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Conociendo ciudadanos Seminario para el Análisis de Encuestas Nacionales sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas mexicanos a los 2003 PRINCIPALES TESIS

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Conociendo ciudadanos

Seminario para el Análisis de Encuestas Nacionales sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas

mexicanosa los

2003 P R I N C I PA L E S T E S I S

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Los días 8, 9 y 10 de septiembre se reunieron en la Ciudad de México más de 40 especialistas en cultura política y participación ciudadana con motivo de un seminario en el que se presentaron

una serie de innovadores trabajos de investigación que contribuyen al conocimiento de estos campos. *

El seminario tuvo lugar a partir del análisis que dichos especialistas hicieron de un amplio conjunto de datos arrojados por tres importantes sondeos de opinión. El primero de ellos es la Segunda Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas –Segunda ENCUP–, diseñada por la Secretaría de Gobernación y levantada en febrero de 2003 con el apoyo del INEGI. El segundo sondeo de opinión es la Encuesta Nacional sobre la Constitución del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, levantada por la Unidad de Estudios sobre la Opinión del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM; y el tercero es la encuesta denominada La naturaleza del compromiso cívico: capital social y cultura política en México, levantada también con el apoyo de la Unidad de Estudios sobre la Opinión del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM en mayo y junio de 2003, por encargo del Instituto Federal Electoral.

El seminario fue organizado por una iniciativa de la Segob a la que se sumaron la SEP; el Inmujeres; el Instituto de Investigaciones Jurídicas, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y la Facultad de Derecho, de la UNAM; y la Universidad Iberoamericana. Estas instituciones co-organizadoras se propusieron continuar avanzando en el logro de los siguientes objetivos, que han sido parte de estos ejercicios desde que iniciaron en agosto de 2002: **

> Favorecer la explotación de la base de datos de las encuestas objeto de análisis.> Dar lugar a un proceso de diagnóstico sobre la cultura política y las prácticas ciudadanas en México, estableciendo comparaciones con otros países.> Introducir el tema en la agenda de debate nacional, generando interés en la opinión pública sobre la impor-tancia de la cultura democrática y la participación ciudadana para la consolidación de la democracia en México, y> Generar una serie de materiales que queden a disposición de los especialistas e interesados, así como de aquellas personas que pudieran contribuir al avance del conocimiento y de la refl exión en torno a estas materias.

El seminario logró reunir, a lo largo de tres días y frente a una audiencia que superó las 200 personas, a más de 40 reconocidos especialistas, nacionales y extranjeros, quienes tuvieron a su cargo tres conferencias magistrales, la presentación de las tres encuestas analizadas, la realización de dos páneles internacionales por región y uno nacional, así como la realización de seis mesas temáticas de trabajo. En estas mesas se presentaron 25 ponencias sobre los siguientes temas:

> Lo que saben y lo que opinan los ciudadanos de la democracia y la política.> La relación de los ciudadanos mexicanos con la ley y la legalidad.> Formas y prácticas de organización de los ciuda-danos mexicanos.> Fenómenos y contrastes, por segmentos, que se observan en los ciudadanos mexicanos.> Medios de comunicación: infl uencia en la forma-ción ciudadana, y> Desafíos para la agenda de formación de los ciu-dadanos mexicanos.

Cabe destacar la extraordinaria pluralidad preva-leciente a lo largo del seminario, resultante de la muy diversa afi liación institucional de los expertos parti-cipantes. Todos ellos compartieron generosamente los hallazgos a los que arribaron a partir del estudio de la información contenida en las bases de datos de tres encuestas que fueron puestas a su disposición por la Segob, el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y el IFE, instituciones que las diseñaron y encomendaron su elaboración.

Los participantes del seminario aprovecharon la amplitud y riqueza ofrecida por los datos de alguna de las tres encuestas para llegar a conclusiones importantes, así como para poner a prueba, a la luz de datos cuantitativos arrojados por la realidad, modelos e hipótesis en torno a variables que explican y determinan el estado prevaleciente de la cultura política y las prácticas ciudadanas en México. Con el fi n de sustentar tales ejercicios, la mayoría de los participantes llevaron a cabo diversos análisis estadísticos, del mayor rigor científi co, que les permitieron formular y fundamentar tesis de vanguardia y realizar aportaciones innovadoras que contribuyen al avance del conocimiento que se tiene de estos temas.

Principales tesis presentadas en el Seminario para el Análisis de Encuestas Nacionales sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas

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El seminario puso de manifi esto las sinergias que se pueden generar cuando se suman diversos esfuerzos interinstitucionales para abrir espacios de refl exión amplia y plural sobre materias de trascendencia para la vida democrática del país.

Este documento difunde algunas de las ideas más rele-vantes de las tesis presentadas en el seminario, las cuales

han sido seleccionadas y redactadas por la Dirección General de Desarrollo Político de la Subsecretaría de Desarrollo Político de la Segob. La Fundación Este País se suma a este esfuerzo de divulgación al colaborar en la preparación editorial de este compendio, buscando acercar estas ideas al público interesado en la cultura política y las prácticas ciudadanas de los mexicanos �

*Las tesis que se presentan a continuación no agotan en su integridad las ideas y planteamientos de los ponentes, ni representan, necesariamente, la prioridad que cada especialista les asigna.

* *Las tesis fundamentales del Coloquio realizado los días 14, 15 y 16 de agosto de 2002 fueron publicadas en el número 139 de la revista Este País, correspondiente a octubre de 2002. Ese coloquio fue organizado a partir de una iniciativa de la Segob a la que se sumaron la SEP, el IFE, el CIDE y el ITAM.

Santiago Creel sostiene que en una democracia que se consolida es particularmente importante diagnosticar, de forma sistemática, las pecu-

liaridades de la cultura política prevaleciente en el país, mediante encuestas de opinión pública que permitan el análisis de su accionar político y cultural.

Señala que el gobierno federal no utiliza las encuestas como un popularómetro, sino como un instrumento de análisis de la realidad, útil para captar el pulso de los ciudadanos y para conocer algunos de los efectos políticos de las decisiones que se toman. Por esta razón, las encuestas de opinión pública se han convertido en un instrumento relevante para el análisis y para la acción política y cultural en las sociedades modernas.

Santiago Creel establece que los gobernantes que conocen a sus sociedades y, sobre todo, sociedades que se conocen a sí mismas pueden entender mejor sus fortalezas y sus debilidades, sus demandas y sus necesidades. Pueden, por lo tanto, abordar sus problemas de una manera más efi ciente.

A lo largo de las últimas décadas, explica, una parte importante del desarrollo de la cultura cívica de nuestro país ha estado ligada a la comprensión de la opinión pública. Y añade: hoy, gracias a las encuestas, podemos sustituir las impresiones y los prejuicios con una medición precisa de lo que piensa la gente.

A partir de un diagnóstico certero, dice Creel, es posible promover –con elementos de certeza– una mayor conciencia de la ciudadanía en los valores democráticos.

Como expresión de colaboración y convergencia entre diversas instituciones educativas y gubernamentales del país, se promovió el Seminario para el Análisis de Encuestas Nacionales sobre Cultura Política y Prácticas

Ciudadanas, en el cual se presenta la Segunda Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas, diseñada por la Secretaría de Gobernación; la encuesta del Instituto Federal Electoral, La naturaleza del compromiso cívico: capital social y cultura política en México; y la Encuesta Nacional sobre la Constitución del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

Sabemos, enfatiza Creel, que la nuestra es todavía una nación llena de desigualdades. Las encuestas nos enseñan que estas desigualdades se plantean, también, en el terreno de la cultura política.

Se aprecia, por ejemplo, que entre la población existen diferentes niveles de interés e información en los asuntos públicos. Según los datos de la ENCUP, uno de cada tres ciudadanos no está nada interesado en la política.

También hay distintos grados de valoración de la democracia. Por ejemplo, todavía una tercera parte de la población estaría de acuerdo en sacrifi car su libertad de expresión a cambio de vivir sin presiones económicas. Existen también percepciones disímiles de las leyes y de la vida institucional. Casi la mitad de los ciudadanos considera permisible la corrupción si los funcionarios hacen cosas buenas. Es minoritaria la idea de que las leyes se usan para defender los intereses de la sociedad o se aprueban pensando en la población.

Por otro lado, comenta Creel que también hay niveles muy diversos de participación y de compromiso. Todo esto nos habla de una nación que no termina de integrar plenamente, en sus raíces, los valores de la democracia. Los sectores de la población que han sido históricamente marginados en la toma de decisiones tienden a participar menos y a ver con más desconfi anza a la política. Es, por ejemplo, el caso de las percepciones según el nivel de

Discurso inauguralSANTIAGO CREEL MIRANDA*

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escolaridad. Las personas con menos estudios tienden a identifi carse y a comprometerse menos con los valores de la democracia. Tienen un mayor recelo de las razones que mueven a los ciudadanos a interesarse por los asuntos públicos y, sobre todo, tienen menos esperanzas sobre su capacidad para infl uir sobre su futuro personal y el del país.

Las encuestas, según Creel, hallan a menudo otra diferencia preocupante: el bajo interés de las mujeres en la política, que se refl eja en una menor tasa de participación en las organizaciones de la sociedad civil respecto a los hombres. Quienes conocemos de las capacidades de las mujeres, quienes sabemos de su papel

como fuerza transformadora de la sociedad, tenemos que darnos cuenta de lo mucho que perdemos cuando no contamos con su participación. De lo mucho que pierde la nación entera.

Creel estima que los desafíos que enfrenta el país exigen poner a la política en el centro de la mesa de debates y de la vida cotidiana de todos los ciudadanos, pues de otra manera difícilmente podrán resolverse. En este sentido, concluye, se requiere de ciudadanos informados; conscientes de sus derechos y obligaciones; responsables ante la ley, e interesados en participar activamente en los asuntos públicos, para fortalecer el capital humano del que se alimenta la democracia �

*SECRETARIO DE GOBERNACIÓN.

Francisco Paoli destaca que la cultura democrática, la participación ciudadana y la cultura de la legalidad son elementos fundamentales para el

debido funcionamiento de un Estado democrático de derecho. La democracia reclama la colaboración de las instituciones para sumar esfuerzos e impulsar proyectos compartidos. Es por ello que el desarrollo político del país requiere del fomento, desde muy diversos frentes, de la cultura democrática.

Precisa que no todo perfi l ciudadano tiene las características distintivas de la democracia y que cuando, a nivel agregado, el perfi l predominante entre la población dista de corresponder a una cultura democrática, el régimen democrático ve minada su capacidad de operar adecuadamente en benefi cio de la población.

Considera que la información resultante de las en-cuestas presentadas en el seminario evidencia que aún tenemos un largo trecho por recorrer para satisfacer esta condición de efi cacia de la democracia.

Destaca la relevancia de compartir e intercambiar refl exiones, ideas y propuestas que contribuyan a fomentar y arraigar los valores, las prácticas, los hábitos y actitudes de corte democrático entre la ciudadanía. Señala que los procesos de diagnóstico social y de toma de decisiones se ven notablemente enriquecidos cuando se dispone de información sistemática en torno a los fenómenos objeto de estudio. De ahí el interés de la Segob por aportar esta clase de información sistemática, surgida de la ENCUP, ENCUP, ENCUPno sólo a los especialistas y estudiosos del tema sino también a la sociedad en general.

Paoli identifi ca el desafío que tenemos los mexicanos de consolidar la democracia que nos hemos dado.

Precisa que ello demanda avanzar en el conocimiento y monitoreo de las opiniones y percepciones de la población, con relación a asuntos que son del interés público. De ahí la importancia de realizar diagnósticos y análisis sistemáticos sobre la evolución, avances, retrocesos y retos en materia de participación ciudadana y fomento de la cultura democrática.

Ciertamente, enfatiza Paoli, durante la década de los noventa vivimos la explosión de las encuestas de opinión que abordan temáticas de interés público. Cada semana se difunden, en la prensa o en los medios electrónicos, resultados de encuestas que han sido planteadas a una muestra de ciudadanos.

Sin embargo, señala que con excepción de la encuesta Valores de los Mexicanos, patrocinada por Banamex a fi nes de los ochenta, en México se carecía de una encuesta que aportase elementos necesarios para el entendimiento de la cultura ciudadana prevaleciente, a la que todo interesado pudiese tener acceso de manera generalizada.

Ante ese panorama, la Segob juzgó importante cubrir el vacío y se abocó a generar la ENCUP que cuenta ya ENCUP que cuenta ya ENCUPcon los levantamientos 2001 y 2003. En esta lógica, explica, la Segob difundió los resultados arrojados por la ENCUP lo más ampliamente posible a través de ENCUP lo más ampliamente posible a través de ENCUPmedios de comunicación masiva y subiendo íntegra a la página de Internet de la Secretaría, la base de datos de los resultados de la encuesta. Paoli puntualiza que con esa inquietud, la Segob ha pedido a prestigiados especialistas, en 2002 y 2003, la elaboración de más de 40 trabajos de investigación, basados en esos datos, dirigidos a expandir el conocimiento en el campo y el signifi cado e implicaciones de los propios datos.

Refl exiones acerca del Estado democráticoFRANCISCO JOSÉ PAOLI BOLIO*

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Paoli destaca que espacios como el Seminario permiten diagnosticar y analizar, a profundidad, el estado que guardan la cultura política y las prácticas ciudadanas entre la población, lo que, a su vez, permitirá orientar las acciones de gobierno hacia las áreas donde se observa un mayor défi cit. A partir de la riqueza de los planteamientos surgidos de este Seminario, se puede delinear una agenda de acción que nos convoca, a todos, a generar cambios culturales desde la familia, la escuela, los medios masivos culturales desde la familia, la escuela, los medios masivos de información y los órganos del Estado. Labor en la que de información y los órganos del Estado. Labor en la que los actores políticos, los líderes de opinión, los dirigentes los actores políticos, los líderes de opinión, los dirigentes sociales y, desde luego, el conjunto de la ciudadanía, sociales y, desde luego, el conjunto de la ciudadanía,

estamos llamados a desempeñar un papel fundamental. Paoli enfatiza que las democracias requieren del trabajo conjunto de sus actores y que cuando los rasgos propios de la cultura democrática están presentes en la población, la operación de las instituciones democráticas se ve favorecida. Trabajar en el fomento de la cultura democrática es una buena inversión: representa la oportunidad de dar lugar a un Estado que responda a oportunidad de dar lugar a un Estado que responda a las necesidades de la población, e implica desarrollar las necesidades de la población, e implica desarrollar capacidades en nuestra población para que nuestra capacidades en nuestra población para que nuestra sociedad pueda hacer frente a los enormes desafíos que sociedad pueda hacer frente a los enormes desafíos que plantean tanto la realidad presente como el futuro plantean tanto la realidad presente como el futuro �

*SUBSECRETARIO DE DESARROLLO POLÍTICO DE LA SECRETARÍA DE GOBERNACIÓN.SUBSECRETARIO DE DESARROLLO POLÍTICO DE LA SECRETARÍA DE GOBERNACIÓN.

Diego Valadés reconoce la trascendencia de unir esfuerzos para realizar el Seminario para el Análisis de Encuestas Nacionales sobre

Cultura Política y Prácticas Ciudadanas. Éste representa una extraordinaria oportunidad para llevar a cabo un diagnóstico de la situación que presenta en este momento la ciudadanía mexicana en temas clave para el país, los conceptos y percepciones de la democracia y los conceptos y percepciones sobre la Constitución.

Valadés resalta que la Encuesta Nacional sobre la Constitución del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM tiene como propósito conocer la percepción sobre el derecho, identifi car algunos de los problemas más relevantes desde la perspectiva de la Constitución, la forma en que ésta es conocida, entendida, percibida y vivida por la ciudadanía.

También sirve para conocer cuál es el universo de la cultura jurídica que existe en el país, a partir de la iden-tifi cación de factores concretos de la percepción de los ciudadanos y de las personas mayores de 15 años.

Diego Valadés indica que se trata de la primera encuesta sobre cultura constitucional llevada a cabo en el país, por lo cual, será en un futuro cuando se podrán hacer cortes periódicos dirigidos a identifi car variaciones en relación a las variables que mide.

Señala que la encuesta aborda dos cuestiones fundamentales: el conocimiento de la norma y también la confi anza en la norma.

Destaca el alto nivel de desconfi anza que se observa Destaca el alto nivel de desconfi anza que se observa en los resultados de esta encuesta, donde 57% de los en los resultados de esta encuesta, donde 57% de los entrevistados evidenció desconfi ar de la política y 53%, entrevistados evidenció desconfi ar de la política y 53%, de las personas, ambos fenómenos preocupantes, ya que de las personas, ambos fenómenos preocupantes, ya que la confi anza es uno de los instrumentos esenciales de la la confi anza es uno de los instrumentos esenciales de la cohesión social que rige los intercambios profesionales, cohesión social que rige los intercambios profesionales, socioeconómicos, políticos, familiares y afectivos.socioeconómicos, políticos, familiares y afectivos.

En cuanto al conocimiento de la Constitución que En cuanto al conocimiento de la Constitución que muestran los ciudadanos, Valadés puntualiza que sólo muestran los ciudadanos, Valadés puntualiza que sólo uno de cada 20 entrevistados declaró tener un cono-uno de cada 20 entrevistados declaró tener un cono-cimiento amplio de la Carta Magna, en tanto que tres cimiento amplio de la Carta Magna, en tanto que tres cuartas partes afi rmaron conocerla ya sea poco o muy cuartas partes afi rmaron conocerla ya sea poco o muy poco, y uno de cada 5 dijo desconocerla por completo.poco, y uno de cada 5 dijo desconocerla por completo.

Valadés concluye que ante esta conjugación de Valadés concluye que ante esta conjugación de desconfi anza y desconocimiento es indispensable desconfi anza y desconocimiento es indispensable avanzar en tres frentes: primero, alcanzar acuerdos avanzar en tres frentes: primero, alcanzar acuerdos entre los agentes políticos dirigidos a impulsar cambios entre los agentes políticos dirigidos a impulsar cambios constitucionales; segundo, concretar la aprobación de constitucionales; segundo, concretar la aprobación de reformas constitucionales; y, tercero, procesar social-reformas constitucionales; y, tercero, procesar social-mente esos cambios, de manera que se asegure la mente esos cambios, de manera que se asegure la correspondencia entre los cambios y las percepciones de correspondencia entre los cambios y las percepciones de la sociedad, lo que disminuirá resistencias derivadas ya la sociedad, lo que disminuirá resistencias derivadas ya sea de la desconfi anza o del desconocimiento. sea de la desconfi anza o del desconocimiento.

Advierte que, de otra forma, la conjunción de ambos Advierte que, de otra forma, la conjunción de ambos fenómenos tornará extremadamente difícil impulsar fenómenos tornará extremadamente difícil impulsar cambios reales y, peor aún, provocará que éstos –de cambios reales y, peor aún, provocará que éstos –de llegar a ocurrir– no tengan la respuesta que se espera de llegar a ocurrir– no tengan la respuesta que se espera de la sociedad a la que van dirigidos �

“Encuesta Nacional sobre la Constitución”DIEGO VALADÉS*

*DIRECTOR DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS DE LA UNAM.

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Fernando Pérez Correa señala que, aun cuando la ENCUP constituye, con sus levantamientos 2001 ENCUP constituye, con sus levantamientos 2001 ENCUPy 2003, un instrumento interesante y valioso que

la Secretaría de Gobernación ha aportado a la sociedad, conviene tener presente que las encuestas están lejos de ser sufi cientes para identifi car, en su integridad, la cultura política de un país.

Pérez Correa recuerda que los trabajos empíricos sobre actitudes políticas y cultura ciudadana coinciden en que lo funda-mental, para el análisis comparativo y diacrónico, es la construcción de tipologías basadas en indicadores. Precisa que, en este sentido, una encuesta no ofrece una instantánea de la cultura política, sino que constituye únicamente un instrumento que describe meramente la reacción de la muestra conformada por los sujetos entrevistados, frente a ciertos indicadores que se

le plantean. Llama la atención sobre el hecho de que el concepto de cultura política representa la extrapolación al campo de la política de un instrumento antropológico nutrido en métodos que son propios de esa disciplina de conocimiento, como son los estudios de casos y la interpretación e investigación participativas.

Apunta que si bien las encuestas registran opiniones, percepciones y acaso actitudes, presentan importantes vacíos ya que no aportan conocimientos sobre las normas de intercambio, los valores fundamentales y las representaciones empíricas.

Pérez Correa sugiere plantear proyectos conjuntos de investigación que permitan adicionar las aportaciones complementarias de los estudios empíricos muestrales con aquellos resultantes de los estudios de corte cualitativo �

Razones por las que, aun con su valía, las encuestas no aportan la integridad de la cultura

política de un país FERNANDO PÉREZ CORREA*

Rodrigo Cárdenas señala que los resultados de la Segunda ENCUP son un indicador de que, Segunda ENCUP son un indicador de que, Segunda ENCUPal igual que en el ámbito público, en el ámbito

privado existe también la inequidad y desigualdad de género. La encuesta muestra que más de 80% de los entrevistados no considera trascendente los asuntos relacionados con política. Esto es aún más grave en el caso de las mujeres: la mitad de las encuestadas declararon no estar interesadas en la política, contra menos de una tercera parte de hombres que asentaron su apatía sobre el tema. Esta misma proporción se repite cuando se pregunta si leen noticias sobre el tema.

Otro factor relevante que destaca Cárdenas, y que está relacionado de manera directa con el grado de conocimiento sobre política, es la educación. A mayores grados de escolaridad, mayor conciencia. Se torna nece-

sario reforzar la educación, no sólo en el sentido de la participación política sino también en el conocimiento de los derechos: de las encuestadas en la ENCUP 2001, cerca de 100% respondió que sabía “poco” o “nada” sobre los derechos establecidos en la Constitución. Alrededor de 7% de los hombres afi rmó “saber mucho”, mientras que en el caso de las mujeres sólo ocurrió con 3%.

Cárdenas advierte que estas diferencias confi rman la necesidad de promover una cultura democrática que contribuya a hacer realidad la equidad de género, contrarrestando la persistencia de orientaciones y valora-ciones discriminatorias con respecto a la participación de las mujeres en el ámbito político. Aunado a lo anterior apunta que la educación y la promoción de una conciencia ciudadana en las mujeres en el ámbito privado facilitarán su integración y participación activa en la política �

Las mujeres en México: participación y cultura política

RODRIGO ALONSO CÁRDENAS GÓMEZ*

*DIRECTOR DE LA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES DE LA UNAM.

*COORDINADOR DE ASESORES DE LA PRESIDENCIA DEL INMUJERES.

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Eric Suzán señala que, en el esfuerzo de cumplir los objetivos plasmados en el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, y en las líneas de acción

del Programa Especial para el Fomento de la Cultura Democrática, la Dirección General de Desarrollo Político de la Segob diseñó y realizó, por conducto del INEGI, el segundo levantamiento de la Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas (Segunda ENCUP) durante febrero de 2003. La Segunda ENCUPconstituye un esfuerzo de la Segob dirigido a recabar elementos para diagnosticar y conocer el estado que guardan la cultura política y las prácticas ciudadanas prevalecientes entre la población mexicana, así como a dar seguimiento al levantamiento realizado en 2001.

La Segunda ENCUP cuenta con un nivel de confi anza Segunda ENCUP cuenta con un nivel de confi anza Segunda ENCUPde 90% y un margen de error de 5.2%. El marco muestral probabilístico, estratifi cado y por conglomerados es el mismo que fue utilizado para el levantamiento 2001. La unidad mínima de selección es la vivienda y la unidad de observación es el residente habitual de 18 años o más que haya sido seleccionado, usando una tabla de números aleatorios. Se concretaron 4,580 entrevistas en 600 locali-dades de las 32 entidades federativas del país.

El cuestionario consta de 74 preguntas, dividido en 10 áreas temáticas: 1) política y asuntos públicos; 2) niveles de información y conocimiento político; 3) interés de la persona por la política; 4) grados de confi anza de los ciudadanos en las instituciones políticas y sociales; 5) percepciones sobre la democracia; 6) legalidad, 7) tole-rancia, libertad, pluralismo, diálogo y acuerdo; 8) actitu-des, inclinaciones y predisposiciones políticas; 9) niveles de acción política, habilidades prácticas y hábitos políticos; y 10) participación ciudadana en organizaciones sociales y civiles y participación electoral.

Un aspecto que destaca Suzán sobre esta nueva emi-sión de la ENCUP, es que se enriqueció con preguntas que no fueron formuladas en el levantamiento 2001, lo que permite explorar nuevos temas.

Suzán explica que la ENCUP se diseñó como un ENCUP se diseñó como un ENCUPestudio tipo panel, por lo que en 2003 se logró visitar a 2,789 personas que ya habían sido entrevistadas en 2001 y así dar seguimiento a las percepciones de los encuestados. Adicionalmente, dice, se incorporó una línea de estudio cualitativa: de los 2,789 encuestados en ambos levantamientos, se seleccionaron 200 a quienes se les aplicó una entrevista semi-estructurada para conocer con mayor detalle y profundidad, sus actitudes,

acciones y valores, así como para profundizar sobre los factores que explican estas variables.

Destaca algunos resultados de la Segunda ENCUP con Segunda ENCUP con Segunda ENCUPrespecto a los entrevistados: 7 de cada 10 se inclina por el : 7 de cada 10 se inclina por el :régimen democrático en vez de por una dictadura; 6 de cada 10 siente que la política puede contribuir a mejorar la calidad de vida; sólo uno de cada 10 se dice muy interesado en política; 5 de cada 10 concibe el ser ciudadano como aquel que tiene derechos y obligaciones; 6 de cada 10 carecen de información política elemental; más de la mitad estima que es difícil o muy difícil organizarse con otros para trabajar en una causa común; 4 de cada 10 indicaron que han intentado organizarse con otras personas afectadas para resolver un problema; 7 de cada 10 externan sentido de corresponsabilidad y derecho a participar en decisiones de gobierno; 4 de cada 10 sienten que pueden infl uir mucho y una proporción similar considera que los gobernantes no le toman en cuenta; sólo 4 de cada 10 tienen la impresión de que las leyes se elaboran a partir de una lógica de interés público y de justicia, así como de que las leyes se usan para cuestiones positivas; 5 de cada 10 tienen una mala percepción de los partidos; 5 de cada 10 muestran intolerancia; 7 de cada 10 no forman parte de ningún tipo de organización; sólo 4 de cada 10 tienen claro que México vive en una democracia; 6 de cada 10 están insatisfechos con el funcionamiento de la democracia. Con base en los resultados agregados de la Segunda ENCUP, explica Suzán, se confi rma la existencia Segunda ENCUP, explica Suzán, se confi rma la existencia Segunda ENCUPde tres patrones de ciudadanía entre la población que se distribuyen en tercios: un tercio de los mexicanos posee un perfi l plenamente funcional a la democracia; otro tercio muestra un perfi l bastante disfuncional a la vida democrática; y, fi nalmente, un tercio evidencia una mezcla de ambas características. Señala que todo esto evidencia la necesidad de continuar promoviendo la cultura democrática en el país, así como de que los cambios institucionales se complementen con el fomento de ajustes de naturaleza cultural. Finalmente, Suzán hizo hincapié en que, como sucedió con el levantamiento 2001, la información arrojada por la Segunda ENCUPse aprovechrá para afi nar las líneas de ejecución de las políticas públicas para la promoción de la cultura democrática en el ámbito federal. La Segob pondrá a disposición de la sociedad en su conjunto la base de datos, el cuestionario, los catálogos e información adicional vinculada a la Segunda ENCUP en la página de Internet de Segunda ENCUP en la página de Internet de Segunda ENCUPla Segob: http://www.gobernacion.gob.mx �

“Segunda Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Practicas Ciudadanas” de la Segob

ERIC SUZÁN REED*

*DIRECTOR GENERAL DE DESARROLLO POLÍTICO DE LA SEGOB.

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Hugo Concha considera que la Encuesta Nacional sobre la Constitución es un primer esfuerzo para conocer las actitudes, percep-

ciones y valores relacionados con la cultura de la legalidad y con la Constitución de nuestro país, y que este tipo de ejercicios cobran valor y fuerza conforme se hacen sistemáticos.

El universo de este estudio, defi nido por Concha, fue una muestra de 1,794 entrevistados mayores de 15 años a nivel nacional. El marco de población se conformó a partir de los parámetros del Censo de Población de Vivienda 2000. Se dividió al país en cuatro regiones principales que incluían a las entidades federativas con similitudes sociográfi cas y culturales. El esquema de muestreo fue errático por conglomerados con probabi-lidad proporcional al número de personas mayores de 15 años. La selección de los entrevistados se realizó de manera independiente en cada región y se seleccionaron 45 municipios. Al interior de cada unidad municipal se realizó la selección de los agentes o unidades básicas de conteo: a personas mayores de 15 años. Las unidades terciarias de muestra se conformaron por viviendas con igual probabilidad.

El tamaño de la muestra siguió el patrón de cálculo bajo el supuesto de una distribución de población normal que dio como resultado 450 casos por cada región, con error de estimación menor al 7 por ciento, con un 95 por ciento de confi anza y una tasa de no respuesta de 10 por ciento en cada región. Cabe mencionar que el agregado de las cuatro regiones arroja como resultado una muestra de 1,800 casos, con un error de estimación de hasta 3.5 por ciento, con 93 por ciento de confi anza y una taza de 10 por ciento de no respuesta. Se realizaron pruebas piloto en diciembre de 2002, con dos versiones del cuestionario, aplicando 100 cuestionarios de prueba en el Estado de México, con el objeto de corregir contenidos y validar preguntas.

La Constitución, para Concha, puede ser concebida como algo más que un conjunto de normas: la Constitución va más allá de un conjunto de principios orgánicos estructurales que dan forma y vida a las

instituciones políticas de un Estado. El conjunto de derechos fundamentales que ahí se establecen, delinean las relaciones que guardan los habitantes del Estado entre sí y entre las instituciones. Una Constitución, al igual que toda norma jurídica, es también lo que la sociedad entiende y percibe de dicha norma, pues sólo así podrá tener verifi cativo su cumplimiento y podrá entenderse el mismo.

También señala que una Constitución surge a partir de las actitudes, valores, opiniones y percepciones que la sociedad tiene respecto a la norma suprema. Conocer esta percepción es justamente el objetivo principal de la encuesta, así como recoger las percepciones del desempeño institucional y de aspectos particulares de la vida política en relación con el orden jurídico.

Hugo Concha destaca los principales campos de información que se obtuvieron con esta encuesta: 1) las opiniones y percepciones que la sociedad tiene en cuanto a sus derechos; 2) la identifi cación de valores y creencias que marcan el conocimiento de la legalidad en un contexto político más amplio; 3) las orientaciones ciuda-danas hacia los objetivos generales del ordenamiento jurídico, tales como la democracia, la igualdad, la seguridad y la justicia; 4) las percepciones de las

instituciones políticas, particularmente las correspon-dientes a la representación política; 5) las opiniones sobre el desempeño institucional; 6) los niveles de información, ámbitos de sociabilización y valoración de instituciones, así como de la Constitución y de los procesos de toma de decisiones. Este último punto es de particular importancia para obtener lo que Concha denomina el perfi l del ciudadano mexicano en relación con la legalidad.

La encuesta, dice Concha, permite visualizar que existen importantes divergencias en las opiniones para llevar a cabo cambios en el marco normativo. Las distintas opiniones para llevar a cabo estos cambios permiten suponer, en su opinión, que lo único que podemos tener como común denominador es que hay una mayoría clara, en la sociedad mexicana, que piensa que es necesario llevar a cabo cambios en el marco normativo �

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“Encuesta Nacional sobre la Constitución”

HUGO CONCHA*

*SECRETARIO ACADÉMICO DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS DE LA UNAM.

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María del Carmen Alanís Figueroa señala que al IFE le corresponde llevar a cabo programas de educación cívica que busquen desarrollar

competencias en los diferentes grupos de la población y promover una participación responsable e informada de la ciudadanía en el ámbito público, dentro de los valores, las prácticas y las instituciones democráticas. Con el fin de favorecer la viabilidad y eficacia de las políticas de educación cívica es necesario elaborar diagnósticos de la cultura política y la participación ciudadana en México.

En este sentido, Alanís expone que el IFE, con el apoyo del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, ha diseñado y levantado dos encuestas nacionales de cultura política; la primera, denominada Ciudadanos y Cultura de la Democracia, se levantó en diciembre de 1999; y la segunda, titulada La naturaleza del compromiso cívico: capital social y cultura política en México, se levantó entre mayo y junio de 2003.

La autora explica que la primera encuesta indagó las concepciones y representaciones de la población sobre el papel de la ciudadanía en un contexto democrático, así como acerca de la política, el poder y la autoridad. Los datos obtenidos refl ejaron los rasgos fundamentales de la cultura política mexicana contemporánea, los cuales defi nieron, con precisión, áreas y objetivos en los que se enfocaron las tareas de educación cívica del IFE.

La encuesta permite apreciar que un importante sector de la ciudadanía expresa desconocimiento, desconfi anza y desacuerdo en relación con los métodos, los instrumentos y las instituciones de la política. Los rasgos fundamentales de la cultura política de México son: escaso interés en la política, elevada predisposición a aceptar distintos principios de legitimidad del poder político y precario asentamiento de los valores del respeto y la tolerancia.

Como conclusión a esta encuesta, Alanís Figueroa establece que aunque la transformación de la cultura política de una sociedad es un proceso lento y gradual –por lo que no pueden esperarse cambios drásticos en un periodo menor a un lustro–, no podemos obviar la particular importancia de las elecciones federales del año 2000, cuyo resultado signifi có un cambio político histórico para el país.

Por otro lado, Alanís describe que la segunda encuesta del IFE, además de pretender conocer cómo afectó el cambio político de 2000 las percepciones políticas de los ciudadanos, busca avanzar más allá de la generalidad de los estudios de cultura política que se han llevado a cabo en México, ya que está dirigida a conocer los niveles del compromiso cívico, la comprensión y valoración de los procesos de cambio político y la percepción de la democracia, a la vez que analiza la percepción del desempeño de las instituciones del Estado y el capital social acumulado en grupos determinados en nueve regiones del país.

El objetivo general de esta encuesta es conocer la calidad y la extensión del compromiso cívico de la población, elemento indispensable para la construcción de ciudadanía y consolidación de la democracia.

El cuestionario de opinión, detalla Alanís, se levantó en los meses de mayo y junio del este año: se aplicaron 5,000 entrevistas en vivienda a personas de 18 años y más de 31 entidades federativas, 225 municipios y 450 AGEBs.

Alanís puntualiza que los campos de análisis fueron los siguientes: evaluación de la situación del país; juicio público; valoraciones de la democracia; adhesión a la sociedad política organizada; cohesión social; lógica de la acción colectiva; participación; percepción de las instituciones; simpatía con un partido; y variables sociodemográfi cas.

María del Carmen Alanís señala que los resultados de la encuesta levantada este año no muestran cambios drásticos en la cultura política de los ciudadanos mexicanos. En general, las áreas de défi cit de cultura política democrática continúan siendo las que se detectaron en la encuesta de 1999, como son: el escaso interés en la política y la precaria cultura de la legalidad. Sin embargo, precisa que un sector importante de la ciudadanía valora vivir en un clima de libertades democráticas, reconoce la importancia del voto y tiende a una participación de mayor calidad democrática.

Por último, Alanís concluye que, aunque en esta encuesta se percibe una aparente contradicción, no hay que perder de vista que en una sociedad compleja y en proceso de consolidación democrática como la nuestra, coexisten valores y actitudes autoritarias y democráticas; es decir, una cultura política heterogénea �

“La naturaleza del compromiso cívico: capital social y cultura política en México”

MARÍA DEL CARMEN ALANÍS FIGUEROA*

*DIRECTORA EJECUTIVA DE CAPACITACIÓN ELECTORAL Y EDUCACIÓN CÍVICA DEL IFE.

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Explorando la realidad ciudadanaFEDERICO REYES HEROLES*

En su conferencia magistral, Federico Reyes Heroles identifi ca, a partir de los datos arrojados por la Segunda ENCUP de la Segob, rezagos importantes

en materia de cultura política y prácticas ciudadanas en México, sobre todo en términos de los valores liberales que apuntalan a las democracias.

Sostiene que el Gobierno de la República aporta en la Segunda ENCUP un material importante para el análisis Segunda ENCUP un material importante para el análisis Segunda ENCUPde la realidad ciudadana que, con apego a un sólido método científi co, invierte la vieja tradición de analizar al pueblo de México a partir de generalizaciones abstractas de carácter deontológico, que constituían un planteamiento caduco desde el punto de vista epistemológico y que no permitían apreciaciones fi nas sobre las diferencias prevalecientes al interior del conjunto nacional.

Advierte, además, que la encuesta de la Segob viene a atacar el défi cit que, en cuanto a estudios empíricos, existe en nuestro país, el cual se evidencia ante los numerosos estudios realizados en otras latitudes desde hace más de 40 años. Considera que este atraso provocó que las políticas públicas tuvieran en nuestro país un desarrollo insufi ciente, lo cual se puede ir corrigiendo a través de esta nueva forma de leernos a nosotros mismos que está impulsando la SEGOB.

Reyes Heroles recuerda que la ENCUP levantada en ENCUP levantada en ENCUP2001 es una encuesta sobre la cultura cívica, que explora el quehacer de los ciudadanos e incluye tanto la forma en que los ciudadanos visualizan la ley como la forma en la que se visualizan a sí mismos.

Señala que esta segunda encuesta fue pulida, dado que se le agregó un nuevo componente cualitativo –el cual fue aplicado a 200 personas– que permitirá profundizar considerablemente sobre estos fenómenos. Además, es una encuesta muy rica pues regresa a la misma población encuestada, de tal manera que es posible ver la evolución individual de cada uno de los 2,789 ciudadanos que se logró reentrevistar.

Apunta que la Segunda ENCUP incorpora cuestiones Segunda ENCUP incorpora cuestiones Segunda ENCUPque no fueron exploradas en el primer levantamiento. Sostiene que, a pesar de que no mantiene todos y cada uno de los reactivos de la primera encuesta e incluso hace una reformulación de algunos de ellos, es posible observar –a través de algunos de los nuevos reactivos y reformulaciones– la ratifi cación de algunas de las tendencias que se expresaron ya desde 2001.

Reyes Heroles identifi ca como primer eje temático de análisis al ciudadano: cómo se concibe a sí mismo, cómo concibe el ciudadano a sus conciudadanos, a la problemática que lo rodea y cómo concibe a la ley.

En este primer apartado, señala, los resultados confi rman los hallazgos de la encuesta de 2001: hay un enorme desconocimiento por parte de los ciudadanos de cuáles son sus derechos y obligaciones. Destaca que si bien la mitad de los encuestados opina en 2003 que ser ciudadano signifi ca tener derechos y obligaciones, en el momento en que se le preguntó a la población en 2001 sobre su conocimiento de la Constitución, 95% de los entrevistados dijo conocer poco o nada los derechos que ésta establece en su favor.

El autor estima que algunos resultados son altisonantes, como el hecho de que un tercio de la población piense que el Presidente es quien aprueba las leyes, lo cual habla de un desconocimiento de la división de poderes y de las funciones de cada uno de éstos. Otros resultados ratifi can, en su opinión, el desinterés por la política que va acompañado de la percepción del ciudadano de que la política ayuda poco a mejorar la vida cotidiana. La mayoría de los ciudadanos no confía en instituciones políticas cruciales, como son los partidos políticos, y le interesa poco participar en la vida política del país –lo cual constituye una mala noticia.

En cuanto a cómo se informan los ciudadanos, apunta al hecho de que 60% lo hace primordialmente a través de la televisión, 22% a través de la radio y sólo 10% a través de los periódicos.

Destaca que uno de cada cinco ciudadanos encuestados diga que no vive en una democracia, y que 6 de cada 10 se sientan poco satisfechos con la democracia que tenemos hoy en día.

Para Reyes Heroles la ENCUP se ubica dentro de la ENCUP se ubica dentro de la ENCUPpunta de lanza de la investigación abordando lo que él llama “la tolerancia hacia la democracia”, la cual implica el grado en que ésta es aceptada cuando se convierte en algo inefi ciente o cuando la gente considera que este sistema no está brindando los resultados que debería brindar. Identifi ca que el fenómeno está vinculado a la situación económica del país y oscila mucho en razón de la percepción que tiene la gente sobre lo que está viviendo en ese momento.

Enfatiza el hecho de que ante la pregunta: “¿qué prefi ere usted: democracia o mano dura?”, en todos los países latino-americanos emerge –siempre– el pensamiento autoritario. En este sentido, dice, la lucha por la construcción de una democracia estable es tarea que toma muchas décadas y en donde no se puede bajar la guardia, pues tiene lugar en un contexto donde es continua la tensión entre la cultura democrática y una cultura autoritaria bajo la que vivió la humanidad por miles de años y que ha aprobado ser

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muy resistente. Es por eso que, cuando en la ENCUP se ENCUP se ENCUPplantean al entrevistado distintos dilemas, como “¿usted qué prefi ere, un régimen no efi ciente pero democrático, o uno efi ciente pero no democrático?”, la gente se divide, manifestando con sus respuestas formas de ver la vida que se encuentran muy arraigadas. La ENCUP ratifi ca ENCUP ratifi ca ENCUPalgunas de ellas. Así, por ejemplo, 59% de los ciudadanos mexicanos tolera la corrupción.

Reyes Heroles destaca la forma alarmante en que algunos conciben la función pública: ante la pregunta concreta “qué tan de acuerdo o en desacuerdo está usted con las siguientes frases: un funcionario público puede aprovecharse de su puesto, siempre y cuando haga cosas buenas”, resulta lamentable que 48% de los mexicanos entrevistados externen que no les importa que los funcionarios se lleven algún benefi cio, siempre y cuando sean efi cientes.

Indica que un tema central en la encuesta es la confi anza interpersonal, cuestión respecto de la cual existe en México un gran vacío en la investigación, que la ENCUP viene a subsanar, desnudando fenómenos ENCUP viene a subsanar, desnudando fenómenos ENCUPsociales muy delicados como el bajo asociacionismo, al poner en evidencia dinámicas muy angustiantes: 72% de la gente piensa que los mexicanos sólo se ocupan de sí mismos. La ENCUP desenmascara, en su opinión, una ENCUP desenmascara, en su opinión, una ENCUPgran mentira: la de que los mexicanos somos solidarios, pues muestra que 85% de los entrevistados afi rma nunca haber participado en ninguna actividad en benefi cio de su comunidad. Reyes Heroles resalta otro dato que despierta tristeza: 88% de la población sostiene que es necesario cuidarse de los otros porque la gente se aprovecha de uno. En el mismo tenor, la Segunda ENCUP hace una Segunda ENCUP hace una Segunda ENCUPimportante aportación al preguntar a los encuestados qué tan fácil o difícil es organizarse para trabajar con

otros ciudadanos a favor de una causa común. La mitad responde que es difícil o muy difícil.

La ENCUP, según el autor, pone de manifi esto que prevalece una gran intolerancia en cerca de la mitad de los mexicanos, la cual queda de manifi esto en dos reactivos que califi ca como muy interesantes: la forma en que se entiende la autoridad y lo que percibe el ciudadano común del quehacer legislativo. Señala que cuando la ENCUP explora qué es lo que la gente percibe ENCUP explora qué es lo que la gente percibe ENCUPque los diputados están defendiendo al elaborar las leyes, dos tercios de la población optan por considerar que los diputados en realidad están defendiendo sus intereses particulares o los intereses de su partido.

Destaca otro gran tema que está detrás de la autoridad: el uso de la fuerza pública. Al respecto señala que en ambas ediciones de la ENCUP es patente que muchos mexicanos ENCUP es patente que muchos mexicanos ENCUPrechazan el uso de la fuerza pública, a pesar de que éste es parte del pacto democrático y de que existen momentos en que lo indebido radica en no hacer uso de la fuerza pública. Si bien fueron 73% de los entrevistados quienes en 2001 se abstuvieron de pronunciarse a favor del uso de la fuerza pública para resolver un confl icto político que tiene tiempo sin resolverse y afecta a inocentes, y para 2003 la cifra bajó a 33%, ésta sigue siendo muy elevada.

Reyes Heroles advierte que si bien en México se logró alcanzar una participación electoral, a partir de la generación de credibilidad en los órganos electorales, resulta delicado que, cuando se indaga un poco más en los valores que están detrás del mexicano y se buscan en él los valores liberales que apuntalan a las democracias, éstos se encuentran ausentes. Concluye que es responsabilidad de todos fortalecerlos, para lo cual resultan muy útiles y oportunas encuestas como la ENCUP y los procesos de ENCUP y los procesos de ENCUPrefl exión que detonan �

*PRESIDENTE DEL CONSEJO RECTOR DE TRANSPARENCIA MEXICANA, A. C., DIRECTOR FUNDADOR DE LA REVISTA ESTE PAÍS

Y COMENTARISTA POLÍTICO.

La relevancia del conocimiento político para la democracia y la construcción democrática en Estados Unidos y México

MICHAEL X. DELLI CARPINI*

Michael X. Delli Carpini sostiene que el cono-cimiento político es crucial para la democracia. Enfatiza que las democracias presuponen que

las deci-siones colectivas con respecto a la asignación –desde la autoridad– de bienes, servicios y valores (que defi nen quién recibe qué, dónde, cuándo y de qué manera) deben estar directa o indirectamente infl uenciadas por los ciudadanos. Ello requiere de una cultura política que provea a los ciudadanos de los recursos, las motivaciones

y las oportunidades necesarias para involucrarse, con efi cacia, en la vida cívica y política. Una ciudadanía efectiva requiere poseer información sobre conceptos políticos clave, instituciones y procesos, derechos ciuda-danos, posicionamientos de actores y partidos, así como condiciones sociales relevantes.

Delli Carpini afi rma que una democracia funciona mejor y responde con mayor fi delidad a la ciudadanía, en la medida en que el ciudadano promedio está más

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informado y la información política está distribuida equitativamente entre la población.

No todos los ciudadanos están tan desinformados e indispuestos a adquirir información como se suele señalar. Lo grave son las diferencias prevalecientes en la información política que poseen diversos segmentos sociales, que impiden que algunos de éstos infl uyan sobre el sistema político para que éste responda mejor a sus intereses.

Los ciudadanos informados, aún cuando no son un factor sufi ciente para la democracia, son necesarios, pues es importante que vinculen, con efi cacia, sus intereses a su propio comportamiento político. Para ello, se requiere que tanto las escuelas, los medios de comunicación y otras instituciones ayuden a que los ciudadanos desarrollen más y mejores habilidades para participar de manera efi caz en el acontecer político del país.

Delli Carpini destaca que tanto la teoría política como la evidencia arrojada por encuestas sostienen que la posesión de información política está vinculada que la posesión de información política está vinculada a la buena ciudadanía democrática: las personas más y a la buena ciudadanía democrática: las personas más y mejor informadas son más proclives a aceptar las reglas, mejor informadas son más proclives a aceptar las reglas, principios y valores democráticos, a seguir los asuntos principios y valores democráticos, a seguir los asuntos públicos y discutir sobre ellos, a participar activamente públicos y discutir sobre ellos, a participar activamente en política, así como a tener opiniones funcionales a la en política, así como a tener opiniones funcionales a la democracia. Son más proclives a tener opiniones sobre democracia. Son más proclives a tener opiniones sobre asuntos relevantes y éstas tienden a ser congruentes asuntos relevantes y éstas tienden a ser congruentes con sus condiciones de vida; estables en el tiempo; con sus condiciones de vida; estables en el tiempo; consistentes y sólidas; susceptibles de ser ajustadas a la luz de nueva información realmente relevante. Se ha observado que los ciudadanos que poseen sufi ciente información política muestran mayor proclividad a promover sus intereses en el corto plazo. El conocimiento político parece aumentar la habilidad que muestran los ciudadanos para hacer que sus opiniones sobre política sean congruentes con las evaluaciones que tienen de los funcionarios y de los partidos políticos, las cuales tienden a ser más realistas y menos ingenuas o cínicas, así como para refl ejarlas en su propio comportamiento.

Delli Carpini diagnostica la posesión de información política por los mexicanos, así como su repercusión sobre otras variables políticas relevantes, a partir de los levantamientos 2001 y 2003 de la ENCUP. Para ello ENCUP. Para ello ENCUPconstruye índices con base en 10 preguntas específi cas que solicitan información factual concreta a los entrevistados y efectúan numerosas correlaciones.

En relación con el nivel de conocimiento político que tienen los mexicanos, Delli Carpini deduce que, contrario a lo que se afi rma con frecuencia, si se suma el conjunto de conocimientos de los ciudadanos mexicanos, el público parece estar relativamente infor-mado. La situación es similar a la que se presenta en

Estados Unidos, incluso en términos del desafío que existe de trabajar con mayor ahínco en la distribución equitativa del conocimiento político entre ciertos grupos de la población, dado que las mujeres, los jóvenes y aquellos con menores niveles de educación e ingreso son los que refl ejan menores niveles de conocimiento político. La escuela y los medios deben proponerse dotar a la población de mayores conocimientos, así como de habilidades para participar de manera efi caz. En su opinión, un factor que hay que incentivar es una mayor atención de la población a los medios de comunicación masiva, especialmente incentivar la lectura de periódicos.

Delli Carpini también identifi ca, a través de corre-Delli Carpini también identifi ca, a través de corre-Delli Carpini también identifi ca, a través de corre-laciones de los índices de posesión de información con laciones de los índices de posesión de información con laciones de los índices de posesión de información con más de 40 variables de la primera y segunda más de 40 variables de la primera y segunda ENCUPENCUP, ENCUP, ENCUPpatrones consistentes que sugieren que la posesión patrones consistentes que sugieren que la posesión patrones consistentes que sugieren que la posesión de información política en México opera de manera de información política en México opera de manera de información política en México opera de manera similar a lo observado en los Estados Unidos en similar a lo observado en los Estados Unidos en similar a lo observado en los Estados Unidos en términos de las repercusiones positivas que tiene sobre términos de las repercusiones positivas que tiene sobre términos de las repercusiones positivas que tiene sobre la “buena ciudadanía democrática”. Advierte que para la “buena ciudadanía democrática”. Advierte que para la “buena ciudadanía democrática”. Advierte que para estar ciertos de que esto es así, se requiere precisar la estar ciertos de que esto es así, se requiere precisar la estar ciertos de que esto es así, se requiere precisar la causalidad, así como controlar los efectos positivos que causalidad, así como controlar los efectos positivos que causalidad, así como controlar los efectos positivos que pudieran tener como origen otras variables distintas al pudieran tener como origen otras variables distintas al pudieran tener como origen otras variables distintas al conocimiento político, tales como el ingreso, el nivel conocimiento político, tales como el ingreso, el nivel conocimiento político, tales como el ingreso, el nivel educativo, el sexo o la participación, entre otras. educativo, el sexo o la participación, entre otras. educativo, el sexo o la participación, entre otras.

Delli Carpini sostiene que, por más que una demo-Delli Carpini sostiene que, por más que una demo-Delli Carpini sostiene que, por más que una demo-cracia pueda sobrellevar las situaciones a partir de pú-cracia pueda sobrellevar las situaciones a partir de pú-cracia pueda sobrellevar las situaciones a partir de pú-blicos medianamente informados, de ciudadanos que blicos medianamente informados, de ciudadanos que blicos medianamente informados, de ciudadanos que recurren a atajos informativos y de decisiones tomadas recurren a atajos informativos y de decisiones tomadas recurren a atajos informativos y de decisiones tomadas por expertos, es claro que las decisiones mejorarían por expertos, es claro que las decisiones mejorarían por expertos, es claro que las decisiones mejorarían en toda democracia –tanto para ciertos segmentos en toda democracia –tanto para ciertos segmentos en toda democracia –tanto para ciertos segmentos específi cos como para la población en su conjunto– si específi cos como para la población en su conjunto– si específi cos como para la población en su conjunto– si los ciudadanos estuviesen mejor informados y la los ciudadanos estuviesen mejor informados y la los ciudadanos estuviesen mejor informados y la información estuviese distribuida más equitativamente información estuviese distribuida más equitativamente información estuviese distribuida más equitativamente entre los diversos segmentos sociales. Afi rma que un entre los diversos segmentos sociales. Afi rma que un entre los diversos segmentos sociales. Afi rma que un sistema político democrático opera mejor cuando sus sistema político democrático opera mejor cuando sus sistema político democrático opera mejor cuando sus ciudadanos poseen sufi ciente información como para ciudadanos poseen sufi ciente información como para ciudadanos poseen sufi ciente información como para asegurarse de que su comportamiento político sea asegurarse de que su comportamiento político sea asegurarse de que su comportamiento político sea consistente con sus intereses personales y con los de la consistente con sus intereses personales y con los de la consistente con sus intereses personales y con los de la colectividad. A los ciudadanos corresponde hacer que colectividad. A los ciudadanos corresponde hacer que colectividad. A los ciudadanos corresponde hacer que la democracia funcione en su benefi cio y para lograrlo la democracia funcione en su benefi cio y para lograrlo la democracia funcione en su benefi cio y para lograrlo requieren estar informados. Hoy por hoy, la democracia requieren estar informados. Hoy por hoy, la democracia requieren estar informados. Hoy por hoy, la democracia todavía no opera en benefi cio de muchos, en parte todavía no opera en benefi cio de muchos, en parte porque amplios segmentos carecen de información sufi ciente, no en calidad de todólogos expertos sino de actores que pueden ejercer cierta infl uencia –en asuntos específi cos– sobre los líderes políticos y el entorno en el que éstos operan. En este sentido, concluye Delli Carpini, el Programa Especial para el Fomento de la Cultura Democrática constituye un buen punto de partida para México �

*DECANO DE LA ESCUELA ANNENBERG DE COMUNICACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DE PENSILVANIA.

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Henry Milner sostiene que para las sociedades que aspiran a un mayor bienestar compartido resulta crucial potenciar tanto el conocimiento, como

las capacidades y destrezas que tiene la ciudadanía para hacer sentido del mundo político, tomar las decisiones correctas e interactuar con efi cacia dentro de él.

Señala que la evidencia proveniente de más de 16 países demuestra que ello se puede hacer a través de políticas públicas expresamente dirigidas a ampliar el acceso de la públicas expresamente dirigidas a ampliar el acceso de la población en general a una educación de calidad; fomentar población en general a una educación de calidad; fomentar la educación cívica; otorgar subsidios a los periódicos que no la educación cívica; otorgar subsidios a los periódicos que no son líderes en su industria; otorgar subsidios a las empresas son líderes en su industria; otorgar subsidios a las empresas que publican libros que no son líderes en su industria; que publican libros que no son líderes en su industria; establecer obligatoriedad e incentivos para las actividades a establecer obligatoriedad e incentivos para las actividades a través de las cuales los partidos informan a la ciudadanía; través de las cuales los partidos informan a la ciudadanía; impulsar sistemas públicos de radio y televisión, así como impulsar sistemas públicos de radio y televisión, así como restricciones a la comercialización excesiva de la TV; restricciones a la comercialización excesiva de la TV; extender el número y alcance de las bibliotecas públicas extender el número y alcance de las bibliotecas públicas locales; promover la existencia de círculos de estudio y locales; promover la existencia de círculos de estudio y discusión para adultos; así como programas de educación discusión para adultos; así como programas de educación para adultos, reforzar el hábito de la lectura; motivar a los para adultos, reforzar el hábito de la lectura; motivar a los adultos a adquirir información y usarla; ampliar el acceso adultos a adquirir información y usarla; ampliar el acceso y uso de la Internet; limitar la infl uencia del dinero en y uso de la Internet; limitar la infl uencia del dinero en la comunicación política; tornar más transparente el la comunicación política; tornar más transparente el funcionamiento del gobierno, y reforzar las instituciones funcionamiento del gobierno, y reforzar las instituciones políticas de corte consensual.políticas de corte consensual.

Milner recalca que no son inmutables los niveles de Milner recalca que no son inmutables los niveles de conocimiento y la posesión de las capacidades y destrezas conocimiento y la posesión de las capacidades y destrezas que muestra la ciudadanía para entender el mundo que muestra la ciudadanía para entender el mundo político, tomar las decisiones correctas e interactuar con político, tomar las decisiones correctas e interactuar con efi cacia dentro de él.efi cacia dentro de él.

Enfatiza que aquellos países, como Alemania, Enfatiza que aquellos países, como Alemania, Dinamarca, Finlandia, Holanda, Noruega y Suecia, que Dinamarca, Finlandia, Holanda, Noruega y Suecia, que han emprendido, a conciencia, políticas públicas dirigidas a han emprendido, a conciencia, políticas públicas dirigidas a elevarlos, han logrado arribar a sociedades más equitativas elevarlos, han logrado arribar a sociedades más equitativas para sus miembros. Explica que ello se debe, en parte, a para sus miembros. Explica que ello se debe, en parte, a haber impulsado estas políticas, dado que una ciudadanía haber impulsado estas políticas, dado que una ciudadanía mejor informada sobre las cuestiones políticas y más dotada mejor informada sobre las cuestiones políticas y más dotada de capacidades y destrezas, especialmente en los estratos más desfavorecidos, participa mucho más en asociaciones voluntarias y de otro tipo y se involucra mucho más en política (incluyendo la emisión del voto, sobretodo en elecciones locales), promueve decisiones gubernamentales óptimas que dan origen y sustentabilidad a políticas redistributivas en un marco de efi ciencia económica y social que valora adecuadamente costos y benefi cios. Algunas de sus conclusiones están derivadas del análisis estadístico

de información arrojada por la Encuesta Internacional de Alfabetización Adulta (IALS), combinada con otros de Alfabetización Adulta (IALS), combinada con otros de Alfabetización Adultaindicadores tales como tasas de participación electoral, índices de inequidad en el ingreso y número de periódicos que circulan por habitante.

Llama la atención sobre el hecho de que la adquisición de habilidades de lectura de comprensión sofi sticadas tiene un impacto mayor que los cursos de educación cívica.

El investigador destaca que la televisión comercial, al reemplazar otras fuentes de información política, impacta negativamente a la sociedad, en la medida en que la gente muestra mayor dependencia o consumo diario de televisión comercial. Ésta transmite menos información sustantiva y se centra en el entretenimiento bajo las presiones de la competencia por el raiting para raiting para raitingvender más caros los espacios de publicidad. El impacto negativo de la televisión comercial se magnifi ca al acompañarse de una nula o baja lectura de periódicos, revistas y libros, sobre todo en países donde no existe un sistema exitoso de televisión pública que eleve los estándares de calidad de la TV privada comercial.

Destaca los enormes resultados alcanzados por Suecia a raíz de sus formidables programas de educación para adultos: uno de cada 3 suecos participa en círculos de estudio (de los cuales cerca de la mitad están subsidiados por el gobierno), los cuales tienen como subproducto el estimular una actitud crítica y ayudar a la gente a aprender a distinguir la diferencia entre evidencia y mera opinión con respecto a los grandes temas del momento.

Milner apunta que una sociedad se benefi cia de una ciudadanía mejor preparada toda vez que cuando los ciudadanos están mejor informados, son más capaces de identifi car las políticas apropiadas para alcanzar resultados vinculados a lograr un mayor bienestar, así como de identifi car a los actores que pueden instrumentarlas. Además, son más conocedores de los efectos que sus decisiones como electores pueden tener sobre el sistema político. Pueden identifi car los efectos que diferentes políticas alternativas pueden llegar a tener sobre sus propios intereses y sobre los intereses de otros. Todo esto ayuda a que en esa sociedad se pueda lograr vincular de mejor manera a los actores, a las políticas públicas, a las instituciones y a los resultados, con el propósito último de alcanzar un mayor bienestar social compartido. Por último, observa que dependiendo de los intereses presentes en ciertas políticas públicas, hay una enorme diferencia en los resultados que se generan en una sociedad �

Conocimiento político y actitudes cívicasHENRY MILNER*

*PROFESOR DE CIENCIA POLÍTICA EN LAS UNIVERSIDADES DE LAVAL EN CANADÁ Y UMEA EN SUECIA Y COEDITOR DE LA REVISTA DE POLÍTICA Y OPINIÓN PÚBLICA INROADS.

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“Barómetro de la Democracia de Corea del Sur”: monitoreando la política democrática,

el libre mercado y el bienestar ciudadanoDOH CHULL SHIN*

Doh Chull Shin explica que, a partir de la ola de democratización que se inició hace tres décadas en Europa meridional, ha crecido el interés por

analizar los procesos relacionados con la democracia. El Barómetro de la Democracia de Corea del Sur (BDC)representa, en su opinión, uno de los primeros y más innovadores esfuerzos de investigación. Pese a no ser uno de los barómetros más conocidos, sobresale porque analiza el fenómeno democrático de manera sistemática, a partir de una perspectiva dinámica y mucho más amplia que la centrada en cuestiones electorales y con amplias series de tiempo. El BDC se distingue por BDC se distingue por BDCmonitorear la relación entre la calidad de vida de los ciudadanos y el proceso de democratización política, cultural y económica vivido por Corea del Sur.

La primera aplicación de la encuesta del BDC tuvo BDC tuvo BDClugar en 1988, año en que se dieron por terminadas las casi tres décadas del régimen militar y se instaló la Sexta República Democrática. Para 2003, se han aplicado ya 10 encuestas como parte del proyecto.

Shin destaca algunos de sus resultados relevantes. Mientras que 87% de la población surcoreana considera que el régimen militar no era democrático, 69% clasifi ca al régimen actual como democrático, lo cual habla de una percepción extendida entre la población de que el régimen autoritario se ha transformado en una democracia. A lo largo del tiempo, los niveles de percepción de las cualidades democráticas del régimen han tendido a la baja: si bien en 1990 el promedio fue 6.0 y 6.8 para 1994, la cifra para 2001 fue 6.2.

Cuando se pregunta por el grado de satisfacción de la población con respecto al funcionamiento del sistema democrático actual (con base en una escala de uno a 10 puntos), sólo una minoría de 47% lo evalúa por arriba de 6 puntos). La satisfacción promedio fue 6.2 en 1990, bajó a 4.9 en 1994, para elevarse a 5.3 en 2001. Una quinta parte de los ciudadanos se muestran desencantados con la gobernabilidad democrática.

Al combinar tanto el grado de satisfacción como el grado en que se califi ca al régimen como democrático, sólo 38% de los coreanos del sur manifi esta estar plenamente satisfecho con su desempeño y estimar, simultáneamente, que el régimen es democrático.

Shin apunta que, en cuanto al sistema de creencias y valores de la población surcoreana, es muy diferente que la población apruebe la democracia a nivel de ideal político a

que la asuma plenamente como sistema de gobierno viable y favorable. Así, 85% abraza la idea de la democracia, 91% expresa su deseo de vivir bajo una democracia y 75% se se muestra a favor de expandir la democracia. Conjuntando los tres indicadores se encuentra que 7 de cada 10 entrevistados coincidieron en las tres situaciones. Más de 3 de cada 10 respondió positivamente a dos de estas tres preguntas. Solamente uno de cada 100 entrevistados no se colocó en ninguna de estas tres situaciones. Ahora bien, 74% estimó que la adopción de la democracia es adecuada para Corea del Sur, sin embargo la califi cación promedio fue de 6.5; 37% optó por considerar que la dictadura podría ser preferible bajo ciertas condiciones (en el caso de México la cifra fue de 34% en 2000); únicamente 45% estimó que la democracia es siempre preferible (en el caso de México la cifra fue también de 45% en 2000); 10% de la población tasó como más relevante a la democracia que al desarrollo económico como objetivo de las políticas públicas, mientras que 63% puso al desarrollo económico por encima de la consolidación del proceso democrático (el resto las ranquearon igual). Sólo 4 de cada 100 entrevistados coincidieron en manifestarse unívocamente en favor de la democracia en estos tres planos pragmáticos. 76 de cada 100 lo hicieron respondiendo positivamente en dos de las tres preguntas planteadas; 16 de cada 100 se negaron sistemáticamente a inclinarse por la democracia en estos tres planos pragmáticos.

Tras vivir tres décadas bajo un sistema autoritario, es natural que numerosos aspectos relacionados con este régimen estén aún presentes tanto en la cultura de la gente como en sus prácticas. Todavía, por ejemplo, uno de cada 6 surcoreanos se manifestó a favor de restablecer el gobierno de los militares y 1 de cada 5 aprobó la futura adopción de una dictadura encabezada por un civil que se deshiciese del parlamento y no tuviera que someterse a ser electo. Fueron 7 de cada 10 surcoreanos quienes rechazaron ambas alternativas.

En cuanto a tendencias en el tiempo, la proporción de quienes favorecen los ideales democráticos ha fl uctuado de 1996 a 2001, en un entorno de crisis económica pero de un país que pasó, en unas cuantas décadas, de un nivel de ingreso per capita bajo a una superpotencia económica. La proporción de quienes estiman que la democracia es siempre preferible a la dictadura ha declinado sustancialmente, al pasar de 70% en 1996, a 69% en 1997, a 54% en 1998, a 55% en 1999 y a 45% en 2001 (una pérdida

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de 25 puntos porcentuales en tan sólo cinco años). El apoyo pleno a la democracia ha disminuido radicalmente para quedar en tan sólo 35% en 2001, cuando en 1996 estaba 14 puntos arriba, esto es, en 49%. Por otra parte, 55% de los surcoreanos creen que la democracia no es siempre lo mejor para el país.

Aún si el análisis de las tendencias en cuanto a las expresiones pragmáticas se concentra en quienes se dicen a favor de la democracia como idea, se observa un retroceso: la proporción de quienes en 1996 apoyaban a la democracia bajo la lupa pragmática era de 57%, y se redujo a 39% para 2001.

En 1996 dos de cada cinco surcoreanos estaban comprometidos idealmente con la democracia a la vez que externaban un rechazo pragmático al autoritarismo, para 2001 la proporción se redujo a dos de cada siete.

Shin llama la atención sobre el hecho de que los niveles de apoyo incondicional a la democracia externados por 45% de los surcoreanos (al estimar que la democracia es siempre preferible a la dictadura) son menores que la cifra promedio para diecisiete países en el Latinobarómetro 2000 (58%) –la cifra para México fue idéntica a Corea del Sur: 45%–, para seis países en el Afrobarómetro 2000 (64%) y para seis países de

Europa en 1995 (65%). Concluye que a pesar de una muy exitosa transición a la democracia, Corea del Sur se ubica como una de las nuevas democracias con menor apoyo popular a la democracia, a la luz de una óptica ciudadana pragmática.

Doh Shin apunta que los procesos de democratización son fenómenos multidimensionales, multidireccionales y multinivel, pues la aceptación de un orden político democrático no evoluciona de manera lineal ni involu-cra, necesariamente, el rechazo a prácticas políticas auto-ritarias. De manera similar, dice, la democratización de las instituciones políticas y/o económicas no necesariamente eleva la calidad de vida de los ciudadanos (cerca de la mitad de los surcoreanos estima que la calidad de vida y el bienestar en su país ha empeorado, sustancialmente, durante los últimos 20 años, a pesar de las inusitadas tasas de crecimiento económico experimentadas por el país). En este sentido, el BDC ofrece un rico y amplio BDC ofrece un rico y amplio BDCespectro de datos vinculados a los cambios en el proceso de democratización, así como a las repercusiones que han tenido en cuanto a los niveles de bienestar de la población coreana. Shin estima que este análisis se enriquece sustancialmente al poder efectuar comparaciones con otros países, a través de encuestas similares al BDC �

*PROFESOR INVESTIGADOR DEL DEPARTAMENTO DE CIENCIA POLÍTICA DE LA UNIVERSIDAD DE MISSOURI EN COLUMBIA.

Situación de la democracia en México y América Latina en 2003

MATÍAS BARGSTED VALDÉS*

Matías Bargsted presenta algunos resultados sobre México de la encuesta Latinobarómetroque se levanta en 17 países de América Latina,

correspondientes a julio y agosto del año 2003, relativos a la democracia, a la confi anza en las instituciones y a los indicadores de cultura cívica.

Bargsted destaca que, si bien entre 2002 y 2003 bajó moderadamente la preferencia de los mexicanos por el autoritarismo, al pasar de 20 a 14% (34% en México en 2000; en la región en 2002 fue 15%), disminuyó fuertemente la proporción de mexicanos que seleccionó la democracia como el sistema de gobierno más preferible, al pasar de 63 a 53% (45% en México en 2000; el promedio regional en 2002 fue de 56%). En el mismo tenor, la proporción de quienes piensan que da lo mismo la democracia que el autoritarismo se incrementó sustancialmente, al pasar de 14 a 30% (19% en México en 2000; la cifra para América Latina fue de 18% en 2002).

Por segmentos de edad, la situación para México en 2003 fue como sigue: declaró preferir la democracia

50% de quienes tienen entre 16 y 25 años de edad, 56% de quienes tienen entre 26 y 40, 51% de quienes tienen entre 41 y 60 y 56% de quienes tienen 61 ó más; declaró que le da lo mismo democracia que autoritarismo 28% de los de 16 a 25 años de edad, 32% de los de 26 a 40, 31% de los de 41 a 60 y 25% de los de 61 ó más; declaró preferir un gobierno autoritario 20% de los de 16 a 25 años de edad, 9% de los de 26 a 40, 15% de los de 41 a 60 y 11% de los de 61 ó más.

Declaró estar insatisfecho con la democracia 84% de quienes tienen entre 16 y 25 años de edad, 80% de quienes tienen entre 26 y 40, 77% de quienes tienen entre 41 y 60 y 82% de quienes tienen 61 ó más; y declaró estar satisfecho 15% de los de 16 a 25 años de edad, 18% de los de 26 a 40, 21% de los de 41 a 60 y 17% de los de 61 ó más. En cuanto a la satisfacción con la democracia, no se presentan grandes cambios: se mantiene en 81% la proporción de los mexicanos insatisfechos (61% en México en 2000; en América Latina fue 60% en 2002) y sube de 17 a 18% la de los satisfechos (36% en México en 2000; 32% en 2002 para América Latina).

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16 Conociendo a los ciudadanos mexicanos noviembre 2003

En cuanto a la confi anza en las instituciones que expresan los mexicanos, ésta sigue siendo baja comparada con el año 2000: quienes dijeron en 2003 confi ar mucho o algo en los partidos fueron 10% (34% en 2000 y 12% en 2002; 14% en América Latina en 2002), en la Presidencia fueron 35% (44% en 2000 y 35% en 2002), en el Congreso fueron 21% (35% en 2000 y 24% en 2002; 23% en América Latina en 2002), en el Poder Judicial fueron 13% (41% en 2000 y 17% en 2002; 25% en América Latina en 2002), en las Fuerzas Armadas fueron 40% (51% en 2000 y 42% en 2002), en la Iglesia fueron 48% (75% en 2000 y 53% en 2002; 71% en América Latina en 2002), en la televisión fueron 35% (37% en 2000 y 39% en 2002; 45% en América Latina en 2002). Por lo que respecta a la confi anza en las personas quienes dijeron tener mucha o algo de confi anza fueron 19% en 2003 (34% en 2000 y 22% en 2002). De todos los mexicanos que en 2003 se declararon insatisfechos con la democracia, 54% son ciudadanos que dijeron preferir la democracia (49% fue el promedio para América Latina en 2002), mientras que 46% son personas que no se pronunciaron por preferir la democracia (la cifra para América Latina fue 51% en 2002). De todos los mexicanos que en 2003 se declararon satisfechos con la democracia, 61% son ciudadanos que dijeron preferir la democracia (70% fue el promedio para América Latina en 2002), mientras que 39% son personas que no se pronunciaron por preferir la democracia (la cifra para América Latina fue 30% en 2002).

En cuanto a interés por la política, señala, la proporción de entrevistados que dijeron tener mucho o algo de interés por la política disminuyó en 2003, al pasar de 47% en 2002 a 43% en 2003 (fue 32% en 1998; la cifra para América Latina fue 25% en 2001).

La disposición para votar por algún partido cambió sustancialmente entre 2002 y 2003: la proporción de los

mexicanos que se dijo no dispuesto a votar por ningún partido pasó de 32 a 46% (la cifra fue 17% en México en 1998; en América Latina fue 48% en 2002). La proporción de mexicanos que se dijo dispuesto a votar por algún partido disminuyó sustancialmente entre 2002 y 2003, al pasar de 60 a 54% (la cifra fue 79% en México en 1998; en América Latina fue 46% en 2002).

En cuanto a cuestiones vinculadas con la legalidad, los mexicanos mostraron percepciones menos favorables que los latinoamericanos en 2003, pues mientras que este año la proporción de los mexicanos que dijeron que sus connacionales son exigentes de sus derechos fue de 20%, ésta fue de 52% para América Latina en 2002. La proporción de los que dijeron que sus connacionales cumplen con las leyes fue de 8% de los mexicanos en 2003 y de 22% de los latinoamericanos en 2002; la proporción de los que dijeron que sus connacionales son concientes de sus obligaciones y derechos fue de 50% de los mexicanos en 2003 y de 37% de los latinoamericanos en 2002; la proporción de quienes dijeron que sus connacionales tienen igualdad ante la ley fue de 23% de los mexicanos en 2003 y de 28% de los latinoamericanos en 2002.

Por lo que respecta al fraude social, la situación en México es mucho más severa que en el resto de América Latina, dado que, mientras en 2002 la proporción de quienes dijeron conocer a alguien que simuló estar enfermo para no presentarse a trabajar fue de 65% de los mexicanos, ésta fue de 39% de los latinoamericanos; de quienes dijeron conocer a alguien que hizo trampa para pagar menos impuestos fue de 51% de los mexicanos, fue de 25% para Latinoamérica; de quienes dijeron conocer a alguien que se robó mercancía del supermercado fue de 34% de los mexicanos y 17% para América Latina; de quienes dijeron conocer a alguien que se aprovechó indebidamente de un subsidio estatal fue de 27% de los mexicanos y 16% de los latinoamericanos �

*INVESTIGADOR DE LA CORPORACIÓN LATINOBARÓMETRO.

Duncan Prime presenta los resultados de la Primera Encuesta sobre Ciudadanía que aplicó Primera Encuesta sobre Ciudadanía que aplicó Primera Encuesta sobre Ciudadaníael gobierno británico en 2001, por conducto del

Ministerio del Interior, el cual tiene dentro de su esfera de competencia los asuntos de ciudadanía y, dentro de sus funciones, la de incentivar el mayor involucramiento de los ciudadanos en los asuntos públicos.

Esta encuesta tiene como objetivo analizar el nivel de compromiso que externan las personas con

su comunidad y aportar bases para defi nir acciones de gobierno que permitan alcanzar la meta fi jada de incrementar en 5 puntos porcentuales la participación ciudadana en la comunidad en Inglaterra y Gales, así como generar elementos para dar seguimiento al logro de este alto propósito público.

La encuesta, aplicada tanto a adultos en general como a una muestra adicional de personas que forman parte de una minoría, enfoca sus preguntas al análisis de cinco

“Encuesta sobre Ciudadanía” del Ministerio del Interior del Reino Unido

DUNCAN PRIME*

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noviembre 2003 Conociendo a los ciudadanos mexicanos 17

grandes rubros: 1) la buena ciudadanía; 2) los prejuicios raciales y la discriminación; 3) la vinculación de las personas con sus vecindarios; 4) la activa participación en la comunidad; y 5) las redes familiares y la paternidad. El siguiente levantamiento de esta encuesta está programado para el año en curso, e incorporará una muestra adicional conformada por niños y jóvenes y explorará de manera especial la cuestión de la cohesión social.

Prime explica que existen tres razones fundamentales por las cuales el gobierno británico está interesado en promover una ciudadanía más activa. La primera tiene que ver con la consolidación de una democracia más sana. La segunda concierne a la necesidad de incrementar el capital social, con los consecuentes benefi cios para la salud mental y física de quienes participan, sus niveles de satisfacción con la vida, su desempeño educativo y su prosperidad económica. La tercera es proveer al gobierno de mejores herramientas para enfrentar problemas sociales y para brindar servicios públicos más efi cientes.

Prime también destaca algunas cifras relevantes arrojadas por la Encuesta sobre Ciudadanía: 96% de los entrevistados estuvo de acuerdo con que uno no puede demandar derechos sin aceptar a la vez responsabilidades. Sólo 24% de los entrevistados dijo creer que puede infl uenciar las decisiones que afectan a Inglaterra y Gales, porcentaje que se eleva a 43% en el caso de política local. 80% confía en la policía, 73% en el sistema judicial, 51% en sus autoridades locales, 36% en el Parlamento y 24% en los políticos; 40% dijo que puede confi ar en mucha gente de su vecindario, 43% dijo que la gente mira por los demás en su vecindario y 41% dijo que era probable que si una bolsa o una cartera se perdiese en su vecindario, ésta sería devuelta a su dueño; 67% dijo haber brindado, a título personal e individualmente, por lo menos una vez durante los últimos 12 meses, ayuda no pagada a otras personas, mientras que 39% dijo haberla brindado a través de grupos, clubes u organizaciones; 65% dijo haber participado durante los últimos 12 meses en grupos, clubes u organizaciones; 38% dijo haber

participado durante los últimos 12 meses en actividades cívicas como fi rmar una petición, contactar a un funcionario o participar en una manifestación.

Destaca que existen importantes diferencias cuando se observa a segmentos específi cos de la población. Así, a nivel de género, hay diferencias en cuanto al tipo de campos o temáticas en las que suelen involucrarse las mujeres, contrastadas con aquellas que atraen a los hombres. Por otra parte, el alto involucramiento ciudadano suele presentarse acompañado de altos niveles educativos, así como de ingresos, y del hecho de que el sujeto esté empleado en ese momento. Por ello, el gobierno se ha fi jado el desafío de encontrar maneras de fomentar el involucramiento de los ciudadanos que forman parte de minorías en condiciones de desventaja.

Duncan Prime describe políticas públicas puestas en marcha por el Ministerio del Interior para promover la “ciudadanía activa”, como la renovación de la educación ciudadana y la enseñanza de la democracia en las escuelas; grupos de trabajo para impulsar el voluntariado, la infraestructura, reformas a las reglas que rigen a las fundaciones, así como la renovación cívica; impulso a la tutoría para ayudar a estudiantes; programas de trabajo voluntario en dependencias públicas tales como los hospitales, asilos, escuelas y centros de rehabilitación social; promoción de la consolidación de redes comunitarias locales que puedan promover su propio desarrollo y el impulso de la estructura tanto organizacional como física; la creación de nuevos cargos de elección popular a nivel local; la apertura de procesos decisorios a los ciudadanos; la promoción dirigida a lograr que las empresas amplíen las facilidades para que sus trabajadores realicen trabajo voluntario; la creación en el Ministerio del Interior del Centro para una Ciudadanía Activa, con el propósito de dilucidar cómo se puede empoderar a la gente para que participe, cómo se puede lograr mantenerla involucrada y cómo se puede lograr que la política local le resulte más relevante e interesante y que asuma mayores responsabilidades en la generación de bienestar compartido �

*INVESTIGADOR DEL MINISTERIO DEL INTERIOR DE LA GRAN BRETAÑA.

Algunos elementos de la cultura política de los españolesCAYO SASTRE GARCÍA*

Cayo Sastre presenta un panorama a partir de algunos resultados de la encuesta denominada 25 Años Después realizada por el CIS del gobierno del Años Después realizada por el CIS del gobierno del Años Después

Reino de España,∗∗ al cumplirse 25 años de la muerte del dictador español Francisco Franco. Esta encuesta abarca algunos elementos vinculados a la cultura política de los

españoles y a la transición democrática en España. La información la complementa con la distribución de las respuestas dadas a ciertas preguntas que han formado parte de series de tiempo en sondeos o barómetros aplicados periódicamente por el CIS. Sastre destaca que la forma en que se llevó a cabo la transición a la

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18 Conociendo a los ciudadanos mexicanos noviembre 2003

*DIRECTOR DEL DEPARTAMENTO DE INVESTIGACIÓN DEL CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIOLÓGICAS DE ESPAÑA (CIS).

* *El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) es un organismo autónomo adscrito al Ministerio de la Presidencia, que tiene entre sus funciones la de efectuar sondeos de la opinión pública española sobre muy diversos temas.

democracia constituye un motivo de orgullo para una gran proporción de los españoles. Así, en 2000 la proporción de quienes así lo manifestaron alcanzó 86% (10 puntos por encima de la externada por los encuestados en 1985), lo que pudiera estar vinculado con el incremento de los niveles de satisfacción respecto a la democracia que se presentaron de 1995 a 2000: 75% se decía ya sea muy o bastante satisfecho con la democracia, mientras que sólo 22% afi rmaba que encontrarse poco o nada satisfecho.

A veinticinco años del establecimiento de la democracia española, se pidió a los encuestados comparar la situación actual con la del régimen franquista. Este ejercicio arroja las siguientes cifras entre quienes piensan que la situación mejoró: 80% para la situación económica en general; 73% para la situación internacional; 44% en materia de desigualdades sociales; y 50% por lo que respecta al desempleo. Sin embargo, Sastre resalta que 62% considera que ha empeorado la inseguridad; 76% que existe más deterioro en el medio ambiente; 82% que aumentó el problema de drogadicción; 83% que aumentó el terrorismo.

Sastre señala que en 2000, 85% de los entrevistados optaba por la democracia, mientras que sólo 6% optaba por el autoritarismo y otro 6% se mostraba indiferente. Ante la pregunta “¿qué creen que es lo más importante

para que haya democracia?”, 39% responde que el derecho a decir lo que uno piensa y 35% opta por la posibilidad de votar para elegir representantes.

Señala que no todos los indicadores son tan positivos. Así, la percepción de que la política es tan complicada que la gente no puede entender lo que pasa subió de 53% en 1989 a 57% en 2000; la percepción de que los políticos no se preocupan mucho de lo que piensa la gente subió de 65% en 1998 a 73% en 2000; la imagen de que esté quien esté en el poder siempre busca sus intereses personales subió de 66% en 1998 a 73% en 2000; y la idea de que el voto es la única forma en que la gente puede infl uir en lo que hace el Gobierno, subió de 63% en 1998 a 73% en 2000.

Señala que dentro de los claroscuros que se presentan en toda sociedad democrática hay ciudadanos españoles menos politizados y más desencantados que el promedio. La gente se interesa por las ONGs y valora positivamente su labor, pero no evalúa muy bien a los partidos políticos. La afi liación a los partidos políticos es muy baja y los partidos políticos enfrentan difi cultades para convocar a la gente.

Sastre concluye externando su preocupación por el hecho de que sólo 3% afi rme conocer bien la Constitución Española, mientras que 94% responda que la conoce ya sea por encima, poco o muy poco �

Francisco Abundis centra su análisis en lo que saben y lo que opinan los ciudadanos sobre el Congreso de la Unión y las campañas electorales, comparando

los resultados de la Segunda ENCUP con los obtenidos en Segunda ENCUP con los obtenidos en Segunda ENCUPdiversos estudios de opinión de Parametría.

De acuerdo con los datos de la Segunda ENCUP, 7 de cada 10 mexicanos no saben cuál es el tiempo que un diputado federal permanece en su cargo. Tal vez podría pensarse que se está exagerando un poco, sin embargo, en la encuesta nacional en vivienda Ómnibus Parametría, nuevamente encontramos un resultado similar (aunque con un pregunta diferente), donde 7 de cada 10 mexicanos no saben cuántas Cámaras lo conforman.

Destaca que únicamente 35% de los ciudadanos sabe que el Congreso de la Unión es bicameral; sólo 55% dice conocer la función de un diputado; 35% dice conocer la función de un senador. Otro punto importante a resaltar,

es que de las pasadas elecciones federales del 6 de julio a la fecha, sólo 55% sabe qué partido tendrá más diputados federales en nuestro país.

Abundis determina que las elecciones del pasado 3 de julio han dado la impresión de que los partidos políticos dejaron sus campañas a los especialistas de la publicidad y los medios y se olvidaron de sus plataformas, pero algo todavía más importante, se olvidaron de explicarle al elector en qué consistía esta elección.

De todas las campañas electorales, la frase del PAN “quítale el freno al cambio” es la única campaña relacionada con lograr una mayoría en el Congreso, sin embargo, no parte de un concepto político claro y de alguna forma llega a ser para el elector la misma plataforma presentada por cualquier otro partido.

Por otro lado, resalta que el nivel de conocimiento de la mayor parte de las campañas es más bajo en los

Lo que saben y lo que opinan los ciudadanos sobre la democracia y la política

FRANCISCO ABUNDIS LUNA*

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noviembre 2003 Conociendo a los ciudadanos mexicanos 19

Democracia... ¿con qué se come?ANA CRISTINA COVARRUBIASANA CRISTINA COVARRUBIAS*

Ana Cristina Covarrubias centra su análisis de la Segunda ENCUP en cómo los ciudadanos Segunda ENCUP en cómo los ciudadanos Segunda ENCUPy los políticos entienden de diversa manera la

democracia. Enfatiza que la mayoría de la población no democracia. Enfatiza que la mayoría de la población no entiende o no puede defi nir lo que es la democracia y entiende o no puede defi nir lo que es la democracia y que quienes sí pueden hacerlo son primordialmente que quienes sí pueden hacerlo son primordialmente personas con nivel educativo medio o superior. Aun así, personas con nivel educativo medio o superior. Aun así, la mayoría de la población externa aprecio por la libertad, la mayoría de la población externa aprecio por la libertad, el respeto al voto, el respeto a las leyes y a los derechos de el respeto al voto, el respeto a las leyes y a los derechos de los ciudadanos.

La percepción mayoritaria es que México no vive en democracia, al sentir que aún no se respetan las leyes ni los derechos de los ciudadanos y se sigue apreciando al gobierno como autoritario. Por otra parte, los entrevistados demandan al Poder Ejecutivo que actúe con oportunidad (cuando se necesita) y le señalan, además, que se le elige para tomar decisiones importantes.

Destaca que, irónicamente, mientras los políticos Destaca que, irónicamente, mientras los políticos se empeñan en consultar las decisiones, se paralizan se empeñan en consultar las decisiones, se paralizan se empeñan en consultar las decisiones, se paralizan en el uso de la fuerza pública y descartan opciones de en el uso de la fuerza pública y descartan opciones de en el uso de la fuerza pública y descartan opciones de desarrollo que pueden ser impopulares, la ciudadanía desarrollo que pueden ser impopulares, la ciudadanía desarrollo que pueden ser impopulares, la ciudadanía los tacha de autoritarios y de no respetar la ley ni los los tacha de autoritarios y de no respetar la ley ni los los tacha de autoritarios y de no respetar la ley ni los derechos de los ciudadanos.derechos de los ciudadanos.

Por otra parte, señala que se requiere sintonizar las Por otra parte, señala que se requiere sintonizar las Por otra parte, señala que se requiere sintonizar las Por otra parte, señala que se requiere sintonizar las demandas ciudadanas con las acciones de los políticos, demandas ciudadanas con las acciones de los políticos, demandas ciudadanas con las acciones de los políticos, demandas ciudadanas con las acciones de los políticos, de manera que se atienda el reclamo de la población de de manera que se atienda el reclamo de la población de de manera que se atienda el reclamo de la población de un mejoramiento de sus condiciones de vida.un mejoramiento de sus condiciones de vida.

Covarrubias concluye diciendo que el principal factor Covarrubias concluye diciendo que el principal factor Covarrubias concluye diciendo que el principal factor que explica la no percepción de democracia en México que explica la no percepción de democracia en México que explica la no percepción de democracia en México es la desigualdad social. Mientras no se mejoren las es la desigualdad social. Mientras no se mejoren las es la desigualdad social. Mientras no se mejoren las condiciones de vida de la mayoría de la población, ésta condiciones de vida de la mayoría de la población, ésta condiciones de vida de la mayoría de la población, ésta seguirá sintiendo que no es respetada y tomada en seguirá sintiendo que no es respetada y tomada en seguirá sintiendo que no es respetada y tomada en cuenta y que el gobierno es autoritario y “sólo ve por su cuenta y que el gobierno es autoritario y “sólo ve por su cuenta y que el gobierno es autoritario y “sólo ve por su propio benefi cio” propio benefi cio” �

electores reales que en los encuestados en junio. El nivel de credibilidad de prácticamente todas las campañas es mucho menor entre los votantes del pasado 6 de julio que entre los ciudadanos en general. En este punto puede haber dos explicaciones: una, es que a lo largo de las campañas los electores fueron cuestionando cada vez más su credibilidad; otra, que los votantes creen menos en las campañas que el elector promedio.

En la relación Ejecutivo-Legislativo se espera que los diputados cooperen con el Presidente. Casi dos terceras

partes de los ciudadanos (65%) así lo dicen, frente a una cuarta parte (25%) que señala que los diputados deben ser un contrapeso del Presidente.

La mayor parte de la población considera que la gestión del nuevo Congreso será similar a la del anterior. El porcentaje de quienes creen que la labor de la nueva Cámara será igual rebasa ligeramente el 50%. Sin embargo, una tercera parte de la opinión es optimista y cree que será tercera parte de la opinión es optimista y cree que será mejor. El porcentaje de quienes creen que será peor es mejor. El porcentaje de quienes creen que será peor es mínimo (11%) �

*DIRECTORA GENERAL DE COVARRUBIAS Y ASOCIADOS.

Estratifi cación y evaluación políticasVÍCTOR MANUEL DURAND PONTE*

Víctor Manuel Durand se propone mostrar que la estratifi cación política, entendida como el ordenamiento de los ciudadanos de acuerdo

a atributos políticos –como interés en la política, conocimiento, información y preferencia partidaria–, infl uye en cómo se evalúa el sistema político mexicano: el país, el régimen político, el gobierno y la efi cacia ciudadana (la capacidad de infl uir en las decisiones políticas).

Afi rma que los resultados muestran la pertinencia de la estratifi cación para entender mejor la evaluación, así como para analizar las limitaciones civiles y políticas de la ciudadanía en México y señala que tres son las

conclusiones principales: la primera se refi ere a que la mayoría de los mexicanos están capacitados para participar en la política, pero existe un alto apoliticismo; la segunda es que la gran mayoría aprecia mal el desempeño económico del país, está insatisfecha con la democracia, cree que el rumbo del país no es el adecuado y que su situación económica personal es mala, resaltando que esta última es, comparativamente, mejor evaluada que las anteriores; la tercera apunta a que para la mayoría, la efi ciencia ciudadana es pobre, el sistema político (la complejidad de la política y la lejanía de los funcionarios públicos) es algo distante y ajeno �

*INVESTIGADOR TITULAR DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOCIALES DE LA UNAM.

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*DIRECTOR GENERAL DE PARAMETRÍA.

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20 Conociendo a los ciudadanos mexicanos noviembre 2003

Rubén García Clarck afi rma que en un mundo caracterizado por la incertidumbre, la confi anza resulta ser un factor de sobrevivencia, pues,

cuando existe, implica que los integrantes de una sociedad perciben con cierta seguridad el futuro.

Plantea que, entre 2001 y 2003, se observa un escenario de aceptación de la forma democrática de gobierno, pero de insatisfacción con los rendimientos de la democracia y de confi anza decreciente en algunas instituciones políticas, tales como la Presidencia de la República y los partidos políticos.

Especula que el descenso de la confi anza en los par-tidos va acompañado de una mayor distancia de los ciudadanos con respecto a ellos, fenómeno que podría estar vinculado con la percepción que se observa en los entrevistados por la ENCUP de la Segob de que los par-ENCUP de la Segob de que los par-ENCUPtidos representan más sus propios intereses que los de la ciudadanía.

Para probar su hipótesis, el investigador realiza un análisis estadístico de la Segunda ENCUP a través de tablas cruzadas dirigidas a identifi car correlaciones. Cruza variables como los niveles de satisfacción con la democracia y los niveles de con-fi anza en las instituciones políticas. También hace correlaciones entre estos últimos y algunas variables sociodemográfi cas.

García Clark concluye que entre 2001 y 2003 descendió el nivel de confi anza ciudadana en el Pre-sidente de la República y en los partidos políticos y encuentra correlación de ambos fenómenos con el descenso en el nivel de satisfacción de los mexicanos con la democracia. Sin embargo, destaca que tales indicadores no se encuentran asociados con los niveles de apoyo que los ciudadanos externan a favor de la democracia, los cuales ascendieron durante el mismo periodo �

Descenso de la confi anza ciudadana en instituciones políticas

RUBÉN R. GARCÍA CLARCK*RUBÉN R. GARCÍA CLARCK*RUBÉN R. GARCÍA CLARCK

Alejandro Poiré identifi ca una enorme volatilidad en las opiniones de los encuestados en la ENCUP en el tema de la satisfacción con la ENCUP en el tema de la satisfacción con la ENCUP

democracia. Se refi ere, en particular, a la volatilidad vinculada con factores no estructurales; esto es, de índole contextual, como el desempeño económico. Precisa que los partidarios de quien gobierna están más satisfechos con la democracia, y los partidarios de oposición, más insatisfechos.

Poiré invita a estudiar mejor las dinámicas de descomposición de los regímenes democráticos, pues no parecen deberse a la insatisfacción que externan los ciudadanos en las encuestas. Llama, así, a construir estudios que vinculen, sistemáticamente, el clima de opinión pública o cultura política adversos a la democracia y el fracaso de este sistema.

Sin negar que en México hay un défi cit democrático, sostiene que no por ello la democracia está en riesgo, pues la insatisfacción ciudadana refl eja más que una descomposición fundamental, fenómenos co-yunturales normales en una democracia, como la desaceleración económica y la insatisfacción con el gobierno en turno.

Poiré advierte que se necesita mejorar ese valioso instrumento de investigación en que se está convirtiendo la ENCUP (a la que califi ca como la ENCUP (a la que califi ca como la ENCUPmás transparente de las encuestas levantadas por las instituciones políticas del país); invita a desarrollar mejores modelos del cambio de actitudes políticas en la normalidad democrática; y llama a contribuir al trabajo teórico y empírico de la descomposición democrática, o mejor dicho, de la transición al autoritarismo �

Evaluación longitudinal de la satisfacción con la democracia en México, 2001-2003

ALEJANDRO POIRÉ ROMERO*

* PROFESOR INVESTIGADOR EN LA UNIVERSIDAD DE LA CIUDAD DE MÉXICO Y EN LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA-IZTAPALAPA.

*JEFE DEL DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE CIENCIA POLÍTICA DEL ITAM.

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noviembre 2003 Conociendo a los ciudadanos mexicanos 21

Jorge Buendía Laredo evalúa si existe una vinculación entre la propensión a obedecer la ley, externada por los ciudadanos mexicanos, y sus respectivas

características políticas, económicas y sociales.J características políticas, económicas y sociales.J

Buendía Laredo identifi ca, con base en el análisis factorial de dos índices construidos a partir de la información arrojada por nueve preguntas de la Segunda ENCUP, que cerca de 5 de cada 10 mexicanos externan un nivel alto de respeto por la ley, mientras que casi 2 de cada 10 muestran un nivel medio y 3 de cada 10 un nivel bajo.

En su presentación explica que, mientras 5 de cada 10 mexicanos externan un nivel alto de respeto por la ley,

esta cifra sube a 6 de cada 10 entre quienes tienen un alto nivel de sofi sticación política.

Por lo que respecta al grupo que muestra un nivel bajo de respeto por la ley, conformado por 3 de cada 10 entrevistados, esta cifra sube a 4 de cada 10 entre quienes: a) tienen un bajo nivel de sofi sticación política; b) consideran que la situación económica, tanto personal como del país, es mala o muy mala; c) consideran que la ley se utiliza para usos socialmente negativos; d) externan baja confi anza en el Presidente y/o en la Suprema Corte; y e) carecen de instrucción o tienen estudios de licenciatura o de posgrado (contrariamente a lo que pudiera esperarse) �

Determinantes de la obediencia a la leyJORGE BUENDÍA LAREDO*

*INVESTIGADOR DEL ITAM.

Marginación jurídicaJOSÉ ANTONIO CABALLERO JUÁREZ*

José Antonio Caballero analiza la Encuesta Nacional sobre la Constitución, realizada por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, desde la

perspectiva del concepto de marginación jurídica, J perspectiva del concepto de marginación jurídica, Jdestacando el impacto de la ley en la vida cotidiana.

Establece que la marginación jurídica no se refi ere a un problema de pobreza sino que se presenta en todos los sectores de la sociedad como un problema de falta de identifi cación de sus derechos para, en su caso, reivindicarlos. En la pobreza, desde luego, el problema es mucho más drástico, pero en términos generales el concepto de marginación jurídica se refi ere a la falta de conocimiento de la población de los medios para defender sus derechos. El hecho de que la población considere que no existen mecanismos para defender sus derechos, es extremadamente preocupante.

Analiza los resultados de la encuesta para probar su hipótesis de que la visión general de la ley es positiva, no obstante se tiene una visión distinta cuando la ley sale de la abstracción y se convierte en una norma aplicable a un caso particular. Las actitudes

en ese momento cambian. Por ejemplo, la gente tiene distintas percepciones sobre el grado de cumplimiento que puede tener la ley para casos específi cos: venta de drogas frente al no pago de impuestos o pasarse un semáforo en rojo.

En términos generales, la ley se presenta como un código de obligaciones, más que un código de derechos, como se refl eja en los resultados de la encuesta. Aunque es necesario reconocer que el sistema legal se presenta de múltiples formas frente a los ciudadanos. En ese sentido, la relación ley-ciudadano no es uniforme.

Caballero Juárez concluye que el problema no sólo es conocer los medios de defensa sino también difundir los derechos de los ciudadanos. Las autoridades, como responsables de vigilar y proteger los derechos de

los ciudadanos, no cumplen con su papel desde la percepción ciudadana. Aquí encontramos un grave problema, ya que aparentemente hay una desconfi anza importante de los ciudadanos hacia las autoridades, y no se les está viendo, necesariamente, como instrumentos para proteger sus derechos �

*INVESTIGADOR DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS DE LA UNAM.

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Roy Campos analiza si han ocurrido cambios relevantes en los valores democráticos y de legalidad, observando su evolución positiva o

negativa en el tiempo para inferir las tendencias que presenta la so-ciedad mexicana en este ámbito.

Centra su análisis en los resultados derivados de correlaciones simples entre la variable “interés por la política” y variables como confi anza en las instituciones, percepción sobre los intereses que defi enden los diputados al elaborar leyes, obediencia a la ley aun cuando ésta sea injusta y otras relacionadas con la tolerancia a la corrupción y la aceptación de liderazgos poco éticos.

Encuentra evidencia estadística de que el interés en la política repercute sobre otras variables tales como la confi anza interpersonal y la confi anza de un sujeto en las demás personas, misma que tiende a incrementarse en la medida en que el interés por la política es mayor.

Para no apresurar conclusiones, luego del cruce de variables, aplica un modelo multivariado de regresión logística con el que comprueba que al pasar de “nada interesado” a “muy interesado” disminuye en 37.7% la probabilidad de manifestarse a favor de la opción de “desobedecer la ley cuando ésta le parece injusta”.

Campos concluye así, que el interés en la política no se ha modifi cado en dos años; tampoco se observan cambios en las opiniones sobre el origen y el sentido de las leyes. Por otro lado apunta que, siendo la policía el personaje más cercano al ciudadano en relación con la ley, es el que menos confi anza le genera. Señala también que creció la aceptación a los métodos de resistencia civil y el rechazo a que la autoridad utilice la fuerza para combatirlos. Por último, apunta que en todos los casos se hace evidente que la situación mejora a favor de la legalidad en los grupos más interesados en política �

Cultura de la legalidad, 2001-2003, un periodo sin avancesROY CAMPOS*

Las paradojas entre cultura de la legalidad e instituciones jurídicas en México

IMER FLORES* Y CÉSAR FLORES MANCILLA**

Imer Flores y César Flores Mancilla consideran que reformar el Estado implica una profunda reestructuración de las instituciones, lo que signifi ca

por un lado una seria revisión de nuestra cultura cívica y la cultura democrática y, por el otro, de la cultura de la legalidad.

En su opinión, México cuenta ya con un Poder Ejecutivo mucho más acotado al estar sujeto a un mayor proceso de transparencia, rendición de cuentas y orientación hacia los resultados; un Poder Judicial más independiente y autónomo; un Poder Legislativo más plural y con mayores facultades de fi scalización y con organismos constitucionales autónomos, encargados de garantizar la imparcialidad y profesionalización en la administración y gestión de algunas funciones pú-blicas. Sin embargo, subrayan, este proceso de cambio institucional no se ha traducido, en la práctica social de gobernantes y gobernados, en una cultura de la legalidad que sea constante y permanente. Destacan que es impe-rativo enfatizar que la percepción de la ciudadanía es

que las leyes no son generales tanto en su creación al no tomar en consideración los intereses de la población, como en su aplicación al benefi ciar a unos cuantos. Si bien el mexicano tiene conciencia de que no vive en la cultura de la legalidad, los investigadores opinan que los resultados de la Segunda ENCUP dejan entrever que los mexicanos tienen una conciencia clara de qué sí es y debe ser la cultura de la legalidad.

Mencionan los autores algunas hipótesis de lo que consideran ha fallado: 1) los cambios o procesos institucionales son incompletos, todavía faltan más instituciones; 2) las reticencias al cambio y el miedo a lo desconocido, todavía hay muchos intereses creados; y 3) el proceso de aprendizaje implica una serie de ajustes, porque el ensayo-error no se da en el corto plazo.

Finalmente señalan que si bien los niveles de confi anza tanto institucionales como interpersonales no son los que quizás todos quisiéramos, estamos en el momento ade-cuado para tratar de impulsar a través de políticas públicas no sólo el cambio institucional sino también el cultural �

*DIRECTOR GENERAL DE CONSULTA-MITOFSKY.

*SECRETARIO ACADÉMICO Y PROFESOR EN LAS DIVISIONES DE ESTUDIOS PROFESIONALES Y DE POSGRADO DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM E INVESTIGADOR DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS DE LA UNAM.* *SUBDIRECTOR DE NORMATIVIDAD DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA FEDERAL Y PROFESOR DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM.

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Asociacionismo y participación política en el Norte de México. Un análisis regional de la Segunda ENCUP

VICTOR ALEJANDRO ESPINOZA VALLE*

Víctor Espinoza Valle analiza las formas de par-ticipación y prácticas de organización de los ciudadanos mexicanos en el norte del país. Para

ello, el autor utiliza 25 reactivos del cuestionario de la Segunda ENCUP.

Mediante un ejercicio comparativo entre la Región Norte (RN), el resto del país y el promedio nacional, con base en las variables sexo, escolaridad y situación laboral, el autor comprueba que la creciente apatía política, manifestada en el desdén por las urnas que reportan los procesos electorales en las entidades federativas del norte de México, se explica en buena medida por el crecimiento de las formas de asociacionismo privado en la región. A partir del análisis, Víctor Espinoza afi rma que, en

términos generales, el interés manifestado por los asuntos políticos y de gobierno es muy bajo en el ámbito nacional, pero es aún menor en la RN. No obstante, las formas de participación social de los norteños registran niveles superiores a los del resto del país; sobresale el caso de la respuesta social extrema (bloqueo de vialidades) por arriba de 10 puntos porcentuales. Asimismo, respecto a las prácticas de organización ciudadana, se prueba que los habitantes de la RN tienden, en mayor proporción, a pertenecer a una organización; creen, en mayor grado, que no es difícil organizarse con otros ciudadanos para trabajar por un objetivo común; y consideran, en mayor medida que el promedio nacional, que sus conciudadanos son solidarios �

*SECRETARIO GENERAL ACADÉMICO DE EL COLEGIO DE LA FRONTERA NORTE.

David Hernández centra su análisis de la Segunda ENCUP, vinculado a la encuesta Naturaleza del Compromiso Cívico, en el concepto de capital

social y evalúa el vínculo entre la participación y la escolaridad.

Plantea que: 1) en México hay un reparto inequitativo del capital social, que coincide con la incidencia de baja escolaridad; y 2) que éste afecta, de diferente manera, a la participación individual –donde la escolaridad infl uye en la percepción de los indivudios de que sus acciones se toman en cuenta–, y a la participación colectiva, –donde la percepción de que la organización social infl uye en las acciones del gobierno no guarda una re-lación tan marcada con la escolaridad. Esta diferencia tiene implicaciones en la construcción de ciudadanía, ya que al participar los individuos de forma asincrónica, se genera un mal reparto del capital social que es necesario corregir, pues crea comunidades cívicas segmentadas y ciudadanos de primera y segunda categoría.

Puntualiza que mientras que en México existe una alta participación individual, la participación colectiva es menor, especialmente en las organizaciones en las que

sólo pueden participar miembros o afi liados, como los partidos políticos.

La escolaridad ofrece rudimentos y oportunidades de movilización, además de generar una autopercepción de efi ciencia social, ya que a mayor escolaridad, mayores probabilidades de generar capital social, no sólo por tener más elementos objetivos para hacerlo sino porque provee de mayor motivación y capacitación para participar de más formas.

Hernández sostiene que la participación colectiva cerrada, donde la escolaridad se relaciona con las capacidades, ingresos o títulos necesarios para poder entrar en la organización social, es más escasa. Una de las tareas en el impulso del capital social es potenciar un tipo de asociaciones capaces de vincular al individuo con intereses de grupo.

Hernández Corrochano concluye que es necesario potenciar un capital social particularista y grupal, especialmente entre los grupos de escolaridad media y baja, con el que se construya un espacio de intereses colectivos en competencia. Sin esto, no se contará con una comunidad cívica �

Capital social y construcción de ciudadanía en MéxicoDAVID HERNÁNDEZ CORROCHANO*

*PROFESOR E INVESTIGADOR DE LA FLACSO-MÉXICO.

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Graciela Mota, bajo la perspectiva de la psicología política colectiva, identifi ca en su trabajo cuáles son los recursos cognitivos que pueden contribuir

a contextualizar, en los hechos, aquel tipo de prácticas que aunque no están defi nidas como políticas, representan inevitablemente los intentos por realizar el recorrido de la politización de la sociedad, desde otros espacios.

Destaca que tal parece que los encuestados nos dicen que los problemas no tienen que ser políticos para que sí les generen interés. La democratización del poder mediante el fortalecimiento del Ejecutivo y del Legislativo, es percibida como una especie de “partidocracia” en la que los ciudadanos responden irresponsablemente.

Sus correlaciones sugieren que la escolaridad, el sexo y la edad se relacionan con esta tendencia a no participar. Encuentra que, a mayor escolaridad, se da un mayor interés en la política. Por otro lado, al realizar el análisis por grupos de edad, encuentra que los jóvenes se interesan en tener más información y no en actuar.

Mota advierte que una sociedad conformada por individuos centrados en sí mismos, a nivel cultural, está dirigida a cavar su propia liquidación en un contexto global. El problema de la desigualdad, afi rma, no es sólo económico o de escolaridad sino sociocultural. De nada sirve una pluralidad que no alcance la institucionalización civil como proceso de culminación de la vida política misma�

Tendencias de la acción colectiva: índices de gobernabilidad y perspectivas de construcción civil

GRACIELA MOTA BOTELLO*

Juan Manuel Ortega analiza los datos preliminares de la encuesta del IFE La naturaleza del compromiso cívico y estudia qué tanto infl uyen las simpatías

político-partidistas, la escolaridad, el ingreso y la J político-partidistas, la escolaridad, el ingreso y la Jregión en la que vive un ciudadano para que éste se organice y participe de manera activa en solicitar un servicio o exigir respuestas a sus demandas y solución a sus problemas.

En cuanto a la educación, señala Ortega, se puede observar que las diferencias más marcadas en los ciudadanos que organizan bloqueos y marchas para exigir la solución a los problemas de la comunidad, se da entre un grupo sin educación frente a otro que tiene algún tipo de estudios. Por otro lado, en cuanto al nivel de ingreso, las diferencias más marcadas en las respuestas se encuentra en aquellos que tienen ingresos entre 0 y 1 salario mínimo frente a aquellos que tienen ingresos de más de 10 salarios mínimos. Sin embargo, destaca el autor, no hay diferencias signifi cativas entre aquellos que perciben entre más de un salario mínimo y

nueve salarios mínimos. La diferencia en las respuestas comienza entre los entrevistados que tienen altos niveles de ingreso.

Por otro lado, Ortega puntualiza que en la opinión de los ciudadanos respecto a qué tanto se cree en lo que dice el Presidente de la República, se encuentra que en la región 1 (urbanización muy baja: Chiapas, Guerrero y Oaxaca), el 52.2% de los entrevistados le dieron al Presidente una califi cación de 7 y más. Sin embargo, en la región 7 (urbanización media alta centro: Colima, Jalisco, Michoacán y Nayarit), el 64% de los entrevistados le dieron al Presidente una califi cación de 7 y más.

Como conclusión, Ortega establece la necesidad de construir mecanismos institucionales que vinculen con mayor efi cacia el trabajo de los legisladores y el electorado, mejores mecanismos de rendición de cuentas, de representación y profesionalización. En tanto esto no ocurra, apunta, continuará el terrible divorcio entre la ciudadanía y sus representantes �

El peso de las actitudes frente a las instituciones para la convivencia política

*INVESTIGADORA DEL INSTITUTO INTERNACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y FORMACIÓN EN PROSPECTIVA, PARTICIPACIÓN Y GESTIÓN CIUDADANA, A.C., PROPAGEC.

*INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOCIALES DE LA UNAM.

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JUAN MANUEL ORTEGA RIQUELME*

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Sobre los patrones de organización de los ciudadanos mexicanosRICARDO DE LA PEÑA*

De la Peña estudia la pertenencia a diversas formas de organización a partir de la Segunda ENCUP, Segunda ENCUP, Segunda ENCUPrealizando una revisión de correlaciones bivariadas.

Para facilitar la medición de las tasas de participación, agrupa las formas de organización en paquetes tipo, que reúnen las que no son, necesariamente, excluyentes entre sí: 1) laborales (sindicatos, agrupaciones profesionales, cooperativas y organizaciones de pensionados y jubilados); 2) políticas (agrupaciones y partidos políticos); 3) sociales (instituciones de benefi cencia, ayuda social y arte y cultura); 4) ciudadanas (organizaciones vecinales); y 5) religiosas.

Establece que, en general, la pertenencia actual o pasada a un tipo específi co de organización se relaciona positivamente con la pertenencia actual o pasada a otros tipos de organización. Destaca que el análisis estadístico muestra que los vínculos más intensos se encuentran entre las organizaciones de tipo laboral y las sociales y entre éstas y las ciudadanas; que las políticas se vinculan,

sobre todo, con la participación en organizaciones laborales y ciudadanas, y menos con las religiosas, y que éstas, a su vez, se relacionan más con organizaciones sociales.

Identifi ca que los varones participan más en organizaciones que las mujeres; que entre más edad tenga el sujeto, mayor es su propensión a organizarse; que entre quienes carecen de estudios o cuentan con el nivel básico, se reporta una elevada incidencia de incorporación a agrupaciones religiosas y altos niveles de participación en organizaciones ciudadanas (por la elevada concurrencia de estas formas de agrupamiento a nivel vecinal en estratos bajos de la escala social); que los que superaron una escolaridad media se encuentran agrupados laboralmente en 2 de cada 5 casos y presentan elevadas tasas de incorporación a formas de organización social y ciudadana y, en paralelo, las mayores tasas de incorporación a grupos de carácter político incorporación a grupos de carácter político �

* PRESIDENTE EJECUTIVO DE INVESTIGACIONES SOCIALES APLICADAS, S. C.

Mercedes Barquet analiza los resultados de la ENCUP 2001 y 2003 a partir de una ENCUP 2001 y 2003 a partir de una ENCUPdimensión de género; ésta se basa en

variables intervinientes, más allá de la diferencia de las frecuencias por sexo. Se encontró que no hubo grandes diferencias entre hombres y mujeres desde una perspectiva de género.

Enseguida vincula su presentación con el artículo de la Dra. Tarrés sobre Mujer y política: dilemas de una inserción subordinada, que analiza la ENCUP, con el ENCUP, con el ENCUPobjeto de comparar posibles cambios en las respuestas. Dice que, según Tarrés, uno de los aspectos que explica por qué los encuestados se distancian del sistema político es el nivel educativo, y formula la hipótesis de que las mujeres guardan silencio por subordinación de género, no porque no sepan sino por temor a las consecuencias de sus respuestas. Concluye que sería mejor analizar las diferencias en términos educativos e informativos que de adscripción de género y hace un ejercicio de revisión de pertenencia de las mujeres a lo que se conoce como virtudes públicas.

Dentro de sus hallazgos menciona que, en lo Dentro de sus hallazgos menciona que, en lo relativo al interés por la política, éste se relaciona relativo al interés por la política, éste se relaciona con el nivel educativo. Respecto a cómo se informan con el nivel educativo. Respecto a cómo se informan de la política, la tendencia entre hombres y mujeres de la política, la tendencia entre hombres y mujeres es igual, pero las mujeres ven más televisión y leen es igual, pero las mujeres ven más televisión y leen menos periódicos, aspecto que se relaciona con que menos periódicos, aspecto que se relaciona con que son menos participativas y críticas. Hay una limitada son menos participativas y críticas. Hay una limitada expresión política femenina, ya que sólo 37% se expresión política femenina, ya que sólo 37% se organiza con otros afectados y 30% se queja frente a la organiza con otros afectados y 30% se queja frente a la autoridad. Afi rma que los hombres tienen posiciones autoridad. Afi rma que los hombres tienen posiciones más afi rmativas respecto de si México vive o no en más afi rmativas respecto de si México vive o no en una democracia, mientras que las mujeres tienen una una democracia, mientras que las mujeres tienen una expresión tendiente a la ambigüedad (35.8%).expresión tendiente a la ambigüedad (35.8%).

En suma, Barquet destaca que se deben rescatar las En suma, Barquet destaca que se deben rescatar las virtudes públicas, como la solidaridad, la responsabilidad , como la solidaridad, la responsabilidad y la tolerancia, como valores democráticos por excelencia, y la tolerancia, como valores democráticos por excelencia, pero ya no como propias de lo masculino sino también pero ya no como propias de lo masculino sino también para las mujeres, recuperando el sentido histórico de las para las mujeres, recuperando el sentido histórico de las funciones atribuidas a ellas, para lograr su inserción funciones atribuidas a ellas, para lograr su inserción política específi ca, como lo reclama una perspectiva política específi ca, como lo reclama una perspectiva democrática inherentemente incluyente democrática inherentemente incluyente �

Tiempos de la ciudadanía de las mujeresMERCEDES BARQUET MONTANÉ*

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*ACADÉMICA; INMUJERES-CEPAL, PROYECTO DE GOBERNABILIDAD DEMOCRÁTICA E IGUALDAD DE GÉNERO EN AMÉRICA LATINA *ACADÉMICA; INMUJERES-CEPAL, PROYECTO DE GOBERNABILIDAD DEMOCRÁTICA E IGUALDAD DE GÉNERO EN AMÉRICA LATINA *

Y EL CARIBE. TRAB AJO ELAB ORADO CON EL AP OYO DE LA M AESTRA SANDRA OSSES.

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26 Conociendo a los ciudadanos mexicanos noviembre 2003

Beatriz Mansur estudia los contrastes que se observan entre los ciudadanos mexicanos respecto a la política, la participación y la responsabilidad

civil, con base en un análisis de discriminantes y una interpretación enmarcada en el enfoque de la negociación y la cultura política.

Bajo este enfoque, Mansur comprueba su hipótesis de que los mexicanos optamos por soluciones alejadas del ámbito de la negociación y del uso del poder de la palabra y nos inclinamos por prácticas autoritarias vinculadas a la no palabra, propias de la violencia, de la unilateralidad y la intolerancia. Determina que la politización de la esfera privada es una necesidad para avanzar hacia la formación de una nueva clase de ciudadano que desee vivir bajo una cultura democrática, donde la participación política no se limite a los derechos legales emanados del voto.

Destaca que a pesar de que la sociedad reconoce la necesidad de participar en los asuntos del país (71%),

se observa que el porcentaje de los que sí participan en organizaciones políticas, partidos políticos y reuniones de tipo político es bajo. En opinión de Mansur, esto refl eja que la información responde a la necesidad de mantener una imagen pública pero que no ha sido resignifi cada por los individuos en el nivel íntimo o privado.

Señala que hay una contradicción en la opinión de los encuestados respecto a la vinculación de los asuntos públicos con los privados. Así vemos, por ejemplo, que mientras 82% está de acuerdo con que al gobierno se le elige para tomar las decisiones importantes, 79% sostiene que el gobierno debe someter a votación de la ciudadanía las decisiones importantes.

Mansur concluye que incrementar el interés y la participación en lo que nos rodea permitirá dar paso a un nuevo ciudadano que en vez de ver por sí mismo, vea los benefi cios que ofrece vivir en comunidad y pueda ser parte directa de la solución a los problemas comunes �

Política, paticipación y responsabilidad civil. Tendencias de enfrentamiento y afrontamiento colectivo

BEATRIZ MANSUR MACÍAS*

Luis M. Estrada investiga los determinantes y las carac-terísticas sociodemográfi cas de los independientes –aquellos que no se identifi can con

partido político alguno–, poniendo a prueba un modelo logístico cuya variable dependiente distingue entre independientes y con fi liación partidista.

Estrada observa que la proporción de mujeres que no se identifi can con algún partido es mayor a la que sí lo hace (62% contra 57%). Asimismo, la proporción de entrevistados menores de 45 años que son independientes es ligeramente mayor a la del mismo rango de edad que cuentan con identifi cación partidista (de 18 a 29 años, 29% son independientes y sólo 22% son partidistas; de 30 a 45 años, 38% son independientes, mientras que 37% son partidistas). El porcentaje de entrevistados de menor escolaridad con identifi cación partidista es mayor que el de los independientes. Encuentra que existen más ciudadanos con identifi cación partidista que independientes en el norte del país (19 contra 17% en el noreste y 11 contra 9% en el noroeste), mientras que en las

regiones de centro y occidente son más independientes que con identifi cación partidista (20 y 31% contra 18 y 29%, respectivamente).

Estrada establece que el sector independiente abarca un tercio del electorado desde hace más de una década y que cada vez cobra más importancia en el rumbo que toman los gobiernos federales y locales después de cada elección.

Afi rma que el dramático crecimiento de la proporción de independientes en años recientes puede explicar fenómenos tan disímiles como la victoria de Vicente Fox en 2000 y el alto abstencionismo en 2003.

Estrada sostiene que los independientes son más escolarizados y más jóvenes y no habitan en mayores proporciones en el norte de México. En general, se confi rma que no les interesa la política y no votan. Asimismo, desconfían de las instituciones políticas y piensan que México no vive en democracia. Destaca que conocer las características de los independientes es el primer paso para saber qué medidas son necesarias para tomarlos en cuenta en futuros procesos electorales �

Determinantes y características de los independientes en México

LUIS M. ESTRADA*

*DIRECTORA GENERAL DE COMUNITEC Y ASOCIADOS, S.A. DE C.V. Y MIEMBRO DEL INSTITUTO INTERNACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y FORMACIÓN EN PROSPECTIVA, PARTICIPACIÓN Y GESTIÓN CIUDADANA, A.C., PROPAGEC.

*INVESTIGADOR DEL ITAM.

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Alejandro Moreno analiza la Segunda ENCUP bajo la perspectiva de género y plantea que la tarea no es sólo identifi car las brechas entre ambos sexos,

sino comprender por qué las hay y qué posibles efectos tienen en nuestra democracia.

Moreno resalta el hecho de que las mujeres, comparadas con los hombres: se interesan menos por la política (28% de los hombres no manifi esta interés en la política, en tanto que entre las mujeres este segmento alcanza 44%); se enteran menos de las noticias políticas; muestran menores niveles de cono-cimiento político (saben a qué partido pertenece el gobernador de su estado 84% de los hombres y 70% de las mujeres); expresan menores niveles de confi anza

política; evalúan más desfavorablemente las condiciones del país; muestran una mayor alienación con respecto al sistema de gobierno; participan menos en política (con 1o puntos porcentuales de diferencia, por ejemplo en la participación como voluntario en alguna actividad de benefi cio para la comunidad con 54% en los hombres y 34% en las mujeres); y en ellas radica un menor capital social. La gran excepción es que las mujeres participan más en las iglesias (asisten una vez a la semana 31.6% de los hombres y 43% de las mujeres).

Moreno destaca que las mujeres tienden a vincularse más con los espacios sociales que con los políticos, por lo que las diferencias se deben, más que a la apatía, a un interés selectivo �

¿Hay una brecha de género en la cultura política mexicana?ALEJANDRO MORENO ÁLVAREZ*

*PROFESOR E INVESTIGADOR DEL ITAM Y COORDINADOR DEL DEPARTAMENTO DE INVESTIGACIÓN POR ENCUESTAS DEL PERIÓDICO REFORMA.

Explorando la dinámica del abstencionismo electoral: ¿valores, identifi cación partidista o evaluación de

instituciones políticas?BENJAMÍN TEMKIN K.* GUSTAVO RAMÍREZ P.** Y RODRIGO SALAZAR E.***

Temkin, Ramírez y Salazar muestran que las diferencias absolutas en el nivel de abstencionismo, son concomitantes a claras diferencias relativas

en el nivel de participación de diferentes segmentos de la población. Lo cual, señalan los autores, no sólo infl uye, signifi cativamente, en quién resulta ganador y quién perdedor, sino revela mucho acerca de la dinámica de la cultura democrática en México.

Para confi rmar su hipótesis inicial, exploran algunas posibles conexiones de la menor participación en las elecciones federales de 1997, 2000 y 2003, tanto en términos relativos como absolutos, con cambios en la cultura democrática de los mexicanos a través de un análisis de los resultados de la ENCUP 2001 y de la Segunda ENCUP, encontrando que –contrario a lo que distintos investigadores habían demostrado sobre la estrecha relación que normalmente existe entre el nivel

de escolaridad de las personas y su nivel de participación política, incluyendo, la participación electoral– en la elección del 6 de julio de 2003 se observa no sólo un descenso en la participación relativa de los más educados, sino que de manera concomitante, ésta se redujo entre los votantes del sector urbano, de mayores ingresos y que trabajan en los sectores secundario, terciario y de gobierno.

Los autores señalan que uno de los hallazgos más llamativos de su investigación es la dramática variación de la relación entre educación y confi anza en las instituciones políticas, ya que si poco después de las elecciones de 2000 la mayor instrucción formal se acompañaba de mayores niveles de confi anza, para 2003 la relación era exactamente opuesta, con los grupos menos educados presentando incrementos de confi anza y los más educados perdiéndola �

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*PROFESOR E INVESTIGADOR DE LA FLACSO-MÉXICO.* *AYUDANTE DE INVESTIGACIÓN DE LA FLACSO-MÉXICO.* * *AYUDANTE DE INVESTIGACIÓN DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN MATEMÁTICAS APLICADAS Y SISTEMAS DE LA UNAM.

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28 Conociendo a los ciudadanos mexicanos noviembre 2003

José Carreño relaciona datos relevantes de la Se-gunda ENCUP con conceptos clave de la fi losofía política aplicados al campo de la comunicación.

Destaca, por un lado, que los entrevistados no se J Destaca, por un lado, que los entrevistados no se Jrefi eren de manera directa a conceptos como vida privada o propiedad privada, que son inseparables y primordiales en la democracia liberal de los dos siglos anteriores. Por otro lado, como efecto de una pesada tradición estatista, los entrevistados vinculan lo público con lo estatal o gubernamental, muy lejos del paradigma de Häbermas de una esfera pública sur-gida de las libertades democráticas, y ocupada por los particulares en la discusión de los asuntos públicos.

Carreño comenta que en el ambiente de condiciones cambiantes de la transición democrática, se manifi estan innumerables contradicciones, como lo muestran los resultados de la Segunda ENCUP, cuando cerca de 90% dice estar poco o nada interesado en política y alrededor de dos tercios manifi esta que la política es complicada,

o bien, cuando 65% dice estar de acuerdo o de acuerdo en parte con que el gobierno decida los asuntos por sí mismo en vez de consultar con la ciudadanía.

Añade que la afirmación de más de 60% de los entrevistados relativa a que se informan de lo que pasa en el mundo de la política a través de la televisión, manifiesta la tendencia creciente de los medios a diluir o desplazar a otros actores políticos de la agenda pública como los partidos, los órganos deliberativos del Estado y el Congreso, para erigirse en los nuevos espacios de la política y del procesamiento de las decisiones públicas. Esto ilustra lo que podría constituir el cambio más profundo respecto de la comunicación pública y la cultura política del país en la última década, con importancia creciente de la competencia entre los diversos actores políticos para implantar, a través de los medios, temas e interpretaciones de la agenda pública �

Medios de comunicación: un eje fundamental de las percepciones que conforman la cultura política

y las prácticas ciudadanasJOSÉ CARREÑO CARLÓN*

*DIRECTOR DE LA DIVISIÓN DE ESTUDIOS PROFESIONALES DE LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA.

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Consolidación del proceso de cambio democrático de los medios en México

ERNESTO VILLANUEVA*

Ernesto Villanueva afi rma que los medios de comunicación transitan por un proceso de cambio, en el cual promueven, en mayor medida,

las prácticas democráticas y cada vez otorgan más espacios a las diversas expresiones de la sociedad.

Señala que en gobiernos anteriores; el tema preferencial de los medios era el poder público. Actualmente, por el contrario, han operado diversos cambios en la forma en que los medios tratan la información, otorgando mayor espacio a fuentes dedicadas a la parte educativa, a la de actividades de organismos sociales, y cubren cada vez más, reuniones sobre temas específi cos en las diversas vertientes de la democracia. Villanueva afi rma que el objetivo del periodismo, que es buscar la verdad, no se

puede exigir por una imposición legal: la veracidad es un principio al que debe ajustarse la actividad de los medios.

Afi rma que para consolidar el proceso de cambio democrático en los medios, resulta necesaria una reforma a la Ley de Radio y Televisión y su reglamento, para que regulen nuevas formas que todavía no hemos legislado y, primordialmente, para tener una autoridad reguladora independiente, sin que esto implique un ataque a la libertad de expresión.

Villanueva concluye que estas acciones contribuirán a fortalecer derechos básicos de los individuos como la libertad de expresión y la libertad de información, y estimularán la participación democrática de la sociedad en el uso de los propios medios electrónicos �

*INVESTIGADOR DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS DE LA UNAM.

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Ciudadanía y medios de comunicación: el reto para la ausencia

MANUEL ALEJANDRO GUERRERO*

Manuel Alejandro Guerrero analiza algunos datos arrojados por la ENCUP 2001, la Segunda ENCUP, la encuesta Segunda ENCUP, la encuesta Segunda ENCUP Transparencia

México y otros estudios de tipo cualitativo realizados en la Universidad Iberoamericana, sobre todo en relación con la percepción y la representación de la legalidad y la corrupción.

Guerrero percibe muchas difi cultades para encontrar referencias empíricas que sostengan la idea de ciudadanía en las prácticas cotidianas de la gente, debido a que la población se identifi ca con comunidades muy inmediatas, como su familia o su barrio, pero carece por completo de una conciencia cívica que le permita imaginarse un bien común o interés general.

Destaca el bajísimo grado de confi anza interpersonal y de participación existente en cualquier actividad que involucre al espacio público, incluso en temas que directamente están vinculados con asuntos de su interés inmediato.

Guerrero afi rma que la población en general desconfía y considera a la política como ajena, confía más en las

instituciones de asistencia (Iglesia, escuela, hospitales) y aunque está enterado de los asuntos básicos de la vida política, no está interesado en participar él mismo.

Señala que existe una actitud pasiva en las discusiones políticas de las personas. A la hora de actuar la gente no cree que sea efectiva ninguna forma de comunicación con sus representantes como consecuencia de una muy baja percepción sobre el impacto de la sociedad civil en los asuntos públicos.

Sostiene que en México tenemos individuos enterados, pero no informados, dado que la información en la vida ciudadana presupone que se va a utilizar para la acción y la decisión. En una sociedad con grados muy bajos de lectura como ésta, la televisión (mucho más que la radio: 26% contra 79.8%) es la principal fuente para enterarse de lo político.

Guerrero propone extender la información a través de formas imaginativas más visuales y novedosas dado que en principio tenemos una sociedad que no lee y, por tanto, información en folletos, periódicos e Internet no les llega y no la buscan �

*INVESTIGADOR DE LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA.

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Vicente Arredondo parte de la convicción de que el desinterés por la política que manifi esta una proporción importante de los ciudadanos

mexicanos no sólo constituye un gran obstáculo para perfeccionar nuestra vida democrática, sino que es un fenómeno que pone en riesgo la gobernabilidad futura del país.

Al cruzar variables, para dilucidar la asociación entre ellas, encuentra indicios de que las percepciones negativas que tienen los ciudadanos tanto sobre la política como sobre los políticos, suelen acompañarse de expectativas pesimistas sobre la evolución que tendrán tanto la democracia como el bienestar en México.

Para impulsar el interés por la política, llama a modifi car la forma en que se concibe, pues determina cómo se practica: es necesario dejar de entenderla como una actividad exclusiva de los políticos y concebirla

como algo que atañe a todos, a partir de una lógica de corresponsabilidad social y de la convicción de que a todos corresponde jugar un rol en la construcción del bienestar del país.

Considera crucial modifi car la concepción que hace del gobierno el todo e impulsar la concepción de la política como una actividad propia de los ciudadanos, referida a la promoción activa de los intereses y necesidades lícitas de grupos y personas, siempre y cuando sean coincidentes con el interés colectivo.

Arredondo sostiene que la construcción de ciudadanía debe ser impulsada por el Poder Ejecutivo Federal –en especial en el sistema educativo–, por los medios masivos de comunicación –en especial en la televisión–, por el sistema de religiones institucionalizadas –con especial énfasis en la Iglesia Católica–, y por la institución de la familia, además de por las organizaciones sociales y civiles �

Desafíos en la construcción de ciudadanía en MéxicoVICENTE ARREDONDO RAMÍREZ*

*CONSULTOR DE LA UNESCO Y DE LA UNICEF, MIEMBRO DEL INSTITUTO PARA LA PROMOCIÓN DE LA CULTURA CÍVICA, A.C., ICC.

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Silvia Conde señala que en la víspera de dos reformas curriculares en el campo de la educación cívico-política en nuestro país (el programa integral

de formación cívica y ética para primaria y la revisión del programa de la materia en secundaria), resulta importante estudiar las encuestas sobre cultura política a fi n de identifi car el impacto logrado por la escuela y los desafíos que la cultura del ciudadano imprime a la formación del preciudadano. Para abonar en ese terreno, analiza algunos datos arrojados por la Segunda ENCUPrealizada en el año 2003 en comparación con los del mismo instrumento en su edición 2001.

En su análisis estadístico, Conde agrupa algunas preguntas en tres componentes: interés en la política y en los asuntos públicos, aprecio por la democracia y las relacionadas con la autoridad democrática, ésta última particularmente en el campo de la corrupción.

Sobre el componente referido a la defensa de la democracia, Conde encuentra que en la ENCUP 2001conforme aumenta el nivel educativo, los encuestados poseen mayores conocimientos sobre el gobierno, las leyes, las instituciones y los procedimientos democráticos. Este dato es consistente en la edición 2003 de la encuesta. Respecto de los principios y procedimientos democráticos, la Segunda ENCUPrefl eja que la ciudadanía se inclina por la valoración de la representatividad en la solución de los asuntos de la comunidad ya que 46% prefi ere que se nombre una comisión cuando es necesario ir a ver a las autoridades para resolver un problema, sin embargo poco más de la mitad aprueba acciones como bloqueo de carreteras ante la falta de respuesta de las autoridades. No obstante esta proporción disminuye a medida que se cuenta con mayor escolaridad (sobre todo entre quienes tienen posgrado). Por otro lado, señala que no se advierten criterios claros para distinguir un gobierno democrático de uno que no lo es, ya que la opción con mayor porcentaje es la de “no sabe”, aunque resalta que la escolaridad permite distinguir con mayor claridad los rasgos de un gobierno democrático. Por ejemplo, quienes lo caracterizan como democrático por la existencia de libertades son 6% en el promedio general, proporción que se duplica entre los entrevistados con estudios profesionales y de posgrado con 14 y 15% respectivamente. La Segunda ENCUP

también refl eja una baja satisfacción con la democracia. En este sentido, Conde destaca que la proporción de quienes se declaran muy satisfecho con la democracia se triplica entre quienes tienen estudios de posgrado. En lo que se refi ere a la tolerancia, muestra que quienes tienen mayor nivel educativo (profesional y posgrado) se manifi estan más tolerantes ante las diferencias. También resalta que las mujeres se muestran más intolerantes con respecto al promedio general.

Sobre el segundo componente de análisis, el de la participación, la Segunda ENCUP muestra que la Segunda ENCUP muestra que la Segunda ENCUPpolítica en general es un asunto muy complicado o complicado para dos tercios de los encuestados, por lo que tienden a escuchar sin participar (51%). El desinterés general por la política es contundente: sólo 9% afi rma estar interesado, no obstante a medida que aumenta la escolarización, aumenta el interés por la política. Las mujeres están menos interesadas en la política que los hombres, dato que se mantiene con-sistente respecto de la ENCUP 2001, en la que 72% de las mujeres declaró no haber hablado de política durante la semana. Aunado a esto, las encuestas revelan que la ciudadanía no sólo está desinteresada en la política, sino que la valora de manera negativa. En la ENCUP 2001 se solicitó a los encuestados que dijeran las dos palabras en las que piensan cuando escuchan la palabra política: 21% señaló corrupción en primer lugar y el 12% lo hizo en segundo lugar. No obstante que la política se considera un asunto complejo, 43% de los encuestados opina que contribuye a mejorar el nivel de vida de los mexicanos. Al igual que en el caso anterior, la proporción aumenta con la escolaridad.

En el terreno de la atención de asuntos públicos en el entorno inmediato, los encuestados confían en que los ciudadanos pueden infl uir en la solución de problemas como seguridad pública o calles, caminos y carreteras, mediante la participación ciudadana (22%) frente a 10% que cree que la solución está en pedir ayuda al gobierno.

Por último, sobre la valoración de los rasgos de la autoridad democrática y la confi guración de sus creencias al respecto del uso del poder público, los da-tos muestran que los mexicanos prefi eren un político honesto, aunque sea incapaz (34%) a uno capaz, aunque sea deshonesto (18%) �

Desafíos para el desarrollo de las competencias cívicas, la participación, la defensa de la democracia y la valoración de la autoridad democrática

SILVIA CONDE FLORES*

*CONSULTORA INDEPENDIENTE, ASESORA DEL IFE Y DE LA ORGANIZACIÓN DE ESTADOS IBEROAMERICANOS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA.

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Los retos de la cultura política en México

JULIA ISABEL FLORES DÁVILA*

Julia Flores apunta que, en una época de cambio de siglo y de cambio político caracterizado por la globalización, se afi anza la necesidad de que la

cultura política democrática sea un proyecto ciudadano J cultura política democrática sea un proyecto ciudadano Jy de toda la nación. Señala que los enfoques tradicionales en el estudio de la cultura política ya no son sufi cientes ni útiles para comprender la gran variedad de experiencias y agentes políticos y sociales del país.

Flores analiza la Segunda ENCUP y señala que los retos que enfrenta la cultura política en México son: la creación de ciudadanía ética, lo cual implica el entendimiento de la política en un sentido más amplio para la consolidación de una democracia de calidad en México; la tolerancia democracia de calidad en México; la tolerancia democracia de calidadcomo el componente más importante de los principios democráticos; la tolerancia a conductas de corrupción, la cual se encuentra vinculada a una concepción patri-monialista y paternalista del Estado; obediencia a la ley, la cual muestra una tendencia clara de incremento entre los entrevistados pasando de 36% en 1994, a casi 47% en 2003; la creación de confi anza como

elemento fundamental para evitar el debilitamiento de la organización social y el compromiso cívico, indispensables para la consolidación de la democracia; la participación en la que se distingue una disminución a través de los canales institucionalizados especialmente de los jóvenes y las mujeres; la migración como un fenómeno emergente cuyas implicaciones futuras para la cultura política aún no se tienen claras y, por último, la incorporación de nuevas tecnologías y medios, como la construcción de espacios de expresión y vinculación para nuevos grupos, en particular para los jóvenes.

Flores Dávila concluye observando una tendencia paulatina a la adopción de los valores de apertura y autonomía, que comienzan a expresarse en: el plano de la participación política, la cultura juvenil y la disponibilidad hacia la acción y el compromiso públicos; mientras que, en contraste, algunos procesos que contribuyen a la diferenciación cultural, como la movilidad social, parecen haberse estancado por el impacto de las crisis económicas �

*INVESTIGADORA ASOCIADA DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOCIALES DE LA UNAM.

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David Hernández centra su análisis de los resultados de la Encuesta Nacional de Compromiso Cívico 2003 en el tema del capital social. Parte de

algunos supuestos: 1) el capital social está extendido a lo largo de la sociedad, sin embargo, existe un mal reparto del mismo en México y 2) el capital social se genera con su uso y se pierde con el desuso, pero tiene costos de instalación implícitos.

Por ello los objetivos de su estudio son, por un lado, ilustrar que en México existe un mal reparto del capital social a través de la variable escolaridad y, por el otro, refl exionar en torno al concepto de “muerte social” aplicado a México.

Establece tres categorías de análisis: la disponibilidad (en el sentido de a quién acude la gente en ciertas situaciones), la participación (clasifi cada en individual con costos y sin costos; colectivaya sea cerrada o abierta y por pertenencia como asociacionismo) y la amplitud de las redes (en tres modalidades: vertical hacia arriba, vertical hacia abajo y por último, horizontal).

Hernández concluye señalando que se identifi ca una división tripartita de la sociedad según su capital en función de la escolaridad, al tiempo que destaca la existencia de un segmento sin condiciones de acceso al capital social y al que se puede señalar como “socialmente muertos” �

Distribución de capital social en México por escolaridad

DAVID HERNÁNDEZ CORROCHANO*

*PROFESOR E INVESTIGADOR DE LA FLACSO-MÉXICO.

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Fundación Este País, A.C.

Presidente de la Junta Directiva Federico Reyes Heroles

ConsejerosRosa María Rubalcava

y Fernando Serrano Migallón

Director Ejecutivo Eduardo A. Bohórquez

Coordinadora GeneralIris Montero

Unidad de InvestigaciónDaniel Aguado, Michelle del Campo y

Roberto Castellanos (investigadores residentes) Adriana Alcántara y Nuria Mendizábal

(investigadoras asociadas)

Unidad de Comunicación EstratégicaAdriana Amezcua, Marcela Rivas y Eileen Truax

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Adquisición del conocimiento político en regiones de México

JULIA ISABEL FLORES DÁVILA*

*INVESTIGADORA ASOCIADA DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOCIALES DE LA UNAM.

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Julia Flores indaga sobre los factores que infl uencian a los ciudadanos para adquirir conocimientos políticos básicos. Para ello examina primero la relación teórica

entre los niveles de conocimiento y la existencia J entre los niveles de conocimiento y la existencia Jde una democracia que rinda cuentas y, en segundo lugar, presenta una revisión empírica del problema con base en los resultados de la encuesta La naturaleza del Compromiso Cívico del IFE, a través de las 9 regiones en las que se dividió el país y en donde existen variaciones en la adquisición de conocimiento político. Esto con el fi n de ubicar los factores socioeconómicos y socio-culturales subyacentes responsables de moldear o no la adquisición de información.

Para corroborar cómo los niveles de sofi sticación política pueden variar en distintos contextos políticos, culturales y socioeconómicos, calcula tres índices: 1) índice de sofi sticación política (interés en la política, nivel de información sobre política y conocimiento de política); 2) factores de capital social (participación en asociaciones, confi anza en los demás y confi anza en el gobierno); y 3) factores socioeconómicos (escolaridad e ingreso). Adicionalmente para conocer el contexto regional utilizó el índice de marginación de Conapo.

Flores Dávila concluye que, si bien en las democracias occidentales con sistemas de partidos instituciona-lizados los votantes mal informados pueden proteger sus intereses al recaer en la identifi cación partidista como un atajo ideológico, en México, los partidos políticos proveen a los votantes de información menos útil. En estas condiciones, los ciudadanos buscan información básica en el entorno que los rodea, por ejemplo, a partir de sus vecinos. Señala también que son profundas y sistemáticas las variaciones en las regiones en la adquisición del conocimiento político. Estas variaciones se explican por factores generalizables que usualmente trascienden los contextos político-culturales específi cos.

Una vez que las variaciones en educación e ingreso, los niveles de participación en organizaciones y los niveles de confi anza se toman en cuenta en forma agregada, Julia Flores encuentra que las diferencias regionales desaparecen. Finalmente, plantea que los niveles individuales de adquisición de conocimiento po-lítico están fuertemente infl uenciados por el contexto socioeconómico de las personas y especialmente por los niveles de pobreza �