Enfoque Bíblico de la Ética Cristiana en la Mayordomía ...

ENFOQUE BÍBLICO DE LA ÉTICA CRISTIANA EN LA MAYORDOMÍA 1

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4

2 Enfoque Bíblico de la Ética Cristiana en la Mayordomía Ambiental para la Educación

de las Iglesias Evangélicas

Trabajo de Investigación para optar el Grado de Bachiller en Ministerio Pastoral

Elías Enoc Heredia Alejos

Universidad Seminario Evangélico de Lima

Asesor:

Mg. Raúl Teófilo Hinojosa Santos

ORCID: 0000-0003-3263-9901

Nota del autor


La correspondencia relacionada con esta investigación debe ser dirigida a Elías

Enoc Heredia Alejos, Universidad Seminario Evangélico de Lima, Av. La Molina 585,

Urbanización Santa Felicia, Primera Etapa, La Molina, Lima.

Contacto: [email protected]


Declaración Jurada

Yo,………………………………………………………………………………………………………

…,

Estudiante de la Facultad de Teología de la Universidad Seminario Evangélico de Lima,

identificado (a) con DNI ………………………………, con el Trabajo de Investigación titulado:

“………………………………………………….....................................

……………………………………………………………………………..”

Declaro bajo juramento que:

• El Trabajo de Investigación es de mi autoría

• He respetado las normas internacionales de citas y referencias para las fuentes

consultadas. Por tanto, el Trabajo de Investigación no ha sido plagiado ni total ni

parcialmente.

• El Trabajo de Investigación es resultado de un esfuerzo académico personal, no

ha sido falseado, ni duplicado, ni copiado y por tanto las conclusiones que se

presenta se constituyen en aportes genuinos aplicables para futuras

investigaciones.

De identificarse fraude en este Trabajo de Investigación como datos falsos, experiencia,

plagio y otros similares, asumo las consecuencias y sanciones que de mi acción se deriven,

sometiéndome a la normatividad vigente de la Universidad Seminario Evangélico de Lima.

La Molina, ………………de…………………….del 2021

………………………………

DNI:……………………


47504456

Enfoque Bíblico de la Ética Cristiana en la Mayordomía

Ambiental para la Educación de las Iglesias Evangélicas

26 febrero

47504456


Índice

Portada …………………………………………………………………...….…………………...… 1

Declaración jurada de autenticidad ……………………………………………………………… 2

Índice de contenido ……………………………………………….…..………………………...… 3

Resumen ……………………………………………………………..……………………….……. 4

Abstract ……………………………………………………………..……………………….…...… 5

Introducción……………………………………………………………………………………....… 6

Capítulo I

Planteamiento del problema ……………………………………….……………………….….. 8

Descripción de la realidad problemática …..…………………….…….…………….…….……. 8

Formulación del problema ………………………………………………………………….......... 9

Justificación …….…………………………………………………………………………….……. 10

Objetivos de la investigación ………………………………………………………………..…… 11

Viabilidad de la investigación ..…………………………………………….…………………….. 11

Capítulo II

Marco teórico …………………………………………………………………………………..… 13

Antecedentes ………...……………………………………………………………………………. 13

Bases teóricas …………………………………………………………………………………..… 15

La mayordomía ambiental desde el Antiguo Testamento ................................................... 15

La mayordomía ambiental desde el Nuevo Testamento ..................................................... 24

La mayordomía ambiental desde el pensamiento de teólogos y filósofos ………………..... 31

Definición de conceptos …………….………………………………………………………........ 40

Capítulo III

Metodología de la investigación ……………………………..……….…………………….... 46

Enfoque de la investigación ……………………………………………………………………... 46

Diseño metodológico ……………………………………………………………………………... 46

Alcance de la investigación …………………………………………………………………...…. 47

Técnicas e instrumentos …………………………………………………………………………. 47

Conclusiones …………………………………………………………………………………….. 49

Referencias bibliográficas ……………………………………………………………………... 51


Resumen

La presente investigación titulada “Enfoque bíblico de la ética cristiana en la

mayordomía ambiental para la educación de las iglesias evangélicas”, ha sido desarrollada

con el objetivo de demostrar de qué manera la mayordomía ambiental según el enfoque

bíblico contribuye en la formación de la ética cristiana en las iglesias evangélicas. El

enfoque de este trabajo de investigación fue cualitativo y se usó la investigación

bibliográfica porque esta implica la consulta de fuentes de información divulgadas de

manera impresa o virtual (Ángeles y Del Valle, 2016). La técnica que se usó es la

observación bibliográfica, esta se realizó al leer, analizar y evaluar lo que otros han

realizado sobre el tema de la mayordomía ambiental en diversas fuentes bibliográficas

como la Sagrada Escritura y los libros o artículos de diversos filósofos y teólogos que

abordan el tema del cuida y protección del medio ambiente. El instrumento de esta técnica

fue el propio investigador porque “el investigador es quien, mediante diversos métodos o

técnicas, recoge los datos para interpretarlos (Hernández, 2014, p. 397). La conclusión de

esta investigación demostró que tanto el Antiguo Testamento, Nuevo Testamento y así

como los teólogos y filósofos consultados enseñan que la mayordomía ambiental es una

parte integral de la fe cristiana y debe ser practicada por los cristianos evangélicos teniendo

en cuenta que esta es también una dimensión de la ética cristiana.

Palabras Clave: Creación de Dios, Educación ambiental, Enfoque bíblico, Ética cristiana,

Formación ética, Iglesia Evangélica, Mayordomía ambiental, Pensamiento y

Responsabilidad.


Abstract

The present investigation entitled "Biblical approach to Christian ethics in

environmental stewardship for the education of evangelical churches", has been developed

with the aim of demonstrating how environmental stewardship according to the biblical

approach contributes to the formation of Christian ethics. in evangelical churches. The focus

of this research work was qualitative and bibliographic research was used because it

preeminently involves the consultation of information sources published in print or virtual

(Ángeles and Del Valle, 2016). The technique that was used is bibliographic observation,

this was done by reading, analyzing and evaluating what others have done and said on the

subject of environmental stewardship in various bibliographic sources such as Sacred

Scripture and the books or articles of various philosophers and theologians that address the

issue of care and protection of the environment. The instrument of this technique was the

researcher himself because “the researcher is the one who, through various methods or

techniques, collects the data to interpret them (Hernández, 2014, p. 397). The conclusion of

this research showed that both the Old Testament, New Testament and as well as the

consulted theologians and philosophers teach that environmental stewardship is an integral

part of the Christian faith and should be practiced by evangelical Christians taking into

account that this is also a dimension of Christian ethics.

Key Words: Creation of God, Environmental Education, Biblical Approach, Christian Ethics,

Ethical Formation, Evangelical Church, Environmental Stewardship, Thought and

Responsibility.


Introducción

La mayordomía ambiental es un tema no tomado en cuenta por muchos evangélicos

hoy en día, a pesar de que la Biblia que ellos leen enseña sobre el cuidado y protección de

la creación de Dios. La Biblia trata principalmente con la relación entre Dios y la humanidad

y el camino hacia la salvación y la vida eterna mediante Jesucristo, la Biblia también

describe el esplendor y la importancia de la creación y presenta principios que indican cómo

se debe usar y preservar el medio ambiente natural (Bauckham, 2002). Parte de la provisión

de Dios para el bienestar de la humanidad es que Él creó y ordenó el uso de plantas,

animales y recursos (el mundo biofísico) para satisfacer las necesidades físicas y materiales

de la humanidad. Estos preceptos, aunque escritos hace siglos, siguen siendo relevantes.

Sin embargo, las condiciones ambientales se han visto seriamente comprometidas en la era

actual a través de la codicia humana, el materialismo, la autocomplacencia, la

competitividad y la miopía. Estos rasgos humanos específicos que han llevado a la

degradación del medio ambiente se oponen fervientemente al cristianismo. La Iglesia

evangélica, como una de las religiones globales, debería aceptar la responsabilidad de tal

vez no tomar suficientemente en cuenta las acciones de la humanidad que han llevado al

estado actual explotado del mundo natural.

El objetivo general de la investigación es demostrar de qué manera la mayordomía

ambiental según el enfoque bíblico contribuye en la formación de la ética cristiana en las

iglesias evangélicas. Además, como primer objetivo específico es demostrar de qué manera

el enfoque bíblico de la Ética cristiana en la mayordomía ambiental desde el Antiguo

Testamento contribuye en la educación de las iglesias evangélicas. Asimismo, como

segundo objetivo específico es demostrar de qué manera desde el enfoque bíblico de la

Ética cristiana en la mayordomía ambiental desde el Nuevo Testamento contribuye en la

educación de las iglesias evangélicas, y por último como tercer objetivo específico es

describir de qué manera el enfoque bíblico de la Ética cristiana en la mayordomía ambiental

desde el pensamiento de teólogos y filósofos contribuye en la educación de las iglesias

evangélicas. Debemos señalar además que se limitará a abordar el tema de la mayordomía


ambiental desde el enfoque bíblico y considerando el pensamiento de dos teólogos y dos

filósofos que han abordado en sus escritos el tema de la presente investigación desde

diversos enfoques.

El primer capítulo: Planteamiento del problema de Investigación, describe el

problema, plantea la pregunta general y específicas, justifica la investigación, presenta el

objetivo general y específicos, así como la viabilidad de la investigación acerca del enfoque

bíblico de la ética cristiana en la mayordomía ambiental para la educación de las iglesias

evangélicas. El segundo capítulo: Marco teórico, presenta los antecedentes internacionales

y nacionales, desarrolla las bases teóricas y define los conceptos más relevantes usados en

la investigación acerca del enfoque bíblico de la ética cristiana en la mayordomía ambiental

para la educación de las iglesias evangélicas. El tercer capítulo: Metodología de la

investigación, describe el enfoque de investigación, así como el diseño, el alcance y la

técnica e instrumentos usados para la investigación del tema de investigación. Las

conclusiones son el bloque final resultante del análisis de las bases teóricas en función a los

objetivos generales y específicos propuestos.


Capítulo I

Planteamiento del problema

Descripción de la realidad problemática

La crisis ambiental es un problema preocupante en estos últimos años por sus

efectos negativos. Las dificultades amenazantes por la sobrepoblación, deforestación,

desertificación, pérdida de biodiversidad, cambio climático, lluvias acidas, falta de alimento,

daño de la capa de ozono, la pérdida de especies y abuso en los animales para consumo y

diversión, han marcado la atención por los daños causados como el legado negativo para el

hoy y las futuras generaciones. Esto nos lleva a pensar que se necesita replantear los

supuestos del vínculo entre el hombre y su entorno natural, replantear el modelo de

desarrollo social. Frente a ello, la educación ambiental pretende dar cuenta de esta

problemática, proponiendo un paradigma de educación, el del desarrollo sostenible, que

señala pautas para guiar al ser humano a optimizar su convivencia con su medio natural

(Banda, 2019).

Asimismo, el desarrollo del conocimiento científico ha permitido que la problemática

ambiental se nutra de filosofías, estas han sido plasmadas en muchos materiales bien

desarrollados que nos permiten comprender los temas pertinentes al manejo del medio

ambiente, y esto nos ha llevado a adoptar una opinión política y hacer algo al respecto. Sin

embargo, gran parte de esta ciencia y opinión política se presenta sin ningún examen

explícito de los fundamentos del pensamiento que presenta, hay una ausencia en la

valoración de los antecedentes cristianos de la civilización contemporánea y su ciencia y

tecnología. Esto ha causado que los cristianos, a través de los años, adopten actitudes

seculares y hasta anti cristianas hacia las ciencias y la tecnología, y se promuevan causas

que poco o nada tienen que ver con principios cristianos y la enseñanza bíblica (Smith, s.f.).

En el Perú, en la mayoría de iglesias se percibe que la preocupación por la

mayordomía de la creación es un tema poco frecuente, en el mejor de los casos. Tal como

lo demuestra el estudio realizado por Gómez (2014) donde observó que las personas que

asistían a una iglesia carecían de educación ambiental. La mayordomía de la creación es


pocas veces mencionada desde el púlpito, y está regularmente ausente o muy bajo en la

agenda de temas por los que los cristianos expresan preocupación. De hecho, se puede ver

que no solo muchos creyentes carecen de ningún sentido de responsabilidad por la

creación, sino que algunos piensan que resistirse a ese enfoque es una señal de

compromiso cristiano, esto tal vez alimentado por formas de ambientalismo que asumen o

propagan activamente ideologías que son anticristianas. Esto ha llevado a que los cristianos

no se sean los promotores del cuidado de la creación de Dios.

Por lo antes expuesto, en este contexto, es necesario analizar si la mayordomía

ambiental es una dimensión de la ética cristiana, y hace falta realizar estudios en el ámbito

eclesial que permitan evaluar con mayor detenimiento cómo se percibe y entiende la

mayordomía de la creación en los asistentes de las iglesias, para que de esta manera se

pueden elaborar capacitaciones de mayordomía de la creación más eficaces entendiendo la

realidad local de las iglesias. De esta manera se pretende promover en la comunidad

evangélica el cuidado de la creación desde una perspectiva que sea fiel a la enseñanza

bíblica. Buscando que la meta de la iglesia sea el crecimiento de mayordomos de la tierra

en los hábitos diarios y en la provisión de liderazgo para el cuidado y protección de la

creación (Arana et al., 2009).

Formulación del problema

A partir de la descripción de la realidad problemática se plantea la siguiente pregunta,

¿De qué manera el enfoque bíblico de la Ética cristiana en la mayordomía ambiental

contribuye en la educación de las iglesias evangélicas? Asimismo, el problema general nos

permite plantear los siguientes problemas específicos:

• ¿De qué manera el enfoque bíblico de la Ética cristiana en la mayordomía ambiental

desde el Antiguo Testamento contribuye en la educación de las iglesias evangélicas?

• ¿De qué manera desde el enfoque bíblico de la Ética cristiana en la mayordomía

ambiental desde el Nuevo Testamento contribuye en la educación de las iglesias

evangélicas?


• ¿De qué manera el enfoque bíblico de la Ética cristiana en la mayordomía ambiental

desde el pensamiento de teólogos y filósofos contribuye en la educación de las

iglesias evangélicas?

Justificación de la investigación

Cada vez se está reconociendo que los crecientes desafíos ambientales no pueden

ser respondidos adecuadamente por los organismos gubernamentales sin un aumento del

apoyo público a los cambios de política de largo alcance. Esto ha llevado que en el Perú se

apruebe la Política Nacional de Educación Ambiental (PNEA) en el año 2012, esta busca a

través de lineamientos de política, la formación y fortalecimiento de una ciudadanía

responsable con el ambiente y su entorno en el ámbito del desarrollo sostenible. La PNEA

(2012), impulsa la política de educación ambiental en los diversos grupos de la sociedad

peruana, por eso en el Lineamiento de Política de Educación Comunitaria Ambiental 4.3 se

menciona que el sector privado, incluidas las iglesias, debe incorporar la educación

ambiental en sus actividades, como un punto importante de su responsabilidad social y

ambiental.

Asimismo, de acuerdo a Chaplin (2016), en un mundo donde cuatro quintas partes

de la población se adhieren a alguna forma de tradición espiritual, la religión puede ser una

de esas fuentes necesarias que permitan inspirar en la concienciación y la movilización

ambiental. Según el XII Censo Nacional de Población del 2017, la población evangélica en

el Perú es del 14.1% (3 264 819) (INEI, 2017). Todo ese grupo de creyentes en Cristo

debería buscar, como una forma de adorar a Dios, practicar la conservación del agua y el

suelo, plantar y cuidar los árboles, gestionar los desechos e incluso predicar y enseñar

sobre la mayordomía de la creación en las iglesias y las reuniones cristianas. Deberíamos

ser conscientes que “el cuidado de la creación es parte integral de la fe cristiana” (Warners

y Heun, 2019, p. 1508). Esa realidad de falta de conciencia en la mayordomía ambiental

también se muestra en las iglesias evangélicas del Perú, es por ello que es necesario

capacitar sobre estos temas en las iglesias evangélicas.


Este estudio cuenta con un valor teórico porque ofrece principios bíblicos basados

en la Biblia que es el fundamento de la mayordomía de la creación como una dimensión de

la ética cristiana y porque resume el aporte teórico de los autores cristianos más

importantes que hacen referencia a este tema, y asimismo también resume el aporte de

autores no cristiano que han estudiado la educación ambiental en el ambiente eclesial.

Igualmente, tiene una justificación practica en la medida que ayuda a prevenir el problema

actual de la falta de capacitación en mayordomía ambiental según el enfoque bíblico en los

cristianos evangélicos.

Objetivos de la investigación

El presente trabajo de investigación tiene como objetivo general: Demostrar de qué

manera la mayordomía ambiental según el enfoque bíblico contribuye en la formación de la

ética cristiana en las iglesias evangélicas. También, se plantea los siguientes objetivos

específicos:

• Demostrar de qué manera el enfoque bíblico de la Ética cristiana en la mayordomía

ambiental desde el Antiguo Testamento contribuye en la educación de las iglesias

evangélicas.

• Demostrar de qué manera desde el enfoque bíblico de la Ética cristiana en la

mayordomía ambiental desde el Nuevo Testamento contribuye en la educación de

las iglesias evangélicas.

• Describir de qué manera el enfoque bíblico de la Ética cristiana en la mayordomía

ambiental desde el pensamiento de teólogos y filósofos contribuye en la educación

de las iglesias evangélicas.

Viabilidad de la investigación

Este trabajo de investigación busca realizar una revisión bibliográfica sobre la

mayordomía ambiental teniendo en cuenta, en primer lugar, a los principios bíblicos

basados en la Biblia que es el fundamento de la mayordomía ambiental como una

dimensión de la ética cristiana. Se tomarán en cuenta varios pasajes de las Escrituras tanto

del Nuevo como del Antiguo Testamento para fundamentar bíblicamente los principios de la


mayordomía ambiental. Asimismo, se resume el aporte teórico de teólogos y filósofos más

importantes que hacen referencia al tema de la mayordomía ambiental y a la ética cristiana.

El presente estudio se realiza en el año 2020 con la limitación de no poder contar con los

libros físicos por razones de la pandemia por la COVID-19 y con la limitación de no contar

con muchas investigaciones peruanas recientes sobre el tema de la mayordomía ambiental

desde una perspectiva bíblica. Asimismo, el presente trabajo de investigación se realizará

financieramente, con los propios recursos del investigador.


Capítulo II

Marcó teórico

Antecedentes

Internacional

Varela (2018) desarrolló el trabajo de investigación titulado: La mayordomía de la

creación: hacia una ecoteología adventista. La presente investigación tuvo como objetivo

abordar el problema del cuidado del medio a través de un abordaje bíblico y teológico,

enfatizando el cuidado divino sobre la creación y la responsabilidad de los creyentes, y

presentando algunas iniciativas éticas para una ecoteología adventista. El enfoque de este

trabajo de investigación fue cualitativo, donde el investigador interpretó la información

bibliográfica que recabó y buscó comprenderlo. La técnica que se usó es la observación

bibliográfica, que permitió recabar información para probar que tanto el Antiguo como el

Nuevo Testamento establecen fundamentos estables para asumir los compromisos con la

mayordomía ecológica en estos tiempos.

Las conclusiones llegadas por el autor fue que los cristianos adventistas del séptimo

día tienen razones claras y definidas para no ser indiferentes a la crisis ecológica actual, por

lo que debería involucrarse y asumir una responsabilidad de mayordomos de la creación

divina.

Le Roux (2017) desarrolló el trabajo de investigación titulado: Cómo se ve y se

evidencia la mayordomía ambiental en la Iglesia Unida Reformada de África del Sur: una

evaluación de las percepciones de los estudiantes, profesores y ministros [traducción

propia]. La presente investigación tuvo como objetivo abordar analizar cómo los estudiantes

de seminario, los conferencistas y los ministros en ejercicio de la Iglesia Reformada Unida

de África Austral perciben y practican esta ética de custodia como mayordomía ambiental.

En este estudio se utilizó un enfoque de método mixto que siguió un diseño de estudio de

caso, como estudio de métodos mixtos, la investigación siguió enfoques tanto cuantitativos

como cualitativos e incorporó sus métodos e instrumentos de recopilación de datos

asociados. El estudio se llevó a cabo entre un grupo de ministros de la Iglesia Reformada


Unida en África del Sur (URCSA), profesores y estudiantes de varias instituciones de

formación y seminarios de URCSA y un grupo de ancianos de la iglesia. Los datos para el

estudio se recopilaron a través de un cuestionario que se analizó cuantitativamente, también

se realizaron entrevistas individuales y de grupos focales cuyos datos se analizaron

cualitativamente.

Las conclusiones llegadas por el autor fue que existe consenso entre los

encuestados de que la mayordomía cristiana y la mayordomía ambiental son un mandato

bíblico y deben abordarse y practicarse en la Iglesia; sin embargo, los hallazgos

proporcionaron evidencia de que la realización de la administración ambiental es tentativa,

tanto dentro del ministerio como dentro de los programas de seminario. Se concluye que la

enseñanza y la práctica de la mayordomía ambiental generalmente se descuidan en la

Iglesia.

Nacional

González (1998) desarrolló el trabajo de investigación titulado: La conservación de la

naturaleza según el principio bíblico de la mayordomía responsable. La presente

investigación tuvo como objetivo fundamentar a la ética ambiental con un principio bíblico

que se rescata de las Escrituras Judeocristianas, donde el hombre no es el Señor de la

creación; es su mayordomo (administrador). El enfoque de este trabajo de investigación fue

cualitativo, donde el investigador interpretó la información bibliográfica que recabó y buscó

comprenderlo. La técnica que se usó es la observación bibliográfica, que permitió recabar

información para probar que tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento establecen

fundamentos éticos y teológicos estables para asumir los compromisos con la mayordomía

ecológica en estos tiempos.

Las conclusiones llegadas por el autor fue que hay una necesidad urgente de crear

una conciencia ecológica para la humanidad y la ética ambiental debe tener una base

sólida. De la misma manera, la mayordomía responsable es una propuesta coherente para

sustentar a la ética ambiental, pero su aplicación depende de que las personas que se

llamen cristianas, están obligadas a tener la mayordomía en cuenta.


Gómez (2014) desarrolló el trabajo de investigación titulado: Fortalecimiento de

potencialidades ambientales, mediante la aplicación de educación ambiental en el comedor

Adonai Iglesia Asambleas de Dios del Perú – Moyobamba. La presente investigación tuvo

como objetivo fortalecer las Potencialidades Ambientales mediante la aplicación de la

Educación Ambiental en el comedor "ADONAI iglesia asambleas de Dios del Perú". En el

plano metodológico, la investigación de tipo aplicada se condujo bajo un diseño

preexperimental, a cuyo grupo de madres de familia se les administro un pre y postest para

determinar las diferencias en cuanto al fortalecimiento de sus Potencialidades Ambientales.

El test estuvo compuesto de 15 reactivos, de las cuales 5 correspondían al tratamiento de

los residuos sólidos, 5 al cuidado y conservación del agua y 5 respecto a la higiene de los

alimentos. En cuanto a la prueba de hipótesis, para su comprobación se utilizó la prueba de

la diferencia pareada correspondiente a la distribución t de student con un nivel de

confianza del 95%.

La investigación concluyó que con la aplicación de los talleres de Educación

Ambiental las madres de familia del comedor ADONAI Iglesia Asambleas de Dios del Perú

lograron fortalecer sus Potencialidades Ambientales. Hubo un aumento en el nivel de

conocimientos respecto a la disposición de residuos sólidos, cuidado del agua e higiene de

los alimentos, situación que fue revertida mediante la aplicación de los talleres de

Educación Ambiental.

Bases teóricas

La mayordomía ambiental desde el Antiguo Testamento

La Biblia no contiene textos específicos sobre el medio ambiente, pero sí

proporciona pautas generales que son útiles para nosotros en la actual crisis ambiental. .

Según Douma (2015) esas pautas incluyen la conciencia de la posición única que

ocupamos en la creación, como representantes de Dios, por encima de las plantas y los

animales; también el respeto de los seres humanos a otras criaturas. La visión de la Biblia

no es antropocéntrica ni cosmocéntrica, sino teocéntrica. Es por eso que los seres

humanos, deben estar al servicio de Dios. Las cosas, las plantas y los animales no están al


mando de la gente; más bien, los seres humanos deben cuidar de todo para la gloria de

Dios, como sus mayordomos. No debemos incurrir en la falta de deliberar que el mandato

cultural de Génesis 1:28, impulsa a que las personas puedan a extraer del mundo todo lo

que éste contiene indiscriminadamente. La crisis ambiental nos ha enseñado a tener

cuidado con ese enfoque. Debemos hacer nuestro trabajo en el mundo al servicio de Cristo,

el segundo Adán. Los cristianos deben dedicar sus esfuerzos a proclamar el evangelio, pero

también a administrar el mundo.

Doctrina de Dios y creación en relación con la mayordomía ambiental.

Dios es creador. Las primeras palabras del libro de Génesis revelan un creador

poderoso, y este creador es Dios. En el capítulo 1 de Génesis, Dios crea plantas con semillas

y animales para habitar la tierra, el cielo y el agua. Los sistemas, ritmos y estructuras naturales

existen todos debido al plan y deseo del Creador. Dios crea a los seres humanos, hombres y

mujeres, y ordena que todas las cosas sean fructíferas y se multipliquen.

En Génesis capítulo 1:31, Dios lo crea y lo considera "bueno" y "muy bueno". Pero se

debes notar que este intenso deleite existe incluso antes de que los humanos fueron creados:

“Y vio Dios que…era buena”. (Reina Valera, 1960, Génesis 1:4). Como humanos, muchos de

nosotros nos enfocamos en el elemento humano en la historia de la creación, pero no

debemos perdernos un punto importante: que Dios atribuye un valor inherente a la creación

no humana separado de lo que la creación proporciona a los humanos.

Dios es dueño. La creación es de Dios. Las Escrituras nos dicen que los humanos

son una obra de Dios, creados a imagen de Dios. En el capítulo 2 de Génesis vemos que los

seres humanos encuentran su origen en el suelo de la tierra y en el aliento de Dios. Se debe

considerar que, como parte del orden creado, el vínculo de los seres humanos con la demás

parte de la creación proviene de la determinación y decisión de Dios sobre esa relación. Los

humanos no tienen la propiedad innata de la creación. Más bien, el Creador es dueño de la

creación. A la humanidad se le ha dado un papel muy importante en el orden creado, pero

las Escrituras dejan claro que Dios tiene la propiedad sobre la creación. El papel de la


humanidad con respecto a la creación debe discernirse a partir del primer principio: que Dios

es dueño. La humanidad habita la creación, pero no es nuestra.

Las Escrituras muestran que la creación, incluida la tierra, sus sistemas naturales,

plantas, animales, personas y todas las demás cosas, es de Dios. Se destacan los siguientes

pasajes bíblicos. "De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan."

(Reina Valera, 1960, Salmo 24:1). "La tierra mía es; pues vosotros forasteros y extranjeros

sois para conmigo”. (Reina Valera, 1960, Levítico 25:23). En Levítico 25 no solo nos dice que

la tierra pertenece a Dios, sino que también identifica a los humanos como "extranjeros". La

palabra hebrea para "forastero" es ger (גר) , también significa, "invitado, morar en tierra

ajena”. (Strong, 2002, p. 27). La palabra para “extranjero” es tosháb, (ב puede traducirse ,(תש

como "un mero hospedado, extranjero residente, huésped”. (Strong, 2002, p. 142). Dado que

somos moradores temporales en la tierra de Dios y somos parte del orden creado por Dios,

tratamos al resto de la creación de la manera que el dueño de la creación, tal como Dios lo

pide.

Dios es el cuidador. Incluso antes de la caída de la humanidad en el pecado, Dios

tenía un plan para su eventual redención. La Ley mosaica recordaba el día en que un

Mesías vendría para quitar permanentemente la carga del pecado de los corazones de la

humanidad y la tierra. Los detalles de la Ley nos dan una idea del plan de Dios para apartar

al pueblo de Israel como suyo, y en ella vemos varios ejemplos de la preocupación de Dios

por su creación, tanto humana como no humana. En Levítico 25, podemos vislumbrar la

visión de Dios sobre la tierra y su maravilloso cuidado por la creación. Dios primero le dice a

la gente que observe un descanso para la tierra cada séptimo año en el que la tierra no

debe ser cultivada. El propósito declarado de esto era que “la tierra tendrá descanso” y un

“reposo para Jehová” (Reina Valera, 1960, Levítico 25:4). Hoy sabemos que esta práctica

beneficiaría a la gente misma, ya que el año de descanso de la tierra evitaría el agotamiento

de los nutrientes del suelo y prolongaría su utilidad; sin embargo, el propósito que Dios

establece parece apuntar al valor inherente de la tierra misma y su valor a sus ojos. Dios


incluso usó a los caldeos para castigar a Israel en parte para restaurar los sábados

terrestres que no habían cumplido (2 Crónicas 36:20-21).

Poco después del mandato de Dios de un descanso para la tierra, vemos algunas de

estas mismas ideas reiteradas en el mandato de un año de Jubileo cada 50 años (Levítico

25:8-11). Este fue un año en el que todos debían entregar su propiedad a su dueño original,

regresar a su familia original y lugar de vivienda, y nadie debía sembrar ni cosechar nada de

la tierra. Este año de Jubileo fue para recordar a los israelitas que no tenían nada que no les

fuera dado por Dios. Dios les dice explícitamente a los israelitas: “La tierra no se venderá a

perpetuidad, porque la tierra mía es; pues vosotros forasteros y extranjeros sois para

conmigo. Por tanto, en toda la tierra de vuestra posesión otorgaréis rescate a la tierra”.

(Reina Valera, 1960, Levítico 25:23-24). Aunque ciertamente no estamos bajo los requisitos

de la ley mosaica hoy, proporciona una idea de la visión de Dios de la creación, todo esto

en contraste con nuestra sociedad actual impulsada por el consumo. Debemos ver al

ambiente como de Dios, y a nosotros mismos como administradores, cuidándonos de su

creación hasta que Él lo reclame.

Propósitos de Dios para la creación. La arquitectura y composición de la creación

revela los propósitos del Creador. Dios creó como un acto de amor y los propósitos de la

creación apoyan el amor de Dios. La creación no es un accidente fortuito ni es divina en sí

misma. La creación es como un regalo que revela a Dios y provee a los humanos. En Génesis

1:29, Dios le dice al hombre que pudiera disfrutar de todas las cosas que fueron creadas, las

plantas les iban servir de alimento. Más adelante en Génesis 9:3, Dios le dijo a Noé que las

plantas y los animales les iban a servir de alimento.

Creación glorifica a Dios. La creación glorifica a Dios en la bondad y el esplendor

de su propio ser y orden. En el Salmo 19, se expresa como la creación aclama la gloria de su

creador. “Los cielos cuentan la gloria de Dios; y el firmamento proclama la obra de sus

manos”. (Reina Valera, 1960, Salmo 19:1). El salmista nos dice que el sol, el firmamento y el

día y la noche son creados y todos dan testimonio de la soberanía de su Creador. Este

testimonio se caracteriza primero como "gloria", una palabra que afirman explícitamente que


Dios reina y que el universo mismo instruye a la humanidad sobre el gobierno de Dios. Dado

que las Escrituras nos dicen que la creación glorifica, alaba, exalta y celebra a Dios, se debe

tratar a la creación de maneras que apoyan este aspecto, función y rol.

Creación provee para especies no humanas. En el Antiguo Testamento vemos

que la naturaleza ocupa una parte asombrosa para Dios. Dios presta atención a la vida y

muerte incluso de un gorrión (Deuteronomio 22:6-7). El propósito de la creación es que sus

sistemas y procesos naturales provean a todo lo que Dios ha creado, humanos y no

humanos. Debido a que toda la creación está conectada, tanto las consecuencias locales

inmediatas como las globales a largo plazo pueden ocurrir siempre que una parte de la

creación sea dañada. Por lo tanto, nuestro uso de la creación debe preservar su capacidad

de proporcionar agua limpia, aire limpio, suficiente césped y árboles, etc., para las

necesidades de otras partes de la creación.

Creación satisface las necesidades físicas de los seres humanos. La creación

también satisface las necesidades físicas de los seres humanos, incluidos alimentos, agua,

refugio, ropa y energía. La tierra tiene estructuras, sistemas y organismos naturales

complejos, y cuando se administra adecuadamente, todos trabajan juntos para proporcionar

el sustento humano. Por diseño de Dios, el suelo, el agua, el sol y las semillas pueden ser

administrados para producir y mantener tanto la vegetación como los animales comestibles.

En Génesis 1:29 Dios dice: “He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está

sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer ".

(Reina Valera, 1960). Dado que la tierra está diseñada para satisfacer las necesidades

humanas, usamos la tierra de maneras que proveen bienestar a las personas.

La creación está diseñada para proveer para todas las personas: ricas y pobres,

mansas y poderosas, personas de hoy y de las generaciones futuras. La actividad humana

tiene el potencial de interrumpir el funcionamiento de la creación y la provisión futura para

otros. Por ejemplo, arrojar desechos no deseados a un río puede "eliminar" los desechos,

pero significa que el río no puede proporcionar agua limpia a otras personas que dependen

de él para beber, pescar, regar y cosas por el estilo. La creación no es dominio exclusivo de


la generación actual. Las generaciones futuras necesitarán que la tierra cubra sus

necesidades. La mayordomía ambiental debe tomar en consideración su propósito de

proveer para otros seres humanos más allá de nosotros. Usar la creación de una manera

que interrumpa la capacidad de otros, tanto ahora como en el futuro, para disfrutar y

beneficiarse de la creación está en desacuerdo con el propósito de Dios para la creación.

Papel de los humanos sobre la creación. Las Escrituras enfatizan dos temas con

respecto al rol de los humanos en relación con el resto de la creación: dominio y mayordomía.

Ambos roles están intrínsecamente entrelazados.

Dominio en el cuidado de la creación. Entendemos por dominio el poder, el

privilegio y la responsabilidad de dirigir, controlar, gobernar, cultivar y administrar. En el libro

del Génesis, Dios otorga a las personas un papel activo y poderoso. A los seres humanos se

les concede autoridad sobre todas las demás partes de la creación de Dios. Como portadores

únicos de la imagen de Dios, se nos da el "dominio", el privilegio y la responsabilidad de

gobernar sobre la creación. Dios encomienda a los humanos que gobiernen y supervisen el

resto de la creación, ejerciendo dominio. Dios creó a la humanidad a su imagen y semejanza,

los creó varón y hembra. Dios bendijo a Adán y Eva, y Dios les dijo: " Fructificad y multiplicaos;

llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en

todas las bestias que se mueven sobre la tierra”. (Reina Valera, 1960, Génesis 1:28). Y en

Génesis 2:15, dice: “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén,

para que lo labrara y lo guardase”. (Reina Valera, 1960). Estos contienen las primeras

palabras divinas que se dirigieron a los seres humanos y tratan sobre la relación de la

humanidad, no con Dios, sino con la tierra. Estas palabras establecen un compartir del

ejercicio del poder (dominio). Dios da a los humanos la tarea de dominar, Dios establece una

relación extraordinaria de poder compartido con los humanos.

Corremos el riesgo de malinterpretar el mandato y la intención de Dios a menos que

comprendamos el significado de dos palabras importantes aquí. La palabra hebrea para

"tener dominio" en Génesis 1:26 es radah. Este verbo revela que debe entenderse en

términos de cuidado, incluso crianza, no explotación o malevolencia. Hechos a imagen de


Dios, debemos buscar relacionarnos con el resto de la creación como Dios se relaciona con

nosotros. La otra palabra a considerar es la palabra hebrea "trabajar" en Génesis 2:15, es

abad. Esta palabra significa "servir, hasta". Significa estar atento, trabajar la tierra de una

manera que sea para su beneficio (Strong, 2002, p. 12). Este mandamiento se enfoca en la

tierra, particularmente en la cultivación (Génesis 2:5, 15). Este "sometimiento" implica

desarrollo en el orden creado, ofreciendo a los seres humanos la tarea del desarrollo

intracreación, de nutrir el mundo en su máximo potencial. Dios les dio dominio a los humanos

antes de la caída. Ejercer dominio, administrar y supervisar la creación no es una maldición,

sino un medio de bendición.

El dominio, si se ejerce correctamente, nos lleva de regreso a Dios. Los seres

humanos interactuamos continuamente con la creación en nuestras actividades diarias,

desde conducir hasta una oficina, cultivar alimentos en el suelo o pescar en ríos, lagos y

océanos. Dios creó los procesos físicos y biológicos en esta tierra, y el dominio efectivo

requiere que obtengamos conocimiento de cómo funcionan estos sistemas o corremos el

riesgo de arruinarlos, por uso excesivo o contaminándolos para que no funcionen

correctamente. El escritor y agricultor agrario Wendell Berry escribe: “The care of the earth

is our most ancient and most worthy and, after all, our most pleasing responsibility. To

cherish what remains of it, and to foster its renewal, is our hope” [El cuidado de la tierra es

nuestra responsabilidad más antigua, más digna y, después de todo, nuestra más agradable

responsabilidad. Apreciar lo que queda de él y fomentar su renovación es nuestra

esperanza]. (Peters, 2007, p. 65). El dominio sobre la creación se le dio a la humanidad

como nuestra vocación, y ejercemos con alegría este dominio de acuerdo con los propósitos

de Dios, proporcionando todo lo que Dios ha hecho.

Mayordomía en el cuidado de la creación. Somos administradores de los recursos

a nuestra disposición no son los nuestros. El llamado a la mayordomía se basa a través de

Génesis 2:15, "El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el Jardín del Edén para que lo

trabajara y lo cuidara" (Reina Valera, 1960). El vocablo hebreo para "cuidar" es shamar, que

significa "vigilar, vigilar, proteger". El concepto denota una observación cuidadosa y cercana,


específicamente, una tendencia atenta y protectora. En Génesis 2:15 revela que la creación

debe ser trabajada, que los humanos fueron creados para ser trabajadores, que el trabajo es

el plan de Dios y no una maldición, y que la humanidad debe ser provista a través de la

creación. Este pasaje también muestra que, incluso antes de la caída, era necesario cuidar

la creación. Este aspecto del cuidado de la creación significa que debemos proteger, nutrir y

proteger la creación, una buena articulación de los roles de un administrador o servidor.

Si el dominio es la responsabilidad de cuidar la creación, entonces la mayordomía

describe cómo ejercemos este dominio. Gobernamos la creación por el bien de la humanidad

y otras partes de la creación, no de una manera dominante, egoísta y explotadora, sino

nutriendo la creación, preservándola y ayudándola a funcionar como Dios lo desea. La Biblia

dice que la intención de Dios es que las personas ejerzan mejor el dominio adoptando el

enfoque de mayordomos, cuidadores designados que siguen las instrucciones de Dios el

dueño, sobre la creación. La mayordomía es la forma en que ejercemos el dominio como Dios

quiere.

Una buena mayordomía requiere prestar atención a cómo se diseñó la creación para

que funcione. El mandato de Dios a Adán en Génesis 2:15 de trabajar el jardín y cuidarlo vino

antes de la caída. Nuestro requisito de cuidar la creación no es el resultado del pecado. Dios

sabía que usar la creación, trabajar la tierra, también requiere que cuidemos de la creación.

Cultivar hortalizas y cultivos, por ejemplo, saca los nutrientes del suelo. Para preservar la

capacidad de producción del suelo, debemos administrar el suelo y devolver los nutrientes.

Estas actividades son inseparables. Si queremos que la creación nos sostenga, debemos

cuidar la creación. Si queremos que la creación nos alimente, necesitamos administrar la

creación de manera apropiada.

Fundamentos éticos ambientales en el Antiguo Testamento. La ley moral del

Antiguo Testamento es el fundamento sobre el que descansa la ética del Nuevo

Testamento. Generalmente, los principios morales a los que se hace referencia en el Nuevo

Testamento son confirmaciones y reformulaciones de las enseñanzas éticas del Antiguo

Testamento. También debemos reconocer que muchas leyes del Antiguo Testamento


fueron dejadas de lado bajo el nuevo pacto iniciado por Jesucristo (Lc. 22:20; He. 7:22; 8:6–

7). La ley judía en el Antiguo Testamento se puede clasificar en tres amplios títulos.

Primero, están las leyes ceremoniales (religiosas). Estos incluían el sistema de sacrificios,

varios festivales religiosos, etc. En segundo lugar, están las leyes civiles. Estos estatutos se

establecieron para garantizar la ley y el orden, la justicia y el castigo justo en la sociedad

judía. En tercer lugar, están las leyes morales, cuyo núcleo se sintetiza en los Diez

Mandamientos (Éx. 20: 1-17).

Las leyes civiles y ceremoniales judías no son aplicables hoy porque la vida sin

pecado y la muerte sacrificial de Jesús cumplieron con todos los requisitos de la ley del

Antiguo Testamento (Mt. 5:17), marcando el comienzo de la Era de la Iglesia y una relación

del nuevo pacto con Dios (He. 8:7; 9:15). Esto lo sabemos porque Jesús lo dijo (Lc. 22:20) y

también porque en ninguna parte del Nuevo Testamento se repiten o enseñan las leyes

civiles y ceremoniales judías. Las leyes morales, por otro lado, se reformulan y aplican en

todo el Nuevo Testamento, y fueron enseñadas por Jesús y los apóstoles. Las prohibiciones

contra el asesinato, el adulterio, el robo, la mentira, la homosexualidad, etc. son parte

integral de la ética del Nuevo Testamento. Las leyes morales reflejan la naturaleza de Dios.

Revelan Su carácter y valores y, por lo tanto, son ordenanzas universales y atemporales

aplicables a todas las personas y culturas a lo largo de la historia.

Las leyes morales del Antiguo Testamento todavía se aplican hoy, por dos razones.

Primero, para establecer que los principios morales fundamentales revelados en el Antiguo

Testamento permanecen intactos en el Nuevo Testamento. Esto incluye la directiva de Dios

a la humanidad de ser sus mayordomos sobre la naturaleza, aunque esta orden en

particular fue dada a través de Adán a toda la raza humana antes de la ley judía. La

segunda razón es que coloca la autoridad, aclaración y aplicación de la ley moral del

Antiguo Testamento bajo el nuevo pacto establecido por Jesucristo (Mat. 5:17). Al cumplir

con los requisitos de la ley del Antiguo Testamento, en particular al vivir una vida sin pecado

(2 Co. 5:21; He. 4:15; 1 Juan 3:5), Jesús se convirtió en la máxima autoridad, la última

palabra sobre ética. comportamiento y ley moral. Mas adelante en el Nuevo Testamento


veremos que Jesús considera a la mayordomía ambiental como una dimensión fundamental

de la ética que deben tener sus seguidores.

La mayordomía ambiental desde el Nuevo Testamento

Doctrina de Dios y creación en relación con la mayordomía ambiental.

Dios es gobernante y nosotros somos responsables. Dios, el creador y propietario,

establece las reglas sobre cómo se debe usar la tierra. Si los seres humanos son inquilinos,

y Dios es el propietario y el arrendador, el arrendador tiene derecho a establecer reglas o

límites para los inquilinos. Dios tiene la última palabra cuando se trata del medio ambiente,

porque Dios lo posee y lo conoce mejor. Dios creó las reglas que gobiernan el universo y

conoce sus complejidades mejor que nuestros mejores físicos, biólogos y ecologistas. Dado

que Dios establece las reglas sobre cómo funciona el universo, podemos buscar aprender

sus características y límites, y seguirlos para nuestro beneficio y el de los demás. Dado que

Dios es el creador, dueño y gobernante de todas las cosas, Dios responsabiliza a las

personas. Si bien la mayoría de los cristianos entienden fácilmente la responsabilidad por no

seguir las instrucciones de Dios, esas fechorías individuales o corporativas que llamamos

pecados o transgresiones, a menudo olvidamos que la responsabilidad se extiende a nuestro

tratamiento de la creación. El pecado afecta nuestras relaciones con toda la creación,

incluidas las relaciones entre especies humanas y no humanas.

Dios responsabiliza a las personas por el mal uso, abuso y maltrato de la creación.

En Apocalipsis 11:18 declara explícitamente que Dios destruirá a los que destruyan la tierra.

La palabra "destructores" en griego es diaphtheiro (διαφθείρω), también se entiende que

significa "arruinar pasivamente, pervertir, corromper, desgastar o destruir". (Strong, 2002, p.

22). La palabra para tierra aquí es ge (γῆ), que significa “suelo, terrenal, terrestre, territorio,

tierra”. (Strong, 2002, p. 18). No solo serán castigados los que maltratan maliciosamente la

tierra para obtener ganancias egoístas, sino también los que permanecen de brazos

cruzados y guardan silencio sobre los abusos ambientales. El cuidado apropiado de la

creación es la consecuencia lógica de nuestro amor por Dios: nos preocupamos por lo que

pertenece a Dios. Lo que hemos visto hasta ahora es que los humanos no son actores


independientes con respecto a la creación. La creación no es nuestra y no podemos

simplemente hacer lo que queramos con los recursos de la tierra.

Propósitos de Dios para la creación.

Creación revela al creador. Dios quiere ser conocido por todos los grupos de

personas en toda la tierra. Esto se afirma a lo largo de las Escrituras y, en última instancia,

en la persona de Jesucristo. Además de que Dios se nos hace visible en Jesús, Dios elige

ser revelado a través de la creación. Este aspecto de Dios es evidente en versículos como

Romanos 1:20: “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen

claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas

hechas, de modo que no tienen excusa”. (Reina Valera, 1960). Dios es el artista original y la

creación revela la creatividad de Dios. Al artista se le puede ver en su obra. Al mirar hacia el

océano, al mirar las estrellas, al caminar por vastos bosques, los humanos aprendemos sobre

el carácter divino y el poder de Dios, y es probable que se sientan humillados y llenos de

profundo asombro y reverencia. La reverencia por la creación no nos lleva a adorar a lo

creado, sino que nos lleva a adorar al Creador de todas las cosas.

Doctrina de Cristo en relación con la mayordomía ambiental. El tema de la

mayordomía ambiental lo vemos en los Evangelios y en algunas de las cartas de Pablo que

revelan verdades sobre la creación. La comprensión máxima de nuestra responsabilidad por

la mayordomía proviene del comienzo de Colosenses cuando Pablo alaba a Cristo. Dice de

Cristo:

Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay

en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean

potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las

cosas, y todas las cosas en él subsisten. (Reina Valera, 1960, Colosenses 1:16-17).

Si bien Dios ciertamente le dijo al hombre que "cultivara y cuidara" la tierra, vemos

ahora por qué Dios le dio tanto valor a la tierra a través del Antiguo Testamento. Todas las

cosas creadas fueron hechas "por medio de" y "para" Cristo. Debemos tener cuidado de no

usurpar la posición de Cristo en este caso, pensando que la tierra y sus criaturas fueron


creadas únicamente para nuestro beneficio. La mejor mayordomía ambiental se logrará a

través de la comprensión de que Cristo fue tanto el conducto de la creación como el

propósito de ella, y ciertamente no nosotros mismos. Cristo trajo perfección y belleza a la

creación; la humanidad trajo muerte y maldición (Romanos 5:1ss.). Conectado a esto, la

misión de Cristo de redimirnos del pecado también está dirigida hacia la tierra misma. El

poder de Cristo para perdonar específicamente los pecados "en la tierra" (Lucas 5:24)

apunta a Su misión de "reconciliar todas las cosas, ya sea en la tierra o en el cielo" con Dios

a través de Su muerte (Colosenses 1:20, Efesios 1: 9-10, 1 Corintios 8:6).

La creación ha estado "gimiendo", esperando ansiosamente "ser liberada de su

esclavitud a la decadencia" cuando Cristo regrese y se revelen "los hijos de Dios"

(Romanos 8:18-25). La primera parte de Juan 3:16 dice: " Porque de tal manera amó Dios

al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se

pierda, mas tenga vida eterna". La palabra traducida "mundo" aquí es la palabra griega

kosmos, que tiene un significado mucho más amplio de lo que normalmente pensamos, que

abarca el universo y todas las cosas creadas. Significa la misión de Cristo de redimir a toda

la creación de los efectos del pecado. Cristo tuvo mucho que decir acerca de la buena

mayordomía. Por ejemplo, esto lo vemos en la parábola de los talentos en Mateo 25:14-30).

Se nos han dado muchas bendiciones a través de esta tierra que Dios creó. Ciertamente,

también "se requerirá mucho" de nosotros (Lucas 12:48).

Uno de los pasajes utilizados para defender la divinidad de Jesús es Colosenses

1:15-18, donde se muestra claramente a Cristo como el creador, sustentador y redentor de

la tierra. En Mateo 19:28 y Romanos 8:21-22 se muestran que Cristo redimirá la tierra de la

actual forma de decadencia y la liberará de la esclavitud que ahora sufre. En Apocalipsis se

nos dice como sucederá la liberación final: “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el

primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más” (Reina Valera, 1960,

Apocalipsis 21:1). En Lucas 6:10 en la curación de una mano, Jesús no buscó otra mano,

sino que restauró la mano 'corrupta' a una condición considerada 'buena'. Esto significa que,


en lugar de procurar una nueva tierra, el ministerio de Jesús es corregir la corrupción de la

tierra actual y restaurar relaciones.

La ética ambiental basada en la Biblia. En su sabiduría y amor por su creación,

Dios diseñó la naturaleza de tal manera que un remanente de vida vegetal y animal siempre

sobrevive para volver a habitar la tierra, incluso después de los peores desastres naturales.

Las plantas pronto volverán a emerger de las raíces de los retoños y las semillas inactivas.

Las flores silvestres y la hierba verde brotarán después de las lluvias invernales. Los

mamíferos y reptiles regresarán lentamente. Los pájaros volverán a cantar. Sin embargo, a

veces los únicos signos de "vida" en el bosque de matorrales son humanos, ya que se

puede encontrar electrodomésticos desechados, botellas de cerveza de vidrio, latas de

hojalata y otros escombros expuestos en la maleza. Esto nos muestra el impacto negativo

de la humanidad en la naturaleza. Si bien la naturaleza se enmendará por sí misma, si se la

deja sola, porque Dios la creó de esa manera, la explotación ambiental humana es mucho

más difícil de curar.

La basura humana descartada ilegalmente nos recuerda que la crisis ambiental

actual, en su raíz, es una crisis moral. La misma actitud indiferente y apática que obliga a

las personas a arrojar basura ilegalmente en zonas no adecuadas también impulsa al

propietario de la fábrica a arrojar desechos tóxicos a los ríos, contaminar la atmósfera con

gases venenosos y destruir hábitats vulnerables por conveniencia económica. Solo un

cambio en los valores morales domesticará el comportamiento explotador intrínseco de la

humanidad e inspirará a la raza humana a obedecer el encargo de Dios de ser sus

mayordomos de su creación. La Biblia es la fuente y la sustancia de estos valores morales.

La Biblia es el principal canal de revelación de Dios para la raza humana (2 Ti. 3:16–17).

Las normas morales y los principios éticos de la Biblia son objetivos, absolutos,

obligatorios y aplicables a todas las personas y culturas. Son las medidas por las cuales la

familia del hombre puede juzgar lo que es virtuoso y condenar el comportamiento malo e

inmoral. En vista del hecho de que Dios instruyó a la raza humana a ser mayordomos sobre

la creación, podemos estar seguros de que la Biblia contiene principios para desarrollar la


ética ambiental que trasciende las culturas, sociedades, religiones y los intereses

personales y económicos. Escudriñar hoy las Escrituras en busca de orientación espiritual y

asesoramiento moral en la ética y la mayordomía ambiental es una vocación legítima y está

teniendo lugar entre muchas tradiciones religiosas, todas las cuales históricamente han

descuidado la mayordomía ambiental.

Jesucristo es la fuente y sustancia de la ética. Como Dios, Jesús es la fuente y

sustancia de toda ética, y podemos extrapolar sus enseñanzas para abrazar la ética

ambiental porque sabemos que Dios ama la naturaleza, la cuida y le dio a la raza humana

responsabilidades de administración. John Wesley estaba de acuerdo con esta idea y lo

expresó de la siguiente manera:

“[Creo en mi corazón que la fe en Jesucristo puede y nos llevará más allá de una

preocupación exclusiva por el bienestar de otros seres humanos a una preocupación

más amplia por el bienestar de las aves. en nuestros patios traseros, los peces de

nuestros ríos y toda criatura viviente sobre la faz de la tierra]" (Campolo y Albert,

2010, p. 55).

A los cristianos se les dice numerosas veces que sean como Jesús (Ro. 13:14; Ef.

4:24; Fil. 2: 5; Col. 3:10). Esto también debe incluir imitar su actitud hacia la naturaleza. Es

por ello que debemos desarrollar una actitud hacia la naturaleza que imite la de Jesús.

Aunque no se nos da mucha información sobre los encuentros personales de Jesús con la

naturaleza, tenemos una imagen general. Sabemos que Jesús disfrutó y apreció la

naturaleza. Pasó tiempo en entornos naturales: el desierto, las montañas, los jardines y el

Mar de Galilea. Su mayor sermón registrado tuvo lugar en una montaña (Mt. 5:1). Para

escapar del estrés y la presión del ministerio, Jesús a veces se retiraba al desierto para

estar solo (Mt. 14: 12-13; Lc. 5:15-16; Jn. 6:15) y alentó a sus seguidores a hacer lo mismo

(Mr. 6:31). Quizás la característica más importante de Jesús, en términos de desarrollar una

teología de la ética ambiental, es que se veía a sí mismo como un siervo (Mt. 20:28), y

esperaba que sus seguidores también lo fueran (Jn. 13: 5-17).


El apóstol Pablo en Filipenses 2 instruye a los creyentes a tener la misma actitud

que Jesucristo. Pablo introdujo este pasaje advirtiéndonos: “Nada hagáis por contienda o

por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores

a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los

otros” (Reina Valera, 1960, Filipenses 2:3-4). Jesús vino a la tierra y asumió “la forma de

siervo” (Reina Valera, 1960, Filipenses 2:7). Si adoptamos la “actitud” de Cristo, seremos

siervos de Dios. Como Salvador, Jesús llevó nuestros pecados a la cruz y murió por

nosotros, abriendo la puerta a la reconciliación con Dios (Ro. 5:8; 8:1). La Biblia enseña que

nuestra redención comienza en el momento en que ingresamos a la familia de Cristo

(cuando nacemos de nuevo, Jn. 3:3), y que debemos vivir y comportarnos como personas

redimidas en esta vida. Como mayordomos de Dios sobre la creación, debemos poner en

práctica estrategias que protegerán la naturaleza en el aquí y ahora.

En resumen, la visión bíblica de la ética ambiental equilibra las necesidades

materiales humanas con las obligaciones morales para garantizar el bienestar de la

creación de Dios. Desarrollar la ética ambiental no es más complicado que extender la ética

cristiana tradicional al ámbito natural. Jesús nos advirtió en Lucas 12:15 que “Mirad, y

guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los

bienes que posee" (Reina Valera, 1960). Si los pecados humanos de codicia, codicia y

orgullo fueran eliminados de nuestra relación con la naturaleza, como se nos dice en las

Escrituras para eliminarlos de nuestra relación con la gente, operaríamos nuestras fábricas

y desarrollaríamos nuestros recursos naturales con fines de lucro, pero no a expensas de la

explotación ambiental destructiva y la consiguiente degradación. Buscaríamos fuentes de

energía renovables y desarrollaríamos automóviles y máquinas más eficientes y que

ahorraran energía; las fábricas implementarían salvaguardas contra la polución del aire y el

agua; la gente reciclaría concienzudamente metales, plásticos y productos de madera; se

protegerían los hábitats de la vida silvestre; las minas a cielo abierto abandonadas serían

restauradas a hábitats naturales.


Los principios éticos cardinales de servicio, amor incondicional pueden guiar

eficazmente nuestras actividades de mayordomía sobre la naturaleza y promover una

actitud hacia la tierra que asegura el bienestar tanto de los seres humanos como de la

naturaleza. Ninguna otra religión o filosofía humanista contiene principios éticos tan precisos

y explícitos como la Biblia. Mientras la gente tomar decisiones de mayordomía dentro de

sus pautas éticas, cuidando así de toda la familia de la creación, estaremos cumpliendo con

nuestra responsabilidad como mayordomos ordenados por Dios sobre la naturaleza.

Participación eclesial. Las discusiones anteriores han demostrado que los pasajes

de las Escrituras que se usan como referencia para las doctrinas clave en el cristianismo,

también brindan orientación para la mayordomía ambiental. La degradación ambiental

desenfrenada que tiene lugar hoy en todo el mundo es uno de los problemas morales más

ignorados por los cristianos. En el Nuevo Testamento vemos que la naturaleza es muy

importante para Dios. Pablo dijo que la creación muestra el poder eterno y la naturaleza

divina de Dios (Ro. 1:20). Si Dios se preocupa tanto por la naturaleza, nosotros también

debemos hacerlo. La teología cristiana, por tanto, puede utilizarse para influir en la

participación eclesial en las acciones medioambientales. Si la iglesia tiene la comprensión

teológica correcta y una cosmovisión cristiana debidamente formada, participaría en la

mayordomía ambiental. Se debe alentar a los cristianos a cuidar adecuadamente sus

propios campos o jardines y a participar en la protección comunitaria de los recursos

hídricos y de pastoreo comunes.

Los cristianos también deben apoyar las políticas y leyes nacionales e

internacionales para gobernar el cuidado del ambiente y el uso de los recursos naturales.

Los cristianos deben practicar la conservación del agua y el suelo, plantar y cuidar los

árboles, manejar los desechos e incluso predicar y enseñar sobre la administración

ambiental en las iglesias y reuniones cristianas. Se debe desarrollar una mentalidad de

conservación y perspectivas de administración que los impulse a reducir los recursos que

consumen y reutilizar o reciclar lo que no han usado. Nuestro deseo de agradar y servir a

Cristo debería motivarnos a cuidar la creación de Dios. Podemos complacer a Cristo


protegiendo especies, ecosistemas y comunidades biológicas en peligro de extinción.

Deberíamos estar motivados para tratar de limpiar los daños causados por las personas al

ambiente. No podemos proteger y cuidar la tierra unida solo nosotros, como tampoco

podemos reconciliar a los pecadores con Cristo sin la ayuda del Espíritu Santo. Pero eso no

es excusa para no estar involucrado en estas labores. Como lo expresó NT Wright:

[Dios está totalmente comprometido a arreglar el mundo al final. Esta doctrina, como

la de la resurrección misma, se mantiene firmemente en su lugar por la creencia en

Dios como creador, por un lado, y la creencia en su bondad por el otro. Y esa

corrección debe implicar necesariamente la eliminación de todo lo que distorsiona la

creación buena y hermosa de Dios y, en particular, de todo lo que desfigura sus

criaturas humanas portadoras de imagen" (Wright, 2009, p.179).

Promover el cuidado del ambiente significa tratar de consumir lo menos posible,

especialmente de consumir la menor cantidad posible de combustibles fósiles. También

quieren decir que debería participar habitualmente en el reciclaje. Significa que debería

alentar los esfuerzos para recuperar áreas naturales y preservar los seres vivos silvestres.

Quiere decir que se debería tomar en serio la perspectiva del cambio climático influenciado

por los seres humanos. Quiere decir que debería elogiar a los políticos que trabajan para

promover tales esfuerzos y debería expresar mi disgusto con los que no lo hacen. Estas

misiones significan que debo tratar de difundir el mensaje de la mayordomía ambiental a

otros cristianos, porque tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, anima a hacerlo.

La mayordomía ambiental desde el pensamiento de teólogos y filósofos

Pensamiento de teólogos.

Francis Schaeffer. “Polución y La Muerte Del Hombre. Enfoque Cristiano a La

Ecología”, fue publicado por el teólogo estadounidense en 1970. En este libro se pronunció

sobre el uso destructivo e irresponsable de la naturaleza por parte del hombre que causa

problemas como la contaminación del agua y el aire. Movido por esta convicción, escribió

una respuesta cristiana a los problemas ecológicos globales entonces actuales que creía

que creaban un problema urgente para esa generación. Según Schaeffer (1970), Lynn


White y Richard Means culparon al cristianismo histórico por las crecientes calamidades

ecológicas y ambos sugirieron que la salida era alguna forma de panteísmo. Ellos sugirieron

que el cristianismo tenía una mala visión de la naturaleza en el sentido de que el

cristianismo enseñó que el hombre tenía dominio sobre la naturaleza y, por tanto, el hombre

ha tratado a la naturaleza de una manera destructiva. En su respuesta, Schaeffer (1970)

argumentó que ambos tenían una visión equivocada de la enseñanza cristiana con respecto

a la naturaleza y fracasan como salida a la crisis ecológica.

Sin embargo, Schaeffer (1970) señala que el fracaso no radica en la enseñanza

cristiana, sino en la inconsistencia práctica de la enseñanza de los cristianos. Sostiene que

hay una dicotomía platónica. Este punto de vista, argumenta, tampoco proporciona una

visión suficiente del mundo en la que basar una comprensión adecuada de la naturaleza.

Este punto de vista, sostiene, pone énfasis en la realidad trascendente y deprecia el valor

de los particulares. Sugiere que en algunos lugares incluso el cristianismo ha sido

influenciado por ese pensamiento platónico. Es por eso que se tiene un cristianismo que no

toma en cuenta la responsabilidad del hombre y la relación adecuada con la naturaleza.

Entonces, este punto de vista platónico no ayudará, ya que no le da a la naturaleza el lugar

que le corresponde como parte de la creación de Dios. Lo que propone es lo que él llama

una visión bíblica de la creación que da una adecuada “actitud interna hacia la naturaleza”

(Schaeffer, 1970, p. 42).

También Schaeffer (1970) señala que el hombre es diferente al resto de la creación

debido a que fue hecho a la imagen de Dios y, sin embargo, comparte algo en común con la

naturaleza en que ambos son creados por Dios. Señala: “No obstante, cuando miro la

naturaleza en torno mío, soy consciente de estar frente a algo que es como yo, pues yo

también he sido creado, como sucede con el animal, la planta y el átomo.” (Schaeffer, 1970,

p. 30). Luego, escribe que “la naturaleza y el hombre fueron ambos creados por Dios”

(Schaeffer, 1970, p. 37). En este sentido, ambos dependen de Dios, por lo que no son

autónomos. Argumenta que este es el terreno adecuado sobre el que debemos tratar cada

cosa con integridad porque así es como Dios la ha hecho. Además, sostiene que la


naturaleza es importante como lo demuestra el hecho de que “el cuerpo de Cristo resucitó

de entre los muertos. Este es realmente un punto muy importante” (Schaeffer, 1970, p. 40).

Si el mundo natural no es importante, entonces no hay respuesta de por qué Dios levantó

un cuerpo terrenal para que pudiera ocupar un lugar a la diestra de Dios. Si el mundo

natural no es importante, entonces no hay respuesta de por qué Dios levantó un cuerpo

terrenal para que pudiera ocupar un lugar a la diestra de Dios.

A su vez Schaeffer (1970) está de acuerdo con la crítica de White al pobre historial

ecológico de los cristianos, pero luego agrega, no es porque el cristianismo no tenga la

respuesta, sino porque no hemos actuado sobre la respuesta; no hemos actuado sobre el

valor que sabemos, o deberíamos saber, que tiene como criatura de Dios. Cuando la

enseñanza cristiana se aplica correctamente, confía en que puede servir como una

verdadera solución al problema ecológico en las circunstancias actuales, evitando así una

catástrofe ecológica. Sostiene que este es el significado correcto de dominio donde la

humanidad se preocupa por la creación de Dios al darse cuenta de que, en última instancia,

la solución final se encuentra en el regreso de Cristo para hacer nuevas todas las cosas.

También señala que, aunque es cierto que al hombre se le ha dado dominio sobre la

naturaleza, se le exige que trate la naturaleza correctamente, ya que tiene valor en sí misma

porque es una cosa hecha por Dios. Esto significa que el hombre debe ejercer un dominio

adecuado sin ser destructivo.

Para Schaeffer (1970), una visión adecuada del dominio cristiano sería cuando, por

ejemplo, debe talar un árbol para los propósitos correctos, debe recordar que tiene su

propio valor como árbol. Esto le lleva a hacer un llamado a la Iglesia cristiana para que sea

un modelo mediante el cual la sociedad pueda ver la curación del hombre y de sí mismo, del

hombre y el hombre, y del hombre y la naturaleza. Reconoce que tratar la creación de

manera responsable puede significar que al principio cuesta un poco más de dinero o lleva

un poco más de tiempo, pero los dividendos para la naturaleza y el hombre valdrían la pena.

Por último, dice que la Iglesia cristiana no solo debe practicar una actitud equilibrada y

responsable hacia la naturaleza en su propia comunidad, también debe ser una voz contra


las prácticas destructivas de quienes están fuera de su comunidad. La aplicación de una

cosmovisión cristiana total no es solo un imperativo cristiano, sino una necesidad para la

curación ecológica de nuestro planeta. Si se toma en serio, esto podría ayudar a conseguir

un equilibrio apropiado entre las necesidades del hombre y la protección de la naturaleza.

Douglas J. Moo. “Cuidado de la Creación: Una Teología Bíblica del Mundo Natural”,

fue publicado por el teólogo estadounidense y su hijo en el 2018. En este libro se persigue

una teología de la creación que considera la relación y el deber de la humanidad con ella.

Los autores se propusieron demostrar que la creación juega un papel trascendental en los

planes eternos de Dios. Por lo tanto, evitan las etiquetas "naturaleza" y "ambientalismo" en

favor del "cuidado de la creación" como un resumen general del imperativo bíblico. No están

de acuerdo con la “visión 'típicamente instrumentalista' de la naturaleza: que el mundo

natural existe únicamente para satisfacer las necesidades humanas” (Moo y Moo, 2018, p.

29). En cambio, hay un imperativo bíblico y evangélico para los humanos de cuidar de toda

la creación. Establecen a Dios como el creador que puso a la humanidad en la tierra para

ser sus cuidadores. La meta de la humanidad es traer gloria y alabanza a su Creador.

Moo y Moo (2018) indica que el parentesco entre la creación, las criaturas y la

humanidad se describe dentro de la tierra de regalo de Jehová a Israel y el deber de la

nación de administrarla en nombre de Jehová el Creador. Sostienen que, aunque hay

maldición de la creación, ella tiene una bondad duradera, una bondad que en última

instancia se fundamenta en la vida y obra de Jesús. El Nuevo Testamento universaliza las

promesas de Jehová a Israel para incluir a toda la tierra. La inclusión de la creación en la

historia redentora es significativa: la creación perdurará y es una parte central de los planes

redentores de Dios. Debido a esto, la humanidad tiene el deber de cuidar la tierra.

Sostienen que la creación no es solo el escenario en el que tiene lugar la historia de la

redención; la creación es un actor clave en esa historia. Sostienen al abordar la teología de

la creación, que esta debe considerar la preocupación por el florecimiento de la creación y

la preocupación por el florecimiento del prójimo, ya que “es imposible amar verdaderamente


a los demás sin preocuparse por el medio ambiente en el que viven” (Moo y Moo, 2018, p.

186).

También Moo y Moo (2018) sostiene que el ser humano tiene un llamado a predicar

sobre la creación, dedicar tiempo a la creación, ejercer moderación en el uso de recursos.

El deber de la humanidad hacia la creación es necesario por varios factores bíblicos:

nuestro propósito conjunto con ella: glorificar al Creador; nuestro mandato de amar a

nuestro prójimo y administrar bien los recursos para las generaciones futuras; y su bondad

perdurable. La bondad perdurable de la creación se demuestra mediante una cuidadosa

exégesis de múltiples pasajes. La tesis general está bien fundamentada y está imbuida de

una fuerte justificación bíblica: los propósitos de Dios para la creación están presentes hoy y

continúan en la eternidad mientras Dios busca establecer cielo nuevo y tierra nueva (Isaías

65:17). Sostiene que según 2 Pedro 3:10 y Romanos 8:21 la tierra será "expuesta" y

"liberada" pero no, como se entiende comúnmente, destruida por el fuego. Presentan un

argumento equilibrado que tendrá un atractivo cristiano universal. Ellos comparten la

preocupación general por el bienestar de la tierra con la comunidad científica y sostienen

que los cristianos pueden dejar de contribuir a la espiral descendente de las crisis

ecológicas agravantes y pueden ayudar tanto a prevenir como a remediar las crisis

actuales.

A su vez Moo y Moo (2018) sostiene que la comprensión de la enseñanza bíblica

nos lleva a la sabiduría, que implica conocer y hacer, usando todo nuestro conocimiento del

mundo, mucho proveniente de la ciencia, para cuidar el mundo de manera que

reconozcamos que la propiedad de Dios, la bondad de la tierra, es justo hacia todas las

criaturas de Dios, en dependencia de Dios. Sustentan en la importancia de poner la

creación en nuestra enseñanza de la nueva creación y ponernos a nosotros mismos en la

creación. Elogian cinco formas en las que podríamos estar despiertos para cuidar la

creación: Atención a la creación y su sufrimiento; caminar y restar importancia al transporte

mecanizado; activismo, a menudo comenzando en nuestras propias iglesias y

comunidades; consumismo: aprender a retroceder del exceso a lo suficiente; y comer,


eligiendo alimentos cultivados de forma sostenible. Douglas y Jonathan Moo aportan sólidas

credenciales evangélicas y un tratamiento cuidadoso de los textos bíblicos para esta tarea

con un fuerte compromiso con la autoridad bíblica. Nos ayudan a ver qué es lo distintivo de

la preocupación cristiana por la creación y equilibrar el dominio adecuado con el cuidado y

el servicio de la creación. Nos ayudan a comprender cómo los seres humanos caídos son el

problema y nos ofrecen esperanza de que, como nuevas creaciones redimidas y

reconciliadas, podemos contribuir ahora en el cuidado y protección de la creación de Dios

desde el lugar donde estamos, esperando el día de la restauración final de la creación.

Pensamiento de filósofos.

Hans Jonas. “El principio de la responsabilidad”, fue publicado en 1979 por el

filósofo alemán donde aboga por la extrema emergencia de darnos una ética de la

civilización tecnológica basada en el principio de la responsabilidad. En este libro plantea

una teoría que parte del hallazgo de que la tecnología moderna se ha convertido en un

peligro de catástrofe, ya que la ciencia otorga a las personas el impulso previamente

ignoradas, la economía avanza asiduamente de manera intemperante. Los avances

económicos incrementaron la fabricación masiva de posesiones al tiempo que reducen el

exceso de trabajo humano requerido, esto causa un consumo exagerado y una articulación

metabólica inmensamente aumentada con el ambiente. El libro sostiene que el comienzo de

las amenazas de hoy es la antigua concepción de dominar la naturaleza para satisfacer las

necesidades del hombre. No obstante, el triunfo en la sumisión del ambiente está en

magnitudes excesivas y está difundida en la esencia de los seres humanos.

Según Jonas (1979), el poder se ha transformado en su mismo amo, mientras que

su promisión se ha transformado en un peligro y su planteamiento de salvación en el libro

de Apocalipsis. Ahora el ser humano está en la capacidad de poner en peligro a toda la vida

que existe en el planeta tierra. Sumado a la magnitud de las consecuencias de las acciones

humanas en un período largo está su irreversibilidad. Lo que el ser humano puede hacer

ahora no posee ninguna comparación con acontecimientos anteriores en la historia.

Sostiene que necesitamos una ética del estado de crisis, una ética de la responsabilidad, de


la conservación, de la preservación. Jonas sostiene que la ética acostumbrada rige la

interacción entre las personas y esta no tiene la capacidad de informarnos acerca de las

regulaciones del "bien" y el "mal" a las que convenimos obedecer. Este tipo de ética concibe

que el ambiente no representa un fin de responsabilidad humana, esta se encarga tanto de

las personas como de sí mismo. Actualmente nuestra responsabilidad es más que las

relaciones entre las personas ahora es hacia la naturaleza y debería es se extiende más

allá de las relaciones interhumanas hacia la biosfera y debería englobar las repercusiones

dadas en un período prolongado teniendo en cuenta un diagnóstico.

Al igual que el porvenir de los seres humanos está en peligro, la ética de la

responsabilidad resulta imprescindible para lograr la vida de los seres humanos en la tierra,

lo imperioso de los seres humanos es poder lograr una existencia honrosa durante su

existencia. El porvenir del ambiente se concibe considerándolo como una situación

fundamental para esa responsabilidad, el provecho de los seres humanos concuerda con

los demás seres vivos, de todos ellos es su hogar terrestre. Se debe entender que el

cuidado del ambiente es muy importante para asegurar la preservación de la vida de los

seres humanos. De esta manera se puede discutir el imperativo del hombre en términos de

dos imperativos íntimamente unidos, la del hombre y la de la naturaleza. Además, este

apoyo de los destinos de los seres humanos y el ambiente hacen volver a detectar la

independencia el autorespeto del ambiente y exige honrarla por encima de su magnitud

materialista.

De acuerdo a Jonas (1974) los ataques actuales del hombre a la naturaleza (como la

manipulación genética), así como los retos ambientales de hoy son fruto de las elecciones

tecnológicas que hicimos, como el asunto de la comida para una población mundial que

crece exponencialmente, el saqueo de reservas naturales no renovables, la contaminación

química del agua, la salinidad y el deterioro del suelo, el cambio climático. La evaluación de

Jonas conduce al tema de la energía y sostiene que el calentamiento global trae un gran

peligro para el desarrollo de la vida en la tierra. Jonas explica así que la utopía se enfrenta a

la física. La cuestión no es saber cuánto podrá hacer todavía el hombre, sino saber qué


puede soportar la naturaleza. Jonas, en el período de 1970 era el pionero del "principio de

precaución", lo cual posteriormente apareció en las leyes de los varios países. Advirtió que,

en lo que respecta al vínculo entre el hombre y el ambiente, el inmenso sistema complejo de

interdependencias hace que la incertidumbre se convierta en el próximo futuro en la que

estamos próximos a llegar. Ante este desconcierto y considerando las consecuencias

producidas por unos procedimientos eximidos debido a elecciones tecnológicas, la sensatez

de un período largo debe ser el sentir de los seres humanos que buscan cumplir su

responsabilidad con el ambiente por ellos y los seres vivos que también habitan en el

planeta tierra.

François Vallaeys. El estudio de la Responsabilidad Social Universitaria constituye

una cuestión nueva de entrada en la discusión en el ambiente universitario. Hace veinte

años atrás se construyó la noción de apreciar al desempeño de la tarea de la universidad en

el aspecto social. Según Vallaeys (s.f.), la Responsabilidad Social Universitaria es

considerada un enfoque de mejora continua de la Universidad para la realización eficaz de

la misión social establecida en cuatro procesos: “Gestión ética y ambiental de la institución;

Formación de ciudadanos conscientes y solidarios; Producción y Difusión de conocimientos

socialmente pertinentes; Participación social en promoción de un Desarrollo más equitativo

y sostenible” (p. 5). Todos estos procesos ayudan a que las universidades puedan cumplir

con la responsabilidad social, en donde también está incluido el aspecto ambiental. Lo

ambiental no ha sido considerado por algunas organizaciones como las universidades en

tiempos anteriores, viendo esta falencia Vallaeys motiva las organizaciones universitarias a

cumplir con dicha responsabilidad.

La Responsabilidad Social Universitaria no tiene una sola interpretación, los varios

planteamientos identifican como características habituales el enfoque de ellos a atender a

las repercusiones causados al ambiente y el cuidado a las carencias de las personas.

Vallaeys menciona que la universidad atiende la expresión de responsabilidad social, esto

con el propósito de aceptar su naturaleza social a partir de sus mismos procedimientos. La

Responsabilidad Social Universitaria es definida como la “política de calidad ética del


desempeño de la comunidad universitaria a través de la gestión responsable de impactos

educativos, cognitivos, laborales y ambientales de la universidad, en un diálogo participativo

con la sociedad para promover el desarrollo humano sustentable” (Vallaeys citado por Gil,

2013, p. 65). Se observa que el impacto ambiental es una cuestión fundamental en la

discusión, esto porque hay el menester que las organizaciones educativas abarquen de

modo consecuente con las contrariedades que inciden en la aptitud del planeta tierra para

sostener el desarrollo de la vida humana y de los demás seres vivos, en esta participación

sería necesario que las organizaciones sociales participen con la prédica del ejemplo.

La iniciativa metodológica de la Responsabilidad Social Universitaria fue elaborada

por Vallaeys, esta propuesta busca evaluar a los impactos producidos por las

organizaciones educativas que son producidos por las medidas que adoptan, estas pueden

ser: impacto organizacional, educativo, cognitivo y social proporcionando su vinculación con

solicitudes científicas, profesionales y educativas para de esta manera obtener un progreso

particular e integral más equitativo y sustentable (Vallaeys, s.f.). Los impactos generados

posibilitan comprender las actividades de las instituciones, pero también suponen

eventuales riesgos asociados a la falta de una evaluación específica de los procesos por

parte de las instituciones. Se debe considerar que si estos impactos no son tomados en

cuenta para ser solucionados pueden causar efectos muy negativos a las instituciones.

Estos impactos negativos originados por las instituciones educativas sobre los impactos

organizacionales están vinculados a la inconsistencia ética institucional, la ausencia de una

democracia y sinceridad, los agravios laborales y las equivocadas costumbres relacionadas

a las discusiones sobre el ambiente. Respecto a los impactos cognitivos se identifica que es

originada por la separación academia-sociedad, la incompetencia de los científicos, el

fraccionamiento de los conocimientos, la falta de un punto de vista holístico. Respecto a los

impactos educativos hay una ausencia de instrucción ética y ciudadana, disminución de la

capacitación al intento de la posibilidad de encontrar un empleo (Vallaeys, 2008).

La Responsabilidad Social Universitaria establece una herramienta de evaluación de

los impactos generados por las universidades en el aspecto social, antepuesta a una


observancia de autorreflexión organizacional. El punto de vista que el estudiantado son los

actores del proyecto universitario es una manera fiable de entrada para realizar el análisis

de la responsabilidad social universitaria, incluyendo las gestiones institucionales, la política,

la práctica y proyecto de formación quienes consideran los paradigmas originados en el aula

y perceptibles o no en el análisis de estudio y la gestión de las instituciones educativas.

Vallaeys sostiene que la responsabilidad social universitaria anima a que las

organizaciones educativas como otras organizaciones, prioricen también el aspecto

ambiental en las gestiones que realizan ya que es un principio que de responsabilidad que

debe guiar a todas las decisiones de los hombres.

Definición de conceptos

Creación de Dios

Según la Real Academia Española (RAE) el término “creación” significa “acción y

efecto de crear” y “acto de criar o sacar Dios algo de la nada” y “en la tradición

judeocristiana, mundo (conjunto de todo lo existente)” (RAE, 2019). Dichas definiciones

representar lo que según el trabajo se refiere a todas las cosas que fueron creadas en este

mundo, a todo lo que perciben nuestros ojos. Considerando que el creador de todas las

cosas que existen es Dios quien lo hizo sin el uso de materiales preexistentes. Según Taylor

(2009), la creación de Dios aborda “el origen de la materia, energía, estrellas, planetas,

plantas, animales, el hombre, y todas las cosas que han existido y existen. Es el acto libre

de Dios, por el cual causó la existencia del universo y todo lo que contiene”. (p. 161).

Educación ambiental

Según el Ministerio del Ambiente de Chile (s.f.), “la educación ambiental es un

proceso a través del cual se busca transmitir conocimientos y enseñanzas a la ciudadanía,

respecto a la protección del entorno natural, la importancia fundamental sobre resguardar el

medio ambiente” (párrafo 1). La concientización sobre los problemas ambientales genera

que las personas pueden formar conductas y hábitos que los puede ayudar en la

prevención y resolución de estos. Y sobre los contenidos básicos de la educación

ambiental, Gutiérrez (2011) sostiene que abarcan los siguientes ámbitos: conciencia del


ambiente y sus problemas, conocimientos relacionados al ambiente; actitudes, valores e

interés en la protección y mejora del ambiente; aptitudes, capacidades para resolver

problemas ambientales; capacidad de evaluación, capacidades para evaluar programas de

educación ambiental; y participación, responsabilidad y tomar conciencia de la necesidad de

prestar atención a los problemas ambientales. La educación ambiental es una forma de

entender a lo que se plantea en este trabajo como mayordomía ambiental, con la diferencia

de que la mayordomía ambiental es una visión bíblica del cuidado de la creación de Dios.

Enfoque bíblico

Según la Real Academia Española (RAE) el término “enfoque” viene de la “acción y

efecto de enfocar”, a su vez el término “enfocar” significa “dirigir la atención o el interés

hacia un asunto o problema desde unos supuestos previos, para tratar de resolverlo

acertadamente” (RAE, 2019). También el término “bíblico” significa “perteneciente o relativo

a la Biblia” (RAE, 2019). Ambas definiciones representan lo que según este trabajo de

investigación hace referencia a la forma cómo se va abordar el tema de mayordomía

ambiental donde la Biblia será el fundamento de esta. De esta manera se establecerán los

principios de la mayordomía ambiental tomando como guía a los pasajes bíblicos tanto del

Antiguo como el Nuevo Testamento.

Ética cristiana

Según la Real Academia Española (RAE) el término “ética” significa “conjunto de

normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida” (RAE,

2019). El término “cristiano” significa “perteneciente o relativo a la religión de Cristo

perteneciente o relativo a la Biblia y que profesa la fe de Cristo” (RAE, 2019). Ambas

definiciones representan lo que según este trabajo de investigación hace referencia a la

forma cómo el cristiano debe abordar la mayordomía ambiental, ya que esta es una

dimensión de la ética cristiana. Sin embargo, en las Iglesia, la mayordomía ambiental

claramente no se percibe tan importante como la mayordomía cristiana o incluso en otros

círculos de evangélicos que no se hace enseña sobre ningún tipo de mayordomía.


De acuerdo a García (2003), “la ética cristiana es el estudio y práctica de las bases,

metas y las guías para la conducta y carácter humano según éstas se determinan por la

voluntad de Dios, como fueron reveladas en Jesús de Nazaret, e inspiradas por el Espíritu

Santo” (p. 59). Por ello estudiar la ética cristiana es de suma importancia ya que a la vida

cristiana no se le debe sujetar a solo a creencias y confesiones de fe, la vida cristiana debe

estar unida a la ética cristiana. Los cristianos no solo están llamados a ser diligentes en el

estudio teológico y bíblico, también deben ser ejemplo en todos los ámbitos de la vida, en el

ámbito personal e íntimo, en lo social y familiar, y como ser político y mayordomo de la

creación. La ética cristiana es el esfuerzo de los cristianos para poder discernir cómo hemos

de ser el pueblo que Dios dentro de todos los ámbitos de la vida humana (García, 2003). De

esta manera se busca establecer que la ética cristina es de primordial consideración para

los cristianos ya que les ayuda a cumplir el llamado que Dios hizo a su pueblo para ser sal y

luz en las diversas áreas de la vida como el ser mayordomos de ambientales.

Formación ética

Según la Real Academia Española (RAE) el término “formación” significa “acción y

efecto de formar o formarse”. Y el término “formarse” significa “preparar intelectual, moral o

profesionalmente a una persona o a un grupo de personas” (RAE, 2019). Ambas

definiciones representan lo que según este trabajo de investigación hace referencia al

efecto de la Palabra de Dios sobre el aspecto intelectual y moral de las personas que los

motiva a ser mayordomos ambientales. Comprender la importancia de la formación ética de

las personas, obliga analizar la realidad actual de la educación para determinar qué criterios

éticos y morales se le debe inculcar a las personas durante su formación para que sean

excelentes con responsabilidad ética y excelentes moralmente.

Iglesia Evangélica

Según la Real Academia Española (RAE) el término “iglesia” significa “congregación

de los fieles cristianos en virtud del bautismo” y “cada una de las comunidades cristianas

que se definen como iglesia” (RAE, 2019). Y el término “evangélico” significa “perteneciente

o relativo al evangelio”, “perteneciente o relativo al protestantismo” y “dicho especialmente


de una doctrina religiosa: Formada por la fusión de los cultos luterano y calvinista” (RAE,

2019). Asimismo, Fonseca (2018) menciona que “teológicamente, los evangélicos han

tratado de autodefinirse aprovechando la cercanía etimológica del término que los identifica

con el núcleo doctrinario de la fe cristiana: los Evangelios. (…). De esta manera buscaron

diferenciarse del catolicismo” (p. 1). Estas definiciones representan lo que según este

trabajo de investigación hace referencia a la comunidad cristiana evangélica conformada

por varias denominaciones.

Según Ramos (1998), el nombre de Iglesia Evangélica fue empleado por una gran

cantidad de denominaciones e iglesias, todas ellas lo usaron para ser identificados. Entre

los ejemplos tenemos Iglesia Evangélica Alemana, Iglesia Evangélica de confesión luterana,

la Iglesia Evangélica Pentecostal, etc. Además, el término “evangélica” o “evangélico” es

habitual en el nombre de denominaciones, como la Iglesia Evangélica Peruana, por poner

un ejemplo. Las iglesias evangélicas tiene como enfoque la justificación por fe, a las

“buenas nuevas” de salvación y al nuevo nacimiento como algo fundamental en su

prédicación. Las distintas características mencionadas anteriormente sirven para distinguir a

la comunidad de fe que es mencionada en este trabajo cuando se señala el término de

Iglesia Evangélica.

Mayordomía ambiental

Según la Real Academia Española (RAE) el término “mayordomía” presenta dos

acepciones, las cuales son el “cargo y empleo de mayordomo o administrador” y “oficina del

mayordomo” (RAE, 2019). Por otra parte, la palabra ambiental, es definida en la primera

acepción como “perteneciente o relativo al ambiente” (RAE, 2019). Ambas definiciones

representan lo que según este trabajo de investigación hace referencia a lo que se entiende

por el cuidado y protección de la creación de Dios. La mayordomía ambiental en el contexto

secular se refiere al uso responsable y la protección del medio ambiente natural y sus

recursos mediante la conservación y prácticas sostenibles para asegurar un futuro

sostenible (EPA, 2016). Este uso y protección del medio ambiente se lleva a cabo de una

manera que tiene en cuenta de manera plena y equilibrada los intereses de la sociedad, las


generaciones futuras y las especies, además de los humanos (Worrell y Appleby, 2000,

p.263).

Por otra parte, en toda la Biblia, se usan las palabras "mayordomo" y "mayordomía"

en varios versículos (Gn. 15: 2; 44:1; 1 Cr. 28:1; Mt. 20:8; 1 Co. 4:2; Lc. 12:42; 16:1– 2). La

palabra que se usa para mayordomo se puede interpretar como gerente o sirviente y se

refiere a una persona que se encarga de cuidar algo que no le pertenece, esto motivado por

amor a Dios. Como lo dijo Le Roux, “la mayordomía cristiana y la mayordomía ambiental es

la respuesta agradecida y obediente de una persona al amor redentor de Dios, expresada

por el uso juicioso y el cuidado de Su creación”. (Le Roux, 2017, como se citó en Reumann,

1992).

Pensamiento

Según la Real Academia Española (RAE) este término significa “acción y efecto de

pensar” y “conjunto de ideas propias de una persona, de una colectividad o de una época”

(RAE, 2019). Ambas definiciones representan lo que según este trabajo de investigación

hace referencia al conjunto de ideas que diversos autores filósofos y teólogos han hecho

sobre la mayordomía ambiental y la ética ambiental. Según Manser (2012), los creyentes

están llamados a reflexionar sobre las palabras y la obra de Dios según le son descubiertas

a través de las Escrituras y a evitar las especulaciones basadas puramente sobre el

razonamiento humano.

Responsabilidad

Según la Real Academia Española (RAE) este término significa “cualidad de

responsable” y el término “responsable” significa “persona que tiene a su cargo la dirección

y vigilancia del trabajo en fábricas, establecimientos, oficinas, inmuebles, etc.” (RAE, 2019).

Ambas definiciones representan lo que según este trabajo de investigación hace referencia

al cuidado que deben tener los ser humanos en pro de la creación de Dios, debido a que

ellos son los mayordomos de la creación por Dios. Según Lacueva (2001), la persona que

ejerce la responsabilidad es un “ser humano capaz de acción moral, pues una persona sólo


es responsable por ello, cuando tiene el conocimiento moral suficiente y una libertad que

está impedida por la coacción, por un impulso interno demasiado fuerte o por la sorpresa”.

De esta manera se usa este concepto en el trabajo para hacer ver que la mayordomía

ambiental es un mandato dado por Dios a sus hijos para cuidar y proteger el mundo que Él

creó.


Capítulo II

Metodología de la investigación

Enfoque de la investigación

El enfoque de este trabajo de investigación fue cualitativo, porque “la investigación

cualitativa se enfoca en comprender los fenómenos, explorándolos desde la perspectiva de

los participantes en un ambiente natural y en relación con su contexto” (Hernández, 2014,

p. 358), este escenario, permite que el investigador también interprete lo que la información

bibliográfica le ha provisto, no busca medir cantidad, sino comprender a los protagonistas

(Hernández, 2014, p. 358), que son los escritos bíblicos y el pensamiento descrito en libros

de filósofos y teólogos que abordan el tema de la mayordomía ambiental desde diversas

perspectivas. Asimismo, el nivel de esta investigación es descriptiva porque busca

especificar propiedades, características y rasgos importantes de cualquier fenómeno que

se analice, como la del tema de la mayordomía ambiental descrita en los escritos bíblicos y

en el pensamiento de los teólogos y filósofos. (Hernández et al., 2006).

Según su finalidad, la investigación es básica porque tiene como finalidad el mejor

conocimiento y comprensión de la mayordomía ambiental tanto en los escritos bíblicos y el

pensamiento de filósofos y teólogos con los cuales se busca a contribuir a la enseñanza

sobre este tema en las iglesias evangélicas (Valderrama, 2010).

Diseño metodológico

El diseño fue no experimental porque no hubo manipulación de variable, solo se

limitó a hacer una revisión bibliográfica de fuentes bíblicas y otros textos de filósofos y

teólogos que abordaron sobre el tema de la mayordomía ambiental. De acuerdo con

Ángeles y Del Valle (2016), se usó la investigación bibliográfica porque esta implica la

consulta de fuentes de información divulgadas de manera impresa o virtual. esta se

realizó al leer, analizar y evaluar lo que otros han realizado sobre el tema de la

mayordomía ambiental en diversas fuentes bibliográficas como la Sagrada Escritura y los

libros o artículos de diversos filósofos y teólogos que abordan el tema del cuida y

protección del medio ambiente.


Alcance de la investigación

Por ser cualitativo y básicamente exploratorio y descriptivo es un trabajo

transversal porque se realizó en un solo período de tiempo que comprendió la

investigación. Como lo señala Valderrama (2010) esta investigación es temporal en su

alcance es sincrónica porque estudió el tema de la mayordomía ambiental en un

momento específico y en un periodo corto de tiempo. El espacio que sirvió como

plataforma del recojo de información, fue la biblioteca virtual de la universidad, además

de las fuentes electrónicas como Dialnet y repositorios de diversas universidades del

Perú y el mundo, y espacios en línea como EBSCO a la que los alumnos de la

universidad tienen acceso para la investigación.

Técnica e instrumento

La técnica que se usó es la observación, que siguió en su investigación una

observación sistemática y estructural. Esto permitió de manera puntual realizar un

estudio específico que fue el de evidenciar con información bíblica, tanto el Antiguo

Testamento y Nuevo Testamento, enseñan principios referentes a la mayordomía

ambiental. También se pudo evidenciar que teólogos y filósofos abordan el tema de la

mayordomía ambiental desde diversas perspectivas buscan sensibilizar y enseñar a que

se tomen acciones en pro del ambiente. El instrumento de esta técnica fue el propio

investigador porque “el investigador es quien, mediante diversos métodos o técnicas,

recoge los datos (él es quien observa, entrevista, revisa documentos, conduce sesiones,

etc.)…en la indagación cualitativa los instrumentos no son estandarizados, sino que se

trabaja con múltiples fuentes de datos” (Hernández, 2014, p. 397). Esto permitió al final

reunir tener información relevante sobre el tema de investigación para llegar a la

conclusión en la que se llegó.

Se usó la técnica de observación documental que de acuerdo a Finol y Nava (1992),

“Constituye la vía más expedita de obtener datos sobre ellos, (….), requiere, primero, la

existencia del fenómeno para el momento de la observación y segundo, la coincidencia del

observador con el momento exacto de producción del hecho” (p. 69). Por ello el proceso de


recogida de los datos se ejecutó considerando dos etapas sucesivas, estas son el proceso

de selección y la evaluación de los materiales, y la consignación siguiente de los datos.

También se usó un procedimiento de evaluación y seleccionamiento de los materiales

disponibles, lo cual de acuerdo a Finol y Nava (1992) requiere de un “Conocimiento previo,

tanto del problema que se investiga como de los lugares donde posiblemente se encuentra

el material ciertamente valioso” (p. 70). Esto llevó a que se hiciera una lectura exploratoria

para ayudar en el proceso de selección y evaluación de materiales, ya que con este proceso

se puede ubicar la información necesaria para la demostración de los objetivos planteados.

Esa lectura general de los textos, fue continuada de varias lecturas minuciosas de

los escritos, para poder recabar las ideas principales de estos. Se usaron instrumentos para

poder recolectar de manera apropiada en cada uno de las fuentes consultadas para de esta

manera conseguir los objetivos de la investigación. El registro de datos sirvió para juntar la

información para poderlas resumir, se recolectó las referencias de diversas fuentes de

información, los archivos electrónicos permitieron organizar por temas separados las

fuentes virtuales a las que se obtuvo acceso. Los pasos que se siguieron para hacer la

presentación investigación fueron: selección del tema, selección del problema a investigar,

presentación del problema de investigación y su aprobación por el profesor del curso, así

como también la recolección y consulta de material bibliográfico con sugerencias del

profesor del curso.


Conclusiones

En este trabajo de investigación se demostró de qué manera la mayordomía

ambiental según el enfoque bíblico contribuye en la formación de la ética cristiana en las

iglesias evangélicas, ya que la Biblia señala que los cristianos son responsables ante Dios

como mayordomos de su creación. Se identificó que Dios comisionó a los creyentes a

cuidar de la creación de una manera que sostenga, proteja y mejore su obra. Esto requiere

que los cristianos manejen el ambiente no solo para su propio beneficio, sino para la gloria

de Dios. Los cristianos considerando las enseñanzas bíblicas no deben negar su

responsabilidad de cuidar el medio ambiente, sino que deben responsabilizarse como

mayordomos confiables de la creación de Dios. Si la iglesia evangélica entendiera que la

mayordomía ambiental está arraigada en la Biblia y que es una dimensión de la ética

cristiana, la iglesia tendría un papel significativo que desempeñar en la demostración y

enseñanza sobre la mayordomía ambiental, tanto en la congregación como en la comunidad

en general. Se debe considerar que una iglesia consciente de la responsabilidad de la

mayordomía ambiental contribuirá con una solución bíblica a la raíz del problema de la crisis

ambiental que se está enfrentando.

Asimismo, se demostró de qué manera el enfoque bíblico de la ética cristiana en la

mayordomía ambiental desde el Antiguo Testamento contribuye en la educación de las

iglesias evangélicas, por cuanto los libros de esta parte de la Biblia enseñan principios

bíblicos acerca de cómo los cristianos deben ejercer la mayordomía ambiental. Se identificó

que el Antiguo Testamento muestra a Dios como el creador, el dueño y el cuidador de su

creación. También se vio que esta parte de la Biblia enseña que la creación glorifica a Dios

y que la creación fue hecha para satisfacer las necesidades físicas de los seres humanos y

de los otros seres vivos. Todo ello mostró que la enseñanza sobre mayordomía ambiental

debe ser considerada como una parte fundamental en la fe cristiana y debe ser enseñada

en las iglesias evangélicas, ya que esta enseñanza sobre mayordomía ayudará a la

concientización de los cristianos para que puedan ejercer su responsabilidad como

mayordomos de la creación en todas las actividades que realizan.


Además, se demostró de qué manera desde el enfoque bíblico de la ética cristiana

en la mayordomía ambiental desde el Nuevo Testamento contribuye en la educación de las

iglesias evangélicas, porque los libros de esta parte de la Biblia refuerzan los principios

mostrados en el Antiguo Testamento y enseñan que los cristianos deben ejercer la

mayordomía ambiental. Se identificó que el Nuevo Testamento muestra a Dios como el

gobernante de su creación y señala que somos los responsables de su cuidado y

protección. También se vio que esta parte de la Biblia enseña que la creación revela a su

creador, señala que una comprensión de Cristo como el propósito de la creación es la mejor

manera para lograr ser mayordomos ambientales, e indica que Jesús es la fuente y

sustancia de la ética que abarca la dimensión de la mayordomía ambiental. Todo ello

mostró que la mayordomía ambiental debe ser considerada como una parte fundamental de

la ética cristiana. La iglesia debe ser consciente que la mayordomía ambiental es una

enseñanza fundamental de la fe cristiana y sus líderes deben cumplir con la responsabilidad

de educar a los asistentes sobre la mayordomía ambiental.

Y por último se describió de qué manera el enfoque bíblico de la ética cristiana en la

mayordomía ambiental desde el pensamiento de teólogos y filósofos contribuye en la

educación de las iglesias evangélicas, porque los teólogos como Douglas Moo y Francis

Schaeffer animan a que los creyentes deben cumplir con la responsabilidad de ser

mayordomos ambientales. Se identificó que ambos teólogos están convencidos que el

cuidado de la creación se descuida regularmente en la ética cristiana y necesita ser

resucitado con urgencia. Las enseñanzas dadas por ambos teólogos deben ser

considerados como principios que los cristianos evangélicos deben incorporar dentro de su

ética cristiana. Por otra parte, se identificó que los filósofos como Hans Jonas y François

Vallaeys animan a las personas, incluidos los cristianos, a que cumplan como el deber de

proteger y cuidar el ambiente. Sostienen que la responsabilidad frente al ambiente no es

una opción para escoger sino es una necesidad que urge de una acción rápida por parte de

las personas. Se mostró que tanto los filósofos como teólogos exhortan a que todas las

personas cumplan con la responsabilidad de ser mayordomos ambientales.


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