Entrevista a María Juárez de Gallardo (madre de "Makuko" Gallardo)

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Entrevista (y reflexión) a (y de) María Juárez Panta Madre de Alberto “Makuko” Gallardo Juárez San Miguel de Piura, 28 de septiembre de 2008 Por Fernando Ríos Correa Era una calurosa tarde, de esas que suelen atormentar los sesos piuranos. Crucé el charco de agua que la lluvia había dejado a su paso en la Avenida Sullana, esta vez tenía que ser. Nunca la había visto, nunca había hecho una entrevista. Pensaba en mil maneras en cómo podrían tomar, ella y su familia, la penetración en su hogar de un adolescente desconocido que, grabadora en mano, trataría de arrancarle, como en muchas otras ocasiones con muchos otros desconocidos, algún valioso pasaje de la vida de su carismático hijo. Estaba ahí, sentada en una mecedora viendo pasar tantos fragmentos de su existencia, tomó aliento y logró pararse, me abrió la puerta. Buenas tardes, ¿en qué te puedo ayudar papito? Una sombra apareció en el umbral: era su hija, mi más próxima referencia. “Buenas tardes, le hablaba a su mamá acerca de una entrevista que deseo hacerle, me llamo Fernando Ríos, soy hijo de la profesora Sefelmira”. Una sonrisa cómplice, un mueble y una viejita risueña fueron suficientes. Atrás de nosotros, una gigantografía le acuñaba a la conversación una expresión más sentimental. ------------------------------------------------------ ¿Doña María, señora María, doña Maruja, María, Maruja? Llámame Maruja, me siento más cómoda. ¿A qué se dedicaban ustedes antes de la llegada de Makuko? Mi esposo y yo nos dedicábamos a negocios, pequeños. El vendía fruta y verduras en un puestito del mercado; y yo hacía dulces en mi casa, luego las llevaba en fuentecitas al colegio 1 . Yo te soy bien franca hijito, yo no tengo estudios, pero a pesar de eso, yo quería ver a mis hijos hechos otras personas. Por eso siempre, con mi esposo, luché bastante para sacarlos adelante. Bueno, yo no conocí a mi padre, él me dejó de siete meses de nacida, y en esa época no había plata ni para fotos (risas). Pero yo dije “Diosito mío, yo voy a tener a mis hijos, pero los voy a sacar adelante, entre los dos con mi esposo”. Las ventas no daban para vivir cómodamente, pero igual, a mis hijos nunca les faltó, nunca sufrieron en ese sentido, hasta ahora; como me dicen mis hijos “mamita, ¿y tú para qué trabajas ya?” (risas), pero yo pienso “si un día no tengo plata, ya diré, papito véndeme ese tarrito que tengo por ahí”; ¿pero si no? ¿qué voy a vender? 2 ”. Mi hijito Manuel, el qué está en Lima 3 , me dice “mamita, ¿por qué no dejas esa casa, te vienes para acá? 4 ”, pero no hijito, yo les digo “no me quiten eso, porque para esto yo he luchado”. Y tengo los ánimos de quedarme 1 Se refiere al colegio “Francisco Rosales Ortega”. Que para la época (1950), era sólo una rústica “escuelita fiscal”. 2 A pesar de las siete décadas a cuestas, causa admiración escuchar a ésta linda señora su preocupación por el futuro. Atentos emos. 3 “…él es el menor, mi Makukito es el mayor de todos, son siete hermanos…” 4 Habla de la casa donde la entrevisté, ubicada en la calle Napo del barrio de Pachitea, aledaño al mercado central de la ciudad. http://maps.google.com/maps?f=d&source=s_d&saddr=&daddr=-5.186079,- 80.633179&hl=es&geocode=&mra=mi&mrsp=0&sz=17&sll=-5.1861,- 80.633168&sspn=0.005674,0.006899&ie=UTF8&z=17

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Una entrevista que hice a mediados de 2008 a la madre del desaparecido cantante de cumbia Alberto "Macuco" Gallardo, en la ciudad de Piura.

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Entrevista (y reflexión) a (y de) María Juárez Panta Madre de Alberto “Makuko” Gallardo Juárez San Miguel de Piura, 28 de septiembre de 2008 Por Fernando Ríos Correa Era una calurosa tarde, de esas que suelen atormentar los sesos piuranos. Crucé el charco de agua que la lluvia había dejado a su paso en la Avenida Sullana, esta vez tenía que ser. Nunca la había visto, nunca había hecho una entrevista. Pensaba en mil maneras en cómo podrían tomar, ella y su familia, la penetración en su hogar de un adolescente desconocido que, grabadora en mano, trataría de arrancarle, como en muchas otras ocasiones con muchos otros desconocidos, algún valioso pasaje de la vida de su carismático hijo. Estaba ahí, sentada en una mecedora viendo pasar tantos fragmentos de su existencia, tomó aliento y logró pararse, me abrió la puerta. Buenas tardes, ¿en qué te puedo ayudar papito? Una sombra apareció en el umbral: era su hija, mi más próxima referencia. “Buenas tardes, le hablaba a su mamá acerca de una entrevista que deseo hacerle, me llamo Fernando Ríos, soy hijo de la profesora Sefelmira”. Una sonrisa cómplice, un mueble y una viejita risueña fueron suficientes. Atrás de nosotros, una gigantografía le acuñaba a la conversación una expresión más sentimental. ------------------------------------------------------ ¿Doña María, señora María, doña Maruja, María, Maruja? Llámame Maruja, me siento más cómoda. ¿A qué se dedicaban ustedes antes de la llegada de Makuko? Mi esposo y yo nos dedicábamos a negocios, pequeños. El vendía fruta y verduras en un puestito del mercado; y yo hacía dulces en mi casa, luego las llevaba en fuentecitas al colegio1. Yo te soy bien franca hijito, yo no tengo estudios, pero a pesar de eso, yo quería ver a mis hijos hechos otras personas. Por eso siempre, con mi esposo, luché bastante para sacarlos adelante. Bueno, yo no conocí a mi padre, él me dejó de siete meses de nacida, y en esa época no había plata ni para fotos (risas). Pero yo dije “Diosito mío, yo voy a tener a mis hijos, pero los voy a sacar adelante, entre los dos con mi esposo”. Las ventas no daban para vivir cómodamente, pero igual, a mis hijos nunca les faltó, nunca sufrieron en ese sentido, hasta ahora; como me dicen mis hijos “mamita, ¿y tú para qué trabajas ya?” (risas), pero yo pienso “si un día no tengo plata, ya diré, papito véndeme ese tarrito que tengo por ahí”; ¿pero si no? ¿qué voy a vender?2”. Mi hijito Manuel, el qué está en Lima3, me dice “mamita, ¿por qué no dejas esa casa, te vienes para acá?4”, pero no hijito, yo les digo “no me quiten eso, porque para esto yo he luchado”. Y tengo los ánimos de quedarme

1 Se refiere al colegio “Francisco Rosales Ortega”. Que para la época (1950), era sólo una rústica “escuelita fiscal”. 2 A pesar de las siete décadas a cuestas, causa admiración escuchar a ésta linda señora su preocupación por el futuro.

Atentos emos. 3 “…él es el menor, mi Makukito es el mayor de todos, son siete hermanos…” 4 Habla de la casa donde la entrevisté, ubicada en la calle Napo del barrio de Pachitea, aledaño al mercado central de

la ciudad. http://maps.google.com/maps?f=d&source=s_d&saddr=&daddr=-5.186079,-

80.633179&hl=es&geocode=&mra=mi&mrsp=0&sz=17&sll=-5.1861,-

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en esta casita, porque aún siento que tengo fuerzas, mis fuerzas de jovencita, a pesar de mi enfermedad5, y tú sabes hijito, que cuando uno sabe trabajar, no faltan los realitos en el bolsillo (piensa). Por eso me acuerdo, que cuando venía de gira mi Makukito, nos sentábamos y me decía “mamita, tú eres bien luchadora, como te quiere la gente”, “ay hijito, le decía, recuerda que yo nunca fui creída, y me da gusto que tú hayas aprendido eso”. Yo me acuerdo cuando venían aquí a comprarme, jóvenes hijito, ¡de la universidad!, me decían “mamita, tengo 206”, “ya haber, qué quieres papito”, y les abría un higo, le ponía un poquito de manjar, quesillo; y como yo era bien juguetona (hasta ahora soy bien juguetona (risas)), les decía “ya pues hijitos, de aquí que venga alguien con bastante plata, le hago la cutra, de ahí saco los 30 que faltan” (muchas más risas). Pero ya no salgo, acá tengo doce años, doce años que ya no voy al mercado. Ya mi hijo me llamaba, me llevaba de paseo, a Chiclayo, Trujillo, a Lima también, bien bueno era mi hijito (lágrimas)7. (…) Considerando la responsabilidad que le tocaba por ser primer hermano, ¿cómo fueron los primeros años de Alberto? Él entró al Rosales en 1960, de ahí hasta el 66, que siguió su secundaria en el López Albújar. Cuando estaba churrito8, de unos diez años más o menos, habían señoras que iban al mercado, y él estaba a la expectativa, “señora, le ayudo con el bolso” les decía, y él les cargaba los paquetes; y habían señoras bien buenas, a mi Makukito se lo llevaban en su carro, ya en la tarde mi hijito llegaba bien contento a la casa, ¿qué tienes papito? le preguntaba, “mira mamita lo que me han regalado”, le daban juguetes, comidita, cinco realitos, bien lindo era mi hijito, las señoras cómo me lo querían. Y más o menos, ¿a qué edad comenzó a mostrar su talento? ¡A los doce! Mira, él estaba en el López Albújar, entonces el finadito9 Juan Lozada (ánimas benditas, que sigan perdonando sus pecados10), fue un sábado a mi puesto, un bajito era, y me preguntó: “señora Marujita, ¿qué es de su hijo, el gordito, el que estudia en el López?”, “está en la casa, está haciendo unos trabajos, de sus estudios”, y se despidió de mi. Entonces, yo llegué a mi casa, porque poco lo conocía al señor, y le dije a mi esposo “viejo11, viejito, un señor chiquito, con sobrerito, viene a buscarlo a mi Cholito”12, “¿cómo es él?” me preguntaba, ya yo le explicaba y el sacaba quien era, “ah ya, sí, si lo conozco, es de La Arena, tiene su orquestita en San Martín”, y yo le preguntaba a mi Cholito “papito, ¿quién es ese señor que todos los sábados va

5 Al momento de la entrevista, la señora María padecía de hipertensión alta, una enfermedad que, junto con la

diabetes, es muy común entre sus pares, considerando las costumbres alimenticias de la zona.

http://sisbib.unmsm.edu.pe/bVrevistas/spmi/v12n1/retinopatia_diabetica.htm 6 Se refiere a que sólo tenían 20 céntimos de sol, cuando un dulce normalmente cuesta 50 céntimos. 7 Hasta aquella fecha sólo había consolado a quinceañeras adoloridas por la partida de su príncipe azul, era la primera

vez que debía equilibrar las emociones de una persona que me triplicaba la edad. La experiencia, al final, resulta ser

muy linda y gratificante, el pragmatismo y sabiduría de la avanzada edad te ayuda a ampliar tu perspectiva de la vida. 8 Persona de poca edad. Vocablo regional. 9 Fallecido. V.R. 10 En este punto, no entendí si fue un elogio, una compasión, o una diatriba. No quisiera que esto suscite polémica. A

mi parecer, y de acuerdo a lo que conozco de la idiosincrasia piurana, el señor hizo algunas cosas que para los ojos

del pueblo no estaban bien, sin embargo, lo de perdonar los pecados, fue una forma de decirme que, a pesar de todo,

no le guardaba ningún rencor, por el contrario, sentía pena por su fallecimiento; esto lo deduzco por el tono de voz y

los gestos que hizo al momento de lanzar la frase. 11 “…porque así lo trataba a mi viejo, viejo aquí, viejo allá…” (sonrisas) 12 “…porque Cholo le decíamos a mi hijito, ya después para Armonía 10 le pusieron lo de Makuko..:”

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a preguntar por ti al puesto?”, él se reía13 y me decía “sí mamita, es que sus hijos estudian conmigo, y a veces está un poco mal y yo le voy a ayudar”, pero mentira, el señor se lo robaba para hacerlo ensayar. Una vez me acuerdo que unos amigos de mi hijo que viven acá en la esquina14, vinieron a la casa corriendo “señora Marujita, venga corra para que vea al Cholito, está que canta en canal 215”, “muchachos, están locos ustedes, ni en el baño canta”, y no podía salir, porque estaba haciendo los dulces y se podían quemar, y a mi me podía dar un aire16. Pero ya, pasaba, y él llegaba del colegio, le preguntaba “Cholito, la gente está que se vuelve loca, ¿por qué vienen a decirme que sales cantando en canal 2, en el Teatro Municipal17?”, “mentira mamita, no les haga caso”. No sabíamos nada de eso. Yo iba al mercado, entraba tempranito, y ya estaban mis amigas ahí, me abrazaban bien fuerte, “qué tienen muchacha de mierda18, ¿’tan locas o qué?, ¡si no es mi cumpleaños!” (risas), “no Marujita, te queremos felicitar por tu Cholito, ¡conocido se está haciendo!”. Yo venía y le comentaba a mi esposo “viejito, la gente se está volviendo loca, me felicitan por el Cholito, me dicen que está cantando en el Variedades19, en el cine El Sol, en el Municipal”, y mi hijito me decía que no les haga caso, que me estaban mintiendo, me mentía el bandido. Para ese momento, ¿él qué edad tenía? Si no me equivoco… catorce años.20 Yo recuerdo que una vez, ahí mi hijito tenía 16 o 17 años, no recuerdo bien21, para el día de la madre yo también trabajaba, por ejemplo yo vendía panetones, dulces, licor, tortas, la gente iba al puesto y separaba sus cositas cuando habían fiestas, ya luego iba yo a entregar esos productos; ese día yo sólo iba a ir a entregar pues, y, me acuerdo, ese día tempranito mi hijito me abrazó y me dijo “no vayas mamita a trabajar, quédate acá”, yo le digo “tengo que entregar negocio”, y así, le dije “ya mi hijito, entrego hasta el mediodía, de ahí vengo”, y así fue pues, llamaba a la gente, les decía que tenía que correr porque me había llamado un familiar urgente, les mentía pues (risas), iban a la carrera a recoger. Llegué a la casa y me abrazó bien fuerte, y no sé que pasó que tuve que salir, “no te demores mamita” me dijo, al toque22 no más, hijito, cuando regresé… todo me había sacado de la sala, Avemaríapurísima23 dije, “hijito, ¿para qué me has sacado todo hijito?”24, con mi esposo nos asustamos, “nos vaya a traer mujer y está sacando para acomodar” pensaba yo (risas), “mamita, tu no vas hacer nada, nada mamita” me dijo; se fue al mercado, y regresó con varias canastas,

13 “… porque él todo era su sonrisita, igual a mi…”. 14 Señala una panadería conocida de la calle Napo. 15 Canal 2, actualmente América Televisión. En su momento, debido a cuestiones técnicas, debía transmitir

programas locales en cada ciudad. Locutora de la época habla del tema:

http://www.youtube.com/watch?v=WRRCaXRdTsI 16 Hace referencia a un cambio brusco de temperatura, que podría causarle algún problema corporal. 17 Teatro tradicional de la ciudad donde se solían hacer “Matinés musicales”. 18 “…discúlpame hijito por la palabra…” 19 Cine que desapareció a finales de los 80. Su estructura fue demolida a mediados de la década del 90.

http://www.geocities.com/avenidapiura/historia.htm 20 Considerando que nació en 1954, esta etapa puede estar ubicada entre 1967 y 1970. 21 Si tomamos en cuenta que la orquesta se funda oficialmente como “Los Blanders” en 1972, Alberto habría tenido

entre 17 y 18 años. 22 Rápidamente. Modismo peruano. 23 Frase común de la región, no tiene una connotación muy religiosa, sólo es una forma de decir que se está

sorprendio. 24 “…era para que entrara la orquesta, en ese tiempo eran doce no más, ahí recién eran “Los Blanders”…”

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llanecitas hijito, de todo traía, vino con tres mozos, había pescado, arroz, de todo, todo lo que era para una fiesta. “Ay señor lindo, dame fuerzas” (risas), llegó una camioneta ploma, cargadita de cosas, venía cocinera, gente para ayudar, y él tomaba la hora a cada momento, de ahí se fue, eran como la 1 de la tarde, y llegó una camionetita25 con toda una orquesta, mi hijito iba adelante, yo le decía a mi esposo “ay Diosito, no lo hagamos quedar mal, no importa, si es de pagar, yo pago pues”. Ya, armaron la orquesta y a mi me pusieron de espalda, yo me preparaba, me iba afilando, ¡para no acobardarme pues! Y don Juancito Lozada, el dueño, me dijo “señito, yo voy a bailar con usted, pero no se volteé”, uy yo, jugando, le dije “¡qué!, seguro me quieren sacar una foto de atrás, ¿no? (risas), y me acuerdo que tocaron la primera canción que ellos habían ensayado así para los bailes, “Enfermera”26, y yo bailaba, ¡pero no me dejaban voltear a ver!, y en eso me di la vuelta… ¡era mi hijito!, qué emoción papito te lo juro, nunca lo había escuchado antes, lindo lindo cantaba27. Yo decía siempre, seguro alguien me ha de salir cantante, porque yo tengo familia cantante28, y él desde chiquito ya, me acuerdo que acá, con unos amiguitos de esta calle29, se sentaban afuera, 7 años tendrían, y agarraban calabazos y los templaban con ligas, y con eso tocaban, y mi hijito cantaba con un calabazo de esos largos, esa fue su primera orquesta30. Me acuerdo que una vez, al puesto llegaron unos señores de canal 2, compraron algunas cositas y se fueron, y se les quedan unas llaves; por emisora comenzaron a llamar preguntando por las llaves, decían que quien las encuentre que dé aviso. Yo le dije a “Nene”31 cuídame un ratito el puesto, los vayan a castigar por perderlas32, y tomé un taxi, llegué al canal, hijito, ¡de verdad me habían tomado la foto de espaldas! (risas). Me habían hecho lo de la llave para regalarme esa foto. La habían ampliado, en un cuadro, grandaza. Tengo entendido que él estudió en el 229 y luego en el López Albújar, ¿cómo era Makuko como estudiante? ¿alguna anécdota? Muy bueno hijito, cuando salió del 229 lo felicitaron, era muy respetuoso, amiguero, educado. Me acuerdo que él, a veces habían pleitos en el colegio, como todo joven pues, y a él no le importaba que lo trataran de “maricón”, pero el se salía de la pelea, no les hacía caso (risas), nunca me vino golpeado ni nada. Una vez si, ese bandido, yo estaba yendo para el puesto, y lo encontré en una esquinita, abrazado estaba de una muchacha, para eso él tenía 12 años (risas), yo le dije “papito, muy chiquillo estás para esas cosas, ¿qué edad tiene la muchacha?”, “mi edad mamá, pero mamita, ¿qué edad tenías cuando te enamoraste?”, quince años tenía pues papito –me confiesa en voz baja-. Y para que la churre, buenísima salió, hasta el día de hoy está pendiente de nosotros. Me acuerdo para cuando mi hijo falleció, ella se enteró, vino con su

25 “… amarilla, hasta ahorita lo veo por ahí al señor en esa camioneta, viejito está…” Habla de la primera movilidad

de la orquesta. Será para una futura investigación saber de ese vehículo. 26 Cumbia original de “Ray Cuestas y sus Palacios”, la versión de Armonía 10 es muy difícil de conseguir. 27 Su mano en el corazón, nunca vi a alguien tan emocionado hablar de otra persona. Ese día comencé a querer mucho

más a mi madre. 28 “…allá en Tambogrande, yo soy Juárez Panta, ellos tenían una banda, puros Panta eran…” 29 “…uno que se llama César, está en Lima; otro esta en Estados Unidos, por todos lados andan…” 30 Lo bauticé como “Los de la Napo”. Yo tuve una orquesta a los ocho años, nos hacíamos llamar “Los Churres

Boys”, yo tocaba “la tarola”, mi mamá se molestó por malograr la tapa de una olla. 31 “…un señor que vendía café frente a mi puesto…” 32 Un digno ejemplo de solidaridad, tomar apunte.

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esposo, sus hijos. Nos acompañó bastante acá. Ella fue la que lo recibió en Lima (lágrimas). (…) Su paso por Agua Marina es casi desconocido, cuénteme un poco de eso Si, el estuvo ahí para cuando murió su papá33, él estaba en Agua Marina, pero fue una época corta. Antes había estado en Brisa Marina, igual en Sechura. Recuerdo que una de esas mañanas, el me dijo “reinita, me voy a Sechura”, yo me había ido al puesto, ya había abierto, y cuando veo a mi hijo, el menor, atrás de mi, “qué pasa muchacho, ¿me estás siguiendo?”, “no mamita, van para la casa, mi papá está mal”, soltó el llanto, un señor de mi confianza me cerró el puesto, me fui para la casa, de ahí a la Clínica Miraflores, en mis brazos murió, él también murió rápido34. ¿Cómo tomó Makuko las responsabilidades familiares? Ay mi hijito, cuando mi viejito fallece, como mi hijo menor tenía dieciséis años, Makukito nos dijo “no se preocupen, yo voy a luchar para que salgamos todos adelante”, “hijito, tu no tienes trabajo seguro”, él no tenía nada estable todavía, “no viejita, acuérdate de mi, te vas a sentir orgullosa de mi”, me abrazaba y lloraba, en esos días fue que grabó el sanjuanito, se lo dedicó a su papá35, triste fue todo eso (lágrimas). Armonía 10 aún no era muy conocido… No, aún no. Cierta vez, Walter Lozada36 nos envío un motor para la luz37, mi hijo estaba por Sechura cantando38, y él si, en ese sentido era bien nervioso, estaba bien molesto, que por qué habían hecho eso, ya luego Walter lo volvió a llamar39. No existe un registro de la orquesta, sino hasta la publicación de su primer elepé, en 1983. ¿Qué fue de la vida de Makuko y la orquesta durante la década del setenta? Hasta antes de 1983 a él lo llamaban para presentaciones, de manera temporal. Entonces él se sentía indignado, molesto, le incomodaba que lo dejasen de lado a pesar de haber venido desde “Los Blanders”40. Ya él en un

33 Su padre, Silverio Alberto Gallardo Chiroque (Chulucanas, 1924), falleció el 30 de enero de 1991. Registro de

defunciones de la Municipalidad Provincial de Piura. Partida 52 / Folio 52 34 Se toca el corazón. En ese momento trata de explicarme, a través de gestos, que su esposo murió de un paro

cardiaco fulminante, igual que su hijo quince años más tarde. 35 “El zapateadito” - Brisa Marina de Sechura. “…para cuando él la grabó, a mi viejito todavía lo estaban velando…”

http://cumbiapiurana.blogspot.com 36 Walter Lozada Floriano, actual director de la orquesta e hijo del fundador, Juan Lozada Naquiche. 37 El terrorismo y la ineficiencia gubernamental de la época, ocasionaban el corte continuo del suministro de luz. El

motor era para suplir a la corriente alterna. 38 Habla de Agua Marina y Brisa Marina. 39 El hecho de no estar en Armonía 10 lo desligaba de toda relación con la orquesta, entonces, resultaba muy osado

enviar un presente a alguien de quien se estaba distanciado. Las razones se explican líneas después. 40 Debido a su empleo temporal como cantante de Armonía 10, a mediados de la década del setenta, él viaja a la costa

ecuatoriana, donde se desempeña como cantante de varias orquestas.

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momento decidió no ir, Walter lo llamaba y él no respondía, ya no iba41. Ya después se arreglaron las cosas, ahí fue que grabó el primer disco42. ¿Cuánto cambió la vida de Makuko después de empezar a cantar a nivel profesional? Bastante, él grabó con su compadre Juancito43 el primer disco de 3344, luego, el año siguiente el señor murió, me acuerdo que fue para cuando se quemó el mercado, cuando a él lo estaban velando nosotros ya estábamos afuera, sin nada nos quedamos. Ahí fue pues que mi hijo saco la canción “Se quema el mercado”, ahí dice “para mi viejita… donde las cadenas rotas” y todo eso, es que a mi se me quemaron todas mis joyas ahí45. A él se lo llevaron a su tierra, él era de La Arena. Luego volvió a salir, seguía sin sentirse cómodo, ahí fue pues que estuvo por Sechura cantando, lo que te conté. ¿Qué tuvo que suceder para que Makuko se vuelva famoso? El antes y el después Si… tuvo una relación con la mamá de sus primeros hijos, no le fue muy bien, se separaron un poco feo, no puedo hablar de eso (…). De ahí el se fue a Trujillo con la orquesta, ahí se quedó y conoció a la mamá de sus hijos más chiquitos, la negrita le decía él en sus canciones. En esa época grabó esa que dice “vayas donde vayas tu nunca serás feliz”46. La cosa iba con dedicatoria Si (risas), incluso grabó algunos “Sanjuanitos mix” ahí también decía unas cositas. Pero para que, su otra pareja, Magaly, buenísima salió mi hijita, hasta el día de hoy se porta muy bien conmigo, con ella tiene dos hijos47. Más o menos, ¿en qué época empezó a salir de gira? (Piensa)… él empezó a salir así cuando ya estaba en Trujillo, eso es después del 93, porque antes no pasaba de Talara o Tumbes. Primero salió allá a Trujillo, salía para Chimbote, yo me acuerdo que una vez se fueron para Lima, fue el 92 creo, pero fue una vez no más, de ahí hasta el 95, 96. Hablando de la fama Como yo me crié con gente en el campo, no era mucho de esas cosas, no me gustaba tanto ese tema de la fama, pero con el tiempo veía a todo el mundo hablar de la orquesta, de mi hijito, y se me hinchaba el pecho de orgullo. Yo decía a mi papá “papito, tu me dejaste de chiquita, pero muchas gracias por ayudarme en todo, ayudarme a criar a mis hijos, por darme a mi Cholito”. Yo cuando salía con él, me llevaba a Catacaos, a Trujillo; me llevaba abrazada y

41 En este punto, cuando le pedí que me explique un poco más del problema, la noté un poco incomoda, quiso

esquivar el tema por alguna razón privada, yo no tengo alma de periodista, es decir, decidí dejarla en paz. 42 Disco de 45 RPM, INFOPESA, 1983. http://cumbiapiurana.blogspot.com/2009/09/1983-ano-de-lluvias-

torrenciales-de.html 43

Se refiere a Juan Lozada. 44

33 Revoluciones Por Minutos. Se refiere a “El chinchorro”, de 1984, 45

El incendio se produjo el 29 de abril de 1985. Se deduce a partir de eso que el señor Juan De Dios

Lozada Naquiche falleció el 27 de abril. “Se quema el mercado de Piura”, artículo del autor publicado el

15 de abril de 2009. http://www.correoperu.com.pe/correo/columnistas.php?txtEdi_id=7&txtRedac_id=REDTTR05 46

Tu castigo será verme feliz – Armonía 10 47

Sebastián Alberto y Alberto Junior.

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hacía que primero me saluden a mi, yo me sentía halagadísima. Pero mi Makuko era bien celoso conmigo (risas), a nadie dejaba que me mire (risas), yo ya estaba cincuentona ya, para qué pensar en esas cosas, peor todavía con tremendos leones que tenía por hijos, ¡se lo comían al hombre! (muchas más risas) (…). Hablando de la familia Con la familia era un amor, cuando venía de gira, venía con su mochila, y en el otro hombro siempre venía con un bolsón, ahí traía cositas para mi, para sus hermanos, para los sobrinos. A sus hijos, él tiene seis hijos de su primer matrimonio48, les daba de todo, les pasaba su pensión mensual. Era muy bueno. Hablando del gigoló Uy, cuando nos sentábamos acá, el se ponía mirando para afuera, pasaba alguien, con la miradita nomás empezaba. “Ya componte” yo le decía, “ya tas viejo, peladito, deja esas cosas”, “¿viejo yo? ché49, tengo para rato, a mi me siguen más que a Alan García!” (risas). Hablando de la muerte Yo tenía bastante miedo, cuando veía que morían cantantes artistas, yo le pedía a mi hijo que se cuidara bastante, él me trataba de despreocupar siempre. Una vez me dijo “mamita, el día que yo me muera, ni un gato va a quedar en las casas” y de verdad, se cumplió50. Venían artistas, visitaban, me contaban que se lo encontraban en Buenos Aires, en Santiago, en Europa, y él a veces los reñía cuando decían que andaban un poco mal, para él no existía esa palabra, como él decía “a mi me puedes ver “tizita”51, sonriente, ponme de cabeza, ni un real me cae”, él era bien optimista, por eso siempre trataba de evitar hablar de su salud o de algo negativo de su vida. Yo lo extrañaba mucho, tenía que poner el corazón duro. Él, así estuviese en la China, me llamaba. Yo no sabía que él se había ido para Europa, si sabía, no lo dejaba ir.52 Un día me llamó, me dijo que estaba en Chincha, pero ya estaba en París. Ya de ahí, de Francia me llamaba tres veces a la semana. Fue un día, que me llamó, el se molestaba cuando le preguntaba por su salud, me decía que estaba muy bien, pero sabía que no era así; ese día conversamos bastante, me recomendaba un montón de cosas, “viejita, te dejo mamita, estoy grabando”, porque estaba grabando. El día lunes conversó bastante con su hermano, el que está en Lima, me acuerdo que me recomendó bastante con él. El día martes, plan de nueve de la mañana, mi hija corre a coger el fono, yo la

48

“…cinco varones y una mujercita…” 49

Ché, vocablo regional que denota sorpresa, aunque actualmente tiene variados usos. Y qué piurana al

decir ¡gua!. Artículo de la revista electrónica “Desdelcampus” de la Universidad de Piura.

http://www.dircom.udep.edu.pe/boletin/arts/art2020.html 50

Por experiencia personal, puedo dar fe de que el día del entierro habían más de dos mil personas. Pero

el dato es muy vago, trataré de explorar más diarios para hallar un dato exacto. 51

Limpio, impecable. 52

Días antes de su muerte, Alberto salió de gira a algunas ciudades de Europa con el Grupo “América”.

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seguí, ya sentía algo malo porque, para eso, él ya había tenido una caída un tiempo antes…53 ….estuvo un mes en Trujillo, había caído mal en Chiclayo, mi yerno me llevó para allá, me dijo que me iba a llevar de paseo, como él tenía transporte de fruta, me iba a ir con él. Cuando me di cuenta, mis hijos también iban, ya yo sospechaba de algo, ya cuando llegamos me contaron, me dijeron que él estaba un poco mal54, la cantidad de gente que había en la clínica era para morirse, ¡una colaza!, ya mi hijo se recuperó y le dieron de alta, ¿y sabes lo que hizo el bandido?, esa misma tarde agarró su carro y con otras amistades, se fueron a Huanchaquito, ¡el bandido me subió y comenzó hacer carreras con sus amigos!, recién salido estaba, lo abrazaba, lo besaba, no lloraba… …. esa mañana le dieron la noticia, yo me tiré sobre un sillón, estaba desolada, no lo podía creer, era mi hijo. Pero sólo te queda seguir, me acuerdo que lloraba bastante, cada vaso de agua que me daban era un alivio. A los doce días de fallecido llegó a Lima, ahí lo recibimos en el aeropuerto, como gritaban su nombre las personas, lloraban, todos con sus póster. Y eran sentimientos encontrados, porque sentía pena, dolor, pero a la vez sentía emoción por ver a tanta gente siguiendo a mi hijito. En el bus, me acuerdo que todo el camino iban con música de él, todo el camino me acompañó, me cantaba las que más me gustaban, estuvimos en Trujillo una noche, en Chiclayo el alcalde le había puesto toda una capilla ardiente en la municipalidad, pero no nos pudimos quedar, ya eran trece días, era demasiado tiempo. Cuando llegamos a Piura, por todos lados, la gente corría atrás del carro que llevaba el féretro, yo me moría con la tristeza, en la casa, hijito, si no me moría con toda la pena, me moría asfixiada, ¡la cantidad de gente que llegó! Pero así fue, mi Makukito pudo irse a cantar arriba, con mi Diosito lindo. ¿Qué fue lo qué sucedió con el Grupo América? No es por hablar mal hijito, pero ese hombre era bien malo, el Jamanca55 fue malo, no fue mucho tiempo la relación aparte. Ellos venían para acá, pero no podían cantar, había mano negra, pero de eso no puedo hablar. ¿Su grupo preferido? Cuál, ¿mío o de Makukito? Suyo, también de él Bueno, a mi me gustan los pasillos56, Armonía 10, también los de Néctar57, que eran bien amigos con mi hijo. A él le gustaba más la música lenta, los boleros, la música de Los Pasteles Verdes58 y todo eso.

53

En este punto, doña María interrumpe su relato de la muerte para hablarme de la primera vez que su

hijo tuvo un ataque cardiaco, retoma la narración un rato después. Lo transcribo un párrafo después. 54

Unos meses antes de fallecer, Makuko sufrió un primer paro cardiaco. 55

Se refiere a Alfredo Jamanca, un conocido organizador de eventos y manager de orquestas zumbieras

del Perú. Actualmente dirige a los grupos “América”, “Papillón”, “Corazón Serrano” e “Internacional

Karibe”. 56

Género folclórico ecuatoriano. http://www.musica.ec/ecuador/music/el_pasillo_ecuatoriano.html 57

Grupo Néctar. Desapareció en un accidente el año 2007. Noticiero argentino informa del accidente:

http://www.youtube.com/watch?v=xPR_1zsjMtQ 58

Grupo de la “Nueva ola” peruana. http://www.lospastelesverdes.com/fr_historia.cfm

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La respuesta del público piurano, ¿le pareció suficiente? La gente cuando se enteró de todo esto vino para mi casa, cientos de personas, gente amorosa, siempre, por donde yo iba escuchaba música de él. No, no me puedo quejar, la gente le dio la cabida que se merecía a mi hijo, sus compañeros del mercado, de cuando el me ayudaba y vendía conmigo, de la música, sus amigos del colegio, del barrio. Después de todo, ver a toda esa gente reunida, aunque sea por una muerte, fue muy lindo. Cuéntenos un poco de usted. Es natural de… Yo soy de Tambogrande, de ahí de donde es la banda que te comenté. Yo soy Juárez Panta. Usted vino a Piura a los… Yo me vine para acá a los quince años, estaba churrita yo. ¿Con quién vino? Con mi esposo –se sonroja-, con él me vine para acá. Ah, el se la robó59 Si (risas), con el me vine, el era mayor que yo, pero yo estaba enamoradísima. Yo llegué aquí a Pachitea el 52, esto era una invasión, con mi esposo parábamos palitos, poquito a poquito. Se siente satisfecha de su vida Tengo más de setenta hijito, un hijo famosísimo, hijos que hasta el día de hoy están a mi lado, nietos que me alegran la casa, gente que me conoce por todos lados, compañeros del mercado que me quieren y me alegran, música que nunca se va acabar, ¿cómo no podría estar satisfecha con tanta cosa buena? Me despedí de ella en una tarde soleada. “Que seas muy feliz”, nunca creí escucharlo de una persona mayor, yo también le deseé lo mismo, y no fue por pura correspondencia. Volví a cruzar la Sullana, el charco ya no estaba, el sol lo había secado, salté una vereda, y ya estaba en el mercado modelo, listo para seguir volando, listo para seguir aprendiendo, de cada persona, de cada óptica de vida. Deseo que mi mundo sea amplio, deseo ser feliz como ella.

59

En las zonas rurales de la sierra del norte peruano, existe la costumbre de “robarse” a las novias. Esto

sucede porque el padre, debido a las usanzas, nunca dejaría que su hija se vaya con un hombre a vivir en

otro lugar. El joven debe llegar una noche a escondidas, y llevársela en caballo; meses más tarde debe

regresar, con ella, a pedir su mano, el padre azotará a la hija y luego, tras recomendaciones, cederá al

matrimonio. Esta costumbre se extiende a las áreas margínales de las ciudades a donde llegan estas

familias. La cosa no es muy poética, pero así sucede.

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