FUNDACIÓN LEX NOVA

Conciliar para igualar, para apoyar a la familia y como estrategia de empresa. Sobre estos tres pilares se construyen las bases de actuación de la fundación mujer, familia y trabajo cuya meta principal consiste en contribuir a lograr un mundo más humanizado en el que hombres y mujeres puedan realizarse tanto desde un punto de vista personal como profesional. Sobre sus logros, fines y perspectivas de futuro conversamos con su presidenta, sin perder de vista, como telón de fondo, la repercusión que la actual crisis socioeconómica está proyectando, por un lado, en nuestro actual sistema de bienestar y, por otro, sobre las políticas de conciliación de la vida familiar y laboral.

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Pregunta: Una década al frente de la Fundación Mujer, Familia y Trabajo, ¿qué balance hace de este período tan-to desde el punto de vista de la propia institución como desde la perspectiva de la evolución de la sociedad en general?Respuesta: El balance es muy positi-vo. Todavía queda mucho camino por recorrer en temas de flexibilidad, con-ciliación, igualdad de oportunidades y diversidad, pero claramente cuando empezamos hace 10 años era un dis-curso marginal que no se entendía. Hoy afirmo que es un discurso actual, un discurso de todos, un lenguaje que entiende la empresa, la administración pública y la sociedad en general. La sociedad ha evolucionado mucho, y nuestra Fundación con ella.

P: El conjunto de sus acciones y obje-tivos pueden resumirse en la meta de alcanzar la plena realización de hom-bres y mujeres tanto en los aspectos laborales como personales. A punto

de empezar 2012, ¿queda mucho por hacer a este respecto?R: Sí, a pesar de todo lo que hemos avanzado, efectivamente queda mu-cho camino por recorrer. El éxito del cambio se centra en lograr la igualdad de oportunidades en ambas esferas: que las mujeres avancen en lo profe-sional, que tengan más oportunidades y mejores, y, sobre todo, que los hom-bres avancen en el terreno personal, que tengan la oportunidad de disfru-tar de su tiempo personal y de su fa-milia; que sean ellos quienes pierdan el miedo a solicitar bajas por paterni-dad, quienes demanden a sus empre-sas medidas flexibles y que de verdad las lleven a cabo. Será difícil lograr una verdadera igualdad de oportunidades hasta que no hablemos todos en igual-dad de oportunidades.

P: La actual situación socioeconómi-ca y los previsibles cambios legislati-vos que nos vendrán encima podrían

redundar en una transformación del Estado de Bienestar tal y como lo co-nocemos. ¿Teme un retroceso en los avances alcanzados en materia social en estos últimos años?R: No tiene por qué ser así. Si los cam-bios se basan en la búsqueda de la ex-celencia, necesariamente tendrán que estar asociados a productividad, y lo ideal sería que esto a su vez estuviese ligado a la flexibilidad, a la correspon-sabilidad de empresa y trabajador, a la optimización de la gestión del tiempo, a políticas laborales asociadas a objeti-vos, etc. En definitiva, a formas de tra-bajo más eficientes. Y nuestro trabajo aquí consistirá en que todas estas polí-ticas no pierdan el fondo humano y la visión de la persona. SER MÁS HUMA-NO IMPLICA SER MÁS COMPETITIVO.

P: Desde la Fundación que preside siempre se ha defendido la implicación de la empresa en la “cultura de la con-ciliación”. ¿Cómo se puede convencer

Entrevista a Gloria Juste PicónPresidenta de la Fundación Mujer, Familia y Trabajo

Jaime Barbero Bajo

«Conciliar no es trabajar menos, es trabajar de forma más eficiente»

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a las empresas para que, a pesar de estos duros momentos económicos, vean la conciliación como una oportu-nidad competitiva y de diferenciación? ¿Podemos afirmar sin cortapisas que incluir la conciliación en las políticas empresariales redundará en un incre-mento de su cuenta de resultados?R: La crisis nos da una oportunidad, o más claramente, nos obliga a ser más imaginativos. Crear e idear medidas que no supongan una gran inversión económica. Es el momento perfecto para invertir en flexibilidad y seguir apostando por las personas que al fin y al cabo son nuestros mejores recursos y sin ellos no sería posible la empresa.Existen empresas que ya están hace muchos años trabajando de esta for-ma, porque insistimos en que conci-liar no es trabajar menos, es trabajar de forma más eficiente, optimizando recursos como tiempo y espacio. Algu-nos de los resultados mostrados por las empresas que ya aplican estas políticas de conciliación son tan potentes como el ahorro de costes en espacio de ofici-nas, ahorros en desplazamientos, elec-tricidad; la reducción del absentismo y la rotación no deseada, etc.; por lo tanto, será difícil, pero sin duda refor-

zará el mercado. Existen indicadores personalizados que así lo demuestran

P: Reconociendo los importantes pasos dados en materia de igualdad y valo-ración profesional de la mujer, actual-mente las cifras de mujeres en puestos Directivos sigue siendo inferior a la de los hombres (sin contar las que tienen que renunciar a un puesto de respon-sabilidad por la imposibilidad mani-fiesta de compaginarlo con su papel de madre), ¿cuál es el rol que debe representar la mujer en el panorama profesional español del siglo XXI?R: El objetivo es que no sólo la pregunta sea “qué papel debe representar la mu-jer” sino “qué papel debe representar la “Persona” en el siglo XXI”. La mujer debe competir en igualdad de condicio-nes y para eso es la empresa quien debe “cambiar el chip”. La mujer en nuestra opinión quiere estar en el mercado la-

boral, quiere trabajar y quiere aportar. Para ello se ha formado, ha trabajado y está preparada en igualdad de condi-ciones que los hombres, por eso ahora es el turno del mercado laboral. La mu-jer ya ha demostrado que puede, ahora nos toca a todos apostar por ello y cam-biar hacia unas nuevas formas de tra-bajo donde prime el trabajo en equipo, de hombres y de mujeres, que juntos apuestan por un cambio.

P: Asimismo, las mujeres dedican una media de 2 horas y cuarto diarias más que los hombres a las tareas domésticas y, por otro lado, en 2010 disfrutaron del permiso de maternidad más de 326.000 mujeres frente a casi 6.000 hombres. Los números no engañan. ¿Qué medi-das habría que adoptar para facilitar la integración plena del hombre dentro de las esferas familiar y doméstica?R: Esto supone un cambio cultural im-portante. Es imprescindible un enorme esfuerzo en la educación de los jóve-nes, desde las aulas, desde la familia y también un esfuerzo en “discrimina-ción positiva” en la empresa para que los hombres puedan asumir respon-sabilidades familiares como un bien, nunca como una carga.

“Ser más humano implica ser más competitivo”

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P: Si nos comparamos con otros mo-delos europeos como, por ejemplo, los Estados nórdicos, nuestro sistema deja bastante que desear en materia de conciliación y apoyo a las familias y ma-dres trabajadoras. Salvando las lógicas diferencias culturales, ¿es una utopía pensar que podremos llegar un día a disfrutar de tales beneficios sociales?R: Sí; claramente tenemos todavía mucho que aprender de otros países europeos y ojalá seamos reconocidos internacionalmente por estos cambios tan necesarios para todos y no tan-to por otro tipo de políticas que solo afectan a minorías.

Necesitamos el compromiso de la Admi-nistración pública, pues a ella le corres-ponde financiar este tipo de proyectos, impulsar servicios de apoyo, incentivar a las empresas… Después, las propias em-presas, que deben modificar la cultura empresarial actual además de adecuar sus horarios. Pero no es solo una respon-sabilidad de las empresas y de la Admi-nistración pública. Estamos hablando de cambio de mentalidades y de actitudes y, por lo tanto, es fundamental implicar al sector de la Educación y al de los me-dios de comunicación. Eso sí, en último lugar, la decisión es solo de la persona que debe ser capaz de decidir.

P: Por último, su Fundación ha sido uno de los impulsores de la prestación a las familias con un menor enfermo a su cargo. Ello nos demuestra que no sólo estamos hablando de maternidad o tareas domésticas sino también del cuidado de ancianos, discapacitados, menores, personas dependientes... La casuística es casi infinita. ¿Cuál es el objetivo irrenunciable que debería-mos marcarnos a corto plazo para fa-vorecer a las familias trabajadoras que padecen tales situaciones?

R: En primer lugar, que se cumpla la prestación que hemos conseguido que se apruebe. Que todas las familias que atraviesan una situación tan complica-da como es la enfermedad de un hijo, que de verdad se pueda dedicar a aten-derle y cuidarle con el apoyo de un es-tado social, era algo necesario y justo. Y a partir de aquí, ojalá podamos tener un sistema lo suficientemente comple-to que permita acompañar y cuidar no sólo a menores, también a personas dependientes. Y eso sólo se consigue con las prestaciones correspondientes y con un mercado laboral basado en la flexibilidad y el compromiso mutuo, con unos horarios racionales, con la corresponsabilidad, etc. Seguiremos trabajando en ello. La familia es im-portante y hay que darle la prioridad que se merece.

“La familia es importante y hay que darle la prioridad que se merece”

“Será difícil lograr una verdadera igualdad de oportunidades hasta que no hablemos todos en igualdad de oportunidades”