Entrevista a Javier San Martín (Pte. Consejo General de Graduados Sociales)

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Pregunta: Uno de los objetivos que se fi-jaron cuando recayó en usted la respon-sabilidad de representar a los graduados sociales fue lograr el reconocimiento social del colectivo como ese “asesor amigo, serio, honrado y cabal que per-sigue como fin principal el alcance de la Justicia Social”. Tras más de siete años en el cargo, ¿cree que se ha logrado dicho fin?, ¿existe una sensación permanente de que su trabajo no está lo suficiente-mente valorado?Respuesta: Creo que efectivamente se ha logrado dicho fin, en estos últi-mos siete años, la profesión ha calado en la sociedad y en las instituciones nos conocen, nos reconocen y nos valoran.

Las empresas cada vez más acuden a buscar el asesoramiento del graduado social y los trabajadores ven en noso-tros un refugio legal que no les dan ni los sindicatos ni otros profesionales; en definitiva, la profesión prácticamente ha desplegado sus actividad en la so-ciedad española, es más, me atrevería a decir que ha ocurrido algo que no había ocurrido anteriormente y es que

las empresas están acudiendo a los gra-duados sociales en busca no solamente de asesoramiento laboral, sino de otro tipo de asesoramiento, como el fiscal, el contable, etc., y en muchas ocasiones las empresas ven en su asesor (el gra-duado social) el modelo de confianza y de seguridad en la gestión. Es, por lo tanto, un triunfo de la profesión de todos los graduados sociales de España que con su buen trabajo han despejado un espacio claro y preciso para la profe-sión en el mercado de trabajo.

P.—¿Cómo está acusando el sector pro-fesional de los graduados sociales la crisis que está padeciendo nuestra sociedad? ¿Cuál es el grado de repercusión está in-cidiendo en los empleos indirectos que crea el colectivo?R.—El graduado social asesora a más del 80% de la pequeña y mediana em-presa y por ello, los factores de inci-

dencia en la crisis afectan al graduado social no solamente como tutor profe-sional de las empresas que asesora, sino también, como empresario y, por lo tanto, la crisis empresarial perjudica en ambos sentidos. Ahora bien, todo hay que decirlo, los despachos de gradua-dos sociales, mantienen una evolución de crecimiento positivo debido funda-mentalmente a la formación multidisci-plinar del graduado social.

P.—Tras varios meses de diálogo social en busca de un acuerdo que nunca llegó, ya conocemos las novedades principales que trae consigo la nueva reforma laboral. Teniendo en cuenta su larga experiencia, ¿serán suficientes las medidas adoptadas para conseguir la necesaria reactivación del mercado de trabajo español?R.—Entiendo que no. El mercado de trabajo español está seriamente de-

Javier San Martín Presidente del Consejo General de

Graduados Sociales de España

Javier San Martín Presidente del Consejo General de

Graduados Sociales de España

“Es preciso que el Gobierno sea consciente de que las relaciones laborales son el motor de la economía”

A punto de cumplir ocho años como Presidente del Consejo General de Graduados Sociales, Javier San Martín nos ofrece, desde el punto de vista de los profesionales que representa, las percepciones del colectivo en la actual coyuntura socioeconómica y su opinión sobre las recientes medidas adoptadas por el Gobierno para intentar reactivar el empleo y la economía de nuestro país.

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teriorado como consecuencia de la cri-sis económica, uno de sus principales problemas no es la lentitud en generar empleo sino también que sea con unas estructuras legales muy anticuadas y ese status quo no se modificará ni con ésta ni con cualquier otra reforma que inten-te el Gobierno porque ello supondría un ataque a los Derechos Básicos de los Tra-bajadores, pero como en su día dijo Ba-rack Obama “el mundo ha cambiado” y debemos romper el viejo tabú de la im-posición para modificar esos derechos y agilizar la legislación laboral.

P.—Entre otras cosas, reducción del pe-ríodo de preaviso y de la indemniza-ción por despido improcedente: ¿es el trabajador el gran perjudicado de esta reforma? R.—No, el trabajador lo que busca es trabajo, trabajo digno, regulado y el sistema lo que hace para agilizar el tra-bajo es establecer unos mecanismos de contratación. En este caso, la reducción del periodo de preaviso acelera los trá-mites de resolución del contrato y la agilización del mercado, por otro lado, la reducción de la indemnización por despido improcedente, a mi modo de ver, es tan simple que no necesita co-mentario alguno.

P.—El graduado social se erige en ges-tor y buen conocedor de la realidad sociolaboral de empresa y trabajador. ¿Se ha contado con la opinión del co-lectivo en la definición del nuevo mo-delo?, ¿existe cierta sensación de aisla-miento respecto al protagonismo que debería haberse otorgado a la figura que usted representa?R.—Con respecto a su primera pregun-ta, debo indicarle que no se ha contado con la opinión del colectivo por parte del Ministerio de Trabajo, el titular de la cartera de trabajo obvia al colectivo de graduados sociales, peor para él. Aunque debo decirle, en relación con la sensación de aislamiento que usted menciona, que no, en absoluto, todo lo contrario, el hecho de que Celestino Corbacho no cuente con los graduados sociales para definir el nuevo modelo del mercado de trabajo es hasta cierto punto lógico. Los Consejos Generales

de las profesiones no somos agentes sociales y por lo tanto no debemos for-mar parte de esa negociación, pero sí que es verdad, que los graduados socia-les nos hemos insertado en la sociedad de una manera total y cada vez más nos estamos haciendo imprescindibles tan-to para la Administración como para los ciudadanos, por lo tanto, no sólo no tenemos sensación de aislamiento sino todo lo contrario.

P.—Con los nuevos modelos socioeco-nómicos que se están perfilando tras la crisis, ¿se puede dar por finalizado el modelo sociolaboral construido en España desde la transición hasta nues-tros días?R.—Entiendo que el modelo sociola-boral está en un permanente cambio y esa transformación nos llevará inequí-vocamente a diferentes registros lega-les en orden a generar más empleo.

P.—Teniendo en cuenta la globaliza-ción internacional y las políticas comu-nitarias sociales, ¿ve viable alcanzar un sistema social único para toda la Unión Europea?R.—Obviamente la globalización del sistema social en la Unión Europea se alcanzará, pero sin ninguna duda que no a corto plazo. Las políticas europeas están recibiendo un varapalo por la cri-sis económica, los sistemas socialistas en la Unión Europea están demostrando poca previsibilidad para superar la crisis y, en concreto, es necesario un cambio de mentalidad de los europeos para conseguir un estado social que cumpla satisfactoriamente las aspiraciones de todos los integrantes de la Unión.

Lo importante de esta crisis es que todos saldremos reforzados de ella,

todos los que la superemos, claro está, y deberemos cambiar nuestros con-ceptos, incluso políticos. Es hora ya de abandonar posiciones ancladas en el pasado. La política es el motor de la sociedad actual, pero no podemos ha-cer política de barricadas.

P.—Como apuntaba anteriormente, los graduados sociales llevan la ges-tión del 80 por 100 de las pequeñas y medianas empresas de este país. Por otro lado, las propias pymes han sido las mayores perjudicadas por la coyun-tura actual. Independientemente de la reforma laboral, ¿cómo considera que puede revitalizarse este sector tan im-portante para el crecimiento del em-pleo y la economía española?R.—Creo que es necesario para con-seguir la reactivación de la económica española una reforma seria y profunda tanto del derecho del trabajo aplica-ble a las relaciones laborales como de las políticas de empleo, es preciso que el Gobierno sea consciente de que las relaciones laborales son el motor de la economía y para ello debe de ajustar las necesidades reales de trabajadores y empresarios a la situación actual.

En estos últimos tiempos se ha veni-do demandando por parte de empre-sarios y de algunos trabajadores que la indemnización por despido debe rebajarse, yo también lo creo así, creo que la indemnización de 45 días por año con tope en 42 mensualidades es una barbaridad, debería rebajarse a 25 días de salario por año de trabajo con tope en 12 mensualidades. Ello es así, porque no debemos de aferrarnos al trabajo como si se tratase de una in-versión empresarial. No, el trabajo es el intercambio de valores, derechos y obligaciones y debería cambiarse el Derecho del Trabajo para adaptarse a la realidad social.

Además de la rebaja de la indem-nización por despido se debe dar otra orientación a la conjugación de la vida familiar y laboral. No es lo mismo el derecho de una trabajadora en una pequeña empresa que en una gran em-presa, no es lo mismo por mucho que se quiera imponer por ley y ello está en ocasiones frenando la contratación

“Nos hemos insertado en la sociedad de una manera total y cada vez más nos estamos

haciendo imprescindibles tanto para la

Administración como para los ciudadanos”

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de la mujer en las pequeñas empresas. Mi apuesta es por la racionalización de esta legislación en un sentido más flexible para las empresas de menos de 25 trabajadores. También es necesario modificar la Seguridad Social en orden a la invalidez y al control de las bajas especialmente por la depresión. Esto viene siendo un argumento muy utili-zado que eleva el absentismo de una forma increíble. En fin, se debe inten-tar establecer una política de empleo más acorde con las necesidades tanto de empresarios como de trabajadores.

P.—Entre sus labores fundamentales se encuentra el asesoramiento en mate-ria de prevención de riesgos laborales, ¿nuestros niveles en la “cultura de la prevención” pueden considerarse acep-tables? ¿Siguen reivindicando una Ley Integral de Accidentes de Trabajo?R.—Nuestros niveles de cultura de pre-vención sí deben considerarse acepta-bles. Ahora bien, entiendo que este tipo de actitudes en la vida deben es-tar dentro del sistema educativo, será la única forma de que todos nos con-cienciemos de la necesidad de trabajar seguro y evitar el accidente de trabajo. La seguridad en el trabajo, la seguridad en el tráfico, la seguridad como caracte-rística de la vida debe formar parte de los planes de estudio en los colegios de nuestros hijos y dentro de unos años, tendremos una sociedad concienciada con todo ello.

Yo considero que si seguimos reivin-dicando una ley integral del accidente de trabajo, una ley que reunifique en una sola jurisdicción las consecuencias del accidente de trabajo; una ley que se castigue al empresario infractor y doloso con la máxima pena, pero que al empresario que ha actuado de bue-na fe, aunque de forma imprudente, reciba un castigo económico, no penal; una ley en la cual como consecuencia de su aplicación se corrijan conductas para continuar y no se apliquen penas para destruir; en definitiva, una ley integral del accidente de trabajo cuyo orden sea el social, no la pluralidad de juris-dicciones que únicamente consiguen el perjuicio para el trabajador y para el empresario.

P.—Recién entrada en vigor la reforma derivada de la nueva Oficina Judicial, ¿cuáles son sus primeras impresiones sobre las competencias que asumen los graduados sociales, sobre todo, la interposición y firma del recurso de suplicación?, ¿desde su colectivo recla-man de la Justicia algo más de prota-gonismo en el procedimiento laboral como defensores de los intereses de empresarios y trabajadores?R.—Nuestro colectivo ha visto cómo se ha conseguido una reivindicación his-tórica, la firma del recurso de suplica-ción, nuestros profesionales tienen una gran reputación tanto en el Ministerio de Justicia como en la sociedad en ge-neral y, desde luego, nuestro trabajo como operadores jurídicos en el orden social es intachable. El cincuenta por ciento de los asuntos laborales ante los juzgados de lo social en todo el país se lleva a cabo por los graduados sociales, ello quiere decir que nuestro trabajo se ha visto premiado y recompensado con el recurso de suplicación.

Por ello, a la justicia no la reclama-mos nada, únicamente felicitamos al Ministro y al Secretario de Estado por lo bien que están haciendo las cosas en esta materia, por su valentía al afron-tar esta reforma y porque creo sincera-mente que era necesaria.

Los graduados sociales como profe-sión jurídica, junto a abogados, procura-dores, notarios y registradores, preten-demos como lo han hecho ya las otras profesiones citadas, tener un represen-tante de nuestro colectivo en el CGPJ. Queremos aportar nuestro punto de vista desde una posición práctica y real y queremos ayudar a los gobernantes de este país a conseguir de una vez por toda una Justicia más rápida, más eficaz y sobre todo más humana. Considero que uno de los valores más necesarios en la Justicia es la humanización de todos quienes de una forma u otra formamos parte de ella, el ciudadano necesita ra-pidez, celeridad y, sobre todo, compren-sión, no podemos tratar al ciudadano en el uso de la justicia como un número más, su expediente está para el control del juzgado, no para tratarle por el nú-mero, es necesario por tanto un plan-teamiento más humano de la justicia.

P.—Por último, ¿cuál sería la tendencia lógica que debe seguir la profesión en los próximos años?, o, dicho de otra manera, ¿cuáles son las principales metas que deben fijarse los graduados sociales del siglo XXI?R.—Estamos convencidos que lo mismo que nosotros percibimos el interés de la ciudadanía por nuestra profesión, también se percibe por los políticos. Por ello, no será de extrañar que nues-tra reivindicación a nivel de Justicia esté centrada en potenciar más la pro-fesión en sus competencias dentro del orden social pero no de manera aisla-da, sino en todas, es decir, la firma del recurso de casación, la firma en todos los recursos y ante cualquier instancia en el orden social, la incorporación del graduado social en la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita, la Ley de acceso a la profesión ante los Tribunales de Justi-cia (mal llamada Ley de acceso de abo-gado y procurador) y especialmente, el conseguir tener un graduado social dentro del Consejo General del Poder Judicial.

Además, otra meta importante es adaptar nuestros despachos y nuestro trabajo al cambio que se avecina, es decir, a un nuevo modelo de sociedad basado en unas relaciones laborales mas flexibles, totalmente informatiza-das y especialmente con nuestro grado en relaciones laborales y recursos hu-manos dar una cobertura adecuada a las necesidades que la sociedad traba-jadora y empresarial demande en cada momento.

“Los graduados sociales como profesión jurídica,

junto a abogados, procuradores, notarios

y registradores, pretendemos como lo han hecho ya las otras

profesiones citadas, tener un representante

de nuestro colectivo en el CGPJ”