entrevista part 2

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Formalmente informal. Reservadesde las 13.30 para la entrevistasin límite hasta un compromiso que

tendría tres horas más tarde. Abrumadopor la predisposición, me siento en el des-pacho e inmediatamente comenzamos laentrevista hablando de distintos aspectosde la universidad, la política y la coope-ración al desarrollo.

FRANCISCO MEDINA es un hombre de go-bierno que no solo está dispuesto a arre-mangarse, sino que lo hace constante

mente. Un hombre de Universidad en elsentido clásico; una persona que participaen la calidad de los servicios que tocan(sea en ámbito docente, investigador, dedirección, mediación, etc). Por otro ladosu diligencia y compromiso le eximen deadoptar cánones metodológicos impuestos(en la era de los modernos conceptos decalidad y eficiencia). El arrojo y dedica-ción le permiten proyectar una perspec-tiva crítica dentro de la tradicionalpretensión de aparencia de pulcritud, quesigue reinando en los equipos directivos

Director de la Oficina de Cooperación internacional al Desarro-llo en la Universidad de Sevilla. Compromiso y estrategia enpersona, un canal de recursos en sí mismo que bien dirigidohace crecer todo tipo de proyectos.Redacción y fotografía: Javier Guzmán..

MEDINA

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de la administraciones públicas.

QUE LA UNIVERSIDAD PÚBLICA no estápasando por un buen momento y queesto evidentemente afecta a la Univer-sidad de Sevilla es una premisa de laque hay que partir para empeazar ahacer Universidad de excelencia. Nosencontramos en un contexto genérico

de crisis económica, política y social,en el que la educación, especialmentela universitaria, no atraviesa el mejorde sus momentos: reducciones presu-puestarias, cambio en modelo de finan-ciación, cambio de las dinámicaspolíticas internas, dificultades en lasvías profesionales para los egresados...y una desmotivación general que im-pregna el ambiente. El profesor Medinahace un análisis realista de la Univer-sidad de Sevilla: “una Universidad ex-celente en ningún área aunque sí quetenemos áreas muy excelentes. Somosuna Universidad, comparativamentecon el resto de universidades españo-las, muy del medio. En nuestro con-texto, la probabilidad de que sigateniendo la misma fuerza o incluso deque la incremente es muy alta, es una

Universidad grande de titulacionesgrandes, grupos de referencia en las ti-tulaciones (en investigación y docen-cia). A nivel comparativo no obstantetambién habría que tener en cuenta uncontexto que dificulta que la Universi-dad de Sevilla prospere: no hay un aba-nico de organizaciones a las querecurrir para hacer investigación, tam-

poco hay tejido productivo que permitaacoger a los egresados. En ese sentidocualquier universidad de Madrid o Bar-celona tienen una mayor ventaja, unmayor potencial de crecimiento”. Elprofesor Medina deja de lado el exce-sivo entusiasmo que tienen algunos di-rigentes con la universidad deexcelencia y hace un análisis rigurosoy por ello, de referencia. Se queda fuerade todo maniqueísmo umbertista, laclá-sica división entre lo apocalíptico o lointegrado se queda simplista.

EN EL ESTATUTO de la Universidad deSevilla ya existía de manera ambiguala predisposición para trabajar con lospaíses subdesarrollados. La Disposi-ción Tercera explica: “La Universidadde Sevilla asume el compromiso de co-

laborar con los países en desarrollo,destinando anualmente a tal fin unaparte de sus recursos que se aproxi-mará, en la medida de lo posible, a un0,7 por ciento de su presupuesto de gas-tos. Se promoverán para ello activida-des específicas tales como conferencias,programas de doctorado o becas paraestudiantes de tales países, u otras si-

milares”. En 2008 llega el mo-mento en el que la responsabilidaden el ámbito internacional germinay da como fruto la Oficina de Co-operación al Desarrollo: “A nivellocal la Universidad siempre ha te-nido una responsabilidad socialentendida de manera amplia, unaUniversidad fuerte con un buensistema de protección social [ser-

vicios del SACU]. En el ámbito inter-nacional había una unidad de gestiónque resolvía los proyectos que llegaban,pero no existía el lugar donde se discu-tía, se fomentaba y se creaban nuevosproyectos”. La Oficina de Cooperaciónformaba parte del proyecto político delRector Joaquín Luque, que cedió enMedina la responsabilidad de hacer cre-cer el proyecto.

RETOMAMOS EL PANORAMA generalresultado de la cadena de medidas deausteridad que ha aplicado el Gobiernode España. La Agencia Española de Co-operación Internacional al Desarrolloha sido objeto de un recorte de más del70% en el reajuste del presupuesto mi-nisterial. Al preguntarle a FranciscoMedina por este asunto se le intuye

“EN LA US TENEMOS UN FUERTE PROGRAMA DEPROTECCIÓN SOCIAL, Y DESDE LA CREACIÓN DE LAOFICINA SE EXTIENDE AL ÁMBITO INTERNACIONAL”

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(dentro de la paciencia y el equilibrioque irradia) ligeramente irritado: “Seha terminado con los fondos para coo-peración al desarrollo. La cooperaciónse ha aniquilado”. Da la sensación deque no parece tan irritado por el desan-gramiento económico de los presu-puestos en materia de cooperación (queobviamente también) sino por el altogrado de incredu-lidad de las medi-das. Por ideologíapolítica parecíaprevisible quepara el Gobiernodel Partido Popu-lar la cooperacióninternacional aldesarrollo seríaobjeto de la política de austeridad, noobstante, la desproporción del recorteha provocado la desaparición de las es-tructuras que durante años se han cons-truído con esfuerzo personal yeconómico. Los objetivos no se han lo-grado, las relaciones con los países seperderán en corto espacio de tiempo;los beneficios intangibles que la coope-ración al desarrollo aportan al país sehan venido abajo, y Medina, que per-cibe el mundo en clave estratégica,afirma que el Gobierno ha perdido conla cooperación al desarrollo un compo-nente estratégico en el ámbito de las re-laciones internacionales: “Lacooperación no existe, las partidasdelPresupuestos Generales del Estado queiban orientadas a los programas de co-operación universitaria han desapare-cido. Se han cargado el programa decooperación interuniversitaria [PCI] yen las becas del Ministerio de AsuntosExteriores, solo se permiten renovacio-nes. La cooperación universitaria no

existe. El Gobierno no entiende que lacooperación científica y universitariasea prioritaria”. ¿Coyuntura económicao ideología política?, le pregunto. “Laderecha no cree que haya que sustentarla solidaridad a través del Estado, sinoque debe ser objeto de la propia inicia-tiva privada e individual. El cristia-nismo está detrás de la ideología de

derechas, destinan dinero para la soli-daridad, pero es una solidaridad asis-tencial, de tengo la concienciatranquila, pero eso no promueve eldesarrollo. Entendemos la solidaridadcomo una cuestión colectiva de respon-sabilidad o de derecho: hemos sido her-manos de unos determinados pueblosdurante mucho tiempo, ahora están endesigualdad con respecto a nosotros ypor propia justicia, actúo. Es una co-rriente ideológica distinta a la que go-bierna. Hay proyectos que handesaparecido al 100%. Pensando estra-tégicamente eso significa que nuestraposición como país en determinadasáreas geográficas se va a debilitar endos, tres, cuatro años. Nuestro poten-cial exportador de desarrollo vinculadocon esos países también se va a debili-tar. En el caso de África o América delSur por ejemplo, al Gobierno le con-viene [ya pensando egoístamente,añade, este por supuesto no es el obje-tivo de la cooperación al desarrollo]

mantener una vía de expansión de losproductos españoles, mantener una redinteresante a través de esta diplomaciaparalela, hace mantener al Estado espa-ñol con otros países gracias al vínculode la cooperación se mantienen reunio-nes con esos gobiernos, se es un paísquerido, y eso por supuesto, a la largaes beneficioso para nosotros”.

Tras los co-m e n t a r i o ssobre los dis-tintos mode-los dedesarrollo yla influenciadel cristia-nismo en lasnuevas co-

rrientes ideológicas que nos gobiernan,le pregunto por la fe. Se autodefinecomo creyente dudoso, tras ladear conla cabeza en varias ocasiones inten-tando definir la dirección de su orien-tación espiritual. No obstante, en laincertidumbre de sus creencias religio-sas, remarca que en ningún momentolas cuestiones de fe no influirían en suvisión de la cooperación al desarrollo:“En la Iglesia española, la solidaridadinternacional es el último mono. Lesinteresa relativamente poco y meconsta que ante la escasez de curas haypresiones desde las diócesis para queaquellos que están haciendo coopera-ción regresen a España”. Parte de la ex-periencia de la diócesis de Badajoz, laque mejor conoce. Distingue esta Igle-sia de la otra Iglesia: la de América La-tina o África, los cooperantes de laIglesia trabajan full-time y funcionancon disciplina, control, buena gestióneconómica y gran capacidad de movi-lización social, con lo que son potentes

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“EL GOBIERNO NO HA CALCULADO LAS PÉRDIDASQUE SUPONE PARA ESPAÑA ROMPER TODOS LOSLAZOS CON LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO”

BURKINA FASO. La Oficina de Cooperación

participa en la construcción de la Escuela de

Bantogodó, proyecto de la Asociación Dubabu.

Fotografía: Manuel Vilches

Francisco J. Medina (Sierra deSegura, 1970) ha visitado numerosasveces Perú. La Oficina de Cooperación alDesarrollo mantiene varios proyectos allí:

“Te encuentras con un gran desierto ycasas, todo lleno de tierra: solo una carre-terita recientemente asfaltada. Las casashechas de adobe y techos de chapa, demuy mala calidad. Te das cuenta que a me-dida que subes el cerro, encuentras depó-sitos de agua y casas hechas con esteras. Aquello es fuerte... Hay una región llamadaJicamarca en el que tenemos un proyecto.Hay una pequeña posta de salud que nos-otros hemos apoyado a través de una pro-fesora de enfermería. Allí los niveles denatalidad son muy elevados, las niñas sequedan embarazadas muy jóvenes. El hos-pital más cercano está lejos y no existe lasanidad pública. En la pequeña postita hayrecursos para atender a las personas y de-cidir si necesitan un hospital o no...”

aliados de la cooperación al desarrollo.Comparte que probablemente el su-puesto altruismo lleva detrás un altogrado de interés en la proyección inter-nacional de la religión católica, no obs-tante, afirma con alguna excepción lagran labor que los cooperantes religio-sos hacen en el mundo. Entre las ex-cepciones: “es habitual que seanmandones y controladores. Tienen aveces una visión de superioridad con lapoblación local y se pierde uno de losprincipios básicos de las intervencionesde desarrollo: ceder el poder y largarte.Preparar a la gente para cuando te mar-ches. Delegar poder en la colectividadlocal para que tiren adelante”.

ENTRE LOS PROYECTOS de coopera-ción que más le han marcadoestá la ex-periencia de Bantogodó, en BurkinaFaso: “fue escaso tiempo pero pude co-nocer África, África [reitera], Áfricaprofunda”. También recuerda Palestinacomo una experiencia fuerte: “uno sabelo que hay, pero es un impacto emocio-nal fuerte cuando lo ves, la tensiónentre Jerusalém y Ramala, la brutal di-ferencia entre los sitios, el paso por loscheckpoints, el análisis tan interesantedel poder que allí se ejerce, la humilla-ción, la desigualdad entre las relacionesde poder entre una población y otra...”¿Está comprometida la Universidad deSevilla con la causa Palestina? Afirmarotundamente “Sí. Creo que en Españay especialmente en Andalucía simpreha habido una especial simpatía por elpueblo palestino. Aquí tenemos aMaría José [Lera, profesora de Psico-logía coordinadora de los proyectos de

Palestina], que ella simboliza todo eseactivismo. Creo que si María José noestuviera la Universidad también man-tendría una relación de simpatía. Tam-poco hay especial relación con Israel,no por motivos concretos como ocurreen las universidades noruegas, simple-mente no han surgido...”. La Oficina deCooperación hace una contribuciónmuy técnica, más que activista, a Pales-tina: “desarrollamos la titulación deeducación, que tiene una proyecciónsocial muy amplia, dirigido hacia loscolegios y la atención diaria con elalumnado. Consiste en capacitar a losprofesores universitarios para que a suvez capacite a los profesores que se di-rigen a los niños, creando una capaci-tación en cascada. Creo que esto lohacemos muy bien”.

TRAS UNA HORA DE ENTREVISTA hace-mos un descanso y nos vamos a almor-zar para continuar hablando, ahora deasuntos más personales. A pesar de lasevidentes tareas que llenan su agendacotidiana en todos los ámbitos: de do-cente, investigador, miembro del go-bierno de la US, padre, etc., no hacemás gestión que coger su teléfonomóvil y ya está listo para salir a comer.Su compromiso con la entrevista era talcomo parecía. Buscamos un sitio cer-cano al Centro Internacional y entra-mos en Paco Meralgo, cafetería-barcatalana cercana a Gran Plaza.

FRANCISCO, conocido en su entornocomo Quico, creció en un entorno en elque se impregnó de unos valores total-mente ajenos a los que ahora exporta la

sociedad del dispendio: “No teníamosdinero ni había consumo, vivir con loque se tenía. Nada de educación consu-mista. No había dónde comprar laCoca-Cola. Eran estrategias para sobre-vivir.” En ese contexto y sin posibili-dad de optar a salir de Badajoz parapermitirse una educación alejada delámbito rural, ingresó como interno enel seminario de Badajoz, una de las me-jores opciones educativas en términoscualitativos. Allí conoció a los mejoresamigos que ha tenido (y tiene) y co-menzó a forjarse su sistema de pensa-miento, con lo cual, una de las etapasmás concluyentes de su vida. Destacala formación de calidad que recibió enel seminario. Las escuelas religiosaseran los únicos centros con más omenos calidad en la enseñanza que sepodían permitir las familias del entornorural: “Había gente del Opus por unlado y gente muy roja, de la Teoría dela Liberación por otro. Diversidad deformadores, te tocaba cada uno del aba-nico ideológica. Cognitivamente todoel mundo tenía algo que aportar, he te-nido profesores muy muy buenos. Mehan enseñado desde pequeño a valorarla ciencia y la investigación.”

Combinó con la educación religiosasu participación en actividades extraes-colares como la asistencia en barriosmarginales, como Las cuestas de Ori-naza, de Badajoz, donde empezó atomar conciencia de la existencia deuna realidad injusta. “Toco la guitarradesde que tenía 12 años, me gustaba enaquella época. Tocaba la guitarra entodos los actos [en los barrios margina-les]. Por aquella época escuchaba a Su-

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PERÚ. Francisco J. Medina

en una de sus visitas.

Fotografía: Ana del Bosch

pertramp, Dire Straits, Pink Floyd,Jimmy Hendrix...” En su reproductorMP3 mantiene toda la discografía deDire Straits.

LUEGO SE CANSÓ de la educación reli-giosa, y a diferencia de suscompañeros (que en mayoríaderivaron a la educación supe-rior religiosa, como la Univer-sidad Pontificia de Salamanca)se vino a la Universidad de Se-villa: “Fui muy golfo y hastatercero no retomé la formaciónque recibí en el seminario. Alacabar, estuve haciendo asig-naturas de segundo ciclo demarketing y me centré en eldoctorado. En principio hice tres o cua-tro estudios pequeños, desde 1993hasta 1996 que definí la línea de inves-tigación: hice temas de niños (trabajosen América Latina sobre la conductaantisocial). Al final me decanté por unalínea de investigación en temas de me-dicación y resolución de conflictos. Esemismo año me apunté al Máster en or-ganizaciones y a partir de ahí me he de-dicado hasta ahora.”

LE PREGUNTO, por ser experto en reso-lución de conflictos, por el caso de abu-sos sexuales que fue tan sonado en laUniversidad de Sevilla hace dos años.Dos profesoras y una becaria denuncia-ron al director de un departamento uni-versitario. “Lo vi desde fuera. Loutilizo como introducción en mis cla-ses, para explicar como las medidasinstitucionales que se tomaron no fue-ron efectivas, no resolvieron el con-

flicto sino que lo agudizaron. Se pue-den utilizar varias formas de resolverun conflicto y en este caso la Universi-dad aplicó estrictamente la ley, que loque hizo fue exacerbar el conflicto”.Me sorprende, no había oído hasta

ahora a ningún miembro del equipo degobierno haciendo autocrítica sobreeste caso. De hecho parece que la polí-tica de comunicación de la Universidadha optado por obviar este asunto antelas insistentes preguntas de los perio-distas. “Tal como empezó el conflicto,la Universidad lo que hizo fue actuarconforme a la ley. Si tiene pinta de ve-rosimilitud, lo que la ley dice es quedebe actuar el sistema judicial. Pero laUniversidad se quedó expectante; elsistema judicial dos años después aúnno ha dicho nada. Ante esto la Univer-sidad debería tener protocolos de tra-bajo. Ante una situación de ese tipocómo actuar, tener herramientas parapoder actuar. Y reequilibrar el poder,independientemente de quien tengarazón en la situación existía un des-equilibrio de poder y cuando esto ocu-rre hay que romperlo. En este ejemplo,el caso es un departamento, una medida

sería que dentro del departamento, lapresunta víctima va a responder ante elagresor. Y el agresor va a dejar de serDirector de Departamento para ella,existen herramientas para que esto seaposible. La Universidad trató de actuar

con diligencia, actuó conforme ala ley pero todos quedaron enuna situación desequilibrada. Esuna situación que debería ha-berse trabajado más”.

TRAS ESTAS DECLARACIONESconcluyo la entrevista con lamisma sensación con la que co-menzamos: El compromiso deQuico Medina y de la Oficina deCooperación no es superficial ni

reflejo de una estrategia de marketingsocial, como ocurre en otros proyectossolidarios de instituciones públicas yprivadas. Quico responde con seguri-dad a los retos, a la altura de una insti-tución académica que busca laexcelencia y mantiene una perspectivarealista, ejerciendo autocrítica cons-tante, personal e institucional. Queda elsentimiento de que la Universidad Pú-blica, que está cayendo en una voráginede desprestigio, siempre tiene garanti-zado un futuro en la medida en que susmiembros no pierdan el compromisopor el progreso y el cambio social diri-gido a los valores de igualdad y justi-cia. Quico ultima el chipirón a laplancha, me cede el último cubito de fi-letede mero al limón. Yo me quedo mi-rando el desaprovechado marisco de mitapa de paella y me retiro de la entre-vista con la sensación de que se hanquedado muchas cosas por explotar.

“EN EL CASO DE LOS ABUSOS SEXUALES, LAS MEDIDAS DE LAUNIVERSIDAD NO SOLO NO FUERON EFECTIVAS, SINO QUEAGUDIZARON EL CONFLICTO”