Ensayo Sobre las Zonas Grises en el Derecho del Trabajo V

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA UNIDAD DE POST GRADO ENSAYO SOBRE EL CONTRATO FRONTERA O ZONAS GRISES EN EL DERECHO LABORAL VENEZOLANO Integrantes: Aular, José Domingo C.I: 7.072.326 Benitez, Antonio C.I: 15.362.262 Fajardo, Merlys C.I. 14.820.642 Guzmán Bermúdez, Mayra J C.I: 8.809.928

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELAUNIVERSIDAD ARTURO MICHELENAUNIDAD DE POST GRADO

ENSAYO SOBRE EL CONTRATO FRONTERA O ZONAS GRISES EN EL DERECHO LABORAL VENEZOLANO

Integrantes:Aular, Jos Domingo C.I: 7.072.326Benitez, Antonio C.I: 15.362.262Fajardo, Merlys C.I. 14.820.642Guzmn Bermdez, Mayra J C.I: 8.809.928Hidalgo, Nellys Raquel C.I: 9.826.372

San diego, mayo 2015INTRODUCCINEl Derecho del Trabajo tuvo su gnesis en la Era Industrial, dnde mujeres y nios de cinco aos de edad eran sometidos a jornadas laborales de hasta diecisis horas, lo que produjo descontento y posteriores regulaciones en cuanto a la duracin de la jornada y edad mnima para trabajar primeramente en Inglaterra, posteriormente en Prusia y Francia (Vase Guzmn, 2004 p. 26)De modo que esta rama del Derecho nace para regular relaciones laborales que tenan lugar en las fbricas, dnde estaban claramente determinados los elementos tpicos de una relacin de trabajo: los trabajadores acudan diariamente a cumplir su jornada (prestacin personal del servicio), desempeando sus labores en los trminos establecidos por el patrono (subordinacin o dependencia), quien era el dueo tanto de la fbrica como de la produccin realizada por los trabajadores (ajenidad) a cambio de pagarle a stos un salario. Ahora bien, los hechos narrados ocurrieron en 1819 y el mundo ha cambiado en estos casi doscientos aos. No estamos ya en la Era Industrial sino en la Era de la Informacin, en una economa globalizada dnde existe una ardua competencia para apoderarse del mercado mundial y, por tanto, las empresas persiguen por todos los medios disminuir sus costos, lo que ha dado pie a la creacin de estrategias (algunas dentro del marco de la ley y otras de carcter fraudulento) que les permitan mantenerse en el juego de la Economa. Hoy en da no es necesario tener una fbrica con cientos de trabajadores para amasar una fortuna y gracias al avance en las telecomunicaciones tampoco es imprescindible que la produccin tenga lugar en un sitio determinado. Por ello las grandes transnacionales a fin de reducir sus costos laborales maquilan gran parte de su fabricacin a pases con regulaciones laborales ms benignas. Asimismo, existen personas que por su situacin especial no les interesa tener un empleo en virtud del cual tengan que asistir a un sitio determinado para cumplir una jornada completa. Tal es el caso de los estudiantes, quienes desean trabajos con jornadas flexibles para culminar sus estudios; y de las amas de casa, para quienes es deseable conseguir una actividad que puedan desempear desde sus hogares. (Vase Aez, pg. 20) Por otro lado, existen tambin empresas que con el auxilio de abogados utilizan argucias legales para disminuir sus pasivos laborales, lo que constituye la denominada tercerizacin, figura proscrita por la Ley Orgnica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (en lo sucesivo LOTTT) en su artculo 48. Con respecto a este cuerpo normativo observamos, por cierto, que la ajenidad no aparece como elemento tpico del contrato de trabajo en ninguna de las disposiciones de esta Ley, a diferencia de la LOT que en su artculo 35 lo incorporaba como parte del concepto de trabajador estableciendo que la labor realizada por el mismo se prestaba por cuenta ajena. Nos inclinamos a pensar que ello constituy un descuido del legislador del 2012 al querer abarcar en este concepto ambas categoras de trabajadores, dependientes e independientes; y no que la ajenidad ya no constituye un elemento de las relaciones laborales, pues nadie en su sano juicio va a contratar a un trabajador, asumiendo todas las responsabilidades y riesgos que ello implica para despus no poder apropiarse de la produccin realizada por dicho operario. Sin embargo, dicho punto ser seguramente aclarado en el futuro por la jurisprudencia de los casos que surjan bajo el imperio de la LOTTT.De cualquier modo, la dinmica econmica del mundo cambi y por tanto resulta imperiosa la necesidad de adaptar la proteccin del Derecho Laboral a las nuevas circunstancias. Venezuela no escapa de esta situacin y por eso se ha venido dando un desarrollo tanto jurisprudencial como normativo para establecer en cada caso cundo estamos en presencia de una relacin laboral, a pesar de que no se verifiquen claramente en la misma los mencionados elementos tpicos de este tipo de relaciones. En este trabajo citaremos una serie de decisiones que consideramos son las ms emblemticas de las que se han dictado en Venezuela abordando el asunto de las zonas grises del Derecho del Trabajo, para lo cual incluiremos entre otras el listado de decisiones realizado en el artculo de Rodrguez, Perna y Montilla (2009). Se llaman zonas grises del Derecho del Trabajo porque no puede evidenciarse con claridad meridiana en este tipo de relaciones que sean de carcter laboral, con todas las consecuencias legales que ello acarrea. Concluimos la introduccin con una cita en dnde se algunos ejemplos de zonas grises del Derecho del Trabajo tomados de una obra de Oscar Hernndez lvarez, en la sentencia dictada por la Sala de Casacin Social en el Caso: FELIX RAMON RAMIREZ y otros vs. Distribuidora Polar S. A., que es la siguiente:Diversas han sido las formas utilizadas por algunos patronos para enmascarar sus relaciones de trabajo bajo las apariencias jurdicas a fin de sustraerlas de la aplicacin de la normativa laboral. Una de las formas ms generalizadas de fraude, es la de dar al contrato de trabajo la apariencia de una compra-venta mercantil. El trabajador no es calificado como tal, sino como un comerciante que compra mercanca a una empresa y luego la vende a las condiciones determinadas por sta, obteniendo una ganancia o comisin mercantil. Especies de este gnero, son los contratos que las empresas hacen firmar a los concesionarios o distribuidores de cerveza, refrescos, gas domstico, agua potable y a los vendedores ambulantes de helados, perros calientes y productos similares, a los cuales nos referimos con detalle en el presente trabajo.Otro sistema utilizado es el que califica al trabajador dependiente como socio industrial, que aporta su trabajo a cambio de unas utilidades, participando as en una aparente sociedad con un socio capitalista, que a su vez aporta el capital y quien, en la prctica, es el propietario de los medios de produccin y se beneficia de los servicios del supuesto socio industrial. En ocasiones se celebra un contrato de transporte, mediante el cual se considera como porteador que realiza el transporte a cambio de un flete, a quien en realidad es un trabajador subordinado que transporta productos bajo las instrucciones de un patrono. El contrato de arrendamiento ha sido frecuentemente utilizado para encubrir relaciones laborales. En este sentido, puede registrarse una gran variedad de casos, desde el arrendamiento de un vehculo, por parte de quien en realidad es un conductor subordinado, hasta el arrendamiento de una silla por parte de un barbero dependiente o el arrendamiento de sillas y mesas, por parte del mesonero que presta servicios a una fuente de soda. El contrato de cuentas en participacin, el mandato y el contrato de obras, son otras de las figuras que se han utilizado para evadir la aplicacin de las normas laborales.La irrenunciabilidad de las normas laborales....establece que las normas protectoras de los trabajadores son irrenunciables an por ellos mismos, de manera que carecen de validez las estipulaciones mediante las cuales un trabajador consiente condiciones menos favorables a las que le concede la ley o incluso el contrato colectivo.La presuncin laboral....el presunto trabajador no est obligado a demostrar la existencia del contrato de trabajo, sino que le basta demostrar la prestacin personal del servicio para que su relacin sea protegida por el derecho laboral, lo cual slo puede ser evitado por el pretendido patrono, probando que se trataba de un trabajo autnomo no susceptible de configurar un contrato de trabajo. Esta prueba deber en todo caso fundamentarse en hechos concretos que apreciados por el Juez, lleven a ste a determinar la naturaleza no laboral de la relacin, pero no podr consistir en meras declaraciones formales de voluntad, ni siquiera cuando hayan sido suscritas espontneamente por las partes.El principio de la primaca de la realidad.De all que la realidad de los hechos, tal como ocurren en la prctica cotidiana, tenga primaca frente a las apariencias formales que puedan adoptar las partes mediante declaraciones de voluntad, independientemente de que las mismas sean espontneas o producto de la presin ejercida sobre una de ellas o de que sean emitidas en ausencia de dolo o de que envuelvan una intencin fraudulenta.Mediante el uso de los mecanismos de defensa anteriormente referidos el Derecho Laboral ha logrado ser aplicado en muchos casos en los cuales las partes, fundamentalmente el patrono, pretendieron evadir su normativa a travs de situaciones de fraude o de simulacin.La simple prestacin de servicios por parte de los distribuidores o concesionarios hace presumir que entre ellos y las empresas existe una relacin de trabajo. Correspondera a las empresas destruir esta presuncin y probar que se trata de una relacin jurdica de otra naturaleza. Para efectuar esta prueba no basta la existencia de un contrato supuestamente civil o mercantil, ya que de acuerdo al principio de irrenunciabilidad de las normas laborales y de primaca de la realidad, la presuncin laboral no puede ser desvirtuada por declaraciones de voluntad, sino por hechos que determinen que la prestacin de servicios se presta en condiciones de independencia y autonoma tales que constituyen una relacin jurdica de naturaleza diferente. (HERNANDEZ ALVAREZ, O. La Prestacin de Trabajo en Condiciones de Fraude o Simulacin. Consideraciones Generales y Propuesta para una Reforma de la Legislacin Laboral Venezolana, en Estudios Laborales en Homenaje a Rafael Alfonzo Guzmn, Tomo I, UCV Ediciones, Primera Edicin, Caracas, 1986, pp. 397-406.)

RESEA JURISPRUDENCIALLas decisiones que se citarn a continuacin fueron dictadas con posterioridad a la vigencia de la Constitucin Nacional y antes de la promulgacin de la LOTTT.1. Sentencia dictada por la Sala de Casacin Social en fecha 16 de Marzo de 2000. Caso: FELIX RAMON RAMIREZ y otros vs. Distribuidora Polar S. A.Este caso trata sobre revendedores de las cervezas y maltas de Empresas Polar. En Primera y Segunda Instancia fue declarada sin lugar la demanda, por lo que interpusieron Recurso de Casacin. La Sala consider que fue debidamente demostrada la prestacin personal de servicio de los actores para la accionada pues ..los actores adquiran unos bienes y pagaban por ellos al contado y que ...consta de las declaraciones de ambas partes, que la actividad formal que la parte actora considera constitutiva de una relacin de trabajo, era la compra de productos de cerveza y malta para ser revendida luego a terceros dentro de una determinada zona geogrfica, con lo cual queda establecida una prestacin personal de servicios, y de acuerdo con la propia sentencia, los actores afirmaron que se trataba de una relacin laboral y que ese hecho no qued desvirtuado por los documentos constitutivos estatutarios de unas sociedades mercantiles, ni por los contratos de compra venta mercantil celebrados entre unas sociedades mercantiles y la demandada, porque, en primer lugar, esas sociedades mercantiles no son parte en este juicio, en segundo lugar, los contratos no tienen efecto sino entre las partes contratantes; no daan ni aprovechan a los terceros, excepto en los casos establecidos por la ley (artculo 1.166 del Cdigo Civil), y, en tercer lugar, en la realidad de los hechos eran los actores quienes personalmente ejecutaban la labor de compra venta de cerveza y malta, que realizaban en condiciones particulares, pues los actores estaban obligados: a comprar los productos que la demandada obtena de Cervecera Polar C.A.; a revender dichos productos a los comerciantes detallistas que figuraban en la cartera geogrfica que forma parte del contrato y a no vender ni negociar dichos productos fuera de la zona de su exclusividad; a no vender ni negociar cerveza, malta o bebidas refrescantes de otras empresas; a pintar los vehculos que utilice para la reventa de cerveza y malta Polar; a pagar de contado a la demandada los productos y a revenderlos a los precios que sta indicara, razn por la cual, ha debido el juez aplicar el artculo 65 de la Ley Orgnica del Trabajo. La existencia de una relacin de trabajo depende, en consecuencia, no de lo que las partes hubieren pactado, sino de la situacin real en que el trabajador se encuentre colocado en la prestacin del servicio... En atencin a estas consideraciones, se ha denominado al contrato de trabajo, contrato-realidad, pues existe, no en el acuerdo abstracto de voluntades, sino en la realidad de la prestacin del servicio y porque es el hecho mismo del trabajo y no el acuerdo de voluntades, lo que demuestra su existencia. Por todo ello esta Sala considera que la existencia de un contrato de compra venta mercantil entre dos personas jurdicas y la prestacin del servicio personal por otra persona distinta a los demandantes, de manera ocasional, no son suficientes para desvirtuar la existencia de la relacin de trabajo.De esta decisin observamos que la Sala al dar por demostrada la prestacin del servicio consider que corresponda a la accionada desvirtuar el carcter laboral de dicha prestacin independientemente de la existencia de contratos entre sta y empresas que fueron constituidas por los actores para desempear su actividad, en virtud del principio de relatividad de los contratos citado. Tambin acotamos que en esta decisin se explica la teora del contrato-realidad, segn la cual puede configurarse una relacin laboral independientemente del acuerdo de voluntades.

2. Sentencia dictada por la Sala de Casacin Social en fecha 09 de Marzo de 2000, Caso: CARLOS LUIS DE CASAS BAUDER vs. Seguros La Metropolitana S.A.Trata sobre un productor de seguros de la empresa Seguros La Metropolitana que demanda el Cobro de Prestaciones Sociales. El ad-quem declar sin lugar la demanda por lo que interpuso Recurso de Casacin. Con respecto a este asunto la Sala asever:En el caso sub iudice, el ciudadano Carlos Luis De Casas Bauder acciona contra la empresa Seguros La Metropolitana S.A., por cobro de prestaciones sociales, por cuanto trabaj como Productor Exclusivo de Seguros para dicha empresa desde el da 3 de mayo de 1967 hasta el 30 de abril de 1993. En la primera instancia es declarada con lugar la pretensin del actor por por cuanto qued demostrada la prestacin personal del servicio; la subordinacin y el salario, elementos que constituyen la esencia del contrato de trabajo, hechos que no pudo desvirtuar la demandada. Sin embargo, el Juzgado Superior que conoci en Alzada revoca la decisin proferida por el Tribunal de la primera instancia por considerar que no qued demostrada una relacin de trabajo, porque.no qued evidenciado el tercer elemento que es sin duda el ms caracterstico de la relacin de trabajo, como es la subordinacin. Establecida la prestacin personal de un servicio, debe el Sentenciador, salvo que se trate de la excepcin contemplada en la regla general, considerar existente la relacin de trabajo, y, por admitir dicha presuncin prueba en contrario, de acuerdo con la doctrina generalmente aceptada,centrar el examen probatorio en el establecimiento de la existencia o no de algn hecho capaz de desvirtuar la presuncin legal. De lo indicado en el prrafo anterior se evidencia que la recurrida en casacin, declar sin lugar la pretensin del demandado por cuanto ste no evidenci -no prob- la relacin de trabajo, cuando lo que realmente debi examinar la recurrida es si la parte demandada logr comprobar que la prestacin de servicios personales y exclusivos respondi a un carcter distinto al laboral, la cual sea capaz de desvirtuar la presuncin establecida en el mencionado artculo 65 de la Ley Orgnica del Trabajo. Por tal virtud casa sin reenvo el fallo y declara con lugar la demanda.En la misma tnica del caso DIPOSA, la Sala consider que la accionada tena la carga de desvirtuar la presuncin de laboralidad en vez de atribursele al demandante el deber de demostrar la subordinacin.3. Sentencia dictada por la Sala de Casacin Social en fecha 15 de marzo de 2000, Caso: Francisco Davila Alvarez contra C.A. Venezolana de SegurosSe trata de otro productor de seguros que demanda a la aseguradora el pago de Prestaciones sociales. La demanda fue declarada parcialmente con lugar por el ad quem por lo que la accionada interpuso Recurso de Casacin. La Sala nuevamente cita el artculo 65 de la derogada Ley Orgnica del Trabajo y resea el carcter juris tantum de esa presuncin sealando que el patrono puede desvirtuar dicha presuncin, siempre que en la contestacin a la demanda no se limite a negar cada hecho, sino que debe alegar y demostrar los hechos que desvirten la presuncin; agregando que Cuando el patrono niega en forma pura y simple la relacin laboral, si el trabajador demuestra que prest servicios al empleador, ello conducir al establecimiento de la relacin de trabajo, con todas las consecuencias legales que implica Comparte esta Sala el criterio de que las normas de la Ley de Empresas de Seguros y Reaseguros no excluyen la existencia de la relacin laboral, pero en cuanto a su demostracin, en virtud de la presuncin legal, basta que el actor demuestre la prestacin personal de servicios para que se presuma la existencia de dicha relacin, con todas sus caractersticas, tales como la subordinacin y la existencia de un salario, cuyo quantum puede ser establecido por una experticia complementaria del fallo, siendo carga del demandado alegar y demostrar la inexistencia de dicha relacin, por no cumplirse alguna de las condiciones de existencia, tales como la subordinacin, o la existencia de un salario. Adujo el formalizante que faltaba el elemento primordial y fundamental: un salario estipulado.. Pero es el caso que dicho porcentaje constituye comisin, siempre que sea regularmente percibido, y es salario, por estar comprendido en la regla transcrita, por tanto carece de fundamento legal lo afirmado por el recurrente.En este caso pretenda la accionada desconocer la existencia de la relacin de trabajo fundndose en la coexistencia de un contrato de intermediacin de Seguros. Al respecto la Sala consider que las regulaciones establecidas en la Ley de Empresas de Seguros y Reaseguros no excluyen la existencia de una relacin laboral; y con respecto al argumento de la accionada de que en esta relacin no exista la figura del salario la Sala expres que el mismo estaba constituido por las comisiones que le pagaba la empresa aseguradora accionada. 4. Sentencia dictada por la Sala de Casacin Social en fecha 06 de febrero de 2001, Caso: Manuel La Rossa vs. Seguros La Seguridad Es el caso que el demandante prestaba servicios odontolgicos para los trabajadores de la accionada para satisfacer un derecho establecido por convencin colectiva, labor por la que reciba un pago mensual fijo. En la recurrida se expres que dicho ciudadano no poda negarse a atender dichos trabajadores, circunstancia con la que pretenda fundamentar la existencia de subordinacin laboral. Ahora bien, a Juicio de la Sala de la revisin del contenido de las declaraciones de los testigos promovidos por la parte accionada, no se demostraba tal situacin pues nada se expres en ese sentido, por lo que: la recurrida bas su decisin en base a unas menciones no contenidas en los elementos probatorios cursantes en autos, infringi el contenido del artculo 320 del Cdigo de Procedimiento Civil, incurriendo la recurrida en el vicio de suposicin falsa En el caso sub iudice, qued completamente desvirtuada la presuncin de la relacin de trabajo, al determinarse de los elementos probatorios que cursan en autos, que no exista subordinacin y por ende, dependencia entre el actor y la accionada; aun y cuando se haya demostrado la prestacin de un servicio y su correspondiente contraprestacin monetaria. Lo que se verific de autos, fue que el demandante prestaba servicios a la empresa de forma independiente, configurndose el supuesto previsto en el artculo 40 de la Ley Orgnica del Trabajo, es decir, el de trabajador no dependiente. En este caso la Sala consider que no se haba configurado el elemento de la subordinacin laboral, por lo que declar con lugar la denuncia, cas el fallo y repuso la causa al estado de que el ad-quem dictase una nueva decisin. 5. Sentencia dictada por la Sala de Casacin Social en fecha 12 de junio de 2001 Caso: Flix Alamandoz vs. ASOCIACIN CIVIL CAJA DE AHORROS DE LOS TRABAJADORES DE LA ORGANIZACIN PROVINCIAL (CAEMPRO)Se trata de un profesional del Derecho que prestaba servicios en calidad de abogado externo para luego demandar el Cobro de Prestaciones Sociales y otros beneficios. En este caso el Superior revoc el fallo dictado en primera instancia y declar sin lugar la demanda Al respecto, la Sala Social sostuvo el siguiente criterio: La subordinacin no se desprende de las instrucciones que se imparten, pues en los contratos civiles en los cuales no hay subordinacin tambin el contratante imparte instrucciones y rdenes al contratista, la subordinacin deriva del estado voluntario de sumisin continuada del trabajador respecto a su patrono, cuyas rdenes y reglas se halla en el deber de cumplir por efecto del contrato de trabajo.Entonces, para probar la subordinacin del prestador de servicio respecto al beneficiario no basta con probar que se reciban rdenes, sino tambin que quien presta el servicio lo hace por cuenta ajena y que somete no slo un servicio, energa o esfuerzo, sino tambin que lo hace habitualmente.Por otra parte, tambin debe indicarse que el juez de la Alzada no neg que el actor percibiese honorarios profesionales, ni asent que por denominarse honorarios profesionales no poda ser considerado como sueldo o salario, el Juez Superior lo que estableci fue que los honorarios profesionales percibidos por el actor no podan ser considerados como salario por carecer de la regularidad en su percepcin, lo cual, constituye una de las caractersticas esenciales del salario.Aunque ciertamente la recurrida silenci el anlisis de las documentales sealadas por la parte recurrente, esta denuncia debe ser desestimada por cuanto con ellas se pretenda probar que la parte actora reciba instrucciones de la demandada; no obstante, estableci la recurrida que dichas instrucciones antes que demostrar la existencia de la subordinacin del trabajador al patrono, las instrucciones dadas por la demandada eran propias de una relacin de servicios profesionales, en la cual el ente contratante o mandante indica al abogado los trminos en los que se debe realizar la prestacin de los servicios profesionales independientes contratados. Entonces, no incide en el dispositivo del fallo el anlisis de las pruebas omitidas.De la cita transcrita observamos que la Sala consider que para demostrar la subordinacin (y por ende la existencia de una relacin laboral) no basta para quien la alega simplemente demostrar que reciba rdenes sino tambin que lo haca habitualmente y que ese periodicidad no ocurri en la presente causa. 6. Decisin dictada por la Sala de Casacin Social en fecha 28 de mayo de 2002 en el caso JUVENAL ARAY y otros contra el INSTITUTO AUTNOMO AEROPUERTO INTERNACIONAL DE MAIQUETA (I.A.A.M.) Se trata de una accin mero declarativa intentada por los maleteros que trabajan en el Aeropuerto de Maiqueta. La misma fue declarada sin lugar por el ad-quem por lo que los accionantes interpusieron Recuso de Casacin. Con respecto a este caso la Sala estableci lo siguiente: Reconoce esta Sala los serios inconvenientes que se suscitan en algunas relaciones jurdicas al momento de calificarlas dentro del mbito de aplicacin personal del Derecho del Trabajo. Es significativa al respecto la existencia de las denominadas zonas grises o fronterizas, expresiones explicativas de aquellas prestaciones de servicio, cuya cualidad resulta especialmente difcil de determinar como laboral o extralaboral. Sin embargo, la legislacin laboral, como la aplicacin judicial y jurisprudencial en los casos litigiosos concretos, ha solventado de alguna manera la problemtica, insertando un sistema de presunciones e indicios de laboralidad para facilitar tal misin de indagacin. Ahora bien, ciertamente constata la Sala de los propios razonamientos explanados por la parte actora para hacer valer su pretensin, que la prestacin de servicio por stos ejecutada no la reciba directamente el Instituto demandado, sino por el contrario un tercero usuario de la accionada. Efectivamente, los llamados maleteros ejecutan su actividad de transporte de equipajes para los pasajeros o usuarios de las instalaciones del Instituto demandado, pero son estos en definitiva los que perciben la materializacin de tales servicios. En este contexto, los actores se encontraban obligados en probar que los servicios por ellos prestados los reciba de manera al menos indirecta la demandada, ejemplo -situaciones de intermediacin o contratistas-, pues, en caso contrario, imposible sera avalar la verificacin de la presuncin de la existencia de la relacin de trabajo entre stos y la accionada. No cabe duda que de la recurrida se evidencia como hecho establecido, la prestacin por parte de los actores de los servicios antes relatados, ms, ello no conllevara a concluir, que los mismos los recibi la parte demandada En conclusin, al no poder probar la parte actora que la prestacin personal de los servicios ejecutados la reciba la parte demandada, resulta imperioso desestimar la infraccin de la norma delatada, a saber, el artculo 65 de la Ley Orgnica del Trabajo Por otra parte, ciertamente nuestra Carta Magna, en su artculo 89, numeral 1, establece que en las relaciones laborales prevalecer la realidad sobre las formas o apariencias, y en el artculo 94 regula, la responsabilidad que corresponda a los patronos o patronas, en caso de incurrir en situaciones de simulacin o fraude con el propsito de desvirtuar, desconocer u obstaculizar la aplicacin de la legislacin del trabajo.Pero ms all de tal situacin, resulta incuestionable el afirmar, que para constatar situaciones de fraude o simulacin en la relacin de trabajo, deben primeramente desmantelarse esos actos, lgicamente sustentndose en el principio de la realidad de los hechos y en la presuncin de laboralidad, pues, de lo contrario, de no evidenciarse los elementos constitutivos de dicha relacin, imposible sera avalar la existencia de los referidos mecanismos de simulacin o fraude, y por ende, la apariencia de otra vinculacin jurdica diferente a la laboral. En resumen, debe al menos presumirse la existencia de una relacin jurdica de ndole laboral, ya que de esta circunstancia depende la delimitacin de un acto como simulatorio o fraudulento. Por tales razones, al establecerse en la resolucin de las denuncias anteriores, la inexistencia de una relacin de trabajo entre las partes integrantes del presente proceso, se desestima la presente denuncia. Con respecto a esta decisin nos llama la atencin que la Sala aseverase que aunque los accionantes prestaban un servicio el mismo no era recibido directa ni indirectamente por la accionada. Ahora bien, dichos maleteros, en primer lugar, trabajan en el Aeropuerto de Maiqueta con el consentimiento de esa institucin y, en segundo lugar, prestan servicios a los pasajeros que utilizan los servicios de la accionada, la cual percibe entre otras cosas los impuestos que pagan dichos pasajeros, de modo que a nuestro entender el Aeropuerto s reciba indirectamente el servicio prestado por los accionantes. Otra discusin sera la del elemento de la ajenidad pues dichos accionantes a la accionada no enteraban a sta los pagos recibidos por los pasajeros por lo que podra aducirse que no se configur este elemento del contrato de trabajo.7. Sentencia de la Sala de Casacin Social dictada en fecha de fecha 12 de Abril de 2000, Caso: Profesional del Derecho vs. Benarroch y Casabera C.A., Internacional de Anlisis y Sistemas S.A., Sociedad Annima Rex y Federal Discount C.A.Este caso versa sobre un abogado externo que demanda honorarios profesionales y que pretende el Cobro de Prestaciones Sociales por parte de su cliente. El ad-quem declar con lugar la demanda por lo que la accionada interpuso Recurso de Casacin. Ahora bien, la accionada seal que en este caso no aplica la presuncin de laboralidad ya que se trata, en el presente caso, de una relacin profesional, no existiendo subordinacin, porque no se trata de labores realizadas por cuenta ajena. Y que el actor dispona de una absoluta autonoma en el ejercicio de su actividad profesional por lo que no existi, a su decir, subordinacin por su parte, elemento ste cuya ausencia en la relacin analizada resulta capaz de desvirtuar la presuncin de la naturaleza laboral de la misma Al respecto la Sala seal que al haberse probado que el actor prest servicios personales desde la sede de J.M. Benarroch & Cia. Sucs, que recibi ordenes de trabajo, que estaba obligado a asistir determinado da de la semana y hora a la empresa S.A. Rex a rendir cuentas de lo actuado y a recibir nuevas instrucciones, qued demostrada la subordinacin de ste ante las demandadas, por tanto, el juez de la recurrida debi considerar, como en efecto lo hizo, demostrada la naturaleza laboral de la relacin En este caso la Sala consider demostrada la subordinacin por el hecho de que el accionante operaba en la sede de la accionada y estaba obligado a reunirse semanalmente con la accionada.8. Sentencia de fecha 12 de Abril de 2000, en Sala de Casacin Social con ponencia del Magistrado Alberto Martini Urdaneta. Caso: Vctor Manuel Hernndez Buitriago vs. Laboratorios Bristol de Venezuela y otros.Este caso versa sobre una transportista que realizaba sus labores en un camin propio. Fue declarada la existencia de una relacin de trabajo y la parte accionada denunci que la recurrida no consider utilizaba vehculo propio y un ayudante, por lo que interpuso Recurso de Casacin. Al respecto la Sala seal lo siguiente: En criterio de la Sala la recurrida s se pronunci respecto del alegato planteado por la demandada en el sentido que el actor conduca su propio camin, al establecer que tal defensa no constitua en s una excepcin expresa de la existencia de otro tipo de contrato (o vnculo) entre las partes, por lo que hizo recaer en la parte actora la carga de demostrar la prestacin personal de servicios alegada, para que pudiera ser beneficiaria de la presuncin legal de existencia de un vnculo de trabajo. Al analizar la recurrida las pruebas y establecer que el actor demostr la prestacin personal de servicios alegada, el sentenciador superior concluy que entre las partes existi un vnculo de naturaleza laboral, lo que hace irrelevante el hecho que el actor utilizara a tales efectos o no su propio camin de all que se deduce que si bien en el fallo al decidir no hay una referencia expresa a tal circunstancia ello sucede por cuanto ya la misma no es determinante Nada expres sin embargo con respecto al ayudante.9. Sentencia dictada por la Sala de Casacin Social en fecha 21 de Junio de 2000, Caso: Mario Medina Vs. Seguros Caracas de Liberty Mutual.Este caso versa sobre un productor de seguros que demanda el Cobro de Prestaciones Sociales a la aseguradora para la que realiza su actividad. La demanda fue declarada sin lugar por lo que interpuso Recurso de Casacin. Alega que la recurrida no consider la presuncin de laboralidad ni la inversin de la carga probatoria. Al respecto la Sala seal que cuando el sentenciador de la recurrida declar sin lugar la demanda, dado a que el demandante supuestamente no logr acreditar positivamente la prueba de la subordinacin, que debe haber en toda relacin de trabajo, es indudable que hizo una errnea aplicacin de los artculos 59 y 65 de la Ley Orgnica del Trabajo Asimismo, reiter su criterio de que cuando en la contestacin a la demanda el accionado admita la prestacin de un servicio personal, aunque la accionada la califique como una relacin mercantil, opera la presuncin del contrato de trabajo, producindose en consecuencia, la inversin de la carga de la prueba a favor del accionante, es decir, corresponde a la empresa probar la no existencia de los elementos del contrato y la misma se limit a sealar la no demostracin del elemento de la subordinacin, cuando en realidad su existencia se presume, correspondindole a la empresa desvirtuar tal presuncin.10. Sentencia dictada por la Sala de Casacin Social en fecha 09 de Agosto de 2000 HAROLD JOS FRANCO ALVARADO Vs. Aerobuses de Venezuela C. A., y la ciudadana MARA ESPERANZA TORREALBA DE MIGLIETTI Se trata de una persona que prest servicios para una empresa de autobuses, constituyendo para ello primeramente una firma personal y luego una empresa con la que pact un contrato de comisin con la accionada. La demanda fue declarada Parcialmente con Lugar y la accionada interpuso Recurso de Casacin. Denunci que la recurrida estableci incorrectamente la carga probatoria pues demostrar la no subordinacin constitua la prueba de un hecho negativo. Al respecto, la Sala reiter su doctrina pacfica con respecto a la presuncin de laboralidad y la determinacin de la carga probatoria en materia laboral, atendiendo lo establecido en el artculo 68 de la entonces vigente Ley Orgnica de Tribunales y Procedimientos del Trabajo, el cual, en su parte final seala que: Se tendrn por admitidos aquellos hechos indicados en el libelo respecto de los cuales, al contestarse la demanda, no se hubiere hecho la requerida determinacin ni aparecieren desvirtuadas por ninguno de los elementos del proceso.Finalmente seal que Con fundamento en la jurisprudencia transcrita, es al demandado a quien corresponde probar sus alegatos para rechazar la pretensin del actor. Por lo tanto, es a la codemandada Aerobuses de Venezuela C.A., a quien corresponde probar que no hubo subordinacin y que el trabajador era autnomo, libre e independiente en los servicios realizados, por lo que la recurrida no incurri en falta de aplicacin sino actu ajustada a derecho en cumplimiento de los principios constitucionales.11. Sentencia de la Sala de Casacin Social dictada en fecha 31 de Mayo de 2001 Caso: ENRIQUE JOS RONDN Y JESS DEL VALLE RAMOS Vs. Distribuidora Polar S. A.Este caso versa sobre otros transportistas de Empresas Polar. Tanto en primera como segunda instancia fue declarada sin lugar la demanda por lo que los demandantes interpusieron Recurso de Casacin. La Sala, considerando que exista similitud entre este caso y el que decidi en fecha 16 de marzo de 2001, donde los demandante fueron asunto Flix Ramn Ramrez y otros contra la misma empresa Distribuidora Polar S.A. (DIPOSA), decidi este nuevo caso en los mismos trminos del anterior. Se seal que: La existencia de un contrato de compra venta mercantil entre dos personas jurdicas y la prestacin del servicio personal por otra persona distinta, no es suficientes para desvirtuar la existencia de la relacin de trabajo, pues de las pruebas examinadas por el juez de Alzada se evidencia que no fueron destruidos los elementos caractersticos de la relacin de trabajo: prestacin personal del servicio, labor por cuenta ajena, subordinacin y salario, pues no basta la existencia de un contrato mercantil entre el patrono y el trabajador, por aplicacin de los principios de irrenunciabilidad de los derechos del trabajo y de primaca de la realidad, antes referidos, para desvirtuar la presuncin laboral, sino que debi el patrono demostrar con plena prueba que la prestacin personal del servicio se efectu en condiciones de independencia y autonoma absoluta, que permitieran al juez arribar a la completa conviccin de que la relacin jurdica que los vincula es de una condicin jurdica distinta, circunstancia esta ltima ausente en el caso examinado. Por tal motivo cas de oficio la recurrida y orden al ad quem dictar decisin con arreglo a la doctrina sealada.12. Sentencia de fecha 12 de Junio de 2001, en Sala de Casacin Social con ponencia del Magistrado Omar Alfredo Mora Daz. Caso: ROMN GARCA MACHADO Vs. Banco Hipotecario de Inversin Turstica de Venezuela C.A.Se trata sobre el presidente de un banco que demanda el Cobro de Prestaciones Sociales. En el Superior se declar con lugar la demanda y la accionada interpuso Recurso de Casacin. La Sala establece en primer lugar que la presuncin de laboralidad es desvirtuable (Iuris Tantum). Que la accionada admiti la prestacin personal de servicios pero neg la existencia de una relacin de trabajo y por tanto le corresponda desvirtuar tal cuestin, demostrando que dicha prestacin personal de servicios no era bajo dependencia o subordinacin Seguidamente hace algunos sealamientos sobre la subordinacin y seala que dicho concepto consiste en la obligacin que tiene el trabajador, de someterse a las rdenes y directrices que trace el empleador para el desenvolvimiento de su actividad laboral; ello, en virtud de que durante la jornada de trabajo, se ve mermada su capacidad de libre actuacin, por no poder realizar, a su libre albedro, cuestiones de ndole laboral sin la autorizacin de su patrono. Con respecto a si la accionada logr demostrar que no se configur subordinacin en el presente caso, la Sala seal lo siguiente: 1. Para el momento en que el actor ejerca funciones de Presidente en esa institucin bancaria, tambin ocupaba cargos de Alto Nivel en otras instituciones financieras, tales como Central Hipotecaria Sociedad Financiera y el Banco Federal. 2. De acuerdo a los estatutos de la accionada, el Presidente y la Junta Directiva, presidida por el actor, eran quienes dirigan y controlaban la actividad del banco, pero quien tena mayor autonoma de actuar y decidir era el Presidente del banco, es decir, prcticamente no estaba sujeto a directrices porque era l quien las dictaba; y 3.- Que el actor era quien diriga las Asambleas que se realizaban en la institucin, en su condicin de Presidente de la misma, y que como tal, tena amplias facultades de actuacin, administracin y direccin de Inverbanco (folios 117, 122 y 123 primera pieza). Poda, entre otras cosas, suscribir convenios en representacin de la accionada, otorgar poderes a abogados para que la representasen, fijar las tasas de inters de Inverbanco, modificar el rgimen de utilidades de los empleados de Inverbanco, y planteaba la revisin de remuneracin del personal de la institucin "en todos sus niveles". De todo lo anteriormente sealado, se constata que ciertamente la demandada logr desvirtuar la presuncin de existencia de relacin de trabajo que supuestamente exista entre el demandante y la accionada; ello, en razn de que trajo a los autos elementos jurdicos y fcticos que permitieron determinar que el actor en su condicin de Presidente de Inverbanco, no estaba sujeto a subordinacin alguna. El Presidente, en su condicin de miembro de la Junta, es coautor, amn de proponente ordinario, de las reglas de administracin, control o supervisin, que habrn de regir su actuacin. Difiere as, en el plano del derecho, la situacin del Presidente del banco con respecto a los de trabajadores de confianza y empleados de direccin contemplados en los artculos 42,45, 46 y 51 de la Ley Orgnica del Trabajo en vigor, ya que ninguno de stos, no obstante la alta jerarqua de sus cargos en la organizacin de la empresa, posee facultad o poder para crear las decisiones de sta, sino tan slo para ejecutarlas tal como han sido resueltas por el rgano social. Los representantes del patrono no son el patrono, sino tan slo la apariencia de l, y los poderes que ejerce ante los dems trabajadores no son ms que delegaciones, expresas o tcitas, del titular del poder.13. Sala de Casacin Social decisin de fecha 13 de agosto de 2002 en la demanda de Prestaciones Sociales incoada por la ciudadana MIREYA BEATRIZ ORTA DE SILVA, contra la FEDERACIN NACIONAL DE PROFESIONALES DE LA DOCENCIA-COLEGIO DE PROFESORES DE VENEZUELA (FENAPRODO-CPV)Se trata de una persona que prest servicios de intermediacin de Seguros y luego de Administracin para la Federacin mencionada. La demanda fue declarada con lugar en primera y segunda instancia por lo que la accionada ejerci Recurso de Casacin. Aduce el recurrente que toda vez que en el libelo el accionante asever que la relacin jurdica que vincul a su representada con la demandada, estuvo orientada por la prestacin de un servicio de intermediacin entre un tercero al proceso (Seguros Capital) y la propia demandada, esto, para el manejo y tramitacin de la plizas de seguro que esta ltima hubiere contratado, el ad quem deba declarar que la relacin que una a su representada con la accionada, escapaba del mbito de aplicacin personal de la legislacin laboral, por cuanto, el servicio que sta ejecutaba, lo haca de manera independiente, acorde con la normativa contenida en la Ley de Seguro y Reaseguros.Al respecto la Sala seal que una vez que opera la presuncin de existencia de la relacin de trabajo, avalar el que por contraponer a dicha presuncin, contratos que adjudiquen una calificacin jurdica mercantil o civil a la vinculacin, queda desvirtuada la misma; resulta un contrasentido con los principios de irrenunciabilidad de los derechos del trabajo y de primaca de la realidad. Por estas circunstancias, se ha denominado al contrato de trabajo, contrato-realidad, pues existe, no en el acuerdo abstracto de voluntades, sino en la realidad de la prestacin del servicio y porque es el hecho mismo del trabajo y no el acuerdo de voluntades, lo que demuestra su existencia. Que nuestra legislacin del trabajo concibe a la relacin de trabajo, deslindando por tanto sus elementos calificadores, acorde con una prestacin personal de servicio remunerada, que se realiza por cuenta ajena y bajo la dependencia de otro. La dependencia o subordinacin, si es que se manejan como sinnimos, tradicionalmente ha sido estimada como referencia esencial de la relacin jurdica objeto del Derecho del Trabajo. Empero, los cambios suscitados mundialmente en los ltimos aos, orientados en las formas de organizacin del trabajo y los modos de produccin, han devenido en demandar la revisin del rasgo dependencia, como criterio axiomtico para la categorizacin de la relacin de trabajo.A pesar de lo asentado, la subordinacin concebida en el marco de una prestacin personal de servicios por cuenta ajena y por tanto remunerada; es decir, entendida como el poder de organizacin y direccin que ostenta quien recibe la prestacin, fundado por la insercin del prestatario del servicio en el proceso productivo organizado por ste, lo cual a su vez, concreta el aprovechamiento originario de los dividendos que produce la materializacin de tal servicio, asumiendo por ende los riesgos que de dicho proceso productivo dimanan, y lo que en definitiva explica el deber de obediencia al que se encuentra sujeto el ejecutor del servicio en la dinmica de su prestacin; resulta un elemento categrico en la relacin jurdica que protege el Derecho del Trabajo. As, entenderemos a la dependencia como una prolongacin de la ajenidad, pero sin la cual esta ltima podra comprenderse. Por ende, el ajeno que aspira recibir y remunerar los frutos, tiene el poder de organizar y dirigir el medio para la obtencin de los mismos, a saber, la prestacin del servicio.Ahora bien, la utilidad de la ajenidad como elemento calificador de las relaciones enmarcadas en el Derecho del Trabajo, sin lugar a dudas que viene a suplir las inconsistencias que presenta la dependencia como eje medular para tal misin, propiciadas por su presencia en otros tipos de relaciones jurdicas que tiene por objeto la prestacin de un servicio. Mas, no por ello, se puede estigmatizar a la subordinacin o dependencia como un elemento intil, pues, por el contrario, sobreviene a ser indispensable, toda vez que al incorporarse el prestatario del servicio en el seno de una unidad productiva ordenada por otro, de ella (la subordinacin) precisamente depender la posibilidad para que ese otro concretice la causa que lo motiv a relacionarse, a saber, el obtener la titularidad del resultado del servicio. En esta fase de anlisis, resta a esta Sala determinar si en la realidad de los hechos, existi tal como lo declara la recurrida, una relacin de trabajo; o por si el contrario, la demandada logr desvirtuar la presuncin de la misma, al no evidenciarse alguno de los elementos que la integran. Como lo seala Arturo S. Bronstein, el test de dependencia es una de las herramientas esenciales para determinar cuando una persona que ejecuta un trabajo o presta un servicio a favor de otra ha establecido o no una relacin de trabajo con la misma. A travs de los mismos se puede formular una sistematizacin, con el fin de distinguir lo fraudulento de lo que no lo es, clarificar las situaciones ambiguas, y por esta va extender la proteccin de la legislacin laboral a quines prima facie estaran ejecutando trabajos o prestando servicios en virtud de una relacin de naturaleza civil o comercial. No obstante, antes de aportar esta Sala los hechos o circunstancias que a su entender, permitan consolidar un sistema como el propuesto, considera de real importancia transcribir los que el reseado autor Arturo S. Bronstein contempla en la Ponencia citada. A tal efecto, seala: Sin ser exhaustiva, una lista de los criterios, o indicios, que pueden determinar el carcter laboral o no de una relacin entre quien ejecuta un trabajo o presta un servicio y quien lo recibe fue propuesta en el proyecto de recomendacin sobre el trabajo en rgimen de subcontratacin que la Conferencia de la OIT examin en 1997 y 1998: a) Forma de determinar el trabajo (...)b) Tiempo de trabajo y otras condiciones de trabajo (...)c) Forma de efectuarse el pago (...)d) Trabajo personal, supervisin y control disciplinario (...)e) Inversiones, suministro de herramientas, materiales y maquinaria (...);f) Otros: (...) asuncin de ganancias o prdidas por la persona que ejecuta el trabajo o presta el servicio, la regularidad del trabajo (...) la exclusividad o no para la usuaria (...).. (Arturo S. Bronstein, mbito de Aplicacin del Derecho del Trabajo, Ponencia del Congreso Internacional de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Caracas-Venezuela 6-8 de mayo de 2002. Pg. 22). Ahora, abundando en los arriba presentados, esta Sala incorpora los criterios que a continuacin se exponen: a) La naturaleza jurdica del pretendido patrono.b) De tratarse de una persona jurdica, examinar su constitucin, objeto social, si es funcionalmente operativa, si cumple con cargas impositivas, realiza retenciones legales, lleva libros de contabilidad, etc.c) Propiedad de los bienes e insumos con los cuales se verifica la prestacin de servicio.d) La naturaleza y quantum de la contraprestacin recibida por el servicio, mxime si el monto percibido es manifiestamente superior a quienes realizan una labor idntica o similar;e) Aquellos propios de la prestacin de un servicio por cuenta ajena. As, y en orientacin con este marco referencial, para el presente caso podemos referir a grandes rasgos, los siguientes: 1. El objeto del servicio encomendado, que en el presente caso se ubic en la realizacin de una actividad particular y no general, a saber, la intermediacin y administracin de plizas de seguro y fondo de bienestar social.2. Flexibilidad en la condiciones para prestar el servicio, pues la parte actora en algunas circunstancias no se encontraba obligada a ejecutar su labor en la propia sede de la empresa, ni a cumplir con una jornada habitual de trabajo.3. Supervisin y control disciplinario, de lo cual como se relat, careci la prestacin de servicio desplegada por la actora.4. Exclusividad o no para con la recepcionista del servicio, a lo cual nunca estuvo limitada la parte actora, puesto que en su funcin como corredora, la demandada slo resulto una ms dentro de la cartera de clientes; y en su actividad como administradora, no se observa la imperiosidad de que la misma la desarrollara nicamente para con la demandada y;5. La naturaleza de la contraprestacin, la cual se garantizaba la accionante directamente de la ejecucin de su servicio, aunado al hecho muy significativo, de la dimensin de la suma percibida, diferencialmente denotativa a otras remuneraciones bajo esquemas laborales calificados, tanto del sector pblico como privado.Ciertamente, si nos percatamos del valor atribuido por las partes a la prestacin a desarrollar, Trece Millones de Bolvares (Bs. 13.000.000) y ubicndonos a la fecha de introducirse la demanda (23-11-98), seguramente concluiremos, que tal ponderacin supera con toda objetividad a los salarios con mayor relevancia cuantitativa, no solo del gremio de los profesionales de la docencia, sino de los cargos ms trascendentes dentro de la estructura pblica nacional.Por tanto, se puede hacer referencia a un caso por dems ilustrativo como el del Presidente de la Repblica, siendo para aqul momento con certeza, un cargo de considerable incidencia salarial en la Administracin Pblica Nacional. De tal forma, lo elevado de la contraprestacin deriv, de la naturaleza del servicio a prestar, y lo cual justifica plenamente, la carga de la parte actora con relacin a los riesgos econmicos inherentes a la ejecucin de dicha actividad (entre ellos el fundamental, la fuerza de trabajo).Tal afirmacin permitir establecer, que lo percibido por la parte actora como contraprestacin a su servicio, no puede catalogarse como salario. En resumen, de la actividad realizada, esta Sala arriba a la conclusin de que en la presente controversia, la parte actora prest servicios a la demandada de manera autnoma y laboralmente independiente, procediendo por tanto, la aplicacin del artculo 40 de la Ley Orgnica del Trabajo, toda vez que fue desvirtuada la presuncin de la relacin de trabajo.

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