Enseñanza de La Lectura en México

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Enseñanza de la lectura en México - Desde el siglo XVI hasta la primera mitad del XIX la enseñanza de la lectura se apoyó básicamente en una trilogía de libros escolares: las cartillas o silabarios, los catones y el catecismo de la doctrina cristiana. - Cartilla es un antecedente de los silabarios Silabario se basa en el deletreo Cartilla se basa en las diferentes combinaciones de letras que formaban las silabas. El silabario no incluía los rudimentos de la doctrina cristianan como las cartillas. - las cartillas o silabarios y el proceso de la enseñanza de la lectura, se hacía independientemente de la escritura, pero se basaba en el estudio de la doctrina cristiana. - en los últimos 30 años del periodo colonial, los niños iban a la escuela o salón de clases de lunes a sábados, tres horas por la mañana y dos horas y medias por la tarde. Asistían a sus escuelas de primeras letras de las ocho a las once por las mañana y de las dos a las cuatro y media por las tardes. - todos los maestros tenían calificados a los niños por clases o grados: “los de leer”, “los lectores” y “los de libro y carta”, “los de escribir”, “los escribientes o escribanos” y “los contadores”. La lectura se enseñaba independientemente de la escritura. - Los maestros pudieron aprender el método de la enseñanza de la lectura en libros españoles:

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Enseñanza de la lectura en México

- Desde el siglo XVI hasta la primera mitad del XIX la enseñanza de la lectura se apoyó básicamente en una trilogía de libros escolares: las cartillas o silabarios, los catones y el catecismo de la doctrina cristiana.

-Cartilla es un antecedente de los silabarios

Silabario se basa en el deletreo

Cartilla se basa en las diferentes combinaciones de letras que formaban las silabas.

El silabario no incluía los rudimentos de la doctrina cristianan como las cartillas.

- las cartillas o silabarios y el proceso de la enseñanza de la lectura, se hacía independientemente de la escritura, pero se basaba en el estudio de la doctrina cristiana.

- en los últimos 30 años del periodo colonial, los niños iban a la escuela o salón de clases de lunes a sábados, tres horas por la mañana y dos horas y medias por la tarde. Asistían a sus escuelas de primeras letras de las ocho a las once por las mañana y de las dos a las cuatro y media por las tardes.

- todos los maestros tenían calificados a los niños por clases o grados: “los de leer”, “los lectores” y “los de libro y carta”, “los de escribir”, “los escribientes o escribanos” y “los contadores”. La lectura se enseñaba independientemente de la escritura.

- Los maestros pudieron aprender el método de la enseñanza de la lectura en libros españoles:

Francisco Xavier de Santiago palomares, El maestro de leer. Conversaciones ontológicas y nuevas cartillas para la verdadera y uniforme enseñanza de las primeras letras, como en el Método uniforme para las escuelas de cartilla, deletrear, leer, escribir, arithmetica, gramática castellana y exercicio de doctrina cristiana, que incluía una cartilla para la enseñanza de la lectura en tres grados.

- Según el método uniforme la enseñanza de la lectura se iniciaba con el aprendizaje de las letras del alfabeto por sus nombres: “el fundamento de la buena lectura consiste en el cabal, y distinto conocimiento de las letras y debe su maestro aplicar toda la atención posible, para que las conozcan, y distingan bien todas”.

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- Después de que se conocían las letras, los maestros pasaban a enseñarles las combinaciones de letras para formar silabas, que debían memorizar.

- Los maestros se auxiliaban con las cartillas, unos cuadernos pequeños, impresos, escritos en castellano, que contenía las letras del alfabeto, su combinación para formar silabas y los primeros rudimentos para aprender a leer. También incluía las oraciones más sencillas, las nociones del catecismo y la tabla de Pitágoras.

- Los recursos pedagógicos eran los carteles o cartones y las cartillas.- El precio de estos libros importados no estaban al alcance de todos los

maestros de primeras letras- Un libro más accesible impreso en la ciudad de puebla, Silabario metódico,

ortológico y ortográfico de pedro de Coca y Bermúdez.- Los padres de las escuelas Pias propusieron el uso de carteles o cartones con

las letras o las silabas, que colocaban en las paredes de la escuela, para ahorrar a los niños el gasto de cartillas, que cada día solían perder o despedazar.

-una nueva cartilla ofrecía las características de la enseñanza de la lectura, la memorización de las letras y las silabas con el auxilio de la voz viva del hábil maestro, quien les leía o pronunciaba las letras y las silabas en voz alta, así se enseñaba a los niños en la España del siglo XVI, XVII y XVIII y en la nueva España

-si los niños aprendían a leer en voz alta, debemos pensar que era muy difícil y tomaba mucho tiempo y esfuerzo pasar a una lectura silenciosa.

-la nueva cartilla empezaba con el alfabeto escrito en mayúsculas y minúsculas, con letras de imprentas y con letras manuscritas de estilo bastardo. Después seguían las silabas “agrupadas por un sonido distintivo” y presentadas en palabras. Las oraciones del padrenuestro y el avemaría se incluyen divididas en silabas.

Se fueron modificando los silabarios

-la primera parte de este silabario estaba dirigido a los niños, ya que presentaba las letras del alfabeto en la primera página y las diversas conversaciones de silabas, después siguen las comprobaciones de las reglas de las silabas, después están los diptongos y triptongos y la comprobación de las reglas de los acentos.

Diptongo: es la unión de dos vocales en una silaba

Triptongo: palabras que cuentan con tres vocales y se pronuncian con solo una emisión de voz.

Ejm. Miau

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En este se describían los tres sistemas para enseñar a leer: el más antiguo, enseñar uno por uno todas las letras del alfabeto, deletrear las silabas y después leer de seguido, en el segundo, el que sustituía el deletreo por el silabeo y el tercero el que proponía el silabario, enseñar a leer por silabas sin nombrar las letras sueltas.

Los libros escolares no solo han sido para los niños y los maestros, si no también para los padres de familia que ayudan a sus hijos en el aprendizaje.