LEX NOVAla revista

Pregunta: Casi una década al fren-te del colectivo de los abogados y un refrendo mayoritario en las últimas elecciones. ¿Cómo afronta esta nueva etapa que, por las leyes que nos vie-nen, marcará un antes y un después en el acceso y ejercicio de la profesión de abogado?Respuesta: La afronto con mucha ilu-sión y ganas de trabajar ante el nuevo marco legislativo que se nos avecina.

La Ley de Acceso, que entra en vigor en octubre de este año, la Ley de Ser-vicios Profesionales y el nuevo Estatu-to General de la Abogacía, que espero que también esté listo para este oto-ño, serán los principales caballos de batalla de estos próximos años. Otro de los principales objetivos será luchar por la aprobación de la Ley Orgánica que regule el Derecho de Defensa que ha anunciado el ministro de Justicia.

“La Ley de Acceso, la Ley de Servicios Profesionales y el nuevo Estatuto General de la Abogacía serán los principales caballos de batalla de estos próximos años”

Jaime Barbero Bajo

61 de los 82 votos en liza han renovado a Carlos Carnicer al frente del Consejo General de la Abogacía, cargo que ocupa desde 2001 y que ahora seguirá ostentando por tercer mandato consecutivo. Dada la actual situación socioeconómica y los retos que afronta el colectivo que representa, podemos afirmar que su nueva reelección supondrá un auténtico desafío, ya que nos encontramos a las puertas de un nuevo modelo de acceso y ejercicio de la profesión de Abogado. Sobre estas y otras cuestiones conversamos en las siguientes líneas con el máximo representante de los letrados españoles.

Entrevista a Carlos Carnicer DíezPresidente del Consejo General de la Abogacía Española

«Los abogados no estamos sólo para los pleitos, sino para el consejo y la prevención»

ENERO - MARZO 2011 · 9

ENTREVISTA

LEX NOVAla revista

ENERO - MARZO 2011 · 10

ENTREVISTA

También mantendremos la lucha para dignificar el Turno de Oficio y la Justi-cia Gratuita, para acercar la Abogacía a los ciudadanos, para seguir impul-sando la modernización y agilización de la Justicia y en defensa de los dere-chos humanos con más ahínco aún que hasta ahora.

Para asumir con más garantías to-dos estos retos, se ha realizado una remodelación en el CGAE, con la de-signación de nuevos secretario ge-neral y tesorero, y la eliminación de algunas comisiones, que pasan de 12 a 10, para hacer más ágiles todos los procesos. Además, se ha recuperado la figura del adjunto a la presidencia, un equipo formado por siete decanos, que también ayudarán a que todos los asuntos se traten de una manera más rápida y eficaz.

P: Como hemos comentado, están pendientes de tramitación algunas ini-ciativas legales que les afectan direc-tamente como, por ejemplo, la Ley de Servicios Profesionales. ¿Cree que el modelo actual llegará progresivamen-te a una liberalización definitiva de la abogacía?, ¿iría ello en detrimento de la prestación de un eficiente servicio al ciudadano?R: En principio, yo creo que la ley no debe afectar demasiado a los Colegios de Abogados, pero no puedo olvidar que tengo otra cara que es la de pre-sidente de Unión Profesional y me gustaría que el Gobierno y nuestros le-gisladores, que representan a la ciuda-danía, fueran, si no generosos, sí jus-tos con las profesiones liberales que en este país también tienen y han tenido un comportamiento económico mag-nífico. En la actual época de crisis, los Colegios Profesionales representamos casi el 8% del producto interior bru-to y el 9% del empleo. Además, en las profesiones liberales la incorporación al trabajo de la mujer es muchísimo mayor que en el resto de las activida-des, y los despidos y las bajas laborales son mucho menores en los despachos de las profesiones colegiadas que en el resto del mercado. La Ley puede ser una oportunidad para la moderniza-ción de los Colegios y en ese sentido

es como me gustaría verla y que la vieran los legisladores. Parece que hay un cierto miedo o que molesta que la sociedad civil se organice, pero es una garantía imprescindible en el terreno social y deontológico y un contrapeso al poder político.

En relación con la segunda pregun-ta, yo apuesto siempre por la colegia-ción obligatoria para todas las pro-fesiones reguladas que tengan título universitario.

Por nuestra experiencia, no existen sectores ocluidos a la actividad comer-cial, cuando ésta es absolutamente libre. La experiencia que nos ha dado la «invisible» mano del mercado seña-la que donde existe un espacio que se vacía, inmediatamente otro ocupa su lugar. Si se suprimen las funciones que hoy prestan los Colegios Profesionales de forma desinteresada, otros las pres-tarán con un mayor coste social.

P: Por otro lado, seguimos pendien-tes de la tan traída Ley de Acceso a la Abogacía, ¿existen garantías que aseguren la adquisición de unos cono-cimientos jurídicos mínimos a los futu-ros abogados?, ¿las competencias que asuman las comunidades autónomas al respecto atomizarán lo que debería regularse como un único cauce para ejercer la profesión?R: La Ley de Acceso es el sueño y la re-clamación de cien años de la Abogacía española. La formación antes del acce-so a la profesión es una reivindicación desde el Congreso de San Sebastián de 1917. Además, creo que nunca hemos tenido una red de escuelas de prác-tica jurídica y formación tan buena y completa como la que tenemos en este momento. El problema es que esa formación era hasta ahora voluntaria, y la mayoría de los compañeros no la

usaban, y esto va a cambiar con la Ley de Acceso, algo por lo que voy a pe-lear hasta el final, y uno de los motivos por los que decidí presentarme a la reelección. Soy consciente de que hay muchos enemigos de la ley y que ha-brá dificultades, por lo que habrá que estar muy atentos y muy vigilantes y, sobre todo, habrá que explicarle muy bien a la ciudadanía que lo que esta-mos pidiendo es que tengan mejores abogados y la garantía de que, elijan al abogado que elijan, tendrá la pre-paración suficiente para defender sus derechos y libertades. Y un dato más, esta ley sólo afectará a los estudiantes que terminen su grado después de oc-tubre de 2011, a cuyo inicio ya sabían que iban a tener que hacer el curso de acceso. Pero este curso es, además, una garantía de mejor calidad profe-sional para todos ellos y, por tanto, un aumento de sus expectativas profesio-nales futuras.

En el fondo, para que se pueda hablar de una Abogacía española, la formación de un abogado debe ser la misma en el norte, en el sur, este y oes-te. Y para que se pueda hablar de Jus-ticia, la formación de jueces, fiscales y abogados no sólo debe ser exigente y suficiente, sino que debería ser la mis-ma para todos. Esta es una profesión que exige una formación cada vez más profunda por la propia consideración del Estado autonómico, con leyes di-ferentes en cada autonomía, y por la internacionalización de los negocios de nuestros clientes. La calidad de la Abogacía y, si me apura usted, la cali-dad de la Justicia estará en consonan-cia con la calidad de los abogados.

P: Usted se ha erigido en defensor de un «gran pacto social para la regene-ración de la justicia» lamentando, por otro lado, el desapego de los poderes políticos respecto a los problemas de esta institución (reproduciendo sus propias palabras «la justicia no da vo-tos»). ¿Aprecia un cambio de tenden-cia en los cargos políticos al respecto? Dada la situación actual de crisis, ¿las necesidades de todos los operadores que forman parte de la Justicia han quedado en un segundo plano?

“Yo apuesto siempre por la colegiación obligatoria para todas las profesiones reguladas que tengan título universitario”

LEX NOVAla revista

ENTREVISTA

ENERO - MARZO 2011 · 11

R: Efectivamente, siempre he dicho que la Justicia ni da ni quita votos, y ese ha sido y sigue siendo su mayor problema, especialmente ahora en tiempo de crisis económica, donde los problemas de la Justicia interesan menos aún. Seguimos necesitando un pacto de Estado o pacto social para arreglar esto. O nos sentamos de una vez todos los que, directa o indirecta-mente, estamos actuando para la pro-ducción de la Justicia o esto no tiene solución. Desde la Abogacía hemos sido respetuosos con el plan estraté-gico, hemos colaborado y estamos co-laborando, pero mucho nos tememos que ni las mayores dotaciones vayan a solucionar este problema. Es necesario que todos los sectores hagamos una profunda autocrítica, y tener la mejor de las voluntades para solucionar las cosas. Desde la Abogacía hemos pro-puesto muchas soluciones, entre ellas dirigirnos hacia una Justicia rápida, inmediata, probablemente sin papeles en la mayoría de los casos, con garan-tía de acceso, en lugar de lo que es-tamos haciendo ahora, que es poner trabas para que los ciudadanos acce-dan a la Justicia, subiendo las cuantías, eliminando recursos.

Sólo con una acción conjunta de to-dos, en la que todos aportemos lo me-jor que sepamos, todo esto empezará a mejorar.

P: Las últimas noticias sobre las posi-bles novedades en el modelo de Jus-ticia Gratuita apuntan a una negocia-ción a tres bandas entre Ministerio de Justicia, comunidades autónomas y partidos políticos. Teniendo en cuenta que los abogados del turno de oficio son un pilar más que básico en la pres-tación de este servicio fundamental, ¿considera que no se toman en cuenta la experiencia y opinión de estos letra-dos como se merece?, ¿confía en que durante este mandato los abogados de oficio cuenten con una nueva Ley de Justicia Gratuita y un desarrollo re-glamentario óptimo?R: Yo creo que la Ley de Justicia Gra-tuita es buena. Necesita adaptarse a lo que ha sucedido en estos últimos 15 años, pero la Ley, en esencia, es buena.

Lo ha reconocido el propio ministro y lo están reconociendo las propias co-munidades autónomas. Además, la existencia prestada por los Colegios de Abogados es excelente, gracias a los compañeros que ejercen el Turno 24 horas al día, 365 días al año. De he-cho, como dicen numerosos estudios llevados a cabo por el Consejo, como los que hace cada año el Observato-rio de Justicia Gratuita, existe más satisfacción entre los ciudadanos con la Justicia Gratuita que con la Justicia ordinaria, algo que creo que es muy significativo.

Creo que tenemos la Asistencia Jurí-dica Gratuita mejor del mundo, y para algo que funciona bien, no debemos estropearlo, sino mejorarlo. Lo prime-ro que hay que mejorar es la compen-sación económica de compañeros y compañeras, simplemente cumpliendo la ley, que dice deben tener una retri-bución digna. Y que se les pague de forma puntual, para eliminar los pro-blemas que existen en muchos lugares, donde las remuneraciones llegan con muchos meses de retraso. No se pue-den recortar derechos fundamentales aunque estemos en crisis.

P: Por último, ¿cuáles son las metas que Carlos Carnicer se ha marcado para los próximos años?R: Lo más importante, ajustar de ma-nera óptima el nuevo marco legisla-tivo que se avecina —Ley de Acceso, de Servicios Profesionales, del Dere-cho de Defensa, nuevo Estatuto de la Abogacía, Ley de Justicia Gratuita, etc.—, porque lo que está en juego es la propia salud del Estado de derecho, las mejores relaciones entre los ciuda-danos y la seguridad jurídica. Además, uno de mis principales objetivos es

reforzar también el compromiso del CGAE en materia de defensa de los Derechos Humanos, este va a ser «el hierro» del Consejo durante los próxi-mos años.

Por último, es necesario «meter» a los ciudadanos en nuestras institucio-nes, que las conozcan. Los abogados no estamos sólo para los pleitos sino para el consejo y la prevención. Más de un cincuenta por ciento de los asuntos que llegan a un despacho de aboga-dos no acaban en los juzgados, se so-lucionan antes. A los representantes de la ciudadanía hay que explicarles qué hacemos y por qué lo hacemos y preguntarles qué harían ellos para que les atendiésemos mejor. Manifestarles nuestras necesidades, nuestras inquie-tudes, y desde luego, demostrarles que les estamos defendiendo todos los días. Les defendemos como nues-tros clientes aunque no sean todavía nuestros clientes. Sus derechos fun-damentales los defendemos siempre. Si no defendemos a los ciudadanos, estaremos haciendo una profesión in-útil. Nuestra profesión tiene sentido si tiene un destinatario, el ciudadano. Si les defendemos bien y explicamos bien qué es lo que hacemos, los me-jores abogados de los abogados serán los ciudadanos.

“Creo que tenemos la Asistencia Jurídica Gratuita mejor del mundo, y para algo que funciona bien, no debemos estropearlo, sino mejorarlo”

CARLOS CARNICER

· Nace en Zaragoza el 11 de noviembre de 1948.· Licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza en 1971

· Miembro de la Unión Internacional de Abogados desde 1988.

· Decano del Colegio de Abogados de Zaragoza de 1991 a 2001.

· Elegido presidente del CGAE en 2001 y reelegido en 2006 y 2010, en segundo y tercer mandato consecutivo.

· Presidente de la Unión Profesional desde 2002.