Enemigos Del Alma Resentimiento

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Carpeta N°2 – LOS ENEMIGOS DEL ALMA – Lección 2: EL RESENTIMIENTO Introducción: El Señor Jesús murió por nuestros pecados para reconciliarnos con el Padre (Romanos 5:11). Nuestro corazón debe llenarse de gozo al pensar en que nuestro amado Señor ha entregado su propia vida para que podamos recibir el perdón de los pecados, aún de aquellos que no nos atreveríamos a mencionar: “Y vosotros, estando muertos en pecados (...) os dio vida juntamente con Él, perdonándoos todos los pecados” (Colosenses 2:13). Si Jesús ha hecho tal obra por nosotros: ¿No deberíamos perdonar a los demás?, ¿no deberíamos aceptar a los demás como son?, ¿no deberíamos aborrecer nuestra falta de perdón? La mayoría de las personas que hoy están recibiendo consejería son personas amargadas, airadas, y resentidas. Los sentimientos retenidos corroen al individuo, hasta que algunos llegan a transformarse en incapacitados emocionales y enfermos físicos. Su capacidad para actuar se reduce, disminuyendo su eficiencia. Con frecuencia tienen dificultades para dormir y para relacionarse, tanto en su familia como fuera de ella. 1 Parábola de los dos deudores: Meditemos en la parábola de los dos deudores (Mateo 18:23-45). a) De allí podremos extraer las siguientes lecciones: El que no perdona es egoísta, porque Él recibe el perdón de Dios, pero no está dispuesto a perdonar. El que no perdona exige de los demás una perfección que él mismo no tiene. El que no perdona será juzgado por Dios, con la misma vara con la cual él está midiendo a los demás. Que nuestro lema para con el prójimo sea: “La misericordia triunfa sobre el juicio” (Santiago 2:13). b) Señales de una persona que no perdona: Deseo de hacer justicia por mano propia. Obsesión en cuanto a pensar y hablar del tema. Una angustia amarga “porque donde hay contención, hay perturbación y toda obra perversa” (Santiago 3:16). Serias dificultades para orar. Espíritu y actitudes irritables.

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  • Carpeta N2 LOS ENEMIGOS DEL ALMA Leccin 2: EL RESENTIMIENTO

    Introduccin: El Seor Jess muri por nuestros pecados para reconciliarnos con el Padre (Romanos 5:11). Nuestro corazn debe llenarse de gozo al pensar en que nuestro amado Seor ha entregado su propia vida para que podamos recibir el perdn de los pecados, an de aquellos que no nos atreveramos a mencionar:

    Y vosotros, estando muertos en pecados (...) os dio vida

    juntamente con l, perdonndoos todos los pecados (Colosenses 2:13). Si Jess ha hecho tal obra por nosotros: No deberamos perdonar a los dems?, no deberamos aceptar a los dems como son?, no deberamos aborrecer nuestra falta de perdn? La mayora de las personas que hoy estn recibiendo consejera son personas amargadas, airadas, y resentidas. Los sentimientos retenidos corroen al individuo, hasta que algunos llegan a transformarse en incapacitados emocionales y enfermos fsicos. Su capacidad para actuar se reduce, disminuyendo su eficiencia. Con frecuencia tienen dificultades para dormir y para relacionarse, tanto en su familia como fuera de ella. 1 Parbola de los dos deudores: Meditemos en la parbola de los dos deudores (Mateo 18:23-45). a) De all podremos extraer las siguientes lecciones: El que no perdona es egosta, porque l recibe el perdn de Dios, pero no est

    dispuesto a perdonar. El que no perdona exige de los dems una perfeccin que l mismo no tiene. El que no perdona ser juzgado por Dios, con la misma vara con la cual l est

    midiendo a los dems. Que nuestro lema para con el prjimo sea: La misericordia triunfa sobre el juicio

    (Santiago 2:13). b) Seales de una persona que no perdona: Deseo de hacer justicia por mano propia.

    Obsesin en cuanto a pensar y hablar del tema. Una angustia amarga porque donde hay contencin, hay perturbacin y toda obra

    perversa (Santiago 3:16). Serias dificultades para orar. Espritu y actitudes irritables.

  • c) Consecuencias por no perdonar: Dios no nos perdona (Lucas 6:37).

    Pierde la bendicin (1 Pedro 3:8-12).

    Le da lugar al diablo (Efesios 4:26-27).

    Se levanta una barrera con la que dividimos el cuerpo de Cristo y por lo tanto

    despreciamos la Santa Cena. Por tal motivo es inminente que arreglemos nuestra cuenta con quien sea para que podamos celebrar la Cena del Seor tal como Jess la instituy, y as conmemorar lo que l hizo por nosotros.

    d) Qu hacer cuando alguien tiene resentimiento? (leer Mateo 5:23-24):

    Debemos acercarnos a la persona. Aunque no le hayamos hecho nada, no podemos dejar a nuestro hermano dolido, con amargura o resentimiento. Acercarnos y decirle que lo notamos distinto, y tratar de agotar todos los recursos para arreglar nuestra situacin con la persona y lograr estar en paz.

    e) Cmo actuar cuando nos enteramos que un hermano tiene algo en contra de otro?:

    Tambin debemos tratar de que, dentro de nuestras posibilidades, haya paz entre ellos (en lugar de dar lugar solamente al chisme). Bienaventurados los pacificadores nos dice el Seor. Debemos imitar a Jess en amor y mansedumbre y as tenemos que ayudar a quienes han pasado por algn conflicto. Es nuestra responsabilidad orar por los que viven en amargura y falta de perdn, as como lo declara la Palabra en 1 Juan 5:16: ...y Dios les dar vida.

    f) Cmo liberarnos de la falta de perdn?: Reconociendo nuestro pecado delante de Dios.

    Pidindole a Dios que nos ayude con su amor a perdonar.

    Hablando con la persona con toda franqueza, con un espritu humilde y reconciliador.

    Un sencillo modelo de oracin podra ser:

    Dios mo eres T el que perdona todos mis pecados, Te alabo por tu misericordia y te ruego en esta hora que perdones mi

    amargura y mi falta de perdn. Quiero caminar en rectitud e integridad. Aydame a estar en paz con mis hermanos y a restaurar todo el dao que haya

    ocasionado. Te lo pido en el nombre de Jess. Amn.

    Ao 2015 Pastores Claudio y Betty Freidzon

    Iglesia Rey de Reyes

    Carpeta N 2 LOS ENEMIGOS DEL ALMA Leccin 2: EL RESENTIMIENTOY vosotros, estando muertos en pecados (...) os dio vidajuntamente con l, perdonndoos todos los pecados (Colosenses 2:13).a) De all podremos extraer las siguientes lecciones:

    Dios mo eres T el que perdona todos mis pecados, Te alabo