EL APRENDIZAJE COOPERATIVO EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE

Cuando se hace referencia al proceso enseñanza aprendizaje, se habla de la adquisición de conocimiento a partir de una determinada información percibida, percepción que se realiza a través de diferentes medios y métodos pero todos con un fin común, el de alcanzar el desarrollo y fortalecimiento de habilidades, destrezas y de las competencias que hacen del niño un ser integral, permitiéndole dar respuesta a los constantes cambios y a la evolución de la ciencia y la tecnología, por tal razón, como pedagogos debemos buscar nuevas alternativas que permitan alcanzar las metas planteadas, así como la formación integral satisfactoria de los estudiantes.

Para alcanzar este fin, es necesario emplear métodos y metodologías adecuadas, que estén relacionadas con las necesidades del niño, con sus habilidades, actitudes y aptitudes, como también con el contexto que lo rodea, es aquí donde toma importancia el aprendizaje cooperativo y el colaborativo, métodos que en su forma son similares, pero no se puede afirmar que sean iguales, puesto que, se diferencian en cuanto al objetivo que se proponen, el rol del docente y la estructura de la clase.

Haciendo referencia al aprendizaje cooperativo, éste presenta metodologías dinámicas, participativas y de construcción social de la personalidad, basado en los pilares de aprender a conocer, aprender a hacer junto, aprender a vivir juntos y aprender a ser, hace posible que la igualdad de derechos se convierta en igualdad de oportunidad al descubrir por ellos mismos el valor de trabajar juntos y de comprometerse y responsabilizarse con su aprendizaje y el de los demás, en un ambiente que favorece la cooperación, desarrollándose así la solidaridad, el respeto, la tolerancia, el pensamiento crítico y creativo, la toma de decisión, la autonomía y la autorregulación: bases de la democracia; el aprendizaje cooperativo, es en esencia, el proceso de aprender en grupo; es decir, en comunidad.

Al llevar este tipo de metodología al aula como un recurso pedagógico de sin igual valor en la construcción del conocimiento a partir de estrategias metodológicas interactivas y dialogales, se desarrollan actitudes positivas hacia el aprendizaje, se promueve el desarrollo de pensamiento, creatividad y generación de valores sociales, aumenta la motivación y la autoestima, desarrolla las competencias, generando un potente impacto en la transformación de los procedimientos tradicionales de la educación.

Para llevar a cabo esto, se requiere que el maestro sea en primer lugar un mediador en los procesos de aprendizaje, motivador, y un seleccionador de los estímulos y refuerzos que llegan al estudiante. A la hora de organizar actividades con estructuras de aprendizaje cooperativo debe fijar objetivos claros, decidir el tipo de grupos, organizar el aula adecuadamente, escoger el tipo de tarea (técnica cooperativa correspondiente) y decidir la forma de reconocerla/valorarla.

Además, debe ser un buen observador, intervenir según las dificultades, dinamizar la cooperación y valorar el proceso de resolución y el resultado de la cooperación, como también, un facilitador de la autonomía en el aprendizaje, cediendo progresivamente el control de las actividades al estudiante, favoreciendo la toma de decisiones y exigiendo que los alumnos valoren el resultado y el proceso seguido.

Entonces, aprendiendo Juntos y la investigación en grupo son dos estrategias que permiten evidenciar la metodología y el rol tanto del maestro como del estudiante en el aprendizaje cooperativo, la primera se basa en la selección de la actividad, de preferencia que involucre la solución de problemas, aprendizaje conceptual, pensamiento divergente o creatividad, la toma de decisiones respecto al tamaño del grupo, asignación, materiales, etc., la realización del trabajo en grupo y la supervisión de los grupos; la segunda, en la selección del tema, la planeación cooperativa de metas, tareas y procedimientos, la implementación: despliegue de una variedad de habilidades y actividades, monitoreo del profesor, el análisis y síntesis de lo trabajado y del proceso seguido, la presentación del producto final y la evaluación.

Para concluir, el aprendizaje cooperativo como recurso didáctico, acude al principio de la socialización del conocimiento que logra la capacitación de los estudiantes para realizar actividades en conjunto a fin de desarrollar la solidaridad y el intercambio. Esto es básico para lograr el éxito en grupos divergentes.

Además, este tipo de aprendizaje, refiere la planeación previa de la clase, teniendo claros los objetivos educativos que desea lograr, implica además el uso de estrategias de aprendizajes no convencionales o tradicionales, significa hacer uso del carácter activo del estudiante y el grupo, esto conlleva a que el docente tenga una mayor dosis de creatividad. Se requiere más que un profesor un facilitador del proceso.