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, :'W"'- 'V', ENOCHTITLAN, EDUARDO METROPOLI .... PREHISPANICA De conformidad con los hechos y las noti- ciashistóricas se sabe que \los aztecas o mexica fueron los últimos en llegar a la cuenca de México y, como encontraran los mejores sitios ocupados, tuvieron que esta- blecerse en un islote del entonces enorme lago de Texcoco que había sido rechazado por otras tribus. _ La elección de este islote para fundar Tenochtitlan, al parecer tan poco hospitala- rio, fue un acierto de los sacerdotes-guía, como se comprobó más tarde. Como era un pequeño islote rodeado de pantanos cuya cima eran peñascos con algunos cafiaverales, su valor estratégico no pudo ocultarse pues- to que sólo era accesible por agua, y los mexica contaban apenas con los recursos indispensables hacer frente a los otros pueblos más desarrollados, con mejores me- dios y establecidos ya en las mejores loca- lidades. A pesar de estas tan adversas condicio- nes, los mexica pronto transformaron Te- nochtitlan en la ciudad más pujante de la comarca, dominando toda la cuenca de México y más adelante toda Mesoamérica. Algunos afias I'ilás tarde se estableció otro grupo mexica y fundó Tlatelolco. No pasó mucho tiempo para que ambos grupos se unieran en la extensión de sus dominios y causaran la admiración de los conquista- doreS. ' Tenochtitlan era una verdadera ciudad, según la defmicion de algunos autores, o sea, una comunidad donde el 75% de sus habitantes' son agricultores y con una densi- dad superior a los 2000 por Km2. Hay también estratificación basada en ocupacio- nes,riqueza y poder; donde la mayoría de la población no es productora de su alimen· tación sino que la recibe de agricultores foráneos. De acuerdo con el cálculo derivado de las fuentes históricas, se deduce que la ciudad ocupaba un área de 8 Km 2 Estaba dividida en cuatro barrios, o sean los tlaxi- ca/ti o calpulli, en número de 20 para los cuatro barrios. Eduardo Noguera - Arqueólogo e investi- gador del Instituto de Investigaciones An- tropológicas de la uNAM, tomó cursos de Antropología en Harvard y París. Ha prac- ticado diversas exploraciones. Fue Director del Museo Nacional de Antropología e His- toria. En el plano de la ciudad y según los mapas de que disponemos, se observan hile· ras de casas sencillas o dobles construidas a lo largo de los canales que a su vez pudie- ran representar divisiones del calpulli. El centro de la ciudad estaba ocupado por número de templos y otros edifi- cios de carácter religioso, Además, en cada barrio había un conjunto de construcciones de finalidades similares. El cronista Sahagún afirma que en Tenochtitlan había 78 edifi- cios solamente en el Recinto del Templo Mayor. Junto con los templos principales se controlaban otros de menor significado. Las mismas referencias nos indican la existencia de 25 templos piramidales, 9 casas del sacerdocio, casas de retiro de sacerdotes, Plano de Tenochtidan atribuido a Hemán Cortés plataformas o Momoztli para el sacrificio gladiatorio, altares, una columna sagrada, 7 tzompantlis, 2 juegos de pelota, un manan- tial, tres albercas, un patio para las danzas, una cárcel para los ídolos de las ciudades conquistadas, arsenales y talleres. Los mexica habían llegado a un verda- dero urbanismo por el hecho ya señalado de estar habitada por individuos que no producían sus propios alimentos (no eran agricultores), por obreros especializados en determinada artesanía, pero la mayor prue- ba de ese urbanismo está demostrado por el gran mercado de Tlatelolco que con todo detalle ha sido descrito por Bernal Díaz del Castillo. Así, ese antiguo soldado y cronista compañero de Cortés quedó maravillado al

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ENOCHTITLAN,EDUARDO METROPOLINOGUERA~ ....PREHISPANICA

De conformidad con los hechos y las noti­ciashistóricas se sabe que \ los aztecas omexica fueron los últimos en llegar a lacuenca de México y, como encontraran losmejores sitios ocupados, tuvieron que esta­blecerse en un islote del entonces enormelago de Texcoco que había sido rechazadopor otras tribus. _

La elección de este islote para fundarTenochtitlan, al parecer tan poco hospitala­rio, fue un acierto de los sacerdotes-guía,como se comprobó más tarde. Como era unpequeño islote rodeado de pantanos cuyacima eran peñascos con algunos cafiaverales,su valor estratégico no pudo ocultarse pues­to que sólo era accesible por agua, y losmexica contaban apenas con los recursosindispensables p~a hacer frente a los otrospueblos más desarrollados, con mejores me­dios y establecidos ya en las mejores loca­lidades.

A pesar de estas tan adversas condicio­nes, los mexica pronto transformaron Te­nochtitlan en la ciudad más pujante de lacomarca, dominando toda la cuenca deMéxico y más adelante toda Mesoamérica.

Algunos afias I'ilás tarde se establecióotro grupo mexica y fundó Tlatelolco. Nopasó mucho tiempo para que ambos gruposse unieran en la extensión de sus dominiosy causaran la admiración de los conquista­doreS. '

Tenochtitlan era una verdadera ciudad,según la defmicion de algunos autores, osea, una comunidad donde el 75% de sushabitantes' son agricultores y con una densi­dad superior a los 2000 por Km2. Haytambién estratificación basada en ocupacio­nes,riqueza y poder; donde la mayoría dela población no es productora de su alimen·tación sino que la recibe de agricultoresforáneos.

De acuerdo con el cálculo derivado delas fuentes históricas, se deduce que laciudad ocupaba un área de 8 Km2 • Estabadividida en cuatro barrios, o sean los tlaxi­ca/ti o calpulli, en número de 20 para loscuatro barrios.

Eduardo Noguera - Arqueólogo e investi­gador del Instituto de Investigaciones An­tropológicas de la uNAM, tomó cursos deAntropología en Harvard y París. Ha prac­ticado diversas exploraciones. Fue Directordel Museo Nacional de Antropología e His­toria.

En el plano de la ciudad y según losmapas de que disponemos, se observan hile·ras de casas sencillas o dobles construidas alo largo de los canales que a su vez pudie­ran representar divisiones del calpulli.

El centro de la ciudad estaba ocupadopor ~an número de templos y otros edifi­cios de carácter religioso, Además, en cadabarrio había un conjunto de construccionesde finalidades similares. El cronista Sahagúnafirma que en Tenochtitlan había 78 edifi­cios solamente en el Recinto del TemploMayor. Junto con los templos principales secontrolaban otros de menor significado. Lasmismas referencias nos indican la existenciade 25 templos piramidales, 9 casas delsacerdocio, casas de retiro de sacerdotes,

Plano de Tenochtidanatribuido a Hemán Cortés

plataformas o Momoztli para el sacrificiogladiatorio, altares, una columna sagrada, 7tzompantlis, 2 juegos de pelota, un manan­tial, tres albercas, un patio para las danzas,una cárcel para los ídolos de las ciudadesconquistadas, arsenales y talleres.

Los mexica habían llegado a un verda­dero urbanismo por el hecho ya señaladode estar habitada por individuos que noproducían sus propios alimentos (no eranagricultores), por obreros especializados endeterminada artesanía, pero la mayor prue­ba de ese urbanismo está demostrado por elgran mercado de Tlatelolco que con tododetalle ha sido descrito por Bernal Díaz delCastillo. Así, ese antiguo soldado y cronistacompañero de Cortés quedó maravillado al

visitar ese enorme mercado como vemospor su descripción:

"Y desque llegamos a la gran plaza, que sedice el Tatelulco, como no habíamos visto talcosa, quedamos admirados de la multitud degente y mercaderías que en ella había y delgran concierto y regimiento que en todo te­nían. y los principales que iban con nosotrosnos lo iban mostrando.

Cada género de mercaderías estaban por sí,y tenian situados y señalados sus asientos.Comencemos por los mercaderes de oro yplata y piedras ricas, y plumas y mantas ycosas labradas, y otras mercaderías de indiosesclavos y esclavas. Digo que trayan tántos dellosa vender a aquella gran plaza, como traen losportugueses, los negros de Guinea, e tráyanlosatados en unas varas largas, con colleres alos pescuezos porque no se les huyesen, yotros dejaban sueltos. Luego estaban otrosmercáderes que vendían cacao. Y desta mane­ra estaban cuantos géneros de mercaderías hayen toda la Nueva España, puesto por suconcierto, de la manera que hay en mi tierra,ques Medina del Campo, donde se hacen lasferias, que en cada calle están sus mercaderíaspor sí. Ansí estaban en esta gran plaza, y losque vendían mantas de nequén y sogas, ycotaras, que son los zapatps que calzan, yhacen del mismo árbol, y raices muy dulces

. cocidas, y otras rebusterías que sacan delmismo árbol.

Todo estaba en una parte de la plaza, en sulugar señalado. Y cueros de tigres, de leones yde nutrias, y de adives, y de venados, y de

. otras alimañas, e tejones, y gatos monteses, deellos adobados y otros sin adobar, estaban enotra parte, y otros géneros de cosas e merca­derías. Pasemos adelante, y digamos de losque vendían frisoles, y chia, y otras legumbrese yerbas, a otra parte. Vamos a los quevendían gallinas, gallos de papada, conejos,liebres, venados y anadones, perrillos y otrascosas deste arte, a su parte de la plaza.Digamos de las fruteras, de las que vendíancosas cocidas, mazamorreras y malcocinado,tambien a su parte. Pues todo género de loza,

~ hecha de mil maneras, desde tinajas grandes, yjarrillos chicos, que estaban por sí aparte. Ytambién los que vendían miel, y melcochas, yotras golosinas que hacían, como nuegados.Pues los que vendían madera tablas, cunas, evigas, e tajos y bancos, y todo por sí. Vamosa los que vendíán leña, acote e otras cosasdesta manera."

A la llegada de los europeos la ciudad

Plano esquematizadode Tenochtitlan

(según Von Hagen)

estaba dividida en cuatro secciones: Atzcal­ca, Teopan, Moyotlan y Cuepopan, cadauno con diferentes barrios conteniendo cua­tro calpulli que corresponden a los barriosde las colonia: al suroeste, San Juan; alsureste San Pablo; al noreste, Santa María'la Redonda; a/ noroeste, San Sebastiám. Secalcula en números redondos 50000 casasy un térITÚno medio de 300,000 habitantes.

Por la estrechez del terreno en gruposcompactos sus habitantes emprendieron laconstrucción de innumerables jaca/es he­chos de carrizo con techos de paja o tules,procurando escoger el terreno más firme enese pantanoso lugar. El orden en que fue­ron construidas las habitaciones fue impues­to por las mismas dimensiones del islote, la

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firmeza del terreno y su ubicación en sitiosde fácil comunicación.. Este primer asenta­ITÚento según la referencia con que conta­mos, fue en el preciso lugar donde hoy sehalla la iglesia de San Pablo. Poco a poco laciudad fue creciendo; con el lodo sacadodel lago se reforzaba la consistencia de lachoza de tan endeble material. Los jacalesaumentaron con la población que llegaba yacabaron por juntarse entre sí, apenas sepa­rados por simples estacas.

Este primer establecimiento descansabasobre terreno rocoso que era el· islote ro­deado de pantanos. Toda la costa alrededordel tal centro describía un arco de círculoy en sus orillas había muchas poblaciones,algunas de gran importancia como Azcapot-

zalco y Tlacopan al poniente; Coyoacán alsur; Tepeyac al nórte y al sur los lagos deXochimileo y Chalco. Había además mu­chos otros islotes que sobresalían de lasaguas, destacando el ~e Tlateloleo. Por lotanto, fue tarea abrumadora para esos pri­meros pobladores el hacer habitable esesitio. Era necesario acumular lodo y terra­plenar las orillas, para luego construir calza­das y puentes. Sus esfuerzos se vieroncoronados con los años y, como ya dijimos,de un humilde villorio de chozas y jacalesentre los juncos, surgió la gran metrópolique vieron los españoles al comenzar elsiglo XVI.

Esta enorme urbe se consideró como demayor extensión que la de las principalesciudades de Europa en esa época. Abarcabadesde el norte con Tlateloleo y frente aTepeyac y se extendía hacia el- sur dondese ubicaban Toltenco, Acatián, Xihuitonco,Atizapán, Tepetitlán, Amenalco. En cam­bio, al oeste terminaba en Atlamana y enChichimecapan, lo que hoy sería la moder­na Colonia Juárez, y al oriente llegabahasta las orillas del lago.

Así fue cómo quedaron maravillados losconquistadores. Observaron una gran isla enforma de óvalo unida a' tierra firme por trescalzadas que estaban interrumpidas por ca­nales que las "cruzaban, o atravesada porpuentes. Al sur se contemplaba el verdor delas chinampas que predominaban en Xochi­milco. En el centro de la ciudad se levanta­ban los templos principales que han sidodescritos con minuciosidad por los primerosconquistadores y cronistas.

Para conocer cómo era Tenochtitlan ensus épocas de grandeza contamos con mu­dios datos de carácter histórico legados porlos conquistadores, quienes fueron testigosde su esplendor. Desgraciadamente se care­ce de planos exactos y de informaciónprecisa de su urbanismo por haber sidohechos de memoria o apoyados en referen­cias históricas, toda vez que Tenochtitlanfue arrasada en su totalidad y casi no seconservó ningún edificio completo. Al avan-

zar los conquistadores en la toma de laciudad destruyeron las casas y los temploscon cuyos escombros cegaron los canales otomaron ese material de construcción (es­culturas o piedras bien cortadas) para lasedificaciones coloniales. Además, como elfm que perseguían los españoles era conver.tir a los recién conquistados a la religióncatólica, violentaron la destrucción de cual­quier vestigio que les recordara sus antiguascreencias.

Las calzadas a que nos hemos referidoseñalan los ejes principales de la ciudad a lolargo de los cuales creció y también servíancomo diques, pero en especial el llamado"albarradón" o muro de retención de 12Km de largo por 7m de ancho que servíaPara contener las aguas e impedir que elagua salada de Texcoco se mezclara con ladulee de Chaleo y Xochimilco. Para surtirde agua a la ciudad se construyó un acue­ducto de piedra y argamasa provisto de doscanales. Al limpiar uno de los canales elotro seguía funcionando y en esa forma nose interrumpía el suministro de tan necesa­rio líquido. Los acueductos terminados engrandes fuentes donde los aguadores toma­ban el líquido para venderlo a la población.Primero se construyó el acueducto de Cha­pultepec, pero como resultara insuficiente,tiempo después se construyó el de Acu­cuéxcatla que traía el agua de Coyoacan alo largo de la calzada de Iztapalapa.

Contamos con algunos mapas de Te­nochtitlan, y aunque no son de rigurosaexactitud, han servido de utilísima guía.Uno de ellos es él mapa atribuido a Cortés(Fig.l), fue publicado en Nuremberg. Noobstante que presenta muy marcadas inex­actitudes y anacronismo arquitectónicos, esde gran valor y ha servido de base paraobtener una visión muy aproximada de larealidad de Tenochtitlan según la descrip­ción que cronistas e historiadores nos hanlegado. Se aprecia el Recinto del TemploMayor circundado por el Cohuatepantli,situado en el centro de la ciudad y lasgrandes calzadas que a él conver~en: la de

Iztapalapa con una bifurcación que va aCoyoacan; la de Tacuba con siete cortadu­ras, siendo las más famosas las llamadasTepaczingo, Tzapoda, Atenchilco, Mixcoa·techialtitlan y Petlacalco. Al norte se ve lacalzada de Tepeyac que se bifurca y condu­ce a Tlatelolco. Aparecen por el oriente losdiques para detener las inundaciones, y losembarcaderos. También se pueden apreciarlas brechas y los puentes de madera sobrelos canales que cruzaban la ciudad, al igualque algunos de los templos y palacios.Además se observa Chapultepec con subosque y los manantiales y el acueductoque traía el agua. Aparece Tenayuca, máslejos Texcoco y sitios aledaf'ios que rodea·ban Tenochtitlan-Tlatclo1co.

Tenemos otro plano (Fig. 2) muy esque­matizado cuyo valor radica en mostrar enforma muy objetiva cómo lo pintaría undibujante de la época mexica, al representarsu dudad. Se tiene lIna visión de cómo eraTenochlitlan en 1521. Se apreda el grantcocall¡ con los templos principales, lo mis­mo que las diversas calzadas, rasgo t¡picode la urbe azteca, a la vez que los barriosprincipales: Cuepopan, Atzacalco, Moyotlany Ayauhcalco. Además se advierten losdiques para la defensa contra la invasión delas aguas. En forma gráfica e ingenua se venlos que remando en sus t ¡picas canoastrafican en el lago, lo mismo que uno quepesca con redes y un famcme dirigiéndose aTacuba.

Las calles de Tenochtitlan eran de tresclases: la mayoría la constitu ían los canalesy de menor extensión las de tierra, perohabía algunas mixtas, es decir, canales parael tráfico de las canoas y calzadas para lospeatones, y sólidos camellones adosados alos muros de las casas.

Al hablar de las calles nos dice Cortés:

"que son muy anchas y muy derechas, yalgunas son la mitad de tierra y por la otramitad de agua, por lo cual andan en suscanoas, y todas las calles de trecho a trecho,están abiertas, por donde atraviesa el agua delas unas a las otras, y en todas estas aberturas,

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que algunas son muy anchas, hay sus puentesde muy anchas y muy grandes vigas juntas yrecias y bien labradas, que por muchas de enaspueden pasar diez de a caballo juntos".

Por su parte el Conquistador Anónimonos dice: "La mitad de la calle era de tierradura como enladrillado, y la otra la ocupa­ba el canal." Hay, además, otras callesprincipales de agua que sólo sirven paratransitar en canoas. Todas estas calles esta­ban cortadas por los puentes de maderaque podían ser retirados.

El cronista Torquemada también infor­ma que habia en cada calle centenares dehombres barriéndolas y regándolas y quie­nes cuidaban de los braseros que ardíantoda la noche. Otra de sus misiones era elcuidado de la ciudad cuando sus habitantesdormían. En algunos de los canales enor­mes barcazas amarradas recibían todos losdesechos del pueblo que más adelante ser­vían de fertilizantes.

Los cronistas refieren también que lascasas se dividían en dos porciones: la cocina,y la dedicada al descanso, trabajo y ocupa­ciones menores; aunque no tenían chimenea,ni ventanas, el fuego se colocaba en tres pie­dras, el tlecuilli, que persiste hasta la fechaen algunas comunidades.

En el centro de Tenochtitlan, las casasestaban pegadas una con otra, pero al ale­jarse del centro, se encontraban espaciadascon un pequeño jardín. En efecto, como lorefiere Bernal, esto se debió a que se pusogran cuidado en su pl¡¡,neación, bajo ladirección de un funcionario, el Calmimilol­catl quien ordenaba que las casas se cons­truyeran debidamente alineadas a lo largode los canales, los que por su parte teníanveredas para los peatones.

Continuando hacia el centro de la granciudad, hacia el Recinto Sagrado del Tem­plo Mayor, aparecían los grandes palaciosde los reyes que eran de enormes propor­ciones; luego los de los personajes impor­tantes y funcionarios; seguían edificios ofi­ciales como el Calmecac, los 71acochcalli ydemás.

El centro ceremonial o Recinto del Tem­plo Mayor tenía más de 300 m. de lado,circundado por una muralla almenada quese abría hacia las tres calzadas que de allípartían. En el centro había una gran plazahundida como adoratorio para las ceremo­nias. Al fondo se apreciaba el TemploMayor con sus dos oratorios en la cúspide;frente a él estaba el de Quetzalcoatl; veníaluego el juego de pelota y más adelante elacueducto de Chapultepec. También se en­contraba el Tzompantli o muro de lascalaveras, el templo dedicado al Sol, elTemacácatl para el sacrificio gladiatorio deTezcatlipoca y otros templos menores.

Fuera del recinto estaban los palacios delos nobles. Dignos de mención son los de

el TlAlTEPEC

HUEHUETOCA

COV01EPEC

TEPOZOTlAN --O

CUAUTEPEC

ATZCAPaZAlCO

OTONCAPULCO -élLACOPAN

POPOTLAN

HUIPULCO

Axayácatl a un lado de la calzada deIztapalapa; el arsenal, 71achcocalli o casa delos dardos; el Cuicacalli o casa de loscantos, especie de escuela de música ydanza; y otro más famoso el Calmécac ocolegio de los nobles, adeÍnás de otrasconstrucciones de menor importancia.

La clase artesanal vivía en determinadobarrio en su propio calpulli. Muchos deestos artesanos estaban organizados en gr,e­mios, cada uno bajo la tutela de su diosparticular. Así los pochteca o comerciantesviajaban en caravanas al sur de México y alparecer residían en forma provisional y seagrupaban en distintos barrios. En otroslugares los que vendían pan, chile, verdura,sal, cerámica y maíz.

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El valle de México en la época mexica y las numerosaslocalidades que rodeaban Tenochititlan-Tlatelolco

Había una señalada y clara división deTenochtitlan. Sahagún dice que los artesa­nos dedicados al arte plumario habitabanun solo barrio. Había otros siete barriosocupados por artesanos de diferente espe­cialidad; el mismo Sahagún, en apoyo ycomo muestra del urbanismo de Tenochti­tlan, dice que había taberneros, barberos,cargadores, y también ladrones, mendigos,prostitutas.

Con los datos anteriores y utilizando lasfuentes de información, el número de casashabitadas y la cantidad de familias que lasocupaban, se obtiene una población aproxi­mada de 300 000 a 600 000, pero los he­chos y cálculos más conservadores fijan supoblación entre 60 000 a 120 000 habitan­tes por lo que se refiere a Tenochtitlan-Tla­telolco, pero en su conurbación (conjun­ción urbana), la gran Tenochtitlan queincluiría todas las ciudades, aldeas y villo­rios en sus inmediatos alrededores, puedellegar a cifras más altas, quizás a cerca delmillón como lo asientan algunos investiga­dores, basándose en el número de hogaresen Tenochtitlan-Tlatelolco que era de80000 alOa 000. Admitiéndo siete per­sonas por cada casa se llega a la elevadasuma de 560 000 a 700 000 sin llegar almillón, cantidad muy elevada, por lo quelas más aceptadas serían de 300 000 a600000 habitantes como máximo.

Por otra parte, apoyándonos en la es­tructura y funcionamiento del mercado, sededuce que la mayor parte de los habitan­tes de Tenochtitlan y Tlatelolco eran arte­sanos y gente que trabajaba para la cdrte yproducían los artículos que vendían en elmercado.

A la llegada de los españoles en el sigloXVI Tenochtitlan-Tlatelolco se extendíadesde los cerros del Tepeyac hasta los¡>antanos del sur. Como se puede ver en losplanos mencionados, afectaba la forma deun cuadrado de 3 km. por lado y unasuperficie de mil hectáreas.

El llamado tlatel es frecuente en lasorillas del lago de Texcoco y consiste en

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una pequeña elevación por 10 general cu­bierta de duro pasto; en buen número decasos por no decir su gran totalidad, contie­ne cantidades de tiestos. Este hecho señalaque fueron posiblemente antiguas habitacio­nes o sitios agrícolas, construidos y ocupa­dos por el hombre.

Algunos autores establecen un paralelis­mo entre tlateles y chinampas por el.hechode que ambos son de forma y construcciónsemejante. Los dos tipos de construcción sehallan situados en las aguas poco profundasdel lago.

Desde luego, la invención y utilizaciónde la chinampa se debió a la circunstanciade buscar solución al mantenimien to de loshabitantes en áreas urbanas que aumen ta­ban en gran proporción, de all í que lachinampa fuera ideada para obtener terre­nos propios para el cultivo a la vez queservía de habitación.

La instalación de los mexica en el islotedel lago de Texcoco fue obligada por elhecho de que las mejores localidades quebordean el lago habían sido ocupadas conanterioridad. En momentos de la conquistase hallaba el lago en su máxima expansiónya que se alimentaba de las aguas querecibía de los lagos de Xochimilco y Chaleoen su borde meridional y de los de Xalto·can y Zumpango en el norte. Los lagos noeran de gran profundidad, sus orillas cubier­tas de pantanos y con abundantes tulares ycañaverales, atraían aves silvestres, en espe­cial patos, que proporcionaban excelentealimento, y durante la estación de lluvias secubrían sus orillas de rico sedimento, idealpara agricultura.

En los alrededores de Tenochtitlan,como ya dijimos, había muchas otras gran­des o pequeñas ciudades a modo de satéli­tes de la gran urbe como se observa en elpl~no (Fig. 3). En la época de la conquistalas más importantes eran Azcapotzalco,Tacuba o Tlacopan, Chapultepec, Coyoa­can, Huitzilopochco (Churubusco), Iztapa­lapa, Mexicaltzingo, Ixtacalco, pero juntocon ellas había muchas otras pequeñas al-

deas ubicadas dentro de la misma laguna,creadas por el crecimiento demográfico dela gran ciudad. Todo este conjunto degrandes y pequeñas localidades constituíauna conurbación (conjunción urbana) com­parable a lo que vemos en la actualidad enlas grandes urbes del mundo. Esta conurba­ción de poblados debió ejercer y concentrarun gran poder poI ítico y económico asícomo control del gran territorio hacia eloriente y hasta Soconusco.

Todos estos poblados y pequeí'las ciuda­des sobre tierra flflne eran suburbios. Aun­que algunos gozaban de cierta autonomía,como era el posible caso de Tlacopan. lasdemás dependían de la capital como elotron! independiente AzcapotzaIco y lasotras localidades citadas en párrafo ante­rior.

Algunos. corno lo obseIV6 Cortés. eranbarrios pr6speros. las ciudades de las costasdel lago se extendían dentro de la llliSllllllaguna lo que indicaba que su poblaciónaumentaba.

A este respecto dice Barlolorné de lasCasas:

"que la dudad de Tacuba est,í a dos leguas deMéxico; la de IZ.1apalapa. otms dos; la deCoyudn. legua y media. En cada una de éstashabía sobre diez y quince mil vednos. Otrasmenores de a cinco a seis y ocho mil vecinos.Alrededor de diez y doce leguas de la la!,'Una.había sin número. Pero hablando de los pue­blos que están edificados denuo della son másde cuarenta y quil.ás cincuenta de a cineo ydiez mil casas."

Posiblemente tal afirmación sea un pocoexagerada, pero de cualquier manera indicala gran cantidad de poblados que había enlos alrededores y dentro de la misma lagu­na.

Ahora bien. todos los lugares aledaños aorillas del lago estaban ocupados por pue­blos anteriores a los mexica: los tepaneca,chalcas, zochirnilcas, acolhuas, texcocanos,culhuas, etc. y porción más de otras tribusemparentadas y de una cultura común.

Todas esas gentes ocupaban las orillas

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del lago cuyos restos debieron de existir enlos alrededores, pero como el desarrollo yexpansión de la moderna ciudad de Méxicoes cada vez mayor, desde la época de laconquista empezaron a ser invadidos por lanueva ciudad y el crecimiento progresivohasta la actual extensión de la moderna urbeque cubre de continuo esos restos de pobla­ción que conocieron los españoles a princi­pios del siglo XVI.

Todavía se pueden reconocer muchosmontículos en las cercanías de la ciudadmoderna, restos de poblados de la época.prehispánica; por lo que urge hacer siquieraun reconocimiento antes que el continuocrecimiento de la ciudad destruya esasmuestras del antiguo México .

. Son muchos y están agrupados los mon­tículos que circundan la ciudad, en especialen la porción sureste, no muy lejos deIztapalapa que a pesar del intenso urbanis­mo aún se conservan; y son abundantestambién los que quedan en otros rumbos.

En momentos de la conquista, la partesureste y sur fue muy importante por larelación con Tenochtitlan, ya que al norteestaba el ya pujante Tlatelolco. Por el surentraron los españoles para ser recibidospor Moctezuma. Hacia el poniente y no­reste había sitios o ciudades de la mayorimportancia como Mexicaltzingo, Iztapa·lapa, Chimalhuacan y el más lejano Texcoco.

Gracias a reconocimientos y cortas ex­ploraciones emprendidas en los alrededoresde la actual ciudad, se han podido localizarno menos de veinte sitios que deben corres­ponder a los que vieron y que nos hablanlos españoles a principios del siglo XVI.Corresponden a las grandes y pequeñasciudades.

Contamos con sitios de primera importan-. cia histórica en el área bajo estudio, men­cionaremos los más significativos y de losque poseemos datos históricos, en la inteli­gencia que sólo se indican los del últimoperiodo correspondiente a una época pocosaños antes de la conquista.

Iz tapa/apa (Itztapala pan). Antigua

ciudad prehispánica ubicada un poco alponiente de la población moderna, al nares·te del Cerro de la Estrella (Huixachtécatl),actualmente ocupada por un fraccionamien­to urbano que ha cubierto toda la enormezona arqueológica, que se extiende desde lamoderna Iztapalapa hasta más allá de SantaCruz Meyehualco.

Iztapalapa significa "agua blanca sobrelas losas". Los conquistadores describenque tenían "casas que eran como palacios yhermosos jardines". Por los datos históricossabemos que ese señorío tenía como princi­pal señor a Cuitlahuatzin al que sucedióTechotlala quien atentó contra la vida de

Tizoc. A la muerte de este último, en1487, fue nombrado Cuitlahuatzin comoseñor.

Mexicaltzingo. Dentro de los terrenos yformando un barrio de Iztapalapa, estalocalidad jugó un papel importante e,n laépoca mexica. Allí se establecieron los azte·cas despues de su expulsión de Culhuacan;por ello se llamó Mexicaltzingo que signifi·ca "lugar de la casita de los mexicanos".Fundada esta localidad pasaron a Iztapalapaantes denominada Nextipac ("lugar de lascasas blancas").

Según la versión de Clavijero, cuando losmexica lograron su libertad y salieron de

Culhuacan, llegaron a un sitio llamadoAcatzitzintlan, donde "edificaron un temas­cal en el· que se bañaron y recrearon algúntanto". Este sitio fue llamado despuésMexicaltzingo; significaría entonces: "en elvenerable templo (calli) de Mexitli".

La importancia de esta localidad en laépoca mexica quedó manifiesta gracias a lasexploraciones de Matos Moctezuma. Enefecto, ese investigador describe un muroen talud que corre de norte a sur, con vistaal este y recubierto de estuco; mide 3 m delargo por 1.20 m de alto con un núcleo depiedra y lodo. Quizás sirvió de cimiento ala iglesia católica.

La importancia de Mexiéaltzingo debióser grande si nos atenemos a las referenciasde los cronistas y expuestas por Matos ensu citado estudio:

TezozomoG en su Crónica Mexicayotl,dice: "Por ello llegaron luego dentro de lostulares y carrizales a Mexicaltzingo, dondepusieron cabeza abajo al llamado Acatzin,viéndosele las vergüenzas, y lo flecharon;por ello pusiéronle el nombre de Mexicalt·zingo" .

IxtacaIco. Inmediato a Mexicaltzingo;allí se establecieron los mexica después dehabitar Mexicaltzingo poco antes de suasentamiento en Tenochtitlan. Debió estara orillas. del lago, pero no queda ningúnvestigio aparente. Quizás exploraciones den­tro del caserío moderno logren descubrirrestos prehispánicos. Aquí se beneficiaba lasal como lo indica el jeroglífico de Ixtacal­co que significa, según el Códice Mendo­cino: "casa u horno donde hacen la sal".

Chimalhuacan. fue uno de los· catorceseñoríos que rendían tributo a Texcocoentonces como capital que era del reino deAcolhuacan. Según la descripción de AlvaIxtlixóchitl, .este señorío comprendía unaciudad. rodeada de aldeas satélites. En elsiglo XYI tales centros se conviertieron enlos pueblos, muchos. de los cuales subsistenhasta la fecha. .

Chimalhuacan derivó de la dinastía desus señores de Culhuacan, al igual que

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muchos otros señoríos y formó parte de laprovincia de Acolhuacan cuya primera capi­tal fue Coatlichan y más tarde Texcoco.Fue conquistado por los tlatelolcas hacia1375, época en que ocurre el surgimientode Huexotla.

De acuerdo con esos datos Chimalhua­can debió ser un pueblo importante comoasí lo atestiguan los vestigios prehispánicosque aún se conservan. Sabemos que losprimeros asentamientos corresponden alPreclásico superior y al Clásico temprano,cuando se levantaron humildes chozas, em­palizadas y cobertizos.

Los monumentos que hoy están a lavista fueron consolidados y restaurados enaños recientes por el Instituto Nacional deAntropología e Historia. Corresponden alhorizon te Posclásico te mprano y tard ío.Consisten en un conjunto in tegrado portres principales grupos escalonados. con uneje mayor de oriente a occidente y ubica­dos en una corta eminencia. El primergrupo, en el extremo ponien te, se halla enparte consolidado; consta de una escalinatacon vista a ese punto cardinal flanqueadapor alfardas limitadas a su vez por altosparedones. Esta escalinata da acceso a unagran plaza o terraza en cuyo lado oriente selevanta el segundo grupo. Es en éste dondese han practicado los trabajos de restaura­ción más intensos (Fig. 4). También sepuede apreciar una escalinata igualmentelimitada por alfardas y altos paredones enlos lados norte y sur, como ocurre en elprimer grupo. A su vez esta escalinataconduce a otra explanada, pero allí no se hapracticado ninguna exploración por lo queno sabemos con seguridad cómo se defmeeste segundo grupo, si bien posiblemente, aligual que el primero, terminaba en untercer grupo quizás de proporciones y as­pecto igual a los anteriores.

El material empleado en las construccio­nes es de bloques de piedra basáltica recu­biertos de estuco como se aprecia en algu­nas porciones de los edificios.

Como último sitio por describir es el

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situado al lado oriente y a media altura delCerro del Peñón Viejo del Marqués, o Tepe­pulco, descubierto en el curso de las prác­ticas de cerámica y estratigrafía de los alum­nos de la Escuela Nacional de Antropolo­gía. Por lo explorado en el poco tiempodisponible se deduce que lo descubiertocorresponde a una casa de recreo que hoyllamaríamos residencia campestre de ungran señor o tecuhtli. de la sociedad azteca.Se exploró lo que parece ser un patio yuna porción techada sotenida por vistosascolumnas cubiertas de pintura y decoraciónal fresco de valor simbólico. (Fig. 5).

Este cerro fue un islote en e¡)ocas prehis­pánicas. Aquí tenían los grandes señoresjardines y casas de recreo. En el mes Tóx­catl hac ían la cuarta fiesta. sacrificandoesclavos y niflos a honra de Tezcatlipoca.Huitzilopchtli y posiblemente a Tlaloc. dei­dad esta última de las lluvias y venerada enespecial en las alturas. en los cerros dondetenían a veces un santuario. Consumada laceremonia part ían de ese lugar a una partellamada Tlapitzaoyan. camino de Iztapala­pa, donde hay un montecillo denominadoAcaquilpan o Caoaltepcc, donde dejaban asus mujeres. Al parecer fue en el Cerro delPeñón donde Cortés in trodujo llamas delPerú como textualmente dice: "cuarenta ydos ovejas del Perú".

Como resumen y conclusión se deduceque esta serie de montículos y otros másque deben estar sepultados o destruidosbajo (as aguas del lago, además de t:nnúmero quizás mayor que no han sidodescubiertos en diversos rumbos de lo quefuera la gran Tenochtitlan, representan ycorresponden a los poblados y ciudades quedescriben los conquistadores y cronistasque las conocieron en sus épocas de mayorgrandeza. Es decir, forman la gran conurba­ción semejante a lo que observamos en lasmetrópolis modernas que iniciadas por unmodesto caserío alcanzan la magnitud quehoy vemos en las ciudades de la extensiónde Londres, París, Tokio, New York ynuestra gran ciudad de México.