Entrevista Mauricio Fernández

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Entrevista para el Ing. Mauricio Fernández Imagine que la primera pregunta la formula un niño: ¿a qué se dedica? A trabajar por mi país. ¿Qué estudió? Ingeniería y maestrías en administración y economía. De volver a empezar, ¿estudiaría lo mismo? Sí. ¿Era bueno en la escuela? De chiquillo no, de más grande sí. Empecé mal y terminé graduado con honores en la universidad. De niño, ¿emprendió algún negocio? Sí. De venta de monedas, armas… muchas cosas. En el ámbito de negocios, ¿cuál ha sido su experiencia más difícil? Pues toda la vida… en los negocios que he tenido, siempre lo tienes que ver como grandes retos. Siendo director de finanzas de uno de los grandes grupos de Nuevo León, o de México, me tocó la devaluación del 76’. Yo tendría no me acuerdo qué edad, veintitantos años, era director de finanzas, y a los 30 era director general. Tenía 7000 gentes bajo mi mando en Casa Solar en el Grupo Alfa. He tenido responsabilidades, llegué a tener ahí 37,000 gentes. Entonces siempre han sido retos muy importantes, no puedo pensar que uno u otro. Cada momento, en su tiempo, fueron complejidades muy grandes y día a día resolviendo. ¿Y la experiencia más satisfactoria? Pues la vida. Yo creo que esto tienes que verlo como un acumulamiento de cosas y no un incidente en particular. Yo creo que cada uno te va dando forma de analizar y disfrutar tu siguiente reto, no son cosas aisladas. Yo lo veo como ponerte una meta a largo plazo, irle buscando… nunca vas en línea recta, pero buscar no perder el rumbo. ¿Qué persona ha influido más en usted? Tal vez mi abuelo, Roberto Garza Sada, que en paz descanse. En un incendio, ¿qué libro salvaría? Pues mira… dependiendo qué hubiera de libros o no libros. Yo no te puedo decir que tenga uno que lo viera en un incendio como el libro que lamentaría la humanidad. Tengo algunos libros que

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El alcalde de San Pedro nos habla de emprendimiento en entrevista exclusiva para EjecutivoTEC.

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Entrevista para el Ing. Mauricio Fernández

Imagine que la primera pregunta la formula un niño: ¿a qué se dedica?

A trabajar por mi país.

¿Qué estudió?

Ingeniería y maestrías en administración y economía.

De volver a empezar, ¿estudiaría lo mismo?

Sí.

¿Era bueno en la escuela?

De chiquillo no, de más grande sí. Empecé mal y terminé graduado con honores en la universidad.

De niño, ¿emprendió algún negocio?

Sí. De venta de monedas, armas… muchas cosas.

En el ámbito de negocios, ¿cuál ha sido su experiencia más difícil?

Pues toda la vida… en los negocios que he tenido, siempre lo tienes que ver como grandes retos.

Siendo director de finanzas de uno de los grandes grupos de Nuevo León, o de México, me tocó la

devaluación del 76’. Yo tendría no me acuerdo qué edad, veintitantos años, era director de

finanzas, y a los 30 era director general. Tenía 7000 gentes bajo mi mando en Casa Solar en el

Grupo Alfa. He tenido responsabilidades, llegué a tener ahí 37,000 gentes. Entonces siempre han

sido retos muy importantes, no puedo pensar que uno u otro. Cada momento, en su tiempo,

fueron complejidades muy grandes y día a día resolviendo.

¿Y la experiencia más satisfactoria?

Pues la vida. Yo creo que esto tienes que verlo como un acumulamiento de cosas y no un incidente

en particular. Yo creo que cada uno te va dando forma de analizar y disfrutar tu siguiente reto, no

son cosas aisladas. Yo lo veo como ponerte una meta a largo plazo, irle buscando… nunca vas en

línea recta, pero buscar no perder el rumbo.

¿Qué persona ha influido más en usted?

Tal vez mi abuelo, Roberto Garza Sada, que en paz descanse.

En un incendio, ¿qué libro salvaría?

Pues mira… dependiendo qué hubiera de libros o no libros. Yo no te puedo decir que tenga uno

que lo viera en un incendio como el libro que lamentaría la humanidad. Tengo algunos libros que

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aprecio mucho como El Arte de la Guerra, una sobrevivencia en un mundo de humanos cada vez

más complacidos, pero hay mucha gente muy espiritual que tal vez buscaría otros. Te digo, no

sería tal vez mi prioridad de qué salvar.

Alguna película que haya disfrutado en especial.

Pues mira, desde muy chico me gustan muchísimas… La Trilogía de El Padrino, La Guerra de las

Galaxias, sobre todo cuando empezaron con grandes innovaciones cinematográficas para mí fue

muy importante.

Si pudiera ir a cenar con cualquier persona, viva o muerta, ¿quién sería?

Tal vez con Walt Disney.

De todo lo que ha hecho hasta ahora, ¿qué es lo que más le ha gustado y por qué?

Es lo que te digo, yo he visto la vida como cambiar de trabajos, he tenido de todos, muy técnicos,

muy financieros, muy comerciales, políticos, de todo… culturales (también). Entonces, a mí la

amalgama de ellos es lo que me encanta.

Cuéntenos del momento clave en que se dio cuenta que iba en serio lo de la política.

Sí, yo desde muy niño conviví mucho con mi padre, él fue el fundador del partido (PAN) aquí del

estado. Desde muy chico lo acompañaba y pues yo creo que era más una cuestión de tiempo. Tuve

muchas actividades, tuve muchos trabajos. Ya cuando tuve oportunidad de empezar a participar lo

hice con mucho gusto. Como hace 30 años que fui alcalde de aquí… hace 25 años.

A pesar de que su padre fue miembro fundador del Partido Acción Nacional, entrar en la política es

una decisión controversial. En su casa ¿lo apoyaron o estuvieron en desacuerdo?

Siempre me apoyaron. De hecho no soy el único, tengo una hermana que también es muy activa

en la política. Mi abuelo también apoyó muchísimo, en una visión tal vez más institucional, pero de

hecho es donde yo conocí a Manuel Gómez Morín, fue en la casa de mi abuelo.

¿Quién es su héroe nacional favorito?

…¿mi héroe nacional? No, no te sabría decir quién sería.

A nivel personal, ¿considera que ha cumplido con su objetivo de trascendencia?

Yo no lo veo así tampoco, el trascender o no trascender, yo creo que tienes que tener una

conciencia de irte mejorando a ti mismo y tratar de dar lo mejor de ti. Y lo otro es que tengas muy

claro que la vida tiene un término y que algún día nos vamos a morir. Es lo que yo llamo

aprender a vivir una vida plena, es para mí un tema fundamental. ¿Qué haría si yo me muriera en

un año? No cambiaría nada. Y hay gente a la que sí le estruja ‘oye, si te murieras en un año, ¿qué

harías?.. ¡Nombre! ¡Cambiaría todo!’ Pues les digo que lo cambien de una vez, ¿quién te garantiza

que no te vas a morir?

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Nos puede platicar un poco de los libros que ha escrito hasta ahora.

Fundamentalmente, uno ha sido sobre numismática, de una parte nueva que nunca se había

escrito sobre ella, la emisión de monedas municipales fundamentalmente en el siglo XIX, ese lo

escribí en 1979 con muchos años de investigación. Otro libro fue más sobre el proyecto que yo le

llamo proyecto de vida, que es mi casa, La Milarca, que en el momento dado va a quedar como

museo, y es toda una visión de muchísimos años de proyecto, como de 30 años que estuvimos

trabajando ahí. Ese libro me costó muchísimo trabajo escribirlo porque tiene desde las partes

técnicas, anecdóticas, te trata de llevar en una historia de la mano, sobre cómo ha sido este

proyecto. Ese fue otro libro que gocé muchísimo. Y ahorita en todos los proyectos que traigo,

fundamentalmente, están en el tema numismático.

¿Tiene alguna publicación en mente a corto plazo?

Sí, estamos trabajando ahorita junto con un gringo, trabajando en un libro sobre los centavos

porfirianos, básicamente en 1862 y 1898 emitidos por varios estados de la república.

En nuestro México, ¿es posible la poesía?

¿La poesía? Hemos tenido grandes poetas, por supuesto. Yo creo que en México es posible todo.

Creo que simplemente hemos empinado muchas cosas, si tu agarras el México de los treinta, de

los cuarentas, que tenías yo creo el primer nivel intelectual aquí en México. Lo triste es ver por

qué hemos perdido esas grandes bonanzas en las cuáles hemos estado.

Algún estadista que considere un ejemplo digno de político, puede ser a nivel mundial o nacional.

Mira, yo no lo veo tan fácil darte un nombre porque creo que en cualquiera de ellos tendrías que

tener una justificación amplísima para decir por qué, y no creo que sea el tema de una entrevista

tan corta para podértelo ampliar. Sin duda, hay muchas gentes a las que les he seguido

trayectorias, gentes que han logrado grandes cambios. Uno así, muy en corto, con el que todavía

trato y que le tocó ser presidente cuando yo fui alcalde fue Carlos Salinas de Gortari, hizo unas de

las grandes transformaciones de este país, por lo menos que me tocó convivirlo con él. Sería uno

que, creo, en la parte electoral, en la parte democrática, en la parte de sindicatos, en la parte de

puertos, en la parte del campo… modificó una barbaridad de las cosas sin tanto espaviento y eso

se me hace muy loable.

Un error y un acierto que haya cometido en el ámbito empresarial.

Pues mira, errores, muchísimos. Yo creo que es de los que aprendes en la vida, no de los aciertos,

aprendes de los errores. Yo los errores los aprecio mucho porque lo que tratas es especialmente

aprender de ellos y no volverlos a cometer. Los aciertos es nunca tomarlos en cuenta, porque

luego de finteas de que vas muy bien o que lo estás haciendo bien, porque puedes tener todos

los aciertos que quieras, vendrá un error en una fecha próxima. Y si no, pues yo te lo diría, tan

sencillo, que me digas en el beisbol, ¿quién batea mil? Los mejores bateadores del mundo

batean como cuatrocientos, por más buenos que sean y sean los mejores bateadores del

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mundo, los ponchan y sacan faules. Entonces, es mejor tirarle a ser el mejor beisbolista del

mundo y si llegas a batear quinientos pues créeme que te van a hacer monumentos. Pero si le

estás tirando a batear mil, yo creo que nunca lo vas a lograr. Entonces no hay que ponerte metas

irreales o utópicas, el sentido de la vida es aprender de errores y de aciertos, yo te aseguro que

esos grandes beisbolistas aprenden de sus errores cómo irse mejorando para cada vez ser

mejores, no tanto del acierto. Creo que te enseñan mucho más los errores. Hablar de perfección,

del ‘no me equivoqué nada, siempre hice todo perfecto’, eso no existe.

¿Podría hablarnos un poco sobre su futuro? ¿Qué le espera tras acabar su período como alcalde?

Fíjate que yo agarro mis épocas como tales, tengo muchísimos proyectos, tanto trabajar por

México, no son ninguno de ellos nada sencillos ni he tenido tiempo para dedicarles, ver si se

acaban armando o no. Tengo un proyecto de hacer un Museo Nacional de Historia Natural, el libro

de numismática, tengo muchisísimas cosas… Estoy en tratos, en pláticas para proyecto de

consenso nacional en estructura de gobierno, en el partido político, tengo muchísimas cosas. Pero

la realidad primero voy a salir, luego descansar un poco, luego ya veré si sale algo.

Se agotaron las entradas para ver el documental sobre su vida El Alcalde (The Mayor), ¿dónde

podemos encontrarlo?

Pues mira, ahorita está a nivel de festivales. Se presentaron siete funciones, todas, cada vez que

abrían una, la llenaron inmediatamente. Pero la realidad yo le tengo que dar un espacio al

programa que traen los productores, entiendo van ahora en octubre al festival de Morelia, el más

grande de México… ahí es por invitación, y ya fuimos invitados. El 8 de noviembre inauguramos el

festival de la ciudad de México, la película con la que inauguran es la mía, es una gran distinción y

reconocimiento, luego vamos al de Guadalajara, y luego van a alguna gira internacional que no sé

ahorita cuáles festivales van a estar incluidos. Yo espero por marzo la película deba de poder salir

al público.

Algún consejo referente a comenzar un negocio para los lectores de EjecutivoTEC.

Mira, yo siempre he visto los negocios en una visión de nichos. Lo que tienes que entender es tu

capacidad de detectarlos. Pero por más grande que sea una industria de algo, siempre habrá un

complemento de pequeños negocios que en algunas especialidades se puedan hacer grandotes.

O pequeños negocios que tengan potencialidad de hacerse grandotes. Yo conozco muchos

ejemplos de gente que empezó chiquitito y se hizo gigantesco, o ejemplos que nacieron

mundiales, y fue más una idea que otra cosa. Por decirte un ejemplo muy sencillo, un amigo mío,

que son petroleros muy grandes, y él lo que empezó a hacer fue a comprar capacidades ociosas de

refinerías en el mundo que te las daban a precios marginales básicamente sobre costos variables.

Y empezó también a comprar petróleo en todo el mundo con diferentes cualidades de materia

prima. Entonces él decía ‘el petróleo lo agarro de aquí, lo refino en tal país y luego lo vendo los

productos en tal otro país’, fue una matriz de computadoras, porque él nunca construyó una

refinería, simplemente les rentaba capacidad que no usaban algunas refinerías. Y luego pues

andaba buscando qué petróleo ocupaba para hacer qué producto final. Hay proyectos, como este,

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que a mí se me hizo una verdadera genialidad, porque arrancas mundial y era embonar cosas. Por

eso te digo, creo que es más la capacidad del ingenio, y si no, pues ahí están compañías como

Apple y demás que estamos viendo ahora… grados de valor a las compañías que tal vez nunca

habíamos visto en la historia, son gentes y jóvenes que lo hicieron hace relativamente poco. Por

darte una idea, cuando yo estuve en la universidad, alguna gente piensa que hace tanto, pero no

es hace tanto. La computadora más grande que había en la universidad era la 70-94 de IBM que

había nada más otra de ese tamaño en el mundo, que era la que tenía la NASA para mandar los

cohetes a la luna. Y tenía 265K. Un cuarto de un Mega. Y con eso, esos locos se fueron a la luna.

Pero bueno, por eso te digo que, para mí… no cabía en un estadio de fútbol la computadora,

porque era más grande que un estadio de fútbol con aire acondicionado. ¡Y tenía 256K! Ahorita ya

andas en Gigas. Por eso te digo, vamos a una velocidad tan importante. Otra reflexión te diría,

que si analizas todos los negocios que hicieron a México en el siglo XIX, no existe ni uno.

Nosotros estamos basados en las mezcalerías, en las haciendas, en el petróleo, en las compañías

eléctricas, que era privado todo… No quedó nada. Ferrocarriles, montonales de compañías

ferroviarias, montonales de bancos. Lo que tienes que entender, más que todo, la gran

recomendación que te diría es: vean la velocidad a la que vamos cambiando. Porque eso es

donde te puedes adecuar, y si no le entiendes es donde te pueden desaparecer. Porque las cosas

van tan rápido, que la gente que le entiende a esa velocidad son los que están empezando a hacer

ahorita grandes negocios, y de esos cada día están saliendo nuevos. No es que salga mañana, pues

es mañana. Y el que salga el año que entra, pues es para el año que entra. Pero lo que sí tienes

que pensar es que estás en un constante mercado de oportunidades que está saliendo ahorita.