Envidia

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ENVIDIA ¿Qué es la envidia? La envidia es un sentimiento muy negativo que afecta no solo a la persona que recibe la envidia, sino mucho más a quien la transmite. Sin embargo, es difícil evitar que se apodere de nosotros por lo menos algunas vez en nuestras vidas porque somos humanos al fin y al cabo. Es un sentimiento que con diferentes intensidades nos ha rozado a todos en algún momento de nuestra vida. Solemos escuchar que existe envidia sana y de la otra, dando por entendido que la no sana es mala palabra y que con esa no se tiene nada que ver. ¿Se puede cortar la envidia? ¿Qué puede provocar un envidioso? Antes que nada, el envidioso se provoca daño a sí mismo y en segundo lugar malestar en los demás. La energía que emana este sentimiento es muy fuerte, negativa y destructiva. No es para nada una enfermedad, es un defecto de carácter, que se une a la venganza, la ira, la autocompasión, el resentimiento, la desconfianza, el culpar a los demás, la crítica, el pesimismo y la falta de amor y de preocupación por el prójimo. Son generalmente las personas no contentas consigo mismas o las que tienen complejo de inferioridad las que siempre expresarán envidia hacia los demás, ya sea por aspectos físicos o intelectuales, posibilidades de éxito o por bienes materiales. Reconocer que se siente envidia por algo o alguien y que eso es lo que domina nuestras actitudes, deseos y pensamientos es el punto de partida para revertir esa situación. No es fácil, pero tampoco imposible. El entorno cercano será muy importante para marcar este defecto con amor y motivar un cambio positivo.

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ENVIDIA

¿Qué es la envidia?

La envidia es un sentimiento muy negativo que afecta no solo a la persona que recibe la envidia, sino mucho más a quien la transmite. Sin embargo, es difícil evitar que se apodere de nosotros por lo menos algunas vez en nuestras vidas porque somos humanos al fin y al cabo.

Es un sentimiento que con diferentes intensidades nos ha rozado a todos en algún momento de nuestra vida. Solemos escuchar que existe envidia sana y de la otra, dando por entendido que la no sana es mala palabra y que con esa no se tiene nada que ver. ¿Se puede cortar la envidia? ¿Qué puede provocar un envidioso? Antes que nada, el envidioso se provoca daño a sí mismo y en segundo lugar malestar en los demás. La energía que emana este sentimiento es muy fuerte, negativa y destructiva. No es para nada una enfermedad, es un defecto de carácter, que se une a la venganza, la ira, la autocompasión, el resentimiento, la desconfianza, el culpar a los demás, la crítica, el pesimismo y la falta de amor y de preocupación por el prójimo. Son generalmente las personas no contentas consigo mismas o las que tienen complejo de inferioridad las que siempre expresarán envidia hacia los demás, ya sea por aspectos físicos o intelectuales, posibilidades de éxito o por bienes materiales. Reconocer que se siente envidia por algo o alguien y que eso es lo que domina nuestras actitudes, deseos y pensamientos es el punto de partida para revertir esa situación. No es fácil, pero tampoco imposible. El entorno cercano será muy importante para marcar este defecto con amor y motivar un cambio positivo.

La envidia empieza a surgir en los primeros años de vida, cuando el niño empieza a relacionarse con el grupo familiar y social , si el niño se siente amenazado en su terreno y en lo que más quiere tiene un sentimiento de vacío, deseara a toda costa conseguir todo lo que no posee o cree que no puede poseer, esto se manifiesta con pataletas, rabietas, es necesario calmar esos disgustos con explicaciones lógicas y enseñándole a dar, para que con ello vaya aprendiendo a tolerar sus frustraciones y controlar las conductas impulsivas, así pues de esta forma aprenderá a respetar las diferencias y valorar sus propias cualidades, es decir en definitiva empezará a madurar.

Si al niño que ha pasado por episodios de envidia constante, nadie de su entorno le ha calmando esta ansiedad, crecerá con sentimientos de frustración y de vacío y será un adulto envidioso contaminado por el rencor a los éxitos ajenos, incluso de su propia pareja y amistades, llegando su vida a ser un verdadero tormento.

El observar o reconocer que algunas situaciones o personas provocan envidia es "positivo", ya que ayuda a reflexionar sobre los propios recursos y con ello aceptar nuestras propias limitaciones.

La admiración a determinadas personas, no significa tenerles envidia, es saber valorarlas y valorarse.

Si sufres las miradas y las palabras de una persona envidiosa trata de pasarlas por alto, no eres responsable de su sentimiento, intenta descubrir la envidia a tiempo, te evitarás muchísimos problemas, no desarrolles confianza con las personas envidiosas

¿Cómo alejar la envidia de nosotros?

Si eres una persona envidiosa y quieres salir de ese estado porque te está consumiendo la vida, la única forma de conseguirlo es:

Primero: Sintiendo el cariño y el apoyo de los seres queridos.

Segundo: Desarrollando tu sentido del humor.

Tercero: Hallando tu propia identidad.

Cuarto: Siendo consciente de qué es lo prioritario de tu vida.

Quinto: Tolerando tus defectos y valorando tus cualidades.

Sexto: Valorando las cualidades ajenas en su medida.

Es difícil descubrir al envidioso pues a veces se esconde a través de una apariencia amable, acogedora y simpática y otras se camufla en conductas de excesivo respeto, o excesiva admiración, el envidioso se "alegra de los fracasos ajenos", "sufre con los éxitos ajenos", pero desaprovecha tanta energía que no es capaz de alcanzar sus propios objetivos.

Considera que los demás consiguen las cosas con facilidad y sin esfuerzo, no es una persona generosa, si triunfa nunca se siente satisfecho, este sentimiento es muy perjudicial para quien lo siente y "muy peligroso para la persona envidiada".

“La envidia es causada por ver a otro gozar de lo que deseamos; los celos, por ver a otro poseer lo que quisiéramos poseer nosotros”

Frases célebres

La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren.

Castiga a los que tienen envidia haciéndoles bien.

La envidia es una declaración de inferioridad.

Si hubiera un solo hombre inmortal sería asesinado por los envidiosos.

Nuestra envidia dura siempre más que la dicha de aquellos que envidiamos.

La cabeza de colores Esta es la increíble historia de un niño muy singular. Siempre quería aquello que no tenía: los juguetes de sus compañeros, la ropa de sus primos, los libros de sus papás... y llegó a ser tan envidioso, que hasta los pelos de su cabeza eran envidiosos. Un día resultó que uno de los pelos de la coronilla despertó de color verde, y los demás pelos, al verlo tan especial, sintieron tanta envidia que todos ellos terminaron de color verde. Al día siguiente, uno de los pelos de la frente se manchó de azul, y al verlo, nuevamente todos los demás pelos acabaron azules. Y así, un día y otro, el pelo del niño cambiaba de color, llevado por la envidia que sentían todos sus pelos.

A todo el mundo le encantaba su pelo de colores, menos a él mismo, que tenía tanta envidia que quería tener el pelo como los demás niños. Y un día, estaba tan enfadado por ello, que se tiró de los pelos con rabia. Un pelo delgadito no pudo aguantar el tirón y se soltó, cayendo hacia al suelo en un suave vuelo... y entonces, los demás pelos, sintiendo envidia, se soltaron también, y en un minuto el niño se había quedado calvo, y su cara de sorpresa parecía un chiste malo.

Tras muchos lloros y rabias, el niño comprendió que todo había sido resultado de su envidia, y decidió que a partir de entonces trataría de disfrutar de lo que tenía sin fijarse en lo de los demás. Tratando de disfrutar lo que tenía, se encontró con su cabeza lisa y brillante, sin un solo pelo, y aprovechó para convertirla en su lienzo particular. Desde aquel día comenzó a pintar hermosos cuadros de colores en su calva cabeza, que gustaron tantísimo a todos, que con el tiempo se convirtió en un original artista famoso en el mundo entero.