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ENFERMERA FACULTATIVA

ReflexionesFilosfico-ticas

CECILIO ESEVERRI CHAVERRI

ENFERMERA FACULTATIVA

ReflexionesFilosfico-ticas

M a d r i d - B u e n o s A i r e s - M x i c o

2006 Cecilio Eseverri [email protected]

Dibujos interiores: Antonio Marset BozaDibujo portada: Vctor Martn Martnez

Ediciones Daz de Santos, S. A.

Depsito legal: M. 32.473-2006ISBN: 84-7978-777-5

Fotocomposicin: wgw.Comunicacin y Diseo, S. L.

Impreso en Espaa-Printed in Spain.

Reservados todos los derechos. Queda totalmente prohibido la reproduccintotal o parcial de este libro por cualquier procedimiento electrnico o mecni-co, influyendo fotocopia, grabacin magntica o cualquier sistema de almace-namiento o recuperacin de informacin, sin permiso escrito del autor o de lasinstituciones consideradas representativas legales del mismo.

E-mail: [email protected]://http:www.diazdesantos.es/ediciones

Impresin: Fernndez Ciudad, S. L.Encuadernacin: Rstica-Hilo, S. L.

Las funciones de Enfermera, son:

La direccin,evaluacin

y prestacinde los cuidados de Enfermera orientados a la promocin,

mantenimiento y recuperacin

de la salud, as como a la prevencin de enfermedades

y discapacidades.

BOE. Ley de Ordenacin de las Profesiones Sanitarias, LOPS. 2003.

Lo que necesitamos es cosechar las aplicaciones prcticasde todas las escuelas filosficas

para planear la forma de salir de nuevo a la superficie.

Terapias, terapias por todas partes,y ni pensar en pensar.

Lou MARINOFFEn Ms Platn y menos Prozac

Introduccin

La tica en la hospitalidad, en la enfermera, no es de hoy, es de siempre.La conocemos practicada profusamente en la Biblia, en la Odisea e Iliada,en el Corn con el rito del fuego encendido y del fuego apagado. Se tratade destacar la figura del anfitrin y la figura del husped, del viajero o deldesconocido. Ritual descrito y practicado, tambin, por la mayor partede los pensadores y grandes filsofos de la humanidad. En este campoactualmente encontramos la tica de la hospitalidad en los derechos ydeberes incluidos en las leyes, en los valores humanos.

Enfermera es hoy, como siempre, el paradigma del anfitrin queacoge al husped: al desconocido, al distinto, al enfermo. Y les deberemosdar a los necesitados de salud regalos pertinentes: atenciones, apoyo, com-prensin, prxis, tica hospitalaria. Esto es, virtudes de la vida civilizada.Humanizada. Todos somos viajeros, huspedes distintos en este mundo.Todos necesitamos de un anfitrin, de un bba, de alguien generoso ybueno que nos acoja con paz y bien.

Hoy la tica tal vez se palpa y se vive como algo, ente, ser, que se intro-yecta en todas las profesiones y en todas las formas y maneras de actuar,de vivir las personas. Pero este actuar, este vivir, se ha de notar, se ha deapreciar, se ha de ver plasmado en lo que cada uno hace. En lo que senti-mos. Por tanto, no se ha de reducir a lo privado. Si nuestra tica se redu-jera a algo privado no generara cultura ni profesionalidad.

X ENFERMERA FACULTATIVA, REFLEXIONES FILOSFICO-TICAS

Enfermera facultativa, reflexiones filosfico-ticas, est ahora entretus manos para que intentes pensar. Pensar en la filosofa, en lo que nosaportaron los grandes filsofos aunque no estn aqu presentes mas queunos pocos. Pensar en nuestra historia profesional. Pensar es lo que hace-mos, o no hacemos, en nuestro actuar enfermero. Pensar, meditar, refle-xionar, algo siempre muy humano, muy de relacin de ayuda, muy propiode enfermera. Porque ahora nos toca pensar en la cultura, filosofa, ticahospitalaria, de la asistencia y cuidados enfermeros.

C.E.CH.

ndice

Introduccin ....................................................................................

PARTE I:FILOSOFA DE ENFERMERA: PRINCIPIOS TICOS

1. Esttica y tica enfermera............................................................2. tica, razn y felicidad enfermera ..............................................3. Enfermera, tica y donaire..........................................................4. Enfermera y naturalismo tico....................................................5. Enfermera y la tica estoica........................................................6. Enfermera en la tica medieval cristiana ....................................7. tica enfermera en el siglo XVI ....................................................8. El mtodo en la tica enfermera ..................................................9. Enfermera y tica kantiana ........................................................

10. El arte de la enfermera hegeliana ..............................................11. Existencialismo y enfermera ......................................................12. Antropologa y tica enfermera....................................................13. tica enfermera, investigacin y desarrollo ................................14. Metafsica y enfermera ..............................................................15. Biotica y enfermera ..................................................................16. Biotica enfermera: libertad y conducta ......................................

IX

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XII ENFERMERA FACULTATIVA, REFLEXIONES FILOSFICO-TICAS

17. Biotica y calidad enfermera ......................................................18. Enfermera y buen criterio ..........................................................19. tica enfermera: tragedia, lucha ..................................................20. tica enfermera: inteligencia sentiente ........................................21. tica de la enfermera raciovitalista ............................................22. tica de la enfermera antropolgica ..........................................23. tica enfermera: ser y conducta ..................................................24. tica enfermera para el mundo personal ....................................25. Enfermera, tica y poltica ........................................................26. tica enfermera: primum non nocere ..........................................27. tica enfermera: felicidad, buenos sentimientos ........................28. tica enfermera: educar para la vida ..........................................29. Enfermera: sabios morales ........................................................30. tica enfermera. Anlisis bibliogrfico ......................................31. Enfermera: liderazgo y tica ......................................................32. Enfermera, salud mental y tica ................................................33. Enfermera, Alzheimer y tica ....................................................34. Enfermera, drogas y tica ..........................................................35. Enfermera, tica y educacin sexual ..........................................36. Enfermera, tica y los nios ......................................................37. Enfermera, tica y los ancianos ..................................................38. Valores humanos y tica en enfermera ......................................39. Enfermera, tica y aborto ..........................................................40. Enfermera, tica, embriologa y clonacin humana ..................41. Enfermera y predeterminacin del sexo ....................................42. Enfermera ante el final de la vida ..............................................43. Eutanasia y enfermera (morir con dignidad) ..............................44. Enfermera ante la muerte............................................................45. La sociedad actual ante la muerte ..............................................46. Enfermera, tica y trabajo en equipo ........................................

PARTE IIENFERMERA, TICA DE SIEMPRE, PARA SIEMPRE

47. Relacin de ayuda ........................................................................48. Esttica asistencial con el enfermo ..............................................49. Biotica enfermera ......................................................................

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INDICE XIII

50. Quin cuida a los cuidadores?....................................................

PARTE IIIHOSPITALIDAD COMO TICA ENFERMERA

51. Espiritualidad y cuidados ............................................................

Bibliografa........................................................................................

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PARTE I

Filosofa de enfermera:principios ticos

1Esttica y tica enfermera

No sabemos, ignoramos, si corren buenos tiempos para la reflexintica, deontolgica, pero opinamos que no son peores que otros anterio-res. No se trata de los tiempos, sino de nosotros.

Los hombres, las personas, los profesionales, enfermera, podemos incli-narnos por multitud de teoras filosficas, estticas, ticas, morales. Nosotros,los profesionales de enfermera, en estos planteamientos que seguiremosaportando, nos centraremos en una mocin por la moralidad, en una mocinpor la felicidad como bien social, primeros filsofos griegos y romanos, ypor la tica de la virtud segn el Estagirita. O, en el devenir de los tiempos,el imperativo categrico kantiano como el autorrespeto y el amor al prji-mo, razn prctica, precisa Blas Matamoro citando a John Rawls, porque larazn, nada pura ni virtuosa, tiene sus motivos y persigue intereses.

La razn prctica, retoma Matamoro, es una razn del hecho, delquehacer, intuitiva y sentimental, emprica, libre por espontnea, quequiere la felicidad de todos porque est en todos y atiende a las verdade-ras necesidades humanas. (John Rawls, Lecciones sobre historia de lafilosofa moral. Ed. Paydos. Barcelona, 2002).

* * *

A la tica le precede la esttica. No es posible, es imposible, que crea-mos actuar ticamente cuando la operatividad, las relaciones humanas y

4 ENFERMERA FACULTATIVA, REFLEXIONES FILOSFICO-TICAS

tcnicas profesionales resultan desagradables a la vista, al buen trato, almejor gusto, al confort, incluso. Lo antiesttico es antitico.

La calidad es el parmetro de lo esttico y, por tanto, de lo tico. Perola calidad ha de ser sometida a control, hablemos de control de calidad.Para dar calidad necesitamos recursos humanos, tcnicos y ambientales.La calidad demanda, tambin, adquirir buenas costumbres. Aristteles ensu filosofa nos dice que los hbitos se consiguen por repeticin deactos. De ah la importancia de repetir actos buenos. La calidad es labondad y viceversa. La calidad es el fruto de la bondad.

Y nos preguntamos o nos preguntan para que respondamos qu es eso dela calidad y de su control. Muchas definiciones tendramos o podramosenunciar aqu. Estos conceptos son como los diamantes, con muchas face-tas. Con, a veces, distintos significados. Tendramos que aceptar, en primerlugar, que los conceptos de calidad y de control son eso: diamantes, comodiamantes. Y que, por tanto, en s mismos encierran mucho valor.

Pero los diamantes son, tambin, cortantes. Tienen capacidad de gra-bar y de cortar. Por esto hay que trabajar estos elementos con cuidado, conrespeto, con seguridad.

La calidad tendremos que buscarla siempre en cada una de nuestrasobras emprendidas. La sociedad no puede permitirse conseguir u ofertarproductos mal acabados, resultados sospechosos de contener baja calidad.

Estos son los caminos que nos hemos de marcar: calidad, bondad, est-tica, tica. Ah, aqu, est el reto. El lema podra ser este: Enfermera escalidad! Por tanto, esttica, tica, buen gusto. Este ser nuestro trminomedio, siguiendo la Carta a Nicmaco de Aristteles.

2tica, razn y felicidad enfermera

Enfermera ha ido siempre de la mano de tica. Desde los ms remo-tos tiempos. Porque parten, porque sus respectivos principios filosficos,aspiran a conseguir el mismo fin: la felicidad. Nos lo ratifica, desde lafilosofa romana, el mismo Sneca al inicio de su obra sobre La Felicidaddice: Todos los hombres, hermano Galin, quieren vivir felices. Clararesonancia con el comienzo de la metafsica de Aristteles.

Fue Aristteles, precisamente, quien reestructur acadmicamente latica. l es quien en su Moral a Nicmaco dio forma y contenido cient-fico a su teora del bien y de la felicidad. Son estos los contenidos que per-sigue, en su pensar y en su hacer, la antigua y moderna enfermera: bien-felicidad. Esta es la filosofa de siempre. Y Sneca precisa: el sumo bienes un alma que desprecia las cosas azarosas y se complace en la virtud.

Por tanto, el fin supremo del hombre es la virtud, la felicidad. ElEstagirita, hijo del mdico Nicmaco, discpulo de Platn, se plantea que:el bien en cada gnero de cosas es el fin en vista del cual se hace todolo dems. La actividad, regida por la virtud, es la ms alta condicin dela felicidad del hombre. La felicidad no es un efecto del azar. La felicidadhay que buscarla, hay que conseguirla, es el resultado de nuestros esfuer-zos. Y nos precisa categricamente: la virtud es la verdadera felici-dad. Por esto, nos aporta y recuerda el cordobs Sneca, hijo de Snecael Retrico: es feliz el que tiene un juicio recto.


Por cuanto antecede y ms que podramos aadir, Aristteles se cues-tiona y desarrolla acadmicamente la teora de la virtud. Y nos aporta yensea que un tratado de moral no debe ser una pura teora, sino antetodo un tratado prctico. Por esto nos habla de la dificultad de ser vir-tuosos y nos da doctrina prctica para alcanzar la virtud.

Son muchas las virtudes que hemos de conseguir para llegar a ser feli-ces. Virtudes que, puestas en prctica por los profesionales de enfermera,conseguida la felicidad por cada uno de los profesionales enfermeros,har que transmitamos estos bienes a nuestros atendidos. Todo es y resul-tar como un reto y un triunfo profesional, humano, nuestro.

* * *

Actualmente, ya metidos en la posmodernidad, ya ciudadanos del sigloXXI, parece que suena a raro, a extrao, a trasnochado, a caduco, hablar,tratar de la virtud, de las virtudes. Pero esto es lo que tenemos que cues-tionarnos cuando nos movemos en el campo de la filosofa, de la tica:que para ser felices antes tendremos que lograr ser virtuosos. Lo diceAristteles, lo precisan Sneca y Kant, lo ratifica el sentido comn. Lafilosofa antigua es la filosofa de hoy. Es y ser la filosofa de siempre.Esta es la filosofa, la verdad de Aristteles, la verdad de todos los filso-fos y de todos los tiempos: el arte, la ciencia, la prudencia, la sabiduray la inteligencia. La virtud y la felicidad.

Y precisamos, con el psiquiatra Carlos Castilla del Pino en su ltimolibro Casa del Olivo, 2004: el primer deber del hombre es tratar de serfeliz y eso supone todo un aprendizaje.

3Enfermera:tica y donaire

De entre las muchas virtudes o cualidades que Aristteles precisa ensu tica como imprescindibles para lograr el bien-felicidad destacamosel valor, la liberalidad, la magnificencia, la mansedumbre, el espritusociable, la veracidad, el pudor, la justicia, la equidad, la esttica, eldonaire en el decir y en el hacer. Enfermera vive y ejercita en su trabajodiario todas estas cualidades y otras muchas ms. Son temas importantes,necesarios, en nuestro pensar y en nuestro hacer.

El donaire, el buen humor, agudeza mental y relacional, gallar-da, garbo, salero, gracia, soltura, buen tono, es algo, mucho, que hade acompaar y distinguir a los profesionales de enfermera. En elcampo sanitario no hay, no debera haber, espacios para la tristeza.La persona de buen tono, precisa Aristteles, sabe guardar un justomedio entre el bufn que solo se propone hacer reir, y la persona dehumor spero, que de nada se re. Y nos habla de la gracia de buengnero, de las reglas por las que se rige siempre la persona bien edu-cada.

Son pocos los filsofos, son muy pocos los profesionales enferme-ros, no hay ninguna Escuela Universitaria de Enfermera, que sehayan cuestionado crear una asignatura, que hayan formulado o pro-puesto desarrollar algn seminario o taller profesional centrando sus


contenidos en la esttica y en el donaire-buen humor-buen tono*. Laenfermera de cada da no es tema para tomarlo a broma, se nos puededecir. Y es verdad, no preconizamos que nuestra profesin resulte algodevaluada, falta de sentido, con sensacin de ridculo. Nuestra accin pro-fesional tiene valor moral, ciertamente. Esto es un deber.

Nosotros, desde enfermera, preconizamos los contenidos, todos, de lafilosofa nicmaca. Por tanto, de entre todas las cualidades o virtudes,tambin la del donaire. Donaire, es decir, dar. Discrecin y gracia en loque se dice y en lo que se hace. Algo gracioso y agudo. Gallarda, genti-leza, soltura, nos precisa el Diccionario de la R.A.E. La vida profesionalsanitaria con sentido, con estilo alegre, optimista, estimulador, de buentono y gracia.

En algunos hospitales, pocos, especialmente en reas para nios, hancomenzado a aceptarse los Payasos Voluntarios o los Voluntarios Payasos.Es una faceta nueva de la oferta asistencial que debera ser respaldada,propuesta y apoyada, por Enfermera. El donaire, el humor, tambin sanany/o refuerzan la terapia sanadora.

Un ejemplo nuestro, claro y reciente. En Enfermera Actualidad,noviembre de 2.000, pg. 20, podemos leer: Una joven con parlisiscerebral mejora gracias a Bertn Osborne. Humor, simpata, msica dis-tendida. Buen medicamento! Buena terapia curativa! La capacidad decurar tal vez corresponda a los profesionales sanitarios, el don de sanar espatrimonio humano universal. En la misma lnea encontramos en la revis-ta poca, n 987, del 16 al 22 de enero de 2004, pg. 56-59, el artculoRisoterapia, curarse a carcajadas, de Eva Reuss.

*Despus de escrito lo que antecede, precisamos que en Cursos de Humanidades Contemporneas, Laenfermera en la cultura contempornea, Universidad Autnoma, Madrid, E.U. de Enfermera La Paz,Departamento de Psicologa Bsica, se han dictado, 21, 04, 05, los temas: La dramaturgia de los cuida-dos y El humor, una forma de cuidado. La enfermera en escena.

4Enfermera y naturalismo tico

Enfermera, por fuerza y razn de su larga historia profesional y humana,ha sido y est siendo influenciada por multitud de ideas, de filosofas, de sen-timientos ticos y morales. Muchas de estas influencias provienen de la msantigua filosofa y, con fuertes trazos, perduran hoy, metidos en el siglo XXI.No ya las enseanzas de la Academia platnica o del Liceo aristotlico, sino,tambin, del epicuresmo o Escuela del Jardn, 341-270, o de la EscuelaEstoica o del Prtico, de Zenn de Citium, 335-263, hasta la posmodernidad.

Epicreo de Samos se separa un tanto del concepto tico aristotlico sobrela felicidad o eudaimona, la vida feliz, buena. Y preconiza la tica hedonista,bsqueda de la felicidad entendida como placer, satisfaccin sensible. En cier-ta manera, placer sensual e inmediato, hedon. Pero lo cierto es que encerrabaen su filosofa un significado ms maduro de lo que se ha venido interpretan-do a lo largo de los siglos. Aspira a lo que proporciona mayor placer y menordolor, sentido actual de la asistencia a los enfermos. Y se cuestiona que son doslas condiciones que hacen posible la verdadera sabidura y la autntica felici-dad: el placer y el entendimiento calculador para saber y lograr el adecuadoplacer a lo largo de la vida. Y todo sin temor a la muerte.

En su Carta a Meneceo nos dice a todos, por tanto a los profesionalesde enfermera: que ninguno por ser joven vacile en filosofar, ni por lle-gar a la vejez se canse de filosofar. As que deben filosofar tanto eljoven como el viejo.


A los profesionales de enfermera parece que nos dice: es preciso quenos ejercitemos en aquello que produce felicidad. Y esto, ciertamente, enel aspecto personal como aspiracin a lograr en nuestro trabajo profesio-nal. El placer es el principio y consumacin de la vida feliz. Todo placer,por tener naturaleza innata, es bueno, pero, sin duda, no todos son dignosde ser escogidos. Conviene juzgar todas estas cosas con una justa medi-da a la vista de lo til y lo intil. Conociendo bien estas clases de deseoses posible referir toda eleccin a la salud del cuerpo y a la sanidad delalma, porque en ello consiste la vida feliz. Cuando decimos que el placeres el objetivo final, no nos referimos a los placeres de los vicios, comocreen algunos o interpretan mal nuestra doctrina, sino al no sufrir doloren el cuerpo ni estar perturbado en el alma.

Esta doctrina epicrea est hoy vigente en nuestra sociedad y, cierta-mente, es aplicable a nuestro saber y entender profesional y aun humano-personal. Nos dice Adela Cortina: Epicreo se distancia de un ciertohedonismo ingenuo para proponer como ideal de felicidad el goce mode-rado y sosegado de los placeres naturales, vinculados a las verdaderasnecesidades del cuerpo y del alma. Esto es o resulta nuestro naturalismode la tica enfermera.

A veces, durante muchsimos aos, se ha criticado y minusvaloradotodo cuanto nos aportan las filosofas y los contenidos del naturalismo,del estoicismo. Porque lo entendamos e interpretbamos con un sentidobiologista, naturalista, vitalista. Pero, incluso, a estos conceptos preceden-tes podemos conseguir darles un contenido positivo, realista, provechosopara nosotros como personas individuales y para la atencin de cuantosestamos obligados a cuidar-sanar desde enfermera.

5Enfermera y la tica estoica

La escuela filosfica del Prtico, stoa, de alcance greco-romano, es pos-terior a la academia aristotlica y contempornea a la doctrina de Epicuro. Elfundador de la escuela estoica fue Zenn de Citium, 335-263. Pero la verda-dera animacin de la misma se debe a Crsipo. Resulta ya una filosofa deca-dente. Combate tanto a Aristteles como a Epicuro. Entre sus seguidoresencontramos a Epicteto, del rea griega y, posteriormente, a Cicern, Snecay Marco Aurelio, emperador, de influencia romana.

Para los estoicos slo existe la materia, lo que impresiona a los senti-dos, lejos, por tanto, de las ideas del Liceo como de la Carta a Meneceo,de Epicuro. Aun as, Epicteto cita repetidas veces y favorablemente aScrates, a quien recomienda imitemos.

Su ideal es la figura del sabio, que slo hace lo que le ordena la razn,que vive como le exige la naturaleza. Dominan sus afectos, soportan elsufrimiento y el dolor con resignacin estoica. Lo suyo es la apata, ata-raxia. La felicidad y la virtud son para los estoicos de Crsipo la confor-midad. Son partidarios del derecho natural y de la libre ciudadana mun-dial. Para los estoicos la razn recta es la virtud. Mantienen la idea ticadel deber como algo propio suyo y exigen la libertad de la voluntad. Algoque en cierta manera se contradice.

Epicteto no se pregunta por cul es su pas, sino que declara: soy ciu-


dadano del mundo. La principal y ms importante de todas las cosas, lams universal, es el sistema compuesto por los hombres y dios, precisa.Y aade: Mostradme un estoico, si tenis alguno... Mostradme un hom-bre enfermo y feliz, en peligro y feliz, moribundo y feliz, exiliado y feliz,despreciado y feliz.

Lucio Anneo Sneca, 4 a. C.-65 d. C., cordobs, hijo de Sneca el ret-rico, nos precisa: todos los hombres, hermano Galin, quieren vivir feli-ces. Y nos encuadra las claves antropolgicas que sirven para la tica, lasnormas de moralidad, de la felicidad verdadera: busquemos algo bueno,no en apariencia, sino slido y duradero. La virtud, segn l, como defi-nicin del sumo bien. Tambin nos recuerda la libertad del sabio, del pla-cer y felicidad: es feliz el que tiene un juicio recto. El placer sobreviene,incluso, a la vida ms infame... La virtud no admite una mala vida. La natu-raleza es quien tiene que guiarnos, la razn la observa y consulta. Laverdadera razn est inserta en los sentidos y toma all su punto departida. Yo niego que nadie pueda vivir agradablemente si no vive tam-bin a la vez virtuosamente. Y termina con un axioma, con un gritoautnticamente estoico: obedecer a dios es libertad.

Enfermera tiene mucho que aprender de todo esto: libertad, virtud,esfuerzo, deber, sacrificio, sabidura, humanizacin, naturaleza... JulinMaras nos dice que esta filosofa es una doctrina para tiempos duros,una moral de aguante. Soporta y renuncia: difcilmente se podr encon-trar una frmula mejor de moral de mnimos para tiempos procelosos...Claro que hay una posibilidad distinta: la de una moral de mximos,capaz de superar la situacin apoyndonos en un Dios salvador. Y tododesechando siempre la apata, la ataraxia.

6Enfermera en la tica medieval cristiana

Siguiendo el proceso histrico de la tica, tras los grandes filsofosclsicos nos encontramos con la tica cristiana. Seamos creyentes o no,esta es una realidad que resulta imposible soslayar.

El cristianismo no es una filosofa. Es una religin, precisa JosRubn Sanabria. Con todo, prosigue Sanabria, influy grandemente en lacultura oriental y occidental y, por lo mismo, en la filosofa, hubo unatransmutacin de los valores ticos.

El Dios cristiano difiere en mucho de los dioses clsicos grecolati-nos e, incluso, en buena parte, de la cultura hebrea. El Dios cristiano senos presenta, es, trascendente, creador y providente. El hombre es cre-ado por Dios, como en los filsofos antiguos, pero aqu no queda lahumanidad perdida en el mundo. Desde su origen son elevados loshumanos al orden sobrenatural. Aqu tambin, y con mayor intensidad,la filosofa cristiana tiende a la felicidad, de la que nos hablabaAristteles. Tambin el cristiano retoma las virtudes de las que nosdocumentaba el estagirita. Pero ahora estas virtudes estn orientadashacia el Absoluto. Pasan de ser virtudes ticas a resultar teologales: fe,esperanza y amor. Pero, tambin, virtudes capitales o cardinales: pru-dencia, fortaleza, veracidad, tolerancia y justicia general o legal, dis-tributiva y conmutativa, Sanabria.

ENFERMERA EN LA TICA MEDIEVAL CRISTIANA 15

Enfermera puede profundizar y enriquecerse ms con estos temas. Latica medieval cristiana est marcada o encuadrada, para Adela Cortina yEmilio Martnez, por Agustn de Tagaste, quien nos precisa que la vidafeliz se centra en el encuentro amoroso con el Dios-Padre. ParaAgustn hay moral porque necesitamos encontrar el camino de regreso anuestra casa original, dice Adela Cortina. Y apoya Adela Cortina estamoral en la obra que nos leg Jesucristo: amar a Dios sobre todas lascosas y al prjimo como a uno mismo. Regla de Oro en el campo de latica. Toda la sociedad quiere paz, la paz es orden. El bien es difusivo,transmisible, expansivo.

Toms de Aquino centra su teologa en la doctrina aristotlica: haymoral porque todos queremos ser felices, eudaimona. En la SumaTeolgica precisa que el objeto de la voluntad es el bien universal.Centra su tica en la conciencia, clave de la vida moral cotidiana. En ladoctrina-filosofa de Toms de Aquino nuestra semejanza con Dios tam-bin se manifiesta en la creatividad, precisa y termina Adela Cortina.

La tica medieval cristiana, para enfermera, es rica en aportes doctri-nales. Especialmente a travs de Isidoro de Sevilla en lo sanitario y en susteoras hilemrficas, materia y forma; Boecio con su estructura metafsi-ca de los entes; Anselmo de Canterbury con la nocin de la verdad; PedroAbelardo mediante los universales; Alberto Magno con la fe y la razn ocon sus Comentarios a la tica Nicomaquea; Ramn Llull y sus Razonesnecesarias; Juan Duns Escoto con su separacin entre metafsica y teolo-ga sobrenatural.

Es interesante sacar paralelos entre esta larga historia de la ticamedieval cristiana y la, tambin larga y bien documentada, historia de laenfermera del medievo. La verdad es que con un estudio meticuloso ycomparativo, la enfermera universal, especialmente la europea y muyparticularmente la espaola, obtendramos un extraordinario corpus pro-fesional tico de mucho alcance, trascendencia y bien cimentada en losprincipios de la tarea asistencial y de prestacin de cuidados.

7tica enfermeraen el siglo XVI

El Siglo de Oro espaol es el punto de unin, una conjuncin en la tica,entre el pasado y el futuro. Al siglo XVI llegan las tendencias del comporta-miento tico del pasado, un tanto resquebrajado, deshilachado, tal vez, por eluso inadecuado, y las nuevas ideas de la modernidad que aportan los ide-logos europeos del momento. Este encuentro filosfico-teolgico-social-cultural desencadena entrecruzamientos ideolgicos-pragmticos duros,complejos y difciles de asumir. Todo requiere su tiempo para ubicarse ade-cuadamente en el nuevo mbito de la conciencia humana-humanista.

Lidia Feito Grande nos invita en su libro sobre tica profesional enfer-mera a pensar la enfermera. Buena, muy buena idea: pensar. Esto signi-fica para ella analizar un quehacer; opinar que nos movemos en una situa-cin de indigencia del ser humano; es preguntarse por una concepcin delser humano; es atender al ejercicio de nuestra profesin; incorporacin anuestra relacin humana de los valores ticos, en dos aspectos: como fun-damento de la labor enfermera y en referencia a los conflictos que supo-ne poner en prctica los valores en la relacin humana.

El siglo XVI estuvo iluminado por muchas mentes, por muchospensamientos, comprometidas con la modernidad de las ciencias, lasartes, la filosofa, la cultura, la accin sociosanitaria potenciadoras delas prestaciones asistenciales, de la tica enfermera en el pensar y enel hacer.


Juan Luis Vives, 1526, en su libro Socorro de los pobres, nos aportamultitud de contenidos ticos en relacin con los enfermos. Refirindosea los enfermos psiquitricos, precisa: se ha de tratar al que la padece(enfermedad mental) con tal tiento y delicadeza que no se le aumente nisiquiera se le alimente la locura, provocndolos e irritndolos... Qumayor inhumanidad puede mentarse que la de enloquecer a uno por tenerde qu rer y hacer materia de diversin de una tan grave desventura?.Igual se expresa en la defensa y respeto de los enfermos hospitalizados yde los nios, bien enfermos o en los orfanatos y hospicios.

San Juan de Dios, nuestro paradigma enfermero espaol, 1500-1550,se manifiesta en sus parcos escritos: siendo esta casa general, se reci-ben en ella de todas las enfermedades y a todas clases de gentes; hayaqu tullidos, mancos, leprosos, mudos, locos, paralticos, tiosos yotros muy viejos y muchos nios. Y adems de esto, otros muchos pere-grinos y viandantes que aqu vienen. Y todo hay que atenderlo. Conesfuerzo, con ilusin, con esperanza, con alegra. Porque esta es latica del momento! Es la tica del pensar, del hacer, de suscitar reflexio-nes, meditaciones pragmticas humanas. Esta es la tica enfermera, quearrancando de los primeros tiempos del filosofar antiguo y cimentadoen los principios del cristianismo, pasa por el medievo hasta sedimen-tar, ahora, en nuestro Siglo de Oro.

Esta es la poca en que se promueve y afianza la nueva visin ticacentrada en contenidos de la conciencia humana-humanista. tica de laera de la conciencia, como la denominan Adela Cortina-Emilio Martnez.

La conciencia testifica, juzga y obliga. Testifica hacindonos saber quesomos responsables de nuestras acciones. Juzga aprobando o no los actosrealizados. Obliga prescribiendo o prohibiendo la accin que pretendemosemprender o realizar.

8El mtodo en la tica enfermera

Enfermera, entidad rica en contenidos profesionales, en principios filo-sficos, y comprometida profundamente con la cuestin tica, tiene quetener, por lgica, su mtodo, sus reglas, su buen sentido. Es lo que preconi-za Descartes al principio del Discurso del Mtodo. El buen sentido es lacosa mejor repartida del mundo, precisa. La reparticin del buen sentido esgeneral, llega a todos o a casi todos. Pero como elemento tan profusamenterepartido conviene distinguir lo verdadero de lo falso, que es lo que llama-mos propiamente buen sentido o razn. No basta, en efecto tener el ingeniobueno; lo principal es aplicarlo bien. Esto, tambin, es la filosofa enferme-ra, pensar sobre enfermera. Cultivo y desarrollo del buen sentido enfermero.

La filosofa moderna arranca de o con Descartes. Es el idealismo quealcanza y domina sobre todo el pensamiento moderno. Pero no relega todoel patrimonio heredado del renacimiento europeo. El mtodo cartesiano,que tanto puede ayudarnos en enfermera, se centra en: no admitir comoverdadera cosa alguna, como si supiera con evidencia que lo es; dividircada una de las dificultades que examinare, en cuantas partes fuere posi-ble y en cuantas requiere su mejor solucin. Conducir ordenadamente mispensamientos empezando por los objetos ms simples; hacer en todo unosrecuentos tan integrales y unas revisiones tan generales que llegasen aestar seguro de no omitir nada. Estos elementos simples son paraDescartes las ideas claras y distintas.


El Discurso del Mtodo, constituido por un prefacio y seis partes, resul-ta complejo de estudiar y difcil de condensar en unos pocos pensamientosdefinitorios. Pero de entre todo lo precedente nos aparece su pensamientoformulado sobre la base de sus Meditaciones Metafsicas. La meditacinque hice ayer me ha llenado el espritu de tantas dudas, que ya no me esposible olvidarlas. Har un esfuerzo y seguir por el mismo camino queayer emprend, alejarme de todo aquello en que pueda imaginar la menorduda... hasta haya averiguado con certeza que nada hay cierto en elmundo. Y se plantea que Arqumedes, para levantar la tierra y transpor-tarla a otro lugar peda solamente un punto de apoyo firme e inmvil; tam-bin tendr yo derecho a concebir grandes esperanzas si tengo la fortunade hallar slo una cosa que sea cierta e indudable. Esto que pretende esla evidencia como criterio de verdad, esto es, la claridad y la distincin.

As llega Descartes a cuestionarse la duda metdica. El hombre ha per-dido sus convicciones, precisa Manuel Garca Morente, comentando a R.Descartes, y no sabe a qu atenerse. No posee una verdad cierta que se hallea cubierto de la duda. Necesita esa verdad, ese punto de apoyo, esa cosaque sea cierta e indudable. Pensamiento cartesiano que se nos presenta, tam-bin y ahora, a todas las personas, a los profesionales enfermeros en nuestroactuar diario con los que necesitan de nuestra ayuda. Despejar las dudas, acla-rar los pensamientos, acertar con nuestras determinaciones y actividades.

Descartes se ve en la necesidad de seguir adelante con sus meditaciones.Por eso tiene que recurrir a los tiempos medievales, que no fueron tan nega-tivos, a las doctrinas del siglo XVI y sacar de la teologa, de encontrar en lateologa, la imagen de Dios, la existencia de Dios. Su base o apoyo firmee inmvil. Tambin construye su estructura matemtico-cuantitativa delser. Hasta llegar a formular la certeza de s mismo: cogito, ergo sum.

Juana Hernndez Conesa, enfermera y doctora en filosofa y cienciasde la educacin, toma de Descartes que cada hombre est obligado aprocurar, en cuanto le sea posible, el bien a los dems, ya que propiamen-te nada vale quien a nadie es til. La praxis enfermera tiene mucho queaprender, apoyarse, en los principios ticos-filosficos de Ren Descartes.Enfermera tiene en l su mtodo y su invitacin a cuestionarse medita-ciones metafsicas. ticas. Felices. Buscadoras de la verdad, del bien, delservicio til.

9Enfermera y tica kantiana

Kant es el recopilador y crtico de la filosofa despus de Descarteshasta su tiempo, 1724-1804. Analiza la tica y la metafsica de Spinoza,Wolff y Hume. En cierta manera da a todo esto como otro giro coperni-cano. Reconduce el tema sobre la finitud o limitacin de las personashumanas. Postula tres elementos autnomos: la libertad, ley interna abso-luta; la inmortalidad, como progreso constante hacia el bien absoluto;Dios, Bien supremo. Aunque segn K. Fischer, se queda en el trminomedio de los racionalistas-empiristas citados anteriormente.

Defiende y sostiene una tica universal, racional. No a la moral otica material, interesada: hacer el bien porque as tendremos algunarecompensa. Su tica formal es la que no arranca de lo que se quiereconseguir, algo material, generalmente. Su tica no es una mxima,valor en s, pero no universal; no es un imperativo hipottico, porque noes una ley moral universal; es un imperativo categrico, fundamentadoen el apriorismo de la razn. Una ley es universal cuando alcanza atodos los seres humanos.

Kant es gua para enfermera porque se cuestiona el bien y el deber.Aunque predomina el deber dice que son como unas lneas paralelas, no sejuntan. Pero despus Kant da por hecho que confluyen y concluyen en unaconvergencia entre el bien y el deber. Porque seguir el deber es seguir larazn. Dice que la buena voluntad no es buena por sus efectos... ha de ser


colocada muy por encima de todo lo que por medio de ella puede alcanzar-se a favor de una inclinacin, o incluso de todas las inclinaciones.

Ser bienhechor cuando se puede, es obligacin, opina. Pero yo afir-mo que, en caso de una accin semejante, por muy debida, por muy amo-rosa que sea, tampoco hay un valor moral, sino que puede equipararse aotras inclinaciones... Tales acciones no sean llevadas a cabo por inclina-ciones sino por la va del deber. Entonces alcanza por primera vez laaccin su valor moral. Creemos que desde enfermera y para nuestraprofesin promover en los enfermos su felicidad se ha de intentar y con-seguir no por inclinacin sino por deber, y entonces alcanza por prime-ra vez su conducta el valor propiamente moral. El deber es la necesidadde una accin por respeto a la ley. Eusebi Colomer dice que I. Kantpracticaba el abstine y el sustine de los estoicos, no solo como principiode orden natural, sino tambin como normas de medicina racional.

Por la va de la tica Kant da un paso hacia el humanismo y precisa queha aprendido a honrar a todos los hombres y hace valer los derechos dela humanidad. En la Crtica de la razn pura se cuestiona qu debo yosaber y nos dice a todos que nuestro conocimiento empieza por los sen-tidos, de all pasa al entendimiento y termina en la razn. Ningn cono-cimiento precede en nosotros a la experiencia y todo comienza por ella.La Crtica de la razn prctica responde a la pregunta: Qu debo yohacer? Praxis humana. Ambas Crticas convergen, para enfermera, en losconceptos teora y prctica. Lo que conduce a aceptar que la persona esun ser racional finito, es decir, un ser que no es slo razn sino, tambin,sensibilidad, precisa Colomer. Kant es determinante para enfermeracuando culmina su triloga tica con la Crtica del juicio, donde desarro-lla la esttica. El juicio crtico se ocupa de lo bello y lo sublime, con-densa J. Hirschberger siguiendo a I. Kant.

Enfermera vive su profesionalidad inmersa en este campo crtico kan-tiano: profundiza en los conocimientos tericos, en la razn; cultiva losconocimientos adquiridos, praxis; desarrolla sensibilidad, buen gusto,armona en la tica-prctica, en las virtudes, en el donaire que expusimosen un trabajo anterior centrado en la doctrina aristotlica.

10El arte de la enfermera hegeliana

Aunque Hegel se neg a crear un sistema de procedimiento acadmi-co o a establecer premisas que dieran base a su filosofa, por sus escritospodemos deducir y destacar algunas lneas conceptuales. De esto se deducecierto ordenamiento de la filosofa hegeliana: la realidad como espritu, ladialctica como ley suprema de lo real, la dimensin de lo especulativo (loracional en su grado ms alto, mstico). De todo esto pasa a profundizaren la conciencia, certeza sensible; la razn, que arranca del momento enque la conciencia adquiere la certeza de ser todo realidad.

La filosofa de Hegel resulta dificultosa de alambicar. Nosotros, profe-sionales de la enfermera, queremos conocer algo aplicable a nuestro serprofesional y nos vamos a centrar en su filosofa de la naturaleza. Un temaplatnico. Los especialistas han indicado que este paso de la idea a lanaturaleza constituye el elemento ms problemtico y casi inexplicable dela filosofa de Hegel, dicen Giovanni Reale y Daro Antiseri. Para estosautores la naturaleza sera el momento de la muerte (de la idea), que luegose ve superado en una vida ms alta (la idea que resurge es el espritu).

Hegel precisa con su idealismo objetivo, su proceso dialctico, que elespritu absoluto es arte, religin y filosofa. Con su intuicin sensible,esttica, indica que el arte pertenece a la esfera absoluta del espritu.Por su contenido se encuentra en el mismo terreno que la religin en elsentido especfico del trmino y que la filosofa. El arte es el que presenta la


verdad de una forma sensible. Por otro lado, la religin se sirve del artemuy a menudo, para aproximarse al sentimiento o para llevar a una ima-ginacin de la verdad religiosa a travs de la fantasa. El siguiente mbi-to que supera al reino del arte est constituido por la religin. En sufilosofa se renen e identifican en cierta manera el arte y la religin.

Por todo lo dicho, en medio del idealismo, la dialctica de la idea, susformas de pensar, su espritu de contradiccin, de su unidad y totalidad,su filosofa, religin y arte, la enfermera espaola se identifica con estasideas y contenidos. Nada nos ha de sorprender que dos aos despus de lamuerte de Hegel aparezca un magnfico libro precisamente titulado Artede la enfermera, del enfermero, Hermano de San Juan de Dios, JessBueno Gonzlez, 1833. De este autor enfermero podemos destacar loscontenidos del arte, la religin y la filosofa en los siguientes puntos fun-damentales y definitorios de la enfermera espaola de la primera mitaddel siglo XIX, un tanto kantiana-hegeliana.

Los cuidados enfermeros son para este enfermero, en 1833, lossiguientes:

Arreglar todo lo que rodea al enfermo.Inspeccionar cuanto se le ha de administrar.Cuidar de su aseo.Consolar su espritu.

Finalmente, en los tiempos actuales se le puede aplicar a Hegel aque-llo que Dante deca de Aristteles que es el maestro de aquellos quesaben. Eusebi Colomer dice: el pensamiento de Hegel puede ser vistoindistintamente como un final o como un comienzo. Como un final, pues-to que con l se cierra la poca de los grandes sistemas metafsicos. Comoun comienzo, puesto que los filsofos que vienen despus de l definen supropia filosofa en relacin con l. Y Zubiri deca de Hegel y lo definacomo la madurez intelectual de Europa.

11Existencialismoy enfermera

Martn Heidegger es el principal representante de la filosofa de laexistencia. Se centra en el ser, en el ente, empleando el trmino estar ah,dasein. Algo, alguien que est ah es o alcanza la categora de interrogan-te-interlocutor enfermero, tambin. Delante de nosotros como profesionaleshay muchas cosas y personas. Frente a los profesionales de enfermeraest, muy especialmente, la persona necesitada, falta de salud, quienesquieren mantener o potenciar su salud. Se trata de entes, seres, que exis-ten, que viven, que necesitan algo o de alguien. Es decir: que estn ah,aqu. Frente a nosotros. Junto a nosotros.

Estar ah, es estar en el mundo, en nuestro mundo profesional y huma-no. Es estar con los otros, se cuestiona Heidegger. Para este filsofo exis-tencialista el ser humano no es un objeto que simplemente est presente.El modo de ser del hombre es la existencia, precisan G. Reale y D.Antiseri. La existencia, continan, es poder ser. Poder ser significa pro-yectar. La imagen que proyecta el ser humano carente o en peligro dedeteriorarse su salud, su ser o estar sano-enfermo, es la de demanda, con-fianza y trascendencia. La trascendencia para Heidegger es o resulta suconstitucin fundamental. El ser humano es proyecto y todo lo que con-tribuye a lograr la felicidad humana son aspiraciones para el proyecto delhombre, el proyecto fundamental de nuestra existencia y de la existenciade los dems.


Enfermera acompaa al ser humano en su proyecto de vida desde elinicio al fin de las personas. Para nosotros la vida y la muerte son temasprofesionales. Temas que estn ah, estn en el mundo, estn con losotros, se cuestiona Heidegger. La muerte inutiliza, paraliza, destruyetodo proyecto vital. Y este tema es tremendo, complejo, difcil de asumir.Pero hay que asumirlo! Y nuestra labor est ah. Pero no estamos solos.

Heidegger, desde su filosofa existencialista, recomienda valenta antela angustia. El miedo es, para l, la devaluacin de la angustia. La super-ficialidad de la angustia. La existencia annima y superficial no tiene lavalenta de la angustia ante la muerte. El miedo es una debilidad. Nuestrapresencia ante la vida y ante la muerte ha de resultar animadora, esperan-zadora, para nuestros asistidos. Lo que corresponde, precisa Heidegger,es una indiferente tranquilidad ante el hecho de que se muere.

K. Jaspers nos aporta desde el existencialismo que el hombre nuncapuede realizarse ntegramente. Y precisa: sin trascendencia no hayexistencia. Para Jaspers la existencia es comunicacin. Busca la verdad,pero evita el fanatismo y el dogmatismo, al mismo tiempo que descarta elrelativismo y el escepticismo. La verdad puede ser compartida, contrasta-da, contabilizados sus contenidos. Algo sumamente vlido, provechosopara la vida y actividad profesional enfermera.

Existencialista es tambin Sartre. Sostena, nos dice Simone deBeauvoir, que cuando se tiene algo que decir, todo derroche es criminal.Sartre es radical y profundo. A veces humanamente superficial. Para esteautor el mundo no es la conciencia. La conciencia es apertura al mundo.Para l, cuando el hombre ya no tiene objetivos el mundo carece de sen-tido. Y se plantea la nusea. La nusea de Sartre no se halla lejos de laangustia de Heidegger, opinan Reale y Antiseri.

Enfermera ahora, desde Sartre, puede sacar en conclusin que el serhumano o ser para s, tambin es ser para otro. Algo que se desprendedesde El ser y la nada. Enfermera ha de resultar ser, para s y para losdems, como una conclusin positiva de la filosofa existencialista.

12Antropologa y tica enfermera

El concepto antropolgico es muy antiguo, aunque como cienciaarranca de 1871 con Edward B. Tylor mediante su obra Cultura primitiva.En este libro define su contenido: la cultura o civilizacin es aquel con-junto complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, lamoral, el derecho, las costumbres y cualquier otra capacidad u otro hbitoadquirido por el hombre en cuanto miembro de una sociedad. Malinowskiprecisa: La herencia cultural es el conjunto clave de la antropologa cul-tural. Destacamos este concepto cultural, primer arranque de esta ramacientfica, porque despus aparecern otras lneas de aplicacin: antropolo-ga social, fsica, arqueolgica, filosfica, poltica, etnogrfica, popular, teo-lgica, escatolgica, terica, etc. Es D. Bidney quien nos dice que: la cul-tura, esencialmente es un producto de la capacidad creativa del hombre.Alguien libre y creativo. Los valores morales, las creencias religiosas, y loscnones estticos son, en cierto sentido, segn aporta Marvin Harris, lasms significativas y distintivamente humanas de todas las expresiones vita-les. Se afirma que los valores son lo que caracteriza una cultura. Los valo-res son normas o modelos de conducta. Modelos de vida a los que se atribu-yen los valores de las personas, los grupos y las sociedades. De los valoresvolveremos a tratar ms adelante y con mayor amplitud y matices.

Lo cierto es que, como se ve, la enfermera tiene en esta lnea del sabergran contenido para reflexionar y vivir. La profesin enfermera es, funda-


mentalmente, antropologa. Una antropologa cultural y general. Confra-terniza con la tica y es su autntica biotica profesional. Esto nos obligaa profundizar y aplicar en nuestro medio humano y enfermero los principiosbsicos y valores ticos preconizados ya por E. B. Tylor. Educar y aprenderes, tambin, antropologa profesional enfermera.

La antropologa trata, tambin, de la gentica, campo muy relacionadocon enfermera. Esta rama del saber cada da ms enmarca nuestra accinprofesional. Lo mismo ocurre con los elementos tnicos y la herencia dela naturaleza humana. A la antropologa, en cualquiera de sus diversasmanifestaciones, tendremos que enmarcarla con mucho respeto y granconsideracin e importancia. Alejados de ciertas prevenciones, a vecesfanatismos y en ocasiones carencia de lealtad y aprecio. Y esto desde elconcepto cultural como tnico, principalmente. Con ello se quiere evitarestablecer diferenciaciones. Todos los seres humanos somos iguales,puede ser el lema. Todos estamos marcados por patrones universales. Biende ndole conductual como mental, de subsistencia, de espacio vital, deintercambio de bienes y trabajo, familiares, de grupo y de comunidades,recreativos, expresivos, ticos, estticos.

Enfermera es antropologa, y viceversa. Es como un ecosistema humanoque nos compromete y una ecologa que nos circunda y nos obliga a res-petar. Es economa, intercambio, promocin y desarrollo. Es herencia,cultura tyloriana y libertad creadora. Es amarnos y venerarnos unos aotros. Reconciliacin.

* * *

Es posible que, llegados a este momento, o a otro momento anterior oposterior, alguien se pregunte, labor filosfica: despus de tantos autoresy tendencias no puede ya la enfermera tener una idea, una conclusin ylnea de actuacin propia y definitiva? Hemos de seguir cuestionndonosms interrogantes, ms preguntas, ms interpretaciones, ms significacio-nes, ms sentido a nuestra vida y a nuestra actividad y comportamientotico profesional?

Pero la filosofa, la tica, no ciencias exactas y cerradas o terminadas.Apoyndonos en I. Kant, como lo hace Fernando Savater en su obra Laspreguntas de la vida: no se puede ensear filosofa sino slo filosofar.Porque no se trata de transmitir un saber ya concluido por otros que cual-

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quiera puede aprender como quien se aprende las capitales de Europa.Sino de un mtodo, es decir, un camino para el pensamiento, una formade mirar y de argumentar. La tica, parte de la filosofa, la antropologa,tambin son as, se comportan as. Sigamos filosofando, reflexionando,preguntndonos, plantendonos comportamientos enfermeros. La vida esas! Y la filosofa es y resulta siempre as, una ciencia inconclusa.Adelante, pues! No tengamos miedo!

13tica enfermera, investigacin y desarrollo

En nuestro proceso documental sobre tica, biotica, y enfermera,hemos ido pasando desde los primeros atisbos del conocimiento de la filo-sofa, centrndonos especialmente en los conceptos de la tica, a partir dePlatn y de Aristteles, especialmente en cuanto se concentra en la Cartaa Nicmaco, y hemos llegado a tratar recientemente de la antropologaenfermera. Y es que, a nuestro parecer y entender, la filosofa y la tica,cuando llegamos al siglo XX, especialmente desde su segunda mitad, lasciencias y la prxis de estas visiones del saber y sentir filosfico se iden-tifican entre s y con la antropologa. Filosofa, tica y antropologa sonpara los profesionales enfermeros como una ciencia nica, un sentimien-to equilibrado y compartido. Algo as como un sincretismo ideolgicopositivo y vivencial de la enfermera moderna.

En enfermera lo que tal vez llegbamos a practicar y considerar comouna fuerza de trabajo se nos presenta actualmente como una fuerza delintelecto o un trabajo intelectual. O puede que nuestro actuar profesionalse identifique con una actividad operativa equilibradamente amalgamadacon los elementos de las ideas y de la prxis. Fruto de la interrelacin,manipulacin, mano-inteligencia, teora de Gelinier, esto es, manualidad-inteligencia y la esttica y tica como arte y substrato de la vida privada yprofesional. De la economa del pensamiento tal vez estemos o hayamospasado a lo que podramos considerar y valorar ya como enriquecimiento


o ampliacin del pensamiento. Hoy en la prxis enfermera el pensamien-to y la accin son ya globalizacin racional y del sentir y vivir lo antropo-lgico. Una especie de holgura en el obrar profesional. Desarrollo de lasideas y sus contenidos o significados.

La profesin enfermera es actualmente, siglo XXI, como un sentir yactuar acumulativo e irreversible, si nos apoyamos en Bergson, 1859-1941. Enfermera se potencia a medida que avanza en la historia, en suhistoria. Enfermera ha dejado de ser una profesin pragmtica, esto es:pragma=accin, fondo materialista, para pasar a trabajar en los niveles ocomprensin de la vida, siguiendo a W. Dilthey, 1833-1911; como uni-dad superior y explicativa, precisa Rafael Gambra. Dilthey, posiblementems que Bergson, influy en nuestro filsofo Ortega y Gasset, 1883-1955, yque ste expres su sistema centrado en su raciovitalismo, unin de con-ceptos vitalistas y racionalistas de origen neokantiano, precisa Gambra.

Segn todos estos cuestionamientos, nada tiene de extrao o a nadie hade sorprender que desde las instancias ms altas, y cada uno de los profe-sionales enfermeros/as, reivindiquen, con todo derecho y convencimiento,los niveles ms altos de graduacin universitaria, licenciatura y doctorado.Tambin, investigacin. Esto es lo que venimos en llamar o denominarNueva Enfermera.

Enfermera es hoy, entre nosotros, insistimos, portadora de valoresfilosficos, ticos, bioticos, antropolgicos. Est impregnada de pensa-miento y accin, raciovitalismo. Y que a Unamuno, 1864-1936, tanto leanima y a la vez le tortura: es la filosofa ciencia de la tragedia de lavida, reflexin del sentimiento trgico de ella.... Y precisa: he estadooperando sobre m mismo... trabajo de autociruga, y sin ms anestsicoque el trabajo mismo. Liberada de todo significado economicista-empre-sarial, puede identificarse enfermera como I+D+I, esto es: Investigacin,Desarrollo e Innovacin. Nuevas tecnologas y valores humanos. Progresointegral, sostenido y aumentado: Nueva Enfermera.

14Metafsica y enfermera

Del existencialismo, del cual ya hemos sacado leccin para enfer-mera, se ha llegado, en la filosofa postmoderna, a desembocar en laactualmente considerada nueva metafsica. Este siglo XX, precisa R.Gambra, ser celebrado porque en l, tras un largo eclipse, ha rever-decido la metafsica.

En la historia de la humanidad, de la filosofa, de la enfermera, lametafsica ha pasado por muchas circunstancias, por grandes desafectos,por profundas ignorancias. Desde Aristteles a los principios del sigloXXI, la metafsica ha tomado muchas formas, ha ocupado graves pensa-mientos, ha influido en multitud de circunstancias humanas. Desde laFilosofa Primera, en la que Aristteles se planteaba qu virtudes moraleshan de practicarse para ser felices, a la posmodernidad, que se preguntaqu deberes morales deberan regir a las personas para que sea posible laconvivencia, la justicia, la libertad, la felicidad, hay mucho que aflorar yanalizar.

La metafsica nos adentra en variadas vas hacia el ser, el ente, la esenciadel pensar y del conocer del alma, del ms all, de lo divino: psicologafilosfica y teologa filosfica. El ser humano est inmerso en el cosmosy en la alma humana. Ontologa, ciencia del ser. La ontologa nos lleva alo absoluto y se cuestiona la existencia. Aqu se centran los contenidos dela Filosofa Primera.


Estos complejos cuestionamientos estn unidos al proceder, al ser de laprofesin enfermera. Tanto a nivel personal como en su relacin con losotros, especialmente con los que profesionalmente atiende, presta sus cui-dados. Porque prestar cuidados, dar cuidados, alcanza hacia los dems laoferta csmica y el respeto a la trascendencia de los receptores de los cui-dados. La prestacin, la donacin de cuidados es, debe ser, sin lmites. Yesto en razn, como decamos, al respeto a los otros. Porque nuestra pro-fesin es tal cuando atendemos en globalidad!

Fue I. Kant quien reconsider y asumi el concepto ontologa por elde filosofa trascendental. Esto podramos trasladarlo a considerar lotrascendente como un camino hacia la verdad, el bien y la belleza. Losuniversales. Hay posmodernistas que se plantean y apuntan hacia el nihi-lismo, el declive, y el final o acabamiento de todo. Y despus de m nada,podra ser el epteto, un epitafio que cierra la amplia puerta del futuro,denuncia J.L. del Barco Collazos, III Congreso Nacional de Biotica,Murcia, 2001.

Y en este mismo Congreso, noviembre de 2001, desde enfermeraproponamos en las conclusiones de nuestra ponencia: Como profesio-nales que atendemos la salud de los miembros de la sociedad en susmomentos ms difciles y complejos biotico-sociales estamos presen-tes, por obligacin y por derecho, en el inicio, en el desarrollo y en elfinal de cada vida humana. Y continubamos: Enfermera ha detener muy presente y observar, defender y potenciar, todos los valoresde la vida humana. Le es propio desarrollar la virtud de la crtica. Yterminbamos precisando: Ante situaciones terminales de la vida senos presentan temas graves y de profundas inquietudes biotico-antro-polgicas. Es la cultura de la muerte.

Queremos concluir diciendo, con Erikson y Hamachek, 1988 y 1990,y citados por Pacual Maym, 2001: Yo soy aquello que me sobrevive.

15Biotica y enfermera

Los principios ticos en los profesionales enfermeros vienen de lejos.No son nuevos para nosotros. La biotica es un concepto reciente, perosus contenidos generales tambin los encontramos entre los ms remotosdocumentos de la historia enfermera. Enfermera arranca y cimenta susprincipios profesionales desde la esttica operativa.

La esttica en prestaciones de cuidados de salud es o ha de ser la llavede toda actividad profesional. Es el smbolo distintivo pretendido y con-seguido desde el inicio al final de toda intencionalidad tica. Estoy segu-ro de que hay una estrecha relacin entre la experiencia esttica y latica, precisa J. A. Marina en su libro Crnicas de ultramodernidad,1996. Entendemos y practicamos tica, ciencia filosfica y social, cuan-do nos ofrece respuestas a por qu hacer o no hacer algo y, tambin, cmohacerlo o no hacerlo. El cundo hacerlo y dnde hacerlo nos lo marca elmismo contrato laboral.

Para nosotros la biotica ilumina los cuestionamientos desde unaperspectiva de vivencia operativa real, humana y profesional. Es unatica, a nuestro juicio, aplicada, especialmente, en el campo de la saludy sus cuidados. Nuestra biotica es la tica de la vida y sus circunstan-cias procesales. La biotica aade un plus a la tica y a la enfermera.La deontologa es para nosotros un concepto tico-biotico recogido ycodificado en unas normas marco a partir de las cuales se conocen y


aplican los principios estticos-ticos-bioticos de nuestra profesin.Nuestro Cdigo Deontolgico son normas escritas y destinadas a garanti-zar la calidad del ejercicio operativo y buena imagen de la profesinenfermera. Es una normativa tica de mnimos imprescindibles.

Los profesionales enfermeros nos guiamos, adems, por valores moralesbsicos cuyos objetivos principales son conseguir una visin exacta de loshechos, evaluar las principales contingencias y presentar aquellas verda-des y calidades que deberan ser el fundamento de las decisiones tomadasante nuestra conciencia. La moral est marcada por la justicia, esperan-za, vigilancia, prudencia, gratitud, humildad, serenidad, gozo y la virtudde la crtica, opina Bernhar Hrin, quien a su vez se apoya en MaxWeber y antes en Aristteles.

De todas estas visiones tendr que enriquecerse la enfermera cara a sutrabajo biotico. Todo en conjunto resulta como un deber y un derecho, uncompromiso compartido. Tambin, un compromiso y seguridad de crite-rio de que no todo lo que se puede hacer profesionalmente es tico, bio-tico, hacerlo.

Tendremos que considerar, aplicar y potenciar los principios moralesbsicos que antes hemos expuesto y considerado. Porque las circunstan-cias de nuestra poca estn provocando la desintegracin de la concien-cia moral mediante la masificacin, la rebelda y la violencia, nos aporta ydice J. R. Sanabria en su libro tica, 1996.

16Biotica enfermera: libertad y conducta

Enfermera, metidos de lleno en el siglo XXI, se ve inmersa en losconocimientos ms avanzados de las ciencias de la salud, sociales,antropolgicas, filosficas, humanas. Nada de esto, y ms, le es extra-o ni sorpresivo al nuevo estudiante de enfermera ni al profesionalejerciente, bien en hospitales muy modernizados, en centros de presta-ciones profesionales rurales o domsticos. El mundo progresa, lahumanidad avanza, y en este sistema ciberntico evolutivo la enferme-ra se ve inmersa, impelida a ir hacia delante, pues de lo contrario ser-amos arrastrados a la fuerza o seramos, an peor, marginados, arrum-bados, abandonados, despedidos groseramente al borde del camino, ala despreciada y despreciable cuneta. Y como elemento imprescindiblede esta especie de vida profesional casi robotizada nos encontramoscon la vieja y muy viva concepcin tica y la moderna, an reciente,generacin biotica. Para M. Palacios la biotica es una disciplina devalores y conductas, precisa en el libro Biotica 2000.

En la enfermera espaola hasta los tiempos actuales, mediados delsiglo XX a nuestros das, son pocos los profesionales que han publicadolibros sobre tica. Y apenas disponemos de un ramillete de artculos sobrebiotica enfermera. Para nosotros esto resulta como algo nuevo, cuando locierto es que la tica nos ha acompaado siempre en nuestro actuar. Desdelos orgenes, que ignoramos cuando arrancan, aunque s de muy lejos. De


los principios de la humanidad. Otra cosa es que nos ha acompaado,hemos cumplido sus principios bsicos, pero no nos hemos percatado desu activa presencia. Bueno sera, opinamos, que ahora abramos ms losojos, la tomemos por sus manos-nuestras manos, estrechemos nuestrasmanos, y hagamos de la biotica-enfermera una sola unidad.

Los profesionales enfermeras/os somos, como personas y como miem-bros activos de la sociedad trabajadora, seres libres. Pero nuestra libertadtiene que corresponder a los contenidos de libertad creadora y fidelidadresponsable. Porque puede darse, tambin, entre nosotros, la libertad est-ril, carente de finalidad. Malgastadora u olvidadiza de la creatividad. Algoimproductivo. Esto ocurre cuando se deja de hacer el bien. Poca habilidad,carencia de tica.

Ya apuntamos anteriormente que no todo lo que podemos hacer escorrecto hacerlo. Cuanto hacemos ha de llevar, debera llevar, el sello, eldistintivo, la valoracin de ticamente realizado. Algo as como la referen-cia de caducidad o no caducidad, producto o produccin de calidad. Condenominacin de origen, de utilidad pblica. La libertad, por s misma, noinclina de suyo al mal. Se nos fue dada para nuestro bien. Son muchasinclinaciones no ticas las que nos conducen o inducen a obrar el mal. Esdifcil la libertad!

Trabajar con sentido biotico es, tambin, actuar con calidad, con exce-lencia. Por tanto, con un riguroso control. La calidad, la excelencia, ten-dremos que buscarlas siempre en cada una de nuestras obras o actividadesemprendidas. La sociedad no puede permitirse aceptar productos o servi-cios, acciones, resultados sospechosos de contener una baja calidad, decarecer de un digno nivel de excelencia. Por lo que reiteramos que enfer-mera es calidad, biotica es excelencia en el servicio, conducta recta enla prestacin de ayuda.

17Biotica y calidad enfermera

Desde enfermera, cuando hablamos de calidad, cuando cuestionamoso nos proponemos ofrecer, dar, vender calidad, tendremos que establecerqu grado, qu nivel, qu volumen de calidad y excelencia queremos con-seguir y teniendo siempre presentes las circunstancias que nos puedanenmarcar o condicionar: cuantas econmicas, de medios tcnicos, recur-sos humanos, etc. Es decir, tendremos que establecer o disear un mode-lo, un estndar, un boceto, un molde adecuado, exacto, correcto, que nossirva de referencia. El proceso paradigmtico se nos presenta comoimprescindible y determinante. La analoga resulta fundamental.

A veces hablamos de biotica, de calidad y de excelencia, de su medi-da, de comits de tica, y parece que tratamos sobre algo que no existe.Que no llega ni a la categora de idea tal como se la cuestionaba Platn.Sera triste, imaginamos, tener que decir u or de los enfermeros/as res-pecto a la calidad de su trabajo aquello de Herclito: los hombres no hanllegado al conocimiento de este logos que ha existido desde siempre, niantes de haber odo hablar de l ni tampoco despus.

Si hemos enmarcado tanto los conceptos y significados de calidad y deexcelencia, veamos qu entendemos, someramente, por control. Y concre-tamos diciendo que el control es una tcnica estadstica utilizada cuandoaplicamos el anlisis en los lugares de produccin agrcola, industrial o deservicios y que nos informa si el producto o resultado obtenido se ajusta

BIOTICA Y CALIDAD ENFERMERA 41

a las condiciones que nos hemos fijado o propuesto conseguir. Un controles una contrastacin entre lo propuesto y lo conseguido. Control, contras-tacin, se relaciona con verificacin, confirmacin, falsabilidad, grado deprobabilidad y mantenimiento entre determinados lmites.

Nosotros relacionamos calidad, excelencia, biotica y su control, loscomits de tica, con la bsqueda de la verdad o lo ms aproximado conla verdad. Nuestra verdad es la prestacin de un servicio acabado, garan-tizado, creble, aceptable racionalmente. Tal vez verdad y justicia podranser aqu concepciones sinnimas. A lo que podramos aadir, tambin,tica, biotica, bien. Son elementos universales, trascendentales.

La verdad, dentro de nuestro tema, quiere ser y resultar concepto emp-rico, pragmtico: dar fe, asegurar que algo es real, demostrable, no queresulta aparente, ilusorio, irreal, errneo, inexistente. Es necesario pensary decir, como lo haca Parmnides: que lo que es, es, ya que el ser es yel no-ser no es. Para los griegos la justicia estaba muy relacionada conel orden y con la medida. Platn se erige en maestro y defensor de la jus-ticia. Nos dice en su libro La Repblica, que: el mundo, la sociedad,podra salvarse gracias a la justicia. Por la justicia las cosas o bienes sondeseables por s mismos. Cuando se conculca la justicia las cosas y losbienes resultan corrompidos, indeseables, no ajustados al orden ni a lamedida. Aristteles insiste en los mismos o parecidos trminos. Toda lahistoria de la filosofa lo confirma, lo ratifica.

Concretamos diciendo que la biotica plantea la cuestin de la bsque-da del bien. Que los valores tratados sobre la calidad, la excelencia, elcontrol, el bien y buen hacer, resultan fundamentales, determinantes.Porque, insistimos, el bien es la plenitud del ser. Y los servicios enfermerosson un bien por antonomasia: son un bien Patrimonio de la Humanidad.Todo un programa enfermero de proteccin de los derechos humanos y dela dignidad de cada una de las personas. Es consolador ir viendo cmo enalgunos hospitales se ha incorporado la figura de la enfermera de calidad,que atiende, supervisa y orienta en esta faceta de la calidad asistencial.

18Enfermera y buen criterio

Espaa es ms tierra de poetas y dramaturgos que de filsofos. Pero,aun siendo esto cierto, tambin contamos con destacados filsofos.Jaime Balmes no fue, no es, de gran reconocimiento mundial. No se lopropuso, tampoco. Balmes es un sabio que pretende lograr que los prin-cipios filosficos, la filosofa de base, los conocimientos elementalesllegaran al mximo nmero de estudiosos, de personas deseosas deadquirir una buena formacin filosfica. l mismo nos precisa: si mees posible, deseo reducirla a un slo tomo que a lo ms no exceda elvolumen de El Criterio. No logr su objetivo primero, pues aparecie-ron cuatro volmenes, 1847.

Por las publicaciones de Balmes, filosofa y escritos polticos, princi-palmente, se deduce que su obra preferida era El Criterio. Su filosofa ele-mental arranca con los temas Lgica y tica. Son temas todos de inters,pero especialmente para nuestra causa enfermera, la lgica, la tica, laesttica y el buen criterio.

Desde la Lgica Balmes expone distintas verdades. No todas las ver-dades se deben buscar por un mismo mtodo. Cada orden de verdadesrequiere un mtodo especial del que no se puede prescindir. l diferen-cia verdades morales, matemticas, literarias, bellas artes, ciencias, etc.Por tanto, cada verdad con su mtodo especfico. Nosotros tendramosque lograr el mtodo para analizar las verdades enfermeras, diferenciadas


de las verdades mdicas, econmicas, psicolgicas, de gestin, etc., quecircundan y animan nuestro buen hacer enfermero.

De la lgica nos introduce en la tica balmesiana. Comienza su tica afir-mando que hay en todos los hombres ideas morales. En el peor de los casos,precisa, que no podemos despojarnos de las ideas morales. Y nos aporta yseala relaciones entre la moralidad y la utilidad; el origen absoluto del ordenmoral; de cmo el hombre est destinado a vivir en sociedad; del poder pbli-co; del orden social; de la ley civil; de las penas y de los premios. En todo estola tica es como el ingrediente, elemento o substrato aglutinador.

Tambin nos aporta contenidos estticos, temas sumamente relaciona-dos con la enfermera actual y de siempre. Algo consubstancial con la sensi-bilidad externa, de las sensaciones, de las emociones, de la realidad objetiva,de las aptitudes y actitudes, del placer y el dolor sensible, los sentimien-tos, de la escala de valores.

Cuando Balmes nos habla de la Historia de la Filosofa demuestra quedispona de una formacin nada elemental. Aporta datos y temas de loscontenidos filosficos de la India, China, Persia, Egipto, los clsicos grie-gos y romanos, rabes y judos, de Anselmo, Toms de Aquino, Bacn yDescartes, Hobbes, Spinosa, Locke, Kant, Hegel, hasta los das de publi-cacin de sus obras, 1850.

El Criterio tendra que ser y resultar como un libro de cabecera paraenfermera. El Criterio balmesiano es un mtodo para buscar la verdad, elcamino de la verdad. La verdad en las cosas es la realidad. Porque trata ynos aconseja sobre el arte de pensar bien, de la acertada eleccin de carre-ra, de la percepcin, del juicio, raciocinio, conducta, madurez de juicio,humildad, virtud, religin, sentimientos, firmeza de voluntad, y del hom-bre perfecto. La razn es fra, pero ve claro: darle calor y no ofuscar laclaridad; las pasiones son ciegas, pero dan fuerza: darles direccin yaprovecharse de su fuerza.

Aqu encuentra la enfermera buena doctrina y criterio. Materiales deprimera mano. Nuestros. Cercanos. Todo relacionado con la calidad-exce-lencia en enfermera. tica. Biotica.

19tica enfermera: tragedia, lucha

La vida humana es tragedia, lucha. As la defini Miguel de Unamuno ensu obra Del sentimiento trgico de la vida. Para l tragedia quiere decirlucha. Y nada ms abrir su libro precisa: soy hombre, a ningn otro hom-bre estimo extrao. Es nuestra plataforma y base profesional: aceptacin dela persona humana y sus circunstancias, especialmente relacionadas con lasalud. El hombre de carne y hueso, precisa Unamuno, el que nace, sufrey muere... el hombre que se ve y a quien se oye, el hermano, el verdadero her-mano. Este hombre concreto, de carne y hueso, es sujeto y el supremo obje-to a la vez de toda filosofa, quiranlo o no sedicentes filsofos. Buen pro-grama nos presenta! Porque enfermera es, tambin, tragedia, lucha.

Es interesante para enfermera el planteamiento que Unamuno se cuestio-na y que define al hombre como animal racional. Por qu no definir mejoral hombre, en nuestro caso tambin al enfermo, al necesitado de cuidadosasistenciales, como animal afectivo o sentimental? Porque nuestros clientesnecesitados de ayuda, de cuidados, son personas fundamentalmente sentien-tes. En tragedia vital, en lucha permanente, tal vez. Los hombres son fines,no medios, afirma Unamuno. Y aade: no basta curar la peste, hay quesaber llorarla. S, hay que saber llorar! Tendremos que aprender a llorar!Y acaso sta sea o resulte la sabidura suprema de la enfermera actual. Porqu o para qu? Y precisa Unamuno: pregntaselo a Soln.

El instinto de conservacin es otro tema que Unamuno se cuestiona y


se aferra a su contenido. Conservarnos y conservar a los dems, a losencomendados a nuestra actividad profesional. Y as cabe decir que es elinstinto de conservacin el que nos hace la realidad y la verdad delmundo perceptible. Y dentro, contenido en este instinto de conservacin,Unamuno se aferra y enquista, porque lo siente y lo vive, consigue ver alhombre revestido de inmortalidad. sta es para l como una constantefirme pegada a su ser. Se fija y apoya en Spinoza o en el to be or no to beshakesperiano. O todo o nada!, dice, grita, con fuerza interior. Esta esnuestra plataforma profesional, enfermera: ser, ser siempre, ser sin tr-mino. Sed de ser!

Para enfermera resulta aleccionador, esta es nuestra filosofa-ticaprofesional, el tema del amor, dolor, compasin y personalidad. Y precisaUnamuno con rotundidad: es el amor, lectores y hermanos mos, lo mstrgico que en el mundo y en la vida hay. El dolor es, para Unamuno,el camino de la conciencia. La compasin, afirma, es la esencia delamor espiritual humano. Y sigue tratando y viviendo en sus soliloquioscompasivos hasta llegar al amor universal.

La filosofa-tica de Unamuno se centra significativamente en Dios yla muerte, en el ms all. Estos temas le obsesionan, le marcan profunda-mente, hasta dejarle huellas en su semblante, tal vez en su mismo aspec-to fsico. Es su lucha entre la materia, dice l, y el espritu. Resultando assu sentimiento trgico de la vida. La contradiccin, pura contradiccin,porque es la contradiccin ntima precisamente lo que unifica mi vida yle da razn prctica de ser, precisa Unamuno.

La filosofa-tica unamuniana se centra mucho en las necesidades einquietudes del hombre. Del hombre de carne y hueso, como l repite fre-cuentemente. Se trata del hombre concreto. Es, tambin, una constantepreocupacin en torno a la existencia. La suya y la de los otros hombres.Es para Unamuno significativa su incertidumbre ante el destino individualtras la muerte, el ms all. Es su agona entre la razn y la fe. Ciertamente,nuestra visin tica profesional enfermera tiene mucho que estudiar, ana-lizar, cuestionarse, todo lo que nos aporta Unamuno en sus obras de ensa-yo y de filosofa. En sus ensayos filosfico-ticos.

20tica enfermera: inteligencia sentiente

Xavier Zubiri nos aporta todo un gran abanico de preocupaciones filo-sficas pero, de entre todo su profundo acervo filosfico, sobresale supreocupacin-ocupacin sobre el hombre. Sobre el problema filosficodel hombre. Gran parte de su obra tiene que ver, est en relacin, con lohumano. Y, aunque su labor es ms de ndole metafsica que antropolgi-ca, se centra en lo real, en las cosas reales. Al menos as nos lo resalta ydemuestra Ignacio Ellacura. Zubiri destac el acontecer humano;cuerpo y alma; tres definiciones clsicas del hombre; la libertad; elproblema del hombre; sobre la persona; el hombre, realidad personal;el origen del hombre; el hombre y la verdad; notas sobre la inteligen-cia humana; el hombre, lo real y lo irreal; el hombre y el problema deDios; el hombre y Dios; tres dimensiones del ser humano: individual,social e histrico; la dimensin histrica del ser humano; la concrecinde la persona humana; la gnesis de la realidad humana. Prcticamente,gran parte de los contenidos enunciados anteriormente los encontramosreunidos en el libro Sobre el hombre, un tomo de 709 pginas.

Visto todo este arsenal de contingencias entre la filosofa zubiriana yla razn humana nada ha de sorprendernos que, desde enfermera, nosveamos, no slo inclinados sino obligados a estudiar este filsofo. La filo-sofa enfermera est, o ha de estar, centrada en el hombre, en los sereshumanos. Nuestra ciencia es eminentemente antropofilosfica o filosofo-


antropolgica. Personeidad, para Zubiri. Esto podra estar relacionadocon la idea o concepto de la inteligencia sentiente.

Lo interesante de Zubiri no se centra en sus muchos libros o en la mul-titud de sus cursos impartidos. Sobretodo es importante la gran influenciaque ejerci en sus discpulos y seguidores. Seguidores unas veces muydestacados y conocidos pblicamente, como Julin Maras, Pedro LanEntralgo o Diego Gracia entre otros muchos, sino, tal vez ms, en los quecalladamente le han seguido y le siguen hasta nuestros das. Estamosseguros que entre la multitud de profesionales de enfermera podramosencontrar hoy mismo a muchos enfermeros y enfermeras que se han ali-mentado y se nutren de las teoras zubirianas.

Unos temas que algunos seguidores de Zubiri han destacado mucho,Aranguren, Cortina, Lpez Quints, Diego Gracia y otros, son el de latica y la esttica en Zubiri. Xavier Zubiri no slo fue un gran filsofosino, adems, no podra ser de otro modo, un amante de lo bello, lo bueno,del arte. En nuestro trabajo diario tico-esttico de la enfermera, desde elprincipio, nos centramos y destacamos estos elementos autnticamentefilosficos. Autnticamente nuestros. Prestar servicios, cuidados, es apor-tar contenidos ticos y estticos a la vez. Simultneamente. Adela Cortinadestaca de Zubiri la tica del deber y la tica de la felicidad. Aranguren sefija ms en la moral zubiriana como estructura, como contenido y comoactitud. Lan Entralgo aplica las teoras y sentires de Zubiri especialmen-te al campo de la salud. Lo mismo ocurre con Diego Gracia, metido delleno en los temas de la tica sanitaria, la biotica como asignatura pen-diente en el mundo de la salud.

21tica de la enfermera raciovitalista

Jos Ortega y Gasset es uno de nuestros destacados filsofos desde lapoca que le toc vivir hasta nuestros das. Ha ejercido una fuerte influenciaen la Historia de la Filosofa espaola, bien mediante sus muchsimas publi-caciones como a travs de sus seguidores, centrados, principalmente, en suslecciones desde la ctedra como desde la Revista de Occidente y de laFundacin Ortega y Gasset. Siempre se consider ferviente seguidor de I.Kant. En su juventud lleg a interesarse, adems de la filosofa, por la pol-tica. En la II Repblica Espaola fue nombrado Diputado a las CortesConstituyentes de 1931, pero pronto abandon su puesto.

Centrndonos ya slo como filsofo, Ortega y Gasset pas por diver-sas fases y tendencias: el objetivismo, al principio y que luego se inclinpor el perspectivismo, aos 1914-1923, centrado en la reflexin sobre lascosas que nos son ms prximas, lo que nos rodea, para llegar a trascender alas cosas ms lejanas. El raciovitalismo es otro movimiento o sentimien-to que anim a Ortega ya avanzada su vida, esto es, entre 1925-1955.Pretende superar el irracionalismo originado por el vitalismo y de corregir lapobreza intelectual que significaba el racionalismo. l quera conseguir,en definitiva, la unin o convivencia entre lo bueno que se encuentra en elvitalismo, con lo mejor que aporta la razn.

Para enfermera nos proporciona buenas enseanzas, especialmente sinos centramos en su raciovitalismo o su vitalismo racional. Quiere demos-


trar que la vida, la realidad, tema muy de enfermera, tiene valor primige-nio. Luego vendr el pensamiento, la razn, que enriquece y complemen-ta a la persona. Vida y razn son temas de la enfermera actual. La vida yla razn se complementan, segn Ortega y Gasset, con las ideas y las cre-encias. Las ideas son el pensamiento de las personas, que siempre tendre-mos que tener muy en consideracin. Las ideas son heterogneas. Peroson algo fundamental a las personas, bien profesionales enfermeros oclientes consumidores de servicios y cuidados reforzadores de la salud.Las creencias son, segn Ortega, realidades intelectuales en las que esta-mos inmersos.

Es muy significativo y recomendable para enfermera considerar conOrtega y Gasset que el hombre no tiene naturaleza, lo que tiene es histo-ria. Y esto es as porque el ser humano tiene un principio, un presente yun futuro, un fin. El recuerdo del pasado estimula fuertemente hacia lasproposiciones para el futuro. La historia es la lnea que nos introduce enel mundo de las generaciones. Para Ortega la historia es como la unidadgentica de las generaciones. El concepto de generacin lo consideraOrtega como eje interpretativo de la historia. Enfermera puede enrique-cerse conociendo, entre las muchas publicaciones orteguianas, El hombrey la gente, Ob. Comp. Tomo VII: la vida humana como realidad radical esslo la vida de cada cual, es slo mi vida. Del peligro que es el otro y lasorpresa que es el yo. La vida es, nos dice Ortega, a la par, fatalidad ylibertad, es posibilidad limitada pero posibilidad, por tanto, abierta. EnOb. Comp. Tomo IX, Qu es filosofa?

En sus Obras Completas, tomo I, nos dice Ortega que hay una bon-dad ejemplar y una bondad derivada, o de copia, que, por ser ms fre-cuente, llamamos buenas costumbres. Y en La pedagoga social comoprograma poltico trata de se busca al hombre, el hombre no es el indi-viduo biolgico, el hombre, individuo de la humanidad, precisa. Ennuestra situacin profesional enfermera el hombre es y resulta, ciertamen-te, un ser biolgico y un individuo miembro de la humanidad.Enriqueciendo con esta visin la accin de su trabajo con la bondad ejem-plar y la bondad derivada, es decir, las buenas costumbres. Estas buenascostumbres aaden calidad, excelencia, al trabajo profesional enfermero.Resultando para enfermera algo fundamental. Muy determinante.

22tica de la enfermera antropolgica

Jos Luis Lpez Aranguren es sorprendentemente discpulo de Arist-teles, Santo Toms de Aquino y Zubiri. As nos lo dice l. Pero opinamosque tambin es discpulo de Heidegger y, en cierta manera, de Kant.Adems de otros muchos y buenos maestros del saber filosfico y tico.Algo parecido nos puede ocurrir a cualquiera de nosotros. La formacinenfermera es as, resultado de muchas influencias. Y esto no es malo. Talvez resulta muy bueno y recomendable. Este es, posiblemente, nuestrosociovitalismo orteguiano. Pero la tica de Aranguren resulta y presentams un aspecto y carcter antropolgico que formalista kantiano. De estamanera la define l mismo. Se centra mucho en el concepto aristotlicovida buena, bienestar, calidad de vida. Tema este muy relacionado con laenfermera de siempre, de hoy, tambin, por supuesto.

Aranguren tiene diversas publicaciones relacionadas con la tica comoLo que sabemos de moral, Moral de la vida cotidiana, Propuestas mora-les, y otras. Pero aqu nos centraremos ms en su obra ya clsica: tica.Y se cuestiona si ha de cimentar sus contenidos en la metafsica, en lasociologa, en la filosofa moral, en los principios psicolgicos o antropo-lgicos. Platn y Aristteles ubican la tica en la poltica. Scrates en lamoral, Kant y Hegel siguen en la misma indefinicin, precisa Aranguren.

Y se pregunta, quin tiene razn? No nos responde sino que, an ms,nos lo complica. Porque antes de la filosofa hubo un tiempo prefilosfi-


co y ya entonces las personas y los pueblos disponan de conceptos mora-les en sus comportamientos personales y pblicos. Todo esto nos da oaporta una cierta luz a los profesionales enfermeros cara a la antiguamanera de actuar en la accin asistencial y de prestacin de cuidados dela salud. Hemos sido ticos desde siempre, desde la prefilosofa, inclusosin percatarnos de ello.

En su tica Aranguren procede metodolgicamente al exponer los temas.Y desde su punto de partida procede y pasa a considerar los principios meta-fsicos, etimolgicos, prefilosficos y genticos histricos. Esto ltimo, talvez, influencia de Ortega y Gasset. Cuestiona y compara la tica con lasociologa, la psicologa y la antropologa, la moral como estructura, la teo-loga y la religin. Temas, ciertamente, muy enfermeros. Asuntos en los quetendremos que profundizar y en los que deberamos destacar. Pongmonosen la situacin de cada enfermo, personas siempre observadoras, analizado-res permanentes de su situacin y de nuestro profesional proceder.

En la segunda parte del libro Aranguren nos presenta el objeto mate-rial de la tica. Los hbitos, actos y carcter. Como las filosofas clsicas,se cuestiona el bien y la felicidad. La felicidad como virtud y la felicidadcomo contemplacin. Incluso la felicidad como perfeccin. Es importantepara nosotros los enfermeros/as la teora sobre los sentimientos, la esperan-za, el amor, las virtudes de la prudencia, la justicia, fortaleza, templanzay otras. Las consideraciones sobre el mal, los vicios, la vida moral.Incluso destaca el tema sobre la muerte, circunstancia significativa ennuestro proceder ordinario y frecuente.

La tica de Aranguren resulta para enfermera como un libro, tam-bin, de cabecera. Documentacin precisa, ordenada, muy completa.Algo que sorprende, con frecuencia, con la manera de actuar o proce-der en algunas Escuelas Universitarias de Enfermera, en donde a estostemas tan trascendentales en la vida profesional de las enfermeras/oscon frecuencia se marginan, no se les da la importancia que tienen. O,algo peor, se acta as por ignorancia, hoy ya vencible. Y nos pregunta-mos: Cmo puede ignorarse algo, una filosofa ya muy presente desdelos presocrticos, desde los prefilsofos, y de actualidad ahora como alo largo de ms de treinta siglos?

La verdad es que nos queda mucho por aprender y quedan, incluso,muchas murallas ideolgicas que derribar en nosotros mismos. E insisti-

TICA DE LA ENFERMERA ANTROPOLGICA 53

mos, qu responsabilidad tan grande la de quienes ostentan, suponemosque merecidamente, la grave responsabilidad de la formacin de los jve-nes universitarios enfermeros/as!

23tica enfermera: ser y conducta

La figura de Pedro Lan Entralgo es larga y profunda en el mundo dela medicina y ha repercutido muchsimo en enfermera. Somos muchoslos profesionales enfermeros que le seguamos cuando l viva y publica-ba sus libros y que ahora los repasamos frecuentemente con fruicin. Sustemas, adems de los trabajos profesionales mdicos, fueron la docencia,la historia, la antropologa, el ensayo filosfico e, incluso, el teatro y lanovela. Se interes, muy especialmente, por lo que el ser humano es y porlo que hace. Por cmo realiza las obras el hombre, por su conducta. Y pre-tende llegar a indagar en los humanos cuanto les afecta en el amor, el odio,la soledad, la esperanza, el ocio, la enfermedad, la desesperacin, la cien-cia, las creencias, el lenguaje, la dignidad del alma, el cuerpo y la perso-na, la evolucin del universo.

A enfermera, fijndonos y apoyndonos en l, nos interesa la realidad yel comportamiento del ser humano. l se haba forjado un ideal o un concep-to del hombre. Como buen seguidor de su maestro X. Zubiri se centra en lasuidad. Arranca desde la gnesis del ser humano y pasa a estudiar la suidado mismidad del maestro Zubiri para terminar en el dinamismo. El hombrees suyo en cuanto dueo y actualizador de sus talentos. El dinamismo de lasuidad y de la personificacin se hace as dinamismo de la convivencia.

Lan Entralgo desarrolla ampliamente el tema de la esperanza: Laespera y la esperanza, Antropologa de la esperanza son libros en los que


se permite criticar negativamente la obra El principio de la esperanza,de Ernst Bloch y La teologa de la esperanza del telogo JngerMoltmann. l cree que estos autores, sus libros, carecen de fundamentoantropolgico suficiente y adolecen de bases fundamentales a opcionesdistintas como son el agnosticismo, el marxismo o el cristianismo.

Desde enfermera nos hemos fijado y titulado el tema sobre el ser y laconducta del hombre. Este libro es una de las ltimas obras de Lan Entralgo.Una recopilacin de su trabajo y seleccionada por l mismo. Se trata de unlargo documento filosfico-tico-antropolgico que inclina y conduce a unareflexin profunda. Bien como personas o como profesionales de la presta-cin de servicios y cuidados enfermeros, en nuestro caso.

La empresa de ser hombres, empresa de ser, dice l, conlleva tres ele-mentos decisivos:

Vocacin, algo arrollador y absorbente. Hombre en el tiempo y elespacio.

Desasimiento met

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