Entornos Virtuales de Aprendizaje

Entornos virtuales de aprendizaje. Espacios donde convergen tendencias diferentes.

Manuel Moreno Castañeda


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Entornos virtuales de aprendizaje. Espacios donde convergen

tendencias diferentes

Conceptos básicos: Educación institucionalizada, entornos virtuales de

aprendizaje, tendencias académicas, convergencias e innovación educativa.

Resumen: El propósito de este texto es analizar lo que sucede en las

tendencias educativas, en especial en la educación institucionalizada, sea

áulica o “no convencional”; está enfocado sobre todo en lo que sucede en

los entornos virtuales de aprendizaje, como espacios donde convergen

distintas tendencias y pueden dar lugar a alternativas de formación más

abiertas y flexibles que los actuales esquemas de gestión académica, y a

sistemas cuya diversificación de ambientes y procesos propicien

coyunturas favorables a la innovación educativa. Con esta intención, se

describe de manera sintética la historia y tendencias de las modalidades

educativas, luego se explican los referentes conceptuales más significativos

del ensayo y algunas situaciones genéricas, para desde ahí hablar de lo

aprendido de las experiencias y consideraciones presentadas. Para

concluir, se presenta un bosquejo de propuestas acerca de lo que habría

que seguir estudiando y construyendo con respecto a los entornos

virtuales, como espacios de diversificación, convergencia y transformación

académica. Se considera que en esta labor, si bien se da en contextos de

incertidumbres y contradicciones, se pueden encontrar oportunidades de

encuentro con lo diverso, búsqueda de lo común para crear sinergias y

oportunidades propicias a la innovación.

En el entendido y en el contexto de lo educativo como un proceso de transmisión y

recreación cultural inherente a todo lo humano, presente siempre en todo tiempo y

espacio de la vida de la gente, tanto en lo individual como, especialmente, en lo

colectivo, de donde se derivan las instituciones educativas, entre éstas, las


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organizadas en entornos virtuales, cuyos procesos de aprendizaje se tratan en

este ensayo; este texto parte, entre otras, de tres premisas:

A) Ver las tecnologías como una extensión de las facultades humanas,

profesionales y organizacionales, a las que amplían y fortalecen; que, como

consecuencia, facilitan oportunidades de cambio. En ese sentido, los

entornos virtuales de aprendizaje, propician, aunque no determinen, los

factores de innovación.

B) Siendo la educación un proceso de interacciones personales, cognitivas y

con la realidad, la innovación tecnológica trasciende en innovación

educativa cuando, y sólo cuando, transforma en su esencia las relaciones

educativas en un proceso de mejora en su contexto político, cultural y

afectivo, e incluso modificando éstos.

C) Los procesos de cambio no deben esperar certezas, condiciones propicias

100% favorables y organizacionalmente idóneas a las intenciones

innovadoras. Hay que estar dispuestos a trabajar en situaciones inciertas,

con historias y tendencias distintas, dispares y contradicciones en su

interior. Historias y tendencias que se dan en cada persona, grupos de

personas e instituciones.

El espíritu de este escrito es que ahí, en los contextos de incertidumbres,

desigualdades y de encuentro con lo diverso, se busque lo común y las

oportunidades para la innovación. Y los entornos virtuales de aprendizaje pueden

ser coyunturas favorables para ello, por la flexibilidad en el manejo de los tiempos

y los espacios institucionales y, como consecuencia, la oportunidad de nuevos

modos de gestión y de acercarse a las situaciones reales donde los aprendizajes

toman sentido. Sin perder de vista que, como coyunturas, los entornos virtuales

son propicios para los cambios, aunque las determinantes sean más bien de

carácter económico, cultural, político y afectivo.

A partir de un análisis de lo que sucede en las instituciones educativas, y

sus tendencias con respecto a los usos de los sistemas y tecnologías de la

información y comunicación, cobran sentido los entornos virtuales como espacios

de aprendizaje aprovechables de diferente manera por las distintas modalidades

educativas. Esta situación puede dar lugar a alternativas de formación más

abiertas y flexibles, donde converjan distintas tendencias que superen la

clasificación por modalidades y se acceda a sistemas cuya diversificación de

ambientes y procesos de aprendizaje propicie una libre elección, acorde con las

condiciones de vida de quien estudia, sus características y propósitos educativos.


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Como decía antes, no hay que esperar a que estas situaciones sean

totalmente favorables a las transformaciones, pues se puede: a) aprovechar las

coyunturas, sin dejar de incidir en las estructuras; b) trabajar en las

contradicciones de lo incierto y diverso; c) buscar, propiciar y aprovechar

Educación institucional

Que se manifiesta en:

Ritmos dispares en

políticas, gestión y

cotidianeidad

Lo particular y lo

general

Diferentes

modalidades

académicas

Tradición y

modernidad

Filias y

fobias

Visiones locales

y globales

Individualismo y

colectivismo

Buscan un lugar común

Y

Coyunturas favorables a la innovación

Como pueden ser

Los entornos virtuales de aprendizaje

Por su

Flexibilidad

espacial

Flexibilidad

temporal

Oportunidad de nuevos modos de gestión

Sin perder de vista que

Los entornos virtuales de aprendizaje como coyunturas propician, pero no son determinantes para la innovación; éstas se ubican más en las relaciones de poder, económicas y culturales.

Entornos virtuales de aprendizaje

Donde se encuentran

Diversas historias y tendencias

Entre ellas


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coincidencias entre lo deseado y la situación real, como también entre las distintas

historias y tendencias; d) superar dilemas y concepciones excluyentes; y e)

procurar incidir en los puntos clave de ruptura e innovación.

De acuerdo a estas consideraciones y delimitando el enfoque de esta

disertación, se trata de ver los entornos virtuales de aprendizaje como un espacio

donde puede haber y pueden construirse coincidencias entre los modelos

académicos áulicos y virtuales, para avanzar hacia alternativas centradas más en

la diversificación de situaciones de aprendizaje; donde lo esencial sea el cuidado

de sus procesos, donde se busquen y construyan las conjunciones.

Desde esta perspectiva, el objetivo es realizar un análisis de la diversidad

de experiencias y procesos que se manifiestan en los entornos virtuales de

aprendizaje, y los modos como pueden lograrse coincidencias para compartir y

trabajar juntos, rescatando diferencias personales, diversidades socio culturales y

peculiaridades institucionales.

De acuerdo a las intenciones y consideraciones expuestas, es que se

explican los referentes conceptuales más significativos de este ensayo; luego se

describe de manera sintética la historia y tendencias de las modalidades

educativas, para llegar a la exposición de algunas situaciones genéricas.

Enseguida se habla de lo aprendido de las experiencias y consideraciones

presentadas y, para terminar, se presenta un bosquejo de propuestas acerca de lo

que habría que seguir estudiando y construyendo con respecto a los entornos

virtuales como espacios de diversificación, convergencia e innovación. En general,

como telón de fondo, se destacan tres ideas básicas:

A) Presentación de los entornos virtuales de aprendizaje como espacios

donde se encuentran historias de prácticas diversas y desde ahí

tendencias diferentes e incluso contradictorias.

B) Los entornos virtuales de aprendizaje como espacios coyunturales para

la innovación, por su flexibilidad y oportunidad de cambio para nuevos

modos académicos y de gestión.

C) Proponer acciones de innovación que impacten puntos estratégicos

clave.


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Referentes conceptuales

La educación, como se plantea al inicio del escrito, entendida como el proceso

global, permanente e integral de transmisión y recreación cultural inherente y

consustancial a las sociedades humanas, contiene a su interior procesos de

selección, legitimación y control de ciertos contenidos, procesos y formas

educativas, lo que da lugar a procesos de institucionalización como es el caso

de las escuelas. Cuyas formas, como hechos históricos que son, están sujetas a

cambios y eventualmente a su desaparición.

El hecho de estar tan metidos en los convencionalismos de la educación

institucionalizada provoca, en ocasiones, definir lo educativo como lo referente a la

escuela y a lo no escolar definirlo por exclusión; así hablamos de educación no

escolarizada o no convencional, o como si ésta fuera una excepción y la

educación sólo se impartiera en las escuelas. La realidad es que la gran mayoría

de la población no está en las escuelas y muchas personas nunca estuvieron, lo

que significa que están excluidas de las escuelas, pero no de la educación.

Entornos virtuales de aprendizaje. Situaciones en espacios conformados

por las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) con propósitos

académicos, específicamente para aprender y enseñar. Con condiciones idóneas

para: la comunicación educativa; el acceso a la información y el conocimiento, así

como a su organización, socialización y recreación; el seguimiento y evaluación

del proceso formativo y el apoyo institucional que los procesos de aprendizaje

requieran. No sólo verlos como un recurso más en la historia de la educación,

sino, en coincidencia con Rocío Rueda: “en lugar de consistir en una capa más en

Convergencias

Tendencias académicas Innovación educativa Educación institucional

Entornos virtuales


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el desarrollo acumulativo de la historia, el espacio electrónico implica una ruptura

en el ya diferenciado marco psíquico del pensamiento humano” (2009, p. 119).

Tendencias, como rumbos hacia los que se dirigen los distintos procesos

con sus ritmos y dinámicas especiales. Tendencias que responden a su origen y

desarrollo, así vemos tendencias hacia la innovación o a impedirla, hacia la

docencia o al aprendizaje, al aprendizaje, etc.

Convergencia de tendencias. Tener clara la idea de la coincidencia, en

ciertas situaciones y circunstancias espaciales y temporales, de procesos

que pueden ser diferentes. Coincidencia entre procesos diferentes que se

encuentran en circunstancias comunes, en este caso en los entornos,

procesos como: distintas modalidades académicas, modos de gestión del

conocimiento, encuentro de las historias institucionales con elementos

externos de innovación, modos de docencia y la incorporación de

tecnologías y sus distintos usos. En este punto, es de vital importancia la

convergencia de los medios, los cuales, de por sí, ya convergen en

nuestros sentidos.

Entender la innovación educativa como una transformación en la esencia

de las relaciones educativas con propósito de mejora. Transformación que se da

afectando los puntos clave que deciden rupturas o continuidades e innovaciones.

Situaciones que se dan en interacciones como las siguientes:

a) Entre las personas que participan en los hechos educativos, tanto entre

quienes aprenden juntos como con quienes les ayudan a aprender;

relaciones que pueden variar desde las muy autoritarias, unidireccionales y

verticales hasta las más democráticas, multidireccionales y horizontales;

b) De las personas con el conocimiento, transformar la recepción pasiva,

acrítica y reproductiva, por una postura activa, crítica y dialógica que recree

y construya colectivamente nuevo conocimiento, en una dinámica que,

como dice Rocío Rueda: “se trata de contenidos autogenerados y auto

dirigidos en su emisión, autoseleccionados en la recepción, por muchos que

se pueden comunicar con muchos” (2009, p. 122);

c) Vinculación de los procesos de aprendizaje con la realidad, donde lo

aprendido cobra sentido;

d) Entre las instituciones educativas y la comunidad, para una mejor

vinculación entre el aprendizaje y la realidad, en un proceso que tienda a que

las primeras cumplan con las expectativas para lo que fueron creadas; y,


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e) La interacción con las tecnologías, cuyo conocimiento, apropiación y

manejo no devenga en mediatización y trascienda en la innovación, mejora

y fortalecimiento de las relaciones personales, la gestión del conocimiento,

los procesos de aprendizaje, la organización institucional y la vinculación

con la realidad social. Para ello, como lo plantea Rueda:

Las tecnologías de la información y comunicación y su convergencia requieren

comprenderse en un complejo proceso cultural que propicia formas

organizacionales, reconfigura las instituciones, los roles y las prácticas del

saber y de poder, al tiempo que se transforman y producen subjetividades y

colectivos sociales. (Rueda, 2009, p. 117).

En síntesis, se trataría de aprovechar óptimamente el cambio a nuevos espacios,

para transformar las relaciones educativas. En un contexto de convergencia de

procesos y experiencias distintas y en casos divergentes, incluso paradójicos, con

estudiantes hábiles en el manejo de las tecnologías a quienes les van a enseñar

docentes inhábiles en su manejo; ¿pueden estas personas con distintas

experiencias, habilidades y actitudes coincidir en algo? La intención de este

análisis es que se busquen esas coincidencias en la diversidad, para encontrar y,

en su caso, construir nuevas alternativas de aprendizaje.

Historia y tendencias de las modalidades educativas

En la historia de los sistemas educativos se encuentra una gran diversidad de

tendencias que se podrían clasificar de distintas maneras, según los propósitos de

cada estudio y los criterios que de ahí se deriven. En este caso, los criterios serían

los grados de flexibilidad, apertura y posibilidades de innovación, dado el objetivo

de analizar los procesos de aprendizaje en entornos virtuales, en la búsqueda de

coincidencias en un contexto de diferencias.

En este sentido, las tendencias predominantes han sido y siguen siendo:

por una parte, la escolarización que se centra en el control de tiempos y espacios

educativos, circunstancias a las que deben ajustarse la gestión del conocimiento y

los modos de aprender y enseñar; y, por otra, la búsqueda de alternativas para

liberarse de esas limitaciones, para dar entrada a quienes no pueden o no quieren

participar en esas condiciones, como variante de esta opción tenemos los

entornos virtuales de aprendizaje.

En el contexto de estas tendencias se dan una gran variedad de mixturas,

cada una con sus denominaciones; denominaciones que no ayudan mucho a

entender sus peculiaridades, ni diferencias y semejanzas entre unas y otros, ni es


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intención de este texto su aclaración, sino más bien plantear la diversidad en que

se requiere trabajar.

La historia de las modalidades académicas suelen verse desde distintas

dimensiones, entre ellas: las políticas educativas, que a su vez dependen de las

políticas sociales; las teorías pedagógicas, que suelen anteceder y trascender las

políticas; y, últimamente, las tecnologías, que colocan como marcas históricas la

aparición de los aparatos de información y comunicación, como la radio, con la

que se apoyó la educación comunitaria; la televisión que le da un fuerte impulso a

la educación a distancia; y ahora las nuevas tecnologías de digitalización y

telecomunicaciones, que han dado lugar a lo que se suele llamar entornos

virtuales, los cuales, además de superar las distancias, flexibilizan la organización

de los tiempos académicos, sean horarios, calendarios o ritmos de avance. Sin

embargo, en cualquiera de los casos ocurren al menos tres fenómenos a saber:

a) Los distintos procesos marchan a diferentes ritmos, por ejemplo, las

tecnologías pueden avanzar y desaparecer muy rápido; las políticas y la

gestión organizacional de manera más lenta; y las teorías educativas tener

una larga duración, mientras que las prácticas cotidianas son muy dispares

en sus ritmos.

b) Los procesos se mezclan unos con otros: las políticas con las tecnologías,

las tecnologías con las teorías y así surgen todas las combinaciones

posibles, lo que va complejizando los procesos.

c) Las dinámicas de los diferentes procesos y distintos tiempos de duración dan

lugar a traslapes y que unos procesos trasciendan las maneras de

periodización tradicional. Esta situación la plantea muy bien la autora

mencionada, cuando, evocando a Martín Barbero, dice:

En consecuencia, en las sociedades contemporáneas, viejas prácticas e

identidades pueden sobrevivir y traslaparse por más tiempo, pero es evidente que

nuevas prácticas están tomando un lugar inesperado. Frente a las culturas

letradas, ligadas a la lengua y al territorio, las electrónicas y audiovisuales, se

basan en comunidades hermenéuticas que responden a identidades de

temporalidades menos largas, más precarias, pero, también, más flexibles,

dotadas de una elasticidad que les permite amalgamar ingredientes que provienen

de mundos culturales muy diversos y, por lo tanto, atravesadas por

discontinuidades, contemporaneidades en las que conviven reflejos con gestos

atávicos. (Rueda, 2009, p. 126).

Analizando estas historias se aprecian inercias en las culturas educativas que se

manifiestan en el presente, y cuya fuerza impulsa las tendencias en las prácticas

de las organizaciones escolares, lo que se distingue en muchos de sus ritos,


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modos de aprender y enseñar, así como en la administración de estos procesos;

además de que la transformación de dichos procesos requiere de cambios en las

relaciones educativas, que su vez implican rupturas culturales, afectivas y de

poder.

Por lo tanto, los puntos clave en las rupturas que inciden en las

innovaciones, tienen que ver con la disposición y capacidad de modificar hábitos

cotidianos que afectan las relaciones que dan la seguridad en el control de ciertos

procesos. Por ejemplo, a un profesor que ha aprendido a impartir su clase de

manera expositiva, unidireccional y con un grupo pasivo, apoyado sólo con el libro

de texto, el gis y el pizarrón, o en ocasiones sin ellos; la introducción de cualquier

elemento, metodológico o instrumental, como un simple proyector o el uso del

correo electrónico, les altera sus condiciones de control grupal y de gestión del

conocimiento. La costumbre resulta ser una razón suficiente para resistirse a los

cambios, tanto a nivel personal como organizacional y social.

De manera que cualquier estrategia de innovación debe considerar cómo

motivar los cambios, superar los sentimientos de inseguridad que generan y

compensar los esfuerzos que dichos cambios implican. Esas son las situaciones

por las que pasan los entornos virtuales de aprendizaje, en donde se encuentran

muchas inercias con sus historias y tendencias.

Este tipo de anécdotas, como origen y evolución de las inercias de la

cultura tecno pedagógica, que se encuentran cuando las personas coinciden en

los entornos virtuales, pueden ser coyunturas propicias para los cambios, si

sabemos y podemos impactar los puntos clave de ruptura e innovación, cuando

dentro de esa diversidad se busca lo común y se construyen colectivamente las

posibilidades de transformación educativa. Para tal propósito ayuda que las

posturas académicas partan de paradigmas y expectativas similares.

Historias

tendencias

Entornos virtuales de

aprendizaje

Postura

académica Cultura

tendencias

Tendencia

tendencias

Paradigma

educativo

Expectativas

Encuentro

de lo diverso

Coyuntura para la

innovación

Búsqueda de

lo común


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Por lo que respecta a los puntos clave, éstos tienen que ver con las

rupturas y continuidades en las inercias de las relaciones educativas, que se dan

entre las personas que participan en los hechos educativos; de éstas con el

conocimiento; entre las instituciones educativas y la comunidad; y la interacción

con las tecnologías. Puntos que se encuentran en las distintas opciones de

modelos académicos, que pueden ubicarse en los siguientes casos.

Situaciones genéricas

Sin mencionar instituciones o programas concretos, sino los rasgos generales que

los caracterizan, se presentan las siguientes situaciones:

1. La emigración de las tradicionales clases expositivas de las aulas escolares

a los entornos virtuales de aprendizaje, donde cambian las plataformas

tecnológicas y las circunstancias espacio-temporales que impactan, pero

los procedimientos esenciales para aprender y enseñar se conservan.

2. Incorporación de cursos en línea en programas académicos tradicionales.

Que no siempre se encuentran con modos apropiados de gestión

organizacional, o se enfrentan con disparidades por las brechas y

diferencias, entre estudiantes y docentes, en el conocimiento y habilidades

para el manejo de las tecnologías de la información y la comunicación.

Además de que suele haber problemas administrativos para integrar los

créditos académicos que provienen de modalidades diferentes.

3. Organizaciones que se proponen desarrollar sistemas totalmente virtuales,

algunas desde su contexto y otras de origen externo, que se encuentran por

una parte con las inercias históricas de mantenimiento y, por otra, con la

falta de situaciones propicias para trasplante de modelos

descontextualizados.

4. Instituciones que desarrollan la educación basada en tecnologías

telemáticas para superar distancias, pero no los tiempos de calendarios,

horarios, edades privilegiadas, ritmos y trayectorias curriculares.

5. Modalidades mixtas pero rígidas, porque de antemano establecen tiempos

y modos de cada modalidad, pensadas más en términos de control

administrativo que de propiciar mejores aprendizajes, considerando

condiciones de y para el estudio de los participantes.


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Lo aprendido

La reflexión sobre las experiencias vividas y conocidas acerca de los entornos

virtuales de aprendizaje, induce, a su vez, la evocación de diversos aprendizajes,

entre ellos:

Que lo común es que un proyecto de innovación se trabaje en contextos de

diferencias, desfases y contradicciones, que siempre han estado y estarán

presentes. Desfases que se dan en las políticas, la gestión institucional y

las prácticas cotidianas, y tanto en lo académico y administrativo, como en

la operación tecnológica. Por lo tanto, se requiere aprender a actuar en y

con las contradicciones.

No esperar que se den las condiciones estructurales para actuar en la

superestructura. Eso es sólo un pretexto para no actuar. Hay que recordar a

Freire, quien siempre trabajó con las condiciones estructurales en contra; o

a Freinet que reniega de los pedagogos para poder trabajar en su

propuesta. En todo caso, se puede luchar por incidir en los cambios

estructurales, mientras se aprovechan coyunturas y se trabaja en ellas.

Los entornos virtuales para el aprendizaje son coyunturas favorables para

propiciar innovaciones, por:

a) La oportunidad de superar las circunstancias espaciales-temporales

y procedimientos escolares, que son los elementos en que se basan

y más controlan los sistemas tradicionales.

b) El cambio de circunstancias, aunque no es determinante, es una

oportunidad de cambio.

c) La convergencia en este medio de varias tendencias.

Hay que tener claras las diferencias entre los procesos educativos y las

circunstancias en que suceden, circunstancias que tienen que ver con los

tiempos, los lugares, el contexto institucional y el entorno tecnológico que,

según el enfoque de este texto, es donde convergen procesos de diferente

origen y tendencias, y donde se pueden conjuntar sus posibilidades.

Para un proyecto de innovación se requiere superar los falsos dilemas entre

conservadores e innovadores, tradición y modernidad, neo fóbicos y neo

fílicos, global y local, personal y colectivo, migrantes o nativos y otros más.


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Son clasificaciones excluyentes y erróneas, intentos simplistas y fallidos

para explicar, que no ayudan a entender, pues pretenden clasificar a la

gente en grupos que no existen. Son características y tendencias que están

en el interior de cada persona, grupo social o institución y son inseparables

al explicarse unas en relación con las otras.

Las historias como origen y desarrollo de las inercias de la cultura tecno

pedagógica, con sus rupturas y continuidades, son coyunturas viables para

la transformación, si se sabe cómo y se puede impactar los puntos clave de

ruptura e innovación. No hay que perder de vista que los factores

determinantes para el cambio son de carácter político, cultural, económico y

afectivo; factores que también pueden ser impactados por las tecnologías,

en una relación dialéctica entre los modos de ser y los instrumentos

utilizados.

Lo virtual, no es contrario a la realidad, es tan real como reales son las

tecnologías que las propician y la gente que la vive y la imagina. Además,

por su flexibilidad y cualidades, nos acercan a la vida cotidiana. Puede ser

que haya menos distancia entre el entorno virtual y la cotidianeidad de las

personas, que entre ésta y las aulas escolares.

Se necesita conocer más y de mejor manera lo que sucede con el

aprendizaje en ambientes virtuales. En ese sentido, cito a Naief Yehya

cuando advierte que:

Internet y las tecnologías de comunicación, representación y

entretenimiento están cambiando de manera radical la forma en que nos

relacionamos con en el entorno, el trabajo, nuestros semejantes y la

lectura. Más importante aún, la red y las prótesis electrónicas con las que

nos comunicamos, informamos y divertimos están aprovechándose de la

plasticidad de nuestro cerebro para reconectarlo de manera silenciosa.

(Yehya, 2008, p.12).

Así pues, muestra un campo de desconocimiento con grandes oportunidades para

la investigación que nos ayude a entender:

¿En qué medida se va modificando el ser humano cuando se “tecnologiza”?

¿Cuánto y cómo se modifican sus modos de ser y convivir? Y en ese

sentido, sus modos de percibir, expresarse, conocer y aprender.


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¿Son sólo cambios culturales y psicológicos, o también cambios orgánicos

los que sufre su sistema neurológico, motriz, en los estudios y más

ámbitos?

En la misma sintonía de lo que dice Yehya, sin duda, los nuevos modos de leer y

buscar información con las nuevas tecnologías, influye en las conexiones del

sistema neuronal, procesos cuyo aprendizaje se nos dificulta y por lo mismo se

requiere continuar con su estudio.

Propuestas

Dadas las circunstancias inciertas y cambiantes mencionadas, no es posible

hablar de soluciones únicas y para siempre, lo cierto es que ya no son pertinentes

las soluciones tradicionales; hay que atreverse a explorar caminos nuevos que

aprovechan lo diverso e incluso lo contrario, para avanzar hacia una sociedad de

libre flujo del conocimiento, que tendencias diferentes se integren aprovechando

las características de los entornos virtuales y las fortalezas de cada opción,

superando sus debilidades y creando sinergias con su conjunción. Lo que implica

superar aparentes dilemas y reorientar tendencias, así:

A. La inercia de los enfoques globales o locales como excluyentes entre sí,

inducirla hacia una globalidad alternativa a partir de las identidades

personales y comunitarias, para lo que pueden ser pertinentes las redes

socio-digitales.

B. Propiciar aprendizaje dialógico y colaborativo que conjunte,

constructivamente y sin exclusiones, la docencia totalista y el aprendizaje

autónomo.

C. Entre un currículum cerrado y rígido y el acceso libre al conocimiento y

socialización, construir un currículum abierto y compartido.

D. Partir de la historia, no como lastre y legitimación del tradicionalismo, sino

como memoria colectiva de largo plazo y plataforma de lanzamiento a la

innovación.

E. Las contradicciones entre las inercias de la escuela tradicional y la

desescolarización, conducirlas hacia instituciones abiertas y comunidades

de aprendizaje.

Tales tendencias llevan implícita la intención de buscar y construir espacios,

procesos y recursos para acordar, diseñar y operar convergencias. Así, tratándose


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de sistemas escolares, más que buscar y querer construir situaciones

homogéneas y predecibles, más que tratar de homogenizar criterios y modos de

gestión, aprender a vivir y trabajar entre lo diverso e incierto en ambientes que

permitan el diálogo, la negociación y los acuerdos, de manera que cada quien sea

y se manifieste según sus peculiaridades. No es necesario ser iguales para

trabajar juntos y compartir, buscando y construyendo convergencias. Hay que

aprender a vivir en la diversidad y la incertidumbre, sin que por ello se deje de

buscar lo que es común.


16

Para

Entornos virtuales de aprendizaje como oportunidades de convergencia e innovación

Facilidades y fortalezas propiciadas por las

características de los entornos virtuales.

virtuales.rcunstancias espacio temporales y su

capacidad de cobertura

Condicionadas por determinantes

económicas, políticas, culturales y afectivas.

Encontrar y construir

Currículum y

conocimiento libre

Escuela y

desescolarización Tradición e

innovación

Enfoques

globales y

locales

Enfoques

docente y

autodidacta

Globalidad

alternativa

Aprendizaje

colaborativo

Currículum flexible

y compartido.

Instituciones

abiertas

Recuperación de

prácticas y

creación de

nuevas

Convergencias

La innovación

Entre

En un contexto

Incierto Contradictorio Diverso

Facilitado por

telecomunicaciones,

Internet y móviles

que vinculan

permanente y

cotidianamente lo

local con el mundo,

situación propicia

para visiones

integrales.

La apertura,

flexibilidad y

alcance de las tic.

acerca más y

mejor la

virtualidad a la

realidad que un

aula escolar

tradicional.

Mediante las tic,

se facilita la

recuperación de

buenas prácticas,

y su socialización,

como base para

el desarrollo

compartido de

nuevas

experiencias.

Dada la facilidad

para acceder a la

información y el

conocimiento y su

organización y

socialización,

propicia mediante

las tic, se va más

allá de cualquier

orden curricular.

Que se fortalece y

facilita con

instrumentos de

comunicación y

colaboración

como son los

foros, correo

electrónico y

redes socio-

digitales.


17

En síntesis, el propósito es incidir en los puntos clave que rompan inercias, los

cuales se detonan gracias a las peculiaridades de los entornos virtuales de

aprendizaje con acciones que conduzcan a nuevas relaciones educativas. Puntos

clave que se ubican en las relaciones personales, la relación con el conocimiento y

del aprendizaje institucional con la realidad.

Así mismo, tienen que ver con las relaciones educativas deseables: la

orientación de las tendencias; las circunstancias propicias, en este caso las de los

entornos virtuales; y los factores determinantes. Circunstancias de los entornos

virtuales como: su cobertura, que posibilita que desde lugares distintos y distantes

se pueda participar en comunidades de estudio interculturales; su sincronía y

asincronía, que facilita la participación en procesos educativos comunes desde

diversas temporalidades, sean calendarios, horarios, edades o ritmos de

aprendizaje y factores determinantes que se derivan de las relaciones de poder

que se establecen en los procesos educativos y le dan seguridad al docente sobre

su control, “su status”; sus condiciones económico-laborales, su “confort”; la

cultura docente que históricamente lo ha formado y el ambiente emocional acorde

con los propósitos educativos. Factores que se aglutinan en las instituciones

educativas y desde su organización y procedimientos determinan las condiciones

para la innovación.

Soluciones parece haber muchas, lo que muchas veces ignoramos es a qué

problemas responden. Si esta disertación no les aclara, ni responde sus dudas, al

menos espero que les haya despertado nuevos cuestionamientos para el

planteamiento de problemas.


18

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