Instituto de Formación y Capacitación Docente Nº 1-

Profesorado de Ciencia Política. Metodología de Investigación.

Alumna: Verónica Kennedy

Año 2006

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PRÓLOGO

El presente trabajo se encara como parte de la Práctica de la Cátedra de

Metodología de la Investigación Científica - en el 3º año de la Carrera de Profesorado

de Ciencia Política.

El tema abordado será la problemática que se denomina en forma general como

“Envejecimiento de la Población” y surge a partir de la lectura de una nota publicada en

el diario La Nación de diciembre de 2004, titulada “La amenaza del siglo XXI: el

envejecimiento de la población”.

En la misma se daba noticia de la realización de una mesa redonda de

especialistas, organizada por el diario International Herald Tribune en Nueva York;

entre otros: Joseph Chamie, director de la División de Población de Naciones Unidas;

Phillip Longman, miembro de la New America Foundation y autor del libro “ The

Empty Cradle: How Birthates Threaten World Prosperity and What to Do About it” (La

cuna vacía: cómo los menores índices de natalidad amenazan la prosperidad mundial y

qué hacer al respecto)- a quienes se entrevistó en esa ocasión.

Varios elementos llamaron mi atención: la palabra amenaza en el titular, los

integrantes de la mesa redonda, el lugar y el organizador, y sobre todo la preocupación

manifestada por los entrevistados sobre los efectos de la caída mundial de la tasa de

fertilidad y su influencia en todas las áreas de la sociedad. En economía: la localización

de empresas (su productividad y competitividad), tasas de interés y tipo de ahorro, edad

de retiro y nivel de pensiones, desempleo; en medicina (cuanto cuesta la atención

médica, quien la realiza y quien la paga); en política y sociedad (la aceptación masiva

de inmigrantes con la consiguiente modificación de la cultura del país receptor, o el

aumento de la edad de retiro), y las consiguientes consecuencias en la vida de las

personas, tanto como en las finanzas de cada país involucrado. En síntesis: un tema muy

amplio y complejo en una sociedad cada vez más entrelazada, que se contradecía con

una tradicional preocupación por la sobrepoblación publicitada a través de los años 70 y

80.

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Por otro lado, durante el año 2002, realicé una serie de viajes al interior de la

provincia de Corrientes. Durante uno de los cuales tomé contacto con pobladores de la

localidad de Mburucuyá, donde, en charla informal una persona me comentaba de

ciertos hechos de ese lugar: el cierre del instituto de Profesorado que funcionaba allí,

pues había falta de alumnos (¿o sobraban egresados?), la falta de lugares de recreación

para adolescentes y jóvenes, la emigración constante de los pobladores ya sea buscando

estudios superiores o en busca de trabajo. Me manifestaba a su vez la esperanza que con

la aceptación legislativa de la donación realizada por Dr. Troels Myndel Pedersen para

la creación del Parque Nacional Mburucuyá, se activara una veta de la actividad

turística, que revirtiera o atenuara estos hechos.

Es así, que al elegir el tópico como tema de la investigación surgieron una serie

de preguntas orientadas a establecer posible vías de acercamiento al mismo:

¿Qué es el envejecimiento de la población? Cuál es la ciencia que los

estudia? ¿Es un nuevo fenómeno? ¿Acaso no era que había sobrepoblación? ¿Hay otros

conceptos involucrados con el mismo? ¿Cuál es la relación con la longevidad? ¿Y con

la natalidad y fertilidad? ¿Existe un nivel de fertilidad óptimo o necesario? ¿Existe

algún mito o idea generalizada que lo involucre?

¿Donde se verifica? ¿Se produce a nivel local o global? ¿Se replica en

naciones en vías de desarrollo o es característico de las naciones desarrolladas?

¿Qué pautas culturales involucra? ¿Sobre que otros fenómenos o aspectos

sociales actúa? ¿Cuáles son las causas probables? ¿Qué importancia se debe dar desde

la política y la economía? ¿Es perjudicial para la sociedad? ¿Es necesario revertirlo?

¿Es /posible hacerlo?

¿Se verifica en Latinoamérica?, En nuestro país? y en la provincia de

corrientes? ¿Debe la clase política local prestarle atención?

De todas estas preguntas planteadas, hay algunas que se intentarán responder al

plantear el marco teórico en el que se inserta el tema, es decir desde la Demografía

entendida como el análisis de las estructuras de la población y de sus implicancias en la

realidad vistas desde otras ciencias sociales, como la Geografía Humana, la Economía,

la Política, la Sociología.

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Sin embargo, para empezar a contextualizar el fenómeno del envejecimiento de

la población, deberemos hacer un poco de historia de lo que son aspectos anexos como:

la evolución de la población y de como surge la idea del control de la natalidad, que

implicancias o consecuencias culturales tuvo o tiene el mismo para las sociedades: esto

se desarrollará en la Introducción.

Del último conjunto de preguntas, referentes al fenómeno en nuestra región, se

llegará a abordarlas en los objetivos de la investigación, y al establecer la hipótesis de

trabajo.

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Introducción

Nuestra vida cotidiana, individual y social está signada por diversos temas que

intervienen justamente en la conformación de esa vida que llevamos. Socialmente, estos

temas aparecen recurrentemente, tanto en los medios masivos de comunicación, en la

agenda de los políticos e instituciones públicas, gubernamentales o no; y que suelen ser

tratados de manera también diferente según sea un actor u otro. Con eso queda marcada

la preocupación (o no) que cada grupo humano tiene por esos temas, y muchas veces

también el tipo y cantidad de información que tiene y/o la que se le brinda, mas allá de

las ideologías que pudieran prevalecer al abordar dichos temas.

Uno de esos temas, es el control de la natalidad. A diario escuchamos ya sea en

nuestras conversaciones, por la radio, en la entrevista por televisión que le hacen al

funcionario público o en una propaganda de alguna organización no gubernamental,

aspectos relacionados con el tema en sus relaciones con lo social, ya sea en su vertiente

jurídica, política, económica, sanitaria o cultural.

Si hiciéramos una informal encuesta, encontraríamos sin duda un trasfondo

bastante homogéneo acerca de las creencias que porciones importantes de la población

tienen acerca del tema: la idea que a medida que disminuye la cantidad de hijos en una

familia se aumentan las posibilidades de desarrollo personal y familiar, y por lo tanto

social. De la misma forma, si revisáramos las portadas de las publicaciones de un kiosco

de revistas, aparecería indudablemente el tema. O, como sucede al ingresar la frase

“Birth Control” (control de nacimientos, en inglés, por ser uno de los idiomas más

utilizados en la Web) en el buscador de Internet Google, da un resultado de 19.600.000

de documentos encontrados.

Si bien en las distintas sociedades a lo largo de la historia, los individuos

hubieron de regular la cantidad de nacimientos, (como una preocupación personal), es

en los siglos XIX y XX que aparece la preocupación por hacerlo como sociedad a través

de los cuadros de dirigentes políticos, es decir desde los niveles gubernamentales como

de ONG’s. En los últimos 250 años (Gráfico nº 1) aparece un crecimiento acelerado

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de la población a nivel mundial, provocando verdadera alarma en algunos países, por su

magnitud en las décadas de la posguerra.

Cabe preguntar ahora, ¿por qué, empezamos por tratar un tema como el

envejecimiento de la población desde el tópico del control de la natalidad? Éste tema

que parecería aparentemente desconectado, es la punta del ovillo desde el cual podemos

desarrollar aquél. Y es que, los demógrafos establecen como el factor desencadenante

del envejecimiento poblacional las bajas tasas de reposición que afecta a ciertas

sociedades, lo cual lleva a consecuencias de todo tipo.

Es así que, en el contexto histórico cultural del problema debemos considerar los

inicios de las hoy llamadas “políticas antinatalistas” o “políticas de regulación de la

población” a un personaje bastante peculiar cual fue Thomas Robert Malthus. En

1798 por primera vez publica “Un ensayo sobre el principio de la población”, en un tono

bastante panfletario, aunque desde la segunda edición intenta ajustarse a principios

científicos. Parte de dos postulados básicos: la necesidad de alimento para la existencia

humana y el impulso natural de reproducción.

Según Malthus, mientras que la producción de alimentos aumenta en progresión

aritmética (1, 2, 3, 4...), la población crece en progresión geométrica (2, 4, 8, 16...). Al

cabo de dos siglos la población estará en relación 256 a 9, de modo que “la época en

que el número de los hombres es mayor que el de los medios de subsistencia, ya ha

llegado desde hace tiempo”. Así pues, para que los seres humanos encuentren alimento

en el futuro, en las cantidades requeridas, es necesario que actúen constantemente unos

obstáculos que frenen el crecimiento, que son de dos tipos: los que actúen

previniéndolo y otros que actúen destruyendo la población a medida que crece. Ambos

se reducen en realidad a tres elementos: la continencia moral (la abstinencia en el

matrimonio, la castidad fuera de él – al menos durante largos períodos = uniones

tardías), el vicio y los infortunios (desastres naturales, guerras). Malthus, en su obra es

ciertamente contrario a los matrimonios precoces sobretodo de aquellas personas de

escasos medios de subsistencia: “Es deber de todo individuo… no pensar en casarse

hasta no tener lo bastante para cubrir las necesidades de su progenie. Pero el

matrimonio en esas condiciones es conveniente”

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Las críticas que recibió fueron de distinta índole. Por un lado la asignación de las

proporciones de crecimiento de la población (geométricas) y las disponibilidades de

alimentos (aritméticas): no tiene sentido hacerlo independientemente una de otra, ya que

en realidad son dos cantidades interdependientes. Por otro lado, posteriormente, fue

acusado por los marxistas de defender los intereses de la nobleza terrateniente, en

detrimento de las clases trabajadoras, a quienes hacía destinatarios de la necesidad de

reducir el crecimiento demográfico. Por ejemplo recomendaba la abolición de las leyes

de pobres inglesas que no hacían sino acentuar la pobreza al no añadir nada a los

medios de subsistencia, o cuando escribe...“la cantidad de alimentos consumidos en

asilos y distribuidos a una parte de la sociedad menos interesante, disminuye la parte

que corresponde a los miembros más laboriosos y dignos de recompensa”...

Con el paso del tiempo y la aparición de nuevas fuentes de energía, el aumento

de tierras cultivables y otros progresos técnicos, se produjo un aumento de riqueza y

producción mundiales en el s. XIX. El crecimiento simultáneo de población y la

prosperidad que tuvieron lugar, constituyó, para sus críticos una prueba de la inutilidad

de la teoría.1

En general, los pensadores liberales anglosajones (J.B Say, Ricardo, Stuart Mill)

continuaron la tradición malthusiana, que dejó su impronta en la cultura de los países

sajones y escandinavos. 2

Hubo como contrapartida, un rechazo a estas ideas. En los movimientos

románticos se denunciaba el utilitarismo liberal y su egoísmo de clase, considerando

que se debía atender la economía prestando atención a los valores morales. En el

socialismo –tanto el utópico como el científico- se rechazaron estas ideas

absolutamente, ya que el aumento de la pobreza no se debía a ninguna ley natural sino a

la mala organización de la sociedad capitalista. Al propiciar un reparto más justo de las

1 Rafael Puyol. Geografía humana. Editorial Cátedra, 1988. páginas 232 y 233.

2 Charles Dickens Un cuento de navidad:... “¿Ya no hay cárceles?», preguntó Scrooge. -Está lleno de cárceles,

dijo el caballero volviendo a posar la pluma. - ¿Y los asilos de la Unión ?», inquirió Scrooge. ¿Siguen en activo? -Sí,

todavía siguen», afirmó el caballero, -y desearía poder decir que no. -Entonces, ¿están en pleno vigor la Ley de

Pobres y el Treadmill?, dijo Scrooge.... “Yo no celebro la Navidad, y no puedo permitirme el lujo de que gente

ociosa la celebre a mi costa”....”Si preferirían morirse, que lo hagan; es lo mejor. Así descendería el exceso de

población. ”

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riquezas, se lograría responder a las necesidades de todos los hombres y el equilibrio

entre población y recursos.3

Otras reacciones en contra fueron las surgidas desde los nacionalismos, cuya

doctrina ve al crecimiento poblacional de los vecinos con preocupación, propiciando el

crecimiento de la propia. Es en la segunda mitad del s XIX, principalmente en el

reinado de Guillermo II; época en que comienza a hacerse patente el culto a la raza

alemana y la reivindicación del espacio vital. También los autores imperialistas,

nacionalistas acérrimos, pensaban que una adecuada salida al crecimiento poblacional

consistía en la adquisición de colonias adonde pudiera emigrar el exceso de población.

Ya a mediados del s XIX, el neomalthusianismo, se diferenció del original

principalmente en la admisión (y la promoción) de cualquier método para el control de

nacimientos. Este pensamiento se desarrolló principalmente en EEUU e Inglaterra, y

estuvo influido por el utilitarismo y el calvinismo,4 que posteriormente se alineará cada

vez más con los movimientos feministas.

Desde la I Guerra Mundial hasta los finales de la década del 30 del s. XX,

dominó la idea del exceso de población, con actitudes pesimistas, basadas en criterios

económicos. Expuestos por Keynes, que alertaba acerca de la dependencia de Europa de

los abastecimientos externos de mercancías. Sin embargo, debido a la sobremortalidad

masculina que trajo la I Guerra, la natalidad disminuyó, fenómeno acentuado por las

crisis económicas.

A partir de 1930, una actitud política, que consideraba a la población como

manifestación de poder y prestigio nacional resurgió. Desde esta perspectiva se

consideraba que la caída de la natalidad traería consecuencias extremas y el peligro de

la extinción de la propia civilización occidental, y que hallaron eco en estados

totalitarios tanto como en otros democráticos.

En el período de la posguerra, hubo un fuerte aumento de la población mundial,

ya que al mismo tiempo que operó la recuperación post-bélica, los países del Tercer

Mundo experimentaron un crecimiento exponencial.

3 Rafael Puyol. Geografía Humana. Editorial Cátedra, 1988pag. 234.

4 Rafael Puyol. Geografía Humana. Editorial Cátedra, 1988 pag: 235.

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A partir de los años ’60, el problema de aumento de la población y su relación

con la utilización de recursos y las consecuencias para el desarrollo, adquirió una

perspectiva mundialista, llevando a las organizaciones internacionales a organizar

sucesivas conferencias relativas a dicha problemática. En ellas se debatieron posiciones

que van desde el crecimiento sin límites hasta el crecimiento cero.

En 1968, el entomólogo Paul Ehrlich, publicó su libro “La bomba de la

población”, profetizaba que “la batalla para alimentar a toda la humanidad se acabó. En

la década de los 70, nos enfrentaremos a hambrunas, y cientos de millones de habitantes

morirán a causa del hambre a pesar de cualquier programa que se ponga en marcha

ahora”. Dos años después, señaló que “65 millones de americanos y otros 4.000

millones de personas morirán de hambre en la Gran Mortandad que ocurrirá entre 1980

y 1989”. 5 En el mismo año, W. y P. Paddock escribían “Famine-1975!” (¡Hambruna

1975!), previendo para ese año un terrible cataclismo que habría acabado con gran parte

de la población, en particular de la India.

Respecto de estos dos autores, es interesante seguir las controversias mantenidas

con un economista: Julian Simon, catedrático de Ciencias de la Empresa en la

Universidad de Maryland donde estudió demografía durante veinticinco años. Durante

años ambos estuvieron cruzándose acusaciones de ser pocos científicos, hasta que

Simon lanzó "una oferta pública a tomar 10,000 dólares [...] en mi creencia de que el

coste de las materias primas no controladas por el gobierno (incluyendo grano y

petróleo) no aumentará a largo plazo." Se trataba de elegir alguna materia prima que

uno pensara que tuviese los días contados - cobre, estaño, cadmio, lo que sea- y señalar

una fecha cualquiera en el futuro, "cualquier fecha más allá de un año," y Simon

apostaría a que el precio de la materia prima iba a ser inferior del que era en el momento

de hacer la apuesta.

La premisa central de Simon es que las personas son el recurso definitivo, así

tituló su obra cumbre, The Ultimate Resource (El Último Recurso, Ed. Dossat)

publicada en 1981 y actualizada en 1996 como The Ultimate Resource 2. El meollo del

libro es bien claro: las reservas de recursos naturales no son finitas pues son creadas por

el recurso siempre renovable de la inteligencia humana. En efecto, la madera, el carbón,

5 www.mujernueva.org/documentos/articulo.phtml?id=274#uno

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el petróleo y el uranio no son recursos en absoluto hasta que no se combinan

apropiadamente con el ingenio humano. “Los seres humanos,” escribió "no son meras

bocas adicionales que alimentar, sino mentes productivas e imaginativas que ayudan a

crear soluciones a los problemas humanos, dejándonos así en una mejor situación a

largo plazo.”. Simon a menudo se preguntaba por qué la mayoría de las estadísticas

gubernamentales sociales y económicas tratan a las personas como si de pasivos se

tratara y no de activos. “Cada vez que nace un becerrillo," observaba "el PIB per cápita

de una nación aumenta. Cada vez que un bebé nace, el PIB per cápita cae.”6

En 1970, el Club de Roma, una asociación privada compuesta por empresarios,

científicos y políticos, encargó a un grupo de investigadores del Massachusetts Institute

of Technology bajo la dirección del profesor Dennis L. Meadows, la realización de un

estudio sobre las tendencias y los problemas económicos que amenazan a la sociedad

global. “Si se mantienen las tendencias actuales de crecimiento de la población

mundial, industrialización, contaminación ambiental, producción de alimentos y

agotamiento de los recursos, este planeta alcanzará los límites de su crecimiento en el

curso de los próximos cien años. El resultado más probable sería un súbito e

incontrolable descenso tanto de la población como de la capacidad industrial.7 (D.L.

Meadows y otros, Los Límites del Crecimiento, 1972)

Asimismo, debemos citar el documento conocido como “informe Kissinger”

desclasificado el 3 de julio de 1989: “Implicancias del crecimiento de la población

mundial para la seguridad de los EE.UU. y sus intereses de ultramar” 10-12-74- Este

documento, el Memorándum 200 acerca de un estudio sobre la seguridad nacional o

NSSM 200 (National Security Study Memorandum 200), alegaba que dicho crecimiento

ponía en peligro el acceso a minerales y a otras materias primas que los EE.UU.

necesitaban y que, por lo tanto, constituía una amenaza para su seguridad económica y

política. ¿Cuál era la solución? Un extenso control de la población: ...“asegurando un

amplio acceso a las tecnologías contraceptivas y la implementación de proyectos de

asistencia extranjera ofreciendo grandes promesas de motivaciones crecientes para

familias pequeñas”. (Página 17)... “los dirigentes de los LDC’s (países en desarrollo)

6 www. liberalismo.org Antonio Mascaró Rotger La farsa del apocalipsis ecologista

7 Juan Carlos Martínez Coll "Crecimiento y desarrollo" (2002): en La Economía de Mercado, virtudes e

inconvenientes, en http://www.eumed.net/cursecon/18/ 22/08/2005.

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deben ser persuadidos para que ayuden a conseguir reducciones en los índices de

natalidad favorables a los objetivos mundiales de los EE.UU..”. “...el plan de

desarrollo debiera incluir consideraciones sobre políticas de población en todos los

documentos de asistencia a los países estratégicos...” Limitar la fertilidad “...exige

cambiar las actitudes y creencias de los sectores populares”.“El propósito del control

de población no es brindar un servicio sino alcanzar objetivos demográficos

claramente definidos” (página 115).8

La carencia a que se referían estos autores en sus informes no sólo afectaba a los

alimentos, sino también a otro tipo de productos vitales para la sociedad: los minerales,

combustibles fósiles, lugares para depositar los desechos, etc.

Una vez más, las previsiones se revelaron falsas. Como ilustró ingeniosamente la

revista “The Economist” ( “A populous planet”, 3.9.94), antes de la Conferencia de El

Cairo sobre Población y Desarrollo, “al mantenerse la disponibilidad de alimentos, (los

neomalthusianos) empezaron a preguntarse si las inversiones permitirían garantizar el

trabajo a las nuevas generaciones. Cuando el trabajo apareció, comenzaron a inquietarse

porque la disponibilidad de capital aumentaría demasiado lentamente para mantener el

crecimiento del nivel de vida, Cuando éste siguió creciendo, previeron el agotamiento

de las reservas naturales. Y dado que éstas continúan produciéndose, afirman que el

crecimiento de la población dañará el medio ambiente”. 9

En efecto, como se verá, la escuela neomalthusiana encaja perfectamente con la

ideología ecologista que se inició en los años 60 y que ha derivado en el concepto de

“desarrollo sostenible”.10

Primeras Conferencias Internacionales

Justo después de la Segunda Guerra Mundial y como evidencia de la

importancia del tema que empezaría a cobrar el tema de la relación entre recursos y

población en la agenda de las organizaciones internacionales, se empezó a hablar de

8 Revista Verbo Noviembre- Diciembre 1993

9 www.mujernueva.org/documentos/articulo.phtml?id=274#uno

10

www.mujernueva.org/documentos/articulo.phtml?id=274#uno

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cumbres mundiales sobre la población. Cuando Julian Sorell Huxley ocupó la dirección

de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la

Ciencia, y entre 1946 y 1948, se esforzó en introducir en la agenda internacional

"políticas específicas para la población", proponiendo un Congreso Mundial.

Ese primer congreso, cuyos participantes eran expertos mundiales y no

representantes de los gobiernos, tuvo lugar en Roma en 1954. Le siguió otro en

Belgrado, en 1965. En 1969, cuando la "cuestión demográfica" se había introducido con

fuerza en las Naciones Unidas, el Secretario General U. Thant, creó el FNUAP (Fondo

de Naciones Unidas para las actividades en materia de población), que convocó en

Bucarest la Primera Conferencia Internacional sobre Población, con representantes de

los gobiernos (1974).

Fue en Bucarest donde los gobiernos llegaron a un acuerdo sobre políticas de

planificación familiar, concepto que sería confirmado y reforzado en la siguiente

Conferencia, México 1984.

La siguiente, El Cairo 1994, acabaría consolidando la visión cada vez más

extendida en la ONU y sus organismos, que muestra la presunta "superpoblación" como

el enemigo que la comunidad internacional debe combatir, a pesar de las reservas que

en cada una de ellas hacen diferentes naciones.

La propia Secretaria General del FNUAP, Nafis Sadik, en su discurso de

conclusión de la Conferencia de El Cairo, afirmó que "el Programa de Acción que ha

sido aprobado, tiene la capacidad de cambiar el mundo". Ya desde el inicio, se

plantearon objetivos claros de control de la natalidad.11

En la Conferencia no se afrontaron los diversos factores que afectan a la relación

entre población y desarrollo. Tanto el Programa de Acción aprobado como documento

11 Véase por ejemplo el punto referido al compromiso de las instituciones privadas: CAP XV, B, 15.15

“Los objetivos son:

b) Promover el papel del sector privado en la prestación deservicios y en la producción y suministro,

en todas las regiones del mundo, de artículos y anticonceptivos de alta calidad para la

planificación de la familia y la salud reproductiva, que sean accesibles y asequibles para los

sectores de bajos ingresos de la población.”

También es interesante ver las reservas que se hicieron en la Declaración final y en el Plan de Acción por

los enviados de diferentes países; y de la misma forma se hicieron numerosas reservas por los términos

usados en la redacción del mismo. Palabras o frases como “salud reproductiva” “parejas” o

“individuos” tienen una significación especial en los documentos usados por los organismos

internacionales dependientes de UN.

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final, como el debate de la asamblea se centraron en el "control de la población del

Tercer Mundo". Se describía "el crecimiento sin precedentes de la población" como un

peligro para la supervivencia de las futuras generaciones, el mantenimiento de los

recursos y la preservación del medio ambiente. Sobra notar que cuando se habla de

"población excesiva" se refiere, exclusivamente, a la de los países en vías de desarrollo,

ya que los países industrializados sufren, más bien, el problema contrario: una bajísima

tasa de natalidad. No es casualidad que el único compromiso económico concreto

previsto por el Plan de Acción, se refiera precisamente a las políticas demográficas

orientadas al control de la población en los países del Tercer Mundo, objetivo que une a

fundaciones occidentales, agencias de ayuda al desarrollo, instituciones multilaterales y

"ministros para la población" de los países destinatarios.

La Conferencia de El Cairo fue el punto de partida de un movimiento que

pretende "transformar el mundo". Cuenta con tales medios de difusión que ya ha llegado

a modificar los valores e ideas personales: en nuestra sociedad, ya se da por descontado

que "somos demasiados" en la tierra, que la población del Tercer Mundo se muere de

hambre porque tiene demasiados hijos, y que para alcanzar "calidad de vida" y

"realización personal", el tamaño de la familia debe ser reducido.

Desde entonces los recursos destinados por la por la ONU sumados a los de los

gobiernos de los países desarrollados, del Banco Mundial y el Fondo Monetario

Internacional crecieron de manera considerable (de 1.700 a 2.050 millones de dólares,

entre los años 2000 y 2015). Estos recursos se dedican tanto a la investigación de

nuevos productos anticonceptivos y abortivos como al sostenimiento de campañas

publicitarias, llevadas a cabo por gobiernos y ONG’s.

En consecuencia, la intervención de los organismos internacionales y los Estados

en la esfera más íntima de la persona (su capacidad procreativa y su vida sexual), ha

causado una revolución en las relaciones entre Estados, entre el Estado y la persona e,

incluso, entre las personas.

Pero hoy en día la preocupación que está llegando a tomar posición - en un

primer momento entre los científicos sociales y extendido a quienes toman decisiones

de carácter político-, y difundidos entre los medios de comunicación es el tema de el

envejecimiento de la población.

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También en este aspecto se convocan reuniones de carácter científico, como la Segunda

Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento en Madrid en abril de 2002, (la primera

había sido en mayo del 2000).

En el llamado a esta Asamblea se mencionaba: “El mundo está envejeciendo.

En los próximos 50 años se va casi a cuadriplicar el número de personas de edad,

pasando de unos 600 millones a casi 2.000 millones. Hoy día una de cada 10 personas

tiene 60 años o más. Para 2050 una de cada cinco personas será una persona de edad y

se prevé que para 2150 una tercera parte de la población del mundo tenga 60 años o

más.12

En otro documento de Naciones Unidas para promover la participación a esta

asamblea se manifestaba: “Nuestro mundo está sufriendo cambios demográficos sin

precedentes. Aunque las cifras deberían preocupar a todos, fuera del ámbito de la

política social, los círculos de expertos y los organismos intergubernamentales, el tema

del envejecimiento de la población provoca sólo desinterés. La totalidad de la sociedad

se verá reestructurada, ya que las exigencias sociales y económicas nos obligarán a

encontrar nuevas formas de vivir, trabajar y atender a otras personas. Nadie saldrá

indemne. El envejecimiento actual de la población no tiene precedentes en la

historia de la humanidad. El aumento del porcentaje de las personas de edad (60 años

y más) está acompañado por la disminución del porcentaje de niños y adolescentes

(menores de 15 años).

Probablemente ya no se repetirán las sociedades con pirámides demográficas

con muchos jóvenes en la base y pocos ancianos en la cúspide, constante de los grupos

de edad más avanzada en las poblaciones nacionales, tanto en cifras absolutas como

relativas con respecto a la población en edad activa, tendrá consecuencias directas en las

relaciones dentro de la familia, la igualdad entre las generaciones, los estilos de vida y

la solidaridad familiar, que es la base de la sociedad”...13

12

http://www.un.org/spanish/envejecimiento/ 13

http://www.un.org/spanish/envejecimiento/newpresskit/hechos.pdf

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OBJETIVO GENERAL

Verificar si el fenómeno de envejecimiento poblacional se manifiesta en la provincia

de Corrientes, tomando la localidad de Mburucuyá como caso ejemplo.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Estudiar y analizar el fenómeno de envejecimiento poblacional.

Conocer las características demográficas de la provincia de Corrientes.

Conocer las causas y las consecuencias de dicho fenómeno y sus relaciones,

ponderando cual de ellas puede darse en la provincia de Corrientes.

JUSTIFICACIÓN.

Las maneras en que la sociedad en general, (por intermedio de sus funcionarios,

manifestada en los medios masivos de comunicación) se interesan por el tema de la

población, tradicionalmente descansan en ideas tales como la de “superpoblación”. Es

aceptado casi sin discernimiento, que en el mundo hay demasiados habitantes, que es

imperioso desde todo punto de vista reducir el ritmo de nacimientos hasta llegar a

crecimiento cero. Según esta visión, de no encararse medidas que sean conducentes a

este objetivo, se presentarán hambrunas, agotamiento de recursos naturales,

contaminación galopante a escala mundial, desocupación, y un continuado etcétera.

Todo ello con una visión apocalíptica: si los pobres se siguen multiplicando, son una

verdadera amenaza para todo el mundo, en todo sentido.14

Sin embargo, esta amenaza parece dar paso a una de signo contrario: ya no es

una explosión sino una “implosión demográfica”. Calificado como “invierno” o

14

VER ANEXO: Suplemento Revista MUY Interesante. Diciembre 1994.

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transición demográfica el envejecimiento de la población es la que está llevando a los

países a sufrir consecuencias de todo tipo, en todas las estructuras de la sociedad.

Ahora bien, las consecuencias de la natalidad calificada como excesiva

involucró políticas de control de la misma impulsadas desde organismos

internacionales, gobiernos y organizaciones no gubernamentales. Calificada como la

culpable de todos los males en los países no desarrollados, se hicieron –y se hacen –

ingentes esfuerzos para controlarla.

Pero, ahora que esas políticas han dado sus frutos y en la mayoría de los países –

desarrollados o no- se está produciendo una baja en la natalidad, tan acentuada en

algunos, que llegan a no poder reponer sus generaciones de población económicamente

activa (PEA), que pasan a edad de retiro.15

Todos los datos demuestran que el desarrollo

precede a la disminución de la fertilidad y no al contrario, a diferencia de cuanto

afirmaron algunas delegaciones en la Conferencia de la ONU de El Cairo en 1994. Para

2025, entre los países menos desarrollados, uno de cada cinco estará bajo el «nivel de

sustitución», fijado en 2,1 hijos por mujer.16

Pareciera obvio decirlo, pero una es la situación de los países desarrollados que

enfrentan este problema de envejecimiento de la población, que se ha dado en esos

países en un lapso mucho más largo, y otra muy distinta la de los países no

desarrollados, que deberán enfrentar el mismo problema con mucha menor capacidad de

reacción y recursos.

Por lo tanto, dadas las implicancias del tema, por las relaciones que guarda con

los aspectos económicos y políticos de una sociedad, se hace necesario plantear el tema

desde nuevas perspectivas; involucrando a diferentes sectores de la sociedad. Ello sin

duda contribuirá, esperamos, a despejar lo que en nuestra sociedad constituye

prácticamente un mito entre la gente común: que es imperiosamente necesario

controlar la población para poder llegar a un desarrollo que incluya a los más

necesitados.

15

http://www.fluvium.org/textos/mujer/muj41.htm En 1997, la División de Población del Departamento

de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, reunida para estudiar la caída de la fecundidad y sus

causas, reconoció que de 185 países del mundo, 51 no lograban reemplazar a sus generaciones. Más aún,

en 13 de ellos, el número anual de defunciones superaba al de nacimientos 16

http://www.interrogantes.net/includes/documento.php?IdDoc=1142&IdSec=137