ncas medidas y delimitadas.

En el imperio de Ur-nammu, los antiguos soberanos de las ciudades, los ensi, pasaron a ser funcionarios reales, y cada mes estaban obligados a realizar determinadas funciones. Por su parte, las ciudades de los territorios conquistados quedaron bajo la jurisdiccin de un gobernador militar, el shagin. Las atribuciones de cada uno variaban segn las distintas circunscripciones pero en general, el ensi se dedicaba a tareas como la justicia, las ofrendas de los templos y el pago de los salarios. En algunas regiones fronterizas el shagin se encar-gaba tambin de tareas agrcolas y de las infraestructuras de riego.

En el imperio de Ur-nammu, los antiguos soberanos de las ciu-dades, los ensi, pasaron a ser funcionarios reales, y cada mes estaban obligados a realizar determinadas funciones.

Tiro

Hamat

Harn

Erec

Ur

Assur Mari

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Sin embargo, durante este perodo, la historia que mejor se conoce es la de Lagash. Esta ciudad logr emanciparse del dominio guti incluso antes que Ur y, durante dcadas, se convirti en el nico reducto de la cultura sumeria en toda Mesopotamia. En esta poca neosumeria, tiene una gran relevancia la gura de Gudea, de la II Dinasta de Lagash.

Extraordinariamente dotado para la poltica, su papel no se limit a su ciudad o su provincia, de la que deba formar parte la antigua Girsu, sino que elev a Lagash y su rea de inuencia, en la que se incluan Ur, Uruk y Nippur, a un grado de prosperidad insospechado. Impulsando el desarrollo artstico y cientco de Sumer, Gudea no se limit a reconstruir los viejos santuarios, ya que adems construy nuevos templos, destacndose el de Eninnu, consagrado al dios Ningirsu, que el soberano quiso resal-tar con numerosas inscripciones dedicatorias.

Gudea cambi el modo de concebir la realeza del perodo acadio, superando las posiciones ideolgicas y religiosas anteriores. Adems, tambin impuls el desarrollo urbanstico de la ciudad y mejor los sistemas de riego y drenaje de los campos. De esto nos hacen mencin los numerosos documentos e inscripciones encontrados en la ciudad de Lagash.

Es lgico que este esplendor no habra sido posible si Lagash no se hubiera enriquecido gracias al comercio. As, en tiempos de Gudea, en una inscripcin se celebra que la ciudad consigui reabrir el comercio del Mediterrneo al golfo Prsico y se sabe que mantuvo contactos comerciales con las reas madereras de las actuales Siria y Lbano; con Magan, en el actual Omn, y con el valle del Indo, de donde se obtuvo diorita, cobre y oro.

Sin embargo, tras la muerte de Gudea, Lagash comenz a declinar en benecio de Uruk y Ur. Pocos aos despus de la expulsin de los guti de Mesopotamia, el ltimo prncipe de la ciudad, Nammakhanii, sera derrotado por Ur-nammu, cuyo hijo y sucesor Shulgi consolid el reino durante sus 48 aos de gobierno. No obstante, como todos los gober-nantes de Sumer desde la poca de Sargn, este rey tuvo que hacer frente a la amenaza que representaban los pueblos vecinos de Mesopotamia. En su caso, adems de usar la fuerza tambin hizo gala de la diplomacia: buscando la alianza de Anshan y frenar la pre-

sin de los elamitas, por ejemplo, cas a una de sus hijas con el gobernador

de este pas.

y Ur. Pocos aos despus de la expulsin de los guti de Mesopotamia, el ltimo prncipede la ciudad, Nammakhanii, sera derrotado por Ur-nammu, cuyo hijo y sucesor Shulgiconsolid el reino durante sus 48 aos de gobierno. No obstante, como todos los gober-nantes de Sumer desde la poca de Sargn, este rey tuvo que hacer frente a la amenaza que representaban los pueblos vecinos de Mesopotamia. En su caso, adems de usar la fuerza tambin hizo gala de la diplomacia: buscando la alianza de Anshan y frenar la pre-

sin de los elamitas, por ejemplo, cas a una desus hijas con el gobernador

de este pas.

Gudea cambi el modo de concebir la realeza

del perodo acadio, su-perando las posiciones ideolgicas y religiosas

anteriores. Adems, tambin impuls el

desarrollo urbanstico de la ciudad y mejor los sistemas de riego y drenaje de los campos.

El Palacio Ur-nammu.

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Bajo la tutela de Ur, Sumer sigui creciendo en riqueza y poder durante algunas dcadas, aunque este estado de bonanza, siempre en jaque por la presin fronteriza, termin deni-tivamente con la subida al trono de Ibbisin, el ltimo soberano de la dinasta. Para detener las incursiones de los martu o amorreos, tribus semitas nmades llegadas del desierto sirio, el soberano dej el mando de las regiones fronterizas a un funcionario llamado Ishbi-Erra, hasta entonces gobernador de Mari.

Tras una derrota del rey contra los elamitas, el mismo Ishbi-Erra se levant contra el im-perio, fundando una dinasta propia en Isn. A l se unieron posteriormente los goberna-dores de otras ciudades hasta que, en 2003 a. C., la propia Ur caa ante los nmadas de los Zagros, que arrasaron la ciudad, saqueando los templos y destruyendo las viviendas. Mesopotamia qued nuevamente desmembrada y, durante los dos siglos siguientes, la su-premaca en la regin la ejerceran las dinastas amorritas, pertenecientes a las ciudades de Isn y Larsa. Sumer desapareci como entidad poltica, pero su fascinante cultura seguira siendo la base de la civilizacin mesopotmica durante mucho tiempo.

Ur caa ante los nmadas de los Zagros, que arrasaron la ciudad, saqueando los templos y destruyendo las viviendas.

Sumer desapareci como entidad poltica, pero su fascinante cul-tura seguira siendo la base de la civilizacin mesopotmica durante

mucho tiempo.

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Orden poltico y socialLa gran pirmide de KeopsPrimeras dinastasLa importancia del NiloEl antiguo EgiptoMitos y Dioses

MITOS Y DIOSES

Tratar este asunto de la religin y las creencias durante este perodo puede resultar complicado, dado que las prcticas y creencias adoptadas por aquellos

pueblos variaron mucho a travs del tiempo y la distancia, puesto que cada ciudad posea su propia visin mitolgica y teolgica. No obstante, los sume-

rios fueron posiblemente los primeros en escribir sobre sus creencias, que luego fueron la inspiracin para gran parte de la mitologa, religin y astrologa mesopotmica, aunque ello no implica que su religin fuera la primera y que no

hubieran tomado costumbres y ritos de otros pueblos.

Un gran sistema de creenciasSegn conrman varias investigaciones, para los sumerios la humanidad era un medio que los dioses usaban para no tener que ocuparse de las tareas co-tidianas, mientras que los logros culturales y tcnicos que haban alcanzado, como la escritura, eran vistos como dones divinos puestos en sus manos para tra-bajar con mayor ecacia. De esta manera, no tenan la visin de que su civilizacin se hubiera desarrollado por sus propios esfuerzos ni tampoco tenan visin de progreso tecnolgico o social. La esencia primordial de la religin sumeria se basaba en la creencia de que toda la humanidad estaba a merced de los dioses.

Ahora bien, cada uno de los dioses sumerios era aso-ciado a ciudades diferentes, y la importancia religiosa a ellos atribuida se intensicaba o declinaba depen-diendo del poder poltico de la ciudad asociada. Por ejemplo, Uruk era la morada de la diosa del amor y de la guerra, Inanna; Larsha, del dios solar, Utu; y Nippu, capital religiosa de Mesopotamia, la del dios del viento, Enlil.

Para los sumerios la humanidad era un medio que los dioses usaban para no tener que ocuparse de las tareas cotidianas.

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Adems, los sumerios crean que los dioses tenan emociones y comportamientos huma-nos, en cuyos templos se depositaban diariamente abundantes ofrendas. En general, estos templos consistan en una nave central con corredores en ambos lados, anqueados por aposentos para los sacerdotes, y en una de las puntas del corredor se encontraba un pl-pito y una plataforma construida con ladrillos de barro, usada para sacricios animales y vegetales. Los graneros y depsitos generalmente se localizaban en la proximidad de los templos. Ms tarde, los sumerios comenzaron a construir sus templos en la cima de las colinas articiales, terraplenadas y multifacetadas: esos templos especiales eran los reco-nocidos zigurats.

En realidad, no se haca otra cosa que dar al dios protector lo que le perteneca, ya que, segn se interpretaba, todas las tierras y bienes eran propiedad divina. A cambio de esta dedicacin, cada dios protega a sus vasallos de los enemigos y las calamidades. Segn la tradicin, la derrota de una ciudad en la guerra o los terremotos y catstrofes naturales eran interpretados como el castigo del dios protector por no haber saciado sus necesidades.

Se daba al dios protector lo que le perteneca ya que todas las tierras y bienes eran propiedad divina. A cambio cada dios protega a sus vasallos de los enemigos y las calamidades.

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La inestabilidad de Sumer durante las guerras entre ciudades y la fundacin del Imperio acadio favorecieron la progresiva instauracin de un panten nico. Es decir, ambas civilizaciones sumaron sus dioses y Sargn y sus herederos incluyeron a las deidades sumerias en el panten acadio, aunque con otros nombres. Por ejemplo, Inanna pas a llamarse Ishtar y Utu se convirti en Shamash. Adems, en muchos casos las divinidades fueron trasladadas de una ciudad a otra, instaurando una cierta tradicin en la historia de las religiones.

El ZiguratGeneralmente, el zigurat era un templo de la antigua Mesopotamia que tiene la for-ma de una torre o pirmide escalonada, cuyo diseo va desde una simple base con un templo en lo alto, hasta las maravillas matemticas y arquitectnicas con varias terrazas rematadas con un templo. La base poda ser de forma rectangular, ovalada o cuadrada y su ncleo estaba construido de ladrillos de adobe secados al sol, mientras que la parte exterior estaba revestida de ladrillos cocidos, los cuales podan adems estar vitricados en diferentes colores.

Recreacin de situacin Sumeria donde Enlil recibe un animal como regalo.

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El acceso se realizaba mediante escaleras situadas en los lados o que ascendan en espiral hasta la cima y slo los sacerdotes po-dan ingresar a su interior para atender a las necesidades de los dioses. Por su parte, se ha suge-rido que el zigurat era una repre-sentacin simblica del primitivo terrapln del cual se cre el uni-verso o como un puente entre el cielo y la Tierra. Los sumerios los concibieron como un eje cs-mico, un enlace vertical entre el cielo y la tierra, y entre la tierra y el mundo subterrneo, as como un enlace horizontal entre las di-ferentes tierras.

La creacin

El mito de la creacin sumeria es el ms antiguo que existe. Segn ste, el mar, personicado en la diosa Nammu, exista desde la eternidad, y haba creado el cielo y la tierra. El cielo se haba separado de la tierra, dando nacimiento al dios masculino An y la tierra, una diosa llamada Ki. Crean que Ki y An haban procrea-do un hijo llamado Enlil, que era la atmsfera, el viento y la tormenta. Crean que el separ el da de la no-che y que haba abierto una concha invisible dejando caer agua desde el cielo. Crean que junto con su ma-dre y Ki, Enlil sent las bases de la creacin de las plantas, los huma-nos y otras criaturas, que haca ger-minar las semillas y que haba dado forma a la humanidad a partir de la arcilla, impregnndola.

Los sumerios comenzaron a construir sus templos en la cima de las colinas articiales, terraplenadas y multifaceta-das: esos templos especiales eran los reconocidos zigurats.

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Ecos mesopotmicos en la bibliaLos sumerios fueron precursores de muchas de las concepciones religiosas, cosmognicas y mticas que luego aparecieron recogidas en el Antiguo Testamento. Entre ellas podemos citar la creacin del mundo, la separacin de las aguas primordiales, la formacin del hom-bre con arcilla o las ideas del paraso y el Diluvio Universal.

Por su parte, la Biblia hace innumerables referencias a la Mesopotamia. All es donde Dios crea al hombre, donde est el paraso terrenal, donde se levanta la Torre de Babel y donde viven los patriarcas hebreos hasta el diluvio. No tiene su equivalente sumerio, que es Ziu-sudra, quien junto a su familia consigue salvarse de la catstrofe decretada por los dioses. Y de Ur, en aquel entonces patria de los caldeos, partir Abraham con el denominado pueblo elegido.

La torre de Babel.

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Introduccin

TOMO 2 - Captulo 4: Antiguo Egipto

Tomo II - Mesopotamia y Egipto

Captulo 4. Antiguo Egipto

INTRODUCCIN

Originado a lo largo del cauce medio y bajo del ro Nilo, el Antiguo Egipto fue una civilizacin que se desarroll durante ms de 3.000 aos, manteniendo un imperio asentado en el poder de los sacerdotes y escribas y en el carcter divino del faran, y que al-canz tres pocas de esplendor en los periodos deno-minados Imperio Antiguo, Imperio Medio e Imperio Nuevo. Situada en el frica nororiental y connada por Libia, Sudn, el mar Rojo y el mar Mediterrneo, alcanzaba desde el delta del Nilo en el norte hasta la isla Elefantina en el sur, llegando a tener inuencia desde el ufrates hasta Gebel Barkal en sus pocas de mxima expansin.

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El antiguo Egipto Primeras dinastasLa importancia del Nilo La gran pirmide de Keops Orden poltico y socialIntroduccin


Su territorio tambin abarc, en distintos periodos, el desierto oriental y la lnea costera del mar Rojo, la pennsula del Sina y un gran territorio occidental dominado por oasis disper-sos. Histricamente, fue dividido en Alto y Bajo Egipto, al sur y al norte, respectivamente.

Aislada por los desiertos y el mar, esta civilizacin creci prcticamente imperturbable. Comenz con la unicacin de varias ciudades del valle del Nilo, alrededor del 3150 a. C., y se da convencionalmente por terminado en el 31 a. C., cuando el Imperio romano con-quist y absorbi el Egipto ptolemaico, que desaparece como Estado. Sin embargo, este acontecimiento no represent el primer perodo de dominacin extranjera, aunque fue el que condujo a una transformacin gradual en la vida poltica y religiosa del valle del Nilo, marcando el nal del desarrollo independiente de su cultura.

La sociedad egipcia sufri pocos cambios mientras pasaban las dinastas y los imperios. Su estabilidad se manifest en la organizacin social y econmica, en las concepciones acerca de la monarqua y la religin, en los estilos artsticos, en la escritura. Los poblados no se transformaron nunca en grandes ciudades, ya que las ciudadelas de los palacios y

los templos concentraban el po-der y el conocimiento.

Egipto conserv sus rasgos esenciales, los mismos que an despiertan nuestro inte-rs, merced a la capacidad de adaptacin y aprovecha-miento del medio, de incor-porar lo nuevos sin desechar la tradicin y por su espritu conciliador. En aquel mun-do se desarroll la magia y la medicina, la astronoma y la ingeniera, el arte de la trepa-nacin y del embalsamamien-to, la arquitectura y el arte y la literatura. Su legado arts-tico, cultural y cientco an perdura, tan eterno, colosal y fascinante como sus construc-ciones de piedra y granito.

Mapa del Antiguo Egipto.

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La importancia del Nilo


Los ritos funerariosLa cada del Imperio AntiguoOrden poltico y socialLa gran pirmide de KeopsPrimeras dinastas

LA IMPORTANCIA DEL NILO

En el siglo V a. C., el historiador griego Herodoto recorri Egipto y calific a su civilizacin como un don del Nilo. Sin el lento pero firme discurrir de sus aguas, que atraviesan el pas de sur a norte y que reparten vida y fertilidad a

travs del desierto, Egipto no sera ms que un desierto inhabitable.

Esta civilizacin oreci siguiendo un proceso muy similar y prcticamente paralelo al de Mesopotamia. Sin embargo, la diversidad de condiciones naturales hicieron que evolucio-naran por caminos distintos. Si en Asia la civilizacin surgi a orillas del ufrates y el Tigris, ms al sur, en el borde oriental del desierto del Sahara, el milagro lo obr el Nilo, desde cuyo delta los agricultores del Neoltico desarrollaron entre el V y IV milenio a. C. la agri-cultura de regado, pero sin tener que sufrir la rigurosidad del clima ni las devastadoras e irregulares inundaciones.

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Primeras dinastas Orden poltico y socialLa gran pirmide de Keops La cada del Imperio Antiguo Los ritos funerariosLa importancia del Nilo


Navegable en toda su extensin, el Nilo fue la clave para el xito de la civilizacin egipcia, ya que permita el aprovechamiento de los recursos y ofreca una signicativa ventaja sobre otros oponentes: el lgamo frtil depositado a lo largo de los bancos del Nilo tras las inun-daciones anuales signic para los egipcios tener que practicar una forma de agricultura menos laboriosa que en otras zonas, liberando a la poblacin para dedicar ms tiempo y recursos al desarrollo cultural, tecnolgico y artstico.

De esta manera, el ro crece y de-crece siguiendo un escrupuloso ciclo estacional de nacimiento y muerte. Todos los aos su cau-dal comienza a subir en junio, alcanzando su mximo nivel en septiembre, para dar una nueva fertilidad a las llanuras situadas en los lmites del desierto. Para octu-bre, las aguas vuelven a su cauce y, tras los meses de invierno y una etapa de transicin durante la pri-mavera, el verano retorna y con l el ciclo vivicador y misterioso de las inundaciones.

Ingeniera uvial Para aprovechar al mximo los desbordes peridicos del Nilo, los egipcios retenan el agua con la proyeccin de diques horizon-tales y transversales. Cuando la tierra reseca empapada y abo-nada con los sedimentos del ro, desviaban el agua sobrante y comenzaban la siembra. Final-mente, las moderadas tempera-turas del invierno permitan que el suelo se mantuviera hmedo hasta la poca de recoleccin y cosecha, ya en primavera.

Una tierra de Contrastes

Los antiguos egipcios distinguan dos zonas bien di-ferenciadas: la tierra negra que era la zona frtil, situada en las mrgenes del ro, donde los hombres vivan y cultivaban los campos, y la tierra roja, el desierto, el mundo de los muertos, donde se exca-vaban las tumbas y se levantaban las pirmides y los templos funerarios. Tambin existe una notable diferencia entre el Alto Egipto, donde la franja frtil es estrecha y el desierto llega hasta las casas de sus habitantes, y el Bajo Egipto o Delta, donde la zona frtil es ms ancha.

El Nilo fue la clave para el xito de la civiliza-cin egipcia, ya que

permita el aprovecha-miento de los recursos y ofreca una significa-tiva ventaja sobre otros

oponentes.

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Este sistema de riego, en un principio muy rudimentario, fue perfeccionndose con el paso del tiempo hasta convertirse, en el III milenio a. C., en una vasta y compleja red de canales y represas que oblig a desarrollar trabajos que exigan la colaboracin de toda la comunidad, lo que dot de cohesin al grupo y deline una organizacin social cada vez ms compleja, con una incipiente especializacin del trabajo y la aparicin de una elite dirigente.

Bajo el inujo del Nilo, fuente inagotable de sustento, fue cimentndose una civilizacin que tuvo con el agua una relacin esencial. Protegida por la barrera del desierto, su de-sarrollo fue casi siempre aislado y tranquilo, sin soportar acaso presiones exteriores que sobresaltaran su larga evolucin. Bajo el inujo del Nilo fue cimentn-

dose una civilizacin que tuvo con el agua una relacin esencial.

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Los pobladores del delta mejoraron tambin el laboreo de los campos utilizando la fuerza animal para arrastrar los pesados arados de madera.

Cultivos

Adems de las ventajas aportadas por las obras hidrulicas, que derivaron en las primeras manifestaciones de aritmtica y geometra aplicada, los pobladores del delta mejoraron tam-bin el laboreo de los campos utilizando la fuerza animal para arrastrar los pesados arados de madera. Gracias a esto, la civilizacin egipcia fue una de las primeras en hacer del cultivo del cereal, principalmente trigo, cebada y sorgo, una labor cotidiana, sistemtica e intensiva. El grano conseguido se almacenaba en tinajas y otros contenedores de barro y se utilizaba para la elaboracin de pan y, tras su fermentacin, cerveza.

Calendario

Los egipcios adems fueron maestros en el arte de medir el tiempo y observar los astros. A ellos se debe, en buena parte, la creacin del calendario de 365 das con ao bisiesto como sistema para calcular el curso del sol y las estaciones. Para lograrlo tomaron como base la regularidad de los desbordes del Nilo, que divida el ao en tres estaciones de cuatro meses cada una: de junio a octubre, inundacin; de mediados de octubre a mediados de febrero, siembra; y de mediados de febrero a mediados de junio, recoleccin.

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Navegable en toda su extensin, el Nilo fue la clave para el xito de la civiliza-cin egipcia, ya que permita el aprovechamiento de los recursos y ofreca una

significativa ventaja sobre otros oponentes: el lgamo frtil depositado a lo largo de los bancos del Nilo tras las inundaciones anuales signific para los egipcios

tener que practicar una forma de agricultura menos laboriosa que en otras zonas, liberando a la poblacin para dedicar ms tiempo y recursos al desarrollo

cultural, tecnolgico y artstico.

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La gran pirmide de KeopsPrimeras dinastas

PRIMERAS DINASTAS

Hacia finales del IV milenio a. C., coincidiendo con las ltimas fases de la cultura eneoltica conocida como Naqada, encontramos asentamientos peque-os que prosperaron a lo largo del Nilo. Basados en la agricultura de regado, registran una notable actividad comercial y administrativa, en estos poblados

pre-urbanos ya se utilizaba la metalurgia, la navegacin y la escritura pictogrfi-ca, lo que demuestra su avanzado nivel de desarrollo.

ReliginLos ritos funerariosLa cada del Imperio AntiguoOrden poltico y social

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La gran pirmide de Keops La cada del Imperio AntiguoOrden poltico y social Los ritos funerarios ReliginPrimeras dinastas


Toda esta riqueza atrajo la atencin de los pastores nmadas que vivan en los lmites del desierto y en el sur, y que, ya entrados en el III milenio a. C., se lanzaron a la conquista del delta. De esta manera, el pas qued unicado tras la sangrienta irrupcin en el norte de los seores del Alto Egipto, que se convirtieron tambin en reyes del Bajo Egipto. Con la unicacin poltica del pas y la instauracin de la pri-mera dinasta faranica, hacia el 2950 a. C. se inicia la primera etapa de la historia de Egipto.

Durante este tiempo se empieza a vislumbrar el sistema de organizacin estatal que sera casi una constante en toda la historia del Antiguo Egipto. Aunque resulta imposible precisar los acontecimientos polticos que tuvieron lugar en este perodo, la tradicin egipcia atribuy la unicacin a Menes. Segn estas fuentes, el rey y sus sucesores procedan de la ciudad de Tinis o Tis, de donde proviene el nombre Tinita, aunque no hay vestigios arqueolgicos que lo corroboren, y fundaron en el norte la ciudad de Mens, donde se traslad la capital.

Sin embargo, el nombre de Menes no aparece en ninguno de los monumentos que se conservan de este tiempo, conocido como Perodo Arcaico o Pero-do Dinstico Temprano, aunque se han encontrado referencias de otros soberanos que no se citan en las listas clsicas de reyes. Por ejemplo, segn el reconocido egiptlogo Alan Gardiner, este personaje es el rey Narmer, el primer faran del cual se tiene constancia que rein sobre todo Egipto.

La tradicin egipcia atribuy la uni-cacin a Menes.

La escritura jeroglca lleg a su madurez, y comenz a utilizarse no slo para grabar inscripciones en los monumentos, sino tambin con nes administrativos.

Toda esta riqueza atra-jo la atencin de los

pastores nmadas que vivan en los lmites

del desierto y en el sur, y que, ya entrados en el III milenio a. C., se

lanzaron a la conquista del delta.

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Ahora bien, sea cual fuere el nombre de este primer faran, lo que no puede negarse es que, durante el reinado de la I dinasta, Egipto vivi una poca de prosperidad. La monar-qua posea un destacado carcter militar, el rey en persona o sus delegados mantenan a la raya a los nmadas y, a su vez, aseguraban el control de las minas de oro y piedras preciosas en el Sur y el Este.

Por lo dems, el estado diriga una poltica cultural hacia la asimilacin mutua entre el Alto y el Bajo Egipto. Esto se realizaba mediante la adopcin por parte del faran de simbolis-mos del Norte y del Sur, como la corona Roja del Bajo Egipto y la Blanca del Alto Egipto; celebraciones simblicas de la unicacin; alianzas matrimoniales; construccin de templos en el Bajo Egipto; y asimilacin de estilos arquitectnicos del Norte y del Sur, especialmente en las tumbas reales. Adems, en este perodo, la escritura jeroglca lleg a su madurez, y comenz a utilizarse no slo para grabar inscripciones en los monumentos, sino tambin con nes administrativos. De la misma manera en que haba sucedido con la escritura cu-neiforme sumeria, los primitivos pictogramas e ideogramas egipcios desaparecieron para dar paso a signos con valor fontico.

Los primitivos pictogramas e ideogramas egipcios desaparecieron para dar paso a signos con valor fontico.

El estado diriga una poltica cultural hacia la asimilacin mutua entre el Alto y el Bajo Egipto, mediante la adopcin por parte del faran de simbolismos del Norte y del Sur, como la corona Roja del Bajo Egipto y la Blanca del Alto Egipto.

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Primeros cambios dinsticos Segn parece, las disputas por el trono egipcio motivaron el cambio dinstico, que se rela-ciona, en un modo simplicado, con una oposicin del Bajo Egipto al centralismo de la mo-narqua del Alto Egipto. Estos indicios de conictos internos ya se comienzan a evidenciar en el reinado de Qa, donde el centro administrativo del pas se traslad temporalmente a Mens, en el Bajo Egipto.

Todo ello evidencia una inclinacin de la monarqua hacia el Alto Egipto y un pro-ceso de sedicin por parte del Bajo, si bien estos indicios se diluyen en la II dinasta iniciada por Hotepsekhemuy. No obstante, hacia el 2650 a. C. un nuevo cambio dinstico provocado por intrigas palaciegas devolvi la capitalidad a Mens, esta-blecida en forma denitiva bajo la III dinasta. En esta poca, la civilizacin egipcia entrar en una de sus pocas ms brillantes: la del Imperio Antiguo y la construc-cin de grandes pirmides.

Esta poca surge marcada por la inuencia del faran Djeser, quien extiende el Imperio egipcio desde Nubia al Sina. Pese a mantener sobre el papel la dobles estructura admi-nistrativa que caracteriz al gobierno de las primeras dinastas, Djeser inici el camino hacia una administracin centralizada. Sin embargo, ms importante que Djeser fue su visir Imhotep, sumo sacerdote de Ptah, divinizado aos ms tarde en la poca ptolemaica. Se cree que fue el impulsor del primer gran edicio de piedra de la civilizacin egipcia, la pirmide escalonada de Saqqara, cerca de Mens, dedicada a Djeser.

Es durante esta dinasta en la que Egipto organiz diferentes expediciones militares y logr consolidar una dinmica poltica y comercial que impuls el progreso y la prosperi-

dad del pas. Ahora bien, se desconocen las cau-sas concretas que provocaron la transicin ha-

cia la IV dinasta, aunque se vislumbra que tuvo lugar hacia el 2575 a. C. y que,

tras ella, subi al poder el faran Snefru.

Pese a mantener sobre el papel la dobles estructura administrativa que caracteriz al gobierno de las primeras dinastas, Djeser inici el camino hacia una admi-nistracin centralizada.

nistrativa que caracteriz al gobierno de las primeras dinastas, Djeser inici el camminnohacia una administracin centralizada. Sin embargo, ms importante que DDDjeseeeeeer fuuufufue eeee sususususu visir Imhotep, sumo sacerdote de Ptah, divinizado aos ms tarde en la poca ptolemaica.Se cree que fue el impulsor del primer gran edicio de piedra de la civilizacin eeegigigiiipcppcciaaaaa, la pirmide escalonada de Saqqara, cerca de Mens, dedicada a Djeser.

Es durante esta dinasta en la que Egipto organiz diferentes expediciones militares y logr consolidar una dinmica poltica y comercial que impuls el progreso y la prosperi-

dad del pas. Ahora bien, se desconocen las cau-sas concretas que provocaron la transicin ha-

cia la IV dinasta, aunque se vislumbra que tuvo lugar hacia el 2575 a. C. y que,

tras ella, subi al poder el faran Snefru.

Se cree que Djeser fue el impulsor de las primeras pirmides escalonadas.

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La paleta de Narmer

Placa de pizarra tallada con bajorrelieves, descubierta en 1898, la Paleta de Narmer, datada del siglo XXX a. C., es el primer registro de la unicacin de Egipto. Confeccionada en esquisto verde, de 64 cm de altura y 45 cm de ancho, su primitiva funcin era servir de soporte para la preparacin de cosmticos, pigmentos, cremas y aceites que se aplicaban en el cuerpo, aunque es muy comn encontrarlas en los ajuares funerarios o como ofrenda en los templos.

Ambas caras tienen grabada en la parte superior dos cabezas de vaca, smbolo de la diosa Bat, y entre ellas se encuentra el serej, estructura decorada con la llamada fachada de palacio, con el nombre de Narmer, al que se identica con Menes, unicador del pas. En una de las caras gura el rey Narmer, con la corona Blanca del Alto Egipto a gran tamao, lo que indica la preeminencia del Alto sobre el Bajo Egipto. Se ve que golpea a uno de los extranjeros, repre-sentados por una gura de cabello rizado y barba, cuya gura siempre se usaba para identicar a los libios y a los asiticos, aunque es probable que Narmer considerara extranjeros a los ha-bitantes del Delta, ya que la unicacin fue una conquista por la fuerza. El dios Horus, smbolo de la divinidad del rey, est sobre unos papiros, smbolos del Bajo Egipto, lo que incide sobre el hecho de la conquista del Delta y debajo hay ms enemigos de pelo rizado abatidos y, junto a sus hombros, la representacin simblica de dos ciudades amuralladas conquistadas.

Por su parte, en el reverso, en la franja superior, est el faran con la corona Roja, smbolo del dominio sobre el Bajo Egipto, que se encuentra acompaado de su squito ante dos las de enemigos decapitados. En la parte baja estn representados dos extraos animales, cuyos largos cuellos estn entrelazados: Gardiner opina que es una representacin de la unin de las Dos Tierras bajo un solo rey. Debajo de todo vuelve a aparecer el rey, simbolizado por un toro que aplasta a sus enemigos y sus ciudades amuralladas.

En cuanto a su representacin, Gardiner opina que la paleta representa una batalla por el control del Delta, probablemente en manos de los libios, que posiblemente fue el nal de una guerra de varias generaciones. John Baines, en cambio, propone que representan smbolos de logro regio, cuyo propsito no es dar cuenta de un evento histrico, sino exponer el dominio del rey sobre el mundo en nombre de los dioses, para lo cual ha derrotado las fuerzas del caos internas y externas.

Ambas caras tienen grabada en la parte superior dos cabezas

de vaca, smbolo de la diosa Bat, y entre ellas

se encuentra el serej, es-tructura decorada con

la llamada fachada de palacio, con el nombre

de Narmer, al que se identifica con Menes, unificador del pas.

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La poca de las pirmidesConocemos los episodios ms importantes de la vida de Snefru porque se hallan recogidos en la llamada Piedra de Palermo, el mayor fragmento de una losa de diorita que tiene grabados un conjunto de acontecimientos desde la poca predinstica hasta la V dinasta de Egipto. Este documento, por ejemplo, explica que Snefru impuls la construccin de las primeras pirmides no escalonadas y que emprendi campaas contra los pueblos vecinos. Gracias a esta poltica expansionista, el faran pudo asegurar las fronteras del reino y apro-visionar de cobre y otros minerales a los talleres de Mens.

Snefru fue sucedido por su hijo Keops, un hombre ambicioso y desp-tico, que estableci su residencia en Guiza, al norte de Mens, y que orden levantar la famosa Gran Pirmide. Durante su reinado los ejr-citos reales prosiguieron su lucha contra los nmadas del desierto y se intensicaron las importaciones de piedra, marl, especias, madera y, sobre todo, metales y piedras preciosas. Con todo, la tradicin posterior egipcia describe a Keops como un tirano cruel, que impuso el trabajo forzado a sus sbditos para erigir su pirmide.

Snefru impuls la construccin de las primeras pirmides no escalonadas y que emprendi campaas contra los pueblos vecinos. Gracias a esta poltica expansionista, el faran pudo asegurar las fronteras del reino.

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Despus de la muerte de Keops es posible que surgieran disputas su-cesorias entre sus hijos Djedefrae y Kefrn. Durante sus respectivos reinados se perfeccion la tcnica de edicar pirmides y se mejor el funcionamiento de la admi-nistracin real. Kefrn, adems, construy la segunda gran pirmi-de y posiblemente la Gran Esnge de Guiza. No obstante, la esplndida IV dinasta, cuyos ltimos reyes fueron Micerino, quien construy la tercera mayor pirmide de Guiza, y Shepseskaf, acab por debilitarse hasta que, en el siglo XXV a. C., se extingui.

El imperio egipcio, con la subida al trono de la V dinasta, entr en un perodo de decaden-cia y descentralizacin del que tardara siglos en salir. La gura del dios-rey todopoderoso asociada al faran y sobre la que haba cimentado el orden social y la unidad del pas esta-ba a punto de desaparecer. A partir de entonces, el faran ser considerado simplemente como el representante terrenal de una voluntad superior que, como consecuencia, ver limitada su autoridad.

El reino de las dos tierras

Pese a la unicacin y la instauracin de un nico go-bernante para todo el territorio, la tradicional divisin entre las tierras del sur (el Alto Egipto) y las del nor-te (el Bajo Egipto) nunca se abandon. En realidad, Egipto aparece desde la I dinasta como el Reino de los dos pases y el faran exhibe siempre los smbo-los que representan la autoridad en ambos lugares. Esta dualidad, al desarrollarse el estado burocrtico caracterstico de la poca faranica, llevara a mante-ner durante mucho tiempo una doble administracin.

Jeroglcos egipcios pintados en una pared.

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Arte EgipcioReliginLos ritos funerariosLa cada del Imperio AntiguoOrden poltico y socialLa gran pirmide de Keops

LA GRAN PIRMIDE DE KEOPS

Levantada durante la primera mitad del siglo XXVI a. C., esta colosal obra de ingeniera es la ms antigua de las Siete maravillas del mundo y la nica que

an perdura, adems de ser la primera y mayor de las tres grandes pirmides de la Necrpolis de Guiza, situada en las afueras de El Cairo, en Egipto. Fue cons-truida con unos 2.300.000 bloques de piedra, cuyo peso medio es de dos tone-ladas y media por bloque. El peso aproximado de la pirmide es de 5.750.000

toneladas, construida durante 23 aos de trabajo, donde se emplearon 100.000 trabajadores y esclavos para las tareas de construccin segn Herodoto.

La gran pirmide de Keop y la esngue guardian.

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Orden poltico y social Los ritos funerariosLa cada del Imperio Antiguo Religin Arte EgipcioLa gran pirmide de Keops


Sus dimensiones son las siguientes:

Altura original: 146,61 m

Altura actual: 136,86 m

Pendiente: 51 50 35

La longitud de los lados de la base es:

Lado N: 230,364 m

Lado E: 230,319 m

Lado S: 230,365 m

Lado O: 230,342 m

Media: 230,347 m

Lado S: 230,365 m

Lado O: 230,342 m

Media: 230,347 m

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El interior de la pirmideLa pirmide se compone de tres cmaras principales, dos situadas en el interior de la pi-rmide, actualmente denominadas Cmara del rey y Cmara de la reina, y una en el

Enciclopedia de La Historia de La Humanidad - Tomo II Mesopotamia y Egipto

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