ENVEjECE UNA ¿A qUé EdAd REVOLUCIÓN? - Letra … · Omar Arriaga Garcés Variaciones sobre un...

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VERDI: el artista en su bicentenario Erick Alba Omar Arriaga Garcés Variaciones sobre un tema de MUERTE Ángel Fernando Acosta Gabriel Trujillo Francisco Valenzuela Franca Letra Lecturas para entender nuestro tiempo | Número 20 Noviembre 2013 Año 2 25 pesos DOSSIER: CULTURA FILOSOFÍA POLÍTICA SOCIEDAD Poemas de María Ángeles Juárez Téllez Juan Bautista Villaseca REVOLUCIÓN? ¿A QUÉ EDAD ENVEJECE UNA Eduardo Pérez Arroyo | Rosa Elvira López Dávila | Emiliano Raya Gubernatura de ida y vuelta Rosario Herrera Guido

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Verdi: el artista en su

bicentenarioErick Alba

Omar Arriaga Garcés

Variaciones sobre un tema de muerte

Ángel Fernando AcostaGabriel Trujillo

Francisco Valenzuela

FrancaLetra Lecturas para entender nuestro tiempo | Número 20 Noviembre 2013 Año 2 25 pesos

dossier:

CULTURA FILOSOFÍA POLÍTICA SOCIEDAD

Poemas deMaría Ángeles Juárez Téllez

Juan Bautista Villaseca

REVOLUCIÓN?¿A qUé EdAd ENVEjECE UNA

Eduardo Pérez Arroyo | Rosa Elvira López Dávila | Emiliano Raya

Gubernatura de ida y vuelta

Rosario Herrera Guido

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Fórmula 105.1 FM / 990 AM Candela 92.3 FM / 870 AM Retro 90 FM / 570 AM

Cadena Rasa

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CONTENIDO:2 semiosfera

3 el lector en su tinta

4 Gubernatura de ida y vuelta: El retorno de Fausto Vallejo, nota crítica sobre una realidad infausta | Rosario Herrera Guido

6 medios & redes | reporte indes Reforma Educativa: protestas y opinión pública

8 Reforma Energética: Una perspectiva científica | Gerardo León Soto

11 imáGenes de la palabra: Anotación, 4 de octubre | Juan Bautista Villaseca

12 variaciones sobre un tema de muerte 12 Ser inmortal… y después morir | Ángel Fernando Acosta14 Disquisiciones sobre la metafísica del alma | Gabriel Trujillo Muñoz15 Rafa | Francisco Valenzuela Martínez16 He aquí, el árbol de los amantes | María Ángeles Juárez Téllez

17 dossier: ¿a qué edad envejece una revolución? 17 La Revolución Mexicana o la impostura genial | Eduardo Pérez Arroyo 20 Despedir a la Revolución | Rosa Elvira López Dávila 21 Había una vez… en 1910 | Emiliano Raya Aguiar

26 verdi: el artista en su bicentenario:26 Verdi en la retórica y la masonería | Erick Alba29 Verdi o la gloria de la mentira | Omar Arriaga Garcés

31 siluetas y vislumbres: Francisco Elizalde en pleamar | Raúl Casamadrid

33 ciudad humana: Las sinrazones de los parquímetros | Omar Arriaga Garcés

35 acÚstica social“Porque podemos”, una gira que invita a cambiar la realidad social | Alex Guízar

37 reseña: Los traumas de Berlín | Sylvain Provillard

39 cartas de europa: Las crisis de la crisis | Jordi Corominas i Julián

directoriodirector

Leopoldo González

secretario de redacciónOmar Arriaga Garcés

consejo de redacciónRosario Herrera Guido | Raúl Casamarid

Tania Cambrón | Ángel SaucedoMario Hernández

relaciones pÚblicasJosé Carlos Serrano

consejo de colaboraciónMaría Teresa Perdomo | Dante Medina

Rosario Herrera Guido Rogelio Macías | Gerardo Sixtos López

Erick Alba | Adrián Cruz Pineda Oscar de la Borbolla | Raúl Eduardo Gonzáles | Raúl Mejía

Cristina García Ramírez | Roberto Sánchez Benítez Luis Sánchez Amaro | Gregorio Martínez

Ek de Val | Raúl Casamadrid | Omar Arriaga Garcés Darío Zalapa Solorio | Sylvain Provillard | Héctor Chávez

Gutiérrez | Uriel Jarquin Gálvez | Gustavo Ogarrio Jaime Rivera Velázquez | Benjamín Guerrero

Ramón Méndez Estrada | Vidal García AlarcónHéctor Hugo Espinosa | Jorge A. Amaral

Armando Velázquez Cortés | Sergio Lemus Yeyo Pimentel | Ángel Fernando Acosta | Eduardo García

Gaspar | Jonathan García | Françoise Roy | Larisa Fernández | Eduardo Perez Arroyo | Jose Juan Marín | Alex Guizar

diseño y formaciónNurivan Viloria

ilustraciónJuan Castro Rico

Cloe Castro

ilustración de portadaNurivan Viloria

publicidadArmando Velázquez Cortéz

suscripciones, distribución y circulación

Ángel Saucedo

LetraFrancaNoviembre 2013 número 20

“No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras.”Juan Luis Vives

LeTrA FrANCA, Año 2, No. 20, Noviembre de 2013, es una publicación mensual editada, publicada y distribuída por Leopoldo González Quintana en la ciudad de Morelia, Michoacán. Domicilio: Televisión No. 54, Fraccionamien-to Periodistas, C. P. 58270. Teléfono móvil: 443-3372242. Correo electrónico: [email protected] Editor responsable: Leopoldo González Quintana. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2013-073011283800-102. La autorización legal concedida por INDAUTOR, es la siguiente: issN2007-686X. Licitud de Título en trámite, Licitud de Contenido en trámite, ambos serán otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Permiso SEPOMEX en trámite. Impresa por Impresora Gospa, Jesús Romero Flores No. 1063, Colonia Oviedo Mota, C. P. 58060. Éste número se terminó de imprimir el 3 de Noviembre de 2013, con un tiraje de 1000 ejemplares, más sobrantes para reposición.

Las opiniones expresadas por los autores no nece-sariamente reflejan la postura del editor de la publicación.

Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de esta publicación, sin previa autorización del editor y/o de la Fundación Letra Franca, A. C.

Un mundo de Canales de Noticias está emergiendosé pArTe de éL

méxico y el mundo

La expresión política, económica y social de MichoacánLa conexión más inmediata al universo de las noticias

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7 Noviembre 2013Letra Franca

Señor Director:

Lo saludo a usted y a la apreciable revista que di-rige, la cual ha llenado un vacío importante en el devenir artístico, político e intelectual de nuestro querido estado.

Como cineasta independiente y promotor cul-tural, aplaudo la reciente emisión del 11º Festival Internacional de Cine de Morelia, el cual se ha convertido en escaparate de la nobleza que encarna la antigua Valladolid. Su éxito hace eco en lo que a buen cine se refiere. Una sola ausencia habría que seña-lar: la de un filme que ha quedado al margen de su proyección en pantalla, el cual se lleva las palmas por su impecable producción en el arte de la simulación. El personaje principal es el subdirec-tor del propio Festival.El filme está dividido en tres partes:

En la primera parte, el exgobernador Lázaro Cárdenas Batel maniobra y realiza trapecismos y requiebros para imponer un halo protector sobre su cófrade carnal, quien aporta a esta pro-ducción –como señalé– una sobresaliente actuación: representa al joven hermano que, a base de una “ardua” labor, se inserta de lleno en el stauo quo y en la jugosa nómina del festival de marras. Esto, señor director, es una contradicción en quienes se dicen ajenos al nepotismo y a la corrupción política.

La segunda parte describe la trama tramposa de la indefi-nidamente pospuesta rehabilitación y ampliación del antiguo cine Colonial, en la que se invirtieron muchos millones de pesos de los contribuyentes michoacanos, con la finalidad de inaugurar lo que sería el Teatro Matamoros en 2010, durante las conmemoraciones del Bicentenario y el Centenario. Y nada. La realización de este filme mantiene al público al borde de sus butacas, ante la expectativa de saber si se inaugurará el Teatro Matamoros próximamente, durante las fechas cercanas al pre-sente bicentenario, o si se hará hasta el próximo tricentenario. La inversión de más de 300 millones de pesos en esta obra, ri-valiza con otra, también bicentenaria: la famosa Estela de Luz de la ciudad de México, señalada en su momento como un gran fraude y cuya realización, al menos, ya fue concluida.

Un interesantísimo elemento mórbido de esta obra es que en 2012, según se publicó en varios medios de comunicación, traba-jadores y empleados de esa obra inconclusa –atrincherados en la puerta de acceso- impidieron el ingreso de auditores y demás per-sonal de la Auditoría Superior de Michoacán (ASM), que intenta-ban cotejar si el gasto reportado correspondía al avance real de los trabajos de remodelación y si las nuevas inyecciones monetarias habían sido realmente destinadas a su objeto. De este asunto ya se ocupó, por cierto, el columnista político Julio Hernández López.

Esto me lleva directamente a la tercera parte del filme: los recursos públicos destinados a esta obra del pueblo michoaca-no, presuntamente no se han invertido bien, pues a pesar de la ampliación presupuestal la obra no ha sido terminada, sigue sin informarse de ella a la sociedad michoacana y se la maneja como un búnker de intereses elitistas. Con todo respeto, opino que el tiempo se agota e impone cortar ya esta producción fíl-mica: un verdadero “churro” que rivaliza con la peor época de la cinematografía nacional.

Lo que da marco a este montaje tampoco es muy brillante: el FICM está bajo la dirección sempiterna de Daniela Michel, quien, desde sus oficinas en las calles de Orizaba, en el DF, dirige este evento a control remoto, utilizando a Morelia como una especie de casa chica con alfombra roja, mientras la comunidad artística e intelectual michoacana queda olvidada, ninguneada y margi-nada, en un evento financiado con recursos públicos del estado.

Creadores, productores, estudiantes, artistas, cineastas, ac-tores y guionistas michoacanos interesados en el séptimo arte, no existen. Ni siquiera la prensa y los medios culturales serios son tomados en cuenta por “la élite del Festival”. Y al final, la cuna del generalísimo Morelos permanece igual: víctima de tomas y bloqueos, deteriorada en su vida productiva.

Hago votos porque este filme, que se refiere al Teatro Ma-tamoros y al manejo del FICM, se lleve a las salas y pantallas de la próxima edición del Festival, de lo cual me mantendré al pendiente. (Carta resumida).

Atentamente,emilio Urquiza (Morelia)

el lector en su tinta

FoRMULA cRíticAS AL FicM 2013

semiosfera | Sitios y blogs que recomendamos@1. igor siwanowicz(microfotografía) http://photo.net/photos/siwanowiczSitio con el trabajo del fotógrafo Igor Siwanowicz que se especializa en la mi-crofotografía. Sorprendentes imágenes de insectos, reptiles y animales pequeños.

2. dying life of the tribe http://9gag.com/gag/azb103j?ref=fb.sJimmy Nelson decidió viajar a través del mundo durante tres años visitando más de 35 tribus de diferentes países. El resul-tado es una galería con imágenes impac-tantes de culturas lejanas y maravillosas.

3. museo del louvre http://www.louvre.fr/enPágina oficial del afamado museo. Con-tiene valiosa información sobre la historia del edificio, galerías de las obras a excelen-te resolución, videos y varios contenidos multimedia por medio de los cuales se

puede aprender y conocer “más de cerca” algunas de las obras de arte más importan-tes del mundo.

4. museo de arte subacuático http://musacancun.org/En 2009 se formó un monumental mu-seo subacuático contemporáneo llamado musa (Museo Subacuático de Arte) en las aguas que rodean Cancún, Isla Mujeres y Punta Nizuc. El proyecto fue fundado por Jaime González Cano, director del Parque Marino Nacional, Roberto Díaz Abraham, entonces presidente de Asocia-dos Náuticos de Cancún y Jason deCaires Taylor el escultor inglés. Ahora es una de las mayores y más ambiciosas atracciones submarinas del mundo, con más de 500 esculturas permanentes de tamaño natu-ral. En su página oficial, se puede dar un paseo virtual por los espacios del museo y conocer el proyecto mejor.

Fotografías de Jimmy Nelson sobre tribus de diversas culturas alrededor del mundo.

Letra Francafelicita cordialmente

al C. Síndico Municipal del H. Ayuntamiento de Uruapan

Gabino Gonzálezy al C. Tesorero Municipal

José Antonio Torrespor haber recibido, del Instituto Nacional de Evaluación

a Funcionarios Públicos, dos de los diez premiosque anualmente concede dicha institución

a los funcionarios con mejor desempeño en el país.

Letra FrancaFelicita cordialmente a

omar Arriaga GarcésSecretario de Redacción de esta publicación

por haber obtenido el Premio estatal de ensayo María Zambrano 2013.

Este premio, sin duda, constituye un reconocimiento me-recido a su talento periodístico y a su seriedad intelectual.

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8 Noviembre 2013Letra Franca 9 Noviembre 2013Letra Franca

rosario herrera Guido

EL REtoRNo DE FAUSto VALLEJoNota crítica sobre una realidad infausta

El retorno del gobernador Fausto Vallejo Figueroa a sus funciones constitucionales, fundado en una perspectiva jurídica incontrovertible, tuvo como marco un clima de disuasión política y de revancha social poco común, lo cual

se vuelve materia de la reflexión de Rosario Herrera Guido

La modernidad pensó el origen de la sociedad hu-mana a partir de la necesidad y la supervivencia, el trabajo y la división del trabajo. Pero Sigmund Freud, Claude Lévi-Strauss, Pierre Clastres, Jacques Lacan y Gérard Pommier, entre otros,

proponen una causa trascendente, un símbolo que hace lazo social: el tótem, el ancestro, el líder, el jefe, el amo, el maestro, el rey, Dios, el santo patrono del barrio y hasta el equipo de fútbol. Un símbolo que identifica y cohesiona a las familias, los pueblos y las naciones.

Desde esta perspectiva la cohesión del grupo social sólo se sostiene gracias al líder, que crea y refuerza el lazo social, colocándose para la sociedad humana como un Ideal, lo que cada cual cree o desea ser, un símbolo identitario que congrega al grupo por amor al líder.

Pero el grupo social no es estático, sino dinámico. El fe-nómeno grupal fortalece la imagen que cada cual tiene de sí mismo, posibilitando que el grupo viva momentos de excelsa felicidad, pero también experimenta malestar (que Freud y Marx llamaron síntoma social). La búsqueda del lazo social hace historia e historiza, pero también produce síntoma. Por-que la satisfacción plena del deseo se topa con una imposi-bilidad, el goce está mediatizado por el lenguaje. La vida en sociedad se levanta sobre la carencia de goce: una negatividad que es, sin embargo, positividad: afirmación del deseo. Como dice Nietzsche en Más allá del bien y el mal: “¡Oh deseo del deseo, que a más bebo más sed me da!”

La cultura misma se derrumba sin líder, pues asegura el lazo social. Cuando no hay un líder auténtico hay que inven-tarlo, no sólo para que cohesione al grupo, sino para que le

recuerde la ley que hace imposible el goce (el exceso y el des-afuero). No hay ninguna frontera entre lo privado y lo público, entre lo individual y lo político, sino complementariedad entre lo individual y lo colectivo, porque el individuo es producto del grupo social, que surge de la relación con el semejante. Lo que pre-existe al individuo es el lenguaje, que está esperándolo antes de su nacimiento. Entonces el orden simbólico antecede al grupo, al orden imaginario, lo que implica la primacía del sujeto del lenguaje, sujeto del inconsciente y el deseo. Como afirma Néstor Braunstein: “No puede el hombre llegar a ser uno si no es pasando por el rodeo del Otro, lugar donde habrá de ser reconocido para alcanzar una problemática unicidad y desde donde quedará para siempre amenazado por la fragmentación”.

El grupo es la salvación del individuo y también su enaje-nación. Por estar alienado en la imagen del otro, en el semejan-te: crea el grupo y con él su propia trampa. Sólo el líder salva al grupo de su disolución. Pero al líder se le ama y se le odia porque prohíbe el exceso, o por no dar cuenta al grupo de sus excesos, como el tirano, que cree encarnar la ley, pero no tiene autoridad porque es autoritario. El rey que se cree rey, que cree que de su ser emana el reinado es el caso del psicótico.

Sólo un líder auténtico o inventado puede cohesionar al grupo, superar lo que Lacan bautizó con el nombre odioamo-ración”, a través de la solidaridad, en un momento creador de la vida histórica de los pueblos, en respuesta al ser ético del ciudadano, que doblega al egoísmo, que engendra la decaden-cia moral y política de los pueblos. Una solidaridad expresada —como diría Freud— en la disposición del individuo a sacri-ficarse por el grupo, cual faz virtuosa, cuya fuerza se advierte en la acción colectiva de los pueblos. Y es que un grupo sin

líder desconoce la solidaridad y la fraternidad, y el odio se constituye en su ley.

El líder, auténtico o inventado, pero legal y legítimo, para los michoacanos y sus habitantes lleva por nombre Fausto, cuyos significados son abundantes: propicio, próspero, familiar, pró-vido, favorable, providencial, diestro, elegido y votado. Segura-mente, ni Fausto aceptaría poseer tantos atributos, pero en tanto líder, no deja de ser un símbolo de cohesión e identificación del pueblo de Michoacán. Pero desde el declive de su salud, por una preocupación genuina por el destino de Michoacán, un deber parlamentario, la lucha por el poder, la traición, la prensa amarillista o sobornada, se dejaron ver, con claridad meridiana, no sólo a quienes les venía bien la enfermedad del Gobernador, sino hasta su partida sin retorno, inherentes a las diversas y añejas ambiciones. ¡Si cuando los mandatarios, funcionarios y políticos no se enferman, los enferman y hasta enloquecen, qué se podía esperar cuando la enfermedad era real! Por los pasillos y las prensas circularon los negros augurios y un coro de voces se inclinaron a pronosticar un Michoacán infausto: aciago, fu-nesto, azaroso, nefasto, ominoso, siniestro, adverso y fatídico.

¡Y qué decir del regreso del mandatario enfermo, que tiene derecho legal y legítimo de regresar, y que asegura haber sido cu-rado de la enfermedad por la que se ausentó! Sin sorpresa para nadie que venía observando con cuidado y pensamiento críti-co, su regreso tenía que producir muchos sobresaltos, al punto de llegar hasta ¡proponer una iniciativa de ley que impida a los enfermos aspirar a un cargo público! ¡Qué tire la primera piedra el que se sienta sano física y mentalmente! Sólo salubridad, por unos cuántos pesos, nos expide un certificado de nuestra perfec-ción (que nos produce risa, más por la salud mental). No se diga los augurios de incertidumbre, persecución y represión, vacío de operación política, continuidad del Acuerdo por Michoacán, ¡inestabilidad en el gabinete! Voces autorizadas, no cabe duda, pero cuya preocupación desafortunadamente sólo abona a la misma incertidumbre que manifiestan querer superar o erradicar.

Otro horizonte se puede imaginar y realizar a partir de reim-pulsar la vida democrática participativa, al margen del secuestro de la política por los partidos, pero paralela al quehacer legisla-tivo e institucional, para impulsar una agenda pendiente: 1) un programa económico que no se reduzca a insertar a los hombres y las mujeres en la vida productiva como mano de obra explo-tada, acompañada de la utilización irracional de la naturaleza, sino en un trabajo bien remunerado equitativo y valorado que promueva un desarrollo sustentable, en un ambiente equitativo e igualitario, con perspectiva transversal de género; 2) unas polí-ticas públicas que respondan a las demandas de la agenda social: la seguridad social, el derecho al trabajo, la protección digna de la maternidad, la lactancia, la infancia, la juventud, la madurez y

la tercera edad, reconociendo los derechos de los hombres y las mujeres a la educación, la recreación, la salud pública, la justicia puntual y expedita, así como la protección de las garantías indi-viduales; 3) el reconocimiento y la evaluación de las fuentes de riqueza propias y las posibilidades de producirla racionalmente con recursos y tecnología propios, impensable e imposible de producir sin considerar como prioritaria la riqueza cultural; 4) el impulso y el reconocimiento constitucional de la participación ciudadana donde los hombres y las mujeres caminen al lado de un Estado y sus instituciones dirigentes y planificadoras, a través de un diálogo permanente y entendimiento democráticos; 5) la protección social y la seguridad pública, fundadas en un Estado de Derecho, que no permita el imperio del derecho de Estado, en el que el autoritarismo y el totalitarismo reduce la seguridad a la militarización del país, sin el consentimiento del pueblo, sustento de la soberanía nacional, además de la autorización del Poder Le-gislativo, poniendo en peligro la integridad física de la población en general, a través de un gobierno ejemplar, una educación en valores, un programa de prevención del delito, el combate a la descomposición moral de la sociedad y la impunidad, además de los servicios de inteligencia, desmantelamiento de redes financie-ras y legalización de las drogas; 6) un programa de combate a la corrupción y la impunidad en todos los órdenes y espacios del cuerpo social, que permita hacer un ajuste de cuentas histórico con el pasado, para que pueda haber un futuro por venir, como respuesta a la indignación popular, y por la importancia que tiene para un pueblo procesar su pasado histórico, para poder ofrecer un futuro posible y 7) la erradicación de la entrega de la sobe-ranía energética y alimentaria a las empresas y megamonopolios extranjeros, a través de la toma de decisiones colectivas y legisla-tivas, para que se incluya este problema en la agenda estatal, en lugar apostarle a la pobreza, al paternalismo, el derroche de nues-tros recursos naturales y capital ambiental, la política electoral clientelar, la agonía de la democracia y de la convivencia pacífica. ¡Por Michoacán, a la altura del mandato popular!

sobre la autora: Autora, coordinadora y coautora de varios libros, entre ellos Hacia una nueva ética, Filosofía de la cultura y Poética del psicoanálisis.

Gubernatura de ida y vuelta

Fausto Vallejo, de regreso a sus funciones constitucionales.

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10 Noviembre 2013Letra Franca 11 Noviembre 2013Letra Franca

REFoRMA EDUcAtiVA:PRotEStAS y oPiNióN PúBLicA

En el reporte indes, esta vez sobre la reforma educativa, la fotografía de la realidad no deja lugar a dudas: el 79 por ciento de la muestra la respalda y el 21 por ciento

la rechaza. Los números fríos, una vez más, se han vuelto aliados de una idea de cambio y reforma nacional

Medios & redes | Reporte INDES

La reforma educativa acordada por las fuerzas políticas del pacto por México y aprobada por el Congreso de la Unión sigue despertando resis-tencia de parte de un sector, minoritario pero sig-nificativo, del magisterio del país. Principalmente

en Oaxaca y Michoacán, pero también en otras entidades, han sido persistentes las protestas, a menudo con métodos que da-ñan y exasperan a la sociedad, en un intento de echar atrás una reforma constitucional y legal ya consumada.

Muchos actores políticos se han manifestado sobre la refor-ma educativa y los conflictos gremiales y políticos ocasionados por ella. Pero es también importante conocer lo que piensa, siente y propone el común de los ciudadanos al respecto.

La encuesta de opinión pública que llevó a cabo la empresa Investigación para Decisiones Estratégicas, INDES, en el mes de septiembre de este año, ofrece un atisbo de lo que los michoacanos piensan de este conflicto y sobre lo que las autoridades educativas deberían hacer para contener las protestas del gremio magisterial.

Los resultados son contundentes: una amplia mayoría re-prueba las acciones del llamado magisterio democrático, par-ticularmente por la suspensión de labores escolares, y propone sancionar a los paristas descontando el salario de los días no trabajados; no son pocos los que proponen de plano el despido de los maestros paristas.

Con los datos crudos el lector podrá juzgar por sí mismo y ubicarse a sí mismo en uno de los segmentos de la opinión pública.

conocimiento de la reforma educativa aprobada por el congreso de la unión

Sí, la conoce 429 71.5

No la conoce 171 28.5

total 600 100

¿está de acuerdo o en desacuerdo con la reforma educativa?

Frecuencia Porcentaje válido

De acuerdo 247 57

En desacuerdo 126 29

Le es indiferente 28 6

NS/Nc 28 6

total 429 100

opinión sobre la suspensión de labores por parte de alGunos maestros de escuelas de

Gobierno, en protesta por la reforma educativa

Frecuencia Porcentaje

No se justifica 455 75

Sí se justifica 98 16

NS/Nc 47 7

total 600 100

opinión sobre las acciones que el Gobierno debe rea-liZar ante un paro de labores de los maestros

Frecuencia Porcentaje

Descontarles el salario

309 51.5

Despedirlos del empleo

121 20

concederles lo que piden

101 16

NS/Nc 69 11.5

total 600 100

Vitrina metodológica

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12 Noviembre 2013Letra Franca 13 Noviembre 2013Letra Franca

Gerardo león soto

REFoRMA ENERgéticA:UNA PERSPEctiVA ciENtíFicA

No dejar cabos sueltos al hacer la Reforma Energética, pide el autor del siguiente texto a las autoridades, en el que, mediante argumentos científicos y una honda

reflexión, nos pone al tanto de la relevancia y delicadeza de un tema esencial para el futuro de nuestro país

Introducción

Ante la propuesta de Reforma energética propuesta por el Presidente Peña Nieto [1] se han presentado muy diversas y polarizadas opiniones, tanto a favor como en contra del docu-mento. Sin embargo, casi todo el debate ha estado centrado en discusiones políticas, demagógicas, mediáticas y hasta histó-ricas. El punto de vista científico y técnico de la propuesta ha sido relegado casi por completo.

En el presente artículo se explora la situación energética actual del país, así como su potencial estimado. Se hace un análisis de tres tipos de energía: la fósil (petróleo), la geotér-mica y la solar. La intención no es dar una opinión a favor o en contra de la reforma, sólo poner en la mesa los conceptos y números básicos necesarios para entrar en un debate. Segura-mente el lector sacará sus propias conclusiones.

De regreso al aula: Energía y Potencia

Uno de los principios más firmes en las teorías físicas es el principio de conservación de la energía: La energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma. Esta afirmación lleva inhe-rente el concepto que toda la energía del universo ya existe y podemos cambiar de un tipo de energía a otra. Típicamente se suele hacer una clasificación de energías entre las que se pueden reconocer el calor, la energía eléctrica, la radiación, la energía química, entre muchas otras.

Por otro lado, la rapidez con que un tipo de energía puede ser cambiado a otro se le llama potencia. La unidad de medida de energía en el Sistema Internacional de unidades es el Joule (J), mientras que la unidad de medida de la potencia es el watt. La relación entre estas unidades es

1 watt = 1 Joule/segundo

es decir, 1 watt es la transformación de 1 Joule de alguna forma energía (a algún otro tipo) en un segundo.

Para tener una idea de las dimensiones de estas cantidades se puede puntualizar que una casa promedio, sin calefacción o aire acondicionado consume energía eléctrica a una tasa de 1,000 Watts (1 kW). Una planta nuclear transforma energía a una tasa de mil millones de watts (1 GW), es decir, una planta nuclear puede alimentar el consumo de aproximadamente un millón de casas. Otro ejemplo es la energía solar que en un día soleado puede incidir a un ritmo de 1kW en una superficie de un metro cuadrado; en otras palabras, si tuviéramos celdas solares con 100% de eficiencia, la radiación solar que incide en 1 m2 sería suficiente para alimentar una casa pequeña.

Cuando se habla de producción petrolera, la unidad casi invariable es el barril de petróleo. El equivalente energético de un barril de petróleo es de 6.12 GJ. Asumiendo una eficien-cia de energía de 15% (que es la de la gasolina), un barril de petróleo tiene una energía utilizable de 0.92 GJ. Si esta ener-gía es utilizada en un año, su potencia sería de alrededor de 300 watts. De este modo, anualmente habría que extraer un equivalente de 333 millones de barriles para obtener la energía equivalente a la que transforma una planta nuclear.

México y su energía fósil

Según las estimaciones de la secretaría de energía [2], en 2011 México produjo 9,190.76 Petajoules de energía (9190.76×1015 J), de las cuales utilizó 8,399.02 PJ. De esta energía 5,933 PJ fueron extraídas de petróleo crudo, es decir, se extrajeron 969 millones

de barriles de petróleo (para fines prácticos redondeamos la ci-fra a 1,000 millones de barriles). Según el portal de pemex [3], la producción diaria de crudo en 2012 se ubicó en 2 millones 548 mil barriles de petróleo diarios que es bastante similar a 2011.

Según los reportes técnicos del Departamento de Energía de los Estados Unidos [4], México tiene reservas de petróleo explotables de alrededor de 10,264 millones de barriles y un estimado de 13,100 millones de barriles de petróleo que técni-camente pueden ser recuperables. Si seguimos con la explota-ción petrolera al ritmo de los últimos años, estas cifras indican que en un poco más de 23 años acabaríamos con el petróleo de México (esta afirmación está sujeta a las estimaciones interna-cionales de las reservas de petróleo en México).

La transformación de energía geotérmica en México

La energía geotérmica es la energía almacenada en forma de calor en cuerpos calientes o magmáticos localizados en la corteza terrestre. La principal transformación de este tipo de energía es a eléctrica. Actualmente México convierte energía eléctrica en campos geotérmicos a una potencia de 887 millo-nes de watts (MW), principalmente en cuatro campos geotér-micos: Cerro Prieto en Baja California (645 MW), Los Azufres en Michoacán (192 MW), Los Humeros en Puebla (40 MW) y Tres Vírgenes en Baja California Sur (10 MW). Existen esti-maciones preliminares hechas por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) de Estados Unidos [6] que México tiene un potencial de explotación de potencia geotérmica de hasta 24.7 GW (energía equivalente a la transformación de casi 25 plantas nucleares).

El potencial solar de México

Como se indicaba en la sección II, en una superficie de 1 m2 incide una potencia promedio 1 kW de energía solar en forma de radiación, de la cual con las tecnologías actuales de las cel-das comerciales sólo el 15% es utlizable (es decir 150 watts). Si quisiéramos extraer del sol una energía equivalente a la de una planta nuclear, deberíamos cubrir una extensión de alrededor de 6.7 km2.

México es un país con extensiones desérticas muy grandes. Por poner un ejemplo, según datos del INEGI [7], el 40% del estado de Chihuahua es desértico (esto equivale a poco más de 98,000 km2). Entonces con una milésima parte de la superficie árida de Chihuahua se podría obtener grandes cantidades de energía provenientes directamente del sol.

Observaciones físicas a la propuesta de reforma energética

En el documento presentado el 12 de agosto de 2013, el pre-sidente Peña Nieto apenas menciona el potencial energético que tiene el país. En la parte de hidrocarburos, en la sección de beneficios esperados, en su punto 1 dice:

Lograr tasas de restitución de reservas probadas de petróleo y gas superiores al 100%. Ello significa que el incremento de la producción estaría acompañado del descubrimiento de igual o mayor volumen de reservas.

Esto es una violación al principio de conservación de la energía. Como es explicado en la sección II, la energía proveniente de los hidrocarburos no se va a incrementar explotándolas al 100%.

El mismo documento correctamente se menciona que a México le quedan 10 años de producción petrolera en las reservas probadas. Sin embargo, esta afirmación tiene implí-cita la actual tasa de explotación del petróleo. En la sección de beneficios esperados se lee:

Incrementar la producción de petróleo, de 2.5 millo-nes de barriles diarios actualmente, a 3 millones en 2018, así como 3.5 millones en 2025.

Si se elevan las tasas de extracción a 2.5 millones de barriles diarios, los 23,000 millones de barriles potencialmente explo-tables en México se agotarían en 21 años. A una tasa de 3.5 millones de barriles diarios, el tiempo se reduciría a 18 años.

En el sector de energía eléctrica, la propuesta se enfoca al incremento en la transformación de energías limpias, a ampliar la red de distribución y a disminuir las pérdidas por transmi-sión. Las pérdidas por transmisión son inherentes al proceso

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de transporte de energía. Comisión Federal de Electricidad transforma del orden de 40 GW, de los cuales 15.3% se pierden en la transmisión (alrededor de 6 GW). La propuesta pretende reducir las pérdidas por transmisión a menos de 10% (menos de 4 GW). En el análisis costo-beneficio tiene que considerar si la inversión requerida justifica rescatar esa cantidad de energía, o bien, si esos recursos deben estar canalizados a otros rubros.

Puntos de reflexión

Los datos mencionados anteriormente deberían ser parte me-dular de la discusión de la reforma energética. Parece claro que una reforma energética es prioritaria para el país. Sin embargo, si se quiere proponer una reforma efectiva, los puntos de vista científicos y técnicos de la argumentación deben de tener un peso específico mucho mayor al que hasta ahora se les ha dado. Parece inminente que los combustibles fósiles pronto serán acabados y el futuro energético del país es incierto. Lo cierto es que el recurso energético de México se encuentra enterrado en el subsuelo o desperdiciado diariamente al no ser cosechado.

biblioGrafía

Peña Nieto, Enrique (2013). Iniciativa de Decreto por el que se reforman los artículos 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexi-canos. http://presidencia.gob.mx/reformaenergetica/#!landing

Secretaría de Energía (2011). Balance Nacional de Energía 2011, 159pp.

http://www.pemex.gob

U.S. Department of Energy (2013). Technically Recoverable Shale Oil and Shale Gas Resources: An Assessment of 137 Shale Formations in 41 Countries Outside the United States, 730pp.

Secretaría de Energía (2012). Perspectivas de Energías Renovables 2012 – 2016, 156pp.

tester, J.W., B.J. Anderson, A.S. Batchelor, D.D. Blackwell, R. DiPippo, E.M. Drake, J. garnish, B. Livesay, M.c. Moore, K. Nichols, S. Petty, M.N, tok-söks, and R.W. Veatch Jr., 2006. The Future of Geothermal Energy: Im-pact of Enhanced Geothermal Systems on the United States in the 21st century. Prepared by the Massachusetts institute of technology, under idaho National Laboratory Subcontract No. 63 00019 for the U.S. De-partment of Energy, Assistant Secretary for Energy Efficiency and Re-newable Energy, office of geothermal technologies, 358pp.

http://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/chih/territorio/cli-ma.aspx?tema=me&e=08

sobre el autor: investigador del Departamento de geología y Mineralogía de la umsnh

Cuando te cierren una estrella, te seguirá mi vozolvidada como una linternabajo el silbato herido de los muelles.

Cuando el reloj no tenga horas para la fecha de tu risa,cuando los mástiles no me retornenhacia el hotel de un beso,cuando ya no me encuentresen el agua de una cocina hambrienta,cuando en los cinessin una silla muera Charles Chaplin,cuando te digan los periódicosque el pan fue fusilado en una escuela,este poemaestará en los talleresdonde la luz textilcicatriza la sombra,este poemate esperará en el hilo de los parchesque guardaron el trigo,en la guitarra donde el amor dejósu desembocadura de calandrias,en el arroz que se pintó de blancopor el luto del hombre.

Cuando un día enciendas en la radio el cadáver del mundobajo el átomo,este poemaestará esperándote como un tractorpara llevarte a la semilla.

sobre el autor: (1932-1969), poeta trágico en la sombra y en la luz; poeta ignorado y desconocido al que rescata del olvido, en el volumen Este México

triste, el poeta y editor José Manuel Recillas.

imágenes de la palabra

Juan Bautista Villaseca

ANOTACIÓN, 4 DE OCTUBRE

Cada vez que surge una marcha, un paro o un plantón en el Cen-tro Histórico de Morelia, el sector comercial se ve afectado con pérdidas que oscilan entre uno y hasta seis millones de pesos. Esta cantidad alcanza un monto considerablemente mayor si se toma en cuenta que la capital del estado tiene el récord nacional (y quizá hasta internacional) en lo que a estos movimientos se refiere: doscientos días por año con marchas, movilizaciones, pa-ros, bloqueos, plantones, tomas y todo tipo de estrangulamientos de la vida pública se han llegado a contabilizar en Morelia, con-virtiéndola en un verdadero manifestódromo sin paralelo con ningún otro lugar de la República Mexicana.

El presidente de la Asociación de Comerciantes y Vecinos del Centro Histórico de Morelia (Covechi), Alfonso Guerrero, así lo ha manifestado en múltiples ocasiones, haciendo notar que estos excesos, además de poner en peligro el empleo de mi-les de personas, ya han orillado al cierre de muchas empresas, afectando de forma grave la actividad económica de la cuidad y el estado.

Son los pequeños comerciantes quienes generan la mayor cantidad de empleos. Estudios llevados a cabo por COVECHI señalan que para vender un millón de pesos, una gran tienda

requiere alrededor de 150 personas, mientras que los pequeños comerciantes, para vender la misma cantidad, requieren de 800 empleados distribuidos en 200 negocios. Esta derrama eco-nómica beneficia indirectamente a muchos más morelianos, mientras las cadenas comerciales operan como un embudo que empobrece a la ciudad.

El líder de vecinos y comerciantes del centro histórico, lla-mó a la sociedad a que realice un porcentaje importante de sus compras en pequeños y medianos comercios del centro de la ciudad, en busca de mejor precio, mejor servicio y calidad, pues los grandes establecimientos son empresas transnacionales que succionan el dinero del público para llevarlo al extranjero, dismi-nuyendo la oferta laboral local y generando un mayor desempleo.

Recientemente, el dirigente de COVECHI invitó al público, además, a marcar el 3137102, para solicitar a domicilio una tarjeta de descuentos, donde más de 400 establecimientos ofrecen promociones de un 10% y hasta un 70% en más de 100 diferentes giros comerciales. Los negocios participantes estarán identificados con un póster a la entrada del mismo. De esta manera, dijo, contribuyen a la reactivación de la economía moreliana y del estado.

ciudad de marchas, plantones y pérdidas: alfonso Guerrero

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16 Noviembre 2013Letra Franca

Variaciones sobre un tema de muerte

ánGel fernando acosta

SER iNMoRtAL… y DESPUéS MoRiR

Los inmortales, no los de Borges, esos seres que están más allá del bien y del mal, que por las noches escuchamos aún entre sueños y cuyos nombres y obra permane-

cerán después de nuestra muerte, ya no están con nosotros físicamente… ¿o sí?

El hombre olvida que es un muertoque conversa con muertos.

Jorge Luis Borges

Todos le tememos a la muerte, en mayor o me-nor medida, aunque nos neguemos a admitirlo, sobre todo si alguien nos pregunta. Pero más que temerle a la muerte le tememos a dejar de existir, a no ser más; por eso los hombres de

otros tiempos inventaron a los dioses con sus paraísos y sus infiernos -pues incluso una eternidad de sufrimientos, resulta mejor opción que desaparecer en la nada-, los pactos con el diablo, la piedra filosofal, la fuente de la eterna juventud (cuya obsesión por encontrarla perdió a Ponce de León), las pócimas y conjuros mágicos que evitan o retrasan el final…

El hombre moderno ha inventado, gracias a la ciencia y la tecnología, su propia “magia” contra la muerte: los transplantes de órganos, los tratamientos con “células madre”, la clonación, la criogenia y demás parafernalia que busca impedir lo inevitable. Sin embargo, la mayoría de nosotros -en especial los parias, que no pueden acceder a los servicios de salud- sigue encon-trando consuelo el la idea de que hay “vida” después de la muer-te, aunque esa “vida” no sea mejor que la que están viviendo.

Tanto nos aterra la muerte que hemos decidido ignorarla de manera sistemática, para lo cual nos atiborramos a diario de

entretenimientos y noticias, donde abundan la violencia, la san-gre y los muertos: terremotos, inundaciones, incendios, guerras, hambrunas, asesinatos… Hasta que un buen día la dosis diaria de muerte cumple su cometido y nos inmuniza (o mejor dicho nos vuelve insensibles) ante el dolor y la desgracia ajenos. Sin embargo, basta con que muera algún ser querido o alguien cer-cano a nosotros para que volvamos a obsesionarnos con la idea de que todo se acaba, y de que no tarda en llegarnos la hora final.

Casi todos sabemos que no existe la inmortalidad, al me-nos no como la plantean en los mitos, las leyendas, la literatu-ra o el cine; aquella que gozaron los dioses griegos, Hércules, Ganimedes y su desafortunado hermano Titón…, o la que acariciaron -sin llegar tenerla- Aquiles, Sigfrid y muchos otros héroes que eran invulnerables pero no inmortales.

A pesar de esto, seguimos buscando por los medios que es-tán a nuestro alcance otras formas de inmortalidad. La más so-corrida -desde el principio de los tiempos-, la que buscamos de manera inconsciente o instintiva, la que está al alcance de casi todos es la de “sembrar nuestra semilla”, o sea, procrearnos y dejar descendencia para que nuestro nombre no se pierda. Cada día son más las personas que quieren inmortalizarse por sus propios logros o méritos y no por -lo que ellos llaman- la simple biología, y aunque sus talentos son muy limitados, tratan de equipararse a Homero, Platón, Aristóteles, Dante, Da Vinci, Miguel Ángel. Sin embargo, en su afán por lograr la inmortalidad suelen confundir la fama con la posteridad;

de esta manera, cada día hay más tontos que se filman a sí mismos haciendo estupideces, y “suben” esos videos a You tube, con la esperanza de hacerse famosos y -gracias a la gran relajación moral de nuestra época- bastantes de ellos lo con-siguen, aunque esto signifique haber perdido para siempre la poca dignidad que les quedaba.

Hay quienes piensan que por el hecho de ser personajes públicos: actores, cantantes, deportistas profesionales, políti-cos, rectores de alguna universidad, ya aseguraron su puesto en la historia y por consiguiente la inmortalidad, pero no se dan cuenta que lo más seguro es que la próxima genera-ción no sepa quienes fueron. Otros -que afor-tunadamente son pocos- están dispuestos a cometer los peores crímenes, a sacrifi-car su vida o la de personas inocentes con tal de conseguir “sus cinco mi-nutos de fama”, sus cinco minutos de gloria e inmortalidad… Todos ellos se olvidan que lo más im-portante de la posteridad no es la posteridad en sí misma, sino la manera de llegar a ella: la forma en que seremos recordados.

Parece que cada día nos obse-siona más la idea de ser reconocidos, de no ser olvidados por las generacio-nes futuras, sin importar el costo de esta remembranza. Es por eso que somos tan dados a “colgarles milagritos” a las personas famosas que ya mu-rieron, y que provisionalmente, ya son inmortales (pues en el fondo queremos que al morir, también se inventen cuentos fantásticos sobre nosotros, y de esta manera volvernos una leyenda). Así fue como surgieron las siguientes historias: hay quien afirma que Gardel no murió en aquel terrible avionazo, dicen que aún vive en uno de los barrios más populosos de la populosa Medellín; que para ocultar sus quemaduras usa ga-bardinas con el cuello levantado, guantes de algodón, sombre-ro panamá de alas muy anchas, gafas oscuras y una mascada

de seda que le cubre la mitad del rostro; cuentan que durante el día deambula por la ciudad y en las tardes se encierra en casa, donde escucha tangos hasta el amanecer. Me han dicho que Pedro Infante planeó el accidente donde se le creyó muer-to, que lo hizo para librarse de los contrabandistas que se la tenían sentenciada; dicen que ahora es marchante de ropa en un tianguis de Moroleón, Guanajuato, y que mientras despa-cha a los clientes tararea -muy quedito- “Amorcito corazón”. Hay rumores de que Chaplin se gana la vida parodiando a “Charlot” en las calles madrileñas; que Lenin es dueño de un

gran casino en Las Vegas; que Napoleón es el líder sindical de los transportistas de Varsovia; que Sinatra es-

cribe libros de cocina; que Julio Cortázar es un leñador, ebrio y pendenciero, de los

bosques de Óregon…Soy escéptico por convicción,

es posible que también por natu-raleza, por lo tanto suelo dudar y cuestionar lo que los demás afirman con tanta vehemencia, por eso cuando me aseguraron que las historias anteriores eran

ciertas, lo único que pude hacer fue sonreír condescendientemente.

Sin embargo, ahora me arrepiento de haberme burlado de las creencias de los

simples, pues parece que estoy siendo vícti-ma de alguna maldición o que los excesos le están

cobrando factura a mi mente, porque cada día me convenzo más de que “los inmortales” de “carne y hueso” sí existen, y por alguna extraña razón les gusta visitar Morelia. Lo único que les puedo asegurar es que “con estos ojos que se han de comer los gusanos”, he visto deambular por estas calles y plazas a Steven-son, Mark Twain, Kafka, Hemingway y muchos otros persona-jes que ya son inmortales, o que están en camino de serlo.

sobre el autor: Narrador y ensayista. Estudió Letras Hispánicas en la UMSNH.

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18 Noviembre 2013Letra Franca 19 Noviembre 2013Letra Franca

Si el alma fuera eterna, apestaría.Si el alma no fuera eterna, sería como una pas-

tilla de naftalina.Si el alma tuviera sexo y fuera mujer, cada mes

sangraría.Si el alma tuviera sexo y fuera hombre, eyacularía buenas y

blancas intenciones.Si el alma se hiciera revolucionaria, se consideraría a sí

misma como la vanguardia del cuerpo, su intransigente vo-luntad de cambio.

Si el alma se hiciera conservadora, consideraría intolerable que el cuerpo cambiara. Sólo lo inmutable (ella misma) sería lo correcto, lo adecuado.

Si el alma fuera racista, pensaría que ella sola se basta, que el cuerpo que habita es innecesario, débil, mal formado, inca-paz de estar al nivel de lo humano.

Si el alma fuera democrática, dejaría votar al cuerpo en todas las decisiones que a ambos atañen. Pero, como buena demócrata, se reservaría el derecho de vetar todas las propues-tas del cuerpo que considera excesivas. Democracia sí, diría, nunca libertinaje.

Si el alma quisiera organizar un golpe de Estado, necesita-ría la complicidad del cuerpo para llevarlo a cabo.

Si el alma organizara con éxito un golpe de estado, el alma tendría que derrocarse a sí misma.

El alma siempre cree tener la razón; es una creencia que se refuerza cada vez que un alma se enfrenta con otra.

El cuerpo siempre cree tener la razón: es una creencia que se refuerza cada vez que su alma se la repite.

El alma vive en estrecha relación con el cuerpo. Freud la llamaba una relación incestuosa; Jung, un arquetipo universal inextricable; Laing, una vinculación opresor/oprimido. Hasta hoy, cuerpo y alma pelean por imponer la teoría que, respecti-vamente, más les entusiasma, más les enaltece.

El alma juega a que ella es parte de Dios, mientras el cuerpo respira, camina, suda y hace travesuras de humanos. El alma se molesta por esta diferencia corporal ante su reluciente divi-

nidad. Por el contrario, el cuerpo se molesta con un alma que no aprecia, en su justa divinidad, lo que es respirar, caminar, sudar y hacer travesuras de humanos.

El alma vive de esperanzas. El cuerpo sólo vive; ésa es su ventaja. Pero el cuerpo nunca la ha considerado como tal.

El alma espera pasar a otro estadio espiritual cuando el cuerpo que habita se muera. El cuerpo intuye, por ello, que toda alma es traicionera por naturaleza, que carece de lealtad.

Todo cuerpo sabe que el alma es un parásito engreído, un virus, una enfermedad.

El cuerpo desprecia a un alma que no se mancha las ma-nos. Olvida que las manos del alma son sus propias manos.

Si el alma estuviera a la altura de sus deseos (los más ínti-mos, los más auténticos), sería cuerpo.

sobre el autor: Poeta, narrador y ensayista; profesor en la Facultad de ciencias

Sociales de la UABc y editor de la revista Semillero.

Gabriel trujillo muñoZ

DiSQUiSicioNES SoBRE LA MEtAFíSicA DEL ALMA

francisco valenZuela martíneZ

RAFA1

La primera vez que invitamos a Rafa Saavedra a Morelia se acababa de morir Carlos Monsiváis. Después Rafa regresó y ahora el muerto era Car-los Fuentes. “Hagamos un encuentro de escritores muertos”, sugirió el buen Rafadro. Y aquí esta-

mos, en un encuentro entre amigos recordando a los muertos. Yo pensé que antes de Rafa se iba a morir Elena Ponia-

towska, o José Emilio Pacheco, o su mujer, o Paul Auster, o Paulo Coehlo, o Juan Bañuelos, o Efraín Bartolomé, o Ledo Ivo. Incluso pensé que antes se morirían escritores yonquis y borrachos como Mauricio Bares, o JM Servín, o Carlos Martí-nez Rentería o Guillermo Fadanelli.

Los escritores viejos deben morir. Ya han dejado sus me-jores letras y ahora sólo se repiten mientras cobran millones por regalías. Los escritores viejos han dejado de ser rebeldes y ahora vitorean al sistema.

Dios se equivoca cuando manda matar a un escritor joven. Sólo hace bien cuando mata a jóvenes escritores que cazan becas o ganan premios literarios. Pero Dios no debe matar a escritores como Rafa Saavedra, porque... ¿ahora quién narrará lo que pasa en los suburbios de Tijuana? ¿Ahora quién será el gran amigo en los encuentros de literatura?

“El encuentro de escritores muertos lo deberíamos hacer en un lugar imaginario, como Comala, o como esos pueblos mochos guanajuatenses que inventa Ibargüengoitia”, añadió Rafa Saavedra, a quien, confieso, lo imaginaba como un perso-naje cholo, un tatuado tijuananse, un escritor maldito.

Pero Rafa me decepcionó un poco. No era un marginal ni un superstar de la frontera. Saavedra era un muchacho sencillo, un tipo al que parecería uno conocer de muchos años. Rafa no andaba en busca de coca ni de alcohol. Rafa no pedía nada, más bien daba. A mí me regaló unos libritos de chavos iniciados en la escritura. También me hablaba de bandas pop que nunca había escuchado y me invitó a escuchar su programa de radio.

La primera vez que leí a Rafa Saavedra eran los 90. Yo era joven. Los 90 ahora suenan a viejos. Una vez, muy crudo, lle-

gué a un local de tacos ahogados, un local para mirreyes. Un letrero que tienen afuera dice: “Toda una tradición, abierto desde 1992”. Ahora pienso que Rafa ha hecho bien en irse, porque los 90 y los dosmiles nada bueno nos han dejado.

Rafa Saavedra, el escritor increíble, el que escribe sin imitar a nadie para que lo imiten a él, se fue para siempre. Rafa está, tal como lo sentenció en alguno de sus libros, lejos del noise.

Nos vemos pronto, Rafa.

sobre el autor: Economista, director del portal de cultura Revés on line.

1. texto leído el 8 de octubre en Morelia, durante el tributo al escritor Rafael Saavedra, quien falleció a los 46 años el pasado 17 de septiembre de 2013 en la ciudad de tijuana, donde también había nacido.

Rafa Saavedra. Foto de bordocs.com.

Viñeta / Juan Castro Rico.

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21 Noviembre 2013Letra Franca

Dossier

¿A qué edad envejece una

revolución?eduardo péreZ arroyo

LA REVoLUcióN MExicANA o LA iMPoStURA gENiAL

La mitología local se empeña en establecer lo contra-rio. Sin embargo, la mayor parte de quienes estudian la historia de México desde la ciencia y no desde la consigna coincide en que la Revolución Mexicana fue más un caos social que un plan consistente.

Son varios los argumentos en favor de esta tesis. Jorge Ibanguergoitia habla sin complejos de “aquella guerra

civil mal llamada Revolución”. El historiador Martín González de la Vara se refiere como “ese trauma conocido como Revolu-ción”. Otro historiador, Luis González y González, afirma que “el hecho de que un mito estorbe o impida caminar hacia ade-lante a la economía de un país quiere decir que lo perjudica”.

Los planes y programas contenidos en algunas de las proclamas fundacionales, continúan los especialistas, crista-lizaron mucho más tarde. Surgieron cuando algunos líderes locales advirtieron el potencial del descontento, y se mitifica-ron décadas después, cuando algunos grupos liderados por los ateneístas observaron con pericia -y oportunismo- la posibi-lidad de configurar una nueva identidad nacional.

La mayor parte de los avances supuestamente generados por la Revolución marcharon a la par en varios países de Amé-rica Latina sin la necesidad de un baño de sangre insurreccio-nal. Y para sostener una revisión crítica es pertinente aportar datos concretos.

Desde 1917, la Reforma Agraria -expuesta históricamente como el gran triunfo de la Revolución- benefició a cerca de 2 mil

comunidades, que comprendían casi 3 millones de campesinos. La superficie que pasó a sus manos fue de casi 96 millones de hectáreas, equivalente a cerca de la mitad del territorio nacional.

El plan era simple: la tenencia y manejo de la tierra sacaría a las clases mexicanas pobres de su histórico rezago social. Un nuevo y esplendoroso futuro nacía para el país.

La realidad fue otra. La fuerza de trabajo total en el campo mexicano fue casi la cuarta parte del país, pero solo produjo la décima parte del pib nacional. Además, el nivel de ingreso de esos campesinos era casi tres veces menor que el de cualquier asalariado urbano.

Las causas del fracaso de la Reforma Agraria surgieron desde la propia planificación oficial. La Reforma Agraria mu-rió desde adentro. La falta de organización, la existencia de caudillos regionales que tensionaron las relaciones internas, el analfabetismo, la persistencia de usos y costumbres muchas veces reñidos con la paz social y, fundamentalmente, la poca cantidad de tierra disponible, son algunas de las explicaciones en las que coinciden varios autores.

Las hectáreas autorizadas para los campesinos no podían traspasar las cinco. En cambio, un pequeño propietario -ca-tegoría distinta a la de los campesinos- disponían de hasta 100 hectáreas de riego y de hasta 300 para el caso de algunas plantaciones comerciales.

Pese a la insistente diatriba de que la tenencia del campo implicaría el desarrollo para México, en la práctica este esquema

A la hora en que el sol del ponientevierte sangre negra entre los pinos,esconde el grito de la tarde en el letargo dorado de su ocaso.Agita el viento entre sus ramasel pulso de una tormenta en alta madrugada,la soledad del agua traspasa la noche de los amantes,sustancia las palabras en sus cuerpos, alcanza al tiempo que anida en su fronda.

Y,te diré desde la ventana de mi casaamante mío: he aquí el árbol;desatan sus hojas reverberacionesde una mañana de noviembre en la que bebió en su raíz, mi savia intrauterina. Luego,a la celebración del amor fluyó en mis venas su líquida voz.

Hay un vino en mi cava,de crianza añeja en barrica de roble; conviene con un brindis perpétuo, celebrarnuestros encuentros,antes que nos bautice la oscuridadestancada bajo el limo del olvido,antes de que en nuestro último día seamos herederosdel silencio de las sedas de maderay retazos de sueños, descansados a la sombra de nuestro árbol,sobre alfombra de pétalos carmín,con los que aromamos nuestra piel de enamoramientos en la tierra.

sobre la autora: Es poeta, crítica literaria y ensayista.

María Ángeles Juárez téllez

HE AQUÍ, EL ÁRBOL DE LOS AMANTES

imágenes de la palabra

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22 Noviembre 2013Letra Franca 23 Noviembre 2013Letra Franca

solo permitió a los campesinos elaborar insumos suficientes para el autoconsumo, pero en ningún caso para entrar de lleno en la lógica comercial liberal que se había impuesto en grandes sectores de México desde los tiempos de Benito Juárez y el porfiriato.

Hay más. El propio Plan de Ayala, que representó un quie-bre con las estructuras anteriores, tenía sus limitaciones.

El programa solo estableció la expropiación de la tercera parte de cada latifundio, tras lo cual se incorporó a millones de cam-pesinos a la tenencia de la tierra pero, básicamente, no modificó el poder político y comercial de los grandes señores de la tierra.

Ante los ojos de la Historia, la mismísima propia Ley Agra-ria no consigue ocultar sus trabas. La norma dejaba el tema sin resolución definitiva al establecer que “(a los campesinos) se les dejarán (las tierras) en calidad de dotación, sin que en ningún caso dejen de asignársele las que necesitare”.

La imprecisión -¿cuánto es lo que realmente se necesita?- generó problemas insalvables para el futuro.

Para la mayor parte de los historiadores, la realidad es que la Reforma Agraria impulsada por la Revolución y consolida-da por Lázaro Cárdenas nunca estuvo en posibilidades de mo-dificar realmente la estructura agraria, o lo que para el caso de México es lo mismo, la estructura social, cultural y económica.

El historiador Martín González va más lejos. “Tras Porfirio Díaz los que se quedaron con el poder no hallaron qué hacer. Hubo levantamientos de grupos pequeños que querían sacar alguna ventaja (…) Estalló la traición contra Madero y las su-blevaciones contra ella, la lucha entre las facciones…

Todos estos hechos no tienen ningún aspecto ni de reforma ni de revolución.

La impostura genial

La Revolución Mexicana tuvo varios avances. La estabilidad en el empleo, la jornada de ocho horas diarias y la seguridad social, entre otros puntos, fueron conquistas largamente deseadas por la clase obrera. Sin embargo, muchas de esas conquistas respon-dieron a factores externos y no provinieron del proceso.

Otras, como el derecho a huelgas y paralizaciones y la crea-ción de las Juntas de Conciliación y Arbitraje, implicaron que muchas veces asuntos cotidianos se politizaran y extendieran hasta límites irracionales. Pero en México la percepción es otra, básicamente debido al esfuerzo institucional por crear instituciones consagradas a imponer la historia oficial.

Pero la historia real no miente. Un comparativo con otros países avalan que la Revolución Mexicana tiene bastante de

leyenda. El primer sufragio femenino en América Latina se produjo en Uruguay, en 1923. Más tarde vinieron Ecuador, en 1924, Brasil en 1932, Chile y Cuba en 1934 y Bolivia en 1938. México y Argentina solo lo aprobaron en 1947.

Uruguay tuvo su era progresista, con reformas sociales y relativa prosperidad económica desde 1903 a 1930, durante el periodo iniciado por Jorge Battle y Ordóñez. Entre los avances concretos se cuentan la creación de la Sección Secundaria y Preparatoria exclusiva para mujeres y la ley de divorcio por sola voluntad de la mujer en 1913.

Argentina es otro ejemplo. Hasta aproximadamente 1930 se formó un sistema progresista -con sutilezas: fue basado en los clases urbanas, blancas y europeas y desdeñó a las clases indígenas- que le permitió, apoyado por una inmensa riqueza natural, ubicarse entre los primeros del mundo en cuanto a índices económicos.

En Chile, el Frente Popular progresista -análogo a los casos de Francia, que terminó en un estado de bienestar, y España, que terminó en una Guerra Civil y en Franco- surgió en 1937. Por primera vez en América Latina una coalición pre-sidencial apoyada explícitamente por comunistas, socialistas, organizaciones indígenas y mujeres llegaba al gobierno.1

Venezuela fue un caso especial. Entre 1908 y 1935, con el dictador Juan Vicente Gómez en el poder, el país empezó a desarrollar su industria petrolera. Gómez alentó la inversión extranjera, aun cuando junto a ese liberalismo se mantuvo en el poder a través de la represión y la violencia.

Más tarde, el escritor Rómulo Betancourt ganó las eleccio-nes presidenciales y su apuesta fue por la democracia: fue uno de los pocos presidentes en la historia mundial en oponerse por completo a reconocer a cualquier gobierno dictatorial.

Brasil tuvo su modelo basado en las políticas de Industria-lización por Sustitución de Importaciones desde comienzos del siglo xx. La industria tuvo una expansión radical a partir de 1930, y modificó sustancialmente la geografía urbano-rural: en 1920 un 25% vivía en zonas urbanas, y en 1992 subió al 75%.

La elección de los países descritos no es arbitraria. Todos tuvieron en común un factor fundamental: un sistema político que, durante algunas épocas, les permitió contar con mayorías políticas durante un tramo considerable de su gobierno. En el caso mexicano, la Revolución no alentó la consolidación de mayorías políticas sinó al revés.

1. Fueron parte de la coalición los partidos radical, comunista, socialista, democrático y radical socialista, y organizaciones sociales como la confederación de trabajadores de chile (ctcH), Frente único Araucano y el Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de chile (MEMch).

Pero también estos países tienen otra característica funda-mental: ninguno aparece en la lista de países latinoamericanos con mayor pobreza estructural.

En cambio, según un reporte de la Cepal del 27 de noviem-bre de 2012, México se ubica en un deshonroso octavo lugar con un 36.6% de su población bajo la línea de la pobreza.

A la hora del balance las cifras son elocuentes: mientras gran parte de América Latina avanzaba firme hacia una mejo-ría, ninguna Revolución logró arrancar a México de la miseria que aún hoy lacera a casi 40 millones de sus habitantes.

Los sindicatos, la dictadura perfecta y las consecuencias

Tras la Revolución Mexicana, la creación de una historia ofi-cial y la labor de los ateneístas, el nacionalismo fue el resultado más evidente.

El punto cúlmine fue la expropiación petrolera de 1936, la institucionalización del absurdo y el sindicalismo, que tras nacer con intenciones progresistas terminó como uno de los factores que hasta hoy condenan al país al subdesarrollo.

Las conclusiones son claras. La Revolución Mexicana fue uno de los primeros procesos en impulsar avances sociales inauditos para la época. Pero al tiempo, emancipó legalmente a decenas de grupos sin la madurez política suficiente ni la coherencia necesa-ria para llevar a buen término esos avances sociales.

La Revolución Mexicana y el mito que hay detrás, al alentar sin freno la expresión de grupos sociales que terminaron apro-vechándose de sus marcos legales, acabó justamente por matar la intención original de desarrollar a México. La Revolución Mexi-cana, finalmente, murió de muerte natural: murió de sí misma.

biblioGrafía

El mito de la Revolución Mexicana: Entrevista con Luis gonzález y gonzá-lez. http://www.letraslibres.com/revista/convivio/el-mito-de-la-revolu-cion-mexicana-entrevista-con-luis-gonzalez-y-gonzalez

La Revolución de 1910 y el mito del ejido mexicano. José g. Zúñiga Alegría. Juan A. castillo López. http://www.azc.uam.mx/publicaciones/alegatos/pdfs/68/75-07.pdf

Mitos y olvidos en la historia oficial de México. Memorias y contramemo-rias en la nueva disputa en torno del pasado y del presente histórico mexicanos. carlos Antonio Aguirre Rojas. http://www.culturahistorica.es/aguirre_rojas/mitos_y_olvidos.pdf

Reseña bibliográfica de Diego Pulido Estrada sobre thomas Benjamin, La Revolución Mexicana. Memoria, mito e historia . http://www.ejournal.unam.mx/ehm/ehm34/EHM000003407.pdf

informe de la comisión Económica para América Latina y el caribe (cepal). http://www.eclac.org/publicaciones/xml/5/48455/PanoramaSocial-2012DocI-Rev.pdf

sobre el autor: Historiador egresado de la Universidad de chile, novelista y periodista.

rincón masculino

“No es saludable estar bien adaptado a una sociedad pro-

fundamente enferma.”

Jiddu Krishnamurti

rincón femenino

“Si el hombre se pierde en el tiempo de la historia y en el espa-cio del presente, sólo es asunto de

él volver a encontrarse.”Alma Beltrán doguera

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24 Noviembre 2013Letra Franca 25 Noviembre 2013Letra Franca

rosa elvira lópeZ dávila

DESPEDiR A LA REVoLUcióN

Mucho se ha hablado y escrito sobre la revolución mexicana, y a sus líderes más sobresalientes como Francisco I. Made-ro, Villa y Zapata, se les ha puesto en un pedestal glorificando sus nombres, ya

que junto a otros compatriotas de aquellos años, pusieron los cimientos para edificar una nueva nación.

Fueron muchos los motivos por los cuales la lucha revolu-cionaria prendió en el corazón y la conciencia de los mexicanos de aquella época. Entre otros, sobresale la baja calidad de vida del grueso de la población, la explotación de la clase campesi-na por parte de los latifundistas y hacendados, la humillación de la clase obrera por el patrón, la poca o nula escolaridad de buena parte de la población y la carencia de libertades.

Todo esto fue forjando en el alma nacional el deseo de libe-ración, pues había motivos suficientes por los cuales valía la pena luchar, sobresaliendo un elemento subjetivo de suma importancia: la fe. En ella radicó buena parte de la capacidad de movilización de las masas que, fascinadas ante la oportunidad de cambiar su estilo de vida precario, buscaron a un líder que representara sus aspira-ciones, y éste no iba a surgir de otro lado que no fuera su propia clase. Por eso se fijaron en el personaje que estuviera dotado de esa fuerza que les brindara confianza, seguridad y, ante todo, fe.

Francisco I. Madero, hombre de pensamiento lúcido y agu-da sensibilidad social, supo interpretar lo que en aquellos años la nación requería. Por su parte, Francisco Villa y Emiliano Za-pata, más que hombres de ideas, fueron personajes de acción, de instinto, agitadores puros que lograron identificar la impacien-cia del momento y penetrar en el alma de las masas populares.

Dice Gustav Le Bon, en su Psicología de las multitudes, que desde el momento en que se agrupan los hombres en torno a un ideal, por instinto se ponen bajo la autoridad de un jefe. Todo esto sucedió durante el periodo revolucionario. Es de-cir, las masas populares veían en Francisco Villa y Emiliano Zapata a dos hombres que encarnaban su ideal, con una gran potencia sugestiva que alimentaba su fe en la victoria.

Por su parte, Francisco I. Madero representaba más bien a la clase ilustrada, necesaria para armonizar a la sociedad de aquella época y garantizar con eficacia la defensa de sus inte-reses más legítimos.

Si por revolución se entiende al salto que de manera vio-lenta se da en las instituciones políticas de un país, generando un cambio social y la erradicación de un estilo autoritario de gobernar, la mexicana logró ese objetivo.

Aquella generación de combatientes concretó una etapa que, como todo proceso revolucionario, tuvo episodios de anarquía, inestabilidad e incertidumbre; situaciones que con el tiempo se fueron superando hasta constituir una forma de Estado, con un diseño legal, con un modelo institucional y un sistema de gobierno basado en la división de poderes.

La revolución mexicana fue ese episodio que cimbró la mente de un pueblo y le dio fuerza y cohesión para lograr la hazaña de su propia libertad. Ahí se cerró este círculo.

Sin embargo, parece que este acontecimiento histórico sigue hipnotizando a muchos, como si el dejar de evocar este episodio glorioso fuera una herejía, o como si el pronunciar reiteradamen-te los nombres de Villa y Zapata volviera a engrandecer a la patria.

¡No, hombre! Dejemos que nuestros héroes descansen en paz; ellos hicieron lo que en su momento les correspondía.

La Revolución Mexicana ha llegado a su momento de ex-trema vejez: solo es historia. Anclarnos al pasado es aniquilar el presente. Lo que interesa hoy no es lo que hicieron los re-volucionarios de 1910, sino poner en acción una voluntad de presente y una aspiración de porvenir.

Lo que verdaderamente importa, es preguntarnos qué es-tamos haciendo los mexicanos de hoy por sacar adelante a este país. Y será con educación, trabajo, disciplina, compromiso, iniciativa y responsabilidad, como habremos de avanzar y cambiar el estado de caos en el que actualmente se encuentra nuestro país.

Para esto no necesitamos ni de caudillos, ni de jefes, y mu-cho menos de héroes. Lo que se requiere para mover a este país, es elevar nuestro nivel de conciencia crítica y ponernos a la altura de las sociedades modernas que no se la pasan re-construyendo un pasado ideal ni suspirando por él.

A nadie más que a nosotros, nos corresponde apresurar la marcha hacia el futuro.

sobre la autora: Es comunicadora, analista política y ensayista.

emiliano raya aGuiar

HABíA UNA VEZ… EN 1910

Villa y Zapata, Zapata y Villa… y sus decisiones políticas y militares, a 113 años del inicio de la Revolución Mexicana, Letra Franca hace una revisión

autocrítica de aquello que dejó este giro de los mundos en nuestro país, para ver si el paradigma de la Revolución continúa vigente entre nosotros

Nuestro pueblo nunca ha tenido justicia, ni siquiera libertad. Todos los terrenos principales los tienen los ricos,

y él, el pobrecito encuerado, trabajando de sol a sol. Yo creo que en lo sucesivo va a ser otra vida,

y si no, no dejamos los máuseres que tenemos

El General de División Francisco Villa, en carta al General de División Emiliano Zapata

Había una vez un país en el que:El poder político se había concentrado

en un reducido grupo, se había formado una oligarquía que dominaba al país con mano de acero. La participación de otros

sectores sociales en puestos importantes de la administración pública estaba totalmente excluida. Al contrario, no había nin-guna movilidad en los integrantes del gobierno.

Aunque las apariencias de un gobierno republicano se con-servaban, las elecciones eran periódicas, existían tres poderes y se mantenía un régimen federal, nada de esto funcionaba conforme a sus principios.

El gobierno republicano funcionaba como una monarquía, las elecciones eran una farsa, el poder legislativo y el judicial estaban formados por incondicionales de los dueños del país, la soberanía de los estados no existía en los hechos. Una bu-rocracia inamovible gobernaba. El Senado era un asilo de ex gobernadores y ex funcionarios serviles al gobierno en turno. Había cierta dificultad para ser diputado o senador, pero una vez alcanzado el puesto todo era fácil.

A pesar de las muestras de oposición, de la crisis econó-mica, de las denuncias de periodistas, el aparato político elec-

toral y represivo había alcanzado un alto grado de eficacia. Se llevaban elecciones en las que la única diferencia era, cuando había, el nombre del candidato y el que ganaba gobernaba con la consigna de que “todo cambie para que todo siga igual”.

Sí, ese país es México, pero no el de estos primitivos años del siglo xxi, sino el de las postrimerías del siglo xix e inicios del siglo xx.

“Tenemos un superávit de 72 millones de pesos. Las mayo-res reservas de la historia. Nuestro comercio alcanzó la suma de 481 mil millones 363 mil 388 pesos, dejándonos un saldo favorable de catorce mil millones 636 mil 612 pesos”. Así le exponía José Ives Limantur, ministro de Hacienda, al presi-dente Díaz, la situación de las finanzas nacionales. Eran por su puesto las mejores cifras que había en la administración nacional desde que el país era independiente. Pero ¿cómo es que se llegaron a ellas? ¿Qué sacrificios tuvo que realizar el pueblo mexicano, para tener una estabilidad económica, única en su historia y envidiada por muchos países del mundo? ¿Fue de verdad la famosa “pax porfiriana” una época de bonanza, de progreso y desarrollo para México?

El desarrollo del capitalismo en México bajo el porfirismo combinó bajo una forma específica dos procesos que en los países avanzados se presentaron separados por siglos: un in-tenso proceso de acumulación originaria y un intenso proceso de acumulación capitalista. La construcción de ferrocarriles, orgullo del régimen porfiriano, expresó concentradamente esta combinación. Las vías del ferrocarril se extendían expro-piando tierras de la comunidades. Mientras se impulsó a las vías de comunicación, especialmente los ferrocarriles y los telégrafos, también se priorizó la industria minera. Este fue uno de los principales campos de inversión extranjera a ella

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26 Noviembre 2013Letra Franca 27 Noviembre 2013Letra Franca

se destinaba la cuarta parte de su total. La importancia de esta rama de la economía fue tal que “de las 943 empresas esta-blecidas hasta 1906, 310 eran mineras fundidoras; su capital representaba el 20.8 por ciento de todas las inversiones”. Y por supuesto en todos los casos eran compañías extranjeras las que monopolizaban el servicio.1

Así pues, mientras las compañías extranjeras vivían una luna de miel con el régimen, por el contrario, la situación de los trabajadores era mala, propia de un sistema esclavista. Sin defensa frente a los abusos patronales estaban sujetos a maltra-tos, castigos, descuentos y despidos arbitrarios. Su jornada era de sol a sol y los salarios muy bajos. No tenían sindicatos, ni prestaciones ni derechos laborales. Al igual que en las hacien-

das, existían tiendas de raya en las fábricas. No había descanso semanal, ni días festivos ni seguridad social ni ayuda por en-fermedad; mucho menos podía pensarse en vacaciones o pago de horas extras. Participaba un número elevado de mujeres en el trabajo fabril, una tercera parte del total; también había un doce por ciento de niños. Se calcula que para 1910 los obreros fabriles eran alrededor de 60 mil.

En el campo, la situación no era mucho mejor; a decir ver-dad, era peor. Las leyes de colonización y de terrenos baldíos de 1893 propiciaron el despojo de las tierras de los pueblos y las comunidades campesinas. La inmensa mayoría de estas tierras pertenecía a las comunidades indígenas que fueron despojadas brutalmente y de forma ilegal, pues muchas veces sus títulos, otorgados por la corona española, no fueron respe-tados, y cuando no tenían en orden sus papeles sobre la tierra, con mayor razón eran saqueados.

En 1889 y 1890 nuevas leyes suprimieron la propiedad co-lectiva e insistieron en el establecimiento de la propiedad priva de las tierras de los pueblos. Con ellas se aceleró el despojo de los campesinos.

Las leyes de aguas contribuyeron desde 1888 a fortalecer el poderío de los latifundistas. Obteniendo concesiones del gobierno sobre una corriente de agua, el individuo o la em-presa podían controlar extensas regiones hidrográficas. Para completar el panorama del latifundismo en 1910, apuntamos que 880 mil kilómetros cuadrados, casi la mitad del territorio nacional, estaban en manos de once mil hacendados. Varios poseían latifundios mayores que algunos países europeos.

Gigantescas extensiones de tierra estaban en manos de latifundistas y compañías extranjeras, la mayoría norteameri-canas, más de 40 millones de hectáreas, 22 por ciento de la superficie nacional, incluso en la frontera donde estaba prohi-bido por la ley que tuvieran propiedades los extranjeros.

Frente a un puñado de latifundistas, que no llegaba a doce mil, se alzaban 70 mil comunidades rurales donde habitaban dos millones de aparceros y 1.5 millón de acasillados. EI 96 por ciento de la población rural estaba integrado por peones.

Los pueblos y las comunidades poseían el uno por ciento de la superficie cultivable. Hacia 1910 el 90 por ciento de las familias campesinas carecía de tierra. Apenas quince por cien-to de las comunidades conservaban algo de su tierra. El 90 por ciento de las comunidades del altiplano central, la región más densamente poblada, carecía de terrenos de cultivo.

Las condiciones de vida y de trabajo de los peones de las haciendas eran pésimas. Los peones eran obligados a endeu-darse, por diversos medios, con el latifundista. Una vez adqui-rida una deuda, el peón tenía que trabajar en la hacienda hasta

1. La mayor parte del capital extranjero invertido en la industria era el Francés: 53.2 por ciento del capital total, colocado sobre todo en texti-les y controlaba catorce de las 26 empresas industriales más grandes e importantes del país. Le seguían Alemania, Estados Unidos, e inglaterra. No puede, sin embargo, despreciarse la importancia del capital nacional en la industria. Llegó a alcanzar el 70 por ciento, seguramente consi-derando la inversión en talleres artesanales y manufactureros. Buena parte de las industrias cervecera, azucarera, siderúrgica, y textil, estaban en manos de mexicanos (Zavala, 1975: 130).

Viñeta / Juan Castro Rico.

cubrir su importe. En la hacienda existía la tienda de raya don-de se entregaban artículos de consumo indispensable al peón y se le anotaba en el libro su costo, obviamente aumentado para impedir que la deuda fuera pagada. Las deudas se heredaban de padres a hijos. De esa forma el hacendado garantizaba la mano de obra para las labores. Existían dos tipos de peones: los que residían permanentemente en la hacienda eran los acasillados y los eventuales que laboraban por temporadas. Muchos de estos últimos alquilaban parcelas de tierras de mala calidad de la hacienda para cultivadas y se convertían en aparceros, las más de las veces endeudados con la haciendas.

Los peones eran víctimas de castigos corporales, malos tratos, jornadas de trabajo agotadoras, pésimos salarios, in-cremento arbitrario de sus deudas, incluso había haciendas donde existían cárceles particulares para castigar a los peones. Se perseguía a los trabajadores que huían de la hacienda sin cubrir el importe de su deuda.

Los campesinos sufrían este proceso de acumulación com-binado con un despojo de sus tierras y una destrucción de sus vidas, de sus relaciones entre sí y con la naturaleza, de sus ritmos vitales, de sus tradiciones. Pero el campesinado resistió constan-temente ese proceso. Lo resistió como campesino comunitario despojado y lo resistió como peón o como trabajador asalariado.

Los derrotados de la Revolución

En 1910, con el paso del cometa Halley, su estela, como se anuncia supersticiosamente, fue sembrando una serie de cala-midades de toda índole. Mientras se celebraba magníficamen-te el primer siglo del inicio de la lucha por la independencia de México; mientras los plácidos recorridos en el monociclo por Plateros y San Francisco, el Boulevard del París de las Amé-ricas, se veían amenazados por una cada vez más enardecida chusma, los tambores de la guerra habían empezado a retum-bar en el oído de todos los asistentes al juicio del porfiriato.

Ese 15 de septiembre, en el palacio lujoso, entre la gente de prosapia y entre los invitados extranjeros más refinados y circunspectos, en el salón donde se departía con los vinos más exquisitos y se bailaban los valses de moda aunque, eso sí, del mejor gusto; en medio de las vajillas y la fina cristalería esta-ban el enviado del Káiser Guillermo II y el subsecretario de Relaciones, el novelista Federico Gamboa. Afuera, en la plaza, una manifestación maderista turbaba tan digna celebración. El alemán, que no entendía ni jota, preguntó al diplomático mexicano:

- ¿Qué gritan esas personas?

- Vivas a don Porfirio, señor ministro.- ¿Por qué llevan en alto el retrato de un señor con barba?- Es que el general Díaz en su juventud usaba esa barba

de candado- Lo quiere mucho el pueblo de México ¿verdad?- Lo adora, señor ministro. El general Díaz es como un

padre para todos nosotros. Cuando años más tarde el fiel Gamboa contó en su diario

su versión de esta anécdota, que sería grotesca si no fuera paté-tica, todos recordaron otro intercambio famoso de 1789 entre Luis XVI y el duque Liancourt:

- Tomaron la Bastilla. ¿Se trata de un motín?- No, sire: es una revoluciónLa Revolución Mexicana se produjo porque los políticos

encumbrados del país no lograron ponerse de acuerdo, mani-fiestamente, en lo tocante a quién habría de gobernar cuando muriese el presidente Porfirio Díaz. Estos políticos, apodados los científicos, consideraban que era una ley natural que la na-ción pudiese progresar solamente bajo su dirección y dominio y para su beneficio propio. Hacia 1904 andaban forcejeando

Viñeta / Juan Castro Rico.

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28 Noviembre 2013Letra Franca 29 Noviembre 2013Letra Franca

con el problema de arreglar la sucesión de Díaz, que llevaba 20 años consecutivos de ser presidente. En 1908, dos años antes de la siguiente elección, el problema se convirtió en un notorio asunto de Estado. Y al quedar al descubierto sus maniobras, los poderosos resultaron ser ingenuos, traicioneros e incompeten-tes. Poco tiempo después, su esmerado orden se vio abajo.

Al principio la pugna revolucionaria, al igual que la lucha por la Presidencia de la República, tuvo como figuras articula-doras a miembros de las elites económicas y políticas del país. Madero pertenecía a una acaudalada familia de terratenientes. Pero su figura representaba la vanguardia del momento demo-crático mexicano, por este motivo los actores políticos prove-nientes de las clases populares, sectores antagónicos a los que se habían encumbrado en la dirigencia no dudaron en asumir el ideario político de Madero, plasmado en el Plan de San Luis.

Pero más temprano que tarde, los ejércitos populares, el Ejército Libertador del Sur para ser específico, rompieron con el maderismo por la simple razón de que Madero estaba imposibilitado para cumplir las demandas de los campesinos y los peones. No podía, no quería y no debía traicionar a la élite económica del país y cumplir con las reivindicaciones del

campesinado ya que esto representaba justamente ir en contra de los designios de su clase.

El desprestigio que Madero tuvo ante las fuerzas zapatis-tas, fue aprovechado por Huerta para derrocar al “apóstol” de la democracia. La guerra contra Huerta fue aún más cruenta que la librada contra los ejércitos porfiristas. La voracidad y crueldad de Huerta sumió al país en una lucha fratricida, pero dotó a los ejércitos villistas y zapatistas de un elemento antes ajeno, lograron identificar al enemigo de desde una perspec-tiva clasista. Así pues, los zapatistas que ya se habían sentidos traicionados por Madero, que conocían de sobremanera la brutalidad de Huerta, no tuvieron ninguna dificultad para en-tender que los intereses que enarbolaban los constitucionalis-tas, al mando de Venustiano Carranza, eran totalmente ajenos a los suyos. “Ese Carranza es un traidor”, le dijo Villa a Zapata durante su encuentro en Xochimilco, a lo que Zapata contes-to: “Verdad que sí. Yo siempre lo dije”. Los ejércitos populares habían entendido que las reformas que el país necesitaba, que ellos necesitaban, solo podían instaurarse si ellos lo hacían, no podían darse el lujo de confiar en alguien más.

Una vez derrotado Huerta iniciaba la etapa políticamente más álgida de la Revolución. Aunque la lucha armada no cesó, es a partir de 1914 donde se desata la lucha ideológica de la Revolución, las posiciones ideológicas de los desposeídos, plasmadas en documentos como el Plan de Ayala contra las posiciones burguesas de los constitucionalistas se enfrentan de manera abierta. “Una vez terminada esta guerra entre her-manos, se alzará gloriosa la verdad lucha, la lucha de clases”, había afirmado Carranza. Este argumento demostraba la clari-dad que tenía el general constitucionalista respecto a su deber en la historia. Crear una fuerte clase burguesa nacional que logrará desarrollar las fuerzas productivas del país.

Pero esta posición abría de tener fuerte oposición de villistas y zapatistas, quienes no estaban dispuesto a esperar ni un mi-nuto más para transformar las condiciones sociales de México.

El 4 de diciembre en Xochimilco se llevó a cabo una de los encuentros más simbólicos de la historia nacional. Los generales de los dos ejércitos revolucionarios populares se en-contraron para afinar los detalles de un pacto que garantizaría la derrota de Carranza y la instauración de un gobierno que respondiera directamente a los intereses del pueblo insurrecto.

La reunión se llevó a cabo conforme a lo planeado. Era la primera entre Villa y Zapata, y auguraba muy buenos frutos para ambos bandos. Los dos hombres parecían antagónicos. Villa era

alto, robusto, pesaba cerca de 90 kilos, tenía una tez casi enrojecida como la de un alemán, se cubría con

un saracof, iba vestido de un grueso sweater marrón, pantalones de montar color caqui y botas pesadas de jinete. Junto a él Zapata parecía ser natural de otro país. Mucho más bajo que Villa, no debía de pesar más de 70 kilos, de piel oscura y rostro delgado, cuyo inmenso sombrero a veces echaba tal sombra sobre sus ojos que no se le veían, vestía una corta chaque-tilla negra, un largo paliacate de seda de color azul pálido, una camisa de pronunciado color lavanda y usaba alternadamente un pañuelo blanco de franja verde y otro en el que estaban pintados todos los colores de las flores. Vestía pantalones apretados ne-gros, de corte mexicano, con botones de plata cosidos en el borde pernea, y, a diferencia de Villa que no llevaba ninguna, Zapata traía dos anillos de oro, de estilo antiguo en la mano izquierda.

Durante media hora, los dos jefes estuvieron sentados en si-lencio embarazoso, como novios de rancho. No fue hasta que Villa comentó cuán “descarado” era Carranza cuando comen-zaron a entrar en confianza. “Siempre lo dije –explotó Zapata–, les dije lo mismo, ese Carranza es un canalla”. Desvariando y haciendo bromas acerca del antiguo jefe hablaron durante casi una hora. Luego la conferencia informal se levantó cuando Villa y Zapata se retiraron a otra habitación donde discutieron como podían acabar con los carrancistas. Dos días más tarde ambos ejércitos entraron formalmente a capital del país.2

Pero, ¿qué se acordó en realidad en este pacto? Lo que acor-daron Villa y Zapata fue que cada uno combatiría a las fuerzas carrancistas desde su zona. Con este criterio estaba en des-acuerdo el general Felipe Ángeles. Desde que entraron a México Ángeles propuso no detenerse, sino perseguir al descalabrado y debilitado ejército de Obregón, echársele encima con todo el empuje de la División del Norte y aniquilarlo. Villa se negó aduciendo que su base estaba en Chihuahua igual que sus líneas de abastecimiento, además aseguró que Zapata se encargaría de atacar o al menos de mantener a raya a las fuerzas de Obregón, cosa que no fue cierta. Esta fue la gran diferencia entre los ejér-citos populares del norte y sur, y el del ejército carrancista. Estos últimos tenían una perspectiva nacional y allí justamente, radi-caba su superioridad, mientras que Zapata y Villa tenían una visión regional, esa era su gran debilidad.

En cada Revolución hay un punto de viraje en el que, si el ala radical no toma en sus manos el poder político para consolidar-la, la Revolución retrocede, aunque nunca al punto de partida.

Este fue el momento, en la historia nacional, en el que las dos fuerzas populares más grandes del país estuvieron cerca de unirse, esta unión hubiera significado un desenlace totalmente diferente hubiera cambiado de manera radical la historia patria en los años venideros. Pero no fue así, y la historia no hace lo que uno quiere. Villa y Zapata fueron derrotados y asesinados, su incapacidad de entender la importancia táctica de una fuerte unión se tradujo en una de las derrotas más dolorosas para el pueblo mexicano. La Revolución la perdieron los que más sangre vertieron.

A 113 años después del inicio de la Revolución Mexicana, las preguntas de que hubiera cambiado si los vencedores hu-bieran sido otros siguen rondando en la cabeza de más de uno. Pero falso sería afirmar que los esfuerzos de villistas y zapatis-tas fueron infructíferos. El pacto social de 1917 es la muestra más palpable de la fuerza ideológica y política de los ejércitos populares que a pesar de todo lograron plasmar algunas de sus demandas más sentidas en la nueva Constitución.

A 96 años de la firma de la Constitución, a los herederos de Carranza y Huerta, ésta les sigue pareciendo una afrenta por lo que ponen todo su empeño en echar abajo las conquistas históricas del pueblo mexicano plasmadas en el documento constitucional. Hasta el momento, se han podido detener to-das sus embestidas, pero no parece muy lejano el momento que cumplan su cometido.

A menos que ahora si se honre el Pacto de Xochimilco.

biblioGrafía

Bartra, Armando, Los Herederos de Zapata, México, ediciones ERA, México, 1985Benítez, Fernando, Lázaro Cárdenas y la Revolución Mexicana I. El porfiriato,

Fondo de cultura Económica, México, 2002Benítez, Fernando, Historia de la Ciudad de México, Ed. Salvat, Barcelona,

Vol. 8, 1984, gilly, Adolfo, La guerra de clases en la revolución mexicana (revolución per-

manente y auto-organización de las masas) en “interpretaciones de la Revolución Mexicana”, Editorial Nueva imagen, México, 1980

Lara chávez, Hugo, El cine y la revolución (1910-1914), en corre cámara.com.mx (revisado 07 de agosto del 2012)

Mendieta y Nuñez, Lucio, El problema agrario en México, Porrua, México, 1937Salmerón, Alicia, El porfiriato una dictadura progresista, en gran Historia

de México ilustrada, tomo iV “De la Reforma a la Revolución”, editorial Planeta DeAgostini, México, 2002

Womack, John, Zapata y la Revolución Mexicana, siglo xxi, vigesimaoctava edición, México, 2010

Zavala, Silvio, Apuntes de historia nacional, Editorial Diana, México, 197

sobre el autor: Estudió Historia en la UMSNH. Es comunicador y ensayista.

2. Este suceso, afirma gilly, es uno de los episodios más hermosos y con-movedores de la revolución mexicana, una expresión temprana, violen-ta y ordenada de la potencia de las masas que ha dejado hasta hoy su marca en el país, y uno de los cimientos históricos en que se afirman, sin que reveses, traiciones ni contrastes hayan podido conmoverlo, el orgullo y la altivez del campesino mexicano.

Viñeta / Juan Castro Rico.

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30 Noviembre 2013Letra Franca 31 Noviembre 2013Letra Franca

Verdi: el artista en su bicentenario

erick alba

VERDi EN LA REtóRicA y LA MASoNERíA

La obra operística de Giuseppe Verdi (Le Roncole, Busseto, 10 de octubre de 1813 – Milán, 27 de ene-ro de 1901) constituye uno de esos casos en que su clasificación técnica representa todo un reto para los especialistas, tal como sucedió con Beethoven

o Wagner, pues sus estilos creativos personales se sitúan en-tre dos épocas distintas y a ninguna pertenecen por entero, tal vez como una repercusión evidente de la convulsión que vivía la sociedad de sus propios días: Beethoven, situado entre el clasicismo y el romanticismo, experimentó el decaimiento de la aristocracia en su papel de dirigencia social incuestio-nable y le llevó a renunciar a la búsqueda de los tradicionales mecenazgos; Wagner, quien enarbola una etapa de revolución musical en Europa al retomar viejos estándares y lograr in-fluenciar en estilos que ni siquiera conoció, como el verismo y el modernismo tonal y atonal, tomó parte en el surgimiento de obsesiones raciales que buscaban la pureza, como se refleja en algunos de sus textos sobre filosofía, y que se transmutó en su propuesta estética Gesamtkunstwerk (Obra de Arte Total); y Verdi, clasificado como compositor romántico aunque su obra hace un puente entre el Bel Canto nacido en el Barroco y el Verismo que representó a la clase obrera, participó del impulso nacionalista que buscaba la unificación de Italia a través de las rebeliones esporádicas y aplastadas entre 1830 y 1848, hasta consolidar una federación en 1870 después de la expulsión de los austriacos, en el norte, con la ayuda de Garibaldi y con

lealtad a Víctor Manuel II, quien sería el primer soberano de la Italia unificada.

Verdi Simbólico

Es célebre la anécdota que narra el uso del apellido del compo-sitor por parte de los nacionalistas italianos que pugnaban por la unificación territorial, cuando escribieron en pintas públicas “¡Viva VERDI!”, para expresar en realidad “¡Viva Vittorio Ema-nuele Rei D’Italia!”, aunque el acrónimo que recuerda al com-positor no es una simple casualidad, pues en ese momento, a partir de 1848, Giuseppe Verdi ya contaba con renombre como compositor de dramas musicales y algunas de sus arias y cantos corales eran vistos como llamados a la exaltación patriótica, tan necesaria ante los intentos de emancipación política.

Así, seis años antes del último aplastamiento rebelde im-portante, el de 1848, Verdi estrenó Nabucco en La Scala de Milán, con texto de Temistocle Solera y la misma en la que se incluye el célebre canto coral Va pensiero, basado en el Salmo 137, para representar las ansias de libertad del pueblo hebreo durante su cautiverio en Babilonia. El texto hace referencia al pensamiento que vuela sin ataduras a “las orillas del Jordán y las destruidas torres de Sión”, y toca también el tema del sue-lo natal envuelto en la fatalidad: “¡Oh, mi patria, tan bella y perdida!/¡Oh recuerdo tan caro y fatal!”, lo que indudablemen-

te sería un punto de encuentro para las ansias nacionalistas italianas tras el fracaso de la insurrección de 1848.

Además de lo anterior, la misma pieza coral permite un análisis más profundo en cuanto a su simbología discursiva que el que consiente el texto mismo, aunque para realizarlo es necesario recurrir a otras herramientas, como la Retórica Griega Clásica cuando se aplica bajo los lineamientos estable-cidos desde la etapa barroca y en desarrollo hasta el clasicismo europeo a través de teóricos como Marc Antoine Charpentier, Johann Mattheson y Jean Philippe Rameau, entre otros.

Ellos definieron que cada tonalidad de la escala dodecafónica, la que se aplica en el sistema occidental hasta nuestros días, pro-duce un efecto anímico específico en el espectador, y aunque cada uno de los tres autores mencionados llega a sus conclusiones con ciertas diferencias, sí coinciden al menos en sentimientos como la exaltación o el reposo que produce cada acorde de la escala.

Si aplicamos eso al Va pensiero podemos observar que la obra está escrita en Fa Sostenido Mayor (algunas editoriales lo bajan medio tono, a Fa Mayor Natural, pues su ejecución en esa tonalidad es más fácil para los ejecutantes de menor pericia), misma tonalidad que según Mattheson produce sentimientos relacionados con la generosidad y el amor, aunque Verdi escribe la introducción instrumental de ese canto coral en el acorde do-minante, el Do Mayor, que es también el paroxismo del Fa Ma-yor, su punto más alejado en la escala, y que, por consiguiente, representa pasiones contrarias: belicosidad, cólera y un regocijo demandante y no comprensivo como lo configura el Fa.

Al intervenir las voces humanas, Verdi escribe la indicación “tutti sotto voce” (todos a media voz), pues expondrá con mú-sica un pensamiento que, aunque grupal, es también de tintes confesionales: “¡Ve, pensamiento con alas doradas/pósate en las praderas y en las cimas/donde exhala con su suave fragancia/el dulce aire de la tierra natal!”, manteniendo al Fa como el epicentro armónico aunque en la parte B de la obra dicho epicentro muda a Do con todas las características interpretativas de ese tono: volumen alto para aludir a esa cólera demandante, y que en el texto coincide con los versos “Arpa de oro de fatídicos vates,/¿por qué cuelgas muda del sauce?/Revive en nuestros pechos el recuerdo,/¡Que hable del tiempo que fue!”, como un llamado a la acción contra lo que se considera injusto, tanto en el contexto de la obra musical como en el de la Italia que lo escucha.

En lo que se refiere al discurso melódico, es esa misma frase ál-gida de la obra y que en ese momento se encuentra en la tonalidad de Do Mayor, en la que Verdi recurre a la herramienta retórica de la Reduplicación, lo que en su uso verbal consiste en la repetición de una palabra para reafirmar su contenido, generalmente para profundizar en la petición o exigencia, aunque en este caso se trata de una nota musical aguda repetida cinco veces en distintas sílabas

del vocablo para causar el mismo efecto, antes de finalizar la obra nuevamente en sotto voce y con un movimiento melódico descen-dente que remite al estado confesional con que inició.

A pesar de lo somero del análisis que hasta ahora tenemos sobre el Va pensiero, es suficiente para deducir una postura po-lítica clara de Verdi en torno a la situación política de su país en ese momento: como ya se dijo, el uso de un Fa Mayor refiere a la generosidad y al amor con que el autor expone un deseo, la libertad para su pueblo en este caso, y que se hace presente en el Exordio o inicio de su discurso; mientras que el paroxis-mo en Do Mayor de la parte B hace honor a la cólera ante la situación imperante y a lo categórico que es su exigencia al presentarla bajo una figura de Reduplicación, aunque al volver nuevamente a Fa Mayor en el cierre del discurso, se reafirma la inicial benevolencia expuesta como en un susurro y como si el mismo autor dijera “llamo a la libertad, en paz y sin rencores”.

Masonería auditiva

Antes que extender este mismo examen a otra de las obras de Verdi, preferimos profundizar en el Va pensiero desde una óptica mucho menos recurrida que la anterior cuando se trata del análisis simbólico sobre su música: el peso de la filosofía masónica en su lenguaje artístico.

Son bastante difusos los datos biográficos sobre Verdi y su paso por la masonería italiana, aunque existe al menos una foto-

Verdi como director de orquesta.

La figura humana y creadora del más emblemático músico italiano -del que se han cumplido 200 años de su nacimiento- es revisada en relación

con el arte y con una vocación desconocida de su existencia. ¿Será real?

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32 Noviembre 2013Letra Franca 33 Noviembre 2013Letra Franca

grafía de estudio en que su pose hace referencia a un signo distin-tivo del grado de Maestro, lo que en su contexto histórico plantea también una suerte de disyuntiva personal que debió enfrentar el compositor al declararse como aliado del nacionalismo y la unifi-cación política de su país, mientras el resto de la masonería vecina apoyaba sin reticencias al clan de los Habsburgo, y por ende, al sometimiento de Italia a las potencias extranjeras: Verdi eligió la independencia política de su tierra siguiendo más los preceptos de la masonería histórica, aunque eso significara su contraposi-ción a los intereses de la masonería de su propio tiempo.

No es posible por el momento saber el grado que Verdi tenía dentro de la masonería en 1842, año en que se estrena su ópera Nabucco y en la que se contiene el Va pensiero; sin embargo, al leer la partitura del canto coral es posible com-prender que a sus 29 años de edad ya dominaba al menos la numerología mística básica, la que se refiere a lo espiritual y a lo material (el 3 y el 4, respectivamente), y esos dos números le sirven como tema en la introducción orquestal del canto coral.

Hablemos sólo de los primeros cuatro compases de la obra, que son suficientes para comprender la intención sincretista del autor. En el primero de ellos, en métrica de cuatro tiempos, existen tres notas Do y un silencio (hay otras notas que anteceden a cada Do pero no se consideran reales por ser apoyaturas), y en este con-texto debemos recordar que el Do es el punto más alejado del Fa, la tonalidad principal de la obra, es decir, es el punto más alejado de

la perfección y del estado de reposo que busca la obra como con-clusión. Esos tres Do constituyen al mismo tiempo la herramienta retórica de la Reduplicación que mencionamos arriba, pero tam-bién el llamado que hace un iniciado en la masonería al solicitar su ingreso a los trabajos, pues ya cuenta con los conocimientos necesarios para identificarse y conoce la simbología del número 3.

En el segundo compás hay dos grupos de 4 notas cada uno como una alternancia de los significados numéricos, y aunque también se trata de la continuidad de la Reduplicación desde el punto de vista retórico, existe una referencia directa a lo terre-nal que contrasta con la espiritualidad marcada en el compás anterior, lo que ayuda a establecer ante el público el contexto vivencial de quienes cantarán en coro poco después, los esclavos en añoranza por su patria (eso sería el contexto espiritual) ante las condiciones de vida que llevan en el cautiverio (contexto ma-terial), a lo que se suma que el último grupo de cuatro notas del segundo compás forma un acorde de Fa, el estado de perfección que podría existir en lo material si se concretaran las esperanzas que esos esclavos claman en su espiritualidad todavía imperfec-ta (el número 3 en acorde de Do) del primer compás.

El tercer compás es un regreso al primero: la nota Do en tres ocasiones con todo lo que eso significa, mientras que el cuarto compás es la suma de todo lo anterior, dos grupos de siete notas cada uno: la unión de lo espiritual con lo material y de lo imperfecto con lo perfecto, debido a que el primer grupo forma un acorde de Do y el segundo el de Fa.

Conclusión

Como podrá notarse, la elaboración de un discurso musical va mucho más allá de la simple intención de agradar al especta-dor. En ese discurso está implícito el conocimiento técnico del compositor para dar orden reconocible a sonidos de distinta duración y diferente altura, pero también su inventiva para hacer detectables aspectos que no forman parte de la simple acústica y que en este caso se refieren a situaciones políticas de un momento específico y mezcladas con convicciones filosófi-cas personales, las que en el caso de Verdi, como arriba se dijo, seguramente significaron para él la necesidad de tomar una decisión congruente con sus propias opiniones en el aspecto político, aunque esa decisión fuera en contra del grupo al que pertenecía, lo que visto así, podría abrir la puerta para conocer con mayor profundidad a un artista que a pesar de su perma-nencia se sigue mostrando tan enigmático como profundo.

sobre el autor: Estudió Musicología y órgano en el conservatorio de las Rosas. Es periodista de cultura en La Jornada Michoacán.

Parte inicial de la partitura del “Va pensiero”

omar arriaGa Garcés

VERDi o LA gLoRiA DE LA MENtiRA

Más allá del personaje mítico que le dio a Italia motivos para su unificación, y del gran artista que era, Giuseppe Verdi fue un hombre singular con una concepción de la vida a un tiempo precisa y suntuo-

sa, de lo cual dan cuentan sus óperas.Una concepción precisa porque nunca abandonó ciertos

límites, inherentes a su persona: afabilidad en el trato y senci-llez. Semejante a ciertos indígenas a los que no les gusta que les tomen fotografías, a Giuseppe Verdi –por una especie de tabú– le desagradaba que se pronunciara su nombre en voz alta y pedía que no se hiciera.

En ese sentido, indica Francesco Orestano en “Giuseppe Ver-di, mediterráneo y universal”, Verdi era un hombre por completo “natural” y sincero, que igual podía tender a los extremos, lloran-do como un niño o riendo “como un numen”, experimentando durante su vida un éxito arrollador al que lo llevaron sus óperas, así como una tristeza desoladora y álgida, al perder a su esposa y dos niños de forma prematura: “quien nunca ha comido el pan empapado con sus propias lágrimas; quien jamás ha pasado las noches llorando en su propia cama, ése no Os conoce, ¡oh Poten-cias Celestes” (Orestano, 1941: 23), diría el compositor.

Todo en Verdi, tanto lo sublime como lo infame, los sen-timientos más intensos que es capaz de concebir el corazón humano, vendrán dados fáustica, demoníacamente, en sus obras: “gozos infinitos, dolores infinitos”.

Por ello se expresa que su concepción de la vida es también suntuosa. “Junto a un dios se ríe o se llora”, indica Sófocles, el trágico. A fin de cuentas, las óperas de Verdi hablan de un espíritu resplandeciente, capaz de absorber el mundo en cada detalle y de volverlo a generar, ya transformado en ritmo.

Pero no de cualquier detalle, sino justamente de aquellos que dan cuenta de la comedia humana: “Todo en el mundo es burla,/ el hombre nace burlón,/ falla la fe en su corazón,/ le falla la razón./ ¡Todos burlados! Se mofa/ de otros todo mor-tal…”, hallamos estos versos en Falstaff, que se supone es una opera buffa. Y este tono compungido y desencantado, ¿acaso no evoca el sentimiento porteño del propio Carlos Gardel, como por ejemplo en “Madreselva”?: “Así aprendí/ que hay que fingir/ para vivir/ decentemente;/ que amor y fe/ mentiras son/ y del dolor/ se ríe la gente…”.

E igual que no se trata de absorber cualquier detalle, tampoco se trata de captar el universo bajo la forma de cualquier ritmo. En Verdi, la palabra canto es la que puede designar aquello que hace especial su obra y que está en franca oposición a lo que en Europa hacía por entonces Richard Wagner, pues hay en el compositor italiano una predilección por la voz humana; y los instrumentos están para resaltar este rasgo, no para obscurecerlo. Resulta curioso ver cómo una persona de origen humilde (de humus, lo que está en el suelo: agricultura, nutrición y reverdecimiento, pero también los muertos que reposan, la entraña y el hogar de las deidades ctónicas) prefiere que la voz humana no se consagre en concreto a su propia persona, sino que cante las adversidades y las alegrías del hombre.

Verdi se movía en la línea histórica de la poesía y del arte grecolatino, mediterráneo. Esta poesía y este arte exalta al hombre como cima y finalidad del mundo. Por eso nuestro arte es antropocéntrico y antropomórfico. Su protagonista es el hombre, y éste se halla por encima de la naturaleza. La escultura y la pintura representan principalmente hombres reales (retratos) o formas hu-manas a las cuales se atribuyen significados simbólicos. Los conceptos más abstractos son sensibles y se expre-san mediante gestos humanos. En este arte la naturaleza tiene valor como embellecimiento o contorno, y tam-bién en este oficio secundario ella penetra tardíamente en la órbita del arte. Incluso la arquitectura toma como modelo al cuerpo humano. ¿Cómo asombrarse de que la música y el canto, el teatro y el drama humanos sean una misma cosa? (Orestano, 1941: 30).

Y aunque la ópera es un género mal apreciado por quienes no saben mucho de él, como quien este texto escribe (incluso un tanto pomposo y afectado), en Verdi las acciones, la melodía, la escena, el acento, los distintos metros de las líneas versales, todo cuanto configura sus obras, puede apreciarse no como confor-mando un todo teatral, sino dramático, en constante tensión: como drama entre el silencio y el sonido, la soledad y la presen-cia, la risa y el llanto (teatral es, aunque esto sea algo injusto, una palabra cargada de sentidos quizá mal interpretados, para refe-rirse a una obra más o menos afectada, más o menos pomposa, que no parece natural; contrariamente a lo que ya hemos dicho de Verdi, siguiendo siempre a Francesco Orestano).

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34 Noviembre 2013Letra Franca 35 Noviembre 2013Letra Franca

El dilema de lo real

Pero si Verdi está en línea con ese arte que exalta la figura del hombre y cuya expresión suprema es el gesto humano, ¿quiere esto decir que por “natural” debemos entender que la obra del compositor italiano tiende a plasmar algo así como una realidad que está ahí, de manera inmediata, que es reproducida a partir del entorno más cercano del músico por él mismo? Orestano in-dica que no, que la concepción de Verdi está en pugna con la de Gaetano Donizetti (iniciador del realismo en la ópera), aparte de que sinceridad tiene para el autor de La Traviata un sentido por completo diferente del que cabría esperar que guardara para el compositor de la Lucia di Lammermoor y El elixir de amor.

Verdi habla de “verdad”, y la verdad, al menos a la que él se refiere, está más próxima a lo que Nietzsche o el propio Ga-damer entendían: “gloriosas mentiras”, en el sentido en el que lo escribió el poeta Stéphane Mallarmé; todas las verdades son versiones de quienes narran o construyen un cierto discurso, no hay una sola verdad por eso; la verdad es en todo caso un algo fidedigno, auténtico, que se deja percibir, no una cosa fijada de una vez y para siempre que está afuera de nosotros; en tanto que, por otro lado, el arte es esa gloriosa mentira que puede de-cir su nombre verdadero, el cual, sin duda, no es real bajo dicha concepción, pero se siente más verdadero incluso que lo real.

Es sorprendente que las personas, por una suerte de hechi-zo verista, propendan a creer que una obra es más genuina si el argumento se basa es un hecho histórico, que inclusive, en el colmo de la impudicia llaman “real”: basados en “hechos rea-les”, se anota en muchas películas como si esto fuera un logro, pero lo real está en la mente, en el espíritu, el alma humanos, no en una sucesión cronológica. “Toda literatura es fantástica”, escribió Borges en Literatura fantástica e, indudablemente, lo mismo vale para las otras artes.

Pasar de un punto a otro en el tiempo no significa vivir; experimentar la vida es algo que puede darse de golpe; aunque también es posible que tras 99 años uno no haya experimen-tado ni vivido.

En términos verdaderos, el tiempo no existe, “el corazón del hombre es fundamentalmente inmutable”, ni existe el futuro, ni el pasado existe. ¿Se puede hablar del futuro sin hacerlo desde aquí y desde este ahora? ¿Se puede recordar el pasado, un pasado que aparte uno recuerda de una manera y nadie más recuerda del mismo modo, sin hacerlo desde este momento y este lugar en el que se está de pie? Que sólo existe el presente no es un cliché módico; y lo que existe es experien-cia, arduamente adquirida o con menos dificultad, pero al fin y acabo experiencia.

Manifestaba en cierta ocasión el cineasta mexicano Carlos

Reygadas que sus películas podían considerarse realistas si por realismo se entendía que el hombre sueña, desea, teme, aspira, recuerda y vive en diferentes planos, todos los cuales conflu-yen en el presente a través de su propia percepción; lo cual podría aplicarse a las obras de Verdi, guardando la distancia y las diferencias que existen entre ambos, por eso de que para empezar se trata de dos distintas épocas.

Así, la experiencia humana ayuda a imaginar, soñar y pro-yectar nuevas creaciones que, rigurosamente, estarían siendo inventadas, pero que son más verdaderas que lo real porque descienden a más profundidad dentro del alma humana y, por tanto, calan más hondamente. Dice el músico italiano con respecto a Aída, ópera que se desarrolla en el antiguo Egipto: “Imaginé que debía ser así. Copiar lo verdadero puede ser una buena cosa, pero inventar lo verdadero es mejor, mucho mejor”.

¿De dónde copiar lo verdadero? ¿De dónde inventar los ges-tos humanos? De responder estas preguntas, con seguridad po-dríamos comprender que la creación de la realidad es algo que nos toca a todos, porque en cuanto estamos vivos nos hallamos interpretando nuestro entorno sin cesar, puesto que la percep-ción es ya interpretación, aunque no nos demos cuenta de ello.

Metamórfica, diversa, versátil, nadie puede contener la realidad o lo que sea que implique ese término y, sin embargo, la obra de arte es una escala en pequeño de lo que el universo es, o debe ser. De tal modo, las obras de arte de Verdi con-mocionan porque son verdaderas, como refiere Orestano, y porque nos hablan directamente: “es música verdadera, en la que hay vida, sangre, nervio” (1941: 24), expresó el músico ita-liano sobre Wagner, y estas palabras bien pueden aplicársele a él mismo, así como uno puede identificarse cuando hay expe-riencia, sea que una obra artística nos lleve a ella o que alguien nos la haya transmitido por la conversación.

Esto (que algo sea real o no) en última instancia no tiene importancia, o al menos no una importancia radical. Mien-tras sea verdadero, puede ser una mentira; pero, para que sea verdadero debe ser glorioso. Y si es glorioso, a ciencia cierta se impondrá sobre la realidad, como Verdi se nos impone aún hoy, a 200 años de su nacimiento.

biblioGrafía

orestano, Francesco (1941), “giuseppe Verdi, mediterráneo y universal” (traduc-ción de guillermo Fernández), en Celebrazioni Verdiane, Fascículo 3, [s.l.]

sobre el autor: Poeta y periodista cultural, ganador del Premio Estatal de Ensayo María Zambrano 2013.

siluetas y vislumbres

raÚl casamadrid

FRANciSco ELiZALDE EN PLEAMAR

Hace sesenta años, en los Talleres Hernán, de Zamora, Michoacán, en 1953, se publicó la primera edición de Ángeles de la Muerte. Francisco Elizalde García, su autor, concibió este poema, inicialmente, como un home-

naje a su madre; luego, el poeta decidió transformarlo en un texto metafísico que aborda el problema de la muerte. Ahora, sus lectores conocemos que no sólo se trata de una pieza que habla de la muerte, sino sabemos que esta obra poética trata, también, de la vida y del amor: los tres temas fundamentales a los cuales la alta literatura no puede sustraerse.

Al hacerle entrega del Premio Estatal de las Artes Eréndira 2013, durante su novena edición, se mencionó su destacada obra como profesor, editor, locutor, periodista, gestor cultural, biógrafo, cronista, historiador y poeta, haciendo hincapié en que sobresale con los méritos necesarios que lo destacan no solamente a nivel regional y del estado, sino como figura mayor de la literatura na-cional. Y es muy cierto, a sus noventa años este zamorano brilla no sólo por su obra artística y didáctica: se trata de un hombre íntegro que alcanza esta noble edad en plenitud de sus facultades menta-les pero, sobre todo, en plenitud de sus facultades sentimentales. Debe ser maravilloso alcanzar la vejez siendo querido y respetado por cuantos ha tocado con la magia de su presencia.

El Tata Pancho, El Viejo Búho nació en Zamora, Michoacán, el 23 de septiembre de 1923 y a lo largo de su vida siempre se ha preocupado por proporcionar medios -y por servir él mismo también- para que la educación y el nivel cultural de sus coterrá-neos se eleve. Ello, mediante numerosos artículos periodísticos sobre historia regional, produciendo noticiarios y difundiendo la riqueza musical purépecha, como lo hizo con su maravilloso programa radial “Mañanitas purépechas” -transmitido por la emisora xezm, de la que fue gerente-. Especialista en heráldica, etimólogo, cronista, difusor y gestor cultural, Francisco Elizalde García se eleva ya no sólo como un maestro, sino también como un modelo a seguir por su bonhomía y personalidad, querido por sus amigos y por sus discípulos.

Antes de recibir este reconocimiento, el Premio Estatal de

las Artes Eréndira 2013, en la categoría de Literatura, Francisco Elizalde también fue premiado por su labor periodística con la medalla José Tocavén, en 1986, y con la presea Melchor Ocampo, en 2005, por su importante labor en la promoción de la cultura. Sin embargo, el propio Viejo Búho Elizalde se reconoce a sí mismo, por encima de todas las actividades que ha realizado en su larga y productiva vida, como un poeta. Creador del emblemático poema “El rebozo”, musicalizado por el maestro Miguel Bernal Jiménez en 1960 y compuesto originalmente como un poema “de servi-cio” para ser declamado e interpretado coreográficamente por los niños en las escuelas, Elizalde ha publicado, además, numerosos poemarios: Poema del Rebozo, (1950); Dos romances, (1951); Poe-ma del recuerdo, (1952); Ángeles de la Muerte, (1953); Revolución, canto y homenaje, (1960); Madre América, Romances, Poema de los dedos de Flavio, Invocación de la enfermera, Poemas de la Revolu-ción, Greda Roja, (1969); Laudanza del sombrero, En memoria del padre, Pregón a Jacona, Tiempos de México, Crucifícanos, Mujeres de México, Tata Lázaro, (1970) y Cinco salmos (1974).

Entre toda su producción lírica destaca, como una perla, Án-geles de la Muerte. Este poema mereció recientemente, en el año de 2007, una exquisita edición realizada por Jitanjáfora, la editora moreliana que, en su colección “Poesía Michoacana Contempo-ránea”, ha llevado a las imprentas importantísimos títulos de la poesía michoacana y nacional. En esta edición, presentada por Héctor Canales González y Raúl Eduardo González, es posible acceder a numerosos estudios y variadas opiniones de las plumas más reconocidas de aquella época: Alfonso Reyes “aplaude con fervor” su poesía; Rafael Heliodoro Valle queda impresionado por la “profundidad de las imágenes y la emotiva forma de su expresión, fuente de nobles ideas filosóficas”; Luis Spota publicó que, Ángeles de la Muerte, “es un esfuerzo digno de ser imitado y tomado en cuenta”; Alfonso del Río aplaude “un poema impre-sionante por su profundidad y el aleteo de sus imágenes serenas”; Ausencia Ávalos comenta “la impresión impecable de poemas con elementos de sinceridad y serenidad”; Alejando Avilés, habla de los estados de emoción que comunica, y se pregunta: “¿quién no ha sentido, junto a la cuna de su hijo, que ángeles de la muer-

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36 Noviembre 2013Letra Franca

te rondan el espacio sombrío?, ¿quién no ha experimentado el aletazo misterioso de lo efímero como una espada amenazante contra los seres que ama?; Fernando Benítez apunta que Elizalde “toca temas de la mayor profundidad, con sensibilidad moderna”; Enrique Martínez Ocaranza considera que es un libro para leerse en “esas horas neutras en que viendo las estrellas también nos pre-guntamos si no serán aquellas almas buenas que vivieron ‘en este valle de lágrimas amargas`”; y Tomás Rico Cano halla un poema “lleno de audacias expresivas, honda ternura y música genuina, que se resuelve en metafóricas contradicciones líricas”. Estas notas, estas opiniones, fueron vertidas durante el año de 1953, y continúan, luego de sesenta años, vigentes.

Rafael Calderón, en el epílogo de esta reciente edición, sos-tiene una charla con el poeta, y apunta: “Sin duda los nuevos clásicos de la poesía michoacana del siglo XX inician con Con-cha Urquiza y Francisco Alday, esa lectura se extiende a Ma-nuel Ponce y Martínez Ocaranza; Alejandro Avilés también se encuentra presente y con usted se cierra esta tradición lírica…”. Calderón se refiere a los integrantes del reconocido Grupo de los Ocho, y a otros importantes poetas, quienes se congregaron alrededor de la magnífica revista literaria Ábside, dirigida por los hermanos Méndez Plancarte. Francisco Elizalde continúa esta plática y apunta: “Hay que recordar que Francisco Alday fue uno de los grandes amigos de Concha Urquiza, y que ésta, a su vez, fue muy cercana de Alfonso Méndez Plancarte”. Añade, entonces, Elizalde que: “Alfonso Méndez Plancarte era un guía desde aquel tiempo. Incluso, me atrevo a decir que para todos aquellos que éramos poetas, fue él el que nos encaminó y detrás de él se encuentra Gabriel Méndez Plancarte, y a ellos los guiaba su papá, que también era poeta, quien fue perseguido muchas veces en los tiempos difíciles, don Perfecto Méndez Padilla”.

Y es que alrededor de esta familia, y de la revísta Ábside, se logró conjuntar no sólo lo mejor de la literatura michoacana, sino también de la nacional; incluso, en esta revista, publicaron impor-tantes autores de las letras iberoamericanas. Ábside, en palabras de Gabriel Zaid, “trajo a la conciencia nacional zonas completamente soterradas: las literaturas indígenas, la vastísima poesía virreinal y el pensamiento mexicano del siglo XVIII”. Ahí publicó sus prime-ras traducciones del náhuatl el padre Angel María Garibay, y los hermanos Méndez Plancarte obras de Clavigero y otros grandes humanistas de la época colonial, así como, por supuesto, los textos de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien, posteriormente, editarían sus obras completas magníficamente anotadas.

Los Talleres Gráficos Hernán, de Zamora, dieron a la luz, en 1953, la primera edición de Ángeles de la Muerte. Es el propio Alfonso Méndez Plancarte quien, de manera generosa, publica en El Universal, el 24 de agosto de aquel año, un interesantísimo estudio de esta obra. En él habla “no tanto de la poesía –lo inefa-

ble–, sino de lo más concreto y aprehendible: el tema, la imaginería y la técnica métrica expresiva”. En este estudio Méndez Plancarte dicta una verdadera cátedra de preceptiva: toca temas de la métri-ca y la versificación, define la entonación rítmica, la percepción y la armonía; distingue alejandrinos de endecasílabos, habla de la sinéresis, la sinalefa, y la elisión; repasa las licencias de las sílabas tónicas y acentuadas en la diptongación, y aplaude, respecto al estilo y la lengua, el equilibrio que alcanza el poeta entre lo llano o trillado y lo personal y selecto. Este estudio convierte la lectura del poema en un verdadero manual de la lírica. No hay que olvidar que Méndez Plancarte era reputado, en aquel entonces, como el mejor corrector de estilo a nivel nacional.

Todo lo anterior sirva nada más para resaltar la importancia que Francisco Elizalde, el Viejo Búho, tuvo y tiene en la literatura mexicana desde aquélla, hoy lejana, época. Sin embargo, el otorga-miento de este trascendente premio (uno de los más importantes a nivel nacional), y la edición de libros como el que hoy nos ocupa, nos acercan de nuevo a un escritor que debe de estar cada vez más presente en el horizonte de nuestra literatura.

Al recibir el premio, hace apenas unos días, tuve el honor de acercarme al poeta para felicitarlo y comentarle de los textos que han aparecido en esta revista, Letra Franca, con motivo de su an-terior cumpleaños (el número 89), y ahora, dando noticia del im-portante galardón que recién recibe. El poeta, quien al aceptar este premio se definió a sí mismo como el poeta “más chongón” de Mé-xico, me preguntó con respecto a los ejemplares que le comentaba: “¿y luego, …òn `tán?”. Prometí hacérselos llegar personalmente, pues es sabido que, con todo y tener minada su salud por efecto de los años que intensamente ha vivido, la casa del poeta se halla permanentemente abierta para quien quiera pasar a saludarlo. Ahí acuden viejos amigos y antiguos discípulos, así como jóvenes preparatorianos que se acercan a pedirle datos históricos sobre la ciudad (su ciudad, Zamora), o cualquier tema.

Sirva para despedir esta nota un saludo a la primera estrofa con que abre la primera de las siete partes que componen Ángeles de la Muerte:

Voy descendiendo mi alma diariamentepor estas escaleras hurañas de mi sangrecomo si el alma fuera mi sepulcroEs decir: pacto, vértice, puerta, círculo, imagen…

biblioGrafía

ELiZALDE gARcíA, Francisco, 2007. Ángeles de la Muerte. Morelia: Jitanjáfora.

sobre el autor: Ensayista y editor. Premio de Ensayo “María Zambrano” 2011.

Ciudad humana

omar arriaGa Garcés

LAS SiNRAZoNES DE LoS PARQUíMEtRoS

En un estilo singular y desenfadado, Omar Arriaga sopesa uno de los temas que más discusión ha generado en los últimos días y, aunque de broma en broma, plantea sólidas críticas a la propuesta que ha lanzado el Ayuntamiento de Morelia.

“Mejorar la movilidad, la disponibilidad de espacios (a razón de tres mil 775 ca-jones, a diez pesos

la hora), incentivar el uso del transporte público y medios alternos como la bicicleta o caminar para acceder al Centro Histórico de Morelia”, forman parte de una lista de buenas intenciones con las que, can-dorosamente, el Ayuntamiento pretende justificar la instalación de parquímetros en el primer cuadro de la urbe. O al menos las palabras que se encuentran entrecomilladas fueron las que uno de los funciona-rios municipales esgrimió en descargo de la pretensión de la alcaldía para realizar una medida tan polémica.

En muchos ámbitos de la vida pública, en los más dis-tintos estratos y en lugares diversos, el argumento parece ser siempre el mismo: esto que hago no lo hago por mí, no subo los impuestos porque yo lo quiera, lo hago por ustedes, por el bien común, para que tengan una mejor calidad de vida (!?). Se habla en beneficio de un ciudadano ideal, para el que la administración pública hace maravillas, pero que no es verda-dero, no existe, no es de carne y hueso. Las buenas intenciones mediante las que se pretenden subir los impuestos contrastan, por supuesto, con lo que se ve en las calles y entre la población.

Que no se trata de una medida recaudatoria como ha de-clarado la municipalidad, nadie se lo cree. Si se hacen algunas operaciones matemáticas elementales (digamos una suma, y un par de multiplicaciones) tenemos que de los tres mil 775 espacios que se buscaría establecer, por los diez pesos por hora que se piensa cobrar, por las doce horas que puede fun-cionar sin problema cada uno de estos espacios, se obtienen

453 mil pesos nada más al día. Pero el inconveniente no es éste: vuélvase a llevar el auto al Centro Históri-co, no le pague quince o 20 pesos al franelero por las ocho horas de la jornada laboral que usted estará en la oficina, páguele 80 o 100 al Ayuntamiento de Mo-relia. ¿A poco no se siente mejor? Por fin el comercio informal de cajones para estacionamiento va a estar regulado, y nosotros tendremos el privilegio de ser los primeros en pagar. Sí, usted y yo.

Analicemos las buenas intenciones. Mejorar la movilidad: concedido, quién va a querer ir al Cen-tro ahora, la movilidad se mejorará indiscutible-mente. La disponibilidad de espacios: concedido,

quién va a querer estacionarse en el primer cuadro, salvo los que no tengan de otra. Incentivar el uso

del transporte público: eso ya está muy incentivado, siempre van llenos los camiones y las combis que atestan las calles del centro y entorpecen la circulación, tanto de vehículos como de transeúntes. Incentivar el uso de medios alternos como la bicicleta o los pies: ah bueno, ni qué estuviéramos en Roma o París para utilizar las ciclovías -no improvisadas, cerrando avenidas los do-mingos- y los caminos peatonales que conectan toda la ciudad. Camine de Casa de Gobierno al centro y a ver si puede cruzar la denominada curva de Santa María a pie.

Ahora queda una duda. Si ya de plano se trata de vigo-rizar el acceso al Centro Histórico diciéndole al ciudadano “arriba las manos”, esto es por su salud, para que camine más porque con lo que cobran las combis, a como está la gasolina y con estos parquímetros difícilmente podrá venir de otra manera que no sea caminando, ¿por qué mejor no peatonalizar el primer cuadro de la urbe, como en otras

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38 Noviembre 2013Letra Franca 39 Noviembre 2013Letra Franca

ciudades que también son Patrimonio Cultural de la Humanidad? ¿Por qué no cerrar las principales arterias al paso del transporte público y sacar algunas rutas del corazón de la ciudad? Esta me-dida de verdad ayudaría a la vialidad e incrementaría el número de visitantes, coadyuvando a los comerciantes, utilizando la jerga burocrática para ver si así nos entendemos.

Otra duda, un tanto más real: qué va a pasar con los fra-neleros. Uno se queja de ellos siempre (un servidor incluido),

pero mi sexto sentido me dice que laboran en las calles porque no tienen mejores alternativas para la recaudación de recur-sos para su comida. Y a todo se acostumbra uno, menos a no comer. En este país, como comentaba Jorge Amaral, el 60 por ciento de la economía es informal; o sea, trabajan en la calle. ¿Adónde van a mandar a los franeleros? ¿A que acudan a un curso para poner una tiendita? Si ni casa tienen.

Ya estoy viendo la siguiente profesión de los lavacoches: yo-yeros (Amaral dixit). Sí, como cuando uno tenía cinco años de edad y había monedas de cien pesos, de esas gruesas, amarillas, a las que uno les hacía un orificio y les ponía un cordón, las dejaba caer en las ranuras de las maquinitas, sacaba un crédito y jalaba el cordel para recuperar intacta la moneda. Y a jugar todo el día, hasta que el señor que atendía se diera cuenta.

Lo digo sinceramente, no es mi intención desobedecer las leyes, así sean injustas e injustificables: si un franelero se ofrece a lavarme el carro y a evitar el parquímetro por treinta pesos, yo se los doy. Discúlpenme, pero es que no soy rico. Diez por ocho, por cinco días, por cuatro semanas. Son matemáticas elementales. De segundo de primaria.

sobre autor: Poeta y periodista cultural, ganador del Premio Estatal de Ensayo María Zambrano 2013.

Acústica social

alex GuíZar

“PoRQUE PoDEMoS”, una gira que invita a cambiar la realidad social

Sentado por cuarta ocasión en las instalaciones del Foro Sol en la capital del país, previo al inicio del concierto de Bon Jovi, no pude evitar reflexionar sobre el hecho de que la vida es cíclica y se repite constantemente, de generación en generación.

Las historias únicamente cambian de protagonistas, sin embar-go, la película es la misma desde el inicio de la humanidad. A pesar de esta realidad, como género humano no hemos sido capaces de crear una sociedad justa e igualitaria que brinde oportunidades para todos. Ni duda cabe que la frase de Martin Luther King: “he-mos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”, tristemente sigue vigente y no se ve que en el futuro inmediato cristalice esta aspiración en todos los corazones del mundo.

Desgraciadamente sigue habiendo pobreza, guerras, hambrunas, violencia generalizada, corrupción, degradación moral, enfermedades que pudieran erradicarse, niños abando-nados, padres desobligados, por mencionar tan solo algunos de los males recurrentes de la humanidad. Ante este panorama desolador, no queda más que “Mantener la fe” (Keep the Faith), como pregona Bon Jovi en esta canción: “sabes que tienes que sobrevivir a la lluvia, tienes que mantener la fe. No dejes que tu amor se convierta en odio, mantén la fe. Mantén la fe, todo lo que tienes que hacer es mantener la fe”.

Es un hecho que le hemos dado un mal nombre al amor (You give love a bad name) y hemos utilizado más nuestro lado negativo que el positivo. Nos hemos dedicado más a destruir que a construir, nos hemos dejado llevar por el egoísmo y el inmediatismo, sin preocuparnos por los demás y propiciar una convivencia sana, tal como dice esta melodía: “balazo al corazón, tu eres culpable, le diste un mal nombre al amor. Yo juego mi parte y tú tu juego, le diste un mal nombre al amor”.

Necesitamos que las nuevas generaciones desarrollen un pensamiento crítico, que sean capaces no solamente de leer entre líneas, sino además de proponer soluciones a la compleja problemática que caracteriza a las sociedades contemporá-

John Francis Bongiovi, Jr. conocido por su nombre artístico Jon Bon Jovi, vocalista y líder de la banda Bon Jovi

Las calles del Centro de Morelia no cuentan con vías para ciclistas y en muchas oca-siones, ni siquiera tienen cruces seguros para los peatones. Por otro lado, el transporte público sufre con una saturación en las horas pico.

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40 Noviembre 2013Letra Franca 41 Noviembre 2013Letra Franca

neas. Ser propositivos, no conformistas. Con ganas y deseos de hacer las cosas mejor y propiciar cambios en el entorno, tal como lo canta Jon en “No nacimos para seguir” (We weren’t born to follow”, “no nacimos para seguir a nadie, levántate, no sigas de rodillas. Cuando la vida sea amarga, tienes que afe-rrarte a los que crees. Creer que el sol brillará mañana, a pesar de todo. Tienes que luchar por lo que crees”.

Es un hecho que tenemos que vivir la vida “ahora o nunca, porque no voy a vivir para siempre. Solo quiero vivir mientras respire. Es mi vida. Mi corazón es como una autopista abierta y como dijo Franky, lo hice a mi manera”, como nos sugiere en “It’s my life”, que fue, sin duda, la canción más coreada de esa noche inolvidable, llena de nostalgia presente.

Disfrutar de la vida y de las cosas que tenemos hasta el últi-mo día, aprovechar cada uno y no dejar de hacer cosas, porque tal como dice su canción “ya dormiré cuando esté muerto” (I’ll sleep when I’m dead), “hasta que esté tres metros bajo tierra no necesitaré una cama, voy a vivir mi vida, ya dormiré cuan-do esté muerto y pongan mis huesos a descansar”.

A sentirnos a gusto en casa, porque “quien dice que no puedes ir a casa, hay solamente un lugar donde me consideran uno de los suyos. Un chico de hogar que nació para viajar. He recorrido el mundo y hay un solo lugar al que quiero ir, quién dice que no puedes ir a casa”.

Aprender a no dejarnos avasallar por los retos que nos pone la vida ni por la negatividad de la gente que nos rodea, a

decir “no voy a hacer lo que no me gusta, voy a vivir mi vida brillando como un diamante, apostándole a la suerte, para que cuando el mundo se me ponga enfrente, desearle un buen día”, como afirma en “Have a nice day”.

En fin tantos momentos tan agradables, tantos recuerdos y tantas historias en dos horas cuarenta minutos que me hi-cieron volver a vivir los últimos veinticinco años de mi vida, imaginar quien será ahora la fugitiva “Runaway”, que huye de casa porque no la comprenden, a quien estarán buscando vivo o muerto “Dead or alive”, quienes serán los modernos Tommy y Gina que nunca se rindieron ante las adversidades de “Living on a prayer”, a quien le rogaremos para que esté en estos brazos “In these arms”, o quién habrá nacido para ser mi nena “Born to be my baby”.

Como conclusión, me recordó que podemos ser mejores si nos lo proponemos, que podemos cambiar las cosas para bien o para mal, eso depende de nosotros. Que podemos construir un mundo diferente si lo queremos y lo creemos. La actitud debe ser la de “no quiero ser una ola más en el mar, soy una roca y no un simple grano de arena, quiero ser a quien acudas cuando necesites un hombro, no soy un soldado, pero estoy aquí para hacer esta afirmación: porque podemos, nuestro amor puede mover montañas”.

sobre el autor: comunicador y analista. Experto en análisis de música moderna.

reseña

sylvain provillard

LoS tRAUMAS DE BERLíN

Símbolo de la funesta historia del siglo XX y metrópoli en constante evolución, la capital alemana ofrece imágenes y relatos tan fascinantes tanto para los

viandantes como para los cineastas.

Símbolo de la funesta historia del siglo xx y me-trópoli en constante evolución, la capital alemana ofrece imágenes y relatos tan fascinantes tanto para los viandantes como para los cineastas.

Antes de recorrer las calles berlinesas, mi per-cepción de la ciudad se limitaba a algunas imágenes cinema-tográficas, entre ellas, la angustia de los bajos fondos en M de Fritz Lang; la vida nocturna de la Friedrichstrasse en los años 30 en Cabaret con Liza Minnelli; el niño desesperado de Ale-mania, año cero, errando en las ruinas de la ciudad devastada por los bombardeos de 1945; los dos ángeles de Las alas del de-seo paseando en la Potsdamer Platz demolida y vacía como un páramo, y la escena de Adiós a Lenin en la cual un helicóptero se lleva la estatua monumental del líder soviético.

De todas estas visiones, no queda nada. En la realidad, la escultura de Vladimir Ilich Uliánov no fue trasportada por aire sino por tierra y fue enterrada en las afueras de la ciudad; la Leninplatz donde se encontraba se llama hoy Plaza de las Naciones Unidas. Potsdamer Platz ya no forma parte de la llamada Franja de la Muerte entre Berlín Oeste y Este, donde miles de berlineses arriesgaron sus vidas para huir del comu-nismo y alcanzar a sus familiares y amigos del Oeste; hoy la plaza es un conjunto de inmensos edificios modernos lleno de turistas y empleados. La Friedrichstrasse ya no alberga caba-rets sino tiendas de alta moda. Miles de grúas van borrando poco a poco las ruinas y cicatrices de Berlín.

La capital alemana no nos asombra por su belleza, como lo pueden hacer las ciudades-museos Roma, París, Florencia y Praga, pero nos atrapa por su modernidad, su aparente tranquilidad, su vanguardia artística y su perpetua evolución. Sucesivamente capital del Imperio alemán, de la Republica de Weimar, del Tercer Reich, de la Republica Democrática

de Alemania y, hoy, de la Alemania reunificada, Berlín fue el epítome de la trágica y sangrienta historia europea del siglo pasado, víctima de las guerras y los totalitarismos.

Si bien el paisaje berlinés actual está delineado por grandiosos edificios contemporáneos y trabajos de construcción en cada es-quina, de repente aparecen vestigios del pasado, a veces discretos, a veces ostentosos. A un costado de la simbólica Puerta de Bran-demburgo, se encuentra desde 2004 un impresionante memorial (en alemán Denkmal, literalmente “lugar para pensar”) a los ju-díos de Europa asesinados: 2711 estelas de cementos sobre 19 mil metros cuadrados. A cien metros de ahí se encuentra un parque con bancas, árboles y juegos para niños, rodeado de altos edificios de viviendas. Ocho metros y medio abajo de este apacible jardín se encuentra el Bunker del Führer; no existe ningún letrero para ubicarlo, sin duda por miedo a que el lugar se transforme en un siniestro y perturbador lugar de culto.

Parado sobre el jardín, me acordé del filme La caída, que cuenta los últimos días del dictador nazi. Recordé también que el actor alemán Bruno Ganz, 17 años antes de personificar a Hitler, había encarnado al ángel Damiel de Las alas del deseo, quien aprovechaba su invisibilidad para observar la vida de los berlineses. Fue justamente lo que habían hecho los cineastas judíos Curt y Robert Siodmak, Fred Zinnemann y Billy Wilder en 1930, con la cinta muda Hombres en domingo, patchwork impresionista de escenas de la vida cotidiana en Berlín durante la República de Weimar. Frente al crecimiento del antisemi-tismo, los cuatro directores (al igual que Fritz Lang, Josef von Sternberg, William Wyler, Otto Preminger, y Ernst Lubitsch) tuvieron que huir a Estados Unidos para seguir sus carreras en Hollywood, y dejar para siempre los prestigiosos estudios ufa de Berlín, los cuales se convirtieron en una potente arma propagandística de los nazis hasta 1945.

Gracias al esfuerzo de las Comisiones de Salud y Asistencia Social, y de Derechos Humanos, de las que forma parte el Di-putado Olivio López Mújica, en este momento se impulsa en el Congreso del Estado una Iniciativa de Ley para la Inclusión de las Personas con Discapacidad en Michoacán, con la cual se verán beneficiadas hasta 267 mil 716 personas que, en nuestra entidad, cuentan con algún tipo de discapacidad que no les per-mite llevar a cabo sus actividades de manera cotidiana.

Históricamente, las personas con discapacidad era mal vistas, por ignorancia, desconocimiento o inobservancia del respeto a los Derechos Humanos, lo que generaba exclusión y separación en la sociedad.

Sin embargo, nuevas leyes para beneficiar a estas personas se hacen necesarias cuando en nuestro país son 5 millones 739 mil 270 quienes tienen discapacidad, según el último Censo de Población del Inegi, lo que representa 5.1% de la población total, lo que constituye que en cinco de cada cien habitantes tienen alguna limitación para realizar sus actividades.

Esto se agrava cuando sabemos que el 63% de esta pobla-ción con discapacidad está inmersa entre los hogares más po-bres del país: el 43% no recibe ninguna aportación ni sueldo alguno, no tiene ningún apoyo; y los que sí trabajan, el 20% recibe menos de un salario mínimo.

De ahí la importancia de esta Ley de Inclusión de las Per-sonas con Discapacidad en Michoacán que, entre otros, im-pulsa el Diputado Olivio López Mújica, y que ahora se analiza en el Congreso local.

Como dice el Informe Mundial sobre la Discapacidad, elaborado por la Organización Mundial de la Salud en 2011: “la discapacidad parte de la condición humana, casi todas las personas tendremos alguna discapacidad en algún mo-mento de nuestra vida y las personas que lleguemos a la ve-jez nos enfrentaremos a las dificultades de funcionamiento de nuestro organismo”.

Pensemos en nosotros mismos, pero pensemos también en nuestros hermanos, madres o niños que tienen discapacidad.

atención a personas con discapacidad, prioritaria: olivio lópeZ mÚGica

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42 Noviembre 2013Letra Franca 43 Noviembre 2013Letra Franca

En cuanto los aliados vencieron al ejército alemán, la Guerra Fría empezó y Berlín fue el mayor teatro de este enfrentamien-to ideológico, político, económico y militar. El líder soviético Nikita Jrushchov explicó claramente su punto de vista sobre la ciudad: “Considero a Berlín como los testículos de occidente, cuando quiero que el Occidente grite, aprieto a Berlín”. Desde el fallido bloqueo de Berlín Oeste en 1948 hasta la construcción del muro en agosto de 1961, para detener la huida de los alemanes del este hacia el oeste (tres millones de personas abandonaron la rda entre 1949 y 1961), Berlín fue el escenario de las tensiones más palpables entre los dos grandes bloques. Justamente en la Friedrichstrasse se encontraba el Checkpoint Charlie, donde la Tercera Guerra Mundial estuvo a punto de estrellar el 27 de octubre 1961, cuando diez tanques soviéticos estuvieron apun-tando a diez tanques estadounidenses durante 18 horas.

A lo largo del siglo xx, Berlín no tuvo tiempo de recuperar-se de un trauma cuando ya estaba viviendo otro: la derrota de la Primera Guerra Mundial y la crisis económica, el nazismo y los campos de concentración (Sachsenhausen se encuentra a solamente 30 kilómetros de la capital), la liberación por los sol-dados del ejército rojo que aprovecharon la situación para violar a entre uno y dos millones de mujeres alemanas, y la dolorosa separación de las familias cuando los vencedores de la Segunda Guerra Mundial dividieron la ciudad. En la misma Friedrichs-trasse, donde algunas décadas antes los berlineses se divertían en los teatros y cabarets, se encuentra el Palacio de las Lagri-

mas, nombre dado a la estación que servía de pasaje fronterizo, donde los alemanes del Este se despedían de sus familiares y amigos del Oeste que habían recibido un permiso para visitar-los, generalmente por un día. Desde 2011, el lugar alberga una exposición permanente sobre la historia del lugar, y lo absurdo y doloroso de la situación en Berlín entre 1961 y 1989.

La película La vida de los otros, que narra la vigilancia de un dramaturgo por la stasi (Secretaria de Seguridad del Estado), nos enseña justamente el miedo, la arbitrariedad y la falta de respeto a los derechos humanos que incitaban tantos alemanes del Este a escapar. El sistema de la rda transformó a uno de cada sesenta de sus ciudadanos en informante de la stasi, la cual pudo así es-piar y controlar los pensamientos y movimientos de 17 millones de habitantes. Pese a ello, algunos ex-alemanes del Este, que hoy padecen del desempleo y la desigualdad de salarios, se sienten todavía como ciudadanos de segunda clase y sufren de Ostalgie (nostalgia por el este). Desde 1990, Berlín es capital de la Alema-nia reunificada, pero el proceso de integración de los ex alemanes del Este a la economía de mercado es lento y problemático. Tal es el constante desafío de la capital alemana: curar sus traumas sin olvidar su dolorosa historia y tratar de integrar a cada uno de sus habitantes, sin rechazo ni intolerancia.

sobre el autor: Maestro de inglés y francés; cinéfilo y asistente

de realización, [email protected].

Escena de la película Las alas del deseo, de Wim Wenders

Cartas de europa

jordi corominas i julián

LAS cRiSiS DE LA cRiSiS

Desde el otro lado del mar, para explicarnos cómo es que la situación ha llegado a tal extremo, un hombre de letras, un autor nacido en Barcelona, nos refiere algunos finos detalles sobre la crisis española que desde aquí se nos escapan;

espejo en el que debemos vigilarnos.

Cuando hablo con amigos extranjeros que no residen en España, me sorprendo porque todos me preguntan por la crisis de mi país como algo excepcional que no tiene la misma gravedad en otros puntos del globo. Es innega-

ble que estamos en un momento histórico de cambio, una de esas fases donde lo que hemos aceptado como común durante decenios, queda obsoleto. Pero, por lo visto, se percibe a la Pe-nínsula Ibérica como el lugar donde la situación es más grave.

La gente que decide comentar conmigo la problemática olvi-da que en otros Estados de la Unión Europea no se toman medi-das oportunas para frenar y remontar la desaceleración. Desde finales de 2008, los gobernantes del Viejo Mundo han decidido flirtear con el precipicio mediante una austeridad incontrolada que no propicia crecimiento alguno, asesina al Estado de Bien-estar y convierte a los ciudadanos en súbditos que cada vez se parecen más y más a los trabajadores del siglo XIX. Todo lo ganado por nuestros antepasados se está yendo al garete.

En España hay varias crisis dentro la crisis, la económica es sólo la parte conocida de la enfermedad. Las otras son bifurcacio-nes más preocupantes porque esconden asuntos que van más allá del dinero, que siempre vuelve. Una recesión es temporal, no así determinadas cuestiones que marcan el rostro de una sociedad.

Pero claro, es obvio que los números empezaron todo. La victoria del conservador Partido Popular en las elecciones de 1996 propició una fuerte apuesta por el sector de la construc-ción, y así se generó un mercado laboral que mostraba una abundancia que devino locura. El boom de la inmigración permitió contratar a muchos trabajadores por sueldos mise-rables, hombres que edificaban viviendas que experimentaron un colosal aumento de precio. De este modo se creó una bur-buja inmobiliaria que disparó el crecimiento del pib y se sos-tuvo gracias al crédito a manos llenas que daban las entidades bancarias, entusiastas con la coyuntura que les permitía prác-

ticas poco recomendables donde no importaba dar hipotecas a personas sin sueldo estable y más cosas por el estilo.

La falsa bonanza duró doce años. De la derecha del ridí-culo José María Aznar transitamos a la izquierda de José Luis Rodríguez Zapatero, brillante en temas sociales y pésimo en gestionar la inercia de la burbuja. El presidente socialista se jactó de tener una economía de primera categoría y hasta se atrevió a afirmar que en breve España rebasaría a Francia e Italia, nuestras rivales mediterráneas.

Nada de eso ocurrió. En 2009 el país empezó a notar los efec-tos del desmorone, que en un primer momento afectaron más a familias y trabajadores de mediana edad. Los jóvenes, que actual-mente sufrimos la escalofriante cifra del 57% de paro juvenil, ya sabíamos que algo malo se avecinaba. En mi casi concreto logré un primer trabajo estable con 25 años como profesor en una uni-versidad popular. Con el paso del tiempo lo mantuve y entendí que sólo con paciencia podría ganar más y crecer en mi solvencia, algo muy complicado porque al no querer trabajar en una ofici-na ocho horas y ser libre me tuve que hacer autónomo, algo que en España es el horror porque pagas 257 euros mensuales para cotizar y aspirar a tener una pensión una vez llegue la jubilación.

Estos datos y condiciones ya existían antes de 2009, por lo tanto, como pueden entender, la crisis no apareció de la nada. La democracia española y sus leyes habían propiciado el ger-men que provocaría el virus. Cuando estalló nadie entendió muy bien lo que acaecía. Su dimensión fue desdeñada porque el optimismo frívolo hispano, tan contrapuesto a sus pesimis-tas entrañas, albergaba la esperanza de una tormenta de ve-rano con un ligero resfriado que se cura con dos inyecciones.

El paciente necesitaba ingresar al hospital con urgencia. Lo económico destapó una caja de truenos que comenzó a cuestionar mitos sagrados desde la muerte de Franco. La Monarquía fue la primera institución salpicada. Hasta mediados de la pasada década era blasfemo burlarse o criticar al monarca, al que se consideraba

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44 Noviembre 2013Letra Franca

una especie de santo por, según sus partidarios, haber restaurado la democracia que asimismo había salvado tras el fallido golpe de Estado militar del 23 de febrero de 1981. Juan Carlos I el into-cable sufre ahora, en su ocaso, la chanza de televisiones, medios y ciudadanos de toda clase y condición, y si eso ocurre debemos congratularnos porque es señal de una sociedad con buena salud democrática que no esconde la posibilidad de una broma y entien-de la absurdidad de determinados cargos en pleno siglo XXI.

Sin embargo, si el Rey es objeto de mofa es porque su fami-lia ha mostrado comportamientos poco ejemplares. Su yerno Iñaki Urdangarin está imputado por corrupción a gran escala de la que se libra su mujer, e hija del portador de la corona, Cristina porque en España la justicia no es igual para todos.

La caída de prestigio de la Monarquía es un factor importante, aunque ahora mismo no es el mejor momento para luchar por la República porque la coherencia indica que es mejor superar la cri-sis económica. A escala moral el robo por parte de políticos sobre-salta cada día a los habitantes de España. Los dos grandes partidos políticos, Partido Popular y Partido Socialista Obrero Español, suman miles de pleitos por sus corruptelas, excesivas pese a que se sabe que la acumulación de poder crea avaricias permanentes. Iz-quierda y derecha coinciden en su escaso respeto por la verdadera democracia y es general entre la población pensar que los políticos viven alejados de la realidad de la calle, pues las medidas que toman más que resolver agravan la situación y la hacen más irrespirable. Una de las bromas favoritas es que Dimitir no es un nombre ruso. España es el país donde nadie presenta su renuncia y donde todos son impecables en sus actos podridos. El escándalo más notorio corresponde al Partido Popular del que se investiga su contabilidad porque su gestor, Luis Bárcenas, evadió más de cincuenta millones a suiza, antesala del descubrimiento de sobresueldos no declarados a hacienda de la mayoría de líderes de la formación conservadora, que como es comprensible niega todo pese a que el juez Ruz les pisa los talones y está bien cerca de desmontar toda la sarta de mentiras. El sistema es infecto y los procesos históricos son largos. Muchos desean que el castillo de naipes caiga con estrépito, pero para que suceda hay que moverse, las revoluciones no se hacen desde el sofá. Seguramente lo que surgió tras la dictadura morirá sin intervención del pueblo, por mero desgaste.

Como ven, y esto es sólo un breve resumen, las circunstan-cias son tremendas. El desempleo general es de seis millones de parados, el 27% de la población activa. Más de dos millones de hogares no tienen ningún ingreso y el riesgo de pobreza extrema crece sin cesar, como si fuéramos un país tercermundista, algo que muchos no quieren aceptar porque en España la fachada cuenta más que otra cosa y conviene preservar las apariencias.

¿Quieren más? España es un país dividido en comunida-des autónomas desde 1978. Esta estructura estatal se hizo para

contentar a todas las regiones en lo que se conoció como café para todos. Las nacionalidades históricas- País Vasco, Galicia y Cataluña, gozan de leyes más descentralizadas con relación a otras comunidades, pero eso no es suficiente para el naciona-lismo que, siempre que puede, reclama más capacidad de auto-gobierno, como sucede ahora mismo con Cataluña, próspera región dominada por la omnipresencia de Barcelona.

El presidente de esta comunidad se llama Artur Mas y es un pésimo gestor. Alguien optó porque Cataluña fuera la co-baya de los recortes que destrozan el Estado de Bienestar y él puso mucho empeño en cumplir con su deleznable obligación. Aplicó las tijeras a sanidad y educación, como si hundir dos elementos básicos para las personas fuera algo natural; privati-zó hospitales, despidió profesores y, en este momento –porque la cosa va para largo- nos enfrentamos a la opción más que probable de tener futuras generaciones más precarias de salud y menos preparadas en lo intelectual. ¿Por qué? Para ahorrarse dineros y poder dominar mejor a los ciudadanos, pues quien carece de espíritu crítico es más fácilmente controlable.

Para tapar este oprobio y la inoperancia absoluta de su po-lítica, el presidente Artur Mas tuvo la brillante idea de apostar por lo emocional para tener una tapadera de excepción. ¿Se la imaginan? Nada mejor que impulsar un proyecto independen-tista para desviar la atención respecto de los problemas verdade-ramente importantes. Para que su idea ganara fuerza convirtió la televisión catalana en un mecanismo de propaganda de régimen y apretó las tuercas mediáticas hasta el punto que hoy en día, en Cataluña, donde se discute mucho sobre un hipotético referén-dum para votar sobre la cuestión, parecen haber desaparecido los movimientos sociales que luchan contra la tomadura de pelo de los políticos. En Barcelona los balcones de muchas casas están engalanados con banderas cuatribarradas, símbolo de apoyo al movimiento secesionista que, sin embargo y pese a actos visi-bles como una cadena humana de 400 kilómetros, quizá no es mayoritario porque mucha gente prefiere optar por una reforma de otro calado, pues Europa cuenta mucho y los Estados-Nación clásicos tienen las horas contadas porque la UE, muy discutida por sus decisiones en el ámbito económico, hará del Viejo Conti-nente un todo federal, y en ese sentido, no hay vuelta atrás.

España pierde prerrogativas, no es soberana de su destino y cunde el desánimo. ¿Qué hacen los ciudadanos? No podemos explicar todo con tan pocas palabras, así que os emplazo a la siguiente entrega, donde analizaremos la actuación de los que combaten desde el sueño de mejorar la sociedad desde abajo.

sobre el autor: Académico, narrador y ensayista, autor de las novelas Una dona que sap jugar amb els peus, Colors y de la biografía Macrina la madre.